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IMAGE OF THE WEEK

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Sex parties, a child exploitation network, rich and powerful men are part of a scandalous cocktail that comes to the eyes of a resident of a foster home. She is only 18 years old and her name is Blanca.

Amidst uncomfortable silences, chilling fear and groups who distrust her testimony, she faces the fingers that point at her and the voices that look at her for an answer. While she remains shrouded in gray, the case achieves public notoriety and keeps the whole of Chilean society on tenterhooks.

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This is the story told in the film Blanquita, directed by Fernando Guzzoni and inspired by Gemita Bueno, a teenager who in 2003 reported having been kidnapped in the house of businessman Claudio Spiniak and having been abused by the then senator Jovino Novoa.

The Spiniak case, as it is known in Chile, shook the political class for months. However, after a year of judicial litigation, the only witness closed the chapter with a devastating sentence: “Everything is a lie”.

A THORN IN THE SOCIAL MEMORY

Almost two decades after Spiniak sat in the dock, Guzzoni resorted to the events of Gemita Bueno to appeal to the social memory of his country. “Despite having happened a long time ago, that case spoke of a challenge to power by subjects who did not belong to the elite. That’s why it seemed important to me to take the case to a more contemporary aspect, to cross it with current discussions and to show that power and its construction have not changed”, said the filmmaker in conversation with AL DÍA.

With Blanquita, starring Laura López Campbell and Alejandro Goic, the director also wanted to “stress the idea of the configuration of power and how this and other institutions such as justice, the press, the church, and politics, historically construct first and second class subjects”.

Uncomfortable, tense, and unsettling, Guzzoni’s thriller was decisive in not posing a victimizing idea of the characters but, as he himself puts it, turning them into subjects with desire and objectives. “That was interesting in this case, because I felt there was a heroine with double standards, so to speak. It seemed to me a way to challenge power from the lie, or rather from a partial truth”, he said.

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A GOLDEN SCRIPT

By exposing a complex and painful social phenomenon involving children in vulnerable situations, Blanquita managed to become a genuine story that combines a balanced dose of fiction with a fresh historical look. In this way, it calls for reflection on how impunity and inequity continue to afflict Chilean society.

The story, constructed through a year and a half of research and interviews, allowed the Chilean-Mexican-Luxembourg-French production to win the award for Best Screenplay in the Horizons section of this year’s Venice International Film Festival.

CHILE’S CANDIDATE FOR THE OSCARS

With Blanquita, Fernando Guzzoni positions himself and does not seek to be conservative. This is perhaps one of the many successes that led his film to be chosen to represent Chile in its race for the Oscars.

The filmmaker not only hopes that his film will advance towards the statuette for Best International Film, but also that it will soon reach more screens in Latin America, the United States and Europe thanks to festivals and streaming platforms. z F iestas sexuales, una red de explotación infantil, hombres ricos y poderosos forman parte de un cocktail escandaloso que llega a los ojos de una residente de un hogar de acogida. Tiene tan solo 18 años y se llama Blanca.

Entre silencios incómodos, un temor escalofriante y grupos que desconfían de su testimonio, ella se enfrenta a los dedos que la señalan y las voces que buscan una respuesta. Mientras ella Blanca sigue envuelta en grises, el caso alcanza notoriedad pública y mantiene en vilo a toda la sociedad chilena.

Esta es la historia que relata la película ‘Blanquita’, dirigida por Fernando Guzzoni e inspirada en Gemita Bueno, una adolescente que en 2003 denunció haber sido secuestrada en la casa del empresario Claudio Spiniak y haber sufrido abusos por parte del entonces senador Jovino Novoa.

El caso Spiniak, como se lo conoce en Chile, sacudió a la clase política durante meses. Sin embargo, tras un año de litigios judiciales, la única testigo cerró el capítulo con una frase demoledora: ‘Todo es mentira’.

UNA ESPINA EN LA MEMORIA SOCIAL

Casi dos décadas después de que Spiniak se sentara en el banquillo, Guzzoni recurrió a los hechos protagonizados por Gemita Bueno para apelar a la memoria social de su país. “Pese a haber ocurrido hace tiempo, ese caso hablaba de una impugnación al poder de parte de sujetos que no pertenecían a la élite. Por eso me parecía importante llevar el caso a un aspecto más contemporáneo, cruzarlo con discusiones vigentes y dar cuenta de que el poder y su construcción no han cambiado”, dijo el cineasta en conversación con AL DÍA.

Con ‘Blanquita’, protagonizada por Laura López Campbell y Alejandro Goic, el director también quiso “tensionar la idea de la configuración del poder y cómo este y otras instituciones como la justicia, la prensa, la iglesia, y la política, construyen históricamente sujetos de primera y de segunda categoría”.

Incómodo, tenso, e inquietante, el thriller de Guzzoni fue tajante al no plantear una idea victimista de los personajes sino, como él mismo lo dice, convertirlos en sujetos con deseo y objetivos. “Eso fue interesante en este caso, porque sentía que había una heroína de doble moral por decirlo de alguna manera. Me parecía una manera de impugnar al poder desde la mentira, o desde una verdad parcial más bien”, señaló.

The film Blanquita, winner of the Best Screenplay award in the Horizons section of the Venice Film Festival, is Chile’s candidate in the Best International Film category at the next edition of the Oscar Awards. Courtesy Quijote Films. La película ‘Blanquita’, ganadora del premio ‘Mejor Guion’ en la sección Horizontes del festival de cine de Venecia, es la candidata de Chile en la categoría Mejor Película Internacional en la próxima edición de los Premios Óscar. Courtesy Quijote Films

UN GUION DE ORO

Al exponer un fenómeno social complejo y doloroso que tiene que ver con niños en situación vulnerable, ‘Blanquita’ logró convertirse en un relato genuino que combina una equilibrada dosis de ficción con una fresca mirada histórica. Y de esta manera llama a reflexionar sobre cómo la impunidad y la inequidad siguen afligiendo a la sociedad chilena.

La historia, construida gracias a un año y medio de investigaciones y entrevistas, permitió que la producción chileno-mexicana-luxemburguesa-francesa ganara el premio al Mejor Guion en la sección Horizontes del Festival Internacional de Cine de Venecia este año.

LA CANDIDATA DE CHILE A LOS ÓSCAR

Con ‘Blanquita’, Fernando Guzzoni se posiciona y no busca ser conservador. Ese es quizás uno de los tantos aciertos que llevó a su cinta a ser la elegida para representar a Chile en su carrera a los Premios Óscar.

El cineasta no solo espera que su película avance hacia la estatuilla a Mejor Película Internacional, sino que llegue pronto a más pantallas de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa gracias a festivales y plataformas de streaming. z

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