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EN PORTADA: MAQCEN

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LA CONSTRUCCIÓN ES UN MOTOR PARA LA ECONOMÍA DEL PAÍS: FCARM

Aldo Paul Ortega Presidente de la FCARM

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La industria de la construcción es de los principales motores en la economía de un país, en el caso específico de México, es una actividad que es de vital importancia para mantener el flujo de recursos con reparto equitativo en la sociedad; ya que, de las actividades económicas registradas por el INEGI, la construcción reactiva gran parte de éstas, pero además provee de una gran cantidad de mano de obra en los diferentes procesos constructivos que se realizan en cualquier sector.

Para dimensionar la importancia del sector de la construcción tendríamos que considerar varios puntos, entre ellos, el aporte del sector al producto interno bruto, la cantidad de mano de obra ocupada que se traduce en generación de empleos directos, la derrama económica en las comunidades, ciudades y zonas donde se ejecutan los proyectos, la cantidad de técnicos y profesionistas que intervienen a lo largo del desarrollo de los proyectos, entre otros aspectos relevantes.

El sector de la construcción abarca tanto en la obra pública como en la obra privada una gran diversidad de géneros y tipos de obra, a manera enunciativa más no limitativa podríamos decir que contempla las edificaciones en materia de salud, comercial, servicios, comunicaciones, transporte, cultura, deporte, educación, gobierno, habitacional, industrial, recreación, culto, turismo, además de obras y proyectos similares. En restauración y conservación incluye sitios históricos y artísticos, monumentos, edificios religiosos, militares, instituciones, construcciones civiles y demás instalaciones o zonas del patrimonio histórico, cultural o artístico. En materia de Infraestructura abarca puentes, pasos a desnivel, túneles, vías de comunicación, presas, bordos, líneas de electrificación, instalaciones para energía alternativas, agua potable, drenaje pluvial con el manejo del agua a través de métodos de absorción para la sustentabilidad del agua en el subsuelo, alcantarillado sanitario, plantas de tratamiento, rellenos sanitarios para la disposición final de la basura y la utilización del biogás como fuente de energía renovable, refinerías y plataformas, gasoductos, oleoductos, muelles, esclusas, rompeolas, vías de ferrocarril y metro, pistas de aeropuertos, redes de telecomunicaciones y demás obras y proyectos similares. Finalmente, en materia de urbanismo se pueden mencionar desarrollos habitacionales, desarrollos industriales, complejos turísticos, espacios públicos, regeneración e imagen urbana, integración urbana, plazas y espacios públicos, mobiliario urbano, redes de movilidad y transporte y arquitectura del paisaje.

El sector de la construcción no solo es la obra física que todos vemos terminada, abarca mucho más, una construcción por modesta que parezca tiene todo un antecedente que parte desde la planeación misma de la obra, la asignación de los recursos, los diseños y sus posteriores proyectos ejecutivos que deberán cubrir toda la reglamentación respectiva que aplique, todo los trámites y autorizaciones de los mismos, muchas horas de gabinete de técnicos en los diseños, materiales a utilizar, costos, impuestos y todos los gastos inherentes a la inversión a desarrollar.

Por supuesto que después de cubrir la etapa de planeación y presupuestación de los proyectos a construir, inician las obras, donde intervienen un sin número de conceptos o elementos tales como materiales, mano de obra especializada, servicios profesionales, herramientas y equipos, entre otros aspectos, lo que sin duda alguna impactan en todas estas ramas de la economía y aquí es donde el sector de la construcción tiene su mayor marca en la economía del país.

Debido a la crisis sanitaria por el COVID19 que ha impactado de una forma negativa en la sociedad y en la economía del país, el sector de la construcción debe de iniciar actividades de inmediato como una actividad esencial, pero a la par se deben de revisar y replantear los procesos de autorizaciones de las obras con recursos privados, las prioridades y la asignación de recursos en el caso de las inversiones públicas de los diferentes niveles de gobierno, así como la revisión de asignación de créditos para la construcciones de vivienda, contando siempre con los requisitos técnicos necesarios para su ejecución y sobre todo acompañados de la asistencia profesional.

Ante este escenario los procesos deberán ir de forma paralelos, graduales y aplicados en las diferentes etapas, condiciones y circunstancias particulares de cada obra o región, para la realización de obras particulares o públicas se deberá de poner en práctica mecanismos de autorizaciones de forma ágil y expedita, haciendo responsable al profesionista encargado de la construcción, además de entrar a una revisión por parte de las autoridades y los organismos técnicos de la sociedad civil organizada, como lo son los colegios de profesionistas, para mejorar la reglamentación en la construcción y hacer una mejora regulatoria que nos permita tener más agilidad, seguridad, definición de responsabilidades y sobre todo certeza de tiempos y resultados

En materia de obra pública, los diferentes niveles de gobierno deberán reasignar presupuestos para que la inversión en obra pública sea una gran cantidad de acciones repartidas por todo el país, que permita, desde la elaboración de proyectos ejecutivos por parte de los profesionistas facultados por la ley, así como realizar obras en equipamientos y servicios que hoy ha quedado en descubierto el gran déficit que tenemos en varios rubros.

Paralelamente se deberá revisar la normativa y hacer las modificaciones necesarias para que la asignación de las obras sea a los profesionistas independientes y micro, pequeñas y medianas empresas constructoras, que ayuden a la pronta reactivación del sector y ayuden a esparcir y multiplicar los recursos, además mejorar y simplificar los procedimientos de pago, buscando transparencia, agilidad y efectividad. Los servicios profesionales en la industria de la construcción deben de ser concursados no por el costo, si no por la calidad de estos y deberán ser pagados con base a tabuladores arancelarios, mejorando significativamente su calidad, la de las obras y demás resultados, ayudando de esta forma a cerrarle la puerta a la corrupción.

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