Memoria de Impacto 2011

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MEMORIA DE IMPACTO 2011

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© AI

Imagen superior: Activistas de Amnistía Internacional celebran el 50 aniversario de la organización. Foto de portada: Jóvenes egipcias gritan consignas contra la junta militar en una protesta en El Cairo, Egipto. © EFE/STR

EL

MUNDO PUEDE CAMBIAR, PERO NO VA A CAMBIAR SOLO

El año 2011 fue un año especial. Amnistía Internacional celebró su 50 aniversario. Cincuenta años de lucha por la justicia y la libertad desde la independencia y la imparcialidad. Tras cinco décadas de logros y, por qué no decirlo, de algunos objetivos no conseguidos, hoy seguimos siendo esa organización incómoda, irreductible, que recibe duras críticas de los poderosos en todo el mundo. Esto es positivo, porque significa que nuestro trabajo es relevante, y que sigue teniendo un gran valor para aquellas personas que sufren o pueden llegar a sufrir violaciones de derechos humanos y no tienen voz. Prueba de ello es esta Memoria de Impacto 2011, que como su nombre indica no es una memoria de actividades, sino una breve crónica de aquellos impactos positivos en la vida real de muchas personas que se han conseguido gracias a la labor de nuestra organización en España, o a los que hemos contribuido en este periodo. Por otra parte, 2011 también fue turbulento. Millones de personas tomaron las calles para exigir cambios. El éxito de los levantamientos registrados en Túnez y Egipto a comienzos de año 2

desencadenó protestas en demanda de derechos en toda la región y posteriormente en el resto del mundo, como en Moscú, Madrid y Atenas en Europa; Dakar y Kampala en África; Nueva York, La Paz y Cuernavaca en América o Phnom Penh y Tokio en Asia. Lo que subyace a esta ola de protestas en muchos lugares del mundo es el fracaso endémico del liderazgo local e internacional a la hora de proteger los derechos humanos. Muchas reacciones de la comunidad internacional ante las crisis de derechos humanos se han caracterizado por el temor, la prevaricación, el oportunismo y la hipocresía. En ningún lado esta dinámica ha sido más evidente que en Oriente Medio y el norte de África, y más concretamente en Siria, donde el Consejo de Seguridad de la ONU ha jugado un papel lamentable al servicio de las potencias con intereses en la zona. Los Gobiernos del mundo, sencillamente, no han estado a la altura de sus responsabilidades, y una vez más los cambios tendrán que venir de las personas corrientes. En cuanto a España, el año 2011 fue un año de luces y sombras para los derechos humanos. Junto a algunos

avances, como los cambios en la Ley de Extranjería, no podemos olvidar el desamparo en el que se encuentran los familiares y las víctimas de desapariciones forzadas durante la Guerra Civil y el franquismo. Envuelto el juez Garzón en un proceso judicial –considerado por Amnistía Internacional un escándalo para los derechos humanos– por investigar estos atroces crímenes, la verdad, la justicia y la reparación para estas personas se encuentran todavía muy lejos. Los retos a los que nos enfrentamos son numerosos y complejos, pero ¿quién podía imaginar que el llamamiento a la acción del abogado británico Peter Benenson en 1961 se convertiría en una organización global formada por tres millones de personas? “El mundo puede cambiar, pero no va a cambiar solo” fue nuestro lema para la celebración del 50 aniversario. Un lema muy cierto hoy, y que sin duda seguirá siendo cierto en el futuro.

Alfonso López Borgoñoz Presidente de Amnistía Internacional España


PRIMAVERA ÁRABE

Amnistía Internacional ha trabajado intensamente durante 2011 en defensa de los derechos humanos en toda la región, y aunque todavía hoy los cambios anhelados por millones de personas están el aire, hubo algunos avances. En Túnez se celebraron las primeras elecciones democráticas desde la independencia del país. Ennahda fue el partido ganador, pero no logró la mayoría absoluta, por lo que la Asamblea Nacional Constituyente nombró un gobierno de transición. Su presidencia recayó en Moncef Marzouki, activista de los derechos humanos y ex preso de conciencia de Amnistía Internacional, quien firmó el Manifiesto por el Cambio de nuestra organización y se comprometió a usarlo como hoja de ruta. En Egipto, las mujeres estuvieron en primera línea de las protestas. Sobrepasando los estereotipos y la

“No tengo palabras para expresar mi gratitud por el apoyo recibido de Amnistía Internacional. Quiero dar las gracias a todo el personal y a los miembros de Amnistía Internacional que durante años han puesto de relieve mi difícil situación”. Jamal al Hajji, preso de conciencia libio.

Acto de solidaridad con los activistas de la Primavera árabe.

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discriminación, las revueltas fueron escenario de su liderazgo activo en defensa de los avances democráticos. El secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty, arrancó al jefe de la inteligencia militar egipcia el compromiso de que el ejército no volvería a realizar “pruebas de virginidad” cuando detuviesen a mujeres. En Libia, la Corte Penal Internacional aprobó una orden de detención contra Muamar el Gadafi, su hijo Saif al Islam y el jefe de la inteligencia militar, Abdallah al Sanussi, por presuntos crímenes de lesa humanidad. El Consejo Nacional de Transición mantuvo relaciones de alto nivel con Amnistía Internacional y se comprometió públicamente a efectuar avances en materia de derechos humanos. En Bahréin, gracias a la presión de miles de activistas, se creó una comisión independiente para investigar los presuntos abusos contra los derechos humanos cometidos en el país durante las protestas. La Comisión formuló recomendaciones importantes que todavía deben ser puestas en práctica. Amnistía Internacional también trabajó en defensa de víctimas individuales, como doctores y otros profesionales de la salud que habían sido juzgados y condenados por un tribunal militar. Muchos de ellos lograron un nuevo juicio ante un tribunal civil. En cuanto a Siria, publicamos el informe La larga mano de la mujabarat, en el que denunciamos la intimidación sufrida por activistas sirios y sus familiares dentro y fuera de su país a manos de funcionarios sirios. En España, la noticia llevó al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación español a convocar al embajador de Siria y a exigirle acabar con los hostigamientos a estos manifestantes en nuestro país.

Más información en: www.es.amnesty.org/crisis-norte-africa-oriente-medio

© AI Murcia

Cuando nadie lo esperaba, en el año 2011 estalló la Primavera árabe en el norte de África y Oriente Próximo. Millones de personas de todas las edades, con muchas mujeres en primera línea, inundaron las calles para exigir justicia y libertad. Las fuerzas armadas y de seguridad respondieron con una violencia extrema, pese a lo cual la esperanza dio alas a la población para seguir reclamando cambios. El año terminó con la caída de cuatro jefes de Estado.


POBREZA La pobreza no es solo una cuestión de economía, es sobre todo una cuestión de derechos humanos. A lo largo de 2011 hemos seguido trabajando en la campaña Exige Dignidad para que los Gobiernos, los organismos internacionales y las empresas rindan cuentas por los abusos que generan o agudizan la pobreza. En Rumanía se paralizó el desalojo forzoso de la población gitana de Baia Mare, mientras que en Serbia, las autoridades aplazaron el desalojo de 27 familias romaníes en el barrio Nuevo Belgrado. En Italia, el Consejo de Estado declaró que la “emergencia nómada” era ilegal. El estado de emergencia había permitido el desalojo forzoso y otras violaciones de derechos humanos desde 2008. El trabajo sobre estos colectivos desarrollado por Amnistía Internacional contribuyó al éxito. En Chad, las más de 10.000 personas que viven en Ambatta ya no están en riesgo de ser desalojadas por la fuerza. También en Angola actuó Amnistía Internacional y logró que el Gobierno realojara a las más de 450 personas de Luanda cuyas viviendas fueron demolidas entre 2004 y 2006 para construir apartamentos de lujo. En Ghana contribuimos a paralizar el desalojo del asentamiento de Old Fatama. En el mes de abril publicamos el informe Derechos a la intemperie. Obstáculos para hacer valer los derechos económicos, sociales y culturales en España. Unos meses más tarde, el parlamento español aprobó la Ley General de Salud Pública que introdujo la universalización del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, ya en 2012, la aprobación de la reforma sanitaria ha supuesto un paso atrás. Otro informe que tuvo un importante impacto fue Vidas paralelas: población romaní sin derecho a vivienda y agua en Eslovenia. Solo dos semanas después de que Amnistía Internacional lo publicara, las autoridades eslovacas se comprometieron a garantizar el acceso al agua en la localidad de Dobruška vas.

En América Latina, Amnistía Internacional acogió con satisfacción la nueva ley aprobada por el Congreso de Perú que exige el consentimiento de la población indígena a los proyectos que se desarrollen en sus tierras ancestrales. También se produjeron avances en Paraguay. La comunidad indígena Sawhoyamaxa firmó con el Gobierno y dos empresas un acuerdo que les permitirá recuperar sus tierras.

Más información en: www.es.amnesty.org/exigedignidad

PENA DE MUERTE Poco a poco, la pena de muerte se está convirtiendo en una práctica en extinción, pero sigue siendo uno de los principales frentes de acción de Amnistía Internacional. En Estados Unidos, la abolición de la pena capital avanzó positivamente en 2011. Dos nuevos estados, Oregón e Illinois, la eliminaron de sus sistemas legales. Pat Quinn, gobernador de Illinois, conmutó la pena capital a 15 hombres, y John Kitzhaber, gobernador de Oregon, dio luz verde a una moratoria sobre las ejecuciones durante el resto de su mandato. Ello facilitó el indulto de Gary Haugen, un condenado a muerte cuya ejecución estaba prevista para finales de año. Otra buena noticia llegó de Myanmar, donde el Gobierno conmutó todas las penas de muerte por cadena perpetua. Amnistía Internacional se congratuló de la noticia, si bien instó al Gobierno a que diera un paso más y aboliera definitivamente la pena capital.

Más información en: www.es.amnesty.org/temas/pena-de-muerte

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Acto de Amnistía Internacional en contra de la pena de muerte.

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ESPAÑA

LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD

Nuestro informe sobre la política exterior española y su impacto en derechos humanos Voces contra el olvido. La respuesta de la política exterior española a los abusos de derechos humanos en el mundo tuvo amplio impacto público. Tras su publicación, la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, se comprometió a poner en práctica varias de sus recomendaciones.

La lucha contra los crímenes más atroces es un camino largo y lleno de dificultades, pero el año 2011 ha dado algunos frutos. En muchos casos se trata de victorias históricas por las que Amnistía Internacional llevaba décadas trabajando. En Argentina, el excapitán de la armada Alfredo Astiz y 15 personas más fueron condenados a penas de prisión por crímenes de lesa humanidad cometidos durante el gobierno militar (1976-1983).

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En Uruguay se aprobó una nueva ley para eliminar los efectos de la Ley de Amnistía de 1986 (conocida como Ley de Caducidad). La antigua ley protegía a la policía y al personal militar del enjuiciamiento por violaciones de derechos humanos.

Joan Manuel Serrat participó en nuestro acto del Día Internacional de los Derechos Humanos.

En el marco del Debate del Estado de la Nación, el Congreso de los Diputados adoptó una resolución instando al Gobierno a hacer balance del cumplimiento del Plan de Derechos Humanos vigente y a impulsar un II Plan de Derechos Humanos. Esta resolución y el compromiso adquirido por varios partidos políticos al respecto en sus programas electorales constituyeron importantes éxitos de nuestro trabajo. En relación con las manifestaciones del movimiento 15M, exigimos al Gobierno central y al catalán que llevaran a cabo una investigación de todas las denuncias de uso de fuerza excesiva por parte de la policía. También pedimos que se adoptaran medidas disciplinarias y actuaciones penales, de ser necesarias, contra los agentes de policía implicados. Fue positivo que se abrieran diligencias judiciales contra los Mossos d’ Esquadra que cargaron contra los manifestantes en la plaza de Catalunya, y que el ministerio del Interior anunciara una investigación interna ante las imágenes que mostraban a un policía nacional golpeando a una manifestante en Madrid. Desde entonces estamos dando seguimiento a la actuación judicial. En relación a la situación de las personas inmigrantes en nuestro país, la modificación de la Ley de Extranjería supuso un avance en la protección de las mujeres en situación irregular y que sufren violencia de género, pues ya no se les puede abrir un expediente de expulsión al denunciar los malos tratos. Además, la modificación también amplía la protección de las víctimas de trata. Para terminar el año, Amnistía Internacional presentó el informe Parad el racismo, no a las personas, en el que denunciábamos los controles de identidad con sesgo racial realizados por las fuerzas de seguridad, contrarios al derecho internacional. Más información en: www.es.amnesty.org/paises/espana 5

En Guatemala cuatro miembros del ejército fueron condenados a largas penas de prisión por su participación en la masacre de Dos Erres en 1982 y otros cuatro generales retirados fueron acusados formalmente de planear y supervisar actos de genocidio y violencia sexual organizada entre 1982 y 1983. En la República Democrática del Congo, el teniente coronel Kibibi Mutware fue condenado a 20 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad. Kibibi fue declarado culpable del ataque contra la aldea Fizi, en el que fueron violadas más de 35 mujeres. Otros ocho oficiales fueron condenados a largas penas de cárcel. El Tribunal Penal para la exYugoslavia condenó a los generales croatas Ante Gotovina y Mladen Markax por sus responsabilidades en los crímenes de lesa humanidad cometidos en 1995 en la región de la Krajina, en Croacia. Goran Hadzič y Ratko Mladic fueron detenidos y acusados de crímenes de lesa humanidad, genocidio y crímenes de guerra, mientras que Momčilo Perišić, antiguo jefe del Estado Mayor del Ejército yugoslavo, fue condenado a 27 años de cárcel por los crímenes de derecho internacional perpetrados por las tropas serbias en Croacia y en el conflicto de Bosnia y Herzegovina. Amnistía Internacional valoró estas detenciones y sentencias como un paso importante hacia la justicia. En el caso del asesinato de la periodista y defensora de los derechos humanos Anna Politkovskaya en Rusia, Dmitry Pavlyuchenkov, un ex alto cargo de la policía rusa, fue detenido. Previamente había sido detenido en Chechenia Rustam Makhmudov, tras ser acusado formalmente de asesinato. Ambas detenciones son un importante paso en el esclarecimiento de lo ocurrido.

“Su participación [de Amnistía Internacional] en nuestra batalla fue crucial y nos benefició, y ha paralizado los desalojos forzosos. Han devuelto la esperanza a la gente de Ambatta, una comunidad de miles de personas”. Comité de Ambatta, Chad.


También en 2011, casi dos años después de finalizar el conflicto entre Israel y Gaza la investigación que reclamaba Amnistía Internacional, y que debían realizar las partes en conflicto, seguía sin llevarse a cabo. Finalmente, tras una intensa campaña se logró que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobara una resolución que abrió una vía a la justicia internacional para este caso, aunque a fecha de hoy no se ha producido todavía ningún avance.

Más información en: www.es.amnesty.org/campanas/justicia-internacional

COMERCIO DE ARMAS El uso irresponsable de las armas ha llegado desde hace tiempo a un punto crítico. Por eso en Amnistía Internacional estamos en campaña desde hace más de una década para acabar con la falta de control en las transferencias de armamento en el mundo. En 2011, el uso excesivo de la fuerza empleada contra los manifestantes de la Primavera árabe puso sobre la mesa, un año más, la imperiosa necesidad de un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas. Los Estados miembros de la ONU retomaron las negociaciones para su firma entre el 28 de febrero y el 4 de marzo, y nuevamente en el mes de julio de 2011. Amnistía Internacional participó y logró que el borrador resultante recogiera la “Regla de Oro”, una de nuestras principales reivindicaciones, que prohíbe las transferencias de armas cuando existe riesgo sustancial de que las armas vayan a ser utilizadas para cometer violaciones graves de los derechos humanos. El Gobierno de España, a pesar de que siguió llevando a cabo operaciones preocupantes, dio algunos pasos positivos revisando las exportaciones de armas ya autorizadas y suspendiendo temporalmente la autorización de cualquier nueva solicitud a aquellos países de Oriente Próximo y norte de África en los que se estuviesen produciendo revueltas. Asimismo se revocaron dos licencias de exportación a Libia, un buen precedente. Más información en: www.es.amnesty.org/campanas/armas

Nuestra Red de Acciones Urgentes, que se activa cuando tenemos noticia de que alguien en el mundo se encuentra en situación de riesgo extremo, contaba el 31 de diciembre de 2011 con 92.732 activistas, lo que supone un aumento de más 1.500 personas con respecto al año anterior. Nuestro Programa de Protección Temporal de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos acogió en 2011 a siete familias amenazadas en su país.

Más información en: www.es.amnesty.org/rau 6

“Para mí, la idea del bien y la idea de Amnistía Internacional son lo mismo (…). Les estoy agradecido. Han salvado a mi familia de la muerte, y no los olvidaré nunca, hasta el fin de mis días”. Eynulla Fatullayev, periodista y ex preso de conciencia de Azerbaiyán.

MUJERES El 1 de enero empezó a funcionar ONU Mujeres, la nueva entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer. Amnistía Internacional fue una de las organizaciones que trabajó intensamente para lograr su puesta en marcha, ya que la violencia y la discriminación contra las mujeres siguen siendo fenómenos generalizados en muchos países. Después de años de intenso trabajo y presión por parte de Amnistía Internacional, el Consejo de Europa adoptó la Convención para la Prevención y Lucha contra la Violencia de Género. Se trata del primer instrumento legalmente vinculante en el mundo para prevenir la violencia, proteger a las víctimas y garantizar que los abusos no queden impunes. La convención define y criminaliza varias formas de violencia contra las mujeres como el matrimonio forzoso, la mutilación genital femenina, el acoso sexual o la violencia física y psicológica contra las mujeres. España y otros 12 países lo firmaron el primer día. En Perú, el Ministerio Público reabrió una investigación sobre la esterilización forzada de más de 200.000 mujeres durante la presidencia de Alberto Fujimori. La medida formaba parte de un programa de planificación familiar patrocinado por el Gobierno de Perú. Las mujeres indígenas y campesinas de zonas rurales empobrecidas fueron los objetivos principales del programa. La abogada Giulia Tamayo, actualmente investigadora de Amnistía Internacional en España, demostró en sus informes Nada Personal y Silencio y Complicidad que muchas de las 250.000 esterilizaciones realizadas entre 1996 y 1998 no fueron voluntarias, tal y como proclamaba Fujimori. Más información en: www.es.amnesty.org/temas/mujeres/ violencia-contra-las-mujeres

PERSONAS EN RIESGO El trabajo por personas en riesgo es una de las señas de identidad de nuestra organización. Las ciberacciones, las cartas, los mensajes y los actos de movilización que organizamos permanentemente consiguieron que mejorara la situación de algunas de ellas. Un ejemplo es el de Norma Cruz, defensora de derechos humanos guatemalteca que sufrió amenazas de muerte por documentar casos de violencia contra


las mujeres en su país y por la ayuda que les ofrece para que obtengan justicia. Amnistía Internacional pidió reiteradamente el cese de las amenazas y que éstas se investigaran. Finalmente, Marco Tulio Ayala Casasola fue condenado como responsable de estos graves abusos.

UE fue el de Samar Barghouti, esposa de un preso palestino. Barghouti recibió en 2011 el ansiado permiso para visitar a su marido en la cárcel. En otras ocasiones había podido visitarle pero siempre de forma puntual. El permiso que le concedieron le garantizaba las visitas cuatro veces al año.

ADEMÁS... Amnistía Internacional lanzó su campaña Seguridad

Norma Cruz.

© AI

con Derechos Humanos, una contribución para poner fin a las violaciones de derechos humanos que se cometen en el contexto de la lucha contra el terrorismo y la seguridad nacional.

Cuando los médicos iraníes Arash y Kamiar Alaei, encarcelados por su trabajo sobre el VIH/sida se enteraron de que Amnistía Internacional estaba haciendo campaña por ellos, estaban pasando por un mal momento. Las acciones que emprendimos en su favor les infundieron esperanza. Era otoño de 2008 y, después de cuatro meses de interrogatorio o de aislamiento en la prisión de Evin, en Teherán, temían haber sido olvidados. En 2011 fueron liberados. Ambos escribieron para darnos las gracias.“Como resultado de su apoyo, ahora somos libres y estamos a salvo. Cuando recibimos el mensaje sobre su campaña a través de nuestra familia, fue como si nos llegara sangre nueva que nos calentó el corazón y nos dio energía para ser fuertes, tolerar la situación y no derrumbarnos”. Kamiar y Arash Alaei.

Uno de los éxitos de esta campaña se obtuvo en la India, donde se preparaba una nueva legislación sobre justicia juvenil para el estado de Jammu y Cachemira, que finalmente aumentó la edad adulta a los 18 años, cumpliendo con la legislación india y las normas internacionales. Por otra parte, todo indica que el proyecto de ley antiterrorista que permitiría a las autoridades perseguir judicialmente la disidencia pacífica en Arabia Saudí incluirá algunos cambios para asegurarse de que no viola los derechos humanos.

Jordan Brown, un menor estadounidense que corría el riesgo de ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, fue trasladado a un tribunal de menores, tal y como exigía Amnistía Internacional. La organización había denunciado que la imposición de esta pena a un acusado menor de 18 años al cometer el delito violaba el derecho internacional. A raíz de la orden de traslado, el sistema de justicia de menores tendrá jurisdicción sobre Jordan Brown hasta que cumpla 21 años.

© Amy Hart

En junio de 2011 se aprobó una resolución histórica

Los activistas cubanos José Daniel Ferrer García y Félix Navarro fueron los dos últimos presos de conciencia del grupo de los 75 en ser liberados en el marco del proceso abierto entre las autoridades cubanas, la iglesia católica de Cuba y el Gobierno de España. Amnistía Internacional llevaba trabajando por la liberación de estos presos de conciencia desde su arresto en 2003.

de Naciones Unidas que pedía tolerancia cero a las violaciones de derechos humanos contra lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI); un colectivo por el que Amnistía Internacional lleva trabajando desde hace tiempo. También acogimos con satisfacción el primer informe de las Naciones Unidas sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género, que documentó la discriminación y violencia generalizadas contra el colectivo LGBTI de todo el mundo. Marcha del Orgullo celebrada en Madrid.

Otro de los casos por el que trabajó Amnistía Internacional durante la presidencia española de la 7

© AI

Después de trabajar activamente por la puesta en libertad del defensor de derechos humanos ruso Aleksei Sokolov durante la presidencia española de la Unión Europea (UE) en 2010, este fue liberado al cabo de un año. Sokolov, que dirige la organización Pravovaia Osnova contra los malos tratos y la tortura a las personas recluidas, agradeció a Amnistía Internacional y al resto de organizaciones el apoyo prestado.


LA INDEPENDENCIA ES NUESTRA FUERZA NUESTRAS CUENTAS En 2011, nuestros ingresos alcanzaron los 7,8 millones de euros, que fueron destinados a apoyar nuestro trabajo por los derechos humanos en todo el mundo.

62%

98%

Campañas, Respuesta a crisis y Sensibilización

Cuotas y donaciones

INGRESOS

2%

Ventas y otros

26%

GASTOS

Aportación Internacional1

12% Administración

SOMOS ACTIVISTAS El mundo necesita gente dispuesta a marcar la diferencia, como los y las activistas de Amnistía Internacional. Personas comprometidas con los derechos humanos y decididas a luchar por hacer de este mundo un lugar más justo y libre. Nuestra organización siempre está abierta a todas las personas y ofrece diferentes oportunidades de colaboración. En 2011, el número de activistas rebasaba los 1.800 con nuevas incorporaciones. Los activistas están repartidos en casi 100 Grupos Locales y Universitarios, así como en otros tipos de agrupaciones en toda España. Amnistía Internacional también siguió creciendo en las principales redes sociales de Internet, donde estamos en conversación permanente con una comunidad online que a finales de año sumaba más de 130.000 seguidores.

Amnistía Internacional desarrolla su trabajo con total independencia económica y política. Somos una organización que no admite subvenciones de Gobiernos nacionales ni donaciones de partidos políticos para el trabajo de investigación y campañas. Así preservamos nuestra imparcialidad y libertad de acción. Somos una asociación declarada de utilidad pública. ATD Auditores Sector Público realiza la auditoría externa de cuentas.

Más información: www.es.amnesty.org/quienes-somos 8

1.  Aportación internacional al trabajo de investigación y campañas de Amnistía Internacional en todo el mundo.

NUESTROS SOCIOS Y SOCIAS Nuestro trabajo es posible gracias a la generosidad de los miles de socios y socias que respaldan a la organización. A pesar de la crisis económica que vive España, Amnistía Internacional cerró el año con 64.746 miembros (34.997 socias y 29.749 socios) y un crecimiento neto del 3,81 %. Año

 Socios/as

(% crecimiento)

2011  64.746

(3,81 %)

2010  62.371

(7,85 %)

2009  57.831

(9,93 %)

2008  52.606

(10,17 %)

2007  48.023

(10,84 %)

C/ Fernando VI, 8. 28004 Madrid Telf. 902 119 133 Fax 913 195 334

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