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Autogestión de proyectos de desalación
from AGUAS LATINOAMÉRICA
Aguas Antofagasta comparte décadas de experiencia
Aguas Antofagasta exhibe varios hitos: ser pioneros en desalinización para fines potables en Chile y los mayores proveedores de agua potable mediante desalación en Latinoamérica están entre ellos. Pero su mayor logro ha sido el expertise adquirido al ejecutar los proyectos por sí misma
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Un proyecto de desalación constituye un enramado complejo de procesos tan disímiles entre sí que suelen delegarse a distintas organizaciones especializadas en cada etapa. No obstante en Aguas Antofagasta Grupo EPM prefieren involucrarse activamente desde la gestión de permisos hasta la puesta en marcha y operación de las plantas. Este modelo denominado “autogestión” no está exento de contrataciones y consultorías externas pero implica que en la estructura organizacional de la empresa se halle talento humano capaz de liderar cada aspecto del proyecto. Es así como Aguas Antofagasta, la empresa prestadora de servicio sanitario para la región homónima de Chile, se erigió como la pionera nacional en potabilización de agua de mar y, al poco tiempo de ser constituida, también se instituyó como la principal productora de agua potable mediante desalación de agua de mar en América Latina. La región de Antofagasta es árida. Las fuentes continentales de agua no alcanzan para satisfacer la demanda de cerca de 600 mil habitantes. Entonces, ante el hecho de que el 70% de la población se concentra en centros urbanos costeros, la desalinización a gran escala fue la respuesta lógica para proveer el servicio de manera confiable, económicamente competitiva y ecológicamente sustentable. Al momento de la redacción de este artículo, Aguas Antofagasta, parte del Grupo EPM de Colombia, produce 147 mil metros cúbicos de agua potable al día. El 60% de este volumen proviene del mar y el resto de la cordillera. El respaldo de una fuente sobre otra dota confiabilidad y resiliencia al servicio. La autogestión Quizás la mejor forma de describir a la autogestión en este ámbito, es mencionar sus ventajas claras como un alto control sobre el diseño y operatividad de la planta, know how de cada proceso del proyecto y que se pueden lograr ahorros importantes en el capex. Sin embargo esto requiere de personal especializado dedicado de manera exclusiva a las distintas partes del proyecto y se asumen riesgos relacionados a las tecnologías y los tiempos. Cada iniciativa comienza con la gestión de permisos que es liderada por el equipo de proyecto y es acompañada por el área de gestión ambiental y por consultores. En este paso el equipo de ingeniería del proyecto proporciona la información técnica necesaria para las solicitudes. El diseño, según Víctor Gutiérrez, jefe de proyectos de desalación de la empresa, es la parte más crucial. “Es la parte más divertida porque se generan ideas para tales o cuales problemas pero también es la más compleja porque de aquí debes salir con un proyecto ya armado y todos los cambios que quieras hacer se hacen en esta etapa” dice. En este segmento se involucran el equipo interno para definir los criterios y gestionar el desarrollo de las ingenierías y los consultores especialistas para realizar el diseño de la planta. Como resultado se emiten las bases técnicas para licitaciones de suministros y construcción. Luego, la gestión de suministros para las compras, licitaciones y demás procesos para equipar la planta se hace con personal propio. La construcción se externaliza pero también se gestiona con personal de Aguas
Antofagasta y el equipo de ingeniería pasa a integrar al equipo de construcción, lo que permite que la visión sea más acorde con el resultado.
Finalmente, las pruebas y la puesta en marcha son realizadas por personal de la empresa que estuvo presente en las fases de ingeniería y construcción para luego delegar por completo la planta al equipo de operaciones. Las plantas La Región de Antofagasta está integrada por nueve comunas o centros urbanos y la empresa sanitaria atiende a 6 de ellas. La capital homónima concentra la mayor población (361 mil hab.) y tiene una cobertura por desalación de agua de mar del 83% proveniente de la Planta Desaladora Norte, la mayor de América Latina para fines potables con una capacidad de 1056 litros por segundos. Este gigante tuvo una capacidad inicial de 600 litros por segundo hasta que el Grupo EPM decidió ampliarla en varias etapas para alcanzar el record regional que ostenta hoy. La última ampliación de 200 litros por segundos entró en operaciones en noviembre de 2016 y requirió una inversión de 28 millones 650 mil dólares para adecuar la infraestructura de captación de agua de mar, añadir una batería de filtros multimedia y de cartucho como pretratamiento, dos trenes de ósmosis inversa de 100 l/s cada uno y un sistema de limpieza química para las membranas, además de las bombas de alta presión y los recuperadores de energía. Para albergar todo este equipamiento se debió hacer otro edificio y se empleó una línea alterna desde la captación hasta la nueva instalación. La descarga de salmuera no requirió ser modificada. Este fue el primer gran reto de Aguas Antofagasta bajo la modalidad de autogestión, el cual no estuvo exento de dificultades por subestimar costos, omitir actividades en la planificación presupuestaria y retrasos en el suministro de la sala eléctrica de tipo modular. “En general, respecto al presupuesto y al cronograma, nos perjudicó la falta de experiencia pero también aprendimos mucho. Quizás, lo más importante que aprendimos es que éramos capaces de construir una planta desaladora”, recordó Gutiérrez. El siguiente paso de Aguas Antofagasta sería construir una planta desaladora desde cero, así que en julio del 2013 se embarcaron en la construcción de la Planta Desaladora de Tocopilla, la cual cuenta con una capacidad de 75 l/s ampliable a 100 l/s. Tuvo un costo de 44 millones 550 mil dólares y con su puesta en marcha en julio del año pasado Tocopilla se convirtió en la ciudad de mayor población (25.186 hab.) en abastecerse completamente de agua desalada en toda Latinoamérica.
F2: Maqueta 3D de la última ampliación de Planta Desaladora Norte de 200 l/s
F3: La Planta Desaladora Tocopilla satisface el 100% de la demanda de la ciudad homónima
En esta planta la empresa añade ultrafiltración al proceso previo a la desalación por ósmosis inversa. La OI está distribuida en 3 módulos de 25 l/s cada uno. Como post tratamiento al agua de permeado se usa remineralización por CO2 + Calcita para luego dosificar cloro y flúor para cumplir con la norma chilena de potabilización. Cabe destacar que esta es la planta de Aguas Antofagasta con mayor grado de automatización. También se añade la posibilidad de monitoreo y control remoto desde la central de operaciones ubicada en la ciudad de Antofagasta a 190 km de distancia. En esta oportunidad se subestimó el costo de las obras marinas lo que requirió una desviación menor al 20% de lo presupuestado. También se resalta que la mayor parte del cronograma fue consumido por la obtención de la concesión marítima, que tomó cuatro de los siete años que llevó el proyecto. La pandemia y condiciones impuestas por el oleaje supusieron algunos retrasos que corrieron la puesta en marcha unos siete meses. La sanitaria también cuenta con la Planta Desaladora Taltal para atender a la demanda del 31% de la población de esa comuna que tiene más de 13 mil habitantes. Adicionalmente, para la comuna de Mejillones, destinan 37 l/s del suministro producido en la Desaladora Norte de Antofagasta, para abastecer al 100% de sus habitantes. Las comunas Calama y Sierra Gorda, que completan las operaciones que tienen en la región, aún no son abastecidas con agua de mar debido a su altura y distancia respecto a la costa. Lo que viene Actualmente Aguas Antofagasta trabaja en una nueva ampliación para la Desaladora Norte para llegar al 100% del abastecimiento de la capital regional mediante agua de mar desalada y anticiparse al crecimiento de esta población y la de Mejillones. El proyecto inició en septiembre de 2017 y aspira adicionar 634 l/s a la capacidad ya instalada. Se hará en tres etapas las cuales estarían en funcionamiento para el primer trimestre de 2028. La primera y más importante incluye la totalidad de las obras civiles, edificaciones,
F4: La Planta Desaladora Tocopilla es la primera en agregar de Aguas Antofagasta en integrar microfiltración
obras marítimas y suministro eléctrico para todo el proyecto, pero concluirá con una capacidad instalada de 380 l/s y debería empezar a operar hacia mediados de 2023. La inversión total está estimada en 115 millones 100 mil dólares. La lección Para el equipo de proyectos de desalación de Aguas Antofagasta es clave que el plan de ejecución se defina de forma particular para cada caso. “No deben replicarse definiciones de otros proyectos sin mayor evaluación” enfatiza Gutiérrez y completa diciendo que debe evaluarse desde la adopción de la autogestión o la externalización de la planta, hasta definir el equipo de proyecto, cantidad de contratos en que dividirán las tareas o cómo solucionarán el suministro eléctrico, sólo por mencionar algunos ejemplos. Son irreductibles en que la compañía se involucre en el proyecto. A propósito de esto es necesario destinar distintas áreas del organigrama a la dedicación exclusiva del proyecto, así como hacer partícipes a la mayoría de los tomadores de decisiones. “Otra lección es que durante el diseño y la construcción se beneficie a la operatividad. Esto quiere decir que, aunque requiera una mayor inversión en el capex, la desaladora debe estar hecha para funcionar de manera cómoda, segura, confiable y durable”, puntualizó. Luego, el equipo a cargo del proyecto de desalación debe ser multidisciplinario, poseer experiencia en dichos proyectos y tener dedicación exclusiva. “Esta es una lección que se aprende tempranamente”. Por último, en lo que respecta a la gestión general, es primordial interiorizarse en la industria y mantenerse informado de innovaciones y desarrollos aplicables a la desalación. “Para esto aumentamos la participación en congresos internacionales, nos contactamos más con ALADYR y empezamos a identificar más a los actores de la industria. Tanto a nivel local como internacional” agregó. Explicó que constantemente surgen innovaciones de desarrollo, de mayor o menor impacto, que mejoran algún aspecto de la desaladora y que en suma suponen una mejora sustancial. Luego, involucrarse en cada etapa del proyecto ha dejado lecciones específicas para ser más eficientes, por lo que Aguas Antofagasta sigue incorporando a la experiencia como un activo intangible de alto valor que le permite mantenerse a la vanguardia de la prestación del servicio, siendo así un ejemplo replicable para toda la región sudamericana.
F5: La ampliación de 600 l/s de Desaladora Norte entraría en funcionamiento para el primer trimestre de 2028