El Sacro Bosco de Bomarzo a volar por las ciudades con la noticia de la nueva unión, los hados enviarán a Eneas la orden de seguir con su camino. El mismo Mercurio anuncia al héroe el momento. Dido enloquece con la noticia de la partida troyana. Y el pío Eneas, aunque desea consolar a la doliente, y alejar con palabras las preocupaciones. Se lamenta mucho y su ánimo es sacudido por un gran amor, sin embargo cumple las órdenes del dios y vuelve a la flota.15
Figura 3.5 Pegaso y la tortuga El sendero en Bomarzo desemboca en una plaza donde se observa una tortuga colosal. Su caparazón bellamente adornado sostiene una plataforma, sobre la que se encuentra la figura de una mujer. Una Ninfa que camina tranquila rumbo al río donde la espera una ingente ballena con las fauces abiertas. La bella Dido planea minuciosamente su muerte, con la tranquilidad de la Ninfa caminante, manda formar una pira con las armas y las prendas que dejó el despiadado romano. No informa a su hermana y a sus sirvientes la verdadera utilidad de estas cosas. Una vez que está lista la pira fúnebre, alimentado su fuego con ramas de pino y leños de encina, engalanada con guirnaldas, la reina sube a ella y se da muerte con la espada de su amado. El arma que olvidó, junto con el deshonor y la tristeza que ha causado. Del otro lado de la plaza se encuentra una fuente redonda con un caballo alado en el centro. Pegaso levanta el vuelo desde el monte Helicón, se va unir a los dioses. Eneas parte del puerto con su flota, a lo lejos puede observar la enorme columna de humo que brota del palacio de la reina. Sabe qué es lo que pasó. Sigue su camino rumbo a Italia, donde lo espera el cumplimiento de su destino y un lugar en la memoria de los hombres.
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