Adoquines y patrimonio

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Crónicas de un SALTO desconocido Aporte para un Turismo Cultural, Histórico y Patrimonial

Por las calles de Adoquines… Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido Aporte para un Turismo Cultural, Histórico y Patrimonial

Por las calles de Adoquines… Por Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido

Esta es una historia para muy pocas personas de Salto. Diríamos que hasta se podrían contar con los dedos de las manos. Y que recién será importante cuando ya no lo sea para nadie, vale decir, cuando sea materia histórica, Y ahí, sí, será para todos. Hace unos ochenta años, quizás un poco menos, Uruguay estaba pavimentada con adoquines.

la

calle

El hecho de que estuviesen mejor trabados que en la calle Daymán o Arapey (Brasil y Artigas) le daba a la “calle Real”, cierta categoría. Tal vez se preocuparan por mantenerla más pareja. No obstante un vehículo de la época, cuando pasaba, producía ruido, era tal el silencio de la época que un vecino desde la cama, podía decir: “Ahí pasa el coche del Dr. Chiazzaro”, “O que pasó el carro de la Barraca”. Las ruedas con llantas de hierro marcaban la mañana o trazaban en la noche, una estela de ruidos, a veces dramáticos anuncios de vigilias comentadas. Y todo esto se debía al adoquinado, un adoquinado gris oscuro, extraído de unas canteras que había en la “Chacra de las Piedras” como irónicamente se le llamó al lugar donde hoy se encuentra instalado el Museo Histórico, que donara el Escritor salteño Enrique Amorim. En esa casa había un tambo y las canteras quedaban a quinientos metros. Los adoquines donados por el dueño del predio don José Gonçalves de Amorim, con el compromiso de levantar el desperdicio o sea la lasca. Aún está por llevarse a cabo esta promesa municipal.

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Crónicas de un SALTO desconocido La calle Uruguay, pavimentada con adoquines, hacía saltar a los frágiles vehículos y, más aún, a un coche con ruedas de goma que un señor Beleda o Veleda, hizo circular con un tronco de caballos como jamás se volvieron a ver en la ciudad. El tráfico de aquel entonces era muy escaso. Lo que vamos a contar solo se explica si se tiene en cuenta que en la mañana, solían oírse transitar seis, siete carruajes y algunos carros en las horas de trabajo. Pero en las horas de paz, en las de la modorra que se dilataban más que de la actualidad, oír un coche que corría

Calle Treinta y Tres, entre Uruguay y Artigas – 1945 por Uruguay arriba, era motivo sensacional. Y así el carruaje, era “la volanta del Dr. Amorim” que corría por Uruguay arriba, tirado por sus tordillos, la pregunta salía de los labios de una vecina, breve, cansina, terminante QUIEN?... Quien, quería quién estaba enfermo “por allá arriba” Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido Arriba era la Plaza Artigas, de Invernizzi, hacia el Este. Quién era el enfermo?. La vecina interrogada respondía: “Se habrá empeorado”. Y cada una volvía a sus quehaceres o dejaba caer la persiana sin más trámite. Entonces las voces podían atravesar las calles sin que el monstruo de la publicidad volcase en nuestros oídos la basura de lo que debe venderse imponiéndose por las orejas. Entonces, una palabra lanzada en la vereda norte, atravesaba la calle como una criatura confiada y llegaba a los oídos de la persona que la esperaba, en la vereda de enfrente. Por eso, cuando resonaban en las calles los cascos de las caballerías, los hierros de las llantas, la vecina salían al zaguán a interesarse por lo que sucedía. Pero nada más emotivo, hace apenas 30 años que oír el carruaje de la Viganó, o de la señora de Garbani... Las vecinas ociosas salían a la vereda, miraban hacia el Este, seguían con ojos ávidos la marcha del carruaje, y si el vehículo doblaba hacia el Sur o hacia el Norte, ya sabían quién había dado a luz, que niño les ocuparía la cabeza durante días, para dar el nombre, para saber si vivía para conocer el estado de la madre. La señora Garbani, corría hacia arriba, la Viganó hacia abajo... Así nacieron muchos que actualmente circulan por las calles de Salto, sin saber que el día de su nacimiento, en las horas en que el destino los trajo al mundo, alguien oyó el ruido de las herraduras por el pavimento de la calle Uruguay. Ellos no saben que preocuparon a las más diversas vecinas y que el minuto de su nacimiento, estuvo anticipado por un largo ruido de ruedas como si llegase al mundo el salvador de la humanidad. Luego vino otra vez el silencio. También un largo silencio, esta vez tan largo que acaba de ser interrumpido por el teclear de una máquina de escribir, en una mañana casi primaveral.

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Crónicas de un SALTO desconocido La misma esperanza que envolvió el suspiro de las gentes de entonces, la misma esperanza que ahora que grandes avenidas se abren hacia el parque Solari, muy cerca de las canteras de donde salieron los adoquines sobre cuyas cabezas grises y moradas, se escribió el primer trazo de la vida de más de un centenar de ciudadanos salteños.

Calle Treinta y Tres, entre Uruguay y Artigas – actual La añoranza de recordar, como en esta fotografía, lo que era la calle Treinta y Tres, hace apenas algunos años, nos hace ver la ciudad con otros ojos, con otro sentimiento, nos hace identificarnos con nosotros mismos, con el ser salteño. Ah!, callesitas adoquinadas, cuantas historias guardaran tus adoquines para contarles a nuestros hijos y nietos. Los salteños de hoy debemos agradecer a aquellos intendentes que supieron y entendieron que preservar es cuidar un patrimonio de todos, que es necesario respetar y comprender este código patrimonial, que nos ayuda a comprender el pasado, disfrutar el presente y proyectarnos hacia el futuro, siendo una ciudad Antigua y moderna, apasionada y melancólica, pero siempre cautivante. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Crónicas de un SALTO desconocido Como mensaje final de esta pequeña lectura, quiero hacerle un apelo al Sr. Intendente y a su equipo de mantenimiento vial. Pues, se hace URGENTE Y NECESARIA LA REPARACIÓN de las calles adoquinadas de nuestro SALTO, en principio, me refiero a las siguientes: Calle Julio Delgado, desde 8 de Octubre, hasta 19 de Abril. Calle Treinta y Tres Orientales, entre Uruguay y Gral. Artigas. Calle José P. Varela, entre Juan C. Gómez y Colón. Calle Dr. Carlos Bortagaray, entre Uruguay y Gral. Artigas. Calle 18 de Julio, entre Rivera y Artigas Adoquinado de Plazoleta Aníbal Semblat, en el Puerto, al lado del Resguardo, y calle Arregui, entre Agraciada y 19 de Abril

Calle Uruguay, entre Zorrilla de San Martín y Julio Delgado – circa 1895

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ADOQUINES y PATRIMONIO Las áreas adoquinadas de nuestra ciudad, son bienes patrimoniales y como tal necesitan ser declaradas de interés Patrimonial ante las Instituciones oficiales y ante la Comisión Nacional de Patrimonio Histórico para que no se continúen perdiendo, en vez de retirarlos, se hace necesaria y urgente su recuperación y puesta en valor, a través de cartelerías, distribuyendo folleterías con la intervención de la Comisión de Turismo, la importancia de su difusión en Escuelas y Liceos, a modo de ir formando a nuestros jóvenes, una conciencia de identidad y pertenencia de los bienes que nos son comunes y son de todos. Más allá del carácter pintoresco y la calidez que le aporta al paisaje urbano, el adoquinado tiene varios beneficios: – Cuando está colocado según la técnica tradicional, sobre una cama de arena, facilita el drenado del agua de lluvia, evitando anegamientos. – Por su composición, el granito tiene la característica de absorber menos el calor que el asfalto y también se refrigera más rápidamente, ayudando a que la ciudad sea menos calurosa en verano. – Inhibe naturalmente el tránsito de altas velocidades. – El bajo costo de los materiales, su fácil reparación y reposición, más su alta durabilidad, lo hacen económicamente muy conveniente. – Por las características antes mencionadas, el adoquinado no solo embellece sino que además beneficia a la ciudad, ayudando así a hacer mejor nuestra calidad de vida.

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”Solamente podemos valorar lo que tenemos, cuando miramos lo que hemos perdido”

Calle Juan Carlos Gomes, edificio Municipal – 1895

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Calle Uruguay, esquina Joaquín Suárez – circa 1895

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El ATENEO de Salto, sobre Calle Artigas,- circa 1895

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Calle Uruguay, esquinas Joaquín Suárez y Lavalleja – circa 1925

Plaza 33, esquinas Artigas y Juan Carlos Gómez – circa 1911 Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Plaza 33 esquinas de Uruguay y Florencio Sánchez – circa 1920

Plaza 33 esquinas de Uruguay y Juan C. Gómez – circa 1920 - 14 -

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Calle Uruguay, entre calle Rep. Argentina y Julio Delgado – circa 1895

Esquina de Uruguay y Julio Delgado – circa 1895 Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Calle Uruguay, esquina Asencio – circa 1895

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Calle Uruguay, entre calle Rep. Argentina y Julio Delgado – circa 1895 –

Calle Uruguay, esquina Joaquín Suárez – circa 1925 Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Calle Uruguay – circa 1904 -

Calle Joaquín Suárez – circa 1895 - 18 -

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Calle Uruguay, esquina Julio Delgado – circa 1895 – Bajando

Calle Uruguay, esquina Julio Delgado – circa 1895 – Subiendo Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Calle Uruguay, esquina Joaquín Suárez – circa 1900 -

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Calle Uruguay, entre Zorrilla de San Martín y Julio Delgado – circa 1895 –

Calle Brasil, Sanatorio Uruguay Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Calle Uruguay, esquina Joaquín Suárez – circa 1895 -

Calle Uruguay, esquina Sarandí – circa 1916 – - 22 -

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Esquina de calles 19 de Abril y Dr. Soca – circa 1920 -

Esquina de calles Brasil y Dr. Zorrilla de San Martín – circa 1920 -

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Solución para las calles de adoquines pueden ser parte de un proyecto para el 2014, según el Arq. Eduardo Minutti Martes, 26 Febrero 2013 | Diario La Prensa

La problemática de las cuadras de calles con adoquines en Salto, constituye “un problema muy particular y sensible”, según lo expresó en las últimas horas a LA PRENSA el Director de Obras de la Intendencia de Salto, Arq. Eduardo Minutti. Consultado sobre las soluciones que se pueden buscar a cuadras tales como Treinta y Tres, entre Artigas y Uruguay, así como también 18 de Julio entre Rivera y Artigas (por ejemplo) el jerarca reflexionó que “por un lado tiene un componente patrimonial habiendo incluso una Comisión del Patrimonio Histórico que se ocupa de la preservación y cuidado de este tipo de cosas, con lo que estoy totalmente de acuerdo”, dijo. “Tenemos una ciudad que tiene muchos valores arquitectónicos patrimoniales y entonces ese tema es muy sensible para la ciudadanía y la ciudad en si”, aseveró, no obstante reconocer que en las condiciones en que se encuentran representan un problema para el tránsito y “necesitan una solución”. Debemos Recordarles a los Gobernantes de turno, que; NO DEBEN OLVIDAR, las sabias palabras del Prof. Eriberto Prati, cuando dijo que:

“En la SABIDURIA y PRUDENCIA, está SU DESTINO” - 24 -

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PROYECTO PARA 2014 Fue cuando acotó que “tenemos una idea en vista que la verdad no hemos querido mencionarla aún porque no es un proyecto para este año, no es como para comenzar a tomar riendas en el asunto. Es necesario ver que vamos a hacer, pero tenemos la idea de poder armar todo el sentido patrimonial que esos adoquines por sí solo tienen y armarlo de tal forma que coincidan y compartan un entorno particular histórico que pudiesen darle un poco de imagen de conjunto en el lugar”. “Creemos –agregó- que ubicados donde están y como están, el entorno se ha desfigurado respecto a lo que fue históricamente esa calle y por lo tanto lo único que va quedando es eso”. Se mostró asimismo partidario de usarlos “dándole un carácter que pueda otorgar mucho más valor a eso y a lo que va a servir como base. Pero todo es parte de una idea sin que exista un proyecto específico, el que surgirá en el 2014 casi seguramente y llegado el momento vamos a estar conversando con la gente del Patrimonio, con quienes realmente tienen que ver con el patrimonio histórico del departamento”. Consultado sobre si se puede optar por alguna forma de adherir los adoquines para que no se muevan, recordó que los mismos se asientan sobre arena “lo que es una base que no resulta firme y se mueven, máxime con un tránsito muy importante como pesado. Así está calle Bortagaray, como Treinta y Tres, Varela y 18 de julio, por ejemplo”.

Debemos Recordarles a los Gobernantes de turno, que; NO DEBEN OLVIDAR, las sabias palabras del Prof. Eriberto Prati, cuando dijo que:

“En la SABIDURIA y PRUDENCIA, está SU DESTINO”

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Comenzaron obras de renovación urbana en calle 18 de Julio

Locales | 23 Jul. En el marco del proyecto “Renovación urbana de calle 18 de Julio”, la Intendencia de Salto, a través de su Departamento de Obras, ha comenzado los trabajos en la jornada de ayer en esa arteria de la ciudad. Se trabajó en el tramo comprendido entre las calles Cervantes y Vilardebó, razón por la cual desde tempranas horas de la mañana se cortó la circulación vial en la zona. Se trata de un trabajo que comprende el levantamiento del pavimento existente en este tramo, para la nivelación del suelo y la aplicación de otra capa de mayor resistencia que amortigüe el intenso tránsito del lugar. Cabe destacar que se trata de una primera etapa, ya que el proyecto comprende la reparación de calle 18 de Julio, desde avenida Juan Harriague hasta Artigas, incluso con el - 26 -

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Crónicas de un SALTO desconocido reacondicionamiento de la calle de adoquines, comprendida entre Rivera y Artigas. Adoquines en custodia de Comisión del Patrimonio Histórico El director de Obras, Arq. Eduardo Minutti informó que el proyecto fue aprobado recientemente por el Fondo de Desarrollo del Interior (FDI) e inmediatamente se comenzó a ejecutar. La Intendencia empezó a trabajar en la canalización de los pluviales, atendiendo de esta forma un histórico reclamo de los vecinos de la zona. Se instalará una nueva red de alumbrado público y se repararán las veredas que se encuentran en mal estado. Minutti sostuvo que “se levantará la actual carpeta asfáltica para mejorar su base y posteriormente se reemplazará por una nueva, la cual será de hormigón. La tarea se cumplirá desde avenida Harriague hasta Cervantes y se retomará desde calle Rivera hasta su intersección con Artigas”. Los adoquines que se encuentran en calle 18 de Julio, entre Rivera y Artigas, serán retirados y quedarán en custodia de la Comisión Honoraria del Patrimonio Histórico Departamental. La Intendencia ha coordinado con las autoridades de UTE y ANTEL, la canalización subterránea de los servicios que prestan esas empresas, con el propósito de avanzar en las obras de mejoramiento de la zona.

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Plaza 33 - Esquina de calles Uruguay y Julio Delgado – circa 1900 -

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Pietro Scattina el señor de los Adoquines Nacido en Bolano departamento de Sarzana, Provincia de Génova, viene a América en el año 1888, para radicarse en Salto en el auge de la vitivinicultura, a la cual se dedicó, pero sus sueños fueron defraudados, como lo fueron para tantos otros que se dedicaron a lo mismo, sin tener conocimientos técnicos suficientes y plantar en tierras poco propicias, además de tener que soportar las enormes plagas de langostas que periódicamente asolaban nuestra región. Este italiano acostumbrado a desenvolverse ante las mayores dificultades, ve la oportunidad de dedicarse al adoquinamiento de la ciudad, proponiéndole al Municipio el adoquinado de varias calles de la ciudad, lo cual le fue aceptado. A este italiano, le debemos entonces, el adoquinamiento de nuestras calles y algunos otros italianos que también se dedicaron a la misma tarea. El material para la construcción de los adoquines, abundaba en los alrededores de la ciudad, pero el adoquinamiento de las calles de la ciudad dependía de la Administración Municipal. Es de este departamento que se extrae la piedra agata que se envía a Alemania para pulirla y trabajarla en diferentes formas.En su Empresa, Pietro Scattina, llegó a dar empleo a unos 60 operarios. El formato de los adoquines era de 0,20, por 0,10, por 0,15 calculándose a un precio de cinco francos por metro cuadrado Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

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Casa del Sr. Pietro Scattina, en calle Agraciada - 30 -

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Calle Julio Delgado entre 8 de Octubre y Agraciada, a la derecha, dep贸sito de adoquines del Sr. Pietro Scattina.

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