PRIMEROS AUXILIOS
Ainhoa Irigoyen 6ยบE
Maniobra de Heimlich La Maniobra de Heimlich, llamada Compresión abdominal es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto. Es una técnica efectiva para salvar vidas en caso de asfixia por atragantamiento.
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Asegúrate de que la persona esté siendo víctima de un ahogo.
Una persona que verdaderamente se está ahogando a menudo tiene sus manos en la garganta, y una expresión de desesperación o pánico en su rostro. No puede respirar ni hablar, ya que tiene completamente obstruidas las vías respiratorias (no le llega aire a los pulmones). Esto significa que no podrá responderte cuando le preguntes si está bien, o si necesita ayuda, sólo podrá mover la cabeza. Las causas de la obstrucción pueden ser un trozo de comida, lesión por un traumatismo, o hinchazón interna (edema) producida por una reacción alérgica grave. Fíjate si presenta alguno de los síntomas: •
No puede respirar, o está haciendo evidentes esfuerzos para inspirar el aire con gran dificultad.
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No puede hablar
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Respiración ruidosa
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Incapacidad para toser eficientemente
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Color azul morado o gris en los labios y bajo las uñas, la cara esta grisácea, debido a la falta de oxígeno
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Se aprieta la garganta con las dos manos (el gesto universal de ahogo)
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Pérdida de la conciencia
Quizás en algún caso, normalmente en niños, el alimento u objeto que obstruye las vías respiratorias pueden verse abriéndoles la boca, entonces podríamos probar a extraerlo con las manos, o unas pinzas.
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Tranquiliza a la víctima y explícale que vas a ayudarlo(a).
Ten presente que debes llamar el servicio de emergencia médica después que hayas tratado de ayudar a la víctima, ya que cada segundo es fundamental. Trata de que otros llamen por teléfono al servicio de emergencias mientras tú atiendes a la víctima.
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Poner de pie a la victima
Según el tamaño de la víctima en el caso de los adultos y en la situación en la que nos encontremos, lo primero que haremos será pedirle que se ponga de pie para darla 5 golpes secos en la espalda (entre los omoplatos) con el talón de la mano. Y si vemos que con esto no conseguimos mejoría, debemos pasar rápidamente a comenzar con la maniobra de Heimlich. En caso de que nos pasara con un niño pequeño, lo que tendríamos que hacer en este paso sería colocarlo sobre nuestro antebrazo mirando hacia abajo sujetando su mentón con nuestros dedos, con una inclinación hacia abajo para que la fuerza de la gravedad nos ayude (si no podemos con el peso del niño, lo podremos sujetar contra nuestra pierna de forma firme y segura). A continuación, le daremos 5 golpes “fuertes” entre los omoplatos y si no se consiguiera nada le daríamos la vuelta y en la misma posición sujetándole bien la cabeza y comenzaríamos con la maniobra.
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La maniobra de Heimlich
Con adultos después de haberle dado los golpes en la espalda, si podemos con su tamaño se lo podremos hacer de pie, sino lo podríamos sentar incluso tumbarlo boca arriba. Una vez que lo tengamos abrazado, buscaremos el punto en medio de las costillas, debajo del esternón, se encuentra fácilmente. Haremos un puño con nuestra mano más fuerte, dejando un poco saliente el dedo gordo para que a la hora de localizar el punto donde debemos hacer fuerza no se nos mueva para ningún lado y después la envolveremos con la otra mano. Una vez que estemos colocados haremos 5 movimientos fuertes hacia adentro pero al mismo tiempo hacia arriba, como si tratáramos de levantar a la victima sobre sus pies. Si la maniobra es exitosa expulsara tosiendo el objeto o alimento. En caso de que no, repetiremos esto hasta lograrlo.
En el caso con los ni単os, una vez bien colocado, con dos dedos, habiendo encontrado el punto anteriormente, haremos 5 veces el mismo movimiento. Y si no hay suerte, volveremos a repetir toda la maniobra.
La reanimación Cardiopulmonar (RCP) La reanimación cardiopulmonar (RCP) es un procedimiento de emergencia para salvar vidas que se utiliza cuando una persona ha dejado de respirar y el corazón ha cesado de palpitar. Esto puede suceder después de una descarga eléctrica, un ataque cardíaco, ahogamiento o cualquier otra circunstancia que ocasione la detención de la actividad cardíaca. La RCP combina respiración de boca a boca y compresiones cardíacas: •
La respiración boca a boca suministra aire a los pulmones de la persona.
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Las compresiones cardíacas procuran restituir la actividad del corazón.
Todo ello, hasta que se puedan restablecer la función respiratoria y las palpitaciones cardíacas de manera natural o bien de manera artificial mediante monitores cardíacos o respiratorios.
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Asegura el lugar de los hechos
Elimina los peligros que amenacen tu seguridad, la del paciente o la de las personas que ahí se encuentren.
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Comprueba el estado de consciencia de la víctima.
Arrodíllate a la altura de los hombros de la víctima y sacúdelos con suavidad. Acércate a su cara y pregúntale en voz alta si se encuentra bien: Si responde: deja a la víctima en la posición en que se encuentra y pasa a realizar una valoración secundaria, poniendo solución a los problemas que vayas detectando. Si no responde:
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Pide ayuda sin abandonar a la víctima y colócale en posición de reanimación.
Boca arriba con brazos y piernas alineados sobre una superficie rígida y con el tórax al descubierto.
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Abre la vía aérea.
Coloca una mano sobre la frente y con la otra tira del mentón hacia arriba, para evitar que la lengua impida el paso del aire a los pulmones.
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Comprueba si la víctima respira normalmente manteniendo la vía aérea
abierta (ver, oír, sentir durante no más de 10 segundos) Si la víctima respira normalmente: - Colócala en posición lateral de seguridad (PLS). - Llama al 112 o busca ayuda. - Comprueba periódicamente que sigue respirando. Si la víctima no respira normalmente:
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Pide ayuda, llama al 112 o pide a alguien que lo haga e inicia 30 compresiones
torácicas en el centro del pecho colocando una mano encima de otra, con los dedos
entrelazados, dejando la mano en la que tenemos más fuerza por arriba. Realiza 2 insuflaciones con la vía aérea abierta (frente-mentón) y la nariz tapada. Con las insuflaciones debemos tener cuidado, ya que mediante las saliva nos podemos contagiar cualquier cosa, por lo que si no conocemos a la víctima o no nos queremos arriesgar a contagiarnos algo, podemos utilizar un plástico para que no haya contacto directo de boca a boca. Si el aire no pasa en la primera insuflación, asegúrate de estar haciendo bien la maniobra frente mentón y realiza la segunda insuflación, entre o no entre aire. Con los niños pequeños sería lo mismo, solo que la fuerza será menor y la podremos hacer con dos dedos o con una mano abierta solamente.
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Alterna compresiones - insuflaciones en una secuencia 30:2 (30
compresiones y 2 insuflaciones) a un ritmo de 100 compresiones por minuto.
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No interrumpas hasta que la víctima inicie respiración espontánea, te agotes o
llegue ayuda especializada. - Frente mentón:
- Postura Lateral de Seguridad (PLS);