CONQUISTA ATLÉTICO DE MADRID Esas personas EL CAMPEONATO DE
calladas y laboriosas Los chinos en El Rosario
LA LIGA DE ESPAÑA DEPORTES
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EN SAN QUINTÍN Máxima
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P E R I O D I S M O
C O N
L A
• San Quintín, B.C. • Desde 2005 • 64 Págs. • 9 Secciones • Costo diario $10.00 Pesos
G E N T E
Un hombre mayor resultó con lesiones al sufrir una volcadura en la entrada norte de Camalú la noche del viernes ENRIQUE ROJAS/EL VALLE Erojasvigia1@elvigia.net
P
or conducir a exceso de velocidad, un hombre de 67 años sufrió una volcadura en las curvas ubicadas en la entrada norte de poblado de Camalú; por
las lesiones sufridas, el adulto mayor fue llevado al HRO-69. Personal de la Policía municipal de la localidad informó que el percance ocurrió a las 23:10 horas del viernes aproximadamente en el kilómetro 156, tramo San Vicente-Camalú, de la carretera Transpeninsular. Los agentes refirieron que se trató de una vagoneta marca Navigator, modelo 2006, color arena, placas de circulación AN-67-944, nacionales de Baja California. Era conducida con dirección sur por Fernando Salgado Mora, quien tuvo que ser llevado al hospital rural IMSS-Oportunidades para su atención. El traslado lo hicieron paramédicos de Camalú.
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Nublado
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Vuelca a exceso de velocidad DOMINGO 18 de mayo de 2014
14ºC
Las fuentes informaron que el conductor de la unidad se estampó contra uno de los paredones que hay en el área, que es de curvas. Con base en lo informado, el afectado sufrió una fractura de una de sus extremidades superiores, aunque esto no se especificó en el parte policiaco correspondiente. Por otro lado, las fuentes informaron que mediante los operativos de vigilancia que se realizan en el poblado se ha logrado disminuir la incidencia de hechos delictivos. Mencionaron que estas acciones se refuerzan los fines de semana, que es cuando este tipo de hechos se cometen en mayor número.
Podrían fusilar a condenados
Una propuesta en EU será presentada, debido a ejecuciones fallidas por inyección EL MUNDO
Estimulan a propietarios cumplidores
Foto: Enrique Rojas / El Valle
ENRIQUE ROJAS/EL VALLE
Fernando Salgado Mora tuvo que ser llevado al hospital rural IMSS-Oportunidades para su atención.
Percance: Volcadura. Lugar: Curvas, entrada norte a Camalú. Día: Viernes 23:10 horas. Vehículo: Navigator 2006.
Erojasvigia1@elvigia.net
Con la entrega del primer título de propiedad, arrancó en la colonia Lázaro Cárdenas el programa de apoyo a la vivienda, el cual está encaminado a beneficiar a los propietarios cumplidores. El acto de entrega se celebró la tarde del pasado viernes en la sala de juntas del Centro de Gobierno, presidido por el director general del Instituto para el Desarrollo Inmobiliario y de la Vivienda (Indivi). Previo al encuentro, Alejandro Monraz explicó que en apoyo de la regularización de la tierra en la localidad, que tiene más de 50 años de fundada, se apoyará a los posesionarios con el 30 ó 35 por ciento. Dijo que este beneficio es para el pago total de la titulación y pago de la tierra, e indicó que este apoyo representa “un gran esfuerzo” por parte de la paraestatal en apoyo de estos posesionarios.
REGULARIZACIÓN LES BENEFICIARÁ
Premian trayectoria docente de Macario Merecías Pérez ENRIQUE ROJAS/EL VALLE
Foto: Cortesía
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DOS RECONOCIMIENTOS MÁS
l sumar 30 años de servicio ininterrumpido, el maesA tro bilingüe y abogado, Macario
Merecías Pérez recibió de manos del gobernador Francisco Vega de Lamadrid la medalla de plata “Maestro Rafael Ramírez”. La entrega de la presea se llevó a cabo el pasado 15 de mayo en el Centro de Convenciones de Playas de Rosarito, en el marco de la celebración del Día del Maestro. En ese evento estuvieron presentes autoridades del Instituto de Servicios Educativos y Pedagógicos (ISEP) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). En la ceremonia, el mentor indígena mixteco fue nombrado “maestro distinguido” del valle de San Quintín, donde ha labo-
rado por más de 20 años.
Por su trayectoria de 30 años de servicio ininterrumpido, el maestro bilingüe y abogado, Macario Merecías Pérez recibió la medalla de plata “Maestro Rafael Ramírez”.
Además de la mencionada medalla, Macario Merecías recibió dos reconocimientos más, así como un estímulo económico por su trayectoria magisterial. Se informó que en la celebración estuvieron presentes más de 200 docentes de los cinco municipios de Baja California, quienes recibieron su respectivo reconocimiento. Actualmente el mentor homenajeado labora en la Zona Escolar 716, del Subsistema de Educación Indígena, que comprende las jurisdicciones de Camalú y parte de Punta Colonet y San Vicente Ferrer. Mentores de las otras zonas escolares de la región expresaron su reconocimiento al mentor, por la presea recibida.
El funcionario expuso que regularizar sus predios permitirá a estas personas a acceder a varios otros programas gubernamentales relacionados con la vivienda. Al tener su título de propiedad, remarcó, estas familias podrán acceder a los créditos para construcción, ampliación y mejoramiento de vivienda, beneficios que no pueden por la situación en que se encuentran. Alejandro Monraz indicó, además, que a los posesionarios morosos se les descontará el 100 por ciento los recargos que tengan con respecto a su predio, pero, subrayó, para ello se le aplicará el estudio socioeconómico correspondiente. La posesionaria beneficiada con el primer título de propiedad fue Elsa Angelina Aviña Galván. Para concluir, el director general del Indivi mencionó que con la entrega de este documento arrancó el programa de apoyo a la vivienda en Baja California. Foto: Enrique Rojas / El Valle
Alejandro Monraz, director del Indivi.
EN CONTEXTO
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DOMINGO 18 de mayo de 2014
Fotos colección: Alejandro Espinoza Arroyo
En la foto aparecen en El Rosario, año de 1920, Alfonso Cho (el más alto), y Luis Hy Kock, frente a él su esposa Margarita Peralta Ramírez. Publicada en el libro “Los Rosareños” (1992).
La presencia China en Mexicali es muy notoria; en El Rosario, vivieron Luis Hy Kock y Alfonso Cho, dos personajes en su momento muy relevantes.
Chinos en El Rosario personas muy calladas y laboriosas
En 1885 Luis Hy Kock fue el primero de esta nacionalidad en llegar a estas tierras, a donde llegó como persona al servicio de Policarpo Espinoza Marrón y Balbina Peralta Véliz ALEJANDRO ESPINOZA ARROYO*/ COLABORACIÓN
A
fines del siglo XIX y a principios del XX llegaron los primeros chinos a El Rosario, Baja California, provenían en su mayoría desde Alta California, principalmente de San Francisco, a donde habían llegado en barcos de vapor desde la lejana China imperial, y cuando no lograron encontrar acomodo en aquellos bulliciosos suburbios californianos, decidieron viajar con rumbo a San Diego, ubicado en la frontera californiana de Estados Unidos de América con Baja California, México. Desde San Diego, algunos de ellos pasaron a vivir definitivamente a El Rosario, Baja California. Luis Hy Kock, de todos fue el primero en arribar a El Rosario, lo hizo hacia el año de 1885, lo recibieron en calidad de ‘sirviente’ en casa de mis tatarabuelos Policarpo Espinoza Marrón y Balbina Peralta Véliz. Con la familia Espinoza, Hy Kock trabajó principalmente de cocinero, atendía además los trabajos generales de la casa, en particular lo concerniente a lavandería, ‘planchaduría’ y cocina; llegó para quedarse; pues muy pronto con sus ahorros y con el apoyo de José del Carmen Espinoza Salgado, padre de mi tatarabuelo Policarpo, logró instalar una pequeña tienda de abarrotes en general, por lo que dejó su trabajo anterior y pasó a ser comerciante en el pueblo.
PARTE DE LA FAMILIA
El chino Luis Hy Kock, originario de Cantón, imperio de China, donde nació en 1862, ya con oficio de comerciante, a los 27 años de edad se casó en 1889 en El Rosario, con Margarita Peralta Ramírez, de 17 años, hermana mayor de mi bisabuela Josefa Peralta Ramírez, que fue madre de mi abuelo Alejandro “Negro” Espinoza Peralta. Cuando Margarita se estaba casando en 1889, su hermana Josefa, contaba apenas con dos años de edad. Luis Hy Kock, y Margarita Peralta Ramírez procrearon a su hijo Rosario Hy Peralta, quien nació en El Rosario el 5 de octubre de 1890, registrado el 25 de aquel mes y año, habiendo nacido 22 años antes que su primo, mi abuelo Alejandro, quien también nació en El Rosario el primero de octubre de 1912. Los abuelos paternos de Rosario Hy Peralta fueron: Kurumé Hy, y A. Kock, quienes para el año de 1890, ambos eran finados en el imperio de China; mientras que los abuelos maternos del niño chino mexicano, fueron mis tata-
Los chinos que llegaron a El Rosario, provenían de San Diego y de Mexicali, principalmente.
rabuelos, José Peralta originario de San José del Cabo, Baja California, Sur, quien en 1890 contaba con cincuenta años de edad, y su esposa Teodosa Ramírez, originaria de Playas Coloradas, Sinaloa, contaba con 30.
DE MEXICALI Y DE ENSENADA
No sólo desde San Diego arribaron chinos a El Rosario, otros provenían de la comunidad china de Mexicali, otros más desde Ensenada y Sonora. Se rumoraba que en Ensenada tenían unos túneles bajo ciertas calles, donde los recién llegados de la China vivían y aprendían las costumbres e idioma de México. Algunos de los nuevos chinos que no se quedaron en San Diego, Mexicali, o Ensenada, fueron a parar de sirvientes bajo las órdenes de sus compatriotas en El Rosario. Al despuntar el siglo veinte, arribaron los paisanos de Luis Hy Kock, llamados José Sink o “Sing”, quien usaba trenza larga, de oficio albañil, también llegó Alfonso Cho de oficio comerciante, el también comerciante Chinchan, Liumindó de oficio cocinero y, varios otros chinitos que sólo eran conocidos como “Los Chinos”, que se convirtieron en ayudantes de los anteriores. Los últimos en llegar no hablaban español, por lo que su relación con los rosareños fue escasa, principalmente debido a las barreras culturales.
CELEBRAN SU CULTURA
Todos los chinos, que serían unos 20 a lo más, formaban la pequeña comunidad chino-rosareña. Se reunían en ocasiones especiales para celebrar sus días importantes y tradiciones, principalmente para las fiestas históricas de su país. Y no sólo en El Rosario se establecieron, también en minas, otros pueblos y regiones de la Baja California donde existiera alguna labor para realizar, o clientes para sus mercancías. Eran todos los chinos sumamente callados, laboriosos, tenaces, en
Los chinos asentados en Mexicali tienen larga tradición; a El Rosario llegaron desde finales del siglo XIX.
esos tiempos fueron perseguidos por políticas que se dieron en otras partes de México, donde la comunidad china había obtenido grandes influencias, destacando en el campo económico, principalmente en Sonora y Sinaloa, donde fueron perseguidos, empujándolos fuera de aquella región de México por políticas de algunos que gobernaron el México de hace más de ciento veinte años. Tiempos en los que infinidad de chinos y nacionales fueron hostigados hasta morir.
COMO COMERCIANTES
Con el paso del tiempo, por los mismos chinos se abrió el “Puerto de los Chinos”, sitio ubicado en las cercanías de Punta Baja en El Rosario, lugar a donde, desde Ensenada el chino Rafael Chan, surtía de provisiones de todo tipo, principalmente alimentos a la tienda de don Reyes Quiñonez Castellanos, ubicada en su rancho “El Águila”, cerca del ahora casi extinto pueblo de Guayaquil. Quiñonez, a su vez, expendía las mercancías entre los trabajadores de la mina de El Mármol, y la rancherada, mercancías que eran enviadas desde Ensenada por barcos, que atracaban en el “Puerto de los Chinos”, a través del cual desembarcaban los bienes, los varaban en una barcaza hasta la orilla, y de allí las trasladaban a El Rosario y a El Mármol. Al principio eran transportadas en carros de mulas, más tarde en troques a gasolina. Los primeros “choferes” de carros de mulas, fueron los hermanos Lázaro e Inocencio Peralta Acevedo, y del primer troque a gasolina, mi abuelo Alejandro “Negro” Espinoza Peralta.
DIRECTORIO
Don Rafael Chan surtía también las tiendas rosareñas de los chinos Alfonso Cho, y Chinchan, pero no la de mi pariente político Luis Hy Kock, ya que él se surtía mayormente desde San Diego, mucho tiempo antes de que Chan despachara.
UN ASESINATO
De los chinos avecindados en El Rosario, el más próspero fue Alfonso Cho, cuya laboriosidad y ahorros, en 1920, despertaron la codicia del malviviente alemán Santiago Bawser, quien una mala tarde, asaltó y asesinó a Cho, quien poco antes lo había recibido en su casa en calidad de huésped. Cuando lo asesinó, para disimular el hecho lo escondió debajo de su cama, donde lo encontró dos días después el Juez Santiago Espinoza Peralta, dada la notable ausencia de Cho, persiguiendo a caballo al indeseable en su huida hacia la frontera norte de México, en cuyas cercanías le dio alcance poco antes de llegar a Tijuana, por donde el rijoso con todo y botín, pretendía salir del país. En el entonces pueblo de Tijuana, mi bisabuelo entregó a Bawser, donde fue encarcelado, falleciendo en prisión años después sin volver a su tierra, ni a la libertad.
EL ENTIERRO DE ALFONSO CHO
Un chinito ahijado de Alfonso Cho, en El Rosario, llorando exclamaba: ¡Matalon palino, Matalon palino! Cho fue sepultado en El Rosario, en el segundo panteón misionero, en el cerro, en el pueblo de abajo. La casa de Alfonso Cho se en-
Jorge Camargo Villa
Editorial El Vigía S.A. de C.V. El Valle, Periodismo con la Gente DOMINGO 18 de mayo de 2014 Publicación diaria. No. 3715
Consejo Editorial C.P. Isidro González Gastélum Prof. Héctor Ramón Ramírez Castro Ing. Enrique Rosas Patrón Dr. Jesús Salvador Ruiz Carbajal C.P. Joel Valencia Quintero
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contraba entre las casas de mi tatarabuelo Policarpo Espinoza Marrón, y la de su padre José del Carmen Espinoza Salgado, que en la actualidad, es entre las propiedades de la familia Delgadillo Espinoza, y Ceseña Amador. En ese mismo lugar, en 1850, se instaló la herrería “Espinoza”, que fue propiedad de Carlos Espinoza Castro, posteriormente de su sobrino Federico Tomás Ortiz Espinoza.
¿LA DESCENDENCIA CHINA?
La tienda de Chinchan se localizaba en el mismo sitio donde se encuentra actualmente la iglesia católica en El Rosario de Abajo. Actualmente no se encuentra ningún descendiente de aquella laboriosa comunidad china en El Rosario, tampoco he logrado ubicar descendientes de Luis Hy Kock quien casado con una de las nuestras dejó sangre mestiza en la Península; y que en algunos documentos históricos, cuando se refieren a ellos, solo los enuncian: El Chino Luis Hy, casado con mexicana. Valgan estas pocas letras como homenaje a aquellos chinos que en mucho apoyaron a mi tierra y a nuestras familias; letras que escribo con la intención de que no sean olvidados para siempre, y que los actuales y futuros rosareños, se enteren que en el panteón, entre los nuestros, descansan algunos laboriosos chinos. *Ingeniero. Miembro del Consejo de Cronistas Regionales del Instituto Municipal de Cultura y Desarrollo Humano de Ensenada. Nuestra tierra se llama Baja California, no Baja.-Patente 1660383
Ariel Montoya Velarde Director Editorial UBICACIÓN Plaza Sonia Carretera Transpeninsular Km 115 Ejido Nvo. Mexicali, San Quintín B.C. Tel. (616) 166-5242
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C U LT U R A L E S
Realizamos el recorrido hace 25 años por idealismo, por amor a Baja California, a su historia, a su gente, a la naturaleza CARLOS LAZCANO/EL VIGÍA carloslascano@hotmail.com
H
ace 25 años, a finales de mayo de 1989, Carlos Rangel, Alfonso Cardona (+) y el que esto escribe llegamos a la misión de San Diego de Alcalá, en la ciudad de San Diego (California), después de haber caminado 2 mil 500 kilómetros, toda la península a lo largo de cinco meses, siguiendo las antiguas rutas de exploración abiertas por los misioneros y soldados entre los siglos XVII y XVIII. Completar este recorrido sin ningún problema fue un gran reto, y una de las más importantes experiencias de mi vida, ya que me mostró otra dimensión de mi tierra,
Baja California. Salir de las ciudades y experimentar el desierto, las costas, las montañas, los valles, los horizontes infinitos, es otra cosa. Conocer a los rancheros, la gente del desierto y el mar, las personas que durante generaciones han vivido unidas al terruño, amándolo en una especie de simbiosis en la se han apegado al paisaje. Gente generosa que me mostró otra cara de Baja California, uno de los infinitos rostros de nuestra península. La caminata la iniciamos el primero de enero de ese año de 1989 en Cabo San Lucas, final de la tierra, que en realidad para nosotros fue el principio. Del Cabo San Lucas de ese tiempo ya casi no que-
La Sierra de la Giganta junto al Mar de Cortés.
da nada. Ahí la historia bajacaliforniana llegó a su fin, ya que la región se convirtió en costa exclusiva de extranjeros y gente con mucho dinero, donde el español ya no es la lengua que se habla y el dólar es la moneda corriente. El paisaje bello que precisamente inspiró el nombre California se cubrió de hoteles de gran lujo y casas de ricos y estadounidenses. Porque fue en Cabo San Lucas donde nació California, cuando Hernán Cortés y su hombres creyeron descubrir en sus acantilados de piedra que caían directamente al mar, esa mítica isla de California, descrita en la Sergas de Esplandián, en donde hablaba de bravas peñas que se hundían en el océano.
Vestigios de la misión de San Bruno, fundada por el padre Kino en 1683.
Uno de nuestros amigos rancheros que siempre nos ayudaron y nos hicieron más agradable la caminata.
Disfrutamos de la belleza natural de la península.
Encuentro con el coyote.
COSTA SECUESTRADA
En el Mar de Cortés, frente a la Isla del Carmen.
Los caminantes en La Paz, Baja California Sur.
VOLUNTAD Y LIBERTAD
A lo largo de la caminata dimos más de 3 millones de pasos. Ese fue el costo de este aprendizaje a detalle, el costo de este amor por esta tierra. Más de alguno pensará que se trata de un gran esfuerzo, pero en realidad no lo es tanto. Nuestro cuerpo está diseñado para efectuar caminatas de este tipo, y aún mucho más largas. Al contrario de lo que muchos piensan, lo difícil fue dar los primeros pasos, después uno se va adaptando, hasta que poco a poco caminar se vuelve tan automático como respirar, y se disfruta enormemente lo que se recorre. En realidad para hacer recorridos de este tipo se requiere algo más que esfuerzo; se requiere voluntad y libertad. Libertad para disponer del tiempo de poder hacerla, y no es fácil, ya que existen demasiadas cosas que nos atan a las ciudades. Compromisos de todo tipo, desde familiares, laborales, sociales, etcétera. Para ejercer esa libertad se requiere el apoyo de la familia, y en mi caso mi familia me brindó todo el apoyo que necesitaba, al igual que muchas personas y amigos. Desde quienes financiaron la experiencia, como la revista México Desconocido y otras instancias, hasta personas como
Natalia Badán, que era la jefa en mi trabajo y quien me brindó todo su apoyo y confianza. Después de caminar por toda la península siguiendo sus antiguas veredas, la visión que tenía sobre mi tierra ha cambiado. La siento más mía y me siento parte de su historia y su geografía. Para efectuar este recorrido tuve que empaparme de su historia y de su geografía, así, cada sitio que encontraba, fuera rancho, paraje, ciudad, pueblo, flora o fauna, tenía mayor sentido para mí ya que conocía sus antecedentes y me identificaba con ellos. Cuando me encontré con el cirio, no sólo me maravillé al ver sus formas y entender su sentido ambiental y ecológico, también sabía sobre su relación con los antiguos cochimí y la manera en que ellos lo nombraban y utilizaban. Y así con muchas otras especies, tanto flora como de fauna, así como minerales y rocas. Y qué decir en los ranchos, cuando conocí a muchos rancheros que eran descendientes de los antiguos cochimí. También fuimos descubriendo mucha de la toponimia y como aún se conservan muchos de los nombres que los primeros navegantes y exploradores pusieron. A 25 años de distancia aún respiro el olor de las fogatas
Tuvimos suerte en hacer esa caminata en esos años, fueron los últimos antes de que los “desarrollos” decidieran conquistar la península, y excluir de ella a sus habitantes. Si hoy quisiéramos hacer el mismo recorrido sería muy difícil, si no es que imposible, ya que gran parte de la costa nos fue secuestrada. En 1989 aún no existía el turismo de aventura, ni los deportes extremos, ni el ecoturismo, ni nada de esas corrientes que han venido convirtiendo a la naturaleza en una mercancía que se pueda vender, en un parque de diversiones o en el mejor de los casos en una pista de competencia. Realizamos esa caminata por idealismo, por amor a Baja California, a su historia, a su gente, a la naturaleza. Hoy ya no se hacen nocturnas y extraño las pláticas que los tres caminantes sosteníamos al final de cada jornada, cuando nos disponíamos a acampar y compartir los sagrados alimentos. Recuerdo esas visiones nocturnas del cielo lleno de estrellas, con la Vía Láctea cubriendo medio firmamento. La sensación de estar lejos de la civilización, cuidados por la naturaleza, por el desierto en donde ya sabíamos movernos es tan satisfactoria. Cuando ya faltaba poco para finalizar el recorrido no queríamos que terminara. Nos encontrábamos tan a gusto, lejos de las tensiones de la sociedad modernas, inmersos en la geografía y en la historia que se nos antojaba difícil volver. Ciertamente extraño esa bajacalifornia que entonces conocimos, pero hoy de ella ya queda poco. Lo que sigue ahí es el desierto, la sierra, la costa, y aún es mucho lo que puede explorarse y recorrerse y sigue siendo tan maravilloso. Por eso, siempre que puedo continúo con ese recorrido que iniciamos hace 25 años, sigo maravillándome con tantas cosas que aún nos ofrece nuestra tierra; con su historia, sus tradiciones, sus viejas costumbres. Mientras pueda seguiré caminando, amando esta tierra que me vio nacer y crecer.
así las cosas. A lo largo de esos miles de kilómetros que recorrimos contemplamos cosas sorprendentes, como la floración del desierto, con sus cirios, choyas, cardones y biznagas regalando flores. También vimos borregos cimarrones y tuvimos encuentros con pumas, gatos monteces y coyotes. Aprendimos a seguir veredas y no pocas veces a caminar entre el monte, siguiendo nuestro propio instinto de orientación. En ese tiempo no había geoposicionadores, ni Google Earth, ni celulares, ni casi nada de la tecnología actual. Nuestras herramientas de orientación fueron la brújula, los mapas del Inegi y nuestra experiencia de caminantes. Pero mucho nos ayudó la gente, los rancheros, quienes nos indicaban dónde estaban las veredas, los parajes clave, los aguajes y manantiales.
Sin la ayuda de ellos jamás lo hubiéramos logrado. Conocimos tantos lugares, tantas personas maravillosas, tantas cosas y aspectos que nos llenaron. Cualquiera podría pensar que con un recorrido como este uno ya conoce a fondo la península, pero la impresión que a mí me quedó es la de que apenas abrí una puerta y medio me asomé, dándome cuenta de que hay que entrar y ver realmente el interior. Al finalizar la caminata tenía una lista de más de 150 sitios por visitar, los cuales poco a poco he ido conociendo. Pero en cada sitio nuevo siempre salen nuevas interrogantes, nuevos sitios por visitar, y por ello aún estoy lejos de completar esos primeros 150 sitios. Y es que nuestra península es infinita, en su belleza natural, en su historia humana, en su diversidad, en todo.
La poza de La Escuadra, cerca de la misión de Santa María de los Ángeles.
ENFOQUE
DOMINGO 18 de mayo de 2014 INFORMACIÓN GENERAL Imágenes trascendentes del acontecer social, político,
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cultural y deportivo captadas por el cuerpo de reporteros gráficos de El Vigía, serán publicadas en este espacio • Tel: 120-55-55 • DOMINGO 18 de mayo de 2014 •www.elvigia.net
El culpable Las intensas temperaturas que se sintieron durante la semana, aunado a una condición de Vientos de Santa, ocasionaron decenas de incendios forestales.
Foto Isaac Rosas
Los héroes
Como nunca, los bomberos de Ensenada fueron requeridos para combatir las llamas que ocasionaron serias afectaciones, como casas y vehículos quemados. La situación fue controlada, gracias a su valentía y determinación.
Foto Isaac Rosas
Sin agua Ante la escasez de agua en la Presa Emilio López Zamora, debido a las pocas lluvias y la vaporización por temporada de calor, la práctica del canotaje de la selección de Ensenada está en riesgo.
Foto Jesús López Gorosave
Así lo vimos Desde distintos puntos de la ciudad, los ensenadenses pudieron apreciar los estragos de los incendios, cerros quemados y miles de personas desalojadas ante el riesgo de ser alcanzados por las llamas.
Foto Isaac Rosas
Los espectadores El humo en los cerros provocó curiosos atardeceres, que no podían ser desaprovechados en esta era de los dispositivos móviles.
Foto Jesús López Gorosave
Los afectados
Decenas de ciudadanos de colonias aledañas a las zonas de los incendios, observaron el fenómeno natural desde primera fila, deseando que el fuego no alcanzara sus viviendas.
Foto Nicté Madrigal