#CentenarioPUCP
especial centenario pucp 50 años del servicio de salud pucp por rogelio sueiro
el nuevo sistema de bibliotecas por kathia hanza
la historia de la biblioteca central por carmen villanueva
Año N°4 Edición #06
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EDITORIAL
CARTA EDITORIAL Dr. Alberto Varillas Montenegro Presidente de la Asociación de Egresados y Graduados PUCP
COLABORADORES ROGELIO SUEIRO Ex jefe del Servicio Médico y Profesor Emérito de la PUCP.
CARMEN VILLANUEVA Ex directora de la Biblioteca Central y del Sistema de Bibliotecas de la PUCP.
Este número de BRÚJULA conmemora el año del centenario de la Universidad Católica. Un siglo repleto de satisfacciones, logros, consagraciones, consolidaciones y manteniendo vigente el tradicional ‘Espiritú de la Casa’. Los 100 primeros años de nuestra casa de estudios transcurrieron en diferentes coyunturas sociales que la potenciaron como lugar idóneo para pensar al Perú, donde la formación, discusión y el debate entre docentes y alumnos alimentaba las ideas y formas en busca del bien común. En realidad, es un lugar privilegiado donde se formó y sigue formándose la vanguardia intelectual del Perú que intenta entender la problemática nacional. Es que así es nuestra querida alma mater: un crisol donde convergen pensamientos diferentes. Aquel 10 de abril de 1917 cuando el Padre Jorge Dintilhac apertura el inicio de clases de la novel universidad privada con Raimundo Morales de la Torre como profesor encargado de impartir conocimiento a un puñado de entusiastas alumnos.Allí donde el padre Felipe McGregor implementó como gran apuesta a futuro las unidades de Estudios Generales de Letras y Ciencias como pilares de la excelencia académica. Ello permitió que los estudiantes y los profesores puedan tener una formación articulada en humanidades y ciencias. En un siglo de existencia numerosas anécdotas nacieron entre los pasillos de las aulas de Plaza Francia y el fundo Pando. El alumnado de hoy y de ayer infla el pecho de orgullo cuando su querida casa de estudios destaca en los rankings de calidad educativa internacional. Es una convicción perpetua afirmar que la Universidad Católica lidera la educación superior de nuestro país. Actualmente nuestra alma mater goza de un indiscutible prestigio internacional y es una de las que lidera el quehacer nacional en docencia e investigación.
KATHIA HANZA Actual directora del Sistema de Bibliotecas de la PUCP y profesora principal PUCP.
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Consejo Directivo (2015-2017)
PRESIDENTE Alberto Varillas Montenegro Letras y Ciencias Humanas ‘61 VICEPRESIDENTA Ana Virginia Pastor Revoredo Química ‘74 SECRETARIA María Victoria Tizón Acha Ingeniería Civil ‘80
JUNTA CALIFICADORA DE ASOCIADOS Presidente: Adolfo Heeren Ramos Miembro: Jorge Rodríguez Hernández Miembro: Sheyla Blumen Cohen REPRESENTANTES DE LA UNIVERSIDAD Eduardo Ismodes Cascón Daniel Soria Luján
TESORERA Mirtha Alfonsina Zamudio Rodríguez Economía ‘82 VOCALES María del Rocío Vesga Gatti Derecho ‘90 Arnaldo Mera Avalos Historia ‘94 Julio Vargas Perusina Derecho ‘95
Equipo Editorial COORDINACIÓN Solange Hernández Blas Christian Castillo Cornejo Manuela Gargurevich REDACCIÓN Elviz Jauregui Fernandez DISEÑO, DIAGRAMACIÓN Y FOTOGRAFÍA Andrea Gutierrez Canales CORRECCIÓN DE ESTILO Juana Iglesias
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Asociación de Egresados y Graduados PUCP Av. Universitaria N° 1801, San Miguel Lima, Perú Telf.: 626-2000 (anexos 3500 o 3502) aeg.pucp.edu.pe
Revista Brújula Eventos Publicación Oficial de la Asociación de Egresados y Graduados PUCP Año N°4, Edición N°6 - Julio del 2017
ÍNDICE 6
50 años del Servicio de Salud: La salud en la vida académica de los estudiantes
10 La importancia de la Biblioteca en la calidad de educación de la Universidad Católica.
16 El Sistema de Bibliotecas del centenario: El desarrollo de nuevas plataformas de estudio e investigación para toda la comunidad PUCP
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Años
del Servicio de Salud
de la Pontificia Universidad Católica del Perú Por: Rogelio Sueiro
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n el presente año este servicio tiene dos grandes motivos de celebración: el centenario de nuestra universidad y los primeros cincuenta años de su creación, sus bodas de oro. Ocasión más que oportuna para recordar y agradecer el esfuerzo de quienes hicieron posible el servicio que hoy tenemos y que nos permite brindar una atención médica de calidad. El Servicio de Salud de la PUCP fue creado en el año 1967 como dependencia del Departamento del Estudiante. Antes de ello, los chequeos médicos de los alumnos ingresantes eran realizados por el doctor Luis Alberto Barandiarán, profesor de biología, quien durante mucho tiempo puso a disposición de la universidad su consultorio ubicado en la avenida La Colmena. Las actividades del Servicio de Salud se iniciaron en un local ubicado en la calle Lescano, en el centro de Lima. Su primer director fue el doctor Ricardo Manrique Sipán, acompañado por la doctora Gloria Alcalde, médica cirujana, y el doctor Karin Calmet, oftalmólogo. Asimismo contaba con tres trabajadores a tiempo completo: Vilma Brioso, laboratorista clínica; Zoraida Luján, secretaria; y Fermín Astoquilca, conserje. En marzo de 1973 el Servicio de Salud se traslada a un local provisional en el campus de la univer-
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sidad en Pando. En ese período se incorporan los doctores Luis Deza Bringas y Rogelio Sueiro Cabredo, Augusta Kont como laboratorista clínica y Katty Brioso como secretaria. Tres años después se produce su mudanza definitiva al Edificio Dintilhac, donde dispone de un local más amplio con servicio de radiología y una sala de urgencias y cirugía menor. Se incorporan el doctor Fernando Lora, cirujano, y Noemí Montezuma, técnica radióloga. En su nuevo emplazamiento continúa el trabajo con los exámenes médicos a ingresantes (que llegan a mil quinientos por año) y se pone énfasis en los procesos asistenciales, lográndose una notable labor resolutiva para la problemática de salud, siendo el servicio una puerta de entrada para la atención correspondiente a los trabajadores. Las consultas ascendían en promedio a cinco mil anuales. Los primeros veinticinco años del Servicio de Salud son de un crecimiento sostenido en paralelo con el de la universidad y especialmente en respuesta al requerimiento de la población universitaria de un servicio asistencial que la Seguridad Social no cubre. En este período se implementa un seguro de salud privado para trabajadores y familiares, financiado parcialmente por la universidad, y otro de accidentes para alumnos, lo que aumenta la cobertura de protección de los pacientes.
50 AÑOS DEL SERVICIO DE SALUD DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ
El incremento de la demanda de atención asistencial y del número de exámenes médicos a ingresantes obliga a la incorporación de nuevo personal médico, las doctoras Judith Rivera y Carmen Alayo, así como a la apertura de especialidades como cardiología, oncología, ginecología, traumatología, gastroenterología y medicina interna, que apoyan el desarrollo de los médicos de planta y permiten iniciar una labor preventiva de las enfermedades, acorde con los cambios de la época y buscando mejorar la eficiencia del Servicio. Cabe destacar que en esta etapa las consultas médicas anuales llegan a 18 mil –50% de alumnos y 50% de trabajadores y familiares– y los exámenes médicos a 3.700. Los veinticinco años posteriores son marcados por un notable crecimiento y cambios concordantes con las políticas de salud y los requerimientos de la población universitaria. Se construye el segundo piso del Servicio duplicando el área de consultorios, se amplía el horario de atención, potenciando además las secciones de primeros auxilios y emergencias, para lo cual se integran dos enfermeras y un médico general. Se suman especialistas en psiquiatría, radiología y pediatría, reforzando el equipo asistencial del Servicio. Habiéndose incorporado las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) al Sistema Nacional de Salud, llegan a la universidad a sustituir el seguro médico priva-
do de salud existente. Esta situación trae aparejada la posibilidad de que parte de la demanda asistencial de los trabajadores se traslade a servicios de salud privados externos. El Servicio de Salud destina uno de sus consultorios para la atención asistencial de las EPS de los asegurados. En la mira de una mejora continua del Servicio y una atención de calidad, en el año 2005 se obtiene el Certificado de Acreditación Internacional ISO9001 – siendo el primer centro médico en lograrlo a nivel nacional– y se establece como política de calidad: “Brindar un servicio de salud integral, buscando satisfacer las necesidades de los usuarios y los requerimientos de la salud ocupacional”. Se reorienta el Servicio a la promoción de la salud con el fin de optimizar la calidad de vida de la población universitaria, procurando que tenga el control sobre estas instancias. Junto con el Consorcio de Universidades se inicia el Proyecto de Universidades Saludables. En este contexto la PUCP se instituye como un “Centro educativo promotor de
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Los primeros 25 años del Servicio de Salud son de un crecimiento sostenido en paralelo entre la universidad y la población universitaria” BRÚJULA 7
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En el año 2005 se obtiene el Certificado de Acreditación Internacional ISO9001, siendo el primer centro médico en lograrlo a nivel nacional”
la salud”. Dentro del propósito de desarrollar un entorno saludable para la universidad, en el año 2010 se implementa el examen médico ocupacional para sus trabajadores. En este período el Servicio de Salud pasa de 18 mil a 37 mil consultas anuales, de las cuales la mitad corresponde a medicina general. Los exámenes médicos aumentan de 3.700 a 6.000 al año, y en el Tópico de Primeros Auxilios y Atención Rápida se llega a 37 mil pacientes anuales. Del total de consultas anuales 65% fue para alumnos y 35% para trabajadores y familiares. Actualmente el Servicio es un centro médico que brinda atención en el primer nivel de salud a la población universitaria, trabajadores, docentes y familiares. Cuenta con atención de consulta en medicina general y especialidades como ginecología, traumatología, oftalmología, psiquiatría, oncología, pediatría, cardiología, apoyo diagnóstico de laboratorio e imágenes, terapia física, tópico de primeros auxilios y nutrición. Desde su fundación el Servicio de Salud de la PUCP trabaja para mejorar la calidad de la salud universitaria. Está conformado por profesionales altamente calificados y cuenta con equipos de vanguardia y una infraestructura acorde a los mejores centros de salud.
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CARMEN VILLANUEVA
Foto: Archivo PUCP
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LA BIBLIOTECA PUCP EN LA HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD
La Biblioteca PUCP en la historia de la universidad Por: Carmen Villanueva
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omo informó hace unos días el actual rector, doctor Marcial Rubio, desde la vetusta habitación que los padres de la Recoleta prestaron al padre Jorge Dintilhac para que allí funcionara la biblioteca destinada a los escasos alumnos que tenían sus clases en el mismo predio, hasta los servicios que se prestan hoy a los más de 20 mil estudiantes regulares y alrededor de 100 mil en total contando los de programas especiales, ha habido una trayectoria ascendente no solo en números sino también en calidad. Si al inicio de las funciones de la nueva universidad su fundador había comprado de inmediato la Constitución Política del Perú para una biblioteca que todavía no existía, muy pronto esta fue creciendo, evidenciando el interés que él y sus colaboradores tenían en el tema. Amigos laicos del padre Jorge fueron los que “amoblaron” esta primigenia biblioteca, probablemente con no más de un par de mesas, unas sillas y algunos estantes. En la magra economía de esos años no hubo al principio un presupuesto para comprar libros; pero, al igual que en épocas posteriores, como en los tiempos inmanejables de la hiperinflación, la norma fue “comprar siempre lo que alumnos y profesores necesitaban”, adquisiciones que la administración pagaba religiosamente. BRÚJULA 11
CARMEN VILLANUEVA
Lo poco que se fue logrando comenzó a mostrar organización y cuidado y –como ahora– a atraer donaciones. La primera de magnitud se remonta a 1934: la del intelectual y político Carlos M. Elías, desterrado por su posición contraria ante Chile y la cesión territorial después de la guerra, compuesta por más de tres mil volúmenes, y cuyo nombre llevó la biblioteca por muchos años. Pero lo que orientaba el desarrollo de la biblioteca era el concepto de educación que desde su fundación había existido en la universidad, aun implícitamente pero siempre –quizá de manera intuitiva– llevado a la práctica: la idea de que no se trataba solo de graduar profesionales, muy buenos conocedores, y hasta autoridades en sus respectivas carreras. Se trataba de la formación integral de hombres cultos que se situaran propiamente en su contexto local, nacional e internacional; es decir, capaces de interactuar con el medio en que les tocara vivir.
Condiciones para el desarrollo de la colección académica El reconocimiento de la íntima relación de la educación con los recursos informativos, , condujo a ciertos procedimientos que obtuvieran los resultados que los inspiradores y constructores de la PUCP tenían en mente para sus alumnos:
1. Lo que se logró fue un resultado coherente con el proyecto: la PUCP proporcionó los recursos económicos (un presupuesto estable y creciente para personal y materiales como ninguna universidad peruana lo tenía, mayor aún que el de la Biblioteca Nacional) y también las facilidades administrativas: centralización que eliminase la duplicación innecesaria y antieconómica de colecciones y servicios, normalización de horarios y facilidades para toda la comunidad. 2. Se pensó también en las facilidades físicas y se obtuvo el apoyo de la Fundación Ford para visitar bibliotecas universitarias de los Estados Unidos, pero sobre todo para intercambiar ideas con sus directores acerca de las ventajas y desventajas de sus respectivos locales y avances. 3. La biblioteca debería haberse llamado Biblioteca del Congreso, pero uno de los avatares políticos del país clausuró el Congreso y quedó solo el pequeño fondo que efectivamente se aplicó a la construcción de una sección del nuevo local. 4. Consolidando todo el plan de la universidad para sus servicios de información, el Consejo Universitario estableció en 2012 las “Reglas para el desarrollo de sus bibliotecas”. Allí se volvió a reconocer la centralización formulada en los años cincuenta, pero dado el crecimiento de especialiFoto: Archivo PUCP
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LA BIBLIOTECA PUCP EN LA HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD
Foto: Archivo PUCP
dades y alumnos, estableció también el proyecto de una Biblioteca Central N° 2.
Las colecciones De la concepción de la biblioteca como “el” recurso de información, constituida por colecciones de libros y revistas –es decir, impresos–, la idea de la información se ha ido ampliando y ha presidido el desarrollo del Sistema de Bibliotecas. Este aspecto de la información, los impresos, sean monografías o publicaciones periódicas, constituyen un valioso fondo de la universidad, que resuelve las asignaciones de la parte curricular y sirve de base muy sólida para la búsqueda, de todas maneras indispensable, de otras fuentes en instituciones nacionales y extranjeras, y en formatos actuales, para trabajos de tesis e investigación.
Servicios en formatos audiovisual y digital En ese camino hacia la actualización del concepto de información, nuestra biblioteca ha sido también la primera en incluir colecciones en formato audiovisual y digital. Allí está la Carta Geográfica Nacional y mapas varios; películas que van desde clásicos del cine mudo hasta el actual; videos de antropología realizados por profesores; videos de historia oral, como los testimonios de repatriados
tarapaqueños luego de la ocupación chilena de esa región; videos, películas y documentales usados para ampliar o debatir temas académicos, etc. De otro lado, contamos desde hace mucho tiempo con bases de datos de obras monográficas y periódicas, históricas y actuales, y especialmente de información jurídica; pero lo más destacable es probablemente un servicio de orientación digital con una atención individualizada para aquellos que necesiten información específica más allá de las fuentes tradicionales disponibles.
La biblioteca y sus usuarios Las colecciones existentes y sobre todo los servicios se inician con la atención a los requerimientos de nuevas adquisiciones por parte de profesores y alumnos. Continúa con su organización o con la búsqueda de aquello que no es posible conseguir en el mercado local. Esa disposición activa y positiva hacia los usuarios tiene a veces consecuencias imprevisibles: cuando un alumno necesitó la obra Entre Sartre y Camus (1981), totalmente agotada, una de las bibliotecarias se comunicó con nuestro Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, quien ante nuestra sorpresa envió dos ejemplares como obsequio para la biblioteca.
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Reconocimiento externo de la Biblioteca PUCP Desde que la Biblioteca PUCP comenzó su proceso de organización referido a la idea de la educación y formación integral que concebía para sus alumnos, que además tenía su gran soporte en los Estudios Generales, se reconoció su importancia y muy pronto su lugar como la primera del país. En ese sentido se entiende la invitación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que nos convirtiéramos en su Biblioteca Depositaria, y que sirviéramos de repositorio local de sus publicaciones. Sin embargo esta función ha disminuido al estar ahora digitalizadas y al acceso directo de quien las requiera.
Colecciones especiales, donaciones y compras El desarrollo constante y el prestigio que fueron ganando la universidad y su biblioteca comenzaron pronto a atraer donaciones de personas, en su mayoría exalumnos, que llegaron a manifestar en los medios que lo hacían por el cuidado, el servicio y la seguridad que confiaban tendrían sus materiales. Las valiosas donaciones se complementaron con adquisiciones del mismo tipo, ofrecidas a la PUCP a veces por las mismas razones que atraían las donaciones, y dieron lugar a una inapreciable sección de colecciones especiales. Es un fondo bibliográfico valioso para la investigación. Incluso algunos proveedores de documentos han terminado obsequiándolos cuando entendían que su preservación era especialmente significativa para la historia del país. Entre los impresos hay publicaciones como el Tercero Catechismo en su primera edición de 1587 por Antonio Ricardo, el primer impresor establecido en Lima; la Gramática y vocabulario de la lengua general del Perú (Sevilla, 1603) y El arte de la lengua aymara (Lima, 1616) de Diego de Torres Rubio; el Arte de la lengua general de los indios del Perú (Lima, 1648); y la primera edición de la segunda parte de El Ingenioso Cavallero Don Quixote de la Mancha (Madrid, 1615). No menos importantes, aunque parciales, son las colecciones de revistas y periódicos peruanos de los siglos XIX y XX, valiosas para estudios de carácter histórico, social, político, económico y cotidiano de nuestro país. Destacan entre otras la de Javier Pérez de Cuellar, exalumno, que entregó su valiosa colección de arte; algunas fotografías hermosas, raras y a
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todo color; se trata en algunos casos también de los llamados Libros de País, ediciones cuidadas no venales, para entregar a personajes distinguidos que visitan un estado: ese fue el caso de Pérez de Cuellar que recibió estos libros y los entregó también a la PUCP. La de Juan Miguel Bákula, con obras de cultura general, pero sobre todo de derecho del mar, tema en el cual era un verdadero experto; (igualmente hay fotos posibles, junto con las anotaciones que este personaje hizo en esos textos) la biblioteca de matemáticas de José Tola Pasquel, nuestro exrector; y la de filosofía del recordado padre Gerardo Alarco Larrabure, profesor y autoridad de esta casa de estudios. Conjuntos de documentos igualmente relevantes y únicos conforman un repositorio con textos de César Vallejo, Abraham Valdelomar, Luis Hernández y José María Arguedas, con una parte principal
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Lo que orientó el desarrollo de la biblioteca fue el concepto de educación que desde su fundación había existido en la universidad”
LA BIBLIOTECA PUCP EN LA HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD
donada por el profesor Teófilo Altamirano (y una paciente recopilación de la especialista Carmen María Pinilla), quien igualmente intervino para obtener donaciones de la familia de Alejandro Ortiz Rescaniere; los valiosísimos y únicos manuscritos autógrafos del poeta Martín Adán que nos entregó el editor Juan Mejía Baca, por recomendación de Luis Jaime Cisneros; los del pintor Enrique Camino Brent; los del presidente Manuel A. Odría; y el archivo de la periodista Elsa Arana Freire. Otro numeroso conjunto documental corresponde a varias donaciones distintas que felizmente pueden integrarse y dar una idea cabal del Proyecto de Antropología Aplicada de la Universidad de Cornell (Nueva York) con la Universidad de San Marcos en 1962, en varios distritos y comunidades de Áncash, especialmente en Vicos. Una donación procede del historiador norteamericano Shane Hunt, con el archivo de cuadernos de notas, fotografías y cartas de William Stein. La biblioteca cuenta con el único ejemplar existente de las Actas del Consejo de Ministros del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, desde 1968 hasta 1975. Indispensable para el estudio de esta etapa, es fuente consultada también por especialistas extranjeros que visitan para ello nuestra universidad, ya que como hemos señalado no existe otro ejemplar en ninguna parte.
Servicio para personas con discapacidad Siempre dentro de la preocupación por atender los diversos requerimientos de la comunidad universitaria, se inició en 2008 un servicio para los alumnos con discapacidad visual, de manera que puedan contar con un método que los haga más autónomos en sus actividades académicas. Se trata de evitar la dependencia de personas que deban leerles, y para ello se trabaja con software especializado en estrecha coordinación con los profesores, pues los materiales deben ser preparados de antemano por los bibliotecarios.
Bibliotecas asociadas para coordinar servicios de catálogo unido automatizado, normalización de datos e intercambio de información
ción de la Escuela de Negocios Centrum y la Biblioteca del Instituto Riva-Agüero.
Biblioteca del Instituto Riva-Agüero (IRA) Originalmente integrada por los riquísimos fondos bibliográficos del intelectual benefactor de la PUCP, don José de la Riva-Agüero, se ubica en su antigua casa del centro de Lima, hermoso ejemplo de la arquitectura limeña del siglo XVIII. Es especialmente activa para temas de investigación y muy visitada por investigadores de universidades nacionales y extranjeras. Posee asimismo colecciones fundamentales de libros antiguos –muchos de ellos en primeras ediciones–, folletos y obras valiosas, referidas a temas peruanistas, a asuntos vinculados con la cultura clásica y con las diversas disciplinas humanísticas. La biblioteca incluye publicaciones propias y otras referidas a sus intereses especializados. Se ha enriquecido con la incorporación de bibliotecas particulares de miembros fundadores del Instituto y de reconocidos intelectuales, tales como Víctor Andrés Belaunde, Guillermo Lohmann Villena, monseñor José Dammert, Miguel de Althaus, Mildred Merino de Zela, Luis Fabio Xammar y Estuardo Núñez Hague, entre otros. Una adquisición muy importante fue la Colección Félix Denegri Luna, compuesta por libros, folletos y sobre todo periódicos, en muchos casos únicos entre los repositorios nacionales, procedentes de Lima y de otras ciudades del país, muchos de ellos inhallables incluso en sus lugares de origen. En los últimos años, mediante una Biblioteca Virtual, se facilita el acceso a información especializada en las áreas que promueve el Instituto. En ella se está incorporando la digitalización de sus colecciones de periódicos, revistas y libros de mayor demanda, así como la serie de publicaciones virtuales propias.
Estas son la Biblioteca del Centro de Estudios Orientales –con libros de y sobre China, Japón, Corea y otros países de la región–, la Biblioteca del Instituto Confucio –dedicado a la enseñanza del idioma y la cultura chinos–, el Centro de Informa-
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El Sistema de Bibliotecas en el centenario de la PUCP Por: Kathia Hanza
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as bibliotecas de la PUCP llegan al centenario de la universidad con una sólida colección impresa y virtual. Ellas han sido sensibles al impacto inaudito de la era digital; esto es, a la creación de nuevas herramientas que democratizan, agilizan y masifican la comunicación a nivel mundial. Por eso el rol de las bibliotecas se ha transformado profundamente en el nuevo milenio.
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Para decirlo en el lenguaje de estos tiempos: de ser repositorios de información se han convertido en plataformas ágiles de servicios que satisfacen necesidades específicas de estudio e investigación de calidad en un mundo globalizado. En la tarea de identificar las demandas de hoy hemos consolidado las colecciones en todos los
EL SISTEMA DE BIBLIOTECAS EN EL CENTENARIO DE LA PUCP
edificios del campus y en los depósitos de la plaza Francia. También hemos modernizado algunos servicios: desde las guías temáticas hasta las instalaciones de las colecciones especiales, pasando por nuestra página web, repositorios y renovación de nuestro catálogo. Desde este año, en efecto, contamos con una nueva interfaz que permite búsquedas bibliográficas más sencillas y versátiles (https:// pucp.ent.sirsi.net/client/es_ES/campus/); así como consultar simultáneamente los catálogos de las bibliotecas del Consorcio de Universidades, conformado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Universidad Peruana Cayetano Heredia, la Universidad del Pacífico y la Universidad de Lima. Alumnos, docentes y egresados de estas instituciones podrán acceder más fácilmente a una colección de más de 450 mil títulos de libros, 36 mil títulos de revistas y 20 mil tesis; así como solicitar estos documentos en préstamo interbibliotecario. También están creadas las condiciones para una mejora aún más sustantiva de los servicios. De cara a las necesidades de estos tiempos hemos modificado nuestra estructura interna para guiar la gestión con criterios de calidad. Gracias a la consultoría y capacitación que la directora de la Biblioteca de la Universidad de Almería (España) viene desarrollando con nosotros desde 2016, hemos estable-
cido seis líneas de gestión. Tres son transversales (Recursos, Servicios y Tecnología e innovación) y tres consisten en unidades de servicios en el campus (Biblioteca Central, Biblioteca del Complejo de Innovación Académica y las Bibliotecas de Ciencias Sociales y Teología). Nuestra meta es seguir los lineamientos de la Organización Europea para la Calidad (EOQ, European Organization for Quality), pues nuestra consultora es experta acreditada por dicha organización. Con el centenario también hay que celebrar el gran crecimiento del sistema en infraestructura: desde 2015 contamos con el doble de áreas, gracias al moderno edificio con certificación LEED que forma parte del Complejo de Innovación Académica. Entre nuestros propósitos está igualmente la dinamización de los espacios. Así, hemos acogido espectáculos en vivo, exposiciones y conversatorios que
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Las plataformas ágiles de servicios satisfacen necesidades de estudios e investigación de calidad”
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tuvieron lugar tanto en la Biblioteca Central como en la Biblioteca del Complejo de Innovación Académica. Lo más destacable en los últimos años fue la exhibición de nuestro ejemplar de la primera edición de la segunda parte de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra (Madrid: Juan de la Cuesta, 1615), que en 2015 cumplió 400 años de publicada. Exhibimos también otros cinco libros de aquella década, todos de nuestras colecciones especiales. El más significativo es quizá el Libro de la vida y milagros de
Nuestro Señor Iesu Christo en dos lenguas, aymara y romance (Chucuito: Francisco del Canto, 1612). Una sola actividad, que conjuga los aires de estos tiempos y la preservación de los valiosos fondos documentales, resume la celebración que la biblioteca hace al cumplirse cien años de fundación de la PUCP: cuatro mil documentos vinculados a la producción literaria de Martín Adán han sido digitalizados y puestos a disposición para la investigación, bajo criterios exhaustivos de catalogación y organización.
1)Papel de servilleta (34 x 23 cm.), muy probablemente del Bar Cordano, que contiene el manuscrito original correspondiente al poema La desesperación está conmigo, firmado por Martín Adán. En el mes de agosto de 1963 fue publicado este poema en el diario La Unión de la ciudad de Pacasmayo (La Libertad). 2) Portada del libro de Diego de Torres Rubio, Arte de la lengua aymara. Compuesto por el padre Diego de Torres Rubio de la Compañía de Jesús. Lima: Francisco del Canto, 1616.
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Biblioteca Central
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