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Jn Carlos Hdez Teruel
Banyeres a través del tiempo JN. CARLOS HDEZ. TERUEL
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Foto realizada a principios del último cuarto del s. XIX (Negativo en placa de cristal) en el que se muestra el Castillo de Banyeres. En él se observa en la Torre Mayor que la terraza todavía está parapetada en su muro E., con un rebaje en el centro. Asimismo se puede apreciar las dimensiones que obtenía el pequeño torreón. Foto cedida por Fotos Morenet. Como continuación a la edición anterior, proseguimos nuestro viaje a través del tiempo deteniéndonos en cómo sería el aspecto de la población de Banyeres de Mariola durante la Guerra de Sucesión. En lo sucesivo nos ocuparemos de los edificios que se irán detallando.
Castillo
El Castillo se encuentra situado en el extremo NW. del conjunto montañoso de la Sierra Mariola, concretamente en las coordenadas del U.T.M. 30SYH881038, 1 tratándose de un promontorio denominado Tossal del Águila. Presenta un relieve bastante abrupto, con pendientes muy acusadas y una
Foto aérea de Banyeres de Mariola, realizada en la segunda mitad de la década de los cincuenta del siglo pasado, en el que se observa su castillo con algunos detalles de su distribución, antes de su reconstrucción en la década de los setenta también del mismo siglo. Foto cedida por el fotógrafo Remigio Silvestre.
cima puntiaguda, como una especie de espolón rocoso alcanzando una altitud máxima de 840 m/s/n/m., donde esta situada la Torre Mayor. Desde su cima se divisa un amplio horizonte a la redonda, en donde se puede apreciar al W. la parte occidental del característico corredor natural (SW-NE), conocido como Valle de Beneixama. Al N. se puede observar innumerables lomas montañosas de la Vall d’Albaida, así como al S. las de l’Alcoià. Su ladera sur destaca en unos 150 m. de altura sobre el margen derecho del río Vinalopó que transcurre muy cercano a sus estribaciones. Es un castillo que está agrupado con referencia a la Edad Media, en los correspondientes a la frontera interior.
A continuación trataremos de indicar cómo podría ser tal castillo en la época que nos interesa, a lo cual hay que señalar, por un lado, que de dicha fortaleza no existía hasta la fecha una planimetría ni anterior ni posterior a la Guerra de Sucesión, a excepción de un dibujo realizado en 1907-1908 por D. Manuel González Simancas en su cuaderno V 2. Por otra parte, hay que añadir también que después de dicha guerra quedó lamentablemente dañado debiendo ser reconstruido, como así está testimoniado en la carta con fecha 11 de enero de 1708, en la que el alcalde y regidores de la Universidad de Bañeres se dirigen al conde de Mahony, solicitando de pedreros o presos para recomponer el castillo, pues se supone que había sufrido grandes deterioros en los asedios. 3 Así también lo corroboran los escritos realizados por Fabián y Fuero, en donde se dice textualmente: “Cerca de Bañeres sobre una Peña hay un Castillo circuido de murallas algo derruidas que se renovaron en el año mil setecientos y siete, cuando las guerras de sucesión…” 4 A ello hay
Cuaderno V de D. Manuel González Simancas, aparecido en el “Catálogo Monumental y Artístico de la Provincia de Alicante 1907-1908”. En él conlleva algunas anotaciones acerca del Castillo, en su visita a Banyeres de Mariola. Escrito nº 14 del libro nº 8 de Laureano Ballester. A.M.Ba. El cual expone como sigue: /(f. 16r) Exmo Sr. Sr. Puestos a las plantas de Vslencia hemos selebrado con grande aplauso y jubilo el Rendimiento de la Villa de alcoi a nuestro monarca Y Sr Dn Phelipe 5’ que dios gde, dando las gracias a V. y assi suplicamos a Va Si huviere cogimiento de armas para acabar de armar a estos vezinos pues de la villa de Bocairente escogimos aquellas que se pudieron Y por ser los mismos no fue posible el sacar bastantes armas y repitimos si fuere gusto de Vso la representación que tenemos hecha a Vso de los Pedreros o presos para componer este castillo y una bandera questa pintado el Gloriosso San Jorge que quando vinieron a quemar esta Universidad se la llevaron a essa Villa y confiando de vuestra gracia, quedamos esperando preceptos de su firme voluntad Dios guarde Vso Banieres y henero a 11 de 1708 B.L.M. a Valencia S Maior Sor. el Alcalde y Regidores de dicha Univt y de su orden Laureano Ballester Cta Sr. Dn Daniel Mahoni Conde mahoni Mariscal de campo Governador Cta. Coronel de vn Regimiento de dragones de la gd. de su Mgd. Cta
que argumentar que cuando comprenden y deciden reconstruir los daños ocasionados por las inclusiones austracistas, resulta lógico suponer que en donde se alzaba una muralla, siendo ésta la que estuviese dañada, se tuviera que restablecer presuntamente es su misma disposición, puesto que en dicha fortaleza no hay suficiente margen para posibles grandes cambios debido a su peculiar emplazamiento. Por lo que nos vamos a guiar, primeramente, sobre cómo podría ser antes de la restauración realizada en la década de los setenta del siglo pasado, a lo que habría que suponer
Fragmento de la primera parte de la relación de D. Francisco Fabián y Fuero, hecha en virtud de la Real Orden de su Majestad de 18 de abril de 1790, sobre el arzobispado de Valencia, distrito de San Felipe (Xàtiva). A.M.X. Sig.: LG-2413/1. Folios: 227r-228r. Reproducción fotocopiada del original, conservado en la Biblioteca del Ministerio de Asuntos Exteriores: MS 35 y MS 450.
que no sería muy diferente al tiempo de la Guerra de Sucesión, siendo también fieles a las fotografías tomadas antes de dicha restauración. Asimismo, nos guiaremos por los comentarios obtenidos de quienes lo pudieron visitar anteriormente a la mencionada fecha de restauración, acogiéndonos también a lo que nos dicen las huellas arqueológicas.
La forma y distribución que disponía esta fortaleza durante la mencionada guerra se correspondía a la de hoy día, constando de una planta poligonal irregular con dos recintos superpuestos en su fachada de mediodía. Los amurallamientos de dichos recintos son pertenecientes a finales del s. XIII, los cuales están levantados en mampostería trabados con cal y se remata en almenas con paso de su adarve. En el amurallamiento del recinto inferior contiene la entrada principal con una puerta de medio punto en sillería, que aprovecha un quiebro de la fortificación por su flanco Noreste, accediendo a ella por medio de un camino en zigzag. El perímetro de dicho recinto encierra un espacio a modo de plaza de armas, pudiéndose encontrar aún hoy día en su interior, restos de habitáculos en donde estarían ubicadas algunas dependencias necesarias para el funcionamiento del castillo. Así también, como a día de hoy, casi en el centro de su línea almenada, presentaba un pequeño saliente de forma cuadrada, el cual anteriormente no existía, constituyéndose simplemente en un contrafuerte y haciendo que continuara la línea almenada sin dicho saliente. Al nivel superior o segundo recinto se accede por medio de un camino ascendente, llegando a una puerta adintelada en sillería 5 situada al norte en altura que incluye una inscripción en un sillar situado en la parte superior en la que consta el año de 1803 (Plena dominación francesa), lo que da a entender que
Entrada al aljibe. Foto tomada del libro “Castillo de Bañeres”; Caja de Horros de Alicante y Murcia, 1985. Entrada al segundo recito observándose que está adintelada en sillería, con una inscripción en la parte superior en la que señala “AÑO 1803”. Foto tomada del libro “Castellología Medieval Alicantina: Área Meridional” Castillo de Bañeres. R. Azuar Ruiz. Instituto de Estudios Alicantinos. Diputación Provincial de Alicante, 1981.
en dicho año se produjo una remodelación, por lo que en la época que nos ocupa podría haber tenido otra significativa puerta de madera, ya que en comunicación verbal con D. Jorge Camús Albero, nos comentaba que “recordaba haber visto antes de la comentada restauración de los años setenta, un gozne de forja en las paredes laterales tras pasar dicha puerta”. En el último recinto se emplazaban a ambos lados del camino dos naves cubiertas, encontrándose una a la derecha que corresponde al aljibe del castillo realizada en tapial con entrada sin puerta, existiendo otra a la izquierda siendo una sala rectangular con una puerta de arco de medio punto en sillería con su interior abo-
vedado en medio cañón, cuya función posiblemente era la de acoger un reducido destacamento militar de vigilancia y custodia. Actualmente, una vez pasada la mencionada puerta adintelada, existe un conjunto de tramos de escalones, los cuales creemos que no existían en tiempo de dicha guerra, acogiéndonos a lo que nos dice José Manuel Miñana en su obra “De bello rustico valentino”, publicada en 1752: “Un angosto sendero lleva a un peñasco escarpado por todas partes y abrupto, y termina en un edificio que reproduce una puntiaguda cima”, 6 Así pues, nada menciona sobre la existencia de escalones. Entre las obras realizadas después de la Guerra de Sucesión, y las posibles de 1803, se realizaría el tramo comentado de escalones, por lo que no habría lugar a una puerta de madera debido a la imposibilidad de giro.
Fragmento de escudilla con pié anular restaurada en su volumen. Cerámica de vajilla de mesa, cuerpo hemisférico con base convexa, borde recto de labio redondeado. Presenta una decoración realizada en reflejos metálicos (Loza dorada), con motivos lineales. Muestra unas dimensiones de Alt.: 80 mm.; diám. del borde: 150 mm.; diám. de la base: 60 mm. Cronología: Edad Moderna. S. XVII-XVIII, de posible producción en taller de Manises. Muestra extraída del nivel superior de la parte occidental de la muralla inferior del Castillo de Banyeres, en su restauración del año 1993. Pieza expuesta en la vitrina existente de la planta baja de la Torre del homenaje del Castillo de Banyeres. Reflejo Metálico. Esta técnica constituye uno de los grandes hitos de la producción cerámica europea. De tradición medieval, alcanzó renombre internacional en los alfares de Manises (Valencia). Para su elaboración, se necesitaban tres cocciones; el dorado se conseguía antes de la tercera cocción con la aplicación decorativa de alumbre, sulfuros de plata, cobre o mercurio y óxido de hierro disueltos en vinagre. Las piezas salían del horno cubierto de hollín, y la decoración se descubría en el momento de limpiarlas.
Siguiendo el recorrido encontramos de frente la Torre Mayor, a la que se accedía a través de la puerta que obtenía el muro SE, con arco de medio punto, situada a una altura de 2,5 m. de la roca. Dicha puerta fue identificada claramente por las quicialeras de giro que aún se conservaban antes de su reconstrucción, y a la que se llagaba por medio de una escalera portátil de madera. 7 En el mencionado dibujo de D. Manuel González Simancas sobre el castillo refleja también dicha puerta en el mismo lugar. Dicha torre esta realizada de fábrica de tapial de origen almohade (finales del s. XII, principios del XIII), colocando en todo el perímetro de su base con tapias de 1’35m. de largo por 0’90m. de alto, con un espesor de 1’60 m., siendo su planta cuadrada midiendo 7’86 x 7’30m. con una altura aproximada de 17 m. En su interior encierra tres salas superpuestas, estando la primera de ellas cubierta por una bóveda de cañón apuntado, cuya arista es paralela al muro SE. conteniendo en el ángulo derecho, frente a la puerta, el hueco de paso por el que se accedía a la segunda planta, cuya superficie es algo mayor debido a que los muros han decrecido en espesor unos 40cm. El techo de ésta, siendo a su vez el suelo de la siguiente, estaba conformado de maderos, siendo evidente por los mechinales de empotramiento de madera que se realizaban en los muros. La tercera planta estaba cubierta por otra bóveda de las mismas características a la primera comentada. De igual modo que se accedía de la primera a la segunda planta, también en las demás se pasaba a través del hueco dejado en superficie utilizando escaleras abatibles de madera, y también, por el mismo procedimiento, se llegaba a la terraza, a excepción de los cuatro últimos peldaños que están realizados en obra. Dicha terraza por medio de una fotografía realizada a finales del s. XIX, parece observarse que estuviese parapetada, habiéndose preservado en su forma desde sus orígenes. Asimismo, en su parte SE. se encontraba insertado un mástil para ondear la bandera, según nos comenta también D. Jorge Camús Albero.
Por último, si en los anteriores recintos comentados (Aljibe y Sala rectangular) nos dirigimos hacia la izquierda, allí encontraremos un reducido espacio, lugar al que supuestamente D. Manuel González se refiere en su cuaderno con la siguiente anotación: “Almenas prismáticas en la cortina cercana a la torre.” En dicha cortina de mampostería se obtiene una alineación de aspilleras. Si por el contrario marchamos hacia la derecha de ambos espacios, encontraremos también un recinto un tanto mayor al anterior, y además, en donde se encuentra un pequeño torreón de planta cuadrada midiendo 2’80 m. de lado. En conversación con D. Santiago Francés Francés nos comenta haberlo visto a principios de la década de los sesenta del pasado siglo, estando formado por una torre a modo de vigía, pudiéndose acceder a ella por el centro de su parte frontal a través de escalones constituidos por piedras fijas, estando murados ambos laterales.
Maqueta ilustrativa hipotéticamente del castillo de Banyeres a principios del siglo XVIII, cuando la Guerra de Sucesión, y ante el repele por inclusión de más de cuatro mil austracistas el 14 de noviembre de 1706.
Mediante las obras de rehabilitación y consolidación, efectuadas en el sector oriental de la muralla inferior en el año 1993, se constató la presencia de fragmentos de platos cerámicos en los estratos superiores, cuya cronología apunta a finales del s. XVII. 8 Asimismo, se pudo comprobar que estos niveles superiores estaban conformados por unas dimensiones de 2’5 m. de altura y 40 cm. de anchura, con un desmonte parcial de la parte de las hiladas superiores del cuerpo inferior de la muralla sobre el que se apoyan, siendo reutilizado éste en el alzado del cuerpo de la misma, apreciándose una alineación bastante irregular y sinuosa. Todo lo indicado, junto con sus vanos defensivos de tipología tronera, es decir, mayores en su paramento exterior que en el interior siendo aptos para el uso de armas de fuego, nos hace pensar que fue construida de manera apresurada ante la amenaza de un peligro inminente; posiblemente, durante la Guerra de Sucesión en cuestión.
Continuará…
Fuentes documentales:
1 Cartografía de Onteniente, hoja nº 820 - Escala 1:50000.
2 Catálogo Monumental y Artístico de la Provincia de Alicante1907-1908. Manuel González Simancas, Francisco José Navarro Suárez y Antonio M. Poveda Navarro. Instituto Alicantino de Cultura Jun Gil-Alber. Diputación Provincial de Alicante. Edición Facsimilar, 2010. Págs.: 329-332.
3 Escrito nº 14 del libro nº 8 de Laureano Ballester; f. 16r. A.M.Ba.
4 Texto que aparece escrito en la primera parte de la relación de Fabián y Fuero hecha en virtud de la Real Orden de su Majestad de 18 de Abril de 1790, sobre el arzobispado de Valencia, distrito de San Felipe (Xàtiva). A.M.X. Sig.: LG-2413/1. Folios: 227r-228r. Reproducción fotocopiada del original, conservado en la Biblioteca del Ministerio de Asuntos Exteriores: MS 35 Y MS 450.
5 Castellología Medieval Alicantina: Área Meridional. Castillo de Bañeres. R. Azuar Ruiz. Instituto de Estudios Alicantinos. Diputación Provincial de Alicante, 1981. Págs. 63-66.
6 La Guerra de Sucesión en Valencia. José Manuel Miñana. Institución Alfonso el Magnánimo, 1985. Libro II-32. Pág.: 172.
7 La Torre del Castillo de Bañeres. Francisco Ochoa Barceló. Programa de Fiestas de Moros y Cristianos. 1974.
8 Nuevas aportaciones al estudio histórico-arqueológico del Castell de Banyeres. Juan Manuel Vicens Petit. Castells. Nº 3-Octubre 1993.
Otra Bibliografía consultada:
- Castillo de Bañeres. Caja de Ahorros de Alicante y Murcia. 1985. Fotografías.
- Banyeres. Estudio Histórico-Geográfico y Cultural de la Villa. Romualdo Valero Doménech, Mª Carmen Ferra Francés, José Luis Vañó Pont, Antonio Mataix Blanquer y Miguel Sempere Martínez. Banyeres de Mariola, 1986. Págs.: 191-193.
- Arqueología y castillos en Banyeres. Rafael Azuar Ruiz. Serrella; els nostres orígens. Ajuntamen de Banyeres de Mariola, Museu Torre Font Bona, 2007. Págs.: 71-76.
Ambaixador Moro als inicis del Simulacre de Combat a la Serreta de la Neu. 24 d'abril de 2017. Foto de Reyes Cerdá Mira.