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La doble transición en Guatemala – Urbanización y bono demográfico

Enrique Godoy Grupo Buena

Guatemala es el país de américa latina más joven y menos urbanizado. Parece una oración muy simple pero tiene muchas implicaciones. Podemos intentar entender el pasado y por qué tiene nuestra población esas características o podemos entender que eso va a cambiar en los próximos 15 – 20 años y nos preparamos para ello.

Según las proyecciones de INE (habrá que esperar datos finales del censo) la edad promedio en Guatemala es de 24-26 años mientras que en américa latina es de 30 años. ¿Por qué es importante este dato? Una forma de entenderlo mejor es que el aumento de la edad promedio implica, en nuestro caso, un aumento en la población económicamente activa (PEA) versus la población económicamente dependiente (PED). Mientras más alta la relación de PEA versus PED más sube el PIB per cápita y la productividad del país.

Pero acá debemos tomar en cuenta la segunda transición que está sucediendo. La población urbana en Guatemala es también la más baja en américa latina (53-55%) cuando el promedio en américa latina es de 75%. Las personas tendemos a migrar, por razones económicas principalmente, a territorios por más aglomeración de personas, ciudades pequeñas, medianas, grandes o mega. Las ciudades son fuente de oportunidades de empleo e ingresos y por eso terminan siendo grandes imanes de atracción de personas. Normalmente, además de empleos e ingresos, cuentan con más y mejores servicios públicos y privados para mejorar nuestra calidad de vida.

Los países que logran, de forma sostenida por 5-10 años, crecer a ritmos superiores a 8-10% son aquellos que están pasando por ese proceso o por el proceso de urbanización de su población y más aún si además pasan por un proceso de crecimiento de la edad promedio al ideal de entre 30-35 años de su población económicamente activa. Guatemala pasará por ambas transiciones entre ahora y el 2040. El proceso completo tomará de 20-30 años. Esa generación cambiará para siempre el modelo económico de Guatemala. consumo de electricidad, vivienda, alimentos, bebidas, servicios urbanos y vestuario. La demanda agregada por el consumo interno, por su cuenta,agregará 2-3 puntos de crecimiento anual de PIB durante esas dos décadas. Mucha de esa demanda agregada vendrá de los 10-11 millones de habitantes urbanos que habrá en las 10 a 12 ciudades medianas e intemedias fuera del departamento de Guatemala. Ciudad de Guatemala ha sido la locomotora que jala al país para adelante, pero del 2030 al 2040 tendremos entre 5 a 6 locomotoras que estarán jalando carga con más rapidez y más fuerza que la región metropolitana de la Ciudad de Guatemala.

Estas dos transiciones demográficas traen consigo enormes retos pero también extraordinarias oportunidades. Esas ciudades medianas e intermedias son un imán perfecto para atraer migrantes que, de otra forma, terminarían en México o, lo más probable, Estados Unidos.

Estas dos transiciones demográficas van a suceder, nos preparemos para ellas o no. Planifiquemos y construyamos las ciudades y la infraestructura urbana, de conectividad entre ellas y el mundo o no. Van a suceder, invirtamos en la población (capital humano) o no. Las transiciones son inevitables, pero la clave es prepararnos para ambas y tomarlas como una oportunidad para un crecimiento acelerado, sostenido, sostenible, incluyente y competitivo.

Necesitamos crear y fortalecer la institucionalidad local, metropolitana y nacional que pueda dirigir y liderar esos procesos. Es indispensable gestionar los recursos para financiarlo y las políticas públicas, leyes y herramientas que faciliten estos procesos. Más importante aún es invertir en la nutrición, salud y educación de la generación que nacerá entre el 2020 y 2030. Esa será la generación post bono demográfico y tendrá retos extraordinarios. Guatemala tiene una oportunidad , que sucede una vez en la historia de cada país, para sentar las bases de las próximas generaciones.

Por muchos años hemos tenido una estrategia, si se le puede llamar así, de apostar por la estabilidad, controlando la inflación, el tipo de cambio y la política monetaria, pero si no aprovechamos esta extraordinaria

Necesitamos comprender, insisto, que ambas transiciones sucederán, nos preparemos o no, y sería irresponsable de nuestra parte no prepararnos adecuadamente para esas transiciones que traerán una descentralización económica, social y política. Las transformaciones económicas transforman el poder político. Necesitamos sentar las bases para un futuro más urbano, con una clase media más grande y fuerte pero sobre todo más dispersa (descentralizada) en todo el país.

Guatemala tiene una oportunidad y potencial enorme, enfoquémonos y esforcémonos para hacerlo realidad.

The double transition in Guatemala - Urbanization and demographic bonus

Guatemala is the youngest and least urbanized country in Latin America. It seems like a very simple sentence but it has many implications. We can try to understand the past and why our population has these characteristics or we can understand that it will change in the next 15 to 20 years and prepare for it.

According to National Statistical Institute (INE for its initials in Spanish) projections (we will have to wait for final data from the census) the average age in Guatemala is 24 to 26 years old while in Latin America it is 30 years old. Why is this data important? One way of understanding it better is that the increase in the average age implies, in our case, an increase in the economically active population (EAP) versus the economically dependent population (EDP). The higher the ratio of EAP versus EDP, the higher the GDP per capita and the productivity of the country.

But here we must take into account the second transition that is taking place. The urban population in Guatemala is also the lowest in Latin America (53-55%) when the average in Latin America is 75%. People tend to migrate, mainly for economic reasons, to territories with more agglomeration of people, to small, medium, large or mega cities. Cities are a source of employment and income opportunities and that is why they end up being great magnets for attracting people. Normally, in addition to jobs and income, they have more and better public and private services to improve their quality of life.

The countries that achieve, in a sustained way for 5 to 10 years, growth at rates higher than 8% to 10% are those that are going through this process or through the process of urbanization of their population and even more if they also

go through a process of growth from the average age to the ideal of between 30 to 35 years of their economically active population. Guatemala will go through both transitions between now and 2040. The entire process will take from 20 to 30 years. That generation will change Guatemala’s economic model forever.

The aggregate demand that this generates will at least quintuple, over a 20 to 30 year period, the consumption of electricity, housing, food, beverages, urban services and clothing. Aggregate demand for domestic consumption, on its own, will add 2 to 3 points of annual GDP growth during those two decades. Much of that aggregate demand will come from the 10 to 11 million urban dwellers in the 10 to 12 medium and intermediate cities outside the department of Guatemala. Guatemala City has been the locomotive that pulls the country forward, but from 2030 to 2040 we will have 5 to 6 locomotives that will be pulling loads faster and stronger than the Guatemala City metropolitan region.

These two demographic transitions bring with them enormous challenges but also extraordinary opportunities. These medium and intermediate cities are a perfect magnet to attract migrants who would otherwise end up in Mexico or, more likely, the United States.

These two demographic transitions are going to happen, whether we prepare for them or not. Whether we plan and build cities and urban infrastructure, whether we connect them to the world or not. They are going to happen, whether we invest in population (human capital) or not. Transitions are inevitable, but the key is to prepare for both and take them as an opportunity for accelerated, sustained, sustainable, inclusive and competitive growth.

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