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Inversión en Salud en Guatemala

Por Natalia González Jiménez de Bayer

Hay muchos factores demográficos, sociales y económicos que determinan el gasto en salud que realiza un país; pero también se debe de considerar la financiación y las disposiciones organizativas del sistema de salud

Hay muchos factores demográficos, sociales y económicos que determinan el gasto en salud que realiza un país; pero también se debe de considerar la financiación y las disposiciones organizativas del sistema de salud.

Según la OCDE1, la inversión promedio en salud de los países de Latinoamérica y Caribe es 6.9% del PIB. Los países de OCDE promediaron un gasto corriente en salud de 8.5% del PIB en 2019. El gasto promedio de la OCDE en salud per cápita en 2019 fue cuatro veces mayor que el de los países de Latinoamérica (USD PPA 3 999 OCDE frente a 1 155 LATAM); mientras que el gasto sanitario total per cápita a 2019 en Guatemala fue de USD PPA 529.

En el estudio Panorama de la Economía de la Salud y Administración Presupuestaria describe que Guatemala tiene la cobertura más baja de todos los países analizados, menos del 20% de su población cuenta con un seguro de salud contributivo; lo cual refleja la baja inversión en salud pública. El gasto de bolsillo es 56% con respecto al total del gasto en salud; lejos del 20% recomendado por la OCDE para evitar la afectación de altos gastos de la población vulnerable.

La relevancia de estos datos radica en que el crecimiento del PIB y del gasto en salud guarda una relación positiva, lo que significa que, un aumento o disminución de uno de ellos sigue al otro.

Entre las recomendaciones que se presentan para Guatemala en Panorama de la Economía de la Salud destaca la mejora en la administración de los recursos económicos que son escasos debido a la baja asignación de recursos públicos al sistema de salud; que permitan ampliar la cobertura de la población y la sostenibilidad del sistema de salud. Formalización del empleo en el país como un medio que permita un incremento de ingresos al sistema de salud ya que el último dato publicado por el INE, para el 2021 la tasa de informalidad alcanzó el 70,8% a nivel nacional. Mejorar marco legal y política pública de salud a través del uso de mecanismos innovadores de adquisición en la Ley de Compras y Contrataciones y/o Reglamento de Ejecución Presupuestaria.

Ante el panorama político actual en Guatemala y considerando los datos presentados, es vital que dentro de la agenda de los candidatos presidenciales este presente, como una prioridad, el fortalecimiento de la inversión en Salud como pilar del bienestar y desarrollo la población guatemalteca.

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