“Ciudadanos del mundo” (Por Akremorfin)
Muchas veces hemos reflexionado sobre la desdicha del hombre, del ser humano, de los ciudadanos que son parte de este gran país; esa desdicha que sólo puede ser interpretada por quienes la han, quien no la haya experimentado jamás no debería tener derecho a opinar, debido a que no representaría el verdadero sentimiento del pueblo mexicano y sin dudarlo, la élite político-social de nuestro país no la padece, para la muchos de ellos son palabras ajenas. Es como juzgar a un músico por su mala interpretación sin tener la más mínima idea de lo que es la música, es como promulgar leyes sobre el aborto sin ser mujer, es hablar con palabras vacías. En nuestro país existe un sentimiento de lucha, un pueblo conducido por las pasiones, una sociedad con muchas ganas pero con pocos elementos, con unos deseos enormes de dar el salto que conlleve a mejores niveles y mejores condiciones de vida; una esperanza que se desquebraja con el paso del tiempo. Una sociedad brillante ha sido opacada por los intereses de perversos entes que dominan y gobiernan nuestro país, nuestra nación, nuestro mundo exterior; no obstante, es un deber cuestionar (en reciprocidad a nosotros mismos) ¿cuál es el gobierno que merecemos? Es más ¿Somos capaces de autogobernarnos? ¿A dónde queremos llegar? Si, hemos de ser justos entre los hombres y libres de espíritu, seamos razonables, reflexionemos sobre aquello en lo que hemos fallado, reconstruyamos la realidad, busquemos dentro de nuestros corazones la llama de la verdad, en el pozo de la profunda honestidad, en el lago de los sentimientos almacenados a través de la experiencia. Siente la verdad en tu corazón, que te ilumine, obsérvate, desnuda tu alma y tu ser, obsérvate, contémplate, ponte en contacto con tu esencia original ¿Qué logras ver? El actual contexto político y social que se vive en nuestro país no es muy diferente al de hace algunas décadas, puesto que permanecido
vigente la corrupción, la ambición por el poder, el hambre por las riquezas materiales, un cáncer que carcome toda una nación, olvidando los tesoros internos, superficializando al ser, llenándolo de banalidad y porquería. Es un deber urgente desintoxicarnos de todo lo que envenena al alma, sacudirnos los vampiros energéticos que nos restan fuerza y energía, es hora de la introspección, de visualizar nuestro interior para lograr ver con claridad lo que hemos estado buscando a lo largo de nuestras vidas. Es tiempo de demandar única y exclusivamente si hemos cumplido con nosotros mismos, de lo contrario sólo seremos voces vacías haciendo eco en un templo abandonado y sin fondo. Tengamos la firme convicción de servir, de hacer el bien a través del bien sólo por hacer el bien; aunque ello no debe significar la humillación, no debe confundirse con la vejación. Seamos sensatos y vislumbremos juntos lo que acontece a nuestro alrededor ¿Cómo podemos cambiarlo? ¿Cómo podemos ayudar? Por otro lado es imposible hacernos de la vista gorda siendo inaudita tanta violación a los derechos humanos. El dicho dice: “La soga aprieta pero no ahorca”, se entiende perfectamente el mensaje, aunque ello no deba significar que tenga que soportarse todo el tiempo como una regla social a la que hemos de estar condenados. Es justo y necesario (más necesario que justo en algunos casos) la solidaridad del pueblo, la empatía ciudadana, la construcción de la virtud, la solidificación de los valores entre los pueblos, la fijación de objetivos comunes, la edificación de ideas conjuntas, la participación social pero sobretodo (esto deseamos remarcarlo); “la reconstrucción de nosotros mismos como ciudadanos del mundo”, “el rescate de nuestra soberanía, de las garantías individuales y las libertades de los pueblos”. Por último; “el hombre debe ser educado, teniendo un acceso garantizado a la información y el conocimiento”. Sin duda es la
llave que conduce a las puertas de la verdad, es importante nutrirnos de luz, sólo así podremos juntos iluminar esos rincones obscuros. Es verdad también que el Estado tiene las facultades y principalmente la responsabilidad de velar por la educación de sus habitantes, el acceso libre a la información en vísperas a contribuir con una sociedad letrada e intelectual que impulse al crecimiento de un país, al crecimiento de las naciones. Para ello se destina parte del presupuesto, recursos públicos recaudados a través de los impuestos que la sociedad económicamente activa genera; pero ¿Qué pasa cuando el derecho a la educación es ineficaz y no se refleja una mejora no sólo entre las escuelas y los estudiantes, sino en la vida diaria de sus ciudadanos poder obtener un nivel de competitividad en comparación a otros sistemas en el mundo y una mejor calidad de vida? ¿Qué hay del absurdo presupuesto destinado a este rubro? Antes de presentar estadísticas y comparaciones académicas es necesario abrir bien los ojos y comprender la realidad ¿Qué nivel de educación refleja nuestra sociedad? ¿Cómo nos ve el resto del mundo? ¿Cuánto queda de nuestros valores humanos? Bien, no es momento de filosofar con cuestionamientos evidentes, sino de poner manos en el asunto y responsabilizarnos como individuos; “si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña”, elementos hay de sobra, “querer es poder”, es un deber informarnos, cultivarnos desde casa. Sí, educarnos por nosotros mismos y a través de todas, algunas o casi nulas opciones; por lo tanto, “si el Estado no te da educación de calidad” ¡Búscala por tu cuenta! Sí, sabemos que el acceso a la información y el conocimiento es restringido y/o controlado además de contar con poca, casi nula o incluso información ineficaz, con la finalidad de que la sociedad no logre superarse, para seguir ejerciendo su opresión tirana sobre los débiles de mente, los fanáticos, los adormilados e
ignorantes ciudadanos de la masa y así evitar la superación, prosiguiendo hacía la cúspide (en aquella cúpula que muchos únicamente inundan de perversidad); inicia la búsqueda de tus propias fuentes; el que busca encuentra y la luz está para aquél que la busca. Si no te dan agua ¿Piensas morir de sed? La educación es responsabilidad de todos; de nada servirán tres, cinco o veinte televisoras cuando en todas y cada una se oferten contenidos de baja calidad, sin el compromiso de educar y/o informar al público, al pueblo; tampoco bastarán la cantidad de medios, de libros y las vías cuando el individuo siga buscando material pop-basura de pésimo nivel, poco propositiva, contenidos chatarras o materiales gráficos que inundan los corazones y mentes de veneno tras la curiosidad malsana, degenerando la psique, el comportamiento de los seres, de las personas, de la sociedad y de los pueblos; ese es el lugar que debemos iluminar, aquél que buscamos purificar para reconstruir ese vacío que debe ser llenado nuevamente de energía positiva, misma que será generada con aquella información con la que hayamos nutrido el espíritu, el alma y la consciencia; este es el punto al cual verdaderamente deseábamos llegar; al reclamo de lo justo, porque en la medida que podamos dar, podremos recibir; en la medida en que logremos servir, seremos servidos y en la medida de lo que sepamos podremos opinar e interferir en los verdaderos cambios que necesita ya no sólo el país, sino el mundo entero. Debemos recalcar también que antes de ser ciudadanos somos hombres y antes de ser hombres somos humanos, seres vivos, parte de la naturaleza, quien es sumamente sabia y ella junto con sus hijos sabrán clamar lo que les pertenece, el equilibrio tarde o temprano se dará, la armonía retornará; pero mientras ello ocurre la igualdad debe perpetrarse, la justicia también debe aplicarse con mesura y en constancia con el tiempo y los cambios, las peticiones parecen
claras, sin demasiada ciencia. Aquí les dejamos algunas de ellas las cuales consideramos fundamentales para la subsistencia, desarrollo y evolución del hombre: -
Derecho a la vida Libertad entre los hombres Derecho a un trabajo digno Derecho a la educación Derecho a la salud Impartición de justicia Igualdad de oportunidades Garantías en los derechos humanos Respeto a los valores y tradiciones de los individuos y los pueblos Justicia social Verdadera democracia Salarios dignos Derecho a la vivienda Impulso y fomento a la cultura Paz Estabilidad Seguridad
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Respeto a los derechos de los trabajadores Salvaguardar y proteger a los débiles, los enfermos, los inocentes y los discapacitados Procurar el bienestar social
Entre muchas otras peticiones que no dejan de ser importantes. Como ciudadanos del mundo exigimos aquello que consideramos un derecho básico para la subsistencia; no obstante también los invitamos a que se unan al compromiso de ser mejores personas, mejores hijos, mejores padres, mejores hermanos, mejores amigos; luchemos contra la tiranía; pero luchemos contra lo que interiormente nos afecta también; de nada servirán mejores escuelas o un gran sistema de educación si no existe un compromiso por nuestra parte; luchemos también por la justicia, seamos solidarios, dubitativos, generosos, seamos buenos ciudadanos del mundo, busquemos la excelencia y cuando la hayamos encontrado ¡Compartámosla!