Al Filo, revista del mundo del trabajo, junio 2011

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Publicación mensual de información y análisis sobre el mundo del trabajo, los trabajadores, la cultura, comunicación, luchas sociales y política, de los abajo firmantes. Todas las colaboraciones son responsabilidad de su autor, incluso las involuntarias. Se permite la reproducción parcial o total de los contenidos, citando la fuente.

Consejo Editorial: Alberto G. Bárcenas, Alfredo Ramírez, †Antonio Martínez, Carina Quiroz, Francisco Alvarado, Gloria Canedo, Haydeé Martínez, Héctor Mora, José Luis Govea, J. Manuel Pérez Vázquez, Leonardo Sánchez, Luis Rojas, Miguel Angel Lara, Miguel Chavesti, Oscar Guzmán, Pedro Martínez, Ricardo Martínez, Rodolfo Bernal, Víctor Palacio.

CONTENIDO

Al Filo, El mundo de los trabajadores.

Cipriano Hernández Martínez, (adaptación) Oscar Guzmán

1

Egipto y el nuevo mundo árabe, Héctor Mora Zebadúa

5

Tres mitos sobre los salarios, David Miranda

9

Economía y distribución del ingreso, Víctor H. Palacio Muñoz

14

Póstuma traición del nuevo PRI, Martín Trinidad

16

Camaleónicos Carroñeros, José Luis Govea

18

Acechanzas, Lourdes Uranga

19

Pensamientos, Ana González

23

Las revoluciones no se inventan, Celso Tzontecomani

24

Colaboradores: todos los que se dejen.

¡Ya volvimos a la interné! Comisión editorial: Héctor Mora, †Antonio Martínez. Coordinación: Héctor Mora Zebadúa Diseño y formación: Carina Quiroz, Oscar "Vallejo".

Puedes divisar la versión electrónica de Al Filo, el mundo de los trabajadores, en las siguientes direcciones electrónicas: http://issuu.com/, escribiendo al filo en el buscador del sitio; http://www.scribd.com/, escribiendo al filo, revista del mundo del trabajo en el buscador del sitio; y en

http://alfiloelmundodelostrabajadores. blogspot.com/, donde, además de la versión electrónica de nuestra revista podrás hacer comentarios sobre el contenido de los artículos. De manera que si no la encuentras en librerías de prestigio (porque ahí no está a la venta) puedes leer Al Filo, en línea.






“Se nos venían encima, y nos organizamos rápidamente, pusimos chapas, las alzamos como una barrera, con eso nos escudábamos y armamos un frente de combate”… “Un chico árabe inglés al lado mío esquivaba piedras y escribía desde el celular en twitter lo que iba ocurriendo. Ni yo lo podía creer”, Marcelo Cantelmi, Clarín, 6-2-11 “Antes yo miraba la televisión, ahora es la televisión la que me mira a mí” Alain Badiou, Revista Ñ, 8-3-11

or ahí se pusieron también los médicos para recoger a los heridos. La peor batalla fue en la madrugada entre el miércoles y el jueves. Tardamos cinco horas en empujar a los invasores hasta más allá del museo de El Cairo y los puentes, porque había tipos de ellos en los techos de los edificios tirándonos desde las alturas. El ejército estaba pero siempre deja que nos matemos hasta que comenzamos a ganar nosotros y entonces ahí sí interviene para parar la lucha” (Marcelo Cantelmi, enviado especial Clarín, Buenos Aires, 6-2-11 http://www.clarin.com/). El pueblo egipcio salió a pelear contra el aumento del precio del pan y la comida, contra el desempleo masivo y los salarios de hambre. La gran mayoría de los manifestantes no tienen filiación política; es una enorme masa harta de un régimen despótico. Dentro de la plaza Tahrir se multiplicaron las tiendas de campaña. Sobraba la comida

y se cantaban canciones populares. Se obtuvo electricidad de los semáforos. Además de varios hospitales de campaña, también había pequeñas enfermerías para curar a los artilleros que iban al frente a lanzar las piedras. La defensa de la plaza a base de barricadas y piedras funcionó todos esos días. En el extremo sur de la plaza Tahrir, junto a la mezquita, acamparon los Hermanos Musulmanes. Abdel Fatah Saba, dijo: "No queremos instaurar la sharia [ley islámica], eso es algo que tendrá que decidir el pueblo. Aquí todos somos egipcios con el mismo objetivo" (Oscar Abou-Kassem, El Cairo Público, 6-2-11 http://www.publico.es/). El joven Tarek llegó a la plaza dos días después de que el gobierno lanzó la policía contra los manifestantes (una acción que dejó 125 muertos). Armó su tienda en un campamento en el que se ven pocas barbas y gorros islámicos y muchas mujeres sin velo y con jeans apretados. Los musulmanes más firmes, armaron su campamento al otro

lado; allá no hay mujeres. “Aquí todos odiamos a Hosni Mubarak”, aclara Tarek. (Marcelo Cantelmi). El sábado, después de la gigantesca movilización del viernes, el lugar esta lleno. Los relatos de las batallas y la resistencia se hacen leyendas. Omara Rasidi y Mortaz tienen el cuerpo forrado de heridas; marcas de los golpes de piedras, de balines de la policía del primer día de represión y cortes en los choque a trompadas con los oficialistas. Abel Fatah Sahn y Amai Awari son miembros de los Hermanos Musulmanes. Dejaron a sus hijos con sus mujeres y se vinieron: “Todos queremos un gobierno honesto y un gobierno honesto no tiene que ser solo islamita, tiene que ser honesto” (Marcelo Cantelmi, 6-2-11). Ahmed de 23 años, terminó la carrera de publicidad en la universidad de El Cairo: “Esto empezó en Facebook. Hace seis meses que veníamos intercambiando, hablando del régimen de lo que no queremos y de lo que queremos. Era todo clandestino. En Egipto


no se puede hablar, es como vivir en una prisión. Por eso se usan mucho las redes sociales”. (Marcelo Cantelmi, 6-2-11). Jóvenes médicas, venidas de las provincias para curar a los heridos, durmieron en medio de un círculo de jóvenes violentos, y están más tranquilas de lo que han estado jamás… Vemos a una fila de cristianos hacer guardia de pie para cuidar a los musulmanes inclinados para orar. Vemos a los comerciantes alimentar a los desempleados y a los pobres. Comprobamos, que hubo centenares de muertos y que todavía los hay cada día. Muchos muertos fueron combatientes y mártires. Los lugares políticos y simbólicos del levantamiento tuvieron que ser protegidos al precio de feroces combates contra los milicianos y la policía de los regímenes amenazados (Alain Badiou*, Revista Ñ, Buenos Aires, 8-3-11, http://www.revistaenie.clarin.com/, Traducción de Elisa Carnelli. *Marruecos, 1937, uno de los más prestigiosos filósofos de izquierda en Francia). Para el movimiento todas las instituciones del régimen eran ilegítimas, tanto del poder ejecutivo como del legislativo. Un sector proponía se nombrará como presidente interino al presidente del tribunal constitucional y que se convocara a una asamblea constituyente. Otros que se constituyera un comité nacional que supervisara la transición. Pero para lograrlo habría que romper la columna vertebral del régimen, el ejército, porque Egipto es una dictadura militar con fachada civil. Sin embargo, la mayoría de la oposición presentó al ejército como un intermediario “neutral”. El dictador Hosni Mubarak intentó ganar tiempo y desactivar el movimiento, anunciando la dimisión de la directiva del partido oficialista. Washington lo apoyó "Necesitamos un consenso nacional antes de seguir avanzando. El presidente de Egipto debe seguir en su cargo hasta que se pueda avanzar en esos cambios", dijo Frank Wisner, experto en espionaje e intromisión política, enviado especial de EU para “mediar” en la crisis. Pero los insurrectos insistieron en la salida inmediata del presidente. Entonces el régimen intentó responsabilizar al movimiento de la crisis económica y anunció que abrirían los bancos tras una semana de cierre, al tiempo que el ejército no disparó a los manifestantes, aunque tampoco los defendió cuando fueron atacados. El levantamiento alcanzó un punto culminante el 1 de febrero, obligando a Mubarak a anunciar concesiones. Reconoció la fuerza del movimiento y anuncio el deseo del gobierno de negociar con la oposición, para calmar al pueblo y a las potencias occidentales que demandaban reformas al sistema político. Concedió algunas de las reivindicaciones que formuló el movimiento, cuando inició el 25 de enero (Entrevista a Gilbert Achcar*, ¿Adónde va Egipto?, Faruq Sulehnia, 4-2-11, Traducción de Viento Sur,

http://www.vientosur.info/; *profesor de estudios sobre el desarrollo y relaciones internacionales en la School of Oriental and African Studies (SOAS) de Londres, creció en Líbano y es autor de varios libros). La oposición abarca un amplio abanico de fuerzas. Hay partidos legales como el Wafd. Los Hermanos Musulmanes (la principal fuerza de oposición) no están legalizados, pero son tolerados por el régimen. En 2005, Mubarak presionado por EU, concedió espacio a la oposición en las elecciones parlamentarias. Los Hermanos Musulmanes lograron 88 diputados, es decir, el 20 % de los escaños. En las últimas elecciones de noviembre y diciembre, el régimen decidió cerrar los espacios y los Hermanos Musulmanes solo conservaron un escaño (Gilbert Achcar, 4-2-11). Entre las fuerzas de izquierda, la más grande es el partido Tagammu, que tiene cinco diputados. Hay nasseristas de izquierda y

grupos de izquierda radicales, pequeños pero muy activos. Hay movimientos de la “sociedad civil”, como Kefaya, que se constituyó en solidaridad con la segunda Intifada palestina en 2000: rechazó la invasión de Iraq y posteriormente se declaró contrario al régimen de Mubarak. En un intento de huelga general, el 6 de abril de 2008, surgió el Movimiento Juvenil del 6 de Abril. El líder político más visible es Mohamed el Baradei. Fue director de la OIEA. Al volver a Egipto en 2009, después de dejar la dirección del OIEA, su prestigio personal, reforzado por la concesión del Premio Nobel de la Paz en 2005, le permitió reunir a personalidades y grupos liberales y de izquierda. Muchos veían en el Baradei, que goza de reputación y contactos internacionales, a un buen candidato a la presidencia. Así se formó la Asociación Nacional por el Cambio. Sin embargo, los


Hermanos Musulmanes no se entusiasmaron con el Baradei por que no tiene inclinaciones religiosas (les parece demasiado laico) y por que se habría reducido su margen de negociación con el régimen, que les hizo muchas concesiones, como el refuerzo de la censura islámica en cuestiones culturales, por ello Egipto retrocedió mucho con respecto a la secularización que se consolidó bajo Gamal Abdel Nasser en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado (Gilbert Achcar, 4-2-11). El modelo que pretenden reproducir en Egipto algunas fuerzas es el de Turquía, donde la democratización fue controlada por el ejército. Este proceso, creó un espacio que permitió al AKP, un partido islámico conservador, ganar las elecciones. Esas fuerzas, no están por derribar el Estado y por eso cortejan a los militares. Aplican una estrategia de conquista gradual del poder (Gilbert Achcar, 4-2-11). La renuncia de Mubarak el 11 de febrero, dos días después del inicio del movimiento de huelga no es casual. El régimen se encontró ante la disyuntiva: la salida de Mubarak, o la explosión social. Las huelgas dispersas tomaron la forma de una Huelga General que paralizó el país. Al comenzar las huelgas el régimen comenzó a vacilar y el ejército obligó a Mubarak a dimitir porque el sistema se resquebrajaba. El ejército es también una fuerza económica que controla industrias civiles. El gobierno había paralizado la economía con el toque de queda, el cierre de los bancos y de las empresas, pero cuando el gobierno intentó volver a la "normalidad" los trabajadores fueron a las fábricas, discutieron sobre la situación y comenzaron a organizarse y a actuar. El viernes, durante la marcha de la victoria algunos señalaban con el dedo a los militares: "Ni soñar con que nos roben nuestra revolución como en 1952", "La revolución no ha terminado", "Militares atención, os vigilamos" (Katherine Manca, 26-2-11). El viernes 11, después de 18 días de movilización, triunfaron los egipcios: cayó Mubarak. Asumió el gobierno de manera provisional el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, bajo el mando del ministro de Defensa, Mohamed Hussein Tantawi, pero no podrá prolongar la vida del viejo régimen. La libertad de manifestación, de prensa, de organización y la huelga fueron conquistados en duros combates políticos. Existe un contrapoder masivo en las calles. La fundación de una nueva Federación Sindical, los comités populares y las organizaciones juveniles tienen un enorme poder adquirido en la lucha. Aunque el Consejo Supremo comanda un poderoso ejército, tiene un poder muy precario y escasa legitimidad, tanto que prohibió las huelgas y nadie le hizo caso. Las huelgas se multiplicaron hasta convertirse casi en huelga general. Paros, protestas y ocupaciones de centros de trabajo ocurrieron

por doquier (La Breche, 17-2-11, www.alencontre.org/, Trad. Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa). El gobierno, en manos del vicepresidente Omar Suleiman, se reunió con las oposiciones incluidos los Hermanos Musulmanes, partidos políticos y otros representantes como Mohamed el-Baradei. Al término de la reunión se anunciaron reformas constitucionales y en materia de libertades civiles. Pero, algunos grupos de oposición y el movimiento juvenil prefirieron no participar por el temor de contribuir a reemplazar un régimen autoritario por otro (Mediapart, www.mediapart.fr, Trad. Alberto Nadal, Viento Sur, http://www.vientosur.info/).). El nuevo gobierno militar tarda mucho en liberar a los presos políticos, presiona a los huelguistas para que vuelvan al trabajo, prohíbe al acceso a los lugares en huelga a los periodistas, mantiene el toque de queda y el estado de urgencia, en vigor desde hace casi 30 años (Katherine Manca, 26-2-11). Por ejemplo, en Mahalla, una de los mayores complejos industriales del Medio Oriente, 24,000 obreros de la fábrica textil estuvieron en huelga durante cinco días hasta el sábado, era imposible acercarse; los militares cortaron la circulación, pues no olvidan que ahí comenzó la huelga general del 6 de abril de 2008, en que nació la coalición que llamó a manifestarse el 25 de enero pasado (Katherine Manca, 26-2-11). Tanto así que por uno de los archivos filtrados a wikileaks sabemos que la Embajada de EU en Egipto predijo en un informe de abril de 2008 sobre la huelga del día 6: "Lo ocurrido en Mahalla es significativo... ha irrumpido una nueva fuerza orgánica de oposición que desafía etiquetas políticas y aparentemente no está relacionada con los Hermanos Musulmanes. Esto puede forzar al Gobierno a cambiar su guión... Lo ocurrido el 6 de abril ha unido a diversas fuerzas de la oposición con numerosos egipcios no activistas, a través de la llamada a la huelga en Facebook, que ha reunido a 70.000 seguidores en la red, y ha cosechado una importante atención nacional. El nexo de los usuarios de Facebook de clase media y alta con sus homólogos pobres de las fábricas de Mahalla ha creado una nueva dinámica". Desde aquella huelga no ha habido una semana sin protestas, manifestaciones o paros en Egipto (Mahalla: ¿incidente aislado o punta del iceberg? Olga Rodríguez, Viento Sur, http://www.vientosur.info/). Lo más sorprendente de esta revolución es que a pesar de que las principales fuerzas de oposición a los regímenes existentes en toda la región son partidos islámicos, las protestas no se han inspirado en programas religiosos ni han sido encabezadas por fuerzas religiosas. Tal vez porque, como las encuestas muestran desde hace años la democracia es un valor muy apreciado en los países de Medio Oriente, contra los prejuicios de occidente sobre la

“incompatibilidad” cultural de los países musulmanes con la democracia. “La falta de democracia ha permitido a las fuerzas integristas religiosas ocupar espacio. La represión y la falta de libertades políticas han mermado las posibilidades de los movimientos de izquierda, obreros y feministas. Así, la oposición es dominada por grupos que se adhieren a ideologías y programas religiosos. Aspiramos a una sociedad en la que estas fuerzas sean libres de defender sus puntos de vista, pero en competencia ideológica abierta y democrática entre todas las corrientes políticas. Para que las sociedades de Oriente Próximo vuelvan a la senda de la secularización política, necesitan la educación política que da una práctica prolongada de democracia” (Gilbert Achcar, 4-2-11). Otro aspecto relevante es la sorprendente extensión de la revolución, pero como dice Jean-Marie Gleize: “Un movimiento revolucionario no se extiende por contagio sino por resonancia. Algo que se forma aquí resuena con la onda de choque emitida por algo que se forma allá”. Esta resonancia es la brusca creación, no de una nueva realidad, sino de un sinnúmero de posibilidades, por el levantamiento popular salido casi de la nada que crea posibilidades desconocidas. En Egipto no se habla de democracia, sino de un “nuevo Egipto”, de un “verdadero pueblo egipcio”, de asamblea constituyente, de cambio total de vida; de posibilidades inauditas y antes desconocidas (Alain Badiou, Revista Ñ, 8-3-11). Por lo pronto, con independencia de las consecuencias a largo plazo en la vida social, en la política interna, en la geopolítica del petróleo, en la inmigración y en la relación con Israel, se nota que la tendencia más radical del movimiento islámico ha perdido influencia y que su franja “participacionista” o moderada, la que acepta actuar en el seno de la sociedad (que no desarrolla movimientos armados y clandestinos) tendrá que adaptarse a una nueva realidad democrática. Los Hermanos Musulmanes son la fuerza política más estructurada, con una inmensa red de asociaciones y tendrán esta responsabilidad (Gilles Kepel, Hacia un nuevo mundo árabe, Le Monde, Trad. Susana Merino, 6-4-11, www.rebelión.org). Estas dos tendencias dividen al movimiento islámico desde 1990, pero los atentados del 11 de septiembre (11-S) dieron nuevo impulso a los radicales que tuvieron un papel protagónico durante una década. Pero el ejemplo del martirio ha resultado insuficiente para movilizar a las masas. Por el contrario, la situación política resultante del 11-S otorgó un indulto a los regímenes autocráticos pues se presentaron como los únicos baluartes contra al-Qaida (Gilles Kepel, 6-4-11). Es el agotamiento del modelo al-Qaida (es decir, el modelo Bush) lo que puso fin a ese indulto y los pueblos tomaron la palabra arrebatándoles el protagonismo


a los extremistas. Las sociedades árabes se transformaron en silencio. Los islamistas no han logrado apoderarse del movimiento ni controlar su lenguaje, a diferencia de la revolución iraní de hace treinta años. El ayatolá Jomeini impuso su retórica y su visión, para controlar la insurrección democrática contra el sha. Los islamistas moderados tampoco han logrado dominar (Gilles Kepel, 6-4-11); para la gente su interpretación del mundo ya es insuficiente. Es sintomático y paradójico que el fenómeno común a todos estos países, es la omnipresencia de la policía secreta que sin embargo no pudo prever los levantamientos, pese a que fueron convocados públicamente en la red, ni se percataron del cambio de ánimo y de percepción del pueblo. Estas revoluciones llegaron después de décadas de un autoritarismo que impidió toda forma de participación política. No existen, como sucedió en Europa del este, opositores con experiencia política. Y las redes sociales son insuficientes para organizar el descontento, su papel se ha limitado a unificar y difundir la convocatoria. Las nuevas dirigencia deben trascender al espacio virtual y hacerse reales (Gilles Kepel, 6-4-11). Casi el único rincón del planeta en el que las cosas seguían como antes de la caída del muro, como durante la guerra fría, era el Medio Oriente, recientemente agitado, convulsionado, manipulado y satanizado por la dupla al-Qaida-Bush. Tanto la Unión Europea como los Estados Unidos deseaban cambiar esta situación, para integrar al mundo árabe y más ampliamente al mundo musulmán al mercado internacional y encontrar salida a sus mercancías y capitales, en un nuevo intento por salir de la crisis. Aunque las revoluciones no se inventan sí se promueven, aprovechan y apoyan. Mohamed el Baradei recibió el premio Nobel de la paz en 2005, lo que lo convirtió en el líder opositor más visible y mejor relacionado con occidente, lo que de suyo no le quita ni legitimidad ni valor moral o político. Ese mismo año el gobierno de Mubarak se vio obligado, por la presión norteamericana a abrir espacios a la oposición. En 2008 las redes sociales (el ciberespacio, propiedad del gran capital) hacen su primer servicio a los sectores opositores en la convocatoria al 6 de abril. Al inicio de febrero de 2011 el gobierno de Mubarak detiene a Wael Ghonim, jefe de márketing de Google en Medio Oriente y en el norte de África por ser uno de los promotores de las manifestaciones iniciadas el 25 de enero (Issandr El Amrani, “Wael Ghonim relaunches the revolution”, The Arabist, 8 de febrero 2011, Le Monde Diplomatique, http://blog.mondediplo.net/, Trad. Susana Merino, http://www.rebelion.org/), se vio forzado a liberarlo muy pronto, pero su detención no fue producto de la paranoia de una dictadura

sino la obviedad que alcanzó a descubrir un servicio de inteligencia torpe y anquilosado. Es extraordinario que los gobiernos y los medios occidentales hayan asumido que los revoltosos de una plaza de El Cairo son el pueblo egipcio “¿Cómo es esto? Para ellos, el único pueblo razonable y legal, ¿no se reduce en general a la mayoría de una encuesta o a la de una elección?, ¿Cómo es que de repente cientos de miles de revoltosos son representativos de un pueblo de ochenta millones de personas?” (Alain Badiou, 8-311). Para contrastar recuérdese que en México en 2006 salimos a las calles a oponernos al fraude mediante el que fue impuesto en la presidencia Felipe Calderón más de un millón de personas y el propio gobierno reconoció que votaron por AMLO quince millones de ciudadanos. Sin embargo, los medios internacionales no vieron en nosotros a la representación de los anhelos del pueblo sino a fanáticos obsesionados que no saben perder y que por lo tanto no son democráticos. Ni la UE ni el gobierno de los EU salieron a decir “Calderón no debe asumir la presidencia porque la elección fue ilegal. Es necesaria una transición a la democracia”. Por el contrario, callaron y apoyaron a la oligarquía antidemocrática y defraudadora. Pero en 2011 tanto EU como la UE bien pronto exigieron la dimisión del dictador. La caída de regímenes autoritarios de discurso antinorteamericano permite reconfigurar la zona. El autoritarismo estimula el desarrollo de oposiciones duras, fundamentalistas y/o violentas. La democracia permite que crezcan las oposiciones más mesuradas y pacientes. La estabilidad democrática del Medio Oriente permitirá a los EU y a la UE salir de Irak y Afganistán más pronto y dignamente, encubriendo su grave derrota. Se habrá mostrado su incapacidad militar, pero habrán triunfado al dejar regimenes democráticos no antigringos ni antijudios. Para la derecha que domina Israel, el sionismo, la democratización del medio oriente significa el aislamiento político, la evidencia de su injustificable política racista y violenta contra los árabes y los palestinos en particular. Los sionistas se quedarán sin pretexto para exigir a los EU apoyo, protección y tolerancia al genocidio que practican. Si todo sale bien, el sionismo deberá dejar el poder en Israel y la tensión belicista en la zona se reducirá. Norteamericanos y Europeos venderán menos armas, pero venderán mayor cantidad de otras mercancías e infraestructura. La estabilidad política y democrática de la región redundará en la estabilidad del mercado y la reducción de los precios del petróleo. Elemento central en la recuperación económica a corto plazo. La estabilidad del mercado del petróleo dará oportunidad a una más suave y planeada sustitución de esta fuente de energía, tal

como viene promoviéndola el capital internacional a través de la ONU, con sus discursos apocalípticos. El capital internacional desea que la revolución se detenga, que no vaya muy lejos, con derribar a las dictaduras y reducir la presencia del islamismo radical basta. Para Israel, EU y la UE, que raramente protestaron por la represión en Egipto o en Túnez (millones de personas arrestadas, torturadas, condenadas) y que mantienen silencio con relación a Marruecos y otras dictaduras, el peligro no está en la continuidad del régimen, sino en los islamismos, hay temor de que el fundamentalismo sustituya a la dictadura militar. Los sionistas han creído que es mejor para Israel tratar con dictaduras árabes porque estas garantizan el control de sus pueblos y justifican sus políticas militaristas y racistas, pero con eso sólo han conseguido aislar al país, convirtiéndolo en un gueto encerrado tras un muro (Gilles Kepel, 6-4-11). Para la derecha israelí, la revolución en Egipto es muy mala noticia. Árabes educados, sin traje de “islamistas”, muchos hablando inglés y defendiendo su idea de cambio democrático sin recurrir a la retórica “antioccidental” es algo peligroso. Que los ejércitos árabes no disparen sobre los manifestantes, es malo para ellos, pues hace que la ocupación israelí en Cisjordania y en la Franja de Gaza y sus políticas de apartheid aparezca como inadmisible. Pero lo peor es la inevitable comparación. Mientras en Egipto se vive una Intifada pacífica y el ejército no dispara contra los manifestantes, e incluso antes de la salida de Mubarak el ministro del Interior que envió mercenarios a reprimir las manifestaciones fue destituido. En Israel los generales que ordenaron la matanza de palestinos y de manifestantes israelíes contra la ocupación, se disputan el puesto de Jefe del Estado Mayor General; ni un general o político israelí tiene problemas por ordenar a las tropas disparar contra civiles desarmados. Así queda en duda que Israel sea un país civilizado, democrático y estable, una isla occidental en un medio de la barbarie y fanatismo islámico árabe. Se le verá como una isla de barbarie y fanatismo en un mar nuevas sociedades democráticas (Ilan Pappé, The Electronic Intimada, http://electronicintifada.net, http://www.rebelion.org/). Los sionistas tratarán de evitar la paz, harán otra campaña islamófoba. Interferirán para obstaculizar la transición a la democracia y pedirán con gritos histéricos el apoyo norteamericano. Pero, tal vez ahora el gobierno de EU piense que sus intereses no coinciden con los del sionismo y la UE también prefiera la democratización de la región, incluyendo un estado palestino democrático y la caída en Israel del sionismo. Ojalá.


*David Miranda esde 1982 los g o b i e r n o s neoliberales difunden algunos mitos sobre los salarios, con el objeto de justificar su política de contención salarial y para “explicar la necesidad” de la brutal caída de los salarios. La Real Academia de la Lengua española define mito como: “Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen”. El gobierno y la patronal le atribuyen a los salarios de los trabajadores características que no tienen, para confundir y consolidar la política de contención de los salarios. Demostraré que las tres principales afirmaciones gubernamentales sobre los salarios mínimos y contractuales son mitos, en virtud de que están

alejados de la realidad; son argumentos falsos. Los expertos en el tema salarial, como el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM (CAM de la UNAM), demuestran que durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa los salarios mínimos han sufrido una pérdida en su poder adquisitivo de 47.1%, caída que rebasa a la sufrida en los sexenios de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas de Gortari. La perdida de poder adquisitivo de los salarios se genera por la subordinación de algunos dirigentes sindicales al gobierno; la política de contención salarial

de los Gobiernos Federales y, destacadamente, la labor de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), organismo que en contradicción con la misión que tiene por mandato Constitucional, que en lugar de elevar el nivel de vida de los trabajadores y sus familias, ha contraído al extremo el salario mínimo. De acuerdo al artículo 94 de la Ley Federal del Trabajo, los salarios mínimos generales se fijaran por una Comisión Nacional (CONASAMI), integrada por representantes del sector patronal, de los trabajadores y del Gobierno. La CONASAMI durante varios

lustros ha fijado micro aumentos a los salarios mínimos. La respuesta de los trabajadores no ha sido organizada, por ello los obreros no emprendemos una política de recuperación salarial, que nos permita alcanzar los satisfactores establecidos en la fracción VI del artículo 123 Constitucional. Para controlar cualquier respuesta obrera, los patrones y el gobierno han emprendido campañas de desinformación entre los obreros, para hacerles creer que no hay alternativas. Los mitos sobre los salarios que difunde la CONASAMI son los siguientes: 1.- Casi ningún trabajador gana el salario mínimo en México.

2.- No hay necesidad de aumentos “desmedidos” de los salarios, porque la inflación está controlada. 3.- Los salarios de los trabajadores son inflacionarios. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), con la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y con el CAM de la UNAM, estas afirmaciones están alejadas de la realidad. El gobierno federal y sus voceros, argumentan fuera de la realidad y son capaces de usar datos falsos y crear mitos para mantener los privilegios de un puñado de multimillonarios que concentran la mayor parte de la


riqueza de nuestro país y son quienes detentan el poder político, como Televisa o Televisión Azteca que gobiernan en nuestra nación. Mito Uno: “Casi ningún trabajador gana el salario mínimo en México”. Cuando la CONASAMI está por fijar los salarios mínimos generales los representante de los empresarios plantean a los medios una serie de aberraciones. Por ejemplo el líder de la Confederación Patronal, Tomás Natividad, declaró que ya “casi nadie gana salario mínimo en México”. Según este mito “los salarios mínimos no son significativos, ya que sólo los recibe una pequeña porción de los trabajadores; que su función básica es regular multas y costo de servicios públicos”. Otro integrante de la clase política, el panista Jorge Zermeño, argumentó recientemente: "Creo que el salario mínimo en México es un referente, no es un salario que gane mucha gente; muchas empresas pagan salarios muy por encima de lo que es el mínimo…” La realidad es muy distinta. El INEGI reporta que un importante número de trabajadores ganan hasta un salario mínimo diario, tal y como lo podemos apreciar en la tabla 1: Como puede observarse, al tercer trimestre de 2010 la población ocupada fue de 44 millones 480 mil 562 de

trabajadores, de los cuáles 5 millones 775 mil 205 ganan un salario mínimo. En otras palabras, el 13% de la población ocupada gana un salario mínimo, lo que los acerca a niveles de extrema pobreza, en virtud de que con ese salario no les alcanza ni para adquirir una Canasta Básica Alimenticia, es decir, no ganan ni para comer. La PROFECO define la Canasta Básica: “Es el conjunto de bienes y servicios indispensables para que una persona o una familia pueda cubrir sus necesidades básicas a partir de

su ingreso; en otras palabras, una canasta básica es aquella que tiene todos los productos necesarios para poder tener una vida sana, tanto física como mentalmente.” Habría que agregar que el poder adquisitivo del salario se mide al conocerse qué tanto se acerca o se aleja de la adquisición de una Canasta Básica. Conviene conocer las investigaciones del CAM de la UNAM. A partir de 1979, con una encuesta de Ingreso-Gasto a las familias mexicanas el CAM define y calcula el Precio de la Canasta Obrera Indispensable

(COI), conformada por 35 productos básicos para el uso diario de una familia integrada por cinco personas, así como el precio de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR). La CAR es una canasta de alimentos recomendable para el consumo diario de una familia conformada por cinco personas: 2 adultos, un joven y dos niños. Fue definida en su estructura, contenido y ponderación por el Dr. Abelardo Ávila Curiel investigador del Instituto Nacional de Nutrición “Salvador Zubirán”. Las familias


Fuente: Elaborada por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM), Facultad de Economía de la UNAM, enero de 2009.

trabajadoras tienen que considerar además el gasto en vivienda, transporte, educación, salud, vestido, calzado y recreación, que no incluye la CAR. Las encuestas son levantadas por Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía. El deterioro del poder adquisitivo del salario desde 1982, ha acumulando a la fecha una pérdida de 82.20%. En los tres primeros años del gobierno de Felipe Calderón los salarios mínimos sufrieron una grave pérdida, como lo explica el CAM: “El 1º de diciembre del 2006 el salario mínimo era de $ 48.67 pesos diarios –área geográfica “A”- y el precio de la CAR era de $80.83 pesos, con este salario se podía comprar el 60.21 % de la canasta. Para el 1º de enero de 2009 con un salario mínimo de $ 55.92, y un precio de $135.12 de la CAR, únicamente se podía adquirir el 41%. En el 2009 las familias trabajadoras adquirieron 20% menos alimentos que al inicio del actual gobierno, como se ve en la gráfica 1. Los datos son muy claros, cerca de seis millones de trabajadores que ganan hasta un salario mínimo diario, viven con su familia en la extrema pobreza, en virtud de que con su ingreso no pueden adquirir la totalidad de la Canasta Alimenticia Recomendable. En consecuencia, el mito de “que casi nadie gana el salario mínimo”, queda desmentido, pues el INEGI nos muestra que 13% de los trabajadores ven limitado su ingreso a un salario mínimo, con el cual difícilmente pueden comer, dado que el precio de los alimentos es muy alto. Esto demuestra el fracaso de 28 años de políticas Neoliberales en materia salarial y laboral, que han sumido en condiciones de extrema pobreza no sólo a los trabajadores que ganan un salario mínimo, sino incluso a aquellos trabajadores que ganan entre uno y dos salarios mínimos, y que ni destinando todo su ingreso pueden adquirir la totalidad de la CAR. Cuestión aparte son los gastos en vivienda, transporte, educación y salud. De acuerdo a la fracción VI, del artículo 123 de nuestra Constitución “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos.

Los salarios mínimos profesionales se fijarán considerando, además, las condiciones de las distintas actividades económicas.” El salario mínimo que ganan los trabajadores mexicanos no tiene este poder adquisitivo, no es suficiente, incumpliendo el Gobierno Federal y la CONASAMI el concepto Constitucional. Basta comparar lo que costó en abril de 2010 la CAR, $156.76 pesos, mientras el salario mínimo fue de $57.46, como se aprecia en la gráfica 2. Y tampoco es suficiente el salario mínimo para los más de 10 millones de trabajadores, que ganan entre 1 y 2 salarios mínimos, puesto que tampoco pueden adquirir la CAR. En conclusión: más de 16 millones de trabajadores, debido a sus bajos

ingresos, no pueden comprar completa la CAR. Mito dos: “No hay necesidad de aumentos “desmedidos” de los salarios, porque la inflación está controlada”. A raíz del reciente aumento al precio de la tortilla, tanto el titular de la Secretaría de Economía como el de la PROFECO, Bruno Ferrari y Antonio Morales de la Peña, solamente alcanzaron a balbucear que “es injustificado el incremento al precio de la tortilla”, incumpliendo su obligación, particularmente la PROFECO pues es la “institución encargada de defender los derechos de los consumidores, prevenir abusos y garantizar relaciones de consumo justas”. Históricamente el Gobierno Federal ha sostenido que la inflación está controlada, y que no hay una escalada inflacionaria, concluyendo que “no hay necesidad de aumentos salariales de emergencia”. Incluso algunos legisladores, en relación al reciente aumento a los combustibles, descartaron que pudiera desencadenar una espiral inflacionaria, pues ese aspecto de la macroeconomía está controlado. A tal grado llega su ansiedad por negar la inflación que el PAN, en voz de Héctor Larios Córdova, señaló que la realidad económica mexicana "dista mucho de una escalada de precios". Sin embargo, los artículos de consumo popular como leche, huevo, carne de res, pan blanco, tortilla, aceite, etc., han sufrido en el gobierno de Calderón severos incrementos de precio, de tal magnitud que como mostramos arriba no pueden ser adquiridos por cerca de 16 millones de trabajadores. Más aún, el incremento en el precio de los alimentos es el factor central del aumento de la pobreza durante el gobierno de Felipe Calderón. Mostraremos algunos datos al respecto. El salario ha perdido durante el gobierno de Calderón el 47%, como se aprecia en la gráfica 3. De seguir esta tendencia el salario mínimo presentará una pérdida mayor a la


trabajadores sindicalizados, por lo menos, o por los patrones que tengan a su servicio por lo menos dicho porcentaje de trabajadores.” El elevado costo de la CAR, justifica un incremento salarial de emergencia a efecto de que los salarios mínimos inicien un proceso de recuperación en su poder adquisitivo. Sin embargo, la política de impunidad del Gobierno Federal que violenta diariamente la Ley Federal del Trabajo, ha impedido que se aplique esta norma. En tanto los defensores de la patronal difunden el mito de que “la inflación está controlada”. Mito tres: “Los salarios de los trabajadores son inflacionarios”. Uno de los teóricos del Gobierno Federal en materia salarial, el exgobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, repitió esa vieja tesis Neoliberal, al referirse a la demanda de algunos sindicatos de aumento salarial de emergencia por la escalada inflacionaria. Emilio Gamboa Patrón, miembros del PRI, declaró que “un incremento salarial de emergencia puede provocar una espiral inflacionaria que a nadie conviene” Estos argumentos, además de ser viejos, no tienen fundamento, como vamos a demostrar a continuación. Antes que los salarios mínimos y contractuales se incrementaran ya habían aumento los precios de diversos artículos de consumo popular. Aumentos a gasolina y diesel: durante 2010 la gasolina Magna subió 12.3 %, el Diesel 11.8% y la Premium un 5.5%.

registrada en el sexenio de Ernesto Zedillo contenga exposición de los hechos que la que fue de 51.1%, y podría alcanzar el 62% motiven; o de pérdida del poder adquisitivo, a causa II. A solicitud de los sindicatos, federaciones del desmedido incremento de los artículos y confederaciones de trabajadores o de los de consumo popular. (Ver CUADRO 1) patrones previo cumplimiento de los Los precios de la CAR del cuadro 1, siguientes requisitos: tomados de la Canasta Inteligente de la a) La solicitud deberá presentarse a la PROFECO, muestran que el nivel Secretaría del Trabajo y Previsión Social inflacionario de los productos de consumo por los sindicatos, federaciones y popular es muy alto. Estos aumentos son confederaciones que representen el violatorios del párrafo tercero del artículo cincuenta y uno por ciento de los 28 de la Constitución, que establece que los artículos de consumo popular tengan CUADRO 1 Precio de algunos artículos de la CAR precios máximos, para no dañar a la economía popular. Esto lo conocemos como control de precios y está definido en el artículo 28 de la siguiente manera: “Las leyes fijarán bases para que se señalen precios máximos a los artículos, materias o productos que se consideren necesarios para la economía nacional o el consumo popular, así como para imponer modalidades a la organización de la distribución de esos artículos, materias o productos, a fin de evitar que intermediaciones innecesarias o excesivas provoquen insuficiencia en el abasto, así como el alza de precios. La ley protegerá a los consumidores y propiciará su organización para el mejor cuidado de sus intereses.” Asimismo, el artículo 570 de la Ley Federal del Trabajo establece que los salarios mínimos podrán revisarse en cualquier momento, siempre y cuando existan circunstancias económicas que lo justifiquen. “Artículo 570. Los salarios mínimos se fijarán cada año y comenzarán a regir el primero de enero del año siguiente. Los salarios mínimos podrán revisarse en cualquier momento en el curso de su vigencia siempre que existan circunstancias económicas que lo justifiquen: I. Por iniciativa del Secretario del Trabajo y Previsión Social quien formulará al Presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos solicitud por escrito que

complacencia del gobierno federal, tienen manos libres para aumentar los precios. Hay que recordar, por ejemplo, que al final del sexenio de José López Portillo (1976-1982) había control de precios de una Canasta Básica de 96 bienes y servicios, y esto contuvo la inflación durante un tiempo. Posteriormente, la inflación se elevó durante el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, pues prácticamente desapareció el control de precios, lesionado severamente el nivel de vida de los trabajadores y de la población en general. Ante este escenario en materia salarial el Sindicato Mexicano de Electricistas hace las siguientes

CONCLUSIONES Y PROPUESTAS:

Como consecuencia se incrementó el precio de artículos como la tortilla y el pan blanco, como lo reconocen los industriales. Por lo tanto, no son los salarios los que causan la inflación, es la voracidad de los medianos y grandes empresarios que de manera e impune suben los precios a los artículos de la canasta básica, sin que ningún organismo gubernamental les ponga freno a estos empresarios que no tienen “llenadera”. Desde 1902 en que se elaboró en Inglaterra una de las primeras canastas básicas, su contenido ha evolucionado, pasando de incluir solo productos alimenticios a considerar esparcimiento, cultura, educación, vivienda, etc. En la actualidad las canastas básicas consideran tanto los gastos en alimentos como los de vivienda, vestido, mobiliario, equipamiento, educación, transporte y diversos conceptos adicionales. Citamos a continuación el repote numero 86 del CAM de la UNAM, publicado en abril de 2011: “La pérdida del poder adquisitivo del salario es más clara sobre todo si comparamos lo que se podía comprar con un salario mínimo hace 27 años (cuando inicio el actual modelo Neoliberal en México) y lo que se puede comprar hoy con el gobierno de Felipe Calderón; se hace una comparación bajo el supuesto de que un salario mínimo se dedicara íntegramente a la compra de un sólo artículo de la Canasta Alimenticia Recomendable, para ver cuánto se puede adquirir del mismo y ejemplificar de forma clara la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo de los trabajadores mexicanos.” Tomemos el caso de la tortilla (antes del aumento de diciembre de 2010. Gráfica 4): “El 1º de diciembre de 2006 -fecha en que inicia el gobierno de Felipe Calderón- con un salario mínimo de $48.67 se podían comprar 7.22 kilogramos de tortillas de

maíz, el 1 de abril de 2010 con el salario vigente de $57.46 pesos sólo se pueden comprar 6.04 kilogramos, es decir, 1.18 kilogramos menos. Desde la aplicación del modelo Neoliberal los trabajadores mexicanos reducido su consumo en 44.87 kilogramos de tortillas”. El costo de los bienes y servicios necesarios para que vivan un trabajador y su familia, en el periodo mencionado, han sufrido aumentos muy superiores a los salarios. Podemos concluir que los salarios no impactan negativamente a la economía, ni generan inflación. Por el contrario, con salarios remuneradores el mercado se desarrollaría al existir un buen nivel de compra de los ciudadanos. La inflación es generada deliberadamente por los grandes empresarios, que con la

Ante el nivel inflacionario existente en México, con la consecuente escalada de precios de todos los básicos, demandamos al Gobierno Federal que aplique de manera inmediata un estricto control de precios a los artículos de consumo popular, de acuerdo a lo establecido en el párrafo tercero del artículo 28 Constitucional. Los trabajadores y sus sindicatos tenemos todo el derecho y la razón jurídica, para demandar un Aumento Salarial General de Emergencia, con el propósito de recuperarse salarialmente de los impactos de la inflación, como lo establece el artículo 570 de la Ley Federal del Trabajo. Los salarios no generan inflación, su costo es siempre menor que el de las canastas básicas, por lo que es necesario que los sindicatos construyan de manera urgente un programa de recuperación del poder adquisitivo en México, que permita elevar su nivel de vida desarrollando el mercado de nuestro país. En congruencia, demandamos que la CONASAMI, le otorgue a los salarios mínimos generales un aumento del 47%, en virtud de que este es el nivel de pérdida que ha acumulado el salario mínimo durante el gobierno de Felipe Calderón. * Militante del Sindicato Mexicano de Electricistas


Víctor H. Palacio Muñoz* a economía mexicana sigue debatiéndose entre la crisis y el estancamiento. En este artículo proporcionamos algunos elementos que fundamentan con claridad lo que ha pasado durante los años de gobierno encabezado por Calderón Principales variables macroeconómicas La tasa media de crecimiento anual (TMCA) de la oferta y la demanda, agregadas en estos años han tenido el siguiente comportamiento. El PIB se encuentra prácticamente estancado con un 0.14%; las importaciones andan en 0.53%; el consumo privado, -0.17%; el consumo del gobierno, 1.81% (dato que muestra la necesidad de estimular a la economía desde el lado del gasto gubernamental), la acumulación de capital -1.0% y las exportaciones 1.87% (Banxico, 2010). Se observa que todas las variables macroeconómicas se han estancado a lo largo de 4 años del segundo

gobierno panista. Y, por lo tanto, no se vislumbra el final de la crisis y el estancamiento. El PIB del país ha tenido un estrecho margen de movimiento, con caídas significativas en 2009 e inicios de 2010. En el segundo trimestre del 2010 inicia un incremento. Sin embargo, las tendencias de la economía norteamericana no son del todo halagüeñas, a lo que se aúna el incremento de los precios del petróleo como producto del conflicto en los países árabes. Por su parte, el motor que mueve a cualquier economía, la acumulación de capital o inversión fija bruta, se mantiene estancada, lo que pone en serios problemas al patrón neoliberal de acumulación. El crecimiento de una economía no se puede fincar con un incremento promedio anual

del 1%. Este dato evidencia el fracaso de la gestión de Calderón. Distribución del valor generado Estos datos muestran cómo se distribuye la riqueza generada en el país: en promedio, el 80% es plusvalía (la parte del valor generado que se apropia el empresariado); el 20% restante va para los asalariados productivos; a los trabajadores improductivos (comercio, servicios, etc.) se les transfiere lo generado por los trabajos productivos (SCNM, 2010). La explotación de los trabajadores como determinante de la posible recuperación económica Se paga a 17 centavos la hora trabajada a l o s o b r e r o s p r o d u c t i v o s y,


paradójicamente, a 33 centavos a la totalidad de los asalariados. Por cada hora trabajada los empresarios se agencian 83 centavos y a los trabajadores les tocan 17 centavos de cada peso del valor que generan. Para el conjunto de la economía, los trabajadores se quedan con 33 centavos y los empresarios con 67. En 1 hora los empresarios se quedan con 50 minutos y los obreros con 10 minutos. En toda la economía la relación es de 40 minutos para empresarios y 20 para trabajadores (Ibíd.). Esta explotación es más notoria en algunos sectores de la economía, los cuales han servido de propulsores del crecimiento económico (a costa de incrementar la explotación de los trabajadores) y, por tanto, de la incipiente recuperación económica, como el de minerales metálicos y no metálicos (en donde destaca el Grupo México: pasta de Conchos, Cananea, etc.) con 24.4% de TMCA; manufactura, 11.6%; y comercio, 16.1% (Banxico, 2010). La industria manufacturera La manufactura ha sido también un pivote significativo en este proceso recuperatorio (11.6%). Es evidente, y esto es lo interesante, que para que una economía salga adelante después de un proceso de crisis económica, sólo puede hacerlo con el concurso de las actividades productivas, las que crean riqueza, y a costillas del esfuerzo y de los excedentes proporcionados por los trabajadores. La cantidad de obreros contratados creció en promedio anual -1.24% en el periodo; el índice de volumen físico de la producción manufacturera creció a 0.41%, pese a que en pesos el aumento fue de 11.6%; el índice de las horashombre trabajadas por los obreros fue de 0.13%; los salarios tuvieron una TMCA negativa de -2.43% (INEGI, 2010). Al dividir el índice de producción entre el de obreros ocupados, nos arroja que la productividad creció 1.16 y 1.12 en 2010, o sea, bajó el número de obreros contratados, las horas laboradas tuvieron un mínimo crecimiento, los salarios se cayeron y aún así la productividad y, por ende, la explotación se incrementaron. Por otro lado, resulta interesante destacar que las ganancias en la industria manufacturera tuvieron una TMCA de 35.59%, mientras que los salarios retrocedieron en -2.43% (INEGI, 2010 y BANXICO, 2010). Los pasivos externos en 2009: sostén y amenaza de la economía Un severo problema que tiene la economía

mexicana es el alto nivel de dependencia de recursos financieros externos, lo cual la pone al borde de la quiebra. La deuda externa (pública, privada, Banxico y bancaria comercial) es de 191 MMD (miles de millones de dólares); inversión extranjera (directa, de cartera y otras): 660 MMD; los pasivos externos suman 851 MMD; esta cantidad es equivalente al 97.2% del PIB nacional (875 MMD); de cada dólar generado se adeudan 97 centavos de dólar; la inversión extranjera en cartera es de 275 MMD; otras inversiones en créditos y depósitos: 75 MMD. Total de inversión con posibilidad de orientarse a la especulación: 350 MMD. Si la mitad de esa inversión se destina a la especulación, 175 MMD, tendríamos que más del doble de nuestras reservas internacionales estarían comprometidas. La cuestión social En las últimas semanas de marzo, el gobierno federal, de manera destacada Calderón, ha planteado que el país prácticamente vive en jauja en cuanto a su problemática social, que la pobreza ha disminuido y que los ingresos han mejorado notablemente para la mayoría de la población. Del total de ingresos que reciben los hogares, 80.1% es monetario y 19.9% no monetario. De los primeros, la mayor parte (62.5%) proviene de las remuneraciones que reciben los integrantes del hogar por un trabajo subordinado; le siguen en importancia los ingresos que reciben los trabajadores independientes (15.8%), y las transferencias recibidas por parte de instituciones gubernamentales, privadas o de otros hogares (12.4%), por citar las fuentes más importantes.

Entre 2006 y 2008 el ingreso corriente total de los mexicanos bajó en -1.6%, el ingreso monetario creció 0.6% y el no monetario -9.7%. El 60% de la población detentaba el 27% del ingreso en 2002, para llegar al 26.7% en 2008; en tanto que el 10% de la población concentraba el 35.6% y 36.3% en los mismos años (ENIGH, 2008). Esto indica que se polariza cada vez más el ingreso y sólo unos cuántos salen beneficiados en momentos de crisis económica, como lo demuestran los porcentajes de 2008. Ahora bien, ¿en qué gasta la gente? Antes de la crisis, en 2006, el 29.4% se iba en alimentos, bebida y tabaco; en 2008, este gasto subió a 33.6%; transporte y comunicaciones se mantuvieron en 18.9% y 18.4%, respectivamente; pero el gasto para educación y esparcimiento bajó de 15.5% en 2006 a 13.5% en 2008 (Ibíd.). Más del 65% del gasto se va en estos rubros, siendo evidente que con la crisis, la situación empeoró. Referencias www.banxico.org.mx, consultado en marzo de 2010. www.inegi.gob.mx, consultado en marzo de 2010. www.inegi.gob.mx, SCNM (sistema de cuentas nacionales) consultado en marzo de 2010. www.inegi.gob.mx, ENIGH (encuesta nacional de ingreso y gasto de los hogares de México), consultado en marzo de 2010. * Profesor-investigador del CIESTAAM de la Universidad Autónoma Chapingo.


Martín Trinidad* diputados p r i í s t a s presentaron ante la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo, con la que pretenden arrebatar sus derechos a los trabajadores. No conformes con las mil y un traiciones que han perpetrado contra los trabajadores: manipulación de los sindicatos, corporativismo, acarreo, clientelismo, charrismo, represión, autoritarismo, control y congelamiento de salarios, liquidaciones masivas, desaparición de contratos ley, anulación de contratos colectivos, venta de empresas paraestatales, rompimiento de huelgas, anulación del derecho de jubilación, contratos de protección, sindicalismo blanco, alianza con la derecha para imponer el neoliberalismo y otras lindezas por el estilo, ahora los priístas quieren borrar de la Ley los derechos que ellos se encargaron de propiciar que fueran violados día a día. Su enfermiza obsesión por regresar al poder, a disponer vidas y haciendas, impele a los priístas a adelantársele al PAN para que no le quepa el dudoso honor de lanzar la última palada sobre la tumba de la Constitución. Al tiempo que intentan convencer a los empresarios de que son la mejor y más vil opción. En este trance el PAN sufre, pues debe decidir entre sabotear a su rival electoral o apoyar a su hermano ideológico. Si apoya la reforma, el borrachín cargará con el costo en popularidad. Si intenta oponerse los patrones no lo perdonarían y quizá saldría derrotado, pues al PRI sólo le hacen falta trece gusanos para imponer su reforma, que son fáciles de encontrar o comprar en el resto de partidos. Los priístas son irresponsables, autistas y electoreros: electoreros porque promueven la reforma a toda prisa para que no les empañe el escenario electoral de 2012. Son autistas porque no ven y no oyen, para ellos sólo existen su partido y los patrones. Le hablan sólo a los empresarios,

no a la mayoría de los mexicanos, pues cuentan con que nuestro voto no cuente; están seguros de lograr imponerse mediante un fraude electoral. Y son irresponsables porque su reforma empobrecería más a los trabajadores, por lo que la demanda en el mercado interno se achicará y la posibilidad de vender lo producido sería menor. Este fue uno de los factores que desató la gran crisis internacional en 2008: luego de años de abatir los ingresos de los trabajadores las economías vivieron del crédito, es decir, del dinero que aun no existe. En la exposición de motivos de la iniciativa dicen que la Constitución del 17 trajo consigo la creación del artículo 123, pero en realidad el contenido de dicho artículo es resultado directo e inmediato de la revolución. Desde 1914, antes incluso de la convención de Aguas Calientes, en los congresos de más de 10 estados de la República se aprobaron leyes laborales. Este hecho demuestra que es mentira que el 123 sea una concesión del carrancismo, una dadiva de la burguesía o un arrebato legislativo impuesto por el ala radical del constituyente. Se escandalizan de su propia obra, pues en el tercer trimestre de 2010 “la población desocupada ascendió a 2.6 millones”, otros 3.8 millones se encuentran en el subempleo, 12.4 millones más padecen el empleo precario en el sector informal, más de 3 millones no reciben salario por su trabajo y para remate son explotados más de 3.5 millones de niños entre los 5 y los 17 años de edad. ¡Chulada de país construyó el PRI! Advierten que “Frente a las nuevas características del mercado laboral… es necesario un Estado fuerte y eficaz” que “incentive y promueva un nuevo concepto del empleo”. Pero para ellos un Estado fuerte y eficaz es el que no cumple sus obligaciones y arrebata derechos a los trabajadores y su nuevo concepto, el empleo precario, se inventó hace tiempo, bajo gobiernos priístas. Prometen que habrá “respeto de


los derechos laborales, pero adecuándose a las nuevas necesidades de la productividad que demanda la economía”. No hay tal respeto pues productividad es un eufemismo para no decir incremento de la ganancia patronal a costa de los trabajadores. Se justifican afirmando que “Es necesario generar confianza en la inversión productiva privada e internacional que cree empleos”. Confianza es otro eufemismo para no decir garantizarles trabajadores baratos, sin derechos y desechables. Luego explican que por los cambios globales vivimos un proceso de ajuste de las formas de producir y de organizar el trabajo, que algunas han quedado fuera de la ley pues cuando fue redactada “muchos aspectos de la realidad eran diferentes”, por ello es “necesaria una modificación a la Ley Federal del Trabajo”, pero, aclaran, sin “alterar los principios plasmados en el artículo 123” y “el equilibrio entre los factores de la producción”. De manera que la antigüedad motiva la reforma. Durante décadas propiciaron la violación de la Ley, hoy proponen legalizar el delito. Vivimos el total desequilibrio en favor de los patrones, y eso es lo que los priístas desean preservar, no estamos seguros de si los dicen por cínicos o por estúpidos. Con tierna demagogia tratan de engatusarnos: “Esta propuesta plantea la posibilidad de facilitar el acceso al mercado laboral y la creación de empleos, incluyendo nuevas modalidades de contratación individual que permitirán… c re a r e x p e r i e n c i a ” . L a obstinación de los patrones de exigir experiencia es una forma de ahorrarse la capacitación de los trabajadores. “Se propone… la contratación… en períodos de prueba, contratos de capacitación inicial y el trabajo de temporada, pues los trabajadores deben capacitarse y desarrollar

nuevas habilidades y experiencia”. El paraíso priísta; un mundo de trabajadores desechables. Pontifican “Con ello se facilitará el acceso al mercado laboral formal”. Mienten; abaratar la fuerza de trabajo no promueve la formalidad. Las empresas son informales porque así ganan más, no hacen trámites, no requieren licencias, y no tienen que declarar ni pagar impuestos, no porque sean muy altos los salarios. Nos advierten que “Según los indicadores económicos mundiales, nuestro país se ubica en el lugar 103 en el índice de dificultad de contratación; en el 116 en el costo por despido, por lo que… México tiene la necesidad de realizar cambios”. Entonces nos mintieron cuando eran gobierno porque dijeron que si nuestros salarios se achicaban el país sería competitivo. Y competir abaratando la fuerza de trabajo, además de ser injusto, deteriora la calidad de vida de los trabajadores y daña al conjunto de la economía. Proponen que el aviso de despido se pueda entregar al trabajador o a la Junta de Conciliación y Arbitraje, para que el patrón no tenga que probar el trabajador se negó a recibir el aviso. Se justifican agregando que esta propuesta se debe a la “pérdida de empleo formal en las micro, pequeñas y medianas industrias que no tiene la capacidad de defenderse”, ¿de quién, de los trabajadores? Ahora resulta que los patrones están más indefensos que los trabajadores. Bueno, frente a los sindicatos mafiosos del PRI sí, pero el 90% de los trabajadores no están sindicalizados. A los señores del PRI les molesta que los patrones paguen salarios caídos en juicios por despido injustificado que duran varios años, porque, dicen, por esos pagos se pierden empleos y quiebran las empresas. Si ese fuera el caso bastaría con que no despidieran injustamente. Pero, la propuesta priísta es que

los patrones paguen máximo un año de salarios caídos, sin importar la duración del juicio, a pesar de que se prolongan años para vencer por hambre al trabajador. “Para garantizar la paz laboral a largo plazo, conviene olvidar las concepciones que ubican a las relaciones laborales, como una sociedad de suma cero, en donde los derechos de unos son pérdidas para los otros, dado que patrones y trabajadores comparten los objetivos estratégicos del desarrollo nacional”. O sea, no son contrarios los intereses de trabajadores y patrones. No hay clases sociales; la eterna cantaleta priísta. Pero en tal comunidad de intereses no se entiende por qué los patrones se afanan tanto en matar de hambre a los trabajadores. Se sinceran: “la iniciativa apoya de manera decidida a la empresa, pues es la fuente de los empleos, a fin de elevar l a p ro d u c t i v i d a d y l a competitividad de la economía nacional”. Pero de los trabajadores, de la vida de la gente, nada. Lo que les importa es la empresa y la productividad, un discurso falaz y trasnochado propio de los años 80 del siglo pasado. En relación a la subcontratación, admiten que su reforma “no tienen como finalidad erradicar tales prácticas”, no intentan erradicar lo injusto o ilegal, es mejor adaptar la ley, eliminar derechos y reglamentar el delito. “Deseamos que el llamado outsourcing no sea visto como una actividad enemiga de la clase trabajadora, sino como generador de empleos, de ingresos”, es decir, la doble explotación y la indefensión del trabajador debe ser bien visto y agradecerse. Como la constitución dice que el salario debe ser remunerador, los ingeniosos priístas proponen que “para fijar el importe del salario mínimo, se tiene que tomar en cuenta el Índice Nacional de Precios al Consumidor”, que establece el Banco de México, que por

casualidad es la institución responsable del control de la inflación y por ello su índice de precios siempre esta rezagado. “Se recoge el reclamo patronal de poder establecer los horarios de trabajo, los días de descanso, labores complementarias… siempre y cuando se cuente con la aprobación de los sindicatos y a falta de estos, de los trabajadores”. Ya se sabe que los sindicatos sirven para dos cosas y la gran mayoría de los trabajadores no es están sindicalizados. Como la ley vigente no incluye el concepto de productividad “Se introduce un concepto de productividad, su medición y reparto de los beneficios. Se trata de un concepto que tiene la ventaja de que ya ha sido aceptado por trabajadores y patrones”. Debiera decir aceptado por las ignorantes e ineptas direcciones sindicales. Esto es legalizar la sobre explotación, pues el incremento de la productividad implica multiplicación de la ganancia a costa del trabajo no remunerado. Para ahorrar dinero a los patrones los priístas dicen “se busca fortalecer la conciliación… al reconocer y formalizar la existencia de conciliadores”. Los conciliadores suele defraudar al trabajador en las procuradurías de defensa del trabajo, convenciéndolo de aceptar acuerdos económicos mínimos advirtiéndole que el juicio se prolongará años y no ganará mucho más de la miseria que se le ofrece. Con estos cambios a la LFT su carácter tutelar de los derechos de los trabajadores se anularía; se eliminaría la garantía de estabilidad en el empleo; la irrenunciabilidad a l o s d e re c h o s d e l o s trabajadores se mantendría; pero de eso se encargarían los legisladores priístas que se los arrebatarían. * Exactivista en retiro ideológico


acostumbrado a hablar de lo que no entiendo, pero si me dice cosas sobre todo de los nuestros, con un poco de paciencia alomejor lo comprendo. -Está bien lo haré con gusto. El primero de junio de 1906 en Cananea, Sonora, cerca de dos mil trabajadores de la G R E N C O N S O L I D AT E D M I N I N COMPANY, inconformes por los malos tratos y porque sus salarios eran menores que los de sus similares norteamericanos, demandaron trato justo y sueldo igual al de los trabajadores gringos. Al recibir la negativa de la empresa, decidieron ir a la huelga inmediatamente. Se dirigieron a las oficinas centrales a invitar a los empleados de confianza, para que se unieran a su movimiento encabezados por Juan Jara Ríos, Manuel M. Diéguez, Esteban Vaca Calderón y el Yaqui Hutema, entre otros. Sin embargo, a pesar de que iban de manera pacífica, al

José Luis Govea* on la experiencia de habernos anticipado a la muerte, con un canto a la vida, hablando con un pintor, le pregunte lo siguiente: ¿amigo? dígame usted, disculpé si lo incomodo al decirle de repente ¿qué sabe del socialismo, de los hombres de la izquierda?, ¿Acaso algún día ha escuchado que estos también luchan con los pueblos, por sus causas, sus anhelos, sus ansias de libertad y justicia? Me contesto. -No, señor. Yo siempre he sido albañil de plomería, se un poquito como azulejero, más ahorita tan solo pinto, será por la temporada que me contratan par’eso. ¿Ve aquella casa grandota? Me la chingue yo solito. -Sin duda su esfuerzo es grande y en lo suyo es erudito, pero vamos comprendiendo, quién lleva más beneficios de todo lo que trabaja, se me hace que son los ricos -Barájela más despacio. Solamente no se tarde, porque me falta bastante pa’darle al muro en la madre. -Hay tiene usted que hace tiempo, Carlos Max hizo un invento, le llamó lucha de clases y lo derivó en concepto. Mientras nadie comprendía la causa de los tormentos, los pobres se decían: “mientras más trabajo más miseria”. Don Carlos dijo: “Momento. Si el obrero es quien maneja los medios de producción, ahí’sta la contradicción entre ricos y explotados que “no hay ricos si no hay pobreza” y lleguen a lo que yo, el dinero por sí mismo no tiene ningún valor, porque si el obrero no trabaja en las minas de carbón, el patrón y sus secuaces no tendrían ni pal camión. -La verdad que no le entiendo, porque yo no soy minero, a luego con mi cuchara bien me gano mi dinero, además ese Don Carlos que

usted menciona, la neta no lo conozco, no será que con los nombres se marcan los privilegios, porque ahí esta él ese Salinas y también el de teléfonos. -Casi me dejas sin habla, pero, a ver, haré otro intento: usted para quién trabaja. -Yo, para las casas Geo. -¿Ya lo ve?, usted lo ha dicho. Pero, a ver, píensele un poco, quién es dueño de las casas que hace con sus compañeros, ¿ustedes que las trabajan o esos de las casas Geo? -Le sigo siendo sincero, a mi me pagan par’eso, la verdad usted está loco y no le entiendo ni papa. Eso de contradicciones entre ricos y explotados me late que es pura chafa. Se me hace que con el choro ese quiere hacer su sindicato con mis compañeros, ¡esa bola de huevones! qué confianza he de tenerles, seguro se vuelven charros y luego luego se venden, ¡eso sí que no señor!, mejor sigo como’stoy. -En eso tiene razón, la confianza se ha perdido. Porque con tanta traición el obrero tiene olvido, ya no busca organizarse y se encuentra dividido. Pero deje que le cuente un asunto acontecido a ver si con esta historia lo dejo algo conmovido. -Si sigue en el güiri güiri páseme pa’ca ese bulto, porque a mí el supervisor me descuenta todo junto. Sólo le daré atención por la mano que me ha echado, pues no estoy

llegar a la maderería principal, fueron recibidos con una descarga de fusilería. Ante aquella cobarde agresión, los obreros repelieron el feroz ataque con piedras, matando a los hermanos Metacalif y a otro de nombre Burt Bush. Los fusileros que en su mayoría eran norteamericanos, junto con algunos Yaquis, viendo que los huelguistas no contaban con armamento, los persiguieron por las calles de la población, obligándolos a refugiarse en la sierra cercana. En su huida los trabajadores alcanzaron a incendiar cinco depósitos de madera, un depósito de semilla, otro de forraje y el edificio principal. El saldo trágico fue de 23 muertos y 22 heridos por ambos bandos. Fueron los sucesos de Cananea, los que constituyeron el primer chispazo de la Revolución Mexicana. -Ahora sí amigo, le pido su comentario del relato que le he dicho. -Primero no soy su amigo, usted está de metiche ya hasta me atrase un montón, de verbo no me mantengo y en cuanto a los trabajadores mineros… ¿de Arizona me dijo? -Cananea, Sonora. Todo lo que hicieron estuvo muy bien, creo que hicieron lo suyo, pero pa’que tanto muerto si todo siguió en lo mismo. Ya ve tanto gobernante que no le cabe el empacho ¡Eso sí, en las elecciones de “lengua me


como un plato”! -Eso es otro tema y ya abuse de su tiempo. Pero siendo usted obrero seguro se siente pueblo. -Claro que sí, mi señor. Soy de Cerro Azul el Grande y viera en los fandanguitos se pone la cosa padre. Las mujeres de mi pueblo son como la fruta buena, apenas cumplen quince años ya’ndan con la panza llena y allá en el entarimado, el son que mejor le bailo es el que versa en la escena, aquí le doy un ejemplo pa’que vea que no soy menso, buena tarde compañero Santamaría, compañero la Tonanzi Guadalupe. Bueno, pero usted quién es, yo ya le di santo y seña, hasta baile el sonecito, se me hace que es candidato a algo similar, me suena. -No’mbre no se equivoque porque no soy nada de eso, aunque si me identifico como juglar de mi tiempo. Eso sí estoy muy molesto y no con usted, de veras, sino con esos perversos tan cínicos y siniestros que después de la remadrisa que nos han acomodado ahora andan predicando que se empodere la gente. Así lo viene diciendo el Salinas De Gortari, que esta amenazando regresar con Peña Nieto a la grande, por supuesto. Lo que debemos hacer para evitar que regresen, no es el empoderamiento, sino el encabronamiento y el levantamiento de las masas. El Socialismo es lo que sí libera y dignifica al pueblo, todo lo demás es lo de menos; seguiremos en la necia, aunque haya la desventaja igual que aquel viejo tonto que removió la montaña. Nota: Nos interesa llamar la atención de los jóvenes, sobre todo de aquellos que no saben lo que fue el priísmo en toda su rigurosidad. La sugerencia es que investiguen, pregunten y piensen para que no los confundan, como muestra ahí están los más de 500 desaparecidos de la guerra sucia, el asesinato de Rubén Jaramillo, Lucio Cabañas, Luis Donaldo Colosio, Ruiz Massiu, las atrocidades cometidas en Atenco, etc., etc.… *Cooperativista y activista social

Lourdes Uranga*

Preacechanzas Kronos. El dios Griego Cronos, nunca debió ser hombre, para mi es una mujer. Una semidiosa que en mis representaciones imaginarias, la identifico con Guadalupe Marín en las pinturas de Diego Rivera de la capilla de Chapingo, que sostiene en la mano derecha, una plántula, quizás un maíz apenas germinado, apenas nacido. Se diría que Guadalupe reina sobre los demás iconos de los murales, definitivamente embarazada, anunciando lo mismo que Cronos; que el tiempo no se

detiene que la vida surge y acaba. Pensando en la cosmovisión de los antiguos mexicanos que incorporan la misteriosa planta de maíz a los murales de Cacaxtla que en lugar de mazorcas tiene caritas de niño significaría en un texto que estoy inventando, que la vida es tan poderosa pero al mismo tiempo sometida al tiempo que todo lo acaba, o acaba con los individuos, plantas, animales seres humanos en que mueren nacen se reproducen y mutan, se adaptan. Aunque parece que las células embrionarias se pueden conservar indefinidamente, ¡Que difícil es querer alcanzar a la ciencia!

Pero no por ello podemos dejar de pensar que después de más de seis mil años, el maíz encuentra su continuidad en el ser humano, no es para nada lejano, aunque si ficción; por eso nuestras antiguas culturas hablan del hombre de maíz. Hombres y mujeres de maíz. Decíamos que ¿como es esto, que un dios o titán devora a sus hijos y luego los regurgita? Prestidigitaciones que tienen que hacer los que inventaron las historias para hacer protagonistas a los hombres de todas las hazañas. Las mujeres, a veces gozosamente recibimos el placer de la cópula y junto con este, el espermatozoide que puede fecundar el óvulo, sin manducatoria de congéneres. ¡Después parimos! Cronos se presenta con una hoz, o con un reloj de arena o con la guadaña. Entiendo la hoz porque fue con una hoz, que Cronos capo a su padre; entiendo obviamente el reloj de arena, la guadaña como simbolismo de la muerte, lo que sobra es el dios mismo. Puedo acudir a la hoz, el reloj de arena o la guadaña para significar a Cronos. Si acudo a una lata de película o a la película misma también puedo significar al tiempo enlatado que se develará al proyectar la película, trasladándome con ello a otro tiempo, a otro lugar…Ahora lo hago con mi relato.

Víspera Desde la Habana sosteníamos con México relaciones políticas con varias organizaciones, aunque recuerdo que ya en Italia era con el Frente Marxista, y con la Organización Marxista de Emancipación Proletaria (OMEP) era muy impersonal, lo que recibíamos era la prensa interna de estas y otras organizaciones y aunque cada uno tenía libertad de establecer


relaciones con la institución política que quisiera, la mayoría del exilio mexicano en Italia, teníamos una estrecha relación con el Frente Marxista, el PRT también enviaba ocasionalmente documentos. No me adentré mucho en sus lectura aunque eran interesantes teóricamente; en lo organizativo y táctico tenían el inconveniente de ser demasiado crípticos, llenos de iniciales de las células, de los compañeros, de seudónimos. Resultaba indescifrable para quién no conocía al detalle la organización (como yo) era preferible hundirme en el universo de libros y publicaciones de la izquierda italiana tan colorida y versada en temas políticos. Ya cerca de la Amnistía, empezamos a discutir el tema y a relacionarnos con Doña Rosario y el abogado Guillermo Andrade Gressler, quien se expuso ante el régimen por defender a los presos políticos y en ese momento, ayudaba en las gestiones y presiones para conquistar la Amnistía. En aquel momento los italianos tenían una concepción más amplia, no es sólo el partido, el sindicato, las alianzas, el internacionalismo, las formas de organización, también se hablaba de alimentación, sobretodo del abuso de los alimentos industriales, de relaciones al interior de la familia, feminismo por supuesto, de los berrinches de los militantes hombres, cada vez que sacaban su concebida frase de que era lucha de clases no de sexos y que las mujeres estábamos haciéndole el juego al imperialismo al desplazar la tarea principal, sobre ecología, de discriminación, la cultura, de jóvenes, de viejos, de salud, etcétera. Los periódicos, no era tan difícil conseguirlos, en las estaciones del tren y en kioscos del centro, era posible encontrar algo. Había sido muy difícil construir la relación con las organizaciones mexicanas pues a pesar de que Cuba es un país cercano a México, la información no fluye, ni la correspondencia llega con regularidad.

Antes del regreso a México, se presentaron en Italia representantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores a proponernos la militancia en su organización, en una especie de pacto de camaradas en el cual nosotros recibiríamos la cobertura y apoyo de dicha organización y ellos tal vez el prestigio de acoger en sus filas a los exiliados. A pesar de que los compañeros trotskistas modernos, en algunos temas actuales son más abiertos y siempre me han simpatizado, comulgaba más con el Frente Marxista y tenía ya un relativo compromiso con ellos. Mi decisión fue de rechazar el ofrecimiento de los compañeros troskos y regresar sin cobertura partidaria alguna, pero sí con la del Comité de Familiares de Presos Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, que encabeza Rosario Ibarra.

Acechanzas Durante mi último verano en Europa quise, por primera vez vacacionar un poco, ya que ninguno de mis viajes en Italia habían sido realizados con esa intención. Yo ya era ciudadana italiana por haberme casado con un compañero anarquista de

Génova, contactado por Lotta Continua. Sabía que mi presupuesto era exiguo, pero mis amigos, jóvenes italianos objetores de conciencia del servicio militar italiano, me convencieron de que se podía hacer autostop (viajar de aventón) y que con la mochila y comprando queso, pan y fruta se podía llegar muy lejos. El primer trayecto lo haríamos en el auto del padre de uno de ellos. Ellos ya habían experimentado varias veces este tipo de viajes. En mi caso quería llegar a Portugal para buscar a unos amigos chilenos que había conocido en La Habana y pasar por Salamanca a comprar unos libros. Los objetores tenían menos tiempo que yo, por lo que sólo haríamos el viaje juntos hasta el norte de España, después me darían algunas pistas para continuar. Volvería a comprobar que la realidad supera la ficción. Era el cálido verano de 1978. Llegamos a la estupenda Costa Cantábrica, paradisíaco lugar junto a un pequeño manantial. La población más cercana era del pequeño puerto de Bermeo, con sus pescadores y comida barata a base de mariscos. Franco tenía poco más de dos años de haber muerto y la sociedad española estaba a cien años de distancia de la actual

¡No a treinta, no, a cien! Sucia, elemental, pobre y machista, que yo, tepiteña conocedora (que no acostumbrada) del machismo mexicano, espantada del cubano, empecé por supuesto a sentirme acorralada, no por la pobreza sino por el machismo acosador de los españoles. El viaje con mochila a la espalda y con poco dinero en la España (todavía franquista sin Franco) me harían vulnerable. Acampamos en el sitio descrito y disfrutamos de días espléndidos, comida simple y la compañía aludida. Lógico, nos dividíamos las pocas tareas que había que realizar: a mí me tocó ir a comprar alimentos a la ranchería cercana. Todo lo hacíamos a pie así es que me encaminé a la tienda a comprar atún de lata, espagueti y jitomate. Un hombre que cuidaba algo como un módulo (entre el sitio donde acampábamos y el pequeño poblado) me preguntó si yo estaba en la casa de campaña con los dos muchachos italianos, yo le contesté que sí, sus ojos brillaron y se empequeñecieron: su mirada se hizo torva. Sentí una punzada de miedo; no me preguntó nada político sino que si hacía el amor con los dos y que si no admitíamos invitados. Hice de tripas corazón y le contesté que


se quedaría con la duda porque no platicaría más con él, ni lo íbamos a invitar. Comenté con mis amigos lo sucedido y no le dimos mayor importancia, pero yo tomé mis precauciones. A la hora de separarnos me llevaron a una gasolinera que conocían para que empezara a pedir aventón para el lugar que yo quería. Apenas se fueron en el carro, pasé al baño para no tener que pensar en una eventual parada a orinar. El empleado quería forzar la puerta para entrar conmigo, me preguntaba desde fuera si no se me ofrecía nada y empujaba la puerta, ¡vaya bienvenida En el primer aventón tuve que ponerme un alfiler en la camisa para taparme un centímetro cuadrado que se me asomaba de panza porque sentía todos los ojos clavados en ese lugar. Los hispanos que me hablaban me preguntaban si tenía café (deduje que es su palabra clave para hablar de la marihuana). Quería combatir el miedo porque sé que siempre juega en tu contra, y lo logré con un camionero que me acercó a Lisboa, quien convertía cualquier conversación en sexotema. Le hablaba de toros y me empezaba a contar las historias de alcoba de un curro de la región. Le hablaba de fútbol y seguía con las perversiones del centro delantero de algún equipo (por supuesto que yo no conocía a ninguno). Le hablaba de comida y empezaba con su esposa en la cocina y terminaba con la incomprensión de ésta y sus limitaciones en la cama, para compararla con otra diestra y preguntar por mis artes amatorias. Finalmente, le hablé de su camión y de la cantidad de velocidades que tenía -y me coroné en secreto campeona- se la pasó hablando de motores el resto del viaje hasta Badajoz donde tomé el tren a Lisboa. Ya en Lisboa me quedé en un modesto hotel, el ambiente era distinto; habían pasado apenas tres años de su Revolución de los Claveles. Me sirvió para relajarme pues sentía que mi psique me estaba traicionando y estaba amedrentada. Pasé tres días aprovechando cualquier ocasión para caminar por esa

asombrosa ciudad. Quería hacer algunas entrevistas con las organizaciones surgidas del proceso revolucionario y encontrar a mis amigas. La entrevista con protagonistas del proceso: lograda. El encuentro con mis amigas, en cambio, no fue posible. De regreso tomé el tren a Badajoz. Ahí, un tipo me preguntó la hora, yo me retiré sin contestarle. El autoanálisis de mi moral estaba en franco declive, pues parecía que me estaba rindiendo. Viajaba sin hablar y no circulaba por las calles, me escondía en algún lugar a leer mis cosas, me estaban reduciendo. Decidí utilizar el autostop lo menos posible, pero tenía que garantizar mi regreso a Turín. Sacrifique aún más el rubro de alimentos y vámonos a Salamanca a comprar mis libros. Llegué a Salamanca en las horas europeas en que todos los negocios cierran. Llegué a la librería con mi lista de libros pero estaba cerrada, me senté en el quicio, cansada y sedienta. Las calles estaban casi desiertas, pero pasó un señor y me preguntó qué hacía, me pareció confiable y le contesté diciéndome: “bueno, unas

palabras se intercambian con cualquiera. Relájate un poco, es el miedo lo que te hace ver moros con tranchete”. Así es que despegué los labios (hasta dolió por la tensión sostenida). Le dije que descansaba mientras abrían la librería, para comprar algunos libros que necesitaba. Contestó con algo aprobatorio y se fue. Puf, salvada, pensé. Diez minutos después regresó el peninsular con dos cervezas. Finalmente una gentileza, rumié. Empezamos a saciar la sed impenitente, pero a media cerveza el salamanquino saca unos billetes y me los ofrece para llevarme a un lugar que él sabe. ¡Qué original! Y con un gesto muy extremeño señalando con el canto interior de la mano derecha su cuello, me dice: Maja, mira que tú... (aquí entra la mano) de aquí pa’allá (y hace viajar y abanicar su mano hacia el piso de manera paralela a su cuerpo, pero en realidad refiriéndose al mío). Y pienso: “se amargó la tarde, la cerveza, la gentileza. Que al menos quede mi objetivo de comprar libros, no puedo huir”. Y le contesto: “Tú dices que del cuello para abajo y yo te contesto: ¡Mira macho! que del cuello para arriba está mi cabeza,

y ésa dice que me dejes en paz y toma tu cerveza, dime cuánto valen los tragos que tomé y lárgate o llamo a la policía”. Afortunadamente se fue. A la eterna hora de apertura de la librería, compré los libros más costosos de mi vida y me retiré trazando mi itinerario para llegar a Bermeo, donde volvería a dormir en el parque cercano a los acantilados cantábricos en la paz y la belleza que ya había conocido. Después de Bermeo, a Montpellier y de Montpellier a Turín. Ahorrando los detalles de los trenes de tercera, las caminatas y un desastroso hotel de quinta y apestoso en Bilbao. Y con una dueña inmensa, con la cara interna del brazo abultada en forma descomunal, de manera que los brazos andaban ondulando por los aires sin aterrizar en los costados y despidiendo un olor pernicioso; contaré que llegué a los acantilados, reducida por el acoso. Planté mi saco de dormir, saqué mi libro para disponerme a leer hasta que la luz del día me lo permitiera. En el lugar quedaban algunos paseantes dominicales, familias empacando para regresar a sus casas.


Y comenzando a vivir mi paz, ¡chasco!, no era cierto. Sentí el peso de una mirada sobre de mí. En efecto, buscando entre los matorrales vi a un cantábrico, echándome el ojo. Con la poca paciencia que me quedaba, empaqué mis cosas para buscar otro lugar, me eché la mochila a la espalda y comencé a caminar. Oh, desgracia, el gachupa seguía detrás de mí. Entonces me acordé que estoy entrenada para todo y en lugar de buscar la salida fácil, busqué la difícil y subí más. Caminé lo más rápido que pude con la carga que traía. Aproveché una pequeña ventaja de doscientos metros para buscar dónde esconder la mochila y continué hacia arriba sin el lastre. Al recordarlo regresan las lágrimas a mis ojos, la cerrazón en la garganta y latidos en las sienes. En el monte, mi paso era muy racional de manera que pudiera sostenerlo, ya que en los primeros momentos parecía que el tipo se acercaba, pero pasada media hora, no se le veía más. Llegué a un pastizal alto y me envolví en él, había insectos pero no podía pedir más, nadie me podía ver. Ahí pasé la noche. En la mañana busqué mis cosas y las encontré, continué mi viaje con un pesimismo encima que no daba lugar para ninguna idea buena en mi cabeza, por lo que llegar a Turín y bañarme en mi

ducha era como un paraíso inalcanzable, no obstante, continuaba intentándolo. Sin dinero para otro hotel, ya en territorio francés, cerca de Toulouse, me quedé la siguiente noche en un campamento de tiendas de campaña y carros casa. No sé exactamente dónde ni creo haber sabido bien en aquel momento, pero sabía que era mi camino. No me cobraron por quedarme, ya que no traía equipo. Platiqué con una pareja de franceses extremadamente buenos y amables, que me invitaron la cena y a quedarme en su carro. Acepté la cena pero no acepté la hospitalidad puesto que no vi mal quedarme afuera y además tenía demasiados miedos para confiar nuevamente. Cae una lluvia torrencial, que me obliga a levantar mi saco y guardar las cosas en la mochila. Busqué dónde guarecerme, pero no había un lugar seco, así es que acepté la hostilidad de la naturaleza y me puse a caminar rumbo a Toulouse para tomar el tren o algo a Montpellier. La mochila pesaba tanto como el calvario de vacaciones que estaba atravesando. Mi esfuerzo era titánico, pero ya estaba cerca. En Montpellier pasa un tren en la noche, a las 19 horas o algo así, que va o iba para Turín. De Toulouse a Montpellier viajé en un autobús.

El caso es que a pesar de que estaba atenta para ver dónde me iba a bajar, advertí que entrábamos en una ciudad y después de algunos minutos la dejábamos atrás. Le pregunto al chofer en mi francés imperfecto que si ya habíamos llegado a Montpelllier y me indica que era la población que acabábamos de pasar. Eran como las cinco de la tarde. Le pido que me baje que tengo que tomar el tren para Italia y accede dejándome en la carretera. Decido pedir autostop para ese pequeño tramo, que finalmente me permitiría tomar el bendito tren a Italia. A mi solicitud con el dedo pulgar, se detiene un auto blanco deportivo, subo, coloco mis cosas en el asiento posterior, me acomodo al lado del conductor -que descubro terriblemente blanco y con el cabello a rape- le platico ágilmente mi equivocación y la urgencia de llegar a la estación del tren. Y él me contesta que tiene otros planes, que me piensa violar, sólo para empezar. Le exijo que se pare y que me deje bajar y él, saca una navaja. Y ocurre que veo la película de mi vida en versión taquigráfica: la cárcel, mis hijos, mi lucha, siento que jamás llegaré a Turín porque llegó la hora de entregar la vida. Pero mi cabeza pensaba esto -por cierto muy inútilmente-

mientras que mis reflejos de karateca y mis lecciones de defensa personal, funcionaban automáticamente ante un adversario que tenía que conducir un vehículo. Y me multipliqué por tres: mi cabeza pensaba una cosa, mi boca decía otra y mi cuerpo hacía una tercera. Le dije al ver el arma: “Pendejo, la vas a tener que usar, chingado monigote de mierda, a mí no me tocas sin que antes haya sangre, sí quieres violarme, lo tienes que hacer de mis despojos, porque entera no me tocas”. Y lo desarmé con una facilidad asombrosa, saqué apenas un pequeño rasguño. No pude abrir la portezuela para lanzarme afuera, por lo que bajé el cristal de mi lado y aventé la navaja que, estuve a punto de usar, pero el recuerdo de mis hijos y mi deseo de regresar a mi casa, que para ese instante fue México, me lo impidió. No puedo decir que mi pacifismo, porque sinceramente en esos momentos mi indignación estaba concentrada en contra de esa piltrafa humana, que a mis ojos no merecía la vida. Detuvo el auto en una glorieta antes de entrar a la ciudad, se bajó, me abrió la puerta quedando de pie del lado del copiloto, salí; abrí la puerta posterior del carro, envalentonada le digo que no me iba a echar a correr, que quería mis cosas y hasta mis plátanos. Cuando estuve con las manos ocupadas con mis cosas, a punto de caminar en sentido contrario de la circulación, me toma de los senos, los aprieta y me sacude, da la vuelta, y se sube, el muy fascista, en su coche-arma del crimen. Apenas tuve tiempo de gritarle, ya no me acuerdo qué... Avancé unos metros y caí a llorar. Sin fuerzas seguí llorando sin descanso. Me levanto llorando, volví a pedir aventón, no tenía otra opción, llegué a la estación siempre llorando, compré el boleto y me fui al andén constantemente llorando. Un hombre se acerca a consolarme, en realidad a revictimizarme, me invita a su casa (cama), pero yo tenía en la mano mi boleto a Turín y el tren llegó. Sigo llorando.


Ana González on algo de trabajo abro la tapita de la caja. Bueno, la verdad es que es una TAPOTA. Pesa mucho para mí tamaño, pero logro abrirla. Trepo un pie y luego el otro y luego voy pa'dentro. Déjenme jalar el cojincito y sentarme a pensar... Qué pienso, qué pienso, me pregunto. Y no sé en qué pensar. Es horrible sentarse a pensar y no tener nada en qué hacerlo. ¿Te ha pasado? A mí me pasa a eso del medio día cuando las tripas las tengo llenas. Porque cuando uno tiene las tripas vacías se sienta a pensar qué hacer para comer algo. Es horrible no tener en qué pensar. Anoche apenas estaba pensando a chorros, pensaba en que no debía olvidar más las cosas, pensaba lo que tenía que hacer al día siguiente, pensaba en cosas que ya ni me acuerdo bien; lo que sí recuerdo es que hasta tuve que ponerme la hierbita en las sienes para hoy no levantarme con dolor de cabeza de tanto pensar. Y ora... que vine y me senté a pensar no puedo, no tengo nada en los sesitos, no me salen las ideas. Qué tristeza. Qué lástima que no me surjan las ideas para pensar si es tan bonito a veces.

Para Fer Dijo el pez al león quién pudiera ser una bestia feroz y el león discrepó es más divertido ser un buceador. En el mundo animal hay sus controversias como es natural pero fueron de pie para repartirse el arca de Noé Fábula - Mecano

La niña que vive en mi cuarto, por ejemplo, a veces me cuenta que se pone a pensar en toda la tarea que tiene y la flojera que le da hacerla. Y le digo que no piense en eso, que piense en lo bueno que tiene en la escuela... pero cuando comienza a platicarme de sus aventuras... Creo que la escuela no tiene nada bueno. Pero eso no se lo puedo decir, pensar en eso no es bueno. Qué lástima no tener ahora ideas para pensar. Que coraje. Y yo que me senté a pensar con tanta ilusión. Mejor me voy porque no he pensado en nada y la mamá de la niña que vive en mi cuarto me va a regañar. Eso es lo malo de las mamás,

siempre regañan cuando creen que uno no está haciendo nada. ¡Pero estoy tratando de pensar! No encuentro en qué. Se me han parado las ideas apenas me dejé caer encima del cojincito. Miro fijamente la cajita en donde vivo. Es pequeñita en comparación a la casa. Pero me han puesto de todo. Tengo una frazada de abrigo todas las noches, una migaja de galletita en la mañana con una gotita de té, por las tardes un alientico de suspiro es lo que me llena la panza y por las noches un beso de caramelo de la niña que vive conmigo en el mismo cuarto. Bueno... ni modo. Me salgo de la cajita y la tapo otra vez. Hoy en la noche cuando estemos cenando les voy a decir que no pongan mi cajita de pensamientos tan arriba. Ellas porque son gigantas, pero yo apenas puedo subir a la cómoda, me queda muy alta. Qué lástima no tener en nada que pensar ahora mismo. Voy a tener que conseguir un cachito de carbón para poder ir anotando mis pensamientos cuando se me ocurran. Y así recordarlos para pensar en ellos cuando tenga un poquitín de tiempo. Hoy en la noche que me surjan las ideas para pensar las voy a anotar para tener en qué pensar mañana.


Celso Tzontecomani nte la sorpresa que en occidente causó la revolución democrática en Medio Oriente y en particular en Egipto, algunos intelectuales y periodistas han debido recordarnos que “Las revoluciones no surgen de la nada. No tenemos mecánicamente una mañana en Egipto porque ayer hubo una en Túnez. No es posible aislar estas protestas de los cuatro últimos años de huelgas de trabajadores en Egipto o de eventos internacionales como la intifada y la invasión de Iraq”, como lo hizo en entrevista para la cadena Al-Jazeera el periodista Hossam el-Hamalawy (Mario Hernández, El movimiento obrero egipcio, Rebelión, ). En efecto, las revoluciones no surgen de la noche a la mañana o espontáneamente. Por ejemplo, entre 2004 y 2009 hubo más de 3 mil protestas de trabajadores en Egipto, aunque algunos

consideran que este dato subestima “las protestas políticas egipcias tanto en escala como por las consecuencias”, como Joel Beinin, profesor de la Stanford University, que afirma que la agitación obrera de Egipto es“…el mayor movimiento social del mundo árabe desde la Segunda Guerra Mundial”. Aproximadamente un 28% de la fuerza de trabajo egipcia está sindicalizada y la mayor parte de sus miembros son trabajadores del estado (David Macaray*, Counterpunch Traducción de Ana Maria Garriga . *dramaturgo de Los Ángeles, autor de “Nunca ha sido fácil: ensayos sobre el sindicalismo moderno”. Fue presidente de la unión sindical AWPPW Local 672 durante 9 mandatos). En contraste la sindicalización en los EU es del 12.4% y en México a penas llega al 10%; incluyendo charros, sindicatos blancos y contratos de protección. También la embajada norteamericana vio con sorpresa lo que ocurría: "... ha irrumpido una nueva fuerza orgánica de oposición que desafía etiquetas políticas y aparentemente no está relacionada con los Hermanos Musulmanes. Esto puede forzar al Gobierno a cambiar su guión...”. En esos términos se expresó, con relación a la huelga de las fábricas de Mahalla el 6 de abril de 2008 y no se equivocó porque desde aquella huelga las manifestaciones en Egipto son casi constantes y en aquella huelga nació el movimiento civil y juvenil “6 de abril” (Mahalla: ¿incidente aislado o punta del iceberg? Olga Rodríguez, Viento Sur, ).

El movimiento sindical egipcio es muy joven. Hasta 1942 se legalizaron los sindicatos y en 1952 (cuando la monarquía fue derrocada) se permitió la formación de federaciones y posteriormente la formación de una “confederación nacional del trabajo”. (David Macaray, Counterpunch). Pero casi no existen sindicatos independientes. Los trabajadores fueron muy reprimidos en los años 80 y 90, la policía utilizó munición de guerra contra huelguistas en 1989 en las plantas siderúrgicas y en 1994 en las huelgas de las fábricas textiles. Pero las grandes protestas de los trabajadores industriales en 2004, de las empresas estatales y ex estatales del Delta del Nilo encendieron la mecha. Desde entonces no ha pasado una semana sin que se produjeran decenas de protestas. A partir de diciembre de 2006 se viven las mayores y más sostenidas huelgas desde 1946. Hubo manifestaciones que reunieron más de 10.000 trabajadores. En 2006 se produjeron 227 huelgas en todo el país; en 2007 se elevó a 580 (Mario Hernández). La huelga de Kafral-Dawwar en febrero de 2007 se sostuvo varios días y una huelga en la fabrica textil de Abu-Makaram, en la ciudad de Sadat, duró 3 semanas (54 dólares mensuales era el salario; 720 pesos). La segunda huelga de Mahalla, de septiembre de 2007, duró seis días. En los 3 primeros meses de 2008 se realizaron 389 huelgas y protestas. El resultado de esas luchas fue que se crearon dos sindicatos independientes, los primeros desde 1957, el

de los cobradores de contribuciones de bienes raíces, que incluye a más de 40.000 empleados públicos y el de los técnicos de la salud, más de 30.000. En abril de 2008 se realizó una huelga general contra el alza del pan, del costo de vida y por aumentos de salarios. En esta ocasión irrumpen por primera vez los jóvenes a través de Facebook y de Twiter en solidaridad con los trabajadores y sus reivindicaciones, los llamados “Jóvenes del 6 de abril” (Mario Hernández). En 2010 los tribunales dieron la razón a quienes demandaban actualizar el salario mínimo fijado desde hace décadas en 35 libras (unos 7 dólares; 84 pesos). El gobierno propuso 400 libras. Los demandantes exigían $1,200. Al calor de la movilización iniciada el 25 de enero de 2011 se reunieron “el sindicato de los empleados de los impuestos de propiedad de la tierra, el sindicato de los técnicos de la salud, la asociación independiente de los profesores, así como varios grupos independientes de obreros de la industria, representantes de distintas empresas”, para fundar la Federación de los Sindicatos Independientes de Egipto, el 30 de enero. En su declaración señalan que “a pesar de no contar con sindicatos independientes, durante los últimos cuatro años [los trabajadores] han defendido sus derechos y han sido capaces de atraer a sectores sociales más amplios y de ganar simpatía en la sociedad”. Afirman que esa “lucha abrió la vía en Egipto a la actual revolución del pueblo” y rechazan


“que la “gubernamental” Federación General de los Sindicatos los represente y hable en su nombre”. Advierten que “para que se obtengan las exigencias de la Revolución del pueblo y la juventud iniciada el 25 de enero de 2011”, es necesario se cumpla lo siguiente: “el derecho al trabajo debe ser garantizado y respetado por el Estado”... “Salario mínimo de 1,200 libras egipcias [150 euros; 2,550 pesos], con aumentos anuales”… “Derecho a indemnizaciones por daños debido al ambiente y los riesgos del trabajo”... “El salario máximo no debe superar en diez veces al salario mínimo”… “Derecho a protección social, a la salud, al alojamiento y a la educación gratuita científica y tecnológica”... “Derecho de los jubilados a una pensión con todos los bonos y primas”... “Derecho a organizarse en sindicatos independientes”... “La liberación de todas las personas detenidas desde el 25 de enero” (, Trad. Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa). Habrá notado el lector que los trabajadores egipcios demandan justo lo que hoy el PRI trata de arrebatarnos a nosotros con su propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo. Desde el principio los trabajadores participaron en las protestas, pero fue el gobierno quien paralizó la economía con el toque de queda, el cierre de los bancos y de las empresas. Cuando el gobierno intentó reactivar la economía los trabajadores volvieron a las fábricas, discutieron sobre la situación y comenzaron a organizarse y a actuar. El domingo 6 de febrero con la vuelta al trabajo, se inician las huelgas. En Suez más de 2,000 trabajadores exigieron su derecho al trabajo. En Mahalla, más de 1.500 trabajadores de la empresa Abu El-Subaa cerraron la carretera, para exigir el pago de sus salarios. Otros 2.000 empleados de la farmacéutica Sigma, en Quesna, se declararon en huelga por mejores salarios. En El Cairo, más de 1.500 trabajadores de la limpieza demandaron aumento de salario y contratación indefinida y los trabajadores de las telecomunicaciones también fueron a la huelga. Alrededor de 1.000 obreros de la fábrica de cemento de Lafarge en Suez fueron a la huelga por la formación de un sindicato y en apoyo a la revolución. El mismo domingo 6, Hossam el-Hamalawy, periodista y bloguero egipcio del sitio 3arabawy informó que "Una planta siderúrgica en Suez, una fábrica de fertilizantes y otra textil en huelga han echado a sus gerentes y están autogestionando su empresa.” El martes 8 profesores universitarios marcharon en apoyo a la revolución, uniéndose a los manifestantes de la Plaza Tahrir. El miércoles 9, los periodistas se reunieron en la sede de su sindicato, demandando la destitución de su dirigente. El personal técnico del ferrocarril en Bani Suweif hizo huelga. Por lo menos dos fábricas de producción militar en Welwyn también y miles de trabajadores petroleros protestaron.

Los trabajadores del metal y el acero en Helwan, convocaron a una gran marcha para el viernes 11 hacia la Plaza Tahrir, demandando la inmediata salida de Mubarak; confiscación de la fortuna y las propiedades del régimen; creación de sindicatos independientes; recuperación de empresas del sector público y llamamiento a una Asamblea Constituyente. Los trabajadores de la Compañía del Canal de Suez de las ciudades de Suez, Port Said e Ismailia ocuparon las instalaciones demandando aumento salarial y mejoría de las condiciones sanitarias (Mario Hernández). Hosni Mubarak cayó el 11 de febrero, dos días después de la generalización de las huelgas. No obstante, los trabajadores siguieron con sus huelgas y ocupaciones. El sábado 12 de febrero, 4.000 obreros de los almacenes del este del Delta (Ismailiya, Mansoura, Suez, Port Said) se declararon en huelga por un aumento salarial del 70% y ajustar todos los salarios a los del CDI (Contrato de Duración Indeterminada) y la salida del director financiero. Los 1.200 empleados de la azucarera de el Fayoum hicieron huelga por incremento a sus salarios, reintegrar a los despedidos y juzgar a los directivos corruptos (La Breche, 14-2-11, , Trad. Ernesto Herrera). En cuanto quedó a cargo del gobierno el Consejo Supremo prohibió las huelgas, pero su exigencia no conmovió a los trabajadores. Por ejemplo, los obreros de la fábrica más grande de Egipto “Compañía Hilos y Tejidos de Egipto” (que emplea a 24.000), en Mahalla, una de los mayores complejos industriales del Medio Oriente, sostuvieron la huelga desafiando las advertencias de la junta militar de que no tolerará más protestas, alrededor de 15.000 trabajadores (AFP, Rebelión, Uruknet, ), pero era imposible acercarse a la fábrica; los militares cortaron la circulación. Trataban de aislar la protesta, pues no olvidan que fue en Mahallah donde nació el 6 de abril de 2008 el movimiento que llamó a manifestarse el 25 de enero (Katherine Manca, Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), Francia, 26-2-11, , Viento Sur, , Trad. Faustino Eguberri). Las huelgas se multiplicaron. Siguieron movilizados los trabajadores de los ministerios, incluido el del Petróleo, de la Salud y la Cultura, reclamando mejora salarial y la salida de los altos funcionarios corruptos. Hicieron paros, protestas y ocupaciones de sus instalaciones por mejoras en sus condiciones de trabajo los obreros textiles, ferroviarios, de telecomunicaciones, de correo, bancarios, maestros, petroleros, del aluminio, farmacéuticos y del Canal de Suez (La Breche, 17-2-11). Después de rechazar un aumento de 11%, los 10.000 empleados de Correos prosiguieron su huelga. Miles de asalariados de la petroquímica y el Ministerio de la Agricultura, continuaron sus huelgas para obtener el reembolso de las diferencias

salariales con los CDD (Contrato de Duración Determinada). 9.000 obreros de la fábrica de aluminio de Naga Hamadi amenazaron con la huelga si el gerente ejecutivo no era suspendido y juzgado. Los 1.500 trabajadores del hospital público de Kafr el Zayat levantaron la ocupación el 11 de febrero, al lograr la dimisión de dos directores, el pago de salariales atrasados, y la contratación del CDI (La Breche, 14-2-11). Miles de trabajadores en los transportes públicos protestaron en el-Gabal el-Ahmar, los eventuales en Helwan Steel Mills también. Los técnicos del ferrocarril siguieron deteniendo los trenes. Miles de obreros en el-Hawandiya Sugar Factory protestaron y los del petróleo fueron a la huelga por reivindicaciones económicas. En el sector de la industria química y farmacéutica, 1.000 trabajadores, en Shubra, El Cairo, se declararon en huelga el 27 de febrero. 300 trabajadores en una empresa de lino, entraron en huelga exigiendo el pago de salarios atrasados, mejora salarial y los días de vacaciones como la ley establece (La Breche, 2-3-11). Finalmente, por el momento, el viernes 25 de febrero se constituyó una coalición que reúne “a un grupo de dirigentes obreros” con el fin de “reafirmar los principios revolucionarios en favor del cambio, la libertad y la justicia social”. Ratificaron su adhesión a la Revolución del 25 de enero cuyo lema es: “Cambio, Libertad, Justicia social” y propusieron integrar un Consejo Presidencial Civil para dirigir la transición y formar otro gobierno constituido de órganos nacionales competentes y completamente independientes del régimen actual. Levantar de inmediato el Estado de Urgencia. Liberar inmediatamente a todos los presos políticos. Desmontar el aparato de información y seguridad del Estado. Llevar a juicio a las figuras que simbolizan la corrupción y recuperar las riquezas que se confiscaron. Libertad sindical y salarios equitativos, derecho a la seguridad social y a los seguros de enfermedad, derecho a la educación y a la vivienda, derecho de huelga y de resistencia colectiva. (La Breche, 2-3-11). Miles de trabajadores de todos los sectores continuaron haciendo huelgas para exigir salarios atrasados, aumento del salario mínimo, la creación de sindicatos libres, la recuperación o autogestión de empresas públicas que fueron cerradas o vendidas, y su nacionalización. Desde 2004 Egipto vivió más de 3.000 protestas de trabajadores. Esta revolución mostró que no todos los musulmanes son islamistas, que hay islamistas demócratas, árabes que no son musulmanes y musulmanes que desean estados laicos y que en Medio Oriente también hay obreros, hombres y mujeres, con demandas sociales e ideales progresistas y laicos, incluso socialistas, comunistas o ateos (Olga Rodríguez, Viento Sur, ).



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