MI PRIMER ACERCAMIENTO AL TRABAJO DOCENTE
Mi primera experiencia como educadora no fue nada, comparado con lo que imaginaba;
en lo personal, creía súbitamente que el cargo de
docente en un jardín de niños seria exhaustivo y frustrante, al no tener los resultados esperados, debido a la subjetividad de los infantes. Sin embargo fue contrariamente excepcional; el trabajo con los niños, su inocencia y su pureza, hacen del trabajo laboral, un juego en cuestión del contagio de alegría y energía emergente de ellos. El jueves 9 de Junio, fue la primera ocasión en que tuve la fortuna de ejercer como tal el papel de un docente en un jardín de niños, previo a ello hubo un confronte total de emociones, que supondría, es normal en las presentes circunstancias, puesto que el miedo y nerviosismo fungían una hegemonía total en mi persona, las dudas prevalecían en cuanto al cuestionamiento, respecto de si era o no el lugar apropiado para mi, si sería buena haciendo lo que había escogido por profesión, si los niños entenderían o no mis explicaciones, entre otras muchas otras.
Finalmente llego la hora y quise tomar las cosas con la normalidad que debían ser tomadas, di mi clase pre organizada y aceptada, obteniendo excelentes resultados, puesto que el objetivo de mi planeación se había concretizado, junto con el aprendizaje del niño entorno al contenido trabajado y palpable en cuanto a las evaluaciones expedidas, junto con sus respectivas evidencias.
Firmemente creo que es una de las carreras más bellas para tomar como oficio; y en mi opinión me encanto la experiencia como docente en un jardín de niños, pues pude visualizar desde una perspectiva totalmente diferente a la que se tiene en los momentos de observación o de alumnado, que a la que se tiene frente a un grupo. Pude concluir en cuanto poder y responsabilidad corresponde dicho papel y la gran gama de posibilidades que tenemos en cuestión de la formación correcta y de trascendencia para toda una generación futurista y de impacto de nuestro país.