ÁMBITOS Revista Andaluza de Comunicación Nº 7-8
2er Semestre 2001 - 1er Semestre 2002
Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación Departamento de Periodismo
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN UNIVERSIDAD DE SEVILLA
ÁMBITOS Revista Andaluza de Comunicación Director: Ramón Reig Consejo Asesor Dr. Ignacio Aguaded, Universidad de Huelva Dr. José Ignacio Armentia, Universidad del País Vasco Dr. Kevin G. Barnhurst, Universidad Illinois, Chicago (USA) Dr. Mariano Cebrián Herreros, Universidad Complutense (Madrid) Dr. Bernardo Díaz Nosty, Universidad de Málaga Dra. María Pilar Diezhandino, Universidad Carlos III (Madrid) Dra. Paulina Beatriz Emanuelli, Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) Dr. Javier Esteinou Madrid, Universidad Autónoma Metropolitana (México, D.F.) Dr. Antonio Laguna Platero, Universidad Cardenal Herrera-CEU-San Pablo (Valencia) Dr. Xosé López García, Universidad de Santiago de Compostela Dr. Juan Maciá Mercadé, Universidad CEU-San Pablo (Madrid) Dr. Jose Marques de Melo, Cátedra UNESCO en la Universidad Metodista de Sao Paulo (Brasil) Dr. Jesús Martín-Barbero, Fundación Social, Bogotá (Colombia) Dr. Marcial Murciano, Universidad Autónoma de Barcelona Dr. José Manuel de Pablos Coello, Universidad de La Laguna Dra. Montserrat Quesada, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) Dr. Miquel Rodrigo Alsina, Universidad Autónoma de Barcelona Consejo de Redacción Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación: Dr. Ramón Reig (Director), Dra. María José Ruiz Acosta (Secretaria Académica), Dra. Aurora Labio Bernal (Secretaria Académica de Redacción), Dr. Miguel Montaño Montaño, Dra. Margarita Pérez de Eulate Vargas, Dra. Pastora Moreno Espinosa, Dr. Jesús Troncoso García, Dr. Javier Ronda Iglesias, Dr. Miguel Bobo Márquez, Concha Langa Nuño, María Dolores Otero Castelló, Rosa María Rodríguez Cárcela, Manuel Ruiz Romero, José Antonio Vela Montero, Ramón Sarmiento Guerrero, María José García Orta. Colaboradores: Francisco Flores Soler, Gabriel García Hernández, Antonio Manfredi Díaz, Carmen Egea Santiago. Responsable de Ambitos en Internet: María José García Orta. Editan - Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación (Departamento de Periodismo, Universidad de Sevilla) - Asociación Universitaria Comunicación y Cultura Dirección Facultad de Ciencias de la Información C/ Gonzalo Bilbao, 7-9. 41003 Sevilla (España) Teléfonos: 95/448 60 62, 95/448 60 59, 95/448 60 47. Fax: 95/448 60 85, 95/448 60 87 E-mail: ambitosrev@yahoo.es E-mail: mjruiz@us.es E-mail: ramonreig@us.es Dirección en Internet: http://www.ull.es/publicaciones/latina/ambitos/ambitos.htm Distribuye: Centro Andaluz del Libro Polígono La Chaparrilla Ctra. Sevilla-Málaga, km. 3,7, parcela 34-36 SEVILLA Tel. 95 440 63 66 Diseño y Maquetación: Estrella Gómez Montaño © Los Autores © Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación Imprime: Gráficas Los Palacios Avda. de Utrera, 1. 41720-Los Palacios (Sevilla) I.S.S.N.: 1139-1979 Depósito Legal: SE-1362-2002
ÍNDICE
COMUNICACIÓN-MUNDO Nuevos perfiles de los periodistas en la sociedad de la información Dr. Xosé López ......................................................................................................................
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Teorías e Investigación de la Comunicación en América Latina. Situación actual Dr. M.C. Gustavo A. León Duarte ....................................................................................... 19 El concepto de la comunicación: El cristal con que se mira Dr. José Cisneros ................................................................................................................... 49 Mantengamos la utopía: la Red es nuestra Dr. J.M. de Pablos Coello, Dr. J. Pestano Rodríguez, C. Mateos Martín ....................... 83 Las Tecnologías Emergentes como Soportes de Conocimiento: el Libro Digital Dr. José Manuel Pestano Rodríguez .................................................................................... 95 Peculiaridades del editorial ante acontecimientos que marcan la historia. El caso de los editoriales del 12 de septiembre de 2001 M. Ángeles Fernández Barrero ............................................................................................. 117 Mecanismos básicos de la propaganda de guerra en los medios informativos. El ejemplo de Kosovo María José García Orta ....................................................................................................... 137 La Glocalización de la Comunicación Sonia Fernández Parrat ........................................................................................................ 151 Importancia de la Gestión de la Comunicación en periodos de Crisis Empresariales Dra. Mª Luisa Sánchez Calero ............................................................................................. 165 La estructura argumentativa de un tipo particular de discurso jurídico. El caso de cuatro demandas de reivindicación territorial mapuche (IX Región-Chile) y la construcción de la identidad reivindicativa Carlos del Valle ..................................................................................................................... 181 Razones históricas de la imagen del ejército ante la sociedad española (desde la guerra de Cuba a nuestros días) Dr. Fernando Ramos ............................................................................................................. 197 Gacetas españolas de los Países Bajos en el siglo XVII: La Gazeta de Amsterdam y Noticias Principales y Verdaderas Dr. Javier Díaz Noci ............................................................................................................. 215
El periodista científico y el psicólogo de la comunicación: su papel en la transmisión de mensajes científicos a través de los medios de comunicación de masas Juana María Gila Ordóñez, Fátima Rodríguez Barrera, Dra. Ana Guil Bozal .............. 239 Discapacidad y medios de comunicación; entre la información y el estereotipo Francisco Perujo Serrano ..................................................................................................... 249 ANDALUCÍA Y LA COMUNICACIÓN Prensa política en la Transición. Andalucía según El Socialista (1977-1982) Manuel Ruiz Romero ............................................................................................................. 281 La actualidad informativa del “corazón” desde la especialización periodística: El periodismo rosa de Contraportada (Canal Sur Televisión) Concha Pérez Curiel ............................................................................................................. 305 La Prensa en la Segunda República: breve aproximación como contexto vital de don Diego Martínez Barrio Rafael Guerrero Moreno ....................................................................................................... 327 Notas sobre psicoanálisis, literatura y comunicación. Algunas consideraciones a propósito del amor en la novela Cuaderno de viaje de Salvador Compán Ramón Sarmiento .................................................................................................................. 339 Aproximación al estudio de la Prensa Local de Barrio en Sevilla Ana Gómez Mendo ................................................................................................................ 351 Miguel A. Yáñez Polo, fotosurrealista metafísico Miguel B. Márquez ................................................................................................................ 371 RESEÑAS Informe Anual de la Comunicación 2000-2001, Aurora Labio Bernal ......................... El éxtasis cibernético, Aurora Labio Bernal ..................................................................... Evaluando la comunicación política electoral, Manuel Ruiz Romero ........................... El periodismo herido, Ramón Reig .................................................................................... En busca de una historia de la Autonomía Andaluza, José Antonio Vela Montero ... Historia y Medios de Comunicación en Andalucía, José A. Vela Montero ................. El medio televisivo a debate, María José Ruiz Acosta .................................................... Medios de Comunicación y Nuevas Tecnologías, María José García Orta ................. Nuevas Tecnologías de la Información en Sevilla, María José Ruiz Acosta ...............
387 388 389 392 394 396 400 402 408
Normas de Publicación ....................................................................................................... 409 Dirección de Ámbitos en Internet ..................................................................................... 410
COMUNICACIÓN - MUNDO
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 7-18)
Nuevos perfiles de los periodistas en la sociedad de la informacion Dr. Xosé López Profesor Titular de Periodismo. Departamento de Ciencias de la Comunicación. Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Santiago de Compostela
RESUMEN Los importantes cambios que se han producido en el hipersector de la comunicación en los últimos veinte años no sólo han obligado a los periodistas a “ponerse al día” para trabajar con las herramientas de la actual generación, sino que han definido nuevos perfiles profesionales. El nacimiento de nuevos medios, con Internet como paradigma de la comunicación “total”, ha provocado la necesidad de experimentar con lenguajes, formatos,... Los periodistas, sobre todo aquellos que han optado por la formación continua para la adquisición de los conocimientos precisos para su trabajo en la denominada Sociedad de la Información, han tenido que adentrarse en la digitalización, en las secretos de la programación informática, en la interactividad, en las claves de la multimedia... Fue así como un número importante de periodistas han conquistado posiciones en un terreno inicialmente reservado a los tecnólogos. Su apuesta ha marcado el inicio de un camino que tiene en la formación con nuevos perfiles, que aportarán las Facultades de Ciencias de la Comunicación, y en la educación continua sus dos principales instrumentos para la superación con éxito de los desafíos del futuro. Después de los cambios hechos en los planes de estudios durante los últimos años, se abre una nueva etapa de actualización de los programas en el marco de la Unión Europea. Las Facultades de Ciencias de la Comunicación intentan ganar el nuevo desafío con una oferta de calidad que tenga en cuenta los nuevos perfiles profesionales y las demandas del mercado sin perder de vista el objetivo de la Universidad: formar profesionales que sepan pensar, que conozcan y entiendan el funcionamiento de la sociedad, que sepan investigar y que tengan preparación para trabajar en la sociedad en que viven. ABSTRACT The important changes developed in the hypersector of communication during the last twenty years not only compelled journalists to ‘update themselves’ to work properly with the tools of the current generation, but they also were forced to define new professional profiles. The birth of the new media, with the WWW as the paradigm of the ‘total’ communication, has provoked the need to test languages, formats... Journalists had to get into digitalization, the secrets of computering, interactivity, multimedia keys, etc. Above all, those who have chosen a continuated education to adquire the accurate knowledge for their work in the Information Society. This was the way in which many journalists conquered positions in a world initially thought for technologists. Their attempt was the start point for a path in which the fomation of new professionals profiles, in the Communication Sciences faculties, and the non-stop education are the most important tools to overcome the future challenges. After several changes operated in the programmes of studies in the last years, we open a new phase to actualise them in the European Union.
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The Communicacion Sciences faculties try to face these challenges with a valuable offer which take into account the new professional profiles and the market demands, without loosing the University objetives. These objectives deals with the education of professionals to make them think, to know and understand the running of our society, to help them to know how to research and to work in the society they are living in. Palabras claves: Periodismo/Formación/Sociedad de la Información/Perfiles profesionales. Key Words: Journalism/Education/Information Society/Professional Profiles.
1.- Introducción l siglo XXI acogerá, en su primera década, la fase de madurez del periodismo en Internet o, mejor, del periodismo en línea. La red de ordenadores nacida en los años sesenta en el ámbito militar ha alcanzado en el último tercio del siglo XX la categoría de herramienta cotidiana gracias a la World Wide Web (WWW). Fue a partir de ese momento cuando Internet comenzó a cautivar a buena parte de los medios de comunicación tradicionales, que, en la última década del pasado siglo, iniciaron el vertido de sus contenidos a la red. Era el principio de un auténtica aventura, con un camino salpicado de interrogantes, desafíos y deseos. Desde el primer momento, pocas empresas de comunicación tuvieron intención de quedarse al margen de los planes dirigidos a colocar la oferta de contenidos en la telaraña mundial. A pesar de la existencia de un tímido y fugaz debate entre los partidarios y los contrarios a estar en la red, lo cierto es que los estrategas de los principales grupos de comunicación vieron en el nuevo medio una vía para la ampliación de sus canales de difusión y la posibilidad de convertirse en medios con una proyección mundial. No tenían muy claro el cómo y el cuándo, pero sospechaban que no podían desaprovechar la oportunidad que se presentaba. Aunque durante los primeros años de popularización de Internet (finales de la década de los ochenta y comienzos de los noventa del pasado siglo) algunos medios retrasaron su presencia en la red, los avances tecnológicos, las iniciativas de algunos grupos de comunicación que dieron los primeros pasos en la red y las experiencias de empresas surgidas para la difusión de productos periodísticos en Internet contribuyeron a una explosión de la oferta de información. En esos momentos, muchos grupos acudieron a la llamada de la telaraña mundial simplemente para la proyección de su imagen, mientras otros, los menos, destinaron dinero para la experimentación con productos que tuviesen en cuenta las características del nuevo medio. La convergencia entre las telecomunicaciones, la informática y los contenidos auguraba futuro a las iniciativas que con uno u otro fin surgieron con fuerza. Y, a pesar de las numerosas dudas que planeaban sobre el éxito económico de los proyectos a
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corto y medio plazo, el mundo financiero respaldó los proyectos más ambiciosos y los ensayos de los laboratorios de los grupos más innovadores. El apoyo a varios proyectos de Silicon Valley, especialmente al San José Mercury News, primero en el campo del periodismo que tuvo extensión en Internet (www.mercurycenter.com), contribuyó a la multiplicación de iniciativas en distintos países. En cambio, la mayoría de los periodistas miraba de reojo el nuevo cambio que se anunciaba. La sombra provocada por las dificultades que afloraron durante la informatización de las redacciones era alargada, aunque ciertamente no afectaba a todos por igual. Algunos periodistas jóvenes que habían nacido con la informática advirtieron que el periodismo tenía que estar en Internet. Y, con algún conocimiento y mucha ilusión, se lanzaron a la conquista de la red de redes. Fueron los pioneros de eso que hoy llamamos periodismo en línea (periodismo electrónico, periodismo telemático o periodismo digital, según denominaciones empleadas actualmente por los autores para referirse al mismo fenómeno). 2.- Grandes empresas El panorama actual del hipersector apunta a que, superada la fase de experimentación con el nuevo medio de comunicación, vivimos ya bajo la alargada sombra de la comunicación ciberespacial. Las redes telemáticas afectan cada día que pasa a más personas en el mundo y las previsiones apuntan que se trata de una tendencia imparable. Las empresas confían en sus posibilidades y buscan fórmulas para aumentar su tamaño a fin de afrontar las grandes inversiones y competir con éxito. Buena prueba de esta apuesta la tenemos en las últimas fusiones, acuerdos y adquisiciones de empresas. El acuerdo entre AOL y Time Warner, alcanzado en los últimos compases del siglo XX, ha reforzado la idea de que el panorama económico mundial está dando un vuelco como consecuencia de que la informática, las telecomunicaciones y los contenidos han alcanzado un alto grado de integración. El principal grupo de comunicación no para de crecer, al igual que los otros grandes consorcios del sector. La absorción de Universal por Vivendi-Canal Plus y la adquisición de la canadiense Seagran por parte del grupo francés permitió el nacimiento de Vivendi Universal, segunda empresa de comunicación y el principal grupo europeo del sector, capaz de competir con los principales emporios norteamericanos. La carrera por el tamaño sigue. Las principales industrias culturales consideran que el paradigma de la nueva empresa es el multimedia y tratan de liderar los mercados de prensa, radio, televisión, Internet, mundo editorial, mundo discográfico, producción televisiva, producción cinematográfica,... Todos entienden que el mundo global es su zona de actuación y buscan acuerdos con empresas de la nueva economía (fabricantes de informática, operadoras de telefonía,..). Comparten con las tecnológicas el interés por los contenidos, que siempre aportan influencia, y buscan las fórmulas que aporten más capitalización y liquidez.
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En los despachos de los ejecutivos de estas empresas hay propuestas para todos los gustos. Las negociaciones para alcanzar nuevos acuerdos están al orden del día. A final del año 2000 conocimos un proyecto para establecer la colaboración entre dos gigantes de la comunicación: Microsoft Corp. y News Corp. El objetivo era la televisión por satélite y la aplicación de la interactividad en este medio. Otros proyectos tan ambiciosos como los citados esperan en los laboratorios el momento oportuno para salir a la luz. Como telón de fondo de los movimientos en el hipersector está la innovación tecnológica. En el año 2001 ya disponemos de datos para afirmar que la innovación tecnológica como motor del cambio no sólo es una bonita metáfora, sino que refleja el camino que sigue el escenario de la comunicación del siglo XXI. La revolución tecnológica en curso avanza en los distintos ámbitos de la sociedad y nos sitúa en un terreno, el digital, que convierte viejos sueños en realidades palpables cuyo impacto social anuncia el nacimiento de una nueva era. Muchas cosas que ayer llamábamos futuro, hoy ya ni siquiera son presente. Pertenecen al pasado de un mundo en el que los lentos encuentran cada vez más problemas par moverse con éxito. Los hechos indican que no sólo ha surgido una nueva forma de entender la economía, que enriqueció a algunos de sus pioneros, sino que adelanta algunos síntomas de la revolución mediática que se acerca. A pesar de las sombras que planean sobre la nueva economía, la industria del hipersector de la comunicación confía en el día después de la transición de la sociedad industrial a la sociedad en red. 3.- Desafíos comunicativos Este proceso de profundas transformaciones en el hipersector y en la sociedad presenta, sin embargo, claroscuros. No todo son buenas noticias de nuevos ricos, nuevos medios o nuevas formas de comunicar. Aunque el tecnoglobalismo nos deslumbra con facilidad, especialmente mediante llamativas metáforas sobre el nuevo panorama que se acerca, lo cierto es que existen muchas dudas sobre las bondades del nuevo escenarios. Internet, la red que algunos presentaron como un nuevo territorio de libertad, es ya un elemento más del sistema mediático (Ignacio Ramonet, 2000) 1 que concentra buena parte de las expectativas de negocio en l ámbito de la comunicación.
1 Los peligros presentes y futuros de la aldea global los han señalado distintos comunicólogos del ámbito europeo y americano en recientes estudios. El gallego afincado en Francia Ignacio Ramonet ha advertido sobre las amenazas de un mundo que gira alrededor de Internet en sus últimos libros. En una conferencia que pronunció en Madrid el día 28 de enero de 2000 y publicó l diario La Voz de Galicia el 5 de marzo del mismo año sostuvo que Internet ya está completamente integrada en el sistema mediático.
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La incorporación de Internet al centro de los negocios no invalida la revolución en marcha, sino que refuerza su importancia y nos obliga a concentrar más esfuerzos en la reflexión sobre el panorama que se anuncia y sus consecuencias. La convergencia de las telecomunicaciones, la informática y la industria de los contenidos ha roto muchas de las viejas fronteras existentes en el hipersector y ha sentado las bases de un escenario global y local a la vez (glocal). Ahora las redes de telecomunicaciones se perfilan como la infraestructura tecnológica que garantizará la competitividad de la economía productiva de un siglo, el XXI, en el que la interactividad lo invadirá todo. Tecnología y contenidos presidirán la era digital, en la que lo ciudadanos seguirán como sujetos de la comunicación. A ellos es, pues, a quienes deberá mejorar la calidad de vida la revolución en marcha. Y una mejora de la calidad de vida sólo se conseguirá con una mejor información, con una información de calidad. Sin embargo, a estas alturas de la revolución tecnológica, cuando algunos expertos todavía dicen que nos encontramos en el año cero de la nueva era, hay una larga lista de interrogantes para los que todavía no se han escrito respuestas. Se multiplican, pues, los retos a los que debemos hacer frente si queremos anticiparnos al futuro. El motivo de la aparición de constantes desafíos con nuevo rostro reside en las consecuencias de la implantación de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de la sociedad, las nuevas formas de comunicar y los nuevos usos sociales de la información. El sueño de la comunicación total, que tiene en Internet su paradigma, exige respuestas precisas desde el ámbito de los contenidos. No es suficiente con disponer de las herramientas actuales, sino que precisamos conocer las claves de los nuevos modelos de comunicación digital. Cada vez somos más conscientes de que precisamos aportar nuevos lenguajes, nuevos formatos, nuevas formas de participación,... En definitiva, tenemos delante de nuestros ojos grandes desafíos comunicativos. 4.- Productores de contenidos En un escenario caracterizado por la revolución tecnológica en marcha y por la concentración empresarial, con grandes desafíos comunicativos, parece evidente que los profesionales que elaboran los contenidos, especialmente los periodistas, no podrán vivir al margen del nuevo paradigma empresarial, el multimedia, y el nuevo paradigma de comunicación glocal y total, Internet. La red de redes se ha convertido no sólo en una buena fuente de información, sino que es un nuevo medio de transmisión y un nuevo medio de comunicación. Por lo tanto, Internet ha alcanzado la categoría de herramienta imprescindible para los periodistas y de herramienta útil para importantes sectores de la sociedad. Todos los datos disponibles apuntan que cada día son más los ciudadanos que acceden a la red de redes y cada día son más los medios que se encuentran
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en la red. El crecimiento resulta espectacular en los países desarrollados. La mitad de la prensa en español (cuatrocientas tres cabeceras de las novecientas treinta) contaban a comienzos del pasado año con ediciones digitales (Bernardo Díaz Nosty, 2000) 2. Cada día que pasa conocemos datos nuevos sobre mejores herramientas para movernos en Internet y sobre el número de incorporación de usuarios y medios. Y sabemos que los proyectos en marcha permitirán incrementar los servicios y multiplicar las cifras de usuarios. A comienzos del año 2001 hay una coincidencia generalizada a la hora de afirmar que la red ha pasado de ser un simple medio de comunicación a constituir uno de los pilares del hipersector industrial de la sociedad globalizada. Las cifras revelan la importancia de un fenómeno que es real como la vida misma (Manuel Castells, 2000) 3. Y las tendencias de futuro apuntan, como hemos dicho, que el fenómeno irá a más. Las previsiones indican un aumento de la multimedialidad, la interactividad, los productos informativos personalizados y la instantaneidad de las informaciones (Javier Díaz Noci, 1998) 4. Y desde el mundo de los contenidos debemos ser sensibles a estas tendencias, que presagian avances reales en el objetivo de que la nueva sociedad disponga de más información y de herramientas para comunicar mejor. El periodismo en línea (periodismo electrónico, periodismo digital o periodismo telemático) es ya una realidad y los proyectos que se anuncian abren nuevas expectativas para los medios que están en la red y para aquellos que en el futuro opten por esta vía. El nuevo escenario obliga a los medios tradicionales a redefinir su papel, con la elaboración de productos que tienen en cuenta la realidad de la oferta en todos los soportes, y a los nuevos medios a cubrir el espacio que les ha reservado el sistema mediático actual. A corto y medio plazo, todos los datos apuntan a una convivencia de los medios tradicionales y los nuevos medios. Los primeros todavía reformularán mucho más sus productos de acuerdo con las demandas de los usuarios, mientras los segundos nacerán para aprovechar todas las posibilidades que ofrecerá la red. Los nuevos medios del siglo XXI serán productos digitales, multimedia e interactivos que actuarán en un entorno donde habrá menos limitaciones técnicas para la 2 Los datos proceden del Informe Anual de la Comunicación, dirigido por el catedrático Bernardo Díaz Nosty y publicado por el Grupo Zeta. 3 El sociólogo Manuel Castells ha analizado con gran lucidez las características generales de la Sociedad de la Información y los aspectos que definen la nueva realidad mediática y social. Sus puntos de vista, recogidos en libros publicados en la segunda mitad de la década de los noventa del pasado siglo, los ha actualizado en el libro publicado en el año 2000, en castellano, en la editorial Alianza Editorial. Manuel Castells dice que la importancia de Internet es real como la vida misma. 4 El profesor Javier Díaz Noci ha estudiado el nacimiento de los productos electrónicos en el Estado Español y su evolución en los últimos años. En sus publicaciones defiende que muchos de los nuevos productos ya nacen pensados para la red y considera que en el futuro se aprovecharán más las ventajas que ofrece el nuevo entorno tecnológico.
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transmisión con rapidez de imágenes de calidad. Eso, al menos, es lo que anuncian los tecnólogos (o tecnófilos). 5.- Preparación en clave actual La existencia de nuevas herramientas y su incorporación al proceso de producción de contenidos tanto para los medios tradicionales como para los nuevos medios exige que los profesionales que trabajan con ellas las conozcan y sepan aprovechar todas las posibilidades que ofrecen para la elaboración de los mensajes. El conocimiento de la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación precisa, pues, su incorporación a los planes de estudio de las Facultades de Ciencias de la Comunicación, como han hecho los centros de formación de comunicadores de la mayoría de los países de Europa y América en los últimos años, y a la elaboración de programas de formación continua para los profesionales que trabajan en los medios. La actualización de los programas docentes ha estado guiada por la necesidad de que los nuevos periodistas aprendan a trabajar en clave multimedia. Este cambio en los planes de estudio, que en el caso español se ha hecho aprovechando la reforma decretada por las autoridades educativas para corregir errores de los primeros programas cuatrimestrales, ha sido el punto de partida de un proceso, por cuanto de momento no ha dado respuesta a todos los retos del nuevo modelo de sociedad. Quizás por eso los centros de formación de comunicadores trabajan ya en una reformulación que deberá completarse antes del 2010 en todos los países de la Unión Europea y que se enmarca en los programas para crear un espacio europeo de la enseñanza superior. Según la Declaración de Bolonia 5, la Europa del Conocimiento ya es reconocida ampliamente como un factor insustituible de crecimiento social y humano y como un elemento indispensable para consolidar y enriquecer la ciudadanía europea, otorgando a los ciudadanos las competencias necesarias para afrontar los retos del nuevo milenio, juntamente con el conocimiento de los valores compartidos y con el hecho de pertenecer a un espacio social y cultural común. La determinación de los gobiernos europeos de trabajar en este sentido debe facilitar programas comunes y la actualización de contenidos de acuerdo con las características de la Sociedad de la Información, según el mencionado documento. Los proyectos de los países de la Unión Europea coinciden, pues, con los puestos en marcha por las Facultades de Ciencias de la Comunicación, que han intentado dar respuesta a las nuevas realidades con especialidades en periodismo
5 La declaración conjunta de los ministros europeos de Educación para crear un espacio europeo de la enseñanza superior la suscribieron el 19 de junio de 1999 y se conoce como Convenio/Acta de Bolonia.
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electrónico y multimedia (existe en el plan de estudios de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Santiago de Compostela) y con la incorporación de asignaturas sobre el nuevo entorno tecnológico. A la actualización de los contenidos teóricos se ha sumado, pues, la oferta de asignaturas que faciliten el trabajo con los modernos instrumentos de comunicación y el conocimiento de las posibilidades que ofrecen. 6.- Perfiles profesionales El periodismo de la era digital no sólo implica el uso de nuevas herramientas, sino que supone el ejercicio de la actividad profesional en un nuevo escenario en el que los usuarios tienen un papel más activo, con nuevos horizontes que abre la interactividad, y los lenguajes multimedia obligan a una buena combinación del texto, el sonido y la imagen. No se trata de que los productores de contenido elaboren los mismos mensajes con otras herramientas. Trabajan en una sociedad distinta, la Sociedad de la Informacion, que cuenta con un panorama más amplio de medios –hay nuevos medios de la mano de Internet- y nuevas convenciones profesionales. Algunos datos resultan reveladores del nuevo escenario. Las investigaciones de los últimos años indican que el perfil del sector de prensa no coincide con el lector del diario digital. Este, por término medio, es más joven, más urbano y con una posición económica más elevada a la de aque (José IgnacioArmentia/José María Caminos/Jon Elexgaray/Flora Marín/Iker Merchán, 2000)l 6. Los nuevos medios, que pueden actualizar constantemente la información, disponen de un lenguaje propio y de formatos propios en clave multimedia. La nueva industria de contenidos, consciente de que Internet no es sólo un medio de comunicación sino también uno de los pilares del hipersector industrial de la sociedad globalizada, ha reestructurado sus sistema de producción de contenidos. Las principales empresas, con la técnica del multimedia, tratan de combinar producción y emisión. Su proyecto les lleva incluso a buscar nuevos modelos para la redacción de la era multimedia y al establecimiento de nuevos perfiles para los profesionales que elaboran los contenidos. Aunque el establecimiento de nuevos modelos se encuentra en la fase de experimentación, lo cierto es que en estos últimos años todos los medios, tanto los tradicionales como los que hemos convenido en denominar nuevos, han definido perfiles que exigen una preparación distinta a la que hasta ahora han recibido los periodistas. No se trata sólo de manejar las nuevas herramientas digitales y los
6 La investigación sobre los diarios digitales que en la Universidad del País Vasco dirigió el profesor José Ignacio Armentia y de la que se publicó el libro El diario digital (Bosch, Barcelona, 2000) destaca los diferentes perfiles que presentan los lectores de los medios impresos y los usuarios de los diarios en Internet.
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nuevos lenguajes, sino de conocer las claves de los soportes, del diseño, de los agentes inteligentes y del trabajo en equipo. El planteamiento de un proyecto de comunicación utilizando medios digitales exige considerar y definir una serie de factores que se afectan mutuamente. Se trata de cuatro grandes áreas que corresponden a las de producción, redacción, técnica y artística (José Luis Orihuela/María Luisa Santos, 1999) 6. La práctica profesional, para responder a esta situación, apunta a la consolidación de los equipos como base del trabajo de elaboración de contenidos de calidad en lo nuevos medios y la aparición de nuevos cometidos profesionales que precisan de especialidades acordes con la era digital. El nuevo escenario demanda que todos los periodistas tengan más conocimientos técnicos, pero también demanda nuevos y no tan nuevos perfiles tanto para el trabajo individual como para el trabajo en equipo (organización, planificación, edición, creativos, infógrafos, fotoperiodistas,...). El propio entorno tecnológico condiciona los perfiles profesionales, al tiempo que contribuye a dificultar que los centros de formación y las propias empresas planteen una formación adecuada a las necesidades. Los constantes cambios obligan a la innovación permanente y a la formación de los formadores que contemple tanto el dominio de los contenidos actuales como de las nuevas técnicas pedagógicas. A pesar de esta necesaria innovación, lo cierto es que los programas de formación para los nuevos perfiles se hace, muchas veces, sólo para atender casos de necesidad de manejo de nuevas herramientas tecnológicas empleadas en el proceso de producción (cambios de programas, tecnología digital,...). Es decir, pocas veces existe un programa para ampliación de conocimientos para trabajar en el nuevo entorno social y tecnológico. En cambio, todo apunta que el nuevo profesional, además de disponer de una “cabeza bien amueblada”, precisa de polivalencia que facilite la adaptación a los cambios de las tecnologías, la especialización temática y el cultivo de la creatividad. 7.- A modo de conclusión La renovación tecnológica ha hecho que las redacciones de los medios asuman la realización e tareas que antes estaban en otros departamentos de carácter técnico. Primero fue la informatización y luego la digitalización. Es esta última la que ha abierto un cambio radical en los sistemas de producción, la organización de las redacciones y las formas de comunicar. La innovación tecnológica ha iniciado un cambio radical en el mundo de la comunicación. Entramos 6 El planteamiento de los proyectos contempla una fuerte sinergia entre todos los factores, pero, por razones operativas, es precisa la distribución de funciones entre los miembros del equipo, en opinión de José Luis Orihuela y María Luisa Santos, que han preparado uno de los primeros manuales de producción digital (Introducción al diseño digital, Anaya multimedia, Madrid, 1999).
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en una nueva era, la era digital, y en una nueva sociedad, la Sociedad de la Información. Los nuevos tiempos demandan nuevos comunicadores. La afirmación parece razonable, porque, si, como hemos expuesto, la innovación tecnológica y las expectativas de los nuevos negocios están contribuyendo a un cambio revolucionario en el mundo de la comunicación, el nuevo escenario contará con un sistema mediático que responda a las necesidades de la sociedad digital. Los medios de esa Sociedad de la Información, tanto los denominados tradicionales como los nuevos, demandarán profesionales con una formación distinta a la que hasta ahora se ha impartido en las Facultades de Ciencias de la Comunicación. Los centros de formación de comunicadores españoles, que han hecho un gran esfuerzo por ofrecer una buena formación en los últimos veinte años, no pueden mirar al pasado, sino al futuro. Para seguir realizando bien sus cometidos, tienen que dar los pasos para que el nuevo periodistas tenga una buena formación en los campos de las humanidades, las ciencias sociales y las tecnologías actuales. El periodista del futuro deberá combinar creatividad e individualidad con trabajo en equipo bien coordinado a fin de que el producto tenga coherencia y cumpla los objetivos de comunicar bien, con calidad y de acuerdo con las posibilidades del soporte. Los datos indican que los cambios en marcha no se detendrán. Por lo tanto, si el periodista del futuro tendrá nuevos medios, nuevos lenguajes, nuevos desafíos y nuevas reglas, es nuestro deber como formadores en comunicación ayudarles a superar todas las barreas con las que se encuentre (Nati Ramajo Hernández, 2000) 7. Los centros de formación de comunicadores deben proseguir con la actualización de los planes de estudios para responder a los retos que plantea la actividad profesional del comunicador en la Sociedad de la Información. Sus actuaciones deben orientarse a la incorporación de nuevos contenidos transversales, nuevas asignaturas y nuevas especialidades. Y tendrán que elaborar una buena programación de cursos de reciclaje, cursos de postgrado y master para que prosigan la formación los licenciados y así obtengan una mejor preparación para atender los nuevos perfiles que surgen en el mercado. Lo que parece evidente es que el trabajo de los periodistas no desaparecerá, sino que adquirirá más importancia a causa de la centralidad de los contenidos en el nuevo modelo de las empresas multimedia y, en general, a causa del papel de los contenidos en la era digital. Con más y más información disponible necesitamos alguien que nos ayude a discriminar lo trascendente de lo irrelevante (Rosa
7 La profesora Nati Ramajo, en un artículo que publicó en el número 34 de la Revista Latina de Comunicación Social sobre la edición electrónica en España, sostiene que estamos frente a nuevos conceptos teóricos propios de una nueva práctica profesional del periodismo.
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Franquet, 1999) 8.El comunicador que trabaje en ese escenario precisará, como hemos dicho, una buena formación en las ciencias sociales y en las humanidades para entender la complejidad de la sociedad actual, que deberá combinar con un buen conocimiento de la práctica profesional, con nuevos lenguajes y nuevos formatos, y del funcionamiento de las nuevas herramientas. En esta etapa, con Internet como paradigma, las nuevas herramientas, además de su incorporación al actual sistema mediático, contribuirán a que el profesional disponga de mejores fuentes de información y a que empleen esta vía para la formación continua. La actualización de conocimientos para trabajar en el hipersector ya figura entre las principales necesidades de los profesionales, que puede atenderse mediante la teleenseñanza. Existe, pues, un buen instrumento para que los profesionales dispongan de los conocimientos precisos para competir en los medios tradicionales y en los nuevos medios. La actualización de conocimientos debe afectar también a los formadores de periodistas, que ahora responden a nuevos perfiles que van desde la organización, la gestión, la planificación, la edición, la infografía y el fotoperiodismo, entre otros muchos. Estos programas de formación para los formadores de periodistas y para los periodistas deben ser estables y responder a planteamientos más ambiciosos que aquellos que sólo dan respuesta a necesidades puntuales para la aplicación de una herramienta. Si se actúa así, con programas completos e innovadores, se podrá formar bien a los nuevos periodistas, que precisarán conocimientos del funcionamiento de la sociedad (es decir, de una “cabeza bien amueblada”), polivalencia para adaptarse a las tecnologías actuales, especialización temática y talento (cultivo de la creatividad). En definitiva, la Sociedad de la Información demanda profesionales para la búsqueda y elaboración de los contenidos bien formados que deben salir de las facultades de Ciencias de la Comunicación y que deben proseguir su preparación mediante programas de formación continua que se impartan a través de la teleenseñanza. Se trata de un camino ya iniciado, en el que han sido pioneros los periodistas que desde el primer momento se han subido al carro digital, y en el que poco a poco aparecen nuevos perfiles. Son las facultades de Ciencias de la Comunicación las que deben preocuparse por preparar a los futuros periodistas, a los futuros comunicadores, de acuerdo con los nuevos perfiles que define la industria de la era digital.
8 Los periodistas son más necesarios ahora que nunca, en opinión de varios expertos. La profesora Rosa Franquet defiende que el papel del mediador o gestor de información lejos de desaparecer está adquiriendo mayor relevancia, ya que debe satisfacer las necesidades de comunicación derivadas de los nuevos estilos de vida.
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Nuevos perfiles de los periodistas en la sociedad de la información
8.- Bibliografía - ARMENTIA, José Ignacio/CAMINOS, José María/ELEXGARAY, Jon/MARTÍN, Flora/MERCHÁN, Iker: El diario digital. Análisis de los contenidos textuales, aspectos formales y publicitarios, Editorial Bosch, Barcelona, 2000. - ARMAÑANZAS, Emy/DÍAZ NOCI, Javier/MESO, Koldo: El periodismo electrónico, Ariel Comunicación, Barcelona, 1996. - CABRERA, María Angeles: La prensa Online, CIMS, Barcelona, 2000. - CANGA, Jesús/COCA, César/MARTÍNEZ, Eloi/CANTALAPIEDRA, Mª José/ MARTÍNEZ, LucíA: Diarios digitales. Apuntes sobre un nuevo medio, Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco, Bilbao, 1999. - DÍAZ NOCI, Javier/MESO AYERDI, Koldo: Periodismo en Internet. Modelos de prensa digital, Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco, Bilbao, 1999. - CASTELLS, Manuel: La ciudad informacional: Tecnologías de la información, reestructuración económica y proceso urbano-regional, Alianza Editorial, Madrid, 1995. - CASTELLS, Manuel: La era de la información. Economía, sociedad y cultura, Alianza Editorial, Madrid, 1997/1998/1999 (Vol. 1, 2 e 3). - DÍAZ NOSTY, Bernardo.-Informe anual de la Comunicación 2000-2001. Grupo Zeta, Barcelona, 2001. - ECHEVERRÍA, Javier: Los señores del aire: Telépolis y el Tercer Entorno, Destino, Barcelona, 1999. - FRANQUET, Rosa/LARRÈGOLA, Gemma (Editoras): Comunicar en la era digital, Societat - KERKHOVE, Derrick de: La piel de la cultura, Gedisa, Barcelona, 1999. - LÉVY, Pierre: ¿Qué es lo virtual?, Paidós, Barcelona, 1999. - RAMONET, Ignacio: Internet, el mundo que llega, Alianza, Madrid, 1998. - RAMONET, Ignacio: La tiranía de la comunicación, Debate, Madrid, 1998. - WOLTON, Dominique: Internet, ¿y después?, Gedisa, Barcelona, 2000.
(Recibido el 15-2-2002, aceptado el 4-3-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 19-47)
Teorías e Investigación de la Comunicación en América Latina. Situación Actual Dr. M.C. Gustavo A. León Duarte Profesor Investigador del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora, México RESUMEN El presente ensayo tiene por objeto describir y analizar las principales corrientes teóricas de la comunicación en América Latina a partir de dos aspectos centrales: por un lado, del estado actual de la investigación y producción que sobre el tema existe en algunos países de Latinoamérica y, por otro, del sentido que ha marcado, desde principios de la última década, la reforma curricular en las escuelas de comunicación en América Latina y, consecuentemente, en la definición del objeto de estudio de la comunicación. A partir de la década de los noventa, la aplicación académica y la investigación de la teoría de la comunicación en América latina ha experimentado un cambio renovador, saludable y de necesaria superación. Este cambio inicia principalmente a partir de la superación de la decadente tendencia a adscribir los estudios de la comunicación a una sola disciplina e ir creando una conciencia creciente de su estatuto transdiciplinar y de revolucionar las formas de análisis y abordajes de la producción, difusión y recepción del mensaje. Estos cambios, precisamente, fundamentan la principal corriente teórica y de investigación de la comunicación en Latinoamérica: los estudios culturales. ABSTRACT The present essay intends to describe and to analyze the main theoretical currents of communication in Latin America from two central aspects: on one hand, the current state of research and production that on the subject exists in some Latin American countries and, on the other hand, the sense that has marked, the beginnings of the last decade, the curricular reform in the schools of communication in Latin America and, consequently, the definition of the object of study of communication. As of the Nineties, the academic application and research of the theory of communication in Latin America have experienced a healthful change and of necessary overcoming. This change mainly initiates from the overcoming of the declining tendency that assigns the studies of communication into a discipline. This has created an increasing conscience of its transdiciplinar statute and revolutionizes the forms of analysis of the production, diffusion and reception of the message. These changes are the base of the main theoretical current and communication research on Latin America: cultural studies. Palabras claves: Teorías de la comunicación/corrientes y enfoques de la comunicación/Estatuto transdisciplinar/Estudios culturales/Producción/Análisis/Recepción del mensaje. Key Words: Theories of the communication/Currents and approaches of communication/Transdisciplinar statute/Cultural studies/Production/Analysis and reception of the message.
I. Introducción n Noviembre de 1999, en el marco del I Seminario Latinoamericano sobre la Investigación de la Comunicación, celebrado en Cochabamba, Bolivia, se presentó el primer debate y, por añadidura, la primera confrontación académica pública sobre la existencia o no de la Escuela
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Latinoamericana de Comunicación1. Aún cuando el debate fue abierto por el Dr. Jesús Martín Barbero al convocar a la audiencia a negociar con la globalización para insertar en ella sus proyectos, en realidad fue el Dr. José Marques de Melo, Director de la cátedra “UNESCO Comunicación para el Desarrollo en Brasil” e impulsor de la recuperación y sistematización del pensamiento comunicacional latinoamericano, el que efectuó un recuento panorámico de las fases y los autores por las que atravesó lo que él considera dicha Escuela, cuya memoria está contribuyendo a organizar desde hace ya varios años2. Para Marques de Melo, ésta se caracteriza por su mestizaje teórico, su hibridismo metodológico, su compromiso ético-político y su dimensión extranacional. La confrontación, empero, fue abierta por el Dr. Guillermo Orozco Gómez, impulsor de los estudios cualitativos sobre recepción en México, al poner en duda la posibilidad de hablar de una Escuela, pues conllevaría a algunas homogeneidades de que la comunicología latinoamericana –afirmó- carece. Apoyó, en cambio, otras alternativas, también aportadas por Marques de Melo, como la de “Vía Latinoamericana de Comunicación”, argumentando además que quizá recién empecemos a configurar una Escuela Latinoamericana de Comunicación en torno a la propuesta del Dr. J. Martín Barbero, quien ha revolucionado los abordajes teórico-metodológicos de los procesos comunicacionales a partir de los medios y las mediaciones3. En el fondo del debate, quedaba también claro que en la aplicación académica, de investigación y en la definición propia del objeto de estudio, las teorías de la comunicación en Latinoamérica tienen asignado un papel central en la respuesta a esta discusión. Indudablemente, como ya lo había diagnosticado años atrás el Dr. José Carlos Lozano (1996:13-16), la teoría de la comunicación en América Latina tiene asignado un papel clave en la respuesta a interrogantes como las anteriores, e incluso en la definición misma del objeto de estudio, pues la teoría es el punto de
1 Torrico Villanueva, Eric. (2000). “Eventos: Cochabamba Sede de la Más Grande Reunión Académica sobre Comunicación en Latinoamérica”. Revista Pensamiento Comunicacional Latino-Americano. Universidad Metodista de San Paulo. Volumen 1, Número 2: Enero-Febrero-Marzo del 2000. pp. 6-8. 2 El Dr. Marques de Melo, además de ser uno de los investigadores más conspicuos en la región, ha constituido un grupo de trabajo especializado en el estudio sistemático y pormenorizado de la llamada Escuela Latinoamericana de Comunicación, poniendo en marcha para tal propósito la Revista Digital Pensamiento Comunicacional Latino-Americano, en el seno de la Universidad Metodista de San Paulo. En, Beltrán Salmón, Luis. “Investigación sobre Comunicación en Latinoamérica: Inicio, Trascendencia y Proyección”. Universidad Católica Boliviana y Plural Editores. La Paz, Bolivia. 2000. 3 En este sentido, además de la obra “De los Medios a las Mediaciones: Comunicación, Cultura y Hegemonía” (1987), se pueden consultar las siguientes publicaciones posteriores a está que Jesús Martín Barbero ha venido trabajando: “Comunicación, Campo Cultural y Proyecto Mediador” (1989); “Euforia Tecnológica y Malestar en la Teoría –en dialogo abierto con el prof. Mauro Wolf-” (1992); “Pensar en la Sociedad desde la Comunicación. Un Lugar Estratégico para el Debate a la Modernidad” (1993); “Comunicación: El Descentramiento de la Modernidad” (1996); “Globalización Comunicacional y Descentramiento Cultural” (1997); “Las Transformaciones del Mapa Cultural: Una Visión Desde América Latina” (1999); “El Futuro que Habita la Memoria” (2001) y, “Reconfiguraciones Comunicativas de lo Público” (2001/a).
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encuentro y desencuentro del análisis de los procesos de comunicación desde las diversas corrientes y enfoques disciplinares como la psicología, la sociología, la filosofía, la economía política, etc. Además, auguraba, que no se debe olvidar, la coexistencia teórica y metodológica que en las últimas ocho décadas han vivido varias disciplinas de las ciencias sociales que, por la cercanía reversible con el objeto/sujeto comunicacional, han influido de una manera decisiva en sus abordajes. En este sentido, Martín Barbero (1993) menciona que el campo de estudios y, en particular, el desarrollo y la aplicación de las teorías de la comunicación en América Latina se formaron prácticamente durante el periodo de los sesenta y hasta mediados de los ochenta por el “efecto cruzado” de dos hegemonías teóricas: la del pensamiento instrumental de la investigación norteamericana y la del paradigma ideologista de la teoría social latinoamericana4. A principios de la década de los noventa, sin embargo, las teorías de la comunicación en América latina han experimentado un cambio renovador, saludable y de necesaria superación. Este cambio, inicia a partir de cuatro aspectos y situaciones conexas fundamentales: por un lado, 1), de la superación de la decadente tendencia a adscribir los estudios de la comunicación a una disciplina e ir creando una conciencia creciente de su estatuto transdiciplinar, sin que esto signifique, lo que ya algunos investigadores como Nestor García Canclini (1989), Raúl Fuentes Navarro (1991), Martín Barbero (1999) y Vasallo de López (1999), recientemente han acotado sobre la disolución de sus objetos en los de las disciplinas sociales sino, por el contrario, la construcción de un diálogo articulado y de mediaciones que hacen y marcan precisamente su especificidad y reubican a la comunicación en el ámbito más amplio de las ciencias sociales. Por otro lado, 2), sobresale el rompimiento con lo que Lozano (1996) llama “los marcos sobreideologizados” de los enfoques teóricos del pasado y el divorcio alejado e inadecuado entre los estudiosos (profesores e investigadores) de la comunicación y de los estudiantes y profesionales de esta; 3), con el advenimiento y convergencia de tecnologías informáticas, de telecomunicaciones y audiovisuales, se revolucionaron las formas de producción, difusión y recepción de la información que han
4 En la revisión del periodo y los efectos de las hegemonías, Martín Barbero se ve obligado a plantear una recomposición del campo y de las consecuencias de las apropiaciones teóricas que traspase los enfoques y las fronteras de los campos disciplinares, utilizando este análisis para la construcción del campo transdiciplinar de la comunicación. Para Barbero, las bases que sustentaron la teoría de la comunicación y que explicó el fenómeno (comunicacional) desde los cuarenta hasta mediados de los ochenta en América Latina son: la corriente de la psicología conductista, la sociología funcionalista (positivista, empirista, especulativa y escolástica) y la “amalgama esquizoide” de la semiología estructuralista y el marxismo clásico de la Escuela de Frankfurt. En, J. Martín Barbero. 1992. “Pensar en la Sociedad desde la Comunicación. Un Lugar Estratégico para el Debate a la Modernidad”. En Revista Diálogos de la Comunicación Nº. 32. FELAFACS. Lima, Perú.
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hecho posible lo que Martín Barbero (2001) llaman la “alteración de las relaciones tradicionales de intercambio entre emisores y receptores y usuarios mismos” hasta el punto de permitir otras modalidades de interrelación mediatizada pero interactiva, dialógica, en tiempo real e incluso, personalizadas, en un espacio globalizado, sin fronteras, sin limitaciones, que nos permite movernos entre los límites de lo global a lo local de manera simultánea. Finalmente, 4), lo anterior repercutió fuertemente en la recuperación de la producción de la enseñanza y la investigación de la comunicación en América Latina y su intercambio con el plano internacional del cuál se había estado, según Marques de Melo (1999), muy distanciado e incluso, desfasado. Sin embargo, lo anterior no debe confundirnos. La instrumentación de las teorías de la comunicación en América Latina se encuentra hoy en día en una situación de crisis en los paradigmas teóricos y metodológicos de las ciencias de la comunicación sobre todo porque, por un lado, su visión instrumental y pragmática del fenómeno ha impedido ver con multiplicidad y riqueza el proceso comunicativo y, por otro, la globalización y el neoliberalimo que nos acompañan desde hace casi dos décadas en la región, no han resultado ser un proceso simple sino complejo y lleno de paradojas, que destaca las contradicciones sociales y sitúa en tela de juicio todas las verdades y certidumbres sobre las cuáles el hombre moderno se había apoyado para entender y explicar su mundo. En este sentido, un grupo de investigadores de comunicación del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora, México, nos hemos propuesto abordar algunas interpretaciones de teóricos y estudiosos actuales de la comunicación con el objeto de conocer y analizar acerca de las inercias e iniciativas predominantes en la instrumentación de las teorías de la comunicación en Latinoamérica en los últimos quince años y, consecuentemente, revisar en prospectiva, la emergencia de los principales enfoques teóricos-metodológicos que explicarán en los años venideros los cambios que introducen las tecnologías de información en los multivariados procesos de comunicación en nuestra región. Por motivos de espacio, en el presente documento se presenta exclusivamente una primera aproximación de carácter descriptivo-analítica de la situación actual de las teorías de la comunicación en Latinoamérica a partir del estado actual que guardan las teorías y la investigación de la comunicación en Latinoamérica a partir de los elementos de análisis del modelo de comunicación mismo: 1). Producción y distribución de mensajes; 2). Contenido del mensaje y, 3). Recepción del mensaje; Por último, quisiéramos reparar en la tilde que marca, hasta cierto punto, la guía del desarrollo, presentación y manejo de los contenidos sucesivos. Por un lado, el trabajo se desarrolla a partir de la revisión de la literatura actual y especializada que sobre el tema existe en algunos países de Latinoamérica, principalmente aquellos documentos que con carácter de productos de investigación
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sobre la temática se han publicado en los últimos quince años; aquí sobresalen los trabajos que con gran riqueza y sentido crítico se han producido en Brasil, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Venezuela y México, entre otros5. Además, lo publicado, con igual carácter, en España e Italia. Por otro lado, en la guía de desarrollo de contenidos del presente ensayo tratamos de reflejar una mística productiva que marcadamente encontramos en diversos documentos analizados: el sentido que ha marcado, desde principios de la última década, la reforma curricular en las escuelas de comunicación en América Latina y, consecuentemente, en la definición del objeto de estudio de la comunicación6. I. Teorías de la Comunicación en América Latina. Situación Actual 2.1. Contextualización. Si la teoría debe ser concebida en función de la investigación que se está realizando, esto es, dirigida a la experiencia de lo real en el cuál ella se confronta con los hechos que esta misma suscitó con sus hipótesis, la situación de las teorías de la comunicación en América Latina a diferencia de las tres grandes “orientaciones conceptuales” (la orientación europea clásica histórica y filosófica, la orientación positiva norteamericana y la orientación europea moderna –semiótica y estructuralista-) que el Dr. Luis R. Beltrán presentó en su celebre recuento sobre
5 Por lo que respecta a los investigadores más notables, podemos citar, entre otros, a los mexicanos Esteinou Madrid, Fernández Christlieb, Fuentes Navarro, García Canclini, Gómez Mont, Galindo Cáceres, Jorge A. González, Orozco Gómez, Sánchez Ruiz, Lozano Rendón y Trejo Delarbre; los brasileños Caparelli, Díaz Bordenave, Marques de Melo, Vasallo y Lins da Silva; los colombianos Daza Hernández, Martín Barbero y Muñoz; los argentinos Ford, Getino, Landi, Mata, Prieto Castillo, Rivera y Schmucler; los chilenos Brunner y Fuenzalida; los peruanos Alfaro, Gargurevich, Protzel, Roncagliolo y Tello Charún; los venezolanos Aguirre, Bisbal, Díaz Rangel, Mayobre y Pasquali; el boliviano Luis R. Beltrán, y el uruguayo Kaplún. Cada uno de estos destacados investigadores, aunque desde perspectivas e intereses teóricos distintos, han contribuido particularmente al afianzamiento de los estudios interdisciplinares de este fenómeno, sobre todo mediante la publicación periódica de libros, informes, ponencias y revistas diversas. 6 Esto se debe en parte al debate que sobre diseño curricular han aportado Fuentes Navarro, Martín Barbero, Daniel Prieto, Marques de Melo y Pablo Casares, principalmente; diseño curricular y las teorías de la comunicación han marcado la bifurcación y jerarquización regulada por el mismo marco ideológico-valoral: la de una caracterización del ejercicio profesional deseable y un conjunto sistematizado de postulados teóricos, confluencia que define, a su vez, el objeto de la carrera. Al respecto ver, Fuentes Navarro, R. 1990. “El Diseño Curricular en la Formación Universitaria de Comunicadores Sociales para América Latina”. En Revista Dia-logos de la Comunicación Nº 17. FELAFACS. Lima, Perú; José Marques de Melo. 1991. “Desafios Actuales de la Enseñanza de la Comunicación. Reflexiones en Torno a la Experiencia Brasileña”. En Revista Dia-logos de la Comunicación Nº 19. FELAFACS. Lima, Perú. Jesús Martín Barbero. 1991. “Crisis en los Estudios de Comunicación y Sentido de una Reforma Curricular”. En Rev. Dia-logos de la Com. Nº 19. FELAFACS. Lima, Perú. Jesús Martín Barbero. 1993. “Teoría / Investigación / Producción en la Enseñanza de la Comunicación”. En Rev. Dia-logos de la Com. Nº 32. FELAFACS. Lima, Perú. Moragas Spa, M. 2000. “Las Facultades de Comunicación en el Umbral de la Era de Internet”. Rev. Latinoamericana de Comunicación Chasqui. Nº 72. Diciembre del 2000.
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[La Investigación de la Comunicación en América Latina] hace ya veintiséis años7, actualmente esta situación se encuentra en una polarización de fundamentos epistemológicos, teóricos y conceptuales (más no metodológicos) de aproximación a la realidad que se concentra, según Fuentes (1999: 53), en dos paradigmas: Aquella relacionada con el enfoque positivista, funcionalista y empirista en su abordaje científico de la construcción de la realidad social y, aquella que, por el contrario, parte de una visión crítica y dialéctica para entender los fenómenos sociales y comunicacionales. En América Latina, como ya han señalado histórica y sistemáticamente Beltrán (1974, 1994), Sánchez Ruiz (1992), Lozano (1996) y Fuentes (1999), el enfoque teórico positivista se desarrollo principalmente en los Estados Unidos y, junto con sus principales teóricos (Schramm, Berlo, Lazarsfeld, Bertalanffy, Parsons, Katz, McQuail, McCombs, y Luhmann), prácticamente los modelos conceptuales de este han y siguen estando, incluso sin mediaciones ni adaptaciones, predominando. En este enfoque, el científico social no constituye un agente de cambio. Es un observador objetivo que desde afuera analiza causas y leyes que rigen los fenómenos y procesos comunicacionales utilizando para ello estrategias metodológicas basadas en el método empírico y sistemático para tratar de separar el conocimiento científico de los sentimientos subjetivos y filosóficos. Por lo general, utilizan la aplicación de técnicas cuantitativas (fundamentalmente de experimento, encuesta y análisis de contenido). Por vías diferentes, el enfoque positivista tiene diversas manifestaciones conceptuales y teóricas sobre la comunicación (análisis funcional, influencia personal, usos y gratificaciones, establecimiento de la agenda –agenda setting-, análisis de cultivo, sociología de la producción de mensajes), aún cuando los positivistas, según Lozano (1996: 25), han reconsiderado la influencia de los medios y perciben algunas de sus insuficiencias (por ejemplo, los enfoques como agenda setting, análisis de cultivo y la sociología de la producción de mensajes). El enfoque teórico crítico cuyo origen proviene de Europa, por el contrario, analiza, previo análisis de los procesos comunicacionales, las características de las condiciones económicas, sociales, de educación, de poder y hegemonía en los 7 En la investigación que presentó en septiembre de 1974, con base sobre todo en la documentación compilada por la CIESPAL, Luis Ramiro Beltrán enumeraba las principales áreas de concentración temática de investigación, subrayando, las tendencias en cuanto a tópicos investigados y a resultados obtenidos en los últimos quince años. En sus conclusiones presagió que en Latinoamérica se consolidaría la promoción de investigadores en dos tipos de contexto: los críticos, en un contexto de cambio sociocultural acelerado y, los semiólogos y estructuralistas, en un contexto donde la influencia científica europea es firme. En, Luis Ramiro Beltrán. Communication Research in Latin America: The Blind Folded Inquirí?. ICC. IAMCR. Leipzig, September 17th. 1974. p.23. Citado en, Raúl Fuentes N. 1999. “La Investigación de la Comunicación en América Latina: Condiciones y Perspectivas para el Siglo XXI”. Rev. Diálogos de la Com. Nº 56. FELAFACS. Lima, Perú.
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diferentes sistemas contemporáneos para cuestionar los roles que juega la comunicación en la preservación del sistema social y el papel de los mensajes en la difusión de la ideología dominante. En este enfoque, el científico social se concibe, tal y como se deja ver en los discursos de Martín Barbero (1996: 61.), como un agente de cambio, comprometido ética y socialmente. Los teóricos críticos se caracterizan por situar el estudio de los procesos comunicacionales dentro del más amplio contexto social y analizarlos no en forma aislada sino como organizaciones dedicadas a la producción y distribución de significados sociales en sus relaciones integrales dentro de la sociedad, la cultura, la modernidad y la globalidad, mediante la estrategia metodológica histórica, crítica y dialéctica e implementando, por lo general, técnicas cualitativas (entrevista a profundidad, historia oral, observación participante y análisis semióticos y estructuralistas). Al enfoque crítico se le identifica, al menos, con cuatro corrientes: La escuela crítica de Frankfurt, la economía política, el imperialismo cultural y los estudios culturales; sobresalen de éstas algunos teóricos como los neomarxistas de la Escuela de frankfurt (Adorno, Horkheimer, Benjamín, Marcuse, Althusser, Murdock y, principalmente, Habermas); los de la escuela europea estructuralista y semiótica (Gramsci, Foucault, Chomsky, Eco y Wolf) y, más recientemente, la escuela de los estudios culturales donde sobresalen Williams, Fiske, Morley, Jensen y Stuart Hall que, junto con otros teóricos actuales como Green, Giddens, Douglas & Ischerwood, J. B. Thompson, Morley y Certeau, han inspirado fuertemente a la corriente crítica culturalista Latinoamericana. Esta última, también llamada Escuela Culturalista Latinoamericana (Beltrán Salmón, 2000:14), ha hecho aportaciones teóricas, conceptuales y de investigación empírica en el plano internacional. Entre sus teóricos más representativos figuran Martín Barbero, N. García Canclini, Guillermo Orozco, V. Fuenzalida y J. A. González8. Sin embargo, es importante reconocer, que en la actualidad las “etiquetas” de los enfoques positivistas y críticos resultan poco útiles para denotar y caracterizar los postulados teóricos en ambas corrientes; principalmente, porque las teorías de comunicación positivistas que actualmente tienen vigencia en Latinoamérica (desde el punto de vista de investigación y docencia), es decir, los
8 En el caso particular del Dr. Jorge A. González, de la Universidad de Colima, México, en realidad sus aportaciones no podrían ubicarse, como él mismo lo ha dicho, en el plano teórico del estudio de la comunicación sino en el plano metodológico de los estudios [frentes] culturales e identidades complejas. “...Mi trabajo teórico no creo que hasta la fecha haya impactado en los estudios de la comunicación, porque en realidad poco me he dedicado a la comunicación... Creo que lo más significativo serían algunas aportaciones y desarrollo de técnicas, métodos y metodologías...”. En, Temer, Carolina. 2001. “Forjando as Bases Teóricas Pensamento Comunicacional Latino-Americano”. Revista Pensamento Comunicacional Latino-Americano. Vol. 2 Núm. 6 Abril-Junio, 2001. p.2.
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enfoques de análisis de cultivo, el establecimiento de la agenda y de la sociología de la producción de mensajes, consideran la influencia de los mensajes y perciben algunas de sus claras insuficiencias, tal y como adelante analizaremos. De igual manera, dentro de las teorías de comunicación crítica que actualmente tienen mayor vigencia en América Latina, los estudios culturales, se han distanciado del criticismo pesimista y han roto en gran medida con la concepción de la recepción pasiva y manipulable. Para abordar la situación actual de las teorías de comunicación en Latinoamérica proponemos, tal y como ya lo adelantábamos, una descripción analítica a partir de los elementos básicos del modelo de comunicación mismo: 1). A partir de los procesos de producción y distribución de los mensajes; 2). De los contenidos del mensaje; 3). De la recepción del mensaje y, finalmente, 4) realizar una descripción de cuál es la relación que guardan hoy en día la teoría y el método de estudio en el abordaje de los procesos comunicacionales en América Latina. Cuadro Nº. I Enfoques teóricos dentro del Modelo de Comunicación Masiva Emisor Sociología de la Producción del Mensaje Economía Política Agenda Imperialismo Cultural
Mensaje Análisis de Cultivo Establecimiento de Agenda
Receptor Análisis de Cultivo Establecimiento de la
Imperialismo Cultural Estudios Culturales
Usos y Gratificaciones Estudios Culturales
Fuente: Lozano Rendón, J. (1996: 27).
2.2. Teorías de la Comunicación en América Latina desde los Procesos de la Producción y Distribución del Mensaje. Para iniciar con un entendimiento completo de los medios de comunicación y su impacto social requiere analizar a fondo los procesos de producción y distribución de los mensajes, pues el contenido y el impacto en la audiencia dependen de lo que haya ocurrido en las diferentes etapas y procedimientos de su manufactura. Dentro del enfoque positivista de las teorías de la comunicación y particularmente con respecto al estudio sobre los emisores, se encuentra el enfoque llamado sociología de la producción de mensajes. De acuerdo con Lozano (1996: 57-58.), el estudio de los procesos de elaboración y selección de noticias evoluciona a un enfoque más completo y amplio, al que le podemos denominar sociología de la producción de mensajes. Este enfoque tiene como finalidad central el estudiar las diversas condicionantes que inciden en la producción de los mensajes en los medios y que determinan que ciertos contenidos se difundan y otros no. La pregunta que se formula
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esta perspectiva teórica es ¿Qué factores, desde dentro y desde afuera de las organizaciones de los medios, afectan el contenido de los medios?. El nombre con el que se le identifica a este enfoque en los Estados Unidos es media sociology. En la versión europea, el Profesor bolones Dr. Mauro Wolf, lo denominó el enfoque del Newsmaking o producción de noticias. Para Wolf (1987: 203), el estudio de los emisores se desarrolla desde algunos conceptos simples hasta articulaciones más complejas y entre variantes que no corresponden necesariamente a la lógica productiva interna de los medios. Entre estas variables y factores, los investigadores de esta tendencia como Shoemaker & Reese (citados en Lozano, 1996: 58.), analizan las actitudes personales y las orientaciones formativas e ideológicas de los comunicadores –incluyendo las variables estructurales del sujeto-, los valores profesionales, las políticas corporativas de los medios, la propiedad y el control de los mismos, las condiciones que se derivan del sistema económico y las influencias ideológicas del sistema social. Según Wolf (1987:203-4), dos son las corrientes principales de este enfoque: La sociología de las profesiones, que estudia al emisor desde la óptica de sus características sociológicas y culturales y, por otro lado, la corriente de estudio que analiza la lógica de los procesos de producción de la comunicación de masas y el tipo de organización en el que tiene lugar dicha construcción del mensaje. En América Latina, aún cuando son pocos los estudios empíricos y sistemáticos, sobresalen los trabajos que principalmente se han realizado en la segunda corriente de este enfoque (procesos de producción y tipo de organización y decisiones) como los de González Molina (1987), Aguirre (1992), Lozano (2001, 1995), García Gutiérrez (2000) y Morera (2001). Muy cercano al enfoque de la sociología de la producción de mensajes, pero con énfasis en los condicionamientos más amplios, característicos del enfoque crítico, es el de la economía política crítica. Esta perspectiva, de gran tradición en este enfoque, presenta actualmente cambios en los postulados originales de Marx y Engels (basados en que la clase dominante que posee y controla los medios de producción material, posee a su vez el control ideológico de las demás clases) según los dos representantes más sobresalientes, los británicos Murdock & Golding. Las diferencias principales de los postulados originales se concentran en cuatro aspectos: Por tener una visión holística histórica (interacción entre la organización económica, la vida política, social y cultural), por la preocupación de balancear la connotación del estudio entre la iniciativa privada y la intervención pública de gobierno y, lo más notable, que va más haya de las cuestiones técnicas para abordar cuestiones morales básicas como la justicia y el bienestar común. De acuerdo con Murdock y Golding (citados en Vela, 2000:6), pese a la importancia que reviste el concepto de «determinación económica», en el marco
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concreto de los estudios culturales, dicho concepto necesita una redefinición, una nueva reinterpretación que permita a la disciplina desembarazarse del lastre del reduccionismo economicista y, sobre todo, que haga posible volver a atar las amarras de los estudios culturales a los muelles firmes y rigurosos de la economía política. Sólo redefiniendo el concepto de determinación en un sentido más abierto, laxo y complejo, que nos hable de marcos o límites genéricos y no de correspondencias ineludibles y necesarias o de efectos plenamente previsibles, se podrá no sólo recuperar las imprescindibles aportaciones con las que la economía política contribuye a los análisis de la cultura (aportaciones de las que, por otra parte, los estudios culturales decidieron prescindir en su abandono de la sociología marxista), sino también la potencialidad explicativa de los análisis sociológicos marxistas9. Para Murdock & Golding, la economía política crítica tiene tres áreas de análisis prioritarias: 1). La producción de bienes culturales, en el sentido en cómo las condiciones de producción del mensaje impactan en el rango de opciones de recepción del consumo; 2). La producción y consumo de los mensajes de los medios, donde relacionan la realidad material de su producción y su consumo y, 3). El consumo cultural, para ilustrar la relación entre la desigualdad material y la cultural. En América Latina, abundan actualmente productos de investigación del enfoque de la economía política crítica. Sobresalen los trabajos del Dr. Javier Esteinou Madrid, del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana, que aborda, desde una visión crítica, el análisis de los medios de comunicación masiva a nivel macro y con una visión holística desde la globalidad y la cultura (1985, 1991, 1992, 1994, 1995, 2000, 2000/a, 2000/b). Otros representantes que han venido trabajando sobre la línea de este enfoque de manera sistemática son los profesores Trejo Delarbe (1985, 1999) y Fernández Christlieb (1982, 1987) y Beltrán y Fox (1981, 1989). En el enfoque crítico, una corriente que se ha preocupado históricamente por los constantes desequilibrios y desigualdades en los flujos de los medios y los
9 El británico Raymond Williams, uno de los teóricos fundadores de los estudios culturales, expresaba una idea similar en cuanto al principio de determinación al señalar que ésta no podía ser nunca (como pretende la teoría marxista ortodoxa) un conjunto de causas que establece un control absoluto con resultados totalmente previsibles. Por el contrario, como ya lo ha señalado Vela Montero, Williams entendía la determinación de base económica “como los límites definidos entre los cuales las prácticas sociales superestructurales se desarrollan influidas en gran medida por la base, pero sin llegar en ningún momento a estar totalmente controladas por los elementos de la estructura económica. Las prácticas sociales supraestructurales pueden, de este modo, estar sujetas a una serie de límites (económicos) y sometidas a un conjunto de presiones, pero nunca estarán totalmente controladas ni llegan a ser absolutamente previsibles...” En, José A. Vela Montero (2000). “Los Estudios de la Audiencia: Una Visión Crítica desde la Economía Política”. Revista Ámbitos Nº 5, Sevilla, 2º semestre de 2000.
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mensajes entre países industrializados y los tercermundistas es el enfoque del imperialismo cultural. Los teóricos de esta corriente que tradicionalmente han sobresalido en Latinoamérica son Beltrán (1974, 1978, 2000), J. Esteinou (1982, 1991, 1992) Sánchez Ruiz (1992, 1997) y Mattelart (1970, 1972, 1975, 1994, 1997, 1998), los cuáles, por lo general, ubican el estudio de la comunicación masiva dentro del contexto de las relaciones económicas y políticas internacionales de los países industrializados y los países de América Latina (en vías de desarrollo), para analizar los flujos de comunicación uniformes y de dependencia como los mecanismos de influencia cultural que se presentan. Según Mattelart (1997: 12-17.), los estudios de este enfoque surgen fuertemente en nuestra región a partir de los setentas pero no es sino hasta principios de la década de los ochenta, en el marco de la entrada y establecimiento del estilo de vida global, que los estudios en nuestra región aumentan en términos sustanciales impulsados por los grandes grupos de comunicación que contribuyen ampliamente a la construcción del tecnoglobalismo y a la implantación de la visión experimental de la cultura sobre la “convergencia cultural” y el fin de la heterogeneidad cultural Latinoamericana. Algo que ha caracterizado en la década de los noventas a la corriente del imperialismo cultural son las numerosas tendencias que subyacen en la estructura misma de la teoría de la comunicación Latinoamericana. De acuerdo con la Dra. María Martín Díez (2000: 39-42.), de la Universidad Europea de Madrid, su investigación al respecto le ha llevado a descubrir que, a pesar de que existe en América Latina una gran riqueza de estudios, prevalecen actualmente una amplia diversidad de tendencias en este enfoque, entre las cuáles se pueden destacar las siguientes relaciones paralelas y opuestas en el abordaje de los medios: 1). Regionalización versus globalización; 2). Poder autónomo versus poder dependiente; 3). Proteccionismo versus librecambismo; 4). Estatismo versus privatización; 5). Civilización occidental versus otras civilizaciones; 6). Culturas propias versus cultura norteamericana; 7). Exposición ideológica directa versus método de entretenimiento. Sin embargo, lo anterior a también a provocado una gran dispersión teóricametodológica del estudio y ha propiciado visiones incompletas, inconsistentes y a menudo poco confiables de los procesos internacionales de comunicación por lo que se puede advertir, según Lozano (1997: 3-4.), que aunque casi todos los teóricos latinos parten de una perspectiva crítica, hoy en día algunos ya lo hacen desde el enfoque de la economía política, otros del imperialismo cultural y, otros más, desde diversas posiciones culturalistas10. Incluso, afirma, algunos parecen
10 En el caso de México, por ejemplo, Lozano ejemplifica que no existen visiones integradas y consistentes en la totalidad de los procesos sino sólo de algunas partes: Por ejemplo, los trabajos teóricos de Javier
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mezclar indiscriminadamente aspectos de unas y otras, sin intento alguno de reconciliar las tensiones entre ellos, produciendo una mayor confusión conceptual. En análisis a prospectiva, Lozano (1997: 7.), presenta cuatro aspectos que tendrán que corregirse en un futuro mediato: 1). Clarificar abordajes teóricos; 2). Delimitar los abordajes desde el campo de la comunicación; 3). Darle igual peso analítico a todas las partes del proceso y, 4). Realizar mayor cantidad de investigaciones empíricas que permitan la comprobación, refutación o reformulamiento de las teorías existentes. 2.3. Teorías de la Comunicación en América Latina desde el Contenido del Mensaje La mayoría de los enfoques teóricos sobre la comunicación de masas toman en cuenta, de una manera u otra, el contenido de los mensajes de los medios pues estos proporcionan indicios ya sea desde los procesos de producción y sus condicionantes ó, como adelante veremos, desde los posibles impactos o usos que se pueden suscitar en los procesos de recepción. Según Lozano (1996: 114-116.), el estudio científico del contenido de los medios tiene una larga tradición tanto en la perspectiva positivista como en la crítica pues, en todos los diversos enfoques conceptuales, los mensajes constituyen o incorporan rasgos y evidencias de los procesos de producción (sociología de la producción de mensajes, economía política e imperialismo cultural) y, a su vez, proporcionan también inferencias para determinar su posible impacto o apropiación por parte de las audiencias (análisis de cultivo, establecimiento de la agenda, estudios culturales). La sociología de producción de mensajes, ha utilizado el análisis de los mensajes para corroborar sus hipótesis sobre el efecto de los diferentes condicionamientos que provoca su producción en el contenido final de los medios. En este sentido, las investigaciones se han centrado en dos aspectos: 1). En detectar si los contenidos de las noticias se recopilan mediante los canales rutinarios o bien, si provienen de la creatividad y las pesquisas de sus reporteros y, 2). En analizar si los contenidos del mensaje provienen efectivamente de las fuentes informativas que aparecen citadas las noticias. En América Latina, con excepción hecha de los trabajos de Lozano (1994), Esteinou (2000/a, 2000/b) y Gutiérrez Renteria (2001), son prácticamente inexistentes los desarrollos teóricos al respecto. En lo que respecta a los teóricos del imperialismo cultural y la economía política en Latinoamérica, estos han estudiado el contenido de los mensajes
Esteinoú en la línea del imperialismo cultural; de Enrique Sánchez Ruiz en la línea de economía política y de Jorge A. González y Guillermo Orozco en la veta culturalista. En, Lozano, José Carlos. 1997. “La Investigación sobre la Comunicación Internacional en México”. Revista Razón y Palabra. Nº. 7. Año 2. Junio-agosto. 1997. p. 4-5.
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extranjeros para detectar la presencia de valores ideológicos y culturales ajenos a la idiosincrasia y necesidades de los países Latinoamericanos. Como anteriormente se mencionó, los autores representativos en la región son Mattelart, Beltrán y Esteinou. Por otro lado, entre las perspectivas teóricas positivistas que estudian los contenidos del mensaje y los efectos a largo plazo en las cogniciones y en la formación de las actitudes en los individuos, se encuentran el análisis de cultivo y el establecimiento de la agenda. El análisis de cultivo como perspectiva teórica ha contribuido a la reconsideración de la influencia de los medios (en especial la televisión) como agentes de socialización y cambio mediante la exposición al patrón total de programación mediática más que a géneros o programas específicos. De acuerdo con las investigaciones de Gerbner & Gross (citados por Lozano, 1996: 135-137), las implicaciones de la exposición acumulada al sistema general de mensajes, imágenes y valores que transmiten y repiten los medios, no deben de ser medidos sólo en términos de cambios inmediatos en el comportamiento, sino también, por el grado en que cultivan ciertas perspectivas de la vida, pues a lo largo de los meses y los años, los televidentes van absorbiendo, poco a poco, cogniciones que, a fuerza de repetirse, se transforman lentamente en actitudes y, muy a largo plazo, propician ciertas conductas. Para el Prof. Wolf (1997: 7), este tipo de investigaciones, que le parecen particularmente relevantes, se centran en describir la forma en que los medios actúan sobre la realidad subjetiva: de los efectos puntuales se pasan a la influencia acumulativa, la que no se identifica ni atribuye a ningún hecho comunicativo específico ni a ningún mensaje particular, sino a la presencia misma de los medios, a la totalidad del contenido de sus discursos. Es lo que Wolf llama “una suerte de ecología de la comunicación”: La acumulación constante de mensajes en sucesión y frecuencia “natural” y en su forma del discurso, que todo le da sentido y significado a los contenidos11. En forma paralela al enfoque del análisis de cultivo, se ha desarrollado la perspectiva del estableciemiento de la agenda (agenda setting). Apoyada en los mismos desarrollos teóricos que visualizan la influencia de los medios a largo
11 Mauro Wolf, Profesor e Investigador italiano del Departamento de Comunicación de la Universidad de Bolonia, fue, hasta su muerte, en el verano de 1996, uno de los más importantes teóricos de la comunicación. En franca manifestación de interés por los recientes acercamientos entre la sociología fenomenológica, la investigación semiótica y la comunication research, el Profesor Wolf llegó a la conclusión que el factor más significativo de este acercamiento es el esfuerzo de comprensión de dichas perspectivas teóricas por conocer los efectos y las influencias puntuales que de manera diacrónica o de largo plazo generan los contenidos del mensaje y los contenidos del discurso de los medios. En, Wolf, Mauro. 1997. “Los Emisores de Noticias en la Investigación sobre Comunicación”. Zer, Revista de Estudios de Comunicación. Universidad del País Vasco. Nº 3. Noviembre de 1997.
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plazo y en las cogniciones (a cerca de que pensamos) y las opiniones y sentimientos (lo que pensamos), este enfoque se centra en el estudio del impacto de la prensa y la información política en el público. Según Wolf (1990: 1), el camino histórico que ha seguido el modelo de la agenda setting es, en primer término, el establecimiento y formulación de la hipótesis clásica de Shaw, que, aunque tiene antecedentes en Lippmann & Newmann, esta inicia en 1972 y concluye a fines de los setentas; posteriormente, el desarrollo de las investigaciones empíricas de Mccombs y Shaw, las cuáles se desarrollan hasta mediados de los ochentas, donde se distinguen las primeras condiciones contingentes en los grupos de receptores y, finalmente, la aplicación de la agenda-building, como desarrollo de la agenda setting, la cuál es una tendencia de integración de territorios con una definición articulada del concepto de agenda pública. La formulación clásica de la hipótesis que plantean los teóricos de la agenda setting como Shaw (citado en Wolf, 1987: 163-166), parte de que los medios, al describir y precisar la realidad externa, presentan al público una lista o agenda de todo aquel en torno que se puede opinar y discutir por los lectores. Shaw, al poner el acento en la creciente dependencia cognoscitiva de los medios, la hipótesis de la agenda postula un impacto directo, aunque no inmediato, sobre los destinatarios, que se configura a partir de dos niveles: Por un lado, el orden del día de los temas en la agenda de los medios y, por otro, la jerarquía de importancia y prioridad con la que dichos temas son dispuestos en la agenda. De acuerdo con las investigaciones empíricas de McCombs & Shaw (citadas en Lozano, 1996: 149-155), las cuáles proporcionaron las primeras evidencias empíricas de este enfoque, sugieren que los medios al proponer contenidos temáticos sí generan importantes efectos en los receptores. Según McCombs, las conclusiones de la trayectoria de los estudios de la agenda setting pueden sintetizarse en: Primero, que los efectos de la agenda de los medios no son automáticos ni mecánicos; segundo, que el énfasis constante en ciertos temas por parte de los medios tiende a propiciar preocupación pública sobre ellos; tercero, que el efecto de la agenda se manifiesta con mayor fuerza en términos de conocimiento sobre el tema que de la opinión sobre el mismo; y, cuarto, que la mayor cantidad de información sobre el tema propuesto por la agenda no es garantía de una mejor opinión sobre él sino dependerá de las creencias y valores preexistentes con que cada persona enfrente los mensajes comunicacionales. Una de las principales limitantes para la aplicación del análisis de cultivo como de la perspectiva del establecimiento de la agenda en América Latina es la muy escasa investigación empírica existente fuera de los Estados Unidos, aún cuando, según Lozano (1996: 158.), ambos enfoques tienen un gran potencial de aplicación y desarrollo en nuestra región debido a dos causas: 1). Por la gran cantidad de programación televisiva importada de Estados Unidos sumado a las
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constantes imitaciones locales de los mensajes y programas de ese país, y, 2). Al papel cada vez más importante que juegan los medios informativos en los procesos electorales y políticos de los países latinoamericanos. 2.4. Teorías de la Comunicación en América Latina desde los Procesos de Recepción y Apropiación del Mensaje Gran parte del desarrollo de las teorías de la comunicación y del estudio científico de la comunicación de masas a nivel mundial y, particularmente, en América Latina, ha girado alrededor de las audiencias y del impacto de los mensajes en ellas. Esto se debe, en el fondo del debate actual, a que las tecnologías mediáticas no son neutras y sí inciden y constituyen, hoy más que nunca, los enclaves de condensación e interacción de las mediaciones sociales, conflictos simbólicos e intereses económicos y políticos. O bien, como lo sugiere Martín Barbero (2001: 81.), porque los mensajes y sus impactos, generan nuevas y variadas formas de entrelazamiento de lo social y lo político, de la formación de la opinión pública y del ejercicio de nuevas formas de ciudadanía. A más de sesenta años del nacimiento y desarrollo de los primeros estudios (legítimos o no) de los efectos de los medios, los cuáles tuvieron como bases científicas a la psicología social y a la sociología funcionalista norteamericana -con Lasswell (1927, 1935, 1949), Lazarsfeld (1941, 1948), Schramm (1949, 1954) y Merton (1946, 1957) en su dirección-, la vieja concepción, planteada por la teoría de la aguja hipodérmica, de que las audiencias de los medios son pasivas y manipulables, fue sustituida por la visión de los receptores como sujetos activos: David Berlo, en 1970 (citado en Beltrán, 1994: 105.), fue el primero en plantearse, al hablar de los nuevos deberes de los comunicólogos, la necesidad de concentrarse en “... las maneras en que la gente usa los mensajes y no, como lo hicimos, en el pasado, en [...] las maneras en que los mensajes pueden usar a la gente”12. Una de las primeras teorías de comunicación posteriores al enfoque positivista y funcional, que se encargan de indagar los nuevos comportamientos de la audiencia activa es el enfoque de usos y gratificaciones. Esta perspectiva de investigación vigente hoy en día, concluye que las audiencias experimentan una serie de necesidades de carácter informativo y de orientación y usan a los medios, entre otras alternativas funcionales, para satisfacerlas.
12 De hecho, Luis Ramiro Beltrán, trae a colación la cita del Dr. Berlo tras una sugerente y rica indagación de los avances de investigación que hasta los setenta se podían encontrar en América Latina: Por un lado, “...aparentemente han prevalecido una orientación metodológica marxista en la orientación de la investigación [en países como Chile, Perú y Cuba] ... y por otro, [en países como Argentina y Brasil] la semiología, la ciencia de los signos y los símbolos, ha brindado inspiración junto con los métodos de la semántica estructural aliada con la sociología del conocimiento...”. Beltrán, Luis R. “Premisas, Objetos y Métodos Foráneos en la Investigación sobre comunicación en América Latina”. En, De Moragas Spa, M. Sociología de la Comunicación de Masas. Escuelas y Autores. Ed. Gili. Barcelona. 1994.
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Así, cada mensaje y cada contenido de los medios, puede cumplir diferentes funciones dependiendo del uso que cada persona le diera, incluyendo no solamente la selección de gratificación de su necesidad, sino que también los evitan selectivamente como lo sugiere De Fleur y Ball Rokeach (1991: 254.), al analizar los estudios de los roles de la teoría de usos y gratificaciones que expuso Blumer & Katz a fines de 1979. En Latinoamérica han sido muy pocas las investigaciones que hasta hoy se han realizado en este enfoque. Las dos razones principales han sido porque los teóricos latinoamericanos asumen que en lo general los mensajes siguen favoreciendo principalmente los intereses de la clase hegemónica y proponen consecuentemente significados preferentes o dominantes; por otro lado, porque se sigue rechazando el ya viejo modelo del psicologismo de Lasswell y Lazarsfeld de estudiar al receptor en forma individual, por fuera de su contexto sociocultural. Entre los pocos trabajos que encontramos como representativos de este enfoque están los estudios recientes de los investigadores chilenos Gaete Martínez (2000) y Zepeda (2000). Si en el enfoque de usos y gratificaciones América Latina no ha sobresalido, en la vertiente de los estudios culturales de los procesos de recepción y apropiación del mensaje, los teóricos de nuestra región han hecho importantes aportaciones en el ámbito mundial13. Inspirados en primera instancia por las aportaciones hechas a fines de los setentas por los estudios críticos culturales (individuos y su pertenencia a subculturas), sobre la polisemia del mensaje de los medios (la existencia de significados hegemónicos y alternativos en un mismo contenido), que aplicó como modelo teórico Stuart Hall y como investigación empírica David Morley (citados en Lozano, 1996: 192-194), el enfoque de los estudios culturales en Latinoamérica a partir de implementar una fuerte vertiente de desarrollo de elaboraciones teóricas y de aproximaciones metodológicas diferentes, ha restituido a las audiencias un rol activo y una mayor capacidad de rechazar o negociar los mensajes hegemónicos de los medios, principalmente como un correctivo a los enfoques críticos tradicionales como el de la economía política y el imperialismo cultural, los cuáles tienden
13 Por ejemplo, en relación a ciertas publicaciones teóricas y metodológicas que podríamos reconocer como aportaciones en Francia por autores teóricos culturalistas reconocidos como Michel de Certeau y Daniel Dayan (colega y coautor con E. Katz) y, además, porque son constantemente citados en revistas científicas francesas de acuerdo con la investigadora brasileña Ilusca Coutinho, se encuentran los trabajos de Nestor Canclini sobre las estrategias de comunicación propuestas para las culturas híbridas; los trabajos de Jesús Martín Barbero con respecto a los estudios de las mediaciones y su recurso metodológico del mediocentrismo; los estudios de Eliseo Veron, con sus aportes sobre la reflexión de los discursos sociales; los aportes de Jorge A. Gonzalez, con respecto al enfoque de frentes culturales; etc. En, Llusca Coutinho. 2001. “Estudos Culturais Latino-Americanos Despertam Interesse de Pesquisadores Franceses”. Revista Pensamiento Comunicacional Latino-Americano. Vol. 2 Nº 3. Junio del 2001. p.3.
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a concebir de una manera simplista e ideologizada a los receptores como entes pasivos y manipulables. Actualmente, las principales corrientes de este enfoque en Latinoamérica son las siguientes: 1). El uso social de los medios, propuesta de estudio que encabeza el hoy Profesor Investigador del Departamento de Estudios Socioculturales del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (Iteso), en Guadalajara, México, el colombiano J. Martín Barbero; 2). El consumo cultural, propuesta de estudio desarrollada por el argentino-mexicano Nestor García Canclini, del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-X.), en México; 3). La recepción activa, propuesta de estudio desarrollada por el chileno Valerio Fuenzalida, del Centro de Indagación y Expresión Cultural y Artística de Chile (Ceneca) en Santiago; 4). Los Frentes Culturales e Identidades Complejas, corriente que precede Jorge A. González del Programa Cultural de la Universidad de Colima, México y, 5). El modelo de multimediaciones, que desarrolla Guillermo Orozco en el seno del Programa Institucional de Investigación en Comunicación y Prácticas Sociales (Priicom) de la Universidad Iberoamericana, en México. En la centralidad cultural, que se origina desde los primeros años de la década de los ochentas, los cinco enfoques son compatibles con el enfoque amplio de estudios culturales y comparten con éste y entre sí, un buen número de supuestos y conceptualizaciones básicas; los estudios culturales asumen a la comunicación como práctica sociocultural definida por la producción del sentido. Dentro de las principales corrientes de los estudios culturales, el estatuto de los estudios de las ciencias de la comunicación, como lo menciona Fuentes (1999: 63), las nociones de interdisciplinariedad o, incluso transdiciplinariedad, parecen quedar cortas. a). El Uso Social de los Medios. Dentro de esta corriente y, en términos generales dentro de los estudios de comunicación y cultura, es Jesús Martín Barbero uno de los principales teóricos e intelectuales en América Latina; Martín Barbero concibe a los medios de comunicación como productores sociales y enclaves de condensación e interacción de mediaciones humanas, de conflictos simbólicos e intereses políticos y económicos. En el estudio de los usos sociales de los medios, Martín Barbero (1989: 1), evita la falacia de contraponer de manera simplista e ideologizada, los esfuerzos hegemónicos de las clases dominantes mediante la comunicación masiva y los procesos de resistencia, mediación y negociación de los sectores subalternos, rescatando lo central: lo popular. Martín Barbero (2001: 88), emplea también el uso social de los medios para entender las nuevas condiciones de entrelazamiento entre lo social y lo político, en
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como se forma y desforma la opinión pública y en cómo se desarrollan los ejercicios de las nuevas formas de ciudadanía y democratización en América Latina. Fundamentado inicialmente en las teorías gramscianas sobre la hegemonía, en la últimos años Martín Barbero (1996: 79-94), se ha apoyado de manera muy especial y profunda en la obra y en el bagaje teórico-conceptual de J. Habermas (principalmente en la obra normativa, de la opinión pública y, sobre todo, en la acción comunicativa14) para explicar de manera profunda que la receptividad del mensaje de la comunicación de masas no es ciertamente una recepción pasiva de la audiencia, sino que existe una articulación, cotidiana y permanente, con las rutinas del receptor, la comunidad, lo nacional y lo global. Para Martín Barbero (1999: 7-21), la serie de mediaciones en la globalización comunicacional actual, han y están provocando hoy más que nunca en los receptores, desde las culturas tradicionales (precolombinas, negras y campesinas), nacionales (regionales y locales) y urbanas, un descentramiento cultural y, por consiguiente, fuertes transformaciones en los mapas culturales (desagregación y aislamiento social, fundamentalmente) de América Latina. b). El consumo cultural Como señalamos anteriormente, uno de los pocos investigadores especializados en los estudios sobre consumo cultural, audiencias y recepción en América Latina es el antropólogo Néstor García Canclini. Apoyado fuertemente en algunos teóricos que reelaboran la problemática del consumo cultural como Pierre Bourdieu, Manuel Castells, Mary Douglas y Michel de Certeau; García Canclini (1998: 17), concibe el estudio del consumo cultural como la mejor forma de analizar los procesos de recepción de la comunicación de masas. En la construcción teórica de García Canclini (1990: 6), se toman en cuenta una gran variedad de factores que intervienen en los campos de estudio de la antropología, la sociología y las ciencias de la comunicación, entre los que 14 Retomando la idea de “construcción de mapas teóricos” que realiza Edgardo Albizu (1989) sobre la teoría de la acción comunicativa de Habermas, nos dice que éste último propone, montado en un predominio del punto de vista histórico donde encuentra conexión con la obra de Max Weber, el superar la abstracción metodológica de la teoría de la complejidad sistémica creciente (de Parsons y Luhmann, respectivamente), basado en el “estructuralismo genético” según el modelo de la psicología del desarrollo de Piaget y que asimila las tesis de 1), la sociología de la religión de Weber; 2), la teoría de la comunicación social de G. H. Mead y, 3), la teoría de la integración social de E. Durkheim, en un horizonte de temas y actitudes teórico-críticas provenientes de Marx, Lukács y la Escuela Crítica de Frankfurt. Desde nuestro punto de vista, es fundamentalmente ésta última integración (3) donde más apoya teórico encuentra Martín Barbero para desarrollar e ir consolidando hasta hoy en día la teoría de las mediaciones, tanto en sus figuras centrales (Horkheimer, Adorno, Marcuse) como en los laterales (Benjamín, Neumann y Kirchheimer); Para Martín Barbero, esto le es posible por las mediaciones que logra entre las teorías contemporáneas del lenguaje y la cultura, con cuyo auxilio, replanteará los conceptos de razón y de acción en los efectos que provoca el uso social de los medios masivos de comunicación.
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destacan la racionalidad de los intercambios económicos y culturales (convivencia y conflicto) en los dos primeros campos y, el uso de los bienes de consumo cultural como transmisores de información y significado en el último. García Canclini (1991: 2) define al consumo como el conjunto de procesos socioculturales en que realizan la apropiación y los usos de los productos. Esta ubicación del consumo como parte del ciclo de producción y circulación de los bienes, le permite hacer visible aspectos más complejos y afines que los encerrados en la mera [compulsión consumista] y economista del término: la recepción, apropiación y las audiencias o usos. De manera particular, García Canclini (1991:4), define el consumo cultural como el conjunto de procesos de apropiación y usos de productos en los que el valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y de cambio, o donde al menos estos últimos se configuran subordinados a la dimensión simbólica. Para ocuparse del estudio detallado del consumo cultural, García Canclini instrumenta seis modelos teóricos metodológicos que provienen de diversas disciplinas. Cada uno de los seis modelos son necesarios para explicar aspectos del consumo, aún cuando, según García Canclini, ninguno de ellos es autosuficiente ni se han establecido principios teórico-metodológicos para su conexión. 1). Modelo 1: El consumo es el lugar de reproducción de la fuerza de trabajo y de expansión del capital. De acuerdo con este modelo, todas las prácticas de consumo pueden entenderse como medios para renovar la fuerza laboral de los trabajadores y ampliar las ganancias de los productores. En esta perspectiva, en la que Canclini se apoya fundamentalmente en la obra de Michel de Certeau, no es la demanda la que suscita la oferta del consumo de bienes sino la tendencia expansiva de capital para ampliar sus ganancias. Por eso, el propósito de implementar el modelo es el análisis de la dimensión cultural del consumo y las formas de apropiación y uso donde es necesario conocer como se articula la racionalidad de los productores con la racionalidad de los consumidores. 2). Modelo 2: El consumo es el lugar donde las clases y los grupos compiten por la apropiación del producto social. Aquí, García Canclini instrumenta el presente modelo a partir de concebir el consumo como conflicto entre clases, originado por la creciente y desigual participación en la estructura productiva, las cuáles se continúan en la distribución y apropiación de los bienes. Rectificando el modelo anterior (en la visión vertical del consumo), este modelo considera al consumo como un escenario de disputa por aquello que la sociedad produce y las maneras en como debe usarlo (apropiación de los bienes). 3). Modelo 3: El consumo como lugar de diferenciación social y distinción simbólica entre grupos. Apoyado en los estudios de Pierre Bourdieu, García
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Canclini instrumenta el modelo para analizar la masificación de la mayoría de los bienes que genera la modernidad y las diferencias que se producen cada vez más no por los objetos o bienes materiales que se poseen sino por las formas en que son utilizados y en las maneras en que se transmutan en signos los objetos que se consumen: por las diferencias simbólicas. 4. Modelo 4: El consumo como sistema de integración y comunicación. El modelo sirve para estudiar y entender el consumo cultural como intercambio y distinción de significados y valores comunes dentro de un sistema de comunicación donde cierta clase de bienes (la música, la ropa, etc.) conectan y vinculan a todas las clases sociales aunque la apropiación sea diversa. 5). Modelo 5: El consumo como escenario de la objetividad de los deseos. En esta opción, García Canclini implementa este modelo con el objeto de analizar a profundidad las modalidades que el deseo adopta frente a las proliferantes ofertas del consumo; según Canclini, el deseo no puede ser ignorado cuando se analizan las formas de consumo pues el deseo es un ingrediente frecuentemente utilizado por el diseño, la producción y la publicidad de los objetos. 6). Modelo 6: El consumo como proceso ritual. De acuerdo con este modelo, que plantea el postulado teórico de Mary Douglas, ninguna sociedad puede soportar demasiado tiempo la incertidumbre de los significados, de ahí que se creen los rituales y la necesidad de su estudio. Los rituales, explica Canclini retomando a Douglas, sirven para contener el curso de los significados y hacer explícitas las definiciones públicas de lo que el consenso general juzgue valioso. Por ello, en la teoría del modelo No. 6, el bien material es definida como accesorios rituales y el consumo como el proceso ritual cuya función primaria consiste en darle sentido al flujo de acontecimientos del consenso social. c). La Recepción Activa El Dr. Valerio Fuenzalida es uno de los teóricos Latinoamericanos que mayor impulso práctico (estudios e investigaciones publicadas) a generado en pro de la capacidad crítica de las audiencias en la recepción del mensaje. Las propuestas y la experiencia de Fuenzalida y su grupo de trabajo del Ceneca han contribuido significativamente al desarrollo de los esfuerzos de la educación y la cultura para la recepción en América Latina. Fuenzalida afirma (1989: 32), que la influencia grupal es sumamente importante en la construcción del sentido que las personas le confieren al mensaje. En este sentido, la familia, la mediación televisiva y la interacción con grupos organizados de todo tipo, ejercen una influencia decisiva en los hábitos y preferencias
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de información en la recepción del mensaje y en la elaboración de las significaciones socioculturales del individuo. Para el investigador chileno, lo que muestran en definitiva los estudios de recepción es que el receptor socio-cultural y el contexto de la recepción televisiva son constituyentes activos del proceso de Comunicación. No son «recipientes» o «variables intervinientes» (Fuenzalida, 1985: 66). Frente al significado intencional querido por el emisor, frente al significado inmanente al texto detectado por el análisis semiótico, también existe lo que Fuenzalida llama “...el significado concreto y existencial, es decir, lo construido por el receptor en interacción con el mensaje y con su emisor...”; Hay, pues, una producciónde significación en la recepción; la producción del significado no se agota en el trabajo del emisor ni en la elaboración semiótica. Para Fuenzalida, lo anterior también implica reconocer la historización del proceso de recepción y de la influencia cultural de la televisión. Para él, el fuerte descuido de la investigación por la recepción, proviene de una epistemología deshistorizada acerca de la recepción y acerca del contexto cultural; la recepción había sido concebida según los modelos lineales-monocausales que el positivismo del siglo pasado aplicó a los fenómenos naturales. En esa concepción, la recepción era un producto o resultado que podía ser previsto y deducido a partir de los supuestos deterministas causales manipulados por el emisor. La historización de la recepción y de la influencia cultural de la recepción activa propuesta por Valerio Fuenzalida (1989: 6) nos muestra, en cambio, que la causalidad lineal y omnipotente no se verifica, que “ocurre un proceso de recepción constructivista, dialéctico y conflictivo ... y que este mismo contexto socio-cultural heterogéneo penetra semióticamente los textos televisivos, manifestándose en una heterodiscursividad...”. d). Los Frentes Culturales e Identidades Complejas Como mencionamos anteriormente, el Dr. Jorge Alejandro González, ha dedicado en realidad poco trabajo a los estudios de la comunicación (Temer, 2001:2); sin embargo, tiene significativos aportes y desarrollo de técnicas, métodos y metodologías en el campo de los estudios culturales, los cuáles se orientan en “... obtener una respuesta de conocimiento que ayude a resolver un problema práctico ...”. Para Jorge González, la construcción de los sentidos y las significaciones sociales a través de los medios masivos de comunicación se convierte, hoy en día, en un campo de batalla por monopolizar las visiones de las necesidades, las identidades y los valores sociales. En este sentido, la cultura para Jorge González (1996: 41) sirve para diferenciar, clasificar y operar las diferentes visiones del mundo. En relación con esta, la comunicación la entiende como el proceso de construcción, de[construcción] y re[construcción] de múltiples efectos de sentido, a partir del lugar que los
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interlocutores ocupan en la estructura social y en relación con el dominio de un campo ideológico preciso. Para González (1994:102), el melodrama televisivo es el mejor ejemplo identificado de esta relación: “La telenovela, tal como se ha generado en México, es un espacio fractal donde se lucha por la definición del valor simbólico, no sólo del formato, sino de las formas sociales que ella pone en escena y que largamente exceden los límites del texto y su textura...”15. e). El Modelo de las Multimediaciones El principal exponente de este enfoque es el Dr. Guillermo Orozco. Ello ha sido posible por el desarrollo del modelo que identifica y analiza a fondo una serie de multimediaciones en la recepción activa del mensaje por parte del individuo. De acuerdo con Orozco (citado por Lozano, 1996:208-110), el modelo de las mediaciones en la recepción televisiva se compone por las siguientes mediaciones: 1.) Las mediaciones cognoscitivas (lo afectivo, lo racional y lo valorativo); 2). Las mediaciones culturales (presentes en las interacciones sociales y televisivas); 3). Las mediaciones situacionales (étnica, sexual, cultural, socioecómica y geográfica); 4). Las mediaciones institucionales (todas las instituciones sociales con las que el sujeto interactua) y, 5). Las mediaciones videotecnológicas (en sus diversas significaciones con la realidad: la creación de noticias, la presencia del receptor, la construcción de la verdad y la apelación emotiva). Para Orozco, la apropiación del mensaje televisivo por parte del receptor, se produce antes, durante y después de la exposición a ellos, debido al complejo funcionamiento de estas mediaciones en cada individuo. Como producto de la implementación del modelo en investigaciones empíricas, Orozco concluye que la actividad del individuo y, en general de las audiencias frente al televisor, las lleva a producir significados culturales diversos y no sólo a reproducir los que le llegan directamente de la mediación: “Las audiencias son activas, pero sobre todo creativas. Producen sentido en su interacción social; los límites a esa producción no están dados sólo por razones individuales. Más bien están dados a la creatividad en sí, en un escenario socialmente específico...”16. Actualmente, el Dr. Guillermo Orozco se encuentra trabajando, a partir del modelo de las multimediaciones, diversas perspectivas epistemológicas para el
15 Jorge A. González & Jesús Galindo: Metodología y Cultura, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México, D.F. 1994. 16 Guillermo Orozco. (1990/91). “La Mediación en Juego: Televisión, Cultura y Audiencia”. Revista Comunicación y Cultura, Nº 30. Universidad de Guadalajara. P. 122; Citado en: Lozano, José Carlos. 1996. Op. Cit. p. 211.
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17 Guillermo Orozco (compilador), varios autores. Lo viejo y Lo Nuevo: Investigar la Comunicación en el siglo XXI. Ed. de La Torre. Madrid. 2000. En esta compilación, se reúne fundamentalmente el trabajo del grupo de profesores/investigadores del Departamento de Estudios de la Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara, México. La idea, es reflejar, a través de diversos artículos, las diferentes trayectorias académicas, los intereses y los modos variados de plantear y realizar investigación en comunicación en este importante núcleo de investigadores latinoamericanos donde sobresalen Jesús Martín-Barbero, Raúl Fuentes Navarro, Sarah Corona, Enrique Sánchez Ruíz, Guillermo Orozco, Martha Renero, Armando Marín, entre otros.
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(Recibido el 12-1-2001, aceptado el 15-2-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 49-82)
El concepto de la comunicación: El cristal con que se mira Dr. José Cisneros Profesor de la Universidad de las Américas-Puebla (México)
RESUMEN En el presente artículo se retoma la discusión acerca del sentido del concepto de comunicación desde el enfoque de los investigadores estadounidenses frente al sentido que le dan autores como Jürgen Habermas y Antonio Pasquali, planteando las consecuencias sociales del uso de uno u otro enfoque. ABSTRACT In this paper the author asume the discussion between the sense of the concept of communication in U.S. researchers against the point of view of Jürgen Habermas and Antonio Pasquali, and the social consequences of the use of one or another sense. Palabras claves: Comunicación/Persuasión/Entendimiento. Key Words: Communication/Persuasion/Understanding.
Introducción n la III Bienal Iberoamericana de Comunicación celebrada del 8 al 10 de noviembre de 2001 en Cholula, Puebla, México, Enrique Guinsberg afirmó que el consumo de medios en la sociedad actual es necesario, puesto que representa una fuente simbólica de satisfacción para los usuarios; sin embargo, enfatizó la necesidad de replantear el estudio de la comunicación desde una perspectiva crítica (Diez, 2001:7). Y es precisamente este reto académico de replanteamiento del estudio de la comunicación con sentido crítico el que dio origen hace tres años al trabajo que ahora se presenta y cuya finalidad es: Rediscutir hoy una pieza clave de la investigación de la comunicación, el propio concepto de comunicación, con sentido crítico y más allá, y más acá también, del uso y consumo de medios técnicos. El asunto de volver discutir el concepto de comunicación no es trivial, puesto que de la forma en que se concibe el proceso de comunicación dependen sustancialmente las acciones del investigador, su enfoque heurístico y su estrategia
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metodológica, y, consecuentemente, sus posteriores construcciones teóricas, sus encuentros y desencuentros. Lo mismo puede decirse de las prácticas comunicativas cotidianas de cada individuo, del diseño de estrategias de los llamados comunicadores, y de los procesos sociales y políticos en general que cada día más requieren la injerencia de los profesionistas de la comunicación. Finalmente, los conceptos son nuestros lentes para mirar tanto las prácticas científicas como los procesos cotidianos, y cuando menos requerimos saber qué tipo de lentes y qué graduación estamos usando para observar las prácticas de comunicación. Las ideas centrales que a continuación se presentan, forman parte de mi tesis doctoral sobre Comunicación y democracia: La participación actual y potencial de las organizaciones civiles en las radiodifusoras del municipio de Puebla, presentada en la facultad de Ciencias de la Información en la Universidad de la Laguna, en Tenerife, Islas Canarias, España, y han sido revisadas y complementadas especialmente para el presente artículo. El contexto social del replanteamiento del concepto de comunicación Vivimos en el mundo una dinámica de destrucción sistemática de la vida a causa, como en los viejos cuentos, de la acumulación desmedida de la riqueza en unos cuantos hombres que, como en los peores despotismos, excluyen a todos los demás. La guerra que los políticos duros y los militares de los Estados Unidos libran ahora contra el fantasma del terrorismo generado por ellos mismos, y que tratan de enrolar en sus filas a todos los gobiernos del mundo que dependen de su hegemonía, no escapa a esta lógica. Los intereses petroleros, el gas y el mercado de la droga son un buen botín para poceder a destruir a los afganos, con millones de inocentes civiles incluídos. Esta ha sido la historia de la sociedad hasta nuestros dias, y hay quienes, como el filósofo Ciorán (1992), no le ven remedio a la situación y asumen, como consecuencia lógica, el deterioro inevitable de la especie humana. Otros, como Erich Fromm, ven en El amor a la vida (1992) la alternativa para llevar a cabo una Revolución de la esperanza (1982). Pero, independientemente de lo que pueda ocurrir, el final de la historia, antes como ahora, depende de todo lo que como sociedad hagamos o dejemos de hacer. Esta es la cuestión, lo mismo en la dimensión social mundial que en los asuntos locales; lo mismo en el ámbito ecológico del planeta que en el patio de la casa; lo mismo en las acciones de guerra que en el saludo al vecino. Pero lo que hagamos depende, evidentemente, de los que conozcamos, y conocemos lo que procesamos o construímos en la mente y a través del lenguaje (Piaget, 1989; Maturana, 1987). Conocemos lo que distinguimos, distinguimos lo que alcanzamos a ver, y vemos lo que los conceptos de nuestra cultura nos permiten observar. Por ello, como se ha mencionado, son tan importantes los lentes conceptuales, las ideas previas que tenemos antes de mirar.
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El presente trabajo se enfoca a reabrir la discusión sobre el concepto de comunicación, rescatando el sentido de este proceso como un mecanismo de entendimiento entre los hombres, a distinguirlo de la persuasión y el adoctrinamiento que los llamados medios de comunicación masiva (MCM) difunden como el único sentido posible de las prácticas comunicativas. Se discute aquí la necesidad de entender la comunicación como sustento de la participación equitativa y de la toma de decisiones compartida. Se busca construir unos cristales más nítidos que nos permitan distinguir los procesos comunicativos enfocados a la construcción de acuerdos entre todos y al rescate de la vida, como algo muy distinto, por ejemplo, del manejo de las conciencias en función del poder de unos cuantos que no dudan en sacrificar ni la naturaleza, ni las culturas diferentes, ni la vida humana. Este artículo consta de siete partes. Se empieza por plantear el debate entre las ideas de persuasión y entendimiento referidas al sentido de la comunicación, para luego detallar tres enfoques teóricos de la comunicación: positivista-funcionalista, crítico y una tercera opción (Habermas-Pasquali-Paoli); en quinto lugar se analiza la función de los medios desde la perspectiva del entendimiento; en sexto lugar se vinculan los procesos de comunicación al funcionamiento biológico del ser humano, y se termina señalando algunos desarrollos conceptuales pendientes que se desprenden del análisis realizado. 1: LA COMUNICACIÓN, A DEBATE El término comunicación, llevado y traído hasta la saciedad en nuestra época, se emplea lo mismo como sinónimo de infraestructura para el transporte, que para señalar canales o medios electrónicos de vinculación, para referirse a los discursos políticos y comerciales, o bien como recurso de la proximidad física, administrativa, intelectual o afectiva. Los trabajadores académicos hemos sido incapaces de generar un consenso respecto de su empleo más preciso, no digamos ya en nuestras sociedades, sino incluso en nuestro propio ámbito profesional. Pero dada su trasecendencia, como ocurre con el concepto de democracia, es indispensable insistir en su discusión. Se presenta a continuación una confrontación entre dos sentidos del concepto, que en mayor y en menor medida, respectivamente, han sido desarrollados durante el siglo que recién terminó: La persuasión y el entendimiento. Origen y divergencias: Persuasión vs. entendimiento ¿A qué nos referimos cuando empleamos el concepto de comunicación? Históricamente se han dado cuando menos estos dos sentidos al concepto de comunicación: como persuasión y como entendimiento. Ambos con implicaciones muy divergentes tanto en el análisis de los fenómenos como en el manejo de procesos y prácticas comunicacionales.
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Por persuasión nos referimos a la acción y efecto de persuadir o persuadirse. Y persuadir lo entendemos como inducir, mover, obligar a uno a con razones a creer o hacer una cosa. Por entendimiento significamos inteligencia o sentido que se da a lo que se dice o escribe. Pero también concebimos por entendimiento la capacidad de comprender o llegar a un acuerdo. Donde comprender significa encontrar justificados o naturales los actos o sentimientos de otro (Real Academia Española de la Lengua, 2000). El concepto de comunicación más difundido es el que la considera como persuasión, puesto que su historia es muy larga, ya que va del siglo IV antes de nuestra era, con Aristóteles, al siglo XX con los sociólogos de Estados Unidos. Veamos: De Aristóteles a los sociólogos estadounidenses Aristóteles (1968), como lo hizo con muchos temas de nuestra cultura occidental, es quien primero aborda de manera sistemática la conceptualización de las prácticas de comunicación en su libro sobre Retórica. Y su abordaje resulta muy interesante, ya que comienza por vincular a la retórica con la práctica de la virtud y la búsqueda de la verdad, al afirmar que “no conviene convencer a nadie de las cosas reprobables, sino para que no nos pase por alto cómo es y para qué, cuando otro se sirva injustamente de estas mismas razones, sepamos deshacerlas”. Y agrega: “Así, pues, que la retórica no es de ningún género definido, sino que es como la dialéctica, y que es útil, es evidente; y que su fin no es persuadir, sino considerar los medios persuasivos para cada caso, como en todas las demás artes” (Aristóteles: 1968,34). Aquí vale la pena detenernos un momento para aclarar lo que para Aristóteles era dialéctica, a diferencia de Kant, Hegel y Marx. Para El Estagirita, dialéctica (discurrir) era “el arte del debate mediante preguntas y respuestas y, a diferencia del pensamiento demostrativo, es un proceso crítico en el que se encuentra el punto de partida de los principios de cualquier investigación” (Runes: 1981,96-97). De ahí que tanto la dialéctica como la retórica para Aristóteles consistían básicamente en una técnica, o incluso un método de razonamiento y de expresión para sustentar argumentos virtuosos y verdaderos, así como para deshacer razones injustas. En otras palabras, ni la dialéctica ni la retórica eran una ciencia, no estaban enfocadas a un contenido determinado, sino comprometidas con el discernimiento verdadero:
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“La retórica, por así decirlo, parece ser capaz de considerar los medios de persuasión acerca de cualquier cosa dada, por lo cual también decimos que ella no tiene su artificio en ningún género específico determinado. “De manera que la retórica viene a ser como algo que ha crecido junto a la dialéctica y al estudio de las costumbres o caracteres, al cual sólo es justo denominar política” (Aristóteles: 1968,35-37). Y política, para Aristóteles, era la virtud práctica, que buscaba el bien de los ciudadanos. Todavía más: la política era la máxima virtud, porque buscaba formar a los hombres para hacer el bien. De manera que la retórica representaba un camino o método para “discernir y sustentar argumentos virtuosos, deshacer las razones injustas, y buscar la verdad” en función del bien de los demás. La retórica para Aristóteles era un arte, como señala Rafael Hernández (1995), una tekné, no una ciencia, no una epistemé. Como puede apreciarse, el sentido que Aristóteles daba a la retórica estaba claramente definido, en función de la búsqueda de sustento para los argumentos verdaderos, destrucción de los falsos, y práctica de la virtud. Significado muy diferente del que en nuestro siglo le atribuyeron a la Retórica de Aristóteles los sociólogos norteamericanos, como Raymond Nixon (1963), por ejemplo, quien asume la retórica como el primer tratamiento científico de la comunicación: pero además la reduce a “la búsqueda de todos los medios posibles de persuasión”. Expresión que parece dar luz verde a sus colegas para estudiar y desarrollar todas las técnicas posibles para persuadir a los receptores de la comunicación, independientemente de la ética de sus fines. Aristóteles había analizado diferentes clases de argumentos procurados por el razonamiento, unos argumentos referidos al carácter de quien habla; otros para “situar al oyente en cierto estado de ánimo”, y otros en relación con el mismo discurso o tema (Aristóteles, 1968:36). Raymond Nixon dejó de lado los argumentos para hacerse cargo, a nombre de Aristóteles y desde una lectura por demás reduccionista, de “los tres elementos básicos de la comunicación”:
La persona que habla
El discurso que pronuncia
La persona que escucha
QUIÉN
dice QUÉ
a QUIÉN (Nixon: 1963,13)
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Y a partir de esta interpretación de los planteamientos de Aristóteles, en Estados Unidos de Norteamérica se empezaron a desarrollar conceptualizaciones sobre el fenómeno de la comunicación de manera recurrente. A partir de 1930 se reunieron un grupo de profesionistas (Lazarsfeld, Lewin, Lasswell y Hovland) dedicados a los estudios sobre procesos electorales (sociólogos, psicólogos, antropólogos, politólogos, etc.), que focalizaron sus investigaciones en los recién nombrados procesos de comunicación, por lo que les llamaron, y ellos aceptaron ser llamados, “los padres de la comunicación”. Arrogancia aparte, Lasswell retoma el modelo de Aristóteles interpretado por Nixon, y le incorpora dos elementos más, fruto de sus observaciones científicas (Schramm, 1972): Lasswell: QUIÉN dice QUÉ en qué CANAL a QUIÉN con qué EFECTOS Si bien Aristóteles, en La retórica, asumía el sentido de virtud y verdad, y el canal de la conversación era privilegiadamente la palabra hablada, los investigadores norteamericanos están preocupados por la selección de los medios de difusión masiva a emplear y sus resultados prácticos: qué efectos pueden lograrse en los electores. Aquí, la inversión económica que significaba una campaña electoral, exigía la medición de resultados en los votos a favor. La vitud y la verdad no eran categorías que importaran. La persuasión, el convencimiento, sí. Lo que para Aristóteles era un medio de la retórica en función de la virtud, los argumentos para la persuasión, para los estudiosos norteamericanos es la persuasión que se convierte en un fin intrínseco de la comunicación. De esta manera el concepto moderno de comunicación social, queda ligado per se a un fin pragmático: la persuasión. Más eficaz mientras más se sobreentiende, cuando su valor en relación a las finalidades sociales no está sujeto a duda. Así, ya ubicados en la búsqueda, no de la verdad y la virtud, sino de “todos los medios posibles para la persuasión”, los llamados padres de la comunicación se dedican a perfeccionar su modelo conceptual. Raymond Nixon en los años 50 vuelve a tomar el esquema aristotélico modificado por Lasswell y le incorpora dos elementos más: las intenciones con las que se emite el mensaje y las condiciones en que se recibe: Raymond Nixon (1963): QUIÉN dice QUÉ en qué CANAL a QUIÉN con qué EFECTOS Con qué INTENCIONES
bajo qué CONDICIONES
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Aquí también vale la pena detenerse un poco para precisar algunas razones por las cuales resultaba relevante para Nixon la inclusión de esos dos nuevos elementos: las intenciones del emisor y las condiciones en las que el receptor capta el mensaje. Cuando Raymond Nixon decidió incorporar los dos nuevos elementos al esquema de comunicación, ya había pasado la Segunda Guerra Mundial, y los investigadores norteamericanos habían sido sorprendidos por el manejo tan contundente y eficaz de los medios de información por parte de los nazis, para lograr conductas homogéneas de absoluta determinación en el pueblo alemán a favor de Hitler. Como dice Jean-Marie Domenach (1966): “Hitler y Goebels transformaron la propaganda moderna. Hitler logra sobreexcitar, en lo más profundo de la masa, el odio y el ansia de poder. La propaganda deja de estar ligada a una progresión táctica para convertirse en una táctica en sí. (Entre muchas otras cosas) “Todo el mundo ha oído hablar del redoble del tambor que acompañaba a Hitler cuando ascendía a la tribuna en el Congreso de Nürenberg, y del teclado que había en el atril para cambiar la iluminación a su gusto. Esta es la razón del éxito de la propaganda nazi en la masa alemana: el predominio de la imagen frente a la explicación, de lo sensible brutal frente a lo racional” (Domenach: 1966,35-37). Desde entonces, concluye Domenach, e independientemente de cualquier ideología, en la propaganda política ya no se trata de razonar sino, antes que nada, de convencer para vencer. De este modo, Nixon y los investigadores norteamericanos de la comunicación, advierten la necesidad de ampliar el trabajo sobre la disposición y manejo del discurso que hará el emisor a partir de sus intenciones, y la importancia de las condiciones físicas y psicológicas idóneas en las que el oyente recibirá el mensaje, para asegurar que actúe en consecuencia con las intenciones del emisor. Así, la persuasión se consolida dentro del modelo norteamericano de comunicación como su sentido y meta connatural al concepto. Investigadores como David K. Berlo, pero sobre todo Wilbur Schramm (1986) y su famosa tuba, no sólo detallan el proceso de comunicación como persuasión, sino que ponen énfasis en estudiar al receptor como objeto de persuasión, de manera que se le pueda cercar para convencerlo en función de un determinado fin, ya sea electoral, comercial o ideológico. Como menciona Ricardo Homs (1995), “la más importante preocupación de todo comunicador (es) la posibilidad de que (su) mensaje no logre persuadir al público deseado”. De ahí que los comunicadores en lo sucesivo busquen cualquier técnica que
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permita obtener del receptor la conducta deseada por el emisor, inclusive el uso de mensajes subliminales, sean humanamente legítimos o no, lícitos o ilícitos en una sociedad determinada. Apunta Homs: “La persuasión subliminal es un modelo comunicacional sui géneris, de contenidos inducidos inconscientemente, en que el receptor se encuentra indefenso, sin poder ejercer el elemental derecho de resistirse al impacto” (Homs: 1995,137). A partir de los investigadores norteamericanos y la difusión de sus ideas, se empiezan a desarrollar múltiples estudios acerca del llamado proceso llamado de comunicación, pero sin cuestionarse en modo alguno su sentido persuasivo. Prácticamente no importa la base ideológica o política desde la que se enfoque el análisis de la comunicación, casi todos los estudios dan por sentado que la meta natural de la comunicación es la persuasión. Veremos a continuación una síntesis de las principales teorías acerca de la comunicación que se desarrollaron desde finales del siglo XIX hasta el presente. Múltiples enfoques teóricos y crítica de la comunicación como ciencia La gran mayoría de las teorías de la comunicación, además de asumir de alguna manera el sentido del concepto como persuasión, no se refieren explícitamente al estudio del proceso de comunicación como fenómeno general que se desarrolla en todo tipo de relación entre los hombres, sino que concentran su atención principalmente en la llamada comunicación social, y especialmente en el uso eficaz de los medios de difusión colectiva, denominados medios de comunicación masiva (MCM). En México, por ejemplo, las investigaciones sobre la comunicación que Raúl Fuentes Navarro (1988) ha venido registrando sistemáticamente y que datan desde 1956 hasta la década de los 90, están enfocadas mayoritariamente a los medios masivos, y en orden de importancia, a la televisión, la prensa, la radio, el cine y las nuevas tecnologías. La mayor distinción que se ha establecido entre las diferentes teorías respecto al uso de los medios, es entre el enfoque positivista-funcionalista y el enfoque crítico, como se indica en el cuadro siguiente.
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Cuadro Nº 1 TEORÍAS ACERCA DEL USO DE MEDIOS DE INFORMACIÓN SEGÚN SU ENFOQUE ENFOQUE POSITIVISTA-FUNCIONALISTA ENFOQUE CRÍTICO Teoría de la sociedad de masas
Teoría de sociedad de masas
Visión aristocrática
Escuela de Frankfurt
Teoría de la aguja hipodérmica (o bala mágica )
Economía política crítica
Funcionalismo El análisis funcional Influencia personal El flujo de la comunicación en dos pasos
Dependencia Imperialismo cultural Hegemonía Teoría de la hegemonía Estudios culturales
Sociología de la producción de mensajes Teoría del gatekeeper Efectos Teoría de usos y gratificaciones Análisis del cultivo Teoría del establecimiento de agendas Fuente: Lozano, José Carlos: Teoría e investigación de la comunicación de elaborada por José Cisneros en junio de 2000.
masas. Síntesis
¿A qué se refieren cada una de estas teorías? Cada una de ellas destaca diferentes elementos del proceso de comunicación, o los interpreta desde la perspectiva de enfoques teóricos más generales (no de comunicación), sobre todo sociológicos. A continuación se expone una síntesis esquemática de estas teorías, con base en el libro Teoría e investigación de la comunicación de masas, de José Carlos Lozano (1996).
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2: ENFOQUE POSITIVISTA-FUNCIONALISTA Teoría de la sociedad de masas Esta teoría surge en la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, y en ella las audiencias son concebidas como conglomerados de individuos aislados, irracionales, ignorantes y manipulables. Por lo tanto, las masas son susceptibles de ser influenciadas por los llamados medios masivos de comunicación (MCM). Visión aristocrática (Federico Nietszche, José Ortega y Gasset) De acuerdo a estos pensadores, es negativo propiciar una mayor participación de las masas incultas en los destinos de la sociedad. Las masas deben asumir su condición subordinada y mediocre. La sociedad debe ser dirigida por los intelectuales cultos. Consideran negativo promover una cultura vulgarizada. Teoría de la aguja hipodérmica (o bala mágica ) Los individuos de las masas, aislados, perciben del mismo modo los mensajes de los medios y responden más o menos de la misma manera. Funcionalismo De acuerdo a la teoría funcionalista, un sistema social se mantiene cohesionado con ciertos valores básicos compartidos por todos sus miembros. Por otro lado, el sistema se compone de diferentes partes (gobierno, industria, banca, iglesia, etc.) interrelacionadas y enfocadas a satisfacer las necesidades sociales. El análisis funcional (Lasswell, 1948) Los medios masivos de comunicación cumplen las funciones siguientes: 1: La supervisión del entorno. Ejemplo: la circulación de noticias. 2: La correlación de las distintas partes de la sociedad que se manifiestan. 3: La transmisión de la herencia social de una generación a la siguiente. Charles Wright, en 1954, agrega una cuarta función: 4: El entretenimiento. Influencia personal La influencia de las personas sigue siendo determinante para los medios. El flujo de la comunicación en dos pasos (Lazarsfeld) La información no impacta directamente en los individuos, sino en sus líderes, y de éstos en sus seguidores.
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Sociología de la producción de mensajes De acuerdo con este planteamiento, se estudian las condiciones complejas en que se producen los mensajes y que determinan que ciertos mensajes se difundan y otros no. Teoría del gatekeeper (Lazarsfeld, 1975) Los editores de los periódicos juegan un rol determinante para la información social. Ellos seleccionan unas noticias (sólo 10%) y otras no (90%). Los lectores reciben esas pocas noticias, sólo se quedan con algunas de ellas y rechazan el resto. Efectos Dado que los medios no impactan como se pensaba en la teoría de la aguja hipodérmica o bala mágica, se empieza a estudiar con más detalle cuáles son realmente los efectos de los medios. Teoría de usos y gratificaciones La pregunta inicial de “¿Qué hacen los medios en la audiencia?” se cambia por: “¿Qué hacen las audiencias con los medios?”, y se descubre que los medios sí ejercen influencias sutiles y a largo plazo: Los medios influyen en las cogniciones de los individuos Las cogniciones influyen paulatinamente en las actitudes, y Las actitudes posteriormente se reflejan en las conductas. Análisis del cultivo A través de los medios se cultivan concepciones compartidas sobre la realidad en públicos muy diversos. Lo que cuenta es la constante exposición, a la TV por ejemplo, y no cada programa por separado. Lo importante es la exposición masiva común a mensajes repetitivos durante un plazo largo por parte de públicos heterogéneros. Teoría del establecimiento de agendas Reconsiderando el planteamiento de la teoría de la aguja hipodérmica, la teoría del establecimiento de agendas propone que los MCM no dicen a los receptores qué deben pensar acerca de un tema determinado, pero sí le dicen acerca de qué tema deben pensar algo.
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3: ENFOQUE CRÍTICO Teoría de la sociedad de masas Desde el enfoque crítico también se considera que las masas son susceptibles de ser influenciadas por los llamados medios masivos de comunicación, y por lo tanto, manipulables. Pero las propuestas a las que se llega son diferentes a la del enfoque funcionalista, como se verá enseguida: Escuela de Frankfurt (Adorno, Horkheimer, Marcuse: 1930-1970) Estos autores denuncian que los llamados medios masivos de comunicación están al servicio de las clases dominantes y manipulan ideológicamente a los individuos, generándoles una falsa conciencia de que viven en una sociedad justa y democrática. Y aunque, lo mismo que los aristócratas, critican la vulgarización de la alta cultura y defienden el arte genuino, proponen que las masas deben luchar por subir al poder y dirigir la sociedad, lo cual también les dará acceso a la cultura . Economía política crítica Esta teoría se ocupa de estudiar la propiedad y el control de los medios. Concluye que los medios realmente no buscan dar respuesta a las necesidades sociales, sino ofrecer grandes audiencias a sus anunciantes, sin importar el contenido o la finalidad social. Lo que importa realmente es el lucro y el enriquecimiento, aunque para ellos también es necesario el control de las ideas que se difunden. Dependencia Aquí se plantea que los medios en los países del llamado tercer mundo no sólo están sujetos a la propiedad y el control de las clases dominantes, sino que además sus estrategias, equipos técnicos y contenidos son dependientes de la producción de conocimiento y materiales audiovisuales e impresos que se generan en los países industrializados. Imperialismo cultural Basada en la propiedad de los medios, esta teoría analiza los desequilibrios y desigualdades en los flujos internacionales de mensajes. Concluye que este flujo informativo busca generar una civilización de consumo, por encima de las fronteras nacionales, y los beneficiarios de este negocio resultan los empresarios cuyas industrias generan los productos y servicios culturales, y que además poseen el control de los MCM. Hegemonía Antonio Gramsci a principios de siglo aportó una visión menos esquemática de la sociedad que los marxistas ortodoxos dividían en la oposición radical de dos
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clases fundamentales: capitalistas y proletarios, para plantear la necesidad de las clases dominantes por lograr la aceptación de su posición entre las clases subalternas. Propone que esta aceptación se logra mediante el consenso de todos los grupos, y en cuyo logro los intelectuales tienen el rol principal. De este modo, la dirección y el control de la sociedad logrados por consenso, constituye la hegemonía de una clase. En este contexto, los medios tienen la función de los intelectuales: generar consensos en favor de la clase dirigente. Teoría de la hegemonía Esta teoría de la comunicación establece la autonomía relativa de las instituciones superestructurales (Iglesia, escuela, medios de difusión, etc.) respecto de la clase dirigente. Evidentemente, en la labor de dichas instituciones prevalecen los intereses de la clase hegemónica, pero a condición de tomar en cuenta intereses y necesidades de las clases subalternas, pues sólo de esta manera conservan su legitimidad. Estudios culturales Los autores de estos estudios ubican el texto (mensajes, medios ) en el contexto de la cultura y las prácticas culturales. Es decir, ubican la función de los MCM dentro de una lucha de las clases y los grupos sociales por lograr la hegemonía. Con una visión más optimista que los estudiosos del imperialismo cultural, consideran que la gente común y corriente, respecto de los MCM, puede: Resistir los valores dominantes Reinterpretar los mensajes Crear su propia cultura y sus significados Consideran que los receptores no necesariamente hacen una lectura dominante de los mensajes masivos, sino que también pueden hacer una lectura negociada, e incluso una lectura oposicional. Sin embargo, asumen que la autonomía de las clases subalternas para realizar esta lecturas también es relativa. Hasta aquí, la síntesis esquemática de las teorías de la comunicación más relevantes en el campo académico. Y como puede observarse, tanto en las teorías planteadas desde el enfoque positivista-funcionalista, como las que se proponen desde el enfoque crítico, se percibe una mínima evolución del concepto de comunicación desde un significado de persuasión hacia uno que implica mayor participación de los receptores, sin que necesariamente se plantee de manera explícita el sentido de la comunicación como entendimiento, puesto que el sentido de la persuasión continúa siendo el dominante.
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La importancia de los llamados medios de comunicación masiva (MCM), hoy día está fuera de toda duda. Como dice Eliseo Verón (1995): “los acontecimientos sociales existen sólo en la medida en que los medios de comunicación masiva los constituya como tales, apoyados en el sagrado principio de la objetividad (que) actúa como eje de la representación del mundo a la que dicen adherir(se) los medios de comunicación”. En estas circunstancias, Verón llama la atención, para estudiar hasta qué punto los medios masivos de comunicación se han convertido en el lugar en que nuestras sociedades industrializadas producen nuestra realidad. Afirma Eliseo Verón: “Los acontecimientos sociales no son objetos que se encuentran ya hechos en alguna parte en la realidad, y cuyas propiedades y avatares nos son dados a conocer de inmediato por los medios con mayor o menor fidelidad. Sólo existen en la medida en que los medios los elaboran” (Verón: 1995,II). De ahí la importancia de considerar el estudio de los llamados MCM. Sin embargo, ellos no agotan el sentido de los procesos de comunicación en los diferentes grupos humanos. Efectivamente, los acontecimientos sociales son construidos en cuanto acontecimientos por los medios como institución productora de información para el consumo masivo, pero no ocurre lo mismo con la vida cercana. Los medios nos construyen la realidad lejana, pero no la que tenemos al lado, en el barrio, en el pueblo, en la casa, en la colonia. Los hechos sociales que los medios toman como base para sus construcciones, en el vivir cotidiano, nos llegan de otra manera. Por ejemplo, la legalización del fraude llamado Fobaproa en México, nos repercute en desempleo, altos impuestos y bajo salario para la vida en el barrio, en el pueblo, en la casa y en la colonia. Sus naturaleza socioeconómica dista mucho de la construcción que como noticia le dan los medios, y sus efectos negativos en la vida cotidiana son mucho más duraderos, por años y décadas, que la vigencia del acontecimiento como noticia. De ahí la necesidad de pensar la comunicación antes y después de los MCM. La necesidad de repensarla desde otra perspectiva, más amplia y más profunda, y no sólo desde las teorías de los medios masivos. Sobre la inexistencia de una ciencia de la comunicación Dice Miquel de Moragas: “La importancia social de este fenómeno (los medios masivos) generó la correspondiente estructura académica en todo el mundo. Esto hizo que se introdujera el espejismo de que se estaba ante una nueva ciencia social,
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cuando lo que era propio de la investigación en comunicación (...), eran los condicionantes teóricos y metodológicos que se derivaban de la elección de su propio objeto” (Moragas: 1984,41) Y aunque Moragas termina aceptando que el conjunto de ciencias sociales empleadas en el estudio de los medios constituyen precisamente las ciencias de la comunicación, ello no resuelve correctamente la dimensión epistemológica de estas ciencias respecto de su objeto, pues, como apunta López Veneroni (1989): “La relación cognoscitiva que se puede establecer respecto de los medios no es la de la ‘investigación’, sino de la ‘explicación’. “Demostrar, por ejemplo, que los medios acortan el ciclo de producción de plusvalía o que constituyen aparatos ideológicos del estado, ayuda a constatar un hecho propio de un sistema específico, que ya se había plantado y que es independiente de los medios; la aparición de éstos no lo revela, es decir, ‘no lo aporta’, so pena de afirmar que la comunicación radica en acortar el ciclo de la producción de plusvalía o que se constituye como aparato ideológico del estado. “Lo que en realidad se hace es explicar los medios, no investigarlos” (López: 1989,29). Habrá quien argumente, desde el punto de vista metodológico, que la investigación tiene como uno de sus niveles la explicación, junto con la descripción y la exploración. Pero, según entiendo, a lo que se refiere López Veneroni es al sentido epistemológico que tiene el uso de la investigación, por un lado, y la aplicación de teorías, por el otro. Lo cual queda más claro en esta afirmación de García Lozano: “El proceso de investigación es en sentido contrario al de la explicación. Ésta va de la teoría y condiciones iniciales a los fenómenos o problemas (como es el caso de los problemas de comunicación ); aquella va de los problemas a la teoría. En la explicación se trata de resolver un problema o de explicar un fenómeno. En la investigación se trata de crear o descubrir una teoría” (García: 1976,60). Efectivamente, en la tradición de los estudios de comunicación, lo que se ha venido haciendo es tratar de explicar cómo operan y/o cómo operar mejor los medios de difusión masiva. Y las construcciones de esquemas, diagramas y términos específicos, tienen el sentido de entender y explicar lo que ocurre, no de
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fundamentar los conceptos básicos desde un planteamiento epistemológico particular de la comunicación. “Desde este ángulo cabe decir que no hay ciencia, o en todo caso, teoría científica razonablemente bien desarrollada, sin alguna semántica subyacente, la cual es de naturaleza ‘filosófica’ en cuanto por lo menos constituye un campo en el cual han tenido lugar tradicionalmente los debates filosóficos, especialmente los de naturaleza ontológica, metafísica y epistemológica” (Ferrater: 1976,50). Aclara López Veneroni respecto a las diversas actividades que se realizan en el campo disciplinario de la comunicación: “No queremos decir que estas actividades no tengan validez, sino que su validez no radica en la cientificidad, justo porque no lo requieren, de la misma manera que para pilotear un avión no se necesita ser fisicomatemático especializado en aerodinámica, o para escribir literatura o periodismo se deba ser lingüista o filólogo consumado. “Si bien el conocimiento y el quehacer científicos no son los únicos conocimientos o quehaceres válidos, ni son la única forma de conocimiento o quehacer, una disciplina que se quiera científica y la determinación científica de un fenómeno sí están sujetas a un conjunto de consideraciones y observaciones que no pueden nacer de la improvisación, limitarse a las suposiciones, ni establecerse a partir de un criterio de inmediatez puramente práctica” (López: 1989,31). Como dice Hegel: “toda ciencia es una ciencia de lo necesario, no de lo accidental”. Desafortunadamente la discusión sobre la sustentación filosóficoepistemológica de una ciencia de la comunicación ha sido desdeñada incluso por la mayoría de los ya numerosos académicos de esta disciplina, quienes hemos preferido estudiar asuntos más prácticos, como los condicionantes, el funcionamiento y los efectos de la parafernalia mediática, sin cuestionar siquiera los conceptos tradicionales básicos de comunicación e información. Pero como podemos ver claramente, el concepto de comunicación empieza antes y más acá de los llamados MCM, históricamente como parte de nosotros, y va mucho más allá de ellos: a la configuración de nuestra vida en sociedad y de nuestro futuro. Los medios en tanto objeto de estudio, como dice Veneroni, “no nos alcanzan a revelar la verdadera determinación de lo comunicativo, sea porque la esconden o porque no la implican”. Por lo tanto, conviene abordar el concepto de comunicación desde otras perspectivas, como la que descarta la persuasión
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como naturaleza de lo comunicativo y le reconoce el sentido de entendimiento entre los hombres. Veamos: 4: LA CONSTRUCCIÓN DE OTRA OPCIÓN: HABERMAS-PASQUALI-PAOLI Jürgen Habermas (1993), en su trabajo sobre Teoría de la acción comunicativa, distingue tres tipos de acción racional con arreglo a fines, entre las cuales ubica precisamente la acción comunicativa, como se expone enseguida:
Cuadro Nº 2 TIPOS DE ACCION Orientada al éxito No social Social
Orientada al entendimiento Acción Instrumental
Acción Estratégica
Acción Comunicativa
Fuente: Jürgen Habermas. Teoría de la Acción Comunicativa. Pág.385
¿En qué consiste cada uno de estos tipos de acción racional con arreglo a fines definidos por Habermas? Acción Instrumental: Se refiere a la manipulación de cuerpos en movimiento orientada a la consecución de un fin. Las reglas de la acción instrumental sirven para la solución de tareas técnicas. Acción Estratégica: Aunque también se orienta al éxito, la acción estratégica no se mide por la consecución directa de un fin, sino por la influencia que se logra sobre las decisiones de un oponente racional. Acción Comunicativa: La acción comunicativa no se coordina por cálculos egocéntricos de intereses (éxito), sino a través del entendimiento. En la acción comunicativa se logra un saber común, que funda un acuerdo, como reconocimiento intersubjetivo de pretensiones de validez susceptibles de crítica. Cuando se logra un entendimiento, conduce entre los participantes a un acuerdo. El acuerdo descansa sobre una convicción común. Las convicciones compartidas intersubjetivamente vinculan a los participantes en términos de reciprocidad.
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Es importante ver con más detalle, las acciones sociales con arreglos a fines, puesto que de este modo es posible diferenciar con mayor precisión el concepto de acción comunicativa. Empecemos por la acción estratégica: De acuerdo con Habermas, la Acción Estratégica se subdivide en Acción abiertamente estratégica y Acción estratégica encubierta. Acción abiertamente estratégica La accion abiertamente estratégica es aquella en la que uno de los participantes (podemos llamarle aquí emisor ) declara explícitamente el fin que pretende lograr en su oponente racional (podemos también llamar a éste, receptor); es decir, el primero (emisor ) señala abiertamente la decisión que desea que tome el segundo (receptor ) mediante su influencia. Ejemplos muy claros de la acción abiertamente estratégica, los consituyen los anuncios comerciales y la propaganda electoral. En los primeros, el anunciante pretende influir en la decisión de compra del consumidor potencial; en la segunda, los estrategas de la campaña electoral buscan influir en la decisión del votante o elector en favor de su candidato. El fin de la acción abiertamente estratégica lo define el primer participante para influir en el segundo. No interesan los fines ni la concepción particular que el segundo pueda tener respecto del primero, lo que importa es influir en su decisión; en una palabra, persuadirlo. Y si para lograr este fin hay que investigar al segundo participante, como en nuestros ejemplos es el caso de los estudios de mercado y el marketing político, pues se hará para ajustar la estrategia, pero no para cambiar de fines. Acción estratégica encubierta En la Acción estratégica encubierta, el fin de influir en el oponente racional sigue siendo el mismo, pero no declarado abiertamente. Más aún, el fin de influir en el oponente racional se disfraza o disimula como si fuera una acción no estratégica, sino comunicativa. Su validez declarada pretende establecerse en función del beneficio del oponente racional. Ejemplos sobran: La amiga que influye en una mujer para que rompa con su pareja y pueda la primera acceder a dicha pareja. El sacerdote que simula comprender el dolor de la anciana rica para obtener jugosas donaciones. La mamá que influye en el pequeño para que elija un juguete más barato. En todos los casos la estrategia del primer participante (emisor) está predefinida y clara para él, pero no a los ojos del segundo participante (receptor), quien asume una relación falsamente comunicativa como verdadera. De la Acción estratégica encubierta pueden distinguirse todavía dos variantes en la concepción de Habermas: El engaño inconsciente y el engaño consciente.
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El engaño inconsciente está definido por Habermas como una comunicación sistemáticamente distorsionada. Es decir, a pesar de que el primer participante tiene una estrategia predefinida, pretende y cree estar desarrollando una acción comunicativa en favor del segundo o los segundos participantes. Tal es el caso de los predicadores religiosos, fundamentalistas o no, autoconvencidos de la obligación de salvar a sus hermanos; pero ocurre lo mismo con algunos militantes políticos o participantes en grupos de toda índole, incluso familiares. El engaño consciente, puede definirse específicamente como la manipulación de una persona por otra, donde la persona manipuladora induce a la persona manipulada a tomar decisiones que benefician a la primera, pero haciendo creer a la segunda que se trata del beneficio de ésta. Más aún, el éxito de la manipulación por parte de la persona manipuladora, consiste precisamente en convencer a su oponente racional de dos ideas falsas: que se está desarrollando entre ellas una acción comunicativa, y que ésta tiene como fin beneficiar a la persona manipulada, aunque en realidad se beneficia la persona manipuladora. Sobran los ejemplos. Otra forma que emplea Jürgen Habermas para caracterizar la acción estratégica consiste en la Acción dramatúrgica. Acción dramatúrgica Por acción dramatúrgica se entiende la interacción entre un agente o actor que hace presentación de sí mismo, y un grupo social que se constituye en público. El actor suscita en su público una determinada imagen, una determinada impresión de sí, revelando su subjetividad de forma más o menos calculada con miras a esa imagen que de sí quiere dar. Todo actor o agente puede controlar el acceso público a la esfera de sus propios pensamientos, sentimientos, actitudes, etcétera, a las que sólo él tiene acceso privilegiado. El concepto central de autorrepresentación significa, no un comportamiento expresivo espontáneo, sino la estilización de las propias vivencias, efectuadas con vistas a la imagen que uno quiere dar de sí a un espectador. La acción dramatúrgica está dirigida a un público que, sin percatarse de intenciones estratégicas, se imagina estar asistiendo a una representación orientada al entendimiento. La acción estratégica en general, pues, implica una relación asimétrica en la cual uno de los participantes establece los fines, define los argumentos y planea su comportamiento para convencer a su oponente racional de que tome una determinada decisión que beneficia al primero. El concepto y los esquemas de comunicación, entendida como persuasión, consignados antes, cabrían perfectamente dentro de la definición de acción estratégica de Habermas, pero no podría considerarse acción comunicativa.
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Habermas analiza claramente las diferencias entre acción estratégica y acción comunicativa. Y entre otras consideraciones, define que: 1: No se puede establecer un vínculo comunicativo cuando la convicción de uno se induce en el otro. Ni siquiera con la mejor intención, como en los casos del profesor o la madre de familia. 2: Puede haber un acuerdo inducido por influencia externa: gratificación ($), amenaza, sugestión o engaño. No por propia convicción. No por entendimiento. La influencia jefe-empleado, por ejemplo. 3: Puede haber relaciones interpersonales entre los sujetos que actúan orientándose a su propio éxito, pero están reguladas por el intercambio económico y el poder, a través del mercado o de relaciones de dominación. En este caso la sociedad de las personas se presenta como un orden instrumental. ¿Corrupción y prostitución? No basta, entonces, intercambiar mensajes, ya no digamos enviarlos unidireccionalmente, para desarrollar una acción comunicativa, pues el fin de una acción asimétrica no permite generar acuerdos libres, por convicción propia entre los participantes. ¿Qué implicaciones tiene, pues, la acción comunicativa ? Acción comunicativa Como se ha expuesto arriba, la acción comunicativa no se coordina por cálculos egocéntricos de intereses (éxito), sino a través del entendimiento. En la acción comunicativa se logra un saber común, y se reconocen pretensiones de validez susceptibles de crítica. La acción comunicativa no implica un pensamiento homogéneo por supuesto, sino que las convicciones compartidas vinculan a los participantes en términos de reciprocidad. En términos de Habermas: “El concepto de acción comunicativa, fuerza u obliga a considerar a los actores como hablantes y oyentes que se refieren a algo en el mundo objetivo, en el mundo social y en el mundo subjetivo, y se entablan, recíprocamente a este respecto, pretensiones de validez que pueden ser aceptadas o ponerse en tela de juicio” (Habermas: 1993,493). Cada actor que se orienta al entendimiento, propone Habermas, entabla tres pretensiones de validez:
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De que el enunciado que hace es verdadero. De que la acción pretendida es correcta. De que la intención manifiesta del hablante es, en efecto, la que el hablante expresa. El acuerdo de los actores a que se refiere Habermas no estriba en las conclusiones del intercambio simbólico (ni siquiera en la aceptación de las pretensiones de validez, las cuales pueden cuestionarse), sino que se apoya en la reciprocidad de la acción y su orientación al entendimiento. Es por ello que, en la acción comunicativa, necesariamente se llega a un saber común, fundado en ese acuerdo, aun cuando las conclusiones y decisiones a las que cada uno de los actores arribe sean diferentes. El entendimiento aquí no se interpreta estrictamente como decodificación de signos, sino más allá, como coordinación de acciones que permite a los actores interpretar de una nueva manera, más rica, su contexto. Y sobre esa interpretación cada uno puede tomar sus decisiones. Como puede apreciarse, el concepto de acción comunicativa implica una relación seria y profunda (aunque no por ello menos placentera) de los actores, a quienes, como dice Habermas, “fuerza u obliga a considerarlos como hablantes y oyentes que se refieren a algo en el mundo objetivo, en el mundo social y en el mundo subjetivo”. Bajo la consideración anterior, es comprensible que para muchos investigadores y académicos que hemos estructurado el pensamiento con base en las teorías de la comunicación desarrolladas a partir del estudio del funcionamiento y operación de los medios masivos, y que asumimos el concepto de comunicación como persuasión, el concepto habermasiano de acción comunicativa nos puede parecer idealista, o pretender que no se da en la vida real, como si la única realidad comunicativa fuera la mediada tecnológicamente. Pero, como hemos visto en la crítica de la existencia o no de una ciencia de la comunicación, la pretensión de construir el concepto de comunicación sólo a partir de los medios masivos como objeto de estudio, resulta cuando menos parcial, si no es que equívoca. De ahí la importancia de seguir indagando otros abordajes conceptuales como el de Habermas. Y precisamente un estudio muy cercano al de Habermas es el que realiza Antonio Pasquali (1990), investigador venezolano, a propósito del concepto de comunicación. El concepto de comunicación según Antonio Pasquali Dice Pasquali: “Por comunicación o relación comunicacional entendemos aquella que produce (y supone a la vez) una interacción biunívoca del tipo del con-saber,
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lo cual sólo es posible cuando entre los dos polos de la estructura todo transmisor (T) puede ser receptor (R), todo receptor (R) puede ser transmisor (T), independientemente de si en esta relación existen o no medios físicos o electrónicos (M): T-R
(M) R-T
“No hay comunicación ni relaciones dialécticas de otro tipo con la naturaleza y la materia bruta, sino cualquier otra forma de relación monovalente: utilitarística, energética, etc.” (Pasquali: 1990,47-63). Las coincidencias entre el concepto de Pasquali y Habermas saltan a la vista en la cita anterior. Entre las más evidentes tenemos que: 1: Ambos consideran indispensable la interacción biunívoca (Pasquali), la reciprocidad (Habermas) entre los actores o transmisores-receptores del proceso de comunicación o acción comunicativa. 2: Ambos descartan que exista tal proceso de comunicación con la naturaleza o la materia bruta, sino que con ellas consideran únicamente una relación monovalente (Pasquali) o instrumental (Habermas). Los sistemas cibernéticos, por ejemplo, con todo y su feed back, o las máquinas interactivas, tendrían que ubicarse en esta relación monovalente. 3: Ambos reconocen que en la acción o proceso comunicativo existe un con-saber (Pasquali) o saber común (Habermas). Lo cual dista muncho de la acción de persuadir o inducir un supuesto acuerdo o una decisión de una persona a otra. La única diferencia con Habermas (que no contradicción ni disidencia) que se percibe en la primera cita de Pasquali, consiste en que éste considera explícitamente la posibilidad, mas no la necesidad, de que en el proceso existan medios físicos o electrónicos. Es decir, la posible existencia de esos medios está subordinada al proceso de comunicación y no al revés, como parece asumirse en otras concepciones mediáticas, como la de McLuhan (1971, 1993), por ejemplo. Respecto de esta preponderancia de los actores humanos en el proceso de comunicación, Pasquali es muy explícito al afirmar que: “Los únicos entes capaces de suscitar tipos de comportamiento auténticamente comunicacionales (que no intercambio mecánico de informaciones-
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estímulo) son los seres racionales. Comunicación es, pues, un término privativo de las relaciones dialógicas interhumanas, o entre personas éticamente autónomas” (Pasquali: 1990,49-50). Y respecto de la interacción biunívoca (o reciprocidad, en Habermas), agrega: “Sólo es auténtica comunicación la que se asienta en un esquema de relaciones simétricas, en una paridad de condiciones entre transmisor y receptor, y en la posibilidad de oír uno al otro o ‘prestarse oídos’ (Heidegger), como mutua voluntad de entenderse” (Pasquali: 1990,51). En las dos citas anteriores ratificamos las coincidencias entre Pasquali y Habermas: 4: La orientación o finalidad de la comunicación es el entendimiento voluntario, libre. 5: Este entendimiento se basa en un acuerdo de principio que entre otras cosas permite llegar a un con-saber o saber común. 6: Acuerdo que se da entre personas éticamente autónomas (Pasquali), es decir, con sus propios y respectivos valores, con sus respectivas pretensiones de validez (Habermas), dispuestas a establecer un vínculo entre ellas. A partir de las seis primeras coincidencias entre Habermas y Pasquali enunciadas anteriormente, es posible construir un concepto de comunicación, muy distinto al concepto mediático vinculado a la persuasión, que nos puede aportar una nueva manera de mirar las prácticas comunicacionales, mediadas o no técnicamente. No obstante, vale la pena considerar con más detenimiento una séptima característica común de los conceptos de comunicación propuestos por Habermas y Pasquali, esto es: su dimensión ética. Validez de las diferencias Tanto Jürgen Habermas como Antonio Pasquali establecen de entrada la validez de las diferencias entre los actores de la comunicación, así como la necesidad de confrontar sus propios valores y pretensiones de validez en un mutuo acuerdo e intercambio recíproco, bivalente. Sin esta validez de las diferencias, el mutuo acuerdo y el intercambio recíproco, cualquier transmisión y recepción de mensajes, así sea en ambos sentidos pero de forma asimétrica (es decir, condicionada), podrá existir una acción
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instrumental o estratégica, pero nunca un auténtico proceso de comunicación (Pasquali) o acción comunicativa (Habermas). ¿Cómo esperar que el presidente Fox de México entienda la ética indígena de los zapatistas, o Bush a los talibanes, por ejemplo? Sólo con una auténtica disposición al entendimiento, pero no con acciones dramatúrgicas (además de las acciones de guerra) a las que tanto se inclinan ambos. Esta es la importancia de la dimensión ética del concepto de comunicación de los autores mencionados. Y es precisamente, en esta dimensión ética del concepto de comunicación, donde resulta oportuno retomar las observaciones de un tercer investigador académico: Antonio Paoli (1994). Antonio Paoli Dice Paoli: “La comunicación es establecer la conciencia profunda del mutuo respeto, y dar respeto es dar valor. Dar valor es reconocer lo que de verdaderamente valioso tiene el ser humano. “La verdadera comunicación es reconocer el valor en nosotros. Y dar valor es generar verdad. “Verdad no es un dato, verdad es el reconocimiento del valor del otro y cuando otro se siente reconocido en su ser valioso. “Al evocar en común el valor, se abre la comunicación. Cuando la conciencia es profunda en este mutuo valer, entonces estamos en un momento de comunicación” (Paoli, 1994). Desde la perspectiva de Paoli el respeto y el reconocimiento del valor del otro, y del nuestro, saltan a la vista como generadores de verdad y de comunicación. El mutuo respeto y el mutuo valer, y la conciencia de ello, como condicionantes de la comunicación. Es decir, no podría pensarse un proceso de comunicación en el cual, a pesar del intercambio de palabras o cualquier tipo de mensaje entre los seres humanos, se careciera de respeto por el otro, o el otro careciera de respeto por uno. La comunicación implica entonces considerarse recíprocamente valiosos en tanto seres humanos. Por supuesto, el grueso de la llamada comunicación masiva no resiste la prueba ni del respeto ni del reconocimiento del otro como ser humano valioso, puesto que en su dinámica lo que importa es que el otro sea básicamente consumidor. Consumidor de mensajes, mercancías e ideologías, pero no un interlocutor éticamente autónomo, y mucho menos un ser humanamente valioso. No por ello, es necesario aclararlo, la llamada comunicación masiva deja de ser útil y necesaria, pero tendría que llamarse de otra manera: difusión masiva, por ejemplo, o
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proceso de persuasión directamente, o de información, aunque en este tercer caso habría que hacer muchas otras consideraciones respecto al concepto, pero como proceso de comunicación en la dimensión ética antes mencionada, el manejo actual de los medios masivos no se ubica. La aportación de Paoli a las propuestas de Habermas y Pasquali resulta muy congruente y nos permite pensar la comunicación desde el ser humano, no desde los medios. Ello nos lleva de inmediato a pensar que los medios, como toda la tecnología de que disponemos, puede utilizarse a favor o en contra de los seres humanos. La comunicación no, por lo menos en los términos de estos tres autores. Integrando de primera intención las ideas centrales de Habermas, Pasquali y Paoli, el concepto de comunicación viene a ser algo más que un simple intercambio de mensajes que cualquier ser vivo, animal o planta, o incluso muchas máquinas, puede realizar. La comunicación desde estos autores es una acción o proceso mucho más profundo, privativo de los seres humanos, donde la dimensión operativa del intercambio de mensajes se da dentro de otras dimensiones que implican la voluntad de entenderse, como sentido; el mutuo acuerdo, la creación de conocimiento y de verdad, como productos; la validez de las diferencias, el intercambio recíproco, el mutuo respeto, el mutuo valer y la conciencia de ello, como condición ética. Habrá quien afirme que el anterior es un concepto complejo y difícil de llevarse a cabo. Sí, por supuesto que es complejo y difícil como pueden serlo las ideas de democracia, libertad y justicia. Y precisamente como estos conceptos, la comunicación así definida resulta indispensable de buscarse, si se valora la vida de todos los seres humanos. Por lo que respecta a las supuestas prácticas de comunicación de los demás seres vivos, células, plantas y animales, una vez ubicados en el concepto de la comunicación humana orientada al entendimiento, igual que en el manejo de los medios masivos, habrá que categorizarlas de otro modo, sin restarles importancia en absoluto, pero estableciendo las claras diferencias con respecto a la comunicación humana. En resumen: El concepto de comunicación antes planteado no se asume como una sustancia que pueda asociarse a otras entidades (como los medios, por ejemplo), sino como una acción generada por los seres humanos que tienen la voluntad de entenderse, por lo que establecen un acuerdo de principio en cual se reconocen recíprocamente como seres humanos valiosos, se respetan en cuanto tales y valoran sus diferencias y autonomía ética, desarrollan un intercambio recíproco de mensajes que los lleva a crear un nuevo conocimiento y una verdad conjunta, así como un vínculo que los compromete recíprocamente, teniendo mutua conciencia de todo ello. Una pregunta que surge entonces es: Desde la pespectiva del entendimiento, ¿cómo considerar a los llamados MCM?
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5: MEDIOS PARA ¿LA COMUNICACIÓN? Con base en la discusión del concepto de comunicación antes expuesta, y asumida ahora como la propuesta más valiosa en el presente trabajo, no es posible considerar que los llamados medios masivos son, por naturaleza, medios para la comunicación, y mucho menos asumirlos como medios de comunicación, como si la comunicación fuera una sustancia con la que ellos han sido elaborados. Ahora bien, si los medios masivos no son para o de la comunicación, entonces ¿qué son los estos medios, y para qué se utilizan? De entrada, en su dimensión material, los medios son herramientas tecnológicas que permiten a los hombres difundir sistemáticamente señales o mensajes a grandes distancias con la finalidad de que sean recibidos por una gran cantidad de personas, en forma simultánea o diferida. Cada uno de los medios (prensa, cine, radio y televisión, internet, entre los más utilizados) tiene su propio lenguaje (escrito, fonético, visual, audiovisual y otras combinaciones) y sus enlaces técnicos (aparato emisor y aparato receptor, entre otros). Cabe mencionar que, estas características de los medios, no garantizan que sus mensajes necesariamente sean recibidos por las personas, y mucho menos, por una gran masa de personas, sino que ello depende de muchos otros condicionantes: información previa, tiempo, interés o necesidad, disposición, etc., sin considerar además las condiciones físicas y culturales. La consideración que se hace de los medios como masivos, tiene que ver con una de las finalidades que sus propietarios (en la sociedad capitalista) o administradores (en un régimen socialista) le han venido asignando históricamente. Esta finalidad consiste en hacer llegar mensajes, datos e ideas, de manera expedita a una gran cantidad de personas consideradas masa, en tanto reciben el mismo mensaje de manera atomizada, es decir, cada uno por separado. Más aún, Mario Margulis (1982) considera que gracias al asombroso poder de difusión de los medios, ha sido posible que pequeños grupos de especialistas, en función de sus intereses y de sus mandantes, impongan formas culturales dominantes a toda una sociedad. Puesto que si la cultura, entendida como “el conjunto de respuestas colectivas a las necesidades vitales”, deja de ser producto de la interacción directa de los grupos humanos, los hombres se convierten en consumidores de las respuestas sugeridas por los especialistas de los medios. Lo cual relega a los receptores de los mensajes masivos precisamente al papel de consumidores de productos culturales, y en nuestro sistema capitalista estos productos culturales son considerados, desde su origen, como mercancías para obtener ganancias. Como puede apreciarse, la idea de medio masivo es básicamente una categoría construída desde la visión de quien controla su manejo. Y se refiere a una herramienta tecnológica cuyos propietarios y administradores destinan para ser
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utilizada en la difusión de mensajes preparados por sus especialistas para ser enviados a una gran cantidad de personas considerados receptores, y que habrán de consumir dichos mensajes. Cualquier respuesta de los receptores, será considerada por los emisores, únicamente en función del consumo de los mensajes (retroalimentación o feed back ), no como mensajes diferentes y valiosos desde la perspectiva propia de las personas que ellos consideran solamente como receptores. Por ejemplo, si el mensaje se refiere a la promoción de un producto o servicio, la respuesta a considerar básicamente será la compra o no de dicha mercancía. Si el mensaje es electoral, lo que importa es si el receptor dará su voto o no por el candidato anunciado. Toda respuesta distinta, original, desde las propias necesidades, intereses y forma de de ver el mundo de cada uno de los receptores por separado, o en grupo, no tiene mayor consideración en los emisores, a menos que signifique una amenaza para éstos en su control del medio. Resumiendo ideas antes expuestas, los llamados medios masivos de comunicación, ni pueden considerarse masivos por su naturaleza tecnológica, a priori, ni están siendo utilizados para la acción comunicativa en nuestra sociedad. Son herramientas tecnológicas con posibilidad de ser empleadas para la difusión de mensajes elaborados por especialistas (lo cual sí se acostumbra desarrollar con mucho éxito) y destinados a una masa de receptores (cantidad de personas que se pretende consuman los mensajes en forma atomizada). Por otra parte, las personas que se asumen como receptores de la difusión masiva, aceptan su papel de consumidores atomizados de mensajes elaborados por especialistas, y a quienes sólo pueden responder ocasionalmente en función del consumo o no del mensaje recibido. Por supuesto, esta no es la única posición que puede asumirse en la recepción de los mesajes. Existen otras, como lo han planteado distintos autores (Mattelart, Martín-Barbero, Orozco, etc.), y que pueden ir desde la actitud crítica hasta la apropiación del mensaje y del mismo medio, como lo han hecho los indígenas neozapatistas en México con la internet. Pero por ahora es necesario únicamente dejar en claro que un medio masivo no lo es por naturaleza, sino por una finalidad definida en su uso, y que esta masividad, de entrada, hace referencia a una exclusión de los receptores como interlocutores, relegándolos al papel de consumidores de los mensajes previamente elaborados por especialistas. Lo cual, por supuesto, niega el proceso de comunicación en cuanto “intercambio de mensajes con la mutua voluntad de entenderse y valorarse recíprocamente”, entre otras características. Sin embargo, habrá que considerar que los medios de difusión colectiva también pueden ser utilizados en procesos de acción comunicativa. Las estaciones de radio de la ciudad de México lo demostraron durante el terremoto de 1985 poniendo en contacto familiares aislados, convocando personas y promoviendo la aportación de maquinaria y recursos para el rescate de vidas, etc. Ejemplos como éste abundan en otros tiempos y lugares. Los medios en tanto herramientas, por
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supuesto que pueden usarse para el mutuo entendimiento. Lo que les da el uso actual de vendedores masivos para públicos atomizados son las relaciones económicas y políticas asimétricas que padecemos. Y esas relaciones asimétricas, entre otras cosas, se ocultan detrás del concepto de comunicación-persuasión asumido en los medios, dando la apariencia de un mundo armónico en el que los medios están al servicio de la sociedad, y no ésta al servicio de la comercialización de los dueños de los medios y de los discursos del poder. Quedan como asuntos pendientes, por supuesto, desarrollar en la práctica y en lo conceptual otros usos específicos de los medios desde la perspectiva de la comunicación-entendimiento. 6: LA COMUNICACIÓN Y LA BIOLOGÍA DEL SER HUMANO El análisis lingüístico, social y filosófico que Habermas realiza en su Teoría de la acción comunicativa (1993), encuentra correspondencia con la dimensión biológico-filosófica que le confiere Maturana a la práctica comunicativa. Efectivamente, Humberto Maturana (1987) considera que la comunicación tiene una fundamentación biológica en la necesidad de lo que él llama acoplamientos de tercer orden. Los acoplamientos de primer orden se refieren a las relaciones de las células y los de segundo orden a las vinculaciones de los organismos metacelulares, mientras que la fenomenología de los acoplamientos de tercer orden, como la del hombre, “se basa en que los organismos participantes satisfacen sus ontogenias (historia de sus cambios estructurales sin perder su organización unitaria) individuales fundamentalmente mediante sus acoplamientos mutuos en la red de interacciones recíprocas que conforman al constituir las unidades de tercer orden” (Maturana:1987,129), interacciones que van desde la reproducción sexuada hasta la acción comunicativa. En otras palabras, sin estas interacciones recíprocas de acoplamientos mutuos, el ser vivo no satisface su onteogenia y muere. De ahí, por ejemplo, que los ancianos o los desempleados de nuestra sociedad capitalista sientan que se les mata, social y biológicamente, en el momento que se les excluye y no se les permite satisfacer sus ontogenias individuales en acoplamientos mutuos de la red de interacciones recíporcas de la “unidad de tercer orden” (la sociedad) en la que existen. Del mismo modo, al menos en la generalidad y por ahora, operan los medios sociales de información. En la medida que a diversos actores sociales se les aisla de esa red mediática de interacciones recíprocas, como es el caso de los vendedores ambulantes o los deudores de la banca, en esa medida se pretende eliminarlos: “dejan de existir”, como diría Eliseo Verón (1995), al menos pública y simbólicamente. Más aún, en tanto los medios no permiten las interacciones recíprocas, sino que únicamente realizan acciones de difusión unidireccional, están eliminando o tratando de eliminar a todos los actores sociales no participantes. Por ello también surgen los medios alternativos como las radiodifusoras piratas o los periódicos clandestinos.
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Una de las razones claras del éxito de la guerrilla zapatista es que no se dejaron excluír por los grandes medios nacionales. Sino que se hicieron y se siguen haciendo presentes en la interacción social a través de amplias redes de “acoplamientos de tercer orden”. Por ello siguen vivos y en diálogo con el resto de la sociedad. Esta es la trascendencia, tanto en lo individual como en lo social, de concebir la comunicación como una necesidad de acoplamiento de tercer orden. De ahí también la pertinencia de la dimensión ética que tanto Paoli como Pasquali reconocen en la práctica comunicativa. Pues no se trata únicamente de la posibilidad deseable de lograr una relacion madura y respetuosa, además de voluntaria y libre, entre personas excepcionales, sino que está en juego la sobrevivencia misma y el desarrollo o muerte (afectiva y social) de los seres biológicos. No se trata de concebir la comunicación-entendimiento como si se tratara de una especie de práctica mística, sólo accesible excepcionalmente para unos cuantos iniciados, sino que estamos hablando del desarrollo de un mecanismo indispensable para la superviviencia y el crecimiento de los seres humanos éticamente autónomos. Finalmente, la concepción de la comunicación, sea como persuasión o como entendimiento, nos lleva necesariamente a mirar la realidad o el mundo de una determinada manera, muy distinta una mirada de otra. Por ejemplo, podemos considerar a la política como el dominio y control sobre el otro a través de la persuasión (marketing político), o concebirla como un ejercicio de deciciones compartidas para el bien de los ciudadanos que se valoran y se apoyan recíprocamente a través del entendimiento. Mirar a la sociedad con desconfianza, en el primer caso; o participar en ella con esperanza, en el segundo. Tal es la trascendencia del cristal conceptual a través del cual visualizamos la comunicación. Con esa forma específica de ver las cosas construímos nuestro conocimiento de los otros y nuestros proyectos, personales y sociales; nuestro andar en el mundo como especie. 7: DESARROLLO CONCEPTUALES PENDIENTES Existen, por supuesto, otras posibilidades de construir el concepto de comunicación que por ahora no hemos explorado. Se podría partir, por ejemplo, de la antropología cultural para responder a las necesidades vitales de un grupo social frente a la naturaleza y ante la necesidad social de ser-con -los-demás, y llegar a plantear la comunicación como una práctica cohesionadora indispensable. O bien, podría enfrentarse filosóficamente la divisa existencial de estar-arrojado-en-elmundo mediante el desarrollo de la vida dialógica de Bajtin. E identificar vida humana y comunicación. O enriquecer una deriva teórica con todos estos enfoques y los aportes de la comunicación-entendimiento. Pero aún sin darse a la tarea de descubrir una nueva veta, rica y trascendente para la construcción del concepto de comunicación, hace falta desarrollar múlti-
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ples aspectos de las prácticas comunicativas definidas hasta el momento, de modo que, además de obtener un conocimiento mayor de este fenómeno, nos permitan trascender y relativizar al obsesivo estudio del uso de los medios. Un desarrollo particular importante, y que sólo ha sido empezado a ser abordado desde la psicología, es el que se refiere a la comunicación interpersonal. La profundización y ampliación del conocimiento acerca de los procesos de entendimiento físico, biológico, afectivo, verbal, no verbal, político y existencial entre los seres éticamente autónomos, es un mar en espera de ser navegado desde la perspectiva de la acción comunicativa, por ejemplo. Otro tanto podemos decir de los procesos de entendimiento en la convivencia familiar, donde la autonomía ética es cuestionada por la dependencia económica y afectiva, e incluso física, de los hijos hacia los padres; o por la demanda sexual de los cónyuges; o por el peso de las tradiciones en la familia extensa. No es menos importante analizar la dinámica de entendimiento o no entendimiento o crisis de entendimiento entre diversos grupos. Desde grupos laborales hasta grupos políticos, civiles o religiosos. Especialmente en nuestra sociedad neoliberal individualista resulta fundamental descubrir y solucionar los problemas de participación, respeto a la pluralidad o disidencia, así como la necesidad de construir la unidad de acción social mediante la participación. Lo común es la dirección autoritaria, la participación utilitaria en lo personal o el desmenbramiento del grupo. Desconocemos la dinámica del entendimiento participativo entre seres diferentes. Otro desarrollo sumamente interesante y necesario es el que se refiere al entendimiento social entre los grupos sociales de diferentes ámbitos geográficos para mejorar la vida en común. Es decir, ¿cómo retomar la vida comunitaria de una determinada población, ya sea en el ámbito local, regional, nacional o internacional? El desarrollo de las tecnologías de información ha sido enfocado socialmente como una ampliación de mercados desde la perspectiva económica capitalista, a pesar de que esos medios dan para mucho más que para la estrategia globalizadora. Pero se requiere analizar las prácticas no-mercantiles y solidarias entre ciertas comunidades especializadas, ecológicas, políticas, científicas o académicas por ejemplo, para generar modelos que puedan ser aplicados a la comunidad en su conjunto. Así lo ha expresado también el Dr. Cebrían, investigador de la Universidad Complutense de Madrid en la III Bienal Iberoamericana de Comunicación (Serafín:2001,6). En fin, desde la perspectiva del entendimiento hace falta desarrollar un nuevo modelo de comunicación política que frene la clientelización del marketing político enfocado a vender a los candidatos a puestos de elección popular como si fueran papas fritas (“¿no lo son?”, preguntaría Mafalda, del dibujante argentino Quino), y genere una dinámica de diálogo permanente para el diseño, la autoconducción y la evaluación de los proyectos públicos.
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(Recibido el 10-1-2002, aceptado el 20-3-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 83-93)
Mantengamos la utopía: la Red es nuestra1 Dr. J.M. de Pablos Coello Catedrático de Periodismo, Universidad de La Laguna (jpablos@ull.es)
Dr. J. Pestano Rodríguez Consejería de Educación, Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias (jpesrod@gobiernodecanarias.org)
C. Mateos Martín Universidad de La Laguna, Master en Comunicación y Gestión Política (UCM)
RESUMEN En este artículo, los autores analizan los aspectos beneficiosos de Internet. Desde una perspectiva positiva, la red es vista como una herramienta liberalizadora que posibilita una información menos intermediada, más directa y menos comercializada. Precisamente, estos aspectos son los que deben ser aprovechados por el ser humano, lo que debe venir acompañado de modificaciones en la situación de desequilibrio social que impide el acceso a las redes de los más desfavorecidos. ABSTRACT The authors analyse in this article the beneficial aspects of Internet. From a positive perspective, the net is seen as a tool that makes possible a more direct and less commercialised information. These aspects could be useful for the human being if some modifications happens in the situation of social imbalance that prevents the access to the nets of the most disadvantaged. Palabra claves: Internet/Libertad/Tecnología/Desarrollo. Key Words: Internet/Freedom/Technology/Development.
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a red de redes tiene algo de magia, mucho de sorprendente y bastante más de misterio. Magia, sorpresa y misterio tienen algo en común: una fisura entre lo que se sabe y lo que se desconoce. La magia nos parece magia porque produce lo que no sabemos cómo se produce; ignoramos el procedimiento pero apreciamos sus frutos. La sorpresa nos sorprende porque tiene resultados que no encajan en las previsiones marcadas por nuestros conoci1
Texto creado a partir del contenido parcial del libro de José Manuel de Pablos La Red es nuestra, Eds. Paidós, Barcelona, 2001.
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mientos; contradice lo que esperábamos. El misterio nos subyuga porque desconocemos su secreto; estamos al margen pero nos interesa. El desarrollo de las capacidades humanas siempre se produce recorriendo ese camino: el que separa el no saber del saber. Ese trayecto, esa fisura, es el territorio por excelencia de la curiosidad y de la libertad. Y por supuesto, de la utopía. Porque la utopía siempre es fuente de desarrollo, estímulo, motivación, reto5. Un vector que nos carga de energía hacia el futuro. La red, la Red de redes, ha inaugurado un territorio privilegiado de utopía. Pero también un espacio de relaciones y proyección de las capacidades humanas en el que aparecen nuevos derechos esenciales de la persona, nuevos conceptos éticos de la libertad y de la igualdad. En sentido filosófico, con la Red aparece una nueva persona, un nuevo perfil de persona. Y con ella, también la sombra de un nuevo perfil de antipersona, de antilibertad, de antidemocracia. Por eso, esta nueva libertad requiere una nueva defensa, para evitar que la secuestre la dictadura. Al respecto, Mumford nos alerta sobre la utilización de la técnica desde perspectivas autoritarias, frente a una utilización democrática y solidaria6. Las técnicas pueden derivar en uno u otro sentido dependiendo de la mano que las emplee, y de las mentes que decidan en qué y cómo van a emplearlas. Las técnicas no son inicialmente buenas o malas aunque sí pueden ser más o menos letales; la utilización perversa de las redes está al alcance de demasiados individuos; el que de hecho no se haga un mayor uso de esas cuestiones se debe a: el desconocimiento de la mayoría de las actuaciones delictivas de una minoría, hasta que estas se hacen públicas, cosa que de momento apenas ocurre; el elevado número de individuos con formación moral estándar7, situación que reduce la tasa delictiva; el control administrativo y burocrático aceptado en la sociedad avanzada como forma de organizar la sociedad, de manera que la mayoría de los ciudadanos aceptan intromisiones en su intimidad como parte de los valores de seguridad creciente. Internet es todavía una recién nacida, no ha entrado en su adolescencia ni es conocida por mucha gente, aunque sea alta la cantidad de personas que usa esta alquimia telemática que nos convoca. No obstante esta realidad, recordamos a Alvin Toffler, cuando dice: “La moraleja es que Internet da una oportunidad a los desheredados: nunca había ocurrido antes”8. Aún así, la propuesta de Toffler debe 5
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Las emociones mueven a las personas, incluso a los investigadores; es cierto que a veces pueden hacerlo de forma adversa. Una propuesta equilibrada respecto a la recuperación de la utopía, a pesar de las dificultades reales expresadas por Wolton, se encuentra en Rosa Franquet (2000), pp. 157. Véase, Lewis Mumford (1964). Evidentemente no existe una moral estándar, ni mucho menos, sino que en este caso acudimos a una metáfora estadística, que representa a un conjunto mayoritario de individuos afectados en su conducta por las normas sociales, asumidas mediante la educación y la cultura. Cita de apertura del capítulo 1 de La Red es nuestra.
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matizarse enseguida. Es cierto que muchos individuos sin capacidad de acceso a los medios están utilizando ahora las redes para establecer nuevos y señalados elementos de intercomunicación. Castells aborda la utilización de las redes por grupos marginales9, grupos minoritarios, grupos segregados, grupos radicales etc., pero no podemos dejar de pensar en la inmensa desigualdad que se encuentra en la utilización de las redes. Si miramos el flujo comunicativo que se establece a través de las redes apreciamos la hegemonía de los Estados Unidos en el control del tráfico de datos, páginas descargadas, informaciones suministradas y transacciones comerciales hechas en el ámbito de las redes10; el mismo mapa de tráfico telemático nos muestra zonas del planeta en las que es más fácil encontrar agua que una sola línea telefónica, lugares en los que el estado ha claudicado hace ya mucho tiempo y que se encuadra en lo que se puede llarmar el estado delincuente. Estos desheredados no tienen ninguna posibilidad, no la han tenido y probablemente no la vayan a tener. En cuanto a las utilizaciones alternativas de la red, fuera del ámbito de lo comercial, las experiencias deben progresar desde una mínima testimonialidad, a un uso social intenso, una apropiación de las redes que debe ir más allá del engrosamiento de las cuentas de resultados de las compañías que prestan el servicio. Dónde queda la gratuidad de la red. Las oportunidades de los desheredados se han apreciado en otras circunstancias. Situaciones del mismo corte aparecidas con anterioridad fueron, entre otras, las siguientes: - el nacimiento de la comunicación humana, en el largo proceso de la transformación del simio en humán; - el descubrimiento que aquel ser primitivo hizo del trazo, de la huella y del soporte, con la creación de los primeros dibujos de la humanidad; - más tarde, la originación del lenguaje gráfico y la lenta socialización de la escritura. - Más hitos fueron la aligeración del soporte, hasta llegar al papiro primero y al papel en occidente más tarde. - En ese tirabuzón de avances culturales tenemos la aparición del libro o la idea de unir varias hojas en un volumen unitario. - Así, hasta llegar a otro avance de gigante que puso la simiente del renacimiento y la puntilla a la oscuridad medieval: la imprenta de tipos movibles del alemán Gutenberg, con la consiguiente aparición del concepto público y, con ello, más tarde, de la opinión de ese público lector.
9 Véase Castells (1998), pp. 91 a 157. 10 Los mapas de flujo de datos en Internet revelan zonas inactivas del planeta y concentraciones intensas en los núcleos de población de los países occidentales detentadores de la economía dominante; un continente entero, como África, permanece apagado.Véase Castells (1997), pp. 379-383 y 416.
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A partir de entonces, los avances revolucionarios tardaron menos en llegar y últimamente se han presentado como un racimo pletórico que auspicia una nueva era, la sociedad de la información: - La idea del lenguaje binario y con él la informática, con su ramo de aplicaciones formidables. - La feliz idea de la autoedición, emancipadora de tantas gestiones en el sector de las artes gráficas y de la edición. - La telemática o informática a distancia y el proyecto de establecer redes conectadas entre sí, de uso universal y públicas. - El correo electrónico, que llega a salvar a la humanidad cultivada del abandono del arte de la escritura interpersonal, como florecimiento del género epistolar. - La tecnología web de Tim Berners-Lee, de patente abierta y pública, como forma de ecumenismo y establecimiento universal y gratuito en todo tipo de programación informática. - Los novísimos medios de comunicación instalados en los sitiosweb, como formidable forma de transferir a la sociedad la posibilidad de comunicarse sin necesidad de los neoescribas antes citados. Los desheredados de Alvin Toffler, con esta serie de avances culturales son cada vez menos desheredados, tienen cada día más posibilidades de liberarse de la opresión mediática, de desarrollar un protagonismo nunca visto hasta el presente, que ése es el discurso del autor de La tercera ola en esa breve cita que comentamos. Estos desheredados no forman parte de las infraclases11, situación de exclusión social creciente en las sociedades avanzadas, sino que se tratan de grupos que aun pueden acceder a la tecnología emergente. La Red, entonces, se nos presenta como una posibilidad para quienes en el campo de la comunicación han estado a merced de los neoescribas de cada actualidad, los dominadores del mensaje informativo. Así, Internet es una herramienta liberalizadora y como posibilidad libertifílica hay que aceptarla sin miramientos, como algo viable para alcanzar más altas cotas intelectuales derivada de una información menos intermediada, más directa, menos comercializada, más saludable. Ahí es nada este aspecto emancipador de la nueva tecnología telemática pública, socializada, libre y gratuita o más abierta que otras alternativas que puedan enumerar los pesimistas y temerosos de toda tecnofobia, los que siempre escoltan todo avance tecnológico cuando éste es positivo.
11 Véase Tezanos (2001), pp. 15 y sgs.
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Gracias a la red, mediante la red, los desheredados y también los no desheredados pueden igualmente editar sin buscar editor, atravesar fronteras de relaciones humanas sin presentar pasaporte terrenal, incorporarse a ámbitos tradicionalmente endogámicos de actividad humana (política, universidad, derecho...). La Red ha roto barreras de clases o castas sociales y también ha hecho estallar la membrana que acotaba ciertos privilegios a los círculos de ciertas personas, tal es el caso del acceso a fuentes documentales. La gran novedad ha sigo la democratización del acceso a los roles sociales, antes restringidos o distribuidos económicamente de forma desigual entre las personas. Para muchos es difícil de entender, de aceptar casi, que Internet sea una tecnología nueva sin amo ni señor, esté abierta y la mayoría de sus servicios informativos sean gratuitos, a pesar del uso iniciado de lo que se ha dado en llamar el comercio electrónico, que no es otra cosa que un ademán invasivo y ése es su peligro. Sería bastante ingenuo pensar que el capital, el negocio, no se fuera a aprovechar de las altas posibilidades comunicativas de las redes telemáticas, de ahí que no sea de extrañar la colonización que se observe en cada revuelta del camino telemático. “Sería de gran ingenuidad pensar siquiera que el capitalismo, en su natural brutalidad y ansias de esquilmar cuando se le presenta la ocasión, no se aprovechara de las posibilidades de la red de redes. Esto no implica que Internet sirva los intereses del capitalismo, como sólo se puede asegurar desde la tecnofobia, sino que el capitalismo se aprovecha de las posibilidades de Internet, que parece lo mismo pero que parece evidente que no”12. Que exista en tantas partes del planeta personas que trabajan para la Red de forma gratuita, sobre todo en los países más desarrollados, al margen del concepto económico dinerario, no es un misterio —como entienden tantos— sino una forma de insumisión antiglobalizadora, y lo vienen haciendo desde antes de que la primera revolución del siglo XXI se etiquetara como antiglobalización. Ésta es una rebeldía de mentes jóvenes, al margen de la edad física de cada cual, que se acopla a nuevas palabras sabias de José Saramago, cuando hace esta advertencia que hemos de recibir tan bien: “Lo que necesitamos es una insurrección moral, frente a la concentración vertical de poder de los gobiernos y la complicidad de los medios de comunicación”13. Para ello es indispensable modificar la situación de desequilibrio social que impide el acceso a las redes a los más desfavorecidos; estos desfavorecidos no son ya los desheredados anteriores, sino las personas que se encuentran en la parte inferior del bache o escalón sociotéc12 Véase De Pablos (2001). 13 Cita de entrada del capítulo 3º de La Red es nuestra.
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nico; la hipótesis del distanciamiento social se hace más aguda en estos tramos de la inclusión de nuevas tecnologías14; la formulación de esta hipótesis en términos sencillos plantea de manera general lo que se encontró cuando se introducían nuevas tecnologías agrícolas en América Latina en los años cincuenta; en estos casos se van a aprovechar de esta tecnología emergente los más preparados económica e intelectualmente, mientras que el resto, los menos preparados, se van a hundir más en esa situación de desigualdad, hacia el fondo del pozo, con lo que al final el distanciamiento social va a ser mayor. Como plantea Echeverría, la solución se encuentra en el fortalecimiento de la institución educativa de los estados y de las naciones, y en la comprensión de la importancia de preparar a los ciudadanos en el uso efectivo de los usos de las redes, que no consiste sólo en mera alfabetización, sino en el acercamiento de las nuevas posibilidades de comunicación implícitas en las redes15. En el caso de Saramago, cuando el gran pensador portugués habla de gobiernos, hemos de entender gobiernos reales, que no suelen ser los gobiernos de los estados, sino las grandes empresas con inversiones superiores a las de muchos gobiernos canónicos, o sea, el gobierno bancario, el mismo que está detrás de tantas corporaciones aquí y allá, cuando los estados se desinflan ante las apretadas exigencias del poder económico, el único poder que veremos crecer cada día más, sin tope ni mesura. Ése va a ser el escenario donde se libre la libertad potencial mantenida de Internet donde esos gobiernos paralelos traten de ampliar la cifra de negocio en caso de que logren poner un consejo de administración al frente de la red de redes. No saben que no lo podrán conseguir, por la propia arquitectura de la red y por la cantidad de gente con menos poderío físico, pero mayor intelecto, que está detrás del gran proyecto comunicativo de finales del siglo pasado, un final de siglo de luz y armonía comunicativa pública, que marca las pautas de un nuevo siglo de las luces, el siglo telemático que acabamos de estrenar. Estas personas volcadas en llenar de contenidos amistosos y gratificantes los medios apoyados en la telemática, cuando no a ofrecer nuevas posibilidades operativas al usuario, hacen de la insumisión tecnológica una actitud ética personalizada, aunque algunas dirijan sus energías creativas precisamente a destruir lo que otros hacen, a veces sus iguales, pares suyos, o sea, los desagradables piratas informáticos. Éste es parte del problema de actitudes individuales erróneas, que no parecen tener fin, pero que tienen otra lectura. Son los infopiratas parte del cuerpo enfermo de la red de redes, pero sólo puede estar enfermo aquello que está vivo y la Red tiene vitalidad sobrada. La liquidación natural de estos personajes sería un anuncio de que las cosas dejaban de ir tan bien en la red de redes, por tanto, 14 Véase las contribuciones a este respecto de José Luis Dader en Muñoz Alonso et al. (1991). 15 Véase Echeverría (2001).
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asúmase su presencia e interprétese como lo que son. Sólo hay peligro de enfermedad en un cuerpo cuando está vivo. A su muerte habrá desaparecido toda posibilidad de mal. Los que, por el contrario, apoyan el mejor crecimiento de la Red y lo hacen socializando sus aportaciones, sin otro interés que tener el gozo de ver crecer sana la criatura que todos conocemos y empleamos, están haciendo una revolución con tantos tintes positivos como mentes puestas en el empeño de que el tiempo primitivo o incunable actual de Internet sea lo más exitoso posible, sea de mayor utilidad a la sociedad telematizada, todo al amparo de la anarquía de la Red. Es precisamente esta anarquía de la Red lo más interesante de ella, según nos dice Umberto Eco igualmente con palabras sabias, y ¿no creen que hemos de creerle?16. Estos pensadores y estos prácticos que desarrollan las posibilidades de la red de todos son auténticos humanistas, su comportamiento propulsa una lógica humanista de conducta: el interés por el servicio a la sociedad, a la humanidad, antes que el interés por el enriquecimiento propio. Conscientes de que el hombre, el individuo, sólo logra crecer o enriquecerse cuando hace crecer a su comunidad, cuando amplía con su aportación humana el contexto de desarrollo en el que él y la colectividad se desenvuelven. El quid está en la pugna humanismo-enriquecimiento personal. Se trata por tanto de una pugna humanismo - gatecismo,17 concepto éste segundo que supone un aprovechamiento de la red en beneficio propio, con la idea fija del pronto enriquecimiento, una especie de pelotazo tecnológico, que aunque sea muy legítimo no va a recibir el aplauso generalizado. En el mar movido en el que navega la telemática se aprecian algunos peligros, que no llegan, no obstante, a poner en peligro la nave Internet. En el acechadero en el que nos encontramos podemos apreciar varias confusiones que ponen a Internet en el brete de un Océano de Babel, detalle que nada la favorece. Uno de los problemas son los tópicos que rodean el concepto más acurado de Internet y los profetas que hablan a gritos, siempre a gritos, de la necesidad de legislar para la red de redes. Internet está sobrada de tópicos, así que hemos de aguardar a que sea el propio paso del tiempo quien sienta las madres de su teoría, para que llegue un día en que los tópicos actuales hayan pasado a meras anécdotas sin más peso teórico que un chascarrillo que cronos acabará por disolver, ante su falta de esencia. Entre estos conceptos vacíos contamos con el rótulo “autopistas de la información” y con la etiqueta “página web”, ambos inválidos. La Red no es la obra dura y ajena que siempre es una autopista destructora del territorio –tampoco como metáfora sigue teniendo valor— ni la tecnología web origina páginas a
16 Cita de apertura del capítulo 4 de La Red es nuestra. 17 El gatecismo tiene su personaje más notable en Gates, quien da nombre al nuevo concepto.
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secas, sino conjuntos de ellas, además de conectadas igualmente entre sí, con lo cual la diferencia de matiz es formidable y quien no se expresa así no hace otra cosa que alistarse a una moda, sin adentrarse en la sustancia y la realidad de la tecnología de Tim Berners-Lee18. La red es nuestra como lo es el papel de nuestra escritura. Una vez sentados ante el papel en blanco o ante la pantalla que más tarde se podrá transferir a papel, nos encontramos ante un soporte o un canal donde con entera libertad escribimos aquello que libremente hayamos decidido. En ese sentido es nuestro el papel, la informática y lo es Internet. Lo importante no va a ser el papel o la pantalla, sino lo que seamos capaces de dejar depositado en tales espacios. O sea, el medio es el soporte del mensaje, el mensaje va a seguir siendo lo notable y destacado, como no podía ser menos, tal y como dejó establecido el ‘visionario’ canadiense Marshall McLuhan. En la Red hay una manifestación constante de libertad personal y eso sólo puede ser positivo. “Siempre será mejor esa manifestación de libertad individual para transitar por la red interconectada planetariamente pública que la aparición de un gobierno que trate de controlar y ‘poner orden’ en la red de redes” (ib.). El más grave de los peligros que se ciernen sobre la red procede de “los nietos de aquellos políticos, del signo que sean, que establecieron una ley de imprenta, una ley de prensa, una ley para la radio y otra para cualquier forma de televisión, una legislación específica para dominar todo medio de comunicación social”, pues éstos “lo intentarán cuando caigan en el detalle de cuál es el nuevo medio de información telemático aún naciente y auroral” (ib.). Si en su momento, ya histórico, trataron de que la imprenta no fuera pública por medio de una ley de control sobre la divulgación de las ideas y del conocimiento, no hay que descartar que en algún lugar se las ingenien para controlar la red por el mismo procedimiento. De poco les valdría, no obstante, semejante determinación, porque un gobierno, por muy poderoso que sea, sólo podrá legislar dentro de su territorio y todos sabemos que Internet, la gran red, no tiene nacionalidad ni aposento territorial único. Si exceptuamos países enteros como China, en buena parte del mundo, los internautas circulamos por las redes con entera libertad y el espacio físico ha dejado de ser un obstáculo para la comunicación telemática. De igual manera que todo el espacio (para bytes) es nuestro o está a nuestra disposición, con la red nos hemos liberado del tiempo y a un coste aceptable. A principios del siglo XXI, las posibilidades de movilidad psíquica aumentan de forma exponencial, mucho más que los aumentos de movilidad física que se produjeron en el siglo XX mediante los viajes organizados que supone el
18 Interesados en profundizar en el nacimiento de la web, ver Tim Berners-Lee (2000).
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éxito comercial de la industrial turística19. Ahora bien, en la escala que permite Internet, nunca ante había sucedido tal cosa en la sociedad y nada avisa de que se vaya a poner coto a semejante realidad nueva de la que tanta gente todavía no se acaba de percatar. Los únicos atentados oficiales realizados contra el discurso de Internet está en países con dificultades con el espíritu democrático, en los cuales se impide a estudiantes o profesores universitarios, a sus funcionarios, el empleo de algunos de los recursos telemáticos enlínea. Nos referimos a gobiernos que deciden aislarse del resto del mundo impidiendo que sus ciudadanos se comuniquen con sus semejantes, que accedan a sitiosweb como hacen otros internautas. Éste es el mayor control o censura establecida en la Red; es bastante penoso leer en una universidad un anuncio del burócrata en jefe recordando la prohibición de realizar ciertas visitas o de emplear la Red para fines contrarios a los gubernamentales. Es penoso leer que el investigador que necesite usar los recursos de Internet ante ha de someter su proyecto investigativo al camarada en jefe, para que sea este burócrata quien decida qué se puede investigar y qué no. La Red es nuestra, pero no de los ciudadanos sometidos a la prohibición señalada. Cuando antes nos referíamos a legislación sobre, o sea, contra Internet, no nos referíamos a este tipo de censura, que se da en muy pocos países y, en realidad, se trata de normativa oscura, vergonzante y no oficializada, pero sí establecida oficialmente. Aludíamos a la posibilidad de normativa parlamentaria, en aquellos lugares donde algunas voces insensatas aseguran que hay que legislar para Internet. Sería un retroceso premedieval. Legislar para Internet, sobre sus contenidos o condicionar la creación de nuevos medios en la web, sería un serio retroceso tecnológico, un baño tecnofóbico y una patente violación del espíritu de los creadores de la gran red interconectada. A medida que la civilización y los derechos humanos se han ido asentando y progresando en el mundo moderno, toda la retahíla de leyes un tanto bastardas ha ido cayendo con la modernidad, a la vez que iban apareciendo nuevas tecnologías y nuevos medios, canales o entornos nacidos a su amparo. No es nada nuevo –y ahí hay una esperanza—contemplar cómo las tecnologías avanzan más rápido que las leyes que tratan de su control, como el ansia natural del poder por no ver cómo éste se diluye en un campo nuevo dominado por algo que está fuera de su control. Este panorama así esbozado tendrá mayor gravedad en relación inversa al grado de democratización de una comunidad.
19 El sustrato que permanece en la mentalidad neocapitalista es el mismo: vender a los usuarios su propio tiempo de ocio, con la salvedad que a través de las redes resulta más fácil vender movilidad psíquica que movilidad física.
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La red es nuestra y hemos de tratar de que se mantenga la actual libertad de movimientos en la red de redes, de que quien lo desee pueda seguir creadno su propio medio al amparo de la tecnología libre de la web; hemos de tratar que no se impongan los neoescribas de nuevo, que jamás se cree la ley de la web, al modo de nueva ley de imprenta. No deberíamos permitir que se recorte el nuevo escenario de futuro con las herramientas oxidadas del viejo escenario de un pasado en el que el poder se impuso a la razón a base de violencia, violencia censora. Si llegara a darse el caso –como aún no se ha visto ni se vislumbra— la libertad individual habría muerto un poco y la telemática quedaría lesionada de gravedad. La esperanza parece estar en que lo mismo que la Res es de todos, es nuestra, el conocimiento cabal del poder sobre la magia de la telemática es más bien pobre, de ahí que el peligro sea menor, pero no por eso se ha de olvidar o dar de lado el peligro siempre existente de los descendientes de quienes decidieron en días negros leyes como la de imprenta o de prensa. Con Red ha emergido un nuevo poder, un espacio nuevo de comunicación, de posibilidad de conexión y de flujo que está en manos del NOSOTROS. Ese es el espacio de la utopía, y, como decíamos antes, el espacio del recorrido entre el no saber y el saber, el trayecto del misterio, de la magia, de la sorpresa, y de la libertad. Y no es que el poder tradicional no conozca la red. El poder tradicional, socioeconómico, comercial, capitalista, la conoce. Pero es que la red significa plural, significa nosotros, un nuevo poder. Nuestro punto de vista aboga por que este nuevo poder actúe afirmativamente, tome conciencia de su poder y defienda la utopía. La Red tiene el poder de haber inaugurado una nueva forma de conjugar el verbo. Nueva forma de conjugar el (verbo) poder.
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(Recibido el 7-2-2002, aceptado el 23-2-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 95-115)
Las Tecnologías Emergentes como Soportes de Conocimiento: el Libro Digital1. Dr. José Manuel Pestano Rodríguez Programa de Medios Audiovisuales Dirección General de Promoción Educativa de Canarias
RESUMEN Las tecnologías digitales permiten actuar sobre la información de manera que, aparentemente, simplifican los procesos de captación, almacenamiento, recuperación y difusión. Pero también introducen elementos nuevos en la construcción de la información, como ocurre cuando se distribuyen, a través de las redes, textos que contienen sonidos e imágenes, que pueden además incluir nuevas posibilidades de relación con los autores, e interacción con el contenido de la obra. El libro digital es un nexo entre el soporte tradicional, y el emergente, con muchas posibilidades de ocupar un lugar destacado en el conjunto de tecnologías orientadas al depósito de información y conocimiento. ABSTRACT. The digital technologies allow to act over the information in some ways; apparently, they simplified all the processes related likes record, preservation, access and spread off. But the digital technologies can modify the attributes of information itself, and change our ideas about the distribution of texts, now with sounds, images and some kind of interaction; also we are discovering new posibilities of relation with the authors and their products too. The digital book is a nexus among the traditional book and others media, with many posibilities to get a place in the group of technologies oriented to contain information and knowledge. Palabras claves: Tecnología digital/Medios interactivos/Multimedia/Libro digital. Key Words: Digital technologiesInteractive media/Multimedia/Electronic book/E-book
Introducción as tecnologías de base digital, de las que el libro digital forma parte, marcan un punto de inflexión en los procesos de producción, conservación y distribución de la información. Por una parte, se hace posible una parte sustantiva del Gran Almacén Universal Virtual, que Emili Prado ha planteado como metáfora, y que puede entenderse como un depósito de conoci-
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Este artículo forma parte de las actividades desarrolladas por el autor en el marco del Proyecto de Investigación El Libro Web, dirigido por el profesor Javier González Antón, de la Universidad de La Laguna.
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miento que abarcaría todo tipo de medios, con un acceso disponibles en línea, democrático y universalista, sin asimetrías2; la posibilidad de incorporar audio y vídeo en los nuevos dispositivos incrementa los esfuerzos para buscar una solución general a los procesos puestos en marcha, al tiempo que extiende la importancia de la concepción multimedia al interior del contexto librario; porque entre tantos esfuerzos, y tantas políticas que priman grandes inversiones en costosas infraestructuras de telecomunicaciones, pocos parecen darse cuenta del auténtico valor que tienen los contenidos, que deben incorporarse a las redes para dotarlas de sentido, y para hacer de ellas un uso auténticamente democrático. Por otra, se profundiza en una nootecnología, una forma técnica de gestionar el conocimiento3, que presenta diferencias según la perspectiva que se considere. Para el autor de una obra académica, profesional, o de otro tipo que suponga cierta elaboración, una publicación quintaesencia sus propios conocimientos respecto a la materia que trata; cuando ese mensaje llega al receptor, resultan necesarias una serie de condiciones para que el conocimiento se transmita; entre esos condicionantes destacan los factores psicológicos inherentes a cada individuo, y otros externos, más genéricos; de estos últimos interesa destacar los aspectos tecnológicos de un caso concreto, el del libro digital. Respecto a este soporte, nos encontramos en una fase de desarrollo tecnológico inicial, lo que supone una indefinición general del conjunto, de manera que resulta muy difícil establecer conclusiones; como en el caso de otras tecnologías de comunicación actuales, los posibles itinerarios de su evolución dependen de múltiples factores sistémicos4. En este período de transición que existe entre el origen de un medio y generalización, nos parece interesante estudiar las características técnicas, económicas y sociales más relevantes de este soporte digital y explorar algunas de sus posibilidades. Queremos destacar la importancia de la interactividad como valor añadido que puede caracterizar al libro digital. Las posibilidades de interacción ya se encuentran en el libro convencional, y desde obras clásicas hasta las actuales novelas juveniles, encontramos múltiples referencias. Así, uno de los elementos que parecen de interés se encuentra en las posibilidades de interacción del lector con el libro digital. En la lectura de prensa, el lector sigue su propia pauta,
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PRADO, Emili: “Revolución digital: nuevas oportunidades para la distribución”, Seminario Distribuir Audiovisuales, en VIII Festival de Vídeo de Canarias, Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas, 1998, pp. 17. Sobre el concepto de nootecnología y sociedades nootrópicas véase SÁEZ VACAS, Fernando: Meditación de la Infotecnología, Editorial América Ibérica, Madrid, 2000. Una discusión de la tecnología como sistema y sus dimensiones en BUNGE, Mario: Pseudociencia e ideología, Alianza Editorial, Madrid, pp. 35-37; en relación con las tecnologías emergentes PESTANO, José Manuel: Las tecnologías de la información y la comunicación en la sociedad actual, Tauro Ediciones, Madrid, 2001.
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eligiendo lo que lee y lo que no, y construyendo rutas individuales que recorren el soporte escrito; en el libro el discurso tiende a la linealidad, como ocurre en los medios audiovisuales convencionales, en los que discurso temporal condiciona un antes y un después en la narración. Aunque el estudio de la relación lector-texto aún no se encuentra agotado, resulta preciso iniciar esta fase de exploración debido a la relevancia que tienen las tecnologías de comunicación emergentes, por cuanto pueden trastocar esta relación, y permitir formas expresivas diferentes, en las que la linealidad sea una posibilidad más, y no una imposición. Cuando nos rodeamos de libros, los miramos y los leemos, nos acercamos un poco más a nosotros mismos; dependiendo del género, a través de la lectura oímos a los personajes, vemos escenas y seguimos narraciones que salieron de sus autores. En el caso del profesional de la información, los libros contienen referencias teóricas y prácticas para el trabajo cotidiano, se convierten en fuentes de primer orden en el caso del periodismo especializado, o sirven de inspiración para tratar de comprender la realidad gracias a como la han comprendido otros anteriormente. En el ámbito de las ciencias, durante el tiempo que dedicamos a estudiar, documentarnos o a conocer más en profundidad a algún autor, aprovechamos lo que otros avanzaron antes, sus ideas y su conocimiento. Cuando el investigador consigue producir un libro quintaesencia años de trabajo y reflexión, al mismo tiempo que construye ciencia con su aportación de informaciones5; de ahí la importancia de este tipo de publicaciones, junto con los artículos de las revistas, en el ámbito de la investigación científica. Un libro, de papel, sigue conteniendo multitud de sorpresas, y casi cualquier libro enseña algo. Si nos detenemos ante un ejemplar de un libro determinado, podemos apreciar las características más relevantes de lo que sin duda resulta ser un gran logro técnico del ser humano: un objeto generalmente ligero y manipulable, con una doble más dura que protege el interior, y que codifica mediante textos alfanuméricos e imágenes, aquello de lo que trata la obra; ésta se encuentra impresa en un conjunto pegado o cosido de ligeras hojas de papel, utilizando adecuadamente tintas de diverso tipo. El libro así descrito permite almacenar y recuperar información, y como objeto técnico ha sido objeto de mejoras a lo largo de los dos últimos milenios. Pero ahora, a principios del siglo XXI, su existencia se encuentra en una encrucijada.
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“R.W. Hamming ha calculado que, desde los tiempos de Newton, el acervo de conocimiento se viene duplicando cada 17 años, lo que equivale a decir que crece exponencialmente”; SÁEZ VACAS, Fernando: “Sociedad de la Información, comunidades nootrópicas, nootecnología”, en Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación, nº 1, sep.-dic. 2001. [Artículo en línea: http://www.campusoei.org/revistactsi/numero1 (22.12.2001)].
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Los problemas de la denominación A partir de las dos últimas décadas del siglo XX, aparecen en el escenario editorial una serie de nuevos soportes que permiten prescindir de las tapas, hojas, pegamento y tintas que describían eficazmente un libro hasta hace bien poco. También permiten evitar otros procesos inherentes al libro convencional, invisibles al lector, pero evidentes, como son las actividades propias de la fotomecánica, la imprenta, la encuadernación y la distribución tradicional: filmación de fotolitos, obtención de placas insoladas, impresión mediante máquinas offset, corte, alzado, pegado o cosido, almacenamiento, traslado y distribución de los ejemplares. Ahora, si hablamos de libro bien podemos referirnos a una ‘descarga’ de la red, un proceso intangible, electro-óptico pero invisible, por la que en algunos casos pagamos un precio al editor; esta ‘descarga’ no es otra cosa que una transferencia de datos binarios desde un servidor remoto de información hasta nuestro dispositivo de lectura, que puede ser un ordenador personal u otro artefacto, y en el que podemos visualizar, y fundamentalmente leer, una obra escrita. Estos nuevos soportes recibieron originalmente varias denominaciones aunque algunas coinciden en su dimensión de ‘libro’, una obra dispuesta para ser leída, y en su calificación de ‘electrónico’, asociada a la naturaleza del soporte y la distribución. Hasta el momento no existe una denominación fijada por el uso que sea definitiva, aunque la contracción e-book parece triunfar en inglés. En castellano aparece bajo la forma ‘libro digital’ o ‘libro electrónico’ que se asimila al inglés electronic book; estas dos palabras inglesas se han resumido siguiendo las pautas anglosajonas de contracción simplificadora bajo la forma de e-book, de la que incluso existe una variante escrita registrada comercialmente. Las contradicciones de esta denominación son evidentes: no estamos ante un libro, no tiene hojas ni tinta, ni el término electrónico se utiliza con total propiedad; de ahí surgen otras propuestas para el objeto como el término ‘publicación en línea’ que parece más apropiada, aunque no diferencie entre ‘libros’, ‘revistas’ o ‘diarios’, o ‘libro en línea’, más preciso por cuanto se refiere a un producto disponible en una red a la que debemos conectarnos para obtenerlo. En cuanto a los términos ‘electrónico’ o ‘digital’ en todos los países desarrollados, y desde hace al menos una década, todos los libros impresos disponen de su versión informática cuando se escriben o maquetan, por lo que añadimos poco cuando nos referimos a un producto que ya existe en diferentes soportes. Mientras seguimos dándole vueltas al léxico no podemos permanecer paralizados, puesto que el uso fijará con el tiempo la denominación, si es que el invento sigue adelante; será mejor adoptar provisionalmente una forma de referirse al objeto: en este caso el término libro digital6 parece menos contradictorio en el
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CODINA, Lluís: El libro digital y la WWW, Madrid, Tauro Ediciones, 2000.
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sentido de que si bien no es un libro al modo clásico, el término digital aclara la diversidad de soportes en los que se puede encontrar, relacionados siempre con la numeralización de la información. En el ámbito de la red, e-book aparece como un neologismo anglosajón quizás afortunado, corto como e-mail, y que supone sólo una manera de denominar un fenómeno nuevo, para el que no existe aún un vocablo aceptable y generalizado por motivos de uso; si parece cierto que la enorme presencia del inglés en las redes mediatiza la forma de convocar los nuevos conceptos. La capacidad de nombrar algo novedoso es también una forma de poder, un atributo que el poder económico y comercial se atribuye, y que ejerce en muchas ocasiones con éxito. Vista la evolución del uso que se viene desarrollando en las redes, mantendremos la denominación que hace Lluís Codina de ‘libro digital’, y en menor medida utilizaremos otras como ‘libro electrónico’, empleados por diferentes autores iberoamericanos. Así pues, parece que este nuevo soporte lo es tanto que aún no sabemos bien como denominarlo, pero de momento nos interesa más destacar las ventajas e inconvenientes que presenta desde la perspectiva del lector, su capacidad para presentar información hipermedia y multimedia, así como puede afectar a las relaciones entre autor y lector y cuales son algunas de las aportaciones más señaladas que el uso de esta aplicación técnica puede llevar a cabo. También coexiste una cuestión para la que evidentemente no hay una respuesta absoluta ¿es el libro digital un soporte relativamente definitivo o un artilugio de transición? De esta manera planteamos si el libro digital viene para quedarse, para lo que será preciso saber si existen otros requerimientos entre los usuarios que determinen la obsolescencia del libro digital y su desaparición ante otro dispositivo más eficaz. Dimensiones tecnológicas: agentes y valores de un medio emergente El libro digital, electrónico, o e-book, supone la distribución de textos escritos mediante un soporte informático, que tiene como base el tratamiento digital de la información; el texto ha sido escrito empleando los caracteres de un idioma, y utilizando ocasionalmente imágenes, que tienen en la mayoría de los casos la función de ilustrar el texto principal. Los textos alfanuméricos y las imágenes se organizan mediante algún tipo de representación digital que permita su recuperación coherente, lo que se hace acudiendo a los estándares actuales de las tecnologías de la información; precisamente esto no es ninguna característica ventajosa en cuanto a los soportes para el libro digital, puesto que no es suficiente disponer del ejemplar a leer, sino también del equipo adecuado para reestructurar el contenido digital de ese soporte concreto7. Estos contenidos pueden a su vez 7
Una tratamiento del tema desde la documentación audiovisual se encuentra en Alfonso LÓPEZ YEPES: El cine en la era digital, Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana, Madrid, 2001, 5 capítulos. [Videograma].
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procesarse y codificarse para que sólo puedan acceder a ellos quienes cuenten con autorización. Nada impide que se distribuya la información de un libro en formato digital sin utilizar ningún tipo de codificación especial. De hecho y desde hace muchos años se encuentran disponibles obras completas, autorizadas unas y piratas otras, en diferentes sitios de la red; estas publicaciones utilizan distintos tipos de archivos generados habitualmente por los procesadores de palabras, que a veces sólo incluyen texto, aunque también puede acompañar al texto algún tipo de estructura o formato. En este caso se trata de libros digitalizados por medio de algún dispositivo de captura de información, o incluso obras digitales desde su origen, que pueden tener la red como único soporte. Por una parte, los libros depositados en la red por sus autores llevan al máximo el principio de la autoedición, según el cual el escritor de una obra se constituye en su propio editor; cuando la obra se distribuye gratuitamente, las razones para este comportamiento8, que aparentemente suponen regalar el fruto de un esfuerzo, pueden encontrarse desde la imposibilidad de encontrar un editor que se arriesgue en una empresa poco clara, como a los deseos de notoriedad y beneficios derivados de la obtención de prestigio de un autor, que de no ser así pasaría desapercibido9. El empleo de esta forma abierta de depositar los libros en la red interesa poco a las empresas editoriales, puesto que dejan de percibir una buena parte de sus ingresos: una vez que se ha expuesto sin protección uno solo de sus ejemplares en la red, resulta imposible evitar la proliferación de copias de la obra. El libro digital ligado a la actividad empresarial utiliza medios específicos de codificación y descodificación de la información digital debido a consideraciones estéticas, éticas y económicas. Las causas estéticas se refieren a la presentación de la obra. Cuando se envía el texto de un libro digital se adjunta el formato que lo hace similar a un libro: la obra se puede dividir en capítulos y existe un paginado, como resulta frecuente en los procesadores de palabras; sin embargo, este formato del texto sigue pautas estrictas para que los lectores reciban un mismo ejemplar. En un procesador de palabras, la paginación depende de la impresora final y es frecuente que un texto de cien páginas formateado para una impresora determinada se extienda a ciento cuatro en otra, o se reduzca a noventa y siete, cuestión que afecta a los saltos de página y finales de párrafo; si el texto tiene un formato abierto podemos modificarlo en el procesador de palabras y cambiar el ancho de las líneas, el interlineado, las separaciones entre párrafos, etc., es decir, la apariencia visual de la página será diferente según las modificaciones elegidas por el cliente, como ocurre cuando
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Se podría asignar inicialmente a este comportamiento la etiqueta de ‘irracionalidad económica’, que supone la entrega de un bien o servicio sin pedir ningún tipo de contraprestación. MIGUEL, Juan Carlos: “Industrias culturales, gratuidad y precios en Internet”, en ZER. Revista de Estudios de Comunicación, nº 9, 2000. [Artículo en línea: http://www.ehu.es/zer (14.09.2001)].
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visualizamos una página web con textos que se referencian en las fuentes del sistema receptor: la página varía su estructura sin que podamos controlar su apariencia desde el servidor de información. Con un formato cerrado no es posible cambiar la configuración de las páginas, el tipo de letra o los adornos tipográficos que se incorporen, ni variar el orden o la estructura de los capítulos10. Las causas éticas se refieren a la protección de la información y del trabajo del autor de posibles apropiaciones indebidas, y en la misma línea, las razones económicas tratan de proteger la inversión empresarial realizada, toda vez que la actividad editorial sigue sujeta a riesgos importantes. Como ocurre en otros casos, la ética de protección de los derechos de autor se encuentra íntimamente unida a la protección de los derechos empresariales del editor. Las tres causas mencionadas originan la búsqueda de medios que permitan distribuir la información contenida en una obra de manera segura, es decir, que sólo los usuarios autorizados puedan servirse de esta información. Para ello es preciso establecer distintos estadios de seguridad en el intercambio de datos como pueden ser en el servidor de información, en el tránsito de esta información o en el depósito que se hace al usuario. El servidor debe estar a salvo de posibles demandas no autorizadas de información; para ello es necesario identificar correctamente al usuario y comprobar si está o no autorizado; en caso de que lo esté se da paso al segundo nivel de seguridad, bajo el que se le permite un acceso controlado a la información codificada, es decir, que nadie más pueda obtener esa información que se le está entregando en el mismo momento en el que él lo hace. Cuando el usuario obtiene la información nos encontramos en el tramo de seguridad final, en el que se entiende que se ha suministrado una información a un cliente que debe mantenerla bajo ciertas condiciones de seguridad; como no es previsible que el usuario se moleste excesivamente en proteger su ejemplar, en el mismo se incorpora un sistema de codificación de la información para que ésta sólo pueda ser accesible al usuario, a veces desde un solo dispositivo lector, impidiendo su transporte a otros dispositivos, obtención de duplicados, intercambios entre usuarios o la impresión de la obra. Esta protección siempre resulta limitada en un entorno informático, donde la resolución de los problemas derivados de la obtención de información desde distintos soportes forma parte de las actividades centrales de la disciplina. La actividad en este sentido no cesa y al poco tiempo de anunciar un avance en la encriptación de datos aparecen medios para romper estas protecciones; reciente-
10 Cada una de estas formas de presentar el libro digital suponen distintos requerimientos respecto a infraestructuras y equipos; el libro digital abierto puede realizarse utilizando el estándar HTML, Hiper Text Markup Langage, aprovechar algún algoritmo al uso para comprimir las imágenes y disminuir así el número de bytes necesarios para la representación del archivo; el formato cerrado puede significar albergar más datos para la vectorialización de los textos.
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mente se ha acusado a Dmitry Sklyarov de romper el código del eBook, la marca registrada por Adobe para el libro electrónico; este especialista ruso en seguridad desarrolló un programa informático que transforma el contenido cifrado del eBbook en un texto con formato semicerrado, en este caso el conocido PDF, Portable Document File, también de Adobe, que permite intercambiar el libro entre ordenadores, guardarlo e imprimirlo11. Incluso ante formatos cerrados se pueden emplear herramientas que permiten obtener acceso a la información codificada. Cuando el libro digital se oferta mediante otros soportes distintos a los de las redes nos encontramos con una casuística similar. Independientemente de si el libro se encuentra más o menos protegido en un soporte o en otro, lo cierto es que la seguridad de los soportes digitales, CDROM o DVD, parece realmente frágil12. La actividad comercial se resiente porque no estamos ante un software informático que sea susceptible de amortización mediante un número razonable de adquisiciones legales, sino ante un producto en el que el coste marginal de cada ejemplar redunda de manera efectiva en el editor y en el autor. El paralelismo más cercano se encuentra en la transferencia de música vía web, bajo sistemas de compresión de audio, que permiten el ‘intercambio’ entre usuarios de ejemplares y que de hecho han producido la proliferación de copias exactas al original, incluida la carátula, con lo que se ha generado una serie de actividades fraudulentas en unos casos y que bordean lo legal en otros. El libro digital lleva a cabo una utilización específica de las redes infotelemáticas; aunque pueden existir libro digital bajo forma de cdrom o dvd, la actividad editorial planea utilizar las redes para efectuar la distribución de ejemplares próximos en su filosofía a lo que es un libro. Esta forma de emplear las redes resulta realmente innovadora: nunca se había hecho antes una cosa así; de esta manera podemos apreciar de nuevo como no es la tecnología el motor de la innovación sino la actividad económica que trata de buscar aplicaciones rentables a las tecnologías disponibles, una observación que Richeri ya había planteado en el caso de la televisión13, pero apreciamos de validez general. Se busca precisamente un sistema de distribución eficiente, que cumpla sus objetivos al mínimo coste, y al que no se pueda acceder sin autorización; por parte de los agentes editores, el libro digital viene a representar un paso en esa búsqueda de una distribución eficiente, a la cabeza del comercio electrónico, que permita realizar una operación selectiva de acceso a la información mediante el pago de un precio.
11 MOLIST, M.: “El FBI detiene en la DefCon a un especialista en seguridad”, El País, suplemento ‘Ciberp@aís’, pág. 8, jueves 26 de julio de 2001. 12 Esta fragilidad se extiende a la conservación de los originales, al soporte, a los equipos de descodificación y al proceso de acceso. 13 RICHERI, Giuseppe, La transición de la televisión, Bosch, Barcelona, 1994, pp. 93.
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En el intercambio infoeconómico, el libro digital se presenta como un producto que puede ser consumido, aunque no se agota al consumirlo, y se separa en su vertiente de interés económica, de otras formas de comunicación no comercial presentes en las redes. Probablemente una estrategia comercial agresiva presente el libro digital como alternativa a la posibilidad de construir otro tipo de estructuras aprovechando las posibilidades de la nootecnología14, como pudieran ser las bibliotecas virtuales, públicas, que configurasen el gran almacén virtual de conocimientos; puesto que el libro digital tiene una información con un importante valor añadido, vía autor por ejemplo, una forma de extender la actividad comercial a la educación15, o incluso a las futuras e-escuelas, consiste en desarrollar y potenciar su demanda antes de que se establezcan los parámetros de funcionamiento de las nuevas e-escuelas, de manera que puedan encontrarse en su momento obras homologadas disponibles para los centros educativos. A pesar del enorme esfuerzo individual de un número importante de docentes, que crean su propios materiales, la actividad comercial de los editores de libros de texto es arrolladora, y resulta también decisiva a la hora de decidir lo que se queda en una biblioteca escolar y lo que no se tiene en cuenta. A este respecto Francisco Sierra nos recuerda como “la irrupción intensiva del capital en el campo educativo y del uso formativo de las nuevas tecnologías está significando una progresiva sustitución de la función cultural y socializadora del Estado por las instancias comunicativas y los operadores transnacionales” 16. La estrategia empresarial orientada a la edición en línea de libros digitales parece estar encaminada a tener éxito a medio y largo plazo. Por una parte, nos encontramos en la fase de inicio de una nueva tecnología, en la que los costes de investigación y desarrollo son relativamente elevados con el agravante de que éstos sólo se podrán amortizar si se comercializa adecuadamente el producto obtenido. Podrá plantearse que el uso de I+D en esta actividad es realmente menor, pero no es así; la búsqueda de medios efectivos de encriptación, que van desde los recursos matemáticos hasta la física cuántica, redundarán en el futuro comercial de éste y de otros productos protegidos por derechos de autor. La actividad editorial en línea puede producir diferentes productos dependiendo del uso que realice de la tecnología infotelemática disponible; por una parte 14 Concepto que hace referencia a la tecnología organizacional e instrumental necesaria para responder adecuadamente a los problemas sociales derivados de la adquisición, depósito y gestión de los conocimientos actuales y futuros; SÁEZ VACAS, F., (2001), op. cit. 15 Una interesante propuesta de planificación educativa digital la realiza Javier ECHEVERRÍA: “Educación y tecnologías telemáticas”, en Revista Iberoamericana de Educación, septiembre – diciembre 2000, pp. 1736. 16 SIERRA CABALLERO, Francisco: “Europa y la integración educomunicativa de los nuevos servicios avanzados de información: apuntes y tendencias de las políticas culturales comunitarias”, en EPTIC, Revista Electrónica Internacional de Economía de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, vol. III, Enero a Abril, 2001, pp. 70. [Artículo en línea: http://www.eptic.he.com.br/ (21.12.2001)].
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puede ser una actividad editorial convencional, constituida por la edición de libros digitales de características lineales, es decir, el libro de papel en soporte digital; este producto tiene un nivel de interactividad mínimo, el libro progresa de manera tradicional, de principio a fin, sin que el lector tenga la posibilidad de cambiar el desarrollo del mismo ni intervenir en el interior del producto. La lectura se realiza de manera habitual, con algunos añadidos menores como la posibilidad de crear comentarios, buscar rápidamente una cadena de texto o archivar convenientemente el ejemplar en la biblioteca digital. Ahora bien, la editorial en línea puede emplear técnicas de desarrollo multimedia para presentar productos con un mínimo nivel de interactividad, pero con elementos expresivos diferentes al texto alfanumérico: sonidos, imágenes o animaciones pueden orientarse a enriquecer el producto, lo que dependerá directamente de su pertinencia. De la misma forma, aunque resulte más raro, se pueden incrementar los niveles de interactividad, de manera que permitan tomar diferentes opciones al lector del libro, elegir su propio itinerario, navegar por el texto y aprovechar una red de relaciones en la que se encuentra el conjunto de la obra. El libro digital mantiene una elevada relación autoral, esto es, el autor único, grupal, colectivo o, en menos casos cooperativo, se sigue manteniendo como un valor a destacar, incluso a utilizar como valor añadido para producir interés en conocer el producto. Se diferencia pues de la facilidad colaborativa y cooperativa que ofrece el medio hipertextual para incorporar soluciones autorales de sujeto múltiple, transgénico, desconocido, avatar o de cualquier otro tipo, y que en el plano convencional se sitúa en las figuras más reducidas del anónimo y del seudónimo. Podemos apreciar como en la actualidad, el libro digital se encuentra estructurado en torno a elementos narrativos afines al libro clásico: al menos de momento no trata de plantear modelos innovadores en cuanto a la relación con el texto, construcciones alternativas, formas de implicación, múltiples escenarios y puntos de vista o soluciones interactivas; estos son elementos expresivos propios de la infotelemática, pero que ya han sido previamente experimentados en el propio libro, aunque con las evidentes dificultades que presenta el soporte papel. Tampoco tiene porque ser así siempre; el libro digital permitiría en principio todas estas posibilidades, pero no sería éste el libro digital disponible, sino que tendríamos que hablar más de un producto multimedia interactivo. La estructura en torno a un núcleo narrativo convencional hace posible la presentación del libro digital como la de un libro clásico que comprende varias partes, cada una de ellas dividida en capítulos; éstos a su vez se componen de varias páginas que permiten un recorrido lineal, que en la lectura occidental supone un recorrido visomotor que plantea su avance de izquierda a derecha y de arriba abajo. Lo que se ofrece al lector es una serie de páginas formalizadas en casi todos los casos como una mancha oscura sobre un fondo blanco; no se utilizan otras formas de escritura, como en bustrofedon, o con
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deslizamientos horizontales o verticales que bien podrían incorporarse a la presentación del e-texto. También aquí se produce una segmentación de la actividad editorial en línea; por un lado, existe en la red una componte e-ética que tiende a universalizar los conocimientos y la información, sin que nadie tenga que pagar por ellos. Esta es la base de desarrollos informáticos como Linux o editoriales como el Proyecto Gutenberg. Existen otras referencias de información ‘gratis total’ en las que sobresale el deseo de los autores y editores de no perseguir una contraprestación económica por su trabajo; ésta es una dimensión de la red especialmente notable, en la que alguien efectúa un trabajo sin remuneración, una forma de utilización alternativa de las redes fuera del sistema dominante. Las razones de esta posición se encuentran tanto en formas de ser altruistas, como en otro tipo de motivaciones, entre las que se sitúa el prestigio que gana un autor, y que le devuelve su inversión desinteresada a través de futuros encargos17. Por su parte, la componente comercial desea realizar una actividad rentable, y obtener unos ingresos por la misma; editores y autores esperan amortizar sus inversiones mediante la venta del producto. Además de la competencia interna del sector, la componente comercial debe hacer frente a la existencia de un tercer grupo de agentes, formado por quienes estiman que la componente comercial no tiene respaldo moral para su existencia, y que deben ser anulados sus esfuerzos empresariales. Si la actividad editorial en línea no garantiza el beneficio económico, no puede hablarse de empresa, ni de su inclusión en el sistema capitalista de mercado, un sistema en el que los primeros usuarios de la imprenta contribuyeron a establecer. Esta es la razón de la búsqueda de un sistema de encriptación que resuelva los problemas de seguridad a los que se enfrenta la industria, no sólo para productos actuales, sino para hacer perdurar el producto presente a lo largo del tiempo. Si, como ocurre ahora, el código de cifrado del libro digital puede romperse y distribuirse, este ejemplar queda abierto, lo que significa que resultará inutilizable para futuras ediciones. Perfil del usuario: capacidades y actitudes tecnológicas. En el sujeto que emplea una determinada tecnología encontramos dos planos diferentes, el que corresponde al equipamiento mental de la persona, y el propio de los instrumentos necesarios para desarrollar una actividad técnica. La lectura, y la escritura mantienen una presencia habitual en la formación de la mayoría de habitantes de los países desarrollados; pero debemos recordar de todas formas que más de 800 millones de personas en el planeta, no saben leer ni escribir, una situación proporcionalmente peor para las mujeres. Además, la habi-
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lidad técnica denominada lectura es mucho más frecuente que la lectoescritura; ésta resulta ser mucho más compleja, puesto que precisa no sólo del conocimiento lector, sino de una elevada coordinación psicomotora entre ojo, cerebro y mano, además de una serie de destrezas a las que sólo se llega tras un largo aprendizaje y que suponen el manejo de varios instrumentos de dibujo, tintas y soportes. Así, no es raro que después de la etapa de escolaridad obligatoria muchas personas que saben leer y escribir pierdan buena parte de su capacidad técnica escritora; esta pérdida por falta de práctica, se presenta paralela a la pérdida de la lectura, aunque ésta última parece más amortiguada en el tiempo; en esta situación influye definitivamente el entorno en el que se desarrolle su vida familiar, laboral y social. El lector de libro digital debe tener, al menos de momento, la misma dotación de habilidades lectoras que cualquier otro lector de textos alfanuméricos sobre papel. Sin embargo aparecen dos cuestiones interesantes en este ámbito de referencia; por una parte la necesidad de que el neolector de libro digital se corresponda con el perfil propio de un sujeto innovador; de otro lado, la posibilidad de que el ordenador o soporte lector, lea efectivamente la pieza escrita y permita oír el texto, en vez de leerlo. El perfil de sujeto innovador se describe como el de una persona dispuesta a mantener experiencias con nuevos instrumentos que implican el aprendizaje de códigos y técnicas novedosas; el sujeto innovador se diferencia del snob en cuanto que no se trata exclusivamente de incorporar el nuevo instrumento en términos de afirmación de estatus, rol o género, como sucede con otros ‘adornos técnicos personales’, como el reloj o el teléfono móvil; sin embargo, tanto uno como otro son objeto de la mercadotecnia de la innovación, puesto que desde el punto de vista de la comercialización de nuevos productos, ambos son susceptibles de manifestar su interés por los mismos y terminar en una decisión de compra. En este caso concreto, la posesión de un dispositivo lector pequeño, manejable y caro, puede significar una posición social desahogada, que permite adquirir un instrumento como un Personal Digital Assistant, capaz de cargar y reproducir determinados textos, para a continuación, probar la solvencia tecnológica del propietario por medio de la lectura de un texto en ese aparato; si el usuario sólo lee un texto, una sola vez, nos encontraremos ante el síndrome de la cámara de vídeo familiar, usada en muy pocas ocasiones, abandonada para siempre, cuando no averiada de no utilizarla,; en su momento solucionó una compulsión compradora, o marcó una línea en el equipamiento del hogar, una semejanza o diferencia con quienes tenían, o no, algo parecido, pero una vez fijada la posición, sin más destrezas que aplicar, el interés desaparece, y el instrumento prácticamente se olvida. La posibilidad de presentar el libro digital como determinante de un estatus es una de las estrategias que se plantean y se plantearán en el futuro los fabricantes de equipos y los editores de contenidos. En este caso el libro digital, en su versión de dispositivo independiente, se introduciría en la esfera del consumo individual
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con un valor sígnico añadido, que identificaría la posición social del propietario, como ocurre con la exhibición de un signo externo, como el coche o la máquina de videojuegos, o internos, propios de la esfera familiar, como la suscripción a un paquete determinado de televisión de pago18; además se trasladarían otros principios de segmentación basados en la renta y en el pseudoconocimiento tecnológico que se evidencian en otros medios: aunque aparentemente casi todo el mundo puede acceder a la telefonía móvil, sólo unos pocos pueden disponer de un modelo concreto, que en el juicio rápido de las apariencias, determina la posibilidades adquisitivas de quien lo usa. A pesar de esta vía abierta en la intimidad de los individuos, y propicia para el marketing, no debemos olvidar que tanto la tecnología del libro digital, como la del teléfono móvil, tienen otras vertientes positivas que empequeñecen o al menos relativizan ciertas posturas hipercríticas19. Dentro de las características que el libro digital demanda del usuario se encuentran también una serie de disposiciones positivas hacia el manejo de instrumentos informáticos; los soportes de lectura del libro digital, ordenadores y equipos lectores específicos, no comparten necesariamente facilidades de manejo. Mientras que el equipo lector especifico tiene una matriz de posibles elecciones más restringida, en el caso del ordenador el usuario tiene que saber elegir entre un abanico de posibilidades que en algunos puntos del árbol decisional puede producir frustración o abandono; en este caso, se pide entonces al e-lector que sea usuario habitual de medios informáticos, lo que exige una preparación previa, también más común conforme se introduce la alfabetización informática en los niveles de la educación obligatoria, pero que sin duda, también significa la presencia de una segmentación entre usuarios y no usuarios según criterios de edad, una diferenciación generacional, entre los que pueden usar ese soporte y los que no van ya a incorporarse a él; una situación que debería tenerse en cuenta para evitar este fenómeno de segregación, como ocurre con otras tecnologías que manejan mejor nietos que abuelos, entre las que se encuentran el magnetoscopio doméstico o el teléfono móvil; cuando las interfaces se complican, las personas mayores no pueden aprovechar las ventajas de la nueva tecnología y quedan relegados en la práctica tecnológica. Interfaces para el usuario El equipamiento instrumental que caracteriza el fenómeno libro digital se sitúa en un segmento concreto de la infotelemática, según el cual es posible
18 Respecto a la relación de pertenencia a un segmento privilegiado, los canales de pago inciden sobre un factor motivacional “de orden psicológico, como es reforzar el aspecto de ‘club’ del canal ofreciendo espectáculos realmente exclusivos para un número limitado de personas”. RICHERI, Giuseppe, op. cit., pp. 121. 19 Para una valoración psicosocial de esta tecnología véase Dolores OTERO, “A propósito de la telefonía móvil”, en ÁMBITOS Revista Andaluza de Comunicación, nº 6, 1er semestre de 2001, pp. 211-235.
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transmitir información de interés por medios telemáticos a las terminales del usuario final, caracterizada en este caso por un contenido de autor estructurado en torno a elementos narrativos afines al libro convencional20. Así, el libro digital no se diferencia de otros mensajes infotelemáticos en cuanto a su transmisibilidad, la utilización de la red, el no-soporte electrónico y otras cuestiones del todo comunes tanto al libro digital como a otros mensajes que pueden circular por las redes telemáticas y ser visualizadas en un terminal adecuado, como e-mails, chats, páginas html, etc., sino por una serie de características que le son propias, que hemos citado y que pasamos a desarrollar. La interfaz a través de la cual el usuario percibe el mensaje contenido en un libro digital presenta varias posibilidades; existen terminales específicos, sin que se encuentre definido aún un estándar, además de varias propuestas técnicas, una de ellas española21. En la década de los 80 aparece la primera propuesta técnica de libro digital, denominado DynaBook, y posteriormente surgen otras patentes, que priman el ordenador como modelo y a veces como soporte; otras iniciativas recientes consideran interesante cierta independencia del dispositivo lector, y tienen como modelo las agendas electrónicas avanzadas22, conocidas como PDA, Personal Digital Assistant. También resulta posible recibir la información en el ordenador y visualizarla en la pantalla de trabajo. Aunque algunos modelos admiten la incorporación de sonido, todas las propuestas se dirigen prioritariamente hacia la capacidad perceptiva visual del receptor, y en este punto se encuentra una de las mayores debilidades del libro digital. Los dispositivos lectores específicos se orientan hacia la utilización de pantallas de cristal líquido, o plasma, pero mientras se perfecciona esta propuesta, y la del papel electrónico, la mayoría de los usuarios utilizan pantallas de ordenador. Al tener que usar pantallas para la lectura, nos encontramos con un problema no resuelto satisfactoriamente; la lectura en pantalla exige más del usuario que la lectura de textos impresos. Cuando se lee un papel, el usuario utiliza luz reflejada, que puede variar en cierta forma orientando el papel de una u otra dirección; la presencia de los textos y las ilustraciones es vigorosa, con una definición muy alta que oculta hábilmente el trampantojo de la cuatricromía, entre otras cosas porque las técnicas de impresión 20 Una aproximación tecnológica se encuentra en Sara ORMES: “An E-book Primer”, Networked Services Policy Taskgroup, EARL, The Consortium for Public Library Networking. UKOLN. University of Bath. 2001. [Artículo en línea: http://www.ukoln.ac.uk/public/earl/issuepapers/ebook.htm (14.09.2001)]. 21 La patente pertenece a Sagredo e Hidalgo y destaca entre sus características el «que se desprende del contexto computacional en gran medida, para confeccionar un prototipo cercano al libro en su apariencia, y muy próximo a su vez, a los soportes más avanzados de información», SAGREDO, Félix y ESPINOSA, Blanca: “Del libro, al libro electrónico – digital”, en Cuadernos de Documentación Multimedia, nº 9, 2000. [Artículo en línea: http://www.ucm.es/multidoc/multidoc/revista/num9/cine/sagredo.htm (08.05.2001)]. 22 SAGREDO, Félix y ESPINOSA, Blanca, op. cit.; los autores relacionan entre otros dispositivos similares los modelos Rocket eBook y SoftBook. Modelos de filosofía diferente son el Everybook y el proyecto del MIT.
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actuales son el producto de siglos. Leer en la pantalla de tubos de rayos catódicos que emplean la mayoría de los monitores de ordenador supone recibir una luz emitida, constante, desde una posición estática y vertical; la información se dibuja en la pantalla, y se mantiene razonablemente estable, aunque su definición es escasa, y esto afecta incluso a los propios caracteres que conforman el texto alfanumérico: sus bordes aparecen poco nítidos, y la resolución no aumenta aunque nos acerquemos, sino todo lo contrario; las pantallas están sujetas a múltiples anomalías, entre las que destacamos las dificultades para obtener un ajuste adecuado del brillo y el contraste; además nos encontramos con otros inconvenientes como el desgaste que sufre la pantalla con el tiempo, y problemas internos, incluso en equipos nuevos, entre los que destacan desenfoque y falta de alineamiento de los tubos; la presencia de uno, o de varios, de estos inconvenientes en la pantalla habitual produce una sensación de fatiga en el lector. ¿Y ventajas? Muchas sin duda. La reutilización del soporte, la conservación de las masas forestales o la posibilidad de presentar imágenes en movimiento, son algunas de las dimensiones en las que se podría razonar largo rato23. El libro digital, ¿un soporte alternativo al papel? Desde luego, si de lo que se trata es de plantear la pregunta en el momento actual la respuesta más exacta puede ser, como casi siempre, depende. El soporte de lectura digital integrado, que plantea la alternativa al papel puede llegar a tener éxito pero para ello se debe configurar como una clara ventaja tecnológica respecto a la situación actual, en la que destaca la posición hegemónica del papel. A corto plazo, el papel no tiene competidor en una pantalla que mantiene demasiado alta la relación precio-calidad. A medio y largo plazo se dibujan diferentes escenarios. Por una parte, el soporte de lectura digital e integrado seguirá restando lugar al papel, por diversas características y posibilidades Un escenario compatible con el anterior recoge un largo periodo de coexistencia y acomodación de ambos soportes, sin hegemonía del e-soporte frente al papel; de momento se anuncian crecimientos espectaculares, como los que sitúan en el medio plazo, los próximos cinco años, el despegue de la actividad e-editorial; de esta forma, y según estudios de mercadotecnia, se espera que el mercado de libro digital genere alrededor de un 18% de los beneficios del sector24. Esta es una situación normal en el momento de incorporación de una nueva tecnología. Según Benavides, en el proceso general de evolución de una tecnología como la que venimos tratando, se aprecian cuatro fases que dan como resultado una representa-
23 SAGREDO, Félix y ESPINOSA, Blanca, op cit. 24 Sobre las tendencias del mercado editorial en esta área desde la perspectiva de las empresas véase COMÍN, A.: “Fabricantes y editores ultiman los servicios de distribución de libros digitales”, en ‘El País’, Madrid, suplemento ‘Ciberp@aís’, pág. 13, jueves 19 de abril de 2001.
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ción bidimensional en forma de S más o menos alargada, con el eje de abscisas representando el tiempo y las ordenadas el crecimiento de la tecnología25. La fase actual del e-soporte coincide con la de inicio o despegue, la primera parte de la curva ascendente, cuando los cambios son más notables y la situación aún no se ha resuelto de manera clara respecto a la posible aceptación o rechazo de la innovación tecnológica introducida. En este punto se deben considerar otro tipo de circunstancias; David nos indica la importancia de las decisiones marginales, que toman la forma de sucesos estocásticos26, así como el papel de la educación en el conjunto de comportamientos que inducen a la difusión de una tecnología; las decisiones marginales favorecen el triunfo de la opción más elegida, frente a la menos usada aunque ésta última presente ventajas significativas; en cuanto a la educación, las actividades formativas en relación con una tecnología determinada, dentro de los procesos educativos, favorece su establecimiento a medio y largo plazos. Por otra parte, aunque el e-soporte reste cierto protagonismo al papel, la realidad comercial nos indica como se sigue produciendo papel como nunca anteriormente, tanto desde una perspectiva cuantitativa como respecto a su calidad y variedad. Además de otras razones intrínsecas al papel, en relación con la posible comparación con el soporte que nos ocupa, la redundancia administrativa, la noción de inseguridad intrínseca al soporte electromagnético, la ausencia de textura del mismo y la velocidad de cambio de la informática producen que buen parte del volumen de información que se produce vaya directamente a traducirse en un aumento constante del consumo de papel en todo el planeta. Ésta es una situación que se prolongará en el tiempo puesto que tampoco la estructura industrial y comercial se desmantelará de la noche a la mañana sin una serie de esfuerzos de marketing y de adaptación al nuevo soporte, si es que éste llega a existir. La situación del escenario favorable al nuevo soporte electromagnético se daría si pudiera reunir todas las propiedades del papel, aportar innovaciones de interés para el usuario habitual y competir en precio con respecto al soporte tradicional. Estas circunstancias pueden darse; de hecho, el papel no ha sido el único soporte de información; ya nadie utiliza las tablillas sumerias, ni sabemos como interpretar la escritura etrusca sobre piedra, no se utilizan papiros y la escritura almacenada en tablas de madera, o la guardada en rollos, se ha olvidado27. El soporte para la escritura, y los útiles que la hacen posible, ha evolucionado 25 Para una introducción al modelo económico clásico de difusión de una tecnología véase BENAVIDES C.: “Nuevas tecnologías e innovación en la empresa”, en PEÑA TIMÓN, Vicente (coordinador): Comunicación audiovisual y nuevas tecnologías, Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico de la Universidad de Málaga, Málaga, 1998. 26 Un estudio modelo de un caso de irracionalidad tecnológica se encuentra en DAVID, P. A. (1985): “Clio and the Economics of QWERTY”, en The American Economic Review Papers and Proceedings, vol. 75, nº 2, pp. 332-337. 27 BORDERÍA, Enric; LAGUNA, Antonio; MARTÍNEZ, Francesc: Historia de la comunicación social. Voces, registros y coincidencias, Síntesis, Madrid, 1996.
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a lo largo de la historia; el papel no tiene porque ser el último; pero el candidato que lo reemplace deberá aportar suficientes valores añadidos que decidan la posición de los usuarios, en un plazo temporal suficientemente largo; el soporte papel no tiene porque ser sustituido en una década, ni en dos, al menos desde la perspectiva del estado de la técnica actual. Lo que sí parece cierto, es que el nuevo soporte debe permitir también nuevas formas de presentar y acceder a la información. El papel electrónico y las pantallas deben mejorar la interfaz visual, al tiempo que la programación y los sistemas de procesamiento deberán permitir una interacción diferente a la linealidad del papel, de manera que los autores puedan expresarse con medios audiovisuales. El libro digital como depósito de conocimiento. El conocimiento humano, su potencial y sus límites se encuentran aún en la frontera de la ciencia. El equipamiento humano básico no ha cambiado sustancialmente en los últimos miles de años; por lo que podemos saber e intuir, la posibilidad de crear el lenguaje, manejar códigos simbólicos complejos, se mantiene sin grandes cambios a lo largo de los últimos veinte o treinta mil años, quizás más; además, se suele considerar que la información es inmaterial, pero Codina y Valle nos recuerdan que en realidad “su procesamiento está sometido a las limitaciones más materiales que sea posible imaginar y, como consecuencia de ello, la capacidad de procesamiento de información de los seres humanos resulta estar tan sometida a restricciones como cualquier otro proceso material”28. La dura y necesaria metabolización de la información disponible para convertirla en conocimiento, y éste a su vez en conocimiento útil, supone una limitación intrínseca del ser humano. La última respuesta del homo sapiens a este problema ha sido la especialización; el ser humano como especie sí parece estar dotado para desarrollar medios técnicos que le permitan extender las limitadas capacidades mentales y físicas de cada uno de sus individuos29. El libro convencional, evolucionado a partir del códice, supone un logro importante en este proceso que permite emplear un soporte externo para referenciar nuestras limitaciones psicofísicas. En un volumen encontramos en forma de texto alfanumérico, y a veces ilustraciones, un discurso generado por un autor, o autores, sobre los más variados temas. Este discurso se tiene que adaptar al soporte; en casi todas las ocasiones presenta una topografía lineal y cuando es muy extenso se divide en fracciones menores, en forma de capítulos. La expresión oral del ser humano es también lineal, precisa un antes y un después puesto, que se organiza temporalmente. Sin
28 CODINA, Lluís y VALLE PALMA, María, “Web y cine. Análisis comparativo de dos bases de datos para la investigación en línea”, en FORMATS, nº5. [Artículo en línea: http://www.iua.upf.es/formats/ (20.11.2001)]. 29 SÁEZ VACAS, (2001), op. cit.
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embargo, el libro es un soporte espacial y no tiene porqué orientarse linealmente, como algunos autores han propuesto en sus obras; entre sus ventajas figuran distintas posibilidades: hacer una lectura en diagonal, ir hacia atrás en el texto, visualizar las ilustraciones mientras se reflexiona sobre lo leído, para volver a releer aquello que nos gustó más, o que no entendimos suficientemente, o que deseamos memorizar. Tampoco tiene que forzarse al lector a mantener una relación lineal con el libro; en algunos textos innovadores se invita al lector a recorrer la obra de la manera que mejor le convenga; otras veces, aparecen propuestas que suponen elegir una ruta entre varias alternativas, para ir componiendo de esta forma discursos distintos y participativos. Los textos académicos y los manuales técnicos presentan una estructura algo diferente; como en la propia educación, prima en ellos cierta linealidad, que choca con el pensamiento humano corriente, no elaborado, que fluye sin sujeción a una sola línea, sino que parece presentarse estructurado en múltiples planos a los que se acude en función del interés de un argumento, o del apremio que le hagamos a nuestra memoria; este sería el caso del manual de referencia, imposible de memorizar pero imprescindible por cuanto contiene, eso sí, de manera lineal, las bases de un aspecto concreto de la disciplina. Por parte del autor, se establece una suposición de linealidad en la lectura, de manera que ‘para leer esto, hace falta previamente leer esto otro’, que toma la forma de principio didáctico. Los diferentes textos que constituyen la base común de una disciplina se encuentran aislados unos de otros, a veces físicamente, y en todos los casos sin posibilidad de relacionar sus contenidos de otra forma que no sea la exploración selectiva. La evidencia del incremento de la producción científica y técnica lleva también a constatar la dificultad para acceder de una manera racional a la información relevante que se produce; emplear sistemas lineales de recuperación de información supone gestionar la información de una manera ineficaz, y ésta es una situación que resulta común tanto para un texto individual como en un grupo suficientemente grande de textos. La propuesta teórica del Memex de Vannevar Bush se sustenta sobre el modo de funcionamiento de la mente humana30 basada en asociaciones complejas, que se referencian sobre un conjunto de conocimientos adquiridos y que incluso, en algunas ocasiones, dan lugar al pensamiento creativo. La mayor capacidad teórica del libro digital se encuentra en la introducción de la interactividad, de manera que el lector no asista a un proceso en el que se solicita su participación lineal, sino que pueda acceder a diferentes posibilidades según sus intereses particulares. Las posibilidades de innovación que se abren a la
30 LANDAW, George.: Hipertexto. La convergencia de la teoría crítica contemporánea y la tecnología, Paidós, Barcelona,1995; el autor recoge de Bush este funcionamiento de la mente que “salta instantáneamente al dato siguiente, que le es sugerido por asociación de ideas, siguiendo alguna intrincada trama de caminos conformada por las células del cerebro”, pp. 27.
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iniciativa de individuos y empresas son muchas, aunque impere ahora la prudencia ante la introducción de una tecnología nueva. Los libros digitales pueden incorporar las ventajas de la interactividad, en distintos grados, que permite abrir el texto convencional a las relaciones hipertextuales. Para las siguientes consideraciones nos resultará conveniente limitar la discusión presente a las posibilidades del libro digital con respecto a las necesidades de información para el conocimiento; éstas se refieren a la producción de diferentes tipos de obras de autor único o múltiple, con características innovadoras, que de manera convencional, las encontramos referenciadas en forma de textos académicos, científicos y técnicos, que tienen como objetivo poner a disposición del usuario interesado información de calidad, que puede ser puesta en relación con otras informaciones mediante procesos mentales capaces de generar nuevo conocimiento. La producción de conocimiento es una actividad esencialmente humana, sin que parezca que pueda ser extensible a otros seres o a las máquinas; en su formulación más próxima a la ciencia, se trata de activar una serie de asociaciones mentales y razonamientos reflexivos, que se realizan con el fin de identificar, describir, explicar y caracterizar objetos, seres, procesos y entes; las operaciones mentales que se ponen en funcionamiento son la observación, la inducción y la deducción, y la validez de lo establecido se deriva de su mayor o menor adecuación a la estructura formal y funcional del objeto de estudio. La formación académica e intelectual determina los modelos de conocimiento que cada sujeto seguirá a lo largo de períodos temporales más o menos prolongados; este sujeto aprenderá a documentarse sobre su especialidad, sabiendo que la información nueva sobre esa materia crece de manera exponencial, mientras que esa persona, como especialista, sólo podrá acceder a ella de forma sectorial y limitada; pero esta información es imprescindible para su evolución profesional, así como para elaborar nuevo conocimiento. Por lo tanto, en el conjunto de las operaciones mentales descritas anteriormente juega un papel importante la documentación, así como el conjunto de ideas, informaciones y conocimientos previos de las que se parte. A partir de ellos se sigue una ruta optimizada de relaciones, inferida o creada por el propio sujeto, que consigue obtener datos, aplicar técnicas o tomar decisiones ajustadas a los modelos de conocimiento adquiridos. Los niveles de interactividad definidos por Prado son los siguientes: El primer nivel de interactividad corresponde a “aquellos sistemas y aplicaciones en los que emisor y receptor disponen de canales de comunicación manifiestamente asimétricos pero que contemplan alguna vía de retorno”; dentro del segundo nivel de interactividad se encuentran los “sistemas y aplicaciones que aún manteniendo una considerable asimetría entre los canales de ida y vuelta, el usuario puede interrogar al medio con un elevado grado de precisión y obtener satisfacción individual a sus demandas sobre un universo preestablecido de opciones limita-
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das”; al tercer nivel de interactividad pertenecen los “sistemas y aplicaciones que prevén la disponiblidad de canales altamente simétricos, en el que el emisor/ receptor nuclear es capaz de satisfacer demandas altamente sofisticadas y diferentes, contemporáneamente a receptores individuales”; en el cuarto nivel se sitúan sistemas y aplicaciones en los que los roles emisor y receptor pueden intercambiarse totalmente, puesto que “permite la disposición de canales totalmente simétricos entre emisor y receptor aptos para convertirse en emisor dentro del magma reticular”31. Los niveles tres y cuatro se encuentran más cerca de las posibilidades tecnológicas de los auténticos desarrollos de la interacción; de momento, el libro digital puede abordar con facilidad los dos primeros niveles, sin demasiado esfuerzo editorial; si es preciso un esfuerzo por parte de los autores, puesto que utilizan herramientas nuevas y deben abrir la senda. En este sentido el modo hipertextual, basado en los estándares de las redes parece ser la vía más aclamada y aceptada para invocar los nuevos modos de producir información para el conocimiento. Los medios digitales facilitan los procesos inherentes a la información misma, como su obtención, almacenamiento y recuperación. La organización sistémica de la información puede a su vez facilitar procesos de metabolización de esa información para convertirla en conocimiento; pero esta organización depende del grado de compromiso autoral con su obra, una tarea individual y grupal pero en todo caso atomizada y lenta. La presencia de ‘discursos antiguos’ en soportes nuevos es una posibilidad que se da en todas las fases de ‘galena’ de un nuevo medio, en la que estos medios emergentes se emplean para editar, o producir, obras anteriores, sin aprovechar las posibilidades de la innovación tecnológica. La construcción de ‘nuevos discursos’, textos y narraciones resulta indispensable para explotar la tecnología que se ofrece en la actualidad, y que tiene como base la digitalización de la información; el libro digital apenas usa este tipo de recurso, y son pocos los ejemplos de materializaciones multimedia, hipertexto e hipertextualidad ofrecidas en los ejemplares disponibles. Pero estas estructuras se encuentran como posibilidad y como recurso, así como otras capacidades, ahora mismo en fase de desarrollo, orientadas a soportar diversos medios simultáneamente. En cuanto al problema de la noosfera, la organización del material informativo, susceptible de ser trasformado en conocimiento, se sitúa más en el plano de la comunidad, que en el de los sujetos individuales. El empleo del libro digital como soporte clásico no va a variar la cantidad de esfuerzo mental necesario para procesar la información, ni eliminar los tiempos de reflexión e interacción con las materias básicas; para que el libro digital sea un soporte de conocimiento alternativo y útil es preciso considerarlo como un medio interactivo, multimedia e hipertextual, tarea en la que los autores tienen un papel destacado en el ámbito de 31 PRADO, Emili: “El lenguaje multimedia: desafío para creadores, en Canariasmediafest, IX Festival Internacional de Vídeo y Multimedia de Canarias, Cabildo de Gran Canaria, Las Palmas, 2000, pp. 11.
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los contenidos, puesto que la base informática ya existe, y sólo es cuestión de mejorarla; esto puede suponer la apertura de nuevos horizontes en los que se ofrecen puntos de observación desde diferentes perspectivas, propuestas de rutas para elaborar relaciones entre hechos, leyes y teorías, acceso a las fuentes originales, digitalizadas, y nuevas formas de relación autor-lector junto a la reconstrucción personal del texto. En definitiva, una manera didácticamente más rica de aproximarse y apropiarse de la información. (Recibido el 10-2-2002, aceptado el 6-3-2002)
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Peculiaridades del editorial ante acontecimientos que marcan la historia. El caso de los editoriales del 12 de septiembre de 2001 M. Ángeles Fernández Barrero Departamento de Periodismo, Universidad de Sevilla RESUMEN Asumir una postura editorial requiere cautela, coherencia y documentación. Hay, sin embargo, acontecimientos tan importantes que demandan un posicionamiento rápido del periódico como institución social. El presente artículo analiza el caso de los editoriales publicados por los principales periódicos españoles el 12 de septiembre de 2001, tras los atentados terroristas en Estados Unidos, y estudia las peculiaridades que adopta este género periodístico. La prensa, consciente de que esta excepcional demanda de reflexión puede también marcar profundamente la trayectoria editorial de un medio, intentó que sus editoriales fueran noticia. ABSTRACT Taking an editorial position requires care, consistency and good documentation. Nevertheless, there are certain events that demand the speedy adoption of a standpoint from the newspaper as a social institution. This article analyzes the case of editorials published by the leading Spanish newspapers on the 12th September 2001, following the terrorist attack against the United States, and studies the specificities of this journalistic genre. The press, aware of the fact that the exceptional demand for a response could have a profound effect on the editorial line of the medium in question, tried to present their editorials as news items in themselves. Palabras claves: Géneros periodísticos/Editorial/Análisis de opinión/12 de Septiembre de 2001. Key Words: Journalistic genres/Editorial/Opinion research/12th September 2001
Introducción primeras horas de la mañana del 11 de septiembre de 2001, 08:48 h. en Nueva York, un avión de línea regular es lanzado contra una de las Torres Gemelas del World Trade Center. Dieciocho minutos después, un segundo avión se precipita contra la segunda torre. Seguidamente, un tercer avión impacta contra el Pentágono, en Washington, y un cuarto aparato es estrellado en los alrededores de Pittsburg, en el estado de Pensilvania. Más de 250 personas murieron en los cuatro aviones de pasajeros secuestrados y a lo largo de la primera semana, tras el atentado, resultaba imposible calcular el número de víctimas y heridos en las Torres Gemelas, donde habitualmente trabajan más de 40.000 personas.
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La CNN retransmitió en directo la ofensiva y sus imágenes fueron a su vez emitidas por todas las televisiones del mundo con la misma rapidez con que los edificios se desplomaban. El mundo, así, contemplaba en directo desde sus hogares el desarrollo del ataque. En España, la práctica totalidad de los canales nacionales y autonómicos de radio y televisión, muchos de los cuales estaban a punto de finalizar en ese momento los informativos del mediodía, interrumpieron las emisiones programadas para informar de lo ocurrido a lo largo de toda la tarde y parte de la noche. Apenas cinco horas después del primer ataque, El País publica una edición especial vespertina, la primera desde el intento de golpe de estado del 23-F. A la mañana siguiente, todos los periódicos incluían páginas especiales sobre los hechos, pero el lector, saciado de datos de última hora a través de la radio, la televisión o los medios electrónicos, buscaba en el periódico explicaciones, interpretaciones y juicios sobre lo ocurrido. Como han afirmado Santamaría y Casals, “la prensa llega tarde a la noticia, pero nos deja la palabra”1. Los periódicos, conscientes de esta demanda de reflexión, incluyeron en sus ediciones matutinas un buen número de artículos de opinión de una amplia galería de firmas de prestigio y se preocuparon, especialmente, por destacar su propia opinión como institución social, manifestada en los editoriales. El aliciente informativo de los hechos fue subsanado por la instantaneidad de los medios audiovisuales y electrónicos, de manera que lo que podía ofrecer la prensa como novedoso fueron los argumentos y su posicionamiento como institución social. Cuando el editorial quiere ser noticia Ante un acontecimiento de gran trascendencia como el atentado terrorista contra los principales centros de poder en Estados Unidos, el editorial es más que nada una exigencia. Pese a que asumir una postura editorial requiere, ante todo, cautela, coherencia y documentación, como ha destacado MEG GREENFIELD2, que trabajó como editorialista en The Washington Post, hay momentos en los que la trascendencia del acontecimiento obliga al periódico a opinar con urgencia, pues, como ha señalado este mismo autor, algunos temas “son tan claramente patrimonio de un editorial que, el hecho de no incluirlos constituiría, de por sí, un comentario editorial”3. El 12 de septiembre resultaba arriesgado, sin duda alguna, asumir una postura editorial sobre un tema que previsiblemente iba a ser noticia durante largo tiempo y que, consecuentemente, generaría nuevas informaciones y nuevos datos que podrían dejar inservibles opiniones apresuradas, pero el público, 1 SANTAMARÍA SUÁREZ, Luisa & CASALS CARRO, María Jesús: La opinión periodística. Argumentos y géneros para la persuasión, Ed. Fragua, Madrid, 2000, p. 102. 2 The Washington Post: La página editorial, Ediciones Gernika, México, 1978, pp. 41-44. 3 Ibídem, p. 41.
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y especialmente los grupos con capacidad de decisión, demandaban una respuesta. Ante esta disyuntiva, los periódicos optaron por opinar sin perder de vista la exigencia de cautela, conscientes de que este tipo de acontecimientos y la aportación de ideas acerca del mismo marcan profundamente la trayectoria editorial de un medio, al tiempo que ofrecen una valiosa oportunidad para optar a la catalogación de «diario de referencia» o instancia de opinión. Los principales periódicos del país hicieron en primer lugar lo esperado al condenar abiertamente los ataques, de manera que la pluralidad de voces que habitualmente se observa en las páginas editoriales de los distintos periódicos se transformó en una sola voz con una tesis muy clara: la oposición al terrorismo. En un nivel más profundo, que es posiblemente el más arriesgado, se pudieron observar algunas diferencias entre los principales diarios del país al ubicar la trascendencia del acontecimiento en un contexto, ofrecer interpretaciones de lo ocurrido, prever posibles consecuencias y, en algunos casos, formular propuestas a los dirigentes. A los grupos con capacidad de decisión, que constituyen el principal consumidor de editoriales, les interesa especialmente los matices que pueden observarse en este nivel profundo, pues en cierto modo cada periódico representa a un sector ideológico de la sociedad, que es la que al fin y al cabo decide su continuidad. Asimismo, de este interés se vale el periódico para erigirse como instancia de opinión ante la sociedad y garantizarse un espacio de poder como “actor político”4, tal y como ha sido definido por Héctor Borrat. “El que influye no manda, pero puede persuadir al que manda”5, sentenció Katherin Graham haciendo referencia al género editorial. Esta frase de quien fuera la gran dama de The Washington Post ilustra perfectamente cómo ejerce su influencia este género. Aunque, como ha observado Morán Torres6, el editorial se lee poco y no llega a un público mayoritario, que se mantiene fiel a otros contenidos del diario, paradójicamente su influencia es muy poderosa. Luisa Santamaría7, que ha analizado detenidamente esta cualidad del editorial, sostiene que este género proyecta una influencia indirecta sobre el público, pues influye en primer lugar sobre los líderes de opinión y éstos sobre la población. Su alcance, en opinión de esta autora, es, además, selectivo, más que cuantitativo, en la medida que llega a los lectores que tienen poder de decisión, libertad de actuación y claridad ideológica. 4 BORRAT, Héctor: El periódico, actor político, Editorial Gustavo Gili, S.A., Barcelona, 1989, p. 10. 5 ARMAÑANZAS, E. & DÍAZ NOCI, J.: Periodismo y Argumentación, Servicio Editorial Universidad del País Vasco, Bilbao, 1996, p. 65. 6 MORÁN TORRES, Esteban: Géneros del periodismo de opinión. Crítica, comentario, columna, editorial, Ediciones Universidad de Navarra, S. A., Pamplona, 1988, pp. 140 y 151. 7 SANTAMARÍA, Luisa: El comentario periodístico. Los géneros persuasivos, Editorial Paraninfo, Madrid, 1990, pp. 72-75.
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“La influencia del editorial se pone de manifiesto cuando sabemos que todos los dirigentes políticos de los países occidentales desayunan con la selección sintetizada de los artículos editoriales pertenecientes a los principales periódicos de prestigio reconocido de todo el mundo”8, señalan Santamaría y Casals. El editorial supone, de esta forma, un instrumento de mediación sumamente cualificado, pues, como ha apuntado Lorenzo Gomis9, los géneros de opinión unas veces interceden ante el sistema político para que comprenda y asuma las razones que alientan en el sistema social como demanda o exigencia de intereses o como juicio adverso de una decisión, y otras, por el contrario, median o interceden ante el ambiente social para que comprenda y acepte las razones de tal o cual decisión política o acepte con confianza tal o cual asunto de responsabilidades. La opinión del medio ante acontecimientos como los atentados terroristas del 11 de septiembre refuerza, por tanto, el papel del periódico como actor político y mediador. Esta fuerza se multiplicó notablemente en este caso concreto al ser estos textos comentados en otros medios informativos o reproducidos en las agendas informativas de la radio, en las tertulias, etcétera. Muchos editoriales fueron reconocidos como argumento de autoridad en los medios audiovisuales e incluso en otros medios impresos. De hecho, el 13 de septiembre la mayor parte de los periódicos incluyeron reportajes en los que se intentaba recopilar la postura editorial de los principales periódicos del mundo, de los diarios que se han ido configurando como instancias de opinión con el paso de los años. El País recogió la opinión de los grandes diarios del mundo, The Washington Post, The New York Times, Financial Times, The Guardian, The Independent, The Times, Le Monde, La Stampa, La Repubblica, Süddeutsche Zeitung y FrankFurter Allgemeine, sin olvidar medios árabes como Al Sararq al Awsat, de propiedad saudí y editado en Londres; Al Hayt, también editado en Londres; L´Opinion, diario marroquí órgano de expresión del partido nacionalista Istiqlal; Al Charq, editado en Qatar o Al Dustur, jornado. El Mundo, por su parte, recogía la opinión de diarios como The Wall Street Journal, The Washington Post, The New York Times, The Guardian, Corriere de la Sera, Libération e Izvestia Los periódicos intentaron que sus editoriales fueran noticia y ataviaron continente y contenido para una fotografía que pasará a la historia. Más allá de la condena unánime Numerosos autores han tratado de aportar un concepto general acerca de lo que se entiende por editorial como género periodístico. La mayor parte de ellos coincide en que sus rasgos definitorios más característicos son la ausencia de firma
8 SANTAMARÍA SUÁREZ, Luisa & CASALS CARRO, María Jesús: Op. cit., p. 282. 9 GOMIS, Lorenzo: Teoría del Periodismo. Cómo se forma el presente, Ed. Paidós, Barcelona, 1991, p. 133.
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expresa y la asunción de la autoría por parte del periódico como empresa, que manifiesta mediante este género su punto de vista sobre un determinado tema de especial relevancia para la actualidad, o para el propio medio, a través de su interpretación y valoración argumentada. En esta línea, Martínez Albertos plantea que “el editorial es la opinión del periódico respecto a las noticias que publica”10. A través de este género, el periódico expresa el punto de vista como institución social, tal y como señala Raúl Rivadeneira Prada11, de ahí que María José Canel afirme que «el editorial es el género que dibuja el perfil ideológico y periodístico, el texto en el que el diario toma postura «a título de periódico»»12. Gutiérrez Palacio lo describe, de forma similar, como «la voz del periódico»13, el artículo que prescinde normalmente de la noticia o se apoya normalmente en su núcleo para exponer el punto de vista del periódico. Este autor apunta, además, que «en el discurso del periódico, los editoriales hacen las veces de los mensajes oficiales del jefe de Estado o el jefe de Gobierno, o de los mensajes formales que el dirigente de un partido comunica en nombre de su propio partido»14, por lo que poseen una representatividad institucional. En la práctica, sin embargo, se pueden observar distintos grados y modos en el ánimo de expresar opiniones. Son numerosos los autores que han observado la existencia de varias funciones que puede cumplir el editorial. Abril Vargas15 y Luisa Santamaría16 recogen, por ejemplo, las cuatro funciones clásicas del editorialista de acuerdo con la formulación ya tradicional de William Pinkerton en Nieman Reports: explicar los hechos, dar antecedentes, predecir el futuro, formular juicios. Gutiérrez Palacio17 también resume los planteamientos de Maynard W. Brown y George Fox Mott y advierte que no todas las funciones que se enuncian se encuentran en todos los editoriales, pues éste puede cumplir diversas funciones a la vez o decantarse por alguna en concreto. Las posibilidades son diversas, según este autor: informar, explicar, interpretar, argüir o incitar a la acción. Precisamente por ello, las posibilidades de modelos editoriales son múltiples, si bien se puede afirmar que siempre existe el ánimo de influir en la opinión pública. Las clasificaciones de editoriales siguen básicamente dos criterios. Uno
10 MARTÍNEZ ALBERTOS, José Luis: Curso General de Redacción Periodística, Editorial Mitre, Barcelona, 1983, p. 384. 11 RIVADENEIRA PRADA, Raúl: Periodismo. La teoría general de los sistemas y la ciencia de la comunicación, Editorial Trillas, 1977, p. 217. 12 CANEL, María José: “El País, ABC y El Mundo: tres manchetas, tres enfoques de las noticias”, en http://www.ehu.es/zer/zer6/5canel.htm, 25 de Julio de 2001, p. 5. 13 GUTIÉRREZ PALACIO, Juan: Periodismo de opinión, Editorial Paraninfo, Madrid, 1984, p. 130. 14 Ibídem, p. 138. 15 ABRIL VARGAS, Natividad: Periodismo de opinión, Ed. Síntesis, Madrid, 1999, pp. 145-146. 16 SANTAMARÍA, Luisa: Op. cit., p. 65. 17 GUTIÉRREZ PALACIO, Juan: Op. cit., pp. 132-136.
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de ellos establece dos modelos de editoriales según expliciten la tesis o no, es decir, editoriales en los que no hay una opinión expresa (editoriales abiertos o implícitos para Núñez Ladevéze18, de documentación para Luisa Santamaría19) y editoriales en los que se explicita la tesis (editoriales cerrados o expresos para Núñez Ladevéze, de tesis para Santamaría). El segundo criterio seguido para clasificar los editoriales se basa en la actitud que adopta el autor del texto, el objetivo que persigue el editorialista y, consecuentemente, los modelos argumentativos utilizados y las formas expresivas. Atendiendo a este segundo criterio, ya en 1930, según constata Santama20 ría , Manuel Graña establece una serie de pautas o consejos acerca de los ingredientes con los que elaborar un editorial en función del objetivo que persigue el autor, el editorialista. Graña identificaba editoriales cuyo objetivo es básicamente informar, editoriales que pretenden interpretar la noticia, editoriales que buscan principalmente convencer de lo acertado de una opinión o posicionamiento y editoriales cuyo objetivo es mover a la acción, textos estos últimos que generalmente incluyen los anteriores propósitos para poner en juego los instintos. Desde 1930 las clasificaciones se han sucedido, reduciendo o ampliando las posibilidades de modelos editoriales e introduciendo cambios en la terminología, pero la mayor parte de ellas mantienen la esencia que Graña supo captar en la primera mitad del siglo XX. Así, en su tratado Periodismo, Dovifat21 amplía las posibilidades de modelos editoriales al identificar editoriales de lucha, editoriales que toman posición y fundamentan, editoriales aclaratorios e instructivos, editoriales retrospectivos, necrologías, editoriales que miran al porvenir y artículos especulativos. Por su parte, la tipología que establece Rivadeneira Prada22, también recogida por Gutiérrez Palacio, incluye siete modelos editoriales y supone un intento por abarcar las posibilidades enunciadas anteriormente por otros autores, a las que añade algunos modelos más. Se trata de un esquema muy completo, si bien el autor advierte que en la práctica se observan muchas variantes de los modelos y combinaciones entre ellos. Los patrones de editorial que presenta este autor son: expositivo, explicativo, combativo, crítico, apologético, admonitorio y predictivo. Muy similar a esta clasificación es la que proponen Luisa Santamaría y María Jesús Casals23 en el libro que firman conjuntamente. Estas autoras destacan la
18 NÚÑEZ LADEVÉZE, Luis: Introducción al periodismo escrito, Editorial Ariel, S.A., Barcelona, 1995, pp. 100-104. 18 SANTAMARÍA, Luisa: Op. cit., p. 66. 20 Ibídem., pp. 146-147. 21 DOVIFAT, Emil: Periodismo, Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana, México, 1959, Tomo III, p. 135. 22 RIVADENEIRA PRADA, Raúl: Op. cit., pp. 217-219. 23 SANTAMARÍA SUÁREZ, Luisa & CASALS CARRO, María Jesús: Op. cit., pp. 274-277.
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existencia de editoriales analíticos o expositivos, explicativos, combativos, críticos, admonitorios, predictivos, apologéticos y de diatriba. En la prensa actual cada vez predominan más los editoriales abiertos o implícitos, objetivos y analíticos, expositivos, interpretativos y explicativos, en los que se invita al lector a que se forme su propio juicio a partir de las reflexiones editoriales. Este tipo de editoriales no es que no expresen opinión; la expresan de forma implícita. Hay periódicos que recurren con asiduidad a este recurso, con el que intentan imprimir una imagen de imparcialidad al diario. Como ha explicado Philip Geyelin24, que formó parte del equipo editorial de The Washington Post durante muchos años, a la gente no le gusta que le digan lo que tiene que pensar de forma paternal, categórica y dogmática, pero al mismo tiempo los lectores necesitan más que nunca que le clarifiquen los hechos y los reubiquen para que se conviertan en algo con sentido. La salida que encontró The Post, como ha explicado el célebre editorialista, fue la de intentar ofrecer a los lectores una visión profunda, fresca, que pueda ayudarles a encontrar sus propias conclusiones, pues sólo así es razonablemente posible poder influir sobre una porción de la audiencia periodística. Sin abandonar este camino, los editoriales del 12 de septiembre intentaron ser, al mismo tiempo, combativos y críticos. El nivel de crítica y de denuncia se pudo apreciar principalmente en la condena del atentado, pues, como advirtió ABC en su editorial “Giro informativo”, publicado el 14 de septiembre de 2001, “antes de cualquier otro análisis, interpretación o valoración de la apocalíptica tragedia provocada por el más abominable de los terrorismos, se impone la consternación ante el dolor de las víctimas, sus familiares, sus compatriotas y de toda la comunidad mundial civilizada”. El uso de la fuerza constituye un atentado contra los principios democráticos y las libertades, valores que los principales diarios españoles han ido incorporando a sus principios editoriales junto a otros propósitos como la independencia, el pluralismo y el servicio a los lectores. Ante acciones que violan estos principios, el medio está comprometido a tomar postura, pues estas acciones constituyen una agresión a sus propios valores ideológicos que, a su vez, constituyen los valores de su público lector. El editorial de El País “Golpe a nuestra civilización”, publicado un día después del atentado, calificó el ataque con sentencias como “ofensiva sin precedentes”, “fanatismo sin límites”, “agresión integral”, “asalto indiscriminado” o “primer acto de hiperterrorismo”, al tiempo que describió la situación que vivía la sociedad con términos como “escalofrío”, “miedo”, “pánico” o “momentos angustiosos”, todos pertenecientes a un mismo campo semántico. Para ABC, se trató de
24 The Washington Post: Op. cit., p. 28.
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una “catástrofe provocada”, “auténticos actos de guerra” que “trascienden el juicio habitual sobre el terrorismo”, tal y como manifestó en el editorial “Guerra terrorista”; este periódico también recurrió con relativa frecuencia a términos como “crisis”, “miedo” o “terror”. El Mundo publicó un solo editorial con el título “Una infamia que cambiará el mundo y el resto de nuestras vidas”, en el que afirmaba que los acontecimientos provocaron una “dramática jornada” y una “masacre”; este diario hace uso de la enumeración y la repetición de estructuras que acrecentan la sensación de caos: “La dantesca imagen de las Torres Gemelas envueltas en fuego, el éxodo de miles de personas de un Pentágono pasto de las llamas, el cierre de Wall Street y el desalojo de decenas de edificios del sur de Manhatan, la clausura de los grandes aeropuertos estadounidenses, la evacuación del Congreso, la Casa Blanca y el Tesoro en Washington y el terror, en suma, que asoló ayer EEUU constituyen la breve película de unos hechos que quedarán grabados para siempre en la retina de miles de personas del planeta y que serán vistos con perplejidad y asombro por las generaciones venideras”. Asimismo, la mayor parte de los periódicos no dudaron, además, en establecer analogías con el ataque japonés sobre Pearl Harbour para escenificar el terror que se pudo vivir, para hacer una descripción más gráfica. La Vanguardia, por ejemplo, aseguró que “desde el 7 de diciembre de 1941, cuando los pilotos japoneses atacaron Pearl Harbour, Estados Unidos no había sufrido un golpe como el de ayer” y recordó que “el presidente Franklin Roosevelt dijo que aquella fecha de 1941 «vivirá en la infamia»”. El País señalaba que el ataque a las Torres Gemelas y al Pentágono suponía “una especie de Pearl Harbour pormoderno” y ABC no dudaba en advertir que “el fanatismo integrista islámico ha arrastrado al mundo a una crisis similar a la que provocó el ataque japonés contra Pearl Harbor, con la diferencia de que el terrorismo ha atacado esta vez a Estados Unidos en el corazón de sus ciudades y de sus poderes”. El Mundo, por su parte, insistió en que la tragedia del 11 de septiembre desbordaba en importancia a la invasión de Kuwait, el asesinato del presidente Kennedy y el ataque japonés sobre Pearl Harbor: “Habría que remontarse al ataque japonés sobre Pearl Harbor en 1941 para encontrar un acontecimiento con un impacto similar sobre la nación estadounidense. E incluso, si cabe, la conmoción fue ayer mayor, ya que en Pearl Harbor murieron 2.500 personas y ahora se estima que las víctimas ascienden a unas 10.000. A diferencia de lo sucedido hace 60 años, los fallecidos han sido esta vez civiles, la tragedia se ha producido en el corazón de dos grandes ciudades americanas y retransmitida en directo”. Esta es, como ya hemos comentado, la tesis que todos los periódicos del país proclamaron unánimemente en un primer nivel con un tono crítico y exaltado, estableciendo juicios categóricos. Estos juicios, como han explicado Santamaría y
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Casals25, pueden considerarse cerrados, inequívocos, que defienden o atacan, que elogian o reprueban; su base argumentativa tiene un carácter contundente y se fundamentan en valores y jerarquías de esos valores. Sirven, en opinión de estas autoras, para justificar posturas muy ideológicas y, más que querer persuadir, intentan mostrar una cierta doctrina que afiance las posturas de los ya convencidos. Se caracterizan por un tono apasionado, emotivo, vindicativo. Desde el punto de vista formal, como hemos observado, la base lingüística para la elaboración de estos juicios plenamente ideológicos está constituida por adjetivos y adverbios, con o sin argumentación que los justifiquen. Pero de los editoriales del 12 de septiembre se esperaba algo más que la denuncia y la condena del atentado. Se esperaba, por ejemplo, un somero análisis de los sucesos, que el periódico contextualizara la trascendencia del acontecimiento, que previera, sobre todo, posibles consecuencias en el ámbito económico, político y militar y, a ser posible, que advirtiera de los peligros, ofreciera posibles soluciones e instara a la acción a los gobiernos. La mayor parte de los diarios, a pesar de que resultaba arriesgado por la proximidad temporal del suceso, explicaron, interpretaron e intentaron predecir posibles consecuencias. Todos ellos coincidieron, además, en la esencia de estas apreciaciones (la aparición de un nuevo tipo de terrorismo que no ataca con misiles, sino que aprovecha la vulnerabilidad de sociedades complejas, la previsible respuesta de Estados Unidos, el comienzo de una crisis económica). No obstante, se pudieron apreciar diferencias en el tratamiento de esta esencia. Lo novedoso y lo genuino que podía ofrecer cada periódico residió en el estilo del editorial, es decir, en la forma de construir y presentar los argumentos y sentencias, en el modo de expresión elegido para pronunciarse sobre los hechos y las realidades. Curiosamente, este tono rompió en algunos casos la tónica habitual seguida por cada periódico. El Mundo y La Vanguardia optaron por un estilo analítico, interpretativo y predictivo, aunque cauteloso. ABC y El País, con un tono más crítico y combativo, dieron un paso más y formularon recomendaciones e instaron a la acción en aras de la defensa de la democracia. En concreto, la actitud adoptada por este último periódico traía a la mente de los lectores las reminiscencias del 23-F. Así, El País adoptó una postura abiertamente activa y apeló al receptor a preocuparse por el tema tratado al argumentar que no sólo se trataba se un ataque contra Estados Unidos, sino contra todas las democracias y contra la civilización: “Se trata del mayor ataque padecido nunca por Estados Unidos en territorio propio, pero por encima de todo es una agresión integral sobre su sistema político, contra la democracia y la libertad de mercado. En definitiva, contra todos los que compartimos unos mismos principios democráticos que tanto costó conseguir en
25 SANTAMARÍA SUÁREZ, Luisa & CASALS CARRO, María Jesús: Op. cit., pp. 272 y ss.
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nuestro país”(…) “el ataque terrorista, no nos confundamos, lo es a la esencia de nuestra civilización política”. La utilización del “nosotros” reforzaba, sin duda alguna, la implicación no sólo del diario, sino también del lector, desde el mismo título del texto: “Golpe a nuestra civilización”. El diario madrileño utilizó, además, una argumentación contundente y recurrió a los juicios sintéticos y categóricos, aunque basados en la lógica argumentativa; a la hora de valorar, por ejemplo, una posible intervención de España en el conflicto no dudó en recurrir al silogismo compuesto por premisa mayor, premisa menor y conclusión: “... es hora de hacer un llamamiento a la calma y confiar en la capacidad de la primera potencia mundial y del sistema aliado de defensa para hacer frente a este asalto indiscriminado. También debemos estar preparados para una respuesta contundente. España es uno de los aliados de Estados Unidos dentro del sistema atlántico de defensa y debe actuar como tal”. Como una voz superior, y con un tono admonitorio, llamó a la calma, al orden, pidió prudencia para determinar la autoría de los atentados y perfiló recomendaciones en términos de «deber», dirigidas claramente a los gobernantes: “La precipitación en la designación de los autores es mala consejera, y, además, puede generar mayores injusticias. No pueden pagar justos por pecadores. Aunque sea difícil, hay que evitar el histerismo entre los dirigentes políticos. Bush y su administración deben perseguir a los culpables, como ha prometido hacer el presidente, pero no caer en la tentación de lanzar contraofensivas si no sabe a ciencia cierta de quién o dónde proviene el ataque” (...) “El conflicto árabe israelí tiene un efecto contaminante global, que hace tiempo se debió atajar. Arafat fue rápido en distanciarse de los ataques y expresar sus condolencias a EEUU. Ariel Sharon debe sacar lecciones de lo ocurrido, y avanzar hacia una distensión” (...) “Incluso si el ataque viniese del mundo islamista, no cabe demonizarlo como un todo por el acto violento de unos pocos”. Asimismo, El País ofrece una solución, sin disyuntivas, para hacer frente al conflicto que plantea el terrorismo con proyección global: “Y para luchar contra este tipo de terrorismo, para evitar que se reproduzcan actos como los de ayer, que representan un nuevo tipo de guerra aunque no sea entre Estados, lo más eficaz es la cooperación internacional”. El estilo, por tanto, difiere notablemente de la tónica seguida habitualmente por este diario, mucho más analítica. María José Canel26, que ha analizado el tono argumentativo de los principales periódicos españoles, asegura que el diario El País tiene un perfil editorialista analítico que se manifiesta en la utilización de una argumentación discursiva y lógica: ha pasado X y como consecuencia Y. Por ello, según esta autora, son frecuentes en sus editoriales las enumeraciones analíticas; las conclusión sobre la
26 CANEL, María José: Op. cit., págs. 5 y 6.
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presentación de posturas divergentes; la previsión del futuro, siempre dentro del alcance analítico del estilo de «si se optara por X, pasaría...; si se optara por lo contrario, lo más probable sería que...»; la inclusión de información de contexto; el uso de expresiones que sugieren templanza en la explicitación de las opiniones («cabe apuntar que...», «podríamos considerar que...», «habrá que aceptar que...») y de sintagmas que sugieren neutralidad . ABC, como El País, aunque con menos contundencia, también sostuvo que los hechos suponían una ofensiva contra los principios democráticos y contra los valores de la libertad: “La voluntad de los terroristas que han destruido las Torres Gemelas y el Pentágono, han causado miles de muertos y han inyectado el miedo a una generación de americanos, no es otra que sumir las democracias occidentales en el más incontrolable de los temores” (...) “La catástrofe provocada por los terroristas sólo era posible con una perfecta coordinación de múltiples comandos, apoyados con una infraestructura financiada y soportada por una trama internacional de Estados y organizaciones que buscan la desestabilización de las democracias”. Este diario también recurre a juicios sintéticos y categóricos. Afirma sin dejar lugar a dudas y más que establecer recomendaciones pide acción de los dirigentes: “... el terrorismo islámico dispone de una capacidad de organización y de agresión que obligará a todos los Estados a replantearse sus sistemas de seguridad interna y de colaboración recíproca” (...) “La amenaza terrorista ya es una agresión a nivel mundial y como tal debe ser tratada por las instituciones internacionales, que deben comprometerse de manera absoluta contra el terrorismo y los Estados que lo promueven” (...) “El derecho legítimo de las autoridades americanas de perseguir a los autores de los sangrientos atentados, en el marco de la legislación internacional, debe contar con la colaboración de los países aliados, la OTAN y la organización de las Nacionales Unidas, que en el futuro habrá de evitar seguir siendo foro del antioccidentalismo y del antiamericanismo que alimenta el espasmo terrorista que hoy ha sembrado de muerte Estados Unidos” (...) “La reunión, hoy, de los Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea debe ratificar también el rechazo absoluto al terrorismo” (...) “Harón y Arafat han de asumir, por el bien de sus propios pueblos, que la violencia con la que se responden permanentemente es un callejón sin salida, en el que se nutren del terrorismo más fanático” (...) “el riesgo a una crisis económica no aumentará por hincar con los países árabes, y con aquellos que mantienen relaciones privilegiadas con Estados filoterroristas –por ejemplo Pakistán con Afganistán- una relación inaplazable de firmeza y exigencia, porque no es posible seguir sometido al chantaje del petróleo para no tomar medidas proporcionadas a la gravedad de lo ocurrido”. A la hora de prever consecuencias políticas y económicas, ABC respondió con afirmaciones y sentencias tajantes señalando experiencias anteriores como
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ejemplos: “Las réplicas de esta crisis no se harán esperar. En el terreno militar, Estados Unidos apelará al derecho de represalia con el que justificó los ataques a Libia y Sudán tras los atentados contra sus tropas en Líbano y sus embajadas en Kenia y Tanzania” (...) “Los mercados financieros ya han sufrido las consecuencias de los atentados y es seguro que todas las previsiones económicas quedarán alteradas sustancialmente”. El Mundo y La Vanguardia trabajan, por el contrario, con juicios hipotéticos, con un tono mucho más especulativo e interpretativo. El lenguaje del «deber», profusamente utilizado por El País y ABC, es sustituido por tiempos condicionales que denotan la imposibilidad de deducir firmemente unas determinadas consecuencias o efectos. Como en los anteriores casos, se trata de textos expresivos, si bien la función referencial y el carácter predictivo cobran protagonismo. El caso de El Mundo es singular porque este diario se caracteriza, como ha estudiado María José Canel27, por su carácter combativo; este periódico, según la autora, es contundente en sus valoraciones y el condicional es reemplazado por el presente simple, por las afirmaciones firmes, sin vaguedades, por los pronunciamientos del diario en primera persona y por el uso de términos con fuertes connotaciones. El editorial que publicaba el 12 de septiembre, con el título “Una infamia que cambiará el mundo y marcará nuestras vidas” se caracterizaba, por el contrario, por un talante más interpretativo; el periódico, a la hora de prever consecuencias, intentó, ante todo, destacar que la única certeza apunta a que el mundo cambiará, aunque la forma en que se materialice este cambio está llena de incertidumbres e hipótesis: “los atentados de ayer van a marcar probablemente el nuevo siglo bajo el estigma del miedo y la incertidumbre provocados por un nuevo tipo de terrorismo” (...) “EEUU está probablemente preparado para un conflicto a escala mundial (...) “la respuesta política y militar de EEUU puede tener una importante incidencia en Oriente Próximo” (...) “una reacción de EEUU podría desencadenar una reacción militar de países como Siria, Libia, Irak e Irán, defensores de la causa palestina y con regímenes que han fomentado el antiamericanismo” (...) “los atentados (...) pueden acelerar la llegada de esa recesión que empieza a aparecer en lontananza”. El diario no formula recomendaciones expresamente ni insta a la acción e incluso, a la hora de valorar una posible intervención de España en el conflicto, adopta una postura cautelosa y poco arriesgada: “España tiene más razones que nadie en Europa para sentirse inquieta por una posible escalada bélica en Oriente Próximo, ya que EEUU tiene en nuestro territorio dos bases militares de carácter estratégico para una hipotética intervención en la zona. La OTAN a la que pertenecemos tampoco podría permanecer neutral en un conflicto vital para los intereses del mundo occidental”.
27 Ibídem, pp. 5 y 6.
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La Vanguardia, como El Mundo, plantea que se trata de un ataque a Estados Unidos, que, por su condición de máxima potencia mundial, tendrá ineludiblemente repercusiones en el resto del mundo en una sociedad caracterizada por la globalización y la complejidad. Este periódico ilustró esta idea con una comparación muy clara: “La acción es un golpe terrorista, pero también una declaración de guerra. Como una piedra que es arrojada al agua, los ataques han extendido por el planeta círculos concéntricos de terror, angustia y perplejidad. Primero, naturalmente, en Estados Unidos, que se despertó con el triste descubrimiento de su vulnerabilidad; después, en el resto del mundo, cuya actividad, del espacio aéreo a las bolsas, se vio profundamente alterada”. El diario elabora en su editorial “Pearl Harbor terrorista” toda una teoría sobre las principales características del terrorismo contemporáneo e intenta prever posibles consecuencias políticas y económicas desde la perspectiva de la hipótesis, con oraciones adversativas y adverbios que sugieren probabilidad: “La respuesta no puede ser indiscriminada, pero la declaración del presidente George W. Bush en el sentido de que el terrorismo no prevalecerá anuncia una respuesta implacable” (...) “ya no se descarta la hipótesis de que estamos en el inicio de una crisis global de límites desconocidos” (...) “esta tendencia, que previsiblemente se mantendrá...”. Además, estos dos periódicos unen sus afirmaciones a las de célebres pensadores para respaldar sus interpretaciones y otorgar validez a sus propios argumentos. El Mundo, por ejemplo, cita a Edward Gibbon, que describió el declive y la caída de Roma como consecuencia de su complejidad, y a Mao, que apuntó la fragilidad del capitalismo al sentenciar que se asemeja a un «tigre de papel». La Vanguardia incluye la histórica frase que pronunció Franklin Roosevelt cuando los pilotos japoneses atacaron Pearl Harbor y reproduce la definición de «terrorismo» que ofrece el Dictionnaire de l´Académie Française. De esta forma, más allá de la condena unánime del atentado, muchos periódicos intentaron otorgar relevancia a sus editoriales del 12 de septiembre al optar por caminos argumentativos excepcionales en su trayectoria, unos más arriesgados que otros. Desde el punto de vista formal, el periódico ofreció el editorial de una forma más preferente de lo habitual.
Contenido y forma: una relación indisoluble Contenido y forma mantienen una relación indisoluble en el editorial. De la misma manera que los temas giran alrededor de cuestiones de gran interés público y son tratados con la autoridad y rigor que inspira el medio como portavoz, el periódico, desde el punto de vista formal, intenta otorgar a este género un lugar de preferencia, acorde con la función que cumple y que justifique su jerarquía,
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como han observado Gutiérrez Palacio28, Abril Vargas29 y Martínez Vallvey30, preside las páginas de opinión en un lugar fijo y visible, colocado estratégicamente junto a la mancheta, que actúa simbólicamente como rúbrica institucional, como bien ha destacado Jesús Canga31. Los recursos icónicos, como los recuadros, las alteraciones del columnaje natural del diario o las variaciones en los tipos y tamaños de letras, permiten, además, diferenciar este género de otros textos de opinión que completan la página editorial y la página abierta. En cualquier caso, el diseño formal de la página intenta inspirar una imagen seria y rigurosa del texto que alberga. Los editoriales del 12 de septiembre del 2001 transgreden esta mesura formal y son reubicados en páginas muy significativas, como la primera o última, o al menos presentan elementos formales que los destacan respecto a los editoriales que el diario incluye en una jornada informativa carente de acontecimientos de esta índole. El País fue uno de los periódicos que otorgó formalmente mayor relevancia al editorial, quizás al ser consciente de su poder como instancia de opinión. Si habitualmente este periódico inserta uno o dos editoriales a tres columnas en la primera página de opinión, sección que se ubica entre internacional y nacional, el 12 de septiembre comenzaba su único editorial, titulado “Golpe a nuestra civilización”, en la última página, para después continuarlo en el espacio tradicional. En la última página aparece ubicado a una sola columna en la izquierda de la página, bajo el logotipo del diario y junto a una fotografía que muestra una de las Torres Gemelas de Nueva York en el momento de desplomarse. En texto que se ubica en las páginas interiores, a tres columnas, lleva además un ladillo que estructura el texto y ameniza visualmente el espacio.
28 GUTIÉRREZ PALACIO, Juan: Op. cit., pp. 166-167. 29 ABRIL VARGAS, Natividad: Op. cit., p. 144. 30 MARTÍNEZ VALLVEY, Fernando: Herramientas periodísticas. Ed. Librería Cervantes, Salamanca, 1996, p. 111. 31 CANGA LAREQUI, Jesús: El diseño periodístico en prensa, Bosch Comunicación, Barcelona, 1994, p. 60.
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(IMAGEN 1 Y 2. Última página de El País del 12 de septiembre de 2001 y continuación del editorial en las páginas interiores del diario).
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Por su parte, La Vanguardia comienza su editorial “Pearl Harbour terrorista” en la primera página, en la esquina inferior izquierda, y recuadrado para diferenciarlo del resto de los contenidos; el citado editorial continúa en la sección de opinión, ya en las páginas interiores del diario. En su portada, El Mundo avanza el título de su editorial “Una infamia que cambiará el mundo y marcará nuestras vidas”. Lo coloca en la segunda página de opinión, impar, como es ya tradicional en el diario, y tras varias páginas informativas y de análisis del atentado. Se trata de un editorial más largo que los que habitualmente publica este medio e incluye tres ladillos que estructuran el texto y agilizan la visión de la página. El diario ABC sustituye los dos o tres editoriales que cada día suele publicar por un solo editorial en la quinta página del diario con el título “Guerra terrorista”, anunciado previamente en la portada junto con el artículo en Tercera del director del periódico, titulado “La Tercera Guerra Mundial”. El editorial figura en la página recuadrado y a tres columnas, como ya es habitual, si bien aparece dividido en cinco secciones, cada una de las cuales comienza con letra capitular. En realidad, este tipo de maquetación ya había sido utilizada por el diario en varias ocasiones desde que reformulara su diseño en julio de 1999, aunque la reserva para acontecimientos de gran trascendencia a los que dedica un solo editorial. Con estos recursos formales, el periódico intenta también que su opinión sea noticia. En esta tarea juega un papel fundamental la portada o primera página del diario y la contraportada o última página. La primera y la última páginas pueden recoger los primeros párrafos del editorial, o un avance del mismo; en el caso de los diarios con portada y contraportada, al menos el avance. En muchas ocasiones se incluye, además, un gran titular en la primera página o portada que recoge básicamente la tesis sustentada en el editorial; los hechos, que localizan el acontecimiento, se recogen en antetítulos, destacados y fotografías. Este recurso fue utilizado por El País en la edición especial que distribuyó a las diez de la noche del 23 de febrero 1981, tres horas después del asalto al Congreso; la portada incluía un gran titular, “El País, con la Constitución”, precedido del antetítulo situacional “Golpe de Estado”. En el gran titular que encabezaba visiblemente la portada, “El País, con la Constitución”, ya se adelantaba la tesis contenida en el editorial. El País salía a la calle en defensa de la ley y la Constitución, tal y como explicaba detenidamente en el texto. De hecho, las sucesivas ediciones32 incorporaron un editorial en las páginas de opinión con el título “Con la Constitución”. Pero la portada de la primera edición de las diez de la noche, con los primeros párrafos del editorial “¡Viva la Constitución!” recua-
32 Se publicaron un total de seis ediciones de El País entre la noche del 23 de febrero de 1981 y el mediodía del 31.
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drados en el extremo inferior derecho de la página, impactaron notablemente en la opinión pública, quizás porque el gran titular que encabeza las informaciones, “El País, con la Constitución”, actuaba también como título del editorial, el cual proseguía tras la portada en la última página del diario. El 12 de septiembre de 2001 también se pudo apreciar cierta sintonía entre la postura editorial de los periódicos y el titular principal de las primeras páginas y portadas. ABC adelantaba la idea contenida en su editorial al titular en su portada “El terrorismo islámico declara la guerra a Occidente”; La Vanguardia, por su parte, avanzaba en el titular que se trataba de la “Guerra a EE.UU.” Otros condicionantes del estilo El editorial ha perdido hoy en día el tono mayestático y grandilocuente de otras épocas y, si bien no ha calado en los diarios la tendencia a utilizar un lenguaje informal, el estilo se caracteriza hoy en día por la naturalidad, dentro de los límites que impone el «lenguaje del nosotros», y reúne, a su vez, otros rasgos propios del lenguaje periodístico dirigidos a la eficacia de la forma, como la claridad en la exposición de las ideas, la brevedad y la concisión. Martínez Albertos ha señalado en este sentido que lo importante es que “el lector se entere sin excesivo esfuerzo de cuál es la postura que patrocina el periódico”33. La expresión oscura, como han indicado Armañanzas y Díaz Noci34, no es sinónimo en muchas ocasiones de la profundidad del pensamiento, sino el modo de ocultar las ideas. El estilo, en cualquier caso, está condicionado por una serie de factores, como el momento histórico, la orientación del medio y el modelo de diario, la distancia temporal y geográfica respecto a los hechos que dan pie al escrito, el tema que se comenta, etcétera, que influyen de manera decisiva en el estilo final del texto. No se utiliza el mismo tono, por ejemplo, para manifestar la postura del periódico ante un atentado terrorista que para hablar del nacimiento de sextillizos o de la fuga de un preso tras saltar la valla de prisión. En el primer caso, el estilo empleado es más serio; para comentar la fuga del preso, se puede recurrir incluso a expresiones jocosas. El tema, por tanto, determina en gran medida el tono del texto. También la distancia respecto al acontecimiento, tanto geográfica como temporal, influye en el grado de exaltación con el que se comentan los hechos. Los editoriales que comentan acontecimientos de gran trascendencia ocurridos muy recientemente utilizan un tono por lo general más impetuoso y apasionado que
33 MARTÍNEZ ALBERTOS, José Luis: Op. cit., p. 386. 34 ARMAÑANZAS, E. & DÍAZ NOCI, J.: Op. cit., pp. 101.
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aquellos que comentan los mismos hechos con relativa distancia. Por ello, algunos diarios, conscientes de que la opinión se debe expresar con cautela, prefieren emitir juicios una vez que ha transcurrido un tiempo razonable, guardando así una distancia de seguridad respecto a los acontecimientos. Igualmente, como en el caso de la noticia, impactan más los hechos más cercanos desde el punto de vista geográfico, por lo que un diario local comentará un suceso que ha ocurrido en la ciudad en la que se edita ese periódico con más ímpetu que cualquier otro. El modelo de diario (si son más interpretativos o más sensacionalistas), la línea ideológica del medio y, consecuentemente, el público del periódico, constituyen, asimismo, elementos que condicionan el estilo del editorial. Los medios interpretativos recurren con mayor frecuencia a editoriales analíticos y explicativos, mientras que en los más sensacionalistas predominan los editoriales combativos y críticos. El estilo del editorial, como el de otros géneros periodísticos de opinión, se adapta, además, a las circunstancias del momento histórico de su publicación. Francisco Gutiérrez Carbajo35 ha estudiado, por ejemplo, cómo los géneros de opinión que encontramos en publicaciones militantes y de guerra aparecen impregnados de un tono abiertamente combativo y exaltado, inhabitual en los editoriales que hoy en día vemos en los periódicos. Aunque el autor se centra en el artículo de opinión, los rasgos estilísticos de estos artículos de guerra que enumera son aplicables al editorial: intensificación de todos los recursos expresivos del mensaje para conferirle un carácter épico, dependencia explícita del sujeto de enunciación respecto del texto que se transmite, es decir, implicación directa del autor en el mensaje de su información, llamadas constantes al espectador para que no sea un receptor pasivo de la contienda, profusión de verbos y adjetivos de clara significación bélica, utilización de adjetivos y de adverbios en su máxima gradación elativa, presencia de la exageración o hipérbole bélica, asociada bien a los triunfos propios o a las derrotas del enemigo, abundancia de metáforas y de comparaciones que refuerzan el valor bélico de la semántica del texto y apelación a toda serie de procedimientos retóricos y oratorios que acerquen el texto a la comunicación de base oral. En el caso de los editoriales del 12 de septiembre convergían muchos de estos factores. El acontecimiento, pese a la proximidad temporal, exigía una respuesta. La naturaleza del tema, el terrorismo, demandaba además una condena unánime que, precisamente por la brutalidad con la que se llevó a cabo el ataque y las consecuencias de la tragedia, todo hacía prever que sería exaltada. Finalmente, el modelo de diario determinó en gran medida las formas utilizadas por cada
35 GUTIÉRREZ CARBAJO, Francisco: Artículos periodísticos (1900–1998). Ed. Castalia, Madrid, 1999, p. 47.
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Peculiaridades del editorial ante acontecimientos que marcan la historia. El caso de los editoriales del 12 de septiembre de 2001
periódico para ofrecer interpretaciones de lo ocurrido, prever posibles consecuencias y, en algunos casos, instar a la acción. Los periódicos fueron conscientes de la necesidad de pronunciarse pero, además, intentaron hacerse oír entre todas las voces que actuaban con el mismo ánimo. Como en el caso de la noticia, el camino elegido para impactar fue la sorpresa. Curiosamente, muchos periódicos eligieron un tono y una presentación que rompía con el tono editorial propio de una jornada informativa sin acontecimientos conflictivos. Los periódicos que se caracterizan por un tono analítico e interpretativo, como El País, se decantaron por un estilo más exaltado; los periódicos que habitualmente se caracterizan por su talante combativo, como El Mundo, actuaron en sentido contrario. Este camino de la sorpresa no implica, como se podría pensar a priori, incoherencia, sino que por el contrario constituye un hito en la trayectoria editorial de un medio que contribuye a reforzar las señas de identidad del medio. El País entendió que debía tomar partido abiertamente en defensa de la democracia, como también lo hizo tras el asalto al Congreso en 1981 y como también lo ha hecho cuando han saltado a la actualidad temas que le afectan directamente como empresa periodística e ideológica (recuérdese el caso de las plataformas digitales en 1997); El Mundo estimó oportuno expresarse con más contención, aunque no por ello su editorial estuvo exento de opinión. Los datos con los que trabajaba cada periódico eran, en cualquier caso, patrimonio de todos los medios; las interpretaciones tampoco daban pie a aportar puntos de vista excesivamente novedosos, toda vez que las emisoras de radio y las distintas cadenas de televisión intercalaban continuamente información y opiniones de expertos. El estilo empleado en el editorial, determinó en gran medida, por tanto, la personalidad y la individualidad de cada medio.
(Recibido el 21-1-2002, aceptado el 14-2-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 137-149)
Mecanismos básicos de la propaganda de guerra en los medios informativos. El ejemplo de Kosovo. María José García Orta Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación
RESUMEN Este artículo describe los mecanismos e instrumentos básicos de la propaganda que son utilizados por los medios de comunicación occidentales en tiempos de guerra, mecanismos que contribuyen a obtener la aceptación y el apoyo de la opinión pública a acciones concretas. Cada una de las estrategias básicas está ilustrada con ejemplos obtenidos del periódico El País durante el conflicto de Kosovo. ABSTRACT This article describes to the mechanisms and basic instruments of the propaganda that are used by western mass media in the days of war. These mechanisms contribute to obtain the acceptance and the support of the public opinion. Examples obtained of El País during the conflict of Kosovo inform about each one of the basic strategies. Palabras claves: Propaganda/ Propaganda de guerra/ Medios de comunicación/ Kosovo. Key Words: Propaganda/ Psychologial Warfare/ Media/ Kosovo.
L
a propaganda se ha convertido en uno de los fenómenos más importantes de nuestro siglo. Su utilización es ya frecuente en diversos ámbitos, como las campañas electorales. Incluso los gobiernos de algunos países destinan anualmente importantes sumas de dinero para contratar personas que difundan mensajes que les sean favorables. Este boom experimentado por la propaganda desde comienzos del siglo XX ha ido unido al desarrollo de los medios de comunicación de masas, que en determinados momentos históricos la han empleado para satisfacer intereses concretos. Y es que, como afirma María Victoria Reyzábal, “su utilización como forma de controlar el flujo de información, modelar la opinión pública o manipular el comportamiento es tan vieja como la historia misma”1. 1 REYZÁBAL, María Victoria: Propaganda y manipulación. Acento Editorial, Madrid, 1999, p. 81.
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En este sentido, podemos afirmar que la propaganda nace al mismo tiempo que los primeros intentos de organización social, aunque el término2 no aparece hasta el siglo XVII y lo hace ligado a la acción de dar a conocer y propagar doctrinas y creencias religiosas, extendiéndose más tarde al terreno político. Más concretamente, la propaganda de guerra (denominada por los británicos Psychological Warfare) existe desde que comenzaron los conflictos, por muy rudimentarios que nos parezcan en la actualidad los procedimientos que utilizaban. En efecto, desde siempre se ha intentado intimidar al enemigo, exaltar lo positivo y ocultar o justificar las propias derrotas, etc. Tal es la relación entre la propaganda y los conflictos bélicos, que Pizarroso Quintero afirma que “quizá en tiempos de guerra o de conflicto agudo es cuando la propaganda alcanza sus cumbres más brillantes”3, activándose incluso en países donde, en apariencia, la propaganda estatal no existe en tiempos de paz. Y esto es así porque “la propaganda de guerra sería la continuación de la propaganda política en otra situación. De hecho, la propaganda y la guerra tienen análogos objetivos. La guerra es “un acto de violencia encaminado a forzar al adversario a someterse a nuestra voluntad ”. Parafraseando, podríamos decir que la propaganda es un acto de violencia mental para forzar a alguien a someterse a nuestra voluntad” 4. Pronto, la difusión de historias sobre las crueldades cometidas por el enemigo –independientemente de que respondieran o no a la realidad–, contribuyó al desprestigio del término, desprestigio que se acentuó durante el régimen de Hitler en Alemania. De hecho, Domenach destaca que “el uso que de ella hicieron los nazis nos acostumbró a considerar la propaganda como un método de perversión y de mentira. Esta reacción, en el fondo, es sana; pero sus consecuencias son temibles, pues la propaganda, que es una función política natural, se hace vergonzante, se mezcla entonces en la información y se oculta detrás de las “noticias” y las estadísticas”5. En la actualidad, esta carga peyorativa ha propiciado la sustitución del término propaganda por eufemismos como ‘publicidad política’o ‘comunicación política’, pero no ha impedido que los medios de comunicación sigan utilizando recursos propagandísticos en sus informaciones, contribuyendo con su uso a legitimar ciertas acciones, como puede ser la intervención en un conflicto armado. Precisamente este
2 Son muchos los autores que consideran que el término proviene de la locución latina De Propaganda Fide (‘Acerca de la propagación de la fe’), el nombre de la congregación vaticana Sacra Congregatio de Propaganda FIDE, constituida en 1622 por el Papa Gregorio XV para difundir la fe católica. 3 PIZARROSO QUINTERO, Alejandro: Historia de la propaganda. Notas para un estudio de la propaganda política y de ‘guerra’. EUDEMA, Madrid, 1990, p. 35. 4 Ibídem, p. 34. 5 DOMENACH, Jean Marie: La propaganda política. Editorial Universitaria de Buenos Aires, Argentina, 1986.p. 105.
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artículo describe cuáles son los mecanismos básicos de la propaganda utilizados por los medios occidentales en tiempos de guerra, con el fin de ofrecer al lector los instrumentos necesarios para que analice de forma crítica el contenido que le ofrecen diariamente esos medios. Para ello, es necesario definir primero qué entendemos por propaganda y a continuación establecer sus principales estrategias, estrategias generales de la propaganda política que se pueden aplicar al tratamiento de cualquier conflicto. En nuestro caso, hemos optado por ilustras los mecanismos de la propaganda con ejemplos extraídos del diario El País durante el tratamiento del conflicto de Kosovo de 1999, ejemplos que evidencian cómo un medio recurre a la propaganda para dar una visión determinada de la guerra. Concepto y peculiaridades de la propaganda. El término propaganda es difícil de definir, ya que posee límites poco precisos. Así lo afirma Brown: “Está claro que los matices cambiantes de su significado han hecho de propaganda una palabra difícil de definir”6. A ello se une el hecho de que el término ha gozado de mala prensa en las últimas décadas, por lo que han proliferado las definiciones con carga ideológica. A pesar de todo, recogemos de forma esquemática aquellas definiciones que aportan los rasgos específicos de la propaganda. La definición más inmediata que ofrecen muchos autores es la que considera a la propaganda como la acción de difundir y dar a conocer ideas. Sin embargo, Pizarroso Quintero da otra definición más elaborada: “La propaganda, en el terreno de la comunicación social, consiste en un proceso de diseminación de ideas a través de múltiples canales con la finalidad de promover en el grupo al que se dirige los objetivos del emisor no necesariamente favorables al receptor; implica, pues, un proceso de información y un proceso de persuasión. Y podemos glosarla del siguiente modo: control del flujo de la información, dirección de la opinión pública y manipulación –no necesariamente negativa– de conductas y, sobre todo, de modelos de conducta”7. Con estas palabras el autor destaca una de las características principales de la actividad propagandística, ya que se refiere a ella como un proceso de información y persuasión8, que persigue suscitar emociones de aprobación o rechazo en 6 BROWN, J.A.C.: Técnicas de persuasión. De la propaganda al lavado de cerebro. Alianza Editorial, Madrid, 1995, p. 12. 7 PIZARROSO QUINTERO, Alejandro: Op. cit., p. 28. 8 La persuasión es un proceso comunicativo que se realiza de forma consciente y cuyo principal objetivo es influir en otras personas. Kathleen Reardon la define como “la actividad de demostrar y de intentar modificar la conducta de por lo menos una persona mediante la interacción simbólica. Es una actividad consciente y se produce (a) cuando se registra una amenaza contra los objetivos de una persona y (b) cuando la fuente y el grado de esta amenaza son suficientemente importantes como para justificar el coste del esfuerzo que entraña la persuasión” (REARDON, Kathleen: La persuasión en la comunicación. Teoría y contexto. Ediciones Paidós Comunicación, Barcelona, 1983, p. 31).
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torno a determinadas ideas que se corresponden con los objetivos del emisor o propagandista. Por tanto, se deduce que no es conveniente identificar persuasión con propaganda, ya que no toda comunicación persuasiva se realiza con fines propagandísticos. Así lo entiende también Adrián Huici, para quien “si bien es posible que exista un proceso persuasivo que no implique el concepto de propaganda, no ocurre así al contrario, es decir: que no se concibe la propaganda o la publicidad comercial sin un componente de persuasión, sea éste manifiesto u oculto”9. Young insiste en el cambio de actitud que pretende conseguir el propagandista, quien, a juicio de este autor, puede declarar abiertamente sus intenciones u ocultarlas. De hecho, define la propaganda como: “(...) el uso deliberado de métodos de persuasión y otras técnicas simbólicas a fin de cambiar actitudes y a la postre influir sobre la acción (...). Uso más o menos deliberado, planeado y sistemático de símbolos, principalmente mediante la sugestión y otras técnicas psicológicas conexas con el propósito, en primer lugar, de alterar y controlar las opiniones, ideas y valores, y en último término, de modificar la acción manifiesta según ciertas líneas predeterminadas. La propaganda puede ser abierta y tener un propósito declarado o puede ocultar sus intenciones. Siempre se mueve en una estructura sociocultural determinada, sin la cual no pueden comprenderse sus aspectos psicológicos y culturales”10. María Victoria Reyzábal11 completa las definiciones anteriores y añade que la propaganda es una forma de comunicación masiva, que se dirige, a través de los medios de comunicación de masas, a un público heterogéneo y disperso geográficamente. Como forma de comunicación masiva, define la propaganda con cinco rasgos esenciales, que constituyen, a nuestro juicio, la definición más completa que se ha ofrecido del término12. Esos rasgos son: 1. Es una comunicación persuasiva con fines predeterminados: Es una acción (comunicación) deliberada y planificada por un individuo o grupo activo (fuente o emisor) encaminada a conseguir la puesta en marcha de los mecanismos del sistema conductual del sujeto o grupo pasivo (receptor), para lograr que se produzca en él la conducta deseada por la fuente. Por lo tanto, la comunicación propagandística se ciñe siempre a los
9 HUICI MÓDENES, Adrián: Estrategias de la persuasión. Mito y propaganda política. Ediciones Alfar, Sevilla, 1996, p. 41. 10 YOUNG, K.: Psicología social de la propaganda. Ediciones Paidós Comunicación, Buenos Aires, 1969, p. 201. 11 REYZÁBAL, María Victoria: Op. cit., p. 33. 12 Ibídem, pp. 38-40.
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intereses del emisor, que realiza un intento deliberado de influencia, no sólo comunicando ciertas informaciones, sino también alterando el contenido de las mismas. 2. Tiene carácter impersonal. La propaganda concibe al receptor de forma impersonal, es enfocado como sujeto colectivo y dominado por sus afectos. 3. Su contenido es ideológico. Los contenidos y la temática de la propaganda pertenecen siempre a categorías ideológicas (políticas, religiosas, filosóficas...) o se refieren a grupos con unas ideologías determinadas. Es en el contenido ideológico y político donde los teóricos establecen la distinción entre propaganda y publicidad, aunque reconocen que determinar la relación y las diferencias entre ambas no resulta sencillo, ya que en la actualidad lo político y lo comercial se asemejan cada día más, hasta el punto de que un candidato político ‘se vende’ con las mismas técnicas utilizadas por la publicidad comercial. 4. Pretende la perpetuación o el cambio en las estructuras de poder. La intencionalidad de toda propaganda puede resumirse en el siguiente objetivo: conquistar o mantener el poder. Si éste no se posee, se aspira a lograrlo, enfrentándose a quien lo detente. Si el emisor ya posee el poder, su propaganda se encaminará a conseguir la afirmación y perpetuación en el mismo. 5. Persigue provocar la congruencia en el persuadido. Intenta que pensamiento y acción sean concordantes. De esta forma, una vez aceptada la propuesta contenida en el mensaje propagandístico, el individuo tenderá a eliminar las contradicciones, si las hubiese, entre el contenido del mensaje y su conducta posterior. En definitiva, la propaganda es un proceso comunicativo –un proceso de información y persuasión–, de contenido ideológico, que persigue modificar las actitudes de las personas a las que se dirige, con objeto de adecuarlas a los objetivos deseados. Se trata de un proceso planificado previamente por el propagandista, que generalmente mantiene ocultas sus intenciones y utiliza múltiples canales y medios para conseguir sus fines. En la actualidad los recursos de la propaganda son tan diversos que resultaría imposible hacer una sistematización exhaustiva. Domenach asegura que “la propaganda es polimorfa y cuenta con recursos casi ilimitados (...). El verdadero propagandista, el hombre que quiere convencer, aplica toda suerte de fórmulas,
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según la naturaleza de la idea y la de sus oyentes”13. Por esta razón, hemos establecido cuatro mecanismos básicos de la propaganda que utilizan los medios para tratar las informaciones bélicas y fortalecer el efecto persuasivo de sus mensajes: la simplificación de la información, la exageración y desvirtuación de los contenidos, la apelación a la emoción y el tratamiento desequilibrado de las fuentes. Sin embargo, dentro de estas reglas generales mencionamos otros recursos propagandísticos más específicos, que aparecen con cierta frecuencia en los medios de comunicación impresos, y que vienen a concretar cada una de las estrategias básicas. Para ello, hemos recurrido principalmente a la clasificación realizada por Merril14 y otros autores en la obra Medios de comunicación social. Teoría y práctica en Estados Unidos y en el mundo. Veamos con detenimiento los cuatro mecanismos esenciales. La simplificación de la información: el enemigo único y la personalización del adversario. La información en tiempos de guerra utiliza la simplificación como principal recurso propagandístico, lo que se traduce en la personificación del conflicto y en la dicotomización exagerada de la información procedente de los distintos bandos. La información se reduce al mínimo, por ejemplo, en un eslogan o en un símbolo, prescindiendo de cualquier argumentación racional. El principal recurso de la simplificación es la identificación de un enemigo. Al respecto, Pizarroso Quintero señala que “la propaganda debe concentrarse en un solo objetivo (regla del único enemigo): hay que localizar un enemigo –una persona, un grupo, un país– y contra él concentrar todos los argumentos. Del mismo modo, la exaltación debe concentrarse en una persona o en un grupo.”15. De hecho, durante la cobertura del conflicto de Kosovo El País se hace eco de las declaraciones de políticos occidentales que achacan al presidente Slobodan Miloseivc toda la responsabilidad de la situación en la que se encuentra la República Federal de Yugoslavia, con lo que el conflicto se personifica en él. Son numerosos los ejemplos al respecto: “El presidente Aznar, en una declaración desde Berlín poco después de las once de la noche, señaló que “la comunidad internacional tenía el deber de reaccionar ”. “El Gobierno de España confía en que Milosevic, sobre quien recae toda la responsabilidad de esta situación, reconsidere su postura y se avenga a la solución pacífica que la comunidad internacional ha promovido ”” (25-3-1999, portada); “La UE responsabiliza a Milosevic del con13 DOMENACH, Jean Marie: Op. cit., p. 48. 14 MERRIL, John C., y otros: Medios de comunicación social. Teoría y práctica en Estados Unidos y en el mundo. Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Madrid, 1992, pp. 78-82. 15 PIZARROSO QUINTERO, Alejandro: Op. cit., p. 35.
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flicto y le exige que detenga la agresión en Kosovo” (25-3-1999, p. 5), “La OTAN persigue destruir el ejército serbio si Milosevic no cede” (26-3-1999, portada); “La OTAN prepara una nueva escalada militar contra Milosevic” (11-4-1999, portada); “Milosevic amenaza con extender la guerra en los Balcanes tras el cierre de la frontera croata” (22-4-1999, p. 5). La reiteración16 de estas afirmaciones y expresiones contribuye a que el medio difunda una imagen negativa de Milosevic, que es presentado al lector como una persona cruel e irracional que prefiere la guerra antes que la paz. Además, la personificación del conflicto llega a tal punto que en vez de hablar de tropas serbias o del ejército yugoslavo, se recurre con frecuencia a expresiones del tipo ‘las fuerzas de Milosevic’, con lo que el medio contribuye a crear un estereotipo negativo del serbio, encasillando a todos los serbios bajo la misma etiqueta. Por su parte, siguiendo el mecanismo propagandístico de que el adversario es el único responsable de la guerra, los dirigentes yugoslavos también simplifican sus mensajes culpando a la OTAN de todos sus males. Sin embargo, estas declaraciones aparecen con menos frecuencia en El País, y cuando lo hacen quedan relegadas a los últimos párrafos del texto, aquellos que tienen menor importancia dentro de la estructura piramidal de la información, y a los que el lector prácticamente no accede, por lo que el medio corre el peligro de difundir sólo una determinada visión de lo acontecido, ofreciéndole al receptor un mensaje unidireccional. A la personificación del adversario, Miguel Roiz17 añade otro proceso de simplificación, la reducción de las alternativas de orientación moral hacia la situación o acontecimiento, a dos situaciones antagónicas: la buena/la mala, la positiva/la negativa, la nuestra/la suya, etc., proceso al que aludiremos en las siguientes páginas. Exageración y desfiguración de los contenidos. Este mecanismo implica ofrecer únicamente los contenidos favorables al emisor, enfatizándolos al máximo, recurriendo incluso a la mentira (ya sea a través de la omisión y silencio de hechos noticiables o mediante la creación de sucesos o hechos que no existen). Por el contrario, el propagandista se limita a guardar silencio en aquellos puntos en los que está débil. Se trata de un procedimiento casi universal.
16 Domenach señala la repetición de una idea central como una de las reglas básicas de la propaganda (regla de la orquestación). En este sentido, Reyzábal reconoce que “la reiteración constante de ciertas cuestiones constituye un factor decisivo para que un determinado mensaje sea asimilado por el público, incluso cuando se trata de frases sin ningún contenido importante” (REYZÁBAL, María Victoria: Op. cit., p. 173). 17 ROIZ, Miguel: Técnicas modernas de persuasión. EUDEMA, Madrid, 1994, p. 54.
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Según este principio, la información se seleccionará de tal manera que los hechos del enemigo se presenten como acciones negativas, que serán reiteradas y tratadas con múltiples detalles, mientras que nuestras actuaciones estarán impregnadas de rasgos positivos, y en los casos en los que afloren aspectos negativos, éstos serán tratados brevemente. Eso es precisamente lo que sucedió en el conflicto de Kosovo, donde los medios occidentales aplicaron este principio haciéndonos creer que sólo el enemigo –los serbios- provoca atrocidades a propósito, mientras que los errores aliados son involuntarios. En concreto, El País publica informaciones donde el Gobierno yugoslavo y los serbios en general son protagonistas de acciones que se pueden calificar de negativas o ‘malas’. Ellos son los que acaban con la información independiente cerrando emisoras de radio, periódicos y cadenas de televisión, y son los que cometen las mayores de las atrocidades con víctimas inocentes. En muchas ocasiones se publican rumores sobre aspectos negativos del enemigo a través de determinadas fuentes, con lo que el medio crea un suceso que no existe y que cala en la opinión pública. De hecho, varias informaciones recogían testimonios imprecisos que sostenían que Milosevic había ordenado asesinar a los líderes albaneses moderados de Kosovo, quienes reaparecieron algunos días después, mientras que en otros textos se hablaba de la posible existencia de campos de concentración: “El ministro alemán de Defensa, Rudolf Scharping, denunció ayer que existen indicios de que el régimen serbio ha construido varios campos de concentración para encerrar en ellos a miles de kosovares. En esos centros se encontrarían los hombres que han sido separados de las mujeres y los niños cuando comenzaron los bombardeos y cuyo paradero no ha podido ser aclarado por nadie desde hace varios días” (1-4-1999. p. 5) Por su parte, las ‘malas’ acciones de la OTAN son casi siempre justificadas por las atrocidades que comenten los serbios. Incluso la principal consecuencia de los bombardeos, la cuestión de los refugiados, se achaca única y exclusivamente a la ‘limpieza étnica’ cometida por los serbios, limpieza contra la que reaccionan los aliados. De esta forma reaparece la retórica del periodo de la guerra fría: demostrar que la paz sólo es posible si interviene la OTAN y se aceptan sus condiciones. Así, los bombardeos se presentan como un mal menor y necesario: “El primer ministro italiano, Massimo D’ Alema, justificó ayer en una comparecencia ante la Cámara de Diputados, los bombardeos de la OTAN sobre territorio de la ex Yugoslavia, señalando que la intervención era ‘necesaria e inevitable’” (27-3-1999, p. 9); “Blair formuló un emotivo llamamiento para apoyar la campaña durante un breve mensaje a la nación en el que explicó las razones de la participación británica. “De no haber actuado ahora no habría sido posible confinar el conflicto a las fronteras de Kosovo, y tendríamos una escalada con el consiguiente éxodo de centenares de miles de refugiados”, dijo” (27-3-1999, p. 9); “Solana intervino
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ayer varias veces para defender que el éxodo no es consecuencia de la intervención aliada y que la huida de la población responde a una estrategia de limpieza étnica. “Si no hubiéramos atacado, la situación sería ahora igual o peor, y a lo mejor sería ya tarde para hacer algo para pararla”, dijo” (29-3-1999, portada). Incluso cuando la OTAN comienza a reconocer lo que denomina ‘errores’ de ataque, asegura que los civiles muertos eran ‘escudos humanos’ puestos por los serbios para provocar una matanza, con lo que le resta importancia a esas muertes que resultan molestas en el plano político. En estos casos, muchas informaciones no entrecomillan la palabra ‘error’, mostrando así su aceptación de los hechos aliados. En cualquier caso, las declaraciones recogidas por El País insisten en que los ‘errores’ de la OTAN no son comparables a las atrocidades del régimen de Belgrado. Y, en ocasiones, el propio periodista deja entrever que los aliados hacen todo lo posible para evitar daños civiles, aunque no siempre sea posible: “Los misiles de la Alianza siempre llegan de madrugada, amparados en la oscuridad y con la intención evidente de reducir al máximo la posibilidad de causar daños entre la población” (6-4-1999, p. 2); “Pese al cuidado que ponen los aviadores en circunscribirse a los objetivos militares y/o estratégicos, cometen fallos” (10-41999, p. 6). De esta forma, las muertes provocadas por los aliados se amparan bajo el concepto de equivocaciones, mientras que los muertos causados por los serbios se convierten en crímenes brutales. En definitiva, a través de todos estos mecanismos, un medio occidental como El País da por buenas todas las acciones aliadas, que son necesarias, aunque dolorosas, para acabar con lo que se presenta como un auténtico genocidio. La apelación a la emoción. La propaganda, y de forma más evidente en tiempos de conflictos bélicos, se basa en la emoción, que se convierte, como destaca Anne Morelli, en “el resorte utilizado permanentemente para movilizar a la opinión pública e incluso puede decirse que la propaganda y la emoción son y han sido siempre, consustanciales”18. Precisamente los textos informativos consiguen persuadir a través de un discurso emotivo que hace referencia a los sentimientos primarios. De esta forma, se busca el asentimiento o rechazo hacia un tema concreto. La afectividad se manifiesta en el relato de los hechos y en las imágenes que se emplean, que generan el interés y el sentimiento compasivo del lector hacia aquellas víctimas que se consideran dignas de recibir un tratamiento informativo detallado.
18 MORELLI, Anne: Principios elementales de la propaganda de guerra (utilizables en caso de guerra fría, caliente o tibia). Argitaletxe HIRU, Hondarribia (Guipúzcoa), 2001, p. 115.
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En el conflicto de Kosovo los refugiados albanokosovares se convirtieron en el nuevo elemento mediático que movilizó a la opinión pública occidental a favor de la intervención armada. Durante semanas, ni un solo telediario se abrió sin las imágenes impactantes de los refugiados y los testimonios de familias masacradas, mujeres que relataban las atrocidades padecidas, etc. En los medios impresos las fotografías aportaron la mayor carga emotiva, sobre todo si tenemos en cuenta que las imágenes de refugiados eran las que predominaban (campos de refugiados, mujeres llorando, niños que juegan con los voluntarios, despliegue de ayuda humanitaria, deportados kosovares que esperan en la frontera con Albania o Macedonia, etc.). Sin embargo, hay sufrimientos que no se cuentan. Así, en el caso de El País es destacable la ausencia de la cobertura del sufrimiento de los serbios, turcos, montenegrinos y gitanos, el 15% de los ciudadanos de Kosovo que no son albaneses. En cualquier caso, la publicación de fotografías emotivas contribuyeron en muchas ocasiones a justificar los ataques de la Alianza Atlántica. Así, es significativo que hasta el 28 de marzo El País no recoge imágenes conmovedoras sobre los refugiados, y lo hace justo al lado de un titular en el que se afirma que “La OTAN pasa a una nueva fase y ataca blancos móviles”, y un subtítulo que nos da a entender que sólo así se puede responder a la represión que sufren los kosovares (“Los aliados responden a la creciente represión en Kosovo con la orden de destruir los tanques sobre el terrero”). La imagen en cuestión es un primer plano de una madre, cuyo rostro refleja una gran angustia, y que lleva a su hija pequeña en brazos. Además, si tenemos en cuenta que en el 27 de marzo las informaciones recogían las críticas de muchos políticos occidentales hacia los bombardeos, la publicación de esta imagen no puede ser más oportuna, ya que evidencia que la intervención es necesaria. La utilización de determinados términos favorece también la carga emotiva de los mensajes. Al respecto, Brown19, destaca el recurso de sustituir nombres o términos neutrales por otros con connotaciones emocionales, como es el caso de ‘rojo’ en lugar de ‘comunista’. A esta técnica se unen los relatos detallados de las matanzas y atrocidades atribuidas a los serbios, que se convierten en la encarnación del mismo mal. Los ejemplos más destacados publicados por El País son: - “La policía serbia mató en los últimos días a sangre fría a veinte profesores en un pueblo de la provincia de mayoría albanesa, según relataron ayer testigos presenciales a las autoridades albanesas y al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Otra denuncia, no confirmada aún por fuentes independientes, informó ayer de otra matanza de treinta personas en Suva Reka. En varias aldeas, según testigos, la policía serbia ha aprovechado la salida
19 BROWN, J.A.C.: Op, cit., p. 25.
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de los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para quemar las casas de los albaneses y obligarles a huir” (273-1999, portada). - “La limpieza étnica ha empezado a llegar también a núcleos urbanos. Familias enteras han sido separadas: las mujeres y los niños normalmente han sido enviados hacia las fronteras con Albania y Macedonia mientras los hombres mayores de 16 años en muchos casos han sido ejecutados en fusilamientos sumarios” (29-3-1999, p. 2.). - “El mecanismo de la limpieza étnica tiene tres fases. “Al principio, las fuerzas serbias rodean un barrio determinado de la ciudad y empiezan a bombardearlo, sin prisa, sin precipitación”, prosiguió. (...) Entonces se despliega la segunda fase. “Los tanques, los vehículos policiales, los temidos hombres de uniforme negro de Zeljko Raznatovic, Arkan, se aproximan a las viviendas. Grupos de gitanos colaboran con ellos como informadores. Con altavoces, conminan a los kosovares a salir de sus casas. Las alternativas que ofrecen son tajantes: o rendición, o muerte segura”. (...) Tras la rendición, los serbios seleccionan. Unos pocos, cuidadosamente elegidos –generalmente vinculados con la guerrilla o con partidos políticos: la información de que disponen es buena-, son ejecutados sobre la marcha o apartados del resto del grupo. Después saquean las casas y, en muchos casos, las incendian. Los prisioneros son conducidos al estadio de fútbol de Prístina” (2-4-1999, p. 7). Estas atrocidades son redactadas como hechos ocurridos realmente, aunque en muchas ocasiones se reconoce que no están confirmadas. Sin embargo, al presentarlas como hechos, se contribuye a un modelo de propaganda en el que los serbios son el enemigo, los únicos responsables de los bombardeos de la OTAN, de las huidas de albanokosovares a países limítrofes y de las matanzas que relatan los desplazados. Tratamiento desequilibrado de las fuentes. El control y la selección de la información son dos de las tareas básicas utilizadas por el propagandista, sobre todo en tiempos de guerra. Estas tareas se traducen principalmente en un tratamiento desequilibrado de las fuentes de información, que se vuelve más acusado, según Borrat, “cuando es un conflicto entre A, miembro del mismo bloque occidental, y B, miembro del bloque opuesto o de la periferia: sobreabundan entonces las fuentes de A, y faltan o escasean las de B, que cuando se dan tienden a ubicarse tan sólo en la disidencia o la oposición”20.
20 BORRAT, Héctor: El periódico, actor político. Editorial Gustavo Gili. Barcelona, 1989, p. 94.
148 Mecanismos básicos de la propaganda de guerra en los medios informativos. El ejemplo de Kosovo
Se trata, pues, de un recurso propagandístico esencial por el que se silencian aquellas fuentes que ofrecen un análisis alternativo a las fuentes oficiales y, por lo tanto, se contribuye a dar una visión concreta de los acontecimientos. Chomsky y Herman destacan que los medios de comunicación le conceden gran importancia a las fuentes oficiales porque ellos mismos se definen como proveedores ‘objetivos’ de noticias. “En parte para mantener esa imagen de objetividad, y en parte para protegerse de críticas de parcialidad y de la amenaza de procesos por difamación, necesitan material que pueda mostrarse como presuntamente correcto”21. En tiempos de conflictos bélicos, este tratamiento puede ser fruto de la dependencia de los corresponsales a los servicios de información de los ejércitos, que saturan a los periodistas con gran cantidad de datos (generalmente de tipo técnico) para que no tengan que buscarlos fuera, así como a la selección de periodistas realizada por los militares en los denominados pools. En cualquier caso, el predominio de unas fuentes y no otras evidencia una intención por parte del medio que las publica. Durante el conflicto de Kosovo, la inmensa mayoría de las fuentes citadas expresamente por El País correspondían a miembros de la OTAN, que ocupaban un lugar destacado dentro de la estructura de la información. Sin embargo, como hemos apuntado, las fuentes serbias o aquellas que incidían en aspectos negativos de los aliados aparecían relegadas a un segundo plano. En pocas ocasiones se detallan informaciones del Gobierno yugoslavo, (por ejemplo, una lista de destrucciones civiles), siempre se mencionan de forma generalizada y como si se pusiese en cuestión lo que se afirma. Por tanto, la tendencia general es cuestionar la información procedente de fuentes serbias, mientras que las fuentes atlánticas no van acompañadas de expresiones que ponen en duda los datos que aportan. Dentro del apartado de las fuentes, destacan dos recursos propagandísticos frecuentes en los medios de comunicación: Hablar a través de otras fuentes y la autoridad vaga. El primero de ellos recurre a fuentes militares y a los testimonios de los refugiados para insistir en las masacres y deportaciones serbias, lo que supone una justificación del ataque aliado. Por su parte, la autoridad vaga consiste en afirmar hechos a través de fuentes que no son identificadas. Este uso puede responder al deseo expreso de las fuentes, pero también puede deberse al interés del periodista por publicar un hecho que no está confirmado bajo la declaración indirecta de una de estas fuentes imprecisas. El uso habitual de este recurso, evidencia una manipulación por parte del medio, que no ofrece al lector una información precisa y contrastada.
21 CHOMSKY, Noam y HERMAN, Edward: Los guardianes de la libertad. Propaganda, desinformación y consenso en los medios de comunicación de masas. Editorial Crítica, Barcelona, 1990, pp. 51-52.
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En el caso del conflicto de Kosovo, este recurso es especialmente peligroso cuando se afirman asesinatos cometidos por los serbios: “Diplomáticos occidentales afirman que ha sido asesinado Latif Berisha, un conocido político local. Las mismas fuentes aseguran que en todo Kosovo se ha desatado la caza de los defensores de los derechos civiles y aseguran que dos de los guardaespaldas del embajador William Walker han sido asesinados” (29-3-1999, p.2); “Portavoces aliados denunciaron ayer que las fuerzas serbias “dispararon con armas pesadas a columnas de refugiados albanokosovares ”” (1-4-1999, p. 2). A modo de conclusión Los medios de comunicación utilizan recursos propagandísticos en sus mensajes con el fin de persuadir a los lectores. Esta utilización resulta inseparable de las informaciones sobre conflictos bélicos, pues en estos casos la información corre el riesgo de convertirse en propaganda, y en muchas ocasiones es un fenómeno inseparable de ella. La simplificación de la información, la exageración y desfiguración de los contenidos, la apelación a la emoción y el tratamiento desequilibrado de las fuentes, son los cuatro pilares sobre los que se sustenta la información en tiempos de guerra. El empleo de estos mecanismos favorece que el medio de comunicación transmita una imagen unidireccional, como sucedió en el conflicto de Kosovo de 1999 con el predominio de fuentes militares y oficiales de la Alianza Atlántica. En primer lugar el medio identifica a un enemigo sobre el que recae toda la culpa, léase en nuestro caso los serbios, y en función de este principio se ofrece una información esquematizada en un mundo de ‘buenos’ y ‘malos’ (OTANMilosevic). Una vez identificado el enemigo se personifica en él todas las atrocidades cometidas sobre las víctimas (los albanokosovares) y esas acciones negativas se repiten una y otra vez para que el mensaje sea asimilado por la opinión pública. Por su parte, nuestro bando –la OTAN- se presenta como héroe, incluso sus ‘errores’ no son tratados con la intensidad y el tono negativo de las acciones enemigas. La carga emotiva contenida en los mensajes adquiere un gran poder de persuasión y contribuye a justificar determinadas acciones. Y esa carga emotiva se consigue recurriendo a los sentimientos primarios de los hombres y utilizando imágenes conmovedoras de víctimas inocentes. De esta forma los medios adquieren el consentimiento de la población para intervenir militarmente en cualquier conflicto que les interese, pues la propaganda hace creer a la opinión pública que, al contrario que nuestros enemigos, nosotros hacemos la guerra por motivos honorables.
(Recibido el 7-2-2002, aceptado el 13-3-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 151-163)
La Glocalización de la Comunicación Sonia Fernández Parratt Periodista e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Santiago de Compostela
RESUMEN Actualmente se está haciendo cada vez más patente la existencia de una doble y simultánea tendencia de la comunicación en este nuevo siglo. Se trata del fenómeno de la globalización y de la atención a lo local, dos caras dentro del mismo mundo informativo. Lo local busca su espacio en la proximidad, mientras que la tecnología y la economía nos conducen a un escenario que cada vez tiene menos barreras. Ese proceso generalizado, con las paradojas y contradicciones que conlleva, viene siendo aquello a lo que algunos estudiosos de la comunicación hacen referencia a través del neologismo inglés glocalization. ABSTRACT The existence of a double and simultaneous tendency in communication of this century is gettting increasingly obvious. This tendency consists of the phenomenon of globalization and the attention to the local environment, two sides of the world of information. The local environment is based on proximity, whereas technology and economy lead us to a global scene with less and less barriers. This general process, with all its contradictions, is what some scholars in communication now define as glocalization. Palabras claves: Globalización/Local/Glocalización/Comunicación Rransnacional/Identidad Key Words: Globalization/Local/Glocalization/Transnational Communication/ Identity.
El macrofenómeno de la globalización la hora de buscar una definición precisa del concepto de globalización, puede decirse a grandes rasgos que constituye un proceso creciente de complejas interconexiones entre sociedades, culturas, instituciones e individuos a escala mundial. También muchos estudiosos hablan de ella refiriéndose a la manera en que, especialmente bajo condiciones contemporáneas, las relaciones de poder y comunicación se extienden a lo largo del globo terrestre, con las consiguientes comprensiones del tiempo y del espacio y con una recomposición de las relaciones sociales. Sobre si estamos hablando de algo completamente nuevo o si, por el contrario, tiene sus raíces en la civilización
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humana, existen múltiples opiniones, pero de cualquier forma se trata de un fenómeno del que ahora más que nunca estamos tomando conciencia. A pesar de que el debate sobre la globalización experimentó su boom en la década de los noventa, parece más acertada la visión de quienes se inclinan a pensar en la existencia de un proceso más dilatado en el tiempo, relacionándolo directamente con lo que supuso la introducción de nuevas tecnologías en el siglo XIX e inicios del XX, incluyendo el telégrafo, la radio, la fotografía y el cine, aunque ello no significa necesariamente que la globalización deba asociarse sólo con la emergencia de la industrialización o de la modernidad en general1. Hace ya casi medio siglo, Marshall McLuhan, en sus obras Understanding Media (1954) y en The Gutemberg Galaxy (1962), asentó la idea de la “aldea global” y pronosticó un siglo XXI con grandes trasnsformaciones en la vida y en los medios de comunicación, mediante la globalización del mundo y de la sociedad. Esta “aldea global” empezó a ser una realidad con la llegada e implantación de la red Internet. Así, Enric McLuhan, hijo del anterior, siguiendo el pensamiento de su padre, escribió que: Internet prescinde de los límites políticos y geográficos. McLuhan diría, probablemente, que ahora más que nunca las computadoras están enlazándonos en la aldea global, tanto más cuando se ha convertido más bien en una especie de teatro global. Con un ordenador y un módem, cualquiera puede irrumpir en la escena mundial2. La generalización de la noción de globalización como parte de las grandes estrategias empresariales modificó las reglas del juego internacional y al mismo tiempo supuso un cambio de las negociaciones establecidas en el campo de las redes de comunicación. Así, la definición del concepto de libertad de expresión pasó a tener una dimensión comercial con la pretensión de convertirse en un nuevo derecho humano y, como principio de planificación del mundo, esta noción de libertad de expresión comercial se hizo indisociable del viejo principio de “libre circulación de información” que justificó la desigualdad de los flujos de información. De este modo, se asimila hoy la libertad en general con la libertad de comercio. Los acuerdos de libre intercambio llevaron a polémicas que acabaron en 1993 con la exclusión de las producciones audiovisuales y culturales, y ello ahondó las divergencias entre los defensores de las identidades culturales y los partidarios de la aplicación del criterios de mercancía para toda forma de produc-
1 SREBERNY-MOHAMMADI, Annabelle, WINSECK, Dwayne, MCKENNA, Jim, BOYD BARRET, Oliver (editores): Media in global context, Ed. Arnold, Londres, 1997. 2 HALLORAN, James: “International Communication Research: Opportunities and Obstacles”, en MOHAMMADI, Ali (editor): International Communication and Globalization, Ed. SAGE, Londres, 1997, p. 43.
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ción. Para Armand Mattelart3, concederle al usuario un rol activo, devolviéndole como consumidor su capacidad de discernimiento e insistiendo sobre su libre albedrío, no sería totalmente negativo si no significase la eliminación de la cuestión de la desigualdad de los intercambios en el mercado mundial de los productos culturales y la necesidad de proteger la diversidad de culturas mediante políticas nacionales y regionales apropiadas. Según Mattelart, los anos ochenta estuvieron marcados por la búsqueda de una cultura global, pero también fueron los del desquite de las culturas singulares. Considera que la descripción del actual proceso de mundialización de los intercambios culturales y económicos con la noción de globalización no es muy acertada y sería preferible considerar la fase actual como la de la aparición de una “comunicación-mundo” planetaria que suscita nuevas disparidades entre países, regiones o grupos sociales. Mattelart hace radicar el interés en la forma en que cada cultura y comunidad recibe y modifica los mensajes difundidos por las redes mundiales de la comunicación. La comunicación internacional afecta en la actualidad a los límites culturales del mundo. Desde la segunda guerra mundial la influencia de ciertas regiones creció mucho, y hoy la mayor parte del tráfico cultural fluye desde las regiones anglófonas. Algunos investigadores centran más su interés en la cultura en un sentido próximo al utilizado en 1961 por Raymond Williams en su obra Culture and Society4, el de la expresión de la experiencia humana diariamente compartida, y buscan evidencia de la convergencia en las cosas en que la gente piensa, las maneras de pensar y las formas en que las cosas se expresan a través de prácticas sociales diarias. Lo que encuentran no es tanto una cultura global homogeneizada como un mundo en el que, cada vez más, cada localidad está tipificada por la hibridación cultural y la heterogeneidad sujeta a fuerzas transnacionales y globales. Por su parte, el estudioso Martin Shaw deja un poco aparte los aspectos de carácter cultural de la globalización y se centra en las relaciones sociales. Para Shaw, la sociedad global no es sino el entero complejo de relaciones sociales entre seres humanos en una escala mundial. Y mientras que la sociedad global en este sentido contiene todas las relaciones sociales, no todas las relaciones se definen, de hecho, a un nivel global. En definitiva, la sociedad global también puede ser vista como el mayor marco de trabajo o contexto posible de relaciones sociales, pero no necesariamente el contexto más definitorio de todas las relaciones sociales.
3 MATTELART, Armand: “Una comunicación desigual”, en O Correo da UNESCO, núm. 115, marzo 1995, Santiago de Compostela. 4 WILLIAMS, Raymond: Culture and Society, Ed. Penguin, Harmondsworth, 1961.
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Desde este punto de vista, la mejor manera de entender la sociedad global es concibiéndola como un universo social diverso en el cual las fuerzas unificadoras de la producción moderna, los mercados, las comunicaciones y la modernización cultural y política interactúan con muchas segmentaciones y diferenciaciones globales, regionales, nacionales y locales5. Hace más de treinta años, Kindleberger apuntó el camino hacia un paradigma global con la predicción del inminente fallecimiento del estado-nación como la unidad económica primaria. Más recientemente, surgió la idea de que numerosas corporaciones se estaban globalizando en el sentido de que, de modo creciente, parecían no querer conexión con ningún estado-nación en particular y estaban distribuyendo sus actividades de manera flexible entre sus subsidiarios internacionales para flexibilizar los recursos materiales, humanos y financieros6. Ciertamente, en la actualidad se está creando un juego global múltiple en el que participan no sólo naciones sino también corporaciones y sindicatos, agrupaciones políticas, étnicas y culturales, asociaciones transnacionales y agencias supranacionales. El estado-nación ve así limitada su libertad de acción y desplazado o disminuido su poder a medida que va tomando forma un sistema global radicalmente nuevo. Desde su postura, Stuart Hall argumenta que gracias a la globalización las identidades están más desvinculadas de un tiempo, lugar, historia y tradición. Todo esto llevaría a una ruptura con la vieja idea de identidad nacional y a la aparición de un nuevo plan de renovadas y cosmopolitas posibilidades abiertas por la globalización de la cultura. Según Hall, las identidades se harían más políticas, más plurales y más diversas; menos estancadas y unificadas7. Otra parte de este complejo debate está en una corriente de análisis que sugiere que el objetivo de la globalización bien podría ser llegar a concentrar el control sobre las fuerzas productivas entre un reducido grupo de estados económicamente poderosos. Es más, la globalización, vista como un paradigma de gobierno impuesto por un grupo de estructuras corporativas y estatales dominantes, podría tener como resultado la acentuación de diferencias locales y el fortalecimiento de “bloques” regionales de política y comercio.En este contexto de gigantesco poder de corporaciones transnacionales, no parece estar muy claro lo que ocurrirá con el papel de los estados-nación.
5 SREBERNY-MOHAMMADI, Annabelle, WINSECK, Dwayne, MCKENNA, Jim, BOYD BARRET, Oliver (editores): Media in global context, Ed. Arnold, Londres, 1997. 6 HAWKINS, Richard: “Prospects for a global communication infraestructure in the 21st century: institutional restructuring and network development”, en SREBERNY-MOHAMMADI, Annabelle, WINSECK, Dwayne, MCKENNA, Jim, BOYD BARRET, Oliver (editores): Media in global context, Ed. Arnold, Londres, 1997. 7 HALL, S: “The Question of Cultural Identity”, en HALL, S., HELD, D. y MCGREW, T. (editores): Modernity and Its Futures, Ed. Polity Press, Cambridge.
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Por otra parte, son cada vez más patentes los intentos por parte de instituciones nacionales, regionales y globales de regular los flujos transnacionales de los medios de comunicación. Sin embargo, las grandes instituciones están principalmente representadas por élites políticas y comerciales nacionales, y reflejan sus intereses establecidos, lo cual confirma la sospecha de que más que ver la globalización como un proceso que subvierte uniformemente lo nacional, podríamos ver los estados-nación como jugadores poderosos en el proceso de construcción de lo global. Para algunos, este proceso de globalización puede incluso consolidar algunos estados-nación a la vez que se van debilitando los que ya son débiles8. La tendencia a la globalización también puede ser vista como la causante de un nuevo orden mundial en el que el significado de fronteras políticas, identidades nacionales y diferencias regionales y culturales aparece reducido a través de la información distribuida por las grandes firmas. Visto de este modo, las experiencias compartidas a escala global a través de los medios de comunicación trascenderán con el tiempo las diferencias entre los ciudadanos de naciones o regiones separadas. Esta es una visión compartida por Herbert Schiller, una de las voces más críticas de los medios de comunicación transnacionales, que afirma que: Bien expresados están los objetivos del “de momento” no restringido orden corporativo global: fronteras abiertas, que pueden ser transgredidas; comercio abierto, que les permite prevalecer a los más poderosos; mentes abiertas, que están a merced de las corrientes globales de las industrias culturales9. Para Anthony Smith, una autoridad en nacionalismo, el desarrollo de medios de comunicación globales no significa necesariamente que un mismo contenido sea compartido por todas las sociedades. Por el contrario, considera probable que las culturas nacionales mantengan y hasta aumenten su presencia en los medios de comunicación en respuesta a tendencias globalizadoras. Desde este punto de vista, se puede decir que los sistemas informativos nacionales conservan una fuerte especialización: cada uno se ha ido desarrollando a lo largo de los siglos dentro de una cultura particular y hoy forman parte de un vasto sistema social en el que todos los elementos son interdependientes. Por su parte, Tapio Varis se sitúa en una línea próxima a la anterior afirmando que a pesar de que se habla mucho del crecimiento de la globalización de la economía mundial, de los mercados y de las políticas, muchas tendencias actuales, como el aumento de conflictos étnicos y nacionalistas o el proteccionismo, tienden a confirmar lo contrario y no apoyan la visión de apertura global e integración10. 8 SREBERNY-MOHAMMADI, Annabelle, WINSECK, Dwayne, MCKENNA, Jim, BOYD BARRET, Oliver (editores): Media in global context, Ed. Arnold, Londres, 1997. 9 SCHILLER, H.: Information Inequality: The Deepening Social Crisis in America, Ed. Routledge, New York, 1996. 10 VARIS, Tapio: “The media of the knowledge age”, en Ledo Andión, Margarita (editora): Comunicación na Periferia Atlántica, Ed. USC, Santiago de Compostela, 1996, pp. 353-361.
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El incremento de la cantidad de información no significa que estemos mejor informados que antes. Los ciudadanos ven la sociedad de la información como un mundo complicado e inseguro en el que es difícil encontrar la información esencial y permanente, puesto que todo cambia rápidamente e incluso los valores básicos resultan fluctuantes. Si no hay cambios, el hombre y la sociedad no evolucionan, pero un cambio excesivo y constante, por otra parte, crea inseguridad e inestabilidad, que pueden revestir formas peligrosas. Los movimientos sociales y religiosos intransigentes son, en parte, consecuencia de los intentos de simplificar el mundo complejo de hoy recurriendo a verdades antiguas, el pasado representa seguridad y el porvenir se presenta como algo cada vez más inseguro11. La globalización de la comunicación El estudio de la comunicación desde una óptica internacional es un fenómeno relativamente reciente. Hasta no hace mucho, especialmente en Europa, la investigación en el campo de la comunicación ha estado restringida por fronteras nacionales y basada en necesidades locales e intereses de determinados colectivos. Pero las geopolíticas europeas caracterizadas por rápidos movimientos hacia la unificación, la integración de las economías europeas y la internacionalización de la comunicación, han estimulado con rapidez el crecimiento de los estudios de comunicación en Europa. Así pues, si se analiza el fenómeno de la globalización desde la perspectiva de la comunicación, podría decirse que los modelos de interacción social y los flujos de información se están produciendo de manera creciente más allá de sus límites para formar nuevas bases de identidad política y cultural. En contraste con la tendencia histórica a pensar que los medios de comunicación llevan a cabo una integración vertical de las sociedades dentro del entorno del estado-nación, los emergentes modelos de interacción social, de organización política y de flujos de información, están siendo suplantados por modelos de integración horizontal transnacional. Los investigadores británicos Kevin Robins y James Cornford afirmaron hace ya algún tiempo que hacer un análisis de los medios de comunicación hoy era formular simultáneamente cuestiones de economía (producción, distribución y consumo) y cuestiones culturales (significados, identidades y estilos de vida), porque en el período que estamos viviendo, tanto las industrias mediáticas como las culturas de los medios de comunicación están atravesando procesos de globalización complejos y a veces contradictorios12. 11 VARIS, Tapio: Os medios na era do coñecemento, Ed. Lea, Santiago de Compostela, 1998, p. 73. 12 ROBINS, Kevin y CORNFORD, James: “Local and Regional Broadcasting in the New Media Order”, en Ledo Andión, Margarita (editora): Comunicación na Periferia Atlántica”, USC, Santiago de Compostela, 1996, pp. 67-84.
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La idea de globalidad se constata ahora fácilmente. Objetos que sólo se podían comprar en el mercado local se pueden adquirir ahora instantáneamente en cualquier lugar del mundo. Del mismo modo, antes sólo se podía ser espectador de los hechos que ocurrían en el propio ámbito de cada persona. Hoy las computadoras y las telecomunicaciones permiten ser espectadores universales. Gracias a la televisión, la radio, Internet, el ordenador, el teléfono (el móvil y la tecnología GSM), el módem, el fax y las autopistas de la información, es posible conocer en tiempo real lo que está sucediendo en cualquier parte del mundo. No obstante lo anterior, el actual plan de construcción de una autopista de la información en Occidente a menudo es visto como una vía para mejorar el acceso de las grandes empresas, particularmente las estadounidenses, a los mercados globales. En esta posición de dominio de dichas empresas, la autopista de la información estará al servicio de los países que se pueden permitir pagar por la información. Una de las funciones más significativas de la globalización es la llamada “libre circulación de la información”, pero hoy es evidente que este servicio está construido desde una perspectiva principalmente estadounidense. Actualmente la tecnología está transformando en todas partes las estructuras de los medios de comunicación: los uniformiza y los mundializa. Gigantescas firmas multinacionales, estadounidenses en su mayor parte, acentúan su influencia y por todas partes se denuncia una “norteamericanización” galopante. Desde una perspectiva más económica, existe de forma generalizada una preocupación por el hecho de que los contenidos de los grandes productos mediáticos están determinados por la dinámica del márketing global y que las economías de escala globales acaban con los mercados de la producción cultural local en muchos países. La mayor parte de los estudiosos coinciden en que este hecho tiene que ver, al menos en parte, con el creciente alcance global de las corporaciones transnacionales y con el carácter internacional y la interrelación de las economías locales. Nadie pone en duda la evidencia de la creciente convergencia cultural, que tiene su más clara manifestación en los software y hardware de los productos de los medios de comunicación transnacionales a través de las telecomunicaciones, la informática, el cine, el vídeo, la televisión, las revistas, los CDs, y la presencia física en localidades como tiendas, comodidades (coches, tabaco, perfumes...) y otros negocios, bancos o agencias publicitarias que son claramente reconocibles como parte de corporaciones gigantes, si no globales. Los mass media se están convirtiendo en crecientes imperios globales sin fronteras nacionales. El concepto de industria cultural surgió en los años cuarenta con Adorno y Horkheimer, miembros de la llamada escuela de Frankfurt. Con este concepto se referían a la cultura de masas materialista, principalmente a la radio y al cine. Para ellos, el concepto opuesto sería una cultura alternativa que fuese libre del determinismo técnico. Posteriormente, muchos teóricos hablaron de los medios alternativos, de formas alternativas de comunicación en pequeña escala
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que pueden actuar contra los gigantes concentrados de los medios y contra el poder de éstos13. En el pasado, la mayor parte de los periódicos, estaciones de radio y de televisión era de propiedad local e iban dirigidos a audiencias locales. Las revistas empezaron a convertirse en medios nacionales en el siglo diecinueve, igual que el cine y la industria discográfica en el veinte. Las cadenas de televisión empezaron a finales de los años veinte a establecer programas y audiencias de ámbito nacional. En los ochenta, las transmisiones por satélite convirtieron a periódicos como USA Today en medios nacionales e incluso internacionales. Tras las grandes concentraciones de los noventa, los conglomerados internacionales de empresas de la comunicación ya no se mueven por ideologías políticas u orientación nacional, sino por la necesidad de obtener beneficios. Sin embargo, teóricos como Straubhaar, en una crítica a la idea de globalización concebida como la homogeneización (dirigida principalmente por los EEUU) de la televisión y la erosión de las diferencias culturales y nacionales, defienden que de ninguna manera existe un flujo unidireccional de contenidos de los medios de comunicación de pocos a muchos. Sugiere que la extensa demanda abierta por la liberalización, la comercialización, la privatización y las nuevas tecnologías en muchos sistemas de comunicación nacionales no sólo llevó al aumento de las tiradas de medios de comunicación occidentales sino que también posibilitó la apertura de más canales de distribución para producciones de medios locales, nacionales y regionales14 Tampoco Miquel de Moragas parece coincidir con las opiniones mayoritarias. Según él, la comunicación de la sociedad actual, a pesar de la nueva y destacada presencia de procesos de ámbito transnacional, no puede ser calificada como la de la comunicación transnacional, sino como la de los múltiples espacios de comunicación, por lo que tantas razones hay para llamarle a nuestra sociedad la sociedad transnacional como para llamarla sociedad local. Así, esa importancia de lo local no se manifestaría únicamente en la creación de espacios de comunicación (multinacional, nacional, regional y local) sino que también lo haría en las nuevas formas de producción de la información”. Para Moragas, no nos encontramos sólo ante unas nuevas tecnologías que posibilitaron el rápido desarrollo de la comunicación internacional y ante unos nuevos medios de comunicación, sino que estamos ante unas nuevas lógicas de su implantación y unos nuevos usos sociales de la información. Las modernas posibilidades de la difusión transnacional (vía satélite) y local (vía cables) no sólo
13 VARIS, Tapio: Os medios na era do coñecemento, Ed. Lea, Santiago de Compostela, 1998, p. 114. 14 SREBERNY-MOHAMMADI, Annabelle, WINSECK, Dwayne, MCKENNA, Jim, BOYD BARRET, Oliver (editores): Media in global context, Ed. Arnold, Londres, 1997.
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multiplican los medios de comunicación, sino que también los espacios de difusión de ésta15. El proceso actual de glocalización Alvin Toffler sintetizó a principios de los años ochenta los grandes cambios sociales, que se habrían producido por oleadas, de modo que cada una de ellas sepultó a culturas y civilizaciones anteriores y las sustituyó por formas de vida inconcebibles hasta entonces. Así, la primera ola de cambio habría estado representada por la revolución agrícola y la segunda por el nacimiento de la civilización industrial. La tercera sería la que se está viviendo ahora. Además de las numerosas implicaciones sociales y económicas, Toffler estudió también el impacto de la globalidad en la civilización y sobre ello afirmó que La tercera ola parece estar engendrando también una nueva perspectiva que es intensamente local y, sin embargo, global, incluso galáctica. Por todas partes encontramos una nueva atención a la “comunidad” y al “barrio”, a la política local y a los lazos locales, al mismo tiempo que un gran número de personas, con frecuencia las mismas que presentan una orientación más local, se interesan por asuntos mundiales y se preocupan por el hambre o la guerra que tiene lugar a diez mil millas de distancia16. Como quiera que definamos el fenómeno de la globalización, los mass media juegan un importante papel en él: Los medios de comunicación del fin de milenio sirven de vehículos para la expresión de valores y la distribución de información que conecta a telespectadores, oyentes, lectores y usuarios locales con una inmediatez y flexibilidad novedosas y quizás impredecibles. Pero al mismo tiempo los medios de comunicación desempeñan roles contradictorios: son fuentes de resistencia contra la globalización, pero también son protectores del capitalismo, agentes de democratización y herramientas para la glocalización, es decir, constituyen herramientas del doble proceso de globalización de lo local y de localización de lo global que se está dando a nivel mundial y que se define con el término glocalización17. Manuel Castells18 hace referencia al concepto glocalización, entendida como la articulación entre lo global y lo local desde una visión urbana, como una noción que hoy se aplica tanto a la economía (la ciudad como medio económico adecuado para la optimización de sinergias) como a la cultura (las identidades locales y su relación dialéctica con el universalismo informacional de base mediática). La 15 MORAGAS SPÁ, Miquel de: Sociología de la comunicación de masas, Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 1986. 16 TOFFLER, Alvin: La tercera ola, Ed. Plaza y Janés, Barcelona 1980, p. 21. 17 HALLORAN, James: “International Communication Research: Opportunities and Obstacles”, en MOHAMMADI, Ali (ed.): International Communication and Globalization, Ed. SAGE, Londres, 1997, p. 21. 18 CASTELLS, Manuel: La era de la información. Economía, sociedad y cultura, Alianza Editorial, Madrid, 1999.
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glocalización supone para él destacar el ámbito urbano y el papel gestor-coordinador-promotor de los gobiernos locales para la implementación de políticas que tienen en cuenta unos referentes globales y que se posicionan respecto a ellos. En síntesis: globalización más proximidad. Castells también observa las paradojas actuales que dificultan ese proceso de glocalización y que se ven reflejadas en contínuos y diversos desajustes entre las autoridades locales y los organismos internacionales. La conclusión que se deriva de su análisis es que la glocalización es hoy una realidad escasamente institucionalizada, pero no por eso menos fuerte. Su regulación solamente es posible si actúan los únicos mediadores que tienen los medios de comunicación y la legitimidad formal para hacerlos: los gobiernos nacionales. Por su parte, Armand Mattelart19 alude al citado proceso de glocalización desde el punto de vista del mercado. Los ámbitos local, nacional e internacional se consideraban a principios de siglo como compartimentados, mientras que el nuevo esquema actual de representación de la empresa y del mundo asocia los tres niveles. Para Mattelart, toda estrategia de empresa en el mercado mundializado debe ser a la vez global y local, y ello se traduce en lo que los empresarios japoneses expresan a través del neologismo inglés glocalize. Las técnicas de comunicación e información son, con los servicios que posibilitan, indiscutiblemente factores importantes para el desarrollo de las naciones y especialmente de las economías de países pequeños o periféricos. Los modernos medios de comunicación electrónicos de ámbito global que se mueven en tiempo real, suponen muchas veces el excesivo distanciamiento del mensaje del ámbito local donde es recibido. Como contrapartida están los pequeños medios locales, los lugares tradicionales de reunión y comunicación, como las iglesias, las plazas o los cafés, así como los medios de comunicación alternativos20. Los agentes de localización están formados por los movimientos y líderes nacionalistas, religiosos y culturales que dan voz a los intereses de las periferias, y la idea de medios de comunicación locales o regionales se asocia normalmente a la idea de comunidad, que a su vez se asocia con ideales de integridad territorial y cultural. El nuevo orden de los medios de masas supone procesos contradictorios y conflictivos, ya que ponen en duda cualquier sentido de unidad y, en consecuencia, las escalas geográficas se hacen difíciles de separar. Especialmente en el caso de los medios audiovisuales, se está dando una tendencia a la ruptura de viejas líneas y fronteras de culturas nacionales, que son vistas como obstáculos para la expansión de los mercados de los media. Las geografías audiovisuales están siendo separadas de los espacios simbólicos de culturas nacionales y realineadas 19 MATTELART, Armand: “Una comunicación desigual”, O Correo da Unesco nº115, marzo 1995, Santiago de Compostela. 20 VARIS, Tapio: Os medios na era do coñecemento, Ed. Lea, Santiago de Compostela, 1998, p. 33.
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en base a principios demográficos simbólicos de consumo más universales y a segmentos de mercado. Obviamente, estos procesos que se están produciendo a nivel mundial tienen consecuencias e implicaciones en los pequeñoa espacios regionales y locales, hecho que obliga cada vez más a los medios de estos espacios a reconfigurarse y reimaginarse a sí mismos dentro del contexto de un emergente orden global de los medios de comunicación. En el caso de Europa, se están produciendo paralelamente grandes cambios en la economía y en la organización de los medios de comunicación: por una parte, los proveedores de contenidos (prensa y sector audiovisual) europeos aún están actuando en el ámbito de los mercados nacionales con fragmentaciones hechas por líneas nacionales y barreras lingüísticas. Por otra, los mercados del hardware, software, servicios telefónicos y aplicaciones on line como Internet se están haciendo cada vez más globales. A pesar de la creciente globalización, en Europa existen iniciativas creadas con el fin de impedir que esa globalización ahogue al localismo. El Libro Blanco de la Unión Europea señala que el desarrollo de la sociedad de la información será un fenómeno global, pero fija los siguientes objetivos (obsérvese el segundo): 1. Establecer desde el principio pautas globales. Las empresas y los actores económicos europeos deben desarrollar sistemas abiertos y elaborar unas estrategias internacionales que les permitan aliarse. El objetivo final es la apertura de un tercer mercado y la supresión de todo tipo de discriminación. 2. Al mismo tiempo, asegurar que estos sistemas den cabida a las características peculiares de Europa, como el plurilingüismo, la pluralidad de las culturas y de las economías, y que contribuyan a salvaguardar el modelo social de Europa. 3. Crear las condiciones necesarias para el desarrollo de las técnicas básicas europeas y una industria eficiente y competitiva21. En definitiva, resulta cada vez más evidente la existencia de una doble y simultánea tendencia de la comunicación en este nuevo siglo. Estamos hablando de la globalización y de la atención a lo local, dos caras dentro del mismo mundo informativo. Lo local busca su espacio en la proximidad, mientras que la tecnología y la economía nos conducen a un escenario que cada vez tiene menos barreras. Sin embargo, aunque las autopistas de la información todavía no lleguen a todos los hogares inmediatamente, ni siquiera en los países ricos, no dejarán de
21 Op. cit., p. 82.
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incrementar la afluencia de servicios y de diferentes tipos de mensajes a las casas, y en el ciberespacio creado por los diferentes medios es posible estar en contacto con los amigos y conocidos a través de combinaciones de sonido, imagen y texto. Pero es posible que nos tengamos que enfrentar también con el problema de un nuevo tipo de soledad, ya que los medios pueden imitar bien al hombre y a la naturaleza, pero nunca podrán sustituir el verdadero contacto físico del ser humano. Todo ello lleva a reflexionar sobre la necesidad de analizar los mitos de la globalización críticamente, porque, como asegura Tapio Varis, “incluso el concepto de aldea global es equívoco, puesto que en una aldea todas las personas se conocen, mientras que en la comunidad mediática global el contacto se simula a través de los medios y unidireccionalmente”22.
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22 Op. cit., p. 121.
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(Recibido el 3-1-2002, aceptado el 20-2-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 165-179)
Importancia de la Gestión de la Comunicación en periodos de Crisis Empresariales Dra. Mª Luisa Sánchez Calero Profesora de Periodismo Especializado en la Universidad Fco. De Vitoria de Madrid
RESUMEN Este artículo trata de resumir el trabajo de campo que se lleva realizando desde 1996 acerca de las “situaciones de crisis” en las empresas españolas y cuyo punto culminante es la elaboración de mi tesis doctoral sobre el asunto. Una investigación que aún hoy sigue su curso, gestándose en nuevas investigaciones dada la relevancia e importancia que siguen cobrando las “nuevas crisis empresariales”. La crisis es un acontecimiento aleatorio y no deseado que puede ocasionarla un accidente aéreo, una huelga, una catástrofe medioambiental, un producto o servicio defectuoso, etc. Todas inevitablemente reclaman la atención de sus públicos objetivos es decir, sus empleados, sus accionistas, sus clientes y la opinión pública. Inmediatamente, los medios de comunicación se hacen eco de la noticia y como consecuencia la imagen, la reputación y la estabilidad de la empresa pueden verse afectadas, siempre que no se tomen las medidas oportunas enmarcadas dentro de una buena política de “gestión de la crisis”. ABSTRACT This article aims to summarize the fieldword that has been carried out since 1996 covering the “critical situation” Spanish businesses are experiencing and from this crucial stage I have prepared my doctoral thesis. This investigation is still underway and new investigations develop from it due to the importance and significance of the new “business crisis”. The crisis occurs at random, is never asked for and can be brought on by an airline accident, a strike, an environmental catastrophe, a defective product or service, etc. All these events attract the attention of their specific audiences, that is to say, their employees, their shareholders, their customers/clients and public opinion. The media inmediately release the news and as a result the business’ stability, image and reputation may be affected if the correct “administering the crisis” measures are not initiated inmediately. Palabras claves: Situaciones de crisis/La crisis/Opinión Pública/La noticia/Estabilidad, imagen y reputación de la empresa/Gestión de la crisis. Key Words: Critical situation/The crisis/Public opinion/The news/The business stability imagen and reputation may/Administering the crisis.
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Identificación de los procesos ante una comunicación de crisis n el proceso de la gestión de la comunicación de crisis como en cualquier tipo de comunicación, intervienen muchos elementos, como son: los propios actores, también los públicos destinatarios de esa comunicación en concreto, el análisis de los propios medios de comunicación, el preformateado de los mensajes o comunicados, la anticipación de la toma de posición de la empresa y la visibilidad y oportunidad de las interacciones de comunicación. Todos ellos, son elementos que conviene anticipar y tener preparados en función de los riesgos o de las crisis previstas. En este sentido, el Comité de Crisis que previamente ya ha sido diseñado como una de las medidas de urgencia en previsión de una crisis debe reunirse inmediatamente, para dar las primeras instrucciones y sobre todo para transmitir orden y un mínimo de tranquilidad a todos. En tales circunstancias, lo que más se echa en falta es el sentido común que en cuestiones de comunicación, resulta ser en muchas ocasiones, el menos común de todos los sentidos. Porque indudablemente en una situación de estas lo primero y lo más urgente es tomar las medidas necesarias que procedan en cada caso: avisar a los bomberos; ambulancias; contactar con las familias afectadas; llamar a los clientes, proveedores, autoridades. En definitiva, tomar todas las medidas de urgencia necesarias para neutralizar la crisis. La identificación selectiva de los diferentes públicos de la empresa permite indudablemente adaptar y jerarquizar las respuestas que hay que dar en el periodo de crisis sabiendo quienes se verán implicados y con que gravedad. También es importante conocer los medios tanto técnicos como logísticos con los que la empresa puede contar y evaluar las necesidades para llevarlo a cabo. Será importante en este aspecto realizar un análisis que permita establecer relaciones entre los distintos públicos de la compañía con el objetivo de programar acciones de comunicación acordes a los diferentes públicos. Ante lo cual como medida más urgente, no conviene caer en el olvido de informar con rapidez y precisión a los empleados como público más interesado y como primeros afectados. No obrar de esta forma ayudará a que los rumores se propaguen fácilmente. Una vez tomada pues las medidas más urgentes, el comité o asesor de la crisis afrontará la comunicación de crisis, teniendo como base de actuación el Plan Preventivo que en su momento fue elaborado y que ahora se transformará para la empresa que así lo hizo en “el más bendito maná caído del cielo”. La ejecución del Plan conlleva la puesta en práctica de unas normas de actuación que han de seguirse en el tratamiento con los medios de comunicación y ellas principalmente se resumen en:
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a).-Anticipación e Iniciativa. El silencio es siempre sinónimo de culpabilidad cuando la crisis es grave: es interpretado como una huida o puede inducir a probar alguna culpabilidad de la organización, con lo que la imagen de la empresa resulta fuertemente dañada. En materia de comunicación existe una regla de oro que dice, “el ausente siempre es el culpable”. En opinión de uno de los primeros responsables en comunicación que tiene España, Antonio López, del BBV, rechaza de plano la posibilidad de intentar silenciar la crisis. En su opinión, “la sociedad de la comunicación con múltiples subsistemas es una maquinaria que rechaza el concepto del silencio. La circulación de la información es tan imprevisible que no existe censura posible que la detenga y aunque existiera, es un error estimar que una crisis silenciada es una crisis resuelta1. Un ejemplo que ilustra en la historia de nuestro país el tema del silencio lo tenemos en el famoso caso de la colza en España. Durante semanas corrieron los más variados y nefastos rumores sobre su naturaleza, sin que la Administración se hiciese eco de ello. Y cuando finalmente tomó el tema apareció un ministro para asegurar que se trataba de un “bichito”. En estos casos el trabajo de una información preparada y anticipada a los medios de comunicación facilitará las posturas que se van a defender, fundamental por múltiples razones, pero la principal, por la propia organización de la misma crisis; que evitará el tropiezo de un doble lenguaje. En este sentido pues, son muchos los profesionales que piensan en la importancia que tiene una buena organización de los hechos porque de ellos dependerá la imagen que van a recibir los públicos; la impresión recogida en sus primeras horas. Porque lo que se diga en los primeros momentos marcará y será difícilmente cambiable. Por lo tanto, el responsable de comunicación debe anticiparse a convocar a los medios para hablar del problema antes de que ellos se enteren por otras vías “no oficiales” (representantes sindicales, antiguos empleados, testimonios anónimos, antiguos empleados, rumores, etc) a falta de declaraciones de la empresa. Es importante en esta primera comparecencia ser lo más completo y ágil posible en la aportación de los hechos. Así el comunicador se convertirá en la primera y más fidedigna fuente para el periodista. Unos consejos que se traducen en calidad profesional para el Director de Comunicación de la empresa afectada debe de responder a: a) Mantener una comunicación con los periodistas habituales y mantener la misma respuesta hacia los periodistas que cubren de manera especial este hecho. La experiencia señala que un diálogo fluido con todos los periodistas termina creando una vía de comunicación muy útil a la hora de defender los postulados empresariales.
1 A. López es Director de Comunicación e Imagen de la Banca BBVA en España.
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b) No descuidar la comunicación interna hacia sus empleados y con esto se asegurará un tanto por ciento muy elevado la propagación de rumores. A través de esta comunicación la empresa conseguirá hacerse visible y dar a conocer la actitud de los hechos. Pero no conviene ni una excesiva polarización sobre la preservación de la propia imagen ni tampoco despertar el interés de algunos públicos dormidos, porque también en ocasiones la empresa debe saber callar sobre todo cuando los rumores que se producen son infundados. b).- Sinceridad, Tranquilidad y Autoridad. En el decálogo de todo comunicador figura como primer mandamiento la sinceridad, que trae como consecuencia la fiabilidad y la credibilidad. Es su principal arma ya que indudablemente el periodista es la primera información que obtendrá; la “palabra” del comunicador será clave. Como consecuencia si el comunicador de la empresa resulta ser un mentiroso, más tarde o más temprano los medios de comunicación no lo tomarán como fuente, con lo que se habrá acabado su oficio. Tarea en la que se encuentran inmersos en muchas ocasiones los directores de comunicación de las empresas españolas.2 En estos casos el mejor antídoto es decir únicamente lo que se sabe y nada más. Lo mismo que tampoco hay por qué admitir lo que no está probado, ni contestar temas fuera del hecho por el que han sido convocados los medios de comunicación. Hay que ceñirse única y exclusivamente a la información sobre la propia crisis . Ante estos hechos es importante que la propia empresa proporcione también una información tranquilizadora que sin ignorar ninguna situación contribuya a desdramatizar la situación creada. Ya que son muchas las ocasiones en las que hemos analizado crisis donde lo más sobresaliente era las expectativas negativas que provocaba. De esta forma, con proporcionar una versión única y responsable de los hechos permitirá que los medios no vayan más allá de lo conveniente en sus investigaciones. Y en segundo lugar, es importante también conservar una imagen de fortaleza en la empresa para que esa imagen influya en el tratamiento que le darán los media, pasando por una postura de acusación a la de un cierto reconocimiento. Y a su vez en este estilo de comunicar en la empresa debe prevalecer siempre; pero sobre todo, en los casos de comunicación de crisis, la aplicación en sus comunicaciones de dos principios generales: simplicidad y coherencia en lo que se transmite.
2 Entrevista mantenida con Alvaro Bordas. Responsable hasta Mayo del 2001 de la polìtica de Comunicación de Alcampo en España.
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a) La Simplicidad de una estrategia de comunicación, es ir a lo esencial de la información de los hechos; ó sea que resulte entendible lo que se dice. b) La Coherencia de la comunicación en periodos de crisis le permitirá a la empresa conservar su imagen, sus valores y sus roles. c).- Postura Proactiva. En la comunicación de crisis el objetivo principal de cualquier empresa es volver a la normalidad. Esto es una labor que hay que llevar a cabo a corto plazo y de forma proactiva. O sea, que en cualquier crisis lo que intenta la empresa es quedarse al menos como estaba antes de que ocurriera el conflicto. Actualmente las técnicas de comunicación van mejorando y existe una tendencia que es practicar aquello de... ”no hay mal que por bien no venga”, o sea, que de una crisis hay que buscar siempre el propio reforzamiento de su imagen. Aún dentro de la catástrofe cabe la posibilidad de explotar el éxito si la respuesta técnica y de comunicación de la empresa han sido las adecuadas. Desde la opinión de muchos profesionales a la cual nosotros nos sumamos, la empresa no sólo debe de eliminar las connotaciones negativas de riesgo si no que además debe de estar en disposición de aprovechar la oportunidad que ese riesgo; la crisis, le pueda aportar. Al menos con este espíritu es como se plantean los profesionales de la comunicación en España las actuales crisis, buscando las oportunidades que la situación puede depurarle y además sacar algún beneficio. Esta estrategia se encuentra ya en la historia con la famosa frase del filósofo Confucio quien postulaba en el año 600 antes de Cristo que “quien comete un error y no lo corrige se equivoca por segunda vez”. Apoyándose en ese precepto, la multinacional automovilística MercedesBenz hizo propósito de la enmienda y se puso a lavar la deteriorada imagen de su nuevo modelo la “Clase A”., cuyo lanzamiento en Octubre de 1997 estuvo marcado por el vuelco del modelo en la famosa “prueba del alce”. La solución del problema hoy no arroja dudas en cuanto a la estabilidad de la marca, pero el costo de la imagen va a ser difícil de superar puesto que su responsable, Daimler Benz en Alemania tardo en reaccionar después de que los medios de comunicación ya se habían hecho eco del accidente. El día 11 de Noviembre de 1997, optó por la solución correcta, retirar el coche del mercado para solucionar su problema a pesar de los costes de imagen que esto conllevaba. Sin duda, hoy la casa alemana se merece un voto de confianza, demostrando que es su primer fracaso en cien años de historia y Mercedes no se ha escondido, ha afrontado el problema y lo ha solucionado sacando el vehículo reforzado al mercado internacional.3 3 Fuentes: Revistas Especializadas como Auto, Motor, Sport (14-2-98; pág.14), Tráfico (1-12-97, pag.48), Autopista (1-2-8, pág.28), y Periódicos Nacionales: El Mundo (27-11-97, pág.40), El País (30-10-97, pág.54), etc.
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El profesional de la comunicación tiene que plantearse la crisis con este espíritu de trabajo, buscando las oportunidades que la situación puede depararle para superar el panorama adverso y además sacar algún beneficio. Con esta mentalidad, debe saber exponer a tiempo todos aquellos datos positivos de la empresa: productos en el mercado, puestos de trabajo, inversiones en investigación y desarrollo o en mejoras del medio ambiente, etc. Es también el momento de resaltar otras actividades en las que la empresa participa y que pueden proporcionar a sus públicos un imagen más humana de la compañía, como puede ser la labor social que realiza, presupuesto para patrocinios, mecenazgo, colaboración o creación de su propia fundación, etc. En este sentido es importante también que la empresa a través de la figura del portavoz incluya en sus alocuciones referencias al futuro de actividades dentro de su entorno o proyectos que la empresa va ha desarrollar. Estas aclaraciones vendrán a demostrar que la empresa sabe lo que hace aún en situaciones críticas. Si se logra transmitir toda la confianza posible, sin duda saldrá beneficiada, una vez las aguas después de la crisis vuelvan a su cauce. El Centro de Control de la Crisis. El plan de crisis no sólo debe contar con la organización adecuada para un comité de crisis, sino que además es importante que planifique tanto el emplazamiento físico como el centro de operaciones donde se van a instalar los distintos públicos que formarán parte de la crisis. Y que además se preocupe por dar respuesta a cuestiones tan elementales como: Una centralita bien equipada para hacer frente a numerosas llamadas, ¿Qué hacer con las llamadas anónimas?, o ¿Cómo tratar los rumores?, etc. El centro de operaciones destinado al trabajo del comité de crisis suele ser ocupado en la mayor parte de los casos por una de las salas de reuniones habituales de la empresa, ya que en la práctica son pocas las organizaciones que pueden permitirse la instalación de una sala reservada exclusivamente para este fin. En este escaso margen se encuentra la empresa BBV, quien posee en la actualidad una sala diseñada como centro de operaciones permanente para la dirección de comunicación del grupo y habilitada con las nuevas tecnologías en herramientas de comunicación para ser utilizada como sede del Comité de Crisis cuando se produzcan. En cuanto a las condiciones e infraestructura con la que debe contar el centro, dependerá de las características y necesidades de la propia compañía. Es importante en estos casos tener en cuenta tanto el número de miembros que formarán el comité, como el tipo de crisis potenciales a las que la empresa pueda enfrentarse. No obstante, independientemente de unas u otras cuestiones el centro de operaciones debe disponer de una tecnología y materiales necesarios para responder a una crisis de manera inmediata. A juicio de los profesionales son los siguientes:
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a) Medios de comunicación: teléfono, fax, correo electrónico, ordenador. b) Medios audiovisuales: monitor de vídeo, monitor de TV., radio, proyector de transparencias, videoconferencias, etc. c) Medios técnicos: pizarra, tizas, mapas, papel, fotocopiadora, material de escritura. d) Medios humanos: una secretaria. Hoy, cada vez con mayor frecuencia nos encontramos que la dispersión geográfica de muchas compañías y el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información permite que los comités de crisis se puedan dividir en varias sedes de la compañía donde los miembros se reúnen para analizar y tomar decisiones interconectados a través de imagen y voz (videoconferencias). Esta nueva forma de reunión es posible gracias a la ayuda de una figura denominada “coordinador de información”. La finalidad de esta figura es proporcionar al comité de crisis todo un sistema de información necesario mediante la recopilación de datos sobre el hecho o circunstancia que ha provocado la crisis en la compañía. La funciones de este coordinador consistirá en: a) Reunir en el menor tiempo posible a todos los miembros que forman el comité de crisis y ponerlos en antecedente de todo lo que está ocurriendo. b) Recopilar, seleccionar y extraer toda la información generada por la crisis en los medios de comunicación y ordenarla para que sea posteriormente entregada a cada uno de los miembros del comité. Por otra parte, existen también otros públicos que aunque no formarán parte del Comité de Crisis si que necesitan ser tomados muy en cuenta a la hora de gestionar la crisis porque se verán implicados o afectados por ella en alguna medida. El comité, debe estar preparado para que todo el operativo montado resulte eficaz para los propios públicos que harán uso de él y para que la propia empresa pueda tenerlos a su vez vigilados, controlados y organizados. Todo este operativo es importante que sea revisado varias veces porque no es de extrañar que al final queden en el olvido cuestiones importantes. Alguien dijo ”que la suerte es el esmerado cuidado de todos los detalles”. Sin entrar a valorar el acierto de esta frase, sí conviene sacar la conclusión que en estas ocasiones es mejor no abandonar las cosas ante la diosa fortuna. Todas estas medidas serán tomadas teniendo en cuenta cuatro públicos principalmente: periodistas, secretarias, personal interno, representantes sindicales, familiares (en caso de accidentes con víctimas).
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a) Las secretarias. Deberán funcionar ante la llamada de un medio de comunicación como meras receptoras de llamadas del exterior y desviar ésta llamada según nuestro criterio, al Responsable de Comunicación o al Gabinete de Prensa. Conviene recordar en estos casos, que la transparencia informativa que es la ley de oro de la comunicación en toda empresa, nada tiene que ver con el derecho a la confidencialidad que la empresa tiene que seguir en situaciones claves; en las que más vale callar a tiempo. b) Periodistas. Deberán ser recibidos en un local exclusivamente preparado para este colectivo en el que debe encontrarse toda la infraestructura necesaria: teléfonos, fax, ordenadores, impresora, documentación o dossieres de información de la empresa, monitor de TV y radio. Una sala que dispusieran incluso de un cuarto de baño, para evitar que los periodistas no anden de un lugar para otro dentro de la empresa y que puedan investigar por su cuenta. c) Representantes Sindicales. Hay que tenerlos bien controlados porque suelen ser la fuente de información en estos casos que más busca el periodista. d) Los familiares. También deberían estar reunidos en una sala con un entorno adecuado y hospitalario y acompañados por personas adecuadamente preparadas para estos casos como pueden ser: psicólogos, médicos, y un asistente social. e) Personal Interno. Es el público habitual que recibe la comunicación interna en la empresa y resulta ser un colectivo que se distingue por su gran diversidad de puntos de vista y de cultura (desde los directivos a obreros, pasando por maestros de taller, miembros de las unidades de producción, etc). Es indispensable por lo tanto, que en situaciones de crisis la empresa se tenga que justificar ante sus distintos públicos con más firmeza que nunca mediante una comunicación responsable y multiforme (la forma de comunicarse no puede ser la misma para todos sus públicos internos), en todos los niveles a fin de crear un sentimiento de cohesión entre todos). La comunicación hacia los empleados en estas situaciones debe ser muy fluida, porque es precisamente en estos públicos donde comienzan a aparecer los primeros rumores. Para evitar que se produzcan estas situaciones los responsables de la comunicación deben instalar herramientas (tablero de abordo, tablón de seguimiento, intranet, correo electrónico, octavillas, cartas personalizadas, etc), que se conviertan en instrumentos indispensables para el seguimiento de todos los acontecimientos acaecidos a última hora en la gestión de la crisis.
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El control del Rumor ante una Comunicación de Crisis En esta investigación el tema del rumor ha sido considerado con una importancia especial teniendo en cuenta la categoría que conlleva su estirpe. Por ello, queremos profundizar un poco más a través de nuestra investigación desde su origen, su comportamiento, y las consecuencias que puede acarrear su rápido crecimiento dentro de la empresa. El rumor, se puede presentar de formas muy diversas pero en la gran mayoría de las ocasiones éste se origina en la propia empresa. Es provocado por no tener agilizados unos sistemas adecuados de comunicación interna o bien porque la información que posee no se filtra adecuadamente al existir una excesiva jerarquización. Situación que conlleva a que se creen historias (en ocasiones ciertas) que van rodando de boca en boca por la empresa, sin que nadie se preocupe de desmentirlas o pararlas y puedan desembocar en un punto que ya no tiene remedio. No faltan tampoco ocasiones en las que el rumor tiene su caldo de cultivo en la autosuficiencia de los responsables de la compañía. Quienes en la mayor parte de las ocasiones no consideran necesario facilitar determinadas informaciones sobre situaciones que para ellos están muy claras; porque pertenecen a su vida cotidiana y que sin embargo no ven que para el personal no lo son. Un tercer embrión de la crisis en la empresa se encuentra en la propia competencia, pues existen casos en el mercado, de compañías que levantan fuertes difamaciones y las distribuyen incluso escritas mediante octavillas para reducir a sus adversarios en el mercado. Para argumentar pues el protagonismo que cada día alcanza el rumor en la empresa, la revista Fortune publicó en el año 1996, que en cada jornada laboral corrían por la empresas norteamericanas 33 millones de rumores. Y añadía: “el 75% de ellos ciertos”. El dato demuestra que no es la primera vez, ni la última, que un rumor acarrea una crisis en la empresa, provoca desconfianza, desprestigia la imagen de la compañía, suscita malestar entre sus empleados, repercute en el ritmo normal de la producción, e incluso ha generado el cierre de alguna empresa. En la práctica, el rumor resulta ser en la mayor parte de las ocasiones la antesala de la noticia y aquí procede recordar aquel refrán popular que dice “cuando el río suena agua llevará”. Cuando corre un rumor en la empresa es casi siempre provocado por el mal funcionamiento de los circuitos internos de comunicación; no funcionan de forma correcta. En una situación como esta lo mejor es responder rápidamente, optando por dos posturas: a) Que se desmienta si la información es infundada o errónea negando el incidente y evitando que los hechos se propaguen de manera inexacta o intentar al menos que la postura de la empresa quede reflejada. Recordemos en este caso la actuación de la empresa Procter & Gamble, cuando se vio afectada por un rumor concerniente a su pertenen-
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cia a una secta satánica, y no tuvo otra forma de actuar que negar todo. b) Como segunda alternativa, plantear la realidad pura y dura, sin aderezos y que el rumor quede definitivamente exterminado. En esta opción la empresa asume sus responsabilidades tomando la actitud de confesión; la cual proporciona una imagen de coraje ante la opinión pública. Las reacciones ante cualquier rumor en la empresa es indudable que son diferentes según quien ostente el mando en la dirección de la compañía, pero en esta investigación hemos comprobado que existen unas reglas básicas que funcionan en la mayor parte de las empresas españolas actualmente. Son tres premisas a tener en cuenta a la hora de que aparezca un rumor: a) Primero hay que comprobar si el rumor que aparece en la empresa es cierto o falso. En el primer caso hay que aclararlo cuanto antes. En caso contrario, no hay que contestar ante el rumor de frente, sino de forma indirecta y con un elemento que deje al rumor en ridículo. b) No aplicar tampoco la política del avestruz. Ante el rumor hay que responder de forma rápida, cierta y veraz. c) Si se acude a la nota de prensa, no iniciarla nombrando al rumor en primer lugar, de tal forma que no despertemos el interés de aquellos públicos que no lo conocen. Sea como fuere el momento o las circunstancias en las que se produce el rumor dentro de la organización es indispensable dar un consejo o mejor un antídoto, utilizado por aquellas empresas que se han preocupado porque su política de comunicación funcione. Nuestro antídoto es ejercer una comunicación fluida que mantenga motivado, informado y animado a sus empleados, al objeto de que todos de alguna manera se involucren en los objetivos de la empresa. Esta política anulará falsos rumores de daños insospechados que en la empresa moderna cuenta con eficaces herramientas para ser combatido, como: Internet, Intranet, Correo electrónico, etc., que hacen que su ejecución sea inmediata. En este sentido, uno de los aspectos más decisivos a la hora de combatir el rumor es tomar la iniciativa de comunicar y difundir la información con rapidez. De esta manera se consigue que la empresa pueda anticiparse al rumor proporcionando una versión oficial de los hechos, antes que estos puedan generar una crisis. Esta relación con los medios de comunicación se puede establecer utilizando diversos canales para la difusión del mensaje (Figura 5.12)
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Relaciones con los Periodistas
Ruedas de Prensa
Comunicados y Notas de Prensa
La entrevista
Temas de gran trascendencia Evitar la improvisación No discutir ni divagar
Breve Interesante Veraz Actual
Espontaneidad Distinguir lo importante de lo marginal Exigir imparcialidad
Figura 5.12 (Fuente: Elaboración propia)
En este aspecto hacemos mención también al caso ocurrido en Estados Unidos cuando apareció en la prensa la fotografía de una famosa actriz muerta y con un medicamento en la mano. La alarma entre los usuarios de este fármaco cundió propagándose como un gran rumor entre la población.4 El estilo desarrollado en la Comunicación de Crisis. El reconocimiento otorgado por profesionales, estudiosos y docentes sobre la importancia que posee el plan de comunicación de crisis en la empresa contemporánea conlleva a señalar también la importancia que en él se le otorga al estilo de la comunicación empleada. O sea, que tan importante es diseñarlo como la forma de transmitirlo. Las líneas de la comunicación en tiempos de crisis no deben cambiar los comportamientos o las formas de comunicación habitual en la propia empresa. Aunque indudablemente si se verá afectada esta comunicación por el aumento en volumen de trabajo y como consecuencia, el agobio será mayor. No conviene olvidar que en una situación de crisis toda la vida de la empresa se ve afectada y por lo tanto la relevancia de la comunicación en estos momentos toma un tono sobredimensionado.
4 (......) “Uno de los casos más conocidos en los que se demuestra la efectividad de la red ocurrió hace unos años en Estados Unidos, cuando los medios de comunicación mostraron el cadáver de una popular actriz mostrando en su mano un medicamento contra el asma.La alarma cundió entre enfermos que tomaban el fármaco. Ante esta imagen el laboratorio fabricante del producto elaboró una información sobre el medicamento, la compañía y las posibles causas del suceso . De esta forma los usuarios del medicamento que accedieran a la web obtendrían más información y contribuirían a difundirla. Así los laboratorios consiguieron ganar en tiempo a la televisión mediante la eficabilidad y rapidez Que les prestaba esta nueva herramienta de comunicación”.
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En el marco de este trabajo hemos podido conocer como maneja la comunicación en tiempos de crisis la empresa española actual. De donde se desprende que existen unas reglas inalterables en la comunicación que son sus comportamientos ante los medios de comunicación; donde demuestra no sólo su grado de profesionalidad sino la propia personalidad de la compañía. El trato con los medios siempre obliga a mantener unas normas de conducta en las que entran el respeto mutuo; comportamiento que el comunicador de la crisis debe adornar con cierto toque de clase y saber estar. En cuanto a como se establecen las pautas, estilos y formas de esta comunicación de crisis, lo primero que hay que advertir es que el responsable de comunicación tiene que tomar la iniciativa en todo lo que repercute a la comunicación de la empresa afectada. Existen por tanto unas reglas inmutables en la comunicación de crisis, que deben ser mantenidas a toda costa: a) No hay que mantener nunca una postura a la defensiva con los medios de comunicación respondiendo siempre a sus ataques. Para ello la mejor solución, según los profesionales consultados, “es mantener una política de transparencia, proporcionándoles las informaciones que sobre el conflicto nos reclaman y en caso de que la demanda de información no haya sido satisfecha, se deberán dar las razones oportunas”. Este ejemplo se suele dar con mucha frecuencia en dos compañías públicas españolas, nos referimos al caso de RENFE e Iberia. Dos empresas que debido a su actividad laboral están siempre predispuestas a sufrir grandes crisis en su sector provocadas por accidentes, huelgas, etc. El Portavoz de comunicación externa de RENFE5 comenta que en caso de accidentes, “nuestra vocación es decir la verdad de lo ocurrido, pero esa verdad para que sea cierta exige un tiempo prudente porque los accidentes ferroviarios conllevan una investigación del suceso. Motivo por el cual la información más detallada a los medios de comunicación es transmitida muchas horas más tarde del momento en que han ocurrido los hechos.” Y mucho más tarde de lo que el periodista desea”. Este argumento lo hemos podido comprobar mediante la información transmitida y recogida en el accidente ferroviario más trágico registrado en España durante los últimos 17 años, producido el 31 de Marzo de 1997 en la localidad navarra de Uharte-Arakil. El accidente se produjo a las 19.45 horas y RENFE fue emitiendo comunicados durante toda la noche a los medios de comunicación. En estos partes se decía únicamente ...”se ha abierto una investigación para averiguar las causas del accidente y hasta el momento la única informa-
5 Entrevista mantenida con Carlos Manuel Sánchez; Responsable de comunicación externa de RENFE.
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b)
c)
d)
e)
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ción facilitada por la compañía era el número de fallecidos y heridos hasta el momento, hora, sitio y causa probable que parece haber provocado el accidente”....... “La Nota Oficial sobre los hechos fue proporcionada por RENFE a las 12 horas de la mañana siguiente, habiendo transcurrido más de doce horas desde que ocurrieron los hechos”. Tampoco hay que dejar que una falsedad pueda ser admitida como verdad, a falta de un desmentido a tiempo. Esta circunstancia se aprecia cuando muchos periodistas hacen la misma pregunta y aquí lo que se revela es que existe una falta de información sobre el hecho. En este caso los profesionales de la comunicación tenemos asumidas determinadas frases que funcionan como axiomas en el oficio y que no pueden disimular un cierto mensaje amenazador: “Di lo que es antes de que otros digan lo que no es”; o “Por mucho que calles, el periodista va a escribir igual”. Es necesario igualmente dotar a la comunicación de un tono objetivo. No olvidar en estos casos que en la comunicación a quien hay que darle preferencia es al tema de la crisis. La comunicación en estos casos debe estar construida sobre la eventualidad de una persistencia de la crisis. Esta prudencia se traduce en no avanzar la salida de la crisis, antes de estar seguros y en organizar los balances de la información en cada etapa de la crisis. Y como regla general debemos conducir el estilo empleado en la comunicación desde la óptica del fin de la crisis. Y para finalizar una regla general de los más expertos en estrategias de comunicación en tiempos de crisis, hablan de lo necesario que resulta preparar las grandes líneas de la comunicación post-crisis.
En cuanto a cómo debe ser el marco del comportamiento a seguir en materia de comunicación durante la crisis, por parte de comunicador y periodista, la prioridad principal reside en el entendimiento mutuo. Desde un principio, es importante que ambas figuras definan los derechos y obligaciones de cada uno, para crear lo antes posible ese estatus beneficioso para ambas partes. Es en este punto cuando habría que recordar a ambos interlocutores la famosa fábula del escorpión y la rana que dice así: (...) “Un escorpión quería cruzar un arroyo y le propuso a la rana que le portara en su lomo a la otra orilla. La rana, expresó su temor al propio picotazo del escorpión, quien conformó a la rana argumentando que si así actuase él también se ahogaría. Al quedar la rana convencida iniciaron la travesía, donde a mitad de camino el escorpión inoculó su temido veneno al confiado anfibio, quien hundiéndose en el agua pedía una explicación. “No lo sé, chica, -respondió el escorpión- a punto de ahogarse. Es mi carácter, es que soy así”.
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Importancia de la Gestión de la Comunicación en periodos de Crisis Empresariales
Esta fábula es comparable en la vida real con la relación existente entre el comunicador de empresa (la rana) y el periodista (el escorpión), quienes están condenados a entenderse. Una relación profesional en la que deben estar muy claros los papeles que ambos personajes han de asumir. Desde el punto de vista del profesional de la comunicación, éste ha de asumir ante el periodista la obligación de veracidad de la propia información que él difunda, debe respetar las primicias que le pueden llegar y agilizar la información que debe ser confirmada. Pero estas responsabilidades llevan como contrapartida el derecho a ser contrastado por el periodista siempre que se vaya a hablar de la empresa. Un derecho a ser consultado que ha sido ganado a pulso por el profesional de la comunicación de la compañía . Un privilegio que el periodista sólo otorga a profesionales que en momentos difíciles han respondido con exactitud y quien sólo conociendo en profundidad el trabajo del periodista puede exigirle que “respete nuestro silencio o confíe en nuestra respuesta, incluso sin dar pruebas que en ocasiones confirme aquello que estamos aludiendo”. La necesidad pues de conocer al periodista y de que este nos conozca6 se convierte cada día en un signo de vital importancia para el profesional de comunicación de la empresa. Lograr ser considerado como una sólida fuente de información para el periodista será la señal de que el profesional se está convirtiendo en un profesional fiable en su sector. Existen ciertas normas orientativas que a la hora de redactar y enviar una comunicación delicada en tiempos de crisis hay que tener en cuenta: a) Redactar este tipo de informaciones con rapidez, gran claridad de contenidos y exactitud en la información. b) No utilizar slogan, adjetivos, tecnicismos, o palabras ambiguas en los comunicados. c) Enviar el comunicado al medio de comunicación oportuno y a los periodistas especializados. d) Respetar siempre los horarios de cierre en las redacciones. e) Facilitar la información en datos y cifras que el periodista va buscando aún por encima de nuestros intereses en comunicación. Este último consejo puede ser difícilmente entendible sino se recurre a narrar un caso verídico ocurrido en el año 1994 en la historia de la comunicación española.
6 Entrevista mantenida con Carlos Paniagua, Presidente de la Agencia de Comunicación “Paniagua Comunicaciones” con sede en Madrid.
Mª Luisa Sánchez Calero
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Nos referimos a la Junta General de Accionistas de la banca BBV 7celebrada el 26 de febrero de 1994. Si hacemos un paréntesis en la historia, recordemos que por aquellos días el futuro de Banesto estaba en el candelero de toda la prensa española. Era un 5 de febrero, cuando se celebraba la Junta del Banco Santander, D.Emilio Botín había sido asaltado durante cincuenta minutos con preguntas sobre el caso Banesto y ninguna sobre su banco. El comunicador de prensa de BBV tomó buena nota y transmitió a posteriori una nota de prensa en la que en los cuatro primeros párrafos mostraba a los periodistas lo que ellos querían saber: “la postura del BBV ante Banesto”. A continuación se decía todo lo que a BBV más le interesaba publicar. Aún hoy es recordada aquella nota de prensa por los profesionales, como un modelo de profesionalidad. En la práctica como base de todas estas consideraciones existe un principio básico que se resume en una palabra: “Servicio”. El profesional de la comunicación en la empresa tiene como objetivo principal el de ayudar y facilitar las cosas a los profesionales de la comunicación porque sólo así podrá seguir existiendo el contrato innominado del Derecho Romano: “Do ut des”, doy para que me des. Sobre estas claves de comportamiento ante la comunicación de la crisis, los responsables de la misma se encontrarán a la altura deseada porque desde esta base establecen un acoplamiento permanente de acciones comunicativas que comprometen tanto a la imagen como a la propia reputación de la compañía.
(Recibido el 10-1-2001, aceptado el 25-1-2002)
7 Hoy la banca BBV ha sufrido la fusión con otro banco pasándose a denominar el grupo BBVA.
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 181-196)
La estructura argumentativa de un tipo particular de discurso jurídico. El caso de cuatro demandas de reivindicación1 territorial mapuche (IX Región – Chile) y la construcción de la identidad reivindicativa* Carlos del Valle Universidad de La Frontera, Temuco, Chile
RESUMEN La investigación realizada busca aportar antecedentes respecto de la manera cómo se construyen los hechos históricos y jurídicos, expresados en las demandas judiciales de reivindicación territorial mapuche, que patrocina y presenta el abogado mapuche José Lincoqueo. Esto permitirá conocer la compleja relación entre el Estado – Sistema Judicial y el pueblo mapuche en Chile. El corpus de estudio de esta investigación está integrado por cuatro demandas de reivindicación territorial mapuche presentadas en los tribunales de justicia desde 1998 hasta 2000. ABSTRACT This research contributes to the construction of the historical and judicial facts, expressed in the judicial demands of mapuche territorial reivindication by the mapuche lawyer, José Lincoqueo. This research permits us to understand the complex relation between the State – Judicial System and the mapuche people in Chile. The body of work of this research are focused on four mapuche territorial reivindication demands presented in the tribunal justice since 1998 until 2000.
Palabras claves: Reivindicación territorial/Lenguaje/Chile/Discurso jurídico/Estado.
Key Words: Territorial Claim/Chile/Legal Language/State.
1 Se entenderá por Reivindicación la exigencia que los mapuche hacen de aquello que consideran que un momento histórico fue suyo y que se les arrebató. En este caso particular se refiere al espacio territorial, pero incluye otros aspectos. También resulta importante comprender el concepto de Demanda, que se refiere a las exigencias de aquello que los mapuche consideran como deuda que el “escenario desventajoso” en que se han encontrado les ha impedido obtener. * Trabajo inserto en el Proyecto de Iniciación a la Investigación Nº IN-1800, financiado por la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Universidad de La Frontera, Temuco-Chile.
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I. INTRODUCCIÓN l propósito fundamental de esta investigación es analizar, en el contexto de lo que llamaremos « discurso jurídico-judicial », situaciones que involucran a mapuches frente a procesos del sistema judicial chileno. Desde el punto de vista comunicacional, consideramos « lo jurídicojudicial » como un hecho de lenguaje que se manifiesta concretamente en nuestra sociedad y que, como lenguaje, es un fenómeno eminentemente comunicativo (Fries-Matus, 1999). Y es comunicativo no sólo por su utilización efectiva en la resolución de conflictos, sino también porque su presencia pone al descubierto dificultades comunicacionales que, no obstante, se mantienen en el tiempo. La génesis del conflicto (la guerra) trasciende a la ley (como esencia de lo « jurídicojudicial »), pues la guerra constituye el motor de nuestras instituciones y del orden existente (Foucault, 1992, 1995). Este trabajo constituye un aporte para comprender la compleja relación entre la sociedad global chilena y la sociedad minoritaria y minorizada mapuche, en el marco de un tipo de relaciones muy particulares, en las cuales lo jurídicojudicial, como conjunto de leyes, es invocado para dirimir cierto tipo de conflictos. Y precisamente en este tipo de conflictos yace una serie de representaciones sociales y factualidades para describir el mundo, que nos permitirán entender mejor los escenarios emergentes tras las actuales transformaciones al sistema procesal penal en Chile (que son procedimentales y no de contenido, de forma y no de fondo). Finalmente, utilizamos « lo legal » para indicar un espacio relacional, de convivencia, regido por el conjunto de leyes presentes en nuestra sociedad. Naturalmente, el conjunto de leyes y su aplicación resulta ser un elemento crucial, pues pretenden organizar, ordenar y equilibrar la relación, en el caso de este análisis, entre mapuches y no mapuches. Y no resulta novedoso que en la actualidad los «conflictos interculturales» se debatan y decidan entre la ley indigena y la apelacion a la legislacion que protege la propiedad privada. Entonces, por ejemplo, en este espacio de «lo legal» se pondrá en evidencia histórica la dicotomía existente entre dos cosmovisiones respecto de la tierra. Y una de ellas se impondrá a la otra, porque este espacio de « lo legal » será controlado por una de las dos cosmovisiones, la que crea las condiciones de «lo legal».
E
II. MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL 2.1. El discurso jurídico Michel Foucault (1995) propone que las prácticas judiciales son empleadas por las sociedades para definir tipos de subjetividad, formas de saber y relaciones entre el hombre y la verdad (1995:17). Para el autor, las prácticas judiciales son la “manera” en que, entre los hombres, se arbitran los daños y las responsabilidades. Entenderemos por ello, “el
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modo en que, en la historia de Occidente, se concibió y definió la manera en que podían ser juzgados los hombres en función de los errores que habían cometido, la manera en que se impone a determinados individuos la separación de algunas de sus acciones y el castigo de otras” (1995:17). Así, surgen dos prácticas tendientes a reconstruir los hechos: a) indagación, que se encuentra inserta dentro de la práctica judicial y política y que se utilizó como una forma de investigación en la edad media para llegar al culpable y; b) el examen, que dio origen a otras disciplinas como la sociología, psicología, psicopatología, criminología y el psicoanálisis. 2.2. Evolución de la práctica judicial En la antigua Atenas, según Foucault, existieron tres formas de “producir verdad”: (1) la elaboración de formas racionales de la prueba y la demostración, (2)el arte de persuadir y (3)el conocimiento por testimonio, recuerdos e indagación. El Derecho Germánico, por su parte, considera que para la existencia de una acción penal “se necesitan dos individuos, nunca tres” (Foucault, 1995:66). En este sentido, surge la noción de víctima – victimario. “La lucha entre los contendientes se transforma en una guerra particular y el procedimiento penal pasa a ser una ritualización de esta lucha” (1995:66). El derecho, se transforma así, en una forma reglamentada de hacer la guerra. Para Foucault, también existe la posibilidad de llegar a un acuerdo o transacción a través de esta serie de venganzas rituales recíprocas; es decir, la posibilidad de concretar un pacto en el cual se rescate el derecho a tener paz (1995:67). Este procedimiento está gobernado por la lucha (la guerra o lo bélico) y por la transacción (la paz). Para el autor, la ley no es una pacificación, sino que detrás de la ley, la guerra continúa, ya que es la que constituye el motor de las instituciones y del orden. En cuanto a la paz, ésta es una forma solapada de seguir la guerra, en otras palabras, “detrás de la paz, se debe saber redescubrir la guerra; la guerra es la clave misma de la paz” (Foucault, 1992:59). 2.3. El Sujeto del Discurso Por otro lado, el sujeto que habla en este discurso no puede tener una posición neutral. El que habla, cuenta la historia, llama a la memoria, se inserta dentro de la lucha general y persigue una victoria particular. El sujeto que reivindica el discurso del derecho está marcado por una relación del derecho con la propiedad “de conquista, de victoria, de naturaleza. Puede tratarse de los derechos de su familia o de su raza...” (Foucault, 1992:61).
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Así, “la verdad es, en suma, una verdad que sólo puede desplegarse a partir de la posición de lucha o de la victoria que se quiere obtener, de algún modo en el límite de la misma supervivencia del sujeto que habla” (1992:61). En resumen, el discurso establece un vínculo importante entre las relaciones de fuerza y las relaciones de verdad. 2.4. Una aproximación al discurso jurídico mapuche En este estudio analizo los actuales textos jurídico-judiciales utilizados por los mapuches para reivindicar sus tierras, particularmente los textos del abogado mapuche José Lincoqueo. Se intentará explicar cómo las actuales demandas legales de reivindicación territorial mapuche reconstruyen cierto escenario histórico, jurídico y judicial-pragmático, para seguir desde allí el camino de la legitimación de una nación. Es así como el espacio de lo legal se transforma en un elemento decisivo para reivindicar la tenencia de las tierras al sur del Bio - Bio. Uno de los elementos claves será la utilización de los parlamentos, especialmente el de Negrete (Marzo, 3, 4 y 5 de 1803), para restituir la legitimidad del pueblo mapuche como Nación Autónoma; donde los parlamentos constituyen un texto histórico, jurídico y judicial. 2.5. La construcción de los hechos Para Jonathan Potter (1998), el lenguaje, o más ampliamente, el discurso, no es un reflejo de la realidad. Consigna, entonces, que “las descripciones y los relatos construyen el mundo o, por lo menos, versiones del mundo” (1998:130). Esto, porque las descripciones son prácticas humanas, con lo que pueden variar tanto como personas existen. Sin embargo, Potter va más allá de la categoría “mundo”, pues no sólo es el mundo el que se construye. Siguiendo la misma línea, los “hechos” que constituyen este mundo no están allí antes que las personas, sino que las personas construyen los hechos al hablar de ellos. Y la atención se centrará en el discurso, pues es a través de éste que se lleva a cabo la construcción de hechos y es parte de las prácticas sociales. En este caso, el discurso jurídico mapuche. 2.6. El proceso de construcción de los hechos Potter divide en dos grupos los procesos de construcción de hechos a partir de los recursos que se emplean para elaborar la factualidad : 2.6.1. Recursos centrados en la identidad del hablante Estos se refieren a la manera en que se puede desarrollar la identidad de los agentes que producen descripciones para elaborar su credibilidad.
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a. Conveniencia e interés Quien hace la descripción tiene algo que ganar o que perder. Es decir, que para socavar una descripción, se pueden imputar conveniencias o intereses personales hacia quien la realiza. Sin embargo, nos centramos en la forma en que se elabora la descripción para evitar su socavación o para anular imputaciones de conveniencia. En otras palabras, lo que interesa a esta investigación es la emisión de la descripción. b. Acreditación de categorías Ciertas categorías de personas, en determinados contextos, se tratan como expertos. Esto permite pasar por alto la necesidad de preguntar cómo una persona sabe algo, pues la pertenencia a una categoría es suficiente para explicar y justificar el conocimiento específico. Por otra parte, se refiere también a desacreditar categorías, es decir, hacer pertenecer a alguien a una categoría que no goza de credibilidad. c. Posicionamiento, neutralidad y alineamiento El que describe un hecho, lo hace como propio o se distancia de él. 2.6.2. Recursos orientados a destacar la independencia entre hablante y descripción Son procedimientos que apartan la atención de la naturaleza o identidad del productor (de la descripción). Esta cualidad se denomina “exterioridad”, ya que se desvía la atención de los intereses del productor y de su responsabilidad por la descripción. a. Discurso empirista La descripción posee un conjunto coherente y distintivo de características retóricas y lingüísticas. Estas se agrupan en dos temas generales: impersonalidad gramatical y primacía de los datos. b. Consenso y corroboración Una manera de transformar una descripción en un hecho consiste en obtener la sanción de testigos fiables. Así, el consenso en los informes proporciona una corroboración de la factualidad de una versión. c. Detalle y narración Consiste en narrar los pormenores de una cosa a un suceso, derivados del examen cuidadoso de una escena y que tienen características que pueden parecer difíciles de inventar a causa de su especificidad. Con esto se muestra que quien describe tiene capacidad de observación y que estuvo presente.
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2.6.3. La orientación de las descripciones hacia la acción Los principales procedimientos que Potter (1998) plantea para que una descripción realice una acción son: a. Categorización y manipulación ontológica El contenido específico de algo se constituye mediante la categorización. Es decir, que para describir y al mismo tiempo hacer algo, las personas utilizan categorías. Por otro lado, la manipulación ontológica se refiere a que cualquier descripción elegirá dar importancia a unos fenómenos determinados e ignorará otros potencialmente relevantes (1998:234). b. Maximización (extremismo) y minimización Cuando alguien intente justificar, desacreditar o contradecir alguna conclusión, se suele recurrir a la formulación de casos extremos, es decir, utiliza los extremos de las dimensiones descriptivas pertinentes. Estas descripciones son útiles para apoyar la causa de que algo “malo” es “realmente malo” o que algo “bueno” es “realmente bueno”. c. Normalización y anormalización Los relatos de individuos y grupos procuran presentar sus propias acciones y las de otros como normales y naturales, o como injustificadas, sospechosas o problemáticas en algún sentido. En el sentido de la descripción, lo normal es indicativo, es decir, no basta con describir una acción que es considerada anormal o extraña, sino que, al contrario, esta anormalidad se debe construir durante el discurso.
III. MÉTODO Para determinar las particularidades de la estructura argumentativa del discurso jurídico mapuche, los elementos del marco teórico: el discurso jurídico, las formas jurídicas de Michel Foucault y la construcción de los hechos de Jonathan Potter; se transforman en categorías de análisis a aplicar sobre cada una de las demandas de reivindicación territorial del abogado Lincoqueo (Ver anexo1). 3.1. Criterios de Análisis Los criterios de análisis de esta investigación los entrega Jonathan Potter (1998), quien, a objeto de centrarse especialmente en los procedimientos empleados para elaborar descripciones factuales, ocupa tres conceptos de la etnometodología. Esta ofrece un modelo de comprensión que se basa en restablecer el sentido de las expresiones producidas en un contexto mediante el empleo de una gama de
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métodos, es decir, nos orienta a observar los procedimientos mediante los cuales el discurso factual se construye, las ocasiones en las que se inscribe y los fines a los que sirve (1998:66). Los tres procedimientos (y que serán empleados como criterios de análisis) para elaborar descripciones factuales son: a) Indicación: cuya idea fundamental es que el significado de una palabra o expresión depende del contexto en que se usa, es decir, lo que da sentido a una expresión es la combinación de palabras y el contexto (65-66). En consecuencia, “la compresión del lenguaje no es el producto de unas representaciones semánticas compartidas –(...)- sino que es la consecuencia de compartir unos procedimientos para generar significados dentro de contextos” (66). b) Reflexividad: bajo esta noción se señala que las descripciones no son sólo acerca de algo, sino que también, hacen algo, es decir, no se limitan a representar alguna faceta del mundo, sino que también intervienen en ese mundo de alguna manera práctica (69). c) Método documental de interpretación: se refiere a que cuando las personas comprenden sucesos y acciones, lo hacen en función de expectativas, modelos e ideas previas. Pero, estas expectativas, a su vez, son modificadas por la comprensión que se obtiene. El círculo se explica porque una expresión determinada se ve como evidencia de una pauta subyacente y, al mismo tiempo, el hecho de que la expresión forme parte de esta pauta subyacente se emplea para comprenderla (72). 3.2. Corpus El corpus de esta investigación lo componen 4 demandas de reivindicación territorial mapuche, presentadas en los tribunales de justicia de distintas ciudades de Chile (Santiago, Pitrufquén y Temuco), en el período 1998-2000, por el abogado indígena José Lincoqueo Huenumán, facilitadas por este último, y que abarcan una amplia gama de instituciones y personas públicas y privadas. 3.3. Criterios de inclusión / exclusión Los criterios para determinar las demandas que integrarán el corpus son los siguientes: a) Las demandas deberán ser de reivindicación territorial mapuche, b) además de estar patrocinadas por un abogado mapuche, c) que sean representativas de comunidades indígenas y d) que estén dirigidas en contra de un amplio espectro de instituciones tanto públicas como privadas. Por lo tanto, las demandas que se enmarcan dentro de estos parámetros son las que se pasa a detallar a continuación:
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Demanda 1: Demanda de reivindicación y querella civil contra el Estado de Chile y la empresa Forestal Mininco S.A., presentada por el demandante Daniel Llanquileo Llanquileo, representando a la Comunidad Rucañanco y patrocinada por el abogado José Lincoqueo. Demanda 2: Querella posesoria de restitución y/o restablecimiento con indemnización de perjuicios, en contra del Servicio de Vivienda y Urbanización, IX Región de la Araucanía, de la I. Municipalidad de Temuco, del Obispado de Temuco, de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), y en contra de los particulares René Fourcade Magolke, Fernando Montesinos, Juan Díaz y Benjamín Jorquera Zapata; presentada por Eusebio Caniuqueo Huentenao, en representación de la Comunidad Juan Currín, iniciada el 13 de marzo del 2000 en la Corte de Apelaciones de Temuco, y patrocinada por el abogado José Lincoqueo. Demanda 3: Querella criminal por usurpación masiva de tierras indígenas, falsificación de instrumentos públicos, celebración de contratos simulados para encubrir usurpaciones y otros, en contra de la Sociedad Forestal Millalemu S.A. y de todos los que resultaren coautores, cómplices o encubridores de los hechos; presentada el 12 de mayo del 2000 en el Juzgado de Letras de Pitrufquén por el abogado José Lincoqueo Huenumán, en representación de la Comunidad Indígena Trapehue-Luciano Manque, y que él mismo patrocina. Demanda 4: Demanda de reivindicación y otros derechos, en contra del Estado de Chile, del Poder Legislativo, del Poder Judicial, de la empresa Forestal Minico S.A. y en contra de los particulares Juan Agustín y Aída Figueroa Yávar, presentada en la Corte de Apelaciones de Santiago el 22 de enero de 1999, por el abogado José Lincoqueo Huenumán en representación de la Comunidad Ñirripil, ex Temulemu, y que él mismo patrocina. Esta demanda fue ampliada el 18 de junio de 1999 en el Vigésimo Noveno Juzgado Civil de Santiago, agregándose a los demandados, la I. Corte de Apelaciones de Temuco y la Intendencia de la 9ª Región.
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IV. Resultados 4.1. Descripción de los resultados Demanda
1
2
3
4
· Antecedentes
1
8
3
5
· Lo bélico-dialéctico
8
14
5
9
Categoría y subcategorías 1.- Hechos Históricos
2.- Hechos Jurídicos · Poder y legitimación
10
14
11
34
· Lo bélico-dialéctico
2
4
3
5
· Idioma jurídico
6
7
8
18
13
16
13
17
· Posicionamiento, conveniencia e interés
12
54
16
43
· Acreditación de categorías
19
50
30
92
3.- Hechos Pragmáticos
· Tipos de demanda 4.-Construcción de Hechos - Identidad del Hablante
- Independencia del hablante · Discurso empirista · Consenso y corroboración · Detalle y narración
9
1
5
8
12
12
10
16
1
3
0
2
5.- Construcción de Hechos y Acción
· Manipulación ontológica
3
0
3
3
· Maximización y minimización
9
4
10
12
15
10
10
18
· Normalización y anormalización
A partir de lo anterior, podemos esbozar las siguientes conclusiones: 1. En la categoría hechos históricos se revela una relación conflictual entre el estado de Chile y el pueblo Mapuche. Las demandas puntualizan que entre España y Arauco existía una relación horizontal (como lo expresa el parlamento de Negrete, de los días 3, 4 y 5 de marzo de 1803), por lo cual la intervención del estado de Chile en los territorios mapuches constituye una guerra no declarada y, por lo tanto, ilegítima y atentatoria contra las leyes internacionales de defensa de los derechos humanos.
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2. En la categoría hechos jurídicos destaca la legitimación del discurso a través de los parlamentos y leyes internacionales invocadas. 3. En la categoría hechos pragmático-judiciales, se explica la simulación permanente de la guerra, pues la paz sólo sería alcanzada -según las demandas- a través de la devolución total de las tierras y la indemnización histórica a los mapuches. Esto supone costos millonarísimos que el estado de Chile no podría asumir. 4. En la categoría construcción de hechos, la subcategoría acreditación de categorías tiene alta presencia, particularmente en lo referido a la descalificación de los tribunales al sur del río Bío-Bío. También destaca la subcategoría consenso y corroboración, pues en las diferentes demandas se mencionan testigos o testimonios que la legitiman. 5. En la categoría construcción de hechos y acción, es muy frecuente la subcategoría normalización y anormalización, pues en las demandas se legitima la “toma de tierras” como actos en “legítima defensa”. 4.2. Interpretación de los resultados Con los resultados anteriores, podemos intentar configurar la identidad reivindicativa mapuche, una suerte de perfil reivindicativo en el contexto de conceptos y prácticas cotidianas como la justicia, el sistema judicial y la reforma procesal en Chile. Se revela una relación conflictual entre el Estado de Chile y el Pueblo Mapuche. Las demandas puntualizan que entre España y Arauco existía una relación horizontal (como lo expresa el parlamento de Negrete, de los días 3, 4 y 5 de marzo de 1803), por lo cual la intervención del estado de Chile en los territorios mapuches constituye una guerra no declarada y, por lo tanto, ilegítima y atentatoria contra las leyes internacionales de defensa de los derechos humanos.
Recontrucción de una relación bélica, a partir de la historia, como parte de la identidad de relación con el otro.
Encontramos una legitimación del discurso a través de los parlamentos y leyes internacionales invocadas.
Legitimación de la identidad reivindicativa, a partir del discurso legal.
Encontramos que se representa una simulación permanente de la guerra, pues la paz sólo sería alcanzada -según las demandas- a través de la devolución total de las tierras y la indemnización histórica a los mapuches. Esto supone costos millonarísimos que el estado de Chile no podría asumir.
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Utopización de la identidad reivindicativa.
Hay una descalificación de los tribunales al sur del río Bío-Bío.
Descalificación jurídica de la actuación del otro.
En las demandas se legitima la “toma de tierras” como actos en “legítima defensa”.
Legitimación jurídica de las acciones reivindicativas.
4.3. Consideraciones finales En el contexto de la construcción de la identidad reivindicativa, resulta importante advertir, en el ámbito del discurso jurídico, cómo se reconstruye una relación bélica, a partir de la reconstrucción de la historia. Esta identidad también se relaciona con elementos supra nacionales, pues se invoca en la construcción discursiva los parlamentos históricos y las leyes internacionales. Asimismo, la búsqueda de indemnizaciones, propia del discurso jurídico, es parte de esta identidad reivindicativa. Y si bien se apela al sistema judicial chileno, en lo jurídico se restringe la actuación de los instrumentos judiciales del Estado (se margina los tribunales al sur del Bío-Bío). Por su parte, el uso de este discurso jurídico supone la incorporación de un nuevo lenguaje, en el cual las acciones extrajudiciales como la “toma de tierras” adquieren una nueva configuración: son “actos en legítima defensa”, donde la relación es recíproca. Quienes efectúan las “tomas de tierras”, en lo sucesivo dirán que son “actos en legítima defensa”. Todo lo anterior, nos permite sintetizar la identidad reivindicativa mapuche de la siguiente forma: * Cuando las reivindicaciones son incorporadas por los mapuches al marco jurídico se establece un rol activo en relación al Estado chileno, donde (a) se reconstruye la relación bélica, (b) se invocan elementos supra nacionales, (c) se restringe la actuación de los instrumentos judiciales del estado; y (d) se incorpora un nuevo lenguaje, al contexto jurídico, y desde éste a las prácticas cotidianas. Será un desafío descubrir la manera de avanzar en la relación Pueblo Mapuche - Estado de Chile, a partir de estos antecedentes.
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ANEXOS A.
Extracto de dos de las demandas (presentadas en el Vigésimo Noveno Juzgado Civil de Santiago)
22 de enero de Materia: Demandante: Demandado: Rol 221
1999 Demanda de Reivindicación y otros derechos José Lincoqueo Huenumán, Rut 3.996.174 – 1 Estado de Chile, Forestal Mininco S.A. y otros
“...interpongo demanda de reivindicación de los predios que más adelante se señala, y querella civil por daños cuantiosísimos y otros derechos en juicio ordinario, en contra del estado de Chile, sus tres poderes, el Ejecutivo, representado por su Excelencia el Presidente de la República don Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ingeniero...; el poder Legislativo, en la
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persona de su presidente don Gutemberg Martínez Ocamica, abogado; el senado, en la persona de su Presidente don Andrés Zaldívar Larraín, abogado...y el Poder Judicial en la persona de su Presidente don Roberto Dávila Budge, abogado...en contra de los particulares don Juan Agustín y doña Aída Figueroa Yavar...en contra de la empresa particular Forestal Mininco S.A....” (foja 01) Por tanto, de acuerdo con las disposiciones invocadas y sin perjuicio de las disposiciones invocadas, parlamento de negrete, O Tratado Internacional celebrado entre españa y Arauco que establece o reconoce una vez más la soberanía de las comunidades al sur del río Bío-Bío, Y PONE TÉRMINO AL DERECHO DE CONQUISTA Y EN PERFECTA ARMONÍA CON LAS NORMAS DEL ART. 36 Nª 2 de la Constitución Política del año 1833, art. 640 del C. Civil, QUE TAMBIÉN PONEN TÉRMINO A ESE DERECHO DE CONQUISTA O LO REGLAMENTAN DE UN MODO FÉRREO, art. 606 de C. Civil, sobre ocupación, como medio para adquirir el derecho de dominio, que IMPOSIBILITA A LOS QUERELLADOS A TENER DOMINIO O TENENCIA SOBRE LOS FUNDOS SANTA ROSA DE COLPI Y NANCAHUE, CHORRILLOS Y LOS OTROS INDIVIDUALIZADOS EN EL EXORDIO, POR INFRINGIR DISPOSICIONES DE TODAS LAS CONSTITUCIONES DEL ESTADO DE CHILE Y DEL DERECHO INTERNACIONAL” (foja 17)
18 de junio de 1999 Materia: Demanda y querella civil por indemnización de perjuicios Demandante: Comunidad Rucañanco, Rut 8 090 012 - 0 Demandado: Estado de y otra Rol 221 – 99 * La demanda fue notificada por los demandados y luego modificada y ampliada por la parte querellante. Interpongo demanda de indemnización de perjuicios y querella civil, en juicio sumario, en contra del estado de Chile, representado por el Consejo de defensa del estado, en la persona de su titular, abogada doña Clara Szczaranski...y también en contra de la Forestal Minico S.A....”(foja 01) “...y en definitiva condenarlos a las siguientes prestaciones: a) Declarar que el primer Juan Ignacio Llanquileo, fue secuestrado y luego reducido a la esclavitud incorporándose al Ejército de Chile en le forma descrita en el exordio.-
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b) Que la autoría de ese hecho es de responsabilidad directa del estado de Chile, porque el secuestro fue realizado por una de las ramas de sus Fuerzas armadas.c) Que como consecuencia de los hechos señalados, fueron usurpados los predios La posada y Puente Alegre en el verano de 1879, y que esa calidad se mantiene hasta el día de hoy y que usufructa de esos predios la empresa particular denominada Forestal Mininco S.A. en forma exclusiva y excluyente.-“ (foja 11). Algunas Leyes invocadas 1823.“Parlamento con los araucanos.-Se autoriza al Ejecutivo para celebrarlo 1ª Autorízase al Gobierno para la celebración de un parlamento general con los araucanos. 2ª Apruébase el presupuesto de los veinte mil pesos pedidos por el Ejecutivo para la celebración del parlamento i redención de las familias que existan prisioneras entre los indios, incluyendo en aquellos la cantidad con que concurriere el Gobierno de Buenos Aires según la invitación hecha” Santiago 2 de julio de 1852. “Arauco.- se crea la provincia de este nombre Art. 1ª Establécese una nueva provincia con el nombre de Provincia de Arauco, que comprenderá en su demarcación los territorios indígenas situados al sur del río Bío-Bío i al norte de la provincia de valdivia....” Parlamento de Negrete.- 3, 4 y 5 de marzo de 1803.Parlamento General, celebrado en el campo de negrete con los Indios de Chile en los días 3, 4 y 4 de marzo de 1803, presidido por el señor don Pedro Quijada, Brigadier de los Reales Ejércitos y Comandante del batallón de Infantería de esa frontera, a nombre del Exmo. Señor Gobernador y Capitán general del reino de Chile.” “para celebrar el parlamento General con los cuatro Butalmapus que comprende la tierra desde el río Bío Bío al sur, hasta los países más meridionales del continente, y desde el mar a la cordillera...y afirmar todos los artículos que hacen la felicidad recíproca de ambas naciones...” “Artículos publicados en el parlamento general de los Indios de Chile congregados en el campo de negrete en los días tres, cuatro y cinco de marzo de mil ochocientos tres.
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2ª.- Que habiendo tratado en el Parlamento de Lonquilmo sobre los medios de entablar las ferias que proporcionasen la venta de los efectos que sacasen de comercio los cuatro Butalmapus, y que no tuvo efecto por el perjuicio y demoras que acaso les resultaba por esperar a los tiempos y períodos que expresaba aquella determinación, se trató de nuevo el mismo caso dirigido a su bien únicamente en el último Parlamento de negrete estableciéndose a un libre comercio que podrían hacer los naturales en todas las plazas, villas y ciudades del Reino transitando libremente por todos nuestros caminos y tierras, con las especies que conduzcan, y del mismo modo los españoles por las suyas, franqueándose los caminos recíprocamente libres y con la más escrupulosa seguridad cuya resolución quedó afirmada, y en consecuencia se hizo presente a S. M. Para su soberana aprobación....”
B.
Esquema de análisis utilizado
DISCURSO JURÍDICO
Hechos Históricos
Hechos Jurídicos
• Antecedentes • Lo bélico-dialéctico
• Poder y legitimación a través de la ley • Lo bélico-dialéctico • Idioma jurídico
Hechos Pragmáticos • Tipos de demanda (material, moral)
CONSTRUCCIÓN DE HECHOS
Identidad del Hablante • Conveniencia e interés • Acreditación de categorías
Independencia del Hablante • Consenso y corroboración • Detalles y narracción
CONSTRUCCIÓN DE HECHOS Y ACCIÓN • Categorización y manipulación ontológica • Maximización y minimización • Normalización y anormalización (Recibido el 10-11-2001, aceptado el 20-1-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 197-214)
Razones históricas de la imagen del ejército ante la sociedad española (desde la guerra de Cuba a nuestros días) Ha constituido siempre un axioma la subordinación del Ejército al poder civil. No es preciso gastar mucho tiempo para demostrar la necesidad de que este postulado se cumpla. En otra forma resultaría imposible el gobierno de la nación y la existencia misma del Estado (Teniente general Manuel Díez Alegría)
Dr. Fernando Ramos Profesor Titular de Derecho de la Información Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Vigo RESUMEN La nueva concepción del Ejército español como instrumento al servicio de la causa de la paz internacional ha contribuido a configurar una nueva imagen que supere todos los tópicos y los prejuicios tan generalizados entre los ciudadanos sobre la institución armada. Dentro de ese marco, ésta pretende ser una reflexión documentada sobre la imagen que los españoles han tenido tradicionalmente de sus Ejércitos, particularmente del de Tierra, como consecuencia de las repetidas disfunciones de esta institución manifestadas en dos planos: por un lado, la propia ineficacia e incompetencia profesional del Ejército a la hora de cumplir satisfactoriamente, dentro de su ámbito específico, las misiones que tenía encomendadas, al tiempo que se sacrificaban inútil y repetidamente miles de vidas humanas; por otro, el papel de gendarme de su propio pueblo, de fuerza de ocupación desplegada sobre el territorio nacional, no para la defensa del mismo ante un enemigo externo, sino para conjurar cualquier movimiento del llamado “enemigo interior”. ABSTRACT The new conception of the Spanish Army since instrument to the service of the reason of the international peace has helped to form a new image that overcomes all the topics and the prejudices so generalized between the citizens on the armed institution. Inside this frame, this one tries to be a reflection documented on the image that the Spanish have had traditionally of his Armies, particularly of that of Earth, as consequence of the repeated ones dysfunctions of this institution demonstrated in two planes: on the one hand, the proper inefficiency and professional incompetence of the Army at the moment of expiring satisfactorily, inside his specific area, the missions that I had entrusted, at the time that they were sacrificing themselves uselessly and repeatedly thousands of human lives; for other one, gendarme’s role of his own people, of force of occupation opened on the national territory, not for the defense of the same one before an external enemy, but to conspire any movement of the so called “enemigo interior”. Palabras claves: Ejército español/Historia militar/ Defensa nacional/ Incompetencia profesional/ Imagen institucional. Key Words: Spanish army/Military history/National defense/Professional incompetence/Institutional Image.
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1. LA INSTITUCIÓN Y LOS CIUDADANOS a desaparición del Servicio Militar Obligatorio y, consecuentemente, el sistema de reclutamiento basado en el llamamiento regular a filas, por reemplazos o cupos, de los ciudadanos en lo que se daba en llamar “edad militar”, cierra un proceso histórico que se inicia a partir de la nueva Constitución democrática de 1978, que reconoce la objeción de conciencia, y la aparición de ciudadanos que esgrimen su derecho a no prestar servicio de armas a la nación o, simplemente, rechazan, como insumisos, sustituir “el deber de defender a España” por alguna otra contraprestación social. La sustitución del modelo de recluta obligatoria por un ejército profesional, en pleno proceso de experimentación, no parece, por ahora, estar alcanzando las mínimas expectativas con que fue concebido. Se ha tenido que recurrir a extremar, hasta límites controvertidos, el margen de nivel cultural mínimo requerido a los futuros soldados y se han abierto los cuarteles a ciudadanos de países de origen hispano, hijos de españoles, sin que tampoco se haya logrado de este modo paliar la «falta de vocaciones” castrenses y cubrir las plantillas previstas. Los problemas actuales del Ejército español no son, de otro lado, diferentes de los de cualquier otro ejército occidental. Son cuestiones de carácter técnico, que deben resolverse dentro de su propio ámbito. Pero la sociedad, que tan poco interés muestra por lo militar, ya no contempla con recelo los cuarteles. La memoria histórica de los pueblos se nutre, poso a poso, de la propia experiencia contrastada por la realidad cotidiana, de los testimonios de las generaciones precedentes y de la síntesis necesaria de ambas fuentes. La imagen de una institución se configura lentamente a lo largo de los siglos en un proceso continuado y se transmite de generación en generación, de modo que algunos tópicos, no siempre resultado de hechos ciertos, sino de rumores y leyendas, se convierten en prejuicios inevitables. Para situar nuestra reflexión, hemos elegido, a modo de secuencias cinematográficas, tres referentes bibliográficos, tres fuentes directas, tres testimonios incontestables, deliberadamente escogidos por su carácter ejemplar de otras tantas evidencias que conformaron la opinión de los españoles sobre sus ejércitos a lo largo del último siglo.
L
2. PRIMERA SECUENCIA: EL TESTIMONIO DE D. SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL El Premio Nobel español fue médico militar en la campaña de Cuba. En sus autorizadas memorias, como uno de los últimos defensores de nuestro vestigio colonial, nos deja un desolador testimonio de la corrupción y la ineficacia del Ejército español y de la situación de penuria y abandono de unos desdichados soldados que mueren más por enfermedad y desnutrición que por las balas de los insurrectos.
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Don Santiago descubre, al llegar a la enfermería San Isidro, en la Trocha del Este, que los alimentos que deben ser destinados a los soldados enfermos son cuidadosamente desviados por rancheros corruptos y oficiales sin conciencia, que se lucran y enriquecen con este infame negocio. Sigamos el propio testimonio de Cajal, que relata lo ocurrido, luego de poner los hechos en conocimiento del jefe de la Comandancia, quien no solamente no hace nada para poner fin a la situación descrita, sino que la califica de “chinchorradas”1: Entre las impertinencias con que el comandante trató de molestarme, hubo una que estuvo a punto de provocar grave cuestión personal. En las noches de alarma (no raras en San Isidro), el comandante pretendía encerrar dos caballos suyos en el hospital, al lado de los enfermos, a fin de protegerlos contra los merodeadores; en justificación del capricho, alegaba que no cabían en el fortín de su residencia y que la enfermería era el sitio más seguro para guardarlos. Yo me opuse en varias ocasiones a tan antihigiénica pretensión, varias veces renovada, y el jefe, aunque refunfuñando, acababa por desistir. Perdida ahora la cordialidad, pensó, sin duda, que él no debía respetar mis escrúpulos. Y cierta noche, en que yo me hallaba acostado con fiebre alta, oí que traían los caballos a la sala, percibiéndose olor de cuadra insoportable. Vestíme deprisa y salí casi tambaleándome al encuentro de los palafreneros, a quienes rechacé a empellones, obligándolos a retirar el ganado. Noticioso entre tanto el jefe de lo ocurrido, vino furioso hacia mí, exclamando con voz alterada por la cólera: -¿Quién es usted para desobedecerme? ¡Aquí represento la suprema autoridad, y usted tiene el deber de acatar ciegamente mis órdenes! ... -Dispense usted -repliqué-; dentro de este recinto no hay más autoridad que la mía. Pesa sobre mí la responsabilidad del tratamiento y cuidado de los enfermos, y, en conciencia, no puedo consentir que por capricho de usted se convierta la sala en cuadra inmunda... Ciego por la ira, y sin reparar en que estaba delante de un enfermo, se abalanzó en ademán de agredirme. Yo me puse a la defensiva, dispuesto a devolver golpe por golpe. La fiebre abrasaba mi cabeza, y hubo un momento en que todo lo vi rojo. Afortunadamente, los oficiales, harto más discretos que el comandante, comprendieron lo absurdo de la situación, y nos separaron y apaciguaron.
1 RAMON y CAJAL, Santiago, Obras Completas, Aguilar, Madrid, 1961, págs. 233 y ss.
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Conforme era de esperar, el jefe me instruyó sumario por insubordinación y amenazas a la autoridad. Comenzaron, pues, las actuaciones. Los folios crecían como espuma. Mi superior jerárquico propaló la especie de que no había de parar hasta mandarme a presidio. Para hacer buenas sus amenazas confiaba mucho en cierto tío suyo, el brigadier Z, habitante a la sazón en Santiago y personaje muy influyente en la Capitanía general. Mas al fin ocurrió lo que era de esperar. En cuanto, por mis declaraciones y denuncias, conocieron las autoridades de Puerto Príncipe las escandalosas filtraciones y los abusos de autoridad consentidos o cometidos por el jefe militar de San Isidro, todos, incluso el famoso general de quien tanto fiaba su sobrino, apresuráronse a echar tierra al asunto. De mi proceso, pues, nadie volvió a acordarse ya. Y un oportuno relevo del comandante, fundado en motivos de salud -allí todos estábamos más o menos enfermos-, restableció definitivamente la paz en San Isidro. De todos modos, yo salí con mi empeño de purificar, en lo posible, la administración del hospital. En lo sucesivo, irregularidades, malversaciones y chanchullos, si los hubo, redujéronse a un mínimo tolerable. Cuán desconsolador para un corazón de patriota es, después de cuarenta y nueve años, reconocer que todavía buena parte de nuestros militares empleados y hasta próceres políticos siguen entregados al saqueo del Estado2.
2 No deja de ser curioso que el mismo caso de corrupción que denuncia Ramón y Cajal se haya repetido, cíclicamente, a lo largo de la reciente historia del Ejército español, con variedades diversas. El 15 de mayo de 1995, el diario El Mundo del siglo XXI ponía al descubierto una estafa de enormes proporciones en el Regimiento de Infantería “Canarias 50”, en la que se encontraban implicados jefes, oficiales y suboficiales. La estafa al Ministerio de Defensa se producía con el rancho de tropa, ya que mientras solamente comían cada día en el cuartel 150 soldados, se reclamaba al Ministerio raciones para más de mil. “Un entramado de jefes, oficiales y suboficiales del Regimiento de Infantería Motorizable “Canarias 50”, con base en Las Palmas, ha estafado cientos de millones de pesetas al Ministerio de Defensa, sólo en los últimos cinco años, mediante la falsificación de los presupuestos para la alimentación de la tropa, conocida popularmente como “rancho”, reveló el periódico, dando cuenta de la implicación en el episodio de un coronel, un teniente coronel, tres capitanes y cinco suboficiales, quienes actuaban de acuerdo con proveedores privados. La unidad contaba con na plantilla de 125 mandos y 800 soldados, de los que solamente menos de 200 comían en el cuartel, aunque se reclamaban y justificaban raciones para más de mil; es decir, por encima incluso de los propios efectivos. La diferencia entre lo consumido y justificado iba directamente a los civiles y militares involucrados en la trama, quienes de este modo llegaban a detraer el erario público una media de quince millones de pesetas mensuales. Con respecto a este suceso, conviene recordar que una práctica continuada en el Ejército español, dada la precariedad de medios, era aprovechar que una buena parte de los soldados de las guarniciones disfrutaban de “pase de pernocta”; es decir, estaban autorizados a dormir fuera del cuartel, y al mismo tiempo gozaban de rebaje de rancho. Aunque debieran cobrar una cantidad simbólica por este hecho, los fondos correspondientes se destinaban bien a mejorar la alimentación del resto de los soldados menos afortunados o a financiar pequeñas obras e incluso mantenimiento ordinario de las instalaciones cuarteleras. Todos los coroneles recurrían a esta práctica, conocida y tolerada, que era uno de tantos subterfugios para ir tirando y que, en sí misma, era habitual y nunca se consideró ilegal por el mando superior.
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Si el relato de Ramón y Cajal es terrible, no lo es menos el contenido de la siguiente secuencia, que tiene como escenario, tras la derrota, la repatriación de los soldados y su llegada al puerto de Vigo. 3. SEGUNDA SECUENCIA: LA INDIGNIDAD DEL GENERAL TORAL Los soldados que han defendido Cuba son repatriados enfermos, muchos de ellos fallecen por el camino y son sepultados en la mar. Cuando los transportes donde sobreviven hacinados llegan a Vigo, nada, salvo la caridad pública, la Cruz Roja o la solidaridad popular está dispuesta para recibirlos. FARO DE VIGO, decano de la prensa nacional, da cumplida cuenta de las patéticas escenas que se suceden en los muelles. La tropa es obligada a permanecer largas horas en los barcos antes de ser desembarcada, en el mejor de los casos de que el transporte traiga “patente limpia” y no hayan de pasar interminables cuarentenas en el Lazareto de San Simón. En uno de estos transportes regresa el general Toral, el mismo que ha rendido Santiago de Cuba. Este militar, que no ha sabido conducir a sus soldados a la victoria, ni siquiera tiene la gallardía de compartir dignamente con ellos el infortunio. Tan pronto como el “León XIII”, buque en el que viajan, atraca en Vigo, el general Toral, sin esperar a que sean desembarcados enfermos, heridos o fallecidos, salta a tierra y se aloja en un hotel. Cuando la población se entera del vergonzoso comportamiento del general se produce un motín popular de tal envergadura, que Toral ha de regresar a bordo. Pero el relato completo de cómo son tratados los pobres soldados repatriados es todavía más esclarecedor3: Abordo, sobre la cubierta del buque, se veía a los repatriados apiñados y deseosos de saltar a tierra. Cada vez había más soldados que pedían con insistencia agua para beber y uno de los que pedían agua fue agredido por un oficial. El capitán repatriado, Sr. Rodríguez, del primer batallón de Simancas, había dado un golpe con su sable a un soldado del pasaje del «León XIII» por el «delito» de haber pedido este recluta agua a los que se hallaban en el muelle. La agresión, que produjo al soldado Marcelino Martínez, de la 43 compañía del segundo batallón de Simancas, un profundo corte en la oreja, no pasó desapercibida para la multitud. La ola de protestas crecía y el alboroto se hacía mayor. Numerosos grupos, compuestos fundamentalmente por mujeres, en los que se escuchaban acusaciones contra las autoridades y contra la compañía ejecutora del regreso, la Trasatlántica, se
3 GIRÁLDEZ LOMBA, Antonio, El año del “Desastre” 1898 en Vigo, Instituto de Estudios Vigueses, Vigo, 2000, pág 256-257.
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dirigieron al edificio del Gobierno militar para reclamar el desembarque de la tropa. Los ánimos parecieron apaciguarse un poco cuando el general Núñez anunció su disposición a permitir el desembarque. Pero la revuelta popular aún no había concluido. Hacia las 13.00 un grupo numerosísimo de personas apareció frente al Hotel Continental, donde se hospedaba el jefe de la expedición que conducía el «León XIII», el general Toral, el mismo que había firmado la capitulación de la plaza de Santiago de Cuba. Quizá fue la falta de tacto de este militar lo que exasperó la ira popular hacia su persona. Había sido el primero en saltar a tierra del buque, apresurándose a albergarse en su hospedaje sin aguardar a que antes fueran atendidos los soldados enfermos. Los manifestantes, que llegaron a sumar hasta un millar de personas, se congregaban ahora frente al Hotel Continental clamando entre gritos porque se permitiera el acceso al trasatlántico para asistir a los repatriados. A este clamor se sumaba la acusación otra vez contra la Compañía Trasatlántica por las pésimas condiciones en que habían llegado los repatriados. El tumulto adquiría por momentos caracteres de verdadera gravedad. Desde el hotel, los manifestantes se dirigieron otra vez al muelle para esperar el desembarco de los repatriados, pero allí fueron interceptados por fuerzas de Carabineros y de la Guardia Civil. No obstante, los vecinos las arrollaron. Poco después llegaba al muelle el coche del gobernador militar de la plaza conduciendo al general Total, obligado a reembarcar en el vapor que lo había traído a España. Los manifestantes recibieron con silbidos al gobernador militar y apedrearon su coche. Medio a escondídas el general Total tomó una lancha para trasladarse de nuevo al «León XIII» y rectificar así el error de abandonar la nave antes de que lo hiciese el último de sus hombres. Los manifestantes apedrearon también esta lancha al tiempo que pedían a gritos que desembarcasen a los soldados y, cuando vieron a bordo al general Total, no cedieron en su actitud y siguieron arrojando piedras, ésta vez al buque, logrando romper gran número de cristales del vapor. Los que regresaron del puerto siguieron arrojando piedras a otros edificios y a las bombas del alumbrado público. El general Toral ya no quiso desembarcar de nuevo en Vigo y tomó después desde el trasatlántíco una lancha que lo condujo a Redondela para esperar allí el tren de Madrid. También en Redondela el pueblo lo identificó, haciéndole objeto de otra manifestación hostil en la estación. En Vigo, la tregua a un escándalo que pudo haber desembocado en un conflicto de mayores dimensiones la puso sobre las 14.00 el comienzo del desembarque. La Cruz Roja ya podía ahora ejercer su labor y lo hacía socorriendo a los enfermos y alimentando a los más delicados. Duró bas-
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tante el desembarque y cuando la cubierta del buque quedó despejada se sacó a los enfermos. Este episodio, lamentable, figura en todas las memorias, antologías y recuerdos que se han publicado desde entonces en Vigo y forma parte de ese substrato popular y común que conforma la respuesta popular ante determinados estímulos. 4. TERCERA SECUENCIA: EL EPISODIO DEL CORONEL ARAUJO TORRES Y SUS OFICIALES La campaña de Africa fue, para muchos militares, una guerra colonial a la puerta de casa. La ocasión de volver a ganar glorias y triunfos que hicieran olvidar el amargo sabor de la derrota del 98. Pero otra vez la ineficacia, el corporativismo de casta, la corrupción y el desastre añadieron nuevos baldones a las tan mal honradas banderas. Las campañas de Africa eran un pozo sin fondo donde España consumía los recursos que se sustraían al necesario desarrollo nacional, sacrificando inútilmente miles de vidas de hijos de su pueblo, para que una casta militar de casino, los africanistas, hiciera carreras meteóricas, con notable disgustos de sus compañeros destinados a las guarniciones peninsulares, que se defendieron con la insubordinación o la coacción al Gobierno, creando las Juntas de Defensa. Hoy en día, existen evidencias del escaso rigor con que eran otorgadas cruces y medallas, en no pocas ocasiones a propuesta de los propios interesados, quienes, incluso, no satisfechos con la distinción pensionada que tan fácilmente obtenían, llegaban a reclamar (Franco lo hizo) “mejora de recompensa”. Indalecio Prieto, cronista y observador de la guerra de Africa, alude en sus escritos una atinada observación de un periódico militar de la época, donde se reconoce la descarnada inutilidad de aquella campaña, salvo para perder dinero y vidas, a cuya costa se cimentaban meteóricas carreras de militares de salón. Payne4 recoge la cita completa: Supongamos que nuestras tropas salen de Melilla y ocupan 10, 20, 30 o 100 kilómetros. Y bien, están ocupados. ¿Y con qué propósito? Con ninguno. Absolutamente ninguno, como no sea el de gastar cien millones o más de pesetas que tanta falta hacen en casa y que en Marruecos no sirven a ningún propósito. Varios cientos de soldados morirían, muchos otros serían promovidos, una vez más mostraríamos nuestra falta de organización y nos pondríamos en ridículo por centésima vez llamando a unas cuantas
4 PAYNE, Stanley G.: Ejército y sociedad en la España liberal (1808-1936), Akal, Madrid, 1977. Págs 160161.
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balas perdidas una escaramuza, a una escaramuza una empresa militar, a una expedición de reconocimiento un combate, y a un combate una batalla campal... Como ejemplo de una actuación que traspasa no ya el mínimo decoro que se debe esperar en un militar, sino la propia dignidad humana, cabe citar la sorprendente actuación, aun en situación tan extrema, del coronel Araujo y sus oficiales, hechos de los que da cumplida cuenta el informe del fiscal en el tristemente célebre expediente Picasso5, exhumado por Antonio Carrasco García en su libro sobre las imágenes del denominado “Desastre de Annual”. El episodio se produce en la posición de Dar Quebdani, sitiada por los rifeños, donde se encuentra aun destacamento español. El coronel Araujo Torres, el jefe de mayor rango presente, y sus oficiales deciden rendirse y pagar 5.000 pesetas a sus sitiadores por su vida. Pactan con un emisario de los moros y ordenan a sus soldados que dejen las armas. Estos lo hacen. Los asaltantes ocupan la posición y pasan a cuchillo a los inermes defensores que han sido abandonados por sus jefes. Los rifeños cumplen con los indignos oficiales que se van de allí sin haber hecho nada por salvar a sus hombres. Veamos el informe de lo sucedido: Tras parlamentar con el jefe de los sitiadores y habiéndole hecho entrega del dinero, se ordena a la tropa que abandone las armas, momento que aprovechan los harkeños para lanzarse sobre los indefensos soldados, matando a unos 900, pero conservando la vida de unos treinta oficiales que no han hecho nada para defender a sus hombres. Una vez consumada la matanza, retiraron a los oficiales que no han hecho nada por defender a sus hombres. Se resalta en el informe que se marchan “porque ya nada tienen que hacer allí”. Estas tres secuencias, deliberadamente escogidas por su riqueza expresiva, alimentaron la memoria colectiva del pueblo español e incrementaron el recelo y la desconfianza hacia una institución a la que, finalmente, tras el episodio de la guerra civil, no se asignaba otra función que la de ser gendarme de su propio pueblo y garante de un determinado régimen político impuesto a éste. Nada expresa mejor la propia opinión que los militares, entendido como ente corporativo, es decir, la masa de jefes y oficiales tenían de sí mismos ante la
5 CARRASCO GARCÍA, Antonio, Las imágenes del desastre. Annual 1921, Almenda, Madrid, 1999, págs. 146-147.
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sociedad que el célebre episodio del Cu-cut. Para situarnos ante este caso, hemos de retroceder a 1905. Como es sabido, el desencadenante de los graves sucesos posteriores fue una viñeta de la publicación catalanista en la que se ve a dos personajes conversando delante de un café donde se celebra “el banquete de la victoria”. Precisamente por ello, uno de ellos dice al otro: “¡Serán civiles!”. Conviene tener presente que todavía está muy reciente la derrota de Cuba y que el Ejército, replegado sobre la propia sociedad a la que debería servir, es particularmente sensible a toda crítica. La revista Nuevo Mundo6, número 621, del jueves, 30 de noviembre de 1905, recoge, con amplio despliegue fotográfico, una crónica tan precisa de los hechos, que no es necesario añadir comentario alguno. (Por cierto que en portada aparece un retrato muy expresivo de la princisa Ena de Battenberg): La campaña catalanista de algunos periódicos de Barcelona, sobre todo La Veu de Catalunya y el Cu-cut, la forma en que desde algún tiempo se venía haciendo, había engendrado un hondo disgusto en la guarnición de dicha ciudad. Al anochecer del sábado último, eran en ella muchas las personas que daban por seguro que iban á ocurrir, con tal motivo, graves sucesos. A las ocho de la noche se celebró una reunión de autoridades para acordar las medidas que, en tal caso, debían tomarse. Según refirieron después varios periódicos, las autoridades militares apelaron a las medidas más enérgicas que las Ordenanzas permiten. Pero esto no impidió que lo que los jefes y oficiales- de la citada guarnición se habían propuesto, se llevase á cabo. A las nueve menos cuarto fueron acudiendo a la plaza Real numerosos grupos de militares, todos de uniforme, excepto algunos que pertenecían á la guardia civil, y ostentando en el pecho condecoraciones. Unos se sentaron en las mesas del “Café Español”, otros paseaban. A las nueve eran unos cuatrocientos. Un comandante, levantando en el centro de la plaza su bastón de mando, gritó: Caballeros, “Viva España”. El grito fue unánimemente contestado y los militares, en masa compacta, se dirigieron por la calle de Fernando y Quintana la redacción del Cu-cut. Ante la redacción del Cu-cut, los militares prorrumpieron en vivas a España y a Cataluña española. Uno de ellos reventó, con un hacha, la puerta de hierro, y un grupo entró por el boquete; otro se mantuvo a la puerta para evitar que interviniera la policía ni paisanos. Al poco tiempo empezaron a salir por la puerta los diversos objetos de la redacción e imprenta. El muñeco del Cu-cut fue despedazado; la máquina destrozada.
6 Nuevo Mundo, Año XII, número 621, jueves, 30 de noviembre de 1905, págs. 14-15.
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La caja de caudales fue entregada intacta al gobernador. Ante el edificio se formó con los libros un gran montón y se le prendió fuego. De allí pasaron los militares a La Veu de Catalunya. No se pudo violentar la puerta por ser maciza. Varios oficiales lograron, sin embargo, entrar por el balcón, y realizaron igual tarea que en el Cu-cut. Algunos años después de este episodio, la opinión que buena parte de la sociedad española, particularmente los intelectuales, tienen de los militares profesionales, queda descarnadamente reflejada en este apunte que Alfonso Daniel Rodríguez Castelao expresa en su libro Sempre en Galiza7: La bravura de los militares españoles era el miedo que metía miedo. El cuartel era un convento donde se juraba, se blasfemaba, se conspiraba contra el Gobierno, se pegaban bofetadas, se pelaban patatas y se tocaba la corneta. Allí, los jefes y oficiales escogían asistentes. Los militares usaban bigote y padecían catarro crónico. Se adornaban con plumas, charoles, hierros y botones dorados para enamorar a las mujeres. Gustaban más de las procesiones que de las batallas. Perdían las guerras –eso es verdad-; pero las perdían gloriosamente. Eran caballeros en el casino y arrieros en el hogar. Llegaban a generales por riguroso turno de antigüedad. Morían de prostatitis crónica (en los militares españoles todo era crónico). 5. EL INJUSTO SISTEMA DE RECLUTAMIENTO La creación de los ejércitos nacionales y el concepto mismo de la causa nacional; es decir, un ejército de ciudadanos-soldados, como defensores del interés de la nación toda, es una de las grandes aportaciones de la Revolución Francesa. Los ciudadanos soldados vencieron a los mercenarios austríacos por una razón esencial: aquéllos defendían la Revolución, una causa común; los segundos peleaban por la paga. La Edad Media conoció las mesnadas de siervos; los grandes ejércitos del Renacimiento eran, en realidad, masas de mercenarios, incluidos los famosos Tercios Españoles, que no fueron precisamente modelo de disciplina y cuyos motines y rebeliones, cuando la paga se retrasaba o el botín de los saqueos era insuficiente, son tan famosos como sus hazañas. En 1704, los Borbones reinantes introducen el sistema de «Quintas», que con ligeras variantes, y vergonzosos abusos, han sobrevivido hasta nuestros días: consistía originariamente en el «sorteo» de uno de cada cinco soldados, en función 7 CASTELAO, Sempre en Galiza, Edicións Galiza, Centro Gallego de Buenos Aires, Instituto Argentino de Cultura Gallega, Buenos Aires, 1974, pág. 195.
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de las listas municipales. En aquel sistema quedaban excluidos los nobles, los eclesiásticos y un sin fin de excepciones, a veces sencillamente pintorescas. Cuando un joven acomodado era designado para servir al Rey podía ser sustituido por cualquier pobre desgraciado, a cuyas espaldas se cargaban los ocho años de servicio. El sistema nacional de reclutamiento español ha sido siempre injusto, cuando no vergonzoso. En 1836, Mendizábal crea el sistema de “redención” por el que, a cambio de 8.000 reales, los hijos de los terratenientes se libraban de servir a la nación. Los soldados saldrán de la masa de campesinos pobres, mal nutridos, analfabetos, mal vestidos y peor instruidos morirán en acciones absurdas bajo la dirección de oficiales incompetentes. Los estudios al respecto concluyen que por cada soldado muerto en acción de guerra en las campañas de Cuba, Filipinas o Marruecos, hubo entre 15 y 20 bajas por enfermedad o mal nutrición. Cólera, fiebre amarilla, tifus, tuberculosis, viruela y disentería causaron más bajas que las balas enemigas. El intento del general Luque, de imponer, en 1912, la obligación de que todos los ciudadanos en edad militar cumpliese el servicio personalmente naufragó antes de ser ensayada. Las clases pudientes lograron que se impusiera el sistema de “cuotas”. Según la cantidad que se pudiera pagar (1.000 o 2.000 pesetas) solamente se cumplían cinco o diez meses. Los demás debían servir durante tres años. Diez mil de estos pobres soldados perderán la vida en las campañas africanas sin la menor utilidad. 6. DEL EJÉRCITO DE LA VICTORIA A LAS FUERZAS ARMADAS DE LA DEMOCRACIA «Los militares (hablamos de los militares profesionales) se han definido siempre como un grupo propio, aislado. Se consideraban servidores del Estado –escribe el historiador y militar Gabriel Cardona–, o más propiamente del Rey, pero de rango superior al de los funcionarios civiles. La aparatosidad de los uniformes compensaba la escasez de sueldo». España va a ser subsidiaria durante cuarenta años de una experiencia singular. El Ejército de la Victoria, de una victoria sobre otros españoles, será el sostén esencial del régimen, la «columna vertebral de la patria», según la terminología al uso. Cruces, medallas y laureadas perpetuarán la victoria de unos sobre otros. Navarra incorpora a su escudo la laureada colectiva por su aportación al bando de Franco durante la contienda. Años después, las autoridades forales tendrán la delicadeza de renunciar a este símbolo, reservado para el heroísmo militar en defensa de la comunidad, y no para la guerra civil. El exceso de oficiales, dado el elevado número de «provisionales» (algunos apenas con unos años de bachiller) que se quedan en las unidades, trataba de
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aliviarse a través de la compuerta de los destinos civiles. Un conocido periodista gallego fue recluido en el calabozo del Regimiento de Caballería Talavera XIII, porque escribe un diálogo entre dos paisanas de la aldea, una de las cuales relata a otra que «su hijo estudiaba para coronel porque quiere entrar en Hacienda». La broma no se toleraba. Manuel Fernández Areal, director de Diario Regional de Valladolid, fue sometido incluso a un consejo de guerra y condenado a pena de reclusión, en su calidad de oficial de milicias, por publicar un artículo proponiendo la sustitución del Ejército de recluta por profesionales. La realidad del Ejército de la Victoria fue un permanente recordatorio de la tragedia civil: la bandera más condecorada, la de «Regulares 2», lo es, en gran medida, además de su participación en las guerras africanas, por la campaña de la denominada Cruzada de Liberación Nacional. De este modo, el palmarés de nuestros regimientos se tiñó con la sangre de unos españoles derramada por otros españoles. Franco instituyó «la banda y el cordón de la victoria»: jefes y oficiales lucirán una banda o un cordón que recuerda la guerra civil permanentemente. Hasta la llegada de la democracia no será suprimido este símbolo de la lucha fratricida. En los cuarteles se rendía homenaje a los caídos, ante monolitos, cuyas leyendas e inscripciones recordaban únicamente a las bajas del bando nacional. Para muchos, el Ejército nacional será para siempre el ejército del franquismo. Ese poso será difícil de borrar. La identificación entre franquismo y Ejército va a perdurar durante años. El Ejército asume la salvaguarda permanente del régimen y es el cuidador de sus esencias. La transición democrática convirtió al Ejército en el «gran mudo». Se alababa su disciplina y sometimiento al poder civil, como si fuera algo excepcional. Durante la fase pre constitucional y la primera andadura de nuestra Carta Magna se sucedieron las actitudes abiertamente rebeldes de algunos mandos, antes y después del 23 F, así como los manifiestos de jóvenes capitanes, además de abundantes desaires y muestras de indisciplina ante el teniente general Gutiérrez Mellado, pieza esencial de la controvertida reforma. Algunos altos mandos llegaron a reclamar y defender, durante ese periodo, la «autonomía militar», como si el Ejército no fuera, en definitiva, una institución más del Estado, sometida al poder civil como cualquier otra. Superada la transición política, la actitud leal a la Constitución del conjunto de las Fuerzas Armadas, provocó que la sociedad comenzara a mirar hacia los cuarteles con una nueva confianza. Pese a la drástica reducción de efectivos que supuso, la modernización del Ejército de Tierra devolvió la ilusión profesional a amplios sectores de oficiales, a quienes se ofrecía una nueva perspectiva en su carrera, que culminaría cuando comenzaron a salir al exterior en misiones de paz.
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7. LA EVOLUCIÓN DE LA IMAGEN DEL EJÉRCITO ENTRE LOS ESPAÑOLES Hoy en día, la imagen que tienen los españoles de sus fuerzas armadas, del Ejército, se ha modificado de manera radical y, según revelan repetidamente las encuestas al respecto8, hay dos variantes esenciales: es peor entre las mujeres que entre los hombres, y mejora según la edad de los encuestados. Tradicionalmente, los mayores de 45 años suelen tener mejor concepto del Ejército que los menores de esa edad. Quienes fueron soldados, pese a reconocer críticamente las disfunciones históricas de la institución, compensan con los recuerdos de juventud, la camaradería, las bromas y los desahogos de aquellos días la impresión o incluso las experiencias negativas personales. En 1996, la mayoría de quienes pasaron por los cuarteles, de ser sinceras sus respuestas, no tenían inconveniente en que sus hijos repitieran la experiencia. Pero quienes prestaron el servicio militar antaño reconocían que en el cuartel se perdía mucho tiempo e incluso llegaban a definir el servicio militar como «no hacer nada a toda prisa». Era lo que ocurría en los aburridos regimientos de las viejas guarniciones, pero no en las unidades de élite, donde la preparación, la actividad y la exigencia eran netamente superiores. Padecía excesivamente nuestro Ejército de lo que se ha llamado el «modelo dixoniano»; es decir, la vieja costumbre de destacar lo superfluo y hacer de lo complementario lo más relevante. Eso ocurre cuando los ejércitos, en lugar de entrenarse para el combate, la instrucción de las armas, la formación cultural y humana de sus soldados, la preparación global de su personal, solamente atiende a las formaciones de orden cerrado, la instrucción rutinaria en el patio, los desfiles y las procesiones, cosa harto frecuente en el pasado. En ese sentido, el psicólogo Norman Dixon9 advierte que estos rituales litúrgicos, repetidos más o menos en todos los ejércitos, tienen propensión a atraer a determinados tipos de individuos que pueden llegar a una amenaza si llegan a ocupar determinados puestos de mando. Acentuando las características de este tipo de militarismo, el más negativo de todos, Dixon señala: «Estas personas pueden sentirse atraídas por las organizaciones militares debido a que éstas han creado, por necesidades de propia subsistencia, mecanismos perfeccionados como rituales y actividades rutinarias, la disciplina, las estructuras jerárquicas de mando y una serie de rígidos convencionalismos que solamente permiten dar salida a la agresividad sin producir ansiedad, sino que además llegan de hecho a reducir ansiedades cuyo origen puede estar en momentos anteriores a la vida del sujeto».
8 La supresión del servicio militar obligatorio. La experiencia de la mili. Informe publicado en el diario EL CORREO GALLEGO, viernes, 24 de mayo de 1996, pág 22. 9 DIXON, Norman F., Sobre la psicología de la incompetencia militar, Anagrama, Barcelona, segunda edición, 1991, pág. 215 y ss.
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Tradicionalmente, el rechazo instintivo que la institución militar ha provocado en amplias masas de la población se debe a que Ejército se asocia a guerra ésta a calamidad, muerte, ruina. En defensa de la teoría (que sostienen casi todos los pensadores militares) de que el oficio verdadero del soldado es la paz, el teniente general Díez Alegría, en su libro «Ejército y sociedad»10 recordaba que las más graves y apocalípticas decisiones que se hayan tomado nunca fueron adoptadas por civiles, no por soldados. En defensa de la ética de las armas, el citado autor retoma un expresivo párrafo de la «España invertebrada» de Ortega y Gasset, en la que el pensador escribe: Padece Europa una perniciosa propaganda en desprestigio de la fuerza. Sus raíces, hondas y sutiles, provienen de aquellas bases de la cultura moderna que tienen un valor más circunstancial, limitado y digno de superación. Ello es que se ha conseguido imponer a la opinión pública europea una idea falsa de lo que es la fuerza de las armas. Se la ha presentado como cosa infrahumana y torpe residuo de la animalidad persistente en el hombre. Se ha hecho de la fuerza lo contrapuesto al espíritu o, cuando más, una manifestación espiritual de carácter inferior. Precisamente, para Ortega, la fuerza espiritual de las armas, según sus propias palabras, radicaba en su carácter persuasivo. El autor de la rebelión de las masas llegó a afirmar que las propias legiones romanas, que tantas guerras provocaron, globalmente, habían servido para evitar más guerras que las propias guerras en las que habían intervenido. En todo caso, dando una de cal y otra de arena, Ortega también afirmaba comprender a los antimilitaristas11. 8. PENSAMIENTO, COMUNICACIÓN Y PUBLICACIONES MILITARES Hoy en día, las oficinas de prensa de los diversos departamentos militares, instituciones y servicios cumplen, con creciente profesionalización, la labor de divulgar la propia actividad de las instituciones dedicadas a la defensa nacional y tratan de responder a las preguntas de los periodistas o servir de elemento de contraste de las informaciones más delicadas. La Revista Española de Defensa es una interesante, pero no completada experiencia. La falta de adecuado lanzamiento y publicidad de apoyo limita el conocimiento de ésta bien construida publicación a muy limitados círculos de interesados, si bien las reducciones económicas ha rebajado los planteamientos
10 DIEZ ALEGRÍA, Manuel, Ejército y sociedad, Alianza Editorial, Madrid, 1973, pág 43 y ss. 11 ORTEGA Y GASSET, José, España invertebrada. Bosquejo de algunos pensamientos históricos, Espasa Calpe, Madrid, 1964, págs. 44 y 45.
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con que fue inicialmente concebida, pese a lo cual no se ha resentido su contenido. Junto a los asuntos más específicamente de la defensa nacional, incluye artículos y trabajos de pensamiento, cultura, divulgación y documentación histórica sobre materias militares de rigurosa factura. Menos conocidas, fuera de los ámbitos profesionales, son las publicaciones específicas «Ejército», la Revista General de Marina o la de Aeronáutica. Estas tres revistas precisan una puesta al día acelerada, sobre todo si las comparamos con revistas parecidas de países de nuestro entorno cultural. Además de las publicaciones específicas de los respectivos estados mayores de los tres ejércitos, el Servicio Histórico Militar posee un interesante fondo, poco conocido fuera de los círculos especializados, pero de enorme interés para quien desee conocer aspectos inéditos de una institución mucho más rica y variada de lo que, a primera vista, pudiera parecer. España cuenta ya con un no muy numeroso, pero sobresaliente número de pensadores militares, que escriben, analizan y divulgan, incluso desde la crítica, temas de defensa. Resultan de enorme interés los trabajos del coronel e historiador Carlos Blanco, cuyo libro sobre Franco y el general Vicente Rojo –personaje éste por el que siente notable atracción-, trasciende a su objetivo de contraponer la figura del aventurero africanista (Franco) con el militar de estudio y reflexión, Rojo. Son asimismo de enorme interés las aportaciones del ex militar y profesor universitario Gabriel Cardona, cuyo libro «Historia del Ejército» es una espléndida aproximaxión a lo que el autor denominda «un grupo social diferente». Lo mismo cabe decir de las aportaciones del coronel Gonzalo Parente o del general Cuartero, entre otros. Pero España no ha recuperado todavía totalmente, pese a notables esfuerzos individuales, en el ámbito de la cultura y el pensamiento militar, el avance y la originalidad de la Colección de Bibliografía Militar, en la que destacaba la altura intelectual de los entonces jóvenes capitanes Emilio Alamán Ortega y, sobre todo, Vicente Rojo Luch, a quienes la guerra colocará en diferentes trincheras. Los propios historiadores militares del bando nacional reconocen que la nómina de pensadores leales a la República es netamente superior a la de los “africanistas” que se alzaron contra el régimen legalmente vigente en España. Como escribe Gonzalo Cerezo12, “La CBM ayuda a ver que, en diferentes momentos de la historia española y, particularmente en el horizonte que descubre la Colección, los militares españoles sentaron las bases para la construcción de doctrinas originales, coincidiendo con otros impulsos de renovación que surgían en la sociedad de su tiempo”.
12 CEREZO, Gonzalo, Una aventura intelectual olvidada, Revista Española de Defensa, abril de 1988, págs. 62 y ss.
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En nuestros días, la Editorial Ejército ha continuado, la labor iniciada por la Colección Bibliográfica Militar, que en los últimos cincuenta años ha publicado medio centenar de obras de desiguales contenidos. No obstante, la renovación iniciada en 1978 supuso un revulsivo interesante sobre las etapas anteriores, que hoy en día sigue precisando renovados esfuerzos actualizadores. No deja de ser curioso reseñar aquí que fue precisamente España el primer país que autoriza la publicación de un periódico militar, hace cerca de cuatrocientos años. En mayo de 1605, las autoridades españolas permitieron la aparición en Holanda de una especie de hoja volandera que recogía detalladamente la crónica de la batalla de Eeckeren, ocurrida apenas unos días antes. El profesor Altabella, catedrático de historia del periodismo español, ha estudiado este interesante antecedente, cuyas reliquias se guardan en la Biblioteca Real de Bruselas13. 9. CONCLUSIONES A comienzos de los años noventa, según la encuesta nacional del Centro de Investigaciones Sociológicas al respecto, ocho de cada diez españoles consideraban que el Ejército es una institución llamada a desaparecer, mientras casi el 82 por ciento entendían que los militares siempre serían necesarios, en tanto casi el doce de cada cien confesaban no tener opinión al respecto. La necesidad de considerar que los ejércitos siguen siendo necesarios se agudizaba (caso el 94 por ciento de los encuestados) entre las personas que confiesan ideología de derechas o conservadora. El 72 por ciento de las personas de ideología de izquierda extrema y el 65,5 por ciento de quienes aseguraban no poseer sentimiento religioso declararon justamente lo contrario. Curiosamente, la mitad de los españoles piensa que los militares eligen esta profesión por vocación, en tanto casi un tercio opinan que se debe a que es un medio, como cualquier otro de ganarse la vida. En estos diez años se nota un creciente desinterés, particularmente entre los más jóvenes a propósito de la cuestión militar. En 1990, menos del 57 por ciento de los encuestados creían en la vinculación de los militares con la democracia y su sincera adhesión a la Constitución. En nuestros días, esa confianza ha subido, si bien se mantiene en torno al cuarenta y cinco por ciento la opinión sobre el incremento de prestigio de los militares entre la sociedad. En cambio, casi 38 de cada cien consultados en 1990 que creían que había disminuido no parecen haber cambiado de opinión14.
13 ALTABELLA, José, “Niewe Tydinghen. Primer periódico militar español”, Revista Española de Defensa, marzo 1988, pág. 62 y ss. 14 FERNÁNDEZ del VADO, Santiago, La imagen de los militares ante la sociedad española, Revista Española de Defensa, septiembre de 1990, pág 6 y ss.
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En el año 2000, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en su último estudio del siglo XX15 sobre la defensa nacional y la profesionalización del Ejército (que en realidad, era una gran encuesta nacional sobre la imagen que los ciudadanos tienen de sus Fuerzas Armadas), fijó con mayor precisión, luego de los cambios habidos en la década, lo que hoy en día piensan los españoles del Ejército. Conviene destacar que investigación debe encuadrarse en la opinión que merece el nuevo modelo Ejército profesional y la desaparición del reclutamiento obligatorio. En este sentido, lo más relevante del trabajo se centra en la generalizada satisfacción de los consultados por los nuevos roles que desempeña el Ejército español en la escena internacional, participando en misiones de paz y de asistencia a poblaciones atrapadas en medio de los conflictos. Asimismo, los españoles creen que ahora, sus soldados, están mejor preparados que antes para cumplir las misiones que tienen encomendadas. Respondieron a los encuestadores 2.489 hombres y mujeres mayores de 16 años en 168 municipios y 47 provincias de todo el territorio nacional, con excepción de Ceuta y Melilla. La identidad española, es decir, la identificación de los encuestados con este concepto, en cuanto a sentirse orgulloso de pertenecer a la comunidad, se cifró en el 86 por ciento de las respuestas. Un 12 por ciento afirmaron lo contrario. La identificación es mayor entre las mujeres que entre los hombres. No obstante lo anterior, con referencia al efecto de determinados símbolos, la cifra de quienes se emocionan ante la bandera española se redujo al 61 por ciento del total, nivel que solamente sube dos puntos cuando se escucha el himno nacional16. En cuanto al interés por asistir a una parada o ceremonial militar todavía baja más y se sitúa en torno al 56 por ciento de las respuestas positivas. Los españoles no creen mayoritariamente, hoy en día, que nos acechen amenazas exteriores. No obstante, en ese caso, solamente la mitad de los ciudadanos estarían dispuestos a intervenir personalmente en la defensa, predisposición que es más elevadas en el segmento entre 55 y 64 años; es decir, quienes fueron soldados en los años sesenta. Según subraya la Revista Española de Defensa a propósito de este estudio “Existe una valoración positiva hacia las fuerzas armadas españolas, tanto en el
15 HUESO GARCÍA, Vicente, “La mayoría de los españoles, con sus fuerzas armadas. Conclusiones del último estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al año 2000, sobre la defensa nacional y la profesionalización del Ejército”, Revista Española de Defensa, junio de 2000, pág. 12 y ss. 16 El hecho de que el Himno Nacional de España no se cante, pese a los repetidos intentos, algunos de ellos decididamente cursis, de inventarle una letra, contribuye a que no todos los ciudadanos se sientan vinculados a esa forma de expresión de una entidad nacional, cosa que no ocurre con los franceses o los norteamericanos.
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grado de capacitación profesional de sus miembros como el de la preparación técnica, en la eficacia de su labor, en los medios materiales de que disponen y en el papel que llevan a cabo en las misiones internacionales”17. Las cosas, evidentemente, han cambiado.
(Recibido el 14-1-2002, aceptado el 21-2-2002)
17 HUESO GARCÍA, Vicente, “La mayoría de los españoles, con sus fuerzas armadas” Revista Española de Defensa, junio de 2000, íbdem.
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 215-237)
Gacetas españolas de los Países Bajos en el siglo XVII: La Gazeta de Amsterdam y Noticias Principales y Verdaderas Dr. Javier Díaz Noci Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación Universidad del País Vasco pdpdinoj@lg.ehu.es RESUMEN El periodismo antiguo, anterior a 1789, es aún hoy y a pesar de su importancia desconocido. También lo es en el caso de España y en el de las gacetas en español no sólo de la Península, sino también de los Países Bajos. Salvo, por diversas razones, La Gaceta de Madrid, los historiadores del periodismo pasan de puntillas por encima de otras gacetas producidas en el resto de España y, aún más, por encima de aquellas que se editaron en lengua española en los Países Bajos, en Flandes y Holanda, en el siglo XVII. Nosotros posamos nuestros ojos precisamente en estos periódicos, hasta ahora prácticamente desconocidos a pesar de su influencia e importante papel en la época, como lo demuestra la reimpresión de varias de esas gacetas durante décadas en España, en San Sebastián concretamente. En concreto, analizamos la Gazeta de Amsterdam, publicada por la comunidad sefardí holandesa entre 1675 y 1690, las Noticias Principales y Verdaderas que aparecieron en Bruselas entre 1685 y 1704, y la reimpresión de esta última gaceta y de otro posible periódico flamenco en San Sebastián. ABSTRACT Early journalism -the one before 1789- is still, despite its importance, very unknown. It is so as well in the case of Spain and in the case of the Spanish-language gazettes published not only in the Peninsula but also in the Low Countries. Except, for some reasons, the Gazeta de Madrid, historians of journalism rarely take into account the other gazettes published in the rest of Spain and, moreover, those published in Spanish during the sixteenth century in Holland and Flandria. We will however speak about those newspapers, until recently almost absolutely unknown amongst us in spite of their influence and important role in that period, as can be demonstrated by the fact that some of those gazettes were published again in Spain, concretely in San Sebastián. We analyse the Gazeta de Amsterdam, published by the Dutch sephardic community between 1675 and 1690, the Noticias Principales y Verdaderas appeared in Brussels between 1685 and 1704, and the reissuing of this and another Flemish gazette in San Sebastián. Palabras claves: Gacetas/España/Paises Bajos/Siglo XVII. Key Words: Gazette/Spain/Low Countries/XVII Century.
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Gacetas españolas de los Países Bajos en el siglo XVII: La Gazeta de Amsterdam y Noticias Principales y Verdaderas
Introducción i hay un país europeo donde los estudios sobre periodismo y comunicación se han desarrollado en los últimos años, ése es España. La prueba es la bibliografía que se ha generado desde que se fundaron las primeras facultades españolas de ciencias de la información -en algunos otros sitios, de ciencias de la comunicación-, e incluso antes, ya que desde que en 1930 se crea la Escuela de Periodismo de El Debate (más tarde Escuela de Periodismo de la Iglesia) se da, más en forma de manual que de investigación, una considerable producción impresa sobre la información periodística. De entre las varias materias objeto de esta bibliografía cada vez más especializada, la historia del periodismo es una de ellas. Se la ha denominado historia de la prensa, historia del periodismo, historia de los medios de comunicación e historia de la comunicación. Grosso modo, estamos de acuerdo en que esta rama académica todavía joven -aunque, lógicamente, cada vez lo es menos- se ha mantenido hasta la fecha dentro de un comprensible positivismo y de la hemerografía (que correspondería a la historia de la prensa), sin escorarse definitivamente hacia una perspectiva social de la producción y recepción de la información, en cuyo caso estaríamos hablando más bien de historia del periodismo o historia de la comunicación (Tresserres, 1994). El debate científico se ha producido, de forma implícita, en los países de habla inglesa, donde se ha superado ya el estadio que en 1939 describió uno de los indiscutibles padres de esta disciplina académica, Folke Dahl:
S
The first and most important object in the study of the history of the earliest newspaper publications is obviously of a pure bibliographical nature. (...) try to establish exactly when, where and by whom each number was printed and issued. At times the question arises whether the newspaper one is studying, is a first, second or perhaps even a third edition, or whether it is a reprint from a later date. It may even be some other contemporary publication which, for some special reason or other, pretends to be a periodical newssheet or news-book, although it is not (...). This purely bibliographical branch of newspaper research I should like to call Newspaper Bibliography (...). Newspaper are really not individuals like books, but they are more like the members of a large family (Dahl, 1939: 161). Postura que varios académicos han abogado por trascender de forma explícita y práctica. Göran Leth (Leth, 1994), por ejemplo, siguiendo a D. H. Couvée, ha escrito en ese sentido, y sus aportaciones a la historia del periodismo (y ya no “de la prensa”) se han plasmado en forma impresa en varios trabajos referidos a la prensa europea del siglo XVII, que es también el objeto de esta breve investigación nuestra. Dentro de este mismo campo tan poco trillado -al menos en
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España- que son los primeros periódicos del siglo XVII, creemos que es ejemplar, por su enfoque pluridisplinar exento de complejos y por su rigor, el estudio de Joad Raymond sobre las gacetas (“newsbooks”) inglesas del período de la Guerra de Cromwell, 1641-1649 (Raymond, 1996). Por lo que respecta a España, han sido escasos los estudios sobre lo que podríamos denominar -como se hace en el campo de la música- «periodismo antiguo», el anterior a 1789. El siglo XVII, en el que comienzan a editarse las primeras publicaciones periódicas, está prácticamente virgen de estudios. Dos son, a nuestro entender, las razones fundamentales para este vacío que comienza ya, con honrosas excepciones -la mayoría referidas a la historia de la Gaceta de Madrid-, a ser clamoroso. Una la constituyen los historiadores que se dedican a estudiar el periodismo y los medios de comunicación, la mayoría de los cuales tienen una formación en Historia Contemporánea (es decir, la referida a la era que inaugura la Revolución francesa), a cuyos departamentos pertenecen casi todos ellos. La segunda es la tremenda importancia que se da a la Gaceta de Madrid (1661) como primer y más importante periódico español. Aún aceptando que eso es cierto, en ningún modo se trata de la única gaceta publicada en suelo español ni en lengua española, dentro o fuera de nuestras fronteras, en el siglo XVII. Solventar, como se ha hecho con más frecuencia de la que sería deseable, el resto de esas gacetas como meras reimpresiones de la de Madrid es cerrar los ojos a una realidad bastante más rica de lo que se ha descrito hasta el momento. Muchas de esas primeras gacetas, entre ellas algunas que mencionaremos aquí, no deben nada a la madrileña. No se debe olvidar, por otra parte, que la propia Gaceta de Madrid no nace con las características de un periódico, título y periodicidad estables. Se hace por lo tanto acuciante un estudio sistemático y general sobre todas las gacetas españolas de ese siglo. En cualquier caso, y por centrarnos en nuestro objetivo, vamos a dar noticia y estudiar brevemente dos que en lengua española se publicaron en los Países Bajos, tanto en el Flandes español como en la Holanda protestante y, hasta cierto punto, plural y permisiva que fue el lugar, tengámoslo en cuenta, donde se producen las primeras gacetas en francés y en inglés. Dentro de la brevedad de este artículo de investigación, vamos a intentar enfocar la cuestión desde el punto de vista de la historia del periodismo, una historia sociocultural en el sentido que a este concepto dan autores como Roger Chartier (1993 a, b y c), David Paul Nord (1990) o Peter Burke (1993), una historia del periodismo que necesariamente es una historia de la comunicación social. El periodismo (aunque en el siglo XVII la palabra ni siquiera se ha inventado) como modo de reproducción cultural, cuya investigación se desdobla y se interrelaciona en la historia de la producción y, aunque evidentemente esto resulte más difícil, de la recepción. Alguna pista de peso nos la ofrece, en uno de los casos que estudiamos a continuación, el hecho de que la gaceta bruselense a que nos referimos fue reeditada durante casi veinte años por el impresor oficial de la provincia de Guipúzcoa.
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1. La Gazeta de Amsterdam 1. Cultura y comunicación en la comunidad sefardí de Holanda La primera, por orden cronológico, de las gacetas que en lengua española se editan en los Países Bajos es la que, desde 1675 y al menos hasta 1691, publica en Amsterdam el impresor sefardí David de Castro Tartás. Los datos los obtenemos de los ejemplares pertenecientes a las principales colecciones que conocemos, la de la Biblioteca Real de Holanda (Koninklijke Bibliotheek), varios ejemplares semanales consecutivos del año 1675 y un único ejemplar de 16901, llamado éste Gazeta española de Amsterdam, en clara referencia a la lengua -que es el sentido en que utilizamos también la palabra en esta investigación nuestra- y no a la nación; y la que se halla en la Hemeroteca Municipal de Madrid, que comprende ejemplares de 1690 (seis números) y 1691 (siete números). La primera noticia acerca de esta gaceta la ofrece el investigador a quien probablemente más debe la historia del periodismo en España, José Altabella. En su Evolución de los estudios de historia de la prensa en España y de la prensa como fuente histórica, no por hemerográfica y bibliográfica menos valiosa, Altabella asegura que «el primer periódico judío del mundo es una gaceta sefardí impresa en Amberes», cuyo inicio data en 1674 y del que dice estar «escrito en ladino (…) en caracteres latinos». La fuente de esos datos parece ser indirecta, en concreto un texto de 1975 (no queda claro si monografía o artículo de revista) de Maurice Kraizman, «La presse juive en Belgique et aux Pays-Bas» (Altabella, 1983: 30). A la vista de los ejemplares citados, varios datos de los mencionados por Altabella son erróneos: en primer lugar, no nos es dado asegurar con certeza que se trate del primer periódico judío del mundo. Por otra parte, aun cuando fuese impreso por un impresor de esa religión, su público parece ser más amplio -luego nos detendremos algo más en eso- que la comunidad sefardí de Amsterdam. En segundo lugar, la gaceta fue impresa en Amsterdam, y como tal se declara en el pie de imprenta de todos y cada uno de los ejemplares consultados, no en Amberes. En tercer lugar, el idioma empleado no es el ladino, sino el español de la época, y por supuesto se emplean los caracteres latinos, igual exactamente que se hacía en España. También explicaremos esto con algo más de detalle. Los sefardíes de Amsterdam, para empezar, no provenían de los judíos expulsos de España (=Sefarad) en 1492, sino que se trataba en su mayoría de conversos o descendientes de conversos españoles y portugueses (comúnmente llamados «marranos») que, por una u otra razón, habían decidido emigrar a Holanda para abrazar de nuevo la fe de sus antepasados, el judaísmo. Se trataba, por tanto, de judíos nuevos, nacidos cristianos y educados como tales, de reciente 1 En concreto, en la colección de la Biblioteca Nacional de Amsterdam se conservan los números 1 a 53 de 1675 (faltan los números 2 y 51), que cubren desde el 7 de enero al 30 de diciembre de ese año, y el 14 de 1690, correspondiente a la semana del 3 de julio de 1690.
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implantación en los Países Bajos. Los idiomas en que hablaban eran, por tanto, el portugués y el español de la época, sin ni siquiera más rasgos dialectales judíos que los referidos al vocabulario religioso, aprendido, ya que, a diferencia de los judíos expulsados en 1492, éstos eran en España y Portugal cristianos que no vivían en grupos cerrados o en juderías que ya no existían. El idioma que se emplea en la Gazeta de Amsterdam es pura y llanamente español, no judeoespañol (también denominado «judezmo»), que se forma más tarde a partir de la evolución de la lengua española hablada por judíos lejos de España y en contacto con otras culturas y lenguas. Por supuesto, no se trata de ladino, que no es sinónimo de judeoespañol: el ladino es una lengua que jamás se ha hablado, una de las técnicamente llamadas «hagiolenguas calco», que emplean las estructuras sintácticas de una lengua «sagrada», en este caso el hebreo, en la lengua vernácula (el castellano) para traducir determinados textos religiosos. Eso es lo que se hizo a partir de la traducción de la Biblia de Ferrara, de resultas de lo cual se emplea por escrito una variedad lingüística absolutamente artificial que nunca se habló cotidianamente (Díaz-Mas, 1982, 1993: 101-102; Boer, 1996: 39). Volvamos a la comunidad sefardí de Amsterdam. Como han demostrado recientes investigaciones de Harm den Boer, se trataba de un grupo de personas por lo general cultas, pertenecientes a la burguesía comercial, que tomaron parte activa de la vida social holandesa, hasta el punto de que produjeron una considerable, e injustamente olvidada, literatura en castellano y portugués. Y no sólo religiosa, sino también teatro y poesía laicas. En la capital de la república de las siete provincias encontraron estos nuevos judíos un lugar donde vivir y poder profesar su nueva fe en un ambiente de cierta tolerancia, desde luego muchísimo mayor que la que se les negaba en sus países de origen, España y Portugal. A partir de 1616, el municipio de Amsterdam promulgó un reglamento que permitía a los judíos practicar libremente su religión y les concedía la total ciudadanía. Los sefardíes de Amsterdam, en su mayoría judíos de pasado cristiano, se organizaron muy rápidamente, no sólo para ofrecer servicios religiosos, sino también y fundamentalmente educación, puesto que los nuevos judíos necesitaban instrucción religiosa. Entre 1600 y 1619 se fundaron tres congregaciones que se unieron en 1639 en una sola, la denominada Talmud Torá, al servicio de la cual trabajó David de Castro Tartás. Los judíos convivían con miembros de otras religiones cristianas, la mayor parte de ellos protestantes. Algunos de ellos habían huido, como ellos, de la represión española, y venían de los territorios católicos de Flandes. También había hugonotes franceses, si bien el brazo religioso más importante de Holanda era el calvinista. Este ambiente de tolerancia (relativa, en todo caso: por influencia precisamente de los pastores calvinistas, los judíos tenían vetado cualquier tipo de proselitismo) fue, precisamente, el que provocó que Amsterdam fuese el principal foco informativo y productor de gacetas en varias lenguas de toda Europa. En
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1620-21, y por tanto antes de que apareciese en 1631 la Gazette de France de Théophraste Renaudot, un tal Jacob Jacobsz publica el Courant d’Italie & d’Almaigne, &c., conservado en la Kungliga Biblioteket de Estocolmo, que parece ser una versión de la famosa Courante uyt Italien, Duytslandt, &c. que se inició en 1618 (Dahl, 1939: 195-197). Algunos años más tarde (1639-1643), Broer Jansz publica corantos y gacetas en neerlandés, inglés y francés. El multilingüismo era moneda de uso común en los Países Bajos, y el español era una de las lenguas que se utilizaban en aquellos pagos que habían sido parte del Imperio de los Austrias. La publicación de papeles noticiosos dista mucho de ser inocente o independiente, y en esta «esfera pública protestante», como la ha denominado Göran Leth, corantos y gacetas prestan un servicio ideológico muy concreto. La tesis de Leth es que, más que un movimiento religioso, el protestantismo (del que obviamente no participaban los judíos) era la expresión de una corriente europea que clamaba por la libertad nacional, intelectual, social y religiosa (Leth, 1994: 76). Lo que explica también las continuas alusiones a la casa de Orange y los Estados Generales que se hacen en la Gazeta de Amsterdam. Las lenguas que la comunidad sefardí de Amsterdam utilizaba eran, además del holandés que a la fuerza debían de utilizar para las relaciones sociales y comerciales con el resto de sus conciudadanos, el portugués y el español de las patrias de origen de aquellos judíos ibéricos. En ningún momento, insisten los especialistas (Boer, 1996: 35), se desarrolló un dialecto especial entre ellos. Parece ser que el portugués era el idioma preferido por la comunidad en sus usos diarios, y de hecho hasta casi el siglo XIX fue el idioma «oficial» de la comunidad sefardí de Holanda. Sin embargo, para la educación y los usos cultos el idioma preferido por los judíos ibéricos, españoles o portugueses, fue el castellano. Hay que tener en cuenta que desconocían por completo el hebreo, lengua de los usos religiosos, porque la mayoría de ellos se habían educado como católicos. Por tanto, conocían el latín y, al menos los más cultos, también el francés, además de, por supuesto y cada vez más, el neerlandés. La comunidad sefardí de Holanda era, por lo tanto, capaz de publicar en seis idiomas: portugués, español, francés, neerlandés, latín y hebreo. De todas ellas, la preferida durante el siglo XVII fue el español. El hebreo se reservó para los libros sagrados y los grandes tratados religiosos. El latín se empleó para comunicarse con la comunidad académica internacional. Algunos textos, los destinados a un público más laico y local, se tradujeron al neerlandés, aunque, sobre todo en el siglo XVIII, se prefirió publicar en francés para el público de los Países Bajos. El portugués se empleó en algunos géneros literarios, aunque en éstos predominó el español, lengua que, sobre todo, se empleó para como lengua de adoctrinamiento (los libros de reeducación religiosa se escribían en español o portugués) y comunicación con la comunidad sefardí en general, no sólo la holandesa, sino también los núcleos de Hamburgo, Venecia, Londres (comunidad ésta
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formada por sefardíes provenientes de Holanda) y la cuenca mediterránea hasta Salónica. El mayor prestigio y difusión del español entre judíos y cristianos explica esa preferencia sobre el portugués. 1. David de Castro Tartás, gacetero e impresor Amsterdam era un hervidero de imprentas y librerías, hasta el punto de que la «Venecia del Norte» era, a comienzos del siglo XVII, uno de los principales focos de la vida intelectual europea. Sefardíes holandeses como el hijo de españoles Baruch Spinoza, aunque más tarde renegaría de su religión, fueron parte activa de la vanguardia del pensamiento europeo. Spinoza, muerto en 1677, pudo muy bien ser uno de los lectores de la Gazeta de Amsterdam. Los cultos judíos conversos de origen ibérico necesitaban sus propios impresores. Uno de ellos, tal vez el más destacado de la época, fue David de Castro Tartás. Es poco lo que sabemos de él, fuera de sus libros, muchos y muy buenos. Es segura su vinculación con la comunidad Talmud Torá, regida muy significativamente no por rabinos, como era habitual, sino por una junta laica y en la cual «las decisiones se tomaban más por razones económicas y políticas que por razones religiosas» (Boer, 1996: 17). La comunidad produjo una amplia literatura, religiosa o aconfesional, que va desde los sermones y los libros de instrucción a las comedias, pasando por la poesía, y se fundaron, a imitación de las que existían en España y Portugal, academias literarias. La hispanidad de la comunidad sefardí de Amsterdam era, por lo tanto, muy acusada, y su integración en la vida holandesa, a la vez, muy grande. David de Castro Tartás pudo, por su apellido, ser un judío tanto de origen portugués como español. Es posible que, como hicieron muchos otros judíos conversos, nuestro hombre adoptara un nuevo nombre más hebreo. Eso sí, al contrario que otros sefardíes, no empleó, al menos de forma pública, un doble nombre «cristiano» y «judío» (por ejemplo, un famoso literato de la comunidad sefardí de Amsterdam firmaba unas veces Miguel de Barrios y otras Daniel Leví de Barrios), aunque sí lo hizo con sus apellidos. La utilización de más de un apellido era común entre los sefardíes: mientras uno de ellos revelaba a las claras su origen judío, otro era de abolengo hispánico-cristiano. «No debe interpretarse ni el nombre judío ni el español como un alias», advierte Harm den Boer, «ya que no había nada secreto o misterioso en ninguno de ellos: estos nombres raramente trataban de esconder la identidad de la persona en cuestión» (Boer, 1996: 45). Lo que se hacía era emplear uno u otro, o los dos, según conveniencia. Por ejemplo, cuando el sefardí en cuestión se dirigía a un público no exclusivamente judío. Esto explica por qué David de Castro Tartás firma así alguno de los libros que salen de su imprenta y, en cambio, emplea tan sólo el segundo apellido (David de Tartás) en su gaceta. Eso mismo hizo en varios de los libros que publicó. Harm den Boer asegura que «puede explicarse este fenómeno teniendo en cuenta que la
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obra está dirigida a lectores protestantes y muy probablemente no a lectores de la península ibérica (…). Un nombre como David Tartás no es nada ibérico y es quizá por este motivo que el impresor David de Castro Tartás usara únicamente el segundo apellido en algunas ediciones, las destinadas a un público cristiano» (Boer, 1996: 45, 73). Según esto, la Gazeta de Amsterdam se dirigiría a un público no exclusivamente judío (todo aquel que en Holanda y en la Europa del momento pudiese leer en castellano, y no eran pocos quienes podían), pero no ibérico (donde, de cualquier modo, la gaceta no iba a llegar, al menos de forma legal). Está claro que esto ni siquiera se intentó: en contra de lo que era bastante común entonces, el pie de imprenta refleja exactamente la realidad. En efecto, era común que o bien no hubiese pie de imprenta o bien éste fuese falso. El propio David de Castro Tartás emplea este subterfugio en varios de sus libros, según cuál fuese su destinatario. Poner «Amsterdam» en la portada o el pie de imprenta suponía que la edición no circularía en los territorios católicos. Así que si lo que se pretendía era esto, lo habitual era hacer constar en el pie de imprenta otra ciudad menos sospechosa, por ejemplo Bruselas, capital del Flandes español, o Amberes, aunque por supuesto todos esos libros partiesen de la imprenta de De Castro en la capital holandesa. Aunque la actividad de David de Castro Tartás está documentada desde 1663 (de ese año es la reimpresión del popular tratado Visión deleitable y sumario de todas las ciencias de Francisco de Cáceres), su actividad se intensifica precisamente por aquellos años en que comienza a editar su gaceta. Entonces es cuando la comunidad sefardí de Amsterdam se organiza mejor. Quizá la obra cumbre salida de los talleres de David de Castro Tartás son los Sermões que pregárão os doctos ingénios do kabal kadós de Talmud Torá que se imprimen en 1675, a raíz de la inauguración de la gran sinagoga de la comunidad Talmud Torá. Se trataba de una edición muy cuidada, con grabados del holandés Romein de Hooghe y prólogo del propio De Castro Tartás (Boer, 1996: 24). No es aventurado suponer que, a partir de entonces, David de Castro Tartás se convirtiese en el impresor por excelencia de la comunidad sefardí de Amsterdam. Del establecimiento de David de Castro Tartás saldrán varios de los libros sefardíes más importantes de la época, religiosos y profanos, para judíos y para cristianos. De 1676 data la primera de las academias literarias sefardíes de la ciudad (la Academia del Temor Divino), y en 1685 se crea la Academia de los Floridos. Desde 1624 se representan comedias en español y portugués, aunque es a partir de 1667-68 cuando se organizan compañías más o menos estables, que representan sobre todo en el carnaval judío (fiesta de Purim). Varias obras del más famoso literato sefardí de la época, Miguel de Barrios, fueron dadas a la luz por nuestro impresor: Libre albedrío y armonía del cuerpo (1680), Bello Monte de Helicona (1686), como lo fueron las de otros literatos como José de la Vega y Manuel de Leão. En 1689 imprimió el Compendio de dinim de un sefardí holandés
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emigrado a Londres, David Pardo. Y de 1692 es su última obra conocida, las Ideas posibles de José de la Vega. A partir de entonces, se documenta la existencia de otro impresor, tal vez familiar directo o político suyo, un tal Manuel Texera Tartás. En cuanto a la Gazeta de Amsterdam, se trata de un producto de segundo orden, comparado con los libros que salieron de sus prensas, pero perfectamente homologable con otras gacetas holandesas, en neerlandés, alemán, inglés, francés o italiano, salidas de las prensas de los grandes impresores de gacetas de entonces, Caspar y Jan van Hilten, Broer Jansz, Mathijs van Meininga, Joost Broersz, Francoys Lieshout o Jan Jacobsz Bouman (Dahl, 1946), y desde luego mucho mejor que cualquiera de las gacetas de otros países de la época2. La gaceta se encabeza con la mancheta Gazeta de Amsterdam, en grandes letras centradas, con un escudo en medio. A manera de subtítulo, a dos columnas, la fecha de edición. Formalmente, es desde luego un producto más cuidado que el resto de las gacetas en castellano de España o Flandes, que siempre se tiran a una sola columna. La Gazeta de Amsterdam, en cambio, se diseña a dos columnas, con titulares en mayúsculas por países (Italia, Francia, Alemania, Flandes y Holanda) y subtítulos en cursiva indicando la ciudad y la fecha (Venecia, 23 Deziembre, por ejemplo). Este diseño a doble columna era típico de las gacetas neerlandesas, y fue inaugurado en 1618 por el famoso Courante uyt Italien, Duytslandt, &c., diseño que a su vez se tomó de las ediciones populares (protestantes) de la Biblia3. Las páginas no van numeradas en los ejemplares de 1675, pero sí, de forma correlativa con los números anteriores, a partir de 1690. En cambio, se numeran los ejemplares de cada año, cosa del todo inhabitual en las gacetas españolas, al final de la primera columna de la primera página. Eso nos permite afirmar que el primer ejemplar es el del lunes 7 de enero de 1675. Cada ejemplar semanal consta invariablemente de cuatro páginas, al término de las cuales figura el pie de imprenta: «Impresso en Casa de David Tartás» (en algún número, seguramente por error, figura la lectura «David Tartaz»). Este sencillo pero funcional diseño se mantiene hasta 1690, en que incorpora, además de la paginación ya mencionada, un encabezado de página que reza «Gazeta española de Amsterdam» 2 Los aspectos formales, tipográficos y de diseño, del periodismo histórico (y mucho menos el de esta época tan temprana a que nos referimos aquí) se han abordado muy poco. Sin duda, la tradición inglesa inaugurada por el tipógrafo y académico Stanley Morison (el mismo que diseñó el famoso tipo Times New Roman para el diario londinense The Times) es la más representativa. El propio Morison, sobre todo en su estudio de 1932 The English Newspaper, sentó las bases al analizar la evolución formal de los periódicos ingleses desde el siglo XVII al XX. El ya citado Joad Raymond (vid. Bibliografía) abordó estos aspectos en un capítulo de su tesis doctoral. En nuestro país, en cambio, todavía hay quien se niega incluso a otorgar a las gacetas, fuera de la de Madrid, el estatus mismo de periódico. 3 P. M. Handover, en su A history of the London Gazette 1665-1965 (London: Her Majesty’s Stationary Office, 1965) pone de manifiesto esta relación «between bible and newspaper printing». Según él, «both pack much matter as economically as possible by using types of small size; both have long runs» (pág. 10).
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Además de las consabidas noticias internacionales, de Italia (Venecia, Nápoles, Génova, Roma, Milán), Alemania, Francia (París y Estrasburgo) e Inglaterra (Londres), lugares donde existían comunidades sefardíes, la gaceta informa puntualmente de lo ocurrido en Bruselas (lo que nos hace pensar que en esa ciudad pudo leerse con alguna asiduidad) y en Holanda. Informar del propio país no era en absoluto habitual en las naciones que, como España o Francia, estaban controladas férreamente por la censura regia. David de Castro Tartás da noticias de Amsterdam y de La Haya, las ciudades más pobladas e importantes y también las que contaban con núcleos sefardíes. La mayoría son noticias oficiales -los sefardíes estaban agradecidos por la tolerancia de la casa de Orange y los Estados Generales, y les convenía lógicamente llevarse bien con ellos- y no faltan incluso los avisos. En cuanto a la periodicidad, depende naturalmente de la lejanía de las ciudades donde se producen las informaciones. De Italia tardan entre dos y tres semanas en llegar, entre una y dos semanas de Francia, Alemania y Londres. Sólo unos días separan la datación de las noticias de La Haya y Bruselas, cercanas a Amsterdam, y la fecha de publicación de la gaceta. Muchas de las noticias de Amsterdam son del todo frescas, y se datan el mismo día en que aparece el periódico. Éste, por lo tanto, se componía, imprimía y distribuía en un solo día, siempre los lunes.
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Primer nĂşmero conocido de la Gazeta de Amsterdam, del lunes 7 de enero de 1675
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2. Noticias Principales y Verdaderas 2.1. Picas en Flandes: los gaceteros de Bruselas también hablan español La existencia de gacetas en español publicadas en las Provincias del Norte no debió pasar desapercibida ni para los impresores de los Países Bajos españoles ni para las autoridades de Su Majestad Católica. Algunos destacados sefardíes de Amsterdam, como el escritor Miguel de Barrios, provenían de Bruselas, donde sin duda mantenían algún contacto. Así que, aunque como hemos dicho parece claro que la Gazeta de Amsterdam jamás ocultó su origen y autores ni pretendió difundirse, al menos ostensiblemente, en Flandes, la cercanía geográfica y el idioma sin duda hicieron que el periódico fuese conocido fuera de Holanda y desde luego en los dominios españoles cercanos. No podemos afirmar con rotundidad que fuese ésta una de las razones por las que se editó, desde al menos 1685, al menos una gaceta en español en Bruselas. Por esos años comienza a editar Pedro de Cleyn su quincenal Noticias Principales y Verdaderas4. Desconocemos cuál es la fecha exacta de publicación de esta importante gaceta, ya que el primer número conservado, perteneciente a la colección de la Biblioteca Nacional de Francia, es de 1685, pero en el mismo queda claro que la gaceta lleva tiempo imprimiéndose y distribuyéndose en Flandes y España5. Muy significativamente, aquella gaceta flamenca en castellano comienza con noticias de España, traídas de la Península y reintroducidas en la misma mediante el subterfugio legal de hacerlo mediante esta gaceta en castellano que no era española y podía así escapar a la estricta censura de la monarquía. Éste era el modo, por cierto, en el que otros muchos países de Europa se permitían disponer, para desesperación de los respectivos monarcas que poco podían hacer frente a la importación legal o clandestina de noticias en la lengua de sus reinos y fabricadas en los más permisivos Países Bajos, de noticias sobre sus propios países. Aunque, sin duda, las autoridades flamencas de Su Católica Majestad Carlos II no sólo permitían, sino que probablemente también alentaban, la publicación de esta y tal
4 Pero es más que probable que existan otras gacetas flamencas en español que esperan a ser redescubiertas. Es posible que otra gaceta, de la que luego hablaremos, titulada Noticias Extraodinarias del Norte, fuese igualmente flamenca. Es obvia la necesidad que existe de un estudio de esas gacetas, algunas de las cuales sin duda se conservarán en las bibliotecas holandesas y belgas actuales. 5 Hemos localizado cuatro ejemplares de las Noticias Principales y Verdaderas, de 1689, en la Biblioteca Nacional de Madrid, y una colección compuesta por varios ejemplares correlativos de los años 1685 y 1686 en la Biblioteca Nacional de Francia. Abarca desde la gaceta impresa el 24 de julio de 1685 (noticias de 18 a 24 de julio de ese año) hasta la impresa el 2 de abril de 1686 (15 números). La colección más nutrida, 64 ejemplares de los años 1688 a 1691, se conserva en la Hemeroteca Municipal de Madrid (13 de 1688, 19 de 1689, 7 de 1690 y 25 de 1691). Intentó ser semanal, la periodicidad más ajustada en aquellos tiempos, pero acabó siendo quincenal. Se abre siempre con noticias breves de España, referidas por lo general a la familia real y su corte, y da cuenta con regularidad de noticias de Alemania, Italia, el Norte (provenientes de Hamburgo), Inglaterra, Holanda y Francia. Finalmente, en letra más pequeña, información de Bruselas, ligada a las fuentes oficiales españolas. A diferencia de las posteriores reimpresiones donostiarras, las Noticias Principales y Verdaderas de Pedro de Cleyn carecen de numeración correlativa.
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vez otras gacetas españolas en Bruselas, pudiendo así, mediante la excusa de hacer frente a las informaciones que sobre Flandes se publicaban en, por ejemplo, la Gazeta de Amsterdam, ofrecer de forma oficiosa sus propias informaciones a través de la gaceta de Cleyn. Que luego ésta se distribuyese también -necesariamente entre círculos selectos que pudiesen pagar la importación de la gaceta- en España, mediante una actitud permisiva de «hacer la vista gorda», es algo por demostrar, aunque sólo así se explica la profusión de noticias oficiales de España y Bruselas que aparecen en estas Noticias Principales y Verdaderas. Existió al parecer una considerable producción de gacetas en lengua española en Flandes6. No hay que olvidar, por otra parte, que nuestro primer gacetero oficial, Francisco Fabro Bremundán, secretario personal de don Juan José de Austria, era igualmente flamenco. En Bruselas, capital católica de los antiguos dominios españoles en los Países Bajos, el castellano seguía siendo de uso cotidiano. El flamenco Arnaldo (Arnaud) de la Porte publicó en 1659 una gramática y un diccionario para la educación de sus compatriotas en la lengua española, en la que aseguraba que «nos está de verdad la lengua española necessaria por los infinitos negocios que se han cada día de tratar en las cortes de Madrid y de Bruselas, y por otras pláticas y estudios privados que consisten en explicar la mente de los autores españoles» (apud Alatorre, 1998: 78). Es por ello lógico que los numerosos impresores bruselenses conociesen varias lenguas. Es relativamente poco lo que conocemos acerca del editor y primer impresor de las Noticias Principales y Verdaderas, Pierre o Pedro de Cleyn (pues ambos nombres empleó). La mayoría de los datos provienen del Dictionnaire des Journaux (1600-1789) de Jean Sgard (Sgard, 1991: 1079). Durante un tiempo aparece como impresor probable y vendedor seguro de las Relations Véritables, una longeva gaceta (se publicó entre 1652 y 1741) en lengua francesa impresa en Bruselas. Aparece en ella como Pierre de Cleyn7. Era, en principio, semanal, aunque más tarde se convierte en bisemanal. Cleyn no fue el primer impresor de este periódico. Comenzó su publicación el impresor Guillaume Scheybels, y se vendía en casa de Guillaume Hacquebaud, cerca de la escuela de los jesuitas de Bruselas. En 1666 Scheybels se asocia a Cleyn, y poco después, entre enero y mayo de 1667, deja de aparecer el periódico. Tras esta crisis Pierre de Cleyn figura como único impresor, hasta que en 1685 (se publica ya la gaceta Noticias Principales y Verdaderas), en agosto concretamente, pasa a figurar como impresor Gilles Stryckwant, aunque el establecimiento de Cleyn figura como lugar de venta,
6 Que sepamos, no existe demasiada bibliografía al respecto. José Altabella, sin embargo, cita en su tesis doctoral dos referencias, que no queda claro si son monografías o artículos de revista: Luykx, Theo (1964): De eerste gazettiers en hun kranten in de Spaanse Nederlanden. En Hendelingen XVIII. Ondenaarde: Sanderus y Luykx, Theo (1965). Brugse krante en gazettiers in de Spaanse Nederlanden. Brugge. Ninguna de las dos figura en los catálogos de las principales bibliotecas holandesas y belgas.
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probablemente porque Cleyn (¿tal vez por indicación de los ministros de Carlos II en Flandes?) se dedica sólo a editar e imprimir la gaceta española8. Las Relations Véritables defienden a lo largo de toda su existencia la causa católica frente al protestantismo, por lo que tanto esta publicación en francés como la gaceta en castellano de Cleyn, además de disfrutar de privilegio como consta en el colofón, disponían de fuentes de información oficiales. Bastantes números de las Relations comienzan con noticias de Madrid, por ejemplo, noticias que por supuesto tienen carácter oficial y hablan del rey y de la Corte. Se sabe que Pierre de Cleyn falleció en agosto de 1690, ya que las Relations y las Noticias Principales y Verdaderas continúan vendiéndose en su establecimiento frente a las escuelas de los jesuitas de Bruselas, ahora denominado «chez la Veuve de Pierre de Cleyn». Ambas gacetas continúan publicándose tras su muerte: todavía en 1696 y 1704 Pedro de Huarte reimprime los números más recientes de las Noticias Principales y Verdaderas en San Sebastián, y en Bruselas toma el cargo de imprimir el periódico, a partir de noviembre de 1691 Pedro Dobbeleer, junto al mercado de la Leña. Como ya hemos dicho, esta gaceta de Cleyn es una de las pocas de la época escritas en castellano que ofrece información sobre España. Las noticias sobre el reino sufrían un curioso proceso de ida y vuelta que permitía así eludir la legislación restrictiva de Felipe IV, todavía vigente. En el primer número citado se dice: «Haviendose quexado de España de ser las noticias esteriles, por no publicarse sino cada 15 dias, y suceder continuas novedades, se ofrecen todos los ocho, con permission, haviendo empeçado à 18 del corriente, para que se satisfaga à la curiosidad Española». Las reimpresiones donostiarras de las que a continuación hablaremos eliminarán cualquier referencia a la información española, por otra parte poco peligrosa para la monarquía borbónica, ya que está claro que las fuentes de información manejadas por la oficina bruselense de Cleyn son oficiales: en todo momento se recalca en las gacetas originales que se cuenta «con permission». Algo sabemos del modo en que las gacetas en que participó P. de Cleyn funcionaban. Entonces como hoy, la base del prestigio de un periódico era una buena información internacional, de primera mano, por tanto muy cara. La otra gaceta en que participó, Relations Véritables, se componía de boletines enviados por los corresponsales destacados en las capitales de Europa: Roma, Venecia, Génova y Milán en Italia, Hamburgo como principal suministrador de las noticias del Norte, Londres, París y Viena. También, lo que, como ya hemos dicho, resulta significativo, de Madrid. La mayoría de las noticias la componen las informacio-
8 Los pies de imprenta de los números de esta gaceta flamenca en francés consultados en la Hemeroteca Municipal de Madrid, correspondientes a 10 números de 1688 y 19 de 1691, indican que «se vendent chez Pierre de Cleyn», o, ya muerto éste, «chez la Veuve de Pierre de Cleyn». Según el propio pie de imprenta, cabe más bien colegir que el impresor, o el editor, era Gilles Stryckwant.
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nes diplomáticas y militares, en especial las referidas a batallas. Esas mismas informaciones engrosaron, traducidas y adaptadas al castellano y destinadas al mercado español, las Noticias Principales y Verdaderas. Una comparación entre números cercanos de las Relations Véritables y las Noticias Principales y Verdaderas nos permite corroborar este aserto. La gaceta en castellano se imprimía un día antes, y era más breve (cuatro páginas) que la gaceta en francés, que generalmente constaba de ocho. No se repetían necesariamente en una y otra las noticias, aunque sí ocurre en buena medida con las de España, lo que por supuesto nos hablaría de un origen común. En el último número conocido de las Noticias Principales y Verdaderas de Cleyn se lee: «El limitado despacho de estas Noticias, y las pocas assistencias de quien las recoge, sufocan los grandes desseos que tiene de satisfazer à la curiosidad publica, como tambien le impossibilitan à sacar a luz muchas obras, en que incessantemente se fatiga, no obstante sus achaques, y edad, entre ellas la Recopilacion historica de los sucessos y guerras de Ungria, desde su principio, hasta el año presente». Para fortalecer el negocio, tanto Cleyn como Stryckwant intentaron ofrecer numerosas noticias de Bruselas que añadir a los boletines internacionales que adquirían en el mercado flamenco. ¿Cuáles son los temas de estas Noticias Principales y Verdaderas? Fundamentalmente son de tipo político y militar -»Los progresos de la Liga Sagrada de este año de 1687", «La Coronación del Augustissimo Archiduque Joseph de Rey de Ungria», expediciones ordenadas por la Corona inglesa «contra los piratas del mar del sur», etc.- y no faltan tampoco las relativas a los aconteceres, a veces anecdóticos, de la Corte Vaticana («Baxando del Monte Quirinal con su carroça el Cardenal de Estrées se vido en grandissimo peligro de la vida, por haverse rompido el freno de uno de los cavallos»), de la nobleza toscana («A los principios de este año llegò à Milàn, aunque incognito, el Gran Principe de Toscana Ferdinando de Medicis»), todas ellas correspondientes al ejemplar del 16 de febrero de 1688. No obstante, las principales noticias, como decimos, eran bélicas y políticas, referidas a los países de la Liga Sagrada (de hecho, «Progresos de los de la Liga Sagrada» es el encabezamiento de la mayoría de los números de esta gaceta). Sólo más tarde, ya en 1696, se incorporarán noticias de los países nórdicos, noticias fechadas en «Stockholm» y «Coppenhaguen», donde se producían serias diferencias entre la Corona (Cristián V) y el Duque de Hostein. Las noticias foráneas eran, como es lógico debido al estricto control gubernamental en cada uno de los países, mejor conocidas en el extranjero que en el ámbito propio. En cuanto al diseño, es bastante más menguado que el de sus vecinas gacetas holandesas. La mancheta encabeza la primera de las cuatro páginas en cuarto de que consta el periódico. A modo de subtítulo, como es costumbre en la época, la fecha de las noticias: «Desde 18 hasta 24 de Julio de 1685», por ejemplo. El texto se dispone a una única columna, la primera letra es capital. Primero, como es de suponer, las noticias de España (seguramente condición sine qua non
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impuesta por la monarquía española para permitir la publicación de la gaceta), siempre de carácter oficial. A continuación, noticias de Italia, Alemania, «del Norte» (Hamburgo, Polonia, Moscú, etc.), Inglaterra, Holanda y Francia, muy breves siempre. Cada una de ellas, sin fecha, está encabezada por un «De [país de que se trata]» en versalitas. Buena parte de la última página se destina a las noticias de Bruselas (que seguramente eran las que realmente atraían a los compradores flamencos, y permitían hacer algo de dinero a Cleyn), generalmente en un cuerpo de letra más pequeño que el resto, y finalmente el pie de página: «En Brusselas [fecha]». A partir de 1689 se indica «con licencia» y que «hallanse en casa de Pedro de Cleyn, frente de las Escuelas de la Compañía de Jesus» (y, ocasionalmente, «en casa de Francisco Foppens»).
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Primer nĂşmero conocido de las Noticias Principales y Verdaderas impresas por Pedro de Cleyn en Bruselas el 24 de julio de 1685.
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2.2. La recepción de las gacetas flamencas en España: las gacetas donostiarras de los Huarte Las gacetas flamencas en español se conocían en España. Ocurrió con las Noticias Principales y Verdaderas, que se reimprimieron durante aproximadamente veinte años en San Sebastián. La gaceta que fundó Pedro de Cleyn tuvo, a pesar de sus dificultades, una vida longeva, ya que en 1704 se reimprimió en San Sebastián el último de sus números conocidos. Desde 1687, puntualmente cada quince días, la gaceta sale de la imprenta, situada en los aledaños de la iglesia de San Vicente en San Sebastián, de la familia Huarte (los hermanos Pedro y Bernardo, junto con su madre María de Aculodi, aunque ésta probablemente figure en los pies de imprenta más como manera de conservar una fuente de ingresos como viuda del primer impresor de la Provincia), impresores oficiales de Guipúzcoa y sucesores de Martín de Huarte, el primer impresor estable que puso sus talleres en dicho territorio. Como la periodicidad (y al parecer la demanda del público, sediento de noticias en todo el Continente) más habitual era la semanal, Huarte decidió editar, en las semanas en que no aparecía la reimpresión de las Noticias Principales y Verdaderas, otra gaceta, de origen desconocido, aunque tal vez fuese igualmente flamenco: Noticias Extraordinarias del Norte. Otras alternativas, aunque más improbables, son igualmente posibles: en primer lugar, la más remota es que fuese una gaceta de gacetas compuesta por el propio Huarte. Nos inclinamos a pensar, sin embargo, que reimprimía una gaceta y actuaba así como impresor y editor, no como periodista. Otra posibilidad es que la gaceta que Huarte reimprime sea a su vez la adaptación al castellano de una o varias gacetas y corantos en lengua francesa. Sin embargo, hay que descartar que la gaceta fuese la traducción de otra gaceta francesa. Aunque es prácticamente seguro que Pedro de Huarte conocía el idioma -había perfeccionado los conocimientos del oficio de impresor aprendidos de su padre en Burdeos- no parece posible que se tradujese con tan sólo unos días cada semana tantas noticias, y tampoco aparece en la redacción rastro alguno de galicismo. Lo más probable, repetimos, es que existiese otra gaceta en español proveniente de los Países Bajos, donde el tráfico informativo era constante y las noticias se compraban y vendían como cualquier otra mercancía. Sea como fuere, ambas gacetas se imprimían y vendían en semanas alternas, de manera que durante varias décadas San Sebastián contó con información semanal, aunque fuese a través de dos títulos diferentes. Como resulta obvio, los Huarte pretendían así servir a los intereses de su comunidad, de manera que reimprimían dos periódicos cuya información era complementaria, de resultas de lo cual San Sebastián fue una de las capitales mejor informadas de los reinos de España: ninguna ciudad contó con la presencia ininterrumpida durante tanto tiempo de dos gacetas que, según sabemos, no faltaron a su cita semanal. A nosotros no han llegado todos los ejemplares salidos de las prensas de los Huarte. Una
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colección está más nutrida que otra: la de las Noticias Principales y Verdaderas que se ha conservado llega hasta 1696, aunque sabemos que en manos privadas hay un ejemplar de 1704, lo que nos permite saber también de la longevidad de aquella gaceta flamenca original; la de Noticias Extraordinarias del Norte sólo hasta 1689, sin que sepamos si se prolongó más allá9. ¿Por qué decidió Pedro de Huarte editar durante tanto tiempo varias gacetas, siendo además pionero en hacerlo en prácticamente todo el Norte de la Península, en una ciudad que entonces, a pesar de su importancia como puerto de mar, centro comercial y su cercanía a la frontera con Francia, no dejaba de ser un núcleo de población pequeño? Las razones son dos: una, la inquietud de la burguesía comercial, que necesitaba conocer las noticias de lo que acontecía en Europa, y que en 1727 fundará la Compañía Guipuzcoana de Caracas (aquel año, Huarte edita un semanario, ahora original, titulado Extracto de Noticias Universales). Y segunda, los Huarte, como antes Jaume Romeu y como su coetáneo Rafael Figueró en Barcelona, necesitaban «garantizar la marcha de su negocio en una época en la que, siendo los libros un objeto de lujo cuyas ventas se reducían drásticamente en las épocas de crisis, era más razonable buscar la manera de asegurarse unos ingresos modestos, pero seguros e inmediatos, a través de la producción de unos impresos breves (de cuatro hojas en 4º) que, a diferencia de los libros, eran susceptibles de una difusión amplia y rápida» (Reula Biescas, 1993).
9 Ambas colecciones, en realidad una sola y como tal encuadernada en un solo tomo, se guardan en la Hemeroteca Municipal de Madrid.
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En un artículo publicado en La Voz de España 1949 José María Donosty afirmaba haber consultado un ejemplar de Noticias principales y verdaderas impreso en San Sebastián a finales del mes de agosto de 1704. En ese mismo artículo, Donosty incluía la reproducción de sendos fragmentos, el encabezamiento y primeras líneas, por una parte, y las líneas finales y el pie de imprenta, por otra, de aquel ejemplar, entonces en manos privadas y hoy en paradero desconocido. Los fragmentos citados son los que hemos reproducido aquí.
3. Conclusiones Las gacetas estudiadas, como todas las de la época, no son productos espontáneos, sino que responden a las necesidades de determinados grupos sociales (los sefardíes en el caso de Amsterdam, las elites funcionariales en el caso de las de Bruselas, la burguesía comercial donostiarra en el caso de las reimpresiones de los Huarte), que a su vez se proyectan a otros grupos sociales e incluso se internacionalizan. Es obvio que estas publicaciones cumplen una función de reproducción de las ideologías dominantes, que las alientan o toleran. La mano de la monarquía española del último de los Austrias, preocupada por imponer sus puntos de vista en sus dominios de los Países Bajos, es notoria en el caso de las Noticias Principales y Verdaderas, y la publicación de avisos oficiales de los Estados Generales de Holanda en la Gazeta de Amsterdam nos habla bien a las
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claras de hasta qué punto la casa de Orange veía con buenos ojos la gaceta de los sefardíes holandeses. Puesto que era impensable un periodismo local o nacional a la usanza actual, se desarrolló un periodismo de contenido internacional, basado en la crónica noticiosa de hechos, «un tiempo en que relato histórico y relato periodístico apenas tienen diferencia», como señala acertadamente Aguilera Castillo (1989: 45), que permitía una mayor libertad de información siempre dentro de un estricto carácter oficialista más que oficial. Algunas afirmaciones que se han vertido acerca del periodismo antiguo español debieran ser en nuestra opinión revisadas. En primer lugar, la especie de que la Gaceta de Madrid (y sus reimpresiones de provincias) fue hasta bien entrado el siglo XVIII prácticamente el único periódico español, y por tanto la única fuente de información oficial u oficiosa, se tambalea. Existían otras gacetas no sólo en Holanda (ésta, si se quiere, un caso aparte, por ser el portavoz, en principio, de una comunidad que ya no estaba compuesta por súbditos de la monarquía hispánica) o en Flandes, sino que provincias periféricas como Guipúzcoa conocían y reeditaban puntualmente gacetas españolas foráneas, lo que hace que los habitantes que podían costearse esas gacetas estuviesen tan bien o mejor informados que los que residían en la Corte, sin depender de la Gaceta de Madrid. Otra afirmación muy extendida entre la comunidad científica debe ser igualmente revisada: aquella que asegura que los Países Bajos, en concreto Holanda, eran productores de información para toda Europa, y que ésta se producía, además de en neerlandés, en francés o inglés (y también en español, como se ha visto), por lo que era por tanto no el único, pero sí principal foco informativo de todo el Continente. La alternativa a ese foco informativo protestante que escapaba a la censura tenía lugar en el Flandes español, en el propio idioma del maltrecho imperio formado por Carlos V y en cuyos dominios se ponía ya el sol. En definitiva, el estudio general y profundo de los primeros periódicos en español, dentro o fuera de lo que entonces eran los territorios de la monarquía hispánica, y de toda la dimensión que encierran sus múltiples aspectos, es aún un empeño sin realizar. Ni siquiera disponemos de un catálogo de todos los títulos, de sus características morfológicas y de su localización. Si va a acometerse o no, es algo que no nos toca a nosotros decir. Sólo hemos querido que estas líneas reflejen y sirvan de muestra, aunque sólo sea en parte, de esa desconocida riqueza del periodismo antiguo español. La mano diestra y paciente de los historiadores debe, como si se tratara de un cuadro de la época, cubierto por la pátina del tiempo, el polvo, el olvido y la desidia de siglos, restaurar el vasto lienzo y descubrir ahora todos sus colores y matices.
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(Recibido el 10-12-2001, aceptado el 15-2-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 239-248)
El periodista científico y el psicólogo de la comunicación: su papel en la transmisión de mensajes científicos a través de los medios de comunicación de masas Juana María Gila Ordóñez Fátima Rodríguez Barrera Dra. Ana Guil Bozal Dpto. de Psicología Social Universidad de Sevilla
RESUMEN La proliferación de MCM unido al aumento del nivel cultural de la población, posibilitan y hacen necesario un acercamiento del científico a la sociedad. En nuestro trabajo presentamos algunas de las, a nuestro juicio, más importantes estrategias necesarias para llevar a cabo esta compleja tarea de acercamiento del mundo académico al hombre de la calle, mediante el trabajo interdisciplinar de dos profesionales: el/la periodista científic@ y el/la psicólog@ de la comunicación. ABSTRACT The proliferation of MCM, together with the increasins cultural level of the man in the street, make it not only posible but necessary to bring sciencie closer to the public. Two professionals fron different disciplines, one a scientific journalist, the other a social psychologist whose research covers the field of communication, have studied the problem. In the work, we propose what we believe to be some of the more important strategies that must be carried out in oder to accomplish the complex task of bringing the academic world closer to the people. Palabras claves: Ciencia/Periodismo/Psicología/Comunicación/Mensajes. Key Words: Science/Journalism/Psychology/Communication/Messages.
INTRODUCCIÓN l conocimiento científico ha permanecido tradicionalmente encerrado en los centros de investigación, dándose a conocer al gran público sólo después de muchas aplicaciones prácticas, pasados varios años desde su descubrimiento y siempre con mucha cautela ante el posible mal uso de la información especializada. Y aunque muchas de estas
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precauciones hayan de seguir siendo mantenidas, el crecimiento de los MCM unido al del nivel cultural de la población, posibilitan y hacen necesario una mayor apertura y un mayor acercamiento del científico a la sociedad. El Congreso Nacional sobre «Comunicar la ciencia en el siglo XXI», celebrado en Granada del 25 al 27 de Marzo de 1999, fue el primer Congreso Nacional sobre Comunicación Social de la Ciencia, que tuvo como objetivo general -en palabras del presidente andaluz Chaves- «analizar y debatir las fórmulas y estrategias más adecuadas para difundir y hacer más accesible el conocimiento científico, entre sectores sociales que hasta ahora permanecían alejados del mismo». A raíz de aquí surgió la idea de profundizar en la relación entre ciencia y medios de comunicación. Para ello proponemos partir del rol del Periodista Científico en relación con el Psicólogo Social de la Comunicación, trabajando ambos en la divulgación de la ciencia a través de los Medios de Comunicación de Masas. I. EL PERIODISTA CIENTÍFICO Y EL PSICÓLOGO DE LA COMUNICACIÓN Divulgar el conocimiento científico de forma amena y adecuada a los diversos tipos de audiencia, es un paso bastante mas complicado de lo que pudiera parecer a primera vista. «El problema radica en cómo se traslada este conocimiento a la sociedad, sobre todo en un contexto comunicativo en el que lamentablemente prima lo espectacular e incluso el sensacionalismo, sobre los criterios que definen una correcta información y divulgación científica: la simbiosis entre amenidad y rigor» (Vladimir de Semir, 1999). Consideramos que en este proceso de comunicación de contenidos científicos, el Psicólogo Social podría jugar un importante papel, desarrollando en concreto varios tipos de intervenciones: - Como Comunicador o experto en estrategias de comunicación, consciente de las dificultades y de las especiales condiciones necesarias para que se produzca esta comunicación de la manera mas correcta (intereses de los emisores, características del medio y del canal y características de los receptores), habría de analizar en cada caso cuáles son las metodologías específicas para paliar estas posibles interferencias. - Como Mediador, tendría la misión fundamental de actuar de nexo entre el científico y el periodista. En muchas ocasiones el científico no es todo lo buen comunicador que cabría desear, porque no es ésta su especialidad. En paralelo, el periodista sabe comunicar pero no tiene porqué entender los contenidos que ha de
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transmitir, no está capacitado para discriminar entre lo esencial y lo accesorio, no conoce las posibles repercusiones de su información, recoge opiniones no siempre avaladas por especialistas, etc... Este desfase contribuye a confundir a la opinión pública y a devaluar la propia investigación científica. Por eso ambas partes -científico y periodista- necesitan de ese intermediario que pueda facilitar la relación, acercando sus distintas perspectivas, en beneficio siempre del usuario de los medios. - Como Formador del periodista especializado en comunicar la ciencia, el psicólogo social tiene también una función docente esencial, consecuencia directa de su doble especialidad -científica y comunicadora- y de su papel de mediador entre estos dos importantes grupos profesionales. Se trata en definitiva de acercar la ciencia al individuo concreto y a la sociedad en general, utilizando tantos caminos como sea posible, hasta llegar al ideal de ciencia al servicio de toda la comunidad. Respecto al periodista científico y siguiendo a Quiroga (1999), éste es a su vez un mediador entre los distintos segmentos sociales, teniendo como función primordial la producción de información pública útil para el ejercicio de la ciudadanía y para una mejor calidad de vida. El periodista que se ocupa de temas científicos, es además una especie de institución en la sociedad civil, constituyéndose en empresa prestadora de un servicio público esencial. II. LA COMUNICACIÓN SOCIAL Al analizar la comunicación a través de cualquier medio, un paso previo es obviamente partir de cuáles son los elementos básicos de todo proceso de comunicación social. Siguiendo a León, Gómez y Barriga (1996) recogemos estos elementos y una conceptualización general del proceso de comunicación, en la que se parte de una definición en términos de conjunto dinámico de relaciones entre elementos que interaccionan y se influyen mutuamente. Porque la naturaleza de la comunicación social sólo puede conocerse considerando su complejidad procesual. Por lo tanto, al hablar de comunicación social, se está haciendo referencia además de a un proceso de interacción mutua, a un proceso de influencia social. Podríamos distinguir siete pasos y un elemento adicional, que se dan en todo proceso de comunicación social: En relación con quién inicia la comunicación, con el emisor: 1. Motivación previa de querer decir algo. 2. Selección de código y canal, qué lenguaje y qué medio se va a utilizar. 3. Codificación, cómo estructurar la información en un sistema común de interpretación con el receptor.
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Relacionados con quién recibe el mensaje, con el receptor: 4. Percepción, atención y contacto, para poder captar los aspectos esenciales del mensaje, teniendo en cuenta que la información asimilada será mucho menor que la percibida, en función de múltiples variables individuales. 5. Selección de los mensajes en función de los posibles niveles de aceptación del receptor 6. Decodificación o consideración de la capacidad del receptor de traducir y entender el mensaje 7. Efectos del Mensaje, es decir, que posibles cambios provocará en el receptor Y vinculando a ambos integrantes de la comunicación: emisor y receptor 8. Retroalimentación o feedback, que informa al emisor del efecto de su mensaje en el receptor e intercambia sus papeles, facilitando con ello que la comunicación sea efectiva al convertirse realmente en un acto de comunicación y no en una simple emisión de información. En relación a la comunicación social de la ciencia, Rial y Señor (1999) señalan que para que sea eficaz dicha comunicación, ha de implicar necesariamente códigos de intercambio inteligibles tanto respecto al mensaje, como respecto a quienes lo reciben. Solo es posible proponer métodos eficientes si se conocen con detalle tanto el objeto que comunicamos -la ciencia en este casocomo los receptores del mensaje. Es importante también filtrar algunos mensajes de los MCM, por ejemplo en el caso de la utilización de la ciencia ficción, horóscopos, mundo de lo oculto y pseudociencias en general, que utilizan para atraer al público una información llamemosle mágica más que lógica y racional y por lo tanto, alejada de la ciencia. Porque este tipo de mensajes, sin duda produce influencias en el público. Y son los científicos y comunicadores sociales los responsables de dar la voz de alarma para evitar equívocos. Gámez, Toro, y Armentia (1999), exponen al respecto que «quienes están vinculados con la comunicación social de la ciencia no pueden permanecer al margen de este fenómeno, todo lo contrario, son precisamente quienes pueden aportar racionalidad al mismo». De todo lo anterior se deriva la gran importancia de la formación especializada del profesional, o equipo de profesionales, que hayan de actuar de emisores de la información científica, en su proceso de transmisión social.
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III. LOS MCM COMO TRANSMISORES DE LA CIENCIA «Los mensajes mediáticos a través de los MCM son artefactos que gobiernan nuestra sensibilidad, nuestros saberes, nuestras emociones. Son mediadores entre las personas y están ahí para modelarlas y provocar tareas conjuntas” (Pérez, 1998). III.1. TRADICIONALES: PRENSA, RADIO, TV Y CINE Haciendo referencia a la divulgación de la ciencia a través de la pequeña pantalla, León (1999), observa que hay cadenas de televisión que olvidan alguna de las tres funciones que la UNESCO señala: información, entretenimiento y educación. Porque el objetivo de los productores de TV, no es transmitir un conjunto de conocimientos teóricos que permitan un entendimiento profundo de cuestiones científicas y técnicas, sino construir discursos que mantengan a la audiencia frente a la pantalla, apelando al interés práctico y a las emociones del público. Pese a esto, en la historia de la TV destaca el trabajo de algunos divulgadores que han logrado construir enunciados que resultan de gran interés para el público, sin perder en absoluto el necesario rigor científico. Divulgadores de reconocido prestigio como David Attenborough, Carl Sagan, Jacques Cousteau o Félix Rodríguez de la Fuente son claros ejemplos. Ademas de la TV, la prensa ha contribuido desde sus orígenes a la divulgación científica tanto desde columnas especializadas, como desde artículos escritos directamente por los propios investigadores, o a través de entrevistas a los mismos, e incluso mediante la publicación periódica de revistas de divulgación al estilo, por ejemplo, de Muy interesante o Quo. E igualmente la radio de manera similar a la TV y la prensa y el cine, tanto en su vertiente mas cercana a la realidad, como de ciencia ficción. Mediante el estudio de los recursos comunicativos empleados por todos estos medios se puede profundizar en la naturaleza misma de la divulgación científica a través de los medios audiovisuales, e igualmente se pueden extraer algunas conclusiones generales sobre cuáles son las formas mas eficaces de hacerlo. Pero sin duda son en la actualidad los gabinetes de comunicación y especialmente la información obtenida a través de Internet, los medios de comunicación que están adquiriendo un papel prioritario, al influir además a su vez en la divulgación del resto de medios. III.2. NUEVOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. III.2.1. GABINETES DE COMUNICACIÓN. Los gabinetes de comunicación son departamentos de reciente creación, nacidos con el objetivo de hacer llegar la información de una organización,
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institución o estamento desde dentro hacia fuera. En nuestro caso se trataría de dar a conocer al gran público, los resultados que se producen en los centros de investigación. El gabinete de comunicación ha de actuar a modo de visagra entre el científico y los medios de comunicación, haciendo de traductor y transmisor de una información muy especializada, destinada a un publico objetivo cada vez más interesado y cada vez más exigente (Rojas y Calvo, 1999). III.2.2. INTERNET La década de los 90 ha presenciado el resurgimiento de un nuevo tipo de periodismo científico, favorecido por la expansión de Internet, que nació como un medio de intercambio de información entre científicos. Realmente la comunicación a través de Internet está modificando muchos hábitos de nuestra sociedad, tanto en los aspectos laborales como culturales y de empleo del tiempo de ocio. El aumento de información disponible para los periodistas a partir de la creación de Internet, es considerado por algunos un progreso absoluto. Pero otros temen que junto al incremento cuantitativo de la información, pueda producirse un deterioro cualitativo de ésta. La irrupción en las páginas de los periódicos de información obtenida a través de Internet, también plantea nuevas exigencias a reporteros y editores, a la vez que supone el desarrollo de nuevas estrategias de interpretación y evaluación por parte de los lectores (Cendón, Corchete, Martín, Nú ez, Ruiz e Yriart, 1999). IV. PATROCINIO Y FINANCIACIÓN El patrocinio de la ciencia en los distintos medios de comunicación es una forma de filtrar el conocimiento científico que llega hasta el público. «En las emisoras tanto de radio como de TV, la vía del patrocinio es probablemente la única que puede fomentar la presencia de la ciencia continuada. Un panorama desolador que en el caso del negocio privado sólo podría ser corregido por vía patrocinio o publicidad directa, pero que en el caso de la radio y televisiones públicas nacionales o autonómica- resulta intolerablemente escandaloso» Toharia (1999). Realmente el patrocinio actúa de filtro de la información pero además, también la financiación de la investigación va a filtrar el qué y quién investiga. Normalmente se financian proyectos que responden a lineas de investigación señaladas específicamente en una política determinada, dejando de lado todo lo que no encaje dentro de estas prioridades. El investigador no trabaja pues guiado por sus conocimientos o por su intuición. En muchas ocasiones lo hace en función
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de que el proyecto sea supceptible de obtener financiación, ya que sin ella no sería posible en la mayoría de los casos su realización. Igualmente se financia a unos investigadores y a otros no según variables ideológicas, de política departamental, etc., independientemente de la calidad e innovación de unos investigadores sobre otros, quizás no tan bien relacionados. Con ello se quedan muy buenos proyectos en el camino, al no tener apoyo de profesionales influyentes. Sería importante peritar estas políticas de financiación para que realmente se apoyen proyectos de calidad, revisados por expertos interdisciplinares e independientes, que puedan de la manera mas objetiva posible valorar la viabilidad de los mismos. V. ALGUNAS ESTRATEGIAS ÚTILES PARA LA TRANSMISIÓN DE MENSAJES CIENTÍFICOS V.1. EQUIPOS INTERDISCIPLINARES. En la actualidad el trabajo individual va quedando reducido a espacios muy concretos, dando paso, poco a poco, a los equipos de trabajo. Equipos multidisciplinares, que al reunir a distintos especialistas, profundizan mas en las cuestiones llegando a producir un trabajo de mayor calidad, en mucho menos tiempo. Un aspecto básico para hacer llegar la información científica hasta el gran público, es contar con un equipo interdisciplinar de profesionales capacitados para seleccionar y codificar adecuadamente el contenido a transmitir, elegir el medio adecuado y considerar el resto de variables a controlar hasta conseguir que el mensaje llegue a buen fin. Estos equipos estarían formados por diversos especialistas, dependiendo del área científica concreta a la que pertenezca la información. Incluyendo entre ellos, de manera prioritaria, al periodista científico y al psicólogo de la comunicación, que como ya hemos comentado mas arriba, son quienes han recibido una formación profesional básica mas adecuada para ello. V.2. USO DEL PENSAMIENTO ANALÓGICO. Los MCM utilizan técnicas narrativas muy diferentes a las empleadas por la ciencia. Habitualmente el lenguaje científico ofrece explicaciones exhaustivas, amplias, sistemáticas y a la vez específicas y concretas sobre las materias objeto de su estudio. El lenguaje periodístico, sin embargo, es mucho mas rápido y recurre con frecuencia a estrategias sensacionalistas, utilizando en otras un lenguaje de índole poético y/o dramático. «El pensamiento analógico puede eliminar muchas barreras de comunicación. Con relación a la ciencia y a las analogías, los editores que trabajan
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en periódicos diarios tienden a ignorar el valor de las analogías para explicar ideas complicadas, aunque la comparación entre un concepto abstracto y una situación concreta comprobadamente facilite la comprensión de noticias sobre descubrimientos científicos. Por otro lado, algunos redactores utilizan estas figuras del lenguaje tan intuitivamente que se olvidan de sus limitaciones o dejan de aprovechar sus incontadas posibilidades como herramienta de expresión, no sólo para aclarar temas difíciles sino también para añadir “imágenes” es decir, representación pictóricas a los textos» (Dallanho, 1999). Efectivamente el lenguaje analógico puede ser una ayuda muy eficaz que sirva de puente entre el científico y el hombre de la calle, que no sólo tiene derecho, sino que también necesita un acercamiento a esos conocimientos. Porque la necesidad de saber esta en la base misma del desarrollo humano, formando parte de nuestros mecanismos adaptativos. Entre ellos las percepciones atributivas de causalidad, que en palabras de Heider -estudioso pionero de las mismas- no son mas que una forma de «procedimiento científico del hombre de la calle», que necesita conocer aquello que esta distante y para ello realiza inferencias sobre el porqué de determinados fenómenos, llegando incluso a inventar sus propias explicaciones con tal de no quedar en la incertidumbre y la indefensión que produce la falta de conocimiento. Pues bien, el uso de analogías es un excelente recursos precisamente para acercar ideas, realidades lejanas, que difícilmente podríamos conocer de manera directa al no disponer entre nuestras estrategias explicativas de elementos suficientes de comprensión. Las analogías pueden entenderse como una forma primitiva de obtener conocimientos, mucho menos precisa que el conocimiento deductivo, pero mucho mas abierta a la creatividad individual. El pensamiento analógico es de hecho un pensamiento anterior evolutivamente al pensamiento racional en el desarrollo del ser humano, tanto a nivel filogenético como ontogenético. El uso de analogías, metáforas, parábolas, cuentos, etc... ha sido de hecho un recurso utilizado con frecuencia por educadores en general, profesores, maestros, padres..., para introducir en conceptos complejos, a quienes aún no tenían la formación suficiente como para abordarlos de manera directa. V.3. OTRAS ESTRATEGIAS. La existencia de múltiples medios de comunicación, ha facilitado al usuario la posibilidad de elegir el medio mas idóneo para ellos, a través del cuál prefieren ser informados. Hay personas que leen los diarios, revistas especializadas, otras escuchan la radio, se conectan a Internet, ven la televisión o asisten a conferencias, parques temáticos o palacios de congresos, a contemplar en directo las novedades
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que pueden ofrecerles. Y en la mayoría de los casos utilizan distintos medios de manera conjunta. Por eso la información científica ha de seguir también estos distintos cauces, si pretende llegar a grandes sectores de la población. Es también clave no olvidar que la comunicación sin feed-back, sin retroalimentación que nos informe sobre cómo llegó el mensaje y cuál es el punto de vista del receptor, deja de ser comunicación para convertirse en un simple proceso de transmisión de información. Hoy día, cualquier medio de comunicación que se precie de serlo, tiene en cuenta este hecho e incorpora siempre el camino de vuelta en sus programaciones, utilizando a su vez esta información para modificar, reconvertir, etc... y seguir planificando futuras actuaciones, de manera acorde con las demandas del público. Bibliografía: - BENITO, A. (1991): Diccionario de Ciencias y Técnicas de Comunicación. Madrid: Ediciones Paulinas. - CENDÓN, S; CORCHETE, G; MARTÍN, S; NÚ EZ, S; RUIZ, D e YRIART, F. (1999): “El impacto de internet sobre el periodismo científico en España”. Actas del Congreso COMUNICAR LA CIENCIA EN EL SIGLO XXI. Pg. 207. Granada, 25, 26 y 27 de Marzo. Parque de las Ciencias y Proyecto Sur de Ediciones. - CHAVÉS, M, (1999): Presentación del libro de Actas del Congreso COMUNICAR LA CIENCIA EN EL SIGLO XXI. Granada, 25, 26 y 27 de Marzo. Parque de las Ciencias y Proyecto Sur de Ediciones. - DALLANHO, H, (1999): “Cómo facilitar el entendimiento de noticias sobre la ciencia a través de las analogías”. En Actas del Congreso COMUNICAR LA CIENCIA EN EL SIGLO XXI. Pág. 198. Granada, 25, 26 y 27 de Marzo. Parque de las Ciencias y Proyecto Sur de Ediciones. GÁMEZ,L, A; TORO, V Y ARMENTIA, J, (1999). “Ciencia y medios de comunicación ante las pseudociencias (o que hacer cuando aterrizan los marcianos...)”. En Actas del Congreso COMUNICAR LA CIENCIA EN EL SIGLO XXI. Pg. 58. Granada, 25, 26 y 27 de Marzo. Parque de las Ciencias y Proyecto Sur de Ediciones. - LEÓN, J.M. BARRIGA, S, GÓMEZ, T y GONZÁLEZ, B, (Coords.) (1996): “Comunicación Social” en Psicología social: una guía para el estudio. Kronos. Sevilla. - LEÓN, B. (1999): “El documento televisivo como medio de divulgación científica”. Actas del Congreso COMUNICAR LA CIENCIA EN EL SIGLO XXI. Granada, 25, 26 y 27 de Marzo. Pg. 206. Parque de las Ciencias y Proyecto Sur de Ediciones. - MORENO, G. (1983): Introducción a la Comunicación Social actual. Madrid: Playor.
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(Recibido el 6-2-2002, aceptado el 22-3-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 249-277)
Discapacidad y medios de comunicación; entre la información y el estereotipo Francisco Perujo Serrano Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, Director de la revista Entre Todos Responsable del gabinete de prensa de la Federación Andaluza de Minusválidos Asociados (FAMA)
RESUMEN La discapacidad ha dado en España un paso significativo hacia delante durante la última década. El compromiso de las instituciones, la existencia de una legislación específica y la progresiva vertebración del colectivo a través de un incipiente movimiento social ha posibilitado la conducción de sus demandas hasta los círculos donde se producen las tomas de decisiones y su aparición entre las noticias de actualidad de los distintos medios de comunicación. La superación de un formato periodístico caduco para la discapacidad, basado en el estereotipo y fáciles generalizaciones, es el gran reto del colectivo en estos momentos en su relación con los medios. ABSTRACT The disability has given forward in Spain a significant sep during the last decade. The commitment of the public institutions, the existence of a specific legislation and the progressive organization of the disabled community through an incipient social movement have facilitated the conduction of their demands until the circles where the taking of decisions and their appearance take place among the news of present time of the different mass media. The overcome of a journalistic format expires for the disability, based on the stereotype and easy generalizations it is the great challenge of the community in these moment in its relationship whit the mass media. Palabras claves: Discapacidad/Medio de comunicación/Información/Estereotipo. Key Words: Disability/Media/Information/Stereotype.
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a discapacidad es un componente de la actualidad periodística. Su relevancia es cada vez mayor, no hay duda. En los últimos años se han sentado los cimientos para una relación recíproca entre los medios y el colectivo donde la lucha por aparecer dentro del territorio de la noticia se ha caracterizado por la utilización de unos modos, la predilección por unas fórmulas estandarizadas de tratamiento y la acomodación del trabajo de las entidades al funcionamiento de los profesionales de la comunicación con la creación de gabinetes y oficinas de prensa especializados.
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Entendemos por actualidad periodística, “la selección de aquellos acontecimientos que, en razón de su interés humano y actual, ganan la atención en un momento dado”1. El factor humano es, desde un principio y como puede observarse, el motivo principal que encuentran los periodistas en el universo de la discapacidad para convertirlo con frecuencia en noticia. Por eso, el competido panorama de informaciones que pugnan entre sí por un hueco mínimo dentro de la actualidad encuentra en la discapacidad un protagonista emergente. En esa serie de cuestiones de mayor calado mediático o, tal y como afirma Ángel Benito, en ese conjunto de “noticias que interesan y afectan a los públicos en un momento dado”2, aparece con entidad propia pero con la necesidad de reformularse ante la opinión pública el colectivo de la discapacidad. La plena normalización socio-laboral de las personas con discapacidad debe superar en nuestro país dos graves inconvenientes, hoy verdaderos problemas estructurales: el desempleo, más del 75% de los discapacitados españoles se encuentra en paro, y el escaso nivel formativo, apenas un 6% del colectivo consigue en la comunidad andaluza, por ejemplo, llegar a la universidad. El fallo se encuentra en los escalones previos dentro del proceso de enseñanza reglada y se irradia hasta los estudios superiores, sólo un ínfimo 1% finaliza con éxito sus estudios universitarios. Este curso sinuoso de avances con serias limitaciones ha marcado la evolución del movimiento asociativo vinculado al universo de la discapacidad y el tratamiento que el colectivo ha recibido desde los medios de comunicación. Los progresos, aún evidentes, avanzan a media velocidad lastrados por la persistencia de importantes obstáculos que ralentizan la incorporación normalizada de las personas con discapacidad a todos los órdenes de la vida. La información sobre el colectivo, si bien ha crecido en términos cuantitativos, debe someterse también a un proceso de revisión conceptual para evitar perversiones inadecuadas que son consecuencia, en la mayoría de las ocasiones, de la utilización sistemática de estereotipos como instrumentos de aproximación a su realidad empírica, siempre superficiales e inexactos. En este sentido, el peso y la influencia de los medios de comunicación juegan un papel determinante en la transmisión del hecho informativo que, en palabras de García Núñez, “no consiste sino en la recopilación de una serie de datos y hechos de actualidad (las fuentes), por parte de unos agentes (los periodistas), que mediante un ulterior tratamiento de dichos datos (la redacción y la
1 BENITO, Ángel: La invención de la actualidad –Técnicas, usos y abusos de la información-, Fondo Cultura Económica, Madrid, 1995, p. 12. 2 IDEM: p. 9.
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documentación), los ponen en conocimiento de la comunidad (los lectores), a través de un medio de comunicación (el periódico)”3. Es necesario, por lo tanto, conseguir también la integración en el terreno mediático, donde aún subyace unas fórmulas de tratamiento sobre la información de la discapacidad poco rigurosas, unos enfoques basados en generalizaciones, una apelación constante al estereotipo como herramienta para captar la realidad del colectivo a partir de simplificaciones aceptadas por la mayoría y una perspectiva del universo de la discapacidad que, en modo alguno, facilita la integración del discapacitado en su entorno. Resulta, de esta manera, indispensable instalar la discapacidad de forma definitiva en el plano del proceso periodístico, en los esquemas habituales de generación y difusión de informaciones de actualidad con objeto de ensanchar la ocupación de un ángulo social aún hoy reducido y penetrar con un mensaje diferenciado entre los lectores desde los medios de comunicación, porque, y así lo reconoce el propio García Núñez, “uno de los caracteres esenciales del periódico como tal es su naturaleza pública, su venta libre y en consecuencia el libre acceso de todo el mundo a sus contenidos publicados”4. La discapacidad debe romper con su tradicional aislamiento en la sociedad, en gran medida motivado por sus notables carencias a la hora de reclamar un mayor espacio en el ámbito de lo noticiable. Sólo así, el colectivo podrá traspasar sus propios límites, ser más y mejor conocido, colarse entre las cuestiones preferentes que conforman la actualidad y combatir unas fórmulas de acercamiento periodístico cuyo saldo le ha sido siempre más bien desfavorable. En esencia , “los medios, con sus noticias, empujan al hombre a ponerse en contacto con el mundo. Las noticias son trozos de la vida real”, que nos serían ajenos sin la capacidad difusora de los primeros. La aparición durante los últimos años de revistas (Vado Permanente, Minusval, En Marcha, Entre Todos, etc.) y programas especializados (Solidarios) en el ámbito de la discapacidad, la puesta en marcha de iniciativas públicas para la integración del colectivo sostenidas en importantes dotaciones presupuestarias – como los programas europeos Horizon e Integra-, la investigación y el estudio emprendido desde escuelas y facultades universitarias sobre diferentes aspectos vinculados al mundo de la discapacidad (Ciencias de la Educación, Psicología, Trabajo Social, Ingeniería, Arquitectura o Ciencias de la Información), el terreno que ganado en los informativos de actualidad por las noticias de carácter social y, especialmente, la creación de gabinetes de prensa y comunicación en el seno de las asociaciones de discapacitados más consolidadas e influyentes, han sentado las
3 GARCIA NUÑEZ, Fernando: Cómo escribir para la prensa, Europea de Ediciones, Madrid, 1985, p. 16. 4 IDEM, p. 21.
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bases para modificar el orden de cosas vigente y provocar el comienzo de la otra normalización del colectivo; la que afecta a los medios de comunicación. En una sociedad como la nuestra, la integración de sectores de población con identidades, características y problemáticas propias es una garantía entrecortada si no es asumida, entendida y aplicada desde los instrumentos más determinantes en la transmisión de mensajes, de pautas de conducta, de comportamientos y de cultura; los medios. Estos mecanismos de difusión masiva se han convertido en “una institución social. Los comunicadores son parte de esa institución. Los medios tienen que satisfacer las necesidades culturales, políticas y económicas de la sociedad”5, de ahí su definición como medios de comunicación sociales. Su compromiso en este terreno es incuestionable. La sociedad de la comunicación y de las nuevas tecnologías de la información exige una normalización paralela en el espacio de los propios medios, sin la cual resultan insuficientes todos los esfuerzos realizados desde instituciones, entidades privadas y movimientos asociativos. Liderados por los entes de titularidad pública, los medios de comunicación de sociedades avanzadas tienen aún hoy la asignatura pendiente de reservar un tratamiento informativo riguroso a la diversidad, a los colectivos minoritarios, a segmentos de población que se presentan ante la opinión pública con unos intereses y una exigencias comunes, pero que apenas son conocidos, y cuando lo son, se construye de ellos una percepción equívoca mediante superficialidades y fáciles estereotipos. El mundo de la discapacidad necesita de la implicación activa de los medios para conocerse mejor y ser conocido por el resto de la sociedad. Esta simbiosis mejorará en un futuro próximo la relación del colectivo con su entorno, cambiará la percepción generada en la opinión pública y modificará la naturaleza de los mensajes que, mediante la interlocución de empresas informativas, terminan calando en la sociedad. La discapacidad se ha convertido en una fuente de noticias para los medios, es decir, forma parte de la actualidad. Siempre lo ha sido, pero ahora se ha entrado en una sistemática permanente de intercambios donde la transferencia de informaciones es mucho más fluida y más frecuente. La arquitectura aún incipiente de un movimiento asociativo cada vez mejor organizado y la aparición de los primeros gabinetes de prensa propios ha establecido un circuito básico gracias al cual los medios encuentran portavoces y profesionales capacitados en la elaboración de mensajes adscritos a las fórmulas y a los principios de redacción del periodismo.
5 VARIOS: Medios de comunicación social. Fundación Germán Sánchez Ruipérez., Madrid, 1992, p. 67.
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Este orden de factores ha multiplicado exponencialmente el número de noticias sobre el sector de la discapacidad tanto en los rotativos como en los informativos de las emisoras de radio y televisión. El gran reto, en estos momentos, es pulir aún más la imagen que los medios de comunicación proyectan sobre el colectivo, erradicar los recursos del lenguaje que enfatizan la sensibilidad emocional por encima del rigor informativo, combatir el estereotipo y, en la medida de lo posible, que descanse la emisión de los mensajes en gabinetes de prensa profesionalizados. “El estereotipo viene a referirse a cualquier cosa que se repita sistemáticamente de la misma forma, sin variación”6, asegura José Ignacio Cano. Quien añade, además, que éste “no se elabora cada vez que uno se enfrenta a la situación sino que se recurre a una estructura ya preparada en anteriores ocasiones”7. La utilización repetitiva de este recurso fortalece la creación de categorías en torno al mundo de la discapacidad, basadas en la superficialidad y en la generalización. La apuesta por un nuevo periodismo para la discapacidad supondría la erradicación de aquellas tendencias, tan utilizadas por otra parte, que inciden en el techo emocional del mensaje por encima de su capacidad informativa, porque, comparte esta opinión Ángel Grijelmo, “algunos periódicos de formato serio toman del sensacionalismo el escaso plazo de caducidad para lo que se ha dicho y la yuxtaposición de hechos que invita a deducir causalidad sin suficiente base”8. A falta de una prensa sensacionalista en España como ocurre en la mayoría de los países europeos, los medios de comunicación generalistas adoptan algunos de sus esquemas, porque, a pesar de apostar por un estilo ajeno a los postulados clásicos del amarillismo populista, no son entes impermeables, por lo que se encuentran afectados en ocasiones por algunos de los procedimientos, en cuanto al enfoque y al tratamiento, típicos de la prensa amarilla. El estereotipo como recurso informativo Nuestra realidad social es heterogénea, compleja y cambiante. A partir de finales del XIX se produce una notable transformación del mundo occidental que muchos sociólogos calificaron desde el principio como sociedad de masas. Procediendo a un estudio somero de las estructuras actuales de la sociedad humana y de sus ramificaciones en plena era tecnológica, el análisis, ya de entrada, “ha
6 CANO GESTOSO, José Ignacio: Los estereotipos sociales: el proceso de perpetuación a través de la memoria colectiva, Ed. Universidad Complutense, Madrid, 1993, p. 5. 7 IDEM: p. 9 8 GRIJELMO, Álex: El estilo del periodista, Ed. Taurus, Madrid, 1997, p. 532.
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mostrado la complejidad de las direcciones diversas del cambio social en las varias sociedades, sus contradicciones, entrecruzamientos y mutuas dependencias y subornaciones. Un mundo con esas propiedades se presta naturalmente a una multiplicidad de interpretaciones en lo que respecta a su futuro”9. El fenómeno de concentración de grandes volúmenes de población en núcleos urbanos incentivó el proceso de industrialización, acrecentó el ritmo histórico y multiplicó la intensidad de los cambios tecnológicos, económicos, sociales y culturales. La consolidación de un incesante flujo de innovaciones tecnológicas y científicas ha ocasionado tres consecuencias definitivas sobre la sociedad contemporánea: la aceleración de los acontecimientos, el recorte de las distancias gracias a la mejora de los transportes y al nacimiento de nuevos medios de comunicación y, por primera vez en la historia de la Humanidad, la posibilidad de ampliar los límites del mundo conocido en cada persona. La aparición del periódico como primer medio de comunicación de masas convierte a los viejos rotativos en empresas informativas, regidas por el principio de la venta y el paradigma del negocio, y en referentes del conocimiento de la realidad. Esto es posible gracias a la universalización paulatina de la enseñanza primaria, la reducción de las tasas de analfabetismo y la eliminación de los costes tanto en la producción de noticias como en el acceso a la información cuando se consolidan la radio y televisión. Desde entonces, el individuo no participa activamente en la emisión colectiva de informaciones. La difusión masiva de mensajes uniformes desde medios masivos, la concentración de la información en unos pocos actores privilegiados –“la información y la comunicación en el mundo y en España tienden a la concentración”10, añade Ramón Reig-, la creencia en la veracidad del proceso, la asunción de unos modelos de vida y el triunfo de unas escalas de valores adheridas a los regímenes parlamentarios donde las libertades de asociación, reunión, publicación y expresión se encuentran aseguradas y respaldadas desde la propia ley, permiten la solidificación de una nueva estructura social que condiciona el modo de percibir, la manera de entender y, finalmente, la forma de ponderar las cosas. “Las nuevas generaciones conocen el mundo a través de los medios de comunicación más que de la escuela”11 y forman gracias a ellos sus escalas de valores, sus esquemas de pensamiento y sus pautas para interpretar la realidad
9 GINER, Salvador: Sociología, Ed. Nexos, Barcelona, 1996, p. 272. 10 REIG, Ramón: Medios de comunicación y poder en España: prensa, radio, televisión y mundo editorial, Ed. Paidós, Barcelona, 1998, p. 36 11 LÓPEZ GARCÍA, Antonio: Escritura e información, Ed. Cátedra, Madrid, 1996, p.136.
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recibida. Un contexto que, por otro lado, es víctima de una nutrida población de actores sociales, de un vertiginoso ritmo de vida y de un continuado proceso de cambios continuos. En este sentido, las ciencias sociales han evolucionado considerablemente y han mejorado sus métodos de investigación con la finalidad de comprender las claves del nuevo sistema, conocer la naturaleza del comportamiento humano, determinar los cambios preponderantes y, si es posible, preverlos para adelantarse en la toma de decisiones. La aparición de nuevas formas de vida y de nuevos medios de comunicación ha posibilitado una relajación de las costumbres, cada vez menos influyentes, y una pérdida de valor de las relaciones interpersonales. Además de la familia y de la escuela, aparece un tercer elemento que va ganando terreno a las dos instituciones clásicas encargadas a lo largo de los siglos de educar a decenas de generaciones: los medios de comunicación de masas, auténticos intermediadores sociales en la producción, emisión y distribución de mensajes. En consecuencia, los modelos de conducta junto a los esquemas de pensamiento penetran sin dificultad hasta el interior de los hogares a través de los medios de comunicación. La escuela mediática, la pedagogía de la pantalla o el aprendizaje por imágenes, como queramos definirlo, desestabiliza de manera total la balanza de nuestros conocimientos: más a través de los medios y muchos menos por nosotros mismos. Aparecen nuevos valores para un nuevo espacio; el urbano. La ciudad provoca una mayor sensación de desarraigo. Los medios se convierten en instrumentos de enganche con la realidad. Ordenan y simplifican un mundo complejo y caótico, suministrando una información selectiva, precisa y clara. Por vez primera, el planeta está al alcance del individuo pero le es totalmente imposible conocer lo que pasa en él directamente. La globalización de la economía ha propiciado una internacionalización paralela del sistema informativo. Los medios de comunicación de masas al amparo de grandes entramados empresariales y financieros han ampliado los límites de la galaxia Gutemberg y han modificado al alza las potencialidades de la aldea global de McLuham. Nunca el hombre estuvo tan informado, ni tan aislado. Esta paradoja, junto con la enorme aceleración que ha adquirido nuestras vidas, nos conduce a la tesitura de que cada vez es mayor el conocimiento transmitido y adquirido que el experimentado. La realidad se convierte, así, en un todo aislado de nosotros que se nos entrega ya empaquetado a través de los medios de comunicación. Estos mecanismos de captación y comprensión de la realidad reducen la aportación intelectual del individuo y transmiten el conocimiento de las cosas como un todo elaborado. Así, “el periódico actúa como un intérprete. Más aún, el
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periódico es un intérprete y el periodismo un método de interpretación de la realidad”12. La actitud pasiva en nuestra condición de destinatarios nos coloca en una situación de incapacidad de respuesta en el seno de una sociedad de estructura romboidal, con una minoría política y económica dominante, una mayoría de clases medias y unos colectivos minoritarios excluidos y desfavorecidos, entre los que se han encontrado tradicionalmente las personas con discapacidad. Aprendemos deprisa porque vivimos deprisa, y lo hacemos en la mayoría de los casos por derivación, porque no participamos en la producción de mensajes ni en la emisión de los mismos. Nos encontramos siempre en el extremo opuesto del proceso, situado al otro lado, como consumidores de noticias, opiniones y mensajes publicitarios que nos llegan prefabricados. En consecuencia, “la primera tarea de los medios como intérpretes consiste en permitirnos descifrar y comprender por medio del lenguaje la realidad de las cosas que han sucedido”13, porque cualquier instrumento de comunicación colectiva es “el resultado de un proceso complejo, que comprende una serie de elecciones sobre lo que debe publicarse”14 y que, posteriormente, recibimos como el único pedazo de actualidad que nos es accesible. Por tanto, nuestro conocimiento de las cosas es indirecto, superficial, interesado, subjetivo, manipulado y condensado en unidades simples de significación a las que llamamos clichés, modelos o estereotipos. A través de ellos recibe la sociedad en buena medida la información sobre el colectivo de la discapacidad. No hay tiempo ni recursos para comprobarlos desde la individualidad de cada destinatario. Se aceptan por asimilación colectiva y apenas sufren modificaciones en la internalización que hace al recibirlos cada persona. El estereotipo es, por naturaleza, una imagen preestablecida siempre cargada de valores previos sobre una determinada realidad que se queda sólo en una superficialidad probable. Es un constructo no contrastado, que neutraliza cualquier proceso inductivo personal y que nos vende una percepción acabada. “Supone también un alejamiento de la realidad... al no existir una alternativa acertada o exacta ... es pues un recurso cognitivo e inevitable sin el cual nos encontraríamos confusos en una realidad demasiado inestable y contradictoria, donde el estereotipo tiende a preservarnos del efecto desconcertante de intentar ver el mundo de modo constante”15.
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GUTIÉRREZ PALACIO, Juan: Periodismo de Opinión, Ed. Paraninfo, Madrid, 1984, p. 13. IDEM, p. 14. GUTIÉRREZ PALACIO, Juan: Periodismo de Opinión, Ed. Paraninfo, Madrid, 1984, p. 13. CANO GESTOSO, José Ignacio: Los estereotipos sociales: el proceso de perpetuación a través de la memoria colectiva, Ed. Universidad Complutense, Madrid, 1993, p. 23.
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Para el profesor Cano Gestoso, todos los estereotipos, entre ellos los que afectan al universo de la discapacidad, están compuestos de tres pilares básicos: el cognitivo, el social y el emocional, en la medida que se encuentran “altamente cargados con los sentimientos que están ligados a ellos”16, que se les atribuye por convención para elevar el nivel expresivo del discurso. Se trata de un mal necesario, de una herramienta imprescindible para atrapar, comprender y retener el enorme flujo de información que emanan a diario desde los medios las sociedades complejas. “La información relacionada con el estereotipo se recuerda más. Más concretamente, el material estereotípicamente consistente es más recordado”17. Todo lo extraño, lo minoritario, lo anormal, lo diferente, nos llega por medio de estereotipos, entre ellos, varios asociados a la discapacidad. Los medios de comunicación, en su papel de transmisores y difusores de mensajes colectivos, han fomentado con el tiempo la aparición y consolidación de estereotipos, cuyas atribuciones enganchan fácilmente con los condicionantes de la información periodística: directa, sencilla, breve y concisa. El estereotipo se amolda sin problemas al formato periodístico de captación y elaboración de las informaciones. Establece categorías y empatías que facilitan la compresión de los mensajes. Reduce los tiempos y los modos de transmisión, favorece la percepción y constriñe la realidad a segmentos simples de fácil introyección. Aunque muchos medios de comunicación han apostado por la especialización de sus contenidos y de sus profesionales, el redactor de plantilla abarca todo el arco de la actualidad. En los medios generalistas, la premura de tiempo y la falta de recursos convierte a los informadores en auténticos todo terrenos que, con un fluido control de las fuentes y un dominio de las técnicas de redacción periodísticas, son capaces de elaborar noticias de temáticas dispares. En esta situación, la utilización de estereotipos compensa la falta de especialización temática, acrecentada, en buena medida, por la persistencia de una terminología diversa, poco precisa, vaga, que se presta a demasiadas interpretaciones. El uso en paralelo de una amplia tipología de conceptos para catalogar al colectivo de personas con discapacidad potencia la aparición de enfoques difusos que favorecen la estimulación de clichés en la opinión pública. La primera constante en el tratamiento informativo de la discapacidad es la preferencia por la terminología más efectista. Con ella se abunda en las diferencias, se marcan las distancias y se muestran las debilidades del colectivo. Se
16 LIPPMAN, W: Public Opinion. Horcourt, New York, 1922, p. 96. 17 CANO GESTOSO, José Ignacio: Los estereotipos sociales: El proceso de perpetuación a través de la memoria selectiva, Ed. Universidad Complutense, Madrid, 1993, p. 558.
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buscan etiquetas que marquen una ruptura emocional en el destinatario, que le afecten a la hora de percibir la realidad y que alteren las pautas normales de percepción a través de agentes sensibilizadores. La elección del concepto básico para identificar la discapacidad es el primer motor de distorsión en un largo proceso informativo marcado por una tendencia inevitable hacia el sensacionalismo. Cuando, recientemente, el Diario de Cádiz del 22 de junio pasado, el ABC en su edición del 7 de julio de 2001 o El Correo de Andalucía en su ejemplar correspondiente al 12 del mismo mes titulan “Marginados limpiarán las calles en el verano”, “La colaboración vecinal evita que tres personas impedidas mueran abrasadas en su vivienda” y “Un taxista salva a un inválido del fuego”, respectivamente, están atornillando inconscientemente una nomenclatura de términos especialmente denostativa para el colectivo de la discapacidad. El lenguaje es, tras la yuxtaposición de imágenes descontextualizadas, el segundo sustento esencial para la consolidación de cualquier estereotipo. El mundo de la discapacidad debe sufrir, primero, y combatir, después, este tipo de recursos que, desde la autoridad informativa de los propios titulares, marcan el tratamiento periodístico que se reserva a un colectivo donde los valores negativos (impedido, inválido, marginados,...) constituyen los elementos de fuerza más recurrentes para alcanzar la noticiabilidad. No cabe duda que el titular “responde a la regla básica de comenzar por lo más importante”18 y que en su interior se expresa “el contenido global de la noticia”19, por lo que incidir desde el encabezamiento de las informaciones en este abanico de caracteres marcadamente negativos supone toda una declaración de principios del periodista y la determinación por un enfoque que margina el más remoto resquicio de normalización social a través de la prensa. De esta forma, se destacan los atributos menos amables del colectivo, aquellos que infieren con crudeza en los problemas y no en las soluciones. Se presenta la discapacidad como una realidad desprovista de virtudes, se apela a la emoción mediante la utilización de vocablos de gran impacto y se sitúa al sujeto por encima de la acción que realiza. Al listado de términos repetitivos que acaparan la conceptualización de la discapacidad se asocian un conjunto de imágenes que operan de embajadoras del colectivo ante la opinión pública, pero que no favorecen su plena normalización. Una visión negativa, lastimosa y marginal de las personas con discapacidad que dificulta su integración en el plano mediático, primero, y en el terreno social, más tarde.
18 GARCÍA NÚÑEZ, Fernando: Cómo escribir para la prensa, Europea de Ediciones, Madrid, 1995, p. 45. 19 IDEM, p. 45.
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La elección de un nuevo tratamiento para las informaciones relacionadas con el mundo de la discapacidad debe someterse en todo momento al paradigma del equilibrio. Resulta indispensable una adecuación terminológica a través de unos postulados lingüísticos que desconecten con un estilo periodístico hoy caduco, superado por las nuevas políticas de normalización y enquistado en modelos atrasados que proyectan ante la sociedad una imagen distorsionada del colectivo. En este punto, resulta de vital importancia eliminar la utilización abusiva de aquellos calificativos que revelan ante la sociedad el lado menos positivo del amplio segmento que ocupa en estos momentos el mundo de la discapacidad. La repetida incidencia que hacen los medios acerca de los aspectos menos gratificantes del colectivo y la búsqueda de la individualización emocional de las noticias han cimentado un modo de hacer periodismo especialmente hostil para la discapacidad. El adjetivo que se usa en una noticia o en una crónica debe aportar información y nunca un juicio de valor. El informador debe buscar adjetivos sobrios y sencillos ... debe huir de los adjetivos más usados (que a veces entran en el capítulo de los tópicos”20, señala Alex Grijelmo, quien añade, incluso, que “los adjetivos suponen una feraz fuente de controversia entre los periodistas. Para empezar, no acaban de encontrar acomodo cierto en los géneros informativos. Y, aunque se desenvuelven mejor en los opinativos, aparecen a menudo en ellos sin riqueza de expresión, formando tópicos y reiteraciones”21. Este principio de equilibrio se sitúa entre el sensacionalismo gratuito y el imperio del eufemismo. Apostar por el rigor no significa caer en un sofisticado mecanismo de limpieza terminológica que se sitúa fuera de la realidad con la finalidad de evitar la cobertura directa de determinados asuntos especialmente delicados, que exigen sutileza a los informadores y que los colocan al amparo de un nutrido panorama de convenciones verbales para no despertar susceptibilidades. A la falta de rigor se suma el exceso de celo. Son dos errores contrapuestos que trasladan una imagen equivocada del colectivo, bien porque priorizan los aspectos más negativos para generar adhesiones por la vía de la sensibilización efectista, bien porque huyen de su verdadera realidad para esterilizarla conceptualmente mediante vocablos que buscan lo políticamente correcto. Ambos casos contribuyen a la aparición de estereotipos, porque se asientan en la radicalidad y en la simplificación. En un caso, se nos transfiere una imagen cargada de valores negativos; en el otro, recibimos una imagen desprovista de valores y fundamentada sólo en la superficialidad.
20 GRIJELMO, Alex: El estilo del periodista, Ed. Taurus, Madrid, 1997, p. 329. 21 IDEM, p. 328.
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Por caminos opuestos, estos dos procedimientos consiguen una fluida asimilación colectiva sin apenas reservas. Y es así porque los receptores manejan las mismas claves de interpretación que los redactores de las noticias. Han sido educados previamente en los mismos códigos y responden a los mismos criterios de aprendizaje que se han ido institucionalizando con el tiempo. Esta instrucción se encuentra avalada por la compresión discursiva del estereotipo y por su alto grado de significatividad. Factores que favorecen la transmisión informativa y facilitan la labor periodística. Se toma como un todo, como una unidad de significación, gracias en gran medida al poder de categorización que lleva aparejado. “La categorización es un proceso psicológico fundamental relacionado con los problemas de las percepciones y relaciones intergrupales”22, señala JacquesPhilippe Leyens, justo en su intento por establecer el valor de utilidad cognitiva del estereotipo. “En la medida que el mundo es muy complejo, se trata de aprehenderlo por medio de una severa selección de estímulos”23, asociada muchas veces a un amplio conjunto de clichés que facilitan la percepción desde medios de difusión masiva. Lo ideal sería propinar un vuelco a esta situación para poner en valor aquellos aspectos positivos que se asocian al universo de la discapacidad. Es una apuesta difícil porque supone cambiar drásticamente los registros que se consideran actualmente en la construcción de informaciones donde los protagonistas son personas discapacitadas. Hace falta invertir el enfoque, buscar nuevos ángulos de percepción que no ignoren las potencialidades del colectivo más allá de centrarse en sus limitaciones endémicas. Asegurar un tratamiento menos superficial, en definitiva. El objetivo es evitar la incorporación sistemática al discurso periodístico de clichés generalizadores para abordar las noticias más relevantes acaecidas en el colectivo de personas con discapacidad. Por otro lado, esta operación de revisión sobre el tratamiento informativo que recibe la discapacidad atañe también al lenguaje, y su elección estará en función de un cambio necesario de comportamiento en los informadores a la hora de establecer las prioridades y objetivos que persiguen con sus noticias. “La selección de las palabras para expresar las ideas depende tanto de la habilidad o
22 LEYENS, Jacques-Philippe: Estereotipos, discriminación y relaciones entre grupos, Ed. McGraw-Hill, Aravaca (Madrid), 1996, p. 25. 23 IDEM: p. 117.
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destreza como de las preferencias estratégicas del escritor”24, concluye Núñez Ladevèze. Habrá, entonces, que invertir las preferencias estratégicas de los profesionales de los medios de comunicación, para que, de esta manera, no enfaticen los rasgos más superficiales de la discapacidad y no preponderen los rasgos individualizadores sobre la extraordinaria riqueza del colectivo, basada en la diversidad y en el cambio. Como dice el propio Ladevèze, “en el funcionamiento de la lengua, lo común facilita la comunicación y lo singular la dificulta”25. Es posible, incluso, establecer un listado de referencia para enumerar los estereotipos más utilizados por los medios de comunicación a la hora de abordar las informaciones relacionadas con el mundo de la discapacidad. No son categorías absolutas en sí mismos, pero reflejan un modo de aproximación a la realidad, de interpretación y de construcción de los mensajes que acarrea una inercia informativa difícil de rebatir. Es complicado luchar contra el estereotipo, más aún si esta batalla se toma individualmente y de forma aislada. Sólo la influencia y el trabajo diario de los gabinetes de prensa del movimiento asociativo de la discapacidad tienen mínimas posibilidades de éxito para quebrar el rumbo de los acontecimientos a medio o largo plazo. Y es así porque este tipo de construcciones mentales están incardinadas en la conciencia colectiva y su sedimentación, paulatina pero irreversible, se caracteriza por su fuerte resistencia al cambio, su dilatada perdurabilidad y su vigencia intergeneracional. El cambio de actitud informativa debe asumirse en bloque desde el entramado asociativo de la discapacidad, como se está haciendo desde hace algunos años, con objeto de cambiar la imagen del colectivo mediante informaciones más rigurosas. Entre los estereotipos más frecuentes que concentran gran parte de la potencialidad informativa del universo de la discapacidad destacan especialmente dos: 1) La silla de ruedas. Una imagen totalitaria del colectivo. La silla de ruedas monopoliza la visión comunicativa de la discapacidad. Es la imagen preferente del colectivo. El rasgo prioritario que preside todas las informaciones. El elemento diferencial que permite distinguir la discapacidad y establecer la pertenencia a este segmento social.
24 NÚÑEZ LADEVEZE, Métodos de redacción periodística, Ed. Síntesis, Madrid, 1993, p. 113. 25 IDEM, p. 36.
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Con el tiempo, se ha convertido en un claro estereotipo visual. El propio símbolo internacional de la discapacidad representa esquemáticamente la silueta de una silla de ruedas sobre un fondo azul. Además, la mayoría de las asociaciones de discapacitados la utilizan como elemento central de sus respectivos logotipos. Es decir, la comunicación corporativa del movimiento asociativo ha encontrado en la silla de ruedas el motivo visual clave y el icono más representativo que traslade sin conjeturas hasta la opinión pública la identidad del colectivo a través de un poderoso vínculo de sintetismo comunicativo por medio de una imagen simple. Aquí reside el poder y la utilidad informativa de la silla de ruedas para el extenso segmento social que comparten todas las personas con discapacidad del país. Establece una relación directa y jerarquiza la percepción del colectivo desde un único significante aceptado y comprensible. De esta forma, los periodistas la buscan para fijar con rapidez el tema de la discapacidad en la conciencia de los receptores al primer barrido perceptivo, porque no existe ninguna otra imagen que permita situar los contenidos de las informaciones sobre el colectivo con igual eficacia. Sin duda, es la ilustración clásica de las noticias relacionadas con personas discapacitadas. Los reporteros gráficos y los operadores de cámara necesitan captar en una instantánea o en pocos segundos de filmación sus limitaciones más evidentes con la finalidad de crear una imagen impactante y diferenciable, que no admita dudas y que refuerce los contenidos del texto periodístico. Por eso, a este pequeño vehículo nadie le discute su condición de embajador de la discapacidad, con todas sus limitaciones e incoherencias. Está presente en la mayoría de las noticias, en la mente de los informadores y en la conciencia de los consumidores de medios de comunicación de masas. Su asociación con el mundo de la discapacidad es directa. La apelación a la silla de ruedas como imagen del colectivo es un acto reflejo, que se realiza inconscientemente y que no es canjeable por ningún otro elemento adscrito al ámbito de la discapacidad. Es tal su capacidad comunicativa y su alto índice de representatividad que no tiene competidores directos. El poder de significación de esta imagen no encuentra sustitutos que mantengan con éxito su mismo nivel de eficacia. Por el momento, es complicado elegir algo que le haga sombra, que transmita la identidad del colectivo con una simple ojeada a la página de un periódico o una leve mirada a los informativos de televisión. Su concurso como sustento visual recurrente de las informaciones sobre discapacidad establece un proceso de identificación defectuoso con una realidad a la que no atrapa por completo. La silla de ruedas no puede ni debe abarcarlo todo. Se le han otorgado unas atribuciones excesivas que provocan desviaciones y distorsiones relevantes.
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La silla de ruedas es, de este modo, un estereotipo para categorizar el mundo de la discapacidad en una unidad simple de percepción, de fácil comprensión y asimilación inmediata. Funciona como tal, y es tan eficiente como inexacto. Como todos los clichés sociales, transmite certezas cargadas de valores connotativos. No toda la discapacidad se ve ni reflejada ni representada en ella. El colectivo no es uniforme. La heterogeneidad y el cambio son sus dos principales variables que, en modo alguno, quedan recogidas dentro del espectro significativo de la silla de ruedas. Sin embargo, su eficacia se fundamenta en su expansividad. Es generalizadora, jamás profundiza, pero instituye una imagen de aparente validez universal que acorta los tiempos de producción de las noticias y agiliza las formas de transmisión de las mismas, además de facilitar los modos de percepción y reconocimiento de los mensajes. La silla se nos presenta como un estereotipo modélico porque, tal y como afirma Cano Gestoso, reproduce todas sus cualidades: es fijo, invariable, reiterativo, homogeneizador, convencional, superficial, vacío –“la falta de espontaneidad acaba desposeyendo al estereotipo de significado alguno”26- e indivisible. En modo alguno puede cuestionarse la autoridad informativa del estereotipo, aunque sí su validez absolutamente universal y su pertinencia deontológica. Al utilizarlo, estamos incorporando una serie de valores que catalogan, casi siempre desde la distorsión y la inexactitud, la percepción colectiva del mundo de la discapacidad. En este sentido, la silla de ruedas tiene asociados un listado de atributos que, en su conjunto, colocan en una situación de riesgo la plena integración de las personas con discapacidad: la incapacidad, la necesaria ayuda de terceros, la inmovilidad, la invalidez para desarrollar una vida normalizada, etc. Tiene predilección por las limitaciones e ignora las potencialidades. Se centra en el problema, nunca en la solución. Cuando todo un colectivo se engloba en la percepción de una sola imagen y cuando ésta, además, se ve matizada por apreciaciones más emocionales que objetivas, entramos en el entorno del estereotipo, donde se atribuyen prejuicios ya codificados de antemano a la información sobre el mundo de la discapacidad. Todo estereotipo tiene un área de autenticidad y un ángulo paralelo de confusión. Es cierto que la silla de ruedas debe adscribirse sin el menor margen de error al universo de las personas con movilidad reducida, pero no es menos cierto tampoco que no todos los discapacitados son físicos, que ni siquiera todos los físicos utilizan sillas de ruedas, que resulta altamente inadecuado reforzarla
26 CANO GESTOSO, José Ignacio: Los estereotipos sociales: el proceso de perpetuación a través de la memoria selectiva, Ed. Universidad Complutense, Madrid, 1993, p. 12.
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con un conjunto de matizaciones, enganchadas implícitamente desde siempre, y que representa una seria rémora para la normalización de las personas con discapacidad desde los medios de comunicación. Deshacer esta estructura es complicado. Las formas de captar la realidad por parte de los profesionales del periodismo se sustenta en muchos casos en parámetros de percepción ya establecidos, que configuran el mundo, y lo hacen más fácil de aprehender y de ser comprendido. La principal dificultad es la inexistencia de elementos alternativos de comunicación que compensen el abandono de este tipo de estereotipos por parte de los informadores. El movimiento asociativo necesita situarse en la vanguardia, salir al contraataque y activar los mecanismos adecuados desde sus oficinas y gabinetes de prensa. Un primer paso indispensable consiste en eludir el refugio conceptual de la silla de ruedas para retraer la consolidación de un recurso informativo que, si es supra-utilizado, acumula todas las anomalías propias de cualquier estereotipo: generalizaciones basadas en leves apuntes, adhesión a imágenes sueltas adosadas a fuertes convencionalismos y sistemas de valores, alto grado de representatividad que limita profundizar en los contenidos y consignación social de una realidad como un todo inequívoco. 2) El actor por encima de la acción. La preponderancia del sujeto Los periodistas buscan personalizar sus informaciones, ponerles nombre y apellidos, acercarlas a una historia individual para, siguiendo un rápido procedimiento inductivo, ir de lo particular a lo general, del caso específico al conjunto de la situación. Hasta aquí nada es original. Este mecanismo de personalización de las noticias es tan viejo como el propio periodismo. Los hechos no suceden solos, por lo que es necesario identificar a sus autores. En caso contrario, las informaciones estarían incompletas porque les faltaría el sujeto a la mayoría de sus predicados. El pulso informativo entre el qué y el quién es una de las grandes disquisiciones que debe solucionar cada profesional del periodismo al ordenar los datos, seleccionar las fuentes, asignar los rangos de significatividad y redactar el cuerpo de sus noticias. La absoluta paridad entre ambos es difícil. Siempre hay un extremo que se superpone y que aguanta el peso del discurso informativo. Identificar los protagonistas es tan importante como precisar sus acciones. El periodismo de declaraciones se basa con descaro en la autoridad del sujeto mientras que las noticias sobre accidentes de tráfico o desastres naturales, por ejemplo, se centran principalmente en los acontecimientos. Los periodistas evitan caer por completo en alguna de estos dos modos de concebir su trabajo. Por eso, las ruedas de prensa, ejemplo máximo del periodismo basado en afirmaciones personales, realizadas para colmo en un espacio donde se
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ha convocado a los medios de manera interesada, se reconstruyen en el papel impreso en forma de acontecimientos, para bordear la versión oficial y pasarla por el tamiz del formato periodístico. Para Grijelmo, “la liberalización de la información radiofónica puso de moda en España el periodismo de declaraciones. Durante el franquismo, todas las emisoras de radio estaban obligadas a conectar con la emisora estatal, Radio Nacional de España –controlada por el Gobierno, para que nadie pudiera ofrecer una versión diferente de los hechos que no fuera la oficial”27. Sin embargo, el mundo de la discapacidad constituye una excepción interesante. La personalización de las informaciones es aquí un recurso generalizado, pero tiene un claro efecto boomerang porque consigue el efecto contrario al pretendido. El interés por concretar la identidad del sujeto de la acción se utiliza para potenciar socialmente los rasgos y las características que se atribuyen al colectivo, convirtiendo la personalización en un estereotipo. Si bien trata de implicar al protagonista de la noticia como el constituyente más relevante de la información, se acaba proyectando una imagen general del colectivo donde éste se convierte en un modelo representativo para el resto de las personas con discapacidad de cara a la sociedad. La preponderancia del sujeto es el argumento básico de muchas informaciones sobre casos individuales que escapan a los selectivos mecanismos de los gabinetes de prensa del movimiento asociativo de la discapacidad y que, por otra parte, representan el grueso más importante de las informaciones que los medios de comunicación ofrecen sobre ésta. Principalmente, esta situación se reproduce porque, en muchas ocasiones, “el periodista debe motivar la noticia, debe lograr que los lectores se sientan concernidos por ella. Para lograrlo, atenderá a los factores humanos, pues son ellos los que, con independencia de las diferencias sociales, generacionales, espaciales, temporales o culturales, permiten que el lector vea a los protagonistas de la noticia como unas personas próximas a sus propias procupaciones”28. De esta forma, es más fácil generar un clima de concienciación en los receptores entorno a las informaciones. La personalización extrema de las noticias persigue que los destinatarios de las mismas sientan la inevitable inclinación de situarse en el lugar de sus afligidos actores, elevando considerablemente el listón emocional y colocándose sin reservas en un punto más cercano al sensacionalismo y más lejano del rigor periodístico en sentido estricto. Por eso, “los estereotipos son mayoritariamente concebidos y medidos como una lista de
27 GRIJELMO, Alex: El estilo del periodista, Ed. Taurus, Madrid, 1997, p. 44. 28 LÓPEZ GARCÍA, Antonio: Escritura e información. Ed. Cátedra, Madrid, 1996, p. 15.
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rasgos personales que se aplican a los miembros de un grupo, casi siempre rasgos de personalidad”29. Además, las oficinas de prensa de las asociaciones de discapacitados gestionan una parte mínima de las informaciones que genera el colectivo. Éste es el máximo problema que encuentran tanto sus dirigentes como los profesionales de la comunicación que trabajan en estos departamentos a la hora de combatir con esperanzas de éxito la persistencia del estereotipo. Reconducir esta tendencia no es fácil. El verdadero potencial informativo de la discapacidad se encuentra atomizado, diseminado en casos particulares que se toman como puntuales y se difunden luego con un evidente barniz generalizador. Volvamos sobre el terreno para advertir y comprobar el fenómeno en la prensa de manera regular. El País, en su edición del 30 de junio de 2001, publicaba en la página 10 del cuadernillo de Andalucía las dos noticias siguientes: “Un vecino de Almería con problemas de movilidad muere en un incendio” y “Absuelto un enfermo mental que apuñaló 66 veces a su madre”. Unos días después, el 3 de julio, ABC y el propio El País repiten la misma información con un titular parecido en sus respectivas secciones de Andalucía: “Hallado un deficiente muerto por asfixia en el maletero de un coche” y “Hallado muerto un disminuido psíquico que desapareció en El Puerto”, mientras, nuevamente ABC, en su número correspondiente al día 12 del mismo mes, titula en la sección de Sevilla; “Un anciano discapacitado, en estado grave tras incendiarse su vivienda”. No es necesario insistir a estas alturas sobre la estructura clásica de la información periodística ni incidir en los condicionantes que se derivan de la sujeción al modelo de la pirámide invertida. Estas pautas de redacción jerarquizan los contenidos de las informaciones, empezando por lo más importante y terminando, ya en el desarrollo textual de las noticias, por los aspectos más secundarios. La utilización de este tipo de titulares con tanta frecuencia genera un efecto distorsionador. Facilitan las generalizaciones y colocan en la cúspide de lo noticiable, en el vértice superior de la pirámide, el matiz de la discapacidad, que se convierte así en el principal motor de la información, en su atractivo prioritario, en el dato más destacado, el que proporciona relevancia y distinción a las informaciones. Los titulares de noticias relacionadas con la discapacidad se encuentran cargados de expresiones como “un deficiente muerto”, “un anciano discapacitado” o “hallado muerto un disminuido”. Es aquí donde, desde un punto de vista lingüístico, se concentra el verdadero peso informativo de las noticias. Se instituye, de esta forma, un paradigma periodístico relacionado con el colectivo mediante
29 CANO GESTOSO, José Ignacio: Los estereotipos sociales: El proceso de perpetuación a través de la memoria selectiva, Ed,. Universidad Complutense, Madrid, 1993, p. 132.
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el cual, un acontecimiento ordinario, se eleva a la categoría de extraordinario al entrar en juego como factor determinante la condición de discapacitados de sus protagonistas. Las limitaciones, rémoras y valores que se adjudican al término discapacidad multiplican su potencial informativo, circunstancia que es apreciada y recogida desde los titulares, que apelan, por su propia naturaleza, a un proceso de condensación donde sólo tiene cabida lo exclusivamente relevante. La discapacidad es noticia en sí misma y convierte en noticia hechos indiferentes. Discapacitado, minusválido, inválido, enfermo, deficiente, disminuido o retrasado conforman una dilatada nómina de adjetivos que pueblan los titulares y se dispersan en el desarrollo de las informaciones. Tienen una labor descriptiva que, centrada en precisiones reforzadoras de la identidad del individuo, apenas desbrozan con argumentos las causas y las dimensiones de los problemas del colectivo. Estos atributos, siempre personalizados, adquieren el máximo protagonismo dentro de las noticias. Le imprimen, por lo tanto, la personalidad y la significación necesarias para reunir los requisitos mínimos que se exigen desde los medios para convertir un hecho en noticiable: novedad, diferenciación, extrañeza, notoriedad, etc. Esta concatenación de elementos impone un viaje discursivo ajustado a los parámetros de la inducción. Se va de lo particular a lo general. Las personas, hasta ese momento anónimas, aparecen ante la opinión pública como paradigmas del colectivo. Las informaciones los convierten en representantes aislados que son asimilados en virtud de un conjunto de valores paralelos que vienen marcados y definidos desde la propia adjetivación de los titulares. El procedimiento es repetitivo. Las herramientas de control informativo puestas en marcha por las asociaciones de discapacitados son todavía demasiado limitadas para contrarrestar el flujo de noticias inconexas que genera el colectivo a partir de casos individuales y que plantean serios problemas porque sus repercusiones son claramente negativas, tanto en los medios como en la sociedad. Nos encontramos ante una sucesión imparable de noticias que, apostando por la individualización, provocan el fenómeno de la generalización sistemática de sus contenidos. Éste es el segundo gran estereotipo que gravita poderoso sobre el mundo de la discapacidad. Se produce, especialmente, cuando un hecho cotidiano es asumible sin reservas como noticia si su autor es una persona discapacitada, con el agravante añadido de irradiar sus efectos sobre la totalidad del colectivo. La colocación del actor siempre por encima de la acción deshace con brusquedad el equilibrio informativo exigible a cualquier noticia. La preponderancia del sujeto y, sobre todo, la condición de discapacitado de éste despierta un interés especial entre los periodistas que es complicado deshacer.
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Gran parte de estas noticias serían prescindibles, podrían desconsiderarse, no aportan nada nuevo, pero establecen un juego de sintonías, de acuerdos y de aceptaciones entre informadores e informados que las hacen influyentes en el enmarañado tejido de la actualidad, por eso se cuelan en él con tanta facilidad. Más cantidad de información, sobre todo institucional Durante los últimos años se ha incrementado el flujo informativo relacionado con el mundo de la discapacidad. La existencia de una legislación específica, la presión creciente del movimiento asociativo para su cumplimiento y la proliferación de un sistema público de políticas sociales ha, sensibilizado primero, y obligado, después, a las instituciones públicas de nuestro país. Las distintas administraciones españolas han colocado los programas, actividades y subvenciones destinados al colectivo de discapacitados entre las prioridades de sus departamentos de asuntos sociales o bienestar social. Esta circunstancia ha colocado el tema de la discapacidad en las agendas de los medios de comunicación, en las convocatorias de los gabinetes de prensa institucionales y en la regular difusión informativa que se realiza a diario desde ellos. Esta toma de conciencia, verdadera asignatura pendiente de la Administración española a lo largo de los años, ha supuesto la adopción de políticas específicas para las personas con discapacidad, ha legitimado la ampliación de sus organigramas institucionales mediante la incorporación de áreas responsabilizadas en exclusiva de las cuestiones sociales -donde se insertan las respuestas oficiales a las demandas del colectivo (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Consejería de Asuntos Sociales, Áreas de Bienestar Social de las distintas diputaciones, delegaciones municipales de bienestar social, etc)-, ha fundamentado, en definitiva, el desarrollo de iniciativas y proyectos que, como noticias de interés social, han tenido acomodo informativo creciente en los medios de comunicación. Por lo tanto, el global de las actuaciones públicas que giran en torno al colectivo de las discapacidad se convierte regularmente en noticias para los profesionales de los medios. Nuestras instituciones componen un mapa de atracción informativa en todos aquellos núcleos de población donde se asientan. Las decisiones de sus órganos de gobierno son una fuente diaria de material noticiable para los informadores. Ayuntamientos, diputaciones, consejerías, parlamentos y ministerios diseñan un itinerario para la información de los asuntos públicos que, a través de comparecencias y ruedas de prensa, transfieren cotidianamente sus actuaciones más relevantes a los medios de comunicación. Conforme la discapacidad ha ido colándose en sus agendas, las informaciones del colectivo han sido más asiduas. Las instituciones han representado un formidable tirón informativo para el colectivo de la discapacidad. La elaboración de planes de acción, junto a la
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aprobación de normativas específicas, como la Ley de Atención de las Personas con Discapacidad en Andalucía, ha generado un acercamiento indirecto de los medios al universo de la discapacidad mediante la interlocución siempre acreditada de nuestras instituciones públicas. Ha contribuido de manera decisiva a este incremento de apariciones en medios de comunicación la fluida relación institucional que se ha consolidado entre las administraciones y las entidades de personas con discapacidad. La firma de convenios y la puesta en marcha de líneas de actuación conjuntas han desencadenado una dilatada nómina de informaciones sobre el colectivo. Las asociaciones representativas del heterogéneo mundo de la discapacidad caminan desde hace tiempo junto a las instituciones, de las que reciben subvenciones, ayudas y apoyos para el mantenimiento de sus actividades y servicios. Este bagaje en común se traducen en presentaciones de proyectos, inauguración de instalaciones o convocatorias de prensa donde los medios de comunicación son invitados a difundir los contenidos de sus iniciativas. Las instituciones, por lo tanto, han servido de reclamo ante los medios hacia el colectivo de la discapacidad para que éstos, a través de su testimonio y respaldo, orienten el curso de sus informaciones acerca de las acciones más destacadas y los problemas estructurales que inciden sobre los discapacitados. La apelación a las instituciones como polo de atracción informativo ha sido una constante durante los últimos años. Se establece de esta manera una interesante simbiosis donde las administraciones cumplen ante la opinión pública el compromiso social que les demanda la sociedad en la atención obligatoria a colectivos desfavorecidos y con problemas de integración, mientras el colectivo recibe una fluida vía de ayudas que les permite, por otra parte, acaparar el interés de los medios de comunicación. Esta sucesión de acontecimientos ha reportado a las asociaciones de discapacitados dos consecuencias concatenadas entre sí; la dotación de recursos extraídos de los fondos públicos y una mayor presencia como referentes informativos en los medios de comunicación ante la posibilidad de desarrollar actividades cada vez más numerosas y significativas. De esta forma, el colectivo ha conseguido ser, primero, más fuerte y, segundo, más conocido. La relación establecida con cualquiera de los diferentes niveles de la administración del Estado, comenzando por el Congreso y terminando en los distritos municipales de barriadas, no ha cercenado en modo alguno la autonomía operativa de las asociaciones de discapacitados, que han ensanchado sus infraestructuras y ampliado el número de servicios en la mayoría de los casos. El universo de la discapacidad es capaz por sí mismo de convertirse en noticia sin la necesidad de valores añadidos. Sin embargo, la estrategia de refuerzos emprendida con nuestras instituciones ha mejorado la relación con su entorno, ha atornillado definitivamente sus estructuras como movimiento asociativo y ha
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multiplicado sus posibilidades de colarse en el abigarrado panorama de la actualidad informativa. Más calidad en la información. Creación de gabinetes de comunicación y oficinas de prensa La presencia en sociedad de cualquier institución, sea pública o privada, se mide por el número de apariciones acumuladas en los medios de comunicación. Esta aseveración, que no es categórica al cien por cien, si establece un paradigma inequívoco en la proyección externa de instituciones y entidades: su percepción social, el grado de confianza que generan, el conjunto de expectativas e incertidumbres que tienen asociadas, la definición de su imagen y las adhesiones o reprobaciones que consiguen están especialmente ligadas al grueso de informaciones que aparecen, sobre sus actividades y actuaciones, en los medios de comunicación. La necesidad de ejercer presión ante las instituciones, de legitimar la realización de sus proyectos, de consolidar su presencia en su entorno, de incrementar el índice de competitividad, de mejorar la imagen pública y de generar un conocimiento adecuado en el seno de la sociedad ha impulsado a toda clase de entidades a sustentar su comunicación mediante gabinetes específicos en manos de profesionales especializados. Esta percepción de utilidad ha calado durante la última década en las entidades de carácter social y sin ánimo de lucro de nuestro país. Fortalecer la presencia y hacerse notar obliga a activar estrategias de comunicación tanto externas como internas. Para ello, ha sido imprescindible una solidez previa de las asociaciones de discapacitados que, tras encontrar respuestas a sus necesidades primarias para su subsistencia una vez constituidas, han percibido con claridad la conveniencia de incluir en sus estructuras, cada vez más complejas y en constante crecimiento, gabinetes de comunicación y oficinas de prensa que penetran por vez primera en el universo de las entidades sociales como una importación inevitable del mundo empresarial, donde la comunicación de la imagen corporativa se ha situado desde hace décadas en el basamento de sus planes estratégicos y de sus políticas de expansión comercial. Así, el movimiento asociativo en el ámbito de la discapacidad ha reconocido la importancia de la comunicación como vehículo para colocar en el interior de la opinión pública sus problemas y exigencias y, a la vez, conectar mecanismos de presión ante los responsables encargados de activar políticas de normalización socio-laboral para discapacitados. Gabinetes de comunicación se han venido constituyendo en los últimos años dentro del organigrama de las asociaciones de discapacitados más influyentes, representativas y consolidadas del país. La puesta en marcha de oficinas de prensa
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y la edición de revistas especializadas con criterios de diseño y redacción profesionalizados ha tendido puentes hacia los medios de comunicación, la sociedad en general y el interior de los propios colectivos sobre los que proyectan sus actividades: Durante los últimos años se han multiplicado, tanto en las empresas como en las instituciones, las intervenciones sistemáticas sobre la imagen corporativa, creándose en muchos cargos departamentos encargados de su gestión. Con ello han empezado también a superarse los prejuicios y cerrazones que inicialmente limitaban el alcance y el contenido de la comunicación a acciones superficiales, particulares y aisladas30. La profesionalización de la comunicación en el terreno social ha ganado para el colectivo un hueco entre los contenidos que componen ese complejo panorama diario de la información de actualidad. Se ha incrementado exponencialmente el número de apariciones en prensa, radio y televisión. El colectivo se ha transformado en una fuente solvente y recurrente para los informadores, presentándose ante la sociedad y exhibiendo, por encima del prejuicio, sus verdaderas señas de identidad. “La comunicación positiva y coherente de todas y cada una de esas señas de identidad contribuye a generar una imagen corporativa, que es lo que se instala progresivamente en la opinión del público”31. La creación de gabinetes de comunicación propicia una dinámica de interrelaciones mutuas con los medios y éstos, a su vez, disponen de unos resortes de información acreditados en el seno de un colectivo que, por naturaleza, es complejo, atomizado e invertebrado. La incorporación del periodista de gabinetes y oficinas de prensa especialista en comunicación social a la agenda ordinaria de los profesionales de la comunicación diaria ha mejorado significativamente la relación entre los medios y el colectivo. Se ha generado de esta forma un clima de confianza, de reconocimiento profesional recíproco y de influencias en ambos sentidos cuyo logro principal ha estado representado por un acercamiento estable y duradero del movimiento asociativo de la discapacidad en la rutina de trabajo de los medios de comunicación. La utilización de un mismo lenguaje, el sometimiento a las técnicas de redacción periodísticas, el dominio de las formas y los tiempos comunes en los distintos medios y la asimilación del principio de legitimidad profesional que
30 VARIOS, La empresa ante los medios de comunicación, Ed. Deusto, Bilbao, 1992, p. 40. 31 IDEM, p. 42.
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subyace al funcionamiento de estos gabinetes reflejan un cuadro de sintonías con los profesionales de los medios que facilita la pertinencia informativa de estos instrumentos, adosados al aparato organizativo de las asociaciones de discapacitados. La oficina de prensa, por su parte, convierte en información la actualidad de cada movimiento asociativo. Esta vinculación entre el mundo de la discapacidad y de los medios posibilita una relación sostenida que eleva el techo informativo de las ONGs, estableciéndose una transferencia directa de datos y un intercambio permanente entre el colectivo y los medios. La discapacidad ha encontrado en los gabinetes de comunicación y oficinas de prensa unas herramientas formidables para hacerse notar en la sociedad y librarse un hueco en el complicado ruedo de la información de actualidad. “Estas relaciones –con los medios- son de doble sentido”32, desde las asociaciones hacia la prensa y a la inversa, de la prensa hacia las asociaciones. Gracias a esta nueva tesitura, el movimiento asociativo se convierte en un difusor controlado y controlable de informaciones. Controlado porque al recaer estas funciones en profesionales de la comunicación someten su trabajo a los criterios establecidos dentro de la labor periodística, controlable; porque los profesionales de los medios disponen de unos referentes sólidos para comprobar, matizar y contrastar las informaciones recibidas. De esta forma, el mundo de la discapacidad en España ha visto como su presencia en los medios se ha ido ensanchando desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo. Cuantitativo porque se han multiplicado el número de apariciones en medios de comunicación, cualitativo; porque se ha conseguido en paralelo un tratamiento de las informaciones más preciso, riguroso y exhaustivo que, aunque no afecte al total de las apariciones, si constituye un poderoso punto de partida a la hora de invertir las formas y los modos tradicionales en la redacción de noticias relacionadas con el mundo de la discapacidad. El respaldo de una legislación específica y el compromiso asumido por instituciones públicas y privadas han comportado una serie de sinergias en cadena cuyos resultados más significativos han despertado el interés de los medios, bien por la relevancia del tema, bien por la eficacia en el trabajo de los gabinetes de comunicación del propio colectivo. El gran reto en estos momentos es liberar a la información sobre la discapacidad de una serie de rémoras conceptuales que perpetúan todavía una imagen inexacta del colectivo. La utilización abusiva de estereotipos, la superficialidad en el tratamiento y la banalización de los contenidos a través de elementos sensibi-
32 PIÑUEL RAIGADA, José Luis: Teoría de la comunicación y gestión de las organizaciones, Ed. Síntesis, Madrid, 1997, p. 223
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lizadores en el discurso han trasladado hasta la sociedad una percepción confusa y equívoca de las personas con discapacidad. Este efecto de falta de focalización ha sido mejorado por la acción de los gabinetes de comunicación y oficinas de prensa que funcionan con normalidad desde hace unos años en el colectivo de la discapacidad. Desde los gabinetes se diseñan, preparan y ejecutan las estrategias de comunicación externa e interna de cualquier organización, sean políticas (partidos), económicas (empresas) o sociales, como es el caso de las entidades formadas por discapacitados. Y es así porque “vivimos en una sociedad de organizaciones. Los seres humanos nos unimos en grupos afines para defender nuestras ideas, llevar a cabo proyectos, crear, producir, ... y en las que necesitamos de los otros para desarrollarnos”33. Es decir, la vertebración de la sociedad se compone de una infinidad de cédulas independientes entre sí pero que, en su actividad rutinaria, necesitan establecer constantes intercambios con su entorno, por lo que les es fundamental la obligación de comunicarse oportuna y correctamente. Sin embargo, aún queda mucha información de circulación libre, que afecta a casos particulares y situaciones personales extremas, que, destiladas informativamente por medio de estereotipos y clichés generalizadores, enfatizan una imagen del colectivo escorada hacia el lado de la grima, alejada del concepto de justicia social más incardinado en los cimientos de cualquier sistema democrático, como el nuestro. Los gabinetes de comunicación han destapado las potencialidades de comunicación de un colectivo que, por sus peculiaridades y el alto grado de sensibilización social que despierta, es susceptible de ser convertido en noticia con facilidad. Este es un handicap que juega a favor de sus posibilidades de éxito. Por otra parte, la discapacidad, como otros muchos temas relevantes, facilitan la huida de la estricta información política en los medios, auténtico buque insignia de la actualidad. Aunque la administración ha aupado al movimiento asociativo gracias a una fluida vía de ayudas y subvenciones, los medios premian con una dedicación reposada aquellas noticias que escapan del círculo cerrado de instituciones, partidos, colegios profesionales y sindicatos. Las noticias de interés social sintonizan con una preocupación creciente de la opinión pública por cuestiones solidarias. La discapacidad ocupa hoy un espacio informativo en un segundo nivel tras las noticias de carácter político, económico, cultural y deportivo. Ascender al primer puesto del ranking parece imposible, pero es tarea indiscutible para los gabinetes de comunicación conseguir que su posición relativa en el vasto contexto de la actualidad sea cada vez más conocida, acomodada y relevante.
33 ONGALLO, Carlos: Manual de comunicación, Ed. Dykinson, Madrid, 2000, p. 3.
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No obstante, una mayor profusión de apariciones tampoco garantiza en estos momentos una mejora proporcional de la imagen global del colectivo. La redefinición que el concepto discapacidad ha experimentado en los últimos años es hoy una referencia obligada para construir informaciones rigurosas. Centrar el valor de la noticia en las capacidades en lugar de destacar las limitaciones supone el punto de partida para, con el trabajo ordenado y sistemático de los gabinetes de comunicación y oficinas de prensa, conseguir un bruto de informaciones sobre la discapacidad más acordes con los nuevos tiempos. Para ello, estos profesionales desempeñan un papel prioritario en la educación terminológica de sus compañeros de profesión. En la actualidad, los gabinetes de comunicación, además de informar, están formando a periodistas de los medios en nuevas categorías y conceptos. La normalización de las personas con discapacidad en la sociedad de la información es una meta complicada si no se consigue paralelamente en sus medios de comunicación de masas. Luchar contra el estereotipo es difícil, más en una sociedad que ha desdeñado el discurso de la razón para adoptar el de la imagen. El hombre ha pasado de ser un homo sapiens y se ha convertido en un homo videns. El imperio de los medios audiovisuales ha dominado desde el final de la II Guerra Mundial hasta nuestros días la manera de acceder al conocimiento y de capturar la realidad de las cosas. El colectivo de la discapacidad no ha podido desprenderse de esta estructura cognitiva. La sociedad ha interiorizado a través de un reducido listado de clichés una imagen equívoca de un sector de la población diverso, escasamente vertebrado y con una limitación sistemática para acceder con normalidad a los medios de comunicación. Este conjunto de factores ha ejercido con el tiempo una negativa influencia en los esquemas de percepción de los destinatarios de los medios. La labor de los periodistas especializados que trabajan en las oficinas de prensa y gabinetes de comunicación del propio colectivo ha propiciado un mejor tratamiento en los contenidos, así como la aparición de unos mensajes más selectivos sobre el universo de la discapacidad. Sin olvidar, el establecimiento de unas relaciones más fluidas y de un intercambio permanente de información con los profesionales de los medios. Estos departamentos se han convertido en fuentes habituales de información para los medios, que las reconocen, las tienen en cuentan y las estiman. Los gabinetes son los encargados, pues, de proyectar hasta la sociedad la postura oficial del colectivo. Se han convertido en la voz autorizada y en el instrumento de referencia a la hora de abordar informaciones relacionadas con el mundo de la discapacidad. El trabajo diario de los gabinetes de prensa ha posibilitado un incremento en la calidad expositiva de los mensajes, un mayor conocimiento de las claves del
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colectivo y una huida de tratamientos efectistas. La primera consecuencia de este orden de cosas es que se ha profesionalizado la información. Existen técnicos en comunicación, formados en las distintas facultades de Ciencias de la Información de España, que son parte cotidiana de las plantillas de las grandes asociaciones de discapacitados del país, junto a trabajadores sociales, fisioterapeutas, psicólogos o expertos en lengua de signos. Su presencia ha sido fundamental para conseguir una mayor presencia del colectivo entre los contenidos de la actualidad periodística y para que el tratamiento de los mensajes sea más cercano a la realidad, más certero en los datos y más descargado de recursos fáciles que, desde un punto de vista lingüístico, compensan la falta de documentación en la elaboración de las noticias. La documentación ordenada y sistemática es una palanca excepcional para romper las perversiones del prejuicio y para vencer los efectos generalizadores del estereotipo. En este sentido, los profesionales de los medios y de estos gabinetes de comunicación corporativa del mundo de la discapacidad se precisan mutuamente. Establecen una sinergia de ventajas recíprocas. Los primeros porque hacen de interlocutores entre la sociedad y el colectivo, los segundos porque funcionan como intermediarios entre los medios y el mundo de la discapacidad. Por otro lado, los gabinetes de prensa propios del movimiento asociativo se han revelado como unos excelentes puntos de contrastación de informaciones para los medios de comunicación, que recurren a ellos a la hora de determinar la veracidad y la exactitud de las noticias. Este tipo de oficinas concentran la difusión de informaciones desde el colectivo. Es decir, ejercen un control sobre el proceso de emisión que evita duplicidades, contradicciones o confusiones derivadas del escaso conocimiento de la situación. Su dominio del terreno garantiza una información de calidad desde el origen y genera una mayor peso relativo de los mensajes de la discapacidad en el enrevesado y competido espacio de la actualidad periodística. Así, estos gabinetes han ocupado el lugar y han acaparado las funciones que, hasta hace poco, realizaban con discutible éxito personas ajenas a la profesión periodística, en la mayoría de los casos vinculadas a los órganos de dirección del movimiento asociativo. La necesidad de contar con técnicos especializados y el crecimiento expansivo de las asociaciones de discapacitados más representativas han favorecido su creación y puesta en marcha. Con el tiempo, han dejado de ser una figura novedosa y extraña para convertirse en una parte esencial de la capacidad operativa y de la estructura orgánica de las ONGs de discapacitados españolas más influyentes. En definitiva, con el tiempo se han corregido parcialmente algunos errores mayúsculos que se han venido repitiendo sistemáticamente en la elaboración de noticias sobre la discapacidad desde los medios de comunicación.
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El extraordinario potencial informativo del colectivo y la incapacidad de los gabinetes de comunicación y oficinas de prensa del movimiento asociativo a la hora de controlar y supervisar con acierto el flujo de información que los medios reciben de la discapacidad son dos graves problemas estructurales en el proceso actual de producción, elaboración y difusión de noticias donde este colectivo se presenta ante la sociedad como protagonista. Por último, la consolidación en la sociedad de las ONGs compuestas por personas discapacitadas, el apoyo institucional creciente, la apelación a profesionales de la comunicación para mejorar las relaciones con los medios y la asunción de una nueva terminología, más correcta a la vez que menos sensacionalista, son motivos suficientes como para ser optimista desde la certeza de que la situación actual ha mejorado, pero con la convicción de que es manifiestamente mejorable.
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- NÚÑEZ LADEVÈZE, Luis: Métodos de redacción periodística y fundamentos de estilo, Ed. Síntesis, Madrid, 1993. - ONGALLO, Carlos: Manual de comunicación, Ed. Dykinson, Madrid, 2000. - PINILLOS SUÁREZ, Pedro J: La empresa informativa, Ediciones Castillo, Madrid, 1975. - PIÑUEL RAIGADA, José L: Teoría de la comunicación y gestión de las organizaciones, Ed. Síntesis, Madrid, 1997. - REIG, Ramón: Medios de comunicación y poder en España: prensa, radio, televisión y mundo editorial, Ed. Paidós, Barcelona, 1998. - URABAYEN, Miguel: Estructura de la información periodística, Ed. Mitre, Barcelona, 1988. - VARIOS, La empresa ante los medios de comunicación, Ed, Deusto, Bilbao, 1992. - VARIOS, Medios de comunicación social, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Madrid, 1992.
(Recibido el 3-12-2001, aceptado el 17-1-2002)
ANDALUCÍA Y LA COMUNICACIÓN
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 281-304)
Prensa política en la Transición. Andalucía según El Socialista (1977-1982) Manuel Ruiz Romero Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación Universidad de Sevilla mansusi@teleline.es.
RESUMEN Este artículo es un trabajo predoctoral realizado para la tesis: La génesis de la autonomía andaluza en el contexto de la transición. Su autor, es buen conocedor de las características de los medios de comunicación en el periodo de la restauración democrática en España (19751982). La exigüidad de estudios sobre la prensa escrita, es una muestra más de la necesidad de recuperar, estudiar y analizar esta importante etapa de nuestra historia reciente. El caso que nos ocupa, estudia El Socialista como órgano portavoz desde 1886 del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en lo referente a contenidos y al tratamiento que ofrece sobre Andalucía, concretamente entre los años 1977 a 1982. Es lo que llamamos el sexenio autonomista andaluz, como proceso paralelo y complementario de la transición. Junto al análisis pertinente del medio y la etapa, se ofrecen índices bibliográficos, onomásticos y temáticos que acercan y ordenan por vez primera la publicación política a la realidad andaluza. ABSTRACT This is a predoctoral article belonging to “The genesis of the Andalusian autonomy in the context of the democratic transition” thesis. His author deeply knows about the characteristics of the mass media during the process of the Spanish democratic restoration (1975-1982). Studies about the written press during this period are exiguous, which shows the need to recuperate, study and analyze this relevant period of our recent history. Here we study El Socialista, which from 1886, was the spokesorgan of the Spanish Workers Socialist Party (PSOE), in connection with the content and treatment given about Andalucía, specifically between 1977 and 1982. This period is known as the andalusian autonomist sexennial, a parallel and complementary process to that of the democratic transition. Together with the pertinent analysis of this paper and of the period involved, bibliographic, onomastic and thematical indexes, for the very first time, bring forward and put in order the political publication to the andalusian actual context. Palabras claves: Prensa/Transición/Autonomía/Andalucía/Socialismo/PSOE. Key Words: Press/Transition/Autonomist/Andalusian/Socialism/Spanish Workers Socialist Party (PSOE).
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Introducción os medios de comunicación han levantado acta de los intensos años de la restauración democrática. A falta de archivos donde documentar el proceso en el caso andaluz, fundamentalmente la prensa escrita viene a cubrir ese vacío de fuentes, de forma que, junto con la pluralidad en el testimonio de los protagonistas y de los propios medios periodísticos, las distintas cabeceras nos apuntan un interesante panorama donde extraer información y evaluar, a su vez, el tratamiento ofrecido por uno y otro medio a las distintos hitos.1 En este contexto la prensa escrita juega un papel primordial. Si bien el interés por las fuerzas políticas y, por ende, sobre su prensa, va descendiendo a medida que se institucionaliza la democracia, no cabe duda que estos grupos juegan un papel primordial en el proceso y en la consolidación de las libertades, reconocido más tarde por propia la Constitución en sus artículos.2
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La prensa socialista en Andalucía Paradójicamente, y pese a resultar la opción política más votada en Andalucía, el socialismo andaluz está poco estudiado, y quizás como consecuencia de ello, sus publicaciones. En el denominado tardofranqusimo desde el clandestino PSOE del interior, recordemos escindido del PSOE (histórico), se edita a multicopia (colores rojo y negro sobre fondo blanco) Andalucía Socialista3, revista mensual que aparece a principios de la década de los 70. Sin embargo, de esta etapa se conservan muy escasos ejemplares para su estudio, a la vez que se acaba renunciando a la misma y al ámbito territorial que significa, en beneficio de El Socialista como proyecto de Estado, coincidiendo con la legalización del partido
1 Algunos de esto hitos ya lo apuntábamos en nuestro estudio: “ Prensa sevillana y transición. El caso de Abc edición hispalense”, en RUIZ ACOSTA, Mª. J. y REIG, R., (Coord.) Sevilla y su prensa: Aproximación a la historia del periodismo andaluz contemporáneo (1898-1998), Sevilla, Universidad, 1998, pp. p. 158-159. 2 La bibliografía sobre este periodo en Andalucía resulta extremadamente breve: Cfr. REIG, R., «Las revistas andaluzas de la transición (1974-1979) y el caso de Algarabía», en Revista de Estudios Andaluces, (7), 1991, pp. 63–83; así como del mismo profesor: “Revistas andaluzas contemporáneas (1974-1993): pequeñas historias de un gran fracaso”, en Ambitos. Revista Andaluza de Comunicación, (1), Sevilla, 1998, p. 253. Igualmente: RUIZ ROMERO, M.,“La prensa de Andalucía durante la transición”, en Ambitos. Revista Andaluza de Comunicación, (1), Sevilla, 1998, pp. 231- 252. Reproducido también en la publicación electrónica Latina de Comunicación Social, (16), Tenerife, 1999. (Disponible en http: // www.ull.es/ publicaciones/latina/a1999iab/100bruiz.htm) 3 Sólo algunos números sueltos pueden encontrarse por las hemerotecas andaluzas, e incluso, en la Fundación Pablo Iglesias; a cuyo personal agradecemos las facilidades prestadas para la realización de este estudio. Hay que abogar aquí porque los partidos políticos ordenen y pongan a disposición de los investigadores sus archivos.
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y de la cabecera en el primer tercio de 19774. Desconocemos si esta prioridad mediática en el seno de la organización sucede en otras zonas del Estado, lo cierto es que el lanzamiento de este medio como portavoz de un PSOE fundado en 1879 por Pablo Iglesias, había comenzado en Madrid el 12 de marzo de 1886 (dos años antes de la constitución de la UGT). Sí podemos señalar que al menos, aparece ésta prioridad como contradictoria toda vez que los partidos de la izquierda tradicional realizan un gran esfuerzo por adaptar sus nuevas estructuras organizas al emergente Estado de las Autonomías. Sin embargo, en estos instantes en el seno del PSOE vamos a constatar un latente enfrentamiento interno con las dos fracciones escindidas en 1972. En él, la cabecera andaluza es utilizada como contrapoder más radical ante la tradicional concepción socialista predominante en el PSOE (histórico).5 En la medida que hemos estudiado la bibliografía existente sobre El Socialista, nos ha sorprendido la ausencia de estudios generales, o índices bibliográficos de determinadas etapas históricas por las que transcurre. No cabe duda que nos encontramos ante un clásico de la prensa obrera en el Estado, sobre el que significamos la ausencia de herramientas que faciliten el acceso a los contenidos del medio: estructura, identidad corporativa y línea editorial. Precisamente éste ha sido uno de los argumentos que ha motivado la realización de este estudio y sus diferentes índices: Acercar la cabecera a la realidad de la Andalucía durante el apuntado sexenio autonomista en el contexto de la transición. Consideraciones metodológicas Como en otros estudios aquí reseñados, hemos optado por continuar con el método de localización de referencias en el semanario y su secuencialización cronológica, para su posterior mejor localización y exposición en los índices 4 Según el Registro Central de Partidos Políticos del Ministerio de Interior, el PSOE es legalizado en fecha 17-II-1977. La editorial de la cabecera glosando su legalización puede observarse es de 15 de abril del mismo año. Sobre el PSOE en Andalucía: BARZELAY, MICHAEL, «El socialismo andaluz: la ideología política y la política económica de una comunidad autónoma española», en Revista de Estudios Regionales, (17), 1987, pp. 103–125; así como RUIZ ROMERO, M., “El PSOE en Andalucía al inicio de la transición. De la FSA-PSOE al escuredismo (1976-1979)”, en Actas del III Congreso de Historia de Andalucía celebrado en Córdoba, abril de 2001 (en prensa). 5 Las diferentes concepciones ideológicas del partido se ponen de manifiesto con el siguiente ejemplo. Las páginas de Andalucía Socialista recogen en 1973 (antes de Suresnes pues) un conflicto entre los responsables andaluces del Comité de Redacción de El Socialista y la Secretaría de Organización del PSOE. Es decir, una conflicto entre, el PSOE renovado y el histórico liderado por Llopis. La cabecera andaluza, dirigida en su última etapa por Alfonso Lazo Díaz, publica la totalidad de un comunicado, en donde este órgano responsable de la publicación de Estado hace pública sus protesta y dimisión en referencia al conflicto originado por la supresión de un artículo sobre Israel en tanto se calificaba a este país como fascista. Cfr. ANDALUCIA SOCIALISTA (94), noviembre de 1973, p .6-8. El hecho viene a airear un conflicto latente de enfrentamiento interno en el seno de la organización. De un lado el PSOE interior más radical y pro palestino, y por otro, el histórico, más proclive a las tesis pro israelitas desde su posición socialdemócrata
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temáticos y onomásticos6. Igualmente, debemos dejar constancia de la problemática que ha significado diferenciar lo estrictamente andaluz de las cuestiones de Estado. Ello es especialmente complejo, si nos referimos a un partido donde sus líderes son los principales representantes de la oposición, quienes obtienen el mayor respaldo electoral en Andalucía (a excepción de la Generales de 1979), e incluso, la Presidencia de la primera Junta de Andalucía ha correspondido a representantes socialistas. No obstante, si no en todos los casos, sí hemos recogido gran parte de las referencias tanto de Felipe González como especialmente de Alfonso Guerra al considerarlos en este estudio parte, por razones obvias, de la realidad andaluza, al margen y como complemento de otras dimensiones en el Estado dentro del principal partido de la oposición. Andalucía como ámbito informativo Al tratarse de una revista eminentemente política, vamos a encontrarnos numerosas referencias alrededor de la vida orgánica de la FSA-PSOE7. En muchos casos como ya hemos apuntado es difícil delimitar las declaraciones de sus líderes o, las referencias a la política autonómica del Estado, sin caer en el riesgo de una excesiva simplificación de contenidos. Lo cierto es que, como puede contemplarse en el índice temático, destaca este extremo, argumentado por el hecho de ser el partido más apoyado en Andalucía. Ello confiere sin duda una especial atención del medio al territorio, y un estrecho seguimiento no sólo de la actividad del partido, relacionada con los logros de la estrategia de unidad socialista, sino por la progresiva implantación de esta fuerza como oposición al centrismo del Gobierno Central desde una Andalucía necesitada de una alternativa de izquierdas. Los Congresos, la ideología, los diferentes actos públicos, los candidatos a las respectivas confrontaciones electorales, serán pues una constante temática en el medio. Paralelamente, cuestiones relacionadas con la preautonomía andaluza, y con ella particularmente los logros de un Presidente socialista a su frente: Pacto Autonómico, divergencias sobre la pertenencia a Andalucía de Ceuta y Melilla, Asamblea 6 Hemos seguido los ejemplos de: CORTINES TORRES, J., Indice bibliográfico de «Bética, Revista Ilustrada» (1913-1917)», Sevilla, Diputación, 1971 así como HIJANO DEL RÍO, M., Indice bibliográfico de la revista «Andalucía» (1916 - 1920), Sevilla, Fundación Blas Infante, 1992. En esta misma línea el jiennense Manuel Medina Casado elabora en la actualidad un estudio sobre la revista Córdoba como coetánea de Andalucía. Igualmente del autor del presente artículo: “´Andalucía Libre´. Una revista andaluza de la transición. Indice bibliográfico”, Sevilla, Grupo de Investigación Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación, 2000; así como: “Los intentos de una cabecera regional en Andalucía: la revista Andalucía Libre (1977-1982)”, reproducido en la publicación electrónica de Comunicación Social, (38), febrero de 2001 .(Disponible en http: //www.ull.es/publicaciones/latina/2001/latina38feb/126ruiz.htm 7 En general y en contra de lo que ocurre para el caso andaluz por breve, la bibliografía sobre el socialismo en España es amplia. Cfr. una recopilación a nuestro juicio necesitada de puesta al día en: FUNDACION PABLO IGLESIAS, Cien años de socialismo en España (bibliografía), Madrid, Editorial Pablo Iglesias, 1979. Ya con carácter general: JULIÁ, SANTOS, Los socialistas en la política española, Madrid, Taurus, 1997; así como TEZANOS, J.F., Sociología del socialismo español, Madrid, Tecnos, 1983.
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de Parlamentarios andaluces, conflictos en las negociaciones,... Desde El Socialista se realiza un estrecho seguimiento de las cuestiones relacionadas con el bloqueo y desbloqueo del Estatuto andaluz, destacándose la critica que el medio hace, más por razones políticas que jurídicas, a la solución aportada al proceso andaluz entre PSA y UCD para encauzar por la vía del 144 la continuidad de la autonomía. Son destacable además, los artículos de opinión que determinadas personalidades de distintos ámbitos sectoriales publican sobre distintas cuestiones de Estado. Ello nos demuestra; por un lado, la alta presencia de andaluces en cargos orgánicos de relevancia de Estado dentro del Partido, pero por otra parte, la variedad de profesionales más o menos independientes que apoyan con su gesto en forma de artículo la alternativa que el PSOE representaba en esos momentos. Una mirada al índice onomástico nos ofrece una idea del rico matiz de colaboraciones existentes. Precisamente, colaboraciones, entrevistas y editoriales conformarán el corphus doctrinal donde la cabecera irradia con mayor preferencia su ideología y posiciones. La situación de subdesarrollo andaluz ocupa un papel preferente en el tratamiento informativo, sobre todo en lo que afecta al campo andaluz y a la calidad de vida de los trabajadores. La dimensión sindical del socialismo a través de UGT también se encuentra patente, aunque desde una prudente lejanía entre entidades. La misma timidez que existe al tratar cuestiones relacionadas con el Andalucismo Histórico, lo que no es óbice para que no se citen en determinadas ocasiones a Blas Infante. Destacan también en esta valoración de contenidos, aquellos relacionados con lo que podríamos denominar movimientos sociales emergentes. Están presentes, aspectos tales como el feminismo, la ecología, el antimilitarismo, la actitud contraria a la OTAN y, particularmente, a la presencia de bases extranjeras en territorio andaluz. La llegada de los primeros comicios municipales, suponen otra importante dimensión en el seguimiento de la realidad andaluza desde el medio, ratificada por el pactos de izquierdas que distintas fuerzas políticas (PCA+PSA+PTA+FSA-PSOE) hacen en Andalucía para desplazar a UCD del mayor número posible de Alcaldías. En la medida que el deterioro político del Gobierno Centrista se hace más patente en Andalucía tras el cambio de posición de cara a la vía autonómica del 151, desde le estrategia del Partido Socialista se produce un reforzamiento de la estructura informativa y de la propia imagen corporativa del semanario. De este modo, sobre el número 148 (17 de febrero de 1980) se va a producir un cambio de formato: una importante reconsideración de la cabecera. De un formato anterior (29 x 41 cms.), a dos colores sobre fondo negro, con tipografía tradicional y fotos en blanco y negro; se pasa a un diseño nuevo: utilizando color en fotografías y diseño, papel cuché y un tamaño mayor (32 x 24 cms.). Las temáticas abordadas cambian y se priman ahora, sin menoscabo de los últimos coletazos del proceso andaluz y primeras autonómicas, las noticias de Estado que den muestra de la alternativa sectorial y profundización democrática que significa el
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acceso del socialismo a la mayoría en Cortes, y en consecuencia, a la Presidencia del Gobierno. Hay nueva imagen y maquetación más cercana a las revistas de información general. Se inician nuevas secciones abierta a temas de información general fundamentalmente cercanas al ocio y al mundo de la cultura, pero siempre desde la ideología socialista. El Director pasa a ser ahora Fernando Pajares, así como los corresponsales en Andalucía: Francisco Velez Nieto y G. López Martínez. La cabecera que analizamos se vuelve a principios de 1980 más una revista de información general que propiamente partidista, aunque por razones obvias no pierde esta última dimensión. Sí se es consciente de que la prensa de partidos ha superado las expectativas que la empujó a principios de los años de la transición y durante el tardofranquismo, y que ahora, especialmente para un grupo político que se considera respuesta objetiva al Gobierno, se entiende que no es tanto la defensa de un grupo concreto, como de crear opinión, sensibilidad y simpatía más allá de las filas de su propia organización. El abstencionismo con el que algunos autores caracterizan el final de la transición, por causa, entre otras cuestiones, de la crisis económica y una cierta relajación en la resolución de las expectativas democráticas, tiene su repercusión dentro del periodismo de partido. He aquí un buen ejemplo también de la intención de ocupar nuevas cuotas del mercado electoral. Así se expresa la editorial de este primer número en este nuevo periodo: «Afirmar que no creemos en la prensa de partido o partidista no supone hacer un acto de fe; significa, pura y simplemente, que nos limitamos a levantar un acta notarial de la realidad. La prensa ortodoxa de partido como medio de comunicación ha fracasado en casi todas las latitudes,...Salimos al mercado a buscar un público heterogéneo (...) los lectores gozarán de una mayor movilidad ideológica en una gama progresista (...) de izquierda coherente aunque no dogmática».
Indice Bibliográfico 1977 15-IV/6 1 Editorial: Un periódico para la libertad, p.1. 2 Andalucía en la estacada. Una enseñanza de pena, p.7. 3 La Justicia y los tribunales. Artículo de Fernández Viagas, p. 13.8
8 Un acercamiento biográfico y político a la figura del primer Presidente de la Junta de Andalucía puede encontrarse en: RUIZ ROMERO, M., Política y Administración Pública en el primer Gobierno Preautonómico de Andalucía. La gestión de Plácido Fernández Viagas al frente del ente preautonómico, Sevilla, Instituto Andaluz para la Administración Pública, 2000, y “Gestión política y Junta de Andalucía en el primer gobierno preautonómico”, en Transición y autonomía de Andalucía, Jaén, Cámara Oficial de Comercio e Industria de la provincia, 1999, pp. 85–108.
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1-V/2 4 Los niños no van a la escuela por hundimiento (Sevilla), p.4 5 Córdoba renuncia erigir monumento a Franco, p.4. 7-V/3 6 El Correo de Andalucía no quiso contarlo. Presencia en mitin de Felipe González9 en Granada con diez mil simpatizantes, p. 24. 22-V/5 7 Cádiz un puente de escándalo, p.11. 29-V/6 8 Jurar los nuevos fueros del Movimiento. Artículo de Plácido Fernández Viagas, p.3.10 5-VI/7 9 Los socialistas y los otros. Artículo en favor del voto útil de Alfonso Guerra, p.3.11 10 Se desprecia la riqueza de Sierra Morena (monterías), p.9. 11 Suplemento especial elecciones. Felipe González en Sevilla. 12-VI/8 12 Sindicalistas daneses en Sevilla, p.7. 25-VI/10 13 ¿Qué pasa en Sevilla?. Artículo sobre política municipal de J.A. Fernández Bañuls, p.3. 14 Un proceso Kafkiano. Ha muerto el TOP. Artículo de Manuel del Valle, p.4. 15 El Rocío: ¿una fiesta para el pueblo?, p. 12-13. 16 Amalio García del Moral. Un pintor del pueblo, p.18 17 Estadio Utrera Molina en Marbella: que se aclaren las cuentas, p. 20. 18 Entrevista Miguel Angel del Pino, Secretario de Juventudes Socialistas, p. 21. 3-VII/11 19 En Valencia por la cebolla en Sevilla por el algodón. Tractores en huelga, p.6 20 Villanueva del Río y Minas. Tumba por los republicanos, p.20. 10-VII/12 21 Artículo José María Javierre: Andalucía desde la izquierda, p. 3. 22 Los toreros se agrupan en UGT, p.8.12 23 Córdoba, un patrimonio artístico que desaparece, p.9. 24 Parlamentarios socialistas en Antequera, p.24
9 Cfr. sobre el jefe de la oposición en esos instantes: GONZÁLEZ MÁRQUEZ, F., «La unidad de los socialistas», en Sistemas, (15), Madrid, octubre de 1976; España y su futuro, Madrid, Edicusa, 1978; «La oferta socialista», en Perspectivas de una España democrática y constitucionalizada, Madrid, Club Siglo XXI-Unión Editorial, 1979. 10 Junto ala bibliografía antes citada sobre este personaje, cabe destacar aquellas obras que el mismo escribió sobre el significado de la justicia. Cfr. de FERNÁNDEZ VIAGAS, P.; Togas para la libertad, Barcelona, Planeta, 1982; “Uso alternativo del derecho y control democrático de la justicia”, en Revista de Derecho Público, (66- 69), 1977, pp. 62 –642; ¿ Qué es la Justicia democrática ?, Barcelona, La Gaya Ciencia, 1977. 11 Sobre el político sevillano puede consultarse: FERNÁNDEZ BRASSO, M., Conversaciones con Alfonso Guerra, Planeta, Barcelona, 1983. Ya en tono reflexivo y biográfico: GUERRA GONZÁLEZ, A., «Estrategia de poder», en Leviatán, (1), tercer trimestre de 1978; Este viejo y nuevo partido, Madrid, Fundación Pablo Iglesias, 1979; «Situación política tras el golpe de Estado», en Sistema, (42), 1981; Felipe González. De Suresnes a La Moncloa, Madrid, Ediciones Novatex, 1984. 12 Sobre UGT en Andalucía: CARO CANCELA, D., 20 años de sindicalismo, Sevilla, UGT-Andalucía, 2000.
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17-VII/13 25 Democracia americana y contracultura. Artículo de Manuel Rico Lara, p.18. 26 Sevilla. Dimite un concejal del PSOE (Cayetano Domínguez Delgado, representante del tercio familiar desde 1970), p.22. 24-VII/14 27 Artículo de Luis Yañez. El PSOE y la política exterior, p.3. 31-VII/15 28 Esto no es Andalucía. El significado de una feria (II Semana de Andalucía en Madrid), p. 10. 14-VIII/17 29 Artículo de Juan Antonio Lacomba: Andalucía, ayer y hoy, p.3. 21-VIII/18 30 Festivales de Granada: la anticultura popular, p.12. 31 Congreso regional del PSOE, p.13 32 Primer Congreso de la Federación de Jaén, p.13. 28-VIII/19 33 Artículo de Manuel Rico Lara: Emigración y retorno, p.3. 34 Continúa la crisis del PSA, p.4.13 4-IX/20 35 El centro juega con Andalucía (Ceuta y Melilla), p.13. 36 Sevilla se la cargan. Apresúrese a visitarla, p.21. 37 Constitución de la Agrupación Local de Ecija, p.26. 38 I Congreso Provincial de Cádiz, p.26. 11-IX/21 39 Paro y hambre. El campo andaluz, p.4. 40 Entrevista a Alfonso Guerra, p.12 y 13. 41 Crónica de Andalucía. La tragedia del paro, p. 15. 42 Ya hay acuerdo: un solo PSOE en Jaén, p. 22 18-IX/22 43 Agricultores andaluces afectados por el conflicto del verdeo, p.14. 44 Dimite el Comité Provincial de Sevilla (voto de censura de la base), p.21. 25-IX/23 45 CCOO cómplice del vertical. A propósito de la campaña del verdeo en Andalucía, p.18. 2-X/24 46 Granada: miedo y miseria, p.12-13. 16-X/26 47 Asamblea de Parlamentarios Andaluces. Andalucía espera, p.8. 48 Un Nobel para la democracia: Vicente Aleixandre, p.22-23.
13 Cfr. RUIZ ROMERO, M., “La emergencia del andalucismo político en el contexto del tardofranquismo a la transición” en Actas del III Simposio de Historia Actual, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, octubre de 2000 (en prensa); así como del mismo autor: «Nacionalismo y autonomía en la Andalucía de la transición» en Aportes (45), 2001, pp. 35-48.
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23-X/27 49 Los parlamentarios unifican criterios. Andalucía: urge el gobierno autónomo, p.9. 50 Entrevista a Luis Yañez, p.14-15. 51 El olivar otro problema de estructuras, p.18 52 Protesta del Comité Provincial de Sevilla (por artículo irónico sobre José Cabrera Bazán), p.25. 30-X/28 53 Málaga. La Comisión de Conflictos falla sobre los expedientados (entre ellos Nadal Sánchez como inhabilitado de militancia), p.22. 6-XI/29 54 Nicolás Redondo en Sevilla, p.28. 13-XI/30 55 La izquierda marca la línea (Asamblea de Parlamentarios andaluces), p.8. 56 De la Serranía de Ronda al Mercado Común. Emigración y subdesarrollo andaluz, p.11. 57 Destruir Doñana, p.14-15. 58 Alcalde socialista francés visita la Federación Socialista de Granada, p.24. 27-XI/32 59 El Hospital de San Lázaro de Sevilla. La Diputación juega a dos barajas, p.9. 60 Ha llegado la hora de la justicia democrática. Artículo de Fernández Viagas, p. 14-15 61 Magistratura, democracia y partidos políticos. Artículo de Manuel Rico Lara, p.15. 4-XII/33 62 Andalucía (breves comentarios irónicos de carácter socio económico), p.28. 13-XII/34 63 «!Andalucía libre¡». Dibujo de Rioja alusivo a la muerte en Málaga de García Caparrós, p.1.14 64 ¿A quien representa? texto de Alfonso Guerra al respecto de el papel jugado en los hechos del 4D por la Diputación malagueña, p.1. 65 Una delegación del PSOE visita Doñana, p.5. 66 Sangre para un día de júbilo (comentarios a los sucesos de Málaga), p.7. 67 Homenaje a la Generación del 27 organizado por el PSOE en la Universidad de Sevilla, p.23. 68 La autonomía del miedo. Artículo de Antonio Guerra Gil. 69 Texto literal leído por Alfonso Guerra en nombre de los parlamentarios andaluces durante la manifestación del 4D en Sevilla, p.28. 18-XII/35 70 Málaga y Tenerife: lo que hubiese evitado una dimisión (dos muertos en manifestaciones autorizadas), p.5. 71 Un Congreso para el pueblo andaluz. Artículo de Rafael Escuredo Rodríguez, p.25. 72 La trastienda: Clavero y Fontán.
14 GARCÍA RUIZ, CARMEN R., “4 de diciembre de 1977, Día de Andalucía. ´Los sucesos de Málaga´”, en Actas del VIII Congreso sobre el Andalucismo Histórico, Sevilla, Fundación Blas Infante, 1999, pp. 439 – 453.
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24-XII/36 73 Un modelo económico ficticio: la Costa del Sol, p.9. 74 ¡Levantar Andalucía!. Crónica del I Congreso de la FSA-PSOE, p.14-15. 75 Homenaje en Sevilla en el cincuentenario de la Generación del 27 por Andrés Sorel, p.21. 31-XII/37 76 Creada la Agrupación Local de Gerena, p.17.
1978 15-I/39 77 Fernando Parias Alcalde de Sevilla ha dimitido. Artículo de Guillermo Gutierrez Crespo como Secretario de la Agrupación hispalense, p.3. 78 A por el tercer estatuto preautonómico, p.11. 22-I/40 79 Andalucía: socialismo y autonomía. Artículo de José Rodríguez de la Borbolla, p.3.15 80 Fuga de millones en viviendas prefabricadas de Córdoba (barriadas de las Moreras y las Palmeras), p.11. 29-I/41 81 Andalucía entre las contradicciones de UCD y PCE, p.9. 5-II/42 82 La derecha como contra-pensamiento. Artículo por Joaquín Navarro Estevan, p.3.16 83 Duro golpe al patrimonio artístico andaluz.(Incendio en la iglesia de la Merced de Córdoba hoy sede de la Diputación Provincial), p.9. 84 Entrevista al Diputado Manuel Chaves (acuerdo bilateral de pesca con Marruecos), p.15. 12-II/43 85 Entrevista con Joaquín Navarro Estevan: La unidad del socialismo, p.15. 19-II/44 86 Andalucía no aguanta más. (Progresiva desaparición de olivos), p.12. 87 Entrevista a Rafael Ballesteros, Secretario Federal de Cultura, p.14-15. 26-II/45 88 Pobre derecha democrática. Artículo de Joaquín Navarro Estevan, p.3. 5-III/46 89 El fracaso de la política exterior del Gobierno. Entrevista con Luis Yañez Secretario de Relaciones Internacionales, p.3. 90 Nueva proposición de ley socialista en defensa del paro obrero, p.15. 91 Andalucía es un polvorín humano. Artículo de Alfonso Guerra, p.15
15 Con carácter autobiográfico puede consultarse: RODRÍGUEZ DE LA BORBOLLA, J., Andalucía en marcha, Granada, Editorial Andalucía, 1986; así como del mismo autor: Desde Andalucía, Sevilla, Editoriales Andaluzas Unidad, 1986. 16 Se trata del senador independiente por Almería que acabaría en las filas del PSOE y siendo mano derecha de Fernández Viagas.
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19-III/48 92 Carteles para la feria de Sevilla (desempleo), p.11. 93 Semana socialista en Córdoba, p.25 26-III/49 94 ¿Un parque para Sevilla o para los señoritos?.(Recuperación de los jardines del Valle), p.21. 95 En torno al incendio de la Merced de Córdoba.(Protección monumental), p.24. 2-IV/50 96 El PSOE medió en el conflicto pesquero, p.5. 97 El comunista Alberti la armó en Sevilla. (Versos a la virgen de la Macarena llamándola camarada), p.11. 9-IV/51 98 ¿Propondrá UCD la división de Andalucía en dos regiones?. Artículo de Manue Pezzi, p.10. 99 IV Congreso del Partido Socialista Popular en Málaga el 8-9 abril (unidad socialista), p.12. 23-IV/53 100 Volver a las fuentes: Antonio Gramsci. Artículo de Joaquín Navarro Estevan, p.3. 101 Preautonomía andaluza: El Gobierno tiene la palabra, p.9. 30-IV/54 102 Objetivo mundial: salvar Sevilla, p.9. 7-V/55 103 Declaración de Unidad Socialista, p.3. 104 Andalucía: atención a las negociaciones, p.7. 14-V/56 105 El Movimiento Socialista de Andalucía (MSA) se une al PSOE, p.8. 21-V/57 106 De cara a las elecciones municipales. Artículo de Manuel del Valle Arévalo, p.3. 28-V/58 107 Fernández Viagas virtual Presidente, p.9. 4-VI/59 108 Entrevista a Esteban Camacho (unidad frente a la crisis y reestructuración naval), p.12. 109 UCD cambia de hora en hora. Alfonso Guerra sobre la gestación constitucional, p.1415. 110 La violencia fascista no para. Ataque a sede de Dos hermanas, p.20. 111 Un socialista Presidente de Andalucía, p.24. 18-VI/60 112 Construir futuro. Artículo de Alfonso Guerra, p.3. 113 El año de las autonomías. Comentario breve sobre Fernández Viagas, p.7. 114 Entrevista a Luis Yañez. resumen de un año de apertura, p.11. 25-VI/62 115 Ganar las elecciones sindicales. Artículo de la Comisión Ejecutiva de UGT, p.3. 116 En Casares, cuna de Blas Infante. (Unificación MSA con FSA-PSOE), p.24. 2-VII/63 117 Córdoba socialista, p.10-11.
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9-VII/64 118 Multas a campesinos en Arcos de la Frontera por informar sobre negociación colectiva y huelga, p.12. 119 Finalizada la huelga de la cerámica (Puente Genil), p.12. 16-VII/65 120 Andalucía exige lo suyo. Entrevista a Fernández Viagas, p.8. 121 Curso de formación en Villa del Río (Córdoba), p.24. 23-VII/66 122 Tierno Galván en Córdoba, p.9. 123 Desastre humano y ecológico: el pantano de San Pedro en Córdoba, p.17. 124 SOS Guadalquivir (papeleras y aceiteras lo matan), p.17. 125 Opinión de José Rodríguez de la Borbolla.(Sobre Ceuta y Melilla), p.24. 6-VIII/68 126 Fernández Viagas en Barcelona, p.8. 13-VIII/69 127 Una bomba en el Sur de España. (Deterioro ecológico de Huelva), p.8. 128 Destrozan Sevilla. (Deterioro de casco antiguo), p.16. 129 En defensa de un Presidente Socialista (Plácido Fernández). Texto enviado a ABC no publicado antes las criticas a un discurso suyo ante UGT, p.25. 27-VIII/71 130 El escándalo de la Caja Rural a la Junta de Andalucía, p.21. 3-IX/72 131 La especulación sube a la sierra de Córdoba, p.9. 132 Un pueblo en la miseria. (Cerro del hierro en San Nicolás del Puerto Sevilla), p.10. 10-IX/73 133 Una bomba que Andalucía no quiere ni necesita. (Hornachuelos Cementerio nuclear), p. 73. 134 Carga policial a manifestación de parados en Córdoba, p.12. 135 Montefrío secuestra el dinero para la traída de agua, p.17. 136 La Casa del Pueblo de Fuengirola arrasada tras ataque, p.25. 17-IX/74 137 Fetichismo y realidades. Artículo de Joaquín Navarro Estevan, p.3. 138 Jornadas universitarias en Córdoba. El anteproyecto del Gobierno hueco, p.4. 139 Hacia un marco democrático. Artículo de Manuel Chaves, p.10. 1-X/76 140 El Parque de María Luisa (Sevilla) en peligro, p.16. 141 Andalucía coto privado de caza. Abusos en finca de Villaviciosa de Córdoba, p.17. 8-X/77 142 Dimite Eugenio Ales Consejero Educación de la Junta de Andalucía antes las acusaciones de favoritismo hacia militantes de UCD, p.4.17 17 Realmente nunca llega a existir dimisión aunque es propuesta por los Consejeros socialistas en el seno de la primera ejecutiva de la Junta de Andalucía, a partir de una carta donde presumiblemente se recomendaba la contratación de militantes centristas. Cfr. la polémica en RUIZ ROMERO, M., Política y Administración Pública en el primer Gobierno Preautonómico de Andalucía. La gestión de Plácido Fernández Viagas al frente del ente preautonómico, op. cit., p. 131-138.
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143 El peligro de las Diputaciones. (Convivencia entre Junta de Andalucía y las últimas Diputaciones franquistas), p.9.18 144 Hytasa: al borde del cierre, p.12. 145 Entrevista a Luis Yañez, p.14-15. 146 El puente de la discordia. (Carranza en Cádiz), p.16. 15-X/78 147 Doñana ya tiene Ley, p.7. 148 La Constitución es la ruptura. Texto completo de la conferencia en el Club Siglo XXI de Alfonso Guerra, p.8-9. 149 Cádiz en la encrucijada. (Ausencia de terrenos), p.16. 150 Proyecto de Pacto Autonómico andaluz, p.19. 151 Carmona recordó a Julián Besteiro, p.25. 22-X/79 152 UGT de Córdoba no quiso reunirse con el Delegado de Economía de la Junta de Andalucía, el centrista Francisco de la Torre, p.11. 153 Jornadas Sociales de Estudios Cooperativos en Málaga, p.14. 154 Andalucía y los mendigos, p.24. 5-XI/81 155 Queman de algodonales en Córdoba, p.11. 156 Subasta y devastación de Sierra Nevada, p.16. 12-XI/82 157 Conflicto laboral del olivar en Córdoba: los tractores a la carretera, p.8. 158 Estracto de la conferencia pronunciada por Fernández Viagas en el Club siglo XXI, p.14-15. 159 La planificación familiar como política de la Junta de Andalucía, p.24 19-XI/83 160 Andalucía a buen ritmo. (reuniones de la ponencia elaboradora del Estatuto), p.8. 161 El Corte Inglés se comió zona verde en los alrededores del campo del Sevilla F.C., p.17. 26-XI/84 162 Punta Umbría (Huelva) puede quedar asfixiada, p.17. 3-XII/85 163 Adulterio, un delito archivado. Artículo de Manuel Rico Lara, p.3. 164 Atentado ultra contra el Centro Largo Caballero en la Macarena (Sevilla), p.4. 165 Depredación urbanística en Sierra Nevada, p.28.
18 Sobre los roces entre las últimas entidades provinciales de la administración franquista y la emergencia de la administración preautonómica: RUIZ ROMERO, M., Política y Administración Pública en el primer Gobierno Preautonómico de Andalucía, op. cit., p. 131-138, así como del mismo autor: “Un pulso al regionalismo tardofranquista. Diputaciones y preautonomía andaluza (1976-1978)”, en Actas del II Simposio de Historia Actual, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 2000, pp. 385-402.
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10-XII/86 166 Andalucía firma el Pacto Autonómico, p.4.19 167 Urbanizan las playas durante el invierno (Málaga), p.16. 168 Eugenio Alés el saltamontes de UCD, p.25. 17-XII/87 169 Andalucía: los olivos y los chinos, p.8. 170 Museo de bellas Artes de Sevilla: se terminó la huelga, p.12. 171 En Córdoba: Jornadas cooperativas, p.13. 172 Piscifactorías: solución para Cádiz, p.17. 173 Jornadas sobre el eucalipto en Huelva, p.24. 174 Andalucía no es un vergel, p.27. 24-XII/88 175 Recuerdo a los republicanos caídos en Dos Hermanas, p.24. 31-XII/89 176. González Reina, nuevo cónsul de México. Un cacique para Sevilla, p.9. 177 Alcalá de Guadaira un pueblo que busca cultura, p.17.
1979 7-I/90 178 Foto y entrevista a Felipe González, p.1. 179 Apertura sede en Coria con la presencia de Borbolla, del Pino y Yañez, p. 1. 180 Granada destrucción paisajistica, p. 20. 21-I/92 181 Entrevista a Plácido Fernández Viagas, p.9. 4-II/94 182 La derecha no reconoce que hay paro en Andalucía, p.6. 183 Movimiento cooperativista en Sevilla, p.24. 18-II/96 184 Andalucía paro y hambre, p.3. 185 Rodríguez Almodóvar, candidato a la alcaldía de Sevilla, p.17. 186 Las raíces andaluzas de Carlos Cano. Artículo de Rodrigo López Alonso, p.25. 4-III/98 187 Homenaje a Antonio Machado por la Fundación Pablo Iglesias. Eco de las palabras de Alfonso Guerra, p.12 y 13. 188 I Congreso de escritores en Almería, p.21
19 Cfr al respecto de este pacto: HIJANO DEL RIO, M. y RUIZ ROMERO, M., El Pacto Autonómico de Antequera (4 diciembre de 1978). Un documento para la historia de Andalucía, Junta de Andalucía, Consejería de Gobernación y Justicia, Instituto Andaluz de Administración Pública, 1997. Sobre el tratamiento de los medios ante este hito Cfr. de este investigador: “La prensa ante el Pacto Autonómico de Antequera y el refrendo constitucional”, en RUIZ ACOSTA, Mª. J. y REIG, RAMÓN (Coord.), Medios de Comunicación y grandes acontecimientos del siglo XX (1898-1998), Sevilla, Grupo de Investigación Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación, 1999, pp. 103–122.
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11-III/99 189 Entrevista a José Antonio Marín Rite, candidato a la alcaldía de Huelva, p.17. 190 Los servicios públicos, derechos de los ciudadanos. Artículo de José Vallés Ferrer, p.20. 18-III/100 191 Levantar Jaén, p.17. 192 Impedir que destruyan Granada, p.17. 25-III/101 193 Objetivo de UCD: congelar los Estatutos, p.7. 194 Defender el carácter progresista de la Constitución. Artículo de Manuel Chaves, p.4. 195 Dos mil millones en empleo comunitario para Andalucía y Extremadura, p.12. 1-IV/102 196 Andalucía en la encrucijada. Artículo de Luis Yañez Barnuevo, p.3. 197 Sevilla por un Ayuntamiento socialista. Artículo de Francisco Velez Nieto, p.6. 198 ¿Andalucía como pretexto o vocación?. Críticas al PSA por José Nevado, p.6. 199 Noticias orgánicas de Alcalá de Guadaira, p.8. 200 Noticias orgánicas de Atarfe, p.8. 201 Noticias orgánicas de Fuengirola, p.8. 202 Noticias orgánicas de Cabra, p.8. 203 Noticias orgánicas de La Redondela, p.8. 204 Alfonso Grosso: Voté socialista en las municipales, p.25 8-IV/103 205 Espiral de violencia ultra en Granada, p.14. 206 El PSA incompatible con la UCD, p.12. 22-IV/105 207 Entrevista a José Rodríguez de la Borbolla con motivo del XXVIII Congreso, p.14-15. 208 Andalucía tendrá alcaldes de izquierdas, p.15. 209 «Troyanos» de cartón piedra (folklore), p.23. 29-IV/106 210 Acuerdo marco con el PCE, p.4. 211 Crónica de las últimas horas de la negociación para el pacto municipal de Sevilla, p.10. 13-V/108 212 Los pueblos desconfían de UCD. Optimismo socialista, p.7. 213 Sevilla y Madrid a espaldas de su afición, p.4. 20-V/109 214 Luis Yañez en el Club Siglo XXI, p.4. 215 Ruina y abandono de los museos sevillanos, p.20. 10-VI/112 216 Foto portada de Fernández Viagas y Rafael Escuredo, nuevo Presidente de la Junta, p.1. 217 Entrevista a Escuredo por Francisco Velez Nieto, p.6. 24-VI/114 218 Transparencia informativa en Burguillos (Sevilla), p.17. 1-VII/115 219 Entrevista con José Rodríguez de la Borbolla ante la postura unitaria de Andalucía de cara al Congreso Federal, p.9.
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8-VII/116 220 Andalucía constituye el prototipo del subdesarrollo. Artículo de Estrella Pedrola, p.7. 15-VII/117 221 Entrevista a Rafael Escuredo: «nacionalismo y socialismo conceptos convergentes», p.7. 222 Transferencias autonómicas. (Dudas), p.7. 22-VII/118 223 Entrevista con Rodríguez Almodóvar sobre los problemas escolares de la zona Norte de Sevilla, p.24. 29-VII/119 224 Andalucía entre el paro y la explosión, p.8. 225 Málaga: así se gestó la estafa (FOCSA y anterior Ayuntamiento), p.10. 5-VIII/120 226 Escuredo en la Andalucía del hambre. (Visitas), p.6. 227 El metro de Sevilla competencia de la Junta, p.14. 228 El PSOE da la batalla en el Ayuntamiento (Sevilla), p.14. 229 Granada escenario del municipalismo andaluz, p.15. 12-VIII/121 230 Día del nacionalismo andaluz. (11 de agosto aniversario ejecución Blas Infante), p.1. 231 Hambre, paro, desesperación en los municipios de Andalucía, p.11. 19-VIII/122 232 Hostelería sevillana: los empresarios pasan, p.8. 233 Declaración institucional de la Junta: autonomía y autogobierno pleno, p.15. 234 Homenaje a Blas Infante, p.24. 26-VIII/123 235 Andalucía hacia su autogobierno, p.1. 236 Estreno en Cádiz de La Legionaria de Fernando Quiñones, p.3. 237 Andalucía ya tiene proyecto de Estatuto. Entrevista a Rodríguez de la Borbolla y Juan Calero, p.5. 238 Hay que limpiar Sevilla, p.9 2-IX/124 239 Rojas Marcos contra Cataluña. Opiniones contrarias a sus declaraciones, p.5. 240 Entrevista a José Rodríguez de la Borbolla, p.15. 16-IX/126 241 Ya no se puede esperar (Plan económico-social de urgencia para Andalucía), p.1 242 Editorial: Andalucía no es tierra de aguante, p.2. 243 Gobierno y oligarcas cierran las azucareras. (El Carpio, Antequera y San Jerónimo), p.6. 244 Algeciras y La Línea. Multinacional juega con el INI, p.9. 245 Andalucía no puede esperar más. Declaraciones de Fernández Viagas y Rodríguez de la Borbolla sobre la situación económica, p. 14-15. 30-IX/128 246 Sucia jugada del Gobierno Civil de Almería. (Deseaba que el PSOE avalan el reparto discriminatorio de fondos para el empleo comunitario), p.13. 14-X-130 247 Huelga general en La Línea de la Concepción, p.4. 248 El referéndum andaluz ya tiene fecha. (Previsión de la Junta para el 8 de noviembre), p.6.
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249 Entrevista a Pedro Aparicio Alcalde de Málaga, p.18. 28-X/132 250 Editado libro inédito de Blas Infante. p.23.20 4-XI/133 251 El pacto municipal de Granada en entredicho. UCD y PSA no desean demoler un hipermercado ilegal, p.17. 252 Breve: pintadas insultantes contra el PSOE y actitud relajada del Gobernador Civil de Granada, p.17. 11-XI/134 253 Entrevista a Luis Fajardo en calidad de Secretario de Política Municipal en referencia al anuncio del PSA de romper el pacto municipal en Granada, p.4. 254 Movilizaciones populares al frenazo de la autonomía, p.5. 18-XI/135 255 ¿Quién teme a la justicia independiente?. Artículo de Joaquín Navarro Estevan, p.3. 256 Entrevista Felipe González-Suarez sobre la autonomía andaluza, p.5. 25-XI/136 257 Antonio Jara nuevo Alcalde de Granada, p.5. 2-XII/137 258 El defensor del Pueblo. Artículo de Manuel Rico Lara, p.3 259 II Congreso de la FSA-PSOE, p.7-9. 9-XII/138 260 Ataques fascista contra el pueblo andaluz, p.10. 261 Manifiesto de la Junta de Andalucía ante el tercer Día de Andalucía y eco de las manifestaciones habidas (4 diciembre), p. 13-14. 262 El Cabril, p.15. 263 Día de Pleno en el Puerto de Santa María, p.16. 264 Gibraltar español, pero menos, p.16. 16-XII/140 265 Entrevista a Rafael Ballesteros, Diputado por Málaga, p.11. 266 II Congreso de la FSA-PSOE: nueva ejecutiva, p.13. 267 Nuevo «affaire» en la vega de Granada, p.15. 30-XII/141 268 El PSOE contra ciertos feriantes (especulación sevillana), p.12.
20 Se trata de: INFANTE PEREZ, I., Orígenes de lo flamenco y secreto del cante jondo, Sevilla, Ed. M. Barrios - Consejería de Cultura, 1980.
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1980 13-I/143 269 Entrevista a Manolo Sánlúcar: «somos el pueblo más rico en folklore del universo», p.5. 20-I/144 270 La Junta podría tomar cartas en el asunto de Hiper Granada, p.19. 271 Andalucía, paro, emigración y autonomía. Nuevo libro de la editorial Popular, p.22. 27-I/145 272 Andalucía tendrá su Estatuto. Contra la actitud obstruccionista de UCD, p.1. 273 Editorial: El Gobierno juega a la confusión, p.2. 274 Dimisión de Clavero Arévalo, p.4. 275 Entrevista a Rafael Escuredo, p.9. 276 Entrevista a José Rodríguez de la Borbolla, p.9. 277 Andalucía el desaire más grave. Artículo de José Nevado, p.9. 3-II/146 278 Boicot a Andalucía. El Decreto ucedista [para el referéndum] es una broma, p.8. 10-II/147 279 Foto portada hijas de Blas Infante entregado bandera andaluza de Blas Infante a Escuredo durante su huelga de hambre de 72 horas, p.1. 280 Estallido andaluz, p.6 y 7. 281 Entrevista a María Izquierdo Secretaria Federal de Política Autonómica, p.12. 17-II/148 282 El león andaluz rugirá. Artículo de José María González Ruiz, p.4. 283 «Ojú que frío,...los andaluces». Comentario irónico a partir de versos de José Hierro, p.10. 22-29/IV-150 284 PSA: suma y sigue. Retirada enmienda totalidad Ley Autonomía Universitaria, p.4. 285 Clavero y su nuevo Partido Andaluz Nacionalista (PAN), p.5.21 29-5/V-151 286 Suárez no quiere recibir a Escuredo, p.14. 12-19/V-153 287 Clavero del coraje a la duda, p.16. 10-16/VI-157 288 ¿Es que nunca va a amanecer en Andalucía?, p.4.
21 Sobre la figura del ex ministro Cfr. CLAVERO ARÉVALO, M., Forjar Andalucía, Sevilla, Ediciones Andaluzas, 1980; así como: España, del centralismo a las autonomías, Barcelona, Planeta, 1983.
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17-23/VI-158 289 Portada y titulares de Escuredo, p.1. 290 Editorial: Andalucía, España y la democracia, p.2. 291 Entrevista a Rafael Escuredo, p. 7 y 8. 292 Andalucía tiene la negra. El Gobierno ganó por un sólo voto. (Reforma de la Ley de referéndums), p.9.22 293 Cronología de la preautonomía andaluza, p.11. 24-30/VI-159 294 El bandolerismo en Andalucía, p.25. 8-14/VII-161 295 Por un derecho al servicio de la justicia. Artículo de Plácido Fernández Viagas, p.51. 22-28/VII-163 296 Entrevista al diputado Ramírez Heredia, p.9. 297 Eduardo Chamorro publica biografía de Felipe González, p.37.23 29-4/VIII-164 298 El PSOE-A prepara su estrategia. Reunión Escuredo Borbolla y los ocho Secretarios Provinciales andaluces, p.17. 299 Marejada en el puerto de Cádiz, p.21. 300 Socialismo y práctica judicial. Artículo de Fernández Viagas, p.26. 13-19/VIII-166 301 Plan de la izquierda. Una esperanza para Andalucía, p.9. 302 11 de agosto. Manifiesto de la Junta de Andalucía en el aniversario del fusilamiento de Blas Infante, p.11. 303 Hunden la fábrica El Campanario (Montoro-Córdoba), p.11. 304 Una riada de hambre y de justicia (Ley de fincas manifiestamente mejorables), p.12 y 13. 20-26/VIII-167 305 Escuredo en Leganés, p.4. 306 El Jardín Botánico de Córdoba, p.5. 17-2/IX-168 307 Polonia y Andalucía. Las razones de una huelga, p.3. 308 Con el hambre llegó la desesperación: Marinaleda24, p.7-10. 309 El Gobierno margina a Málaga. (Fondos para el saneamiento del municipio), p.20-21.
22 Una compilación de todos los textos y propuestas referentes a la autonomía andaluza puede consultarse en: HIJANO DEL RIO, M. y RUIZ ROMERO, M., Documentos para la historia de la autonomía andaluza (1883-1982), Málaga, Sarriá, 2001. 23 Se trata de:CHAMORRO, E., Felipe González. Un hombre a la espera, Barcelona, Planeta, 1980. 24 TALEGO, F., Cultura jornalera, poder popular y liderazgo mesiánico. Antropología política de Marinaleda, Fundación Blas Infante, Universidad de Sevilla, 1996.
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10-16/IX-170 310 Manipular la historia de Andalucía, p.32. 16-23/IX-171 311 Plan de Urgencia a tres años. Un desafío de la Junta de Andalucía, p.20-21. 312 Alejandro Judas Marcos, p.11. 313 La sombra de Marinaleda, p.25. 1-7/X-173 314 A vueltas con Martín Villa. Expertos opinan de la posible inconstitucionalidad del pacto PSA-UCD. (Entre otros opinan Fernández Viagas y Rico Lara), p.12-15. 7-14/X-174 315 Se mueve el mapa autonómico, p.15 16-21/X-175 316 Otra vez el estancamiento autonómico. Editorial, p.3. 317 Caminito que el lujo a borrado. (Urbanización Vistahermosa, Puerto de Sta María), p.15-16. 21-28/X-176 318 Luz para Andalucía, p.12-13. 319 Los alcaldes reafirman el 151, p.20. 29-4/XI-177 320 Andalucía, cielo despejado. Por el 151, p.11. 321 Entrevista a Rafael Escuredo, p.11-12. 322 SOS a la UNESCO por el Albaicin, p.23-24. 26-2/XII-181 323 Elecciones al Senado en Almería y Sevilla, p.11-13.25 3-9/XII-182 324 Andalucía votó socialista, p.10-11. 23-30/XII-185 325 En Andalucía hay dinero para el desarrollo. Editorial, p.1.
1981 1-6/I-186 326 Cisma en el PSA. (Ruptura de su III Congreso), p.17. 7-14/I-187 327 Entrevista a Clavero Arévalo, p. 12-14. 4-10/III-195 328 Parte de «La Almoraima» vuelve al pueblo de Castelar (Cádiz), p.20-21.
25 Sobre estos comicios puede consultarse: OLLERO BUTLER, F., «Elecciones parciales al Senado en Almería y Sevilla», en Revista del Derecho Político, (9), primavera de 1981.
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11-17/III-196 329 Andalucía ya tiene proyecto de Estatuto, p.20.26 6-12/V-204 330 Editorial: Andalucía hay que atajar la raíz del mal, p.12. 331 Cuando el hambre aprieta, p.15 a 17. 332 Entrevista a Rafael Escuredo, p.18. 10-16/VI-209 333 Semana de protestas en el campo andaluz, p.22. 1-7/VII-212 334 Experiencia piloto de la FTT de la Tierra, p.25-26. 8-14/VII-213 335 Editorial: Ya tiene Andalucía su Estatuto, p.3.27 336 El Estatuto andaluz punto de arranque, p.16-17. 15-21/VII-214 337 Entrevista al cantaor Enrique Morente, p.44-45. 338 Congreso Internacional en La Rábida, p.46-47. 22-28/VII-215 339 Almería, ¿California española?, p.26. 29-4/VIII-216 340 Alternativa al paro andaluz. Artículo de Julián Chica Secretario de la Federación de Trabajadores de la Tierra de UGT, p.26. 12-18/VIII-218 341 Entrevista a Gerald Brenan, p.43. 16-22/IX-223 342 Andaluces pobres, «llanitos» ricos, p.19. 14-20/X-227 343 Referéndum para Andalucía, p.20.28 21-27/X-228 344 Carboneras todos a una, p.34. 28-3/XI-229 345 La larga marcha de Andalucía, p. 26-27.
26 CHERNICHERO DÍAZ, C.A. y RUIZ ROMERO, M., “Acercamiento histórico y jurídico-político al Estatuto de Carmona”, en Actas del III Congreso de Historia de Andalucía celebrado en Córdoba, abril de 2001 (en prensa); así como RUIZ ROMERO, M., 20ª aniversario del Estatuto de Carmona. Estudio histórico y político del Anteproyecto de Estatuto de Autonomía para Andalucía, Sevilla, Consejería de Relaciones Institucionales, 2001. 27 Para los debates en Cortes del Estatuto andaluz puede consultársela compilación documental antes citada 28 Sobre la consulta: ALVÁREZ PALACIOS, F. y otros, Andalucía dijo sí, Sevilla, Augusto Llorca, 1980.
302 Prensa política en la Transición. Andalucía según El Socialista (1977-1982)
Indice temático 28F: 248, Agricultura: 19, 43, 51, 86, 118, 155, 157,169, 173, 174, 195, 243, 304, 333 Andalucía, Imagen de: 28 Artes: 16, 48, 186, 188, 236 Asamblea de Parlamentarios andaluces: 47, 50, 55 Autonómica, Política: 281 Bandolerismo: 294 Cabril, Central nuclear de : 133 Cajas de Ahorros: 130 Cataluña: 126 CCOO: 45 Ceuta-Melilla: 125 Constitución: 148, 194 Cooperativismo: 153, 171, 183 Cultura: 30, 87, 177, 209, 265, 271, 297, 338, 341 Deportes: 17, 213 Desarrollo económico: 10, 46, 56, 62, 73, 132, 154, 156, 220, 232, 241, 245, 247, 301, 311, 325, 328, 344 Desempleo: 39, 41, 90, 91, 92, 141, 182, 184, 224, 231,246, Día de Andalucía (4D) 1977: 63, 64, 66, 69, 70, 261 Doñana: 57, 65, 147 Educación: 2, 4, 223, Emigración: 33, 56, 296, 305 Estatuto andaluz, Llegada del: 311, 325, 328, 344 Exterior, Política: 27, 50, 89, 145 Fascista, Violencia: 110, 136, 164, Flamenco: 269, 250, 337 Franquismo: 5, 82, 88, 176 Generación del 27: 67, 75 Gibraltar: 264, 342 Historia andaluza: 29, 310 Hytasa: 144 Industria: 108, Infraestructuras: 7, 94, 135, 146, 149, 299 JJSS: 18 Justicia: 3, 8, 60, 61, 163, 255, 258, 295, 300 Marinaleda: 308, 313 Medio Ambiente: 123, 124, 127, 141 Metro de Sevilla: 227 Municipal, Política: 13, 26, 77, 106, 162, 180, 190, 191, 192, 204, 208, 211, 218, 225, 228, 229, 238, 249, 251, 253, 257, 263, 309, 319 Nacionalismo andaluz: 230 Orden Público (TOP): 14, 134
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Pacto Antequera: 150, 158, 166 Parlamentarios socialistas: 24 Patrimonio histórico-artístico: 23, 83, 95, 102, 215, 322 PCE: 81, 97, 210 Pesca: 84, 96, 172 Preautonomía andaluza: 68, 78, 79, 101, 104, 107, 111, 113, 116, 120, 160, 181, 193, 216, 217, 221, 222, 226, 233 a 235, 237, 242, 254, 256, 272, 273, 280, 282, 283, 285 a 293, 302, 315, 316, 318, 320, 321, 329, 330, 332 Prensa: 1, 6 PSA: 34, 198, 206, 239, 284, 312, 314, 326 República: 20, 175 Rocío, El: 15 Rodríguez de la Borbolla, José: 240 Sanidad: 59, 159 Sindical, Política: 12, 119, 170, 303, 307 Socialista, Ideología: 100, 112, 114, 137, 139, 158, 196, 205, 221, 234 Socialistas, Unidad de los: 42, 85, 103, 105, 116 UCD: 35, 72, 81, 98, 109, 142, 168, 212, UGT: 22, 54, 115, 129, 152, 340 Urbanismo: 36, 80, 128, 131, 140, 161, 165, 167, 267, 268, 270, 306, 317 USA: 25 Vida orgánica: 9, 11, 40, 31, 32, 37, 38, 44, 52, 53, 58, 71, 74, 76, 93, 99, 117, 121, 122, 129, 138, 151, 178, 179, 185, 187, 189, 199 a 203, 207, 219, 240, 259, 266, 298, 323, 324
Indice onomástico Alés, E.: 142, 168 Ballesteros, R.: 87, 265 Clavero Arévalo, M.: 72, 274, 285, 287, 327 Chaves, Manuel: 84, 139, 194 Escuredo, Rafael: 71, 217, 221, 275, 286, 289, 291, 305, 321, 332 Fernández Viagas, Plácido: 3, 8, 60, 120, 126, 129, 158, 181, 245, 295, 300 González, F.: 6, 11, 179, 256, 297 Guerra, A.: 9, 40, 69, 91, 109, 112, 148, 187 Infante Pérez, B.: 116, 234, 250, 279, 302 Navarro Estevan, J.: 82, 85, 88, 100, 137, 255 Rico Lara, M.: 25, 33, 61, 163, 258 Rodríguez Almodóvar, A.: 185, 223 Rodríguez de la Borbolla, J.: 79, 125, 207,219, 237, 240, 276 Rojas Marcos, A.: 239, 312 Valle, Manuel del: 14, 106 Yánez Barnuevo, L.: 27, 50, 89, 114, 145, 196, 214
304 Prensa política en la Transición. Andalucía según El Socialista (1977-1982)
* Con una sola referencia podemos encontrar los siguientes nombres: Alberti, R.: 97; Aleixandre, V.: 48; Aparicio, P.: 249; Besteiro, J.: 151; Brenan, Gerald: 341; Caamaño, E.: 108; Cabrera Bazán, J.: 54; Calero, J.: 237; Chamorro, E.: 297; Chica, Julián: 340; Domínguez Delgado, C.: 26; Fajardo, L.: 253; Fernández Bañuls, J.A.: 13; Fontán, A.: 72; Franco, F.: 5; García Caparrós: 54; González Reina: 176; González Ruiz, J.Mª: 282; Grosso, A.: 204; Guerra Gil, A.: 68;Gutiérrez Crespo, G.: 77; Izquierdo, M.: 281; Jara, A.: 257; Javierre, J. Mª: 21; Lacomba, Juan A.: 29; López Alonso, R.: 186; Marín Rite: 189; Martín Villa, R.: 314; Morente, E.: 337; Nevado, J.: 198, 277; Pedrola, E.: 220; Pezzi, M.: 98; Pino, Miguel Angel: 18;Quiñones, F.: 236; Ramírez Heredia: 296;Sanlúcar, M.: 269; Sorel, A.: 75;Tierno Galván, E.: 122; Torre, F. de la: 152; así como: Vallés Ferres, J.: 190
(Recibido el 5-12-2001, aceptado el 14-1-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 305-325)
La actualidad informativa del “corazón” desde la especialización periodística: El periodismo rosa de Contraportada (Canal Sur Televisión) Concha Pérez Curiel Grupo de investigación sobre Epistemología, Metodología y Contenidos del Periodismo Especializado. Universidad de Sevilla RESUMEN La prensa rosa, del corazón o de la evasión, asiste a una nueva etapa en la que se cuestionan las características temáticas, las secciones, los géneros periodísticos, el lenguaje, las fuentes de información y las actitudes de los profesionales de la comunicación, con los que se identificaba en sus orígenes. Los nuevos rostros de la prensa del corazón, famosos sin explicación ocupan ahora los programas televisivos de máxima audiencia, donde el morbo, el sensacionalismo y la intimidad son las claves del éxito. Si la información periodística especializada es ante todo una especialización temática, la prensa del corazón es especialista en captar audiencias, femenina en sus inicios y ahora muy variada en géneros y edades. Ubicar la información rosa como crónica de sociedad dentro de secciones especializadas, analizar el tratamiento periodístico de la información y descubrir los posibles intereses mediáticos en el modelo actual de prensa rosa, son las premisas de la investigación iniciada en el presente artículo. ABSTRACT Gossip Magazines1 are starting a new stage in wich aspects such as the subjects, the journalistic styles, the language, the sources of information and the journalists’attitudes with wich this style of journalism was totally identifies in the begining, are now being questioned. This Gossip Magazines’ new faces, famous people without any special reason for being considered so are monopolizin all the T.V. programs in wich morbidity, sensationalism and private life are the only keys for success. If the journalistic information is considered a specialization on theme, Gossip Magazines are only specialized in holding the attention of the audience, especially women at first, but very varied now. To situate the yellow press in the society columns, within specialized sections, to analyse the way information is treated as well as to identify possible intruders in the modern yellow press are the main targets of this article. Palabras claves: Prensa Rosa/TV/Audiencia/Sociedad. Key Words: Yellow Press/TV/Audience/Society. 1
Gossip Magazines es el término inglés más parecido al de Prensa del Corazón o Programas de Prensa Rosa. Existe un término más amplio que corresponde a la prensa sensacionalista o amarilla como es Yellow Press
306 La actualidad informativa del “corazón” desde la especialización periodística: El periodismo rosa de Contraportada (Canal Sur Televisión)
El rosa, un color para las audiencias arece que una de las funciones del Último Periodismo, lejos de aquellos principios del Nuevo Periodismo de Wolf y de sus fieles seguidores, es buscar la especialización “en rosa”, una especialización entre comillas. Aunque tal afirmación pueda parecer una osadía, una provocación, no se aleja de la realidad diaria que preside la programación de los medios audiovisuales o los periódicos y revistas de prensa. Según Juana Gallego, en su obra Mujeres de Papel, “no hay sector en toda la prensa que sea más difícil de ubicar y clasificar que la llamada prensa del corazón. Existe la prensa de información general, la prensa deportiva, la prensa de sucesos, la prensa científica, la prensa femenina... y la prensa del corazón. Yo no considero, que este tipo de prensa sea prensa femenina, aunque sí afirmo que es un tipo de prensa dirigido a la mujer fundamentalmente”2. Con secciones en propiedad o formando parte de otras ya estandarizadas en los medios, difusión diaria, seguimiento de las informaciones, periodistas “especializados” en sacar a la luz situaciones, en muchos casos morbosas, que alimentan el amarillismo y el sensacionalismo, fuentes que aseguran la certeza de sus afirmaciones, un lenguaje muy particular, que no acaba de definirse, géneros periodísticos por doquier, (entrevistas, reportajes, noticias, crónicas o en el campo de los géneros de opinión, editoriales, artículos y columnas) y una temática con tintes románticos y de “glamour”, la prensa rosa o del corazón tiene los elementos pero no los fundamentos de la especialización periodística. Su objetivo primario son las audiencias, antes cien por cien femeninas, ahora con un perfil de población mucho más equilibrado en géneros, clases sociales y niveles culturales. ¿Es posible escapar hoy de la fuerza embaucadora de los programas del corazón? ¿se siguen por interés, por manipulación o con el objeto de poder ser críticos, no desde la teoría sino desde la práctica? ¿se atiende a la demanda del público o se impone con las mejores técnicas de la persuasión? ¿es un modelo informativo propio de la sociedad de redes?. Hay que tener en cuenta, que según los estudiosos del tema, el proceso seguido por la prensa rosa desde sus orígenes hasta el momento actual manifiesta variables y rasgos que hasta ahora no se habían detectado. La prensa del corazón, del mundo de los famosos, seguidora de su trabajo y de sus vidas, recogida en la crónica social de actualidad, está perdiendo su verdadera identidad cuando ya no se ocupa de sacar a la luz esa fama que la ha distinguido, para centrarse en los nuevos rostros de la información rosa, que tienen mucho que contar y poco que perder.
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GALLEGO AYALA, Juana: Mujeres de papel, Editorial Icaria, S.A, Barcelona 1990, pag.101.
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No se trata de aquella prensa del corazón definida como “la que tiene más misterio por lo que no dice que por lo que dice y del conjunto de publicaciones periódicas , especialmente revistas, dedicadas a temas sensibleros, que viven de los sentimientos ajenos; y a relatos o reportajes de empresarios, nobles, miembros de la jet, políticos y todo aquel que tenga algo de conocido. Es la prensa del espectáculo social que ahonda en la vida de los demás, dando imagen de los más famosos y adinerados en sus alegrías y penas, aireando la idea de que ellos también lloran... Son, sobre todo revistas que se miran y se comentan más que se leen.”3 Muchas son las definiciones que se han barajado para referirse a este tipo de prensa, que se presenta como una de las modalidades más sofisticadas del discurso periodístico de masas4. A esta definición se puede sumar la que Juana Gallego inserta en su libro Mujeres de Papel: “Su objetivo es publicitar la vida privada de los personajes públicos. La característica principal que la diferencia de la revista femenina y por la cual puede ser identificada como prensa del corazón, es su dedicación fundamental al personaje, todo aquel o aquella a quien merezca la pena seguir el rastro fotográfico”.5 El personaje efímero, que es objeto de atención por alguna circunstancia especial, el personaje esporádico, al que sólo se persigue de vez en cuando o el personaje asiduo, que haga lo que haga o diga lo que diga siempre es objeto de atención por parte de la prensa rosa, son las figuras del corazón claves en estas informaciones. En su persecución diaria o alterna juegan los intereses del propio personaje y de los medios de comunicación en cuestión. Los medios de comunicación y particularmente la televisión, se han adueñado de una labor periodística que correspondía a expertos en prensa rosa. Es difícil claudicar ante un tipo de prensa que se traduce en sugerentes beneficios económicos. El problema radica en el tratamiento otorgado a este género periodístico, a los periodistas que la tratan, a las fuentes de las que se sirve y, en definitiva a los públicos a los que se dirige. Reivindicando una prensa con historia La prensa del corazón, su poder e influencia son el objeto de estudio de esta investigación, que pretende mostrar la posición de los medios de comunicación y de sus receptores ante una información, que rompe todos los moldes de la especialización periodística. Siendo un apartado con una audiencia concreta, cada vez más amplia y diversa, con unas características espacio-temporales, con una temá3 4 5
FALCÓN OSORIO, Pilar: El Imperio Rosa. Poder e influencia de la prensa del corazón. Libros de comunicación global. Editorial CIMS, Barcelona 1997, pág.. 39. Ibídem, pág. 25. GALLEGO AYALA, Juana: Mujeres de Papel. Icaria Editorial, S.A. Barcelona, 1990, pp. 102-103.
308 La actualidad informativa del “corazón” desde la especialización periodística: El periodismo rosa de Contraportada (Canal Sur Televisión)
tica específica, con “fuentes” incondicionales y configurada en cualquier variedad de géneros periodísticos, lo último que ofrece esta modalidad de prensa es la especialización en el rumor, en la falta de rigor, en la morbosidad, el escándalo y el sensacionalismo, características que no tienen cabida en los principios generales del periodismo, pero que sin embargo alcanzan un puesto de preferencia entre los usuarios del zapping. Hacer una radiografía de la información “en rosa” en el ámbito audiovisual andaluz, es otro de los objetivos del presente estudio, así como una manera de limitar geográficamente un apartado dentro de los medios de comunicación, que se manifiesta como protagonista en ámbitos más amplios, nacionales e internacionales, con unos seguidores que han dejado de pertenecer exclusivamente a la clases más populares para atraer incluso a un público de niveles formativos más elevados. La prensa del corazón en un principio, y posteriormente los programas de radio y televisión especializados en esta temática, iban dirigidos a una audiencia muy determinada: mujeres, de media edad, con nivel cultural medio bajo, ansiosas de encontrar en estas noticias un escape a sus vidas, ligadas en exclusiva al cuidado del marido y los hijos. Descubrir por qué los intereses de la audiencia caminan de forma preocupante por derroteros cuestionables, analizar el tiempo y el espacio que los medios tienen asignado para estas informaciones, estudiar desde la estructura informativa cuáles son también los particulares intereses de las capas de poder mediático, conocer el perfil de profesionales que se dedican a este sector y el tratamiento que se le otorga, plantear el efecto que la información rosa está teniendo en otro tipo de programas, como los informativos, los magazines o la prensa diaria, etc, son algunas de las finalidades marcadas en la investigación. Por último, desde la posición científica más rigurosa, la metodología requiere datos cuantitativos y cualitativos, necesarios para reconocer una realidad, la de la prensa rosa, un sector que es, el que más vende, el más criticado, el más arraigado y el más copiado. Así mismo, y atendiendo al fenómeno social que constituye la información “en rosa”, hay que señalar que las revistas venden cada semana prácticamente el mismo número de ejemplares que a diario vende la prensa de información general. Si se traslada este dato al mundo audiovisual, los programas de prensa del corazón se sitúan en bandas horarias en las que las audiencias se multiplican, convirtiéndose en competencia “desleal” de espacios informativos, documentales, deportivos y de otra índole, de bastante arraigo televisivo. Pilar Falcón ha estudiado en profundidad todos aquellos factores que inciden en la consideración de un modelo de prensa que copa el espacio televisivo y genera una audiencia múltiple y masiva. La prensa del corazón es especialista en captar audiencias, femenina en sus inicios y ahora muy variada por géneros y
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edades. La apuesta de la televisión por los programas del corazón aumenta cada día. Sin embargo, un minucioso análisis sobre la multiplicación de este tipo de espacios, sobre su calidad, ética y veracidad, acerca de sus fuentes de información y de sus públicos, revela que hay PROGRAMAS ROSA con mayúsculas, frente a otros que ponen en evidencia la identidad de un sector rico y especializado en sus orígenes, que ha caído en el poder de la manipulación mediática, que vive por y para las audiencias. PROGRAMAS y “programas”. De Tómbola a Contraportada La actualidad del corazón no debe ser catalogada como “información vana y falta de principios” en todos los casos. Programas del tipo de Tómbola6, con información exclusiva “en rosa” o Sabor a ti y Crónicas Marcianas, con secciones dedicadas a comentar los viajes, premios, bodas, etc, de los famosos y sobre todo, sus escándalos amorosos, por parte de periodistas del ramo y de otros invitados al programa, han sido la nota de color de la última etapa televisiva. Sin respeto a la intimidad y con unos códigos deontológicos que brillan por su ausencia, el seguimiento masivo de este tipo de programas pone en evidencia por dónde caminan los intereses de una audiencia que es la que en última instancia pulsa el botón y selecciona. Timoteo Álvarez, en el análisis que realiza sobre el segmento de lectoras de la prensa del corazón, reflexiona sobre el interés que la televisión rosa ha suscitado entre los espectadores. “Son estos programas mucho más agresivos, mucho menos respetuosos con la intimidad y las personas, mucho más dados al escándalo, a la destrucción, a la crítica sin piedad”. Al menos en la teoría estos programas se orientan a otro sector del público.”7 Pero, ¿cuál es el verdadero público de esta programación? ¿existe una relación entre nivel económico y cultural con la población que se decanta por estos espacios de la televisión? ¿qué datos reflejan los estudios de audiencias y cuál es su lectura?. Cuando se comprueba científicamente que los espectadores que ven estos programas son de la más variada índole social, que incluso el número de población
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“El ejemplo televisivo supone el “boom” rosa en 1997 donde el programa “La Tómbola” ha alcanzado los mayores índices, con periodistas de renombre de la prensa del corazón. No ha habido cadena sin su programa de famosos e incluso en algunos casos incluso repetición de temas en la misma casa. Sólo a esta explosión puede atribuirse que todas las cadenas emitieran en directo el funeral de Diana Spencer y dedicaran especiales desde todas las perspectivas durante casi un mes; o la insistente información sobre la boda de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín en FALCÓN OSORIO, Pilar: El Imperio Rosa. Poder e influencia de la prensa del corazón. Libros de comunicación global. Editorial CIMS, Barcelona 1997, pág. 52. TIMOTEO ÁLVAREZ, Jesús: “Por el color al corazón”, Prólogo del libro de Pilar Falcón: El Imperio Rosa. Poder e influencia de la prensa del corazón. Libros de comunicación global. Editorial CIMS, Barcelona 1997, pág. 16.
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masculina desbanca a las mujeres, tradicionalmente fieles seguidoras de la prensa y la televisión rosa, no queda más remedio que preguntarse cuál es el secreto de su éxito. En cualquier caso, se trata de un tipo de periodismo cuestionado desde posiciones políticas, empresariales y por supuesto desde la propia opinión pública. Muchos confiaron en el proceso de transición democrática, después de la dictadura franquista, para apostar por modelos televisivos más en consonancia con una opinión pública formada y crítica, en los que por supuesto tienen cabida los programas del corazón, desde la perspectiva de una prensa rosa más especializada, con un lenguaje propio, con una estructura enmarcada en géneros periodísticos como la entrevista de personalidad, la crítica, el reportaje... y con un profesional que “sabe documentarse, sabe buscar fuentes específicas, consultarlas y relacionarse con ellas; sabe valorar la relevancia del acontecimiento y cómo tratar esa información y, por tanto, puede dar un significado a los hechos, al ubicarlos en un contexto espacio-temporal adecuado”.8 Sin embargo, ni siquiera la aparición de las nuevas cadenas privadas ha supuesto un cambio en el tratamiento periodístico mediático. Más bien al contrario, la dirección y el enfoque de estos espacios se ha encaminado hacia programas en los que la imagen, la palabrería y la morbosidad han sido personajes estelares. Rafael Escuredo, que fuera presidente de la Junta de Andalucía, en una columna de opinión, publicada en El Correo de Andalucía (Lunes, 20/11/00), resume de forma clara, lo que ha supuesto la transición en la programación televisiva, con motivo del 25 años de la instauración de la democracia en España. “Fuimos muchos los que, durante la transición política, allá por los sesenta, depositamos nuestra confianza en muchas cosas que ahora no vienen a cuento; entre otras en las posibilidades que se abrían para las cadenas públicas y privadas –estas últimas pendientes de llegar- en orden a seguir de instrumentos para la diversión inteligente del personal, y la información en un sentido amplio de los sufridos ciudadanos y ciudadanas que habíamos tenido que soportar una televisión en blanco y negro , monopolizada por la dictadura, vulgar... y por si faltara algo, sometida a censura previa. Pero una vez más, y para desgracia nuestra, nuestro gozo en un pozo. La cosa empezó cuando los programadores de las privadas decidieron que la audiencia era lo primero y en lugar de conquistarla por la vía de elevar el listón de la oferta pública tanto en calidad como en diversidad- cosa relativamente fácil, habida cuenta de los niveles tan cutres que ésta misma ofrecía-, se decidieron por bajarlo, buscando y halagando los instintos primarios de las gentes, e iniciando un camino hacia la zafiedad, cuyas cotas más altas están aún por llegar. 8
HERRERO AGUADO, Carmen: “Tratamiento y estilos del periodismo especializado” en Estudios sobre Información Periodística Especializada, Fundación Universitaria San Pablo C.E.U. Valencia1997, pág. 74.
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Esto a la larga, resultaría especialmente grave, en la medida en que luego serviría de argumento para que todo un conjunto de descerebrados dijeran eso de que “si la gente lo pide habrá que dárselo.” ... Con Tómbola se pasó brutalmente de los llamados programas rosas o del corazón, en que, con mejor o peor estilo se trataban temas relacionados con la vida y milagros de gente conocida en el mundo del cine, del teatro o la canción, incluyendo aristócratas amortizados y princesas casaderas, a la bronca permanente de los mindulis , trileros, horteras y pelanduscas, cuyo horizonte vital se reduce a la cosa del follamen, con personajillos/as a los que no conoce ni la madre que los parió.”9 Escuredo considera que con Tómbola se inicia la segunda transición en la programación televisiva, a la que sigue una tercera transición con programas de concursantes encerrados en casas, autobuses o islas. ...“Lo más grave, -continúa Escuredo-, es que determinados conductores presuntamente progres, como el Sardá, con tal de llevárselo calentito, hayan convertido programas inicialmente inteligentes y divertidos en una copia de Tómbola”.10 El caso de Contraportada Los famosos de la prensa del corazón ocupan la primera plana de magazines y tertulias, en las que están dispuestos a sufrir los ataques verbales de una palabrería vulgar, ocupada en traducir obscenidades y en sacar a relucir las rosas miserias de sus contertulios. Es cierto que otros programas como Contraportada en Canal Sur Televisión mantienen en el trato informativo, el matiz de especialización, que defienden los expertos de este campo, aunque se incluya entre sus contenidos la actualidad del corazón. La estructura informativa de este espacio, presentado asiduamente por Inmaculada Casal y en ocasiones por Isi Sayago, es una respuesta en forma y fondo a la proliferación de informaciones basura en la que está degenerando la prensa del corazón. La propuesta de la cadena de la televisión andaluza es presentar un espacio en el que tengan cabida acontecimientos en los que participan rostros conocidos del mundo de la cultura, el arte, el teatro, la moda, que otorgan un protagonismo indiscutible a estos actos. El sumario de una emisión habitual de Contraportada puede mostrar desde una gala benéfica, pasarelas de moda andaluza, entrevistas a organizadores de eventos, ferias, espectáculos musicales, temas gastronómicos, consejos útiles etc, sin olvidar el cotilleo rosa que encuentra su hueco de la mano de expertos en la materia.
9 De su artículo “Tómbola” aparecido en El Correo de Andalucía (20 de noviembre de 2000). 10 Ibídem, pág 3. de Opinión de El Correo de Andalucía.
312 La actualidad informativa del “corazón” desde la especialización periodística: El periodismo rosa de Contraportada (Canal Sur Televisión)
Uno de los valores más destacados de este espacio de sobremesa es comunicar, informar, contando siempre con los intereses de su incondicional público. La dinámica se basa en la naturalidad, la claridad y la sencillez, sumadas al sabor de lo andaluz. Todas estas apreciaciones no escapan a la fuerza de los cotilleos del corazón, que cuentan con un bloque de información seguro dentro de Contraportada. Imágenes de cámaras y sufridos redactores en persecución desesperada de las declaraciones o los desplantes de actores, cantantes y futbolistas son habituales en Contraportada, imágenes que dan paso al comentario pícaro de las presentadoras y cómo no a la puesta en marcha de una ciencia base de los programas del corazón, la Rumorología, en la que encuentran apoyo los argumentos no demostrados: dicen que la boda es, parece que se confirma el embarazo, se desmiente el divorcio de la pareja... Consultados algunos de los seguidores habituales del programa, coinciden en que, en general existe una actitud, un talante de respeto y honestidad en el tratamiento de la información que se ofrece. Ello se traduce en un intento de mostrar los hechos contactando con fuentes directas, los propios protagonistas, o con fuentes cercanas a los mismos, evitando el enfrentamiento, el ataque y el acoso desorbitado. En su producción imperan las crónicas de sociedad, aquellas en las que tiene su origen la prensa rosa, las revistas del corazón. “Parece claro que los antecedentes de la prensa del corazón los encontramos en los ecos de sociedad y el periodismo de salón, cuyos cronistas estaban tan bien relacionados con los protagonistas de la alta sociedad de entonces como nuestros periodistas lo están con la jet set y la gente guapa de hoy”.11 En Contraportada tienen cabida informaciones sobre personajes de cualquier ámbito, internacional, nacional o local, aunque la mayoría de las noticias se ubican en el contexto andaluz, localizado en cualquiera de sus provincias. El hecho de que no sea un espacio que se centre exclusivamente en la vida íntima del personaje famoso, sino que ofrezca informaciones sobre Premios, Homenajes, Conciertos, etc, supone que las perspectivas y enfoques sobre la prensa del corazón pueden ir dirigidas a ocupar el tiempo de ocio y entretenimiento, además de plantearse la información y formación de los telespectadores.
11 GALLEGO AYALA, Juana: Mujeres de papel, Icaria Editorial, S.A. Barcelona 1990, pág. 108.
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El trato que hace de los personajes de actualidad es similar al que hacen las revistas del corazón más especializadas. Según Jesús Timoteo Álvarez , catedrático de periodismo “forman un sector, un estilo, unos modos de hacer. Utilizan técnicas blancas de comunicación, fomentando la mítica de personajes públicos, pero manteniendo hacia ellos un respeto bien significado, un tono amistoso, casi familiar, sin estridencias ni críticas feroces o aceradas. Es una técnica amable, de sugerencias y sutilezas, nada zafia ni grosera, ni desagradable, ni menos aún destructiva de personalidades o conciencias”.12 Contraportada rompe de alguna manera con otros programas de televisión más recientes, también definidos como “rosas”, con el tono de agresividad, la falta de respeto con la intimidad de las personas, que buscan el escándalo y la crítica despiadada. Su diana es otra, ya que se orientan a un sector de público diferente. En el caso de Contraportada, dado el alto índice de audiencias –de todos los niveles- que la siguen, se ha multiplicado incluso en etapas anteriores en una doble emisión, con programación, temas y presentadoras distintas, aunque sin perder su calidad de prensa de evasión, de cotilleo, cordial, de pasatiempo o prensa confidencial. En cuanto a los personajes protagonistas de las historias de actualidad de Contraportada, se configuran los estereotipos que persiguen a este modelo de prensa. Son personajes populares, jóvenes, bellos y atractivos, que gozan de una vida de ensueño, triunfadores, con dinero y poder, entre los que no pueden faltar los incondicionales de la prensa del corazón, sujetos en muchos casos a la exclusiva. La exclusiva permite diferenciarse a unos medios de otros, en orden a la competitividad que se genera por alcanzar las mejores portadas, declaraciones o imágenes. En una economía de mercado donde los valores más sublimes son el dinero, el poder y la popularidad, la lucha desesperada por el control de las audiencias, se convierte en la fórmula mágica para conseguir beneficios. Trabajar con exclusivas supone asumir la necesidad de pagar para vender, una política propia de la sociedad de consumo. Los géneros periodísticos que estructuran la información ofrecida en esta apuesta de Canal Sur, son ricos y variados. El reportaje y la entrevista se manifiestan como los anfitriones, aunque no faltan las crónicas, comentarios y críticas. Es cierto que no se pueden considerar géneros periodísticos tratados en profundidad, rasgo propio de la información periodística especializada, si bien demuestran su seriedad y rigor en el tratamiento de temas, fuentes, utilizando un lenguaje cuidado y específico, narrado por periodistas que conocen este campo, que rompen
12 TIMOTEO ÁLVAREZ, Jesús: Prólogo del libro El Imperio Rosa, de Pilar Falcón Osorio. Editorial CIMS, Barcelona 1998, pág. 16.
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con el molde del paparazzi, interesado en disparar la foto o en recoger aunque sea un balbuceo del personaje. Sin entrar en el ámbito de la especialización, ciertos programas no olvidan el estilo y la redacción periodística, no olvidan el objetivo de información, formación y entretenimiento del que parte la prensa generalista e intentan basarse cada vez más en la documentación, el contraste de fuentes y la búsqueda de un lenguaje, con claves para llegar al receptor e invitarle a opinar y participar del discurso. Contraportada dinamiza una programación en esta línea, compitiendo con otras ofertas televisivas sobre prensa rosa, tan difundidas desde todas las cadenas de televisión públicas y privadas. En este espacio televisivo y dentro de lo que se denomina la crónica social de actualidad, lo que en la prensa especializada se corresponde con la sección de Sociedad, se van ubicando una serie de acontecimientos cuyo denominador común es resaltar la figura de personajes conocidos y famosos. Las informaciones están tratadas por periodistas con amplia experiencia en este campo, que utilizan un lenguaje propio, dirigido a una audiencia mayoritariamente femenina, aunque de un tiempo a esta parte también masculina, que se relaja con las grandezas y miserias de los personajes de moda. Dentro del plan general de la programación, se reserva también un lugar para “famosos de última hora”, lo que en el caso de Contraportada es una excepción en comparación con otras tertulias y debates, que los tienen como estrellas indiscutibles y expertas en levantar el morbo y la curiosidad por lo ajeno. Sin embargo, existen unas marcas distintivas y propias de la especialización periodística, fundamentales para considerar cuando un área se puede entender como tal. Según Mar de Fontcuberta, “para que se dé un área de Información Periodística Especializada es necesaria una coherencia temática y un tratamiento específico de la información, que implica la construcción de textos coherentes, fuentes de información específicas, una pretendida coherencia con el segmento de la audiencia a la que va dirigida y periodistas especialistas en el campo específico del que se trate el área, capaces de sistematizar la información y contextualizarla en un determinado ámbito del discurso periodístico.”13 Otras propuestas con Corazón Un breve repaso a la emisión diaria de programas del corazón o con bloques dedicados a esta temática pone de manifiesto la proliferación que han tenido 13 FONTCUBERTA, Mar: “Propuestas Sistémicas para el Análisis y Producción de Información Periodística Especializada en AA.VV: Estudios sobre Información Periodística Especializada, Fundación San Pablo CEU, Valencia 1997, pp. 21-22
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durante los últimos años, situándose en cuanto a audiencia, por encima incluso de las ventas de revistas especializadas en prensa rosa, a las que han desbancado dado el imperioso poder de la imagen televisiva. Televisión Española apuesta por Corazón (de Primavera, Verano, Otoño e Invierno) presentado por Anne Igartiburu. Antena 3 sigue con la emisión de Sabor a Ti de Ana Rosa Quintana, en el que, a diario se dedica un bloque a las revistas del corazón, lleno de comentarios de los tertulianos más sagaces como Miguel Temprano, Rosa Villacastín o María Patiño, entre otros. En Tele 5 la palma del amarillismo sensacionalista corresponde a Crónicas Marcianas., presentado por Javier Sardá, que en animada tertulia con actores, periodistas del corazón y directores de medios de comunicación, utiliza el sarcasmo, la ironía y la burla para mostrar evidencias conocidas o sacar de sus casillas a los otros famosos, que defienden su profesionalidad. Boris Izaguirre, Coto Matamoros, Loles León o Enrique del Pozo son los rostros protagonistas de un programa que ha batido ranking de audiencias y ha hecho cuestionarse a los sectores más críticos sobre la demanda de los públicos. Por último, Canal Sur ofrece un magazine como Bravo por la tarde, dirigido por Agustín Bravo, en el que tienen cabida el humor, las entrevistas y cómo no el corazón. Sin embargo, es Contraportada el espacio más demandado por la audiencia andaluza, con una tratamiento periodístico que lo diferencia respecto al resto de programas de ésta y de otras cadenas televisivas. Sería el momento de plantearse la función social que estos programas ejercen. Según Juana Gallego, autora del libro Mujeres de Papel, “existen una serie de factores que pueden ayudar a entender la naturaleza de este fenómeno, entre ellos, la curiosidad por conocer la vida de nuestros semejantes, cómo viven , con quién se relacionan, si han sido padres, si se casan o se vuelven a divorciar, el entretenimiento y la evasión, pues muestran formas de vida que no tienen nada que ver con nuestra propia existencia, contrarrestan la negatividad, ofreciendo la imagen de un mundo sin conflictos ni problemas y es una forma de estar al día sobre los acontecimientos de los que se habla”.14 La ubicación de Contraportada en la parrilla televisiva se ha estudiado en función de una serie de criterios, entre los que destaca el de la audiencia, “la diosa mediática por excelencia”. Con una emisión a las tres y cuarto de la tarde, después del informativo, se pueden captar, además de a un público femenino, a otros sectores de edad y nivel cultural, que permanecen delante de la pantalla, dispuestos a escuchar y ver algo más ameno y superficial, que les haga evadirse de la dura realidad, de los problemas y de la negatividad que en muchos casos presiden noticiarios.
14 GALLEGO AYALA, Juana: Mujeres de papel, Editorial Icaria, Barcelona 1990, pág.114 y ss.
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Salvando las excepciones, las audiencias rosas están pasando a ser las incondicionales seguidoras de una política televisiva, respaldada por los poderes de la superestructura mediática, para la que estos programas de evasión, no tienen nada de efímero, vano o falto de fundamento. La persuasión, la propaganda y el control son ingredientes básicos de su discurso. Sociedad. La sección especializada para la prensa de color La especialización periodística es en estos momentos una alternativa que los medios de comunicación ofrecen a sus lectores, a sus audiencias. Según Francisco Esteve Ramírez, coordinador del libro, Estudios sobre información periodística especializada,“la especialización periodística es, junto con las innovaciones tecnológicas, uno de los fenómenos más significativos del periodismo actual. Por una parte los usuarios demandan, cada vez más, una información que no se limite a una mera exposición narrativa de los hechos, sino que profundice en las causas y consecuencias que se pueden derivar de los mismos. Se trata de una exigencia originada por un planteamiento más interactivo de la comunicación en el que adquieren una especial relevancia los sujetos receptores del mensaje.”15 La prensa del corazón está viendo peligrar su situación por el intrusismo, la superficialidad temática, la falta de rigor manifiesta en el lenguaje o en la búsqueda de fuentes, todo avalado por el bombardeo de los nuevos rostros de la televisión, perseguidores de la imagen diaria en cualquier programa, cualquier cadena o cualquier medio. Periodistas especializados en este modelo de prensa analizan desde su posición, el lamentable estado en el que se encuentra un sector de la prensa especializada, auténtico fenómeno de la cultura de masas, cuyas directrices han cambiado el rumbo. Según Rosa Villacastín, periodista especializada en prensa del corazón y autora del artículo Los chusqueros de la fama, “Ando rebotada, pues no hay boda, bautizo o fiesta en la que no se me pregunte qué está pasando para que personajes cuyo único mérito es que, tras haberse acostado o embarazado de algún famoso, lo cuentan a los cuatro vientos sin omitir detalle, por más íntimo y escabroso que éste sea, se hayan convertido en los más perseguidos y populares de nuestro país. No lo sé. Pero es muy posible que el origen de lo que empieza a ser considerado como un “fenómeno social” esté en la cantidad de programas de entretenimiento o del “corazón” que se emiten por televisión. Un exceso que demanda un público cada vez más ávido de emociones fuertes. Se calcula que en nuestro país se emiten unas 90 horas semanales de televisión sobre temas relacionados con la crónica social, que hay que llenar al precio que sea, lo que
15 ESTEVE RAMÍREZ, F: Estudios sobre información periodística especializada, Fundación Universitaria San Pablo C.E.U., Valencia 1997, pág. 5.
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acrecienta la competencia de forma brutal, y la baja calidad de algunos de ellos”.16 A esto se suman las dificultades que ponen los famosos auténticos, los que lo son por méritos profesionales, a la hora de comparecer en determinados medios de comunicación, argumentando su ausencia de la parrilla o de las páginas rosas por el hecho de que no quieren verse mezclados con aquellos otros “famosos” que trafican con su vida privada y, mucho menos, que la suya pueda ser motivo de crítica o escándalo. La privacidad de los personajes ha sido la nota dominante de las revistas del corazón. Se produce un auténtico secuestro por parte de los medios de masa, interesados en ofrecer un modelo de prensa rosa, basado en la desinformación, en la falta de respeto, en el rumor, la mentira y la especulación. Se está asistiendo a un cambio de fondo y forma, impuesto por intereses concretos y aceptados por un porcentaje cada vez mayor de la opinión pública o mejor, de los públicos sin opinión. Aquel objetivo primario de una prensa que quiere informar, entretener y divertir a sus lectores, principalmente femeninos, que se relaja con los relatos de actualidad de príncipes, reyes, famosos y cantantes, como medicina para desconectar de lo que su habitual entorno, se está convirtiendo a pasos agigantados en una programación que sólo ofrece la vida de gente, que salta a la fama sin que se pueda averiguar cuál es la loable acción que le ha llevado a ello, que ocupa mayor espacio y tiempo fuera y dentro de estos programas del corazón que cualquier personaje digno de darse a conocer, que inventan historias y culebrones cada día y que cobran suculentas cantidades de dinero, sencillamente por vender una parte de su vida inventada a un público, masculino y femenino, adicto seguidor de la comedia. El hecho se agrava cuando ni siquiera son periodistas o expertos en comunicación los responsables de mostrar a la audiencia una información, que podía ser tratada con otros matices. No se levanta falso testimonio cuando se revela que los personajes que se han hecho famosos en estos programas del corazón, pueden dirigir y presentar sus propios espacios televisivos o radiofónicos y además “barrer audiencias para su propio tejado”. Mar de Fontcuberta señala que “el profesional del mundo de la información deberá tener cada vez una formación específica mayor en su campo y en la aplicación de ese saber a un área de conocimiento, debe poseer unos conocimien-
16 Artículo de Rosa Villacastín, publicado en la sección Rosa nos cuenta de El Semanal (18/11/00), con el título “Los chusqueros de la fama”.
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tos técnicos que le capaciten como experto dentro de un área concreta de la información periodística”.17 Pero, ¿quiénes son hoy los periodistas? ¿en qué manos ha caído el tratamiento de la prensa del corazón? ¿con qué profesional especializado se cuenta?. Periodistas y Fuentes en el “Ojo del Huracán” Procedentes del mundo del cine, del teatro, de la moda o de la canción, expertos en el desconocimiento y, en ocasiones, con un nivel cultural que deja mucho que desear, son los orígenes de muchos de los que hoy sustituyen a los verdaderos especialistas en prensa del corazón. Ni siquiera son periodistas generalistas, capaces de configurar la noticia dentro de las pautas marcadas para el periodismo “todoterreno”. El periodista especializado es tan buen periodista como el mejor de los periodistas generalistas, pero además tiene en su haber la especialización en un determinado campo. Es capaz de entender la importancia de un hecho, de contextualizarlo y de darle la interpretación adecuada. Para Orive y Fagoaga, “las cualidades del periodista especializado son la concentración, la serenidad, el rigor científico, la concreción, el aprovechamiento óptimo de la actividad, un grado de fiabilidad absoluto, mayor productividad, aguda capacidad selectiva de los contenidos y una relación más personalizada con las fuentes de su trabajo”.18 Las fuentes con las que se contacta, que por supuesto no tienen ningún prejuicio en hacer sus declaraciones a favor o en contra del “personaje diana”, están íntimamente ligadas con el cotilleo, el rumor, el afán de protagonismo y el interés económico. Cualquier término sería más efectivo para identificarlas que definirlas como “fuentes” porque su única especialización en la mayoría de los casos es ser especialistas, valga la redundancia, en la confusión, la falta de ética y de respeto. Según Serafín Chimeno Rabanillo, profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, “son las actitudes del receptor y las características del mismo, las que establecerán, en última instancia, la valencia de una fuente, es decir, su validez positiva o negativa. Importa más quién lo dice que lo que dice y la fuente usurpa, con demasiada frecuencia, al contenido, el protagonismo del mensaje y del proceso comunicativo”19
17 FONTCUBERTA, Mar: Especialización y nuevos soportes electrónicos. Ponencia inédita presentada en el seminario “Periodismo especializado y Comunicación interactiva” de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, Cuenca 1992 18 ORIVE, P y FAGOAGA, C: “La especialización en el periodismo” en ESTEVE RAMÍREZ, F: Estudios sobre información periodística especializada, Fundación Universitaria San Pablo C.E.U., Valencia 1997, pág. 68. 19 CHIMENO RABANILLO, Serafín: “Las Fuentes en el proceso de la información periodística especializada” en ESTEVE RAMÍREZ, Francisco. Fundación Universitaria San Pablo C.E.U, Valencia 1997, pág. 47.
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Este protagonismo estelar se hace aun más notable cuando se trata de prensa del corazón. Las secuencias noveladas en rosa invaden las pantallas televisivas y por ende los hogares de cualquier escala social. Plantearse las características de esa fuente y de su mensaje, es empezar a configurarse como receptor crítico ante la información de actualidad, ofrecida por los medios. Si se hace referencia a la especialización periodística, es imprescindible hablar de las secciones que se abren en periódicos, programas de radio y televisión para englobar toda la actualidad relativa a un tema específico. Política, cultura, sociedad, educación, ciencia... son modelos de secciones de los medios de comunicación. López de Zuazo define la sección como “la parte de una publicación donde se agrupan informaciones del mismo tema: nacional, internacional, local, economía, deportes, sucesos, amenidades, etc”.20 ¿Qué ocurre con las informaciones de la prensa rosa? ¿tienen una sección propia o forman parte de otras secciones más definidas?. Suele ser la sección de Sociedad y dentro de ella el bloque destinado a crónica de actualidad o espectáculos, el lugar donde se ubican las noticias del corazón. Existen publicaciones periódicas especializadas en prensa rosa, así como programas de radio y televisión cuyo objetivo es dar información exclusiva acerca de los personajes famosos y de sus “ajetreadas vidas”. Constan de una temática muy definida, con una prioridades en cuanto a intereses del público. “Los acontecimientos con final feliz están en el primer puesto, así las bodas son seguidas por los bautizos, los noviazgos y los embarazos. Los divorcios, separaciones, muertes y entierros, así como los malos tratos, éxitos profesionales y enfermedades siguen en este orden en la lista de preferencias”, 21afirma Falcón Osorio. Sin embargo, en estos momentos, la actualidad rosa adquiere otros matices y se centra en la aparición de desconocidos, que encuentran frente a las cámaras de los “paparazzis” el mejor soporte para convertirse en nuevos famosos. Es fácil si su vida se liga de alguna manera a personajes populares del mundo artístico, cultural, político, etc. De un tiempo a esta parte, independientemente de las cabeceras audiovisuales que tratan en exclusiva el tema, se incluyen dentro de los informativos, los magazines, las tertulias y debates, esta variedad informativa de la actualidad más rosa, dado el interés que despierta para los distintos perfiles de audiencia. No es extraño que incluso los telediarios, en sus diferentes emisiones, dediquen un apartado a estas noticias, los magazines abren cada vez con mayor frecuencia 20 LÓPEZ DE ZUAZO, Antonio: Diccionario del Periodismo en ESTEVE RAMÍREZ,F. y FERNÁNDEZ DEL MORAL, J.: Áreas de Especialización Periodística; Editorial Fragua, Madrid 1999, pág. 16. 21 FALCÓN OSORIO, Pilar: El Imperio Rosa. Poder e influencia de la prensa del corazón. Libros de comunicación global. Editorial CIMS, Barcelona 1997, pág. 39-40.
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tertulias en las que se comentan fiestas, vacaciones, divorcios, bodas o líos amorosos. Incluso en la prensa diaria más institucionalizada, se abren la sección de espectáculos o televisión, para dedicarlas específicamente a las noticias del corazón. Independientemente de los programas de información exclusiva, se puede detectar un enorme empuje de las noticias del corazón dentro de programas clasificados como informativos, deportivos, tertulias, magazines, musicales, concursos, debates... En estos casos, se abre una sección especial para tratar la prensa del corazón. En los espacios informativos (telediarios, noticias....) suelen ser temas de cierre, que cuentan con el comentario particular de los presentadores. Puede ser una fórmula, para suavizar el carácter serio y riguroso, propio de estos programas, atrayendo la atención de una audiencia, que ha demostrado su interés, desmedido en ocasiones, por esta clase de hechos de actualidad. Otra posición es la que se refiere a los magazines de mañana, tarde y noche, en la que sería interesante plantear, desde la ética y la deontología, el ataque sin control hacia las nuevas caras de la noticia, esos famosos de quita y pon, a los que se entrevista, con sarna, ironía y sarcasmo. Son expertos en “descubrir las miserias” de las caras que hoy protagonizan las páginas de la prensa rosa, una prensa alejada de sus verdaderos orígenes Surge entonces la eterna pregunta, ¿qué fue primero, la demanda de un público interesado en conocer al dedillo la historia de vida de los famosos o de los que buscan serlo o la oferta de los propio grupos de poder mediático, para ofrecer a los públicos un tipo de información periodística que bate todos los rankings de audiencia?. Estudiosos y expertos en comunicación, tras el seguimiento y análisis de las actitudes de la opinión pública ante la prensa y la programación “rosa”, concluyen con una paradójica afirmación: “no toda la población interesada en este tipo de informaciones reconoce ser seguidora de las mismas, mientras que un alto porcentaje alaba la programación de documentales o programas más especializados, como una manera de educar y formar desde los medios de comunicación. Sin embargo, y si las cifras no engañan, son los espacios dedicados a seguir paso a paso la vida de los famosos, los que alcanzan las cuotas de audiencia más elevadas, frente a otra programación con objetivos formativos, que está muy lejos de interesar de lleno al público”22 Son afirmaciones que reflejan la realidad de lo que es, frente a lo que debería ser. Sin duda, la actual prensa del corazón no responde a las marcas
22 Seminario sobre Telebasura y Prensa del Corazón celebrado en la Facultad de Ciencias de la Información de Sevilla. Curso 98/99
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definitorias de la especialización periodística, que lejos de considerarse un especialismo científico, “estudia la producción de mensajes informativos que divulgan las distintas especialidades del saber humano, de manera comprensible e interesante, al mayor número de personas, con el fin de dotar de sentido a la realidad a través de los medios de comunicación.”23 Estudiar los orígenes de la prensa del corazón frente al momento actual de la misma, debe ser un paso imprescindible en el proceso de investigación sobre la pérdida de identidad a la que está sometida una modalidad periodística, con cualidades para definirse por su especialización informativa. La clave, ¿en los orígenes? Acabar por el principio no es una decisión de azar. Los orígenes de la prensa rosa, de la prensa del corazón, desvelan muchos secretos del buen hacer periodístico. Los ecos de sociedad fueron las primeras claves de una prensa que daría mucho que hablar. “Al citar que la prensa del corazón presta especial atención al personaje entra en escena el cronista de salón, aquel que se codeaba con las damas de la aristocracia, de las que contaba pelos y señales de sus ropas y describía con minucioso detalle cada elemento de la estancia; lo que se convertiría en el futuro en los ecos de sociedad”24 El momento actual que vive la prensa rosa y su proyección hacia las estructuras mediáticas no deja de ser una etapa más, dentro del recorrido histórico que desde sus orígenes, ha protagonizado esta modalidad de prensa. El prólogo que Jesús Timoteo Álvarez dedica al libro El imperio rosa, de Pilar Falcón Osorio, describe de manera clara cuáles fueron los comienzos y los públicos, para un tipo de información que hoy desbanca a otras, con un objetivo periodístico más coherente y específico. “El público femenino, ha sido siempre el público dominante entre los consumidores de productos de información y comunicación. Tal vez sea por razones de función social o quizás biológicas, pero desde siempre, desde mucho antes que los medios impresos dominaran el panorama de la comunicación, las mujeres fueron el principal público objetivo. En el principio era la tradición oral. Los sacerdotes o chamanes en las tribus cuidaban de plasmar en salmodias y letanías los principios básicos, las
23 MUÑOZ TORRES, Juan Ramón: “Aproximación al concepto de Información Periodística Especializada”, en Estudios sobre Información Periodística Especializada, Fundación San Pablo C.E.U. Valencia 1997, pp. 40-41. 24 FALCÓN OSORIO, Pilar: El Imperio Rosa. Poder e influencia de la prensa del corazón. Libros de comunicación global. Editorial CIMS, Barcelona 1997, pág. 49.
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leyes de supervivencia del clan, repetidas una y otra vez generación tras generación. Los niños tenían la obligación de aprenderlas y cumplirlas y, por tanto, las madres y las abuelas ejercieron de transmisoras directas”.25 Se hace referencia en este fragmento de Jesús Timoteo a un perfil de audiencia que en sus inicios fue femenino, pero que actualmente afecta también a los hombres, ampliándose así mismo la pirámide de edad, en cuanto que son cada vez más, los jóvenes interesados en seguir la “vida y milagros” de actores, toreros, empresarios o de aquellos otros que no son nada y pretenden serlo gracias a la prensa del corazón, inventando bulos y farsas por doquier, que creen el tremendo culebrón en el que están enganchados los más fieles adeptos. La prensa del corazón en un principio, y posteriormente los programas de radio y televisión especializados en esta temática, iban dirigidos a una audiencia muy determinada: mujeres, de media edad, con nivel cultural medio bajo, ansiosas de encontrar en estas noticias un escape a sus vidas, ligadas en exclusiva al cuidado del marido y los hijos. Tiene su explicación en las circunstancias que rodearon a la población en siglos anteriores. El hecho de que la mayor parte de la población entre los siglos XIII y XVIII fuera analfabeta, que necesitase de la lectura colectiva, la predicación y las coplas de ciego, fue un elemento determinante para configurar qué perfil poblacional sería el característico de la prensa del corazón. “Hasta hace apenas cien años, las mujeres fueron, especialmente en el mundo campesino, las responsables directas e inmediatas no sólo de lo que se mueve dentro del hogar sino del siguiente círculo económico en torno al mismo hogar. Ellas cultivaban las huertas, procesaban el lino o la lana para los vestidos...llevaban la economía básica del hogar. Por todo ello, buhoneros, cantores de gesta y romances, predicadores, visionarios, etc., las tuvieron siempre como público predilecto y, pensando en las mujeres, preparaban sus jarabes, sus sermones, sus novelas”26 En el siglo XX aparecen revistas semanales o mensuales, de información general y orientadas a un público femenino. Eran revistas ilustradas, con reportajes sobre vida social, literatura o arte, con una concepción de magazines (un poco de todo). En este punto se encuentra el origen de lo que en la actualidad se entiende como prensa del corazón, aunque los tintes con los que se presentan son considerablemente distintos.
25 TIMOTEO ÁLVAREZ, J: Prólogo “Por el color al corazón”, en FALCÓN OSORIO, P.: El Imperio Rosa; Editorial CIMS, Barcelona 1998, pág. 13. 26 Ibídem, pág. 14.
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Las revistas del corazón, a pesar de seguir ocupando un puesto de interés y un elevado número de venta de ejemplares, han sucumbido al poder de la imagen. Sobre todo la televisión, se ha llenado de programas de información “rosa”, algunos en exclusividad y otros, integrando este día a día del famoseo, en sus magazines o espacio de variedades. La sociedad está asistiendo a un bombardeo informativo, en el que se han obviado otros hechos de actualidad, que sí tenían cabida en las originarias revistas del corazón, que las convertían en una prensa seria y documentada. Según Pilar Falcón, “para entender lo que son los cuatro semanarios españoles, dedicados a la prensa rosa, hay que retroceder en el tiempo e inmiscuirse en sus orígenes y evolución.. Sabido lo que fueron podemos hablar del fenómeno perodístico que hoy son... Lecturas, Semana, Hola y Diez Minutos llegaron al siglo XX con el prestigio y la expansión internacional de un tipo de prensa de características únicas en el mundo y que compone el sector más importante por volumen de audiencia y difusión. Editoriales, artículos de opinión, mensajes publicitarios y análisis comparativos y diacrónicos de contenidos son el elemento base para entender la evolución plasmada en estas cuatro revistas. Ella son la manifestación de que también las buenas noticias venden y que el corazón mueve a las masas. Son el soporte imprescindible de fantásticos sueños, terapias de consuelo y paso obligado para ser famoso, contribuir a ganar unas elecciones y lucir mejor la publicidad”.27 Estas revistas han servido de trampolín para otros muchos espacios de prensa, radio y televisión, en los que se ha olvidado el verdadero espíritu de esta modalidad periodística. Sin embargo, el nuevo enfoque, lejos de restar protagonismo, ha incrementado y sacado de lugar el interés por conocer al detalle la vida de los famosos, prescindiéndose en general de otras informaciones de carácter general, que ayudarían a diseñar desde los medios una cultura más amplia y actitudes más críticas. El modelo de prensa rosa que hoy impera ha roto el pacto de una información bien tratada, sujeta a un proceso de selección de temas, fuentes y géneros, en el que la figura del periodista especializado se centra en informar, formar y entretener. Hoy, es una prensa abanderada por el morbo, el placer de hurgar en las vidas íntimas de los ciudadanos, a veces con consentimiento y en otros casos sin él, que cae en el sensacionalismo y reproduce una y otra vez, historias, que tienen una audiencia fija y cada vez más amplia. Por tanto, no es este el modelo de prensa del corazón, hoy más bien de programación audiovisual en rosa, que cabría dentro de una información periodística especializada, con un tratamiento científico y riguroso del acontecimiento, que
27 Ibídem, pág. 18.
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mediante la vulgarización o la divulgación se convierte en tema periodístico. Las líneas de acción diseñadas son muy distintas a las que Pilar Falcón Osorio había destinado para los contenidos de las revistas del corazón. “Atrás queda el sentir popular de que éste es un periodismo de subclase, para ser reconocido hoy como periodismo especializado que ha pasado al campo de las primeras portadas de las denominadas revistas serias o políticas, y de los periódicos, además de espacios en “prime time” en radio y televisión. Ellas son la fuente de la que beben estos medios”.28 La realidad es muy distinta. En estos momentos, la especialización a la que se refiere la autora del libro El Imperio Rosa es sólo una “especialización” entre comillas.
Bibliografía: - CHIMENO RABANILLO, Serafín: “Las Fuentes en el proceso de la información periodística especializada” en ESTEVE RAMÍREZ, Francisco. Fundación Universitaria San Pablo C.E.U, Valencia 1997. - ESCUREDO, Rafael: “Tómbola” artículo publicado en El Correo de Andalucía, 22/11/00. - ESTEVE RAMÍREZ, Francisco: Estudios sobre Información Periodística Especializada. Fundación Universitaria San Pablo C.E.U. Valencia 1997. - ESTEVE RAMIÍREZ y FERNÁNDEZ DEL MORAL: Áreas de especialización periodística. Editorial Fragua, Madrid 1999. - FALCÓN OSORIO, Pilar: El Imperio Rosa. Poder e influencia de la prensa del corazón. Editorial CIMS, Barcelona 1998. - FONTCUBERTA, Mar: “Propuestas sistemáticas para el análisis y la producción de información periodística especializada”, en Estudios sobre Información Periodística Especializada, Fundación San Pablo CEU, Valencia 1997. - GALLEGO AYALA, Juana: Mujeres de papel. Editorial Icaria, Barcelona 1990. - HERRERO AGUADO, Carmen: “Tratamiento y estilos del periodismo especializado en Estudios sobre Información Periodística Especializada, Fundación Universitaria San Pablo C.E.U. Valencia 1997. - VILLACASTÍN, Rosa: “Los chusqueros de la fama”publicado en la sección Rosa nos cuenta de El Semanal (18/11/00).
28 FALCÓN OSORIO, P.: El Imperio Rosa; Editorial CIMS, Barcelona 1998
Concha Pérez Curiel
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- LÓPEZ DE ZUAZO, Antonio: Diccionario del Periodismo, Pirámide, Madrid 1976. - MUÑOZ TORRES, Juan Ramón: “Aproximación al concepto de Información Periodística Especializada”, en Estudios sobre Información Periodística Especializada, Fundación San Pablo C.E.U. Valencia 1997. - ORIVE, P y FAGOAGA, C: La especialización en el periodismo, Dossat, Madrid 1974.
(Recibido el 10-6-2001, aceptado el 23-3-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 327-337)
La Prensa en la Segunda República: breve aproximación como contexto vital de don Diego Martínez Barrio Rafael Guerrero Moreno Periodista
RESUMEN La Segunda República fue un corto pero apasionante periodo de tiempo, de alto pluralismo y fuertes oscilaciones en el poder. Esa actividad febril se trasladó a la Prensa, que vivió la aparición y la desaparición de cientos de periódicos dispersos por toda España. He aquí una visión de esos años. ABSTRACT The Second Republic was a short but exciting period of time, of high pluralism and strong oscillations in the power. This feverish activity moved to the Press, which lived through the appearance and the disappearance of hundreds of newspapers, dispersed for the whole Spain. Palabras claves: Segunda República/Prensa/España/Partidos Políticos. Key Words: Second Republic/Press/Spain/Political Parties.
E
l objetivo de este trabajo es tratar de rescatar del olvido y de dar cumplimiento a la última voluntad del único ciudadano sevillano que ha llegado a ostentar la más alta magistratura del Estado Español, Diego Martínez Barrio, cuyos restos ya reposan donde él quiso siempre: en el cementerio hispalense de San Fernando. Cuando decidí realizar este estudio pensé que mi condición de periodista me obligaba a hablar sobre la prensa en la Segunda República, centrándome especialmente en Andalucía, pero la selección del tema también se justifica en este marco In Memoriam, considerando además el perfil profesional de don Diego que, además de tipógrafo de oficio, compaginó su dedicación política a la condición circunstancial de promotor y editor de periódicos y semanarios de doctrina política radical. Sin mucha fortuna, por cierto, en estos empeños.
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La Prensa en la Segunda República: Breve aproximación como contexto vital de don Diego Martínez Barrio
La Segunda República Española fue un periodo movido y cambiante en lo político y social, pero también en los medios de comunicación. Cuando hablamos de medios de entonces lo hacemos refiriendonos a la Prensa, porque la radio estaba en pañales y la televisión no existía. La Segunda República fue un corto pero apasionante periodo de tiempo, de alto pluralismo y sopa de letras de partidos y fuertes oscilaciones en el poder. Esa actividad febril se trasladó a la Prensa, que vivió la aparición y la desaparición de cientos de periódicos dispersos por toda España, de la más variopinta ideología. Y todo, bajo el denominador común de una intensa politización. Pese a la multiplicación de periódicos, la mayoría eran de corta vida y excesivamente politizados en el sentido de la dependencia directa de un partido. Los grandes periódicos de empresa (más profesionales e independientes, aunque tuvieran su ideología) cobraron peso frente a la prensa de partido. Surgieron muchas cabeceras obreras, pero sin difusión real. Y la mayor parte de los grandes rotativos de empresa no fueron precisamente condescendientes con el nuevo régimen. Su estrategia osciló desde la tibieza a la manifiesta hostilidad1. ¿Qué tipo de periodismo demandaba el lector de Prensa en la República? Si ahora, en el umbral del siglo XXI impera el periodismo informativo e interpretativo, entonces imperaba el de opinión, pero no una opinión cualquiera, sino una opinión beligerante, apasionada y de batalla. No era más que el reflejo de la polarización social, y la Prensa la alimentaba. Las vísperas republicanas, meses antes de las elecciones municipales de 1931, fueron especialmente febriles en cuanto a la creación de periódicos, lo que proporcionó al sector un impulso y una vitalidad desconocidos, después de que la prensa hubiese padecido un serio retroceso durante la Dictadura de Primo de Rivera. Otros efectos de la proclamación de la República fueron poner freno al proceso de concentración de medios iniciado en los años 20 y, sobretodo, y pese a las dificultades económicas, elevar la difusión de la prensa con tiradas importantes que tardarían décadas en superarse. Este hecho resulta muy significativo, porque la República elevó el interés ciudadano por la información –y ya se sabe el dicho de que la información nos hace libres– y eso se tradujo en un desconocido aumento del nivel de lectura. Pero luego llegaría la ausencia de libertad, el oscurantismo franquista, la apatía y el desinterés, cuyos efectos culturales todavía padecemos siendo hoy España el furgón de cola de Europa en cuanto a lectura de prensa.
1 Antonio Checa Godoy, Historia de la prensa andaluza, Fundación Blas Infante, Sevilla, 1991.
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Pocas semanas antes de la proclamación de la República, Ortega y Gasset publicaba en El Sol un artículo en el que dejaba constancia de la creciente influencia de la Prensa, vaticinando así el proceso hacia una sociedad mediática como la que ahora vivimos. “Hoy no existe en la vida pública más poder espiritual que la Prensa”, decía Ortega, que añadía a continuación: “A estas fechas han desaparecido los antiguos poderes espirituales: la Iglesia, porque ha abandonado el presente y la vida pública es actualísima; el Estado, porque triunfante la democracia, no dirige ya a ésta, sino al revés, es gobernado por la opinión pública. En tal situación, la vida pública se ha entregado a la actualidad: la prensa”2. Uno de los aspectos más curiosos de la etapa republicana en relación a la prensa, fue la fuerte interrelación entre periodistas y políticos. Nada menos que 47 periodistas fueron diputados en las Cortes Constituyentes de 1931. Era la tercera profesión, después de catedráticos y de abogados. Y en los Gobiernos también había periodistas: la mayoría de los ministros del primer Gobierno republicano había dirigido algún periódico (como Alejandro Lerroux y Marcelino Domingo) y casi todos habían sido asiduos colaboradores en prensa. Política y periodismo estaban estrechamente vinculados, para lo bueno y para lo malo. Porque también hay que decir que fueron masivas las suspendiones de periódicos en 1932 y, especialmente, en 1934. Las frecuentes convocatorias electorales animaban el cotarro periodístico y era común que se montaran periódicos que nacían para apoyar a partidos en la campaña y que después desaparecían. No había el más mínimo recato a la hora de pronunciarse a favor de una organización política3. Ahora todo es mucho más sutíl, e incluso parecen haberse cambiado las tornas, ya que son los medios los que influyen de forma creciente sobre los políticos. De hecho, hoy son cada vez más los teóricos de la comunicación que están convencidos de que los medios ya no son el Cuarto Poder, sino el primero, con lo que el esquema clásico de la división de poderes de Montesquieu habría quedado prácticamente en pura teoría. Y si no, reflexionen sobre tantos ejemplos de sugerencias de calado que parten de los medios y que son asumidas rápidamente por los partidos. Es la sociedad mediática, con sus perversiones y sus virtudes, porque no me negarán que la influencia mediática ha podido ser decisiva ahora para hacer justicia y saldar la deuda histórica con la figura de Martínez Barrio. Pero volvamos a la República, donde la simbiosis prensa-poder fue tal que muchos periodistas que promovieron periódicos ideológicos acaban dedicándose a
2 Vid. Manuel Tuñón de Lara (dir.), La prensa de los siglos XIX y XX, Servicio Editorial Universidad del Pais Vasco, Bilbao, 1986. 3 Vid. María Cruz Seoane y María Dolores Sáiz, Historia del Periodismo en España, 3, Alianza, Madrid, 1996.
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la politica, o compaginando ambas actividades. Montaban un periódico o se aprovechaban de su influencia para acabar en el Congreso de los Diputados. Hay bastantes ejemplos que ilustran aquella realidad, como: – José Moreno Dávila, impulsor de Ideal de Granada, redactor y diputado de la CEDA – Jesús Pabón, director de El Correo de Andalucía, diputado también de la CEDA. – Eloy Vaquero, ministro de Lerroux y propietario de La Voz de Córdoba – Dionisio Cano, dirigente del Partido Republicano conservador y creador de “Odiel” en Huelva – Domingo Tejera, director de La Unión, diario integrista católico de Sevilla, que en 1933 logra un escaño – Juan José Palomino, de las bodegas Palomino y Vergara, dueño del Diario de Jerez, que también consigue ser diputado en el 33. – León Carlos Alvarez, que crea La Mañana de Jaén, un diario conservador agrarista, desde el que se catapulta a la Dirección General de Agricultura. Seguro que, dada su vocación política, ninguno de ellos se planteaba el difícil equilibrio que ahora se exige a un profesional del periodismo a la hora de establecer la relación con los políticos. Una relación que es saludable y peligrosa a la vez. Una historia de amor y odio, que precisa de confidencias, pero que no debe caer en condicionamientos que menoscaben la independencia profesional. Unas reglas del juego complicadas y basadas en aquello de “Ni contigo, ni sin tí”. Estos periodistas metidos a políticos no tenían esos problemas de conciencia. Aunaban en sí mismos una contradicción que no les preocupaba, pero que tampoco le reprochaban desde fuera. Pero no son sólo los periodistas quienes se meten a políticos dentro del sector prensa. Ruiz Alonso era tipógrafo en el diario católico Ideal de Granada y consiguió acta de diputado en 1936. Le llamaban el “obrero amaestrado” y su nombre arrastra la mala fama de haber sido el que delató a los falangistas que García Lorca estaba en casa de Luis Rosales. Martínez Barrio, desde una posición política bien distinta, también fue un tipógrafo que hizo carrera política y que, además, aprovechó sus conocimientos técnicos y su intuición para promover periódicos de obediencia radical por toda Andalucía. “Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones, valiéndose de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a previa censura. En ningún caso podrá recogerse la edición de libros o periódicos, sino en virtud del mandamiento judicial competente. No podrá decretarse la suspensión de ningún periódico, sino por sentencia firme”. Esto decía el artículo 34 de la Constitución
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republicana aprobada en diciembre de 1931, referido a la Libertad de Prensa. Esa era la cara de las libertades republicanas4. Pero también estaba la cruz, ya que la Ley de Defensa de la República, vigente aún por tiempo limitado, mantenía medidas restrictivas al prohibir la difusión de noticias que pudieran “quebrantar el crédito o perturbar la paz o el orden público”, así como informaciones que menospreciaran a la República e hiciesen apología de la monarquía. (Ahora sólo se persigue la apología del terrorismo, lo que llevó a la cárcel durante varios meses a la Mesa Nacional de HB) Y esa ley contradictoria con la Constitución establecía penas desde el confinamiento o extrañamiento, multas de hasta 10.000 pesetas, y hasta el cierre de la publicación. Con ese panorama, diarios como Abc, monárquico, o El Debate, católico, sufrieron los efectos represivos de la ley, de la que también fueron víctimas en Andalucía los diarios tradicionalistas El Correo de Andalucía de Sevilla, El Cronista de Málaga, El pueblo católico de Jaén y La Información de Cádiz. Estos periódicos fueron suspendidos temporalmente tras la Sanjurjada en agosto del 32, pero reaparecieron después. La prensa de derechas contaba con una ventaja importante y sustancial sobre la de izquierdas: tenía solidez y respaldo económicos. Los terratenientes y aristócratas financiaban a los medios hipercríticos con la República y no dudaban en inventar una nueva cabecera cuando la anterior había quedado amortizada. Y también utilizaban a periodistas-políticos para que montaran infraestructura interprovincial. Es el caso de Domingo Tejera, que además del periódico integrista La Unión de Sevilla, llegó a dirigir simultáneamente también Diario de Jerez y La Información de Cádiz. (Hay, por ciento, una anécdota del sevillano Domingo Tejera en relación con Martínez Barrio. Días después de la sublevación, Queipo de Llano que semanas antes iba tras Martínez Barrio adulandole y pidiendole favores, escribió en La Unión un artículo acusando a Don diego de ser “hijo natural, ladrón y marica”. Tal fue el grado de insultos chabacanos vertidos en las páginas sin conocimiento del director que Domingo Tejera tuvo que dar explicaciones a sus lectores al día siguiente. Aunque suponemos que las disculpas serían tibias). Al vencer la vigencia de la polémica Ley de Defensa de la República en agosto del 33, el Gobierno Azaña la sustituyó rápidamente por la Ley de Orden Público. De nuevo en contradicción con el espíritu garante de las libertades de la Constitución del 31, esta norma sería el nuevo instrumento represor contra la prensa, que fue profusamente empleado por los gobiernos derechistas: decenas de periódicos y semanarios progresistas fueron cerrados y bastantes periodistas fueron
4 Vid. Antonio Checa Godoy, op. cit.
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encarcelados. Un ejemplo en Andalucía fue el cierre del diario azañista almeriense Lucha y el ingreso en prisión del director y de los redactores del periódico. En efecto, durante el segundo bienio republicano, la libertad de expresión se vió más constreñida que en el primero. La censura previa era lo habitual gracias a la Ley de Orden Público, especialmente tras la Revolución de Octubre de 1934. A partir de entonces numerosos periódicos obreros y republicanos de izquierda sufrieron largas suspensiones y cierres. Era la venganza de quienes estaban convencidos de que la prensa había sido en buena medida culpable de la llegada de la República, lo que por otra parte constituye un temprano reconocimiento del hecho mediático en el primer tercio del siglo. Decía Gil Robles: “ Esta revolución social, moral y jurídica la han hecho unos cuantos periódicos de izquierda” y Angel Herrera extendía la responsabilidad a otros ámbitos: “La prensa que, junto con las Casas del Pueblo, ha estado a las órdenes de la masonería, explica perfectamente los sucesos del año 1931”. La censura previa duró 15 meses, hasta las vísperas de la vistoria del Frente Popular en 1936... pero tras un breve periodo de libertad de prensa, y ante el clima social de violencia que presagiaba el desencadenamiento de la Guerra Civil, impuso la censura previa5. Pero la derecha, siempre más ducha en virtudes o vicios mediáticos, burló la censura previa aprovechando un resquicio legal para extender sus discursos apocalípticos a la opinión pública. Como el único ámbito no sometido a censura era el parlamentario, los líderes derechistas utilizaron los debates parlamentarios no para dirigirse sólo a los escaños, sino más bien para hacerlo al país, conscientes de que su prensa afín ampliaría el eco de su retórica catastrofista fuera del hemiciclo. Los parlamentarios de ahora ponen especial énfasis en sus discursos no tanto por debatir en la Cámara, sino porque son conscientes del eco mediático a través de prensa, radio y televisión. Aunque también conviene advertir que, de alguna manera, los parlamentos han dejado de ser el escenario principal, el centro del debate político, algo que ahora está más en los medios de comunicación que, agrupados en holdings multimedia, se han convertido en los grandes grupos de presión. Pero volvamos al pasado republicano para describir el panorama de la prensa andaluza de entonces. Pese a la politización del discurso periodístico o tal vez gracias a ello, que era lo que demandaba aquella sociedad convulsionada y polarizada, es el periodo histórico con más índice de lectura entre la población. El periódico de más tirada era El liberal de Sevilla, que era republicanista de izquierdas con unos 50.000 ejemplares; seguido de La Unión Mercantil independiente de Málaga con 30.000, y de ABC de Sevilla, con unos 25.000.
5 Vid. Eloy Vaquero, El drama de Andalucía, Ayuntamiento de Córdoba, Córdoba, 1987.
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Ahora hay tiradas mayores en Andalucía, pero no mucho más. Y hay que considerar a la hora de comparar entre ayer y hoy, que entonces había mucha menos población y que el índice de analfabetismo era muy elevado. Había, además, periódicos que lanzaban varias ediciones diarias como Diario de Cádiz, El Defensor de Granada y La Voz de Córdoba6. Tras una etapa de desconcierto y confusión inicial, la derecha se reorganiza mediáticamente en 1932 y con el apoyo de la CEDA lanza con éxito periódicos como Ideal en Granada que a poco de empreder su andadura se coloca en unos 8.000 ejemplares para competir frente a El Defensor, republicano de izquierdas. Y en otras provincias nacen Odiel de Huelva, Guión de Córdoba y Ayer en Jerez. En Sevilla, ABC aguanta fiel a sus principios monárquicos y se consolida. Tras el desmoronamiento del Partido Radical, la CEDA se convierte en el único referente político de la derecha y extiende su influencia mediática con periódicos en todas las provincias andaluzas. En vísperas de las elecciones de febrero del 36, se puede afirmar que la derecha controla informativamente Andalucía, pese a que Unión Republicana de Martínez Barrio e Izquierda Republicana siguen lanzando medios, pero estos son semanarios comarcales menores. Izquierda Republicana se apoya en rotativos veteranos como El Defensor de Granada, El Liberal de Sevilla, El Noticiero gaditano y Diario de Almería. La prensa obrera en Andalucía se caracteriza por múltiples publicaciones para militantes, pero con escasa difusión. Los comunistas crean semanarios en Sevilla y Córdoba. La fuerza social del anarcosindicalismo en el campo y las ciudades andaluzas no se corresponde con la debilidad de sus medios: mientras que la prensa socialista vive su época dorada con diarios en Jaén, Córdoba, algeciras y Jerez, y con 20 semanarios comarcales. La prensa obrera se caracterizaba por su humilde impresión, pocas páginas, ausencia de publicidad y tan escasos recursos que no podía sobrevivir a las multas y a las suspensiones gubernativas. En términos generales, la Prensa republicanista en Andalucía decrece a partir del 33 y cae en el 36. La pérdida del poder político y la endeblez financiera son los motivos. Por poner un ejemplo: Linares llegó a contar en 1931 con dos periódicos El Día y La Tarde. Tan sólo un año después, no quedaba ninguno. En este repaso a la Prensa andaluza durante la República, falta la Prensa radical. Una Prensa que, teniendo en cuenta la memoria del hombre que ahora nos reúne, merece una consideración especial. Andalucía fue un buen granero de votos para el Partido Republicano Radical, como se refleja en el hecho de que 21 de los 93 diputados que tenía en 1931 eran andaluces. En 1933 son 25 los parlamentarios radicales andaluces del total de 104 obtenidos. Este importante peso específico se trasladó a la prensa, ya que el Partido Radical llegó a disfrutar en nuestra Comunidad
6 Vid. AA. VV., 50 años de Córdoba, Diputación Provincial, Córdoba, 1991.
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de una de sus redes más potentes de periódicos. Llegó a contar con diarios en cinco provincias (Almería, Córdoba, Granada, Málaga y Cádiz) sin mencionar el efímero El Pueblo que Martínez Barrio fundó en Sevilla. Y hubo semanarios radicales en otras 10 poblaciones. Cabeceras diarias como El Popular de Málaga, La Voz de Córdoba, La Publicidad de Granada, La República y La Voz de Almería son ejemplos de esa pujanza, aunque ninguno de ellos llegó a liderar el mercado. La Prensa radical en Andalucía crece en 1930-31, recibe otro impulso en el 33, pero decae en el 35-36 conforme se hunde el partido que la promueve. En Sevilla, Diego Martínez Barrio decide probar suerte en la primavera del 31 y funda El Pueblo, pero fracasa a las pocas semanas. ¿Por qué el principal líder radical andaluz, conocedor del sector prensa, no logra su objetivo?. La respuesta es fácil y la da la propia dinámica del mercado periodístico. En Sevilla había dos periódicos fuertes que copaban el mercado: El Liberal, republicano de izquierdas que era una auténtica plataforma progresista, y Abc, monárquico conservador. Los diarios católicos conservadores El Correo y La Unión sobrevivían con una difusión menor y, sencillamente, no había hueco en el mercado para el experimento de Martínez Barrio que, con su fracaso editorial, demostró que periodísticamente no era profeta en su tierra, aunque si lo consiguiera politicamente. En 1934 Martínez Barrio, ya escindido del partido de Lerroux y con su nueva bandera política de Unión Republicana, volvió a intentarlo en Sevilla, pero sin correr tantos riesgos, y creó el semanario Renacer, aunque tampoco tuvo éxito, al igual que le ocurrió con la revista Democracia en Huelva, fundada ese mismo año7. En términos cualitativos, donde más éxito alcanzó Martínez Barrio fue en Málaga, donde el editor de El Popular, el histórico dirigente radical Pedro Gómez Chaix puso a disposición de Unión Republicana su plataforma, que era el segundo periódico malagueño en difusión, y que se convirtió en el referente periodístico para la izquierda en esa provincia. Si en sus pinitos como editor no consiguió sus objetivos, Diego Martínez Barrio sí que demostró sobradamente su influencia político-mediática, en 1934 tras su divorcio con Lerroux, al arrastrar hacia su nuevo proyecto político la red de medios radicales en Andalucía, una red que ya empezaba a decaer. Además de El Popular, también se pone a su servicio el semanario La República de La Línea, propiedad del masón y radical Adolfo Chacón. Conforme se polarizaba la sociedad, poco iba pintando en Andalucía la opción radical centrista de Lerroux, que se había desprestigiado al pactar con la derecha.
7 Vid. Manuel Alonso Rincón, El Correo de Andalucía, 100 años de Sevilla, Fomento de Iniciativas Andaluzas, S.A., Sevilla, 1999.
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A propósito del centro, permítanme una reflexión actual, ya que no deja de ser un referente aplicable por igual a la política y a la comunicación. En una sociedad democrática estable como la española, la inmensa mayoría de la población vota centro izquierda o centro derecha. Más del 80 por ciento de los diputados que integran el arco parlamentario español se mueven en esa órbita ideológica. La prensa, los medios de comunicación, saben que su público está ahí, y también se centran, escorándose a un lado o a otro, pero siempre en términos de centro. Pero en la convulsa etapa de la Segunda República se radicalizaron las posturas, se polarizó la sociedad. Se supone que los radicales deberían haber ocupado esa posición centrista, pero fracasaron por su falta de organización y por sus divisiones internas. Conforme avanzó la República, la prensa se politizó adoptando, como los políticos, posiciones extremas, de elevada confrontación dialéctica. Y entonces el centro dejó de ser un referente adecuado para moverse. Se desprestigió, perdió fuelle y adeptos. Y su prensa también decayó en paralelo. En 1934, en el contexto de la reorganización de los partidos republicanos de izquierda, que confluyen en Unión Republicana e Izquierda Republicana, sin excesivas diferencias ideológicas entre sí, cada uno intenta promover su prensa de partido con escasos recursos, pero sobretodo necesitan el concurso de periódicos republicanos independientes para llegar a la opinión pública. Ya a finales del 33, Manuel Azaña lanza un lamento mediático premonitorio: “Vivimos en la revolución, pero seguimos en la prensa de la monarquía”. Azaña vislumbra ya que la pérdida progresiva de la batalla mediática acabaría trayendo males mayores... y así fue. Sin embargo, ante la carencia o endeblez de órganos periodísticos propios o afines, hubo dos personajes en la República que fueron especialmente hábiles a la hora de influir entre la opinión pública. Lerroux y Azaña aprovecharon su ascendencia sobre los grandes periódicos republicanos independientes para defender sus criterios políticos sin cortapisas, una habilidad que fue más limitada en el caso de Martínez Barrio, de quien Alcalá Zamora elogia su “inteligencia natural e intuición”, al tiempo que reconoce “sus deficiencias de estudio, preparación y experiencia”. A fin de cuentas y puestos a comparar en sabiduría y experiencia mediática, Martínez Barrio era tipógrafo, mientras que Lerroux era un periodista experimentado que había montado una red de cien periódicos en toda España, como El Progreso de Barcelona, que creó y dirigió. De hecho, con su larga trayectoria periodística a cuestas, Lerroux fue el típico ejemplo de periodista-político. Pero él mismo se descalifica en el plano humano cuando, tras haber colaborado tanto tiempo con Martínez Barrio, no encuentra más argumentos de reproche hacia el sevillano que acusarle de “no mirar de frente, de ser reconcentrado, escurridizo y frío”. Desconozco si hubo entre ellos, además de desencuentro estratégico en el radicalismo, algún íntimo trasfondo de celos profesionales. Porque en aquellos
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viejos tiempos del sistema de impresión de periódicos en tipografía, había piques permanentes entre periodistas y personal de talleres. En mis primeros pinitos periodísticos hace más de 20 años, escuché a unos y a otros cómo se tiraban a matar, retóricamente hablando. Decían los linotipistas: “El mejor periodista, ahorcado” y contestaban los redactores: “Sí, pero con las tripas de un linotipista”. Bromas macabras aparte, no quiero cansarles más y quiero concluir señalando que la efervescencia que vivió el panorama periodístico andaluz durante la República tuvo como contrapunto primero la Guerra Civil y luego la oscura noche de los tiempos franquista. Los 34 periódicos que se editaban en Andalucía en 1936 quedaron reducidos a 15 al final de la contienda. Algunos de los diarios antes mencionados fueron requisados y sus cabeceras cambiadas por denominaciones franquistas, como “Azul” o “Patria” para nutrir la Prensa del Movimiento. Otras instalaciones fueron asaltadas y quemadas. Y los periodistas huyeron de la quema como pudieron, aunque hubo otros que fueron directamente fusilados como Constantino Ruiz Carnero, director de El Defensor de Granada, y Pablo Troyano, director de La Voz de Córdoba. Y hubo un tipógrafo honesto y comprometido con el difícil tiempo que le tocó vivir. Tras el Alzamiento, un periódico integrista pidió al Ayuntamiento de Sevilla que lo declarase “hijo maldito de Sevilla”, cinco años después de haber recibido el nombramiento de “Hijo Ilustre y Predilecto de la Ciudad de Sevilla” que con tanto orgullo y nostalgia llevó hasta el día su muerte en el exilio parisino. Un hombre sobre el que afortunadamente ha dejado de pesar ya, como una maldición, la más injusta de las condenas: la del olvido. Bibliografía: - ALFONSO RINCÓN, Manuel: El Correo de Andalucía. 100 años de Sevilla. Fomento de Iniciativas Andaluzas SA, Sevilla, 1999. - CHECA GODOY, Antonio: Historia de la Prensa andaluza. Fundación Blas Infante, Sevilla, 1991. - CHECA GODOY, Antonio: Prensa y partidos políticos durante la II República. Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, 1989. - MARÍA CRUZ, Seoane y DOLORES SÁIZ, María: Historia del Periodismo en España 3. El siglo XX, 1898-1936. Alianza Universidad Textos. Madrid, 1996. - RAMOS ESPEJO, Antonio: Después de Casas Viejas. Argos Vergara, Barcelona, 1984. - RAMOS ESPEJO, Antonio: García Lorca en Córdoba. Diario Córdoba SA, Córdoba, 1998. - SÁNCHEZ GARRIDO, J.L.; SOLANO MÁRQUEZ, F; FERNÁNDEZ Manuel; LUQUE, Rosa y GALÁN, Antonio. 50 años de Córdoba. Diputación Provincial de Córdoba, Córdoba, 1991.
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- TOBAJAS, Marcelino: El periodismo español. Ediciones Forja SA, Madrid, 1984 - TUÑÓN DE LARA, Manuel: La Prensa de los siglos XIX y XX. Servicio Editorial Universidad del País Vasco, Bilbao, 1986. - VAQUERO, Eloy: El drama de Andalucía. Colección Díaz del Moral, Ayuntamiento de Córdoba, Córdoba, 1987. - VIGUERAS, Francisco: Granada, 1936. Muerte de un periodista. Comares, Granada, 1998.
(Recibido el 10-6-2001, aceptado el 14-2-2002)
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Notas sobre psicoanálisis, literatura y comunicación. Algunas consideraciones a propósito del amor en la novela Cuaderno de viaje de Salvador Compán
1
Ramón Sarmiento Psicoanalista, Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación
RESUMEN Partiendo de la lectura de la novela Cuaderno de viaje de Salvador Compán se hace un reflexión en torno al amor/eros, a partir de la cual se establecen algunos interrogantes y conjeturas. Según las tesis psicoanalíticas, en especial las freudianas y lacanianas, toda relación humana supone un vínculo entre los sujetos implicados que queda regido por las leyes del inconsciente tal y como se manifiesta en la puesta en acto de la transferencia. Aplicando estas tesis a la lectura de la novela hemos tratado de extraer una serie de consecuencias e interrogantes que puede no dejar de ser oportuna para una investigación psicoanalítica sobre el amor y en especial sobre el vínculo afectivo como factor inherente al proceso de comunicación. ABSTRACT Based on a reflection about love and eros from a review of Cuaderno de viaje, romance by Salvador Compán, some considerations and conjectures are done. From a psychoanalytical perspective and especially from freudian and lacanian finding, human relationship includes a link between subjects that is ruled by the laws of unconscious as we can observe in the act of transference. Results of the review of the romance from this theorethical perspective offer a support for some consecuences and hypothesis concerning a psychoanalytical research about eros, death, love and aggressive instincts, especially about affective link in comunication process. Palabras claves: Psicoanálisis/Literatura/Comunicación/Salvador Compán/Cuaderno de Viaje.
Key Words: Psychoanalisis/Literature/Communication/Salvador Compán/Cuaderno de Viaje.
1 Versión escrita de la intervención, que tuvo lugar en Sevilla el 4 de Diciembre de 2001 junto con el autor, dentro de los Encuentros-coloquio sobre Amor, literatura y Psicoanálisis.
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Algunos paralelismos entre Literatura y Psicoanálisis. partir de la lectura de la novela Cuaderno de viaje de Salvador Compán, trataremos de establecer una serie de relaciones que servirán de punto de apoyo para unas reflexiones sobre la función del amor en el proceso de comunicación. Esta lectura en ningún momento pretende ser crítica psicoanalítica de la obra, más bien y por el contrario, a partir de la narración literaria, la descripción de personajes y escenas y el consiguiente goce de la propia experiencia de la lectura, trata de obtener las enseñanzas que el psicoanálisis pudiera recibir. Entre estas dos disciplinas encontramos una serie de paralelismos; de ellos vamos a señalar algunos que nos van a servir como punto de partida para el desarrollo de ciertas reflexiones en torno al vínculo afectivo, esto es, en torno a la tríada amor, odio e ignorancia, que subyace a toda relación comunicativa. El oficio de escritor y el de psicoanalista están atravesados por analogías que hacen que sus campos, a pesar de ser diversos en cuanto a su finalidad, encuentren amplias zonas de convergencia.
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1. Tanto para el escritor como para el psicoanalista el discurso es el material elemental sobre el que trabajan2,3. La palabra, con su potencial polisémico y su carácter ambiguo, halla en la literatura una función estética que en el psicoanálisis se transforma en fin terapéutico4. Ambas disciplinas valoran especialmente la musicalidad, la similcadencia, el aspecto significante de la palabra además del semántico. 2. En muchas ocasiones la lectura presta palabras a la peor de las angustias, la angustia inarticulable que no posee palabras para su elaboración, la que se padece en silencio, produciéndose un efecto liberador al descubrir en los personajes conflictos semejantes a los propios, que, con la ayuda de la escritura literaria, facilita el desvelamiento, toma de conocimiento, replanteamiento y búsqueda de soluciones de aquellos nudos generadores de conflictos intrapsíquicos. 3. Para la formación del psicoanalista Freud recomendaba, además de la Filosofía, la Psicología y la Psiquiatría, el estudio y la profundización en discipli-
2 FREUD, S. Sobre psicoterapia (tratamiento por el espíritu). 1905. Obras Completas Ed. Amorrortu Buenos Aires, 1986 Vol 7, p.243. 3 LACAN, J. Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis en Escritos 1. Ed. S.XXI, México, 1984 p. 227. 4 A su vez hallamos esta imbricación entre literatura, arte y psicoanálisis en el valor terapéutico del arte y la literatura en sí y por sí mismos, en los efectos de identificación, abreacción, catarsis que se manifiestan en la lectura o en cualquier otra forma de contemplación de la obra de arte.
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nas tan aparentemente ajenas al médico y con los que no suele tropezar en su actividad profesional: Historia de la civilización, Mitología, Psicología de las religiones y Literatura5. Difícilmente podemos encontrar textos tan certeros y agudos a la hora de penetrar en lo más profundo del ser humano como las obras de Cervantes, Shakespeare, Gracián, Flaubert... No tememos desvariar lo más mínimo al afirmar que la mejor psicopatología fenomenológica, la mejor clínica descriptiva la podemos encontrar en la mejor literatura. 4. En su encuentro con otros saberes -Matemáticas, Lingüística, Medicina, Psicología, Biología...- la teoría psicoanalítica siempre ha salido fortalecida en su vertiente científica. De su interlocución con el arte y la literatura, el psicoanálisis como disciplina apegada a la práctica, se puede beneficiar, ante todo, de la sensibilidad y el saber hacer del artista ante lo Otro, lo desconocido, lo diferente, lo que está de la parte de allá, todo aquello que habitualmente escapa a la percepción y el discurso común. En este sentido nos interesa la mirada del novelista como receptor que aporta Otra percepción, otra perspectiva que va más allá de cualquier esquema, ya sea teórico o ideológico. La escucha del analista permite poner de relieve algo en el discurso que resulta ajeno al propio sujeto emisor del enunciado, permitiendo una interlocución con lo Otro. Y no es de extrañar, porque el oficio de escritor, de artista en general, exige una capacidad de percepción, la posesión y el dominio de un sexto sentido que permita percibir lo Otro, aquello que es menos fácilmente registrable. Por otro lado, estas antenas reclaman un trabajo continuo de afinación de esa sensibilidad para captar el mundo además de la elaboración de un universo propio que exige un cuerpo teórico, una estructura en la que integrar y dar sentido y alcance a las percepciones que esas antenas captan. Este instrumento de percepción, desde el campo del psicoanálisis podemos decir que está íntimamente relacionado con el inconsciente. Estas antenas a las que nos referimos serán más sutiles y agudas en la medida en que se vean menos sometidas a los velos de la represión y más libres, por tanto, de la censura del inconsciente6.
5 FREUD, S. Psicoanálisis profano (Psicoanálisis y medicina). ¿Pueden los legos ejercer el análisis?.1926. Obras Completas. Ed. Amorrortu Buenos Aires, 1986. Vol 20, p. 165 6 FREUD. S. Interpretación de los Sueños. 1900. Obras Completas Ed. Amorrortu Buenos Aires, 1986 Vol 4 y 5.
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5. Los novelistas suelen hablar de cómo los personajes crecen por sí solos y dictan el destino de la narración. De forma parecida el psicoanálisis toma su rumbo a partir de la demanda del paciente. La puesta en palabras del sufrimiento trágico del ser humano es lo que dicta la dirección del trabajo terapéutico, si bien no de manera mecánica sino como resultado de una labor de interpretación. Tanto en el caso del novelista, como en el del psicoanalista, podemos decir que los sujetos -ya sean personajes de una novela o pacientes en psicoterapiamarcan la dirección a seguir y que tanto el novelista como el analista deben ceñirse a seguir, observar, analizar, lo que esos personajes producen por sí mismos. 6. Un nueva coincidencia entre literatura y psicoanálisis la encontramos en la primacía de la forma sobre el contenido. En el escritor no se trata tanto de decir un argumento nuevo -ya están todos contados- como el estilo en que se cuenta. El estilo es el hombre. El estilo es la agudeza, el estilete, el instrumento que permite al autor penetrar en la naturaleza humana. Lo esencial para el escritor no es el tema sino el estilo. Tal y como nos recuerda Borges continuamente, a estas alturas en que ya todo argumento está contado, es fundamental esa mirada subjetiva que enriquece lo que nos dice con su estilo. Lo encontramos en el propio texto de la novela y parece escrito por un psicoanalista refiriéndose a su propia práctica. «Más que lo que contaba, me interesó el modo de contarlo porque uno se acostumbra a ir haciéndose un rastreador de huellas de las personas que le importan, estudia sus actitudes, sus mínimos gestos, detalles de su vestido o de su vivienda: toda esa información que nos transmiten involuntariamente y que, a causa de ello, tiene el valor de lo auténtico»7. En torno a la forma 1. En relación con la forma en esta novela de Salvador Compán, Juan García, el novelista dentro de la novela, trabaja su documentación a la manera en que lo hace el psicoanalista con el material del paciente. Éste, por una parte escucha el discurso “oficial”, el contenido manifiesto, el enunciado que el paciente va desplegando, pero para el analista es fundamental cualquiera de los agujeros en ese discurso –lapsus, olvido, error en la sintaxis o en la lógica del discurso...que
7 COMPÁN, S. Cuaderno de viaje. Ed. Planeta. Barcelona, 2000. p.184.
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conforman el cuaderno de viaje/vida del paciente- donde el inconsciente va dejándose emerger8. Juan García, elabora su novela recopilando percepciones, sensaciones, ideas, datos, conversaciones, que van quedando reflejadas en el Cuaderno de viaje bajo la forma de notas, dibujos, observaciones, impresiones que la investigación de los hechos le van proporcionando; un material aún no sometido a corrección, de donde posteriormente, y por selección de acuerdo con los criterios dictados por Cándido Espejo, se extraerá la novela oficial. La novela que leemos es en sí el conjunto de ideas latentes que la censura dejó fuera de esa novela oficial9 – que sería la que encarga Cándido Espejo, la que no leemos-. 2. Por otra parte Cándido Espejo encarga a Juan García una historia que magnifique los aspectos más brillantes de la historia de la familia eliminando todo aquello que oscurezca el buen nombre y la dignidad del linaje de los Seisdedos, con objeto de crear una versión oficial, abiertamente hagiográfica. Esta estrategia no deja de evocar lo que en psicoanálisis se conoce como novela familiar, es decir aquellas fantasías en las que el sujeto suele imaginarse como hijo de unos padres imaginarios magníficos, dotados de todos los atributos de excelencia, con que trata de compensar las carencias generadas al descubrir ciertas faltas en sus padres que los alejan del rango de omnipotencia con que hasta entonces los había investido; fantasías, al cabo, con que el niño trata de dar respuesta a los enigmas sobre el origen. 3. A través del recurso de la investigación llevada a cabo por Juan García para la elaboración del material de su novela observamos cómo el tratamiento de las situaciones, se va construyendo/desconstruyendo desde los diferentes vértices o elementos que conforman la estructura de cada escena, de una forma que evoca el trabajo que realiza el psicoanalista con las fantasías –atravesamiento- y los sueños –análisis-. La historia en la novela se va construyendo/desconstruyendo desde las versiones de Cándido Espejo, el Padre Expósito y Margarita, el diario de Rafael, etc, vértices todos ellos que prestan una perspectiva diferente a la construcción de las situaciones.
8 LACAN, J. Comentario hablado sobre la Verneinung de Freud por Jean Hippolite, Escritos Ed. S.XXI, México, 1984, t. 2, p.859. 9 Que podríamos, en léxico psicoanalítico de la Interpretación de los sueños, denominar elaboración secundaria.
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4. Si nos aproximamos a la novela con la pregunta de R. Jacobson10 ¿qué es lo que hace que esta novela pueda ser considerada una obra de arte?, podríamos respondernos, con Lacan que partiendo de un tratamiento metonímico, la novela se hace metáfora11. Partiendo de un texto fragmentario -así lo encontramos, por ejemplo en las diferentes versiones subjetivas y parciales recogidas por Juan García- la novela se nos representa como una metáfora12 generadora de sentidos y significaciones inagotables13. La narración, tejida como novela-metonimia resulta en su producto novela-metáfora. En esta novela se nos narra la genealogía -origen, evolución, destino...- de una familia, unos personajes, una sociedad, un momento histórico, se nos presenta una descripción de la naturaleza humana y sus pasiones más elementales, del orden social...o si se quiere hasta el origen de la generación del latifundio alegoría a su vez del origen del capital. Volviendo a la cuestión del estilo, la forma en que lo hace invita a una lectura fecunda, propicia una labor de pensamiento que engendra evocaciones, invita a reflexiones que generarán nuevos sentidos y significaciones -sustitución significante al fin, propia del eje metafórico-. En torno al contenido En relación con el contenido encontramos en esta novela una reflexión sobre las formas más elementales de la naturaleza y las pasiones humanas. Tal y como se plasma en el texto, podríamos distinguir una primera parte, dedicada casi exclusivamente a las pasiones agresivas, destructivas, aquellas que bien podríamos hacer corresponder con las pulsiones de agresivo-destructivas14. Pasiones destructivas como codicia, avaricia, ambición, odio conforman la materia pasional con que se elabora esta primera parte de la novela en que se narra cómo levantan los Saturios su patrimonio a través del ejercicio del dominio y del poder sobre sus víctimas, generando un fortuna erigida a base de expolio, extorsión, bandidaje y crueldad. Esta voluntad de dominio va a dar como resultado una relación amo-esclavo que contiene el germen de la propia resolución del relato. El amo necesita el
10 JACOBSON, R. Lingüística y poética, en Ensayos de Lingüísticas General, 1985 Ed. Planeta-Agostini p. 348 11 LACAN, J. La instancia de la letra. Escritos 1. Ed. S.XXI, México, 1984 p.486 y 487 12 LACAN, J. Seminario 5. 1957-58. Ed. Piadós, 19 13 El propio autor en una comunicación personal en el marco de los Encuentros-coloquio nos confió que su posición como novelista es la de generar una metáfora. 14 Relacionables con las pulsiones del yo en la primera teoría pulsional freudiana o bien con las pulsiones de muerte en la segunda teoría pulsional. FREUD, S. Las dos clase de pulsiones en 1923, El yo y el Ello.. Obras Completas. Ed Amorrortu, Buenos Aires, 1986 t. XIX., p. 1.
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reconocimiento del siervo/víctima, pero en este sometimiento se vislumbra la acumulación de tensión agresiva de las víctimas, necesaria para que, con el tiempo, se genere el movimiento de venganza, -deseo de muerte del amo- que viene a cumplirse como un rito- y que sigue la mecánica del retorno de lo reprimido15. En esta novela se nos describen dos tipos de ejercicio del poder claramente diferenciables, aquel que ejercen los Saturios de forma brutal y grosera y la otra más racional, ilustrada de Rafael Seisdedos, quien a pesar de sus escrúpulos y sus esfuerzos más o menos esnobistas de distanciarse de sus antecesores en la relación sanguinaria hacia el otro, no declina esa voluntad de dominio que parece marcar a los Seisdedos con un estigma familiar. En Rafael Seisdedos la voluntad de dominio se ejerce de una forma más sutil, con una aspiración de convencimiento del otro a través del raciocinio. Dentro de estos primeros capítulos dedicados a las pasiones destructivas, encontramos unas historias que tienen un lugar relevante en la tradición de la literatura castellana, los odios cainitas. Una de ellas es la relación del padre Expósito con Rafael Seisdedos. El padre Expósito, heredero del más genuino espíritu saturio, bárbaro y brutal, vive bajo el estigma del hijo bastardo que comienza reivindicando la demanda justa de un lugar en la familia y termina rapiñando lo que considera su parte del patrimonio a base de la extorsión y el chantaje afectivo. Otra de estas parejas cainitas la hallamos en la relación de Cándido Espejo con su cuñado Rafael Seisdedos, relación que puede recordarnos a Salieri y Mozart. Ante el silencio pleno del que Rafael Seisdedos se siente dueño, Cándido Espejo es esclavo del vacío de sus palabras en una fascinación que lo colocará en actitud servil ante Rafael Seisdedos. La idealización con que Cándido admira a Rafael le coloca en un lugar de sumisión en el que la acumulación de envidias y hostilidades se transformará en venganza en cuanto las circunstancias lo permitan, delatando a su cuñado, intrigando contra éste ante Nieves la matriarca o confabulando contra él en nombre de la moral y la decencia cuando éste introduce, en una maniobra desesperada, a Ana Bárcena -una prostituta- en la casa familiar. En la narración asistimos a una admirable contraposición de dos formas de la misma pasión16, el odio franco, primario del padre Expósito y el odio insidioso de Cándido Espejo.
15 FREUD. 1896, Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa. Obras Completas Ed. Amorrortu Buenos Aires, 1986, t .III. p.157. 16 GURMENDEZ, C. Tratado de las pasiones. Ed. Fondo de Cultura Económica, Madrid. 1997.
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Pero es en la segunda mitad de la novela, la dedicada más claramente a la relación de Rafael Seisdedos y Ana Bárcena, donde el estilete del novelista penetra con más perspicacia y sutileza en los entresijos de la pasión. Donde, gracias al recurso del diario de Rafael, se interna con más determinación en una escritura intimista del desgarro sufrido por un hombre que se entrega -y no renuncia a su pesar- al desafío del deseo hasta las últimas consecuencias. Es en esta parte donde la lectura se va remansando en la medida en que los personajes, sobre todo Rafael, van tomando un rumbo más complicado, ajeno a esquemas, cercano a la verdad pulsional. La novela presenta un cierto desequilibrio. El lector, atrapado en la pasión de Rafael, desea que la narración se dilate17; no obstante, esta merma queda compensada con un lenguaje poético e intenso, en el que la descripción se hace más evocadora y donde cada párrafo está cargado de una enjundia propia la mirada de un novelista. Las historias de amor descritas en la novela representan un muestrario de diferentes formas del encuentro erótico. Por una parte se nos muestran las extrañas relaciones de los Saturios y sus mujeres. Éstos parecen condenados a la condición erótica de disociar ternura y sensualidad18. Como objeto de elección la mujer debe quedar bien disociada. Aquella que será objeto de ternura, la madre legítima de los hijos reconocidos, es idealizada como madre virginal. En cambio, Maribaila ocupará el lugar de la mujer objeto de sensualidad. Disociación descrita por Freud y atribuida especialmente a seres especialmente primitivos o bien cargados por determinados aspectos perversos. Respecto a las formas de comportamiento erótico y en especial a estas menciones freudianas, habría que referirse al carácter peculiar que parece ser común denominador de los objetos eróticos de Juan García. Tanto en la relación amorosa con una mujer casada que deja en Madrid como sus escarceos con la esposa de Esteban Molina el arriero, o su relación con Lucía Lara, encontramos un elemento común, las tres tienen pareja. Hallamos aquí una alusión a la indicación freudiana referente a una condición en la elección de objeto en ciertos hombres: la necesidad de un tercero para avivar el deseo hacia un objeto de elección. Vamos a mencionar sin detenernos, aunque bien podría requerir mayor atención, la pareja formada por Cándido espejo y Margarita, o la de aquél y su primeras novia de Madrid, o la del Padre Expósito y su amancebada Rosa, historias apenas esbozadas donde se da cuenta de la complicada estructura del eros 17 A este comentario, el autor respondió que esta segunda parte, que era en un principio bastante más extensa, sufrió un recorte severo bajo el criterio de hacer una lectura más aliviada. 18 FREUD, S. Contribuciones a la psicología del amor. Obras Completas Ed. Amorrortu Buenos Aires, 1986, t XI.
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–sus relaciones con el apego, las urgencias pulsionales, los intereses sociales, la necesidad biológica, la complejidad de los sentimientos, la sensualidad, el afecto...-. En cambio vamos a detenernos en la historia pasional de Rafael Seisdedos. Este personaje, que a lo largo de la primera mitad de la novela aparece como un ser enigmático, marcado por un temple racional y dominador, se nos revela como arrebatado por los impulsos más primarios cuando, respondiendo a la llamada de la sangre, clama venganza de forma desaforada tras el asesinato de su padre y su abuelo. Ya en este pasaje, determinante en la estructura de la narración, se descubre cómo en los sótanos del sólido edificio que Rafael ha intentado construir a base de templanza, fuerza interior contenida y una férrea voluntad de dominio se encierra el desafuero saturnal. ( del que intenta escaparse durante toda su vida sin conseguirlo) Aunque en el episodio de su relación con María Vico aparece como un personaje desapasionado, distante ante las convenciones, frío ante los sentimientos, regido por los intereses, posteriormente se nos va a ir mostrando como un personaje en busca de su destino. En su cumpleaños, momento elegido para dar fin al duelo por la muerte de los Saturios, este hombre, que ha cimentado su dignidad en la asunción de emblemas sociales, queda poseído por un deseo, que se presenta más irrenunciable cuanto más imposible. La atracción de Ana llega a obsesionarle hasta tal punto que buscará protección en la lectura, en la disciplina del trabajo o en la pintura. Este hombre dominador, respetuoso con las convenciones sociales, romperá, llevándose a su casa a Ana Bárcena, enfrentándose a los reproches de su familia y a la vergüenza social llegando al extremo del desfalco. Azuzada por las insidias de Cándido Espejo, la abuela Nieves resurge de entre los muertos y se erige en baluarte de la moral. El cerco se va cerrando en torno a la pareja, que cada día vive más en clausura su pasión. Rafael huye -con Ana- del asfixiante universo familiar con lo puesto, y se abisma a una espiral que lo llevará desde la complacencia en los emblemas de la prestancia social hasta el despojamiento de su identidad social ejerciendo como alcahuete de su amada. Destino desgraciado -Ana lo abandona por un rentista-, de ruina, miseria y muerte, rasgos que definen el amor-pasión19.
19 ROUGEMONT, D. de. El amor y occidente.Ed. Kairós. Barcelona. 1993
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Algunos interrogantes para la discusión 1. ¿Podríamos establecer una cierta relación entre la pasión amorosa de Rafael y acontecimientos anteriores?. En la novela asistimos a la presentación de Rafael Seisdedos como un personaje dominador de sus impulsos, pero ante el asesinato de su padre –y su abuelo-, presa de un arrebato de ira y siguiendo la llamada de la sangre saldrá, clamando venganza. Al encuentro de Anselmo Feliú, este inocente halla la muerte en sus manos. Tras caer en un estado de melancolía -que aprovechará el padre Expósito para intrigar- y tras un tiempo de elaboración de ese sentimiento de culpa, durante el que pasa por un momento de locura transitoria -simbolizada en el loco Valor y su amistad con él-, buscará un castigo -que expíe el sentimiento de culpa- que encuentra en la pasión amorosa que finalmente le conducirá a la desgracia y la destrucción. 2. En relación con la pasión de Rafael Seisdedos, que roza el sexo, el misticismo y la destrucción, ¿podríamos decir que en su enamoramiento invierte la fórmula “amo lo que no deseo, deseo lo que no amo”20 y que el objeto elegido sigue la vía de la unión en un objeto de lo sensual y lo afectivo? A diferencia, por ejemplo de los Saturios, quienes necesitan separar la mujer idealizada -Nieves, Adela- de la profanada -la Maribaila, que, no en vano se la llama precedida del artículo. En Ana Bárcena se condensan las corrientes, afectiva y sensual, transformando la fórmula en «amo lo que deseo y gozo de lo prohibido». Esta historia de amor es un intento frustrado de vencer la escisión impuesta por la Civilización, origen de un malestar malestar intrínseco a la estructura social. 3. Paradoja eros-muerte. Podríamos aventurar que tanto Rafael Seisdedos como los Saturios encuentran la muerte en el lugar del placer, casas de lenocinio. Éstos son sorprendidos por la muerte en la casa de la Maribaila. Rafael morirá en la casa que se supone compartía con Ana, donde él ejerció de proxeneta. Encuentra la muerte en el lugar del amor. En los hombres de la familia Seisdedos el ímpetu de la conquista se convierte en torpeza y desacierto a la hora del amor. Dominadores en las pasiones agresivas, los Seisdedos se convierten en dominados en el terreno de las pasiones eróticas.
20 FREUD, S. Contribuciones a la psicología del amor. Obras Completas Ed. Amorrortu Buenos Aires, 1986, tXI.
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4. El encargo de Cándido Espejo, cercano a su muerte, a Juan García plantea una cuestión existencial, qué hacer ante la evidencia de la muerte. Quizá podríamos quedar estuporizados en la desesperación como consecuencia del shock narcisista disparado por la certeza de lo limitado de la vida. O quizá rehacer el rumbo de la existencia aceptando el propio destino. En este caso se suele decir que la muerte ayuda a valorar la vida. Sólo se vive una vez, se suele objetar como justificación a estos golpes de timón. O quizá inventar una vida, complaciéndonos en una ficción -¿defensa narcisista ante la muerte?- que por lo general intenta suplir un pasado anodino. Este parece ser el caso de Cándido Espejo, quien, al final de su vida y al hacer balance de lo miserable de su existencia, encuentra consuelo en reinventarse en esa novelamáscara encargada a Juan García donde se repite la estrategia del ocultamiento y la mentira que marca su biografía. 5. El autor parece sensibilizado ante el peso del nombre propio en la estructura de un sujeto. Quizá por eso la elección de los nombres de los personajes parece translucir unas intenciones. Juan García Martínez nombre y apellidos convencionales para alguien que se plantea con su escritura dejar una marca. Saturios, Seisdedos que evocan la transgresión que representan. Expósito para el hijo natural que no es reconocido como hijo y es padre por una vía tan poco natural. El loco Valor necesitado por Rafael Seisdedos, Margarita... Pero sobre todo llama la atención el nombre de Cándido Espejo –que bien refleja los aspectos más mezquinos de la condición humana-.Este personaje se nos presenta, de manera cándida, como un verdadero espejo que refleja la sordidez en aquellos que entran en la esfera de su influjo. Así en el principio de la novela, Juan García no puede dejar de sentirse un miserable al aceptar poner su escritura al servicio de la infamia por un puñado de reales. 6. En las reflexiones del escritor Juan García sobre la autenticidad contraponiendo novela-máscara versus novela-verdad21, se equipara realidad y verdad. ...Le hablé de la novela-verdad que pienso escribir, tal como se hace hoy en Francia, un nuevo modo narrativo que calca hechos y personajes, y concibe al autor a la manera de una mano que arranca un trozo de realidad y ciñe sobre él las palabras como si éstas fueran la cera con la cual hacen los escultores sus duplicados. Pero, ¿podríamos diferenciar realidad y verdad como lo hace el psicoanálisis?. En la psicoterapia psicoanalítica se distingue entre buscar el origen del síntoma en un acontecimiento acaecido en la realidad y buscar el origen del
21 COMPÁN, S. Cuaderno de viaje. Ed. Planeta. Barcelona, 2000, p.165-6-7 y p. 173.
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conflicto en la verdad del deseo tal y como se pone en juego en la fantasía -teoría fantasmática-. ¿Podríamos diferenciar realidad entendida en un sentido fenoménico propio del materialismo mecanicista de la teoría traumática y verdad tomada en un sentido nouménico que apunta a la congruencia interna del discurso?.
(Recibido el 18-12-2001, aceptado el 24-1-2002)
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 351-369)
Aproximación al estudio de la Prensa Local de Barrio en Sevilla Ana Gómez Mendo Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación Periodista del Ayuntamiento de Sevilla
RESUMEN El artículo ofrece una visión general de la prensa local gratuita en Sevilla capital y referida fundamentalmente a los medios impresos en papel prensa. Esta modalidad ha experimentado un notable éxito en la ciudad, muestra de ello, y así lo constatamos en el texto, es la proliferación de periódicos de distrito editados en los últimos años, así como la aparición reciente de varias publicaciones gratuitas de información general. Así mismo, se apunta el recelo que este fenómeno está provocando en los medios tradicionales de pago de algunos países europeos y que ya se constata en la capital madrileña. ABSTRACT The article offers a general vision of the free local press in the capital of Seville and mainly referred to the media printed in paper press. This form has experimented an important success in the city, it shows of it, thus we stated in the text, is the proliferation of district’s newspapers published in the last years, as well as the recent appearance of several gratuitous publications of general information. Also, it is notice the distrust that this phenomenon is causing in the traditional media of payment of several European countries and that already stated in Madrid. Palabras claves: Prensa gratuita/Sevilla/Periódicos de barrio/Publicidad local. Key Words: Free press/Seville/District’s newspaper/Local advertising.
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iecisiete periódicos de barrio existen ya en Sevilla, de los cuales dieciséis son gratuitos y tan sólo uno de pago. Este hecho, al que hay que sumar la aparición en los dos últimos años de varias publicaciones gratuitas de información general sobre la ciudad, confirma el éxito en Sevilla de la prensa local gratuita. Aunque los primeros periódicos de barrio gratuitos nacieron en 1995, todos ellos ya desaparecidos, el crecimiento espectacular de estos medios se produce durante los años 1999, en el que ven la luz cuatro de ellos, y 2000, en el que se gestan un total de nueve iniciativas de estas características. De formato típico tabloide, impresos en papel prensa y con un número de páginas que oscila entre las 16 y las 32, con algunos casos aislados que suben a
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las 40, estos medios informativos, la mayoría de periodicidad mensual a excepción de cuatro de ellos pertenecientes a la misma empresa -Casco Antiguo- con una periodicidad quincenal, suman una tirada aproximada a los 258.000 ejemplares al mes. La razón de este notable incremento de los medios de comunicación de carácter local y regional la podemos encontrar en la necesidad de los ciudadanos de mantener una conciencia colectiva frente al fenómeno de la globalización. Este hecho, unido al desarrollo tecnológico, ha facilitado la implantación de numerosos medios a pequeña escala, manifestación que ha tomado más fuerza en las grandes capitales. Nos encontramos con la aparición, sobre todo en el ámbito local, de nuevos sistemas informativos (videos comunitarios, sistemas de televisión por cable a escala local, periódicos de barrio, revistas, radios y televisiones piratas, etc.) que, con poca inversión en su puesta en marcha, pueden autofinanciarse cómodamente a través de ingresos por publicidad procedentes del sector comercial de carácter local. Su éxito radica en el interés por parte del ciudadano de conocer todo aquello que acontece en el entorno geográfico más inmediato. Para Marciá Mercadé «el interés del lector se distribuye entre su deseo de conocimiento amplio, la información internacional y nacional que le proporciona el «gran» diario (nacional, interregional y algunos regionales de mayor difusión»), y el afán de saber acerca del acontecer más asequible y próximo, que le afecta de un modo más directo (los «medianos» y «pequeños» periódicos de la capital de provincia, de la comarca, de su población o del barrio)».1 La denominada «prensa cercana» está de moda. Y a la tradicional división en provincial, comarcal y local, aparecen con gran fuerza otras modalidades como la municipal, la de barrio y la gratuita. Todas ellas persiguen un objetivo común: la defensa de la identidad no sólo de las pequeñas comunidades sino también la del propio individuo, amenazada en los últimos años por el protagonismo que han adquirido los acontecimientos de carácter mundial y regional. Las nuevas tecnologías han provocado una saturación de mensajes que han derivado en el aburrimiento y, en muchos casos, en el desinterés del receptor. Poco a poco los individuos se han ido interesando más por aquella información generada en su entorno inmediato que por los sucesos de carácter general. Este hecho ha propiciado grandes cambios en el mundo de la comunicación. En primer lugar, fue la prensa regional la que, mediante las edicionalizaciones, fue acercándose a las distintas provincias. Después, la prensa local fue dedicando cada vez mayor atención a los barrios. Sin embargo, parece que los periódicos locales tampoco cubren toda la información local que demanda el lector. De ahí, que la prensa de barrio venga a cubrir el vacío informativo existente.
1 MACIÁ MERCADÉ, Juan. La comunicación regional y local. Ciencia 3. Madrid, 1993, pág. 94.
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Juegan un importante papel como instrumentos de cohesión social Estos periódicos de barrio, por su cercanía al lector y a todo aquello que a éste le interesa, le preocupa, están en mejor disposición de dar respuesta a la demanda informativa que se plantea en la comunidad a la que pertenece. Por otra parte, este mayor conocimiento entre el medio de comunicación y los receptores de la información hace que exista por parte de estos últimos un control más exhaustivo de la actividad informativa. Para Jáuregui2 «los medios de comunicación de carácter local se hallan sometidos a un control social mucho más estrecho por parte de sus receptores de información, entre otras razones por la mayor facilidad existente para establecer e institucionalizar sistemas específicos de control». Hay que tener en cuenta otra función importante y que, sin duda, confiere a estos medios un gran valor en cuanto que se convierten en elementos importantes para la profundización en la democracia. Esta función es la de acercar a los políticos a la realidad de las distintas comunidades, puesto que contribuyen a que los gobiernos municipales estén al tanto de forma directa de las necesidades, problemas e inquietudes de los vecinos. De esta forma, resulta más fácil dar respuesta a las demandas planteadas. Al permitir una mayor participación del lector, que encuentra una tribuna fácil para hacer llegar sus críticas, comentarios e indicaciones a los responsables municipales, estos medios actúan, en numerosas ocasiones, como importantes instrumentos de control de aquellas actuaciones que los poderes públicos proyectan o ejecutan en las zonas donde se difunden. Finalmente, no podemos olvidar otra de las características de estos medios. La información periodística que ofrecen los periódicos de barrio, además de satisfacer las necesidades que los ciudadanos tienen de conocimiento de la actualidad, es un importante instrumento de cohesión social. Un buen entendimiento entre el lector y el periódico, siendo éste reflejo de sus inquietudes y necesidades, hace que se fomente, en gran medida, el sentimiento de comunidad. La publicidad como medio de promoción empresarial Esta modalidad de prensa es fundamentalmente gratuita, vive de las inserciones publicitarias. Y esto es así porque los empresarios locales se han dado cuenta de que publicitarse en los medios del barrio es una buena forma de promocionarse y más rentable que hacerlo en los grandes medios nacionales, regionales o locales. El aumento de la publicidad en estos medios hace que esta modalidad de prensa tenga grandes posibilidades de autofinanciarse y, por lo tanto, un gran futuro. 2 GURUTZ JÁUREGUI BERECIARTU. Medios de comunicación y poder: El control de los flujos de la información. Trabajo realizado con motivo de su participación en el Basque Studios Program, de la Universidad de Nevada (USA).
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Localizamos la información publicitaria reflejada en sus tres aspectos habituales. En primer lugar, se constata en algún que otro medio, si bien la presencia es muy escasa, la existencia de inserciones de grandes marcas, aunque el predominio, sin duda, es el de los anuncios locales procedentes de los pequeños y medianos empresarios de la zona, así como una gran variedad de pequeños anuncios o anuncios por palabras. Entre los sectores que más ingresos aportan a los periódicos de barrio destacan el transporte, tanto el público como la automoción privada; el sector servicios en general; el comercio, en sus modalidades de grandes superficies y pequeños comerciantes (muebles y decoración, moda y confección, material fotográfico, material informático y de oficina, etc.); la restauración; la actividad inmobiliaria; la educación y la enseñanza; centros médicos y servicios sanitarios en general; autoescuelas; belleza; higiene y salud, etc. La publicidad privada aventaja y con gran diferencia a la de carácter institucional. Sin embargo, es fácil comprobar cómo en los dos últimos años, y debido al éxito de esta modalidad de prensa, los ingresos obtenidos gracias a la publicidad contratada con las administraciones públicas, en especial las locales, han ido creciendo sobre todo en los medios que han conseguido una mayor implantación en la comunidad donde se distribuyen. Disponemos, pues, a la hora de concebir un periódico de barrio de dos tipos de información: la que genera los acontecimientos que se producen en el entorno de la comunidad y la que proviene del mercado publicitario. En ambas modalidades de información, la noticiable y la publicitaria, se detecta, con relativa frecuencia, la presión que intentan ejercer, por un lado, los poderes fácticos o pequeños grupos de presión locales y, por otro, los anunciantes, que puede llegar a condicionar de forma importante el contenido de la información. Esta presión, en los dos casos, se contrarresta, en cierta medida, por los mecanismos de control de los pro-
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pios ciudadanos, mucho más sutiles en este tipo de prensa por su cercanía y conocimiento de todo aquello que acontece, y que demuestran que es en la propia noticia local y no en la orientación interesada de la información donde radica el éxito de estos medios informativos. En cuanto a las ventajas de este tipo de prensa es la gratuidad una de las más importantes. Al lector conseguir este periódico no le ocasiona desembolso alguno de dinero y, además, llega a sus manos con mayor facilidad que otros; lo encuentra en los establecimientos o lugares que suele frecuentar a diario. Este hecho hace que llegue a un público mucho más amplio y menos selectivo que el lector habitual de prensa. En este desarrollo de la prensa de barrio también han influido otras circunstancias, como las ventajas que tiene en su distribución respecto a la prensa nacional y regional, diferencias que afectan tanto al coste como a la rapidez. Al cubrir un ámbito menor, el transporte es más fácil y más barato. El equipo de distribución puede ser propio o se contratan los servicios de una empresa a la que se encomienda estas tareas. El trabajo que tiene que hacer esta empresa nada tiene que ver con el que realizan las firmas que pertenecen al circuito de distribución de la prensa habitual. Estos periódicos son gratuitos por lo que no se distribuyen a través de kioscos o librerías y tampoco abundan las suscripciones. El reparto de ejemplares se hace en establecimientos públicos de gran afluencia (bares, restaurantes, entidades bancarias, centros médicos y comercios en general), en organismos oficiales, gabinetes de prensa, Hemeroteca Municipal en algún caso, bibliotecas, centros cívicos, centros educativos (institutos y colegios) y asociaciones y entidades de diversa índole, destinos la mayoría de ellos muy próximos entre sí. Otro método de distribución empleado por esta modalidad de prensa es el del buzoneo, mediante el cual el periódico llega al propio domicilio del lector. En este caso o se puede encargar a una empresa privada, lo cual resulta muy costoso, o llevar a cabo el reparto con medios propios. De todas las modalidades que engloba la llamada «prensa cercana», es la prensa de barrio la que más llama la atención por su rápido crecimiento y gran relevancia en la comunidad, sobre todo en las grandes capitales. Si es verdad que la prensa local de barrio se ha manifestado en Sevilla con cierto retraso, no es menos cierto que lo ha hecho con gran fuerza. Tras varias experiencias surgidas en 1995, que acabaron en fracaso, entre 1996 y 1997 se ponen en marcha una serie de proyectos, algunos de los cuales llegan hasta hoy, como es el caso de la empresa informativa Casco Antiguo o del periódico La Voz del Distrito. NerviónSan Pablo. Sin embargo, el boom de este tipo de prensa lo situamos entre 1999 y 2000, años en los que se produce la expansión propiamente dicha.
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Aproximación al Estudio de la Prensa Local de Barrio en Sevilla
Un número de dieciséis periódicos de barrio de carácter gratuito circulan por la ciudad En estos momentos, se editan en Sevilla dieciséis periódicos de barrio gratuitos. Sólo una de las empresas, El Espejo, de reciente constitución, cubre en su totalidad los seis distritos en los que se estructura la ciudad, llegando a todos los barrios de la capital hispalense, con una tirada de 120.000 ejemplares y un audiencia estimada de unos 240.000 habitantes. El resto de los proyectos empresariales cubren varios e incluso un solo distrito. Ediciones Casco Antiguo editan cuatro cabeceras: Casco Antiguo, Macarena, Triana-Los Remedios, y Nervión-San Pablo. Jirigu Ediciones, publica Centro Histórico; Macarena, Tu Barrio, y, en tercer lugar, Triana Universal y Los Remedios, Tu Barrio. La Asociación Cultural CEDIS es la responsable de La Voz del Distrito. Nervión-San Pablo y La Voz del Distrito. Distrito Sur. Y, por último, a iniciativa de un grupo de vecinos del Cerro del Águila, y con el apoyo de la Asociación de Vecinos Delta, se edita otro de estas características: A Vista de Águila. Antecedentes La historia de la prensa local de distrito en Sevilla no va más allá de 1995, año en el que tiene lugar el nacimiento de los primeros periódicos de barrio. El antiguo arrabal trianero es el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida; pero, curiosamente, fueron dos las iniciativas que se pusieron en marcha casi al mismo tiempo y en la misma zona: Nuestra Orilla, que nace el 27 de abril del 95, coincidiendo con la Feria de Abril, y que en el segundo número cambia su nombre por el de La Voz de tu Orilla, y La Otra Orilla, que sale el 25 de mayo del mismo año y que tan sólo dura seis meses. El ámbito de influencia es Triana y Los Remedios, barrios que administrativamente forman parte del mismo distrito. Su elección se debe, fundamentalmente, a razones de carácter histórico, que confieren al barrio trianero una gran personalidad y, en consecuencia, la características adecuadas para acoger un proyecto de estas características. El barrio de Nervión también se convierte en punto de mira de los nuevos emprendedores. En agosto de 1995 se publica el número 0 del periódico El Templete y en octubre del 96, tras el cierre de éste, que permanece en la calle aproximadamente un año, sale a la luz La Voz de Nervión. El centro de la ciudad se convierte en el tercer barrio que se suma a esta aventura. De esta forma, en diciembre del 96 nace Casco Antiguo. Con posterioridad, a principios del 97 se constituye Ronda Norte, que en otoño del 98 se une a la empresa editora de Casco Antiguo para abaratar costes y cambia su nombre, poco después, por el de Macarena. A finales del 97, concretamente en el mes de diciembre, y ya fuera de la circulación La Voz de tu Orilla y La Voz de Nervión, que cierran en julio de ese año, sale La Voz del Distrito. Nervión-San Pablo. Todos siguen el mismo modelo, el periódico de barrio madrileño Barrio de Salamanca, cuyo éxito fue seguido de cerca por los empresarios sevillanos, que trasladaron la experiencia a Sevilla.
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Reproducimos las portadas de los dos primeros periódicos de distrito de Sevilla. Ambos vieron la luz en la primavera del 95 en el barrio de Triana.
Situamos, por tanto, los antecedentes de la prensa local de distrito en Sevilla en 1995 y 1996, años en los que se editaron los cinco primeros periódicos que se crearon en la ciudad. Ninguno de los tres que vieron la luz en el 95 lograron mantenerse y, según sus promotores, por falta de rentabilidad. De los otros dos, La Voz de Nervión, que nace en octubre del 96, y Casco Antiguo, en diciembre del mismo año, sólo ha continuado su labor informativa hasta nuestros días Casco Antiguo, cuya empresa ha logrado expandirse y consolidarse en la ciudad. El fracaso de estos periódicos se debió, posiblemente, a diversas causas. En primer lugar, a la escasa presencia de publicidad, única vía de financiación de estos medios, motivada, presumiblemente, por una mala gestión publicitaria ante la falta de comerciales en aquellas fechas, así como por el talante conservador de los empresarios, que no se arriesgaban a invertir en su autopromoción en estos incipientes medios. Otra de las causas pudo ser la falta de experiencia que los responsables de estos periódicos tenían en el sector de la comunicación. Tan sólo uno de ellos era periodista, pero desconocía por aquellas fechas los entresijos del mundo empresarial informativo. A estas circunstancias hay que sumar la ausencia de medios, tanto
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Aproximación al Estudio de la Prensa Local de Barrio en Sevilla
El espacio dejado por El Templete, editado en agosto del 95 en el barrio de Nervión, es sustituido en octubre del 96 por La Voz de Nervión. Ninguno ha logrado mantenerse hasta nuestros días
personales como materiales, y el hecho de que aún no disponían de fácil acceso a todos los recursos tecnológicos que con posterioridad nos han facilitado las Nuevas Tecnologías. Evolución de la prensa local de distrito en Sevilla Como hemos dicho el boom de esta modalidad se produce entre 1999 y 2000, años en los que aparecen 13 nuevos proyectos de medios informativos que responden a la denominación de prensa local de barrio. Todos ellos continúan su edición en la actualidad. Con el periódico de barrio Casco Antiguo arranca en 1996 la empresa «Ediciones Casco Antiguo», constituida como sociedad civil en un principio y que más tarde se convierte en sociedad limitada. Ya a finales de 1999, y tras absorber en el 97 Ronda Norte, que pasa a denominarse Macarena, esta empresa saca a la calle otros dos: Triana-Los Remedios y Nervión-San Pablo, cubriendo de esta forma los distritos más importantes de la ciudad. A Vista de Águila, cuyo ámbito de influencia es exclusivamente el barrio del Cerro del Águila, en el Distrito Este, sale en junio de 1999, promovido por un
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vecino del barrio, en colaboración con la Asociación de Vecinos Delta. Aunque en un principio no se publica con clara intención de continuidad, una vez editados varios números y constatada su excelente acogida se pone en marcha la Asociación Cultural Divulgativa Águila (ACDA), sociedad civil a la que se le encomienda la edición del nuevo medio informativo. En septiembre del 99 nace La Voz del Distrito. Distrito Sur, cuyo promotor es Fernando Gelán, veterano periodista que en el 97 funda La Voz del Distrito. Distrito Nervión-San Pablo. Para la puesta en marcha de estas dos cabeceras, ambas de periodicidad mensual, se crea una asociación cultural sin ánimo de lucro, que con el nombre de CEDIS (Centro de Estudios de los Distritos) preside Fernando Gelán. Por las mismas fechas, nace otro Casco Antiguo (1996) es el más antiguo de los periódicos de distrito periódico de barrio en el Distrito Este. Sale a la luz con la denominación de Este de Sevilla. En un principio la empresa, creada por jóvenes estudiantes de Periodismo, tenía la intención de ampliar el número de cabeceras cubriendo otras zonas de la ciudad, pero parece que el proyecto inicial se fue a pique pronto. Por el contrario, la empresa El Espejo sí que prosperó y en un tiempo record se extendió prácticamente por toda la ciudad. El origen de esta empresa fue una productora de vídeos denominada SERVIMAGEN, puesta en marcha en 1996 por dos hermanos, entonces estudiantes de Ciencias de la Información y grandes aficionados al mundo audiovisual. Más adelante probaron fortuna en la prensa escrita y con gran éxito se fueron introduciendo en una gran mayoría de municipios de Sevilla (cuentan con doce cabeceras en la provincia hispalense). Ya con varias líneas de negocio en el mundo de la comunicación, estos jóvenes empresarios constituyeron GRUCOSUR, Grupo de Comunicación del Sur, que en mayo de 2001 ha pasado a denominarse ANDALUMEDIA. Hoy día controlan una amplia red de periódicos de carácter provincial (tres en Almería, aparte de los de la provincia de Sevilla) y local (en Almería capital también editan tres periódicos de distrito), algún medio regional e, incluso, cuentan ya con su propia empresa de publicidad.
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Aproximación al Estudio de la Prensa Local de Barrio en Sevilla
El Espejo extiende su red durante el año 2000 por los seis distritos en los que se estructura la ciudad, llegando a todos los barrios de la ciudad. A las cabeceras El Espejo del Centro, El Espejo de Triana-Los Remedios, El Espejo de la Macarena, El Espejo del Distrito Sur, El Espejo del Distrito Este y El Espejo del Distrito Nervión-San Pablo, hay que añadir El Espejo del Aljarafe y El Espejo Inmobiliario, suplemento inmobiliario que se distribuye en el interior de todas las cabeceras editadas por la empresa. En el año 2000 nacen otros tres periódicos más. La empresa editora, Jirigu Ediciones, nace en 1998 con el objetivo de poner en macha el periódico Blanco y Rojo, dedicado exclusivamente a dar información sobre el equipo del Sevilla A los periódicos de barrio, se suman revistas que con un Fútbol Club. El éxito de este contenido similar amplían su oferta informativa. Esta portada responde a La Revista. Distrito Macarena, editada periódico deportivo llevó a su recientemente. promotor a poner en marcha tres periódicos en tres de las zonas más significativas de la ciudad. En el mes de febrero salen a la luz Macarena, Tu Barrio y Centro Histórico y, en mayo del mismo año, Triana Universal y Los Remedios, Tu Barrio. También de carácter gratuito pero con formato de revista, están apareciendo algunas publicaciones periódicas que contienen información sobre alguna zona concreta de la ciudad. En febrero de 2002 salió el número 1 de La Revista. Distrito Macarena, con el lema «Una nueva voz para tu distrito». De momento, sale con dieciséis páginas pero en breve ampliará su número. Con una población que supera los 150.000 habitantes, la Macarena cuenta ya con cuatro proyectos informativos en marcha, éste último con el objetivo de ampliar la oferta informativa de este barrio. De periodicidad mensual y con una tirada de 10.000 ejemplares, esta revista incluye entrevistas, reportajes y noticias de las actuaciones y proyectos que
Distrito Nervión
Distrito Casco Antiguo
Nuestra Orilla S.L.
Ediciones Casco Antiguo
La Voz de Nervión
Casco Antiguo
12 de Diciembre del 96
24 de Octubre de 1996
Continúa en la actualidad
Julio de 1997
Último trimestre de 1996
Manuel Bellido Servicios Generales de Publicidad S.C.
El Templete
Agosto de 1995
Noviembre de 1995
25 de mayo de 1995
Distrito Triana-Los Remedios
Local Press S.C.
La Otra Orilla
Distrito Nervión
Julio de 1997
27 de abril de 1995
Distrito Triana-Los Remedios
JMBJ Ediciones (1995) Nuestra Orilla S.L.
Nuestra Orilla (sólo nº 0) La Voz de tu Orilla
FECHA DE DESAPARICIÓN
FECHA DE NACIMIENTO
ÁMBITO GEOGRÁFICO
EMPRESA EDITORA
PERIÓDICO
Quincenal
Quincenal
Quincenal
Semanal (hasta el nº 15) y quincenal
Quincenal
PERIODICIDAD
15.000
25.000
10.000
8.000
30.000
TIRADA
NACIMIENTO DE LA PRENSA LOCAL DE DISTRITO EN SEVILLA. CUADRO CORRESPONDIENTE A LOS AÑOS 1995 Y 1996.
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Ediciones Casco Antiguo
Ediciones Casco Antiguo
Ediciones Casco Antiguo
Asociación Cultural CEDIS
Asociación Cultural CEDIS
Macarena ( antiguo Ronda Norte)
Triana-Los Remedios
Nervión-San Pablo
La Voz del Distrito. Nervión-San Pablo
La Voz del Distrito Sur
Distrito Sur
Distrito Nervión
Distrito Nervión
Distrito Triana-Los Remedios
Distrito Macarena
Distrito Casco Antiguo
ÁMBITO GEOGRÁFICO
Jirigu Ediciones
Jirigu Ediciones
Jirigu Ediciones
Grupo Andalumedia
Grupo Andalumedia
Grupo Andalumedia
Grupo Andalumedia
Grupo Andalumedia
Grupo Andalumedia
Macarena, Tu Barrio
Centro Histórico
Triana Universal y Los Remedios
El Espejo del Este
El Espejo de la Macarena
El Espejo de Nervión-San Pablo
El Espejo del Centro
El Espejo del Sur
El Espejo de Triana-Los Remedios
Distrito Triana-Los Remedios
Distrito Sur
Distrito Casco Antiguo
Distrito Nervión
Distrito Macarena
Distrito Este
Distrito Triana-Los Remedios
Distrito Casco Antiguo
Distrito Macarena
Asoc. Cult. Divulgativa Águila (ACDA) Distrito Este (Cerro del Águila)
Ediciones Casco Antiguo
Casco Antiguo
A Vista de Águila
EMPRESA EDITORIA
PERIÓDICO
Julio de 2000
Junio de 2000
Junio de 2000
Mayo de 2000
Mayo de 2000
Marzo de 2000
Mayo de 2000
Febrero de 2000
Febrero de 2000
Junio de 1999
Septiembre de 1999
Diciembre de 1997
Noviembre de 1999
1999
Otoño de 1998
Diciembre del 96
FECHA DE NACIMIENTO
Mensual
Mensual
Mensual
Mensual
Mensual
Mensual
Mensual
Mensual
Mensual
Mensual
Mensual
Mensual
Quincenal
Quincenal
Quincenal
Quincenal
PERIODICIDAD
20.000
20.000
20.000
20.000
20.000
20.000
10.000
10.000
10.000
8.000
20.000
20.000
15.000
15.000
15.000
15.000
TIRADA
PRENSA LOCAL GRATUITA DE DISTRITO EN SEVILLA. AÑO 2002
362 Aproximación al Estudio de la Prensa Local de Barrio en Sevilla
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se están ejecutando en el distrito, además de información de ocio y cultura, todo a color y con numerosas fotografías, lo que le da mayor atractivo. La edita la empresa A.S.G. Corporación Andaluza de Medios, sociedad limitada que publica también Circular por Sevilla y que estudia sacar a la luz otras publicaciones similares en algún que otro distrito de la ciudad. La consolidación de una buena parte de estos medios informativos, alguno de ellos en circulación desde el 96, se debe a una clara mejora en la calidad tanto en lo que se refiere al contenido como al diseño periodístico, además de la amplia y variada oferta de servicios que se contienen sus páginas. La gratuidad comienza a preocupar Los periódicos de barrio citados suman un total de dieciséis, todos ellos gratuitos. Sin embargo, a principios de este año 2002 hemos asistido al nacimiento de un nuevo periódico de barrio, Triana Información, cuyo ámbito de influencia se extiende, así mismo, a Los Remedios, y que presenta una peculiaridad: cuesta 0,90 euros. Se puede adquirir en los puntos de venta habituales, es decir kioscos y librerías, de la zona de Triana y Los Remedios. Es, en la actualidad, el único periódico sevillano de distrito que no es gratuito. La empresa editora, Publicaciones del Sur, con implantación en toda Andalucía, edita, según aparece en la página Web construida por el grupo, 45 periódicos, con una audiencia estimada de 300.000 lectores. Sólo Cádiz, cuenta con 19 periódicos, todos ellos de carácter provincial y comarcal; en la provincia de Córdoba, con siete; en la de Málaga, con cinco; en la de Huelva, con cuatro; en la de Jaén, con otros cuatro; en la de Granada, con uno, y en la de Sevilla, con siete, seis en la provincia y uno en la capital. Además, dispone de una agencia de noticias, dos televisiones locales y una emisora de radio. El grupo Publicaciones del Sur, nacido en 1994, ha pasado de 11 cabeceras con las La Voz de Sevilla es el único diario gratuito de inforque contaba en sus inicios a las mación general que existe en Sevilla.
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Aproximación al Estudio de la Prensa Local de Barrio en Sevilla
más de 45 que pertenecen hoy día a esta red andaluza de comunicación local, todas ellas de pago. Pero, tenemos también en la prensa diaria, y por primera vez en Sevilla, el caso contrario. En noviembre del pasado año 2001 nació en la capital hispalense la primera edición diaria con carácter gratuito, siguiendo los ejemplos de Madrid, Barcelona y Bilbao, entre otras grandes capitales. En la cabecera lleva el nombre de La Voz de Sevilla y cuenta con 24 páginas, siendo su distribución similar a la de los periódicos de distrito. Otro periódico gratuito ha hecho su aparición recientemente. Su nombre: El Río y ha salido a la calle en marzo de 2002. Con una periodicidad mensual, formato tabloide y con dieciséis páginas, está editado por la empresa Calle AnCircular por Sevilla, revista gratuita de periodicidad cha, S.C. Según explica el editorial mensual, se reparte en la red de autobuses de TUSSAM. del número 1 de esta publicación, nace con una vocación temática: El Guadalquivir. Sus páginas se centrarán fundamentalmente en aquellas noticias e informaciones que tengan como eje central el río Guadalquivir, uno de los grandes motores de la economía sevillana, y uno de los principales protagonistas de la historia de la ciudad. De formato arrevistado y con periodicidad mensual, aunque ofrece igualmente información general de la ciudad, salió a la luz en enero de 2001, con la colaboración de la empresa pública de Transportes Urbanos de Sevilla (TUSSAM), dependiente del Ayuntamiento hispalense, la Revista Circular por Sevilla, experiencia similar a la de Metro, pionera en España. Y la calificamos de similar en cuanto a su distribución y no a la periodicidad, formato o contenido. La tirada de Circular por Sevilla es de 75.000 ejemplares, repartidos por toda la red de autobuses de TUSSAM, y su edición está a cargo de A.S.G. Corporación Andaluza de Medios, sociedad limitada que dirige Óscar A. Serrano. Su información, aunque toca diversos temas de interés general del ciudadano de Sevilla, se centra, principalmente, en las novedades que se producen en el ámbito urbano, el transporte
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colectivo y el tráfico, además de dar a conocer aquellas actividades que se organizan para el ocio y el disfrute de sus lectores. Además de las publicaciones citadas, existen en Sevilla un gran número de revistas de carácter gratuito pero monotemáticas, algunas de ellas cuentan ya con una dilata experiencia y gran implantación en la ciudad. Encontramos algunos proyectos interesantes de carácter monográfico que giran en torno a la cultura, como El Giraldillo, al turismo, la gastronomía, la empresa, etc. Pero ninguna de estas iniciativas han tenido contestación por parte de la prensa de pago. Sin embargo, poco después de la salida del nuevo diario gratuito de información general La Voz de Sevilla, y aprovechando un encuentro que reunía a empresarios de la edición, distribución y venta de prensa, los quiosqueros reclamaron la regulación de la prensa gratuita para evitar agravios, al considerar injusto que estos medios burlen los controles de inspección laboral y fiscal establecidos. El éxito de la prensa gratuita de información general en Madrid y Barcelona ha provocado la reacción de los editores de periódicos convencionales. La tirada de Madrid y M@s y Barcelona y M@s, editados por la compañía «20 Minutes Holding AG», y Metro Directo Madrid y Metro Directo Barcelona, que editan la compañía Metro Internacional del grupo sueco Modern Times Group, ha superado según los datos de OJD la venta de los grandes diarios convencionales en Madrid y Barcelona. En Barcelona, los editores de diarios de pago han presentado una demanda ante el Tribunal de la Competencia y en Madrid, el Ayuntamiento ha regulado, a través de la modificación de las ordenanzas, la venta de periódicos en la vía pública. En Francia, donde la prensa diaria gratuita ha conseguido arrebatar un gran número de lectores a los periódicos de pago, la reacción tampoco se ha hecho esperar. Mientras que en España son los editores de los diarios convencionales los que han presentado batalla, en el país vecino es el sindicato del Libro-CGT quien abandera la lucha. En numerosas ocasiones los sindicalistas han protagonizado aparatosos incidentes en la guerra que desde hace un tiempo mantienen para evitar la implantación de los gratuitos en el país. En marzo de 2002, los altercados se han vuelto a repetir y unos 200.000 ejemplares del gratuito Metro se esparcieron por el centro de la capital creando graves problemas de tráfico. También se ve amenazado el grupo noruego «20 Minutos», que tiene previsto instalarse en Francia. Los sindicalistas reivindican que todos los diarios, gratuitos o no, sean impresos y distribuidos siguiendo las reglas de la profesión. Metro Internacional, el grupo editor sueco, y el sindicato citado ya han llegado a un acuerdo en Marsella, que afecta a las condiciones de fabricación, distribución y difusión. El acuerdo, que debe aplicarse en Marsella y en todas las demás ciudades de la Francia Metropolitana, no parece que vaya a solucionar los problemas que los gratuitos tienen en París, ya que las empresas distribuidoras se niegan a realizar el reparto.
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Aproximación al Estudio de la Prensa Local de Barrio en Sevilla
Es evidente que las prensa local y sus nuevas modalidades, como es el caso de la prensa gratuita, va tomando ventajas respecto a otras publicaciones. Parece estar claro que resta lectores a los medios tradicionales de pago, de ahí que la alarma se haya extendido a otros países europeos como es el caso de Suecia, Alemania, Italia, Inglaterra o Suiza. Se ha abierto un debate y se hace necesario que las partes en litigio comiencen a dialogar. La prensa ha experimentado una inesperada evolución que requiere la intervención de los poderes públicos que la lleve a una nueva regulación.
(Recibido el 18-2-2002, aceptado el 24-3-2002)
Ana G贸mez Mendo
ANEXO
P谩gina interior del peri贸dico Casco Antiguo.
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Aproximaci贸n al Estudio de la Prensa Local de Barrio en Sevilla
El Espejo, uno de los numerosos peri贸dicos gratuitos nacidos en la zona Triana-Los Remedios.
Ana G贸mez Mendo
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N潞 1 de El Rio, 煤ltimo peri贸dico gratuito nacido en Sevilla hasta el primer trimestre de 2002.
ÁMBITOS. Nº 7-8. 2º Semestre 2001 - 1er Semestre 2002 (pp. 371-383)
Miguel A. Yáñez Polo, fotosurrealista metafísico Miguel B. Márquez (Licenciado en Periodismo. Miembro del Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación. Universidad de Sevilla)
RESUMEN: El autor analiza en este artículo la obra fotográfica de uno de los fotosurrealistas más importantes de la actualidad, Miguel Ángel Yáñez Polo. Tras una breve exposición, en la que expone las características básicas del movimiento surrealista, se adentra en los principales rasgos definitorios de la obra de Yáñez, como son la consecución del síntoma de lo fantástico, las técnicas habitualmente empleadas, las continuas referencias a la muerte, los pájaros, el humor, el barroquismo iconográfico y sus planteamientos metafísicos. Concluye el artículo con una aproximación a las últimas corrientes estéticas francesas de la fotografía, cuyos integrantes lo han considerado como uno de los representantes de la no-fotografía. ABSTRACT: The author analizes the photographic work of Miguel A. Yáñez Polo, one of the most important spanish photosurrealists at this moment. After a brief introduction, who explains the basic characteristics of the surrealist movement, the author describes personal characteristics at the photographic work of Yáñez Polo: the obtaining of the fantastic symptom, his photographics technics, his constant reference to death, the ominous birds, the humour, the iconographic barrochism and his metaphysicals raisings. This article is ended with an approach to the last french aesthetics currents, whose members consider Yáñez as a representative of non-photographie movement. Palabras claves: Arte/Fotografía/Fotosurrealismo/Fotografía creativa/Surrealismo/Fantástico/Estética. Key Words: Art/Photography/Photosurrealism/Creative photography/Surrealism/Fantastic-art/Aesthetic.
C
uando nos aproximamos al estudio de la denominada fotografía surrealista, la primera cuestión que nos planteamos es ¿puede la fotografía ser surrealista? y, en caso afirmativo, ¿es que la realidad es surrealista? Tradicionalmente se ha asimilado fotografía con realidad: el saber que eso que vemos ha tenido lugar delante de la cámara, que ha sucedido. Este fenómeno que ya fue suficientemente estudiado por Bazin1, es consecuencia del poder ontoló-
1 BAZIN, A. Qu’est-ce que le cinéma? Du Cerf, París, 1975.
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Miguel A. Yáñez Polo, fotosurrealista metafísico
gico de la fotografía y no es extensible a ninguno de los demás medios de expresión, ya sean icónicos o anicónicos. Esto es explicable porque lo que hoy conocemos como fotografía fue un procedimiento buscado durante siglos por los pintores como medio para reproducir lo más fielmente posible la realidad, y este lastre pesa aún sobre el propio medio de expresión. Así pues, podemos comenzar afirmando que la fotografía no es la realidad por cuanto no posee los mismos elementos constitutivos de esa realidad a la que pretende representar. Es más, ni siquiera nos informa acerca de la realidad, sino a lo sumo, de algunos aspectos formales constitutivos de dicha realidad. De ahí que afirmemos que la fotografía es una interpretación analógica del fragmento de la realidad que nos muestra, y eso sólo en el caso de la fotografía que se encuadra dentro del conocido como realismo analógico. Pero cuando el fotógrafo reordena los elementos constitutivos de esa realidad acerca de cuyos aspectos formales nos informa, y lo hace de acuerdo con unos códigos personales, –intencionales o no–, estamos asistiendo a una fotografía que se encuadra dentro del denominado realismo subvertido, estamos contemplando una fotografía surrealista. Este es el engaño o la provocación a la que nos someten todos los fotógrafos surrealistas: al doble juego entre realidad e irrealidad, entre realidad y ficción. El surrealismo, que pese a lo que diga su fundador, André Breton, es hijo directo del Dadá2, no nace, al contrario de lo que sucede en los demás movimientos artísticos, en las artes visuales y luego se extiende a las restantes, sino que lo hace inicialmente como movimiento literario, aunque muy rápidamente se extiende a la pintura, la escultura, el cine y, claro está, a la fotografía3. Breton, siquiatra, profundo conocedor de la obra de Sigmund Freud, e influenciado por la misma, considera fundamentales, para el movimiento que nacía, los planteamientos sicoanalíticos freudianos. Por eso da una gran importancia a la locura: Estoy plenamente dispuesto a reconocer que los locos son, en cierta medida, víctimas de su imaginación, en el sentido que ésta les induce a quebrantar ciertas reglas, reglas cuya transgresión define la calidad de loco, lo cual todo ser humano ha de procurar saber por su propio bien4.
...al sueño: Creo en la futura armonización de estos dos estados, aparentemente tan contradictorios, que son el sueño y la realidad, en una especie de realidad absoluta, en una sobrerrealidad o surrealidad, si así se le puede llamar5.
2 BRETON, A. Manifiestos del surrealismo. Labor, Madrid, 1985 (4ª ed.). 3 Las primeras fotografías surrealistas se publicaron en el nº 1 de la revista La Révolution Surréaliste en diciembre de 1924 y estaban realizadas por Man Ray. 4 BRETON, A. Op. cit.: Primer manifiesto. 5 BRETON, A. Op. cit.: Primer manifiesto.
Miguel B. Márquez
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DIAPOSITIVA 1
Sein und zeit: retrato de Chopin. Clastotipo en color. El clastotipo es un proceso personal de M.A. Yáñez que le permite reordenar la gelatina de la emulsión fotográfica, tras el revelado de la copia. Obsérvese el aspecto tétrico, desolador, de la imagen, en la que no faltan los célebres pájaros.
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Miguel A. Yáñez Polo, fotosurrealista metafísico
... a lo maravilloso: Digámoslo claramente: lo maravilloso es siempre bello, todo lo maravilloso, sea lo que fuere, es bello, e incluso debemos decir que sólo lo maravilloso es bello6.
...a la escritura automática: En aquel entonces, todavía estaba muy interesado en Freud, y conocía sus métodos de examen que había tenido ocasión de practicar con enfermos durante la guerra, por lo que decidí obtener de mí mismo lo que se procura obtener de aquellos, es decir, un monólogo lo más rápido posible, sobre el que el espíritu crítico del paciente no formule juicio alguno, que, en consecuencia, quede libre de toda reticencia, y que sea, en lo posible, equivalente a pensar en voz alta7.
Al igual que ocurriera con otros movimientos artísticos del periodo de entreguerras, el surrealismo se vio arrastrado por el compromiso político, en este caso por el comunismo con el que romperá poco después, ya que veía coartada su libertad de expresión, como se significa claramente en el Segundo Manifiesto: ...en cuanto a mí concierne puedo decir que, hace dos años, no pude, tal como hubiera querido, cruzar libre y anónimamente el umbral de la sede del partido comunista francés, en la que tantos individuos poco recomendables, policías y demás, parecen tener permiso para moverse como don Pedro por su casa. En el curso de tres entrevistas que duraron varias horas me vi obligado a defender al surrealismo de la pueril acusación de ser esencialmente un movimiento político de orientación claramente anticomunista y contrarrevolucionaria. Huelga decir que no tenía derecho a esperar que quienes me juzgaban hicieran un análisis fundamental de mis ideas. Aproximadamente en esta época, Michel Marty vociferaba, refiriéndose a uno de los nuestros: «Si es marxista, no tiene ninguna necesidad de ser surrealista»8.
A esta época pertenecen las obras fotográficas de artistas que proceden del campo de la pintura, y cuya obra se encuentra técnicamente a caballo entre esta y la fotografía, como George Grosz, Hanna Höch, Raoul Hausmann y John Heartfied, que venían del movimiento Dadá, pero creadores de unos excelentes collages, –técnica que será casi consubstancial al surrealismo–, Herbert Bayer, Paul Citroën, Heinz Hajek-Halke y Max Ernst. Muchos de estos no se llegan a
6 BRETON, A. Op. cit.: Primer manifiesto. 7 BRETON, A. Op. cit.: Primer manifiesto. 8 BRETON, A. Op. cit.: Segundo manifiesto.
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considerar fotógrafos9 porque no han superado los estrechos límites, tanto formales como conceptuales, impuestos por sus propios medios de expresión. Con el paso de los años, en la década de los cincuenta, y ya superados los vaivenes iniciales, el surrealismo parece orientarse hacia un conocimiento oculto del universo y, si bien pierde buena parte del agresivo y clástico ímpetu inicial, en el aspecto formal progresa extraordinariamente, sobre todo en lo que concierne al surrealismo pictórico. Algo parecido sucede al fotosurrealismo que, una vez rebasadas las experiencias seudosurrealistas de Man Ray y Moholy-Nagy, toma un nuevo auge y se desarrolla con una gran fuerza expresiva. En esta época llevan a cabo su labor fotógrafos como Clarence J. Laughlin, August McBean, Philippe Halsman y Winnifred Casson, aunque este se había mantenido fiel a su línea desde los años treinta. Pero la fuerza del arte Pop, así como los erróneos manifiestos de la Nueva Subjetividad de Otto Steinert, hacen que el fotosurrealismo pase nuevamente a un segundo plano hasta mediada la década de los setenta en que recobra su pujanza y se asienta definitivamente como una vía de expresión llena de energía. No son ajenos a este resurgir la revista española Nueva Lente, la exposición itinerante que se realizó Fotografía Fantástica Europea y la labor desarrollada por galeristas como el español ya fallecido Albert R. Guspi o el italiano Lorenzo Merlo. Aunque podíamos hablar de un neosurrealismo fotográfico, nosotros nos inclinamos por denominarlo como un tardosurrealismo, que mantiene el aspecto formal de las imágenes, con unos planteamientos oníricos de gran riqueza creativa y enorme fuerza expresiva, superando el compromiso político y buscando otros derroteros de tipo existencial, metafísico, erótico, etc. Es cuando desarrollan sus trabajos fotográficos creadores de la talla de Duane Michals, Antonio Gálvez, Arthur Tress, Henk Meyer, Guy Renaux, Lorenzo Merlo, Paul & Françoise de Nooijer, Pedro Avellaned, Christian Vogt, Joan Fontcuberta, Serge Lutens, Ange Manganelli, Elías Dolcet, Stane Jagodic, Salvador Obiols, Philippe Sohiez, Jorge Rueda, Timo Huber, Les Krims, Jerry N. Uelsmann y Miguel Ángel Yáñez Polo, estos dos últimos los fotosurrealistas que en mayor grado obtienen en sus obras el síntoma de lo fantástico. A este grupo se han unido, con el discurrir de los años, Ouka Lele, José Carlos Nievas, Eduardo Grund, Francisco Flores Huecas, José de Juan Chirivella y Luis Camacho López de Sagredo, si bien con unos planteamientos que a veces llevan a confundir sus obras con la de los neoexpresionistas fotográficos. La fotografía surrealista basa su fuerza expresiva en dos técnicas fundamentales para reordenar la realidad: el fotomontaje y el collage, de los que se obtiene lo que los surrealistas han dado en llamar el cadáver exquisito. Hemos de decir, antes de nada, que determinados fotógrafos como Heartfield o Grosz, por sólo 9 El propio Raoul Hausmann lo dijo: Je ne suis pas un photographe, y eso que realizó innumerables fotografías.
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citar dos ejemplos suficientemente conocidos, han sido considerados como fotomontadores por muchos estudiosos en un evidente error, pues son utilizadores del collage, ya que se limitaban a recortar imágenes obtenidas por otras personas, reordenándolas de acuerdo con sus necesidades expresivas y encolándolas, sin preocuparse de corregir los posibles defectos para disimular las pegaduras. Por contra, quienes utilizan la técnica del fotomontaje, tanto si lo hacen mediante el collage directo o refotografiado, como si lo hacen directamente sobre el papel fotosensible, funden los diferentes elementos constitutivos de su obra en un todo perfectamente hilvanado, sin que el espectador pueda reconocer la integración de las distintas imágenes que la componen. Es un matiz que conviene tener muy claro siempre que se hable de las técnicas utilizadas en el fotosurrealismo. Una de las características que posee el surrealismo, aunque no es exclusiva de él, ni de las artes que se desenvuelven en el espacio bi o tridimensional, es el síntoma de lo fantástico10, es lo que Breton denomina lo maravilloso. El fantástico no es un estilo artístico como algunos estudiosos del arte pretenden hacernos creer erróneamente11, sino un síntoma definido por tres parámetros perfectamente estudiados como son12: 1. La presentación de la anormalidad como normalidad, dando origen a una nueva realidad que sustituye a la verdadera. 2. La creación de imágenes ambiguas, ocasionalmente no bien definidas, que provocan la duda en el espectador sobre la identidad que representan. Es lo que también se conoce como dualidad iconográfica. 3. El das umheinliche freudiano13, productor de un impacto sicológico en el espectador, de una sensación que puede ir de la angustia momentánea hasta una risa espasmódica, defensiva. Pues bien, en la obra de M. A. Yáñez, estos tres parámetros se producen con una asiduidad tal que podemos considerar al fotógrafo como un surrealista, elaborador de imágenes que producen el síntoma de lo fantástico, sin temor a equivocarnos. Pero el síntoma fantástico no es exclusivo de la fotografía: también se produce en gran parte de la producción pictórica de René Magritte y en muchas de las pinturas de Salvador Dalí, por señalar sólo dos de los pintores más relevantes dentro del surrealismo plástico, que poseen unos planteamientos muy fotográ10 El síntoma fantástico también se produce mediante la presentación de imágenes directas, es decir, sin manipulaciones, en la obra de muchos expresionistas, y en la literatura (Lovecraft, Sábato) o el cine. 11 Vid. LARKIN, D. Arte Fantástico. Júcar, Madrid, 1973. En la presentación se forma un tremendo galimatías hablando de la fantasía, confundiéndola ¿quizás? con el nombre del libro. La selección de imágenes es bastante certera, aunque existen algunas obras que no producen el síntoma de lo fantástico ni por asomo. 12 Vid. BELEVAN, H. Teoría de lo fantástico. Anagrama, Barcelona, 1976. 13 Se puede traducir al español como extrañeza insólita, extrañeza inquietante, ambigüedad insólita...
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Juicio de un criador de pájaros. Clastotipo en color. Una de las características de la fotografía de M.A. Yáñez es su aparición en las imágenes (el personaje de la derecha). El personaje que sobrevuela contrasta con el que se halla arrastrado con una cuerda, lo que provoca una mueca de humor ácido.
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ficos en sus cuadros, tanto en las composiciones como en los encuadres, las perspectivas, etc. El surrealismo de Miguel A. Yáñez posee unas características muy personales que lo hacen diferenciarse de los demás por dos aspectos esenciales: la técnica utilizada en la elaboración de sus obras y sus planteamientos metafísicos. La técnica básica es de su propia invención, el clastotipo14, consistente en un proceso que le permite reelaborar, remodelar, la gelatina fotográfica existente en el papel, de acuerdo con esos planteamientos originarios del surrealismo que en literatura se corresponden con la escritura automática: siempre sé cómo empiezo mis fotografías, pero nunca conozco cómo acabarán –nos ha comentado en más de una ocasión. Es un verdadero in-process discovery15, un procedimiento de descubrimiento durante el proceso, en el que el fotógrafo sabe cómo comienza la fotografía y conforme va elaborándola incluye nuevos elementos, imágenes, colores, texturas, elementos ajenos, etc., de modo generalmente inconsciente, y que en un momento dado detiene, considerando concluida su obra. Es una de las principales características de su expresión aunque alguna de sus obras pueda llegar a considerarse en los límites con el expresionismo fotográfico. Sus fotomontajes suelen ser de una insultante pulcritud, de ahí que llegue a producir en el espectador con gran facilidad ese das umheinliche que citábamos anteriormente, en un juego onírico de gran profundidad metafísica, donde sus preocupaciones por el hombre ¿qué somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos? forman un continuum casi obsesivo que sobrecoge aún más al receptor de sus imágenes, sin que jamás quede indiferente ante la contemplación de las mismas. Ello se manifiesta en títulos como los que conforman su serie Sein und Zeit, de profunda influencia heideggeriana, con una fuerte carga existencial. Para conseguir sus propósitos no se acompleja a la hora de introducir, además de las técnicas antes citadas, solarizaciones, tintas, virajes orgánicos o por mordentado, imágenes en negativo, elementos extraños como flores secas o polvos de colores pastel, así como todo aquello que considere conveniente en cada momento16, ya que Miguel A. Yáñez, en manifiesta concomitancia con los postmodernistas, está firmemente convencido de que hoy no existen límites entre las artes. Esta es, sin duda, su gran aportación a la evolución del fotosurrealismo. La muerte es otro de los elementos que no puede faltar en su obra. Siempre está presente, bien mediante frases escritas ad hoc, bien mediante la presencia de
14 No sólo utiliza el clastotipo (destructor de la imagen), sino también la ozobromotipia, la bixoftipia dye catalítica, la bixoftipia al argentoviraje y otros muchos procesos inventados por él. 15 Terminología empleada por Peter C. Bunnell en la introducción al libro Jerry N. Uelsmann. Vid. BUNNELL, C. - EDSON, R. Jerry N. Uelsmann. Aperture, New York, 1973. 16 En una fotografía de su serie taurina llegó a incrustar bajo la gelatina unos granos de albero de la plaza de toros de la Maestranza.
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ancianos en actitud de espera, de sepulturas... o de pájaros siniestros, introducidos manualmente por el autor, en abundancia tal que producen un enorme agobio en el espectador. Pájaros tétricos, de mal agüero, carroñeros, en actitud agresiva, que parecen querer escapar de sus fotografías para devorarnos a picotazos... Pájaros generalmente inidentificables, aunque en alguna ocasión hemos podido reconocer un pterigodonte17, y que son un presagio de la muerte, fruto todos ellos de sus sueños. Unos sueños que en más da una ocasión le han desvelado en medio de una tremenda angustia, y que después quedarán plasmados en muchas de sus imágenes. La obra surrealista de Miguel A. Yáñez, además de metafísica, puede ser calificarla de barroca dada la gran cantidad de elementos que la inunda, produciendo en el espectador una sensación de caos tremendo, una entropía, en un entorno de cielos lovecraftianos que oscilan entre los violetas del espectro conocido y aquellas otras tonalidades imposibles de describir, pero que percibimos en nuestro subconsciente. Seres que aparecen pero que no están, personajes del ayer como Kant, Beethoven, Schubert, Brahms, el obispo Coloredo, Goethe, Albert Camus, Sigmund Freud, Chopin, Fernando VII, Carlos II ‘El Hechizado’, Galileo, Cantinflas... en un hoy intemporal, jugando con el tiempo y el espacio de la fotografía, en la que se supone que los tiempos son inciertos. Otras veces nos inunda de fórmulas matemáticas. Y en muchas de sus obras podemos contar con la presencia casi obsesiva del propio fotógrafo en diferentes encuadres dentro de la misma fotografía cual perseguidor que nos atosiga incesantemente. Otras veces contemplaremos caras resquebrajadas, flores vivas/muertas en un difícil equilibrio de realidad/irrealidad... la realidad es un fenómeno imposible de conocer en sí, algo aparente, y cada medio artístico explora la ficción de la realidad fenoménica, comenta Yáñez. Y el humor, tan característico del surrealismo, no puede estar ausente en la obra de Miguel Ángel, con títulos elocuentes que nos remiten a su Sevilla natal, a sus costumbres, a sus gentes, a su historia, como Juicio a un criador de pájaros, Retrato de la inventora del Rococó, The Sierpe’s Organist, Plañidera en la plaza de toros, Homenaje a la siesta sevillana, Necrománticos de hoy, La idea filtrada, Pensador en la Maestranza, El impoluto hispalense, Recuerdos del moro Muza, Tanguistas metafísicos, Estrangulador de viejas salerosas, Rococó al vitriolo, El existente enmascarado, La flamencona del pajarito, La torera zoomórfica, Trini la salerosa, El presidente Máximo del Tribunal Supremo en calzonas, El sastre marítimo, Semiología de la piompa... Un humor sarcástico, amargo, incisivo, crítico, que mueve más a la reflexión que a la carcajada, consecuencia lógica de esos planteamientos metafísicos a los que aludíamos. Un humor que surge a causa
17 Animal prehistórico, con aspecto de lagarto gigante alado.
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del carácter absurdo de los citados títulos. Y es que ¿habrá algo más surrealista que el absurdo, o algo más absurdo que el surrealismo? La obra de Miguel A. Yáñez está muy en línea con las actuales corrientes vanguardistas francesas de la estética fotográfica encabezada por François Laruelle18, quien lo ha señalado como un destacado representante de la no-fotografía, al lado de fotógrafos como Olivier Richon, Jordi Guillaumet, Teun Hocks, Philippe Gully, Robert Suermont, Ouka Lele, Frans van Lent, Marc Gilloux y otros. La nofotografía19 no es, como pudiera pensarse, la negación de la fotografía, sino un proceso más universal que sus descripciones fenomenológicas, sociológicas, sicoanáliticas: estos planteamientos son restrictivos y negativos porque la reducen a la multiplicidad y a la unilateralidad de sus condiciones de existencia en la percepción, la historia, la vida social, etc. Este término debe pues entenderse por analogía con no euclidiano y haciendo de la fotografía una axiomática de la percepción. Laruelle postula la existencia de un pensamiento fotográfico. E interpreta la fotografía como un pensamiento autónomo y original pero ciego, irreflexivo, automático más próximo a la ciencia que a la filosofía.
Esto debió percibirlo Ernesto Sábato, cuando escribió acerca de la obra de Miguel Ángel Yáñez Polo: ...desde esta perspectiva filosófica, la fotografía es más proclive a calcar la realidad exterior, pero puede alejarse, y en rigor se aleja, de esta estúpida reproducción por la potencia creativa del fotógrafo; en la elección del tema, del ángulo, de la luz, de los contrastes. Y alcanza los atributos de un auténtico arte, cuando los elementos de la realidad externa son trastocados, violentados y recombinados por el creador. Así, de este modo espectacular, sucedió con Man Ray y con los collages de Max Ernst. Y así sucede con las propias y admirables creaciones de Yáñez Polo20. ***** Miguel Ángel Yáñez Polo nació en la sevillanísima calle de Alfonso XII en 1940. Doctor en Medicina, ex profesor universitario, cultiva la fotografía desde mediados de la década de los setenta. Fundador del Grupo Fotográfico f/8 de Libre Expresión y de la Sociedad de Historia de la Fotografía Española, ha participado en multitud de exposiciones en las principales galerías del mundo entero.
18 Vid. Pour la Photographie tomo III, capítulo V, donde se exponen ampliamente estos planteamientos. 19 ...je parle de non-photographie formule qui doit se prendre évidemment d’un seul bloc. Ce n’est pas la négation de la photographie, c’est une posture descriptive qui intègre les interprétations philosophiques traditionnelles (dont l’idée traditionnelle de pluralité des pratiques photographiques) a l’état de matériau d’une activité non-photographique plus universelle. Pour la Photographie, op. cit. 20 Revista Actas de Cultura y Ensayos Fotográficos f/8. Sevilla, invierno 1981.
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Sein und zeit: retrato de Brahms. Clastotipo en color. Obra de gran dramatismo y tremendamente barroca, en la que no faltan los pรกjaros y las alusiones a la muerte con la inclusiรณn de calaveras.
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Su obra se encuentra en los principales museos y colecciones como el Centre d’art Moderne Georges Pompidou de París, Gabinete de Estampas de la Biblioteca Nacional Francesa, Museo de Arte de Palma de Mallorca, Museo Taurino de Córdoba, Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, Fondos fotográficos de la Tucson-Arizona University, Lincoln Center Art de Denver (Colorado, EE.UU.) y Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, entre otros. Gran teórico de la fotografía, ha pronunciado numerosas conferencias y publicado en las más importantes revistas del medio como Arte Fotográfico, Photovisión, La Fotografía, Actas de Cultura y Ensayos Fotográficos f/8 o Revista de Historia de la Fotografía Española, con temas de pensamiento, estética, historia o técnica. Dirigió el curso Vanguardia fotográfica 2000, celebrado en 1991 en la Universidad de La Rábida. Como literato ha obtenido el premio Blanco White con la obra Kant, amigo mío, y tiene publicadas varias novelas, todas ellas dentro de una línea surrealista muy homogénea, por lo que podemos decir que viendo sus fotografías sabemos cómo escribe, y a la inversa. Desde su sevillano Heliópolis, casi sin moverme de aquí, como él suele decir, continúa inundando el mundo con sus imágenes y con sus pensamientos.
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RESEÑAS
Reseñas
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INFORME ANUAL DE LA COMUNICACIÓN 2000-2001 DÍAZ NOSTY, Bernardo: Informe Anual de la Comunicación 200-2001, Ediciones Zeta S.A., Madrid, 2001, 367 pp. Una vez más, Bernardo Díaz Nosty nos ofrece un nuevo Anuario de la Comunicación, esta vez correspondiente al 2000-2001, que resulta de enorme interés para los especialistas en Periodismo y, fundamentalmente, para los estudiosos de la Estructura de la Información. En un primer capítulo general, el profesor realiza una análisis de los cambios acaecidos en el mundo de la comunicación durante el último año. Es aquí donde se detiene a ver la tendencia en el sector, en el que se ha producido una fase de aceleración del proceso de concentración iniciado ya hace algunos años. En este sentido, resulta muy oportuno el estudio de la fusión entre America On Line y Time Warner, lo que además queda muy bien ilustrado con la opinión que al respecto han expresado diversos periodista y profesores norteamericanos. También es de enorme interés el análisis de los grupos de comunicación más importantes de España, cuya estructura empresarial se muestra además a través de detallados cuadros donde se incluyen todos los datos referentes a empresas, participaciones y accionariado. A partir de aquí, el libro se divide en sectores dentro del campo de la comunicación. Por un lado, nos encontramos con el capítulo dedicado a la prensa, donde Díaz Nosty realiza un seguimiento sobre su evolución en España y Europa desde varios aspectos. De esta forma, los índices sobre la audiencia por comunidades y provincias se completan con otros sobre la difusión de diarios, dentro del sector deportivo y económico. Todo ello, como hará en el resto de los capítulos, se ilustra además con informes complementarios que avalan los datos cuantitativos y nos animan a la traducción de los datos estadísticos. Parecida estructura sigue el capítulo dedicado a revistas, destacando en el mismo la advertencia del autor sobre la caída de los semanarios de información general. Sobre la televisión, Díaz Nosty nos ofrece datos sobre la evolución de la audiencia, dedicando un interesante apartado a Canal Sur, la cadena autonómica andaluza. También resulta oportuna en este capítulo, la parte dedicada a la saturación publicitaria en las cadenas de televisión, a tener muy en cuenta para comprender la tendencia que este medio está sufriendo. Más cortos resultan los dos últimos capítulos centrados en la radio y la publicidad, que vuelven a contar con tablas y gráficos muy explicativos. En su conjunto, el Anuario resulta una obra necesaria y útil, una guía cuantitativa y cualitativa imprescindible si se quiere estar al tanto de cuál es el panorama mediático actual. Aurora Labio Bernal
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EL ÉXTASIS CIBERNÉTICO REIG, Ramón: El éxtasis cibernético, Ediciones Libertarias/Prodhufi, Madrid, 2001, 313 pp. Bajo el sugerente título de El éxtasis cibernético, el profesor Ramón Reig nos introduce en un libro rotundo que era necesario escribir. En un tono valiente y, a ratos, lleno de ironía, Reig se atreve en estas páginas a realizar una contundente crítica al sistema de economía de mercado y sus “beneficios” tecnológicos. La propia estructura del libro, dividido en dinámicos epígrafes, es un adelanto de la facilidad con la que se lee el volumen. No espere el lector encontrar un alegato, o uno de los tantos libros antisistemas de manidos argumentos. Muy al contrario, el profesor sevillano puede llegar a desagradar a muchos por sus afirmaciones transgresoras y su abierta crítica a “lo” y a “los” políticamente correctos. Reig comienza el libro refiriéndose a Internet, o más concretamente, al uso que se está haciendo de esta tecnología, a la que se venera como una nueva religión incuestionable que encierra, sin embargo, frustrantes contradicciones. Antes el éxtasis general, Reig habla del “ciberocoitus interruptus”, para explicarnos la interrupción brusca de este goce cibernético cuando el ser humano se enfrenta a la realidad. Y lo real sigue dominado por las mismas estructuras de poder que imponen su ideología y articula sus mecanismos de control para mantener el orden establecido al servicio de la economía de mercado. Es en este contexto donde también se insertan los medios de comunicación, como brazos articulados de los grandes conglomerados multimedia, cuyos mensajes tampoco pondrán en tela de juicio la dinámica mundial. Muy al contrario, y tal y como recoge el profesor Reig, “los informativos ofrecerán noticias sin perspectivas, adaptadas a formatos rápidos como el audiovisual. La línea editorial seguirá los intereses macroestructurales e incluso se dirá explícitamente que lo que sucede no tiene vuelta de hoja”. Tampoco escapa a la crítica el ámbito universitario, donde el autor encuentra, en muchas ocasiones, una postura acomodada, que apuesta más por el discurso teórico recurrente y oportunista que tampoco perturbe al Poder establecido. Es aquí donde Reig reivindica la “proyección social” de la universidad para recuperar “la ilusión –y la decisión” de transmutar los valores, entre buena parte de la población, con los jóvenes al frente (...)”. La segunda parte del libro es un ejercicio práctico realizado a través del análisis de una serie de viñetas recogidas de distintos periódicos españoles, y donde el autor nos ejemplifica a través de este género la esencia de los argumentos expuestos en su libro. La tercera parte nos adentra en la reflexión filosófica sobre el flujo informativo, inmerso en las coordenadas estructurales y contagiado, por ende, de
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intereses que no aparecen de forma explícita. El receptor desconoce estas claves, esta información fundamental para entender el mundo, mientras paradójicamente vive en la era de la saturación informativa. Finalmente, el autor realiza una crítica al discurso de nueve autores, entre los que incluye a Ramonet, Giddens o Vázquez Medel. Ha de entenderse esta crítica, precisamente, no como una estrategia destructiva, sino como un intento de recuperar la discusión y la dialéctica intelectual. Con sus correspondientes conclusiones, el libro termina fechándose, creemos de manera intencional, el 11 de septiembre del 2001, día en el que Estados Unidos sufre los atentados terroristas más importantes de su historia. Quizás se trate de un último guiño del autor a sus lectores para hacernos ver que a partir de esa fecha puede iniciarse un nuevo ciclo histórico. Aurora Labio Bernal
EVALUANDO LA COMUNICACIÓN POLÍTICA ELECTORAL REY, JUAN (ed.) Comunicación política electoral. Elecciones municipales de Sevilla en 1999, Sevilla, Diputación-Universidad (Grupo de Investigación en Métodos, Análisis y Estrategias de la Comunicación Empresarial e Institucional), 2000, 163 págs. En democracia se gobierna en nombre de la opinión pública y, en consecuencia, los procesos electorales, no son sino hitos para que los diferentes partidos y agrupaciones definan sus posiciones ante el cómo se encuentra y qué reclama la sensibilidad social. En el escenario siempre contradictorio de cualquier convocatoria electoral, los votos ponen rostro a ese inconsciente colectivo de la sociedad civil que habla menos de lo que quisiéramos. Quien se aprecie en el terreno político, o bien en otros aspectos de la vida pública, dirá que habla siempre representado la mayoría. Es más, la gestión de ese número de votos, también se hace en nombre del interés nacional. Los líderes democráticos suman votos como representantes de la mayoría social. En uno u otro caso, nos resistimos a creer que una democracia participativa sea algo más que votar cada cierto tiempo. En este marco, el trabajo colectivo coordinado por el profesor Juan Rey adscrito al Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Facultad de Ciencias dela Información de Sevilla, es una aproximación a ese complejo y lejano mundo de las trastiendas electorales para la ciudadanía de a pié. Nos encontramos ante un trabajo que aplica con rigor la teoría y, analiza con seriedad científica a los comicios municipales celebrados en Sevilla en 1999. Se trata
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además, como dice el editor en su introducción, de un trabajo fruto de la propia iniciativa de un grupo de recién licenciados adscritos al Grupo de Investigación que edita finalmente el libro. Jorge David Fernández Gómez; María José García Orta; Carmen Lasso de la Vega González; Reyes León Vergara; Luis Pablo Suárez Palomo; son co-autores también de esta investigación cooperativa, cuyos distintos procesos se desgranan también en la introducción mencionada. Como no podría ser de otra forma, desde una visión interdisciplinar los autores emprenden la tarea de analizar los últimos comicios locales en el municipio hispalense. Analizando lo que se ha dicho y hecho por parte de los cuatro partidos más votados: PA+PP+PSOE+IU-CA; que ya a los ciudadanos, con actas cuasi notariales como ésta, nos corresponderá decidir qué votamos la próxima cita. De este modo, los autores dejan patente como punto de partida dos premisas: la campaña es un fenómeno unitario de comunicación: todos y cada uno de los elementos, por imaginativos o breves que parezcan, forman parte de una calculada estrategia donde nada es casual, gratuito ni espontáneo. Por otra parte, los investigadores citados se plantean, al menos, la creciente interacción entre la publicidad comercial y política. Una vez agotada las tradicionales formas de comunicación política, propias en nuestro caso de los primeros años de restauración democrática, se comienza a dibujar en las democracias occidentales una elaboración del discurso político –como señalan-, “a partir de nuevas formas de comunicar nacidas en el seno de la publicidad comercial”. Una lectura de la obra nos ofrece una idea de lo abordado. De las tradicionales formas de confrontación dialéctica (el mitin), las páginas de la obra analizan las últimas innovaciones de campaña: las páginas web y los espectáculos lúdicos políticos desarrollados ex profeso para la campaña. Sin embargo, concluyen los autores que las fuerzas políticas continúan dedicando gran parte de su esfuerzo presupuestario a la publicidad directa derivada de los envíos postales, reforzando el carácter local d la convocatoria con la apelación a las figuras de la política estatal o autonómica. En uno u otros casos, todos ofrecen una imagen contraria a la ideología que representan. Ya se ha dicho que el centro es lo políticamente correcto, y quizás por ello la tradicional dicotomía entre derecha e izquierda ha sucumbido a favor de un término que por usado, ha acabado desprestigiado: todos los grupos se auto proclaman de progreso. Como consecuencia de esta renuncia consciente a aspectos ideológicos, bien concluye la obra, existe una notable similitud de contenidos programáticos presentamos con el aval de gestión, honestidad y transparencia de determinado grupo liderado por personas concretas a su frente. Quizás por ello, se pregunta el colectivo que suscribe el estudio, tras la caída de las tradicionales formas de hacer campaña, aparece otra manera diferente, la cual, sin querer definirla, al menos sí nos cabe la necesidad señalar como de muy diferente. Es más, bien podemos señalar que forma parte de la campañas partidis-
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tas la utilización de la capacidad de eco y para crear opinión de los medios de comunicación. De ahí, la constatación que se realiza en la obra, sobre la existencia de un buen numero de gestos en campaña, destinados a la potenciación de los actores electorales y no, necesariamente al votante en un primer lugar. En un mundo donde prima la comunicación audiovisual, la imagen ha podido sustituir el mensaje. Y como consecuencia de ello, la espectacularidad -y la imaginación añadimos nosotros-, se vuelve cada vez más necesaria. En la investigación que contiene la obra, no sólo se analiza los contenidos de los programas electorales, sino que, confirmando este delicado olvido de las ideologías, en un fenómeno típicamente publicitario se utiliza más la emotividad que la racionalidad. El amor que el candidato posee por la ciudad se presenta como un rasgo objetivo para reclamar el voto y, asegurar capacidades para la gestión y resolución de los conflictos. A veces el propio mensaje, la imagen del partido y hasta los candidato forman parte del espectáculo. Por el contrario, todo parece indicar también que las campañas avanzan hacia una mayor atención a grupos sectoriales, al margen de existir como hemos señalado, enfoques y actividades de carácter más generalista. Ya sea por sexo, edad, grupo social, actividad social o económica o problemática específica, las formaciones litigantes se acercan en el ánimo de reclamar su voto. Práctica creciente y que requiere de unas específicas actuaciones en el campo de la comunicación electoral. Este libro pues, es una exhaustiva descripción de los múltiples y complejos elementos que intervienen en una campaña electoral determinada. Con ello nos ayuda a los ciudadanos a aprender a descubrir como pretenden influirnos y qué nos quieren vender. En definitiva, para certificar desde comportamientos individuales y cívicos la validez, autenticidad y coherencia de dichos mensajes y propuestas. Nos resistimos a entender que el político es un vendedor de ilusiones bajo promesas amén de un comprador de votos; lamentaríamos que el ciudadano a su vez, limitara su capacidad participativa y crítica al ejercicio del voto cada cierto número de años y, entre ellos, convertirse en un simple consumidor de gestión. En medio, la sinceridad de la comunicación política electoral como reto para una democracia aún adolescente. Manuel Ruiz Romero
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El PERIODISMO HERIDO DE PABLOS COELLO, José Manuel: El periodismo herido. Estudios que delatan divorcio entre prensa y sociedad/El País como referente, Ed. Foca, Madrid, 2001, 384 pp. Si es cierto eso que tan a menudo solemos escuchar: en la Universidad española faltan posturas docentes críticas y comprometidas que incrementen la calidad de la docencia y revistan a la entidad universitaria de su principal razón de ser, la proyección del conocimiento donde todo es cuestionable, aquí, en este trabajo, tenemos una excepción. El profesor De Pablos recopila, corrige y aumenta una serie de textos complementarios que ha ido elaborando en los últimos años y nos los entrega estructurados en un libro valiente y sólido. Ahora, quienes deseen refutar sus tesis tendrán que emplearse a fondo porque la aportación documental que da vida a los argumentos que defiende es desde luego muy abundante y cualitativa. La intención es clara desde el principio: el libro estudia “situaciones y posturas que lesionan el Periodismo. Al menos el Periodismo que se enseña o ha de enseñarse en la universidad, el periodismo universitario”. El diario El País aparece como núcleo central del estudio pero el autor desea que quede clara una premisa: “es un libro sobre El País (...) y no contra El País, diario favorito del autor. Preferido, pero sin llegar al extremo de perder la objetividad precisa para cualquier investigación académica, en periodística, en este caso, como ciencia del periodismo” (p. 9). Desde luego, los responsables del diario deben leer con detenimiento el libro, aunque supongo que ya lo habrán hecho. Si no fuera por la dinámica de intereses mercantiles en la que están inmersos, les sería de gran utilidad para mejorar la publicación, ya que la idea central del texto es ésta: de un diario de referencia indudable, ideado y editado con mucha sobriedad, se ha pasado, en la actualidad, a un periódico con buenas dosis de populismo, sexismo e, incluso, sensacionalismo ante la falta de contraste en las fuentes y hasta en la existencia del reportaje no verificado, por ejemplo. Eso no quiere decir que el autor no se sienta todavía atraído por el rotativo, como bien dice, en una especie de elección de lo menos malo. La agudeza del José Manuel de Pablos comienza desde la introducción de la obra. De Pablos ha examinado con microscopio, más que con lupa, numerosos textos del diario para extraerles todas sus contradicciones de continente (erratas, faltas de ortografía...) y contenido. Así descubre “fenómenos” como el que denomina “telecrónica” o elaboración de crónicas sin necesidad de que el periodista se desplace al lugar de los hechos (p. 57) o presencia abundante de noticias propias de la conocida como “prensa rosa”, incluyendo aquí un tratamiento de la monarquía que equipara el diario a un periódico monárquico cualquiera hasta el punto
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de que el autor llega a definirlo como “diario monárquico”. Todo ello pasando por la “erotización” y “machismo” de sus páginas (pp. 123 y ss.) y por un aspecto fundamental: la injerencia de las estructuras de poder en el libre ejercicio de la profesión periodística (p. 156). A veces da la impresión de que el profesor De Pablos se aleja del objetivo central del libro, pero regresa a él por medio de enlaces razonados, siempre muy documentados. Es de agradecer que el profesor De Pablos no se haya quedado sumergido sólo entre las nuevas tecnologías -su especialidad académica- sino que, desde ellas, se preocupe por la crisis del Periodismo, como en este caso. De Pablos no puede evitar actuar como profesor y como periodista de larga experiencia, lo que otorga más consistencia a sus trabajos. En este sentido, en el libro (por ejemplo en el capítulo 3) aporta datos procedentes de su experiencia profesional como periodista y no se amilana a la hora de llevar a término acusaciones de amarillismo, pero con nombres y apellidos, en relación con otros medios de comunicación que no son el objeto central del libro. El capítulo 5 es especialmente brillante. Aborda “La reacción del poder ante los estímulos informativos: el Síndrome B y el Efecto I” y describe cómo reacciona el poder-información ante ciertas críticas que le sean adversas. Pero no sólo el poder legítimo sino el ilegítimo. Sin embargo, a mi juicio, le falta un mayor hincapié en un aspecto: ¿por qué no actúa la prensa habitualmente contra otro tipo de poder legal, el económico? El capítulo trata sobre todo del poder político y su reacción contra las críticas mediáticas, y sobre un poder ilegal que reacciona igualmente. Pero hay poderes legales detrás de los poderes legales que son poco menos que intocables para la prensa, que sabe hasta dónde debe llegar, como dijo hace años Enrique Bustamante. En definitiva, cuando se termina de asimilar este libro, ampliamente fundamentado, ya no se lee El País de la misma manera y no precisamente para regocijo del diario. La misión, en la que a veces el autor aporta un matiz algo apasionado que no merma su valía científica, está cumplida. Pero hay que dejar claro un extremo. Aunque el hilo conductor de este libro sea una crítica constructiva, sólida y rigurosa de El País y sus mensajes, quedarse sólo en este aspecto sería no hacerle justicia a su contenido. En efecto, ese contenido es bastante más rico porque hay temáticas relacionadas con otros medios de comunicación, con las nuevas tecnologías, con la presentación de un texto periodístico, con las presiones que el periodismo recibe desde las “alturas” y las reacciones del poder a las críticas mediáticas, como se ha dicho; con la deontología del periodista, con la preocupación por el idioma español..., es decir, estamos ante un libro muy trabajado y necesario para todo profesional de la comunicación periodística. Se trata de una obra muy densa pero no por su estilo -fluido y vivo- sino por la cantidad de base documental con que el autor sostiene sus argumentos. Si
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hay alguien que dude sobre si el periodismo está herido o no, si hay quien duda sobre el posible ocaso del periodismo, como diría Martínez Albertos, aquí tiene pruebas que le sacarán de su encrucijada. La pregunta que ahora me planteo consiste en saber si la herida es de muerte y si el ocaso va a convertirse en tinieblas permanentes. Ramón Reig
EN BUSCA DE UNA HISTORIA DE LA AUTONOMÍA ANDALUZA HIJANO DEL RÍO, Manuel y RUIZ ROMERO, Manuel: Documentos para la Historia de la autonomía andaluza, Sarriá, Málaga, 2001, págs. 652. RUIZ ROMERO, Manuel: Repertorio bibliográfico de la transición política andaluza, Cámara Oficial de Comercio e Industria de Jaén, Jaén, 2000, págs. 68. El relativamente reciente proceso de transición política de Andalucía hacia su autonomía constituye, hoy por hoy, uno de los aspectos más interesantes y, al mismo tiempo, menos estudiados de la historia política de nuestra actual Comunidad Autónoma. En este sentido, no hay que olvidar que la práctica totalidad de la bibliografía editada con relación al tema de la transición política andaluza ha sido elaborada, bien desde una perspectiva demasiado generalista, bien desde una óptica excesivamente localista. En este contexto, las obras de Manuel Ruiz y Manuel Hijano suponen un encomiable esfuerzo por poner sobre el tapete la necesidad de promocionar el proceso autonómico de Andalucía como objeto de estudio de una ciencia histórica que, por el momento, no ha abordado este tema con el suficiente rigor y profundidad. En el marco de este propósito, la obra de Manuel Ruiz Repertorio bibliográfico de la transición política andaluza constituye una valiosa aportación por cuanto ofrece a los investigadores y a los lectores en general un conjunto de manuales, diccionarios, compilaciones, atlas, monografías y artículos a partir de los cuales inaugurar nuevas líneas de investigación respecto a este tema para, así, comenzar a construir la historia de la transición política hacia la autonomía de la región andaluza. En esta misma línea, el libro de Manuel Hijano y Manuel Ruiz, Documentos para la Historia de la autonomía andaluza, aporta una amplia selección de textos considerados como claves documentales inéditas de obligada consulta para comprender en toda su dimensión el contexto histórico y político del movimiento autonomista andaluz y, en general, de la historia de nuestra región. Así, con la esperanza de promover nuevos enfoques, perspectivas y conclusiones respecto al
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tema de la autonomía andaluza, los autores de esta obra presentan al lector una serie de documentos enmarcados en diferentes periodos históricos claves para el proceso autonómico de la región y, en este sentido, comienzan centrándose en los antecedentes de dicho proceso, concretamente, en la Constitución de Antequera de 1883, así como en los posteriores manifiestos y mociones aprobados por diversos grupos regionalistas de Sevilla y Córdoba a finales de la segunda década del siglo XX, iniciativas que terminarían desembocando durante el sexenio republicano -punto de inflexión determinante para las aspiraciones autonomistas andaluzas- en el proyecto de Estatuto para Andalucía elaborado por la Junta Liberalista de Blas Infante. En el segundo capítulo, enmarcado en el periodo que va de las postrimerías de la dictadura franquista a la promulgación de la Constitución, se recogen los documentos referentes a las primeras iniciativas tendentes a la consecución de un estatuto autonómico, así como los decretos de 1978 por los que se aprueba el régimen preautonómico. Por su parte, el tercer capítulo del libro aporta los proyectos de estatuto de los partidos mayoritarios, mientras que en los dos siguientes capítulos se recogen, entre otros documentos, el borrador del Estatuto de Autonomía de 1979 elaborado por los parlamentarios andaluces en Carmona, los textos relativos al referéndum autonómico y al debate parlamentario abierto en las Cortes -incluidas las mociones e intervenciones de los diversos grupos políticos representados en el Parlamentoy los documentos relacionados con el desbloqueo parlamentario de la autonomía andaluza. Para finalizar, Hijano y Ruiz aprovechan los dos últimos capítulos de su libro para reproducir tanto el anteproyecto de Estatuto, como el propio Estatuto de Autonomía. En definitiva, estamos ante un admirable esfuerzo por sistematizar unas fuentes -tanto bibliográficas como documentales- que, como sostiene Manuel Hijano del Río, habrán de poner de relieve “los ricos y diferenciados matices de nuestra historia inmediata como Comunidad Autónoma, que nos permiten afirmar y defender la existencia de unas notas características y singulares para el estudio de nuestra transición a la autonomía”. José Antonio Vela Montero
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HISTORIA Y MEDIOS DE COMUNCIACIÓN EN ANDALUCÍA CHECA GODOY, Antonio: La radio en Andalucía durante la Guerra Civil y otros ensayos, Padilla, Sevilla, 1999, 140 págs. CHECA GODOY, Antonio: Historia de la radio en Andalucía (1917-1978), Fundación Unicaja, Málaga, 2000, 307 págs. LANGA NUÑO, Concha: Educación y propaganda en la Sevilla de la Guerra Civil. Una aproximación a través de la prensa, Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Sevilla, Sevilla, 2001, 231 págs. La progresiva importancia adquirida por la prensa y los medios de comunicación en general en el contexto de la ciencia histórica -una circunstancia propiciada, fundamentalmente, por la creciente tendencia de los investigadores a ver en dichos medios un objeto de estudio en lugar de una simple fuente de conocimiento- ha puesto de manifiesto la necesidad de elaborar una historia general de los medios de comunicación en Andalucía. En este sentido, las obras que, a continuación, reseñamos en estas páginas, vienen a realizar una notable contribución en este terreno, aportando importantes datos y conocimientos relativos a las características y evolución de la prensa escrita y la radio en el marco de determinados periodos históricos. Para empezar, el libro de Antonio Checa, Historia de la radio en Andalucía (1917-1978), constituye un pormenorizado estudio del medio radiofónico en la región andaluza, un análisis que, por encima de todo, posee la virtud de partir de una perspectiva global. De este modo, la obra de Checa supera los enfoques parciales que, tanto en lo espacial como en lo temporal, caracterizan a los estudios realizados por otros investigadores sobre este tema, logrando así ofrecer al lector una visión de conjunto de la historia de la radio en Andalucía a lo largo de un periodo enmarcado entre la última etapa de la Restauración y la instauración de la democracia tras la dictadura franquista. Checa inicia el recorrido por la historia de la radio andaluza centrándose en las figuras de los precursores del medio hablado en la región, así como en la aparición de los primeros clubes y emisoras de radio en determinadas ciudades andaluzas. En este sentido, el autor afirma que, si bien el número de emisoras implantadas en Andalucía durante los años inmediatamente siguientes a la aparición del medio radiofónico en la región era bastante elevado, una gran proporción de aquéllas desaparecería debido al escaso apoyo de la elite política y financiera. En consecuencia, sería el periodo republicano -etapa abarcada en el segundo capitulo de este libro- el que, a la postre, habría de alumbrar la verdadera aparición de la radio local pues, a pesar de las limitaciones económicas de la mayoría de emisoras, la práctica totalidad de las estaciones creadas a lo largo del sexenio republicano va a sobrevivir a la guerra civil y a la dictadura franquista para llegar,
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incluso, a nuestros días. De hecho, durante los últimos años de la República, el medio radiofónico va a verse beneficiado por un sustancial incremento de la audiencia, así como por el aumento de la venta de receptores y la aparición de los primeros programas de proyección popular. En el tercer capítulo, el autor aborda el desarrollo de la radio a lo largo de un periodo -el de la Guerra Civil- fundamental para una radio que, en el transcurso de estos tres años de contienda lograría alcanzar una súbita madurez en el marco de la región andaluza incrementando sensiblemente tanto su audiencia como su influencia entre un público deseoso de conocer las últimas noticias sobre la guerra. Sin embargo -y como refleja Checa en el cuarto capítulo de su libro- este incipiente desarrollo alcanzado por el medio hablado entraría en una fase de estancamiento a lo largo de la década de posguerra caracterizada por el lento crecimiento de receptores y audiencia, la escasez de publicidad y recursos técnicos, la burocratización de los contenidos y la pobreza de la programación. Habría, pues, que esperar a los años cincuenta para asistir al aumento de receptores, de emisoras y de horas de emisión que se llenarían con música folclórica, seriales y programas espectáculo, contribuyendo así a configurar al medio hablado en un elemento clave para la sociedad andaluza. Por su parte, la primera mitad de la década de los sesenta constituiría el marco de un gran despliegue de emisoras locales andaluzas que, no obstante, quedaría repentinamente frenado a mediados de esta década de los sesenta debido, fundamentalmente, a dos factores: la irrupción de la televisión -con el consiguiente transvase de audiencia de un medio a otro- y la reducción a la mitad del número de emisoras. El quinto capítulo de esta obra se centra en la segunda mitad de la década de los sesenta, un periodo en el que se abre para la radio andaluza una nueva etapa caracterizada, sobre todo, por la práctica desaparición de las emisoras independientes, la consolidación de las grandes cadenas como RNE, COPE o SER y el aumento de las horas de emisión como medio de combatir la creciente competencia de la joven televisión. Finalmente, el último capítulo se centra en la etapa de transición hacia la democracia abierta en nuestro país tras la muerte del general Franco, una coyuntura que va a otorgar a la radio el preciado bien de la libertad de expresión y organización. Durante este periodo, la radio andaluza va a destacarse por su total apoyo al proceso de democratización, circunstancia ésta que va a revertir en el aumento tanto de la audiencia como del prestigio de un medio hablado decidido a informar rigurosamente sobre las nuevas circunstancias y acontecimientos políticos. De entre todos los periodos históricos analizados en el libro anteriormente reseñado, Antonio Checa escoge el de la Guerra Civil para profundizar con más detalle en la evolución de la radio andaluza entre 1936 y 1939, un análisis que constituye el eje central de su obra La radio en Andalucía durante la Guerra Civil y otros ensayos.
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En esta obra, el autor parte de la situación en la que se hallaba el medio radiofónico en Andalucía durante los años previos al estallido de la contienda bélica para, a continuación, centrarse en los drásticos cambios sufridos por la radio andaluza a lo largo del periodo comprendido entre 1936 y 1939, una etapa en la que este joven medio de comunicación va a experimentar un notable auge gracias, sobre todo, al acusado incremento de una audiencia deseosa de conocer las últimas novedades relativas a la evolución del conflicto. Sólo dos factores enturbiarían este esperanzador panorama del medio hablado andaluz: la intensa politización de sus contenidos -lo que, naturalmente, le restaba credibilidad entre la audiencia- y el lento crecimiento de los receptores debido a las dificultades económicas propias de un periodo de guerra. Por otro lado, Checa dedica también unas páginas a las figuras más importantes y populares de la radiodifusión andaluza entre las que destaca el general Queipo de Llano, quien lograría hacer de la radio un eficaz instrumento de propaganda al servicio de los intereses del bando nacional. No obstante -y como señala el propio autor- el rasgo más destacado de los protagonistas del medio hablado es su anonimato, apenas matizado por la relativa relevancia alcanzada por algunos “speakers” como Julio Estevarenas o José del Real. Aún más limitado será el abanico de contenidos de un medio hablado que, durante este periodo bélico, sólo ofrecerá marchas militares, himnos y charlas políticas. En otro capítulo, Antonio Checa aborda el tema de la reorganización del medio radiofónico tras el alzamiento militar del 18 de julio, una reorganización que, en la práctica, va a traducirse -tanto en la zona rebelde como en la republicana- en un férreo control del poder político y militar sobre la radio andaluza, con el consiguiente proceso de incautaciones y prohibiciones. Finalmente, y para cerrar su estudio sobre la radio andaluza durante la Guerra Civil, Antonio Checa realiza un análisis pormenorizado de la evolución del medio hablado en cada una de las ocho provincias andaluzas a lo largo de los tres años de contienda, lo que permite al autor poner de manifiesto las diferencias y similitudes existentes entre la radio de uno y otro bando. El último de los libros reseñados en estas páginas es el de Concha Langa, Educación y propaganda en la Sevilla de la Guerra Civil, una obra que nos muestra la evolución de la enseñanza en Sevilla a lo largo del periodo que media entre 1936 y 1939, así como el tratamiento otorgado a este tema por el diario hispalense ABC, principal fuente documental utilizada por la investigadora. Uno de los rasgos más destacados de esta obra es el rigor con el que la autora plantea su investigación, una circunstancia que queda de manifiesto a tenor de los capítulos que Langa dedica a contextualizar su objeto de estudio, perfilando con nitidez el marco histórico y el panorama informativo vigente durante la Guerra Civil. De esta forma, el primer capítulo del libro aborda con gran detalle las circunstancias históricas de la Sevilla del primer tercio del siglo XX, desde el
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incipiente desarrollo inaugurado por las obras de la Exposición Iberoamericana de 1929 hasta su caída en manos de las tropas rebeldes de Franco tras el alzamiento militar de julio de 1936, pasando por los agitados y conflictivos años del periodo republicano, una etapa en la que la capital andaluza iba a ganarse el sobrenombre de “Sevilla la roja”. Del mismo modo, en el segundo capítulo, la autora realiza un análisis pormenorizado de la situación y evolución de la prensa, tanto a nivel nacional como local, durante la Guerra Civil, centrándose en la edición sevillana del diario ABC. En este sentido, Concha Langa pone de relieve la labor informativa desarrollada por del rotativo monárquico desde su fundación en 1929 hasta el fin del conflicto bélico, deteniéndose fundamentalmente en la actitud mantenida por el diario a lo largo de dos coyunturas históricas determinantes: el sexenio republicano y el periodo de guerra. Una vez perfilados con detalle dos de los principales ejes de la investigación -el contexto histórico y el panorama informativo de la época- la autora expone en el tercer capítulo de su obra las características básicas del tercer elemento de su estudio: la enseñanza. Para ello, Langa comienza mostrando la evolución y los principales rasgos de la educación a lo largo del primer tercio del siglo XX, una circunstancia que da pie a la autora para poner de manifiesto el enfrentamiento suscitado entre dos posturas antagónicas: por un lado, la de la Iglesia, defensora de una enseñanza tradicional y orientada hacia los valores religiosos; por el otro, la de las nuevas corrientes reformistas, partidarias de una enseñanza laica, crítica y liberadora. Este enfrentamiento entre modelos educativos excluyentes alcanzaría su mayor grado de intensidad durante la Segunda República, una etapa en la que los gobernantes más progresistas pondrían en práctica los planteamientos reformistas de la Escuela Libre de Enseñanza en perjuicio del control que, hasta entonces, ejercía la Iglesia sobre la educación. Centrándose ya en el periodo de la Guerra Civil, la autora destaca los principales rasgos de la enseñanza en la zona nacional -una enseñanza caracterizada, fundamentalmente, por una férrea estructura jerárquica y por unos marcados contenidos católicos y patrióticos- para, a continuación, mostrar de qué forma se articularon los nuevos planteamientos educativos del bando nacionalista a lo largo de tres etapas consecutivas enmarcadas en los tres años de guerra: la de la Junta de Defensa Nacional (del 24 de julio al 30 de septiembre de 1936), la de la Junta Técnica del Estado (del 1 de octubre de 1936 al 29 de enero de 1938) y, finalmente, la del primer gobierno de Franco, formado el 30 de enero de 1938, en el que se crea el Ministerio de Instrucción Pública. En el cuarto capítulo de su libro, Concha Langa analiza el tratamiento dispensado por ABC de Sevilla al tema de la enseñanza en sus páginas de información. Así, a partir de las informaciones del diario hispalense, la autora destaca que, durante el periodo en el que ejerce el poder la Junta de Defensa Nacional, los esfuerzos realizados por las nuevas autoridades para normalizar la
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enseñanza se concentraron, fundamentalmente, en el nivel de Primaria. Por otro lado, la etapa de la Junta Técnica del Estado propició una mayor sistematización de la labor normativa en el ámbito de la enseñanza, así como un creciente protagonismo de la Comisión de Cultura y Enseñanza, en detrimento de la enorme influencia que, hasta entonces, había ejercido en este terreno el estamento militar encabezado en Sevilla por Queipo de Llano. Finalmente, la formación del primer gobierno de Franco y la consiguiente creación del Ministerio de Instrucción Pública contribuyó a consolidar el nuevo modelo pedagógico que, tras las primeras etapas de la guerra en las que se había atendido prioritariamente a la enseñanza primaria, procedía ahora a ordenar la enseñanza secundaria y superior. Por último, en el capítulo quinto, Concha Langa analiza el tema de la enseñanza a través de la sección de opinión de ABC de Sevilla, lo que permite a la autora de este libro sentenciar que el diario de los Luca de Tena justificó y alabó sin reservas el nuevo modelo educativo inaugurado por las autoridades franquistas, del que se destacaba el retorno de la religión a las aulas y la importancia del maestro como emisario de la España “nueva”. No es de extrañar, en este sentido, que los artículos de opinión del diario sevillano mostraran, paralelamente, su más profundo rechazo al espíritu y a la obra de la reforma educativa laicista puesta en práctica, años antes, por las autoridades republicanas. En resumen, y tal como señalábamos al comienzo de estas páginas, las obras de Antonio Checa y Concha Langa no sólo contribuyen a ampliar el conocimiento acerca de las características y evolución, en el marco andaluz, de dos medios de comunicación básicos para la historia de la sociedad contemporánea, sino que, además, constituyen una valiosa aportación para la futura elaboración de una más que necesaria historia general de los medios en Andalucía. José A. Vela Montero EL MEDIO TELEVISIVO A DEBATE GORDILLO, Inmaculada: Narrativa y televisión, Mad, Colección Universitaria CC de la Información, Sevilla, 1999,107 páginas. GORDILLO, Inmaculada: Informativos en Andalucía. Estructura narrativa del informativo diario en televisión, Consejería de Cultura-Filmoteca de Andalucía, 1999, 198 páginas. La doctora en Ciencias de la Información y profesora de la Universidad de Sevilla es la autora de estos dos textos que significan una interesante puesta al día de esa parcela de la Comunicación Audiovisual que se encarga de estudiar a la Televisión.
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En el primero de ellos se analiza a dicho medio como un fenómeno que, amén de su repercusión social en los más dispares ámbitos, constituye cada vez más el objeto de numerosas investigaciones; estudios que, más allá de la tradicional concepción de la televisión como elemento sujeto a la crítica y el rechazo, se convierte en canal de nuevas reflexiones y planteamientos. De ahí que, gracias a trabajos como los que presenta la autora, se modifique notablemente la perspectiva y el acercamiento a la tradicionalmente considerada “caja tonta”. Y ello porque la televisión como medio de comunicación social cubre legítimas necesidades: sirve tanto de instrumento de evasión como de información, de entretenimiento y de canal de formación de la opinión pública; vertientes todas ellas complementarias y que actualizan, en gran medida, esa necesidad general de fortalecer un marco social común. Desde ese planteamiento, la doctora Gordillo analiza las peculiaridades narrativas de los distintos mensajes que puede transmitir dicho medio, además de detenerse en los distintos géneros, estilos y modalidades que cada uno de ellos genera. Partiendo de las definiciones aportadas en el primer texto, el segundo de los libros tiene como cometido el análisis minucioso del mundo informativo diario tal y como se transmite en la televisión andaluza. La hipótesis en este segundo caso se plantearía en torno al siguiente esquema: si los telediarios que llegan a la pequeña pantalla constituyen actualmente la principal fuente de información sobre los acontecimientos que posee el ciudadano, es menester analizar en profundidad a los “productos” que canalizan a todo ese material. Para la profesora de la Universidad hispalense, tal labor implicaría descubrir cuáles son las claves narrativas del medio audiovisual, amén de sus relaciones con otros discursos y dimensiones integrantes de la televisión. Un objetivo, en suma, muy necesario, si tenemos en cuenta, como recuerda la autora, que, hasta el momento, en la reflexión narrativa sobre la televisión ha primado el análisis de los programas de ficción (teleseries, telecomedias, etc.) en detrimento de los específicamente informativos. De ahí la necesidad de iniciar estudios como los que plantea la doctora Gordillo, trabajos orientados en una línea integradora y multidisciplinar, pues no en vano su deseo no estriba en contraponer a las distintas vertientes del mensaje televisivo sino en detectar el carácter complementario de sus mensajes y estructuras. María José Ruiz Acosta
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MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS ÁLVAREZ MARCOS, José: Tecnologías para la Información Periodística. Editorial MAD, Sevilla, 1999, 205 pp. ARMENTIA VIZUETE, José Ignacio y otros: El Diario Digital. Análisis de los contenidos textuales, aspectos formales y publicitarios. Editorial Bosch, Barcelona, 2000, 239 pp. CEBRIÁN HERREROS, Mariano: La radio en la convergencia multimedia. Editorial Gedisa, Barcelona, 2001, 369 pp. VENTURA FERNÁNDEZ, Rafael: La televisión por cable en España. Tendencias y estrategias. Supercable-Auna, Sevilla, 2001, 253 pp. VILCHES, Lorenzo: La migración digital. Editorial Gedisa, Barcelona, 2001, 254 pp. Hace tan sólo veinticinco años lo digital parecía reservado exclusivamente al mundo de la informática. Durante este tiempo, las tecnologías digitales han sustituido a las analógicas en nuevos e impensados campos: la reproducción de sonido, la grabación digital doméstica, la telefonía, etc. Los medios de comunicación convencionales también se han visto transformados por las nuevas tecnologías de la información, que se caracterizan por la convergencia, la interactividad y el uso del lenguaje digital como nexo de unión. Precisamente, José Álvarez Marcos, en su obra Tecnologías para la Información Periodística, analiza los cambios experimentados por el diario en el proceso de producción en las últimas dos décadas. En concreto, hace un recorrido claro y conciso por las cinco revoluciones tecnológicas que han alterado los contenidos informativos y las relaciones sociales, siguiendo un orden cronológico en el que intercala referencias sobre el ejercicio actual de la profesión, reflejando así a través de esta obra su experiencia académica y laboral. Los grandes hitos revolucionarios que desarrolla el autor son: la invención de la escritura hace unos 5.000 años; la imprenta de tipos móviles; las innovaciones tecnológicas del siglo XIX que consolidaron a los grandes periódicos (fotografía, telégrafo, teléfono, nuevos sistemas de composición e impresión tipográfica -linotipia, monotipia, estereotipia, primeras rotativas...-, la aparición de las primeras agencias informativas, etc.); la aplicación de la electrónica y de las telecomunicaciones al proceso informativo, que propiciaron la salida de la edad del plomo y la llegada de la fotocomposición, del color y del sistema de impresión offset; y, por último, la revolución digital, que abre las puertas de la llamada Sociedad de la Información. El autor nos recuerda que ya en la década de los ochenta los medios impresos comienzan a mudar la piel y se lanzan a un imparable proceso de informatización, que supone la eliminación gradual del papel. Las viodeterminales
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son reemplazadas por potentes ordenadores con programas de autoedición que permiten desde la inclusión de textos e imágenes hasta el montaje y salida para imprenta. En definitiva, el proceso se ha digitalizado excepto en su etapa final de impresión, por lo que los periódicos se distribuyen y comercializan de forma similar a como se hacía en el siglo XIX. Sin embargo, con la llegada de Internet el periódico cambia de soporte papel a electrónico. El lector lo recibe directamente a través del ordenador y puede acceder a la impresión individual si lo desea, reduciéndose los costes de producción. El nuevo diario, que el autor prefiere denominar ‘periódico cibernético’, sería el resultado final del proceso de mediamorfosis, un producto donde los textos y fotografías se mezclarían con el sonido y la imagen en movimiento. La obra recoge las primeras aventuras digitales de los diarios, sus formas de financiación, sus ventajas, etc., destacando el Diario Expo 92, la primera experiencia real de prensa cibernética desarrollada en Europa. Asimismo, profundiza en los cambios que la Red ha producido en la forma de trabajar de los periodistas, que además de buscar y preparar la información, la enlazan con otros hechos y documentos. Para este autor, “todo es tan diferente que ya no basta con adquirir unos conocimientos tecnológicos más o menos actualizados. Es imprescindible que el periodista aprenda a aprender, que genere una notable capacidad de autoaprendizaje”. Esta idea es la que pretende transmitir a los futuros profesionales y a los estudiosos de la información, para los cuales está pensado este libro, que constituye un texto fundamental para conocer la evolución histórica de las tecnologías de la información. Los datos relativos al periódico cibernético son complementados por otra obra básica, El Diario Digital. Análisis de los contenidos textuales, aspectos formales y publicitarios, que establece una radiografía de las peculiaridades de la prensa electrónica española. Basado en un proyecto de investigación, el libro se convierte también en un texto fundamental para cualquiera que se inicie en el estudio del periodismo digital, así como en una herramienta de trabajo para los profesionales de la información. La obra aparece estructurada en tres apartados bien diferenciados. En el primero de ellos se describe la aparición y evolución de Internet, sus distintos servicios y protocolos, así como el perfil del internauta español. Además, los autores explican el desarrollo de los distintos soportes electrónicos de información escrita (videotex, teletexto, audiotex, diarios en CD-ROM, etc.) hasta llegar a los sistemas interactivos actuales, descripción que ya desarrollaba el profesor Álvarez Marcos. El segundo bloque se centra en los aspectos formales del diario digital: sus elementos textuales, gráficos y multimedia, los recursos visuales más frecuentes y los servicios añadidos que proporcionan, como la posibilidad de consultar ejemplares atrasados o la recepción de cualquier noticia de última hora. Junto a estos
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aspectos, este apartado dedica especial atención a los rasgos de la fotografía y la publicidad en la prensa digital, al mismo tiempo que incluye un estudio descriptivo de la ediciones on line de los principales diarios norteamericanos, europeos y españoles (prensa de Barcelona, de Madrid, del País Vasco y de Navarra). El último bloque profundiza en los géneros y contenidos del periodismo digital. En este sentido, una de las aportaciones del libro es la comprobación de que los medios tradicionales todavía no han encontrado un lenguaje propio para estar presentes en Internet y que deberán adecuar sus estructuras textuales a este nuevo canal de comunicación. Frente al volcado generalizado de las versiones en papel, estos autores aprecian algunos intentos de adaptación al nuevo medio, tales como la aparición de servicios exclusivos de la edición digital, de contenidos que no están ligados directamente a la actualidad informativa (información meteorológica, estado de las carreteras, etc.), o la creación de géneros específicos como el foro. La obra concluye con un estudio estadístico en el que se comparan los contenidos de los principales diarios españoles en sus dos ediciones, impresa y digital. Las nuevas tecnologías también han afectado de forma considerable a la radio tradicional. Mariano Cebrián examina críticamente la situación actual de este medio en su obra La radio en la convergencia multimedia, al mismo tiempo que amplía la polémica sobre el papel que deben tener los medios, especialmente la radio, en la sociedad actual, un papel que se debate entre la orientación comercial o la de servicio al público. En concreto, estudia las transformaciones y tendencias de la comunicación informativa radiofónica atendiendo a los tres modelos existentes: el generalista, el temático y el modelo convergente, este último fruto de la tendencia integradora de los medios y del objetivo de las empresas de estar presentes en todos los campos de la comunicación. Y este análisis lo realiza de forma global, centrándose en algunos casos específicos que sirvan como elemento aglutinador del resto. Para ello, divide la obra en dos partes: la primera se centra en las transformaciones técnicas que conducen a la convergencia multimedia, mientras que la segunda analiza los contenidos y servicios de la programación generalista, así como las ofertas de audio y de radio de las plataformas de satélite y cable. En el epílogo, el autor recoge la transformación que está padeciendo la profesión radiofónica, donde desaparecen algunas categorías laborales para dar paso a otras nuevas que requieren también el dominio de otros conocimientos. En este contexto, Mariano Cebrián sostiene que “el nuevo horizonte se sitúa en el paso del profesional radiofónico al profesional multimedia”. Desde el principio, el autor insiste en que la información radiofónica debe cambiar su enfoque en la sociedad red, ya que Internet se ha convertido en una auténtica plataforma de comunicaciones, medios y servicios, plataforma que modifica todas las concepciones tradicionales. Para Mariano Cebrián, “no se trata
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tanto de radio por Internet sino de una información sonora acompañada de otros elementos paralelos escritos y visuales con capacidad de enlaces, de navegación, de ruptura del sincronismo para dejar libertad al usuario temporal y espacialmente para que acuda cuando quiera. La radio por Internet es otra cosa diferente a la radio. Habrá que buscar una denominación más precisa”. De hecho, apuesta por que la radio se convierta en un medio multimedia, que busque la interactividad y el autoservicio, pues sólo así tendrá protagonismo en la nueva sociedad. Para ello se precisan también profesionales multimedia. Mariano Cebrián describe la transformación de la radio analógica a la digital, así como el nuevo impulso que la digitalización ha otorgado a los sistemas de registro, reproducción, edición de audio y de gestión de la programación. Especial atención le presta a la radio digital terrestre, por cable y por Internet, que ha permitido la diversificación de los contenidos. Asimismo, resalta la entrada de la radio en la fase de integración en grupos multimedia, por lo que pierde su autonomía y se convierte en un valor añadido de las ofertas de paquetes multimedia, especialmente de los canales de televisión e Internet. La tendencia a la convergencia tecnológica conduce también a la diversificación de las modalidades de financiación y a la fragmentación de las audiencias. Pero a pesar de los cambios, el autor insiste en que “la radio seguirá definiéndose y manteniendo su situación en la sociedad por los contenidos y por los servicios que ofrezca”, pues de ellos depende ganar la batalla de la conquista de oyentes. Dada la convivencia de diferentes sistemas -analógico y digital- y soportes de difusión -cable, terrestre, satélite-, Cebrián reclama un esfuerzo de imaginación, creatividad y producción de contenidos de alta calidad, variados y atractivos. Lorenzo Vilches insiste también en la importancia de los contenidos en la nueva sociedad de la información. En su ensayo La migración digital, reflexiona sobre los cambios sociales que están experimentando los usuarios en el campo de la televisión debido a un proceso de migración digital, que supone el desplazamiento hacia un mundo altamente tecnificado, una nueva economía creada por las tecnologías del conocimiento, donde el cambio es la información y ésta es la nueva identidad. En este contexto, Vilches destaca que en la migración digital el mundo no se divide entre ricos y pobres, sino entre los que están informados y aquellos que han quedado fuera de setas tecnologías. Desde esta perspectiva, el autor sostiene que el futuro de los medios será la integración de los espectadores y usuarios en el negocio de la comunicación, negocio que prestará más atención a los clientes espectadores que a los programas. En palabras de Lorenzo Vilches: “Que el espectador gane dinero cuando mira un programa, he aquí la gran apuesta de la próxima convergencia (...) Las televisiones proporcionarán los contenidos pero las empresas de comunicación se ocuparán de
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un servicio global y a largo plazo del usuario, todo ello reunido en una plataforma multitecnológica”. A continuación, el autor describe cómo la aparición de las nuevas tecnologías junto con la internacionalización de los mercados ha provocado una serie de migraciones que afectan a distintos ámbitos: al imaginario tecnológico, ya que la convergencia aflora nuevos y antiguos mitos en las narraciones y contenidos de los medios; al lenguaje y al mercado cultural, donde se promueve el debate sobre la cultura de los nuevos medios y su dependencia de las exigencias comerciales; a las nuevas formas narrativas; a las conductas de los usuarios, que gracias a la interactividad se convierten en manipuladores de contenidos; y, por último, a la forma de conocer, archivar y encontrar las imágenes que produce la sociedad. Para Lorenzo Vilches, la migración digital supone también un desarrollo de las tecnologías del conocimiento, entre las que destaca las tecnologías de la imagen, esenciales para la formación de la percepción y la comprensión de la realidad. En este sentido, insiste en que “el proceso migratorio generado por la televisión e Internet no se agota en la producción de programas espectaculares y, en consecuencia se generará una gran capacidad de servicios dirigidos a nuevas demandas para el conocimiento y la educación”. Los usuarios de esta nueva comunicación, según el autor, dependerán menos de la cultura tradicional pero mucho más de las relaciones interpersonales generadas en Internet. Precisamente, su reflexión sobre el impacto de la red en los usuarios le lleva a afirmar rotundamente que otro efecto de la migración digital es que no hay continuidad entre la televisión e Internet. En definitiva, la idea básica que recorre toda la obra es que la aparición de las nuevas tecnologías y la internacionalización de los mercados ha provocado una serie de migraciones digitales cuyos efectos se manifiestan en los ámbitos culturales, educativos y sociales de los usuarios de la comunicación. Precisamente, en este contexto de cambios y transformaciones generadas por las nuevas tecnologías, destaca también la obra del profesor Rafael Ventura: La televisión por cable en España. Tendencias y estrategias. Se trata de un estudio pionero, fruto de la investigación realizada para su tesis doctoral, que analiza el entorno actual de la televisión por cable, al mismo tiempo que define cuáles son las estrategias más adecuadas en el ámbito corporativo y para las distintas unidades de negocio. En los distintos capítulos que conforman la obra, el autor describe sintéticamente los sistemas de comunicación vía telefónica, cable, satélite y digital terrestre, haciendo especial hincapié en las características técnicas de estos sistemas. Así, destaca el precio elevado que supone la instalación de la infraestructura de cable para zonas alejadas de los núcleos urbanos, convirtiéndose en estos casos el satélite como la opción más adecuada. Sin embargo, también apunta tres inconvenientes de los sistemas de comunicación vía satélite: el retardo en la
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recepción de la señal, la incapacidad de ofrecer un canal de retorno y la limitación de la capacidad de transmisión de ondas por el aire. Inconvenientes que se transforman en ventajas si hablamos del cable, ya que, como señala el autor, su ancho de banda casi ilimitado posibilita un canal de retorno que permite la bidireccionalidad de las comunicaciones y transporta información digitalizada. “Estas tres características convierten a la fibra óptica en un soporte que se configura como el embrión de los servicios multimedia interactivos destinados al hogar”. Descritas estas características, el autor se centra en los conglomerados empresariales presentes en el mercado de la televisión digital en España (Telefónica, Grupo Auna, Cableuropa, ...). Además, recoge la esencia del marco político y jurídico del entorno de los operadores de cable, desde la Ley de Telecomunicaciones por Cable (LTC) de 1995 hasta las aportaciones ofrecidas por la Ley General de Telecomunicaciones (LGT) aprobada en 1998, así como las ofertas de dichos operadores. Analizado el entorno actual, se exponen las condiciones que pueden definir el entorno futuro de la televisión por cable, un futuro que se ha fechado en el año 2005 y que presenta un alto nivel de incertidumbre tecnológica y estratégica, ya que las estrategias de los nuevos operadores de cable se ven afectadas por altos costes iniciales, lento crecimiento de la demanda y un elevado riesgo derivado del carácter novedoso de la industria y los altos costes asociados. En cualquier caso, el libro destaca que será más importante para las empresas de cable la evolución de la oferta y demanda de servicios interactivos, telefonía e Internet que la evolución de la oferta y demanda de televisión. De hecho, la posibilidad de ofrecer servicios interactivos es la principal ventaja competitiva del cable frente a otros sistemas de comunicación. Y para competir con garantías es necesaria la especialización de los contenidos, ya que “la calidad, y no la cantidad, de los contenidos audiovisuales ha de ser la principal variable a tener en cuenta a la hora de definir la oferta de un operador de televisión digital”. Asimismo, existe una gran confianza en que sea el cable el canal de comunicación idóneo para aprovechar las oportunidades de la convergencia tecnológica y de mercados. En resumen, estas cinco obras que presentamos constituyen actualmente libros de obligada referencia para entender los cambios que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están provocando en los medios convencionales. María José García Orta
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NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN EN SEVILLA ÁLVAREZ MARCOS, José: Sevilla y el periodismo multimedia (La experiencia pionera de Diario Expo 92), Padilla Libros Editores&Libreros, Sevilla, 2000,188 páginas. Constituye éste el sexto libro de José Álvarez Marcos, periodista, profesor de la Universidad de Sevilla y uno de los más destacados especialistas de Tecnología de la Información en España. El texto que nos ocupa recoge en gran medida la investigación que realizó el autor para la elaboración de sus tesis doctoral; un trabajo en el que, con gran cuidado y detalle, se combina la teoría con las referencias prácticas y directas, resultado del directo conocimiento del objeto de análisis: el periódico Diario Expo 92. Dicha publicación vendría a representar el primer ejemplo en nuestro país de cómo funcionó la comunicación electrónica o cibernética. Diario Expo 92 fue el nombre del periódico electrónico “editado” durante los meses que duró la Exposición Universal de 1992. Un modelo o prototipo que se mostró durante los seis meses que permaneció abierta la muestra sevillana y que, más allá de constituir un evento aislado, sirvió de adelanto de lo que hoy es ya una realidad (no olvidemos que, en la actualidad, ningún grupo periodístico importante del mundo se considera completo sin un proyecto de información cibernética). Mas, al mismo tiempo, el trabajo del doctor Álvarez constituye un acercamiento a la comunicación existente en la Sevilla de aquellos momentos, un análisis del sistema informativo de una capital que celebró la última exposición universal del siglo XX. Un encuentro, pues, que pese a centrarse en la conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de América, se orientó hacia más amplias relaciones. La situación, en suma, de una capital (la hispalense), que aprovechó el pasado como “excusa” para abrir una ventana al porvenir. El extenso y detallado trabajo de investigación que presenta el profesor Álvarez se cerraría con un interesante anexo donde se incluyen aspectos tan relevantes para la compresión del mismo como: los participantes oficiales en la Exposición Universal, datos básicos sobre la muestra, así como la cronología de la misma. En definitiva, una exhaustiva recopilación de un material, efímero por su propia naturaleza y que permite al autor realizar una reflexión sosegada acerca del impacto del periódico cibernético en la sociedad sevillana. María José Ruiz Acosta
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ÁMBITOS. REVISTA ANDALUZA DE COMUNICACIÓN NORMAS DE PUBLICACIÓN 1ª. Los textos deberán ser inéditos. Se referirán a aspectos de la Comunicación en su más amplio significado en cuanto ciencia social interdisciplinaria. 2ª. El director y sus asesores valorarán su interés y podrán hacer cuantas sugerencias estimen oportunas a los autores. El director será el máximo responsable de la calidad de los estudios, reflexiones e investigaciones editadas. 3ª. La revista se sitúa en el ámbito del librepensamiento. Cada autor será responsable de los contenidos de sus textos. 4ª. Los textos de esta revista podrán ser libremente citados siempre que se indique de manera exhaustiva su procedencia. 5ª. La extensión de los artículos deberá ser de entre 20 a 30 páginas, escritas a 1,5 espacios y encabezadas por un resumen de no más de 100 palabras en español e inglés así como por las palabras claves correspondientes. La de las reseñas bibliográficas comprenderán, como máximo, 4 páginas. En los artículos se especificará título y nombre del autor con su procedencia y posición actual. Las críticas de libros deberán ir encabezadas por un título propuesto por el autor y, después, una referencia completa del libro: nombre del autor, título, editorial, ciudad, año y número de páginas. 6ª. Los textos se presentarán en castellano, inglés o francés, independientemente de la procedencia de sus autores. 7ª. Las colaboraciones deberán ceñirse al sistema de notas a pie de página y, en el caso de los artículos, podrá añadirse una bibliografía complementaria, todo ello sin sobrepasar el máximo indicado de 30 páginas. 8ª. Las citas de autores, títulos y páginas deberán expresarse: a) Con los apellidos en caja alta y el nombre en alta y baja. Los títulos de libros irán en letra cursiva; b) Los de artículos o capítulos de libros entre comillas. En este último caso, al capítulo entrecomillado deberán seguir el nombre del editor, coordinador o compilador del libro y su título en cursiva. La palabra “página” o “páginas” deberán indicarse mediante la letra p. o pp. Ejemplos: a) REIG, Ramón: El control de la comunicación de masas. Bases estructurales y psicosociales, Ed. Libertarias/Prodhufi, Madrid, 1995, pp. 25-31 o, en su caso, p. 34. b) MORENO ESPINOSA, Pastora: “Esperpento: de la comunicación marginal a la oficial”, en VV.AA.: La expresión comunicativa, Eds. Asociación Cultural Gallo de Vidrio, col. El Desván, Sevilla, 1993, pp. 46-57.
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QUIRÓS FERNÁNDEZ, Fernando: “Estructura internacional de la información”, en EL-MIR, Amado José y VALBUENA DE LA FUENTE, Felicísimo (compiladores): Manual de periodismo, Ed. Prensa Ibérica/Universidad de las Palmas de Gran Canaria, Barcelona, 1995, pp. 559-601. WOLF, Mauro: “Los emisores de noticias en la investigación sobre comunicación”, en ZER. Revista de estudios de comunicación, núm. 3, noviembre 1997, Servicio Editorial Universidad del País Vasco, p. 15. ITZCOVICH, Susana, y otros: El niño y la imagen. Video, cine, televisión, Pablo de la Torriente Editorial, La Habana, 1996. 9ª. No obstante lo anterior, se estima que el sistema de citas forma parte de la propia investigación y de la línea de trabajo del investigador, razón por la cual, a pesar de las preferencias mostradas, se aceptarán otras formas de citar los textos en los que se fundamenten los trabajos remitidos. 10ª Las colaboraciones se remitirán impresas en papel y almacenadas en diskette informático en los programas Word Perfect, Word para PC o Word para Macintosh. Podrán ser asimismo enviadas por correo electrónico a las siguientes direcciones: ambitosrev@yahoo.es mjruiz@us.es ramonreig@us.es
Esta revista tiene carácter semestral, aquella persona interesada en recibirla puede solicitarla a través de correo normal, fax o correo electrónico y le será remitida contra reembolso al precio de 15 euros más gastos de envío. Si se desean recibir otros números deberá indicarse en la misma petición. ÁMBITOS ESTÁ EN INTERNET: http://www.ull.es/publicaciones/latina/ambitos/ambitos.htm