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La tecnología como parte de los equipos fiscales
Constantemente vemos como los avances tecnológicos continúan acelerando y haciendo más eficientes diversas actividades mercantiles; estamos viviendo cambios disruptivos en algunas industrias respecto a la manera de ofrecer sus productos y servicios; vemos emprendimientos con creatividad apalancados con recursos digitales de fácil acceso que les permite llegar a los consumidores esperados, incluso fuera de sus propias fronteras. Todo esto, sin duda, resulta de la combinación de talento humano y el uso de herramientas tecnológicas.
El ámbito tributario no se ha quedado atrás y vemos un complejo futuro fiscal con expectativas de transparencia global y búsqueda de intercambio de información entre países. En nuestro caso, Guatemala, vemos como las autoridades tributarias han avanzado desde hace algunos años y ahora, con mayor velocidad, en la utilización de herramientas tecnológicas que les permitan mejores enfoques en la fiscalización, mayor calidad en la información de los contribuyentes y eficiente análisis de los datos económicos declarados en los distintos tributos.
Durante la rendición de cuentas 2022 que realizó la Superintendencia de Administración Tributaria el mes pasado, comentaron sobre los avances en la implementación de sistemas y herramientas tecnológicas útiles en sus diferentes gestiones; por ejemplo, en el caso de la Intendencia de Atención al Contribuyente destacaron los resultados obtenidos por el uso de la Agencia Virtual y el RTU Digital; mientras tanto, para la Intendencia de Recaudación enfatizaron el uso de herramientas para facilitar el control de la Factura Electrónica, Declaraguate, Solvencia Fiscal y para la Intendencia de Fiscalización resaltaron la tecnología utilizada para análisis sectorial y las fiscalizaciones electrónicas, entre otros.
Lo anterior nos lleva a detenernos y meditar cómo, las organizaciones empresariales, se están preparando para los nuevos desafíos de fiscalización que deben atenderse y anticipar áreas de mejora en los controles internos; es decir, ya no solo enfocarse en obtener la información de sus diferentes fuentes contables y administrativas para subirlas a los formularios correspondientes y realizar el pago que resulte.
Sin lugar a duda se hace necesario revisar si se cuenta con las herramientas electrónicas y personal calificado que permita lograr avances decisivos en el cumplimiento tributario; prácticamente, evaluar si debe realizarse alguna transformación de fondo dentro de la función fiscal de las organizaciones.
La tecnología aplicada al cumplimiento fiscal se está convirtiendo en uno de los elementos más importantes a revisar dentro de las organizaciones, con la finalidad de diseñar herramientas electrónicas que permitan a los departamentos fiscales una ejecución eficiente. La tecnología y la innovación pueden ayudar a marcar la diferencia entre un equipo fiscal que trabaja bajo un enfoque de respuesta defensiva, de un equipo que trabaja bajo un enfoque de respuesta proactiva, basado en su plan que incluye la tecnología y le permite anticipar sus respuestas, tanto a situaciones recurrentes como extraordinarias.
Para enfrentar estos retos, es conveniente que la gerencia corporativa incluya dentro de su agenda, realizar una evaluación inicial que les permita conocer, entre otros aspectos si:
• La estratégica de negocios corporativa que se tiene para los próximos años considera los aspectos fiscales, validando si la misma está alineada con los controles mínimos necesarios para el efecto.
•Las áreas operativas de mayor volumen transaccional y documental, donde los equipos internos revisan el cumplimiento mediante muestreo aleatorio o confiando en la integridad y exactitud de la información generada por los sistemas operativos, tienen visualizada la organización, estandarización y automatización de los procesos que ayude a mejorar la gestión del riesgo y, de ser posible, brinde ahorro en costos.
• Hay necesidades de equipo tecnológico, definiendo las características que deberá tener a efecto de que sea de fácil interpretación y pueda integrarse con los sistemas operativos que se utilizan.
• El equipo funcional idóneo que brinde el soporte adecuado para el control y análisis de los datos procesados por las herramientas electrónicas tendría la capacidad de atender eficientemente los requerimientos de información recibidos de la autoridad fiscal.
Estos podrían ser los primeros pasos que ayuden a gestionar de mejor manera el riesgo fiscal, el cumplimiento tributario y la protección de la reputación corporativa.
Reflexionar, agregando el ingrediente fiscal, sobre todos los procesos actuales de los negocios y las iniciativas que se estén madurando es fundamental ya que dará a la dirección corporativa la capacidad de identificar soluciones que permitan asegurarse un proceso de fiscalización, con el apoyo de tecnología, sin mayores sobresaltos.