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Tiempo Bidireccional .................................Pag Holguer Beltrán

Tiempo Bidireccional

Holguer Beltrán ECUADOR

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La NASA, empeñada en su dominio del espacio exterior, fundó una base lunar con el fin de dar apoyo a los diferentes proyectos espaciales y estudiar al planeta desde una posición privilegiada.

Esta pequeña base tenía un observatorio desde donde se podía hacer seguimiento de diversos proyectos y se investigaban amplios campos de estudios, desde cultivos, hasta la investigación de la anti-materia.

El CERN trabajaba con su juguete nuevo desde hace varios años, orgulloso de haber descubierto nuevas partículas esquivas que teóricamente estaba demostrada su existencia, cuando un grupo insurgente comenzó a atacar al gran colisionado de Hadrones. Al grito de protesta; "No al fin del mundo", destruyeron con bombas y armas todo lo que más pudieron, hasta que llegaron al Gran Colisionador de Hadrones.

Este, que no estaba operando al máximo de su capacidad, inmediatamente fue destruido, explotando y matando a todos en un área sorprendentemente enorme, sin dejar sobreviviente alguno.

Las labores de rescate fueron completamente infructuosas, porque, además de eso, en el lugar se generó un campo gravitacional que distorsionaba la visión, y provocaba ciertas ilusiones.

Algunos familiares de los investigadores, en su desesperación, se lanzaron al campo desolado y distorsionado donde alguna vez estuvo el colisionador, pero no llegaban muy lejos.

Quienes lograban avanzar cierta distancia, morían de forma inexplicable.

Quienes avanzaban una distancia menor, perdían la cordura.

Quienes avanzaban una distancia aún menor, volvían horrorizados y nunca quisieron hablar de lo sucedido.

Los estudios indicaron que en el centro de todo, había un conglomerado de átomos, tan finamente apretados que no superaba el diámetro de una molécula de agua, teniendo una masa que altera gravitacionalmente todo a su alrededor, pero que seguía contenido en el centro por un sistema de retención magnético que le impedía moverse de su lugar sin riesgos de que la situación se complicara.

Esto sin duda, no era causado por el colisionador, sino por un proyecto previo del que se perdió el control.

Dado que en el planeta ahora hay un gran agujero visible desde la luna, nosotros aprovechamos los equipos disponibles para estudiar el suceso.

Sin embargo, con cada medición, los resultados eran diferentes y a la vez, no había resultados. Las máquinas no podían procesar los datos que adquirían por alguna extraña razón, pero el volumen de datos era infinito y a la vez, cero.

Intrigados por el evento, notamos que a simple vista, el gran agujero parecía una lente, convexa, casi como una lupa pero de un aspecto difícilmente describible.

Decidimos usar un clásico telescopio óptico, claro, optimizado para la época y observamos.

El primero de nosotros, observó el fenómeno, pero inmediatamente regresó, diciendo que lo que veía era absolutamente nada.

El segundo, con curiosidad observó y regresó diciendo; "Me veo, viéndome verme a mí mismo".

Confundido, yo sin embargo, traté de obtener una respuesta más compleja, para lo cual revisé una libreta de apuntes y miré atentamente.

Al principio, no veía nada, como dijo mi primer compañero. Tiempo después, me veía a mí mismo viéndome verme, como dijo el segundo compañero. Esperando un poco más, me di cuenta de que si seguía viendo, lo único que vería, es a mí mismo observándome.

Le dije a mi compañero que, inmediatamente como yo me quité, vea través del telescopio, sin embargo, el vio lo mismo que vimos nosotros.

Ya algo molestos, decidimos proyectar en la pantalla lo que mostraba el telescopio. Esta vez, veíamos a nosotros viendo a la pantalla que nos mostraba viéndonos a nosotros. Cada cosa que hacíamos, lo veíamos en la pantalla, como si alguien nos grabara desde alguna parte, pero no había cámaras extraoficiales y no parecía que alguno de nosotros nos quisiéramos jugar una broma.

Confundidos aún mas, vimos el video de lo observado y solo se veía a nosotros viendo el video.

El primer investigador creyó ver algo raro, por lo que dijo que retrocediéramos un segundo. Pero no sucedió nada, seguíamos allí, mirando el video que estábamos viendo. Por accidente avanzamos el video cinco minutos y pudimos ver cuando apagamos el telescopio. Retrocedimos un minuto y estábamos preparando el video para verlo.

Con un sudor frio recorriendo mi espalda y viendo la cara de miedo y confusión de nosotros, vimos nuestros relojes, ya habían pasado treinta minutos desde que apagamos el telescopio y no había forma de seguir reuniendo información.

El disco de almacenamiento parecía lleno y el reproductor de video mostraba siempre la mitad del video, impidiéndonos dejarlo al principio o al final.

Avanzamos los treinta minutos y nos pudimos ver observando el video. Vimos nuestra cara de miedo, de horror ante el descubrimiento y caímos en cuenta que el fenómeno que se había formado era algo muy parecido a una lente gravitacional.

No tuvimos el valor de retroceder más el video, pero nos llegó una noticia desde la tierra. El gobierno lanzó una bomba de antimateria para eliminar el peligro latente de un accidente gravitacional. Usamos el telescopio una vez más, pero era imposible ver nada diferente que a nosotros viéndonos a nosotros mismos.

Optamos por usar la red de comunicaciones y vimos las noticias en vivo de como lanzaban la bomba. Pocos segundos, un destello blanco o tal vez negro, no lo sabemos, inundó las pantallas y las comunicaciones se cortaron.

Tardaron cuatro días en restaurarse, pero no eran los mismos de siempre. Los que estuvieron en el lugar de los hechos, murieron, o más bien desaparecieron, no se sabe. Todo en un radio tres veces al anterior desapareció y en el centro un gran agujero donde estuvo el curioso fenómeno.

No es de sorprender nuestra reacción, sin palabras ni nada que decir, pensábamos que tal vez la solución fue peor que el problema. Cuando finalmente nos recuperamos, quisimos ver el video una vez más.

Descubrimos que, si avanzábamos el video, el tiempo retrocedía, pero si lo retrocedíamos, el tiempo avanzaba. Únicamente grabamos una hora, y al retroceder el video ese tiempo, solo vimos nuestros rostros llenos de terror al ver la explosión en la tierra.

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