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proceso de humificación2.7. El
inicialmente desarrollado en Suiza por el mismo Hans Rush, quien tenía muy claro que la naturaleza había dejado de ser un inagotable almacén de nutrientes y que – en la sociedad de consumo- ya no era posible sostener los costos sociales de desperdicios, contaminaciones y problemas de salud humana. Rush establece que la agricultura orgánica debe asegurar la subsistencia de la población sin dilapidar el potencial de producción, utilizando al máximo los recursos renovables. Para ello, proponía los siguientes tres principios : • Le suelo debe estar recubierto y abrigado por setos y rompevientos a fin de proteger el terreno de la erosión, reducir la evaporación y favorecer al máximo la actividad microbiana. • La mejor cobertura es la materia orgánica. A diferencia de otros expertos agrónomos, H.Rusch no considera indispensable la tradicional asociación agricultura-ganadería-avicultura, dejando de lado el ideal de empresas agrícolas autárquicas. Los abonos orgánicos pueden provenir del exterior, así como rocas o minerales en polvo. • La labranza del suelo debe limitarse a lo estrictamente necesario para no perturbar la fauna y la flora del suelo.
El enfoque de Rush para demostrar el valor de su propuesta de agricultura orgánica se basó en argumentos científicos y económicos. No trata de pregonar el retorno a una mítica edad de oro, sino por el contrario, presenta el proyecto de una sociedad volcada hacia la construcción de un futuro más justo y verdaderamente humano, donde el sector agrícola y agropecuario pueden tener un gran valor demostrativo por el alto número de empleos calificados que sería posible generar en los países de mayor emigración rural.
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2.7 El Proceso de Humificación
La transformación de la materia orgánica en humus se denomina humificación. Es el proceso por el cual el carbono de los residuos orgánicos es transformado y convertido en humus mediante reacciones bioquímicas y/o químicas. Gracias a la acción microbiana se generan nuevas moléculas más complejas (polímeros) donde su contenido de nitrógeno en ellas es fundamental. Las condiciones de pH, temperatura y humedad son determinantes para la descomposición y humificación de las materias orgánicas. Las partes más estables del humus se denominan sustancias húmicas : los ácidos húmicos, los fúlvicos y las
huminas, todos ellos ácidos poliméricos de alto peso molecular y de naturaleza más o menos aromática, resultado de la policondensación de un gran número de sustancias.
GRAFICA 3. EL SUELO COMO REACTOR BIOLÓGICO.
Dentro de estos procesos de Humificación y Mineralización se encuentran los siguientes dos indicadores que se describen a continuación:
El coeficiente K1. También llamado ‘coeficiente ‘iso-húmico’ es la cantidad de humus formada a partir de una unidad en peso de materia orgánica seca aportada por el suelo. Teniendo en cuenta que una parte mayoritaria de los residuos orgánicos se descomponen sin transformarse nunca en humus, es necesario en cada caso calcular este coeficiente, en función de la “Relación C/N”. (Que se va a explicar en el punto siguiente).
El Coeficiente K2. El coeficiente K2 o “coeficiente de mineralización del humus” evalúa el porcentaje de humus estable que se mineraliza anualmente.
En la mayoría de los suelos, la descomposición media anual del humus oscila entre los 2 mil y los 4 mil kilogramos por hectárea. Esta cantidad puede representar menos del 1% del humus existente en una región fría, hasta más del 25% en los suelos tropicales. Este coeficiente K2 depende pues de las condiciones climáticas y de la presencia de los iones estabilizadores del humus , pero en general para las regiones templadas del planeta, se puede considerar que el valor promedio de K2 = 0.02. En otras palabras, se estima que el promedio de humus mineralizado anualmente en las regiones templadas se sitúa alrededor de un 2% del total.
La Relación C/N.
Los organismos están compuestos principalmente por partículas de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y, en menores cantidades, por fósforo y azufre. El humus contiene todos los elementos absorbidos por las plantas, pero no en la misma proporción en que se encuentran todos ellos en los tejidos vegetales. En los análisis químicos que se realizan en laboratorio sobre muestras de suelo, se determina el porcentaje de nitrógeno orgánico y de nitrógeno amoniacal. La mayor parte del nitrógeno del suelo es orgánico; solo una pequeña parte del nitrógeno del suelo es mineral, en forma de nitratos, nitritos y amoníaco libre. El porcentaje determinado en el laboratorio de carbono en suelos agrícolas pertenece exclusivamente al carbono orgánico. Los microorganismos del suelo descomponen la materia orgánica fresca