Catálogo Mario Carreño

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MARIO CARREÑO LA PERSISTENCIA DE LA LUZ

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MARIO CARREÑO

Museo Nacional de Bellas Arte Santiago de Chile

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Fundación Mario Carreño

Museo Nacional de Bellas Artes

Presidenta

Director museo Nacional de Bellas Artes

Mariana Carreño

Roberto Farriol

Agradecimientos

Agradecemos el importante apoyo de Itaú para la realización de esta exposición, así como al Museo Nacional de Bellas Artes y al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Vicepresidenta

Andrea Carreño

Secretaria Dirección

Verónica Muñoz Director Ejecutivo

Juan Campos

Coordinación de Exhibiciones Temporales

Directores

María de los Angeles Marchant Teresita Raffray Labbé

Edmundo Araya Gaspar Galaz Andrés Levine Sonia Quintana Drina Rendic

Comunicaciones

María Arévalo Cecilia Chellew Paula Cárdenas Diseño Gráfico

Lorena Musa Museografía

Ximena Frías Marcelo Céspedes Gonzalo Espinoza Mario Silva Carlos González José Espinoza Juan Carlos Gutiérrez Luis Carlos Vilches

Hacemos también un reconocimiento especial a todas las personas e instituciones que han colaborado para que esta exposición se lleve a buen término.

Denise Ratinoff. Rosita Lira Juan Guillermo Levine Patricio Kreutzberger Isabel Ropert Sr. Senerman Frida Senerman Boris Garafulic Ida González Sylvia Nudman Ancelov José Patricio Saire Berríos José Yuraszeck Clara Pollak

Instituciones Museo de Arte Contemporáneo, Santiago Fundación pablo neruda, santiago Vipac Compañía de Seguros

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Índice

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BORIS BUVINC G

Vicepresidente de Fundación Itaú

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speramos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Congreso Nacional que luce en su frontis lucarna o jaula elevada que no ofrece luz alguna y de donde un posible pájaro también ha volado. Sin embargo, incluye otros símbolos clásicomodernos de fácil traducción: el arco de Tito y un techo ceremonial o visera sujeta por un cordón de cañerías que deja ver el cielo y permite que pase la lluvia cuando los festejos invernales y la cuenta de mayo. La estructura se mantiene firme e inalterablemente constitucional-binominal gracias a unas colosales columnas huecas. Anotamos, asimismo, para que destaque la creatividad de La Sebastiana, el complejo en altura donde funciona el gobierno regional: la conocida torre

rematada por dos orejas rectas de concreto armado —iba a decir «congreso armado»— emulando la escafandra de Batman. Quien visite estas dependencias puede intentar la aventura de subir algunos pisos a pie. Corredores y pasillos oscuros repletos de desechos acumulados como en subsuelos de ciudad gótica o en las quebradas al aire libre de nuestro puerto. Realidades iguales y distintas rescatadas de la imaginación folletinesca puesta al día. Por cierto que la obra de Neruda no sólo merece la preocupación de ser difundida por los «agentes oficiales» designados para ello y por otros espontáneos «dirigentes del arte» de dudosa procedencia. La razón poética de la obra debe darse como ejemplo de una conducta desinteresada y puesta al servicio de los valores fundamentales del ser: libertad y verdad. Sin éstos no hay lenguaje ni palabras posibles.Cerro Florida.Esperamos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos

inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Congreso Nacional que luce en su frontis lucarna o jaula elevada que no ofrece luz alguna y de donde un posible pájaro también ha volado. Sin embargo, incluye otros símbolos clásicomodernos de fácil traducción: el arco de Tito y un techo ceremonial o visera sujeta por un cordón de cañerías que deja ver el cielo y permite que pase la lluvia cuando los festejos invernales y la cuenta de mayo. La estructura se mantiene firme e inalterablemente constitucional-binominal gracias a unas colosales columnas huecas. Anotamos, asimismo, para que destaque la creatividad de La Sebastiana, el complejo en altura donde funciona el gobierno regional: la conocida torre rematada por dos orejas rectas de concreto armado —iba a decir «congreso armado»— emulando la escafandra de Batman. Quien visite estas dependencias puede intentar la aventura de subir algunos pisos a pie. Corredores y pasillos oscuros repletos de desechos acumulados como

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ROBERTO FARRIOL

Director Museo Nacional de Bellas Artes

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speramos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Congreso Nacional que luce en su frontis lucarna o jaula elevada que no ofrece luz alguna y de donde un posible pájaro también ha volado. Sin embargo, incluye otros símbolos clásicomodernos de fácil traducción: el arco de Tito y un techo ceremonial o visera sujeta por un cordón de cañerías que deja ver el cielo y permite que pase la lluvia cuando los festejos invernales y la cuenta de mayo. La estructura se mantiene firme e inalterablemente constitucional-binominal gracias a unas colosales columnas huecas. Anotamos, asimismo, para que destaque la creatividad de La Sebastiana, el complejo en altura donde funciona

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el gobierno regional: la conocida torre rematada por dos orejas rectas de concreto armado —iba a decir «congreso armado»— emulando la escafandra de Batman. Quien visite estas dependencias puede intentar la aventura de subir algunos pisos a pie. Corredores y pasillos oscuros repletos de desechos acumulados como en subsuelos de ciudad gótica o en las quebradas al aire libre de nuestro puerto. Realidades iguales y distintas rescatadas de la imaginación folletinesca puesta al día. Por cierto que la obra de Neruda no sólo merece la preocupación de ser difundida por los «agentes oficiales» designados para ello y por otros espontáneos «dirigentes del arte» de dudosa procedencia. La razón poética de la obra debe darse como ejemplo de una conducta desinteresada y puesta al servicio de los valores fundamentales del ser: libertad y verdad. Sin éstos no hay lenguaje ni palabras posibles.Cerro Florida. Esperamos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Con-


FUNDACIÓN MARIO CARREÑO

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speramos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Congreso Nacional que luce en su frontis lucarna o jaula elevada que no ofrece luz alguna y de donde un posible pájaro también ha volado. Sin embargo, incluye otros símbolos clásico-modernos de fácil traducción: el arco de Tito y un techo ceremonial o visera sujeta por un cordón de cañerías que deja ver el cielo y permite que pase la lluvia cuando los festejos invernales y la cuenta de mayo. La estructura se mantiene firme e inalterablemente constitucional-binominal gracias a unas colosales columnas huecas. Anotamos, asimismo, para que destaque la creatividad de La Sebastiana, el complejo en altura donde funciona el gobierno regional: la conocida torre re-

matada por dos orejas rectas de concreto armado —iba a decir «congreso armado»— emulando la escafandra de Batman. Quien visite estas dependencias puede intentar la aventura de subir algunos pisos a pie. Corredores y pasillos oscuros repletos de desechos acumulados como en subsuelos de ciudad gótica o en las quebradas al aire libre de nuestro puerto. Realidades iguales y distintas rescatadas de la imaginación folletinesca puesta al día. Por cierto que la obra de Neruda no sólo merece la preocupación de ser difundida por los «agentes oficiales» designados para ello y por otros espontáneos «dirigentes del arte» de dudosa procedencia. La razón poética de la obra debe darse como ejemplo de una conducta desinteresada y puesta al servicio de los valores fundamentales del ser: libertad y verdad. Sin éstos no hay lenguaje ni palabras posibles.Cerro Florida. Esperamos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Congreso Nacional que luce en su frontis lucarna o jaula elevada que no ofrece luz alguna y de donde un posible pájaro también ha volado. Sin embargo,

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GASPAR GALAZ

Vicepresidente de Fundación Itaú

E

speramos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Congreso Nacional que luce en su frontis lucarna o jaula elevada que no ofrece luz alguna y de donde un posible pájaro también ha volado. Sin embargo, incluye otros símbolos clásicomodernos de fácil traducción: el arco de Tito y un techo ceremonial o visera sujeta por un cordón de cañerías que deja ver el cielo y permite que pase la lluvia cuando los festejos invernales y la cuenta de mayo. La estructura se mantiene firme e inalterablemente constitucional-binominal gracias a unas colosales columnas huecas. Anotamos, asimismo, para que destaque la creatividad de La Sebastiana, el complejo en altura donde funciona el gobierno regional: la conocida to-

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rre rematada por dos orejas rectas de concreto armado —iba a decir «congreso armado»— emulando la escafandra de Batman. Quien visite estas dependencias puede intentar la aventura de subir algunos pisos a pie. Corredores y pasillos oscuros repletos de desechos acumulados como en subsuelos de ciudad gótica o en las quebradas al aire libre de nuestro puerto. Realidades iguales y distintas rescatadas de la imaginación folletinesca puesta al día. Por cierto que la obra de Neruda no sólo merece la preocupación de ser difundida por los «agentes oficiales» designados para ello y por otros espontáneos «dirigentes del arte» de dudosa procedencia. La razón poética de la obra debe darse como ejemplo de una conducta desinteresada y puesta al servicio de los valores fundamentales del ser: libertad y verdad. Sin éstos no hay lenguaje ni palabras posibles.Cerro Florida. Esperamos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Congreso Nacional que luce en su frontis


GRETEL

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speramos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Congreso Nacional que luce en su frontis lucarna o jaula elevada que no ofrece luz alguna y de donde un posible pájaro también ha volado. Sin embargo, incluye otros símbolos clásicomodernos de fácil traducción: el arco de Tito y un techo ceremonial o visera sujeta por un cordón de cañerías que deja ver el cielo y permite que pase la lluvia cuando los festejos invernales y la cuenta de mayo. La estructura se mantiene firme e inalterablemente constitucional-binominal gracias a unas colosales columnas huecas. Anotamos, asimismo, para que destaque la creatividad de La Sebastiana, el complejo en altura donde funciona el gobierno regional: la conocida to-

rre rematada por dos orejas rectas de concreto armado —iba a decir «congreso armado»— emulando la escafandra de Batman. Quien visite estas dependencias puede intentar la aventura de subir algunos pisos a pie. Corredores y pasillos oscuros repletos de desechos acumulados como en subsuelos de ciudad gótica o en las quebradas al aire libre de nuestro puerto. Realidades iguales y distintas rescatadas de la imaginación folletinesca puesta al día. Por cierto que la obra de Neruda no sólo merece la preocupación de ser difundida por los «agentes oficiales» designados para ello y por otros espontáneos «dirigentes del arte» de dudosa procedencia. La razón poética de la obra debe darse como ejemplo de una conducta desinteresada y puesta al servicio de los valores fundamentales del ser: libertad y verdad. Sin éstos no hay lenguaje ni palabras posibles.Cerro Florida. Esperamos que esta imagen habitacional, diseñada por el mismo Neruda, no sufra cambios el día de mañana y no la conviertan en un rentable bloque de departamentos con vista al Pacífico. El mercado suele realizar sus trucos inconscientes. Y la autoridad de turno también. Ya hemos experimentado en la zona —en modesta escala— una línea de arquitectura hollywoodense: el estadio de Ben-Hur. Me refiero al Congreso Nacional que luce en su frontis

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“Llegado a aquel País Primaveral comprendí que todo era luminoso por obra de Mario Carreño, las peras y los plátanos, las mujeres y los rectángulos, la circulación de la sangre, las clases de geometría: todo reverberaba, todo se encendía por mano de pintor. El jugaba a la pelota con una gota de agua que se transformaba en naranja: ese era su oficio: tan ocupado estaba todo el día que era difícil hallarlo: se trasladaba a través de túneles, sobre bicicletas, en trenes de gran velocidad, hacia regiones que necesitaban grandemente la primavera, y allí llegaba con maleta y paleta a instalar la radiante alegría, la soberanía del fulgor. Enterado de sus procedimientos me dispuse a conducirlo a tierras de invierno, al Sur del Mundo, al implacable océano de Chile, a las enlutadas calles de Santiago, frente a la nieve. Me costó convencerlo: prodigaba aristas, laberintos, estilos para escaparse y quedarse en el País Primaveral. Hasta que como déspota de la Poesía con un ukase retroactivo lo condené a iluminarnos, a vivir entre nosotros para enseñarnos la luz de cada día. Aquí está.” Pablo Neruda

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Por cierto que la obra de Neruda no sólo merece la preocupación de ser difundida por los «agentes oficiales» designados para ello y por otros espontáneos «dirigentes del arte» de dudosa procedencia. La razón poética de la obra debe darse como ejemplo de una conducta desinteresada y puesta al servicio de los valores 33


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designados para ello y por otros espontáneos «dirigentes del arte» de dudosa procedencia. La razón poética de la obra debe darse como ejemplo de una conducta desinteresada y puesta al servicio de los valores fundamentales del ser: libertad y verdad. Sin éstos no hay lenguaje ni palabras posibles.

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MAESTRO SUTIL Juan Campos Reyes

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ario Carreño artista universal, miembro destacado de la vanguardia cubana, maestro de exquisita factura, nos habla en su arte de sutil composición -radiante, imaginativode la perfecta relación entre forma y contenido. Culto, refinado, siempre atento al devenir de la historia humana su sensibilidad acoge las vanguardias contemporáneas, las amplía y las hace suya con una mirada íntimamente latinoamericana; su vuelo poético transforma la materia natural en pura metáfora visual. Inquieto, viaja por el mundo llevando la luz de su tierra natal para dejarla como un legado de belleza eterna en todos aquellos lugares que tuvieron el privilegio de su residencia, intuitivo sabe dar forma a un lenguaje plástico de valor nacional y universal . La excelencia en la obra de Mario

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Carreño vuela desde el clasicismo renacentista donde las formas son claras y depuradas, se detiene en un expresionismo rutilante en sus colores contrastados y reinicia un viaje en el que la conquista magistral de las formas es sustituída por componentes no figurativos, geométricos, gira sobre su espacio expresivo hacia un surrealismo enigmatico donde una cabeza deviene en lira y lo natural es una ensoñación, inquieto, vuela nuevamente y pinta, pinta hasta la metáfora absoluta, donde su vigor creativo da forma a una pintura grácil y luminosa, cuya sonoridad arquitectónica define el espacio y su estructura; y la luz su densidad. Artista sencillo en su diálogo con el ser humano prodiga armonía y contenido, nunca cae en la anécdota fácil y lo trascendente está envuelto en los paños de la honestidad, que es la esencia del sentir profundo. Conocedor del significado emocional de los

colores su arte diligente nos invita en un gesto amable y cordial al deleite reflexivo. Mario Carreño viajero esencial, pintor fecundo, docente, amigo y padre de familia, amanece al mundo en junio de 1913 y emprende su último viaje en diciembre de 1999.


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