¡Naturaleza! ¿Estás sóla?

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Álvaro Negro ¡Naturaleza! ¿Estás sola?



Álvaro Negro ¡Naturaleza! ¿Estás sola? 2009 - 2011 vídeo 1920x1080 HD color, sonido estéreo, instalación multicanal 7 pantallas


O Barrio

Nigoi Escarís

Sesto

Parafita

Xustín

A Aldea Grande

Carracedo Marcenlos

A Amarrelle O Carballal

Torreboredo

O Arnado

A Umia

Trabadela

Muras

Pumares

Rozados

Guitón A Canda

Filgueiras

Quintillán

Xestás

Abragán Nodar

Souto A Toxeira

O Outeiro Os currelos A Sagrada A Agrela Fragoso Barro Bugalleira O Coto As Quintas Xubrei Monteagudo

A Portela

Levoso A graña de Cabanelas As Casetas Cabanelas O salgueiro

O Montillón de Arriba

Vilaboa

Córneas

Chamosa

San Torcado Cortegada

As Rabadeiras

Sabucedo

A Mámoa

Forcarei




¡Naturaleza! ¿Estás sóla?, sinopsis del proyecto No hay naturaleza, sólo sus efectos Jacques Derrida

Introducción. El lugar del rito y la representación como ritual

cultórica Rückriem y su interacción con el lugar. En un principio se partió desde premisas de carácter documental, pero pronto

El proyecto ¡Naturaleza! ¿Estás Sóla? se centra en el lugar de

emergió una visión más abstracta y formalista que se manifiesta

Monteagudo, un paraje en el interior del rural gallego en el que el

a través del encuadre, del cómo se presenta el motivo, así las

artista alemán Ulrich Rückriem ha instalado un conjunto escultó-

esculturas funcionan en la película como hitos abstractos sobre

rico compuesto por cuatro piezas de granito de gran formato dis-

los que componer y fijar una estructura en el paisaje.

tribuidas en diferentes puntos estratégicos del espacio. La estela,

la primera que se divisa, se implanta en el terreno como una puer-

seía cualidades desde las que trabajar cuestiones estéticas que

ta al robledal y da entrada a un sendero de tránsito que nos lleva

ya se intuían en trabajos previos como Sauces y piedras o Re-

hacia la segunda escultura, la columna, en la salida del arbolado.

loj y Pájaros1, dos obras que son un claro precedente de este

Ambas tienen ese carácter de señalización que nos remite a la an-

proyecto y donde los paisajes históricos de la utopía moderna

tigua funcionalidad de los menhires en las culturas megalíticas,

ya sólo destilan cierta “ironía romántica”. Y es que hay algo

también situados en los laterales de los caminos. Las otras dos

común a las localizaciones en mi obra videográfica, algo que in-

piezas, un cubo y un relieve de suelo, se sitúan en la parte baja

cluso puede parecer contradictorio, suelo escoger espacios que

del prado, sobre un promontorio que parece una pequeña plaza

me permiten construir una mise-en-escène más conceptual que

delimitada por muros de piedra y la vegetación que la circunda.

física, pero simultáneamente también me atrae que su presen-

A lo largo de más de dos años visité Monteagudo con la

cia material sea poderosa, es decir, que sean espacios donde se

intención de realizar una película basada en la intervención es-

perciben sensaciones entre lo etéreo y lo pesado, lo físico y lo

Desde el primer día de grabación intuí que el espacio po-


metafísico, y donde su morfología aún contiene ciertas huellas históricas o antropológicas. En el caso de Monteagudo es obvio que desde tiempos antiguos ha sido un lugar de rituales donde aún hoy se celebra anualmente una romería en honor a San Blas, en una pequeña capilla que rodean los fieles en procesión con el ^ Monteagudo, Romería de San Blas

santo a hombros. Apunto esto porque no debemos olvidar que el rito y el culto, sea pagano o religioso, han estado desde un principio íntimamente ligados a las fuerzas de la naturaleza y su representación, y aquí el arte ha jugado su papel. Las propias esculturas de Rückriem parece que vinieron a completar el conjunto de signos para el ritual que allí se erigen, como el cruceiro, que atestigua que en ciertos sitios aún el hombre entiende lo que dice la piedra.

El hecho es que la cercanía del lugar me permitió traba-

jar sin ningún tipo de plazos e hizo que el proyecto pudiera ser


^ Fotogramas 27.11.2010

mucho más ambicioso que en trabajos anteriores. Las visitas se fueron repitiendo y la película fue creciendo hasta que Monteagudo se convirtió en mi particular Sainte-Victoire, en “el motivo”. Hago referencia a la montaña de Cézanne porque pueden establecerse ciertos paralelismos respecto a la actitud y estética de los impresionistas, como en los planos donde los fenómenos naturales agudizan los efectos de luz y color. Pero sin haber evitado dichas similitudes tampoco se han exagerado, es decir, ni han sido el punto de partida ni de llegada. Cualquier celebración impresionista del instante congelado se rompe por la propia dinámica de la película, que en esencia es cinematográfica y por lo tanto temporal. En cualquier caso asumo el carácter visual de la representación, ese dar-a-ver, pero incluyendo también su acepción performativa, es decir, antes que la visión está la representación en cuanto proceso ritual que se origina en la interacción

^ Ulrich Rückriem, Estela, granito rosa porriño, 320 x 160 x 60 cm


entre cuerpo y entorno. Si algunas de las imágenes oscilan por momentos hacia la esencia de otros géneros artísticos diría que predomina lo escultórico, y no porque la obra de Rückriem sea ^ Ulrich Rückriem, Cubo, detalle del corte interno

protagonista, sino porque el proceso de conformación y edición del material cinematográfico se ha trabajado más como un corte en la piedra que como una pincelada sobre el lienzo. Paralelismos entre forma y concepto, analogías con la obra de Rückriem (lógica modular). Cuestiones sobre la forma (el encuadre ) y la duración (el bloque de tiempo) Ulrich Rückriem aprendió de joven el oficio de la cantería, de ahí se deducen sus conocimientos de la piedra y de sus caracte-

^ Ulrich Rückriem, Illustrationen zu einem Denkmal, 1982

rísticas, lo que le sirve para pensar “desde el bloque” según es extraído de la cantera y decidir los cortes, tanto externos como internos, los cuales crean una estructura modular que volverá a recomponerse como unidad en el emplazamiento final. Estas marcas del proceso son la huella y fundamento de la unión entre


Ulrich Rückriem, Columna, granito rosa porriño, 550 x 100 x 100 cm >

forma y concepto en la obra del escultor alemán. En mi proyecto he buscado ciertas analogías con el modo en que Rückriem diseña y esculpe la piedra, pero en mi caso la materia es la imagen fílmica y “el bloque” a descomponer es la duración, reunificada como forma-tiempo en la instalación final en la sala de exposiciones. Me explico con más detalle a continuación.

Por un lado está el aspecto más formal, la composición

del encuadre, de como situar en el plano las esculturas como figuras respecto al fondo-paisaje atendiendo a esa lógica modular de Rückriem. De ahí surge un sistema donde se repiten planos geométricos que por analogía establecen un sistema de relaciones entre figura y fondo, entre las esculturas y el paisaje: cuadrado o rectángulo centrado dentro de plano, encuadre a tres bandas verticales con alternancias entre el fondo-figura, etc. Esta sistematización ayudó a las transiciones entre planos, como por ejemplo cuando se visualizan las cuatro caras del cubo o la columna de una manera simétrica, o cuando se funden las dos caras de la estela –la que está a la luz y la que está en som-


^ Fotogramas 25.05.2009 > 07.05.2010


^ Fotogramas 24.11.2010

bra–. Fue una manera de rodear las esculturas, de invocar el

juego de repeticiones que también podría compararse a la idea

movimiento sin la necesidad de mostrarlo, pues en paralelismo

de variación musical.

al hieratismo de las esculturas la cámara nunca se mueve, todos

los planos de la película son estáticos, así la descripción general

ya se intuye en lo que acabo de decir respecto a la descompo-

del espacio se va encadenando mediante transiciones que son

sición modular de la obra, pues la subdivisión espacial también

elipsis de los movimientos espaciales y de su transcurso tem-

supone la de su duración. Digamos que Monteagudo es una obra

poral. Finalmente esta sistematización modular del encuadre

hecha en el tiempo y con el tiempo. La división en varios módu-

se acentúa y concluye con la instalación final de la obra en la

los-capítulos atiende a una lógica cronológica que proviene del

sala de exposiciones, al descomponer la temporalidad de la pe-

propio proceso de filmación. Una vez realizadas las primeras

lícula en siete pantallas el espectador tiene la oportunidad de

grabaciones, en mayo del 2009, se realizó una primera edición

ver simultáneamente el mismo motivo, con el mismo encuadre,

que sirvió para establecer las pautas formales, y así, en las su-

pero en diferentes temporalidades. Es él el que el con sus mo-

cesivas etapas, se repitió el modus operandi de filmar y editar,

vimientos, con su elección a la hora de mirar-moverse, el que

filmar y editar, de tal suerte que cada vez se disponía de una

establece nuevas conexiones y construye su propia experiencia

mayor memoria de lo ya registrado, lo cual servía de hilo con-

espacio-temporal según transita por la instalación. Es como un

ductor desde el que seguir “esculpiendo” el tiempo, proceso que

Por otra parte está la cuestión temporal, cuya importancia



llegó hasta que hubo una conciencia de punto final, ya a finales

de 2011.

“Si detecto que hay alguna energía en el plano ya no puedo cortar-

Las sucesivas etapas en el rodaje marcaron de una manera

lo, hay alguna ley que lo impide, una ley de la imagen […] ¿Cómo

natural los puntos de corte en el bloque temporal de la película,

conseguir contar una historia sin ilustraciones? ¿Cómo hacerlo so-

sin embargo la dificultad mayor radicó en establecer la duración

lamente con energía, con tiempo?”2

exacta de cada plano. La propia naturaleza del motivo, unas esculturas estáticas, hacía que la acción en la película se redujera

A estas preguntas sólo puedo responder con las propias imá-

a lo que proporciona la naturaleza: un halo de luz que se filtra

genes de Monteagudo. Efectivamente esa energía de la imagen

momentáneamente entre los árboles, una sombra que tiembla, la

sólo es posible mediante la interacción ritual con el lugar, con el

lluvia o una nevada que lo va cubriendo todo de blanco, el des-

ejercicio paciente de situar la cámara y esperar a que esa energía

hielo, un sonido, etc. Pero más allá del paisaje, de las esculturas,

empiece a manifestarse, no hay más truco a la hora de cortar el

¿que es lo que realmente se visualiza en esta imágenes?, pues

bloque, esculpir el tiempo. Ya lo dijo Novalis: “el arte es el

la propia duración, el paso del tiempo marcado por la acción de

cumplido de la naturaleza, es el intercambio de dos soledades

la meteorología y el ritmo de las estaciones, y aunque las guías

en la certeza de que Grecia se muere” 3. De ahí la pregunta

que marcaban el principio y final de cada plano pudieran parecer

que se lanza al aire en el título de este proyecto.

azarosas realmente atendían a una intuición, a una atención, que no puede describirse mejor que con estas palabras del cineasta ruso Sergei Dvortsevoi, las cuales hago mías:

Álvaro Negro, Lalín, 1 de abril de 2014


Escena de La mirada de Ulises > Theo Angelopoulus, 1995

Sauces y piedras > 2009, vídeo HD 1920x1080, color, sonido estéreo, 4’ 43’’

Reloj y pájaros > 2009, vídeo HD 1920x1080, color, sonido estéreo, 5’ 31’’


Notas al texto: 1 Sauces y piedras y Reloj y Pájaros (2009) son dos obras videográficas filmadas en Strandbad Wannsee, la playa fluvial berlinesa diseñada por los arquitectos de vanguardia Richard Ermish y Martin Wagner en 1929. En ambas obras se entrecruzan referencias al paisaje romántico y la utopía de la modernidad, pero desde un punto de vista donde los juegos de repetición-variación tanto de la imagen como la banda sonora crean cierta sensación de ambigüedad respecto al motivo, como si se entremezclara lo nostálgico con lo irónico, es decir, se respira el aroma de la “ironía romántica” cuyos orígenes se remontan a la poesía de Schegel, Novalis, o la filosofía de Fichte, Schelling y Hegel. A partir de ella emergió una dialéctica de opuestos, una continua oscilación entre estados: instinto y propósito, consciente e inconsciente, etc., que derivarán hacia la toma de conciencia de la naturaleza dual del sujeto, lo que supone el primer paso hacia su disolución. 2 Citado en De piedras y fisuras. El cine de Sergei Dvortsevoi, por Ramiro Ledo en BLOGS&DOCS, 09.09.2008 http://www.blogsandocs.com/?p=253 3 La cita de Novalis con la que termina el texto encuentra su ilustración cinematográfica en la película de Theo Angelopoulus La mirada Ulises, particularmente en la escena donde el protagonista A. (Harvey Keytel) viaja en taxi hacia la frontera albanesa de Skopje, pero una tormenta de nieve les detiene y el taxista dice que hay que saber “escuchar la nieve”, es decir, encarna ese sujeto de Novalis que es consciente de la soledad de ambos, de él mismo y de la naturaleza. Finalmente, en un gesto entre solidario y cómico, se dirige hacia el paisaje y le arroja una galleta a modo de convite. Pero el paralelismo con Novalis comienza antes, cuando sella su amistad con A. invitándolo a un trago y se lamenta amargamente de “la muerte de Grecia”. De nuevo “la ironía romántica” ante la decadencia de “un pueblo”, de un modo de civilización y de su sujeto. Mi título ¡Naturaleza! ¿Estás sóla? hace alusión directa y homenajea esta escena odiseica que condesa en sí misma toda una tragicomedia. © Álvaro Negro, todas las imágenes exceptuando los fotogramas de La mirada de Ulises.










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