Picasso X Sotheby’s El Canto del Cisne
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AMBERES X Raoul Dufy X Cartografías El gusto moderno X Equipo Crónica
Los Angeles, 1964 © The Estate of Garry Winogrand, cortesía Fraenkel Gallery, San Francisco
GARRY WINOGRAND Magalí Berenguer
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efinido por el entonces conservador de fotografía del MoMA, John Szarkowski, como "el artista central de su generación", Garry Winogrand (19281984) es sin duda uno de los fotógrafos más importantes e innovadores del siglo XX, a la altura de grandes nombres como Walker Evans o Robert Frank. Esta exposición presenta un recorrido por su obra a través de más de 200 fotografías entre las que se encuentran obras pertenecientes a las Colecciones de la Fundación Mapfre- que muestran la realidad de la bulliciosa América de la segunda mitad del siglo XX y que hacen evidente por que Winogrand recibió también el apelativo de "Cronista de América". Winogrand fotografió la vida cotidiana: hombres de negocios, mujeres, atletas y actores famosos, hippies, rodeos, políticos, soldados, aeropuertos, manifestaciones y zoos,
son algunos de los temas que se suceden en sus fotografías. Su obra fue muy prolífica pese a su prematura muerte tras una inesperada enfermedad. El acto de tomar imágenes era mucho más interesante para Winogrand que imprimir fotografías, editar libros o concebir exposiciones, de hecho, a menudo permitía a otras personas que realizaran estas actividades en su lugar. A su fallecimiento en 1984, quedaron aproximadamente 6.500 carretes sin revelar, unas 250.000 fotografías que jamás habían sido vistas. Winogrand alcanzó en vida un importante reconocimiento y expuso en importantes museos. Editó cinco libros The Animals (1969), Women Are Beautiful (1975), Garry Winogrand (1976), Public Relations (1977) y Stock Photographs (1980), no obstante estas publicaciones sólo muestran una sucin10
La pelea de gallos, 1846, Jean-Léon Gérôme, París, Musée d’Orsay
EL CANTO
DEL CISNE
Pinturas académicas del Salón de París. Colecciones Musée D’Orsay Jesús Tablate Miquis
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or muchísimas razones, nuestra historia. En primer lugar, la de nuestra propia revista, que a lo largo de los años ha dedicado mucho espacio y mucho cariño a muchos de los pintores presentes en esta muestra. Pero también, evidentemente, la historia de la pintura, en la que el academicismo del periodo final del siglo XIX es un eslabón fundamental. Y lo es, no solo porque es la culminación, "manierista" a su manera, del neoclasicismo iniciado por David y el epígono de las tendencias románticas, historicistas y orientalistas, que habían ido apareciendo a lo largo de ese siglo, sino también porque lleva esas corrientes más allá, hacía una antigüedad apoyada en el desarrollo de la arqueología, aunque, eso sí, manipulada por la sensibilidad romántica, y hacía un Oriente, ahora más cercano, conquistado
por la expansión colonial, aunque, eso sí, convertido en cliché para sus fines. Por lo que, finalmente, la pintura academicista es también simplemente nuestra historia, pues es el espejo de una clase social, la burguesía europea, en el momento de su consolidación como clase hegemónica. Amada con pasión por estetas y decadentes, los impresionistas -que a ella se opusieron y enfrentaron- y, tras ellos, lógicamente por las vanguardias, la pintura academicista fue relegada por el "gusto oficial" prácticamente durante todo el siglo XX. Pero esto no debe cegarnos. Solo es necesario pasearse por esta exposición para captar la sensualidad, el erotismo, las implícitas trasgresiones, que evocan -y por supuesto evocaban en su época- estos lienzos. Es verdad que, como se ha dicho innumerables veces, estos desnudos, esos lances eróticos, 32
La reja, 1930, Colección privada, Suiza
RAOUL DUFY Del exterior al interior Joaquín Lledó
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ecía Raoul Dufy que le hubiera gustado lograr un cuadro "lo bastante verdadero, lo bastante profundo, lo bastante interior para provocar en el público el goce de la vista que acabo de experimentar, y las ramificaciones del pensamiento de las que ese espectáculo ha sido, para mí, el punto de partida". Y esta exposición, titulada Del exterior al interior, parece guiarse por esta afirmación del artista. Nacido en El Havre, Raoul Dufy llega a París en 1900, es decir, el año en que el siglo XX decía definitivamente adiós al siglo XIX. En la capital, Dufy emprende la aventura de la pintura, y es allí donde va a encontrar los estímulos que necesita para evolucionar como artista. Marcado por las
Retrato del artista, 1898, Centre Pompidou, Musée national d’art moderne/Centre de création industrielle, París 40
Transatlántico Normandie, Grand Salon, 1934, Roger-Henri Expert & Richard Van Der Boijen
EL GUSTO MODERNO. ART DÉCO EN PARÍS, 1910-1935 Federico Echevarría
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n el número anterior de nuestra revista, Álbum 118, hemos publicado un artículo titulado La pintura Art Déco que, sin saber que la Fundación March estaba preparando esta exposición -que por cierto es la primera que se dedica por entero a este movimiento en España-, ya analizaba esta rica y fascinante corriente y, tal como hace esta muestra, ponderaba "el interés y la complejidad cultural y artística de su peculiar carácter moderno", aunque centrándose en la pintura del periodo, el aspecto menos presente en la actual muestra, e interesándose también por los efectos de la tendencia en el mundo anglosajón.
Cartel París, 1925, Robert Bonfils 60