N 5,5€
o
110
Max Svabinsky X Imogen Cunningham X Arte británico Gauguin X Museo Lucerna X Albert Camus
ARTE Nº 110_Album 13/11/12 13:30 Página 20
Flor de Magnolia, 1925, Imogen Cunningham Trust, Lopez Island Washington
IMOGEN CUNNINGHAM Julio Castellano
N
acida en 1883 en Portland, Oregón, Imogen Cunningham estudió en la Universidad de Washington en Seattle Química, que era la disciplina más cercana a la fotografía en aquellos inicios del siglo XX. En la universidad comenzó a hacer sus primeras fotografías. Es allí donde tomó uno de sus autorretratos más conocidos. Aquella en la que se muestra desnuda al aire libre, tendida sobre la hierba. Una imagen que, además de revelar sus dotes artísticas, anuncia un espíritu independiente y un prematuro interés hacia la representación del cuerpo humano, algo poco frecuente en aquella época. Durante sus años en la universidad trabajó en el estudio de Edward S. Curtis, donde aprendió la técnica de la platinotipia y a retocar negativos. Y en 1910 viajó a Dresde para completar sus estudios bajo la tutela de Robert Luther, un destacado experto en fotoquímica. De nuevo en Seattle, sus primeros retratos fueron encargos de personajes de la alta sociedad, lo que evidencia el prestigio que,
tras su excelente formación académica, Cunningham había sabido forjarse. Muy relacionada con el mundo artístico de la época y, bajo la influencia de Gertrude Käsebier, creó la mayoría de sus exquisitas imágenes de estilo pictorialista. Su amplia experiencia en el positivado le permitió elaborar obras de gran belleza, logradas a partir de filtros especiales y retoques manuales. La década de los años veinte es la etapa de sus composiciones florales. Cunningham se interesaba en la botánica y a menudo asignaba nombres científicos a sus fotografías, aunque su preferencia por el estudio de las formas y el detalle anuncia ya en este periodo una visión claramente moderna, que reducía la naturaleza a sus formas y estructuras más simples, eliminando los enfoques suaves característicos de su etapa pictorialista. Cunningham también se interesó en la representación del cuerpo humano, que convirtió a través de sus interpretaciones en un símbolo de sensualidad en armonía con la naturaleza. La serie de retra20
ARTE Nยบ 110_Album 13/11/12 13:30 Pรกgina 21
ARTE Nº 110_Album 13/11/12 13:32 Página 32
Sir Thomas Wyatt el joven, 1542, Hans Holbein. Colección privada. Cortesía de Weiss Gallery, Londres
LA ISLA DEL TESORO Arte británico de Holbein a Hockney Alejandro Stock
U
n auténtico tesoro. Cerca de doscientas obras -pinturas, esculturas, trabajos sobre papel, libros, revistas y fotografías- de un centenar de artistas, articulando un relato vigoroso del arte en Gran Bretaña en un periodo de cinco siglos. Una espléndida selección en la que están presentes numerosos artistas a los que esta publicación ha dedicado mucha atención durante muchos años. A lo largo de muchas páginas hemos estudiado y analizado con mucho cuidado muchas de esas características
particulares del arte británico alrededor de las que ahora se organiza esta exposición. En primer lugar, por supuesto, su evidente singularidad -arte a-islado-, que sin embargo, paradójicamente, va acompañada de cosmopolitismo, de universalidad, tanto por sus temas, como porque, como hace evidente esta exposición, han sido muchos los artistas extranjeros que hicieron de Gran Bretaña su tierra de asilo y crearon, con celo de conversos, un arte más británico que el de los propios isleños Pero también, cómo no, por las estrechas y fecundas 32
ARTE Nยบ 110_Album 13/11/12 13:32 Pรกgina 33
ARTE Nº 110_Album 13/11/12 13:32 Página 40
Max Svabinský en su estudio, 1900
MAX SVABINSKÝ Aproximación al Paraíso Jesús Tablate Miquis
L
a mucha fama que gozó durante su larga vida, al menos a partir de su consagración académica, hizo que, finalmente, el pintor, el artista, estuviese a punto de caer en el olvido. Por supuesto, su obra está siempre presente en la memoria checa. En primer lugar, lógicamente, por las hermosas vidrieras que realizó para la catedral de San Vito en el Castillo de Praga representando escenas religiosas en las que, como es habitual en Svabinský, se intercalan referencias a la historia checa y a sus leyendas. Pero también está presente, cómo no, porque algunas de sus obras se han convertido en auténticos iconos de la cultura checa, como lo es, por ejemplo, la titulada La cosecha, un homenaje apasionado a la naturaleza y a los campesinos de su país que Svabinský pintó entre 1925 y 1927, es decir, en la cumbre de su carrera. Además de estar presente en sellos postales y billetes de banco e ilustrar numerosos libros y conocidas leyendas checas.
40
ARTE Nยบ 110_Album 13/11/12 13:32 Pรกgina 41
ARTE Nº 110_Album 13/11/12 13:33 Página 52
Vista desde el lago, foto J.T.M.
L ULa joya CERNA del lago A.R.M. & J.T.M.
C
apital del cantón del mismo nombre, la ciudad de Lucerna se halla situada en un bellísimo paraje, en la desembocadura occidental del Lago de los Cuatro Cantones, rodeada de colinas arboladas y con las nevadas montañas alpinas al fondo. Ciudad medieval su origen se remonta al monasterio benedictino de San Loedegario, fundado en el año 700, fue Lucerna ciudad amurallada, de cuyas fortificaciones han sobrevivido nueve torres, entre ellas, la célebre Wasserturm, donde los habitantes de la ciudad guardaban sus botines de guerra. Situada en el centro de Suiza, Lucerna está también en el corazón de su historia, unida desde 1332 a la Confederación de los Tres Cantones, creada medio siglo antes por el cantón de Uri, la patria de Guillermo Tell, el cantón de Schwyz, que daría su nombre a Suiza, y el cantón de Unterwalden. Para adentrarse en su historia lo mejor es cruzar el puente que se alza sobre las aguas del Reuss -un río que nace en el mítico paso de San Gotardo y que, tras cruzar la ciudad, continúa su camino hacia el norte para desembocar en el Aar-. El anti-
52
ARTE Nº 110_Album 13/11/12 13:33 Página 53
Monte Pilatus desde el lago, foto J.T.M
Lucerna, 1887. Robert Zünd
53
ARTE Nº 110_Album 13/11/12 13:33 Página 64
Emil Cardinaux, 1920
INVITADOS AL PARAISO Los carteles turísticos suizos Ana Rimblas Mira
A
partir de 1880 el auge del turismo hace entrar el cartel suizo en la modernidad. Los centenares de carteles que a partir de ese momento salen de las cada vez más eficaces imprentas suizas testimonian de la dominación de los espacios más inaccesibles del país gracias al triunfo de la técnica. Valorizan el dominio del hombre sobre los más grandiosos paisajes, sobre los lugares más retirados y salvajes. El territorio es conquistado triunfalmente, los ingenieros buscan las más vertiginosas montañas para instalar sus trenes cremallera, y estos trenes per-
miten a los arquitectos construir lujosos hoteles en los más delirantes lugares. La bellísima geografía helvética incita a las más audaces apuestas. El cartel suizo celebra orgulloso estas victorias y se las hace conocer a ese público exigente e internacional que puede ofrecerse estos placeres. En los primeros carteles aparecía una Suiza pastoril, idílica, donde sus habitantes llevaban una existencia bucólica en armonía con la naturaleza, lejos de la agitación de las grandes ciudades. Los maravillosos paisajes eran evidentemente el tema principal de estos primeros carteles. Las inmensas 64
ARTE Nº 110_Album 13/11/12 13:33 Página 65
Vierwaldstättersee, 1928