PUBLICACIÓN CULTURAL DE “LA INDUSTRIA” Chiclayo-Trujillo (Perú), marzo de 2014. Año 35 No 423
Personajes
El profesor Cortázar llega a Berkeley Guillermo Niño de Guzmán
¡ ué grande es Cortázar! Esto es lo primero que pensé cuando terminé de leer el primer capítulo de Clases de literatura (Alfaguara, 2013), el volumen que recoge las lecciones que dio en la Universidad de Berkeley en el otoño de 1980. Sin embargo, debo reconocer que me acerqué a este libro con suspicacia, ya que se trataba de una obra que no había sido escrita o, al menos, revisada por el autor. Como se sabe, luego de su muerte en 1984, han aparecido varios títulos que recogen textos hallados entre sus papeles, los cuales se había abstenido de publicar en vida. ¿Por qué contrariar la voluntad de un escritor? No obstante, ante el hecho consumado, tendré que admitir que mi admiración por Cortázar ha pesado más que mis reparos, lo que me ha impulsado a leer esos materiales póstumos con una avidez y curiosidad que rayan en el fanatismo. Julio Cortázar no es el primer escritor cuyas clases de literatura son recopiladas en un volumen. Pienso en las lecciones de Nabókov o en las clases magistrales de Calvino, así como en aquellos estudios que surgieron a partir del dictado de cursos, como sucedió con Paz y su monumental obra sobre Sor Juana Inés de la Cruz o Vargas Llosa y sus ensayos sobre Arguedas y Onetti. Pero, atención, en los casos mencionados fue el mismo autor quien puso por escrito o reelaboró sus lecciones (Nabokov, por ejemplo, se daba el trabajo de redac
Una de las facetas más desconocidas de Julio Cortázar es su trabajo como profesor, actividad que realizó sobre todo en su juventud. En sus años finales volvió a las aulas, esta vez a la prestigiosa Universidad de Berkeley.
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Publicación Cultural de La Industria Editado e impreso por: Empresa Editora La Industria de Chiclayo S.A. Nº 423
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AÑO XXXV
marzo de 2014
Dirección y Edición María Ofelia Cerro Moral Fundadores = Nicanor de la Fuente Sifuentes Glicerio García Campos Jorge Eduardo Eielson Colaboraciones en Lima Jorge Bernuy Mariana Mould de Pease Manuel Munive Maco Guillermo Niño de Guzmán Colaboraciones en Chiclayo Luis Rivas Rivas
Colaboraciones en Trujillo Iván La Riva Vegazzo Corresponsal en Francia Carmen Moral Agradecimiento a Bernd Schmelz Hamburgo, Alemania Diagramación Staff Lundero (Chiclayo) © Los contenidos de Lundero no pueden ser reproducidos total ni parcialmente sin autorización de la editora.
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Carátula: Pierre Kradolfer, boliviano de nacimiento, se siente apasionado por el legado histórico de nuestro país y en base a la fotografía y al arte escultórico, perenniza hechos importantes de diferentes lugares, como por ejemplo, el bosque de Pómac, el paisaje andino y nuestro hermoso mar. Una máquina fotográfica y la genialidad que tiene para utilizar la piedra con simetría inigualable, hace que su creación trascienda de tal manera que en la actualidad sea admirada por quienes se inquietan al observar cada parte de su obra. (ver págs. 8-9)
tar cada una de sus clases y leía los textos ante sus alumnos como si fueran ponencias). En cuanto a Cortázar, este no abrigaba el menor deseo de publicar sus charlas y tampoco dejó apuntes que sirvieran de base para una reconstrucción. De ahí que el libro que comentamos sea una fiel transcripción del curso que impartió en Berkeley, trece horas de grabación que fueron a parar a manos de su albacea y ex esposa, Aurora Bernárdez. Clases de literatura se aproxima a la compilación de conferencias editada como Borges oral y nos sorprende porque, a diferencia del autor de El aleph, presencia familiar en los claustros universitarios, Cortázar parecía resistirse a la enseñanza. Desde luego, no le habían faltado ofertas para ocupar cátedras en prestigiosos centros académicos, sobre todo de Estados Unidos, pero su rechazo a la "fuga de cerebros" le había impedido ceder ante esas tentaciones del sistema (algo que no pasaba con Carlos Fuentes, quien, pese a su fuerte prédica antiimperialista, no vacilaba en aceptar jugosas propuestas de Harvard y Princeton). Cabe recordar que Cortázar no era ajeno a las aulas. En su juventud había iniciado estudios de Filosofía y Letras, los cuales abandonó para dedicarse a la docencia escolar, debido a la precaria situación de su familia. El escritor asumió puestos humildes en colegios de provincias durante varios años hasta que en 1944, a los 30, consiguió dictar cursos de literatura francesa en la Universidad de Cuyo. Lamentablemente, la subida al poder de Perón el año siguiente lo obligó a renunciar, truncando su carrera profesoral. Cortázar optaría entonces por sacar el título de traductor público de inglés y francés, y se alejaría de la enseñanza hasta que le llegó la invitación de Berkeley, casi cuatro décadas después.
Cortázar solo estuvo en el Perú en 1973, cuando pasó por Lima rumbo a Buenos Aires.
Cortázar llegó a Berkeley en 1980 a instancias de su amigo el profesor y narrador peruano José Durand Flórez. Sus notables clases han sido transcritas en un reciente libro.
La editorial Alfaguara acaba de sacar este álbum con motivo del centenario del escritor.
El autor argentino en compañía de su primera esposa, la traductora Aurora Bernárdez, con la que mantuvo una gran complicidad intelectual jasta el día de su muerte.
Por cierto, fue a instancias de su viejo amigo el scholar peruano José Durand Flórez, catedrático de literatura colonial en esa universidad, que aceptó el cargo. Cortázar dictó un curso de ocho semanas, el cual orquestó alrededor del cuento fantástico y realista, y de la musicalidad, el humor, el juego y el erotismo en la literatura. Para apoyar su exposición, se valió de su formidable erudición (¡Cortázar parecía haberlo leído todo!) y también recurrió a su propia obra. En ese sentido, resulta un privilegio, muy raro por cierto, que sea el mismo autor y no un crítico o teórico quien explique las motivaciones que lo llevaron a escribir determinadas historias, así como los significados implícitos en su lectura. Según le confesó más tarde a Aurora Bernárdez, debió "bajar el tiro" por la insuficiencia de conocimientos generales de los alumnos. Ello lo obligó a exponer sus ideas con una sencillez, claridad y preci-
sión que delatan su antigua experiencia didáctica y que resultan notables (el texto publicado carece de los ripios y muletillas propios de una intervención oral y el editor, Carles Álvarez Garriga, asegura que no ha sido retocado en lo más mínimo). Evidentemente, Cortázar poseía el don de la enseñanza y habría sido un maestro excepcional aun si no hubiera escrito una sola línea. El escritor llegó a Berkeley acompañado por Carol Dunlop, su último gran amor. Al parecer, fue una estancia muy feliz. Todavía se recuerda que, la noche de Halloween, al filo de la madrugada, se animó a acudir a una fiesta que hacían sus estudiantes y de la que se había excusado. Pero ¡cómo desperdiciar la oportunidad de sacar al niño grande que llevaba dentro! De modo que el profesor Cortázar se puso una peluca, revistió sus incisivos con unos colmillos filudos y, chorreando un poco de sangre de utilería, se convirtió en Drácula.
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Patrimonio
Desde Tacna para y por el mar de Grau Mariana Mould de Pease errar las fronteras terrestre y marítima entre el Perú y Chile al término de la guerra entre ambos países que se extendió entre 1879 y 1883 es proceso más que centenario que debe concluir con el fallo de la corte internacional de la Haya, emitido el 27 de enero del 2014 que delimita la respectiva jurisdicción sobre el mar que comparten ambos países. Sin embargo, no ha sido así para la Cancillería chilena cuando afirma que el territorio peruano conocido como el triángulo terrestre, un área de 37mil metros cuadrados, les pertenece desconociendo así que ese espacio es tacneño desde el Tratado de Paz y Amistad de 1929 suscrito en Lima. Además, Chile ahora no quiere recordar que cuando ambos países suscribieron un convenio de pesca en 1954 conjuntamente con el Ecuador sus gobernantes decidieron respaldar con la fuerza su presencia en este espacio peruano e incluso colocaron minas antipersonales en este lugar simbólico para ambos vecinos, como conversó en Lima con los hermanos tacneños Mariana y Augusto Barrera Craverode origen trujillano.
La autora de este trabajo es Rosa Troncoso, quien nos explica la decepcionante realidad de las y los tarapaqueños que fueron atacados cuando se aferraron a su nacionalidad peruana durante la chilenización de su territorio. Cuando llegaron al Perú pasados los primeros momentos de euforia patriótica fueron insultados como “chilenos” y “repatriados” cuando buscaban trabajo y vivienda. Este precedente me lleva a proponer que este desarraigo no se repita en el Perú del siglo XXI ante el triángulo terrestre en cuestión, por pequeño que sea.
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El único ejemplar de este libro y su cartografía que tiene la Biblioteca Nacional esta en la “Colección Franklin Pease G.Y. para la historia andina del Perú” según el catálogo digital que se puede consultar por Internet. Esta es una obra clave para los argumentos peruanos en relación a triángulo terrestre tacneño que ahora Chile disputa al Perú
Las y los residentes tacneños dan fe que en concordancia con el lema del escudo chileno que dice así: "Por la razón o por la fuerza", las autoridades gubernamentales de nuestros vecinos sureños ejercen actualmente soberanía con el poder de las armas sobre ese pequeño -muy pequeño- triángulo terrestre que forman el hito 1 y el punto Concordia con las orillas del mar de Grau. Hay quienes han calificado de "insignificante", este tema siguiendo las pautas que rigieron nuestras relaciones bilaterales hasta que el vicealmirante Guillermo Faura Gaig publicó en 1977 el libro "El mar peruano y sus límites". Este alto oficial de la Marina de Guerra del Perú luego de una inaceptable decisión política personal en contra de la posición naval institucional en tiempos del gobierno del general Juan Velasco Alvarado se replanteaba como servir mejor a su país, por lo que se matriculó para seguir estudios de Historia en la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde fue alumno -y contertulio- de Franklin Pease G.Y. (1939-99), mi esposo. Los argumentos de Faura así como la cartografía que elaboró para sustentar y defender la necesidad de replantear la frontera marítima entre Chile y el Perú fueron asumidos por algunos fun-
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cionarios de la Cancillería peruana desde la década de 1980 y su importante contribución personal fue gradualmente olvidada quizás por su cuestionable proceder político como oficial naval. El fallo de la Haya ha llevado a recordar las contribuciones históricas de Faura a nuestro país desde el siglo XXI, así como también la trascendencia de la palabra escrita e impresa. El fallo de la Haya -propongo- debe llevarnos también a no olvidar que la razón es el punto de apoyo del lema peruano "Firme y feliz por la unión" que por orden del Congreso dada el 25 de febrero de 1825 debe acuñarse en el revés de las monedas peruanas. Esta disposición parlamentaria no ha sido derogada por lo que desde la sociedad civil ahora debemos preguntarnos y explicarnos por qué este concepto ha ido despareciendo de la realidad nacional. El usar la razón para forjar nuestras relaciones bilaterales con Chile pasa probablemente- por la recuperación de este lema. Esta rememoración es pertinente para que nuestros vecinos y vecinas del sur de América recuerden que el referido Tratado de Paz y Amistad de 1929 especifica que ese triángulo es peruano y que por lo tanto deben abstenerse de permanecer allí por la fuerza.
La razón se expresa mejor y de manera perdurable a través de los libros, por ello, ahora paso a citar lo escrito por Sergio Gonzáles Miranda y publicado en Santiago de Chile en el 2004 con el título de "El dios cautivo: Las Ligas Patrióticas en la chilenización compulsiva de Tarapacá (1910-1922)". El título de este libro alude a la divinidad precolombina Tunupa Tarapacá en evidente rememoración de un pasado común y muy lejano cuando no había unos países llamados Bolivia, Chile y el Perú. Los textos aquí reproducidos son tomados del capítulo VI : titulado "Tacna y Arica: El corte al nudo gordiano" y llevan algunos comentarios míos para enfatizar la importancia y trascendencia de la sociedad civil organizada en torno a temas y asuntos identitarios, en este caso cuando la chilenización de esta región recurrió al amedrentamiento y la extorción para y por la desperuanización de Tarapacá entre 1910 y 1922. Estas maneras de usar la fuerza contaban con el silencio cómplice de los periódicos del lugar y la anuencia del gobierno chileno en supuesto cumplimiento del Tratado de Ancón que había suscrito con el gobierno del general Miguel Iglesias. "Tacna y Arica es otra historia" [….] para el historiador y sociólogo González Miranda cuando se hizo evidente que desde 1925 con la mediación de los Estados Unidos de América el Perú avanzaba para dar cumplimiento al plebiscito que debió ejecutarse en marzo de 1894 y dice así: "Para 1926 la certeza de un triunfo en la consulta no estaba en las cabezas de ninguna de las autoridades de Perú y Chile, pero la balanza se inclinaba para Chile, porque este país tenía la ventaja de que bajo su ley y organización se realizaría el plebiscito. Para el Perú el
Este libro no figura en el catálogo de la Biblioteca Nacional del Perú debido a que el primer repositorio documental bibliográfico del país carece de presupuesto para adquirir publicaciones del exterior. Este libro será parte de los fondos documentales de la Biblioteca Nacional cuando se concluya el proceso de instalación allí de la Colección Pease.
La casa tacneña donde nació Jorge Basadre, es propiedad del Banco de la Nación. La biblioteca del historiador de la República es propiedad del Gobierno Regional de Tacna; y, los medios de comunicación informan que ya faltan 233 libros y 43 revistas de la Colección Basadre que debe estar formada por unos 4000 títulos, que en el 2012 fue retirada de su casa natal para ser instalada en otro local. Este es una situación a resolverse por que la sociedad civil organizada en torno al patrimonio documental peruano pone en vigencia el lema: “firme y feliz por la unión”,
plebiscito no era viable bajo estas condiciones, por ello, se empeñó en que se declarara impracticable, siendo su principal argumento `el clima de violencia plebiscitaria´ generado por los grupos patrióticos chilenos. Es por esta razón que la acción de los grupos xenófobos terminó siendo cuestionada por las autoridades chilenas, como el propio plenipotenciario don Agustín Edwards. También cabe la pregunta si todas las denuncias realizadas como violencia política fueron efectivamente resultado de la acción de los grupos patrióticos chilenos, debido al interés peruano de demostrar la imposibilidad de una consulta limpia y sin intimidación". "No cabe duda que muchas de las denuncias realizadas a la Comisión Norteamericana eran ciertas, al cabo que desde la expulsión de los curas en 1910 que la población de Tacna y Arica estaba siendo objeto de violencia antiperuana. Empero, la investigación de laveracidad de dichas denuncias nunca se ejerció por parte de la Comisión, dándole un crédito de confianza a la parte peruana que cuestionó su posición de árbitro neutral, desde la perspectiva chilena." [….] La disputa sobre este pequeño sector en tierra firme no es "insignificante" porque deberá resolverse por los
mecanismos de la razón humana y no a través de la desidia; y, se deriva de la divergencia en relación al punto final de la frontera terrestre, e inicio de los límites marítimos entre ambos países que según el Perú se encuentra en la costa, en la orilla del mar: Punto Concordia según el Tratado de Lima del 3 de junio de 1929, que puede consultarseen: http://www.congreso.gob.pe/comisiones/2008/seguimiento-demandaperuana/documentos/ TratadodeLimayProtocoloComplementario1929.pdf Y que Chile considera que se encuentra 182,3 metros tierra adentro hito 1 y la orilla del mar, según el Acta de Lima del 5 de agosto del 1930 que puede consultarse en: http://www.congreso.gob.pe/comisiones/2008/seguimiento-demandaperuana/documentos/ ActaLima5agosto1930.pdf . Esta divergencia se proyecta sobre el mar de Grau que baña la costa de Tacna y eventualmente será dirimida por los Estados Unidos de América por lo que es pertinente que en la medida de nuestras posibilidades personales, institucionales, empresariales analicemos que piensan nuestros vecinos sureños al respecto.
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Tradición
El nacimiento de un símbolo de identidad
La Santísima Cruz de Chalpón de Motupe y la protohistoria de su fiesta
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Foto: Colección
l parecer el ermitaño poseía dos mantos franciscanos, uno para los domingos y días festivos, y el otro para el uso cotidiano. El hábito que por aquel entonces estaba en su poder, que fuera encontrado en la iglesia de Olmos, sería el de fiesta, dado que el de diario lo habría llevado puesto al momento de desaparecer. Desconoce el año exacto de su hallazgo, pero describe con precisión la sucesión de sus propietarios. La descubridora fue su bisabuela Gregoria Cornejo, quien se llevó el manto de la iglesia a su casa en Olmos, donde lo atesoró con esmero para legarlo tras su fallecimiento a Luisa Oder, abuela de Angélica León Adrianzén. Luego con la muerte de su abuela, la túnica franciscana pasó a manos de su tía, Inés Adrianzén Oder, trasladándola de este modo desde Olmos hacia Motupe, donde se la puede localizar en la actualidad. Por último, su tía transfirió el manto a Angélica León Adrianzén. Ésta, dio a conocer que tras su muerte la nueva propietaria sería su hija adoptiva Mercedes Inés Castro León, quien en 1989 tenía 20 años. Al momento de mi visita el manto estaba guardado en un baúl de madera con tapa de vidrio, la cual permitía observar el tejido sin necesidad de agarrarlo. Encima de la túnica estaba depositado un rosario viejo, el cual según Angélica León Adrianzén no perteneció al ermitaño, sino que fue agregado con posterioridad. El hábito era negro y se encontraba en muy mal estado de conservación. El proceso de deterioro estaba ya muy avanzado, tal que no
Hans H. Brüning
Bernd Schmelz
La Cruz adornada en su camino al pueblo, Motupe 1907. Foto: Bernd Schmelz
El manto franciscano del ermitaño Juan Agustín de Abad, Motupe 1989.
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era más posible sacarlo del baúl sin perder partes del mismo. Incluso el roce con la tela teñía la mano de negro. Esta reliquia no formaba parte de las actividades festivas para honrar a la cruz erigida por el ermitaño en el Cerro Chalpón. Según Angélica León Adrianzén, de vez en cuando, llegaban creyentes, sobre todo en la época de los festejos, para contemplar el manto y conmemorar al clérigo en silencioso recogimiento. En los últimos años se han sumado además periodistas y científicos, quienes han tenido siempre muchas preguntas, olvidándose del verdadero respecto por algo sagrado. La desaparición del ermitaño de la región de Motupe y Olmos es tan misteriosa como su llegada. De pronto se lo echó de menos, y su paradero se transformó en un enigma. Carlos Castillo Niño declara que, en años posteriores, el clérigo habría sido picado por un insecto en las sierras septentrionales contrayendo así la enfermedad de la uta (leishmaniasis cutánea), y luego de haber intentado curarse a sí mismo, se habría puesto en marcha hacia Lima, donde finalmente falleció el 13 de octubre de 1866. Dado que Castillo Niño no cita ninguna fuente al respec
sobre la supuesta cruz. De forma unánime me comunicaron que desde hacía mucho tiempo se contaba que el Padre Guatemala (aquí se denomina al ermitaño casi siempre de esta forma) habría dejado una cruz también en Cerro Rajado, la cual, sin embargo, nunca se encontró. Por lo tanto, se supone que la misma se habría echado a perder.
to, no podemos tomar sus afirmaciones como verdaderas, por lo menos hasta que no surjan nuevos datos sobre los últimos años de su vida y sobre su muerte.
Búsqueda y hallazgo de la cruz de Motupe en el Cerro Chalpón (1868) Resulta difícil determinar, con exactitud, la cantidad de años trascurridos desde la desaparición de Juan Agustín de Abad hasta el hallazgo de la primera de sus cruces; tampoco es tarea fácil estimar la intensidad de las búsquedas que tuvieron lugar en aquel tiempo. Sin embargo, siempre hubo comisiones que una y otra vez buscaron, en vano, la cruz de Motupe o la morada del ermitaño, en las montañas impenetrables de la región. Según Carlos Bachmann, en el año 1868 reinaba un marcado ambiente de crisis en Motupe, debido a que el astrónomo alemán Rudolf Falb había vaticinado el fin del mundo para ese año. En esta situación angustiante se intensificaron los esfuerzos por encontrar la cruz, la
Foto: Bernd Schmelz
La Santaísima Cruz de Chalpón de Motupe en su gruta, Motupe 1989.
concurrencia de los peregrinos extranjeros, y por otro lado, muchos no ven relación alguna entre su origen y Juan Agustín de Abad. El estudio del devenir histórico de esta cruz, y de los festejos correspondientes, sería una tarea interesante, para poder elaborar un análisis comparativo sobre el origen y el desarrollo de los festejos de la santísima cruz en Motupe y Olmos. En 1968 Carlos Castillo Niño informa, con referencia a la transmisión oral por parte del descubridor de la cruz de Motupe, José Mercedes Anteparra, que éste habría encontrado en el Cerro Rajado una segunda cruz del ermitaño, pero mucho más pequeña. Esta cruz se habría desintegrado al intentar sacarla de la gruta, dado que se encontraba en un estado calamitoso. En una de mis estancias en el Caserío Papayo, en las cercanías del Cerro Rajado, en noviembre de 1989, tuve la oportunidad de interrogar a los residentes de esa localidad
Foto: Bernd Schmelz
Sobre las cruces erigidas por el ermitaño en las montañas Después de que el monje no apareciera más por las localidades que antes frecuentaba, se recordó que éste siempre anunciaba que, tras su muerte o su partida, debían buscarse cruces en las grutas donde había vivido recluido para rezar en las montañas. Estas cruces debían ser adoradas y reverenciadas, puesto que serían protectoras de las localidades de los alrededores. Esta información clave se refleja tanto en las crónicas antiguas como en la literatura moderna sobre las cruces, e incluso hoy en día, forma parte de la tradición oral de la región. No obstante, se sigue cuestionando sobre la cantidad real de cruces legadas y sobre su posible ubicación - como se expusiera claramente en el último capítulo gracias a la descripción de Angélica León Adrianzén. Bachmann (1921) se refiere sólo a una cruz, ubicada en uno de los cerros cercanos a Motupe, siendo ésta la única hallada hasta el momento. Según esta fuente, en una de sus últimas visitas en Motupe Juan Agustín de Abad dijo: "que habitaba en una gruta situada en uno de los collados vecinos; que allí, a su muerte ó cuando se ausentara, hallarían una cruz que deberían adorar y reverenciar, pues ella libraría á los pueblos comarcanos de muchos males y flagelos". En la literatura moderna se habla ya de muchas cruces, que podrían haber sido producidas por Abad. Con frecuencia se indica que estarían ubicadas en los cerros Chalpón y Rajado en las cercanías de Olmos y Motupe, al igual que en Cerro Llanahuanca cerca de Penachí. La autenticidad de las cruces halladas en Cerro Chalpón, una cerca de Motupe en 1868 y otra en la otra ladera del mismo cerro en 1945, es indiscutida. Si bien, nunca se ha llevado a cabo alguna investigación científica para constatar si el constructor de ambas cruces de madera fue realmente el denominado ermitaño; esto no influye en la religiosidad de los habitantes ni en la adoración que le otorgan a estas cruces, dado que nadie duda de su autenticidad. Una visión más crítica reciben, no obstante, las otras cruces. En especial, la cruz de Penachí, si bien es honrada con devoción por los habitantes de la propia localidad y de los pueblos vecinos, no atrae la
Foto: Bernd Schmelz
Alfombra de flores para la procesión de la Cruz, Motupe 1989.
Angélica León Adrianzén, Motupe 1989.
cual podría salvar y proteger a la localidad. En ese mismo año, muchos buscaron a la cruz en vano. No obstante, dos motupanos, según Bachmann, fueron recompensados por su perseverancia con el hallazgo de la misma: José Mercedes Anteparra y Rudecindo Ramírez. Por ahora continuemos con la publicación de Carlos Bachmann, dado que ésta es la fuente impresa más antigua sobre las circunstancias de hallazgo. El 3 de agosto de 1868, ambos - Anteparra, quien por entonces tendría 26 años, y Ramírez con más de 80 - emprendieron el camino hacia las montañas, y finalmente el 5 de agosto, con sus últimas fuerzas localizaron la cueva con la cruz. Años más tarde, Anteparra dejaba asentado el suceso del hallazgo de la siguiente manera: "hasta que el día 5 de agosto, á las seis de la tarde, divisé, á cierta distancia unos palos si algunas manos los hubieran allí colocado , y dirigiéndome ávidamente á ese lugar, hallé de regocijo, la santísima cruz de una cueva natural, en la que habían también varias hojas sueltas salpicadas de sangre de un libro religioso impreso en latín; una especie de cama arreglada con paja y ramas secas y una piedra blanca á manera de almohada, todo lo cual se ve hoy mismo en la referida cueva. En el suelo había un papel en el que se leía con letras coloradas que bajaran la cruz, le mandaran celebrar su misa y la regresaran á su sitio".
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Arte
Pierre Kr escultor y que no he visto en la arquitectura en piedra de ningún otro lugar del mundo?". "¿Cómo empezaron a ensamblar este otro muro? ¿Cuál era la piedra que insertaban primero?". Sólo cuando empieza a celebrar el biselado de esos bloques así como las dificultades que implicó no sólo labrarlos sino el simple hecho de moverlos recuerdo que la razón de mi visita a la casa de Pierre Kradolfer, antes que mirar sus fotografías, era echarle un vistazo a sus esculturas en piedra. Pierre Kradolfer Vaccaro nació en La Paz en 1952. La inestabilidad política del gobierno de aquellos tiempos motiva que la familia Kradolfer se aleje de Bolivia y recale en Lima. Siendo apenas un niño tiene la suerte
Pierre Kradolfer Vaccaro, escultor y fotógrafo.
uando el artista me recibe en su departamento de San Isidro acababa de volver del Cusco. Y antes de que pudiera reiterarle lo que ya le había dicho por teléfono días antes sobre el motivo de mi visita me pregunta si estoy apurado pues tiene algo que mostrarme. Le digo que tengo tiempo, que él es el último artista que debo visitar ese día. Dicho esto me invita a sentarme frente a la enorme pantalla de su computadora y empieza a mostrarme, generosamente, el botín visual reunido durante su último "safari" fotográfico en Machu Picchu. Lo que me sorprende de aquellas estupendas fotografías que registran diversos sectores de la gran ciudadela-mausoleo fue que la agudeza visual de su autor convertía esos rincones aparentemente "muy conocidos" e "hiper fotografiados" en verdaderas revelaciones de la arquitectura inca. En efecto, nunca había reparado en que los bloques pétreos que encierran el espacio cercano al sector de "Las tres ventanas" - los extremos de esa "U" que parece albergar un altar cristiano - presentan un perfil distinto en cada uno de sus lados, detalle que nos induce a pensar, indefectiblemente, que la construcción de un edificio era para los Incas mucho más que techar un espacio y que sólo desmontando el lugar por completo - algo que espero no suceda nunca - podríamos desentrañar sus misterios. Muchas de las imágenes que continúa mostrándome son, en su mayoría, detalles de otros muros incas, particularmente aquellos cuyo aparejo está integrado por bloques de caprichosas formas y desquiciados y precisos engarces que dejan pasmado a cualquiera que tenga una noción de lo que significa esculpir el granito: "¿A santo de qué tenían que embutir esa piedra allí - pregunta mientras me señala un detalle de la sinuosa pared del "Mausoleo" - a no ser por un alarde escultórico 8
Círculo de apachetas de P. K. en Laredo, Trujillo. (Fotografía P. K.).
Dos apachetas de Pierre Kradolfer en Huanchaco, Trujillo. (Fotografía P. K.).
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de conocer a un peruanista notable de origen japonés, ingeniero de profesión y arqueólogo autodidacta, con quien se inicia en el descubrimiento del Perú antiguo. El nombre de ese señor es Yoshitaro Amano, la misma persona cuyo apellido nomina uno de los museos más entrañables de Lima. Pienso que en ese encuentro tan temprano con el señor Amano - pues nuestro artista tenía entonces siete años - está la clave de las pasiones que han signado su vida: las culturas antiguas y el paisaje peruano, ámbitos a los cuales se aproximó alejado de las formalidades académicas. Al darse cuenta de que trato de memorizar la mayor cantidad de imágenes que me ofrece decide abrir otras carpetas y allí sí la sensación de empatía no tiene límites: me muestra el meticuloso registro de los relieves escultóricos del templo de Sechín en una definición que permitiría imprimirlos "al tamaño". Le pregunto por el costosísimo equipo que debe transportar y me señala una cámara aparentemente pequeña con la que hace todo el trabajo: "La calidad de una fotografía no radica en el equipo. La cámara no es la que toma la fotografía". (Ese comentario me hizo recordar otro, pronunciado por el fotógrafo peruano Jorge Heredia, quien realiza su obra con cámaras descartables: "Un Mercedes
radolfer, fotógrafo Manuel Munive Maco las manchitas que tiene sobre el dorso conforman los ojos y la boca de una criatura hostil. Y aquella otra fotografía en la que se ve una bandada de gallinazos sobrevolando un sector rocoso del Bosque de Pómac permite deducir que aquel punto era un sitio de sacrificios humanos y que algo de aquello subsiste en la memoria de las aves. Para corroborarlo basta comparar la geografía del sitio y sus representaciones en los ceramios escultóricos moche que narran esos despeñamientos rituales. Lo aprendido acerca de la plástica precolombina a través de esa hora revisando el archivo fotográfico de Kradolfer ha sido abundante… Pero de aquella aproximación al Perú antiguo surgió otra pasión, la de la escultura en piedra cuyo ejercicio enriquece, a la vez, su apreciación del labrado inca. Es por esas piezas que Kradolfer figura en la lista de artistas de "ancestro suizo" a los que he tenido que visitar a lo largo del verano preparando una muestra colectiva que debo inaugurar a fines de marzo. En medio de su departamento, sobre pedestales y muebles, algunas de sus esculturas ya habían atrapado mi atención desde que llegué: un "Cactus" y un "San Pedro" en "granito verde de La Oroya" y un "caracol" hecho de "granito verde del Rímac", semejante al Strombus que los antiguos peruanos soplaban como instrumento musical o tal vez sólo como advertencia o
"Caracol". Escultura de P. K. en "granito verde del Rímac". (Fotografía P. K.).
Benz y una bicicleta te llevan al mismo lugar"). Sin embargo es difícil creer que las monumentales y dramáticas fotografías de los nevados que Kradolfer me muestra las hizo con esa camarita y a través de la ventanilla de un avión. La fotografía magnificada de una araña - cuyo nombre científico no recuerdo ahora - contiene la explicación sobre el origen de un motivo iconográfico Moche:
Apacheta de P. K. en "Punta Negra", Lima. (Fotografía P. K.).
Apacheta de P. K. en las "Lomas de Lúcumo", Lima. (Fotografía P. K.).
aviso de que algo extraordinario estaba por pasar. Cactus y caracol que sintetizan, en medio de un departamento en San Isidro, el paisaje andino y marino del Perú. Otra de sus fotografías, tomada no hace mucho desde una avioneta es el documento del saqueo "profesional" de un sitio arqueológico en Trujillo en donde el rastro de las llantas de la pala mecánica es inconfundible y lleva directamente al corazón del recinto. Me cuenta que el funcionario del "Ministerio de Cultura"que lo recibió para oír su informe sobre ese saqueo indignante fue aún más indignante que el saqueo en sí: "El futuro no puede detenerse por el pasado" fueron las palabras espetadas por ese infeliz burócrata. Por último, Kradolfer se anima a mostrarme las fotografías que documenta las "apachetas" que ha levantado en diversos parajes del Perú y el extranjero a partir de las piedras que halló desperdigadas en sus respectivos entornos aunque alguna veces tuvo que cargarlas centenares de metros hasta el lugar donde iba a erigirlas: torres de piedras que constituyen en sí mismas un prodigio de equilibrio pero a la vez espacios que evocan tanto una ritualidad ancestral como experiencias de auténtico arte contemporáneo. Estas piezas, de las cuales nadie sabe excepto él y a las cuales accedemos únicamente mediante las fotografías de su archivo, son las que terminan de convencerme a dedicarle esta columna al trabajo silencioso y marginal de Pierre Kradolfer.
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Historia
Los esclavos negros en el siglo XIX Iván La Riva Vegazzo
Muchas páginas de la historia trujillana, norteña y aún nacional son poco conocidas. Entre ellas, la vida de los esclavos negros en el siglo XIX, las luchas por su liberación y sus consecuencias merecen nuestra atención. Aquí mi aporte: an pronto don José de San Martín independizó el Perú decretó la "libertad de vientres" para los hijos de las esclavas nacidos a partir del 28 de julio de 1821 y la libertad para los esclavos que decidían enrolarse en el ejército patriota. Estas medidas originaron la falta de mano obra en las propiedades rurales y urbanas por lo que la clase propietaria exigió inmediatas enmiendas. El 24 de noviembre del mismo año, San Martín cedió a las presiones y otorgó a los propietarios la tutela sobre los hijos de sus esclavos hasta que éstos alcanzaran los 24 años de edad. En la práctica esto fue "una esclavitud disfrazada". El principio de que "Nadie nace esclavo en el Perú" y la abolición del tráfico de esclavos apareció en la Constitución de 1823. Luego Simón Bolívar, en 1825, mediante el Reglamento Interior de las Haciendas de la Costa otorgó a los esclavos el derecho de cambiar de amo si probaban que éste actuaba con crueldad. El presidente Gamarra, en 1839, extendió el derecho de tutela hasta los 50 años. El 10 de marzo de 1846 se produce en La Libertad un hito en la historia de la esclavitud de los negros en el Perú. Don Hipólito de Bracamonte, marques de Herrera y Valle Hermoso y conde Valdemar de Bracamonte, dueño de las
Abuso contra una madre esclava.
Acuarela de Martín Fierro. Negros celebrando la independencia del Perú.
Carruajes usados en los campos agrícolas .
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haciendas de Nuestra Señora del Rosario de Chiclín y Santo Domingo de la Calzada del Sausaldispuso en su testamento que, a su muerte, sus esclavos quedasen libres, hecho que ocurrió el 08 de abril día en que falleció. Este acto dio origen a que su buen amigo,
don Alfonso Gonzales Pinillos también manumitase a los 136 esclavos de sus haciendas de Nepén y Cajanleque mediante escritura pública del 23 de enero de 1852. Un año antes, en el valle Chicama, se había llevado a cabo la más impor-
Publicación cultural de “La Industria” Chiclayo-Trujillo (Perú), marzo de 2014
tante sublevación de esclavos en el norte del Perú. Historiadores como Centurión Vallejo, Bazán Vera y Rocca Torres informan que ésta tuvo como ideólogo a Fernando Casós, destacado intelectual trujillano cuya obra merece mayor estudio y difusión. Desde enero de 1851circulaban rumores que los esclavos del valle preparaban un movimiento para tomar la ciudad de Trujillo. El 29 de ese mes se levanta la esclavitud de las haciendas de Tulape, Bazán y Farías, originándose un primer enfrentamiento en Chocope frente las fuerzas policiales de Ascope. El 31 los esclavos marchan hacia la ciudad de Trujillo y se sitúan al pie de la antigua Muralla, en la zona de Miraflores. Logran ingresar a la fuerza a la cárcel y sacan a los esclavos que estaban prisioneros. Luego de tomar el cuartel de gendarmes se apoderan de sus armas y municiones. Los amotinados alcanzan su proclama a las autoridades, seguramente redactada por Casós, y exigen que se "les extienda la escritura pública de manumisión", la cual fue firmada el día 1 de febrero "por sus amos" quienes otorgan la carta de libertad a "… todos los esclavos hombres y mujeres de nuestras respec
tivas haciendas, como también para los que viven y sirven en las casas de esta ciudad". Suscribieron el acta veinte propietarios y por los ausentes lo hizo el Síndico Procurador. A las 5 de la tarde del 2 de febrero, los esclavos reciben su escritura de manumisión celebrando este hecho a las afueras de la ciudad. Por la noche, el prefecto logra el desembarco, en Huanchaco, de soldados para atacar a los amotinados. El día 3, los esclavos de la ciudad se unieron con los afro descendientes. Los vecinos, dirigidos por el Gnal. José María Lizarzaburu preparan el contraataque y al atardecer sorprenden a los sublevados con armas de fuego. Noventa esclavos fueron capturados, huyendo atemorizados los demás. Como consecuencia, "…la carta de manumisión obtenida quedó en consecuencia sin efecto", señala Centurión Vallejo. Se sabe que los líderes fueron Valentín Baca, Manuel Olaya y Norberto Cedeño; los dos primeros fueron apresados aquella tarde y el restante escapó a Chiclayo donde vivió hasta 1862 en que regresó a Trujillo. Tres años después, en 1854, el presidente Ramón Castilla decretó la manumisión de los esclavos en todo el Perú. Esta acción tuvo gran contenido social pero produjo graves consecuencias económicas. El Estadollegó a reconocer cerca de 25,000 esclavos y pagó a sus propietarios 300 pesos por la libertad de cada uno de ellos. Por otro lado, el costo de vida se encareció por
Manos negras clamando libertad en el siglo XIX .
falta de mano de obra y los esclavos viejos quedaron en el desamparo. Desde su liberación en el siglo XIX, los afrodescendientes se convirtieron en una población flotante que, aprovechando el caos de las guerras civiles,
Cepo múltiple de castigo, de cabeza y manos.
Cepo de tortura individual.
formaron bandas de montoneros y salteadores; algunos participaron activamente en las sublevaciones políticas y otros tuvieron una suerte diversa casi siempre ligada a los oficios del campo o la ciudad. Más adelante, a partir del
siglo XX, consolidarían su aporte a la cultura peruana de manera muy protagónica al punto que, como lo sostiene don Nicomedes de Santa Cruz, "… el peruano que no tiene de inga, lo tiene de mandinga".
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Arte
Cecilia Bozovich. Tout est fetichista, tout est politique Jorge Bernuy
"La manera de combatir la discriminación en el arte es a través del arte" y que la excelencia no tiene sexo" Eva Hesse l siglo XX puso en cuestión las técnicas y materiales tradicionales. La ampliación de los lenguajes debido al desarrollo tecnológico ha disuelto muchas fronteras y ha proporcionado nuevos medios concediéndoles un mayor protagonismo e implicando nuevas concepciones que desde la práctica afectan el discurso teórico del artista. El arte no solo es una actividad manual sino intelectual. Una obra puede valer más por su idea que por la habilidad con que está hecha y la riqueza de los materiales empleados. Los constructivistas rusos asumieron la renovación del material como parte de su compromiso vital y social introduciendo en la composición del cuadro otros mucho materiales, aparte de la pintura, que habían sido considerados "no estéticos" piedra, estaño, cristal, madera, alambre etc y que fueron utilizados ante la total perplejidad de una sociedad que no
El "sillón presidencial" es interpretado por la artista como un objeto fetiche que mueve la ambición y la codicia de los postulantes políticos.
Otro de los trabajos impecables de Cecilia Bozovich.
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era capaz de comprender el significado y finalidad de tales obras. Esto alienta a Marcel Duchamp cuando decide "elegir" un objeto común "el urinario" y en el que no realiza más intervención que una firma falsa (R. Mutt 1917). Esto es el ready made , objeto ya elaborado y sustraído a lo cotidiano por la voluntad del artista. En el caso de Beuys, un objeto como es su bañara de 1960 no es ajeno sino por el contrario, evocador de un recuerdo personal, de sus sentimientos de infancia que actuaban como una especie de llave autobiográfica. Cecilia Noriega Bozovich (Chimbote 1954) poseedora de una sensibilidad muy especial deja la pintura en 1999 e irrumpe como una iconoclasta experimentando un
nuevo lenguaje renovador en el vocabulario visual superando el culto negativo y abandonando la dolorosa complacencia por interacciones con lo popular: plazas, calles, playas, que con un trasfondo crítico, lúdico, erótico, actúa como una especie de llave autobiográfica. Respondiendo a esta particular situación existencial trastoca el ceremonial conservador del matrimonio masivo que se realiza en las zonas marginales de Lima como Villa El Salvador y en la Amazonía, Pucalpa, irrumpiendo con un automóvil Camaro de color rosado púrpura que está acondicionado. En lugar de asientos hay una cama nupcial de color rosado con atributos sexuales. Ella vestida de novia con un largo velo va acompañada de ar-
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tistas amigos. Como anécdota el Camaro fue muy bien aprovechado por los novios para la foto del recuerdo. Respondiendo a esta particular situación existencial iconogáfica se pasea un vehículo militar, Jeep modelo Willys pintado con un fucsia Barbie "el chismemóvil" por las calles y la Bienal Iberoamericana de Lima convirtiéndose en parte del evento. Cecilia descubre que el objeto propicia la creatividad estimulando la imaginación y la crítica social. El "sillón presidencial" es interpretado por la artista como un objeto fetiche que mueve la ambición y la codicia de los postulantes políticos. Ella hace una copia del sillón presidencial, lo pinta de dorado, coloca una banda presidencial y un
Inodoros, representaciones artísticas de Cecilia Bozovich.
mazo dorado gigantesco con don de mando, invitando a gente de toda condición social a sentarse y colocarse la banda presidencial. Los gestos y las actitudes de los que posaban llevaron a muchas lecturas y análisis críticos. Con este motivo conversamos con la artista: -Después de varios años de pintora, hacia 1999, optas por cambiar tu orientación artística, por representaciones objetuales, atributos sexuales y crítica social. Es correcto, fue porque ya no me satisfacía el lienzo ni los ensamblajes, fue una necesidad espiritual de cambio; necesitaba la calle, el contacto con la gente, vivir nuevas experiencias. -¿Cuál es tu perspectiva sobre el estado de las artes? Veo que hay varios estallidos a nivel continental en Latinoamérica. En Africaa pesar de su conservadurismo existe un arte exquisito. Europa está cansada. En Asia el arte se está occidentalizando y Estados Unidos es el gran marketing. Todo esto tendrá que cambiar y Latinoamérica puede ser el futuro. Hay un lema recurrente en tu obra, el fetichismo y la critica social. La muestra antológica que presento en el Instituto Cultual Peruano Norteamericano y lleva como título Tout est fetichista, tout es politique es producto de catorce años de trabajo y está entre lo real y lo simbólico. Es el título que yo le puse a la muestra de 2001 cuando expuse el sillón presidencial porque en frances "todo es fetichista" es lo que los jóvenes utilizan para intentar ser alguien de manera paradójica. Además está mal escrito intencionalmente. Ahí no más te das cuenta cómo se distorsionan las cosas cuando no están en el lugar que les corresponde. Te pongo ejemplos, el
"El chismemóvil", vehículo militar, Jeep modelo Willys pintado con un fucsia Barbie.
Automóvil Camaro de color rosado púrpura está acondicionado, en lugar de asientos hay una cama nupcial.
congreso que tenemos, los candidatos presidenciales; juego con las palabras, con la ironía del poder, del que no cumple con lo que ofrece. Todo una suerte de coquetear con el poder, pero te aclaro el poder no es malo cuando es llevado con honestidad, lo malo es cuando se abusa del poder. Respecto a la crítica social me caracterizo por tener antenas, sensores para captar los problemas sociales y lo expreso artísticamente, te puedo dar ejemplos: la chaqueta militar abaleada en la zona cocalera, las intervenciones en calles y plazas con el chismemóvil. El sillón presidencial pasó a ser un objeto de culto y atracción mórbida para ti…. La verdad, me hace mucha gracia el juramento de ministros y congresistas que juran por Dios y la Patria cuando debería ser "que ni dios ni la patria me lo demanden" porque al poco tiempo tenemos al roba cable, al come pollo, al cobrador de sueldos ajenos, el que jura por dios y por la plata. Todo es irónico
y material muy rico para llevarlo al arte. Muchas veces has tomado los espacios de la calle, plazas y playas…. Me interesa que la gente participe de la obra, que no sea un observador pasivo. Por ejemplo cuando instalé el sillón presidencial que es una copia del original, les preguntaba si alguna vez soñó con ser presidente o si quería ser presidente. Los invitaba a sentarse en el sillón presidencial, mi interés era que participaran todas las clases sociales. Llevé el sillón al parque Kennedy de Miraflores, Villa El Salvador y a las playas de Agua dulce y Asia. Cuando se ponían la banda presidencial y sostenían el mazo fálico del poder en la mano, muchos de ellos, en sus rostros reflejaban una especie de travestismo o el leonismo del poder, los ojos abiertos, el gesto del poder, serios o burlones, como para un estudio psicológico. Hay una carga sexual en tu obra: zapatos, corbatas, brassieres, inodoros, vaselina. Todo en tamaño descomunal…. Es una forma de ironía, de juego, como
algo espectacular, como decir de qué te estas preocupando, qué parla te preocupa. El asesinato de tu esposo es un hecho que marcó tu obra y tu vida…. Exactamente, fue algo trágico para mi y mi familia. Me vi obligada a emigra a España con mi hija. Entonces comencé a trabajar con material plástico juguetitos rosados que sello y firmo, que hablan de la guerra de Vietnam, realizo videos, fotografías, sigo jugando con vehículos militares, juego con las reinas de belleza, con sus coronitas y manitas. Juego con tanquecitos rosados que están en una casa de acrílico. Lo que busco es la paz y no la guerra. Después trabajo la serie, la ruta del narcotráfico, utilizo como material, balas, casquillos, pólvora, coca molida, hojas de coca y que no llego a exhibir. Por qué decidiste volver al Perú después de ocho años… Porque en el Perú están mis afectos, mis padres, mis hijos, mis nietos, mis amigos. Yo he adquirido la nacionalidad española porque me abrieron los brazos y aprendí en España lo que es solidaridad, entendieron mi arte. He tenido una vida a contracorriente, me tocó vivir la tragedia de las torres en Nueva York, no tienes una idea cómo estaba mi cuerpo con las bombas, vi pasar personas y niños heridos delante del incendio. Todo es como volver a vivir y rehacerte continuamente. Este año me morí una vez y me resucitaron de una operación al corazón. Para mí la vida es un cambio y quien cambia no muere y creo que el día que yo no me mueva ya estoy bajo tierra. La excelente curaduría de esta muestra estuvo a cargo de Gustavo Buntix.
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Centenario
Platero, con Juan Ramón y Zenobia, bajo el cielo de Moguer Luis Rivas Rivas * oguer, el amado terruño de Juan Ramón Jiménez, ha declarado que 2014 es el "Año de Platero". Se cumple el centenario de la primera edición de Platero y yo, la obra más celebre del poeta andaluz y, sin duda, la que más gravitó para que se le concediera el Premio Nobel en 1956. La edición de 1914, memorable por ser la primera, fue, sin embargo, incompleta. El editor, que había leído los originales y quería publicar un libro para niños en Navidad, seleccionó -con autorización del autor- 64 capítulos de los 136 que comprendía la obra. Al parecer, creyó que Platero y yo era un libro para niños. Pero en el prólogo Juan Ramón precisó: "Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren". Tres años después apareció la primera edición completa, (Editorial Calleja, Madrid, 1917) que recoge, además de los 136 capítulos iniciales, dos nuevos: Platero de cartón y Platero en su tierra, fechados en Madrid 1915 y en Moguer en 1916, respectivamente.
Primera edición de Platero y Yo que este 2014 cumple cien años.
Juan Ramón Jiménez, autor de Platero y Yo.
Otra edición de Platero y Yo (1907-1916).
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Casa en Moguer donde nació y vivió el poeta Juan Ramón Jiménez.
Es verdad que en la elaboración de la propuesta de los profesores de la Universidad de Maryland para que se otorgara el Nobel a Juan Ramón influyó su excelente creación poética y su labor docente durante su estada en Maryland y sobre todo en Puerto Rico, atributos que le ganaron gran reconocimiento y afecto (tanto al poeta como a su esposa Zenobia, que destacó en la docencia y en el trabajo social a favor de las mujeres). Pero cuando la Academia Sueca pidió una obra representativa de la calidad del candidato (la literatura hispana no era muy conocida en Suecia) el libro que se envió fue Platero y yo, con el resultado de un triunfo categórico. La obra fue traducida a cuarenta y ocho idiomas, y actualmente es el libro más difundido en el mundo hispano, después de la Biblia y El Quijote. Juan Ramón amó a Moguer con entrañable afecto, como se aprecia en estas frases: "Te llevaré, Moguer, a todos los lugares y a todos los tiempos, serás por mí, pobre pueblo mío, a despecho de los logreros, inmortal". Y su lar nativo le corresponde. Moguer es la
El poeta Juan Ramón Jiménez junto a su esposa Zenobia Camprubí.
Placa en homenaje a Juan Ramón Jiménez, en Moguer.
ciudad capital del municipio español del mismo nombre, en la provincia de Huelva, Comunidad autónoma de Andalucía. Su población aproximada es de 22,000 habitantes. La celebración del centenario de Platero ha sido organizada por la Fundación Juan Ramón Jiménez, consorcio administrativo constituido por la Diputación provincial de Huelva, el Ayuntamiento de Moguer y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Esta institución (con sede en la Casa Museo "Zenobia y Juan Ramón) se creó el 7 de mayo de 1987, "con el fin de gestionar y custodiar la Casa Museo "Zenobia y Juan Ramón", promocionar y editar estudios sobre la obra y vida del autor, y custodiar los originales, documentos, residencias y biblioteca del poeta. De ella depende el Centro de Estudios Juanramonianos que, entre otras funciones, cataloga los fondos propios de la Fundación y los estudios dedicados al poeta, ofrece material y becas para el estudio de su obra y organiza simposios, encuentros y cursos sobre Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí". Para este Año de Platero, la Fundación Zenobia Juan Ramón está preparando una edición completa de Platero y yo con un tiraje de 7,500 ejemplares que no se pondrán a la venta sino serán obsequiados a los que visiten los lugares emblemáticos del recorrido del poeta y su burrito, siguiendo lo que se ha denominado "La ruta de Platero". Los homenajes a Platero y su creador incluyen también, desde luego, a Zenobia Camprubí, la esposa del poeta, a cuyo amoroso cuidado debió tanto la
había conocido en Madrid tres años antes. Este suceso marcó una nueva etapa en su vida. En 1917 publicó Diario de un poeta recién casado y en segunda edición Platero y yo. Poco después aparecen Eternidades y Piedra y cielo. Su obra restante en verso y en prosa no hace sino confirmar el genio creador y la exquisita sensibilidad de uno de los más grandes poetas de habla castellana. Pero el galardón supremo llegó algo
precaria salud del poeta. Antes de conocerla, entre 1900 y 1915, JRJ había publicado: Nínfeas, Almas de violeta, Rimas, Arias tristes, Jardines colgantes, Poemas agrestes, Sonetos Espirituales y Estío. Aparte del notorio influjo becqueriano de Rimas, en los demás se percibe la tónica modernista. A partir de 1916 JRJ se aleja del modernismo en busca de una poesía más esencial y menos suntuosa. Ese año desposó a Zenobia Camprubí, a quien
Estatua de Platero en Casa Museo J.R.J. de Moguer.
tarde. El éxito y la tragedia fueron simultáneos. Su anhelada consagración universal coincidió con la más dolorosa experiencia que podía sobrevenirle. Cuando el 25 de octubre de 1956, Juan Ramón Jiménez supo que la Academia Sueca le otorgaba el Premio Nobel, su esposa, Zenobia Camprubí, internada en la Clínica Mimiya, de Santurce, víctima del cáncer, iniciaba ya su partida inexorable. Expiró tres días después. Pero Zenobia sí alcanzó a enterarse del Galardón otorgado a su esposo. Al respecto, Graciela Palau de Nemes ha escrito: "Al borde de la muerte, por cortesía de la Academia Sueca, Zenobia Camprubí se enteró, con anterioridad al anuncio oficial, que su marido, Juan Ramón Jiménez, era el ganador del Premio Nobel de Literatura de 1956. Por gracia divina y una fuerza de voluntad que distinguió a esta mujer en todos los actos de su vida, Zenobia sobrevivió una semana y disfrutó, después del anuncio oficial, del reconocimiento rendido a su marido y a ella". De este hecho también da testimonio Francisco Hernández Pinzón, sobrino del poeta, en un escrito titulado Zenobia y Juan Ramón en la trágica gloria del Premio Nobel". La partida de Zenobia ocurrió el 25 de octubre de 1956; la de Juan Ramón no tardó mucho. Se produjo el 29 de mayo de 1958. Pero en Moguer, en el colorido paisaje y bajo el bello cielo que en inefable prosa describió el poeta, Zenobia y Juan Ramón no están ausentes. Y los acompaña un memorable confidente: Platero.
Publicación cultural de “La Industria” Chiclayo-Trujillo (Perú), marzo de 2014
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Música
Christoph Willibald Gluck 1714-1787 Carmen Moral* l compositor bohemio-alemán Christoph Willibald Gluck nace hace 300 años el 2 de julio en Erasbach y muere en Viena el 15 de noviembre de 1787. Hay poca información acerca de su infancia y de su formación musical, lo que si se sabe es que estuvo en Praga y Viena entre 1728 y 1737, pero es en Milán bajo la tutela de Samartini que se perfecciona. Su primera ópera, Artaserse, con libreto de Metastasio es estrenada en Milán en 1741. La obra fue bien recibida por el público aunque en los ensayos fue criticada severamente por una selecta audiencia. En esta primera etapa de su carrera que podríamos llamar italiana, compone una veintena de óperas que son estrenadas tanto en Italia como en Alemania. Ellas corresponden a los principios de la ópera seria metastásica que resalta la virtuosidad de los solistas de su tiempo como los castrados Caffarelli o Monticelli y la soprano Vittoria Tesi con quien Gluck aprende el arte de vocalisar y de la melodía. Durante los diez años que aproximadamente dura esta etapa tiene también ocasión de ir a Londres donde encuentra a Haendel y escucha su música que lo marcará permanentemente. Por su lado Haendel tiene una pobre opinión de Gluck y emite el juicio lapidario de que "su cocinera sabía más contrapunto que Gluck." En la segunda etapa de su vida (1754-1770) lo encontramos en Viena. Allí es profesor de clavecín de María Antonieta, la futura reina de Francia, se lía de amistad con el conde Durazzo nombrado por la emperatriz
Volúmen 74 de La Gran Ópera Orfeo y Euridice de 1762 del compositor Christoph Willibald Gluck .
Christoph Willibald Gluck, compuso las óperas "Iphigenia en Aulide" (1774), Orfeo (1774 y Alceste (1776), consideradas como las más logradas por el compositor en esta etapa parisina.
María Teresa director general de espectáculos, conoce a su nuevo libretista el poeta y financiero Ranieri de Calzabigi y estrena tres grandes óperas Orfeo y Euridice (1762), Alceste (1767) y "Paride ed Elena" (1770). Célebre en toda Europa, condecorado como Caballero de la Espuela de Oro por el Papa, Gluck busca la consagración en París. Llega allí, a donde se ha hecho llamar en 1773 por su antigua alumna de clavecín María Antonieta que está a pundo de ser reina de Francia, e inicia la tercera etapa de su carrera. Decide entonces aplicar las ideas que tiene de la ópera que vienen germinando en él desde los tiempos de Viena con la cooperación de su libretista el poeta Ranieri de Calzabigi a quien, precisa Gluck, le debe la mayor parte de los conceptos del nuevo plan del drama lírico. Las óperas de esta etapa parisina puede ser consideradas como las más logradas del compositor. Ellas son: "Iphigenia en Aulide" (1774), Orfeo (1774 y Alceste (1776) y las adaptada de las versiones italianas
Armide (1777), "Iphigenia en Tauride (1779) y finalmente del mismo año "Echo y Narcisse" que no logró el éxito esperado. La estética que Gluck propone en el prefacio de Armide (y logra) para sus nuevas óperas consiste en concentrar la acción en tres actos y no en cinco, una obertura que prepare al oyente al drama que va a ser representado, suprimir el prólogo y el bajo continuo del clavecín así como los pasajes de virtuosidad vocal gratuita, suprimir también las interminables cadencias sobre una misma vocal (melismas) y al recitativo acompañado por el clavecín ( recitativo "secco") reemplazarlo por un recitativo acompañado por la orquesta. También preconiza la integración del ballet y el coro a la acción. El mérito de Gluck radica en haber llevado la teoría a la practica. Regresará a Viena en 1779 en donde permanecerá por el resto de sus dias. * Desde París