Las Metamorfosis La Harpía Como narra Apolonio de Rodas, Apolo brindó al sabio Fineo la capacidad de adivinar el futuro, y él revelaba todo lo que habría de venir a los mortales, incluso el mismo pensamiento de Zeus. En castigo, el señor del Olimpo dio a Fineo otro don, el de la inmortalidad, con el castigo de una perenne vejez acompañada de ceguera. Además mandó a las Harpías a su lado, que no lo dejaban llevar ningún alimento a su boca, sino que se lo arrebataban al momento, y a las restantes viandas las cubrían con su asqueroso excremento de modo que nadie siquiera osase acercarse a él.30 Así también el rey de Etiopia, Senapo, sufría el mismo castigo por querer conquistar el mismo paraíso que habitaron Adan y Eva. Hasta que el valiente Astolfo se enfrentó a los terribles monstruos que lo acosaban: Erano sette in una schiera, e tutte
Así vinieron siete apresuradas,
volti di donne avean, pallide e smorte,
con rostro de mujer descolorido,
per lunga fame attenuate e asciutte,
por luenga hambre secas, descarnadas,
orribili a veder più che la morte.
como muertes horribles; y crecido
L’alaccie grandi avean, deformi e brutte ;
el vientre; y luengas uñas acorvadas;
le man rapaci, e l’ugne incurve e torte ;
terrible en vista, con hedor podrido;
grande e fetido il ventre, e lunga coda,
luenga cola, fea y muy roscada,
come di serpe che s’aggira e snoda.
como de una serpiente emponzoñada.
Orlando Furioso, XXXIII, 120
Figura 2.13 La Harpía
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