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Pedro Estevan Alpañes: maestro músico y ebanista para la sociedad salteña de la segunda mitad del siglo XIX

PEDRO ESTEVAN ALPAÑÉS: MAESTRO MÚSICO Y EBANISTA PARA LA SOCIEDAD SAJEÑA DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

Pedro Estevan Alpañés se convirtió en reflejo y parte de la historia de Sax en la segunda mitad del siglo XIX al saber plasmar en sus obras, tanto musicales como de ebanistería, las tendencias artísticas que predominaban en ese momento, convirtiéndolas, a su vez, en testimonios de la historia de Sax en estos momentos tan ricos producidos por el aumento de la vitivinicultura, que hará que Sax se modernice y que aparezca una burguesía que cambiará la fisonomía de la población. En este momento se construirán nuevos barrios y nuevas viviendas que mostrarán las riquezas de sus propietarios, tomando un papel muy importante los elementos de madera, destacando, sobre todo, las puertas de entrada a estas ricas viviendas, que estarían efectuadas por este personaje. Como consecuencia inmediata de este enriquecimiento, Sax vive una época de júbilo, donde también sonará la música para acompañar muchos de los actos que se celebraban y sentando las bases de la destacable cultura musical que tiene la población actualmente.

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Pedro Estevan Alpañés

NOTAS Y VIRUTAS DE SU VIDA

Analizar las obras efectuadas por este artista obliga a adentrarse también en la vida del mismo, lo cual se complementa con los rastros de su actividad que se pueden averiguar en la documentación. Reflejo de la

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actividad administrativa y de su vida como ebanista y director de banda, los archivos hablan de la importancia de este sajeño. Pedro Crisóstomo Estevan Alpañés1 nacería el día 27 de enero del año 1851, siendo bautizado al día siguiente (Martínez, 2009: 10). Hijo del tejedor Pedro Estevan Mira y de Josefa Joaquina Alpañés Martínez y nieto de Pedro Estevan “el tío bellota” y de María del Rosario Mira, por parte paterna, y del carpintero Juan Alpañés Enezo y de Josefa Joaquina Martínez, por parte materna, vive sus primeros años de vida en la calle San Pascual Baylón, nº 2, y, a pesar de cambiar varias veces de domicilio, en 18842 aparece junto a su madre en una petición de un préstamo al Pósito Municipal, donde se da a entender que su casa natal pasaba a ser de su propiedad, lugar donde instalaría, también, en la planta baja, su taller de carpintería. Inmiscuido en la vida local de aquel momento, recibirá una educación en la escuela local de la mano de los maestros de la época (Estevan, 2005: 253), como Pedro Valera Herrero, que estuvo entre los años 1842-1857 (Pedro Estevan asistiría a la escuela con él en la última etapa de la estancia de este profesor), José Candela Miralles, que estuvo de profesor entre 1857-1860, José Braulio Santamaría, que estuvo solamente en el año 1860,

1 Este sería su nombre oficial, pero sería conocido como Pedro o Pedro Estevan Alpañés “mayor” para diferenciarlo de un tocayo suyo, también sajeño, que nacería en el año 1858. 2 A.M.S: caja 900 instancias 362 y 368. José García y Vidas, que permaneció en Sax como profesor entre los años de 1860-1864, y Máximo Herrero Berenguer que estuvo en Sax entre los años 1864 y 1869, siendo posible que con este último finalizara la formación básica de Pedro.

Pedro, su mujer Joaquina y dos de sus hijas (Archivo de Miguel Sánchez Ruzafa).

Esta formación la completaría en su entorno familiar, ya que de su abuelo paterno recibiría las primeras nociones de carpintería y de sus tíos D. Cristobal Estevan Mira y D. Laureano Alpañés Martínez, sacerdotes, aprendería las bases de la cultura clásica que plasmaría en sus piezas de ebanistería. También en estos primeros años de su vida comenzaría a recibir lecciones de música en la escuela de la

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banda local de la mano del director de la misma, Francisco Gil y Gil, donde aprendería a tocar el requinto, por lo que sería también conocido, ya en su etapa como sucesor de su maestro, como “Maestro Requinto" en vez de con el apodo de su familia, “bellota”.

Emilia y Adela, hijas de Pedro y Joaquina, tocando el piano de su padre (Archivo de Miguel Sánchez Ruzafa)

Cuando contaba Pedro con 20 años de edad fue llamado a realizar el servicio militar, tal y como figura en el acta de llamamiento y declaración de soldados del 8 de mayo de 18713, con la referencia: “Pedro Crisóstomo Esteban de Pedro y de Josefa Joaquina Alpañés se presentó y medido resultó tener la

3 A.M.S.: 258/4: Expediente de quintas de la Villa de

Sax, año 1871. talla de un metro setecientos diez milímetros”, y fue declarado soldado al no alegar ninguna exención. Al regresar del servicio militar, decidirá ampliar sus estudios en la Universidad Libre de Murcia, tal y como se refleja en un expediente aparecido en el Archivo Histórico Nacional4. En la Universidad Libre de Murcia estuvo matriculado en el curso de los años 1872-1873 como alumno libre de la carrera universitaria de Filosofía y Letras5 de las asignaturas de Geografía, Metafísica, Historia de España, Historia Universal, Lengua Griega, Literatura Griega, Estudios críticos sobre autores griegos y Lengua Árabe, aprobando las cuatro primeras asignaturas. Pedro quería continuar sus estudios, pero tendría que trasladarse a la Universidad Central de Madrid porque la Universidad Libre de Murcia cerró sus puertas en el año 1874, debido al Decreto publicado el día 29 de julio de ese año por el que las universidades subvencionadas por el Estado, la provincia o el municipio pasaban a ser públicas u oficiales, exigiéndoles equipararse en categoría y dotación de medios a los centros universitarios estatales (Peset Reig y Peset Reig, 1992), lo que no podía permitirse este centro murciano. Entonces, Pedro Estevan solicitó la matrícula en la Universidad Central de

4 ES. 28079.AHN/1.2.2.1.73.5.1/UNIVERSIDADES,6497,

EXP.9

5

http://www.um.es/universidad/historia-umu/desarroll o/1869.php

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Madrid, habiendo sido autorizado previamente por el rector de la Universidad de Murcia, para ser examinado de las asignaturas de Literatura Griega, Hebreo, Lengua Griega y Crítica de Autores Griegos, siendo aceptado el día 27 de octubre del año 1874. A pesar de esto, ya no se encuentra documentación referente a la continuación de estos estudios, ya que en 1874 figura en la documentación (Vázquez, 2005: 36) que contraería matrimonio con Joaquina Gil Carrión en la Parroquia sajeña de Ntra. Sra. de la Asunción. Su ahora mujer era hija de Joaquín Gil y Ana María Teresa Carrión, labradores. De este matrimonio nacerían tres hijas: Emilia (1876-1907), casada con Julio Moreno Peláez, Adela (18791950), soltera y con las dotes musicales de su padre, y Marina (1891-1966) casada con Manuel Ruzafa Moscoso6 . En estos momentos comenzaría a trabajar en los dos oficios por los que será conocido, la carpinteríaebanistería y la música. En el año 1875 (Vázquez, 2005: 36), un año después de su matrimonio, accedería a la dirección de la banda de Sax, que abandonaría en el año 1914, cuando decide trasladarse, como muchos sajeños, a Orán, donde su hija Adela

6quien promovería desde la presidencia de la, refundada bajo su presidencia, banda de “La Unión Musical y Artística de Sax” el día 20 de julio del año 1952, con un año de error, un homenaje por el centenario del nacimiento de su suegro, con la instalación de una placa conmemorativa en la fachada de su vivienda y promovería que el pasodoble “Sax” del Maestro Requinto pasara a ser el himno de la localidad homónima. trabajaba como profesora de piano. Falleció en Orán (Argelia) el 14 de agosto de 1934, a los ochenta y tres años, siendo enterrado también allí, en tierras africanas.

EL MAESTRO REQUINTO, SU BANDA Y SU MÚSICA

Como maestro músico ya hemos comentado que comenzó tempranamente su formación musical. Coetáneo del villenense Ruperto Chapí, con quien tuvo una estrecha amistad, estuvo tentando a unirse a este a salir de su “patria chica” y a hacer de su música lo que hizo su amigo. Aparte de director fue también compositor de música religiosa (Martínez, 2009: 12) polifónica, destacando, sobre todo, la composición de villancicos. También fue compositor de pasodobles, mazurcas, valses, chotis, gavotas, polkas, habaneras y marchas fúnebres, entre otras tipologías de obras, destacando en este caso las composiciones dedicadas a su familia y a su pueblo y la abundante cantidad de obras donde da un protagonismo especial a la voz del soprano. Algunas de estas obras están acompañadas de la letra de Juan Antonio Jijón y Bernardo Pérez Bernabé. En el año 1875 aparece en la documentación ya como director de la banda, habiendo sido ya conocido por tocar con el requinto. Son muchas las actuaciones que efectuará esta banda bajo la dirección del Maestro Requinto (Martínez, 2009: 10), pero como

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ejemplo podemos citar que en el año 1900, en el borrador de gastos del Ayuntamiento7, aparece que la banda del Maestro Requinto actuaría por lo menos los días 12 de febrero en la festividad de Santa Eulalia, en la Semana Santa, que le pagaron a Pedro el 17 de abril, en la festividad de Nuestra Señora de los Frutos, y en el Segundo Día de Navidad, posiblemente en el Cabildo. Además, como apunta Vicente Vázquez (Vázquez, 2008: 54), también realizaban conciertos al aire libre en la Plaza del Parador, actual Plaza Cervantes, sobre todo en la estación estival. También el Ayuntamiento podía requerir de los servicios de la banda para otras actuaciones extraordinarias como para conmemorar la coronación del rey Alfonso XII el 4 de mayo de 1876.

Sociedad Musical la Primitiva, con el Maestro Requinto al frente.

7 A.M.S.: 140/5

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En el año 1887 se inauguraba un nuevo teatro, el Teatro Echegaray, que modernizaría las propuestas culturales existentes hasta entonces en la localidad, creándose aquí, en el año 1889, una sección musical que rivalizaría desde entonces con la banda ya existente. Esta nueva banda se conocería como “La Banda del Teatro”, “La Nueva” o “La Moderna”, pasándose a conocer la otra como “La Primitiva”, “La Vieja” o “La banda del Maestro Requinto”. En el año 1909, con la presidencia de Pedro Barceló Alpañés, “el rojo”, la Primitiva pasaría a denominarse “Sociedad Musical La Primitiva”, inmortalizándose este momento con la fotografía que se efectuó de la banda de 41 músicos rodeando al Maestro Requinto, siendo esta la primera y única fotografía en la que aparece Pedro Estevan Alpañés como maestro músico. Desde este momento comenzaría una lucha por ocupar el puesto de banda oficial del Ayuntamiento, que dependía de la tendencia política que ocupara el poder local, eligiendo a “la Moderna”, si eran los liberales, o a “la Primitiva” si eran conservadores. Tal y como dice Joaquín Senabre Serra (Senabre, 2008: 39): “(…) cada bando tenía su música, mientras unos ejercían el poder la banda de la “oposición” colgaba sus instrumentos hasta la llegada de nuevas elecciones. Y si triunfaban, a poner en activo los instrumentos y a colgar los suyos el bando perdedor”. En el año 1914, Pedro Estevan Alpañés abandonaba la dirección de su banda, dejando un gran legado que, poco a poco, se va conociendo. La banda seguiría con sus enfrentamientos con la Moderna hasta que en el año 1929 acordarían aparcar las diferencias y unirse, formando la “Sociedad Musical La Unión”, tras la interpretación conjunta del pasodoble “El Agüero”, de J. Franco.

GRANDES PROPIETARIOS Y CLIENTES

Pedro Estevan Alpañés nació en el momento en que comenzaba a formarse una burguesía debido al incremento de la vitivinicultura sajeña. Aparte de maestro músico, Pedro Estevan Alpañés se convirtió también en un reputado carpintero-ebanista que era requerido tanto por el Ayuntamiento como por la alta clase social para que, a través de sus obras, mostrara la riqueza que tenían los inquilinos de las viviendas. En los años cincuenta del siglo XIX, los viñedos franceses se vieron afectados por la epidemia de Odium tuckeri, produciéndose un desplazamiento de la demanda de vino hacia el valle del río Vinalopó, lo que produjo un aumento de la producción. A esto se une que en los años ochenta de la misma centuria, los mismos viñedos franceses se vieron afectados también por la filoxera (Giménez, 2008: 14). Es en este momento cuando se produce el punto álgido de la vitivinicultura del Vinalopó, uniéndose

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a todo esto la aparición del ferrocarril en el año 1858, que permitiría dirigir los caldos sajeños hacia el centro de la Península y hacia el exterior de España, por el puerto de Alicante, a través de la línea ferroviaria MadridZaragoza-Alicante que ahora se inauguraba. Concretamente en Sax se inauguraba el día 25 de mayo con la presencia de la reina Isabel II y todo su séquito, que viajaban en ese primer viaje inaugural8. Esperando al séquito real, y tal como figura en el acta del 30 de mayo, se encontraba una gran cantidad de sajeños que, ataviados con sus mejores galas, hicieron que la reina estuviera más tiempo del establecido en el protocolo, de cinco minutos a treinta y tres, ya que le obsequiaron con múltiples regalos, en agradecimiento de los cuales donó a Sax dinero para los pobres y para el hospital. A la estación sajeña deberían acudir también los pasajeros de Castalla, Salinas o también Onil, por lo que se consideraba una estación de tercera categoría (Linares, 2008: 11), aunque el impacto en la economía local fue de primer orden. Todos estos hechos hicieron que la fisonomía de la población variara, debido a que se construyó un nuevo barrio destinado a los servicios de la estación del ferrocarril y se comenzó a expandir la población hacia el oeste con el principio de la construcción del Vilage. Además, tanto la implantación del ferrocarril como el aumento del

8 A.M.S.: Acta del Ayuntamiento del 30 de mayo del año 1858. cultivo de la vid, comenzaron a traer beneficios, lo que se notó en la calidad y cantidad de las construcciones que se levantarían en este momento, destacando, sobre todo, las viviendas de la Calle Mayor, aunque también las de la Calle Asunción, actual Médico Cortés; la Calle Ancha, actual Calle Castelar; la Plaza del Hoyo; la Plaza del Parador, actual Plaza Cervantes y la Plaza del Ayuntamiento. Estas calles y plazas serían más anchas y rectas que las que ocuparía el resto de la población, tanto autóctonos como inmigrantes, además de estar empedradas, embaldosadas, arboladas e iluminadas (Ponce, 2008: 27). Estas no serían las únicas construcciones que mostrarían la ostentación de los grandes propietarios, sino que también se construirían otros edificios como el teatro Echegaray o el casino. El primer edificio se convirtió, como hemos visto, en uno de los principales núcleos culturales de la población (Martínez, 2005: 46), tanto por surgir en su seno la banda de “la Moderna”, como por interpretarse en su escenario obras pertenecientes a las compañías de Luis Peña, J. Santacana, o María Guerrero, el ventrílocuo Paco Sanz, la compañía de revista de Juan Boti, o la compañía local de aficionados dirigida por Ángel Villoldo y José Sánchez que dieron a conocer todo el repertorio zarzuelístico y revistil del momento. El casino (Vázquez, 2005b: 218), o “Nuevo Casino de Sax”, tal y como figura en el archivo de la familia

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Valdés, se construiría en 1869, por la Sociedad Agrícola de los grandes y medianos terratenientes, como centro de reunión, lúdico y cultural. En el casino se formó una sociedad según las bases del reglamento formado en junta general de accionistas el día 24 de agosto del año 1897, el cual fue aprobado por el gobernador de la provincia de Alicante el día 30 del mismo mes. El título de socio de la sociedad del casino de Sax era un título en propiedad y transferible con arreglo a lo que se disponía en el artículo 8 de esa misma sociedad. La Calle Mayor se convertiría en la vía urbana más destacada en esta segunda mitad del siglo XIX, debido a que en ella habitarían los más importantes personajes del momento. La Calle Mayor de Sax comienza a construirse en torno a un camino de tierra que actuaría como circunvalación de la población, encajándose entre la Iglesia Parroquial y el Ayuntamiento, y entre el caserío del siglo XVII y la red de riego y abastecimiento de agua, el Hilo del Lugar, y dirigiéndose desde la Plaza del Parador, centro de la población donde confluyen los caminos que venían desde Salinas, Murcia y Elda (Ponce, 2005: 220), hacia el camino de Castalla y, ahora también, hacia la estación de ferrocarril por el puente del Picayo. Debido a estas circunstancias, el eje que va desde la plaza Cervantes, antigua plaza del Parador, por la calle Médico Cortés y pasa por la Calle Mayor hacia el puente Picayo se convertirá en el eje más importante de la población en este siglo. En este recorrido se construirán las viviendas más ricas, pertenecientes a los grandes terratenientes que poseerán varias fincas en el entorno de la población, además de bodegas, casas de recreo, caballerizas y demás ostentaciones de su riqueza, requiriendo los trabajos del ebanistacarpintero Pedro Estevan Alpañés para la realización de las puertas, ventanas y demás elementos muebles que conformarían el mobiliario de la vivienda. En este recorrido destacan varias viviendas cuyos propietarios se convirtieron en clientes de Pedro Estevan Alpañés, como se puede apreciar en las características de las obras de carpintería y ebanistería que analizaremos. En la plaza Cervantes, adornada con su magnífica fuente colocada en el año 1845, se encuentra un edificio que merece nuestra atención. En él vivió Pascual Carrión, siendo construido por su padre, al poco de nacer él, en el año 1898, tal y como figura en la parte superior de la puerta. Ahora la vivienda ha sido dividida en distintas propiedades, aunque conserva su apariencia externa, además de su puerta, ya que en los bajos de este edificio se instaló una entidad bancaria que, damos gracias por ello, ha conservado esta puerta. En la plaza de la Constitución, bastante cambiada a como era en el siglo XIX, destaca que en el edificio

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del ayuntamiento se hayan conservado dos elementos que se encontraban en el anterior edificio construido en el año 1883. Estos elementos son un escudo de piedra y la magnífica puerta que conserva, también efectuada por Pedro Estevan Alpañés. En la misma plaza se conserva el único edificio del siglo XIX de la misma, la actual sede de la comparsa de Garibaldinos, la cual aún conserva otra puerta efectuada por Alpañés. Esta vivienda, según los cuadernos de comprobación de la riqueza urbana del año 18939 , perteneció a José Marco Torreblanca. Este mismo personaje poseía distintas viviendas en un mismo momento. En los citados cuadernos aparece que tenía la vivienda que hemos comentado, numerada con el número dos de la plaza, una casa que pertenecía a su madre, la actual sede de la Mayordomía de San Blas, en la calle Asunción, actual Médico Cortés, y otra gran vivienda en frente de esta, que según estos cuadernos, tenía el número siete de la calle y lindaba con la calle del Hoyo, actual calle Chapí.

9 A.M.S.: 42/22: Cuadernos de comprobación de la riqueza urbana de la población del año 1893. Se relacionan las casas de las calles Constitución,

Mayor, Puente, Barrio de la Estación, Aurora,

Montepío, San Antonio y Retiro. “Plano de fachada para la casa que proyecta reedificar en la Calle Mayor de la Villa de Sax el señor D. Tomás Bernabé”. Firmado en Coruña el día 10 de enero de 1885 por A. Calvito de las Bárcenas.

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En la calle Mayor se instalaron los principales personajes del momento que aglutinarían en sus manos el poder político, económico y cultural de la localidad (Hellín, 2008: 35). En pleno auge del siglo XIX en Sax, en el año 189310, se pueden encontrar como propietarios en la Calle Mayor a Juan José Ochoa, Bernardo Pérez Rodríguez, Asunción Marco, Rosa Gil Pérez, María Antonia Antolín Barceló, Mariana Gil Barceló, Ana María Carrión, Rosa Lagals, José Herrero Richarte, José Ochoa Carrión, Josefa Joaquina Herrero, José Joaquín Cremades Miralles, Rosario Estevan Hellín, Milagros Sarrió, Joaquina Herrero Ochoa, Pedro Estevan Alpañés, Mariana Hellín, Diego Ortíz Díaz, Josefa Valdés Torreblanca, Pascual Giles Fernández. De entre estos propietarios de viviendas de la Calle Mayor de Sax destacan los que poseían en la misma más de una propiedad. Así pues destacan con dos propiedades Magdalena Macia, Francisco Estevan Torreblanca, Joaquín Senabre Calatayud y Librada Senabre Calatayud, mientras que con tres viviendas solamente se encuentra en este momento Tomás Bernabé Gil, de entre las cuales destaca su vivienda principal, marcada con el número 24. En cambio, los grandes propietarios de este eje viario serían en este momento Secundino Senabre Gil, del cual destacan las reuniones que se efectuaban en su vivienda marcada con el número 4, y Francisco Estevan Mira, del cual destaca la vivienda número 36, antes 34, de esta misma calle.

Puerta de la vivienda de Tomás Bernabé Gil, actual sede de los Caballeros de Cardona. (calle Mayor nº 24)

10 A.M.S.: Cuadernos de comprobación de la riqueza urbana de 1893 (42/22)

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Son destacables en estas viviendas sus huertos, donde se aglutinaría la actividad social de la zona y donde se realizarían reuniones de distintos temas, destacando, por encima de todas, las que se realizaban en el huerto de una de las casas donde vivió Emilio Castelar, presidente de la Primera República en 1873-1874 (Valero, 2008 : 39). La casa estaba marcada con el número cuatro y pertenecía a su amigo Secundino Senabre (Alfonso, 1931). En esta casa, además de reunirse las personas enriquecidas por las vides en torno a este personaje, también solían asistir otros personajes importantes del panorama cultural y político nacional, como Azorín o Blasco Ibañez, como muestran las fotografías existentes de estos momentos. Estos huertos-jardines bien podrían estar destinados al cultivo o podrían estar más o menos ornamentados con fuentes, paseos cubiertos, merenderos o especies vegetales como las palmeras datileras, que empiezan a proliferar en los jardines en este momento. En la Calle Mayor destacan varios propietarios, sobre todo por la vinculación con el trabajo realizado por Pedro Estevan Alpañés y por ser las viviendas más lujosas. Destacan, en primer lugar, las viviendas pertenecientes a Francisco Estevan Mira, también conocido como “Frasquito el Bellota”, tío de Pedro Estevan Alpañés. Esta persona podría haber llegado a poseer hasta seis

Puerta de la sede de la comparsa de Garibaldinos (plaza de la Constitución nº 2)

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viviendas en la misma calle, seguramente no al mismo tiempo, apareciendo en la documentación que en 187811 tenía las casas marcadas entonces con los números 23 y 24, en 189312 tenía las viviendas del número 29 , 26 y 21, y que en 1909

13, vivía en

el número 34. La otra vivienda que destaca en la Calle Mayor es la que se encuentra marcada por el número 24. Esta vivienda era propiedad de Tomás Bernabé Gil y fue proyectada como un auténtico palacete. Lo más destacable del proyecto, y de lo que se tiene constancia documental en el archivo de la comparsa que ocupa ahora el edificio, fue la elaboración de la fachada. La fachada fue proyectada por el arquitecto coruñés A. Calvito de las Bárcenas, quien lo firma en Coruña el día 10 de enero del año 1885. La fachada proyectada era muy semejante a la actual, pero resalta en este proyecto, sobre todo, la incorporación de unos elementos decorativos como remate en la parte superior, estando formados éstos por una peineta central donde estarían las iniciales del propietario y cuatro copas, que se utilizarían como maceteros y que se colocarían coincidiendo con las pilastras adosadas que se encuentran en la fachada. Si el aspecto actual de la obra ya es bastante rico, con este proyecto la fachada hubiera sido más destacable, pero los elementos de remate no se hubieran apreciado bien, debido a la estrechez de la Calle Mayor.

Puerta de la casa natal de Pedro Estevan Alpañés, calle San Pascual Baylón nº 2 (fotografía de Antonio Martínez Castillo)

11 A.H.M.S.: Caja 900, instancias 1878 12 A.H.M.S.: Cuadernos de comprobación de la riqueza urbana de 1893 (42/22) 13 A.H.M.S.: rectificación del empadronamiento de habitantes de Sax de 1909 (216/4)

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En el interior de esta vivienda se pueden apreciar aún las divisiones espaciales14 originales, por lo que esta se convierte en ejemplo de cómo sería

Batiente de la puerta de la que fue casa de Pascual Carrión (plaza Cervantes)

14 La visita a esta vivienda la realizamos en los meses de invierno del año 2010, por lo que ahora puede que algunos de estos elementos hayan variado, ya que en su página web publicaron las reformas que estaban efectuando para la mayor comodidad de los miembros de la comparsa. una gran vivienda de la segunda mitad del siglo XIX de Sax. La planta inferior se encuentra bastante cambiada, pero las dos plantas superiores presentan todos estos elementos. Según las viviendas marcadas con los números 36 y 37, la entrada a la vivienda se efectuaría a través de un zaguán. En estos dos casos el zaguán se separa del resto de la vivienda a través de una puerta, en el primer caso de forja, con las iniciales de su propietario y en la segunda de madera, siendo esta una obra destacable de carpintería y ebanistería donde se encuentra la mano de Pedro Estevan en distintos aspectos, sobre todo en el coronamiento de la puerta. Al atravesar esta puerta ya se accedería a la planta baja, donde estaría el servicio, y a la escalera de acceso a las plantas superiores. En el caso de la vivienda número 24 el acceso a la segunda planta se efectúa por una gran escalera decorada con forja, con una magnífica balaustrada, y con un embaldosado del suelo con decoración de espigado en la parte baja de los escalones y de rombos en la parte frontal. La segunda planta destaca por ser la parte principal de la vivienda. El gran salón que preside la planta destaca por sus molduras tanto en el techo como en las paredes, sus puertas y la combinación de distintos tipos decorativos en el suelo, con una parte central con rombos, cuadrados y rosetas de cuatro

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puntas, una franja que rodea toda la sala de espigado con efecto de luz y sombras con la combinación de dos tonos de amarillo, y otra franja que rodea toda la sala, pegada a la pared, de ajedrezado. Toda la decoración del suelo está efectuada pieza a pieza, por lo que este pavimento se podría considerar como una obra de arte, pues pocos suelos se conservan de este tipo y en estas condiciones de conservación. Esta estancia se encuentra rodeada por otras más pequeñas. Mirando hacia el sur se encuentran a la izquierda dos estancias que actuarían como alcobas, mientras que al frente se encuentra una estancia, separada del salón por una puerta acristalada, donde se encontraría el servicio de concina. Fuera de este conjunto, ya en el rellano, se accede a un pasillo donde se encuentran otra serie de habitaciones, donde se instalarían las alcobas principales de la vivienda. La tercera planta es la que estaba dedicada a cambra. Las pequeñas ventanas se acercan al suelo y se puede observar la disposición de las vigas para formar una cubierta a dos aguas, y hasta la forma constructiva a través del desgaste de las paredes, desde dentro a fuera, las vigas, una capa de paja y las tejas, que se encuentran rellenas de argamasa y fragmentos de cerámica. En el sótano se puede observar la estructura de cimentación de la vivienda. A través de unos pilares maestros se sujeta la estructura, siendo estos más gruesos que el resto, y estando efectuados con sillares o mampostería recubiertos de ladrillo macizo y enlucidos. Los bajos de esta vivienda fueron utilizados como bodega, pero también como cuadras, en un determinado momento, y aún se puede observar la puerta de salida al patio. En el patio se puede apreciar la estructura en terrazas de la parte posterior de la vivienda que también estaba presente en la casa de Alberto Sols y en la casa de Francisco Estevan Mira, pero estas terrazas conservan su apariencia de galería que comunica las estancias de una misma planta. El Hilo del Lugar no pasa por fuera de la vivienda, en el patio, como ocurre con otras viviendas de la misma calle, sino que se introduce en el sótano, estando aún visible.

LA OBRA DEL CARPINTEROEBANISTA PEDRO ESTEVAN

La alta sociedad sajeña de la segunda mitad del siglo XIX acudiría al taller de Pedro Estevan Alpañés para que le realizaran las obras de ebanistería y carpintería que decorarían sus viviendas.

Puerta de la vivienda de Francisco Estevan Mira, en la calle Mayor nº 36 (fotografía de Antonio Martínez Castillo).

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En cuento a carpintería simple podríamos encontrar como ejemplos los que se observan en la que fuera casa de Tomás Bernabé, ahora sede de la comparsa de Caballeros de Cardona. Destacan, sobre todo, las puertas y ventanas, donde son identificables las formas que normalmente utilizaba Pedro Estevan. Dentro ya de la ebanistería, destacan, por encima de todo, las puertas que realizó para estas ricas viviendas. En ellas se puede apreciar una tendencia artística mixta entre el romanticismo, por la representación de formas clásicas, y el naturalismo, por la combinación con lo clásico de formas naturales, sobre todo vegetales. Todas sus obras tienen unas características semejantes, estando compuestas estas puertas por dos batientes gemelas separadas por una columna aparentemente fija que se une a la parte superior. Toda la puerta se puede abrir, dejando todo el vano de la puerta libre, pasando la columna a la parte derecha. Igualmente, la parte superior se puede abrir por dentro, dejando la columna en el centro unida al frontón. Las dos batientes se encuentran divididas en tres cuerpos, los cuales se separan uno del otro a través de una cornisa o un frontón de tendencia triangular. En la cornisa más baja se encuentra un tirador y en el cuerpo central se encuentra el picaporte. La columna, por su parte, actúa como parteluz y se encuentra unida al cuerpo superior de las batientes, simulando que sujeta la parte con la que hace contacto con la obra del edificio. En la parte inferior se puede encontrar un rosetón circular con elementos vegetales, como en la casa de Francisco Estevan Mira, o cuadrado, como en la de Pascual Carrión, o dos cuerpos rectangulares, como en las puertas del Ayuntamiento o en las de las casas sedes de las comparsas de Garibaldinos y Caballeros de Cardona.

Mascarón antropomorfo del zaguán de la vivienda número 37 de la calle Mayor.

En el centro, en la mayoría de los casos, presenta unas guirnaldas vegetales que juegan en torno al picaporte y que se encuentran labradas en la madera, salvo en algunos casos

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como en la casa de Francisco Estevan Mira, donde estos elementos se encuentran en relieve. La mayoría de las puertas se encuentran decoradas con un frontón de tendencia triangular que se encuentra en su centro partido, incorporando algún elemento como volutas o jarrones de distintos tipos. Todas estas puertas son importantes obras de arte dignas de ser conservadas, pero sobre todas destacan, principalmente, dos, aunque también hay que resaltar que también efectuó una puerta para su propia casa, la de la calle San Pascual, que responde a las mismas características que hemos visto, pero añadiendo, en vez de dos cuerpos rectangulares en la parte inferior, tres, y en la parte superior un cuadrado que se decora en las esquinas, al igual que el elemento central con unos cuadros que enmarcan una forma oval en su centro. Una de las puertas más singulares dentro de la obra de Pedro Estevan Alpañés es la que se encuentra en la que fue vivienda de Francisco Estevan Mira, en la calle Mayor número 36, actual, que fue efectuada en el año 1882. Sobre todo destaca en esta obra la gran complejidad en su elaboración y el gran relieve en el que se encuentran las figuras. La columna sobresale casi completamente de la obra, haciendo que todo el conjunto sobresalga del plano de la puerta excesivamente. Esta columna presenta una basa muy desarrollada con un extenso fuste liso que, al finalizar el cuerpo inferior, pasa a ser estriado, estando coronado por un capitel mixto, con una parte jónica, con las hojas de acanto, y la parte superior corintia, con volutas y no llegando al final de la puerta, dejando un espacio vacío donde el artista incorporó un elemento decorativo. En la parte inferior de las batientes destaca un elemento circular dentro de un cuadrado. El círculo podría recordar, de alguna forma, a un escudo, que se encuentra fijado por un elemento central que sobresale sobre todos y que está rodeado por un juego de hojas de acanto y unos radios. En la parte central, donde el artista pretende reformar el rectángulo incorporándole curvas, destaca el elemento central. Es un mascaron antropomórfico que se encuentra coronado por una palmeta y dos herraduras abiertas, además de estar rodeado de vegetación. Puede que no signifique nada, pero por sus características de hombre mayor, marcado por las arrugas y por la vegetación, podría ser una representación del dios Baco, o Dionisio, relacionado con el vino. Encima de la cornisa, se encuentran dentro de unos óvalos las iniciales del nombre del propietario de la casa, “F”, de Francisco, y “E”, de Estevan, las cuales se encuentran rodeadas por unos zarcillos de acanto (Meyer, 1976). En la parte superior se observa una cabeza femenina con una tiara sobre su cabeza, que lleva en el cuello un collar, pudiendo representar a la diosa Hera, simbolizada por una

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tiara y por el pavo, que podría estar representado en la parte superior de la columna con unas plumas. El elemento de las figuras femeninas lo empleará para otras obras también para el mismo propietario, como son las de las viviendas de la calle Mayor número 35 y 37, colocándolas en las cornisas superiores.

Elemento zoomorfo de bulto redondo (Archivo de Miguel Sánchez Ruzafa).

Esas dos puertas son gemelas, aunque la del número 37 se encuentra en un estado de conservación pésimo, e irreparable, por el efecto de la carcoma. Estas figuras antropomorfas destacan dentro de su obra por la gran calidad de su factura, apareciendo en estas dos obras en un semi-bulto redondo, donde sobresalen a su vez las facciones serias de la imagen, con unas marcadas pupilas, y el tratamiento del cabello, las joyas y las telas. Dentro de la vivienda número 37 se encuentra en el zaguán un coronamiento de una puerta donde Pedro Estevan Alpañés también demuestra una gran maestría en los elementos de bulto redondo.

Este elemento es un mascarón antropomorfo que recuerda al “dios Baco” de la vivienda número 36. Dentro de las imágenes de bulto redondo también hay que destacar una figura que se encuentra dentro del legado de Pedro Estevan Alpañés, en posesión de su bisnieto Miguel Sánchez Ruzafa.

Puerta del edificio del Ayuntamiento de Sax.

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Esta figura muestra la gran maestría en la talla que demostró nuestro protagonista, demostrando, también, su gran formación en la talla naturalista al dar forma a este ser zoomorfo,posiblemente un dragón, donde juega con la elaboración de distintas texturas, tanto de la piel como del cabello o los dientes y los ojos del animal. La otra puerta que destaca dentro de sus obras de arte se encuentra en el edificio del Ayuntamiento. Esta puerta no se encontraba en este edificio desde el principio, sino que pertenecía, igual que el escudo que se encuentra en el balcón, al anterior edificio. Ese edificio fue efectuado en el año 1882, cuando era alcalde Tomás Bernabé Gil, siendo inaugurado al año siguiente. En la puerta destacan las características generales que ya hemos visto, pero sobre todo destaca que es un documento histórico fechado con exactitud, en 1883, de ahí su importancia. Esta puerta presenta la novedad de incorporar el rombo, como se observa en los tiradores, y los triángulos, que combina con el cuadrado y el rectángulo, para deformarlos en su parte superior e inferior y darle volumen a las formas. No fue este el único trabajo que efectuó Pedro Estevan Alpañés para el Ayuntamiento de Sax. Según el libro de intervenciones de los años de 1876 a 1880

15, el 16 de abril del año 1876 se le pagó a Pedro Estevan Alpañés “carpintero, importe de la composición hecha en los dos tarimones de los bancos que ocupa el Ayuntamiento en la iglesia parroquial” y al mismo también le pagaron “por el importe de cien cajones de madera colocados en los árboles de las alamedas públicas de esta villa”. También efectuó algún mueble para el Ayuntamiento, tal y como consta en el borrador del diario de gastos del Ayuntamiento de Sax del año 1900. Por último se debe destacar el trabajo más importante que efectuó nuestro protagonista para el Ayuntamiento que fue la elaboración de un puente provisional donde se encontraba el puente Picayo de piedra. Este puente era el que unía la calle Mayor con el barrio de la estación, por lo que era muy importante. La elaboración del puente provisional se debe a que, tras varias riadas del río Vinalopó, destacando sobre todo las de 1898 y 1899, el puente quedó prácticamente destruido. Querían haber efectuado un puente definitivo de hierro, pero no se pudo hasta el año 1925.

15 A.M.S.: 127: libro de intervenciones, ingresos y gastos de los años 1876 a 1880.

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El puente provisional de madera efectuado por Pedro Estevan Alpañés (Archivo de la Asociación de Estudios Sajeños- Amigos de la Historia de Sax).

Mientras tanto Pedro efectuó un puente provisional instalado en 1900 que, por su carácter provisional, tuvo que ser reparado varias veces. Concretamente este trabajo no aparece en la documentación, pero es conocido por la tradición oral de la población. En la documentación sí que se encuentra algún apunte que puede hacer referencia a este trabajo de una forma un poco confusa. En el borrador del diario de gastos del Ayuntamiento de Sax del año 190016 , aparece en el día dos de octubre se le pagó “a Pedro Estevan Alpañés, mayor, oficial temporero, por un haber correspondiente del mes de septiembre último”, lo que significa que fue contratado temporalmente por el Ayuntamiento. En otro punto, aunque no hace referencia a él, se especifica que se estaba reparando el puente Picayo de esta forma el día 8

16 A.M.S.: 140/5: libro borrador de gastos correspondientes a 1900

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de junio del año 1900: “a la comisión de obras publicas importe de los gastos ocurridos en pintar el puente denominado Picayo, compra y colocación de estacas en el río para el resguardo de dicho puente cuyas obras fueron acordadas en reunión de 21 de enero último”. A partir de este momento ya no se encuentran más noticias referentes a la actividad de carpintero-ebanista de Pedro Estevan Alpañés. A partir de este año, de 1900, la situación en Sax y en el Vinalopó cambiaría radicalmente, puesto que los viñedos franceses se recuperarían y se activarían, también, los viñedos de Argelia, por lo que la demanda vitivinícola europea se trasladaría a estos lugares. Todo esto coincide con la llegada de la plaga de filoxera a los viñedos de nuestra zona, lo que provocará la partida de muchos sajeños a América o a Argelia y un descenso considerable en la población. Músico y ebanista para la sociedad sajeña de la segunda mitad del siglo XIX, Pedro Estevan no fue uno de los grandes propietarios que gobernaron la vida de Sax durante la segunda mitad del siglo XIX, pero también sufriría esta situación del año 1900, tanto es así que parte de su familia se trasladó a Orán, a donde él iría en el año 1914 para no volver más a su tierra. Esta fue la vida y este el trabajo de este hombre, de este artista, que merece ser recordado por la historia. La historia no la hacen los poderosos, sino todos los que se encuentran detrás de ellos, que hacen que esos ciertos personajes destaquen en ciertas ocasiones. Así, con el estudio de todos estos elementos hemos podido ver como a través del análisis de las muestras que ha dejado la historia a lo largo del tiempo se puede estudiar una sociedad o una persona. Hemos podido comprobar cómo estos edificios, con todos sus elementos, puertas incluidas, por supuesto, merecen ser conservados, pues son una parte muy importante de la historia de Sax y sobre todo hemos demostrado que personajes como este merecen un lugar en la historia de nuestras poblaciones.

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