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LEADERS LÍDERES

LEADERS LÍDERES

COULD A PIRATE RADIO PROGRAM BROADCAST FROM ALCATRAZ HAVE CHANGED THE AMERICANS' VIEW OF A HISTORICAL SHAME? ¿PUDO UN PROGRAMA DE RADIO PIRATA EMITIDO DESDE ALCATRAZ CAMBIAR LA VISIÓN DE LOS ESTADOUNIDENSES SOBRE UNA VERGÜENZA HISTÓRICA? THE SIOUX VOICE OF ALCATRAZ JOHN TRUDELL

(EN): John Trudell in 1971 near Richmond, Calif. In 1969, he joined an occupation of Alcatraz Island that lasted for 19 months.. Photo by Richard Drew/Associated Press

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John Trudell en 1971 cerca de Richmond, California. En 1969, se unió a una ocupación de la isla de Alcatraz que duró 19 meses. . Foto de Richard Drew/Associated Press

Prison has never been a place that invites creativity, but it has traditionally been somewhere dreamers and revolutionaries imagine their projects of freedom. Alcatraz Island ceased to exist as a notorious federal prison in 1963 by the order of President Kennedy. A few years later, a young Sioux installed an old radio there and began a mythical program: Radio Free Alcatraz.

John Trudell was a 23-year-old Santee Sioux, with earrings and long brown hair. How could he become a romantic leader for the minority of Native Americans who followed him? Armed with only his voice he achieved the unimaginable: thousands of listeners began changing their minds about the historical injustices perpetrated against the native peoples of North America. He explained daily how native minorities were marginalized in his country: how, for example, they were forced to pay disproportionate prices for their land. ENGLISH

A THREAT TO THE FBI

Trudell would broadcast his show from a cold prison cell with an old radio set, and got power from a noisy generator. He used to smoke cigarettes while broadcasting and always had a guest with him. Today, the programs can be found in the archives of Radio Pacifica. His voice is preserved on a series of cassettes labeled "Alcatraz," but they only cover the period between 1969 and 1970. The Radio Free Alcatraz program lasted until 1973 when the FBI considered the young Trudell a serious threat. But we have to go back a few years to understand what a young Sioux was doing in a cell at Alcatraz broadcasting a soon-to-be-famous show. On November 20, 1969, 79 IOAT activists landed on the island with the intention of settling. The IOAT was an intertribal organization working for the rights of the entire native minority in the United States. It invoked an old treaty from 1868 to occupy land left uninhabited or inactive by the federal government. Trudell, who had recently arrived from Vietnam, did not participate in the occupation but thought he could meet with the activists who had settled on Alcatraz to amplify what was happening in that forgotten corner of the world. It was his way of collaborating with the liberation group.

He had studied radio for a semester, so he was able to promote the program and tell the story of the island’s occupants for years. It was the beginning of a long career as an activist against racism and the oppression of ethnic minorities, which would culminate in 1983 with the release of a record of tribal voices.

Trudell's story can teach us something valuable: how a modest cultural initiative can challenge a powerful system, and even change a nation's history.

Las cárceles nunca han sido un lugar que invite a la creatividad, pero sí han sido espacios en los que, tradicionalmente, todo tipo de soñadores y revolucionarios han imaginado sus proyectos de libertad. La isla de Alcatraz dejó de albergar su mítica prisión federal en 1963, por orden del presidente Kennedy. Y entonces, unos años después, un joven Sioux instaló un viejo radiotransmisor allí y empezó la andadura de un programa mítico: Radio Free Alcatraz.

John Trudell era un joven Santee Sioux de 23 años. ¿Cómo se pudo convertir en un líder romántico para la minoría de nativos americanos que le siguió? Solo armado con su voz consiguió lo inimaginable: que miles de oyentes empezaran a cambiar de idea respecto a las injusticias históricas que se habían perpetrado contra los pueblos originarios de Norteamérica. Cotidianamente explicaba cómo las minorías nativas eran marginadas en su país: cómo, por ejemplo, eran obligadas a pagar precios desproporcionados por su tierra. ESPAÑOL

UNA AMENAZA PARA EL FBI

John Trudell retransmitía su programa desde una gélida celda de la cárcel, con un aparato de radio viejo. Acostumbraba a fumarse un cigarrillo mientras le hablaba al micro, y siempre tenía a un invitado junto a él. Actualmente, pueden recuperarse sus programas en los archivos de Radio Pacifica. La voz de Trudell se conserva allí en una serie de casetes rotulados con la palabra “Alcatraz”, pero solo cubren el período comprendido entre 1969 y 1970. El programa Radio Free Alcatraz duró hasta 1973, momento en que el FBI ya consideraba al joven Trudell como una seria amenaza.

Pero hemos de retroceder unos años. El 20 de noviembre de 1969, 79 activistas de la organización IOAT desembarcaron en la isla con la intención de establecerse en ella. La IOAT era una plataforma intertribal que trabajaba en pro de los derechos de toda la minoría nativa en Estados Unidos. Invocaba un viejo tratado de 1868 para ir ocupando terrenos que el Estado federal dejara deshabitados o inactivos. Trudell, recién llegado desde Vietnam, no participó en aquella ocupación, pero pensó en que podía reunirse con los activistas que se habían instalado en Alcatraz para tratar de amplificar lo que se estaba produciendo en aquel rincón olvidado.

El joven había estudiado un semestre de radio, y por eso pudo impulsar su programa y relatar la gesta de los ocupantes del islote. Fue el inicio de una larga trayectoria como activista contra el racismo y la opresión de las minorías étnicas, que culminaría en el año 1983 con la edición de un disco de voces tribales.

La historia de Trudell puede enseñarnos algo valioso: cómo una modesta iniciativa cultural puede poner en jaque a un poderoso sistema, e incluso cambiar la historia de una nación.

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