LUCAS Y SU ESCUELA
Riiiiiiiing. ¡Yuhuu! Ya son las 7:30 y puedo entrar a mi escuela, que es súper bonita y súper grande. Me encanta que sea de colorines, siempre me pongo muy contento. Hay mucha hierba y muchas flores y unos columpios donde siempre juego con mi amiguita Sara, nos lo pasamos chachi.
Nada más entrar, mi escuela tiene un pasillo laaargo largo, lleno de fotos y de dibujos que hacemos. A mi papá y a mi mamá les encanta verlos y siempre me dicen que soy el que mejor dibuja. También hay un corcho donde las y los profes cuelgan papeles importantes, como lo que comemos y lo bien que comemos cada día. Hoy me ha dicho mamá que tenemos para comer lentejas, pollo y yogurt. ¡Qué rico! Además estoy contento porque hoy me toca ser el camarero de mi clase, así que voy a repartir yo los platos a todos mis compañeros y compañeras. Mi mamá se va y yo me quedo con Ana y Eneko, mis profes, que siempre me dan un beso, un abrazo y me hacen cosquillas. Juego en el pasillo con otros niños y niñas con un montón de triciclos hasta que vengan todas y todos los que faltan, que por lo que dice mi mamá pueden tardar como mucho dos hora más.
Ya estamos todos y todas, así que entramos a la clase. Nos abre Ana la puerta porque no llegamos, están muuy altas. Mi clase es súper grande y bonita. Hoy me apetece jugar en el rincón de los disfraces. ¡Me voy a vestir del Zorro! Mi amiga Sara se ha ido a jugar con los Legos y los puzles. También hay un rincón con instrumentos, otro con cocinitas y muñecos, otro con libros de fotos nuestras con nuestras familias, otro con una mesita en la que pintamos y jugamos con plastilina y también tenemos una plataforma con escaleras y tobogán.
“Pom, pom, pom, toca recoger”. Esta es la canción que suena para recoger los juguetes y ahora nos vamos a sentar en el corro todos y todas. ¡Que calentito está el suelo! Nos decimos buenos días, nos contamos lo que hicimos ayer, cantamos, nos cuenta la educadora lo que vamos a hacer hoy… Cuando me toque les voy a contar que ayer por la tarde estuve en una merendola y había un payaso, y bocadillos de nocilla.
Hoy ha venido la tallerista, así que vamos Sara, Irati, Oier y yo al aula-taller y nos ponemos la ropa vieja y las batas. Como soy mayor ya me la se poner solo y me ato hasta los botones. Tenemos muchos colores en platos y podemos pintar con lo que queramos. ¡Estoy pintando un sol enorme con las manos en la ventana! Aunque sé que esto solo lo puedo hacer aquí. Las ventanas solo las pueden abrir las profes y Eneko porque la manilla está muy alta. También hay unos cubos con agua que les echamos un líquido mágico y cambian de color. Me encanta cuando viene Susana y hacemos estas cosas, debería venir más días.
Ya hemos terminado y nos lavamos las manitas y la cara, porque nos hemos manchado mucho. Ahora vamos a clase. En el pasillo esta mi hermanita gateando. Muchas veces intento darle la manita para que ande como yo, pero su profe no me deja porque dice que ya andará cuando esté preparada, que aún es muy pequeña, pero sí que me dice que le de muchos abrazos y besitos.
Ya tengo hambre, y por fin es la hora de almorzar. Hoy toca plátano. ¡Me encanta! Aunque prefiero el bocadillo de chorizo. Como hoy soy yo el camarero, les reparto el almuerzo a todos mis compañeros y compañeras. Mi profe me dice: “dale este plátano a una amiga que lleva el jersey azul”, yo busco quien lo lleva y se lo doy.
Cojo el abrigo, lo tiro al suelo, meto las manos por las mangas y con mucha fuerza le doy la vuelta y me lo pongo. Y ahora ¡al patio! Tenemos un montón de columpios de colorines. A mí lo que más me gusta es subir a las cuerdas a trepar, y no me da miedo caerme porque el suelo es blandito. También me gusta mucho hacer la croqueta en la hierba y buscar hormigas. Este patio es el mejor del mundo porque es enorme y nunca me aburro.
Por fin ha llegado el mejor momento del día. Vamos a regar las plantas y a dar de comer a los conejos y las gallinas. Nos lavamos las manos, hacemos una fila y vamos a la huerta. Allí está Antonio, el abuelo de Oier, que viene todos los días a enseñarnos como cuidar las plantas y los animales. Es muy viejo, tendrá como 100 años porque tiene el pelo blanco como la nieve. Cogemos las regaderas y echamos agua a las lechugas, los tomates, las zanahorias… Hay una cosa muy rara, que nunca me acuerdo cómo se llama, que es redonda, blanca y arrugada, parece una oveja. Antonio nos dice que las zanahorias ya están listas, así que con mucho cuidado y con su ayuda las sacamos, y serán la comida de mañana. Los tomates están rojos y grandes, pero Antonio dice que todavía no se pueden coger, que tenemos que esperar un poquito más.
Ana nos trae un cubo lleno de trocitos de pan duro para darle a las gallinas. No nos dejan tocarlas porque se asustan y se van corriendo. A los conejos hoy les vamos a dar zanahorias de las que hemos cogido. Tienen mucha hambre y se las comen muy rĂĄpido. A los conejos sĂ que los podemos tocar, pero con mucho cuidado y sin chillar, y hay que tratarlos muy bien. Nos lavamos las manos y al salir de la huerta Ana y Eneko nos dicen lo bien que lo hemos hecho y nos chocan los cinco.
Vamos a clase y nos metemos todos al baño. María se ha hecho cacas, así que se sube al cambiador ella sola por las escaleras y Eneko le cambia el pañal. ¡Huele muy mal! Yo me hago pis, así que voy solito al váter. En la escuela me cuesta menos porque llego a todo muy bien, pero en casa me tengo que subir a un taburete. Los que hemos hecho pis nos volvemos a lavar las manos porque vamos a comer. Cogemos los baberos y yo, además, me pongo el delantal y el gorrito de camarero porque hoy me toca repartir a mí la comida.
Hacemos el trenecito y vamos al comedor. El techo es muuuuy alto y hay muchas ventanas. Nos sentamos en las mesas redondas. Yo siempre me siento al lado de la ventana para ver los árboles que dan peras, manzanas y naranjas. En mi mesa también se sientan Hodei, Marcos, Amets y Sara. Ya está la comida, así que me levanto y Eneko me da los platos para que los vaya repartiendo a mis compañeros y compañeras y comemos.
Ya hemos acabado de comer y yo recojo todo. Estoy muy cansado y tengo ganas de irme a dormir, ya solo me queda hacer pis, lavarme las manos y la cara.
Vamos al aula de la siesta y voy corriendo a coger la colchoneta y la manta y las pongo en el suelo. ¥Ah! Y que no se me olvide el elefante de peluche. Me tumbo y escucho la música que ponen Ana y Eneko. Suenan pajaricos, el mar‌ Zzzz.
Abro el ojo y veo que Sara ya se ha despertado. Seguro que está jugando. Me levanto despacio y en silencio para no despertar a los y las que están durmiendo todavía. Pero primero voy a hacer pis y a lavarme las manos. Ayyy, que sorpresa, mi papá ya está aquí. Mañana jugaré con Sara, que además nos han dicho que tenemos excursión y me pondré con ella de pareja. Ella se queda con otros niños y niñas porque sus papás y mamás vienen más tarde, tanto que hasta les dan de merendar. Me despido de Ana y Eneko, que me dan un abrazo muy grande.
¡Como los quiero!
FIN Proyecto “Escuela ideal”
Realizado por: Lucía Bocos Maite Casimiro Marta Ezcaray Iranzu Gutiérrez Laura Penagos