Barrios El barrio fue la unidad material y simbólica que ayudó a desplegar una narrativa identitaria. “somos de aquí”, decían sus habitantes, ya sean morrinos, cavanchinos, matarifes o de pueblo nuevo, entre tantos otros. El barrio fue como se dice en la jerga sociológica la comunidad imaginada. Pero a diferencia de la nación, los límites inventados y los materiales coincidían y estaban al alcance de la mano. Sólo bastaba moverse un par de metros más y se daba con el hito que señalaba el ingreso a la otra latitud, a la otra longitud. Se vivía el barrio apegado a la tradición oral. No se necesitaba, la escritura, como lo necesita la nación, ni la escuela, ni la prensa para unir a los miembros. Bastaba el altar de la plaza o de la esquina para
recrear la mitología fundacional del barrio. Era suficiente la camisa del club, el tótem del barrio, para objetivarlo y de paso cerrar filas en torno a sus mandatos. Barrio plaza Arica (Bernardo guerrero) Fines del siglo xix están los primeros antecedentes (primer nombre plaza Gibraltar) ubicación: en esa época estaba alejado de la ciudad a dos cuadras del “cementerio 1” (el cementerio se construía lo más lejos de la ciudad, hoy en día está dentro de la misma) no hay claridad de la fecha del cambio de nombre a la actual “plaza Arica” aproximadamente por 1910. Es un barrio que en sus comienzos y por su situación en la que estaba era un lugar de prostíbulos, de muchos conventillos, también muy cerca del matadero (sector muy popular) En el año 1933 se construye la capilla de plaza Arica, enfrente vivía la familia “gamboni” (una quinta) en una gran chacra, la familia se dedicaba a la venta de flores (por la proximidad al cementerio).
En ese lugar nació el partido demócrata cristiana. Aparte de ser un sector de mucha bohemia, era un sector de muchos obreros y funciono por mucho tiempo en forma clandestina el diario “el despertar de los trabajadores” (diario del partido comunista). Por lo tanto el barrio en si fue siempre una zona “roja” tanto por la bohemia y por los anarquistas y comunistas que habitaban en ese lugar. Es una zona que gracias a la iglesia que se construyó se empieza a convertir en un barrio donde los bailes religiosos que van a la fiesta de la tirana se concentran en este lugar y se despiden de la virgen de la capilla, por lo tanto si hay un elemento identitario que caracteriza a este barrio es la fiesta de “la tirana chica” (octava de la fiesta en el poblado).
Fundamentalmente son dos bailes los que históricamente están muy vinculados a la plaza Arica que son el “baile chuncho” y el “baile chino”.
A partir de los años 50’s se instala el club deportivo “la cruz” que hasta el día de hoy es un club de basquetbol que data del año 1923. 1934 en la calle Errázuriz en la casa de la familia “zagal” se funda el club deportivo “crisol” (uno de los club más importantes de beisbol). La vertiente deportiva y religioso-popular es clave en este barrio, que claramente está dado por la existencia de la iglesia y de la plaza por lo que lo hace ser un barrio muy dinámico y de mucha vida.
LĂmites del barrio son movibles. Oriente (21 de mayo) poniente (amunategui) sur (serrano) norte (esmeralda).
Club deportivo la cruz - 93 años A los de la cruz nos ha costado todo. Nada ha sido fácil para los de la franja negra. El barrio el colorado y luego la plaza Arica han sido nuestros territorios. Desde allí hemos construido nuestra épica y nuestra leyenda. Nos reconocemos en la cancha de asfalto, en el humilde tablero, en el aro sin mallas. A la hora señalada estamos en la cancha, que no es nuestra, que a veces hay que mendigar. Pero hemos provocado el milagro de estar, a pesar de tener todo en contra. Y cuando digo todo, es todo. Somos un club de éxodos y de moisés. Salimos de amunátegui con Videla y nos arranchamos en la plaza Arica en los años 50. En los 80 nos demolieron la sede y vagamos hasta que en el 2014 nos entregaron la sede que hoy tenemos en san Martín 1190.
“hay que hacer las cosas como las hace la cruz” se escucha en la diezmada familia del básquetbol. Y eso nos enorgullece. Nuestras paredes testimonian algo de nuestra historia y de los grandes que hicieron grande a Iquique. A los que vienen desde las series menores les enseñamos tres “verdades verdaderas”. Una que somos del 1923, otra que pertenecemos a un barrio popular y la tercera que nos pueden ganar, pero no es fácil derrotar a la cruz. La plaza Arica tiene los colores amarillo con negro. Y nuestra sede lucirá un mural con los hitos más importantes de nuestra historia. Con nombres fundamentales como Santiago White, mafalda schennoni, manuel ledesma, manuel silva, Guillermo michea, Orlando veliz, Edgardo barría. Y muchos y muchas más. Les corresponde a las nuevas generaciones prepararse para celebrar los cien años. La confluencia de apoderados, dirigentes, entrenadores, jugadores y socios hacen del proyecto la cruz una realidad indesmentible. Juntos hemos elaborado un modelo de gestión que nos permite mirar el futuro con optimismo. Engrandecer a la plaza Arica a través de la práctica del baloncesto es nuestro sueño que, poco a poco, vamos haciendo realidad. a los mejor los fundadores nunca pensaron que ese sueño del 9 de septiembre de 1923 permanece más vigente que nunca. Publicado en la estrella de Iquique, el 11 de septiembre de 2016
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