Las claves de The Spirit
Vallejo, Eduardo Martínez-Pinna (1961-) Las claves de «The Spirit» : Will Eisner : de pionero a clásico / Eduardo Martínez-Pinna. – [León] : Servicio de Publicaciones de la Universidad de León : EOLAS, [2018] 201 p. : il. col. y bl. y n. ;22 cm, ; 26 cm. – (Grafikalismos ; n. 4) Bibliogr.: p. 193-202 ISBN 978-84-9773-926-9 (Universidad de León) ; 978-84-17315-19-1 (EOLAS Ediciones) 1. Eisner, Will (1917-2005). Spirit-Crítica e interpretación. 2. Historietas dibujadas-Historia y crítica. I. Universidad de León. Servicio de Publicaciones. II. Título, III. Serie 821.111(73) Eisner, Will 7 Spirit .07 741.5 Eisner, Will 82-91.09
Colección Grafikalismos, nº 4
© Eduardo Martínez-Pinna Vallejo · 2018 © de esta edición: Servicio de Publicaciones de la Universidad de León (http://servicios.unileon.es/publicaciones/) y EOLAS ediciones (www.eolasediciones.es) Coordinador de colección: José Manuel Trabado Cabado Diseño y maquetación: Alberto R. Torices (www.albertortorices.com) ISBN (EOLAS ediciones): 978-84-17315-19-1 ISBN (Universidad de León): 978-84-9773-926-9 Depósito Legal: LE 263-2018 Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. www.conlicencia.com · 91 702 19 70 / 93 272 04 47 Impreso en España
Eduardo MartĂnez-Pinna
Las claves de The Spirit Will Eisner. De pionero a clĂĄsico
eediciones o las
Índice
Prólogo. Un gran relato, por J.M. Trabado Cabado. . . .
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Introducción. Contexto histórico . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 1. Will Eisner. El innovador. Sus inicios. . . . .
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Capítulo 2. The Spirit. La edición dominical. Primera Edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 3. Los comienzos de The Spirit. De 1940 a 1946. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 4. La época dorada de The Spirit. De 1946 a 1951 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 5. La decadencia. De 1951 a 1952 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Capítulo 6. La imagen fílmica y otras influencias en Spirit. 77 Capítulo 7. Las historietas desahuciadas. Reciclado . . . 87 Capítulo 8. Complementos de la historia principal. . . . 97 Capítulo 9. Principales reediciones del héroe enmascarado. Nuevas Historias. . . . . . . . . . . . . . 103 Capítulo 10. American Visuals Corporation y Poorhouse Press. La obra tangente. . . . . . . . . . . . 173 Epílogo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189 Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
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L
os grandes relatos no nos dejan indemnes y Spirit, de Will Esiner, es un gran relato que viene a dejar huella en nuestra mirada y nuestra memoria. Surgido en los años 40 como un encarte que se adjuntaba con la prensa, forjó en el marco de unos diez años un gran puñado de páginas memorables que el lector que se acerque a ellas no podrá olvidar. Anclado en el género negro que actúa como motor de arranque que nutre a esas historias de apenas siete u ocho páginas de un armazón narrativo, que –además– ofrece un escenario posible (la ciudad y sus días de lluvia), sabe incorporar guiños al comic book de los superhéroes (de ahí su máscara) y establece un portentoso diálogo con otros lenguajes como el cinematográfico o el literario. Su iluminación, sus angulaciones en los planos, sus visiones subjetivas, sus flashbacks ensayaban esa gramática narrativa emparentable con el cine negro de esos mismos años. Sus mujeres fatales, peligrosamente hermosas, eran el veneno adecuado para el poderío gráfico y narrativo que despliega Eisner. Su entronque con el relato de terror, a través de las adaptaciones de los relatos de Bierce o Poe, generan también otra frontera permeable en la que los lenguajes se complementan muy provechosamente. Ese escenario gótico terrorífico encajaba, por otra parte, a la perfección con los claro-oscuros más expresionistas del cine negro. Todo ello por sí solo ofrece la coartada idónea para el nacimiento de este estupendo estudio
Prólogo
Un gran relato
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de Eduardo Martínez-Pinna que se presenta como el número cuatro de la colección Grafikalismos. No solo se centra en una pormenorizada clasificación por etapas que permite ir viendo cómo se va modulando la serie a través de sus diversas vicisitudes en las que Eisner llega a ceder incluso el relevo a otros autores que no aparecían acreditados y que tuvieron la misión de hacer llegar a los lectores las andanzas del detective enmascarado a sus lectores cuando su creador no podía asumir ese rol al estar alistado en el ejército norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. También Martínez-Pinna nos ofrece una visión sobre esas historias de formación de Eisner de la etapa pre-Spirit así como un estudio detenido de la producción para el ejército americano de manuales de uso, una faceta menos conocida por el lector y, por ello, apasionante y que justifica sobradamente la lectura de las páginas que siguen. También se presta atención a la conformación de sus “novelas gráficas” en las que va dejando las plantillas del género perfectamente identificable para trazar el mapa de una calle –la avenida Dropsie– y de una ciudad –Nueva York– en las que cabía el mundo entero. En esos lugares ensaya un ejercicio retórico de recuperación de su propio pasado. No era todavía una autobiografía tal cual porque las anécdotas vitales estaban disueltas en relatos ficticios que trataban de gente normal en sus ritmos vitales cotidianos. Las historias se tornan corales, los ritmos narrativos se remansan y el número de páginas se dilata en un esfuerzo por contar los días que pasan. Como se puede ver la faceta creadora de Eisner es múltiple y está muy bien explicada en las páginas de este libro. No suficiente con ello, también se estudia de manera pormenorizada la historia editorial, compleja y a veces laberíntica, de las diversas ediciones que ha tenido el antihéroe enmascarado de Eisner. Con todo ello Eduardo Martínez-Pinna consigue otro gran relato que cuenta con ayuda inestimable de las numerosas páginas que se reproducen para que el lector sufra también de ese vértigo de quien las mira y no las olvida. Cada splash page constituye un pórtico fascinante, el umbral gráfico de conduce a una experiencia placentera: la lectura. No es momento para demorar ya más ese placer. Queridos lectores: con ustedes uno de los mayores espectáculos del cómic. Pasen y lean. José Manuel Trabado Cabado Coordinador de la Colección Grafikalismos
Prólogo
A
l iniciarse la década de los años treinta los cómics dan un salto gigantesco al unirse la temática pulp, esto es aventuras en parajes exóticos, detectives, space operas, medioevo y justicieros de capa y espada, al formato de viñetas seriadas distribuidas por los syndicates a los rotativos diarios. De la anécdota autoconclusiva y cómica (de ahí el nombre de comic) a historias dibujadas formando largos seriales. Los cómics sindicados se ajustan a dos modos de hacer diferentes, la publicación diaria, daily strip o simplemente tira diaria en blanco y negro y la dominical, de cadencia semanal llamada sunday page o página dominical, impresa en color y mucho más propicia a la experimentación visual. La aparición de esta modalidad, desde sus inicios a principios del siglo XX, lleva avivando una evolución gráfica muy acusada pues en muy poco tiempo los dibujos de las historietas pasan de simples diagramaciones con trazos caricaturescos y sencillos, a experimentadas composiciones con dibujos de trazos más complejos y personales propios de cada artista, entre los que destacan Windsor McCay (Little Nemo in Slumberland), George Herriman (Krazy Kat), Cliff Sterret (Polly and Her Pals), Lyonel Feininger (The Kin-der-Kids) o Frank O. King (Gasoline Alley). Argumentalmente, no dejan de ser cómics humorísticos de trazos distorsionados y composiciones arriesgadas que cuentan anécdotas autoconclusivas generalmente humorísticas.
Introducción
Contexto histórico
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Conviviendo con esta tendencia, o evolucionando a partir de la misma, se publican cómics que se adaptan al serial narrando historias más o menos extensas, de temática satírica o tributaria de los géneros pulp y que paulatinamente van adaptando el grafismo realista entre cuyos más clásicos representantes destacan Hal Foster (Prince Valiant), Alex Raymond (Flash Gordon) o Milton Caniff (Terry and the Pirates). La enorme calidad de los cómics en las décadas de los años treinta y cuarenta constituye el más claro ejemplo de la Edad de Oro dentro del cómic en EE.UU distribuido por los syndicates en la prensa diaria con un número potencial de millones de lectores y consecuentemente con una temática adulta apropiada para la población a la que iba dirigida. En esta misma época, los años treinta, aparece en el naciente mercado otro formato editorial para producir y publicar historietas: el comic book, dotado de unas características que apenas han variado desde su inicio. En su concepción más genérica no es más que un folleto de cómics de diecisiete por veinticinco centímetros con portadas brillantes, páginas interiores en papel de prensa iluminadas con toscos colores y que surge como producto entre 1933 y 1935. Su desarrollo técnico se debe al aprovechamiento de las prensas de cuatro colores utilizadas para imprimir las planchas dominicales. Así, un periódico de tamaño sábana doblado por la mitad genera dos planchas de tamaño tabloide y cada tabloide doblado de la misma manera origina dos páginas de comic book con una medida aproximada a la ya citada de diecisiete por veinticinco centímetros. Por tanto el comic book surge como un subproducto de la prensa diaria que con el tiempo será un pariente independiente y no muy lejano de los cómics sindicados. Una muy somera cronología del producto que asienta buena parte de esta industria resume su apasionante historia en cuatro intentos que se exponen a continuación. Un primer intento es la edición de libros de cómics (no comic books) que intentan saciar el apetito del público lector por esta forma de narrativa. Son reimpresiones de las páginas dominicales publicadas en periódicos y vendidas directamente a los clientes, caso de Yellow Kid de R. F. Outcult en 1897 o de Buster Brown también del mismo autor entre 1903 y 1907. Otra forma de adquisición de estos brillantes libros consiste en intercambiarlos por seis cupones previamente recortados del periódico Chicago American, caso del espléndido volumen Mutt and Jeff de Bud Fisher publicado en 1907. Entre otras muchas reimpresiones que intentan satisfacer esta creciente demanda destacan títulos reimpresos en libros como Little Orphan Annie de Harold Gray, The Gumps de Sidney Smith, Bringing Up Father de George McManus o Felix the Cat de Otto Mesmer.
Introducción
El segundo intento de independizar los cómics de la prensa toma cuerpo gracias a George Delacorte editor de Dell Publishing Comics que saca al mercado el título The Funnies, tabloide semanal de treinta y seis entregas editadas entre 1929 y 1930, con contenido en color y realizado para esta publicación que se vende en quioscos y colmados a diez centavos. Algún operario o comercial de la Eastern Color Printing Company, empresa que imprime el tabloide, cae en la cuenta de que si se redujese el tamaño a la mitad (tamaño comic book) abarataría sensiblemente los costos. Un tercer intento, ideado por Maxwell Charles Gaines e impreso por Eastern Color Printing Company, reduce el tamaño a la mitad publicando comic books genéricamente definidos en parágrafos anteriores que se emplean como obsequios que se entregan a las empresas clientes de la impresora que a su vez los utilizan como regalos a determinados clientes o como promociones de sus productos. Los tres primeros títulos aparecidos en 1933 son Funnies on Parade (quizás el primer comic book como tal), Famous Funnies (el segundo) y la publicación de cien páginas Century of Comics (con toda probabilidad, el tercero). Sus contenidos son, además, reimpresiones de cómics sindicados de la prensa diaria o dominical como Mutt and Jeff (Bud Fisher), Joe Palooka (Ham Fisher) o Skippy (Percy Crosby). Ya solo queda el intento definitivo, el que produce uno de los pilares de esta industria, el comic book en color que se adquiere por dinero independientemente de la prensa o de cualquier otro producto. Contiene material gráfico original formando una mezcla de historias de aventuras y humor similares, pero mucho más toscas, a las aparecidas en la prensa. Su primer título es New Fun publicado en febrero de 1935 por National Periodical Publications (la futura DC) propiedad del mayor Malcolm Wheeler Nicholson y que se mantiene en el mercado hasta su sexta entrega fechada en octubre de 1935. A partir de 1936 el mercado se diversifica en títulos, autores y editoriales sustentando uno de los pilares más robustos de una industria centenaria. Cuando el comic book alcanza su hueco en el mercado, manifiesta unas carencias evidentes con respecto a los productos comercializados por syndicates. Su distribución es más limitada, su tipo de público es infantil, a lo sumo juvenil, y sus autores tienen, presuntamente, y al menos en sus inicios históricos, menor prestigio. Pero este formato cuenta en sus haberes con todos los elementos para prosperar, por lo que prospera, modificando de paso una producción, la de los cómics, muy afianzada en la sociedad. Una modificación evolutiva que se alza sobre aspectos concretos como, por ejemplo, el beneficiarse de una distribución específica, el desarrollar la capacidad narrativa del cómic con más naturalidad que el sindicado, ya sea en una tira de cuatro viñetas (diaria)
Contexto histórico
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o que en una página de doce o nueve pictogramas (dominical) y, finalmente, porque es un formato en el que tarde o temprano arribarán grandes autores. Su éxito empresarial se consolida en junio de 1938 con el primer número de Action Comics (publicado por National Periodical Publications) en el que Superman debuta en la cultura popular por obra del equipo formado por Joe Siegel y Jerry Shuster y editado por Harry Donenfeld y Jack Liebowitz siguiendo el desinteresado consejo de Maxwell C. Gaines. Pese a la bonanza de beneficios y por muy consolidado que estuviera el comic book, lo que resulta claro es que, a principios de los años cuarenta, ocupa, pese al éxito que tuvieran Superman y Batman, un lugar (muy) secundario frente a los cómics sindicados y distribuidos en los periódicos. Los inicios de Will Eisner están dentro del comic book pero su obra principal, The Spirit, es un híbrido entre los dos formatos principales de plasmar historietas. Es un comic book con las ventajas expresivas que lo caracterizan, distribuido a rotativos por Register Tribune Syndicate a modo de suplemento semanal, con los criterios de calidad y temática adulta que la mencionada distribución en syndicates exige en sus productos. Es por tanto un cómic único, no sólo por beber de los dos formatos que sustentan en EE.UU la industria de la viñeta, sino por su concepción argumental y estilística. No está sujeto a las normas del serial, ni de la comedia, ni mucho menos del drama, ni siquiera del melodrama. No rinde tributo a las normas del género ni se ajusta a los estilemas de los cómics humorísticos. Su estilo gráfico es también único al no encuadrarse en el trazo caricaturesco ni en el naturalista, permaneciendo en un ambiguo término medio entre ambas formas de dibujar historietas. Es una obra que se perfila en la genialidad a la que llegará con el tiempo como genial sería su propio autor.
Introducción
Will Eisner
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ace en Nueva York un 6 de marzo de 1917 en el seno de una familia humilde de origen judío. Desde temprana edad su propensión de contador de historias se orienta a la narrativa en viñetas, debutando como profesional a los veinte años. Es uno de los grandes vocacionales del por él llamado arte secuencial y siempre supo que el oficio de narrar en viñetas apenas tenía limitaciones creativas. Durante su vida artística ha demostrado con creces esta máxima por lo que es uno de los grandes innovadores de la industria. William Erwin Eisner fallece un 3 de enero de 2005 a consecuencia de complicaciones post quirúrgicas sobrevenidas tras una intervención motivada por su ya crónica insuficiencia coronaria. Con él desaparece el último de los grandes maestros, el último referente vivo de una época tan clásica como vigente, autor de una obra inigualable, magistral y cuya filosofía se contiene en aquel enunciado que acuñó desde sus inicios: «Dibujar cómics no es sólo dibujar, es contar historias».
Capítulo 1
El innovador. Sus inicios
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Su contacto inicial con la industria tiene lugar cuando es estudiante de DeWitt Clinton High School, centro de formación donde en 1935, publica pequeñas muestras de su saber, con evidentes influencias de Elzie Chrisler Segar y su obra Thimble Theatre, en el periódico semanal de la escuela llamado The Clinton News (Fig. 1). Títulos como Spunky, una suerte de tira semanal, la efímera Dopey and Duke y la más longeva, viajera por distintas publicaciones y distintos títulos, llamada Harry Carey (Fig. 2). Tras una pequeña incursión en el periódico New York American llamada Sketched from Life, su primer trabajo abonado como profesional, sus pasos le llevan a lo que prácticamente sería el inicio de su carrera. En 1936, con el formato comic book emergiendo inicia su carrera en la revista Wow, What a Magazine! (Henle Publishing) con sede en Nueva York que se agota a los cuatro números permaneciendo en el mercado desde julio a noviembre de 1936. Un modesto comic book tamaño magacín con contenidos en blanco y negro o a lo sumo bitono en el que John Henle, un fabricante de confección, es su editor jefe, Samuel Maxwell Iger su director editorial y William Erwin Eisner su principal activo creativo. Entre sus contenidos figura una historia de Fu-Manchú de Sax Rohmer ilustrada por Leo O’Mealia y editada según el modelo pulp magazine además de cómics sindicados como Mandrake the Magician (de Lee Falk y Phil Davis), Flash Gordon (de Alex Raymond) o Thimble Theatre (de Elzie Chrisler Segar), todos ellos distribuidos y representados por King Features Syndicate. En el apartado de cómics específicos para la publicación, acoge trabajos que representan el comienzo de las carreras de autores que en un cercano futuro serán tan eminentes como Bob Kane, autor del célebre Batman que firma obras como The Adventures of Hiram Hickin in New York, Bernard Baily, famoso por ser el primer dibujante de una suerte de encarnación del dios judeo cristiano vestido con un capuchón verde y llamado The Spectre para las paginas de comic books de National Periodical, que aporta un título llamado Smoothic o Louis Ferstadt autor de Larry and Tesie.
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Fig. 1. The Clinton News
Capítulo 1
Fig. 2. Harry Carey
Y por supuesto el mismo Eisner con obras de género tan arquetípicas como The Flame, una famosa historia de piratas que evolucionaría a Hawk of Seas, una de las más famosas obras de Eisner, Captain Scott Dalton, una historia de aventuras, o Harry Carey, de espionaje, relatos concebidos cuando era estudiante del famoso public school de Manhattan DeWitt Clinton High School. Una obra que cuando se publica en el mencionado título cambia de nombre por Harry Karry, posiblemente para evitar desavenencias con la estrella del cine mudo del mismo nombre, mejorando sensiblemente su técnica pero manteniendo la llamativa influencia con Thimble Theatre, la obra maestra de Elzie Chrisler Segar. En la revista se mantiene desde la segunda hasta la cuarta y última entrega, dejando la historia inconclusa, cambiando de protagonista al reemplazarlo por un espía llamado ZX-5 (Fig. 3) y, reemplazando además el estilo de Segar por uno más realista en clara referencia a Alex Raymond y su extraordinaria obra Secret Agent X-9 escrita por un Dashiell Hammett que había consumido su inspiración y agotado por tanto su extraordinaria capacidad para escribir narrativa literaria. Tras su limitada, pero productiva carrera en Wow, What a Magazine!, sus pasos le llevan a probar suerte en el comic book, en una editorial de no
Will Eisner. El innovador. Sus inicios
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Fig. 3. ZX-5
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demasiada difusión. Así, para la cuarta entrega (marzo de 1937) del título Detective Pictures Stories (cinco números fechados entre diciembre de 1936 y abril de 1937), editado por Comics Magazine Company realiza la primitiva pero interesante Muss Em Up, protagonizada por el violento detective Hummer Donovan, expeditivo personaje que pone fin a una serie de violentos y sádicos asesinatos. Una realización algo tosca pero vital en la correcta utilización de recursos narrativos eficientes como las angulaciones forzadas, los claroscuros o la estructura arriesgada de la maquetación. En el número único Western Picture Stories (febrero de 1937), publicado para la misma editora realiza Wild Tex Martin, un típico héroe del género. Tras estos inicios, y no demasiado afortunadas experiencias, se asocia con Samuel Maxwell Iger (conocido como Jerry Iger), formando Eisner and Iger Ltd, también llamado Syndicated Features Corporation, en la que un casi adolescente Will Eisner aporta el talento creativo, mientras que Jerry Iger es el socio comercial. Es un estudio de autores (workshop) que a modo de agencia facilita material, original o reimpreso de cómics sindicados de la prensa, que llene de contenidos a magacines tabloides o a comic books. La empresa se ubica en la calle 41 este de Manhattan y consiste en una mínima habitación cuyo precio de alquiler es de cinco dólares mensuales. El trabajo consiste en dotar de material original necesario para suplir las reimpresiones de cómic sindicadas que habitualmente forman los contenidos de los comic books. Es una época de actividad febril en la que Eisner modifica la estructura de las tiras de prensa, remonta material sindicado para adaptarlo al formato y a las diagramaciones propias del comic book, modifica diálogos y añade viñetas puente de muy distintos tamaños utilizadas para cohesionar una estructura narrativa. Un trabajo mecánico en el que el joven y meticuloso autor hallará sustrato creativo al predisponerlo para el montaje
Capítulo 1
de diagramaciones heterodoxas y artificiosas que usará en su obra magna, The Spirit, diagramaciones en la que posteriores estudiosos de su obra tildarán de experimentales al ser pioneras renovaciones del lenguaje de la viñeta que estructuran la mencionada obra magistral. Los buenos rumbos de la empresa obligan a los socios a crear material original, por lo que el joven Eisner se ve obligado a dibujar con muchos estilos diferentes y consecuentemente con muchas firmas (Willis B. Rensie, Bill Rensie, Erwin Willis, W. Morgan Thomas, Ned Coe o Carl Heck) con el ánimo de hacer creer a los editores de cómics, realmente a los lectores, que el recién inaugurado estudio tiene suficiente capacidad operativa para cubrir la demanda editorial por copiosa que resulte. Pese a todo, el trabajo supera su capacidad de realización por lo que el estudio Eisner & Iger, se ve obligado a contratar colaboradores. Entre los nuevos empleados figuran autores tan famosos como Lou Fine, Jack Cole, Bob Kane, Jerry Robinson, Jack Kirby, George Tuska, Chuck Majouzian, Mort Meskin, Bob Powell, Klaus Nordling, Nicholas Viscardi y hasta un jovencísimo Joe Kubert. Los autores citados esgrimen un estilo tan confluente que se podría hablar de una escuela digamos “eisneriana”, una suerte de “compañía estable” que aporta para la posteridad una notable postura estilística que contribuye a edificar buena parte de los cimientos creativos del comic book. En este trabajo, industrial y creativo, Eisner asume el control artístico de una producción en cadena al esbozar las viñetas y su montaje en lápiz azul o al orientar al guionista en la colocación de textos y diálogos. Los primeros clientes son antiguos contactos de Jerry Iger cuando este era director editorial de Wow, What a Magazine! Destacan Editor Press Service, empresa dirigida por Joshua B. Powers que distribuye y traduce al español cómics sindicados para el mercado hispano americano y la revista Wags, un tabloide semanal creado en Australia por Australia´s Herald of Weekly Times Group publicado durante las 197 semanas trascurridas entre 8-IX-1936 y 7-VI-1940 rindiendo un total de 197 números además de 7 especiales. La versión británica de Wags consta de 88 entregas fechadas entre el 1-I-1937 y el 4-XI-1938. En estas publicaciones se integran obras tan señeras como la ya citada Hawk of the Seas (una continuación argumental de The Flame serie que había realizado para Wow, What a Magazine!) a partir del número 16 firmada con el pseudónimo Willis B. Rensie. Otro de las más trascendentes es Sheena Queen of the Jungle (iniciada en el número 46) escrita por W. Morgan Thomas (otro pseudónimo de Eisner), desarrollada en sus inicios por Mort Meskin y, posteriormente por Bob Powell. En la entrega 50, Eisner (W. Morgan Thomas) pone en los índices otra historia de espías ZX-5 Spies in Action, inicialmente titulada Harry Karry y publicada en Wow, What a Magazine! Otras
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famosas y clásicas series, quizás más olvidadas que las anteriormente citadas, serían Peter Pupp (no. 16), una de funny animals realizada por Bob Kane; Hunchback of Notre Dame (no. 17), de Dick Briefer; Spencer Steel (no. 24) de Dennis Collebrock; Skrappy (no. 37) de Will Eisner; Count of Monte Cristo (no. 64) de Jack Kirby (que firma como Jack Curtiss) posteriormente sustituido por Lou Fine (con firma Jack Cortez). De menor trascendencia, se citan por mero afán completista Yarko the Great Master Magician (una suerte de preludio de la famosa obra Mr. Mystic) de Will Eisner que firma como W. Morgan Thomas o Dan Winslow of the Navy, del comandante naval F. V. Martinek. Parte de los trabajos suministrados a Wags se reimprimen en Okay Comics Weekly un semanario británico de 20 entregas fechadas entre el 16-X-1937 al 16-II-1938 editado por T. V. Boardman dirigido por Steven Rowe y Frank Motler. Son particularmente famosas las cubiertas de la segunda entrega (23-X-1937), Terry and the Pirates (Fig. 4), en el que Eisner imita con precisión el estilo de su admirado Milton Caniff, autor de la citada obra sindicada y distribuida por Chicago Tribune New York News Syndicate o de la 11 en el que el talento de Eisner para la imitación se mide en el homenaje a Joe Palooka de Ham Fisher, serie distribuida por McNaught Syndicate. La cartera de clientes de Eisner & Iger Ltd. se amplía con la presencia de tres famosas editoriales de comic books, siendo la primera Fox Feature Syndicates, editorial dirigida por Victor Fox, un antiguo ejecutivo de National Periodical Publications (futura DC Comics). Cuando abre su propia empresa ante la bonanza de un mercado nuevo y explosivo, propone al incipiente y entusiasta estudio Eisner and Iger el realizar una descarada copia de SuperFig. 4. Parece Milton Caniff, pero no lo es. Su capacidad para man (publicado por National Perioformar un “workshop” queda evidentemente contrastada con dical Publications). Casi los mismos este ejemplo.
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poderes, una personalidad secreta y hasta un uniforme parecido. Se publica en el título Wonder Comics (Fig. 5), de tan solo dos entregas fechadas en mayo y junio de 1939. Entre los contenidos de ambas entregas figuran obras realizadas por el mismo Eisner como la ya citada Yarko the Great Master Magician, K-51 Spies at War con el pseudónimo Ned Coe en la primera entrega y Willis B. Rensie en la segunda y el propio Wonder Man polémico trabajo que firma como Erwin Willis, además de otros títulos cuyas autorías son de Lou Fine como The Flame, a los que se añaden autores como Bob Kane o William Powell. La demanda de plagio, su admisión a trámite y posterior condena no tarda en llegar. La multa impuesta a Victor Fox impide la satisfacción de sus deudas por lo que provoca una quiebra por impago en Eisner and Iger, dejando a la empresa en una situación cercana a la ruina. Fiction House Comics. Editorial estadounidense especializada en pulps y, a partir de los años treinta, comic books, estos últimos con unas portadas subidas de tono en el que son frecuentes aquellas que ilustran escenas de bondage, negligé (bellas damas vestidas con lencería), torturas y el girl good art, imaginería con un marcado carácter de fetichismo sexual. Su razón social se encuentra en el 271 Madison Avenue, por lo que sus redactores y editores son “Mad Men”. Los comics que abarrotan las páginas de sus revistas provienen en buena parte de la empresa Eisner & Iger. Su gran título, emblema de lo avanzado y adulto que resulta su propuesta gráfica, es Jumbo Comics, de 167 números que se inician en septiembre de 1938 (los ocho primeros en blanco y negro de tamaño tabloide) y a partir del noveno y hasta el último, el 167 (marzo de 1953) en tamaño comic book. En sus páginas se reeditan buena parte Fig. 5. Wonder Comics
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de los contenidos de Wags. Entre sus series menos trascendentes destacan The Diary of Dr. Hayward (Kirby), Sky Girl (una aviadora sexi obra del maestro de las cheesecake Matt Baker), Sports Shorts (Eisner), Gilda Gay de Bernard Baily, a partir de una página sindicada en la prensa, Peter Pupp de Bob Kane o las obras más interesantes de Jack Kirby, Wilton of the West o The Count of Monte Cristo, adaptación de la famosa novela de Alejandro Dumas padre. Posiblemente las series más interesantes, si acaso clásicas, contenidas en una publicación como Jumbo Comics sean cuatro, tres de ellas provenientes o reimpresas de la ya citada Wags (Hawk of Seas, ZX-5 Spies in Action y Sheena the Jungle Queen) y, la cuarta (Uncle Otto) específicamente estrenada en el título al no haber llegado a buen puerto su intento de sindicación en The American Melody Company para ser publicada diariamente en los rotativos que se hubiesen suscrito. La primera, Hawk of the Seas (Fig. 6), una historia de piratas realizada por el propio Will Eisner con el pseudónimo Willis Rensie que se inicia (según se ha mencionado) en el título Wow, What a Magazine! editado por Henle Publishing con el título de The Flame. El trepidante argumento se continúa en Wags un tabloide británico distribuido por Editor Press Service –uno de los grandes clientes de la agencia Eisner & Iger que debuta el 1-I-1937– con el título Hawks of Seas entre sus entregas 16 (16-IV-1938) y 88 y última (4-XI-1938). Se reedita simultáneamente en EE.UU en la revista Feature Funnies de Quality Comics entre sus entregas 3 (diciembre de 1937) y 12 (septiembre de 1938) continuándose en la mencionada Jumbo Comics con el título Hawk of the Seas, desde su número 1 (septiembre de 1938) al 17 (junio de 1940), rindiendo un total de 123 páginas firmadas por el propio Eisner. The Hawk, ya firmada por otros autores, se continúa hasta la entrega 162 fechada en agosto de 1952 con dibujos de Chuck Majouzian, Don Zolnerovich, John Celardo, Art Seal y Robert Webb. Fig. 6. Hawk of Seas
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Fig. 7. Pirate Comics
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Finalmente las 123 páginas firmadas por Will Eisner / Willis Rensie, son publicadas como un libro, Hawk of the Seas, por Kitchen Sink Press a partir de las pruebas almacenadas por Al Williamson de Editor Press Service y por sus propios fondos, consistentes en páginas de la revista colombiana Paquín, distribuida y traducida al español por Editor Press Service. Una edición que pese a faltarle algunas páginas y dos de ellas estar incompletas, es casi definitiva, pues entre otros valores, se beneficia de una portada original del propio Eisner, única prueba gráfica que queda de un futuro fallido título llamado Pirate Comics (Fig. 7) englobado dentro del también fallido y futuro sello editorial, Will Eisner´s Publications, del que se hablará en párrafos sucesivos. La segunda (Fig. 3), titulada ZX-5 Spies in Action (reeditada también de las páginas de Wags) y que es el nuevo título de la antigua serie llamada Harry Karry publicada en Wow, What a Magazine!, que provenía, según se ha afirmado en parágrafos precedentes de la llamada Harry Carey un trabajo inicial de Eisner cuando era estudiante en DeWitt Clinton High School. En Jumbo Comics la autoría de Eisner (W. Morgan Thomas) se mantiene hasta la entrega séptima (abril de 1939) mientras que los restantes episodios (publicados en muchas de las entregas que van de la octava hasta la 140 fechada en octubre de 1950) son realizaciones de otros artistas de la casa, muchos de ellos citados entre los continuadores de The Hawk. La tercera (Fig. 8) lleva por título Sheena Queen of the Jungle, una mezcla argumental entre una belleza selvática con hazañas y orígenes no muy dispares del icono Tarzan de Burroughs y del personaje She, una inmortal reina bruja y bella creada por H. Rider Haggard en una serie de novelas, en la que una de ellas She and Allan (1921) está coprotagonizada por el heroico cazador Alain Quatermain. Como en el caso anterior, la serie es creada en el estudio Eisner & Iger para hacerla debutar en el tabloide Wags en su número 46 de noviembre de 1937 a través de Editors Press Service dirigida por Joshua Bryant Powers. Los guiones son de W. Morgan Thomas, otro pseudónimo de Will Eisner con dibujos de Mort Meskin que rápidamente es sustituido por el versátil Bob Powell, el artesanal Robert Webb o por una pléyade de artesanos eficientes como Don Zolnerovich, Nick Cardy, Art Saaf, Jack Kamen o Joe Dolin que realizan las portadas. En los EE.UU se publica en Jumbo Comics, en todas sus entregas, siendo las primeras páginas reimpresiones de del material Wags. Su gran éxito permite a Fiction House abrir una nueva cabecera con su propio título, Sheena Queen of the Jungle de 18 números entre primavera de 1942 e invierno de 1953, finalizando su presencia en esta editorial en el número único 3-D Sheena Jungle Queen (1953). Personaje que como gran emblema del girl good art, trasciende a otras editoriales alejadas del objeto de estudio
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de este texto e incluso toma realidad carnal en la contundente Iris McCalla, tanto en una serie de televisión protagonizada por tan prieta dama como por ser portada de numerosas revistas picantes de los años cincuenta del pasado siglo. La cuarta de las series emblemáticas citadas es Uncle Otto (Fig. 9), iniciada en 1937 y realizada por Carl Heck (uno de los muchos seudónimos utilizados por Eisner). Una pantomima (género raramente usado por Eisner) inspirada en dos famosas obras distribuidas por King Features Syndicate y tituladas The Little King, obra de Otto Soglow que debuta como tira diaria en The New Yorker en 1931 y se mantiene en prensa dominical hasta el 13-IV1975 y Henry de Carl Anderson que debuta el 19-III-1932 en The Saturday Evening Post y mantenida tanto en tiras diarias desde 17-XII-1934, Fig. 8. Sheena Queen of the Jungle como en dominicales desde el 3-III1935. La autoría de Carl Anderson se mantiene hasta 1942. La obra se mantiene por la acción de sus ayudantes y otros autores ( John Liney y Don Trachte) hasta la década de 1980. La posible inspiración de Eisner al poner título a esta, tan especial obra, probablemente se deba a Otto Soglow en el título y a Carl Anderson en el uso de su seudónimo. En Jumbo Comics ocupa treinta y dos números entre sus entregas primera y 43 (septiembre de 1942). Quality Comics es una editorial fundada en 1937 por Everett “Busy” Arnold, un impresor con visión de futuro, pues entiende que la industria del cómic, desgajada de la prensa, es un negocio que en poco tiempo y con no demasiada inversión generará suficientes beneficios. El primer embrión de Quality Comics es una empresa llamada Comics Magazine que lleva en sus portadas el logotipo de Quality. Su primer título, Feature Funnies es una publicación que se mantiene en quioscos durante 20 números (entre octubre de 1937 y mayo
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Fig. 9. Uncle Otto, con posible homenaje a Charles Chaplin. Un sombrero de copa en lugar de un bombín.
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de 1939). Buena parte de su inventario (series y personajes) proviene de las comic strips sindicadas por Frank J. Markey Syndicate, Iowa’s Register and Tribune Syndicate y McNaught Syndicate, como son Dixie Dugan una comedia costumbrista sobre el mundo del espectáculo, Joe Palooka sobre el boxeo y Mickey Finn una ficción policíaca. Son pocas las páginas que reservan a material original realizado por independientes o por agencias como la Eisner& Iger, activa en ese título a partir de su tercera entrega (diciembre de 1937) con la serie Hawk of the Seas del mismo Eisner y que se mantiene hasta la duodécima (septiembre de 1938). El que iba a ser el número 21 (junio de 1939) de Feature Funnies se convierte en Feature Comics que se prolonga hasta la entrega 144 (mayo de 1950). En 1939, Arnold y los hermanos Cowles (propietarios de Iowa’s Register and Tribune Syndicate) compran McNaught Syndicate y Frank J. Markey Syndicate, fundándose Quality Comics, propiedad del señor Arnold en un 50%, estableciendo su sede social en Madison Avenue 347 de Nueva York, por lo que al igual que Fiction House, también son “Mad Men”. Su debut en el mercado es el título Smash Comics en agosto de 1939 con presencia de Will Eisner como dibujante durante las trece primeras entregas, hasta agosto de 1940, en la serie llamada Black Ace/Black X (Fig. 10). Smash Comics es también una antología con series tan señeras como John Law desde su tercera entrega), Dr. Midnight en la número 18, The Ray en la 14 o Lady Luck en el número 42. Smash Comics es pues una cabecera con material original y exclusivo para el título, que se prolonga hasta la entrega 85 (octubre de 1949) y continúa numeración como Lady Luck desde la 86 (diciembre de 1949) hasta la 90 (agosto de 1950).
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Quality Comics se mantiene en el mercado entre 1937 y 1956, año en que es absorbida por National Periodical Publications (futura DC) integrándose buena parte de su activo de series y personajes en el colorido universo DC de la Edad de Plata. Sus autores más señeros, además de Will Eisner, son gigantes del medio como Jack Cole, Lou Fine, Reed Crandall y Bill Ward.
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Fig. 10. Black Ace/Black X. Sofisticación, ambiente cosmopolita y transparencias que insinúan las formas de las damas en este original de 1939.
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