Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho
Licenciatura en Educación Preescolar Primer Semestre
Profesora: Aneli Galván Cabral
El sujeto y su formación profesional como docente
Evidencia de lectura: El trayecto de la información
Alejandra Del Carmen Pérez García
El trayecto de la formación Los enseñantes entre la teoría y la práctica Autor: Guilles Ferry
La tarea de formarse
Formarse no puede ser más que un trabajo sobre sí mismo. Libremente imaginado, deseado y perseguido, realizar a través de medios que se ofrecen o que uno mismo se procura. Desde hace mucho tiempo el ejercicio de la profesión de enseñante ha estado subordinado a la adquisición de conocimientos y a la realización de cursos. En muchos sentidos, la formación de los enseñantes surge de la problemática general de la formación, de esa problemática que se desarrollo a partir de las experiencias de movimientos juveniles, de la educación popular y de la formación profesional, y de la problemática de la formación de adultos utilizada por las tareas de dirección, de organización, de animación, de ayuda social o de formación, en todas las ramas de la actividad profesional o de recreación. La formación aparece como uno de los grandes mitos de este medio siglo como la computación y la conquista del espacio. Lejos de limitarse a lo profesional, la formación invade todos los dominios: uno se forma en múltiples actividades de esparcimiento, uno se forma como consumidor, uno se forma en todos los niveles de responsabilidad, y a hacer posible de forma permanente, desde la primera infancia hasta la última etapa de la tercera edad. Es la escuela a perpetuidad, según la expresión de Heidrich Dauber y Etienne Verne. En un cierto nivel de generalidad, la problemática de la formación de los enseñantes es la misma en cualesquiera que sean los contextos nacionales y las concepciones presentes.
Se resume en cinco o seis temas cita emergencia, traduce las insuficiencias de los sistemas de formación frente a las transformaciones que afectan el papel de enseñante y su función social: necesidad de una redefinición de objetivos de la formación, necesidad de articular la formación inicial con formación continua, de equilibrar formación científica y formación profesional, de ampliar la formación pedagógica a una formación profesional que contemple aspectos de relaciones cooperativas e institucionales, así como de iniciación a las nuevas tecnologías y metodologías (particularmente a la evaluación), acercando relaciones, entre la teoría y la practica(en particular en un sistema de alternancia). Especificad de la formación de los enseñantes La formación es un proceso de desarrollo individual tendiente a adquirir o perfeccionar capacidades. Capacidades de sentir, de actuar, de aprender, de imaginar, de utilizar el cuerpo… Esta definición sitúa a la formación del lado de la dinámica psicológica, es decir, psicofisiologica. Incluye tanto el periodo adolescente de la “formación” como los “años de aprendizaje”, de los cuales las novelas sobre la formación alaban las experiencias, las situaciones, las búsquedas y los reencuentros. Me parece importante como señalo Pierre Dominice, distinguir claramente la formación de las acciones educativas, las cuales son los medios entres otros, y con las cuales generalmente se les confunde. Una de las especificaciones que tiene la formación doble a los enseñantes es una función de: el oficio de enseñante exige una formación científica, literaria o artística y una formación profesional que a veces se reduce a una formación pedagógica, pero la cual ahora se reconoce que incluye otros aspectos que se relacionan con la inserción institucional, con las tareas de concentración de gestión, orientación, etc. Una formación profesional El que la formación de los estudiantes deba considerarse como una formación profesional seria una perogrullada si se admitiera
universalmente que los enseñantes son, al igual que los médicos o abogados, profesionales reconocidos por su competencia y por pertenencia a una corporación que detenta la exclusividad de función. Una formación de formadores conduce en su punto extremo, antinomia educativa fundamental: formar sujetos autónomos.
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Los enseñantes en formación, así como otras categorías de formadores son sometidos, a fuertes tensiones por el hecho de que la problemática y las prácticas de formación son para ellos tanto como el objeto de estudio, de reflexión, de compromiso simbólico, como vivencias cotidianas de múltiples avatares en la realidad de la constitución formadora. De ahí la necesidad de una elucidación permanentemente de las modalidades de los juegos de la formación orientada tanto hacia el análisis institucional, con hacia el análisis de los deseos y de la representación de los enseñantes de formación y de sus formadores. Una formación doble, una formación profesional, y una formación de formadores: estas características estructurales constitutivas de la problemática actual de la formación de enseñantes aparecieron sucesivamente en relación con el con el contexto histórico cultural. CAPITULO 3 Numerosos escritos relacionados con la pedagogía establecen una oposición radical entre dos modelos, uno tradicional y otra de la nueva pedagogía, donde el contraste es a la vez, el del pasado y porvenir, el de la rutina, y el de innovación, del conformismo y la autonomía, de lo reproductivo y creativo, de lo pasivo y de lo activo y quizá de la derecha e izquierda. La referencia o la variable referencial como principio de esta categorización no es ni la meta de formación, ni sus de sus objetivos, ni la estructuración del dispositivo, ni naturaleza de los contenidos si no el tipo de proceso, su dinámica formativa y su modo de eficiencia. Por lo tanto podemos distinguir: un modelo de formación centrado en las adquisiciones, un modelo de formación sentado en el proceso y un modelo de formación centrado en el análisis.
Se trata de modelos teóricos. Es decir que ninguna práctica puede construirse exactamente sobre uno de estos modelos, que ninguna practica los ah tomado por principio. Las técnicas y los métodos no brindan gran auxilio, ya que de lo que se trata es de ajustarse a cada caso. Por lo anterior lo que debe desarrollar usted es la capacidad de observar observar y analizar situaciones por todos los medios posibles: estudio de casos, análisis de experiencias, observación de clases reuniones pedagógicas, simulaciones, juegos, etc. Modelo centrado en las adquisiciones Formarse, como señala la definición de formación, es siempre o adquirir o perfeccionar un saber, una técnica, una actitud, un comportamiento, es decir, lograr una capacitación. Capacidad de hacer de reaccionar, de razonar, de sentir, de gozar de crear… Este primer momento se caracteriza por que reduce la noción de formación, a la de aprendizaje en su acepción más estricta. El proceso de formación se organiza en función de los resultados constantes y evaluables, cuya obtención pretende garantizar un nivel definido de competencia en términos de competencia en término de conocimientos de comportamientos, de sus actuaciones o habilidades. La lógica interna de la formación es de la didactica de racional con sus progresiones, sus adiestramientos, de sus actitudes o habilidades. Este modelo implica una concepción de la relación teórica-practica, donde la practica es una aplicación. La teoría designa aquí, no solo los conocimientos transmitidos, si no también los ejercicios distanciados de la situación real sobre la cual se anticipan. Modelo centrado en el proceso Lo importante seria vivir las experiencias sociales e intelectuales individual o colectivamente, dentro del campo promocional o totalmente fuera de el, con sus grandes placeres y sufrimientos, sus esfuerzos y fatigas, sus inconvenientes o sus descubrimientos. Modelo centrado en el análisis
Analizar significa aquí en términos generales, definir los componentes de un conjunto, sus interacciones, sus disposiciones en torno a la manera de aprehender su estructura y/o su funcionamiento. La separación formación-vida profesional se objetiva en el espaciotiempo La formación sobre el terreno es ilusoria y la formación no podría ser permanente. La expresión de formación permanente que significa volver de forma intermitente al proceso de formación, a lo largo de la carrera, incita a pensar, que uno se forma en todos lados y siempre.
Reflexión La pasada lectura nos habla sobre las mediaciones a través de las cuales adquirimos el conocimiento necesario para formarnos como docentes menciona que no es posible formarnos individualmente, si no que se necesita de una guía en el aprendizaje y a su vez, de experiencia y practica, para consolidar las bases recabadas a través de la carrera; al hablar de formarse entendemos que es el mejorar, perfeccionar competencias, saberes que ya tenemos adquiridos y con ayuda y apoyo de los especialistas en docencia, podremos lograr un resultado exitoso y completamente favorable a nuestro campo de trabajo y objeto, los niños. Sabremos llevar a cabo estos conocimientos en nuestra práctica docente pues, tendremos la información e investigación comprendidos notablemente para hacerlo un hecho, el autor del texto, hace énfasis en que el formarse no se globaliza solo en las clases y distintas materias sino en una permanencia en el estudio para siempre y la actualización de nuestros conocimientos.