8 DE MARZO,2021 DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Manifiesto de la Red Centroamericana y del Caribe Envejecer con Dignidad. En el marco de la presente coyuntura mundial de pandemia ocasionada por el virus SARS COV II, derechos fundamentales de las personas adultas mayores fueron desprotegidos y violentados, siendo las mujeres adultas mayores un grupo poblacional especialmente afectado, profundizando las desigualdades de género existentes. Esta realidad a la cual nos enfrentamos exige que las decisiones y el enfoque de género sean elementos centrales en la construcción de políticas de mitigación y recuperación de la crisis, tomando en cuenta la desigualdad histórica entre géneros y que, en la etapa de la vejez esta se profundiza. De no considerarse un enfoque de género, se acentuarían las desigualdades con impactos a largo plazo y difíciles de revertir en un futuro. Es en vista de esta situación que la Red Envejecer con Dignidad, en el marco del Decenio del Envejecimiento Saludable de la OPS, hace un llamado vehemente a cumplir y prestar atención especial a los siguientes puntos: 1. La feminización del cuido es una realidad acentuada por la pandemia mundial, en la cual el aislamiento constituye uno de los principales factores que afectan a las mujeres adultas mayores. Los hogares conformaron espacios en donde todo ocurre: el trabajo, la educación, la socialización y el cuido, siendo este último en mayor incremento con la llegada del COVID-19. Si bien, el cuido debería ser una responsabilidad compartida; la realidad es que esta tarea no se distribuye equitativamente, siendo las mujeres quienes asumen esta labor en mayor porcentaje, la cual no es valorada ni remunerada, y, además, en muchos casos estas mismas mujeres mayores presentan situaciones de fragilidad que les impiden estar a cargo del cuido de otros y otras. 2. La pobreza ha aumentado significativamente afectando mayoritariamente a las mujeres adultas mayores quienes representan una gran porción del trabajo informal, siendo este tipo de empleo el que se vio mayormente afectado por las medidas sanitarias que tomaron los gobiernos de todo el mundo. Ante este panorama, se exige que dentro de las medidas para la recuperación de la crisis se debe tomar en cuenta la efectiva participación de las mujeres en el trabajo remunerado, así como el empoderamiento económico para la reactivación de los países.
3. Reconocer que la violencia de género ha ido en aumento y es necesario tomar mecanismos eficaces para prevenirla y combatirla. La realidad ocasionada por la pandemia es que miles de mujeres están en confinamiento con sus agresores y este encierro ha ocasionado que el riesgo y los actos violentos ocurran sin que pueda ser interrumpido. Las órdenes sanitarias que prohíben circular han ocasionado que muchas mujeres por temor al virus y a las autoridades, así como por no abandonar sus labores de cuido; no se acerquen a realizar denuncias contra agresiones a las que están siendo expuestas. Es imperante que se refuercen las medidas de denuncia existentes, así como también que confeccionen nuevos mecanismos de denuncia más eficaces y efectivos con el fin de facilitarles los medios de denuncia 4.El acceso a los servicios de salud constituye otro factor que ha afectado a las mujeres adultas mayores. El riesgo de contraer el virus SARS COV II se incrementa en situaciones en donde las mujeres mayores no tienen oportunidad de aislarse porque cohabitan con alguien o bien, por tareas relacionadas al cuido. Asimismo, las mujeres están mayormente expuestas en los servicios de salud ya que gran parte del personal médico y de enfermería son mujeres, siendo de gran importancia que se les brinde todo el equipo de protección para estar trabajando en primera línea de acción y evitar el contagio. Además, se hace un llamado a implementar mecanismos más eficaces para atender las enfermedades mentales y físicas al existir un descuido y abandono en la asistencia de estas, en especial de los padecimientos crónicos los cuales han agravado la mortalidad debido a que el foco principal de atención es el COVID-19, desatendiendo otras enfermedades que han provocado numerosas muertes y pudieron ser evitadas. 5. El acceso a las pensiones para reducir los índices de pobreza en las mujeres adultas mayores constituye uno de los principales puntos a reforzar para la reactivación económica desde una perspectiva de género y combatir la violencia hacia este grupo poblacional. Actualmente los hogares constituidos por personas adultas mayores registran un mayor índice de pobreza y en el caso de las mujeres adultas mayores, en su mayoría, se encuentran en situaciones con mayor desventaja ya que no cuentan con ningún tipo de ingreso o reciben alguna transferencia económica por parte de terceras personas, siendo este monto insuficiente, en especial cuando estas son las encargadas de mantener un hogar. La falta de cobertura de pensiones a este grupo poblacional debe cambiar y mejorarse con el fin de brindarles seguridad económica y evitar que cada vez más vaya en aumento el número de mujeres adultas mayores en condición de pobreza. Desde la Red Centroamericana y del Caribe Envejecer con Dignidad se hace un respetuoso llamado a todos los países de la región para que ratifiquen la Convención y avancemos en temas de derechos humanos. Desarrollemos y profundicemos las conquistas logradas hasta hoy.