Noviembre de 2015

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REVISTA BÍBLICA

Noviembre 2015

Sana Doctrina ¿Qué características tiene una SECTA Religiosa


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Vol. 2 No. 11/ 2015/ Mensual / Español Revista de Estudio interno Sana Doctrina

Esta publicación es utilizada únicamente para estudio personal Prohibida su venta. Cuando así se requiere se citan las referencias correspondientes. A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas han sido extraídas de la Versión Reina Valera Edición 1960.

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NOVIEMBRE 2015 Somos una Iglesia Cristiana en crecimiento por la Gracia de nuestro Señor. Esta Iglesia está compuesta de personas imperfectas y con errores, pero vamos creciendo en santidad, no por nuestros propios esfuerzos, sino por Aquél que nos conduce en el camino de la perseverancia: Jesucristo nuestro Señor, Salvador y Cabeza de la iglesia. Como iglesia cristiana nos esforzamos en aprender y declarar las enseñanzas inerrantes de las Santas Escrituras de la Biblia, pues consideramos que la Palabra de Dios es SUFICIENTE para enseñarnos toda la verdad acerca de nuestro Creador, sin ninguna interpretación privada de la misma. Como Iglesia Cristiana Reformada nos apegamos a la doctrina de la Elección, pues consideramos que la salvación NO ES ALGO QUE SE GANE por medio de la obras, sino por la Gracia de nuestro Dios, quién nos conoció desde la eternidad pasada. Trabajamos constantemente en llevar el Santo Evangelio de la Gracia, pues consideramos que el verdadero evangelio consiste en dejar bien claro lo que la muerte, resurrección y ascensión de nuestro Salvador significa en la vida de todo ser humano. Llevamos un evangelio que da el lugar que Jesucristo merece como Dios, y reconocemos lo grave que es contaminar la Biblia con ideas humanas. Tenemos muy claro que el evangelio verdadero, no debe confundirse con “verdades” cambiantes y puntos de vista meramente humanos, pues la Escritura cita de manera firme y contundente en Gálatas 1:8-9: “Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguien os predica un evangelio diferente de la que habéis recibido, sea anatema.” Es un gran privilegio y una gran responsabilidad llevar el evangelio de la Gracia y sabemos lo que Dios reclamará de todo aquel que lo contamine. Como una Iglesia en aras de crecimiento, alentamos a todos los hombres a que busquen aprender las doctrinas de la Gracia expuestas en la Santa Palabra de Dios , la Biblia. Invitamos a toda persona a conocer el Evangelio de Jesucristo y participar de sus maravillosas bendiciones y recompensas. Que el Dios de la Gracia les bendiga.

Iglesia Cristiana Reformada

“Sana Doctrina” .

TEMA DE PORTADA


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¿Qué es un Culto o Secta?

Los cultos se encuentran creciendo y floreciendo en todas partes. Algunos son dominantes y tienen bastante aceptación; mientras que otros se aíslan y se mantienen encubiertos para no ser examinados. Algunos causan gran sufrimiento mientras que otros aparentan ser de mucha ayuda y conveniencia.

Existen

muchas religiones no cristianas y cultos en los Estados Unidos: el Mormonismo, los Testigos de Jehová, la Ciencia Cristiana, la Unidad, El Camino Internacional, el Unitarismo, el Islam, el Hinduismo, etc. (Nota del Traductor: En los países de habla Hispana también contamos con muchos de estos cultos no cristianos.) Todas estas reclaman para sí una revelación especial y privilegio; y aquellos que usan la Biblia invariablemente la interpretarán en desacuerdo con los estándares bíblicos del entendimiento. Los grupos como los Mormones y Los Testigos de Jehová tienen objeciones en cuanto a que sean catalogados como “cultos no cristianos” reaccionando con frecuencia tanto emocionalmente como en la forma en que son llamados ya que es algo quieren evitar.

¿Qué es una Secta? El diccionario define culto como “un

sistema de adoración religiosa o ritual”; “apego devoto a algo o a alguien, admiración hacia una persona, principio, etc.”, “un grupo de seguidores.” Esta es una definición típicamente secular y debido a ésta, cualquier persona que crea en cualquier dios es un sectario, aún los mismos ateos debido a que ellos admiran un principio y son un grupo de personas seguidoras de la filosofía del ateísmo. Por lo tanto, esta es una definición muy amplía la cual no enfoca su definición hacia la verdad o falsedad de los sistemas religiosos. La definición como la que usan los ministros cristianos y teólogos para un “culto no cristiano” o una “religión no cristiana” es un grupo que puede o no incluir la Biblia en su colección de escrituras autoritarias. Si este incluye la Biblia, distorsionará las verdaderas doctrinas bíblicas que afectan la salvación de tal manera que la invalidarán.


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Sectas y grupos no cristianos Las

sectas son un desarrollo relativamente nuevo en la escena cristiana. Aunque ha habido desviaciones de la verdad a través de los siglos, no ha sido sino hasta los últimos dos siglos que las sectas han proliferado. Desde comienzos del siglo XIX varios miles de sectas han surgido, contando solamente los Estados Unidos. Algunas de las más promienentes son el mormonismo, los testigos de Jehová, la Ciencia Cristiana, la Escuela Unitaria de la Cristiandad, el Camino Internacional, el Cristadelfismo, la Iglesia de Unificación, la Iglesia de la Cientología, los Niños de Dios, la Fundación Cristiana Alamo, La Granja y la Fundación Roy Master de Entendimiento Humano. Lo que hace errónea a una secta es lo que enseña. Las sectas se desvían lo suficiente de la verdad bíblica como para hacer imposible la salvación de quienes la siguen. Además, en lagunas sectas hay a menudo una especie de control cohercitivo o "lavado de cerebro". Por ejemplo, entre los Testigos de Jehová un tipo de técnica de

"lavado de cerebro" empleada es hacer que los miembros asistan a reuniones del grupo entre tres y cinco veces por semana. En tales reuniones son adoctrinados una y otra vez para negar la Trinidad, la divinidad de Jesucristo, y la naturaleza personal del Espíritu Santo. Se les entrena tan bien en sus creencias teológicas aberrantes, que el Te s t i g o d e J e h o v á p r o m e d i o p u e d e fácilmente ganarle una discusión al cristiano promedio. Su organización gobernante, la Sociedad Atalaya de Biblias y Tratados, piensa por sus miembros, les dice qué hay que creer, y emplea incorrectamente la Biblia para apoyar su posición. Todas las sectas yerran en una o más de las siguientes doctrinas esenciales: La divinidad de Cristo (que implica la Trinidad), la resurrección y la salvación por gracia. A partir de estos elementos básicos, otras doctrinas relacionadas también son alteradas o redefinidas: La Trinidad, el Espíritu Santo, la Biblia, el nacimiento virginal, y otras.

Las sectas se desvían lo su iciente de la verdad bíblica como para hacer imposible la salvación de quienes la siguen.


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Es frecuente que las sectas le añadan cosas al cristianismo. Un grupo sectario que le ha añadido otras escrituras es el mormonismo que tiene el Libro de Mormón, Doctrina y Pactos, y La perla de gran precio. Igualmente, la Ciencia Cristiana tiene Ciencia y Salud con la clave de las Escrituras. En cambio, lo que los Testigos de Jehová han hecho es cambiar el texto de la Biblia para que corresponda con lo que ellos quieren.

buen testimonio a una persona que está en una secta, usted necesita entender las doctrinas de ellos además de las del cristianismo bíblico. Estudie Doctrina cristiana básica en Las tres doctrinas esenciales del cristianismo para estar mejor equipado con lo que es verdad, y estudie el material de esta revista para aprender lo que ellos enseñan. Por medio del estudio, usted se capacitará para responder preguntas que surgen a menudo en oportunidades de testimonio. Un cristiano debe conocer su propia doctrina lo suficientemente bien como para reconocer no sólo lo que es verdad, sino también lo que es falso en un sistema religioso (1 Ped. 3:15; 2 Tim. 2:15).

El impacto duradero de la Reforma

Asimismo, las sectas añaden sus propios esfuerzos, sus propias obras de justicia a la obra completa de salvación realizada por Jesús en la cruz. Todas las sectas dicen que el sacrificio de Jesús es suficiente, pero que, no obstante, nuestras propias obras deben ser añadidas a la de El para demostrar que somos salvos y dignos de salvación. Con esto, en realidad niegan la obra completa del sacrificio de Jesús. LOS MÉTODOS DE LAS SECTAS Sin embargo, lo más común entre las sectas son sus métodos de torcer las Escrituras. Algunos de los errores que cometen al interpretar la Biblia son: 1) Tomar una Escritura fuera de contexto; 2) "extraer" de las Escrituras cosas que realmente no están allí; 3) seleccionar solamente aquellas Escrituras que parecen apoyar lo que desean probar; 4) ignorar otras interpretaciones o explicaciones de las mismas Escrituras; 5) citar versículos sin dar la correspondiente cita bíblica; 6) combinar Escrituras que no tienen relación unas con otras; 7) definir incorrecta o parcialmente palabras claves para la interpretación; y 8) traducir defectuosamente las Escrituras. Estas no son sino algunas de las muchas formas en que las sectas abusan de la Biblia. Si usted desea ser capaz de dar un

Jesús nos advirtió que en los últimos días aparecerían falsos cristos y falsos profetas y que engañarían a muchos (Mat. 24:24). El Señor sabía que habría un surgimiento del espíritu del Anticristo (1 Juan 4:1-3) en los últimos días. Su manifestación ya está aquí.

Un cristiano debe conocer su propia doctrina lo suficientemente bien como para reconocer no sólo lo que es verdad, sino también lo que es falso en un sistema religioso.


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¿Por Qué Marcos no Dice Nada Acerca del Nacimiento de Jesús? por J. Warner Wallace

Si

la concepció n virginal fue un acontecimiento histó rico que fue bien conocido por los primeros cristianos, ¿por qué no se mencionó en Marcos? El evangelio de Marcos es ampliamente aceptado como el primer relato de la vida y ministerio de Jesú s. ¿Por qué no contiene nada sobre la concepció n virginal? ¿La ausencia de una narració n del nacimiento en Marcos demuestra que toda la historia es una creació n icticia tardıá? El Silencio No Signi ica Negación Si bien es cierto que Marcos no incluye una narració n del nacimiento, esto no quiere decir que é l no estaba al tanto de la verdad acerca de Jesú s o que haya negado la concepció n virginal. Los testigos suelen omitir detalles importantes, ya sea porque (1) tienen otras preocupaciones que quieren poner de relieve con mayor prioridad, o (2) suponen que la cuestió n

que se pregunta es ya bien conocida. El evangelio de Marcos presenta gran in luencia del Apó stol Pedro. De hecho, el bosquejo del Evangelio de Marcos es muy similar al bosquejo del primer sermó n de Pedro en Pentecosté s. Segú n Papı́ a s, Marcos fue escribano de Pedro; su Evangelio es breve y centrado. Al igual que el sermó n de Pedro en el capıt́ulo 2 del libro de hechos, Marcos se centra só lo en la vida pú blica, ministerio, muerte y resurrecció n de Jesú s. Pero Marcos no está solo en la omisió n de la narració n del nacimiento. El evangelio de Juan es considerado por estudiosos como el ú ltimo Evangelio escrito. E l p r e v i o s t r e s " e v a n g e l i o s sinó pticos" ya estaban en circulació n y el tema de la concepció n virginal ya habıá sido descrita en dos de ellos. Sin embargo, J u a n t a m b i é n o m i t e e l r e l a t o d e l nacimiento. ¿Por qué ? Juan claramente


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querı́a cubrir el material que los otros escritores de los Evangelios no abordaron; má s del 90% del material en el Evangelio de Juan es ú nico en el texto. Si Juan no estaba de acuerdo con la concepció n virginal como se describe en los Evangelios de Mateo y Lucas, el sin duda tuvo la oportunidad de corregir el asunto en su propio texto. Pero Juan no hace esto; su silencio sirve como una presunció n de que la "concepció n virginal" ha sido descrita con precisió n por autores anteriores. Brevedad No Signi ica Ignorancia E n r e a l i d a d , n o d e b e r ı́ a sorprendernos que la primera versió n de la vida de Cristo serıá el relato má s corto y má s centrado. Algo muy similar ocurre cuando los agentes de policıá son enviados a la escena del crimen. La primera emisió n de radio a las unidades que responden s i e m p re e s i n c re ı́ b l e m e n t e b re ve , ofreciendo só lo los detalles desnudos necesarios para llevar a los o iciales en la direcció n correcta, conscientes de las cuestiones má s importantes que se encuentren a punto de enfrentar. La primera emisió n es breve, centrado en lo esencial y diseñ ado con un propó sito. Mientras las unidades se está n acercando a su llegada a la escena, una segunda o tercera emisió n se ofrece con el in de proporcionar má s detalles, sobre todo si una unidad de respuesta tiene una pregunta que necesita aclaració n. El Evangelio de Marcos es la primera difusió n sobre la vida de Jesú s. Como tal, el Evangelio se prioriza en torno a los mismos eventos pú blicos que preocupaban a Pedro; los acontecimientos que estaban má s importante en la articulació n de la salvació n que se ofrece a travé s de la cruz. Ausencia no Signi ica que No sea Asumida

Al mismo tiempo, Marcos no parece ser ignorante de la "concepció n virginal". Tenga en cuenta, por ejemplo, que Marcos utiliza una expresió n inusual relacionada con la iliació n de Jesú s: Marcos 6:1-3 dice: “Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. 2 Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos?3 ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él..” Es muy raro que los "muchos oyentes" en esta primera cultura judıá del siglo describan a Jesú s como el "hijo de Marıá" en lugar del "hijo de José ". Estos testigos del primer siglo de Jesú s aparentemente sabıán algo acerca de la narrativa del nacimiento de Jesú s y decidieron trazar el linaje de Jesú s a travé s de su madre, en lugar de a travé s de su padre (como habitualmente habrıá sido el caso). Esta referencia al principio del Evangelio de Marcos puede exponer el hecho de que Marcos estaba consciente de la "concepció n virginal" y que los primeros testigos de Jesú s tambié n eran conscientes de el estado civil de Marıá en el momento de su concepció n. La ausencia de una narració n del nacimiento en Marcos no demuestra que la narrativa (incluyendo la concepció n virginal) es una obra de icció n. Marcos parece haber sido escrito con un propó sito y sentido de urgencia que impidió su inclusió n especı́ ica, y é l asume la verdad de la narrativa en su texto.


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¿Qué es la Teología Sistemática?

La

palabra “teología” viene de dos palabras griegas que significan “Dios” y “palabras”. Combinadas, la palabra “teología” significa “estudio de Dios”. Sistemático se refiere a algo que es puesto bajo un sistema. Teología sistemática es por lo tanto, la división de la teología bajo sistemas que explican sus diversas áreas. Por ejemplo, muchos libros de la Biblia dan información acerca de los ángeles. La teología sistemática toma toda la información sobre los ángeles de todos los libros de la Biblia, y la organiza dentro de un sistema – angelología. Eso es de lo que trata la teología sistemática – organizar las enseñanzas de la Biblia en sistemas de categorías. La Teología Propia es el estudio de Dios el Padre. Cristología es el estudio de Dios el Hijo, el Señor Jesucristo. Pneumatología es el estudio de Dios el Espíritu Santo. Bibliología es el estudio de la Biblia. Soteriología es el estudio de la salvación. Eclesiología es el estudio de la iglesia. Escatología es el estudio del fin de los tiempos. Angelología es el estudio de los ángeles. Demonología cristiana es el estudio de los demonios desde una perspectiva cristiana. Antropología cristiana es el estudio de la humanidad. Hamarteología es el estudio del pecado. Tomado de http://www.gotquestions.org/Espanol/teologia-sistematica.html

La teología bíblica es el estudio de cierto libro (o libros) de la Biblia, enfatizando los diferentes aspectos de la teología en la que se enfoca. Por ejemplo, el Evangelio de Juan es muy Cristológico puesto que se enfoca mucho en la deidad de Cristo (Juan 1:1,14; 8:58; 10:30; 20:28). La teología histórica es el estudio de doctrinas y cómo éstas se han desarrollado a través de los siglos de la iglesia cristiana. La teología dogmática es un estudio de las doctrinas de ciertos grupos cristianos que tienen doctrina sistematizada, por ejemplo la teología Calvinista y la teología Dispensacional. La teología contemporánea es el estudio de doctrinas que se han desarrollado o que han captado la atención en tiempos recientes. La teología sistemática es una importante herramienta para ayudarnos a comprender y estudiar la Biblia de manera organizada.


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La Señal y Sello de la Promesa del Pacto de Dios Dios

es un Dios de Pactos. La escritura esta llena de ejemplos de como Dios siempre ha incluido a todos los miembros de las familias a sus pactos. Por ejemplo, Dios estableció su pacto no solamente con Noé , sino con la esposa de Noé , sus tres hijos y las esposas de sus hijos. Este es un tema que se repite (Gé n. 6:18; 7:1, 7, 13, 23; 8:16, 18; 9:9, 12). Todos ellos fueron llevados al arca para ser salvos. Pero notemos que el pacto fue hecho solamente con Noé , la palabra "tu" es singular cuando se lee 'Pero contigo estableceré mi pacto' (6:18) y 'porque tú eres el ú nico hombre justo que he encontrado en esta generació n' (7:1). Porque Noé , como la cabeza de la familia, era justo, TODA su familia entro al arca para ser salva. El bautismo cristiano es para toda la familia de creyentes ¿Cuá l fue el patró n consistente en todo el N.T. de có mo Dios obra a travé s de

las familias que forman parte del Pacto de Gracia? (Gé n. 17:7, 10, 12, 23; Hechos 2:39; 1 Cor. 7:14). Frecuentemente, Dios salva a toda la familia, incluyendo a los niñ os ( C o r n e l i o — H e c h o s 1 0 : 4 8 ; 1 1 : 1 4 ; Lidia—Hechos 16:15; carcelero de Filipos—Hechos 31–34; Crispo—Hechos 18:8; Estéfanas—1 Cor. 1:16). Esto ilustra la relació n moral y responsable que los padres tienen sobre sus hijos. Por esta razó n, Hebreos nos dice, 'Por la fe Noé , advertido sobre cosas que aú n no se veıán, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia' (Heb. 11:7).


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En el contexto del relato del diluvio, el pacto con la cabeza de la familia ilustra el principio de la señ al del pacto, el diluvio como un tipo de bautismo, dado a los niñ os de padres creyentes. Este pacto con Noé y su familia no signi ica que todos los miembros eran parte de los escogidos (compá rese Gé n. 9:22, 25). De igual manera, no todos los niñ os bautizados de padres creyentes, aunque son parte de la comunidad del pacto, con iesan fe en Cristo. Solo en la consumació n, al inal de la é poca cuando Jesú s traerá a todos bajo e s c r u t i n i o j u d i c i a l , c o i n c i d i r á n completamente el circulo de los electos y los de la comunidad del pacto (Mat. 13:24–30, 36–43). Hasta ese momento, estamos llamados a la comunidad del pacto en la iglesia con los padres trayendo a sus hijos a la casa de Dios. Para alguien, es contrario a los principios bı́blicos estar aislado como cristiano, aparte de la familia del pacto. Dios hizo un pacto no solo con Noé y sus hijos, sino con todos sus descendientes. N o s o l o f u e h e c h o c o n e s o s q u e respondieron en fe sino con 'toda criatura viviente' [Gé n. 9:8–10]. Esto es una indicació n de có mo Dios puede hacer su pacto aun con aquellos que no están concientes de su relación de pacto o tienen la habilidad de dar su consentimiento, como los infantes. Esta relació n se ve en la circuncisió n y en el bautismo de infantes.” El Bautismo y la circuncisión El bautismo funciona como una señ al del pacto de Dios con su pueblo ası ́ como la circuncisió n funciono para los israelitas. Como Juan Sartelle escribió : “No es extraño que el bautismo se desempeñe como la circuncisión. Cada doctrina ensenada en el Nuevo testamento tiene sus raíces en el Antiguo… Pero lo mas precioso es

que Dios no retiene la bendición que el dio a su pueblo en el pasado. Seguimos en los pasos de Abraham circuncindando a Isaac cuando traemos a nuestros niños para ser bautizados”. El Bautismo separa a nuestros hijos para Dios Presentar a nuestros hijos para ser bautizados no es tanto un asunto de prometer lo que nosotros harıámos, sino que signi ica lo que ya Dios ha hecho por nuestros hijos a travé s de su relació n de pacto. Pablo indica esto cuando habla de los hijos de una pareja en la cual solo uno de ellos cree en Dios. "Porque el esposo no creyente ha sido santi icado por la unió n con su esposa, y la esposa no creyente ha sido santi icada por la unió n con su esposo creyente. Si ası ́ no fuera, sus hijos serıán impuros, mientras que, de hecho, son santos" (1 Cor. 7:14). Es Dios el que ha llamado a los niñ os a recibir la señ al del pacto, no a los padres. El esta diciendo, "Este niñ o es mıo ́ ." El bautismo signi ica lo que Dios ya ha hecho por el niñ o. Los niñ os han sido separados del mundo y han sido incorporados en la iglesia visible.

¿Salva el Bautismo a nuestros hijos? ¿Quiere eso decir que nuestros niñ os han sido salvados a travé s del bautismo? No. Como padres cristianos oramos y enseñ amos a nuestros hijos "en la ense-


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-ñ anza e instrucciones de nuestro Dios" (Deut. 6:6, 7; Salmos 78:4–6; Efesios 6:4). Pero no tenemos ninguna garantıá de que ellos pondrá n su fe en Cristo. Lo mismo pasó con los padres israelitas que circuncidaban a sus hijos. Cuando b a u t i z a m o s a n u e s t r o s h i j o s , l o s presentamos a Dios para recibir sus promesas y bendiciones. Luego oramos por ellos y los criamos de una manera piadosa, con iando en que su bautismo se cumplirá a travé s de la salvació n de Dios en sus vidas. La Biblia nos enseña que Dios nos da bendiciones y nos juzga a través de la familia. La prá ctica de incluir a niñ os en el pacto de Dios no fue revocada en el Nuevo Testamento. Mas bien el nuevo pacto esta caracterizado por mejores privilegios y bendiciones, no peores. Para ilustrar esto podemos ver numerosos ejemplos de Dios proveyendo bendiciones para los niñ os, por la fe de sus padres (Mateo 9:1–19, 23–26; Mateo 17:14–18; Juan 4:46–54). En cada uno de estos casos, la bendició n de curació n ocurrió por la fe de los padres. En otra ocasió n Jesú s se encontró con el recaudador de impuestos Zaqueo. Cuando Zaqueo indico su arrepentimiento por robarle dinero al publico, Jesú s le dijo, "Hoy ha llegado la salvación a esta casa…, ya que éste también es hijo de Abraham" (Lucas 19:9). Vea que Jesú s no dijo que la salvació n le llego a Zaqueo individualmente, sino que a toda su casa. Dios iba a bendecir a la familia de Zaqueo porque la cabeza de la familia habıá hecho profesió n de fe. Cuando Pedro predico en el Dıá de Pentecosté s, cuando el Espı́ r itu Santo descendió por primera vez a los creyentes de la iglesia del Nuevo Testamento, el dijo, "La promesa es para ustedes, para sus hijos

y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señ or nuestro Dios quiera llamar" (Hechos 2:39). Pedro rea irmaba que las promesas del pacto de Dios, de ser su Dios y Salvador y para recibir al Espıŕitu Santo no eran solo para aquellos que estaban escuchando, sino t a m b i é n p a ra s u s h i j o s . E l e s t a b a re a i r m a n d o q u e D i o s c o n t i n u a b a trabajando como lo habı́ a hecho con Abraham y los israelitas, y que Dios tiene una consideració n especial para los hijos de sus hijos. Las promesas hechas en el pacto y dadas en el Antiguo Testamento continú an en el Nuevo Testamento y continuaran por las generaciones por venir hasta que no haya nuevas generaciones. Por lo tanto, Jesú s puso sus manos en los bebes (Lucas 18:15, 16) y los bendijo (Marcos 10:16) como una indicació n de que eran los herederos de las bendiciones del pacto. Bauticemos a nuestros hijos Negarles el derecho a nuestros hijos de ser bautizados es negar que ellos posean los derechos ordenados por Dios en el reino de Dios. Esto constituye un gran pecado contra Dios (Gen. 17:12–14; Exodos 4:24–26; ordenado en Hechos 2:38, 39). Numerosos pasajes en el libro de Hechos hablan de creyentes y sus hogares siendo bautizados. Se implica claramente que los miembros en la casa de Cornelio fueron bautizados por Pedro (Hechos 11:14 con 10:48). El sacramento del bautismo es un signo y un sello que representa la gracia de Dios, y aplica a los creyentes que responden en fe y en obediencia y a sus hijos. De esta manera nuestro bautismo es u n a r e p r e s e n t a c i ó n r e a l v i s i b l e representada por sım ́ bolos de acció n del trabajo invisible de la gracia de Dios.


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La Justicación y Santicación del Cristiano

Estableciendo la Membresía de la Iglesia

¿Qué es la sumisión? En muchas á reas de la sumisió n de la vida es una calle de un solo sentido. Los ciudadanos deben someterse a la policıá, los soldados deben someterse a sus o iciales al mando, y los empleados deben someterse a sus empleadores. Cuando se viola esa calle de un solo sentido, el infractor por lo general pierde. Pero en la Escritura, la sumisió n entre los creyentes es una calle de doble sentido. Y cuando se viola esta norma, si afecta a todos en el camino. Mientras que la Palabra de Dios manda la sumisió n dentro de su diseñ o para la familia, es una sumisió n mutua entre el marido y la mujer, que busca poner uno al otro primero (Filipenses 2:3). Ese tipo de sumisió n está muy lejos de la caricatura de los maridos y esposas opresivas tım ́ idas que el mundo se burla y desprecia.

EN LA FAMILIA DEBE EXISTIR LA SUMISIÓN MUTUA


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Sin embargo, es obvio que el apó stol Pablo nunca imaginó que el principio de la s u m i s i ó n m u t u a d e r r o c a r ı́ a completamente la idea misma de la autoridad. Si esa era su intenció n, é l no habrıá esbozado los diversos roles en la familia. En cambio, se dejó muy claro que el marido es cabeza de la casa y los padres tienen un papel propio y esencial de la autoridad sobre los hijos. No obstante, es fundamental darse cuenta de que Pablo comenzó con el principio de sumisió n mutua. Esa era su tema, y es el principio fundamental que yace bajo todo lo que dice acerca de la familia. Si desea una simple regla de oro m á s q u e c u a l q u i e r o t ra c o s a p a ra garantizar la armonı́a y la salud en la familia, serıá difıćil pensar en algo má s profundo o má s provechoso que el simple mandamiento que Pablo usó como un trampolın ́ hacia su extensa discusió n de los roles familiares: "[Someteos] unos a otros en el temor de Cristo" (Efesios 5:21). Lo Que la Sumisión No Es Las esposas a menudo han llevado la peor parte de Efesios 5, como si este pasaje solo tratare de la sumisió n de la esposa y el dominio del marido en el hogar. Hemos oıd ́ o hablar de m á s d e u n hogar donde un exceso de c e l o , u n m a r i d o a u t o r i t a r i o constantement e c e l e b ró e l versı́ c ulo 22 que dice: ("Las casadas esté n sujetas a sus propios mari-

Muchos padres no comprenden lo que es la verdadera autoridad dos") sobre la cabeza de la mujer. El versıćulo bien podrıá esculpirse en un bate de bé isbol y colgarse sobre el fregadero. Este tipo de actitud es una violació n d e to d o e l e s p ı́ r i t u d e l p a s a j e . E s interesante observar que en el texto griego, la palabra para "someteos" ni siquiera aparece en el versıćulo 22. La idea, sin duda está implıćita, pero la expresió n griega es elıp ́ tica, omitiendo la palabra sumisió n, y con iando en la fuerza del verso 21 para dejar el signi icado claro. En otras palabras, una traducció n literal de los versıćulos 2122 leerıá algo como esto: “Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las esposas, a sus propios maridos, como al Señ or.” Ası ́ que tengamos en cuenta que el é nfasis de Pablo, ante todo, está sobre la mutualidad de la sumisión. Todo el mundo en la iglesia debe someterse a todos los demá s. El mandamiento de presentar no es só lo para mujeres, pero para los maridos t a m b i é n . Y l o s v e r s ı́ c u l o s 2 2 - 2 4 simplemente explican có mo las esposas deben someterse a sus maridos: con el mismo tipo de respeto y devoció n que tienen con Cristo.


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Maridos Sumisos Pero si ese es el mandamiento que la Escritura da a las esposas, ¿el principio de sumisió n mutua realmente signi ica que el marido debe someterse a la mujer tambié n? Ciertamente lo hace. Pablo continuó diciendo en los versıćulos 25-29 que el marido debe la esposa del mismo tipo de amor y devoció n a Cristo mostró por la iglesia: "ası ́ como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella" (v 25). No hay mayor acto de sumisió n, que morir por alguien, y eso es precisamente lo que Cristo hizo por la iglesia. Puesto que a los esposos se les ordena amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia, esto requiere el má ximo auto-sacri icio de la sumisió n y un servicio por la esposa.

¿Hace usted un má ximo auto-sacri icio de la sumisió n y servicio por su esposa? E s t o n o signi ica, por s upuest o, que el marido deba abdicar su funció n o rd e n a d a p o r D i o s d e l i d e ra z g o y autoridad en el hogar. Lo que sı ́signi ica es que la forma en que debe ejercer su liderazgo no es enseñ oreá ndose de su esposa y su familia, sino sirvié ndoles y sacri icá ndose por ellos con una humildad cristiana. El debe apoyar a su esposa, ayudá ndole a llevar sus cargas y asumir todas sus preocupaciones, incluso si eso signi ica sacri icar sus propios deseos para

satisfacer sus necesidades. Es un tipo diferente de sumisió n, no es sumisió n a ella como una igura de autoridad, sino la voluntad amorosa de sacri icarse por ella, servirla, y buscar su bien. En otras palabras, el objetivo principal del esposo piadoso debe ser agradar a su esposa en lugar de simplemente hacer su propia voluntad y exigiendo que ella se ponga en lın ́ ea.

Pablo tambié n llegó a sugerir que incluso hay un verdadero sentido en el que el padre piadoso debe someterse a sus propios hijos. Una vez má s, el padre debe hacer esto no abdicando su patria potestad, sino má s bien a travé s del servicio de sacri icio y un desinteresado prestado para sus hijos.Por supuesto, Pablo tambié n ordenó a los hijos a obedecer a sus padres y criados a obedecer a sus amos. Pero nunca imaginó la sumisió n como una calle de un solo sentido. Pablo mandó a cada cristiano a ser un ejemplo de la sumisió n y el servicio a los demá s. Ese sencillo principio es la clave de la armonıá y la felicidad en el hogar (Mateo 20:25-27). (Adaptado de The Ful illed Family)


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La Justicación y Santicación del Cristiano

SIETE VERDADES SOBRE EL INFIERNO

A nadie, incluyendo los cristianos,

deberı́ a gustarle la idea del in ierno. Aquellos de nosotros que creemos en el in ierno no somos sá dicos que disfrutamos de la idea de sufrimiento eterno. De hecho, la idea de que aquellas personas que conocemos, y que está n fuera de Cristo, pasen una eternidad en el in ierno es desgarradora. El in ierno es una realidad difıćil, pero es algo que la Biblia enseñ a, y no podemos comprender plenamente a Dios y su mundo a menos que lidiemos con ello. Veamos siete verdades acerca del in ierno. El in ierno es lo que es porque Dios es quien Dios es La gente habla con soltura acerca de “ver a Dios”, como si ver cara a cara a Dios fuera una experiencia cá lida y difusa. Pero la Biblia explica que la santidad y la perfecció n de Dios son tan completas que si alguien fuera a verlo, morirıá (Exo. 33:20). Aun el pecado má s insigni icante en su presencia conduce a la aniquilació n inmediata. Cuando Isaı́as, el profeta de

Dios, vio a Dios en su trono, se postró sobre su rostro, aterrorizado y seguro de que estaba a punto de morir (Isa. 6:5)

“No hay ninguna doctrina que con gusto eliminaría del cristianismo más que esta, si estuviera en mi poder”. C.S. Lewis (Teó logo y Escritor) La doctrina del in ierno ha caıd ́ o en desgracia entre muchos. Pero está ahı ́ por una razó n. Dios nos habla acerca del in ierno para demostrarnos la magnitud de su santidad. El in ierno es lo que es porque la santidad de Dios es lo que es. El in ierno no es ni un solo grado má s caliente de lo que nuestros pecados demandan que sea. El in ierno debe dejarnos boquiabiertos ante la rectitud y justa santidad de Dios. Debe hacernos temblar ante Su grandeza y majestad. Iró nicamente, al minimizar el


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in ierno, tambié n se minimizan los medios que demuestran la justicia de Dios. Cuando una persona pasa por violació n o abuso de menores, tiene que saber que hay un Dios reinando en tal santidad y belleza que no puede tolerar el mal. Jesús habló sobre el in ierno más que cualquier otra persona en la Escritura. Algunas personas tratan de evitar la idea del in ierno diciendo: “Eso fue el Dios del Antiguo Testamento. Pero cuando Dios maduró en el Nuevo Testamento con Jesú s –Jesú s el manso y humilde– lo de El era el amor y la compasió n”. El problema con este punto de vista es que cuando comienzas a leer los Evangelios, te encuentras con que Jesú s fue la persona que má s hablo del i n i e r n o . D e h e c h o , s i c u e n t a s l o s versı́ c ulos, Jesú s habló má s sobre el in ierno que sobre el cielo. Uno de los escé pticos má s famosos de la historia, Bertrand Russell, dijo en su libro ¿Por qué no soy un Cristiano?, que la enseñ anza de Jesú s sobre el in ierno es “el defecto profundo en el cará cter de Cristo”. Si queremos evitar la idea del in ierno, no p o d e m o s i g n o r a r e l p r o b l e m a enfocá ndonos en el “Jesú s manso y humilde”. El in ierno nos muestra la medida del amor de Dios al salvarnos ¿Por qué Jesú s habló sobre el in ierno má s que otra persona en la Biblia? Porque El querıá hacernos ver lo que iba a sufrir en la cruz por nosotros. En la cruz, el castigo de Jesú s era indescriptible: a este remanente de un hombre ensangrentado y d e s i g u r a d o s e l e d i o u n a c r u z probablemente reciclada, probablemente cubierta de la sangre, heces y orina de los otros hombres que la habı́ a n usado previamente. Colgado allı ́ en un inmenso dolor, as ixiado lentamente hasta la muerte

Jesú s habló má s sobre el in ierno que sobre el cielo. La peor parte fue la separació n del Padre que Jesú s sintió , separació n que era el mismo in ierno. “Dios mıo ́ , Dios mıo ́ ”, clamó : “¿Por qué me has abandonado?” (Mat. 27:46) Durante todo esto, Jesú s estaba tomando el in ierno de nuestros pecados en Su cuerpo. Frecuentemente la gente siente que el in ierno es una gran mancha en el amor de Dios. La Biblia lo presenta como todo lo contrario. El in ierno magni ica el amor de Dios al mostrarnos cuan lejos fue Dios y todo lo que pasó para salvarnos. Las personas son eternas C.S. Lewis señ aló una vez que el in ierno es una conclusió n necesaria de la creencia cristiana que los seres humanos fueron creados para vivir eternamente. Ası́


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lo dijo: “El cristianismo a irma que cada ser humano como individuo va a vivir para siempre, y esto debe ser cierto o falso. Ahora bien, hay un buen número de cosas que no vale la pena preocuparse si solo voy a vivir 70 años, pero que deben preocuparme seriamente si voy a vivir para siempre. Tal vez mi mal carácter o mi envidia van empeorando, pero de forma tan gradual que el aumento en 70 años no va a ser muy notable. Pero podría ser absolutamente infernal en un millón de años: de hecho, si el cristianismo es cierto, el in ierno es el término técnico preciso y correcto para lo que eso sería” En un sentido, Dios no envía a nadie al in ierno; nos enviamos nosotros mismos El in ierno es la culminació n de decirle a Dios que nos “deje tranquilos”. Seguir dicié ndole a Dios que nos deje en paz, y, inalmente, Dios dice: “Está bien”. Es por eso que la Biblia lo describe como oscuridad: Dios es luz; su ausencia es la oscuridad. En la tierra experimentamos la luz y cosas como el amor, la amistad, y la belleza de la creació n. Estos son todos remanentes de la luz de la presencia de Dios. Pero cuando le dices a Dios que no lo quieres como el Señ or y centro de tu vida, con el tiempo consigues ese deseo, y con Dios se van todos Sus regalos.Tenemos dos opciones: vivir con Dios o vivir sin Dios. Si dices: “Yo no quiero la autoridad de Dios. Yo pre iero vivir para mı ́ mismo”, ese es el in ierno. En El Gran Divorcio y El problema del Dolor, Lewis lo expresó ası:́ “A largo plazo la respuesta a todos aquellos que se oponen a la doctrina del in ierno es en sı ́mismo una pregunta: “¿Qué está n pidiendo a Dios que haga?”. . . ¿Qué los deje solos? Por desgracia,

me temo que eso es lo que hace. . . . Al inal, solo hay dos tipos de personas: los que dicen a Dios “há gase tu voluntad” y aquellos a los que Dios les dice al inal “há gase tu voluntad”. Dios envía a la gente al in ierno, y todos sus caminos son verdad y justos. Podemos estar tentados a estallar en rabia contra Dios y corregirle. Pero, ¿có mo podemos encontrar una falta en Dios? Como dice Pablo en Romanos 9, ¿quié nes somos nosotros, como simples pedazos de barro, para cuestionar al alfarero divino? No somos má s misericordiosos que Dios. Isaıás nos recuerda que todos aquellos que está n actualmente “enojados contra Dios” llegará n ante El en el ú ltimo dıá y será n avergonzados, no reivindicados (Is. 45:24), porque entonces se dará n cuenta de lo perfecto que son los caminos de Dios. Para Dios no es su iciente sacarnos del in ierno; él debe sacar el in ierno de nosotros. La ú nica manera de que disfrutemos del cielo es cuando aprendamos a amar y con iar en Dios. Solo una experiencia del amor de Dios puede reorganizar la estructura fundamental de nuestro corazó n para crear amor por El y con ianza en Dios. No es su iciente que Dios nos saque del in ierno; El debe sacar el in ierno de nosotros. ¡Qué esa sea nuestra gran solicitud a Dios!

Con sus malas acciones los reprobados “¿Qué están pidiendo a Dios que haga?”


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¿QuÉ SIGNIFICA AMAR A CRISTO EN LA PRÁCTICA?

Si

amamos a una persona, nos

gusta pensar en ella. No necesitamos que nos la recuerden. No olvidamos su nombre o su aspecto o su cará cter o sus opiniones o sus gustos o su posició n o su ocupació n. Acude a nuestra mente muchas veces al dıá. Aunque quizá esté lejos, a menudo se halla presente en nuestros pensamientos. Pues bien, ası ́ es entre el verdadero cristiano y Cristo. El “habita en su corazó n” y está en su pensamiento cada dı́a (Ef. 3:17). El verdadero cristiano no necesita que le recuerden que tiene un Maestro cruci icado. Con frecuencia piensa en El. Nunca olvida que El tiene un dıá especial, una causa y un pueblo, y que é l forma parte de ese pueblo. El afecto es el verdadero secreto de una buena memoria. Ningú n hombre mundano puede pensar mucho en Cristo a menos que alguien lo presione para ello, porque no tiene ningú n afecto hacia El. El verdadero cristiano tiene pensamientos sobre Cristo cada dıá de su vida por la sencilla razó n de que lo ama.

El verdadero cristiano tiene pensamientos sobre Cristo cada día de su vida


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Si amamos a una persona, nos gusta oıŕ acerca de ella. Encontramos placer en escuchar a aquellos que hablan de ella. Sentimos gran interé s cuando alguien nos cuenta algo de esa persona y nos describen sus reacciones, sus palabras, su conducta y sus planes. Puede que algunos respondan con indiferencia, pero nuestros corazones laten con fuerza só lo con el sonido de su nombre. Bien, ası́ es entre el verdadero cristiano y Cristo. El verdadero cristiano se deleita en oıŕ algo acerca de su Maestro. Le gustan má s aquellos sermones que está n má s llenos de Cristo. Disfruta de la compañ ıá de aquellas personas que hablan de las cosas del Señ or. Una anciana creyente de Gales solıá caminar muchas millas para oıŕ a un predicador inglé s, le preguntaron por qué caminaba tanto, ella contestó que aquel predicador nombraba a Cristo tan a menudo en sus sermones que, a pesar de no entender el idioma, aquello le hacıá bien. ¡Ella amaba incluso el nombre de su Salvador!

como hacen los hijos del mundo. Para é l, los mandamientos de Cristo no son gravosos, y su carga es ligera. ¿Y por qué ? Simplemente porque le ama.

Ninguna persona puede nacer de nuevo por sus propias capacidades

El amor a Cristo nos motiva a agradarle Si amamos a una persona, nos gusta agradarle. Nos alegra consultar sus gustos y opiniones, actuar con su consejo y hacer las cosas que é l aprueba. Incluso nos negamos a nosotros mismos para seguir sus deseos, nos abstenemos de cosas que sabemos que le desagradan y aprendemos cosas a las que no estamos inclinados naturalmente porque pensamos que le complacerá n. Bien, ası́ es entre el verdadero cristiano y Cristo. El verdadero cristiano estudia la manera de agradarle, siendo santo en cuerpo y en espıŕitu. No murmura de ninguna de las exigencias de su Señ or por considerarlas demasiado estrictas

Si amamos a Dios nos abstenemos de cosas que sabemos que le desagradan Seamos amigos de Cristo y hablemos de Él Cuando amamos a una persona, nos gustan sus amigos. Estamos inclinados favorablemente a ellos incluso antes de conocerlos. Estamos unidos a ellos por el lazo comú n del amor a esa misma persona. Cuando los conocemos, no sentimos que son extrañ os. Ya existe un vın ́ culo de unió n entre nosotros. Aman a la misma persona que nosotros, y só lo eso ya es una presentació n. Bien, pues ası ́ es entre el verdadero creyente y Cristo. El verdadero cristiano considera sus amigos a todos los amigos de Cristo, miembros del mismo cuerpo, hijos de la misma familia, soldados del mismo ejé rcito, viajeros al mismo hogar. Cuando los conoce, siente como si ya los conociera desde hace tiempo. Está má s en casa con ellos en unos pocos minutos que con muchos de sus conocidos no creyentes


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despué s de muchos añ os. ¿Y cuá l es el secreto? Simplemente el afecto al mismo Salvador y el amor al mismo Señ or. Si amamos a una persona, nos gusta hablar con ella. Le contamos todos nuestros pensamientos, y le abrimos nuestro corazó n. No nos parece difı́cil d e s c u b r i r l e l o s a s u n t o s q u e n o s preocupan. Aunque seamos silenciosos y reservados con otros, encontramos fá cil hablar con un amigo muy querido. Por muy a menudo que nos encontremos, nunca nos quedamos sin temas de los que hablar. Siempre tenemos mucho que decir, mucho que preguntar, mucho que describir. Bien, pues ası ́ es entre el verdadero cristiano y Cristo. Para el verdadero cristiano no es difı́ c il hablar con su Salvador. Cada dıá tiene algo que decirle, y no está contento hasta que se lo diga. Le habla en oració n cada mañ ana y cada noche. Le cuenta sus necesidades y deseos, sus sentimientos y sus temores. Le pide consejo en las di icultades. Le pide consuelo en los problemas. No puede evitarlo. Debe conversar con su Salvador continuamente, y se desmayarı́a por el camino. ¿Y por qué ? Simplemente porque le ama.

¿Le gusta platicar de Cristo con otros?

Amar a Cristo es desear estar cerca de Él Si amamos a una persona, nos gusta estar siempre con ella. Pensar, escuchar, leer y hablar ocasionalmente con cosas que está n bien, pero cuando realmente amamos a alguien, queremos algo má s. Deseamos profundamente estar siempre en su compañ ıá, y tener comunió n con é l sin interrupciones ni despedidas. Bien, ası ́es entre el cristiano y Cristo. El corazó n del verdadero cristiano anhela ese bendito dıá en el que verá a su Maestro cara a cara. Desea de verdad acabar de una vez con el pecado, y el arrepentimiento, y el creer, y comenzar la vida eterna en la cual conocerá como fue conocido, y no pecará má s. Ha hallado muy dulce el vivir por fe, y presiente que será incluso má s dulce vivir por vista. Ha hallado muy agradable oıŕ de Cristo, hablar de Cristo y leer de Cristo. ¡Cuá nto má s agradable será ver a Cristo con sus propios ojos, y no dejarle nunca má s! “Má s vale vista de los ojos que deseo q u e p a s a” ( E c l . 6 : 9 ) . ¿ Y p o r q u é ? Simplemente porque le ama.


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HEREJÍAS CONOCIENDO AL ENEMIGO DE LA VERDAD

Apolinarianismo El Apolinarianismo fue la herejıá enseñ ada por Apolinario el Joven, obispo de Laodicea en Siria alrededor del añ o 361. Enseñ ó que el Logos de Dios, el cual se convirtió en la naturaleza divina de Cristo tomó el lugar de Su alma humana racional Su cuerpo fue una forma glori icada de la naturaleza humana. En otras palabras, aú n cuando Jesú s era un hombre, El no tenıá una mente humana, pero Su mente era exclusivamente divina. Apolinario enseñ ó que las dos naturalezas de Cristo no podıán existir dentro de una persona. Su solució n era menoscabar la naturaleza humana de Cristo. El Apolinarismo fue condenado por e l C o n c i l i o S e g u n d o G e n e r a l e n Constantinopla en 381. Esta herejıá niega la verdadera y completa humanidad en la persona de Jesú s, la cual a su vez, pone en peligro el valor de la redenció n ya que en é sta, Jesú s es declarado tanto Dios y hombre como para llevar a cabo este acto. El necesitaba ser Dios para ofrecer un sacri icio puro y santo de valor su iciente; y necesitaba ser un hombre para poder morir por los hombres.

Jesú s es totalmente Dios y hombre.

Parte 3

Esto se conoce como la Unió n Hipostá tica. “Al principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios…y la Palabra se convirtió en carne y habitó entre nosotros…” (Juan 1:1, 14). “porque en El habita corporalmente toda la deidad.” (Col 2:9).


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Noviembre de 2015


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