Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho
Licenciatura en Educación Preescolar Primer Semestre
Observación y Análisis de la Práctica Docente
Informe sobre de jornadas de observación Profesor: Margil de Jesús Romo Rivera Alumna: Alejandra Del Carmen Pérez García
Zacatecas, zac Enero 2016
Mis jornadas de observación en este primer semestre en la normal Manuel Ávila Camacho y en especifico en la asignatura de Observación y Análisis de la práctica educativa se dieron a cabo en el jardín de niños, Federico Froebel
en
el
municipio
de
Calera
Zacatecas,
con
un
lapso
correspondiente a 30 min estimados de nuestra capital, situado en la calle Nicolás Bravo 202, colonia centro; inmerso en un contexto urbano pues cuenta con todos los servicios necesarios para el desarrollo de su población, cuenta con un total de 36106 habitantes aproximadamente y el corredor más importante en industria del estado de zacatecas. Goza de un ambiente afable y apropiado para el niño, en la personal opinión, puesto que está alejado de la carretera principal y es ajeno al ruido y movilidad del entorno, cuenta con instalaciones seguras y de recreación hacia los individuos propios de la institución.
Mediante el presente informe tratare de englobar y análogamente mencionar tanto la primer jornada como la segunda, pues considero imperativo el argumentar y comparar avance o en su defecto retrasos en la formación y desarrollo de los niños ahí analizados a través de la información y cátedras proporcionadas por nuestro profesor a cargo.
Desde el primer día en asistir a la institución la directora Olivia Domínguez Aguirre, fue primordialmente atenta y amable a nuestra presencia, lo cual nos agrado, siempre hizo hincapié en el recatar solamente los puntos a favor del jardín de niños dejando de lado, los negativos y que concentráramos nuestra atención en los niños y no en los maestros a cargo,
pues
no
muchas
veces
observaciones a su práctica docente.
les
parecía
apropiado
dichas
Los niños sumamente intrigados por quienes éramos en los consecuentes honores donde nos manteníamos presentes, no dejaban de mirarnos por lo que la directora nos presento y así también a los docentes de planta. En
la segunda observación ya no fue necesario la presentación, solo
argumentó nuestro regreso y que permaneceríamos unas semana más, por lo que los niños emocionados nos saludaban y platicaban los mucho que habían hecho en el intervalo de tiempo atrás, pues habían acontecido importantes fechas para ellos como día de muertos y el aniversario de la revolución de nuestro país. En primera instancia al regresar nuevamente al preescolar logree diferencia el cambio del salón que me correspondía pues en la anterior jornada no se presentaba adornado como en aquella ocasión, los muros y ventanas mantenían colores, figuras y láminas alusivas a las sucedidas fechas y singularmente el salón daba la impresión de tener vida, debido a tantas modificaciones. Transcurrían así los minutos y horas, percatándome del gran avance que los niños presentaban pues anteriormente, sabían escribir su nombre ligeramente y con múltiples dificultades, de igual manera con el conteo, y para mi sorpresa después de un par de meses, ya sabían hacerlo de manera correcta; claro que en un grupo tan variado de inteligencias, hubo excepciones donde algunos niños mantenían un retraso en dicha competencia. En lo que refiere a conductas la situación se mantenía, como habían niños extremadamente callados y ajenos a las clases, lo habían los que solo mantenían su atención al profesor, como los que por más que se hiciese nunca se mantenían sentados y la riñas entre ellos prevalecían, cabe destacar que los conflictos se debían a mínimas de sus actitudes y no pasaban a mayores, después de un rato actuaban como si nada hubiese
pasado, un gran ejemplo de cómo deberíamos ser el resto de la sociedad sin importar la edad. Los docentes a cargo de los grupos se mantenían de una manera afable a nuestra visita, y en su mayoría nos apoyaban y aconsejaban sobre nuestra futura profesión, la indicación aclarada por nuestro profesor era la de no intervenir en las clases de los maestros, pero si ellos nos permitieran lo contrario, con gran entusiasmo y responsabilidad lo hiciéramos, así fue entonces y como ya lo mencione, la mayoría de los maestros nos dieron esa apertura a una experiencia nueva, en la que podíamos interactuar con los niños y apoyar en lo que pudiéramos al maestr@. La correlación entre los docentes, al igual con la ejemplificada anteriormente, me parece buena, pues todos tienen una actitud de servilismo y compañerismo, claro que, como en todas las relaciones interpersonales, existen colisiones pues muy difícilmente se pueden tener la misma opinión sobre algo, sin embargo mediante la comunicación todo puede solucionarse y llevarse a un acuerdo optimo. Mi observación en el preescolar fue mi primer acercamiento a la docencia y sin duda mucho más que eso; fue una manera distinta de ver el panorama en el ámbito educativo al que tenia, fue la manera de visualizar mi futuro, fue una experiencia sin igual en pocas palabras que día con día y semestre tras semestre irá aumentando en cuestión de dificultad y que un día será mi plena profesión. Aprendí un sin número de cosas que no se enseñan en un salón de clases, si no es más que con otra cosas que con la mera practica. En conclusión me parece la mejor forma de enseñar a futuros maestros, la observación como punto fundamental en comparación con la teoría, no demeritando su importancia claro.
Me gustaría regresar el día de mañana y observar por mi propia cuenta como una generación de alumnos que, muchos no podrían poner sus esperanzas en ellos, cambiaran para bien las diversas situaciones de nuestras vidas. Considero prioritaria la materia antes mencionada de OAPE (Observación y Análisis de la Practica Educativa) para nosotros os futuros docentes, claramente y con las ejemplificaciones anteriores se pudiera argumentar la afirmación; así entonces remarco los puntos fundamentales de mis jornadas de observación, esperando con ansias las próximas, o en su defecto las futuras practicas.