Dormir bien para una buena memoria El cerebro cuenta con la capacidad de mantener conocimientos que se adquieren durante el día y los recuerdos son consecuencia directa del descanso nocturno. Al dormir el cuerpo hace ajustes para recuperar mejor su funcionamiento. Hace años se pensaba que el sueño nocturno era una etapa de pasividad para el cerebro, ahora se sabe que por el contrario, está muy activo. Dormir bien implica que después de varias horas de sueño continuo una persona se despierte de manera espontánea y se sienta renovada, con energía y capacidad para encarar satisfactoriamente sus actividades cotidianas. Sucede a la inversa cuando hay falta de sueño reparador, estos e traduce en somnolencia, cambios de humor, irritabilidad, pesimismo y ansiedad. Diversas investigaciones han confirmado que si los inconvenientes para dormir se prolongan en el tiempo, se incrementa en aproximadamente un 40% las probabilidades de sufrir alguna dolencia psiquiátrica. Mientras dormimos un ejercido de diversas moléculas y proteínas hace ajustes para que el cuerpo recupere su mejor nivel de funcionamiento: el sistema inmunitario desarrolla células que estarán disponibles para atacar a los agentes infecciosos o células malignas, las hormonas se reponen, se producen factores de crecimiento que reparan tejidos dañados y permiten que los niños crezcan, se neutralizan los efectos dañinos del estrés y se almacenan los recuerdos de la memoria. Durante el sueño profundo se generan ciertas ondas cerebrales responsables de almacenar y retener toda nueva información y facilidad su transferencia desde el hipocampo (estructura cerebral clave para la memoria) hacia otras regiones del cerebro donde las memorias recientes se transforman en memoria de largo plazo. A medida que pasan los años es común que se deteriore la calidad y cantidad de horas de sueño, motivo que hace disminuir o desaparecer la etapa de sueño profundo, en consecuencia los recuerdos no llegan a ser almacenados como corresponde. A la inversa, los registros que ya están a buen resguardo no sufren alteraciones, por la cual las personas mayores recuerdan con suma facilidad los hechos antiguos pero tienen frecuentes olvidos de recuerdos recientes.
En la fase de sueño profundo participa el lóbulo frontal de cerebro, que disminuye su tamaño en las personas mayores perturbando que se genere el necesario sueño efectivo. El estudio afirma que cuando somos jóvenes tenemos un sueño profundo que ayuda al cerebro a almacenar y retener nuevos datos e información, pero a medida que envejecemos, la calidad de nuestro sueño se va deteriorando haciendo que los recuerdos no puedan guardarse por el cerebro durante la noche. La capacidad cerebral para mantener una buena memoria y retener los conocimientos adquiridos durante el día, resulta consecuencia de un buen descanso y del tamaño de la zona cerebral mencionada. Aunque sea habitual que todos los individuos mayores disminuya el volumen frontal con el paso de los años quien duerma bien tendrá una mejor memoria. Referencias: Blog de la salud y el descanso Grupo colchones Lo Monaco. Un espacio creado íntegramente para aconsejar sobre salud, nutrición, posturas, hábitos, buen dormir y más. Lomonaco Servicios al cliente y responsabilidad corporativa. Empresa certificada para la venta al detalle de productos para el descanso y complementos. Es para Lo Monaco un compromiso diario el de llegar directamente al usuario, practicar la escucha activa y ofrecer una solución rápida y satisfactoria.