Goblin panzudo Numero 1

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a afición se mueve por el multiverso, de blog en blog, con la gloriosa visión de disfrutar del hobby. Algunos blogs han encontrado un hueco vacío en la defensa de sus lectores y quieren llenarlo con una nueva publicación llena de información confidencial y altamente peligrosa.

Solo aquellos elegidos, supervivientes de años y años en el multiverso friki, podrán encontrar en estas paginas que prosiguen la sabiduría de años pasados y ya casi olvidados por todos. Las mentes eruditas recuerdan cuando la publicación mensual de la galaxia dirigida por el gran Emperador Workshop era un libro de culto para todos. Cuando sus hojas llenaban de conocimiento nuestras débiles y vacías cabezas, todavía jóvenes en aquellos años dominados por ediciones pasadas. Algunos siguen leales al Emperador Workshop, pero muchos están en continua rebeldía porque piden volver al saber primordial. A aquellas publicaciones donde todo iba dirigido para cuidar a sus leales súbditos y lectores. La guerra ha comenzado, un enfrentamiento que nos envolverá en un trabajo arrasador para conseguir satisfacer las ansias de conocimiento de todos los que esperan conocer mucho más que hasta ahora les han ofrecido. Los blogs arden. Goblin Panzudo nace para llenar el hueco perdido hace milenios y ser la fuente del conocimiento supremo perdido. Fieles al Imperio, a la idea de adorar el juego, pero traidores a la idea de seguir al Falso Emperador. Dictamos nuestras leyes para un futuro más placentero para todos nuestros seguidores, cada vez más numerosos. Blog e Iniciativas unidas en esta cruzada que encabezamos por el bien de los seguidores del verdadero placer. Y cada vez seremos más unidos a la causa. La guerra solo acaba de comenzar y las batallas se irán desarrollando periódicamente. Sobre estas paginas marcadas de sangre de infieles, encontrareis todo lo que necesitáis. Dominaremos la Galaxia. Invadiremos la red. Ganaremos el saber supremo en bien de todos.


Bienvenidos a nuestro numero uno. Si estáis leyendo estas líneas, es que nos has dado una oportunidad dentro de tu tiempo libre. Y ya te lo agradecemos desde el principio.

E D I t O R I A l

El Goblin Panzudo llega a vosotros, queridos lectores, con la idea de, aproximadamente cada dos meses, traeros material adicional, relatos, artículos interesantes y cosas que creemos ahora mismo no se ofrecen y se pierden sin poder ser leídas. El Goblin Panzudo une diferentes blogs e iniciativas de la red, todas ellas conocidas por vosotros, en un proyecto conjunto; que como todo nacimiento es duro y largo pero que esperamos poder decir dentro de poco que ha sido todo un éxito. No pretendemos grandes hazañas ni grandes logros, sino disfrutar escribiendo y publicando en formato revista lo que más nos gusta, escribir e informar. Es un proyecto de amantes para amantes. Y eso siempre suele funcionar, en mi humilde experiencia. Tengo el placer de presentaros el primer número y espero que este sea solamente el primero de muchos. Y que pronto seamos un referente en la red con esta publicación y que llegue un momento en el que esperéis la fecha de la publicación de la revista para ver que os ofrecemos en ese nuevo número. Pero como digo eso se verá mucho más adelante si lo hacemos bien. Gracias a todos los blogs e iniciativas que han aportado y ayudado en este número y aprovecho para decir que estamos abiertos a colaboraciones de otros blogs y de gente individual con sus dibujos, sus artículos, sus ideas y sus aportaciones. Somos 100% abiertos. Así que si queréis, aportar vuestra sabiduría con el mundo. De manera muy especial quiero agradecer a Beatriz Peña Fernández todo su trabajo en el proceso de maquetación. Ha sido una labor increíble y el resultado nos ha encantado. Esperamos retenerla y engatusarla por mucho tiempo para que siga aportando su gran visión grafica como se demuestra en este número uno de Goblin Panzudo. También dar nuestra felicitación y agradecimiento a Sheila Sastre por el diseño de la portada. Ella ha diseñado nuestro primer Goblin Panzudo. Bueno os deseo buena lectura y que este camino junto a vosotros sea largo y con un magnifico destino en cada número. Alfonso Ortega


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De obsolescencias y equilibrios

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stamos acostumbrados a la obsolescencia programada que sufren la gran mayoría de productos, cuando compramos una televisión, un ordenador portátil, un videojuego... Sabemos que tarde o temprano (Y generalmente es más temprano que tarde en según qué cosas) va a aparecer lo mismo, pero simplemente mejor (Y más caro). No nos iba a extrañar que jugando a Warhammer esta tendencia fuera tan... evidente. Adquirir un codex ha sido desde prácticamente los primeros días una apuesta un tanto extraña porque ya no es que sacaran uno nuevo, es que ese mismo codex ha de pasar (A menos que seas Marine Espacial) por distintas ediciones del juego en si mismo, evolucionando su forma de jugar de forma totalmente inesperada y algo aleatoria. El diseño de un codex no prevé lo que vendrá en los siguientes años, la siguiente edición nos trastoca el ejército y deja en la estantería una serie de miniaturas que si bien antes podrían ser nuestro eje, ahora son meros espectadores.

En estas fechas los Eldars, y bien que lo celebran, son actualizados dejando atrás un codex que ha personificado lo anterior a la perfección durante demasiado tiempo. Y ha sido un codex que siempre ha sido capaz de adaptarse a un buen nivel, de un modo u otro, a su ambiente cada vez más hostil y reciente, rearmando un ejército lleno de reglas y armamentos obsoletos apurando lo más afín a su edición actual para sacar una combinación capaz de hacer frente al más regio de los otros ejércitos. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es el motivo de mantener durante tiempo la obsolescencia de un mismo juego mientras que otras mismas partes rara vez pasan medio año 'por detrás'? Por suerte en los últimos tiempos parece que ha habido una compensación algo más lógica, como la aparición de los voladores también en el codex Orko, actualizaciones en Hermanas de Batalla y tal cantidad de FAQ de Templarios Negros que más vale imprimirlas que blandir el codex. Parches.

Quedan poco por, realmente, dejar en Sexta al nivel común con sus opciones actualizadas y las puntuaciones corregidas (Y esperemos que mejor corregidas que esos Mantarrayas Tau técnicamente gratis), ahora que Ángeles Oscuros y Necrones, mismamente, han dejado atrás una larga y oscura etapa donde eran unos ejércitos configurados para dos ediciones atrás.


Es un tanto aleatorio dado que la creación de un codex debe de ser un proceso de testeo largo y trabajoso (A pesar de lo mucho que nos gusta quejarnos a los jugadores cuando nos parece algo desequilibrado o injusto, como aquel maravilloso e inútil Aun'va del anterior codex Tau), y muchos de sus autores han cogido fama por una cosa u otra, dados los resultados que han dado sus trabajos posteriormente a pesar de que realmente el resultado acabe desmintiendo la fama; como aquella temporada en la que los Caballeros Grises parecían realmente muy por encima que el resto de ejércitos, ahora algo más equilibrados con la llegada de Sexta (¿Estaría previsto?) pero contra los que pocos se alegran de jugar. Al ser la creación un proceso complejo y dificultoso, cómo reciba los cambios externos (Tanto otros codex como reglamentos) es, simplemente, aleatorio. Hay codex que a priori se han quedado atrás bastante pronto, como el estado de los Templarios Negros; que por muy propios y temerarios que fueran siempre existía la idea de que, a la hora de la verdad, un ejército de Marines Espaciales o Ángeles Sangrientos se comportaba mejor con prácticamente lo mismo.

Otros, como el eldar o el orko parecen lo suficiente versátiles y firmes como para soportar los cambios de reglas manteniendo su lugar. Warhammer es un juego extraño en el sentido de que es sorprendentemente cambiante y constante a la vez, la esencia de los ejércitos se mantiene y aunque se vaya quedando atrás si uno conoce los puntos fuertes de su codex, consigue llegar lejos igualmente siendo buen jugador, no sería la primera vez que las Hermanas de Batalla (Consideradas seguramente el peor ejército que ahora mismo tenemos) se coronan en cualquier torneo, puesto que sí tienen buenas combinaciones y una forma de jugar efectiva, por muy caras y escondidas que estén sus miniaturas. Esperemos que lleguemos alguna vez a un estado en que el equilibrio sea mucho más palpable que ahora y los trabajos de edición y actualización se mantengan equitativamente permitiéndonos lucirnos con los ejércitos que realmente nos gustan, y no cederlos tanto tiempo a la mera exposición, manteniendo el mismo nivel que cualquier otro, aunque tal y cómo está diseñado el juego siempre sucederán nuevas ediciones y más cambios. El'Val Wikihammer 40k


Relato 40k Para con el mundo astronave íralos, Hara. Míralos como luchan inútilmente por sus vidas, aun sabiendo que su destrucción es tan ineludible como nuestra victoria. Míralos.

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Y, sin decir nada más, Asarel'Vaan se alzó unos centímetros del rocoso suelo sobre el que se erguía, con las manos a ambos lados de su cuerpo y los ojos brillando con un intenso fulgor azulado.

- Los mon-keigh no son más que bestias, maestro.

Sin duda alguna, estaba avisando mediante un v ín cu lo p síq u ico a las tropas Eld ar que conformaban el flanco amenazado.

Hara, el joven Brujo, se mantenía erguido respetuosamente a la derecha de su maestro, el Vidente Asarel' Vaan. Ambos presenciaban el impresionante espectáculo de muerte e ira en el que el campo de batalla se había convertido. Las tropas mon-keigh luchaban con valentía y arrojo, pero si creían en serio que podían repeler el implacable ataque Eldar... eran tan estúpidos como Hara penaba. La súbita explosión de uno de los carros blindados humanos hizo estremecerse a Hara; su maestro, sin embargo, se mantuvo inmutable. El vehículo había sido derribado por el púlsar de un Falcón, el cual, tras abatir a su objetivo, cruzó las filas humanas rápidamente, desgarrando tanto piel como acero con los espolones de hueso espectral que llevaba soldados a sus flancos. Los gritos de los mon-keigh hicieron regodearse al piloto del veloz tanque, quien, con la habilidad y la soltura que la práctica proporciona, viró para recorrer el mismo sangriento camino de nuevo mientras disparaba sus armas sin cesar contra los soldados humanos que intentaban, en vano, reorganizarse para combatirle. Su púlsar vaporizaba la carne junto a la armadura, y su potente lanza brillante atravesaba sin piedad las rocas que los mon-keigh usaban como cobertura, para después empalarlos a ellos con sus mortales haces de láser. Ahí -Hara desvió la vista de la matanza llevada a cabo por el Falcón cuando su maestro señaló uno de los flancos de la formación Eldar-. Los mon-keigh intentan flanquearnos.

Cinco segundos, seis, siete, y las escuadras de Guardianes que hasta entonces se habían mantenido a cubierto saltaron sobre las rocas tras las que se habían estado ocultando y, con ráfagas amplias e indiscriminadas, abatieron a la primera línea de emboscadores humanos, que retrocedieron a toda prisa al ver su ataque frustrado gracias al aviso del vidente. Clamando victoria y entonando un vetusto cántico de guerra, los Guardianes dieron muerte a todos y cada uno de los osados mon-keigh, quienes, aunque devolvieron el fuego con relativa rapidez, no consiguieron causar ninguna baja a sus enemigos.


Hara contemplaba con orgullo el ataque fallido de los humanos, cuando, de repente, los aullidos piscoamplificados de las Espectros Aullantes perforaron sus oídos, causándole un sobresalto que lo irritó hasta extremos indecibles. Con zancadas largas y gráciles, las Espectros Aullantes acortaron con celeridad el trecho de tierra rocosa plagada de sangre y casquillos de bala que les separaba de la primera línea humana. Los guardias imperiales respondieron con la furia de las ardientes ráfagas de sus primitivos fusiles láser, pero, por desgracia para ellos, los fosforescentes disparos de sus armas rebotaban en las armaduras de las especialistas o simplemente impactaban en ellas sin causar daño. Con un lánguido y tétrico grito de guerra, las Guerreras de la Senda saltaron sobre sus presas, hundiendo en sus cuerpos las formidables espadas con las que iban ataviadas, que refulgían furiosamente con energía destructiva. La Exarca balanceaba su gran arma de dos filos con soltura, cercenando humanos allí por donde pasaba su hoja, crepitante de la misma energía con la que las armas de sus hermanas estaban cargadas. Y entonces, ocurrió lo que Hara había estado esperando desde hace aproximadamente dos horas: Los mon-keigh lanzaron sus armas al suelo y se rindieron. No, no se estaban rindiendo. Hara tardó unos segundos de más en darse cuenta de lo que estaba pasando, pero la cara de repugnancia que su maestro esculpió en su fino rostro le confirmó la vaga idea que tenía sobre la situación. Las explosiones que se estaban produciendo entre la formación humana no estaban siendo causadas por los Eldar, ni mucho menos. Sus explosivos no emitían aquellos estruendosos rugidos, ni el color de sus deflagraciones era tal, anaranjado y macabro como un atardecer iluminando un cementerio. No, definitivamente no estaban siendo causadas por los suyos.

Las Espectros Aullantes fueron reducidas a cenizas y miembros amputados junto a los humanos que se lanzaban sobre ellas para detonar las cargas explosivas que llevaban atadas al pecho y acabar así, no solo con la suya, sino también con las preciadas vidas de los habitantes del Mundo Astronave. Aquello les causó una repulsa inefable tanto a Hara como a su maestro. Solo los inmundos humanos eran capaces de tan grotesco acto. Las pocas especialistas que consiguieron escapar con vida del ataque suicida corrieron en retirada hacia sus compatriotas mientras eran perseguidas por los mon-keigh suicidas, que se rasgaban las chaquetas y bramaban letanías de devoción a su Emperador todo lo alto que sus robustas gargantas les permitían. Por desgracia para ellos, los artilleros de las plataformas gravitatorias estaban listos desde hace varios minutos, y una cascada de proyectiles shuriken los desgarró sin piedad, arrancando sus miembros con una facilidad insultante y dejando un rastro de sangre y vapor azulado tras de sí. - Estúpidas bestias -Gruñó Hara-. Se han cobrado un gran precio en vidas Eldar. - Pero la victoria es nuestra -El anciano Vidente señaló con un largo y esbelto dedo hacia el horizonte, donde varios Falcones surcaban el cielo, dirigiéndose hacia ellos mientras el resto de las tropas imperiales se batían en retirada, montados algunos en sus transportes, otros corriendo todo lo rápido que sus piernas les permitían-. Detesto admitir que los mon-keigh han luchado bien, aunque sus repulsivos métodos son dignos de los demonios a los que tanto temen. Y así llegaba la victoria, pensó Hara. Con el sacrificio innecesario de valiosas vidas Eldar y el olor a sangre recién derramada y amarga gloria. Batalla por el Valle de la Garganta Cosida, que enfrentó a los Eldars del Mundo Astronave Biel-Tan contra el 431º de Jenízaros Macabeos. Sigma Hera, M41.

Maky125 Wikihammer 40k


CAMBIO DE PERPESTIVA EN WARHAMMER 40.000 Bienvenidos a la sección del Goblin Panzudo donde voy a ir haciendo Reflexiones sobre temas que estén en la boca de todos, en la mente de todos y a veces solamente en la mía. Un lugar de reflexión. Hoy hablemos de las nuevas miniaturas de Games Workshop y lo que suponen. CAMBIO DE PERPESTIVA EN WARHAMMER 40000 Y QUIZAS DE FORMA DE JUGAR Esta reflexión me la planteo después de muchos años en el juego y de ir viendo cómo ha ido evolucionando desde 2001 cuando empecé hasta ahora, que sigo aun enganchado a esta bendita droga totalmente sana. Y me planteo cosas con los últimos movimientos en Warhammer 40000 (casi podríamos aplicarlo en Fantasía) que se están produciendo en el último año desde que salió el ultimo reglamento. Con él en mi opinión se ha cambiado ya la forma de jugar. Eso diréis muchos, pasa con cada cambio de reglamento. Cierto es pero creo que no es solo ese cambio en la esencia o en las reglas. Es un cambio de mentalidad que algunos aceptan fácilmente y otros son muchos más remisos. Todos sabemos que con cada nuevo reglamento hay gente que lo defiende a muerte como diciendo esto esta genial y otros que se plantean dejar el juego o no dejan de criticar la nueva versión. Yo no me centro en eso. El cambio siempre es bueno pero con sus limitaciones. Yo hablo más de la forma que está cogiendo el juego actualmente y creo que podemos ir punto por punto por esos cambios drásticos o mayores que esas simples nuevas reglas. Primero hablemos de los voladores. Esto es una gran controversia en el universo. Con este reglamento, los aéreos son un asiduo en las me-

sas de batalla. Si no tienes aéreo y su plataforma antiaérea ahora no eres nadie y puedes sufrir mucho en las batallas. Esta ampliación del campo de batalla terrestre, de siempre, introduciendo estas aeronaves ha cambiando profundamente el concepto de Warhammer. Ahora siempre debemos pensar en dominar como se dice cotidianamente el espacio aéreo por el bien de nuestras tropas de tierra. Así que debes plantearte un ataque y una defensa efectiva contra los aéreos enemigos. Y tener esta supremacía aérea es una gran ventaja. El siguiente cambio que quiero tratar es el de los aliados. Este sí que ha cambiado mucho los campos de batalla. Ahora esta permitido formar alianzas desde que salió el nuevo reglamento y llevar diferentes ejércitos unidos al tuyo habitual. Sinceramente, eso esta genial, abre miles de posibilidades pero también supone muchos problemas, de reglas, a la hora de hacer listas y de campeonatos. Esta genial la posibilidad, no la quiero quitar ni que no exista pero complica mucho todo y sinceramente, si ya es difícil saber todo sobre un ejército contra el que te enfrentas, saber lo de dos, es todavía más insidioso. Perfecto para partidas entre amigos, de vez en cuando, para momentos especiales y entre colegas, pero oficialmente yo jamás lo habría puesto.


do comienzas a conocer algo sobre ellos, debes pasar al siguiente ejército. Es imposible con este ritmo conocer las reglas de todo y poder competir a buen nivel. ¿Quién puede luchar contra un ejército que salió hace un par de meses, sin conocer las reglas, si ahora está conociendo el nuevo codex y cuando comienza a familiarizarse con él, se encuentra que a principio de mes vuelve a salir un tercero? Muy pocos creo yo.

Solo traerá problemas en mi opinión. De hecho, en muchos campeonatos lo están vetando y ahora te planteas, lo siento pero es oficial así que hay que comérselo con patatas. Pero es tu campeonato y son tus reglas claro. Difícil cuestión muy dividida entre los jugadores. Tercer punto. El más reciente. El cambio de escala. Este es el que finalmente me ha llevado a escribir este artículo. Porque con los dos últimos codex que acaban de salir, el tamaño ha sufrido un visible cambio por la introducción de la armadura Tau Cataclismo y del Caballero Espectral Eldar. Estas dos moles de un tamaño colosal creo que han descolocado y alucinado a todos los jugadores. Normal porque su talla es superior a todo lo salido antes, solo comparable quizás con el Baneblade o similares. Pero estos súper vehículos se usaban en Apocalipsis y no en Warhammer 40.000. Ahora con estos nuevos gigantes en el juego y lo que al parecer va a ser una constante en cada próximo ejército, podemos decir que el tamaño va a importar mucho. Así que en breve, creo que veremos en los campos de batalla uno de estos titanes y criaturas monstruosas por bando y que las batallas serán más entre tropas poderosas y gigantes que entre pequeñas unidades y débiles soldados que nada podrán hacer contra estos seres indestructibles para sus miserables armas. Un cambio brutal que deberemos estudiar bien y que va a cambiar también la forma de jugar muchísimo. Y si no tiempo al tiempo. Por último y cuarto punto: Actualización mensual. Esto ha cogido un ritmo que sinceramente nadie puede seguir, ni los muy asiduos a tiendas, asociaciones y lo que jueguen semana tras semana. Yo que sigo, esto o que lo intento por lo menos no puedo. Y muchos se quejan de lo mismo. No podemos mes a mes tener un nuevo ejército, con nuevas reglas, con nuevas unidades y cuan-

Antes con dos o tres meses por lanzamiento, la cosa era más relajada, podías comparar y hablar cosas, valorar las nuevas unidades, pero ahora todo ha cogida tal velocidad que es imposible. Y esto creo que está volviendo locos a la mayoría de seguidores. Cierto es que es genial que renueven los codex y que pronto todos estén adaptados al nuevo reglamento pero así creo que es pan para hoy y hambre para mañana. No me gusta este ritmo y prefiero algo más pausado y poder disfrutar más de las novedades. Bueno creo que ya he explicado porque creo que Warhammer 40.000 está sufriendo un cambio considerable en la forma de jugar y más diría yo en la perspectiva de hacia dónde va el juego. Sinceramente, me encantan las novedades, las ideas y los cambios pero así como están sucediendo, rápidos, profundos y quizás precipitados por algunas situaciones, no es plan. Yo quiero disfrutar poco a poco de lo que me llegue sobre Warhammer 40.000 y poder comprender el porqué de las cosas. Los cambios poquito a poquito por favor. Alfonso Ortega FanHammer



El Asedio a las Puertas del Fénix

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esde los parapetos de la Puerta del Fénix, el ejército parecía haber aparecido como una marea negra que avanzaba con gran resolución. La primera Arca Negra había sido avistada por los vigías tan solo unas horas antes y ahora, mientras iban congregándose más de esas siniestras ciudadelas flotantes, la hueste de Naggaroth había desembarcado en la orilla. Tyrion permaneció impasible, mientras observaba las formaciones de Elfos Oscuros. Habían transcurrido siglos desde la última vez que vio una hueste de dimensiones tan colosales reunida para la guerra contra Ulthuan. La mera idea de sus oscuros parientes corrompiendo el suelo de su hermosa isla le revolvió las tripas. Durante los últimos meses, habían llegado informes de incursiones a lo largo de toda la costa de Ulthuan que habían entristecido su alma y habían acrecentado su ira con las dolorosas noticias de cada nueva tragedia. Se decía que el propio Malekith se encontraba al frente de su ejército dispuesto para la batalla, pero Tyrion no podía distinguir al príncipe oscuro. A lo largo de las murallas de la puerta, jóvenes guerreros elfos se ocupaban de transportar carcajs y repartirlos entre la orgullosa guardia de la ciudad. Las dotaciones de los ancestrales "lanzavirotes garra de águila" comprobaban sus máquinas. El ejército enemigo se encontraba ya al alcance de sus armas, pero ningún proyectil se disparó hasta que Tyrion dio la orden. Se escuchó un grito de terror procedente de una de las torres de vigilancia. Tyrion miró en la dirección en que había señalado el centinela: un grupo de dragones se precipitaba desde el cielo en dirección a la puerta de la muralla. Gracias a su aguda vista, Tyrion pudo distinguir con claridad al jinete que iba al frente de la formación. Un estremecimiento le recorrió la espina dorsal al reconocer al jinete, se trataba de Malekith, el Rey Brujo de Naggaroth.

Mientras los dragones desplegaban sus enormes alas de color negro y describían una extraña ruta de dirección a la torre de la muralla, Tyrion se dio cuenta de cuál era su plan. El aliento nocivo de los dragones acabaría con todos los guerreros de las murallas, lo que permitiría a los Elfos Oscuros avanzar sin temor a encontrarse con la lluvia de flechas que, de otro modo, hubiese caído sobre sus filas. Rápidamente, ordenó a los lanzavirotes que se concentrasen en la nueva amenaza. Mientras esperaba que los dragones se acercaran, mantuvo la espada en alto hasta que procedió a bajarla con un enérgico golpe de brazo. Era la señal de abrir fuego y mientras Tyrion permanecía sin pestañear, a la espera de que décadas de adiestramiento demostraran que había valido la pena, escuchó el crispado sonido de una docena de lanzavirotes disparando un aluvión de pivotes. Dos de los proyectiles alcanzaron su objetivo y surgió un enorme grito de triunfo desde los parapetos que ahogó los alaridos de los dragones agonizantes, que se precipitaron desde el cielo y fueron a parar a las aguas del foso que rodeaba la puerta. El resto de los dragones cambió el curso de su ataque con rapidez y se replegaron hacia sus propias líneas. Tyrion no tenía la más ligera duda de que Malekith regresaría volando a lomos de su dragón para volver a atacar las murallas, pero, por ahora, habían podido contener su ataque.


El sonido de los cascos de los corceles avanzando sobre el suelo verse se convirtió en una especie de murmullo creciente al aumentar la velocidad de la carga de los Yelmos Plateados.

La aparición de los dragones debía ser la señal para que el ejército elfo oscuro avanzara; pues, a lo lejos, los regimientos de la estirpe maldita habían empezado a moverse una vez más. Tyrion corrió escaleras abajo, hacia el patio de armas. Los Yelmos Plateados ya habían montado y estaban dispuestos en formación ante la decorada y gigantesca puerta. Al pie de las escaleras, la montura de Tyrion, Malhandir, esperaba con paciencia a su señor. Saltó desde las escaleras, atravesó la distancia que le separaba de su montura con elegancia y cayó sobre la grupa de su corcel. Tiró suavemente de las riendas y Malhandir respondió al instante. Existía un vínculo invisible entre Tyrion y su corcel: ninguna otra montura hubiera sabido interpretar del mismo modo sus deseos a la más mínima señal. Tyrion galopó hacia el frente de la formación de caballería, que estaba a la espera de que las puertas se abrieran. Mientras las enormes puertas se movían en silencio, los Yelmos Plateados avanzaron desde el interior de la fortaleza.

Tyrion sostuvo su arma en alto y, en cuestión de segundos, las brillantes lanzas de los jinetes congregados a su alrededor se estrellaron contra las primeras filas de la Guardia negra. La hoja de la espada de Tyrion describió un baile de muerte mientras se precipitaba sobre uno tras otro de los diabólicos invasores. Fue entonces cuando divisó el estandarte de un antiguo adversario: ante él se encontraba Kouran, el azote de Ulthuan, Capitán de la Guardia Negra y General de los ejércitos del Rey Brujo. Su nombre era odiado y temido por los Altos Elfos. Dos de los siniestros escoltas de Kouran se adelantaron para proteger a su Señor, pero Malhandir se encabritó y machacó con los cascos el cráneo a ambos. Kouran elevó su espada para golpear el cuello del corcel blanco de Tyrion, pero, antes de completar lo que debería haber sido un golpe fatal, Tyrion bloqueó el ataque. Más de los implacables Guardias Negras intentaron hacer caer al noble Alto Elfo de su montura. Tyrion había desafiado a su Capitán, pero no existía el sentido del honor para los de su raza. Las runas grabadas en la afilada hoja de la espada de Tyrion resplandecieron mientras destrozaba a los guerreros de la Guardia Negra que se acercaban demasiado. Kouran volvió a atacar, esta vez dirigiendo su golpe contra el héroe Alto Elfo; pero ni siquiera la oscura hoja encantada de su espada pudo atravesar la finamente trabajada armadura de Tyrion.


ras filas se cerraban, Tyrion señaló con su espada en dirección a los parapetos y esperó un segundo antes de bajar la espada. A su señal, los arqueros de las murallas abrieron fuego. Un aluvión de flechas cayó sobre el ejército que cargaba. Pudo percibirse el sonido familiar de los lanzavirotes disparando una ráfaga de proyectiles contra las líneas de los Elfos Oscuros. La carga de los Druchii vaciló un momento antes de que iniciaran una rápida retirada. Mientras el último de sus oscuros primos huía para ponerse a salvo de las flechas, Tyrion aguantó los estribos de su corcel y levantó la espada en señal de victoria, tras volver a sentarse de nuevo sobre su montura, el magnífico príncipe élfico se giró para contemplar el ejército que huía y, lentamente, él y su corcel cabalgaron hacia el rastrillo abierto.

Describiendo un potente arco con su arma, Tyrion asestó un golpe que fue a estrellarse contra el arma de Kouran. Durante un breve instante, las runas de las dos armas brillaron con intensidad. Las oscuras runas grabadas en la hoja del arma de Kouran brillaron con unos amenazantes destellos de color rojo que contrastaban con las runas azules de Colmillo Solar, la espada de Tyrion. Con un potente chasquido, la hoja del arma de Kouran se rompió y Colmillo Solar atravesó el yelmo del héroe de la Guardia Negra, lo que supuso su muerte inmediata. Estupefactos por la muerte de su campeón, el ataque de los Elfos Oscuros se detuvo por un breve instante. Eso fue más tiempo del que necesitaba Tyrion. Al notar las intenciones de su maestro, Malhandir se replegó majestuosamente antes de emprender una rápida galopada de vuelta hacia la puerta. Los Yelmos Plateados le siguieron y, mientras alcanzaban el gran umbral, Tyrion se apartó con su corcel para permitir que la caballería le precediese. Al ver que se retiraban, los Elfos Oscuros se lanzaron con rapidez en su persecución. Toda la hueste de Naggaroth avanzó vociferando alaridos de furia. Tyrion sabía que las puertas no podrían cerrarse a tiempo que los Elfos Oscuros los alcanzarían; pero, a la par que las prime

Cuando las doradas y decoradas puertas se cerraron tras él, Tyriom supo que solo habían conseguido un pequeño respiro ante la invasión. Con Malekith al frente de las tropas invasoras, sus soldados deberían seguir luchando durante meses. Si las puertas cayese, las fuerzas de la oscuridad conquistarían a su pueblo y, una vez recuperado su hogar ancestral, seguro que se lanzarían en pos de la conquista del resto del mundo como un azote de odio. En Ulthuan, los Altos Elfos montarían su resistencia y en Ulthuan descansaría el destino del mundo. Tyrion no tenía miedo, él había nacido para librar esa guerra. La Biblioteca del Viejo Mundo


Caballería Enana

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ola lectores. Inauguro en esta publicación una sección donde iremos presentando las reglas inventadas de unidades, ejércitos, miniaturas . Actualizaciones de miniaturas desaparecidas, ideas para jugar partidas. Vamos cosas creadas por nosotros que pueden hacer divertidas vuestras partidas. Creemos que es algo que se ha olvidado en el hobby, darle creatividad al juego y porque no, jugar y probar cosas como esta que os dejamos hoy con vuestros amigos para añadir algo nuevo y refrescante. Hoy os dejamos la Caballería Enana. ¿Por qué no? Pues si, no es que estemos locos, sino que es muy probable que los maravillosos enanos tengan que trabajar en sus tierras subterráneas o cuando realizan largos viajes con algún que otro pony que haga el trabajo duro. Pues en tiempos de guerra, seguro que los utilizarían para formar alguna unidad pesada de caballería que seria temida por su fuerza y resistencia. Y si no te crees estas palabras, vale, estamos locos. Pero algo así seria: Tipo: Unidad Singular.

vayan a hacer una persecución del enemigo tira un dado por la unidad, con un 1, no podrán perseguir porque se han quedado tranquilamente pastando. Con el resto de resultados podrán perseguir normalemente. Resistentes Monturas: Los ponys son duras monturas que cuando cargan hacen verdaderas carnicerías. Para representar esto, cada enano sobre pony hará un impacto automático por cada pony de la unidad al comienzo de la ronda donde los ponys enanos hayan cargado, además de sus ataques habituales. Además, la unidad que cargue será inmunes al pánico. Opciones: Puedes convertir un enano en pony en Enano Raudo por 10 puntos. Puedes convertir un enano en pony en Portaestandarte por 10 puntos. Puedes convertir un enano en pony en Musico por 10 puntos. Todos los enanos en pony pueden cambiar su arma de mano por arma a dos manos por +2 puntos/ miniatura.

Tipo de Tropa: Caballeria M

Alfonso Ortega

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F

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A

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Enano Raudo Enano

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Pony

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2

1

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Tamaño de la unidad: 5+ Equipo: Arma de mano, Armadura Completa, Escudo, Barda. Reglas Especiales: Dulce Personalidad: Los Ponys que montan los enanos, no son caballos de guerra preparados para la batalla. Así que no están muy acostumbrados al combate. Por ello, a veces no son capaces de seguir las ordenes de sus jinetes inexpertos enanos. Cuando

Puntos: 22 puntos.

FanHammer


LA VIRTUD DEL PUNTO MEDIO

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ablar de Games Workshop es abrir la Caja de Pandora, se haga como se haga. Pero no es mi intención hablar de ella sino de nuestra reacción ante ella. Cuando uno visita blogs, foros o grupos de Facebook, se da cuenta, independientemente de si Games Workshop le gusta más o menos, de que la empresa ha debido de hacer algo mal. En un mundo en el que cada marca mima tanto la imagen que refleja ante los consumidores, Games Workshop desata críticas que normalmente ahogan a las voces defensoras. ¿Con cuántas marcas pasa esto? ¿Cuál de ellas, en la misma situación, no lo consideraría un grave problema? La lista de posibles errores de Games Workshop podría hacerse tan larga como la verborrea de un hater, o cubrirse inmaculada con la sábana del fanatismo fanboy. Pero el caso es que tú y yo, que estamos a ambos lados de tu pantalla, nos vemos en la tesitura de qué hacer. Aquí es donde se observan claramente dos actitudes mayoritarias, sobretodo en el último año. Por una parte están quienes quizá no parten lanzas por la empresa, pero tienen uno (o varios) ejércitos y saltan sobre las últimas novedades para arrasar con ellas a sus terribles rivales: Normalmente, sus colegas de partida de siempre. O en torneos en los que a nadie le importa quién eres. Como para que un cuchillo corte siempre bien hay que afilarlo continuamente; cada X meses, según se renuevan FAQs y Codex, hay que seguir invirtiendo. Una empresa es una empresa. Uno se encuentra pagando un ejército que nunca acabará para tratar de ganar a machete torneos que nadie recordará.

Y claro, si uno no lo hace porque quiere acabará haciéndolo por obligación. Si son seis amigos igualados y sale un elemento nuevo que puede desnivelar una partida, como los nuevos voladores, quizá uno no lo quiera. Ya tiene suficiente. Enhorabuena. Pero uno de los amigos con más ímpetu o más dinero lo comprará y arrasará con él. Dos de los amigos se hartarán y lo comprarán también. Las partidas consistirán en ver quién de ellos tres gana. El resto de los amigos finalmente les imitan para unirse al club de ganadores y el que no lo quería, que no era el peor, ahora es “el pupas”. Finalmente, se compra también el volador de turno o alguna manera de contrarrestarlo. Bravo. Se han gastado todos el dinero para volver a estar igualados como al principio. ¿Lo que nos gusta a la mayoría no es simplemente divertirnos jugando? ¿Cuántos somos los que queremos jugar a Warhammer a altísimo nivel de competición? ¿Por qué entonces pagamos como si buscásemos eso?


Luego está la actitud opuesta, que muchas veces es sólo un rebote de la primera. Ése jugador que durante muchísimos años ha amado Warhammer y que de repente se enfada con Games Workshop, decide vender todos sus ejércitos, se niega a hablar bien del que ha sido su Hobby y busca desesperadamente algún otro juego wargame que apoyar. Suena como si uno que hubiera sido madridista de toda la vida (o culé, se me perdone) se sintiera molesto con la directiva actual del equipo, así que desde ése momento pasa a animar siempre al equipo contrario al que se enfrente, y se hace del Osasuna (que es un equipo respetable como el que más) porque su suegro es del Osasuna. Y tira a la basura sus camisetas porque éste año la nueva ha subido mucho. No suena coherente. Y lo peor: Mezcla la pasión (Warhammer) con lo mundanamente empresarial (Games Workshop). Parece que ambas cosas van de la mano, pero porque el padre sea antipático no siempre hay que cogerle manía al hijo. Ni invitar al hijo a tu casa todos los días porque el padre te lo pida. Seamos inteligentes y, como decía Aristóteles, optemos por la virtud del punto medio. ¿Estamos a gusto con nuestro ejército y ya lo pasamos bien con los colegas? ¿Para qué hacerle el juego a la empresa pagando lo que ella nos diga que paguemos? ¿Para cargarnos la diversión? ¿Para obligar a los colegas a hacer lo mismo? Quizá estamos hartos de ir a torneos a muchos puntos en los que o nos hemos gastado un dineral o nos vemos siempre relegados por debajo de la quinta posición. No nos quejemos. No. Y no hace falta que dejemos de ir a torneos. ¿Hemos probado un torneo de patrullas? “¡Arg! – Dirán algunos - ¡Hay limitaciones y apenas se puede meter nada!” ¿El objetivo final es divertirse o meter todo lo posible? Un buen general sabe ganar batallas pequeñas y grandes.

Pero claro, aquí es donde uno tiene que empezar a pensar con independencia de los dictados de la empresa; sin caer en el habitual mecanismo de a favor o en contra. Esa miniatura tan brutal que hace que siempre ganemos a los colegas, quizá fuera mejor usarla solo en torneos o decidir uno mismo subirle los puntos que cuesta. Nadie es feliz ganando por haber pagado más. ¿No te gusta Games Workshop? Es bastante lógico. Pero el hobby (y no la empresa) es tuyo también. Si mañana la empresa cerrase, tú recordarías el trasfondo y podrías enseñar a otro a jugar ¿verdad? Ya es tuyo, en cierta manera. ¿Por qué odiarlo? Juega con el codex que quieras, valora las unidades en los puntos que gustes. No vayas a los torneos que no te convenzan, organízalos tú a tu gusto. ¡Todo es tuyo! ¿Por qué deshacerte de ello? Es triste ver como muchos jugadores de Warhammer viven al todo o nada en éste mundillo por culpa de una empresa poco acertada. Pero siempre está la tercera vía. La del punto medio. La del “yo decido”. Eledan Wikihammer 40k



T

odos conocemos más que de sobra la saga Star Wars, una de las más famosas del mundillo “friki” y que dio origen a la locura del merchandising y las distintas licencias: comics, libros, rol, videojuegos… y, por supuesto, juegos de miniaturas.

1º Componentes La Caja básica se compone de los siguientes componentes: 2 miniaturas pintadas a mano de Cazas TIE

Pero en esto último, las miniaturas, la archifamosa saga galáctica apenas había entrado con fuerza hasta hace unos pocos años, cuando Wizkids, para HeroClix, editó un juego de mesa y un juego de naves de cartoné que simulaban batallas galácticas.

1 miniatura pintada a mano de Ala-X

Tras ellos, la marca española KnightModels logró adquirir una licencia de Star Wars (las mismas son bastante caras, todo sea dicho) y se atrevió a editar miniaturas de la saga, en 70 mm y en 30 mm, de una altísima calidad. Pero cuando iban a crear un juego para la gama de 30 mm, se terminó el acuerdo de la licencia y no fue renovado.

3 indicadores de maniobras

Y ahí es donde aparece la gente de Fantasy Flight Games, en 2011, quienes desarrollan, en los USA, un nuevo juego de miniaturas basado en los combates galácticos de la saga, tan famosos, y tomando además como referencia los videojuegos de la saga XWing y Tie Fighter.

1 ficha de Lanzadera

3 peanas de plástico 6 clavijas de plástico 8 indicadores de Nave 4 fichas de Evasión 3 fichas de Concentración 12 fichas de Blanco fijado 11 plantillas de maniobra 8 fichas de Referencia 4 fichas de Satélite 6 fichas de Asteroide 2 fichas de Escudos 3 fichas de Tensión

Así fue como nacía el X-Wing: the Miniature Game.

3 fichas de Impacto crítico

A España no fue hasta el Otoño de 2012 cuando llegó traducido, gracias a la gente de Edge.

27 fichas de Identificación

¿Vamos a ver cómo es el juego, os parece?

13 cartas de Nave 33 cartas de Daño 5 cartas de Mejora 1 regla de alcance 3 dados rojos de ataque 3 dados verdes de defensa 1 manual de reglas 1 reglamento de inicio rápido.


Lo cierto es que la caja compensa su precio, que es aproximadamente de 40 euros. Las plantillas de maniobra, los obstáculos, los componentes de las ruedas de maniobras son bastante resistentes, cartón troquelado. Las cartas son a color y gruesas, aunque yo os aconsejo el uso de fundas para evitar que se deterioren en demasía. Al respecto de las cartas, en ellas vienen personajes clásicos de la saga como Wedge Antilles, R2-D2, Luke Skywalker, y armamento como los famosos torpedos protón, etc. Según adquiramos o no las expansiones (de momento hay dos oleadas en venta), obtendremos más cartas de pilotos, más habilidades y nuevos tipos de naves. Sobre las naves, que son de plástico, el nivel de detalle en las mismas es increíble, tanto los dos Ties como el Ala X son muy fieles a los de las películas, y vienen ya prepintados a mano (lo suficiente para jugar con ellos), quien quiera pintarlos mejor siempre podrá hacerlo. Se unen a las peanas por un tubito de plástico transparente (pueden ser dos, si queréis recrear distintas alturas y dotar al juego de mayor tridimensionalidad), con el cual os aconsejo tener cierto cuidado, pues se puede partir con facilidad, es del tipo cánula protectora de los pinceles. 2º Cómo se juega La verdad es que las reglas para jugar son muy sencillas y además vienen muy bien descritas en el manual con diversidad de ejemplos así como misiones para jugar con escuadrones personalizados, misiones, equipamiento… etc. El juego, de momento, está pensado para escenificar batallas de 1 contra 1, siendo un bando el imperial y otro el rebelde… aunque siempre puede ampliarse esto añadiendo más jugadores por bando. Antes de cada juego cada bando realiza su escuadrón con un máximo de puntos, lo normal ahora mismo en pachangas y torneos son 100 puntos, que se deben gastar en las naves, pilotos concretos y habilidades especiales (todo ello en cartas) para realizar la escuadra a colocar en mesa. Para elegir las cartas de nave, debemos tener en cuenta un factor, y es que cada tarjeta de Piloto (y nave) tiene 5 características y varias habilidades, que influirán en el desarrollo de la partida. Las características son:

Habilidad del piloto: sirve para ver quien actúa primero. Se declara en orden ascendente y se actúa después en orden descendiente: Los pilotos menos hábiles, declaran primero pero actúan después Control de fuego: los dados que tiramos para disparar. Agilidad de la Nave: los dados que tiramos para evitar que nos den. Casco: los puntos de vida de la nave Escudos: “puntos de vida” adicionales Barra de habilidades: las maniobras especiales que puede hacer ese piloto. Además, muchos de los pilotos tienen una habilidad especial que viene definida en su tarjeta (por ejemplo repetir x dados) lo que hacen que sean adversarios más difíciles de derribar en combate! Una vez se ha determinado la misión a jugar, comienza el despliegue, que se decide por orden de iniciativa (casi siempre tiene más el Bando Imperial). Se va colocando, así, por turnos alternos, cada nave en el tablero. Este debe medir 90 x 90 cm, así que la mesa para juego es aconsejable que sea cuando menos de 120 x 120 cm, para que tengamos espacio suficiente para colocar medidores, naves, marcadores, cartas y demás. Una vez desplegadas las naves y colocados los obstáculos (esos asteroides de la caja), es cuando comienza la partida en sí.


Veamos pues cuáles son las fases del juego: Maniobra: Cada jugador de forma oculta, elige la maniobra que quiere hacer con su nave: avanzar mucho, avanzar giro, avanzar y dar la vuelta para encarar una nave enemiga, etc., utilizando el indicador de maniobras concreto de cada nave. Estas maniobras pueden ser fáciles (verdes), normales (blancas) o complicadas (rojas). Varían en que las maniobras rojas ponen tenso al piloto y pierden la opción de declara una acción (hacer una verde, quita la tensión). Una cosa muy interesante es que no todas las naves pueden hacer todas las maniobras. Cada nave tiene su propio esquema de maniobras por ejemplo, los Tie se mueven mucha más distancia y pueden hacer giros más cerrados mientras que los X-wing son más lentos y sus giros son más abiertos A la hora de declarar cada maniobra, éstas se van revelando desde el que tiene más baja la iniciativa (va más lento) hasta el que tiene la iniciativa más alta, que mueve al último con una ventaja táctica. Acción: Cada jugador, una vez realiza una maniobra con cada nave, elige una de las acciones disponibles dentro de su barra de habilidades (ver cada carta), para ejecutarla durante este turno (hacer un tonel volado, fijar objetivo, concentrarse, evasión) que modifican los futuros dados de combate. Si tu piloto está tenso, no puedes hacerlo (maniobras de color rojo). Combate: Cada nave, en función de la habilidad de su piloto (empezando por el que tenga más habilidad), declara un disparo a una nave dentro de su arco de visión, y siempre que la distancia se lo permita. A mayor distancia, el defensor tira más dados, y a menor distancia, el atacante tira más dados.

Los dados de ataque son los de color Rojo, los de defensa el color Verde. Estos dados pueden verse afectados además por modificadores o daños en la nave, realizados en turnos anteriores. Si una nave no puede, al defenderse, anular los daños o daños críticos del atacante, recibe una carta de daños. Si un daño es crítico, coge la carta de daños boca arriba y aplica los resultados (vale x 2 daños, penalización a la esquiva, etc.). Cuando una nave recibe más daños que la suma de sus escudos + casco, es volatilizada. Y así concluye el turno, volviéndose a elegir, en secreto, las nuevas maniobras de cada nave para el turno siguiente. Y este es, amigos, el funcionamiento básico del juego… Es muy, muy sencillo, y en un par de partidas se le coge el truco, es más, se hace muy adictivo! Como os comentábamos antes, la caja básica, traducida por la gente de Edge, cuesta 40 euros, y cada nave extra, 15 euros (salvo el Halcón Milenario y el Esclavo I de Bobba Fett, que cuestan 30 euros cada una). Desde aquí, os aconsejamos que lo probéis, no os defraudará! Un saludo. Wolfen Taberna de Laurana


Algo más que juegos

L

os Wargames no son sólo unos juegos de guerra, soldaditos, caballitos, tanques o aviones. Son muchos hobbies en uno.

Si te gusta la pintura puedes pintar las miniaturas con multitud de técnicas o herramientas; si eres un manitas, puedes esculpir, crear tus miniaturas o la escenografía, pero si eres un guerrero, a jugar sea dicho. Busca un ejército que te guste y ponte dispuesto a pelear. Eso sí, debes aprender algo básico: Unas veces se gana y otras se pierde, nunca vas a ser invencible, siempre va a haber alguien mejor que tú. Yo llevo relativamente poco tiempo en este mundillo, unos cuatro años y he aprendido unas cuantas cosas, y una de ellas es que si quieres jugar, mejor que aprendas desde pequeño. Actualmente hay jugadores de todas las edades, pero cuando llegas a una cierta edad, ya no estás para aprender reglas, normas, códex y demás. A los niños les es más fácil, es un juego y se les queda pronto. Además, es una estupenda manera de que socialicen con más gente, de que se relacionen. Otra cosa que me encanta de los Wargames, es que seas de donde seas, te gusten por lo que te gusten y sea la época del año que sea, seguro que cerca de ti hay cualquier tipo de evento al que ir, cosa que yo recomiendo encarecidamente. Te sirven para coger experiencia si te gusta jugar o para probarte a ver qué bueno eres si te gusta pintar, porque en la mayoría de éstos eventos, siempre hay un concurso al que apuntarse.

Si piensas que tu nivel no es lo suficientemente alto (mejor que te lo digan otros, no te juzgues tu mismo, en mi caso, siempre salgo perdiendo) como para un concurso físico, siempre puedes apuntarte a alguno de un foro o blog. Bucea por internet, es una herramienta muy útil si sabes utilizarla, hay tutoriales, libros y todo lo que puedas imaginar. Además, si tienes cualquier duda, siempre vas a encontrar a alguien dispuesto a ayudarte. Es una de las cosas que más me gusta de este mundillo, si pides ayuda y estás dispuesto a recibirla, siempre encontrarás a alguien que responda a tu llamada. Está claro que si hay cosas buenas, también hay cosas malas, que por suerte son menos. Hay mucha testosterona, es un hobby mayoritariamente masculino, pero por suerte, cada vez somos más mujeres las que nos gusta, sea por las razones que sea, y hay algunas muy buenas os lo aseguro. También hay mucho ego, gente que se cree el ombligo del mundo, que son lo más, pero mi mejor consejo, si te encuentras algún caso de éstos, es pasar olímpicamente. No dejes que te influya ni te impliques, no merece la pena. La mayoría de la gente que estamos en este mundo, ya sea porque nos gusta alguna de las características de los wargames, los libros, las minis, la escenografía... o todas juntas, tenemos muy presente una cosa:

Es un hobby y es para divertirse Es lo fundamental y lo que yo aconsejo no olvidar nunca. Alocada Taberna de Laurana


Siete largos años

H

ace unos siete años más o menos me compre mi primer libro de La Herejía de Horus.

Era el primero de todos y lo cogí a los pocos días de que se pusiera a la venta. Estaba muy ilusionado porque al fin había libros que narraban una parte del trasfondo que me apasionaba (La Gran Cruzada y la Herejía de Horus). Me lo fui a comprar a la tienda de unos colegas en Bilbao, ya cerrada. Lo compre y lo leí de sentada esa noche. Y al día siguiente lo volví a leer otra vez. Y tras haberlo leído varias veces, repasarlo y haber llegado al extremo de poder repetir extractos de los diálogos de mis personajes preferidos, me puse a esperar con cierta impaciencia a que saliera otro, que sufrió el mismo tratamiento que el primero en cuanto salió. Y así el segundo, y el tercero, y el cuarto y el quinto y el.... Pero han sido siete años muy largos, con muchos cambios en mi vida, con perdidas y tristezas, encuentros y alegrías...y tras 20 libros de la serie (De los cuales 3 son recopilaciones de relatos cortos y cuentos, dos cuentan un mismo hecho desde dos ópticas y 5 forman dos mini series por así decirlo de 3 y 2 respectivamente), uno empieza a acusar el cansancio de una serie de libros que no solo aparece que se multiplican como conejos, si no que avanza como a trompicones y saltos, retrocesos, quiebros y caminos alternativos que acaban llevando un punto solo dos pasos por delante de donde lo dejaste para tomar ese interesante camino que tanto promete. Y encima al ser un lector español (Que ahora vive en Islandia, cierto, pero que sigue leyendo estos libros en español y ha acumulado los 20 que han salido con religiosidad) sufro la desgracia de que hay muchas cosas que no han llegado a España y solo se

pueden pedir a Reino Unido (Con los problemas que ello conlleva a veces) o que nunca verán la luz en castellano. Por a eso 20 libros en castellano quedan por traducirse 5 que ya están en ingles y esperar que casi otros tantos salgan.

Eso no es lo grave, lo es que existan casi una decena de audios dramas,4 e-books exclusivos, unas 9 narraciones en formato Mp3,13 audiolibros, varios tomos súper exclusivos que te mueres, un recopilatorio de scrips, una edición de aniversario, una recopilación de imágenes, varios relatos cortos o novelas por ahí sueltos,...que siguen la historia y que si bien sin ellos la historia en global puede seguir avanzando (Lo que podríamos llamar la "línea regular"), hacen que el lector medio, sobre todo si español note que se esta perdiendo cosas. Yo en ese aspecto no me puedo quejan, porque donde vivo tengo cerca una tienda donde puedo conseguir las obras antes que salgan, audios, etc. Salvo algunas obras viejas y demás (Y no estoy seguro de no poder conseguirlas si las encargo en la tienda), lo tengo mas a mano que los colegas que he dejado en España.


Si todo esto parece poco, vamos a añadirle dos factores extras. Por un lado que ahora los libros ya publicados los están sacando en una edición nueva, con tapas duras ilustraciones y todo eso, amen de sacarlos en paquetes que te incluyen el libro en nuevo formato, en e-book, audio,...Por otro, que tras semejante despliegue de material escrito y en audio aun estamos en un punto que algunos personajes no se han enterado que ha estallado una guerra civil el Imperio y quien esta de parte de quien. Si sumamos todo eso, lo extraordinario es que exista gente como yo que no coja el tema y lo mande a la porra. Esta serie de libros es una mina para BL y para GW, hasta el punto que, según me contaron una vez cierta persona de que esta en Lenton, uno no se puede imaginar la serie de recursos que se han desviado desde BL para la Herejía de Horus. ¿Los libros? En líneas generales son buenos, con algunos algo más flojos y otros que son brutales, así que por mi parte de la parte creativa no me quejo. El tema de ilustraciones y demás? Aunque no es primordial para mí, han ido ganando calidad a cada entrega. Entonces, ¿cuál es mi problema? Que son siete años, siete largos años y el conflicto sigue de la mitad, y en la mitad más cercana al inicio del mismo. Y no se ve luz a final del túnel si una oscuridad que se espesa más. Los lanzamientos y anuncios de nuevos libros que antes emocionaban ahora casi agobian ("Otro más? Joder....")cuando los dan y el entusiasmo se diluye como una cucharada de miel en un lago salobre. ¿Cuanto más habrá que esperar para atisbar las puertas del Palacio de Terra y ver como Sanguinius pelea con un Devorador de Almas? ¿O cunde el pánico entre los traidores con la muerte de Horus y Angron al retirarse levanta el puño jurando venganza contra su padre y el Imperio? ¿otros siete años mas?

No creo que un servidor lo pueda aguantar, sobre todo cuando se ve que hay partes de la historia que se te van escapando entre los dedos. Unas veces porque uno no puede comprarse todo lo que quiere y otras por que llega un momento en que dice "Mira, por poder podría, pero esto me parece pasarse ya" (Como el caso de los relatos a 3 euros la descarga, por ejemplo). Yo he conseguido aguantar siete años porque me lo tomo con calma y porque los libros de la "línea regular" son buenos, además de que si durante unos meses no puedo coger el que sale, sé que lo tendrán en alguna librería, ya que los renuevan a medida que se venden por la aceptación que tiene la saga. Pero aun así uno se cansa de ver como el tema se estira como un chicle hasta límites intolerables y esta seria se convierte en una especie de potro literario. La fidelidad de sus lectores no solo no tiene recompensa. Tiene más bien castigo. Mientras escribo estas líneas y sorbo un te bien caliente, se va dar en Reino unido el pistoletazo de salida al Horus Heresy Weekender. Entre las actitudes de GW hacia sus aficionados de las últimas semanas y la certeza de que la cosa de la Herejía va para largo, el entusiasmo de uno esta helado y no porque aquí haya temperaturas bajo cero por la noche. Siete años es mucho tiempo y esto no tiene trazas de tener un fin cercano o algo que al menos, de dar un balón de oxígeno. Espero ver el fin de esta saga algún día..." Agramar Descanso del Escriba


La última aventura de Hieronimus Black

E

l hombre agarró al mediano por la solapa de su chaqueta y, sin esfuerzo aparente, lo alzó hasta la altura de su cara. El bullicio que había reinado en la taberna hasta entonces cesó de golpe. Rodeando a su capitán, los mercenarios estudiaron a la concurrencia, con las manos bien cerca de la empuñadura de la espada, preparados para disuadir de su error a cualquiera de los parroquianos que se plantease abandonar la comodidad de su taburete. -Escúchame otra vez, y hazlo bien. No te estoy preguntando como conseguiste el mapa. Eso ya lo sé. Te estoy pidiendo, lo más amablemente que puedo, que me lo des. Asintiendo, el asustado mediano metió su pequeña mano entre los pliegues de la arrugada chaqueta y sacó un viejo pedazo de papel que tendió hacia el hombre. -Por favor, no me haga daño. Lo robé por accidente. Le juro que ni siquiera sabía lo que era cuando lo cogí. Hieronimus Black sonrió con aquella sonrisa lobuna suya de medio lado tan característica. Las cicatrices de su cara se contorsionaron, dándole un aspecto cruel que terminó de desarmar al hombrecillo. -Espero por tu bien que sea cierto lo que dices - acercó el mapa a la luz y lo estudió a conciencia, bizqueando por el esfuerzo-No consigo entender nada maldita sea. Una mujer encapuchada se acercó al veterano guerrero y le arrancó el papel de las manos. Tras observarlo largo rato, lo extendió sobre la mesa. Antes de sentarse, se quitó la capucha con la que cubría su cabeza, dejando ver sus

orejas puntiagudas. Algunos parroquianos ahogaron una exclamación de sorpresa. A pesar de que la guerra con la raza antigua había terminado hace años, aún era raro ver a alguien del viejo pueblo en las ciudades de los humanos, incluso en aquellas tierras fronterizas. -Compañeros, por lo que puedo ver, el tesoro está enterrado en un túmulo de los Antiguos, en la cara oeste de las montañas- continuó hablando sin bajar la voz, ajena a las miradas de incredulidad que la estudiaban- No parece que el sitio sea un lugar de difícil acceso, pero aún así, creo que sería mucho mejor si pudiésemos contar con un guía local que nos llevase por los senderos más seguros. Las miradas de los cinco compañeros se dirigieron al pequeño hobbit, que enseguida comenzó a temblar. -No, lo siento mucho, amables caballeros, de verdad, pero ahora mismo tengo muchos negocios en la ciudad que no puedo desatender, yo… puedo conseguirles un buen guía, el mejor de todos, en apenas un par de horas, y en cuanto a lo del mapa, se lo regalo. Ya no lo quiero. Hieronimus le dejó terminar, asintió en silencio y, con un ademán de la cabeza, le indicó a sus compañeros que recogieran los pertrechos que había apoyados sobre la mesa y las sillas. - Considéralo una compensación por haber robado el mapa a su legítimo dueño. Quién sabe, quizás algún día te cruces de nuevo con él y puedas usar tu parte del tesoro para disculparte. El hobbit tragó saliva ruidosamente al comprender que iba a resultarle imposible escapar de aquella situación. Un momento después, la codicia iluminó sus ojos. -¿Cómo de grande sería esa parte?


Baruc se acercó al mediano con paso decidido y se colocó a un palmo de la nariz de este. Apenas era mucho más alto que él, pero la figura del enano triplicaba en anchura al hobbit. -Así que estás cansado, ¿no es así?- dijo chupándose los escasos dientes que le quedaban en la boca. El hobbit miró asustado a aquel enano sonriente, desconfiando del engañoso tono amable de su voz, mientras su cerebro intentaba encontrar una respuesta que lo sacase de aquel embrollo.

Los cinco compañeros caminaban bajo el ardiente sol del mediodía en dirección a las montañas septentrionales, con el pequeño mediano trotando tras ellos, manteniendo el ritmo con visible esfuerzo. Apenas habían recorrido la mitad del camino previsto para hoy, pero el cansancio se hacía notar. Aquel sol no perdonaba a los forasteros, andar bajo él con la armadura puesta no ayudaba en lo más mínimo. A pesar de todo, Hieronimus estudió a su grupo y sonrió satisfecho. Tras los muchos años que llevaba dedicándose a este negocio, aquellos hombres que le acompañaban eran los mejores con los que se había cruzado. Juntos habían participado en asedios, habían tomado partido en las intrigas de la cofradía de los Sederos y habían exfoliado cientos de tumbas malditas. Cada uno de ellos tenía sus propios objetivos, pero algo común los unía a todos. El dinero. Si había el suficiente en juego, cualquiera podría contratar a la Compañía del Cuervo para lo que gustase. Si la paga era buena, estarían dispuestos a llegar a las mismas puertas del infierno y saquear lo que quiera que hubiese tras ellas. Estaba absorto en sus meditaciones cuando observó como el mediano, sin previo aviso, salía del sendero y se sentaba a la sombra de un obelisco de gran tamaño, tan viejo que había caído sobre uno de sus costados. -Lo siento, pero ya no puedo seguir más. Me muero de hambre, y además mis pies se están cociendo con este jodido calor -miró a los hombres y se encogió de hombros- Lo siento mucho, pero es lo que hay. Les juro por los Nueve que no puedo continuar.

-La verdad es que sí. Sólo un momento y podré seguir, mi buen amigo – el sudor corría por la frente del mediano- Apenas uno o dos minutos, se lo ruego. Hieronimus observo como Leith se colocaba con sigilo detrás de ellos. El joven lancero le hacía señas para que se preparase por sí era necesario intervenir. Todos conocían de sobra los estallidos de mal humor de Baruc. Era un guerrero excelente, letal por sí solo como media docena de soldados, pero no sería la primera vez que, cegado por su rabia, el enano cometía alguna estupidez irremediable. Aún necesitaban al mediano, y por supuesto, no iba a permitir que el enano lo hiciera picadillo. La Compañía no podía permitirse esa clase de fama. -Aquel viejo de la ciudad nos contrató para recuperar su mapa. Encontramos a este inútil y decidimos que iríamos nosotros mismos a coger el tesoro, y me parece bien- El enano se volvió hacía sus compañeros y sin más ceremonia, sacó el hacha mellada que colgaba de su espaldaPero que alguien me explique por qué tenemos que aguantar a este montón de estiércol y compartir el tesoro con él. Le puedo dar matarile aquí mismo y no os preocupéis, os aseguro que os llevare al túmulo tan bien como lo haría esta mierda seca. -Amigo, eso que platicas de un tesoro suena bastante bien. Aturdidos, los compañeros se giraron hacia aquella voz desconocida. Subido justo encima del obelisco, un hombre de aspecto repulsivo los miraba sonriendo. A cada poco, cortaba con parsimonia un trozo de cecina y lo hacía rodar en el interior de su boca desdentada.


De forma instintiva, Hieronimus sacó la espada de su funda. El grupo al completo formó junto a él, espalda contra espalda. Leith masculló una maldición al darse cuenta de que habían caído en una emboscada, como auténticos novatos. A su lado, Booker sonrió con aquella extraña sonrisa que presagiaba derramamiento de sangre. Sus dagas gemelas comenzaron a trazar lentos círculos en el aire. Apenas visibles, los dedos de Lysandra dibujaban complejas formas en el aire, ocultos en las anchas mangas de su túnica. -Antes me dejaría encular por una mula que decirte nada a ti, mugriento- dijo Baruc escupiendo al suelo. El hombre del obelisco sonrió una vez más antes de hacer un gesto despreocupado con la mano en la que portaba el cuchillo, sin dejar de masticar. Desde los matorrales surgieron las figuras de varios hombres que rodearon al grupo. Hieronimus pudo contar diez, además del jefe que continuaba impasible sobre la roca. Varios de ellos llevaban arcos con los que apuntaban al grupo. Todos mostraban expresiones satisfechas y burlonas mientras evaluaban el caro equipo de la compañía mercenaria, sin duda anticipando los beneficios que obtendrían una vez hubieran concluido el sencillo trámite de liquidarlos. -El camino es mío, y si se quiere cruzar, se tiene que pagar. Eso del tesoro suena bien, chuparodillas- el salteador se metió un último trozo de cecina en la boca antes de guardar el resto en su chaleco de piel. Compuso un gesto compungido cuando señaló al grupo con su espada- Es el oro o la piel. Vosotros elegís. Hieronimus torció el rostro cuando Booker, sin apenas inmutarse y sin previo aviso, lanzó uno de sus cuchillos que pareció florecer, como por arte de magia, en el cuello del bandido. El hombre miró su pecho como si no terminase de creer que la sangre que se derramaba era la suya. Después, y con la misma parsimonia que le había caracterizado hasta entonces, el hombre cayó del obelisco y se estrelló contra el suelo. El asesino sonrió y, pasando el peso del cuerpo de un pie a otro con la gracilidad de un bailarín, se plantó frente a otro bandido y lo golpeo bajo la barbilla. El crujido de la nuez astillándose resonó en mitad del claro.

Baruc se lanzó al combate, rugiendo como un poseído, sin hacer caso de las flechas que rebotaban sobre su armadura y se clavaban sobre su carne a partes iguales. Con un fuerte golpe clavó su hacha desde abajo, en la entrepierna de uno de aquellos infelices. Dio un tirón y las entrañas del hombre se estrellaron en el suelo con un chapoteo repugnante. Sin pararse a pensar en sus heridas, continuó avanzando entre los salteadores, dando un golpe tras otro hasta que su cuerpo quedó cubierto de sangre. Uno de los ladrones se adelantó y, esquivando la acometida de la lanza del joven Leith, tuvo tiempo de llegar hasta Lysandra. El hombre sonrió triunfal, levantando su espada llena de herrumbre, satisfecho de poder cobrarse una pieza. La mujer dio un paso hacia atrás antes de retirar la capucha que cubría su cabeza y, llevándose las manos al rostro, sopló entre ellas. Un chorro de fuego surgió de su boca, convirtiendo a aquel pobre desgraciado en una tea humeante. Hieronimus apretó los dientes para vencer la repugnancia que sentía. Cuando era joven había llegado a amar el combate, de hecho durante sus primeras campañas casi se le habría podido considerar el caballero de brillante armadura de los cuentos que le leían de niño. Un joven y prometedor oficial en busca de gloria y honor. Pero la guerra le había enseñado un par de verdades. El combate nunca era limpio ni agradable. Los duelos, las gestas honorables sólo eran estupideces con las que se adornaban las canciones de taberna. Quien golpeaba primero, golpeaba dos veces, y debía hacerlo de la manera más ruin posible para que su adversario mordiera el polvo. Ante todo, había que ser práctico. No existía deportividad ni arte entre dos hombres que buscaban matarse el uno al otro. Hastiado había abandonado el ejército para hacer fortuna por su lado y, con el paso de los años, había hecho de todo. Hasta que llegó al límite que podía soportar. Ese era otro de los motivos por los que se había embarcado en esta búsqueda del tesoro. Si las cosas salían bien por fin podría retirarse y dejar esta perra vida atrás. Ese y no otro, era el sueño que le impulsaba a levantarse cada mañana.


Cargó contra los enemigos, aplastándolos con el escudo, lanzando tajos bajo este, a las piernas. Gritaba y maldecía, intentando intimidar a aquellos hombres que tenían más de labriegos que de soldados mientras golpeaba una y otra vez, hasta que el brazo se le cansó de tanto matar. El combate fue rápido, sucio y brutal. En escasos minutos el claro estaba lleno de hombres muertos. Los heridos gemían, desangrándose mientras reptaban para escapar de allí. Baruc se apoyaba sobre el obelisco, blasfemando. Lysandra extraía con todo el cuidado que le era posible las flechas que se habían clavado en el cuerpo del enano y aplicaba un emplaste a las heridas. El mediano se apoyaba sobre las rodillas. Por dos veces había vomitado sobre la hierba pero su cara aún no había recuperado el color habitual. -Muchacho, tranquilízate –Hieronimus apoyó una mano sobre su hombro- Se que no es algo bonito, pero así es la guerra. El hobbit levantó la mirada y asintió. Hieronimus se sintió viejo, viejo y cansado mientras observaba a Leith y a Booker registrar los cadáveres de aquellos miserables. No por primera vez se preguntó si alguna vez podrían escapar de ese tipo de vida. Habían llegado a un punto en el que no tenían ningún tipo de perjuicio hacia la violencia y el sufrimiento humano.

Se imaginó a sí mismo, en un futuro cercano, lejos de todo aquello, luchando tan sólo contra la tierra para poder sacar su sustento de forma honrada. Por un momento temió que alguna vez eso pudiera llegar a bastarle. Por eso se concentró en limpiar la hoja de su espada y concentrarse en el tesoro que le esperaba en las montañas. -Ese de ahí es Rawdolf Ochodedos –El hobbit estaba inclinado sobre el jefe de los bandidos con una expresión perpleja en el rostro- No puedo creerlo. -¿Quién?- Leith se aproximó al cadáver y cortó la bolsa que este portaba al cinto, sopesando su contenido. -El alguacil ofrece una recompensa de doscientas coronas por su cabeza- el mediano les sonrió como un niño que encontrase sus regalos en la víspera del día de los Ciervos- Si lo llevamos al pueblo podemos cobrar ese dinero. Booker se acercó al cadáver y le dio un golpecito con el pie, sopesándolo. En su cara había una mueca de desprecio. Se masajeó la barbilla pensativo, haciendo crepitar su barba sin afeitar. -¿Alguno de vosotros tiene un saco? No pienso cargar con este todo el camino –dijo sacando uno de sus cuchillos del cinto, sonriendo con malicia- Y sólo necesitamos la cabeza.

Continuará

Sergio Pérez-Corvo


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