Historia de la Vitivinicultura en Concordia, Entre Ríos

Page 1

Crรณnicas de un SALTO desconocido

CONCORDIA Tierra de BUENOS VINOS Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-1-


Crónicas de un SALTO desconocido Aporte para un Turismo Cultural, Histórico y Patrimonial

HISTORIA de la VITIVINICULTURA en CONCORDIA, Entre Ríos. Por Alberto J. Eguiluz

Lo contado por Alexis Pierre Louis Edouard Peiret (Alejo Piret) nacido en Francia en 1826, en su libro llamado “Una visita á las colonias de la República Argentina” editado en Buenos Aires por la imprenta Tribuna Nacional en el año 1889. Páginas 36 a 44. Pasamos delante de la meseta de Artigas; ya estamos en Concordia. Desde el río distingo muy bien el gran viñedo de don Pascual Harriague, el saladerista del Salto, que parece haber resuelto el problema de la viticultura y de la vinificación en esos parajes.

-2-

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido APARECEN LOS PRIMEROS VIÑEDOS EN CONCORDIA Al día siguiente de mi llegada a la ciudad de Concordia, unos amigos antiguos y otros improvisados me llevaron a una excursión instructiva a los viñedos de Concordia. Acompañado de los Señores Mariano Jurado, gerente de la Sociedad anónima vinícola y de destilería “La Industrial Entrerriana”, doctor don Antonio Balleto, defensor de pobres y menores don Juan Cruz Paiz y su hijo, don Adriano Liburo y don Enrique Diez Arenas, Inspector de rentas nacionales, recorrí rápidamente los viñedos al norte de la ciudad.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-3-


Crónicas de un SALTO desconocido

Visita al Establecimiento de don José Oriol y don Gregorio Soler. En primer lugar llegamos a la casa de un español emprendedor, el señor don José Oriol. Este señor dio principio a sus trabajos, hace tres años, en sociedad con el señor don Gregorio Soler, habiéndose separado posteriormente. Tiene su establecimiento en un cerrito de arena y de pedregullo (piedra China), frente a la Ciudad del Salto, pero arriba de la primera corredera que detiene la navegación del río Uruguay. Tiene actualmente plantadas veinticinco cuadras de cien varas de frente, de las cuales diez están en producción; propónese plantar treinta más en este año y llegar con el tiempo a setenta, reservando solamente una para sembrar alfalfa y el espacio necesario para la casa. En la casa hay un teléfono para corresponder con Concordia y con el Salto. El señor Oriol tiene en su viñedo una planta que se cree procedente de Norte América, habiendo de allí, pasado a Francia; una planta española, dicha de Cariñena de Aragón, tres especies de Francia, el Gomais y el Chasscias de Fontainebleu, y otras cuyos nombres no se pueden asegurar. Según el señor Oriol, una cuadra de cien varas, a los cuatro o cinco años, puede dar veinte bordalesas, es decir, de ochocientos a mil pesos nacionales. -4-

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido El señor Soler tiene plantadas veinticinco cuadras, de las cuales diez y ocho están en producción, en su Establecimiento de “Bella Vista”, y de treinta y dos cuadras en otro paraje. Las tierras son livianas, areniscas, accidentadas, buenas para la vid, dice el señor Oriol. La uva madura en los principios de Febrero; esta maduración precipitada había hecho creer que no se podía hacer vino, pero el mal venía de que ponía bajo techo de zinc. Hay que hacer bodegas para tener una temperatura constante. El señor Oriol ha tenido que luchar contra las críticas. Incluyendo las de sus mismos amigos, pero ha seguido impertérrito en su idea y en su éxito cifra el porvenir de sus hijos; ya tiene pedido de vinos para los años de 1888 y 1889. Después de haber estado largo rato con el señor Oriol y recorrido sus plantaciones, pues a más de viñedos tiene plantados eucaliptus, olivos y otros árboles, Pasamos al establecimiento llamado “Viña del Ayui”, cruzando antes el del señor Gregorio Soler, cuya casa está muy bien situada en un pintoresco cerrito de pedregullo y domina unas alamedas de eucaliptus. El dueño estaba ausente, y no nos detuvimos en ese punto. Pero las explicaciones dadas por el señor Oriol, creo que le convienen igualmente.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-5-


Crónicas de un SALTO desconocido

Visita al establecimiento “Ayuí” El establecimiento “Ayui” pertenece a los señores Paiz, Libarona y Cia. Consta de ciento veinte seis cuadras de a cien varas. Tiene plantadas cuarenta y cinco cuadras y un almácigo de doscientas mil plantas, se ponen cuatro mil plantas por hectárea. Hay también muchos árboles, tales como naranjos, árboles frutales, robles, acacias, eucaliptus, casuarinas. Todos esos trabajos datan de dos o tres años; anteriormente no había nada absolutamente. Aquí hay para - rayos a más del teléfono. El establecimiento está al lado del ferrocarril del Este.

-6-

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

Visita al establecimiento “La Industrial Entrerriana” Llegamos en fin al establecimiento de la sociedad anónima “La Industrial Entrerriana”. Posee ciento cincuenta cuadras cuadradas compradas por el señor Soler, a razón de cincuenta pesos la cuadra, y otras trescientos cincuenta y seis en Federación. Dio principio a sus trabajos de plantaciones en el mes de Mayo próximo pasado y puso ya cien mil plantas. Está construyendo una gran bodega donde podrán depositarse millares de bordalesas. La sociedad fue fundada el 12 de Setiembre de 1886, en la ciudad de Concordia. Bajo la presidencia del señor don Juan C. Paiz, se verificó entonces una conferencia en la cual tomaron parte, ese señor, el inspector de agricultura, señor Vázquez de la Morena, el Doctor Benito Cook, representando al general Racedo, Gobernador de la Provincia, el señor don José B. Cortés, presidente de la municipalidad, y el señor don Mariano R. Jurado, secretario de la comisión organizadora, estableciéndose en seguida una sociedad anónima con un capital de 500.000 pesos nacionales en acciones al portador de a 100 pesos nacionales cada una, cuyos estatutos fueron sancionados el 20 y 21 de Octubre.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-7-


Crónicas de un SALTO desconocido La sociedad tiene un consejo administrativo, un tesorerosecretario, un administrador general, un director técnico, debiendo éste abarcar todos los conocimientos necesarios en vinicultura y destilería. Fueron nombrados para formar el primer consejo administrativo, presidente, el señor Cupertino Otaño, vice presidente primero, Juan B. Randle, - vice presidente segundo Juan C. Paiz, - vocales, Francisco Megget, Indalecio Menchaca, - suplentes, Oliver Budge, doctor Benito Cook, Federico Zorraquin, Juan Marull y administrador general de la sociedad, el señor don Mariano Jurado. Tales fueron los principales de esa sociedad progresista, a la cual deseamos el más feliz éxito en la tarea que ha emprendido.

-8-

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

Iniciadores de la Vitivinicultura en el Departamento de Concordia. Entre los iniciadores de la viticultura en el departamento de Concordia hay que nombrar también a los señores Juan Jauregui, cuya plantación tiene más de veinte años de existencia, Anselmo Moulins, Bailena y San Roman, Federico Zorraquín, J. A. Olguín, Ladislao García, cuyas plantaciones son anteriores a 1883. El padre de todos esos viñedos es el viejo vasco francés Juan Jauregui, (a) Lorda, cuya casa he visitado acompañado con el doctor Morón y el señor Paiz.

Juan Jauregui, (a) Lorda, es a la fecha un anciano de 75 a 76 años, atacado de reumatismo en las piernas, no pudiendo moverse con la agilidad que caracteriza a sus compatriotas, y por consiguiente renegando de vez en cuanto contra la necesidad de vivir. Es él quien entregó al señor don Pascual Harriague los sarmientos con los que este señor consiguió resultados que no había podido obtener con veinte y otras tantas ensayadas. Según el Vásquez de la Morena, son de una casta especial, la uva tinta francesa que se cree sea el famoso Cabernet del Medoc. Tan buenos resultados, dice ese señor, dio al señor Harriague esta última variedad y tan admirablemente superaba en calidad para vino a otras veinte y tantas que Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

-9-


Crónicas de un SALTO desconocido había ya ensayado, que desde entonces se dedicó a multiplicarla preferentemente, reemplazando con ellas muchas de las antiguas y extendiendo los plantines hasta las 70 cuadras de que al principio se hizo mérito. Esta casta de vid es tan apropiada a la localidad y de tan sobresalientes condiciones que ha vencido en verdadero certamen práctico a más de veinte, traídas directamente de Europa con recomendaciones superiores.

- 10 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

LA LEYENDA DEL TANNAT Sobre esta vid existe una tradición de familia, referida por don Mariano Jurado en su discurso: “Hacia fines del reinado de Luis XV en Francia, un gran señor había comprado a precio de oro para su viñedo unos sarmientos extranjeros de gran mérito, y queriendo ser exclusivo en su posesión, había puesto las más duras penas a sus administradores y subalternos, si osaban disponer de un solo gajo de aquellas plantas. “La orden fue respetada durante algunos años; pero un día mal hallado, un mayordomo no pudo resistir a la tentación de proteger a su amigo – el abuelo de Jauregui,proporcionándole furtivamente algunos despojos de la poda de las parras segadas, catorce sarmientos de deshecho que iban a quemarse por inútiles y que Jauregui plantó y multiplicó con ardoroso afán. Pero su propagación u otras circunstancias que dieron ocasión al gran señor para descubrir el fraude que había hecho la dicha de Jauregui y de muchos otros vecinos del lugar, costó al pobre mayordomo catorce años de cárcel, un año por cada sarmiento. “Tal es la procedencia de esas vides, que a no ser por la franqueza que tan cara costó al amigo del abuelo de Lorda, no se habría propagado en su pueblo y dado fama a sus vinos, ni menos habría llegado hasta nosotros”. Pregunté al señor Jauregui sobre el particular, y me dijo que el abuelo de él no había cumplido la pena entera impuesta por el señor, porque habíase verificado un movimiento en contra de los que mandaban en aquel entonces. El Vasco-francés, que no sabe el francés, aludía, Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 11 -


Crónicas de un SALTO desconocido sin saberlo, el gran movimiento revolucionario de 1789, La toma de la Bastilla - que repercutió en todas partes del mundo, y sin el cual indudablemente jamás Jauregui hubiese importado a Sud América la planta que promete ser una fuente de prosperidad y riqueza para estas riberas uruguayas. Fata viam invenient: los destinos abren las puertas cerradas, llevándose todo por delante. Los reyes españoles, dominados por las ideas del sistema mercantil y del coloniaje, no permitían que se cultivase la vid en sus posesiones americanas, porque era preciso asegurar el monopolio del vino, pero el pueblo parisiense derriba la Bastilla – hecho militar insignificante – Napoleón invade a España para someterla a su sistema continental; las colonias españolas se independizan ipso facto, y un joven vasco cansado de vegetar en los Pirineos, empujado por la sed de aventuras que caracterizó siempre a sus compatriotas. Importa a Entre Ríos, sin atribuirle por otra parte grande importancia, la planta benéfica que ha de renovar tal vez y sin tal vez, la faz de esta tierra... La evolución social no puede detenerse.

- 12 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

De Concordia a Monte Caseros. A las dos de la tarde del día 2 de Enero más o menos, sale el tren expreso de Concordia para Monte Caseros, pocos momentos después de la llegada del Vapor que trae los pasajeros de Buenos Aires, voy acompañado del señor Guillermo Grunwaldt, jefe del tráfico del ferrocarril Argentino del Este, quién lleva su familia a la estación del Gualeguaycito. Vamos recorriendo terrenos pintorescos que han adquirido mucho valor en estos últimos tiempos, debiendo dedicarse al cultivo de la vid y del maní. En Concordia he visto al lado de la estación del ferrocarril, un molino para fabricar aceite que pertenece al señor Budge. El señor Demachy, industrial francés venido a este país para poner un establecimiento de conservas de carne, va también a elaborar aceite habiendo celebrado un contrato con los colonos de “Villa Libertad” para la siembra del ricino o tártago. En mi carta anterior dije que ese país prometía ser la región del vino; ahora puedo agregar que promete ser también la región del aceite, pues el terreno se presta muy bien para el cultivo de las plantas oleaginosas. A las tres y cuarto llegamos a Federación, linda ciudad, aunque pequeña, situada en la ribera del Uruguay. Se me dice que las autoridades y los vecinos de Federación van a colonizar el ejido y los alrededores. Aviso a los inmigrantes en busca de terrenos.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 13 -


Crónicas de un SALTO desconocido

VARIEDAD. Se dijo que los vinos Lorda fueron los más extendidos. Se lo ha descripto a la uva como de “pulpa muy jugosa, dulce, con gusto especial”, en tanto que el vino logrado era de un color muy subido, con mucho cuerpo y bastante fuerza alcohólica. Pero había más. El Cabernet-Lorda, de la zona de Concordia, Concepción del Uruguay, Colón permitía hacer un vino tinto de perfume y sabor propio de su origen, mezclado con madera y de buen color rojizo. El vino tinto Pinot Noir era de Concordia y Concepción del Uruguay; el tinto suave Malbec se producía en Concordia y Colón; el blanco frutado Semillón sólo en Concordia, al igual que el rosado boyolé francés Gamay, mientras que el Cabernet Suavignon en Concepción del Uruguay. En Paraná y Victoria hubo, además, vinos propios de los inmigrantes italianos: Bracheto, Nebiolo, Barbera, Grignolo y Moscato. Cuenta el libro “Entre Ríos, viñas y vinos” que las bodegas de Concordia llegaron a elaborar hasta mil cascos de vino común de 200 litros cada uno. La producción cubría la demanda local, el excedente se distribuía en Buenos Aires, Corrientes, Misiones y el resto de Entre Ríos. Las cepas habían sido traídas de Europa y los oficios necesarios para la elaboración del vino también. De hecho, los colonos eran en su mayoría inmigrantes. Pero el despegue cualitativo estuvo también respaldado por las investigaciones científicas.

- 14 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

Entre Ríos tierra de buenos vinos Los primeros viñedos se iniciaron en el siglo XIX. En Colonia San José y Concordia en la década de 1860; en Victoria y Federación en la década de 1870. A partir de 1880 el gobierno provincial implementó medidas de estímulo a la producción. El éxito del plan se vio reflejado en el incremento del área cultivada con un total de 2.509 hectáreas empadronadas en el Segundo Censo Nacional de 1895. En el orden nacional, la producción vitivinícola entrerriana ocupó el 4º lugar en el Censo Nacional de Viñas de 1907 con una extensión de más de 4.000 hectáreas. En Victoria se producía buen vino blanco. El renombrado “Blanco Victoria” de los señores Vela y Martino tuvo muy buena aceptación en toda provincia y hasta en Buenos Aires. En 1887 los vinos victorienses fueron distinguidos en la primera exposición de Paraná, galardonando el departamento con la denominación de “La Champagne Entrerriana”.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 15 -


Crónicas de un SALTO desconocido

PRODUCCIÓN. Es cierto que Mendoza y San Juan fueron siempre las principales productoras de vinos. Pero Entre Ríos tenía un nivel productivo nada desechable y muy por encima del resto de los estados provinciales. El principal departamento productivo era Concordia que de 229 hectáreas con viñedos en 1890 pasó a tener 1.451 hectáreas en los ocho posteriores años. Le siguió Colón, con 338 (año 1890) a 840 (1898). Le seguían Federación, Concepción del Uruguay, Paraná, Victoria, Gualeguay, Gualeguaychú, Villaguay y La Paz. En ese orden se daba la performance productiva, pero lo que demuestra la mención es que la presencia de viñedos estaba extendida en toda la geografía provincial. Hasta que la intervención estatal puso punto final a la producción, los gobiernos entrerrianos fomentaron la actividad. Lo hacía a través de la premiación a las mejores uvas y la competencia constituyó un estímulo que dio sus frutos. En 1877, un productor paranaense llamado Santiago Feliche participó con su vino en la Exposición de París, y regresó con una mención.

- 16 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

1) Establecimientos de los señores Robinson Hermanos. Entre los elementos dirigentes de Concordia, que han consagrado inteligencia, capitales y energías al desenvolvimiento de la industria vitivinícola, figuran en primer término los señores Robinson Hnos., propietarios de uno de los viñedos más extensos, importantes y florecientes de la región y que son factores principalísimos del progreso de Entre Ríos en sus varias manifestaciones.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 17 -


Crónicas de un SALTO desconocido

Los señores Robinson Hnos., - se nos permitirá que, antes de ocuparnos de su establecimiento vinícola, dediquemos algunas líneas a la múltiple acción de esta poderosa razón social – constituyen uno de los exponentes más respetables de la labor, de la riqueza, del crédito y de la evolución comercial e industrial de la provincia, y su jefe el señor Alberto Robinson, merecería con justicia figurar entre los hombres ejemplares que se destacan con contornos propios y originalísimos en las páginas de los admirables libros de Smiles.

- 18 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

Caballero de cualidades superiores, de laboriosidad y de energía, dotado de un espíritu eminentemente práctico y emprendedor, de extensas y previsoras vistas, metódico y activo, organizador y perseverante, diríase que le comprende el concepto de Burke, en su segunda y honrosa acepción, cuando dijo, en el Parlamento Británico, que conocía hombres de Estado que procedían como mercachifles y comerciantes que obraban con espíritu de estadistas. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 19 -


Crónicas de un SALTO desconocido Es un hombre de negocios que procede con la alta previsión y las extensas miras de un hombre de Estado y que constituye la más vigorosa expresión de lo que pueden el esfuerzo propio, la laboriosidad práctica, sabia y metódicamente aplicada y el espíritu de empresa consagrado valientemente a la consecución de altas aspiraciones utilitarias, pues, este caballero, que maneja millones y que ha consolidado sólidamente el crédito de la casa que dirige, tanto en el país como en Europa, hizo su aprendizaje en modestas casas de comercio y se inició sin otro capital que su inteligencia, sus energías y su inquebrantable voluntad., Y es indudable que se requieren cualidades superiores para dirigir y encaminar por las corrientes del éxito y de la prosperidad las múltiples empresas de la razón social de Robinson Hnos., que abarcan todos los ramos del comercio y de las industrias regionales y que comprenden desde la valiosa operación de crédito, hasta la sencilla venta del objeto de bisutería o del artículo de primera necesidad. Poseen los señores Robinson Hnos., una casa bancaria que gira por valor de varios millones de pesos, registro, bazar, ropería, zapatería, grandes almacenes de ferretería, barraca de frutos del país, aserradero, corralón de maderas y materiales de construcción, viñedos y bodegas y valiosos establecimientos agropecuarios, tanto en la provincia, como en Corrientes. La casa Robinson Hnos., constituye, sin duda, al exponente más revelador y más típico, por así - 20 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido decirlo, del desarrollo y de la transformación operada en Concordia en los últimos treinta años. Todas las manifestaciones del progreso, de la vitalidad y de la evolución comercial e industrial, están como compendiadas en aquella casa y diríase que esta es una exposición permanente de las fuerzas vitales de la región. Tuvo el jefe de la casa, señor Alberto Robinson, durante largos años, la colaboración eficacísima de su hermano y socio, don Horacio, que era como un desdoble de su personalidad y que constituyó con sus energías y su acción activa y auspiciosa a cimentar la prosperidad de la razón social, consolidando su crédito sobre bases inconmovibles; y fallecido éste, ha encontrado poderosísimos auxiliares en sus hijos Jorge y Facundo, educados, por así decirlo, en la casa, que es una gran escuela de actividades prometida a una organización admirable donde se han hecho muy útiles numerosos jóvenes distinguidos que hoy son eficaces colaboradores de su dirección. Formados en el ejemplo de su padre y que han heredados sus sobresalientes cualidades. Jorge y Facundo son hoy dos elementos de acción preponderante, compartiendo el primero la dirección general de los múltiples negocios de la firma y hallándose el segundo al frente de la barraca de frutos.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 21 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 22 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

Establecimiento Vitivinícola “La Granja” El establecimiento vitivinícola “La Granja” Robinson, que por sus extensos plantíos de viñedos constituye el establecimiento más importante de la región, comprende un rectángulo de 800 hectáreas de terreno, de las cuales 160 están sembradas de vides “Lorda”, lozanas y vigorosas, que encantan la mirada con el verde esmeralda de sus pámpanos y que se hallan en plena producción. Rodean el viñedo extensas arboledas, especialmente de naranjos mandarinos, cuyo cultivo constituye otra de las

riquezas regionales. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 23 -


Crónicas de un SALTO desconocido Las seiscientas hectáreas restantes, los señores Robinson Hnos., las han subdividido y arrendado a pequeños agricultores, que las destinan a varios cultivos y especialmente a las verduras destinadas al consumo de la población. Esta subdivisión de la tierra, además de que asegura a los propietarios un pingue arrendamiento, responde a un plan inteligente y de alta previsión. La langosta es una de las plagas que más perjuicios producen en sus invasiones

periódicas, y teniendo los señores Robinson Hnos., rodeado su viñedo de labradores que tienen puestas sus esperanzas en el producto de sus sementeras, puede decirse que se encuentran defendidos del terrible enemigo.

- 24 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

2) - Establecimiento Vitivinícola de don Sebastián San Román

Sobre la ciudad de Concordia, a pocas cuadras del centro está situado el establecimiento vitivinícola del Señor San Román, el más importante sin duda de la provincia, después de “La Granja”. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 25 -


Crónicas de un SALTO desconocido Las perspectivas del edificio, levantado con materiales de primera calidad, son hermosas.

Estos viñedos se extienden hasta pocos metros de los muros de la misma bodega y casa habitación alternando con los plantíos de mandarinos y naranjas que exhiben entre el follaje verdes de sus hojas, los dorados frutos. En compañía del distinguido propietario de esta explotación, recorrimos el establecimiento enológico. Las instalaciones de vasijas y maquinarias son modernas. La distribución de las distintas secciones que componen la bodega se han hecho con un criterio racional, dentro de los discretos límites que es posible dar a una obra en - 26 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido formación, y que será objeto de fundamentales reformas más adelante. Las maquinarias funcionan a vapor, debiendo estar inaugurado para el año entrante, el servicio del alumbrado eléctrico. La capacidad de la bodega también será aumentada, atendiendo al éxito de los productos del Señor San Román, que venden sin obstáculos en Buenos Aires mismo. La formación de esta bodega ha sido efectuada paso a paso, venciendo grandes dificultades, señalando ahora el brillante resultado de la perseverancia y de la inteligencia, dotes que caracterizan a su dueño. Hemos recorrido los cuerpos de fermentación, conservación, la tonelería, sección prensado y filtros, constatando el orden más completo. Las prácticas enológicas para la elaboración, se ajustan a los procedimientos técnicos dirigiendo la tarea el Señor San Román. La producción alcanza a 2.000 bordalesas, elaboradas con el fruto del establecimiento. El tipo de vino es el Francés tinto, de paladar excelente, mucho extracto y moderada graduación alcohólica. También se elabora un vino blanco, aunque en muy reducida escala. Los vinos del Señor San Román se expenden en cascos, en damajuanas para el consumo local y embotellados. Estos últimos contienen el vino añejado. Desde el año 1890, en que se fundó la bodega, hasta la fecha, el camino recorrido es considerable. En muchas ocasiones se creyó en un total fracaso de la vitivinicultura en la región. Pero los hombres como el Señor San Román no se arredran. No solo la perseverancia, sino también el estudio y la observación, fueron sus guías mejores en esta Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 27 -


Crónicas de un SALTO desconocido cruzada industrial, a despecho del pesimismo de los demás iniciados en la vitivinicultura local. Los viñedos del señor San Román, son los mejores cuidados y plantados. Comprenden una extensión de setenta hectáreas, de uva

Lorda, Blanca, Pinot y semillón. Está toda la viña plantada en camellones, con tres hilos de alambre, y perfectamente enmaderada. En ensayo existen otras diversas variedades. La producción por hectárea es única entre los viñedos entrerrianos. De cada una de ellas, se extraen fácilmente treinta y una y treinta y dos bordalesas; en algunas hectáreas asciende la producción a treinta y cuatro, treinta y cinco. De manera que el rinde en la plantación, no es, en ninguna forma, inferior al de cuyo.

- 28 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Los antecedentes del señor San Román, como industrial, están también abonados, por la consagración de sus productos, como muy buenos, en varias exposiciones. Se exhiben actualmente en el Pabellón de la Provincia, en la Exposición Industrial del Centenario. El mercado de estos vinos se distribuye en las Provincias de Entre Ríos, Corrientes y Buenos Aires.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 29 -


Crónicas de un SALTO desconocido

3) -Establecimiento Vitivinícola “La Industrial Entrerriana”, de los señores Robinson y San Román. Este establecimiento perteneció a una Sociedad de viticultura y vinicultura de Concordia, y es testimonio de un ensayo – poco feliz – para cimentar la industria de una manera firme y estable. Después de varios años de lucha, la sociedad tuvo que liquidarse poniéndose en remate las existencias y el importante establecimiento que había formado, lindero a la finca de “La Granja”. Fueron los compradores, los señores Robinson y San Román.

- 30 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido La finca comprende750 hectáreas de extensión. Los viñedos ocupan 70 hectáreas, y desatendidos por causas diversas, estuvieron muy lejos de dar el rinde que de ellos esperaban los iniciadores. En las nuevas manos, la finca que es sin duda valiosísima, se ha ido explotando y cuidando en forma más racional y hábil. Al frente de su administración quedó el señor Sebastián San Román, todo un industrial experimentado y digno consocio de los señores Robinson Hnos. El viñedo fue, puede decirse rehecho. Después de tres años de labor, ha comenzado a dar frutos valiosos. En poco tiempo la propiedad aumentó considerablemente su valor, premiando con creces el capital invertido en ella. Los viñedos están plantados en camellones. Entre las variedades de cepas, predomina la Lorda y la Americana. Ambas, toda vez que la viña se cuida con esmero, dan resultados halagueños. Las plantaciones de mandarinas, como complemento a los viñedos, constituyen también otros de los cultivos importantes de la finca. La Bodega de “La Industrial”, la ocupa la firma Robinson Hnos., exclusivamente para la elaboración de sus vinos. Posee un plantel de edificios considerable, que acabamos de describir al ocuparnos de la propiedad de “La Granja”. El fruto que se recolecta es distribuido entre las bodegas de “La Granja” y la que posee en las inmediaciones de Concordia el señor San Román.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 31 -


Crónicas de un SALTO desconocido Desde una torre, o mirador del edificio, contemplamos el hermoso panorama de las plantaciones de vides, los campos quebrados, pero fertilísimos de Concordia, las líneas alargadas de las barrancas del Río Uruguay, perdiéndose en las lejanías borrosas del horizonte.

En esta finca queda una gran extensión de tierra inculta, pero con cualidades de primer orden, para el éxito de vitivinicultura. El plan seguido hasta la fecha, ha tendido exclusivamente a consolidar las plantaciones existentes, a curar las cepas; tal vez se proceda más adelante a los injertos paulatinos, extendiendo el cultivo de la Cepa Americana, vigorosa y lozana, menos propensa a las epidemias. El señor San Román, administrador y socio de la firma Robinson Hnos., en esta explotación, se ha consagrado con el mayor empeño al resurgimiento de la finca, a que ella logre corresponder al nombre que lleva, probando también prácticamente que el éxito en las viñas, depende única y exclusivamente del cuidado y perseverancia empleados en el mantenimiento y vigilancia de las plantaciones. - 32 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Dentro del fracaso de “La Industrial Entrerriana”, los que creían en la prosperidad de las cooperativas de vitivinicultores en Concordia, han perdido no poco de sus entusiasmos. Es mediante el esfuerzo colectivo – pero dejando a cada uno que prosiga su obra individual – como se cimentará la vitivinicultura sobre un terreno más seguro, como se llegará a imponer los productos regionales, y como se vigorizará la economía de toda esta zona especialmente Industrial.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 33 -


Crónicas de un SALTO desconocido

4) Fincas y Viñedos de David O´Connor.

Saliendo de la ciudad de Concordia, casi en dirección al Norte, se ofrecen las “Cuchillas” en lomadas suaves o pronunciadas, ostentando plantaciones de vides. El camino pintoresco, tiene sus subidas y bajadas, ofreciendo distintas perspectivas a la cual más sonriente. El ambiente - 34 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido y la tierra de los alrededores de Concordia, promueven sin duda el temple poético. Para llegar a la propiedad del señor O´Connor, situada sobre las barrancas del Uruguay, es preciso salvar un trayecto no menor de tres leguas, que se recorren en una hora de carruaje. La propiedad principal del señor O´Connor, tiene fama de ser una de las mejores situadas en la región, enclavada en el sitio más hermoso de las inmediaciones de Concordia. Su dueño, es uno de los más antiguos y caracterizados vecinos del departamento, hombre de negocios y empresa. Recibidos deferentemente por este caballero, en aquella señorial mansión, nos fue dado de mirar el panorama sugestivo y atrayente del Uruguay majestuoso, con sus riberas altas y levantadas por lo general. Del lado Oriental, se alza la ciudad del Salto, que parece agrandada en su proporciones, como una gran metrópoli. La ciudad de Concordia, como semi perdida en un bajo, deja de tener la vista del Salto Oriental, a a pesar de que cuenta con no menos población y edificación. La casa habitación está edificada sobre una elevación, al borde mismo de una barranca, cuya altura es de diez y ocho a veinte metros. Un pequeño jardín, muy bien mantenido, se halla a la entrada; después viene una espléndida huerta, con árboles frutales de distinta variedad, sobresaliendo los infaltables naranjales, cargados de frutos. Los potreros de la propiedad son bastante extensos.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 35 -


Crónicas de un SALTO desconocido En este inmejorable asilo habita en toda época el señor O´Connor, dirigiendo desde allí sus negocios.

Persona de elevada cultura, con gustos e ideas refinadas, ha cimentado su fortuna, después de largos años de lucha, consagrado a los negocios ganaderos. Es uno de los saladeristas y barraqueros fuertes de Concordia. Sus vinculaciones comerciales son extensas, manteniendo relaciones con distintas firmas de renombre en el extranjero. La índole progresista del señor O´Connor, sus anhelos por el engrandecimiento de Concordia, lo han llevado a dedicar también su atención al fomento de la vitivinicultura. En este ramo industrial, figura como uno de los más distinguidos “amateur”, logrando cimentar un establecimiento enológico de ser presentado. - 36 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

Establecimiento “La Norah” Tal es el nombre de esta explotación, ubicada a cierta distancia de la finca principal del señor O´Connor. La extensión total es de cincuenta hectáreas, de las cuales veinte están ocupadas por viñedos. La viña esta plantada en camellones y convenientemente alambrada. El cuidado que se observa en el mantenimiento de estos cultivos, es completo. La cepa elegida es la denominada Lorda, que da un rinde considerable en relación con otras variedades ensayadas. Además de la uva destinada a la fabricación de vino, cuenta “La Norah” con cinco mil plantas de uva de mesa, que encuentra excelente mercado fuera de la localidad y en Concordia mismo.

Bodega: Las instalaciones de la Bodega, dentro de la modestia permiten la elaboración del vino. Dispone de secciones para la fermentación y conservación, con vasijas de roble; cuenta con prensa, moledoras, filtros y demás enseres, propios de los establecimientos enológicos.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 37 -


Crónicas de un SALTO desconocido La capacidad de elaboración asciende a 450 bordalesas, cifra que se aumentará con la mayor producción de los viñedos. El tipo de vino es en su mayor parte el francés tinto común.

La elaboración está a cargo del señor Mario Giavi, administrador general de la finca. El mercado de este artículo está en las provincias de Entre Ríos y Corrientes. La aceptación de los vinos de “La Norah” es completa. Los procedimientos seguidos en su elaboración, están ajustados a las prácticas regionales. El mayor cuidado y atención presiden esta tarea, sin prejuicio de preparar el terreno para ir evolucionando hacia el vino fino.

- 38 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

5) Establecimiento Vitivinícola “El Ayuí” del señor Libarona y Briand.

En las inmediaciones de la Ciudad de Concordia, cerca de las vías del Ferrocarril Nordeste y cercado por el arroyo Ayuí, se encuentra el establecimiento “El Ayuí”, a corta distancia de “La Granja”, de los señores Robinson Hnos. La bodega y el viñedo que constituyen esta explotación, son de los más antiguos de Entre Ríos. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 39 -


Crónicas de un SALTO desconocido Hace veinticinco años, cuando muy pocas personas soñaban con la vitivinicultura concordiense, el señor Ángel Libarona lo fundó, en las condiciones más modestas, abrigando la fe más absoluta en el porvenir de la viña en la región. Resultaría largo reseñar aquí la secuela de dificultades con que tuvo que luchar don Ángel Libarona, para imprimir a ésta finca un rumbo progresista y que compensara los esfuerzos empleados en su formación, así como el capital invertido, sin economías en plantearla. No hay vecino de Concordia que no conozca esta odisea curiosa, que termina, después de tantos años, con la consagración de un músico de valía, en industrial de verdad. El señor Libarona, en efecto, es un artista musical. Su vocación por el arte lo llevaron por este sendero, donde ha cosechado no pocos laureles.

La juventud de Concordia, tanto jóvenes como señoritas, deben muchísimo al señor Libarona, que difundió el buen gusto artístico, estimulo vocaciones, promovió con el éxito más completo ese entusiasmo que hoy se constata en aquel progresista centro de población por el sublime arte de Beethoven y Chopin. - 40 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Pero el señor Libarona debía adquirir un nuevo título ante aquel vecindario, como ante la provincia entera y el país. Observando, tuvo la intuición al principio y la seguridad poco más adelante del porvenir de la vid. Sin poseer gran capital, no titubeó en iniciar las plantaciones de “El Ayuí”, consagrándose al estudio de la elaboración de vinos, hasta poseer los secretos de la fabricación, adaptada al clima y a la calidad del fruto de los cepajes. Y Libarona lanzó al mercado sus productos vínicos, hizo propaganda industrial, que no tardaron en imitarlo. No impunemente se gastan energías. Las dificultades inherentes a toda iniciación repetidas año por año, la lucha planteada en un medio, no poco reacio al progreso vitivinícola, la falta de liberalidad de los banqueros y la ninguna protección del gobierno, todos estos factores se juntaron para impedir que tuviera – como era de toda justicia, - el premio a las actividades y desvelos. El señor Libarona es administrador de esta finca, así como director de la Bodega ”La Granja”, de los señores Robinson Hermanos. Es propietario del establecimiento ahora, el doctor Santiago Libarona y Briand, hijo de don Ángel. Comprende 74 hectáreas, de las que 40 están ocupadas por los viñedos. Están plantadas en camellones, estos últimos, alambrados y enmaderados. Las variedades elegidas son de uva francesa, que produce frutos de buena calidad y rinde. Con la uva de estas cuarenta hectáreas, se fabrican alrededor de 1000 cascos de vino. El tipo de elaboración es del tinto francés, que se vende en la localidad, en su mayor parte, de traslado. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 41 -


Crónicas de un SALTO desconocido Las instalaciones, la bodega, si bien modestas, son completas del punto de vista de la más perfecta elaboración del vino. El señor Ángel Libarona, ha sacado excelentes productos vínicos de “El Ayuí”, y que han encontrado la aceptación más completa, entre expertos conocedores sobre la materia.

- 42 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

6) Establecimiento vitivinícola “Salto Chico” de D. A. Flachsland.

Si bien de proporciones reducidas, El establecimiento “Salto Chico”, es uno de los mejores y explotados de Entre Ríos. Las cepas de “Salto Chico”, fueron plantadas en la época que habían cobrado fama los viñedos de Concordia, y cuando los primeros vinos obtenidos, eran objeto de justicieros premios en la Exposición de París de aquella fecha. Ninguno de los que se lanzaron a proseguir el camino iniciado por los Oriol, Paiz, y Libarona, tuvo en vista las Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 43 -


Crónicas de un SALTO desconocido dificultades de detalle, inherentes una industria en una región nueva del país. Faltaba desde los primeros momentos la protección eficaz y la ayuda decidida del Gobierno. Los primeros pionners se vieron abandonados a sus solos esfuerzos, sin mayores armas para vencer que sus buenos deseos y legítimas aspiraciones y la poquísima experiencia recogida. El 14 de Junio de 1890, comenzaron las plantaciones en esta viña, con la variedad “Lorda”. Se emplearon cepas escogidas, que fueron colocadas en camellones, a razón de más de tres mil plantas por hectárea. El desarrollo de estas plantas ha sido generalmente bueno, combatiéndose con éxito algunas enfermedades comunes en las cepas de la región. La calidad de las uvas obtenidas, ha sido excelente. El Rinde, atendiendo a lo que produce la vid en Mendosa y San Juan, si bien no es sobresaliente, es de los más altos. Por cada hectárea saca el señor Flachsland poco más de veinte bordalesas. La atención que se prodigan a las viñas de “Salto Chico”, es minuciosa. Los sistemas de poda e injertos, son los más convenientes. En lo que deben efectuarse cambios es en la elaboración del vino. De manera de aprovechar las virtudes del suelo y la calidad de la uva. Las instalaciones de la Bodega, son modestas. Posee moledoras, lagar, filtros, prensa, buena vasija y demás enseres. Entra en las ideas del propietario mejorar la bodega, dotándola de maquinarias modernas, así como extender las plantaciones. - 44 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Alcanza la producción a 250 bordalesas, que se colocan en algunos puntos de Entre Ríos y Corrientes, con facilidad. El tipo de vino es el francés tinto común, de excelente paladar y pronunciado color. Dirige la elaboración personalmente el señor Flachsland, quién con singular empeño y con sus propios esfuerzos, ha ido muniéndose de los conocimientos necesarios para llevar a cabo y con el mayor éxito posible, esta operación. El señor Alberto Flachsland es un hombre joven, vinculado a una de las principales firmas comerciales de plaza. Nacido en Concordia, ha podido seguir todas las evoluciones y progresos del medio. Siendo uno de los vecinos que tienen fe plena en el porvenir industrial de esta zona, cuando se mejoren las plantaciones, trayendo nuevas variedades y cuando la elaboración de vinos esté sujeta a procedimientos adecuados al medio, al clima y a la calidad específica de la uva. Los productos del establecimiento “Salto Chico” irán saliendo, día a día, más mejorados, estando dirigida y vigilada su elaboración por una persona de las condiciones del joven Flachsland, emprendedora, activa y apasionada por la noble industria que nos ocupa. Con elementos como éste, a pesar de todas las contrariedades que se susciten, la vitivinicultura ha de triunfar por completo en toda la región, con notable ventaja para Concordia.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 45 -


Crónicas de un SALTO desconocido

7) Establecimiento vitivinícola “Arcioni”, de D. J. B. Arcioni.

Describir este establecimiento, el más antiguo de los existentes en la provincia de Entre Ríos, sería hacer la historia de las explotaciones vitivinícolas, con su serie de tropiezos, inconvenientes, fracasos y triunfos.

- 46 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido El iniciador de estas plantaciones, señor José Oriol, luchó con el mayor éxito los primeros años, haciendo conocer sus productos no solo en el país, sino en el extranjero, donde obtuvieron señalados triunfos los vinos de Concordia. Más adelante, vinieron una serie de vicisitudes que provocaron la separación del señor Oriol. Se hizo cargo de la propiedad desde entonces, el antiguo y progresista vecino de Concordia, Juan B. Arcioni. Las cepas comenzaron a plantarse el 8 de Setiembre de 1884, fecha histórica en los anales de la vitivinicultura entrerriana.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 47 -


Crónicas de un SALTO desconocido La variedad elegida fue la Lorda, que había dado pruebas de aclimatarse con facilidad en la región del Salto. Sucesivamente fueron aumentándose los cultivos, hasta alcanzar las 36 Hectáreas con que cuenta actualmente. Están plantadas en camellones, bien alambrados y cuidados. La posición que ocupan estos viñedos es espléndida. La tierra se presta a las maravillas para dar un fruto rico en cualidades específicas, para poder elaborar un vino de calidad. La extensión total del establecimiento es de 52 hectáreas, constituyendo un hermoso conjunto las vides, frutales y demás sembrados que lo constituyen. La casa habitación y la bodega, rodeada de árboles de distinta variedad, la huerta y jardín, todo eso constituye a hacer de esta finca una de las más bonitas de los alrededores de Concordia. La bodega cuenta con buena vasija, maquinarias e instalaciones para la fermentación, conservación, prensado, moledora, tonelería, etc. El tipo de elaboración es el francés tinto, que encuentra Mercado en Entre Ríos, Corrientes y en Buenos Aires, donde tiene clientes arraigados. La producción oscila actualmente, entre 500 y 600 bordalesas. El propietario actual, señor Arcioni, es uno de los hombres más conocidos de Concordia. Dueño de una da las casas de comercio más importantes, propietario de numerosas casas, terrenos, fincas, etc. Posee un capital valiosísimo y sólido, justo premio a sus esfuerzos de tantos años. - 48 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Aunque italiano de nacionalidad, el señor Arcioni es un argentino de corazón. En numerosas oportunidades, ha revelado su cariño por Concordia, donde ha vinculado su nombre a muchas obras de progreso. El señor Arcioni, es un convencido del porvenir vitivinícola regional. Ha bregado siempre por el desarrollo industrial de la zona y es partidario ardiente de la subdivisión de la tierra de los alrededores de Concordia, detenida en sus progresos por dos o tres latifundios que es necesario hacer desaparecer, para que esta ciudad pueda adelantar doblemente.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 49 -


Crónicas de un SALTO desconocido

8) Establecimiento Vitivinícola “La María Luisa” de don Emilio Mongay

La situación de este establecimiento enológico es envidiable. Se llega hasta él a los pocos minutos de carruaje, saliendo de Concordia. - 50 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Puede establecerse un perímetro en los alrededores de Concordia, donde están asentadas las bodegas y viñedos, determinando todo un emporio industrial naciente para el futuro. Después de los tropiezos habidos, cuando la falta de una orientación racional y técnica en las explotaciones vitícolas, se hacía sentir por la región, quedaba como única muralla la fe de algunos propietarios de viñedos, que lejos de arredrarse ante las dificultades de la obra comenzada, se aguantaron con decisión, esperando mejores días. Al corto número de estos obreros del Progreso concordiense, pertenece el propietario de “La María Luisa”, vecino antiguo de la región y que comenzó a ocuparse de las viñas más como un amateur que como un profesional. Los primeros años fueron de dura prueba. Los rindes eran escasos y las enfermedades, cuando no los accidentes atmosféricos, estuvieron a punto de malograr los esfuerzos realizados. Las plantaciones fueron iniciadas con cepas Lorda, y al cabo de cuatro años, permitían esperar rindes sobresalientes. Una ligera recorrida por este establecimiento, nos bastó para darnos cuenta de las atenciones y desvelos prodigados a las plantaciones, hasta llegar el éxito más completo. La viña está plantada en camellones y alambrada con dos o tres hilos.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 51 -


Crónicas de un SALTO desconocido

El cuidado que se observa en ella, los sistemas de podas, las operaciones de atadura, azufrado, despampanado, etc., son vigiladas estrictamente por el administrador dejado por el señor Mongay, el señor Mario Giavi. No solo reúne la más perfecta competencia en materia de vitivinicultura, sino que posee un espíritu observador y estudioso.

- 52 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Es así como ha ido año, tras año elaborando vinos de mejor calidad, como el que hemos tenido oportunidad de probar durante nuestra visita. De las diez hectáreas de que consta la población salen 250 bordalesas de vino, lo que da un promedio considerable de veinticinco bordalesas por hectárea. La calidad de la uva que se cosecha es excelente. Permite elaborar un vino con mucho extracto, buena graduación alcohólica y excelente paladar.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 53 -


Crónicas de un SALTO desconocido

9) Establecimiento vitivinícola de don Domingo Isthilart

El señor Domingo Isthilart es conocido en todo Entre Ríos como uno de los hacendados más fuertes e inteligentes. Radicado en el departamento de Concordia hace cuarenta años, su posición actual se la debe a sí mismo, a sus propios esfuerzos. - 54 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido En todas las obras progresistas que se han cimentado tendientes al adelanto de la región de Concordia, el señor Isthilart ha puesto todo su concurso espontáneo y desinteresadamente. Las industrias ganaderas de la provincia, le deben mucho en todo sentido, habiendo emprendido con dedicación y éxito, los más variados negocios, hasta implantar una cabaña de reproductores ovinos y bovinos. En diferentes torneos ganaderos celebrados en la provincia y fuera de la misma, los productos presentados por el señor Isthilart han obtenido valiosos premios, cotizándose bien alto los animales con la marca de propiedad del mismo. Desde hace años, era voz corriente en los centros ganaderos de Buenos Aires, que la evolución de los ganados en la Provincia de Entre Ríos se iba retardando considerablemente, en una época en que, las exigencias de exportación se hacían sentir imperiosamente, reclamando animales de superior peso y calidad óptima en carnes. Supeditadas las haciendas entrerrianas al negocio de los saladeros, dominados los criadores por las engañosas perspectivas de vender animales criollos, evitándose la tarea de traer reproductores de pedigrée, para cruzar las crías y obtener tipos más presentables, solo las necesidades de salvar los capitales respectivos obligaron al grueso de los criadores a entrar por la reforma, perfectamente aceptada en Buenos Aires, Córdoba, y Santa Fe. El señor Isthilart fue de los primeros en evolucionar en ese sentido y a su influjo, mucho le debe la ganadería entrerriana, sobre todo la de los departamentos como Concordia, Federación y Uruguay.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 55 -


Crónicas de un SALTO desconocido Las pesadas y complejas tareas que tiene el señor

Isthilart, para manejar y administrar sus vastos y necesariamente complicados intereses no le han impedido, dedicar una parte de su tiempo a la vitivinicultura, más con el deseo de alentar con el ejemplo a los iniciadores en esta industria, que con el de obtener ganancias y beneficios. En estas páginas después de presentarlo como ganadero de profesión, nos toca presentarlo como simple amateur de la industria vitivinícola. Ocupa el establecimiento 80 hectáreas de extensión. La plantación de cepas, se inició el 11 de Noviembre de 1900, eligiéndose la variedad denominada Lorda. La producción de vinos alcanza a ciento cincuenta cascos. El tipo de elaboración, es el Francés tinto, con mercado en la provincia y en Corrientes. - 56 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido La elaboración está a cargo del señor Ángel Antola, persona entendida y competente en la materia. El viñedo del señor Isthilart es pequeño y la bodega modesta. Cuenta la bodega con los útiles de elaboración más indispensable y los vinos que elaboran son hechos con toda prolijidad. Completaremos estas líneas diciendo que el caballero que nos ocupa, es un hombre de carácter modesto, servicial, justamente apreciado y considerado por el vecindario de Concordia.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 57 -


Crónicas de un SALTO desconocido

10) Establecimiento vitivinícola “Santa Catalina” de los señores Ferrer y Barrado.

- 58 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido A poca distancia de la Estación del Ferrocarril Nordeste Argentino, línea de Concordia a Monte Caseros, Mercedes y Corrientes, se halla este establecimiento, de apariencia y proporciones modestas, pero que traduce en cambio la voluntad progresista e innovadora de sus dueños, en un momento que las explotaciones vitivinícolas en Entre Ríos, aparecen amenazadas por el fracaso. Hace quince años se iniciaba la plantación de las veinticuatro hectáreas ocupadas por las viñas del establecimiento, por su primitivo dueño, señor Alberti, hasta 1905, en que fue adquirida por el señor Jaime Ferrer. El viñedo y la Bodega, en nuevas manos, fueron objeto de innovaciones y mejoras, procediéndose a atender las enfermedades que atacaban los cepajes, cuidando la elaboración de los vinos, contribuyendo así a la obra reivindicadora de la industria vitivinícola dentro de la región. Las variedades de cepas que forman esta plantación son: Lorda y Carignan. Las observaciones sobre el rinde de cada una de estas clases que ha hecho con toda exactitud el señor Ferrer, permiten recomendar como de mejor aclimatación y más alto rinde, el “Carignan”. A parte de esto, la calidad del vino elaborado con esta uva, es superior al de la anterior. En cuanto al promedio exacto de la producción, es difícil establecerlo. El señor Ferrer nos consigna el dato, de que, en año bueno, pueden hacerse 25 y 30 bordalesas de vino de una hectárea. El tipo que elabora la bodega Santa Catalina, es francés, tinto de buen paladar, vino de mucho extracto, como los de toda la región. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 59 -


Crónicas de un SALTO desconocido La elaboración de este producto se efectúa en el Norte de Entre Ríos y en Corrientes. La bodega cuenta con los elementos de elaboración más indispensables. La vasija es de roble. El señor Ferrer no es un especialista en vinos, sino un distinguido “amateur” de la industria. Los negocios de cereales y ganadería han preocupado más a éste caballero, que el vino. No obstante ha querido predicar con el ejemplo, seguro de que la vitivinicultura entrerriana, no solo tiene que abrirse paso, sino que determinará una revolución económica en las regiones como Concordia, Federación y Colón, especialmente aptas para su desarrollo. Hace muchos años que éste caballero es vecino de Concordia, siendo un decidido colaborador en todas sus obras de progreso. Al constituirse la Sub Comisión regional del Centro de Vitivinicola en ésta ciudad, el señor Ferrer, fue uno de los primeros en aceptar un puesto de colaborador en una tarea que redundará en beneficio de todos los industriales, desde que tiende a estimular y promover el afianzamiento de lo que existe hoy día.

Por lo que respecta a los productos vínicos de Federación, son, puede decirse, los mismos que los de Concordia. - 60 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido El terreno ofrece las mismas condiciones específicas; las mismas ondulaciones; igual frecuencia de las lluvias. El pueblo de Federación está a las puertas de Corrientes, donde los vinos que se produzcan encontrarán mercado fácil, atendiendo al elevado costo de los fletes, para los vinos que vienen de Cuyo, que llegan por vías diversas, después de enormes recorridos. El establecimiento “Santa Catalina”, será sin duda el de otros en la zona, quedándole el mérito de haber sido el primero. Cuando los estudios ampeleográficos se hayan efectuado con la detención debida, es posible que se encuentre la verdadera variedad de esta cepa, propia a éste clima, con las ventajas consiguientes para la calidad de los vinos y para su mayor éxito industrial. En cuanto a los vinos, también tendrán que reformarse las prácticas seguidas actualmente en la elaboración, de acuerdo con los estudios que se efectúen por enotécnicos competentes. No obstante esto, las prácticas actuales han dado resultados bastante halagueños, pero son susceptibles de perfeccionarse.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 61 -


Crónicas de un SALTO desconocido

VITIVINICULTURA: EL PARAISO PERDIDO Para 1880, la vitivinicultura estaba en su apogeo. Lo que vamos a referir a continuación, es una recopilación de notas aparecidas en la revista “La Calle” de nuestra ciudad, en sus ediciones del 25 de enero y del 15 de marzo de 1970. Una de ellas lleva la firma de don Hermenegildo E. Aramburo, asiduo colaborador de dicha publicación, que cita a Antonio P. Castro. De acuerdo a dichas notas, el introductor de la vid en nuestra zona fue un vasco francés llamado Juan Jáuregui, popularmente conocido por “Lorda” por el vecindario local.

NOMENCLATOR DE CONCORDIA, Designar al Boulevar Norte con el nombre de Juan Jáuregui. Proyecto presentado en el Concejo Deliberante en su sesión del 17 de agosto de 1896, por Andrés Taborda, por el cual se propiciaba la designación de boulevar Norte (hoy San Lorenzo) con el nombre de Juan Jáuregui, en homenaje al pionero de la vid. El proyecto pasó a estudio de la Comisión de Obras Públicas, la que se expidió favorablemente el 2 de octubre del mismo año, manifestándose en tal oportunidad que “es un deber de gratitud perpetuar la memoria de los hombres que como Jáuregui han prestado señalados servicios a Concordia”. En otro párrafo de dichos fundamentos se señalaba que el mencionado agricultor introdujo “hace unos 34 años la variedad de vitis vinífera” cuyo nombre particular es hasta hoy desconocida en Concordia…” y que fuera la que diera origen al desarrollo de la importante industria. Se destacaba que, con esa variedad, se llegaba al fin de los - 62 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido experimentos que se venían realizando de años atrás, todos estériles, al parecer porque ninguna de las anteriores había podido desarrollarse en estas tierras. La ordenanza fue aprobada, aunque – inexplicablemente – el 18 de diciembre de 1908, el Concejo Deliberante dio nombre a cuatro boulevares que rodeaban la ciudad, haciendo desaparecer el de Juan Jáuregui, sustituyéndolo por el que recuerda el

Boulevar San Lorenzo.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 63 -


Crónicas de un SALTO desconocido

JUAN JÁUREGUI, INTRODUCTOR DE LA VID EN CONCORDIA. (de la Revista CIEN CIUDADES ARGENTINAS 1928). Don Juan Jáuregui nació el 7 de mayo de 1812 en el Pueblo de Yrulegui (Bajos Pirineos, Francia), según reza su fe de nacimiento, en poder de su esposa doña Juana Hualde de Jáuregui, que vive aún, venerada en Concordia.

JUAN JÁUREGUI: Con semillas de naranjas misioneras, conseguidas en el antiguo Hotel de Antonio Otaño, hizo su primer almácigo de naranjas que más tarde y antes de casarse, distribuyó en forma de naranjal, el que aún existe en la quinta de su viuda. Más tarde, en 1861, introdujo las primeras cepas de vid que aún llevan justicieramente su apodo familiar de “uva Lorda”. Su casa, como todas las de su país, tenía un título o nombre y era la suya: Lorda, apodo familiar con que en el Salto y Concordia se conocía a Jáuregui y que quedó como calificativo de la clase de viña que más tarde él introdujo en esta región. Joven de 23 años, se embarcó en Burdeos en 1835, con rumbo a Montevideo donde tenía conocidos, y en compañía de Juan Mouesca (fundador del “Saladero Grande” de Concordia) y de Vicente Saralegui (estanciero en la República Oriental). - 64 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Dedicado al trabajo, después de hacer unos pequeños ahorros en Montevideo, pasó en 1836 al Salto (R.O.), poniendo por su cuenta hornos de ladrillos, a los que se dedicó hasta 1840. Rota las relaciones entre Rosas y Francia en 1837, la Argentina no era propicia para los francéses, quiénes encontraban al contrario en territorio uruguayo, en la persona de Rivera, un Protector. Pero éste tuvo que alejarse, y sobrevinieron las persecuciones en todos los pueblos del Río Uruguay. Como entre los pocos franceses del Salto, se encontraba Juan Jáuregui, se vio éste obligado a abandonar sus intereses, perdiendo como 4.000 pesos oro, y teniendo que pasar el río Uruguay a nado para refugiarse en los montes de la costa donde hoy se alzan los muelles del ferrocarril en Concordia. Desprovisto de todo recurso y laborioso por temperamento, buscó en tierra argentina una ciudad donde desarrollar sus actividades dirigiéndose el mismo año 1840 a Concepción del Uruguay donde instaló nuevamente hornos de ladrillos. Trabajó arduamente hasta 1842, en que Urquiza fue elegido Gobernador de Entre Ríos, siendo entonces llamado a servir en filas del ejército, pues las relaciones con Francia se mantenían rotas y por Ley del año 1821 todo extranjero radicado en la Argentina que tuviese dos años de estadía en el país, debía servir en la Guardia Nacional. Tuvo que servir en el ejército de Urquiza durante ocho largos y penosos años, que gracias a su Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 65 -


Crónicas de un SALTO desconocido carácter pacífico y jovial pudo sobrellevar sin consecuencias para su persona. Hecha la paz entre Rosas y Francia, el año 1850, fueron licenciados los extranjeros que militaban en los ejércitos federales, pasando inmediatamente don Juan Jáuregui al pueblo de ”La Concordia”. Solicitó el mismo año al Juez de Paz de esta localidad tierras para trabajar. Como el interés del Gobierno de Urquiza era poblar estas regiones, le fue concedido lo que pedía, dedicándose a sus trabajos de horno de ladrillos durante casi siete años, en que, además de trabajar se le impuso la obligación de sostener a un reemplazante suyo para servir bajo las armas, cargo conocido entonces como “Personero”. Al finalizar los siete años quedó totalmente libre para dedicarse a sus faenas y fue entonces cuando ampliando sus miras y con una tenacidad propia de su raza, se empeñó en hacer fructificar aquellas tierras abandonadas y arenosas, haciendo el primer plantel de la industria citrícola que se conoció en Concordia. Con semillas de naranjas misioneras, conseguidas en el antiguo Hotel de Antonio Otaño (sito donde hoy se encuentra la confitería el Molino – y actualmente la Oficina de la Comisión de Turismo) hizo su primer almácigo de naranjas que más tarde y antes de casarse, distribuyó en forma de naranjal, el que aún existe en la quinta de su viuda. Más tarde, en 1861, introdujo las primeras cepas de vid que aún llevan justicieramente su apodo familiar de “uva Lorda” tan conocida y cultivada en Concordia. - 66 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

TRADICION DE LA CEPA LORDA Respecto a esta “Cepa Lorda” existe una tradición, grata de recordar, pues esa vid era propiedad inalienable de los antiguos reyes de Francia que poseían grandes y codiciables viñedos de Burdeos, y como los bisabuelos de Juan Jáuregui eran amigos íntimos del administrador de esas viñas reales, había conseguido unos pocos sarmientos de dicha vid con los que formaron el viñedo especial de la casa Lorda en Yrulegui, del cual viñedo encargó Jáuregui 14 sarmientos para su chacra de Concordia, siéndole traídos por Pedro Jáuregui, su sobrino, muy bien guardados en un pequeño cajón. Una vez en Concordia, fueron esos sarmientos pequeños, gracias a la iniciativa de su propietario el principio de una industria que hoy hace honor a Concordia. Casada con Juan Jáuregui en 1862, doña Juana Hualde, laboriosos en incansables ambos, hicieron de su quinta el punto de reunión y de esparcimiento de los antiguos habitantes de Concordia que encontraban en la quinta de Lorda lugar de sincera y patriarcal alegría.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 67 -


Crónicas de un SALTO desconocido

PASCUAL HARRIAGUE Solicita los primeros sarmientos. Su propietario fabricó también el primer vino de Concordia y conocedor de esto un hombre joven y emprendedor, don Pascual Arriague, del Salto, y que veía que esta pequeña plantación podía ser remunerativa si se hacía en gran escala, pidió, en 1871, a Jáuregui que en vez de quemar los sarmientos de la poda se los proporcionara a él. Con tenacidad y constancia plantó un viñedo magnífico cerca del Saladero que poseía en los alrededores del Salto (R.O.), obteniendo en 1886 un resultado espléndido que le dejó 20.000 pesos oro de ganancia. Alentados por el éxito, varios vecinos quisieron comprar a Arriague sarmientos para dedicarse al mismo cultivo en Concordia, y Arriague, hombre noble, les indicó que el Padre de aquella vid estaba en Concordia, que era Juan Jáuregui y que se dirigieran a él para comprar los sarmientos que necesitaban, ya que él, Arriague, estaba rico y don Juan vivía aún de su trabajo y necesitaba ser recompensado. Así lo hicieron y comenzaron los grandes plantíos de viña que adornan los alrededores de Concordia.

- 68 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

1887 - Primer EXPOSICIÓN GENERAL en ENTRE RÍOS En 1887 se hizo la primer exposición general en Entre Ríos, en tiempos del Gobernador Basavilbaso, y los habitantes y autoridades de Concordia vieran que esta era la ocasión de demostrar en algo las industrias y habilidades de la localidad y decidieron intervenir. La quinta de Lorda estaba entre las indicadas para enviar sus productos, pero tropezó con la negativa de don Juan Jáuregui, su dueño, que no quería ostentaciones, porque su industria era para la casa y los amigos, según decía. No obstante esta dificultad, se logró de su esposa, enviar dos muestras del genuino y rico vino Lorda a la exposición, siendo premiado el envío con una espléndida medalla de plata, con un diploma en que se hacía constar que el introductor de la vid en Concordia era don Juan Jáuregui (ambas cosas expedidas en el año 1889 en tiempos del Gobernador Crespo) y con 500 pesos como aliento a la incipiente industria. Don Juan Jáuregui sólo alcanzó a ver el premio de 500 pesos, traído de Paraná y entregado por don José Oriol. La medalla y el Diploma llegaron a manos de su esposa cuando don Juan Jáuregui no existía, pues murió en febrero de 1888. Tales fueron los comienzos de la Vid en Concordia. Además de las producciones de la vid Lorda y de la naranja misionera (o común), que él inició, se le debe también la iniciación de la industria, incipiente como se comprenderá, pero suficiente para demostrar que esta rama de la granja tendría prosperidad en Concordia. A don Juan Jáuregui también se debe el haber previsto el revuelo que alcanzarían las plantaciones de mandarinas en esta región, y si bien él no se dedicó a ellas debido a su Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 69 -


Crónicas de un SALTO desconocido edad, sin embargo, él fue el que aconsejó a su primer cultivador el antiguo vecino de ésta Señor Niez, que después tuvo imitadores, constituyendo hoy una riqueza para Concordia”. Estos antecedentes, nos retrotraen – en lo que respecta a los comienzos de la vitivinicultura en esta zona – al año 1862, aproximadamente. Y solo así puede entenderse que alrededor de 1880 la actividad se hubiera desarrollado al grado que entonces alcanzaba. Según los estudios del Historiador Antonio P. Castro, Juan Jáuregui, se habría establecido para aquella fecha (1864) en nuestra ciudad, instalándose en la Barra del Yuquerí, junto a los hornos de ladrillo de los Arizábal y al Saladero Chico de los hermanos De la Cruz. Por separado, insertamos una nota sobre don Juan Jáuregui, aparecida en la Revista “100 Ciudades Argentinas” editada en 1928. Su ejemplo fue imitado, con posterioridad, por otros concordienses, entre los que destacaron José Oriol, y Gregorio J. Soler, quienes constituyeron una sociedad. La plantación se ubicó en lo que actualmente se conoce como “Pampa Soler”. Aunque la sociedad se disolvió, el señor Oriol continuó con la explotación, y sus vinos fueron premiados en exposiciones que se llevaban a cabo en Paris y en Chicago. Otros nombres relacionados con la vitivinicultura son los de Anselmo Moulins, Ángel Libarona, que se constituyó en una autoridad en la materia, intensificando el cultivo en sus plantíos del Ayuí - , Daniel San Román y Robinson Hermanos. - 70 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Las bodegas locales llegaron a elaborar hasta mil cascos de vino común de doscientos litros cada uno, lo que no solamente satisfacía la demanda de la ciudad, sino que se enviaba para su comercialización en varias poblaciones de Entre Ríos y de Corrientes, como también de Posadas para su venta en toda la Provincia de Misiones. Además del vino común, las principales bodegas producían vinos blancos y Rosados y, en algunos casos, el vino dulce, llamado “de postre”. Uno de estos últimos – productos de la Bodegas Robinson –en botellas de tres cuartos de litro, se vendía en la Capital Federal en los almacenes Harrod`s y Gath y Chaves.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 71 -


Crónicas de un SALTO desconocido

Sub Comisión Regional del Centro Vitivinícola de Concordia

A raíz de una gira emprendida en setiembre de 1910, por el Secretario del Centro Vitivinícola Nacional por la ciudad de Concordia, acompañado por el Director de esta obra, fue promovido entre los industriales y viñateros de aquella región en un movimiento de reacción franca y decidida, tendiente a despertar las energías de los que habían dedicado a la vitivinicultura laudables esfuerzos, encaminando las explotaciones por rumbos más seguros y positivos. Hoy no existen dos opiniones opiniones sobre la posibilidad de levantar la industria vitivinícola entrerriana. A cerca de los medios que a nuestro juicio conviene poner en práctica, nos pronunciamos en los capítulos precedentes de esta parte del álbum. - 72 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido La sub comisión regional, tiene por delante un programa bien amplio, y a de contar con la cooperación decidida de todos los industriales, comerciantes y personas de arraigo de Concordia, Federación y Concepción del Uruguay. En su seno figuran elementos representativos y prestigiosos, sea en la banca, en el comercio, en la industria y en el periodismo. En estos momentos, la Subcomisión se prepara a abordar diversos trabajos para obtener la nacionalización de la Escuela Agropecuaria de Concordia, o su reorganización sobre nuevas bases o en su defecto; el concurso del Gobierno de la Nación, para obtener un enólogo reputado, a fin de que realice estudios en la región sobre los cultivos y aclimatación de cepas y mejoras en la elaboración de vinos. Además, obtener del Gobierno de Entre Ríos, que costée diez becas a jóvenes de la localidad, para cursar en la Escuela Nacional de Vitivinicultura de Mendoza, con el compromiso de servir durante cierto tiempo en la Provincia. La Subcomisión propenderá también a fomentar el crédito y la habilitación de los industriales, en los bancos locales. Sobre su constitución da cuenta la siguiente nota: Concordia Setiembre 16 de 1910. – Al señor Presidente del Centro Vitivinícola Nacional, Doctor Issac M. Chavarría. Buenos Aires. Me es muy grato comunicar a Usted. Que en la reunión celebrada el día 10 del corriente, y previa aceptación de todas las personas designadas por esa comisión nacional, queda definitivamente constituida la Comisión Regional de Concordia en la siguiente forma:

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 73 -


Crónicas de un SALTO desconocido Presidente, señor Alberto Núñez; vice-presidente, señor Sebastián San Román; vocales: señores Jorge Robinson, Ángel Libarona y Juan Tabella. Así mismo me complazco en manifestarle que por unanimidad de votos fue nombrado en efectividad el secretario “ad hoc” señor Damián P. Garat. Saludo a usted con la más distinguida consideración. Alberto Núñez, Presidente – Damián P. Garat, secretario.

BODEGAS ROBINSON Bodegas Robinson, por ejemplo, tenían 29 pipones de roble con una capacidad de cinco mil litros cada uno. Asimismo, había instaladas ocho o diez ánforas de material, forradas interiormente con vidrio y con capacidad de diez mil litros cada una. En estos recipientes se procedía al estacionamiento de los vinos.

LA INDUSTRIAL ENTRERRIANA En 1888 se registra un acontecimiento muy importante: Se funda “La Industrial Entrerriana”, una Sociedad Anónima presidida por don Mariano R. Jurado, e integrada por todos los que se dedicaban a las tareas vitícolas en la zona y en Federación. Esa empresa explotó científicamente la industria del vino en sus tres clases, tinto, rosado y blanco, obtuvieron medallas de oro y otras menciones en la Exposición de Chicago en 1893. De la importancia de la explotación es posible darse una idea si se considera que en 1895, existían cinco millones de plantas en plena producción en esta zona, distribuidas en algo más de mil hectáreas, según cifras publicadas por Antonio P. Castro. - 74 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

Se Crea la Estación enológica en Concordia. En 1911, cuando en los planes del Estado nacional no estaba destruir la producción –por el contrario– se creó en Concordia la Estación Enológica Nacional, que tenía por finalidad “la experimentación y enseñanza con el carácter de establecimiento agrícola industrial, de índole lucrativa y a la vez de demostración”, escribió la investigadora Domínguez. En abandonadas tapias a la vera de la ruta, en toneles marcados por el paso del tiempo, en trapiches que adornan con sus extrañas formas algún jardín, en avisos de diarios que pueblan páginas amarillentas atesoradas en las hemerotecas, pero más que nada en el recuerdo de los viejos colonos está la memoria del vino de Entre Ríos. Una memoria que reconoce un tiempo de plenitud, y su contracara de tristeza e impotencia. El general y su vino Justo José de Urquiza fue un impulsor nato de las plantaciones de viñedos y la elaboración de vinos. En el Palacio San José tuvo más de veinte cepas distintas y allí se elaboraron vinos y licores. Hasta después de la muerte del caudillo se continuó con la fabricación de vino blanco moscatel.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 75 -


Crónicas de un SALTO desconocido

EL PARAISO PERDIDO Varios factores incidieron en la declinación y liquidación de la producción del vino – que debe haberse registrado entre la primera y segunda décadas de este siglo – entre los que no fueron ajenos los intereses mezquinos. Se comentó, en su tiempo que los productores de Mendoza o San Juan intervinieron directamente en esferas del Gobierno Nacional para poner trabas a todo lo que lesionara sus intereses. Como Concordia era una gran competidora, usaron todas sus influencias para lograr su propósito. Así fue como aparecieron disposiciones y controles – en algunos casos, absurdos emanados de las dependencias oficiales, que asfixiaron a los productores. La industria floreciente terminó por desaparecer, a pesar de la labor de muchos años y el tesón de los productores.

- 76 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido

La crisis del siglo XX En 1934, la Ley Nacional Nº 12.137 dispuso la creación de la “Junta Reguladora de Vinos”. La finalidad de este organismo fue desanimar la actividad para fomentar a la región de Cuyo como única productora de vinos. Su actuación entre 1935 y 1943 representó para los entrerrianos un período muy triste El gobierno de Agustín P. Justo terminó con los emprendimientos, cultivos y bodegas, que progresaban sobre las costas del río Uruguay, al impedir -mediante una ley- la comercialización del producto. Los vitivinicultores recuerdan con dolor escenas que hieren sus sentimientos más profundos, cuando pasaban los inspectores perforando toneles de vinos, destruyendo alambiques o arrancando las vides de la tierra.

EL FIN. Entre Ríos tuvo viñedos hasta que la crisis de 1930, pero no la crisis económica –esa que nunca se entiende dónde empieza ni se sabe dónde termina– sino la que adviene con las decisiones tomadas en ese marco del desastre planetario, le puso fin al vino entrerriano. Para hacer frente a la caída de las ventas –determinante para que se registre un exceso de vino– el Gobierno argentino creó una serie de entidades reguladoras de diversas actividades económicas. Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 77 -


Crónicas de un SALTO desconocido Una de ellas fue la Junta Reguladora de Vino, que tuvo una actuación aplastante en nuestra provincia entre los años 1935 y 1943. La decisión era clara: Entre Ríos ya no podía tener su vino. “Cuando se destruyeron los alambiques con picos, después ya no servían, y las viñas tampoco, estaba prohibido hacer vino. Entonces echaron las vacas a los viñedos, cuando era la época buena, que las vacas tenían suficiente pasto, tenían metros, dos de alto los sarmientos, hasta que se perdieron”. El testimonio –recogido por Susana Domínguez– pertenece a Pastor Cettour, un colono que vivió la época con mucha tristeza. Celia Vernaz aporta un panorama al contar que “todos recuerdan de una manera muy dramática la situación de tener que dejar de plantar viña y hacer vino: fue muy dramático”: “Fue una bofetada al productor. Muy triste, y lo sintieron mucho, y lo peor que venga un empleado municipal a romper alambiques y toneles para que no se produzcan más, que se derrame el vino y se pierda el trabajo, que se tire la producción. Fue vergonzoso. Pero a pesar de todo, durante este período de gran producción de vino, se seguía produciendo trigo y lino para el mercado y maíz para el forraje de los animales”, recordó con pesar. Para la condena a muerte del vino de Entre Ríos hubo una conjunción de hechos y decisiones. - 78 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crónicas de un SALTO desconocido Se creó, sí, la Junta Reguladora que fue verdugo, pero no faltaron otros actores: la decisión partió de un Poder Ejecutivo que tuvo acuerdo del senado y un fuerte y sostenido lobby de las provincias cuyanas. De hecho, la Junta actuaba en Buenos Aires pero tenía sede también en Mendoza, San Juan y Río Negro, cuyos funcionarios provinciales integraban el organismo. La decisión de destruir los viñedos partía de la resolución por la cual quedaba prohibido fabricar vinos fuera de las provincias productoras de la materia prima. Entre Ríos cosechaba sus uvas, pero sin embargo fue objeto del más duro ensañamiento. Hubo decisiones que se tomaron afuera de la provincia, pero no faltaron funcionarios locales que ejecutaron la medida con una violencia que nunca se pudo explicar del todo. Los momentos vividos son cuadros dramáticos: familias llorando ante el destrozo general provocado por funcionarios que actuaban como pandillas, eso sí: con carnés del Estado.

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 79 -


Crónicas de un SALTO desconocido

El Ave Fénix surge de entre sus cenizas. Casi 80 años después hay 40 emprendedores en distintos puntos del territorio provincial dedicados a esta actividad, que permitió recuperar la historia de la producción de vinos en Entre Ríos. Tendrían que pasar varias décadas hasta que en 1998 una nueva legislación desreguló la actividad, permitiendo que algunos soñadores, en Entre Ríos, comenzaran a pensar en recorrer una vez más el camino de sus abuelos europeos. En las imágenes siguientes presentamos el Proyecto y Recuperación de la Bodega Robinson, hoy convertidas en el Centro de Eventos y Convenciones, más grande de la Provincia de Entre Ríos, obra del Arquitecto concordiense Juan Alejandro Pipolo.

- 80 -

Crónicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Bodega Robinson Centro de Eventos y Convenciones

Arq. Juan Ricardo Pipolo

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 81 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 82 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 83 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 84 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 85 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 86 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 87 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 88 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 89 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 90 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 91 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 92 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Crรณnicas de un SALTO desconocido

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz

- 93 -


Crรณnicas de un SALTO desconocido

- 94 -

Crรณnicas de un SALTO desconocido - Alberto J. Eguiluz


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.