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Enfrentamos una nueva realidad laboral

Por Lissette Barrios de Energuate

La vida laboral está en constante cambio y esto implica que las empresas deben buscar la adaptabilidad.

El equilibrio entre la vida personal y la profesional es una de las piedras angulares de la política laboral de ENERGUATE, por lo cual se han adoptado mecanismos que beneficien a los colaboradores y también permitan a la empresa alcanzar los objetivos.

En el marco de la pandemia Covid-19, se hizo necesario revisar los protocolos laborales. Aquí, lo primero que impulsamos, por prevención de contagio, fue el teletrabajo. Centenas de trabajadores siguieron con sus tareas desde casa.

Esta decisión también implicó adoptar nuevos modelos para la interacción de los responsables de los procesos con los subalternos; medidas para supervisar las actividades y la incorporación de herramientas tecnológicas para la formación y la capacitación.

Todo esto nos preparó para, nuevamente, enfrentarnos a una nueva realidad laboral, que se caracteriza por contextos con amplia disposición de plataformas virtuales, que facilitan el trabajo a distancia y una cultura de autorregulación y autosupervisión.

Explorar nuevas formas

Con la demanda cada vez mayor de volver a la presencialidad, en ENERGUATE, cada una de las gerencias adopta horarios y jornadas de acuerdo con sus propias necesidades. Hasta la fecha, se mantiene el trabajo híbrido como uno de los más solicitados.

Pero se quiere ir más allá, se explora también la adaptación de jornadas de trabajo con diferente horario. Se entiende que la más conocida, entrar a las 8:00 horas, no necesariamente es la más adecuada, sobre todo en las ciudades con tránsito intenso. Por eso, se empezó el análisis de las ventajas de autorizar horarios escalonados para una parte de los colaboradores cuyo rol lo permite.

Estos esquemas novedosos, tendrán impacto en nuestros colaboradores, en la productividad laboral y el beneficio personal y familiar de los colaboradores.

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