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VISITA A LA BAUHAUS

UNA EXPERIENCIA INVALUABLE

Por: Dr. en Arq. Jesús Martín Andrade Muñoz

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La mítica escuela de la Bauhaus se ha convertido en un referente obligado para cualquier estudioso de la arquitectura. La escuela fundada por Walter Gropius en 1919 en Weimar u en Alemania. La Staatilche Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal) fue una escuela que conjuntó la enseñanza de las artes con los oficios, tradicionalmente separadas por la Academia generando una escuela de diseño y arquitectura. La Bauhaus fue conformada con un plan académico sumamente novedoso y atractivo, capacitando a los alumnos para resolver integralmente todos los elementos que intervienen en la construcción, tanto artesanales como artísticos, partiendo desde el diseño del más sencillo elemento como puede ser una manivela, un mueble completo, la arquitectura de una edificación y hasta un conjunto urbano. El modelo educativo reunió a grandes personalidades que son parte de la historia de la arquitectura y del arte del siglo XX, como fueron en sus tres diferentes etapas; la primera la fundó y dirigió Walter Gropius de 1919-1928, la segunda Hannes Meyer de 1928-1930 y la última dirigida por Mies van der Rohe de 1930-1933. A su vez destacan entre sus grandes maestros Johannes Itten, Oskar Schlemmer, Herbert Bayer, Marcel Breuer, Kandinsky, Paul Klee, Moholy-Nagy entre otros muchos. A su vez tuvo tres sedes la primera en Weimar de 1919 a 1924, la segunda en Dassau de 1925 a 1932 cuando fue desalojada por los nazis y la tercera y última en Berlín de 1932 a 1933.

La escuela establecida en Weimar, debido a su éxito transformador, provocó el ingreso de alumnos de procedencia internacional y se convirtió en un auténtico mito arquitectónico. Por otra parte, el gobierno alemán comprendió la trascendencia de tan importante proyecto que le ofreció a Gropius que desarrollara en Dessau todo un conjunto que albergara dicha escuela. Además de la construcción de la escuela con sus aulas, talleres y laboratorios, se construyó un conjunto habitacional para los alumnos ya que su enseñanza era de tiempo completo y ahí vivirían de lunes a sábado, obviamente incluía todos los servicios necesarios para su confort y desarrollo, tales como instalaciones deportivas, comedores, áreas recreativas, oficinas, etc. Y, por si fuera poco, también se construyeron casas para los maestros. Pronto Dessau se convirtió en un sitio famoso en el ámbito de la cultura y especialmente en la arquitectura y el urbanismo, a tal grado que fue modelo para toda la arquitectura de la modernidad a nivel mundial. La escuela de la Bauhaus ha sido considerada como la obra maestra del racionalismo y su mejor ejemplo, por si fuera poco, en 1996 ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su valor inconmensurable que revolucionó el pensamiento y la práctica arquitectónicos y estéticos del siglo XX.

La primera noción que tuve de la existencia de la Bauhaus fue desde el inicio de la carrera en el curso de diseño con Mathías Goeritz, quien había implementado el sistema Bauhaus en sus talleres de diseño en la UNAM. El sistema provenía del famoso Curso Introductorio (“vorkurs”) que había iniciado Johannes Itten, y aún era motivo de aclamación cincuenta años después en México y el mundo. El novedoso plan del curso desmenuzaba las partes y elementos de toda composición; tal es el caso del color, la textura, la línea, el movimiento, la luz, etc. Factores que intervienen en todo el campo del diseño, palabra que de hecho se popularizó a raíz de la Bauhaus.

El siguiente conocimiento que tuve de dicha escuela fue gracias a una de mis primeras adquisiciones bibliográficas la colección de libros de Geyörgy Kepes entre otros. Debo confesar que durante años este grupo de libros me acompañaron en mi formación con respecto al arte y el diseño. Lo importante es que la Bauhaus se convirtió en una referencia obligada para todos los arquitectos de la modernidad. A partir de entonces fue una palabra familiar comúnmente repetida innumerables ocasiones. Sin embargo, también se convirtió en un mito, una especie de “Meca” a visitar. Por supuesto que Hitler y el tiempo no lograron desaparecerla del mapa, pero ciertamente se convirtió en un recuerdo, en algo de lo que fue. Pero ¿qué pasó con la Bauhaus, una vez que fue desalojado por los nazis? La escuela se transformó en diferentes versiones, Moholy Nagy fundó en Estados Unidos la Nueva Bauhaus y sus seguidores judíos la desarrollaron en Tel Aviv realizando el mayor conjunto de viviendas Bauhaus que existe. De cualquier manera, las instalaciones de Dessau siguieron ahí y con el tiempo fueron restauradas y recuperadas después de la guerra, convirtiéndose en la referencia tangible de la gran Bauhaus. A pesar de todo la Bauhaus volvió a funcionar como escuela de arquitectura, aunque sin el brillo que había gozado anteriormente.

“La escuela establecida en Weimar, debido a su éxito transformador, provocó el ingreso de alumnos de procedencia internacional y se convirtió en un auténtico mito arquitectónico.”

El conocimiento de la obra de Mies van der Rohe, siempre asociado a la Bauhaus permaneció en mi imaginario hasta la fecha. Así que en el año 2002 cuando asistí en Berlín al congreso de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), para mi sorpresa se ofertaba una extensión para visitar la Bauhaus de Dessau. Inmediatamente ocurrí a hacer la reservación, pero me indicaron que se habían agotado hacía mucho tiempo, por tratarse de un grupo muy restringido, ya que incluía interactuar con los alumnos de la actual Bauhaus, y meses atrás se había completado el grupo. Por supuesto busqué a la influyente arquitecta mexicana Sara Topelson, expresidenta de la UIA y que había invitado al ELEA en Aguascalientes, para que me consiguiera un lugar y gracias a ella pude asistir a tan importante visita.

Salimos de Berlín desde temprano y llegamos por la mañana a Dessau al emblemático edificio, se vía impecable, por la visita de arquitectos internacionales. Fuimos recibidos por su director en el auditorio quien amablemente nos dio la bienvenida presentándonos a los maestros de la escuela, luego explicó el plan del día. Primero veríamos el edifico, luego interactuaríamos con los maestros y alumnos de los talleres de diseño, comeríamos posteriormente y visitaríamos las Casas de los Maestros y otros edificios diseñados por Gropius incluyendo el Barrio Törten. Por la tarde tendríamos un convivio en un restaurante estilo Bauhaus, para luego regresar a Berlín.

Cada parte del recorrido merece una descripción especial, emocionante fue sentarse en el pequeño auditorio y escuchar al director, cabe destacar el mobiliario y el diseño de la iluminación propios de la Bauhaus. El recorrido del edificio fue lo mejor, el conjunto principal contiene además de los talleres, el auditorio, la biblioteca y la tienda de materiales, donde adquirí algunos importantes ejemplares facsímil de los planes de estudio originales, como el cuaderno de apuntes de Paul Klee, que he prestado para algunas exposiciones. También la zona habitacional de los alumnos con el comedor que se encuentra en la parte posterior junto a los campos deportivos. Al conjunto de edificios lo atraviesa una calle dividiendo el predio en dos grupos. De otro lado de la calle se encuentran los talleres y laboratorios de metales, carpintería, textiles, etc. donde los alumnos desarrollan sus trabajos. Los edificios están conectados por un puente con oficinas administrativas en cuyo centro se encuentra la del director, convertida en museo de sitio ya que contiene el mismo escritorio que utilizó Walter Gropius y los directores siguientes, y que por cierto no resistí la tentación de sentarme ahí y tomarme una fotografía en recuero de Gropius, Meyer o Mies van der Rohe.

Luego del recorrido, especial importancia fue el tiempo que dedicamos a los Talleres de arquitectura donde nos esperaban los alumnos y maestros para intercambiar opiniones sobre los proyectos desarrollados por ellos. La experiencia fue simbólica e invaluable ya que, de una manera mínima, puedo afirmar que impartí clase de arquitectura en la Bauhaus. Los proyectos eran particularmente interesantes y el tema del grupo que participe era de tipo urbano desarrollado en una población de Japón. Las interesantes propuestas, no diferían mayormente de las de nuestros alumnos, así que guiados por el sentido común los arquitectos ex- tranjeros y yo emitimos nuestros puntos de vista.

Por la tarde visitamos frente a la Bauhaus las Casas de los Maestros construidas bajo la dirección de Gropius, aunque ya no existe la de él quedan otros magníficos ejemplos de algunas de ellas, habilitadas como museo de sitio. Luego abordamos el autobús y nos dirigimos a otros edificios diseñados por Gropius, visitamos el centro de trabajo Arbeltsamt del mismo autor, y un Multifamiliar para luego trasladarnos al famoso Bario Törten que se encuentra aún en magníficas condiciones. Por la tarde nos ofrecieron un coctel en el restaurante Kornahaus a orillas de río Elba diseñado por Calrl Fieger con el diseño Bauhaus. Finalmente regresamos a Berlín con el sabor de boca de haber cumplido una meta inolvidable.

“Las interesantes propuestas, no diferían mayormente de las de nuestros alumnos, así que guiados por el sentido común los arquitectos extranjeros y yo emitimos nuestros puntos de vista.”

Dr. en Arq. Jesús Martín Andrade Muñoz

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