1
2
3
La Cebolla repite Aquellos que pensaban que las historias de la Cebolla Asesina habían llegado a su fin estaban equivocados. No importa cuánto tiempo pase, da igual lo peligrosas, violentas y sangrientas que sean sus aventuras, la Cebolla siempre repite. Es algo inevitable. Es su “maldito destino” y forma parte de su naturaleza. Aquella que es compartida por todos los superhéroes y antihéroes de tebeo que en el mundo han sido y que les obliga a enfrentarse, en contra incluso de su voluntad, a cualquier desdicha imaginable con tal de proteger, –incluso en contra de su voluntad, insistimos–, a sus semejantes, sean estos humanos, vegetales, robots, animalillos parlantes y otras criaturas bidimensionales. Por tanto, era cuestión de tiempo que la Cebolla regresase a nuestros quioscos y librerías para calmar 4
las ansias de sus admiradores y regalarles nuevas y trepidantes aventuras. El hecho de que en esta ocasión haya tardado más de lo deseable no es más que otra manifestación de la particular naturaleza de nuestro antihéroe. Quien esté familiarizado con la Cebolla Asesina gracias a sus álbumes anteriores, “La Cebolla Asesina contra todos” y “Los Siete Pecados Vegetales”, sabrá que este personaje se caracteriza más por su tendencia a la molicie y la holgazanería que al trabajo estajanovista o, lo que es lo mismo, de no haber sido por la situación geopolítica mundial de los últimos años y sus consecuencias en la economía y sociedad actuales, la Cebolla aún estaría en su refugio zaragozano intentando ganarle al parchís a Aguacate Joe.
Jaque a las torres El principio de esta nueva aventura de la Cebolla Asesina coincide con el cambio de siglo. Un turbulento momento caracterizado por el aumento desmesurado de las medidas de seguridad, la restricción de las libertades individuales, de las colectivas y la aparición de nuevos conflictos armados que han fortalecido aún más a los archienemigos de siempre, haciéndolos menos sutiles e infinitamente más dañinos. Banqueros, empresarios, directores de ETT, promotores inmobiliarios, vendedores de armamento y otros vegetales de similar calaña se aliaron con cadenas de televisión, emisoras de radio, periódicos y otros medios de comunicación para exprimir, hasta la última gota, los cerebros vegetales y conseguir aún más porción de ese
pastel (de verduras) que es el mundo de la Cebolla Asesina. Unos hechos que no tendrían la menor importancia de no ser porque tanta seguridad, tanta restricción y tanta sospecha, hicieron que la Cebolla Asesina acabase pasando una temporada a la sombra en la soleada Guantánamo. Lo que aconteció a raíz este lamentable suceso es algo imposible de describir por la crudeza de los vegetales encargados de su detención y posterior custodia. Mejor que sea el maestro javirroyo quien narre estas desdichas cebollinas que, además de ser el biógrafo oficial del personaje, lo hace a todo color. No demoren más la lectura de esta nueva aventura de la Cebolla Asesina. Seguro que les dejará con muy buen sabor de boca aunque, tratándose de este vegetal, tómense esa expresión como lo que es, una frase hecha. 5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
© de la presente edición: Blur Ediciones, S.L. © de las ilustraciones: Javirroyo © del prólogo: Eduardo Bravo Edita: Blur Ediciones, S.L. Abtao, 25 Interior Nave C T 91 434 81 78 • F 91 434 10 27 Otros títulos de Blur Ediciones disponibles gratuitamente on-line en: http://librosdeblur.blogspot.com Imprime: Artes Gráficas Palermo ISBN: 978-84-613-5170-1 Depósito Legal:
58
59
60