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Mi mascota hace “cochecito”, “trenecito” o se arrastra, ¿qué hago?
Expertos
Durante el tiempo que he trabajado con mascotas como médico veterinario, se puede contar una gran cantidad de anécdotas, desde el ¿por qué un perro se llama así? o ¿qué significa el nombre del paciente? A estas experiencias hay que agregar también las preguntas que nos hacen los dueños sobre sus mascotas, ya sean dueños novatos o experimentados. Lo importante de todo esto es la interacción que se tiene entre propietarios y el equipo médico que revisará, tratará o estará en contacto con tu mascota. Lo más enriquecedor son las preguntas (normales éstas) durante el transcurso de la consulta, ya que nos ayudan a los médicos veterinarios a guiar de la mejor manera a los propietarios sobre salud, nutrición, reproducción, educación y más de nuestros amigos. Una de las preguntas más frecuentes (y signos en perros no importando la edad) es: mi mascota hace carrito, cochecito, trenecito o simplemente se arrastra de una manera muy chistosa, ¿por qué lo hace? Generalmente la respuesta más común es tal vez tenga parásitos; éstos le ocasionan comezón y trata de controlarla de esta forma. Sin embargo, esto no es cierto del todo, así que vamos paso a paso a ver qué es lo que sucede. La región perianal de nuestras mascotas va desde el pliegue ventral de la cola, hasta el inicio de los genitales externos (es decir, desde la base de la cola por encima del ano hasta el inicio del escroto en el macho o de la vulva en la hembra).
Esta zona es muy sensible, lo que ocasiona que si nuestra mascota tiene o presenta alguna irritación cercana a esta zona se tratará de lamer o se arrastrará frotando esta parte de su cuerpo en el piso (a esto llamamos “carrito, cochecito, trenecito”). Además, alrededor del ano se encuentran una gran cantidad de glándulas llamadas glándulas perianales (ya que están alrededor del ano), y también se encuentran dos glándulas mayores llamadas glándulas o sacos anales.
Vayamos discutiendo algunas de las causas más comunes para que nuestras mascotas hagan este movimiento.
En el caso de los parásitos, no todos los parásitos ocasionan prurito o comezón en la zona perianal, esto es más común en el caso de Tenias o gusanos planos ya que las estructuras con huevos del parásito, llamados proglótidos salen a través del ano ocasionando prurito. Otro grupo de parásitos asociados a este signo son los gusanos redondos o nemátodos AOxiuros. Los protozoarios como Giardia e Isosporas no ocasionan comezón por sí solos, pero los signos asociados a su infección como diarrea, ocasionan erosión en la mucosa del ano y el prurito asociado a ésta.
Los perros con estreñimiento o que no pueden defecar también presentan prurito, ya que el tenesmo o pujo constante puede agrietar la mucosa anal y ocasionar la comezón; pacientes que comen alimentos irritantes o con cuadros de inflamación del colon o colitis, también son propensos a este tipo de movimiento.
Si cambiamos un poco el agente causal, existe un grupo de enfermedades llamadas auto inmunes, en las cuales la mascota produce mecanismos de defensa en contra de ella misma, como el lupus y el pénfigo.
Estas enfermedades tienen como signos lesiones en las uniones mucocutáneas, es decir donde se une mucosa y piel externa, como sería la comisura y todo el borde de los labios y todo el borde del ano, lo cual puede ocasionar nuevamente inflamación, irritación y comezón.
Por otro lado, como mencionamos al inicio, la región anal está llena de glándulas pequeñas que, en caso de inflamarse, ya sea por enfermedad de la piel o por presencia de pequeños tumores (más comunes en los perros machos, adultos, y de raza pequeña), ocasionan comezón y en este punto, sí es importante hablar de las glándulas o sacos anales. Estas son dos estructuras glandulares que se encuentran en ambos lados del ano cuya función es producir una sustancia que sería el equivalente al almizcle de los zorrillos, hurones y mofetas, la cual de forma constante es eliminada cuando la mascota defeca o se excita como en el caso de temor, originando un olor muy fuerte y desagradable. Estas glándulas o sacos son los que se vacían en el caso de llevarlos a la estética o en el consultorio veterinario como parte del manejo de higiene de una mascota.
En algunos casos graves, estos sacos pueden llegar a infectarse, lo que ocasiona un problema llamado saculitis perianal, que a la larga ocasiona ruptura de la piel y más dolor para la mascota, así como un manejo más tardado, empleo de antibióticos y el retiro de estos sacos por medio de cirugía.
Este es el motivo por el cual, durante la consulta médica de nuestras mascotas, los sacos anales deben ser revisados, para así, en caso de presentar problemas, poder detectarlos rápido y dar el manejo adecuado. Una forma sencilla de llevar un control sobre estas estructuras y así evitar que nuestra mascota haga “cochecito”, es que cada vez que se bañe a la mascota o al menos dos veces al mes revisarla y de ser necesario vaciar estos sacos o glándulas.
En conclusión, el que nuestro animal de compañía haga “cochecito” no se debe únicamente a parásitos o sacos anales llenos, si vemos a nuestra mascota arrastrarse de forma chistosa, lo mejor es llevarlo a una revisión médica, pues la causa puede ir desde lo más sencillo hasta lo más complicado.