Galileo y los inquisidores
Creer como Francisco cree
“No puedo creer que Dios nos haya dotado de sentidos, palabra e intelecto, y haya querido (...) darnos por otro medio las informaciones que por aquellos podamos adquirir”
Creer, creer sin ver. Creer en medio de los que ya no creen. Creer contra toda desesperanza. Creer aun sin ver. Sin embargo, ¿en qué creo -o debiera creer- cuando digo que creo?
Heriberta Castaños y Cinna Lomnitz Pág. 6
Juan L. Simental Pág. 7
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SUPLEMENTO CULTURAL
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Comunicante
Recortes del Cronopio Mayor Julio Cortázar… dicen que murió el 12 de febrero de 1984 Por: Redacción Comunicante
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Que nos traigan a Guillermo Prieto
E
n el otoño de 1847 el ejército norteamericano se aprestaba a entrar a la Ciudad de México. No sería el fin de la resistencia a la ocupación, pero muchos residentes decidieron abandonar sus casas y buscar refugio en las afueras. Uno de ellos fue el escritor y político liberal Guillermo Prieto. En la desbandada, Prieto y su familia no hallaban alojamiento. “Inesperadamente de una casa rica en apariencia” —relata Prieto en sus Memorias— salió un sirviente a ofrecerle habitación. Quien ofrecía posada a Prieto era nada menos que Lucas Ala-
mán, Prieto sabía perfectamente que Alamán era la cabeza del incipiente Partido Conservador y tenía suficientes razones para estar horrorizado por hallarse bajo su techo. Un año antes Alamán había protagonizado, junto con el ministro español en México, el joven poeta Salvador Bermúdez de Castro, una conspiración para instaurar una monarquía representativa en México. Alamán había sido el cerebro del incipiente Partido Monarquista. La facción monarquista creó un diario, El Tiempo, para difundir sus ideas y crear un
clima de opinión propicio a sus fines. Un editorial titulado “Nuestra profesión de fe”, atribuido a Alamán, afirmaba: “queremos la Monarquía Representativa”. Prieto, sin embargo, descubriría, sin flaquear en sus convicciones, a un Alamán distinto al del combate político. La siguiente estampa captura no sólo un raro momento en la historia de estos dos personajes cuyos programas ideológicos eran antitéticos, sino, más importante aún, una vocación de generosidad y civilidad extraordinarias en tiempos de
calamidad. De Alamán, Prieto escribiría: “Yo merecí a esa familia la honra de que me admitiese en su seno, recibí distinciones del Sr. Alamán que me hacen grata su memoria y, ante todo, empeña mi gratitud el afecto con que siempre me trató y respetó mis opiniones, no obstante la acritud y suficiencia tonta con que a veces combatí las suyas”. El espíritu de Prieto se echa de menos en el México del siglo XXI. (Enrique Lombera Pallares; nexos, abril de 1990. Guillermo Prieto nació el 10 de febrero de 1818).
“Los hombres engañan más que las mujeres; las mujeres, mejor”, Joaquín Sabina. (Nació el 12 de febrero de 1949).
La Efeméride
Nomás por hablar de algo...
El 12 de febrero de 1947 se reconoce en México el derecho de las mujeres a votar y ser votadas. Sin embargo, en el primero de los casos, aún hay muchos esposos que ordenan a sus esposas por quién deben votar; en el segundo, la equidad de oportunidades políticas es todavía una buena intención.
El 12 de febrero de 1959 se crea la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, de la Secretaría de Educación Pública. En los últimos tiempos, los libros de texto del nivel básico han sido noticia a causa de sus errores geográficos (“Tulum está en Yucatán”), ortografía (“Arrollo del Mortero”, “ocaciona”), redacción (pleonasmo: “parvadas de aves”), de acentuación y otras minucias. Diseño / Grupo Editorial HADEC
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3 SATÍN Y SEDA
La pedagogía grita en el campo de concentración planetario Nadia Bracho
Muchos liberan su estrés fumando, otros haciendo ejercicio y otros afortunados se van de compras
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Corte el pelo hasta donde me alcance en sintonía con el universo, me responde el dinero -ordené al cotizado estiliscon lentitud: ta que amablemente me había senta-Es que yo la escribo con letras muy do en una silla giratoria, acomodado un grandes, mamá… elegante y largo hule antiderrapante de ¿Tiene algún argumento contra eso? color verde ultramarino, sujetándoMejor me retiro con la que estudia en sexto lo fuertemente a mi cuello. año el Sistema Planetario. -¿Perdón? -interrogó descon-¿Es cierto que Plutón es un planeta certado quien está acostumbrado morado? -pregunta con mucho entusiasmo a escuchar: “quiero un corte moderno, Lole.-¿Morado? No sabía que era morado, original y elegante. Lo quiero como el de yo siempre lo pintaba gris, o gris plata, ¿por esta revista, ¡idéntico!, menos los ojos verde qué es morado? -pensé en voz alta. jeta de crédito convertida en verdaderas “faldas oliva de la modelo, claro está... Me gustaría -¡Ay, mamá! ¡Porque tiene frío! -con hawaianas” por el uso indiscriminado de algo dramático en el color, pero suave en el esto finaliza la “¿Es cierto que Plutón ella. Pero yo tenía el dilema de no saber corte, ¿me explico?”. No, esas no eran mis es un planeta morado?”, conversación y el fumar y, a estas alturas, era más fácil copeticiones ya que yo estaba decidida a despregunta con mucho estudio de la mamenzar a edificar mi mausoleo en cantera entusiasmo la niña aparecer de mi cráneo cualquier vestigio de teria y me dirijo que emprender una carrera frenética de folículo “pelil”. con la frente en campaña contra el cáncer. Y antes de explicar claramente a quien alto con Yaya, la estudiante de preparatoria. Hacer ejercicio sería algo verdaderamente me iba a “echar tijera” acerca de los dereHablaríamos de temas más profundos, de halagador, lástima que los gimnasios no abren a chos legítimos de hacer, rehacer, convertir, conversaciones adultas y discutiríamos con las cinco de la mañana ni a las 11:45 de la noche, trasladar, donar o desaparecer mi abundanclaridad de mente… horas en que mi jornada laboral, maternal y hote melena color castaño, hice una retrospec-No entiendo el coseno del logaritmo gareña me permite asistir. Y por lo que respecta tiva, como las que realizan tode 34.3, ¿sería igual a la cotangente de su a salir corriendo de compras, lo dos aquellos grandes héroes hipotenusa? -hablaba no sé si para ella Hacer ejercicio más parecido a una tarjeta de antes de iniciar una aventumisma o para algún fantasma perdido que sería algo crédito que he tenido en mis mara: ¿por qué estoy aquí? Así por mera casualidad hubiera sido matemáverdaderamente nos son los boletos que comprade sencillo y complicado al halagador, lástima mos a la entrada de la kermés de tico. Pero si el prólogo estaba así, ¡no quemismo tiempo. Comenzamos que los gimnasios no ría entrar en materia!, por lo que me retiré los niños y que usamos en lugar el primer mes de exámenes abren a las cinco de sintiéndome inútil y fuera de lugar frente de dinero en efectivo. La tía Saparciales de mis hijos y me a mis propios hijos. la mañana lustia me sugirió que analizara encuentro estudiando desde “Corte pegado al cráneo”, fue mi decicada problema por separado y la diferencia entre mayússión tajante. En mí, los casos severos de encontraría la solución de inmediato. culas y minúsculas, pasando por los nueve depresión aguda se combaten con cortes -Mayúscula, mayo de mayor... grandes, muy planetas y un añadido descubierto recientede pelo. grandes -le explicaba a “Piper”, el más chico de mente en el Sistema Solar por aquellos que La entrada a la casa fue silenciosa y la familia, que me observaba impávido ante las no dejan de mirar el cielo, ubicar no sólo cuando los niños observaron mi nuevo expresiones con manos y cara que hacía. en el tiempo, sino en mi memoria las eras “look”, respondieron obedientes a cuanta -Y minúsculas, mini, mini lo “minichiquirriPrecámbrica y Paleozoica, y rematando con indicación, orden y pregunta que salía de quis” son las letras chiquitas. Qué fácil, ¿no? Por la fórmula del gas oxidricol metalhídrico y, mi boca. No hubo respuesta que no supiera ejemplo, “pelota”, ¿qué es? -pensando un poco, no obstante la carga mental que debo de lleni ecuación que no resolviera, definitivalo analiza y responde a todo pulmón: var para apoyar moral y psicológicamente a mente tenía otra perspectiva ante la vida -¡Es mayúscula! -por poco y me da un ataque mis pupilos, debo ver la vida hermosa, suay, por qué no, ante las tareas escolares que de histeria y, dando gracias a Dios de no haber ve y bella… ¡Antes creen! tenía delante de mí. estudiado para educadora, lo saco de su error. Muchos liberan su estrés fumando, Después de todo, no hay nada que cause -No puede ser, ¿dónde está la más grande, la otros haciendo ejercicio y unos afortunados más respeto que una madre de famimamá de todas las letras? ¿Dónde, dime dónde? terceros se van de compras y no lia con un reciente corte a la “cam-con la paz que tienen todos aquellos que están regresan hasta que traen su tarpo de concentración judío”. 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Julio Cortázar… dicen que m
Recortes del Cr
Por Redacción
Cortázar divide la ciudad literaria entre “los que leen porque viven” y “los que viven para leer”; lo dice con el feliz desparpajo de quien se cuenta al fin entre los primeros y la autoridad de quien pasó la mayor parte de su vida entre los segundos Juan Villoro
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Recuerdo de Cortázar “Lo recuerdo cuando escribía Rayuela (yo no sabía o sabía apenas; él no gustaba hablar de lo que estaba escribiendo), lo veía fuera de todo lo que constriñera, fuera de todo marco institucional y oficial, fuera de la sociedad literaria, sin posición adquirida ni segura posesión terrena, enteramente disponible para acoger esa turbamulta que advenía: ‘En el suelo o el techo, debajo de la cama o flotando en una palangana había estrellas y pedazos de eternidad, poemas como soles y enormes caras de mujeres y de gatos donde ardía la furia de sus especies’. Y tenía que escribir en esa fisura de lo real aparente, en esa fisión de la costra aparencial eso que se le daba en cadena de implosiones y explosiones, esos refractantes u obliterantes del principio de identidad, esa remoción radical, el gran desbarajuste, la tempestad tempoespacial que reclama súbito coágulo del ser, explayar de golpe, a golpes, con arrebatadora exaltación, la totalidad del hombre. Y se entregó a sí mismo, a ese orden de los dioses que es ciclón o leucemia, ciclón que da Rayuela o leucemia que lo fulmina. Y nos entregó Rayuela, sismo de letras que trastoca no sólo el modo de novelar, también y sobre todo nuestra existencia en el mundo con el mundo entreverados, confundidos para poder, porque todo es puente de hombre a hombre, porque nace de semilla y no de injerto, para poder saltar de uno mismo en lo uno y en lo otro y de lo otro en lo uno y en uno”. (Saúl Yurkievich; nexos, 11 de febrero de 2004).
II
Aurora sigue sonriendo “Ciertas complicidades duran toda la vida. La que unió a Aurora Bernárdez (Buenos Aires, 1920 París, 2014) con Julio Cortázar fue de esa estirpe y superó largamente su matrimonio de catorce años. Compartían el amor por la literatura, el oficio de traductores y la devoción por la música, además de un humor muy sofisticado. Mario Vargas Llosa llegó a escribir que eran tan perfectos juntos, que todo lo que decían era siempre tan inteligente y vital, que parecían haber ensayado sus conversaciones. ‘Cuéntame algo’ era el pedido con el que Cortázar iniciaba muchas de esas charlas, pidiendo noticias sobre el mundo”. (Raquel Garzón; Letras Libres, enero de 2015). El interrogador No pregunto por las glorias ni las nieves, quiero saber dónde se van juntando las golondrinas muertas, adónde van las cajas de fósforos usadas. Por grande que sea el mundo hay los recortes de uñas, las pelusas, los sobres fatigados, las pestañas que caen. ¿Adonde van las nieblas, la borra del café, los almanaques de otro tiempo? Pregunto por la nada que nos mueve; en esos cementerios conjeturo que crece poco a poco el miedo, y que allí empolla el Roc.
III
Instrucciones para recordar a Cortázar “En una entrevista concedida a The Paris Re-
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view en 1983, Cortáza muy poco cuando esc cuencia de que las cos radas en mi interior. Cuando veo primer nos amigos escritores corregido, todo camb hay flechas por todas Mis manuscritos está rrúa corrobora la ver de Cortázar eran de u ocupante. Era algo qu Cortázar golpeaba la como si diera martilla como si la máq caba con paraba daba, n un alt siguie La los de presió que to escribí siempre”. Francisco Por Letras Libres; marzo d ¿Quién estaba de v la soledad absoluta qu siquiera con la compa meterse en el cine o en casa de los amigos o en bente o en el matrimo menos solo-entre-los-d mento Capítulo 22).
IV
El hombre que fu su máscara “En una emotiva página de Un tal Lucas, Julio Cortázar sugiere que, a parti de cierta edad, come zamos a morirnos e muertes sucesivas de n chamanes juveniles, d
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murió el 12 de febrero de 1984
ronopio Mayor
n Comunicante
ar explica que corrige cribe: ‘Esto es consesas ya han sido elabo-
ras versiones de algus, en las que todo está biado, todo movido, y s partes... no, no, no. án muy limpios’. Porsión: “Los originales una limpieza casi preue casi intimidaba. (…) as teclas con fuerza, azos. En realidad, era quina fuera él: arranla primera línea y no hasta el final. No duno corregía, no hacía to para pensar en la ente palabra. as letras le salían de edos. Te daba la imón... la certeza de odo lo que Cortázar ía lo escribía para ”. (Conversación con rrúa, Rodrigo Fresán; de 2004). vuelta de sí mismo, de ue representa no contar añía propia, tener que n el prostíbulo o en la n una profesión absoronio para estar por lo demás? (Rayuela; frag-
ue
r ir enen las nuestros de los olvida-
dos gurús que, arrumbados entre trebejos en el desván de la memoria selectiva, vuelven un buen día, de forma sorpresiva y más bien escandalosa, a recordarnos que a pesar de nuestro olvido y de las mil distracciones cotidianas, de las carreras y los papeles que llenan nuestras horas, ellos seguían ahí, viviendo y respirando, sufriendo acaso o, tal vez, planeando un nuevo libro, otra película o el quincuagésimo álbum”. (Víctor Cabrera; Letras Libres, junio de 2009). A veces ya no pensábamos tanto en ellos, se habían quedado atrás en la historia; other voices, other rooms nos reclamaban. De alguna manera estaban siempre allí, pero como los cuadros que ya no se miran como al principio, los poemas que sólo perfuman vagamente la memoria. (Un tal Lucas; fragmento).
V
Divagaciones para Julio “Ya sabemos que algunos cronopios no se mueren. Cortázar aquí anda. Más aún en este mes que va y viene con la lluvia trayendo su nombre… “Nunca hablé con él. Lo vi sólo una noche, entrando a Bellas Artes, en medio de una multitud. Mientras la víbora de gente se movía con nosotros dentro, yo, para mi sorpresa, justo tras él, tocaba su espalda, por casualidad, para luego perderla una y otra vez. Pensé que debía nombrarlo, esperar a que volteara y entonces decirle de qué modo lo sentía cerca”. (Ángeles Mastreta; nexos, julio de 2012). Tristeza del Cronopio A la salida del Luna Park un cronopio advierte que su reloj atrasa, que su reloj atrasa, que su reloj. Tristeza del cronopio frente a una multitud de famas que remonta Corrientes a las once y veinte y
él, objeto verde y húmedo, marcha a las once y cuarto. Meditación del cronopio: “Es tarde, pero menos tarde para mí que para los famas, para los famas es cinco minutos más tarde, llegarán a sus casas más tarde, se acostarán más tarde. Yo tengo un reloj con menos vida, con menos casa y menos acostarme, yo soy un cronopio desdichado y húmedo”. Mientras toma café en el Richmond de Florida, moja el cronopio una tostada con sus lágrimas naturales.
VI
Cortázar, una ausencia presente ¿Encontraría a la Maga? ¿Quién es? ¿Dónde está? ¿La han visto? Y las miradas del pequeño salón la buscaban sin encontrarla. Hasta que Aurora Bernárdez con su pelo blanco entró despacito mientras creaba un camino de murmullos, se acercó a la mesa principal, se sentó en la silla acomodándose su vestido blanco estampado de paraguas, zapatos y mariposas rosadas para escuchar en silencio a Mario Vargas Llosa, a su lado, hablar de su marido: Julio Cortázar. Atendía serena los elogios y recuerdos, cuando el Nobel de Literatura terminó de hablar, ella lo miró, y tras un suspiro le dijo con una sonrisa: -Cuánto me ha gustado conocer a Aurora y a Julio, por el retrato que has hecho de nosotros. (Winston Manrique Sabogal; El País, 4 de julio de 2013). Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose.Cada vez iré sintiendo menos y recordando más. (Fragmentos de Rayuela).
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6 Febrero 13 de 1633: Galileo fue arrestado por la Inquisición por sus estudios sobre el heliocentrismo
“Las matemáticas son el alfabeto con el cual Dios ha escrito el Universo”
“Y, sin embargo, se mueve”
Galileo y los inquisidores Por Heriberta Castaños y Cinna Lomnitz
“No puedo creer que Dios nos haya dotado de sentidos, palabra e intelecto, y haya querido, despreciando la posible utilización de estos, darnos por otro medio las informaciones que por aquellos podamos adquirir”
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a ciencia siempre avanza, aunque a y no la Tierra era el centro del sistema planetario. Viajó a Roma veces a tropezones, y cada avance tie- con su telescopio para convencer a los jesuitas que Copérnico tene su historia. El gran Galileo Galilei nía razón y logró que algunos jesuitas confirmaran independiennació en Pisa en 1564, hijo del docto teórico temente sus observaciones, de modo que Galileo fue nombrado musical Vicente Galileo. Fue contemporá- miembro de la Academia de los Linces. Pero otros sólo vieron unas neo de Shakespeare, de Lope de Vega, de imágenes borrosas y se convirtieron en sus enemigos. Cinco años Francis Bacon y de Urbano VIII, papa des- más tarde, el cardenal Bellarmine dictaminó que no había pruebas tinado a desempeñar un papel importante concluyentes de la teoría de Copérnico y le pidió aceptar que sólo en su vida. Ya habían pasado 21 años desde se trataba de una hipótesis; y Galileo aceptó. Ahora bien, Galileo no era el autor de la teoría heliocéntrica, la muerte de Nicolás Copérnico y faltaban que ya había sido enunciada por filósofos paganos muy antiotros 80 para que naciera Isaac Newton. guos. Sus observaciones, según él, apoyaban Podría decirse que Galileo era un estuche “La duda es la madre esta teoría y nada más. Sin embargo, Galileo era muy dado a la polémica y se involucró en de monerías. Tocaba el de la invención” una discusión con los jesuitas que poco tenía laúd, cantaba con voz que ver con el heliocentrismo pero que le remeliflua, era matemático, hablaba y escribía elocuentemente en portó enemistades a granel. En 1630, a la edad de 66 años, decidió latín y en italiano. Era un personaje mul- emprender otro viaje a Roma para visitar a su amigo el cardenal tifacético, emblemático del Renacimiento. Mateo Barberini quien lo había apoyado en su controversia conNewton y Einstein lo consideraban el padre tra los jesuitas y que entre tanto había sido elegido papa bajo el de la física. Es verdad que tenía un genio de nombre de Urbano VIII. Los Barberini eran de origen florentino los mil diablos y era necio como macho vie- y eran muy influyentes y muy políticos. Al escuchar sus cuitas, el jo, pero también es cierto que lo provocaban. papa le recomendó a Galileo que escribiera un libro equilibrado, Y como dice Sigüenza y Góngora, citando a o sea, que no atacara ni defendiera ninguna de las dos posiciones san Jerónimo: “Si en mi defensa escribo es acerca de cuál astro se movía en torno a cuál. Era un consejo culpa de quien me provoca, no mía, que yo sensato. El papa Urbano era un buen amigo y además tenía sus razones para no enemistarse con la Santa Inquisición. estoy obligado a responder”. El “Diálogo sobre los dos sistemas del mundo” salió A la edad de 46 años Galileo había construido un telescopio bastante malo publicado en 1632 con la venia de la Inquisición y con la (como dice Feyerabend), pero mejorado a bendición papal, en el supuesto que se trataba de una disbase de un diseño holandés. Con este mo- cusión equilibrada. Sin embargo, Galileo se había excedido y había echado en saco desto aparato reportó haber descubierto las cuatro lunas de Júpiter y las fases de Venus, roto las recomendaciones de su amigo Urbano. El libro era sarcásun logro sorprendente que le per- tico y, para colmo, ahí figuraba un personaje imaginario llamado mitió declarar que Aristóteles Simplicio que ponía en ridículo al papa. Evidentemente, no era el estaba equivocado y que el Sol texto ecuánime y equilibrado que la Inquisición tenía en mente. A VIERNES 12 DE FEBRERO DE 2016
Galileo le sorprendió la reacción adversa a su obra y el que el papa la tomara a mal; pero el daño estaba hecho. Al año siguiente de la publicación del Diálogo fue citado a comparecer ante el Santo Oficio y fue hallado culpable de afirmar que era lícito sostener opiniones que habían sido declaradas contrarias a las Escrituras. Galileo fue declarado “vehementemente sospechoso de herejía” y se le condenó a abjurar de sus opiniones y a permanecer recluido en su domicilio por el resto de su vida. Estaba a punto de cumplir 70 años.Todo el mundo sabía que Galileo era católico devoto; no era clérigo ni tenía pretensiones de teólogo. Sus escritos no atentaban contra las Escrituras sino que proponían una interpretación diferente de las mismas. Pero esto bastó para condenarlo. La posición de la Iglesia ha ido cambiando paulatinamente con el progreso de las ciencias. León XIII declaró que no puede haber contradicción entre la ciencia y la fe (Providentissimus Deus, 1893). Hoy se reconoce que la Biblia no es un manual de química o de astronomía, y se acepta que los autores inspirados se expresaban en el idioma y con las ideas de la época en que fue escrita. En 1992 Juan Pablo II concedió que los teólogos habían manejado mal el affaire Galileo, y que su error consistió en “suponer que nuestra comprensión de la estructura del mundo físico estuviera condicionada de alguna manera por el sentido literal de las Sagradas Escrituras”. (Seguir leyendo en nexos, mayo 1 de 2009).
7 “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!”
Creer como Francisco cree Por Juan L. Simental
“¿Quién soy yo? Un pecador en quien el Señor ha puesto sus ojos. Y no es una forma literaria de hablar: Soy un pecador”
C
reer, creer sin ver. Creer en medio de los que ya no creen y creer entre aquellos que creen a ojos cerrados que la hoja del árbol se mueve porque es la voluntad del Padre; y creer al mismo tiempo que el Padre deja al viento la voluntad de que las hojas del árbol se muevan al tacto de su murmullo que acaricia o su rugido que golpea. Creer que el Padre mira con ojos buenos la libertad del viento y de las hojas del árbol que se mueven porque el viento, solo el viento, es quien lo quiere. Creer que es posible que el Padre no lo quiere todo, pero deja que suceda. Y el Padre ve que está bien. Y creer allí donde se cree como todos creen, como esos que afirman que en todo existe una voluntad venida de la Alto y no solo una contingencia, un acaso que sucede y que no es más que sólo eso. Y creer en contra de toda increencia, incluso de la increencia de los que todo lo creen. Creer, creer sin ver. Creer contra toda desesperanza. Tal es la sustancia de la fe, la virtud teologal que insufla el Espíritu; esa posibilidad de, en medio de la más completa oscuridad, encontrar la veta de la luz, la grieta por donde se filtra el murmullo de la verdad que se sobrepone en el silencio de la noche, la oscura noche como aquella, la noche de san Juan, el De la Cruz; sombras como de pozo, oscuridades como de cima, donde, sin embargo, se hizo la certeza de la Luz… En la noche dichosa en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía, sino la que en el corazón ardía. Eso es la fe: creer aun sin ver. Sin embargo, ¿en qué creo -o debiera creer- cuando digo que creo? Tal vez en Francisco, el que ha venido como un peregrino de paz, haya respuestas posibles. Francisco, el papa argentino, el papa je-
suita, la vocación que suscitó el Espí- traer “no la paz, sino la guerra”. Y es que ritu en estos tiempos -justo para estos si la Escritura dice que “ni los borrachos tiempos- en la Iglesia. Es el pontífice ni los adúlteros ni los homosexuales enque en la tierra del sueño americano trarán al Reino de los Cielos”, él responde ha sido tildado de comunista, de teó- con la simplicidad del hombre sin doblez: logo liberador, como aquellos jesuitas “¿quién soy yo para juzgarlos?”. ¿Creer hasta que duela? A creer de la Centroamérica de los sesenta, que creían que Evangelio y marxismo entonces: “la Iglesia está obsesionaiban de la mano porque ambos pugna- da con los pecados de la carne”. Son sus palabras, y no es solo esa palabra ban por un tema central: los pobres. Por ellos, los humildes, Francisco con la que se dice el público discurso. tuvo palabras durante su peregrinaje por Para Francisco, “hay que despertar la Filipinas: “al mundo de hoy le falta llorar; palabra, porque cada palabra tiene lloran los marginados, lloran los que son dentro de sí una chispa de vida”. Hay palabras, entonces, como las dejados de lado, lloran los despreciados, pero aquellos que llevamos una vida más que el Papa dijo a Diego Neria Lejáo menos sin necesidades rraga, un transexual español: “Dios quiere a todos sus hijos, estén como no sabemos llorar. “Es un deber escu- estén, y tú eres hijo de Dios y por eso char la voz de los po- la Iglesia te quiere y te acepta como bres”. Y si esto es ser eres. ¡Claro que eres hijo de la Iglesia!”. La verdadera palacomunista, entonces el “Al mundo bra consuela y da vida. ¿Creer entonces que pontífice de hoy le todo se perdona, acaso es que lleva falta llorar” que todo está permitido? La sobre su respuesta está en el Padre en pecho una cruz de hierro el que Francisco cree, el que perdona por-tan solo hierro, que su misericordia es más grande que que no oro- elogia la misericordia que el hombre le ha imlas consecuencias puesto al hombre. Francisco cree, como de un comunis- dos mil años atrás, que son los enfermos mo que ve por los los que necesitan al médico. Creer entonces, contra toda innecesitados: “los comunistas nos han creencia y contra toda desesperanrobado la bandera de za… creer como Francisco y paralos pobres; la bandera de frasear a Francisco: “para conseguir la paz se necesita valor, mucho más los pobres es cristiana”. Creer en tiempos de que para hacer la guerra”. Para creer Francisco, como él mismo se necesita valor igual. Y como dijo cree, entraña un dilema, Agustín, el de Hipona, “ama y haz como el dilema que fue lo que quieras”. Cree, entonces, y la presencia de Aquel que haz lo que quieras. Ese es un buen dos mil años antes vino a principio.
“La Iglesia está obsesionada con los pecados de la carne” “No dejen nunca que el pasado les determine la vida” VIERNES 12 DE FEBRERO DE 2016
8 “No se preocupe. Gobierno la Iglesia con la cabeza, no con los pies”
El amanecer de aquel día fue como un Pentecostés
Juan Pablo II: a casi 26 años de aquella historia
Eso que llaman Unción fue allí y en ese momento
Por Juan L. Simental
9 y 10 de mayo de 1990, un antes y un después en la vida de muchos en Durango
L
a madrugada de aquel día era fresca, no fría, pues era una mañana de mayo cuando el sol no era aún ni la sospecha. El ruido era sólo de pasos y perros ladrando al extraño que, en medio de las sombras, buscaba el encuentro que entonces parecía hijo de la curiosidad y de aprovechar lo fortuito de la ocasión. La intención se hizo andar entre las calles solas aún, hacia donde un pedazo de la historia sería ese día y allí, en una patria chica que por Él sería parte de los mapas y del acontecer noticioso de los vendedores de sucesos. La cercanía más próxima no fue posible, pues noctámbulos fervorosos habían hecho suya la calle, entre guitarras y canciones, debajo de un balcón y con la noche, y esperaban sólo el momento propicio para vaciarse de sí y a través del hombre que sabía todas las lenguas, y cuyo corazón era una casa de puertas abiertas. Serían tal vez 15 los minutos antes de las cinco de aquella mañana. Los que en un principio eran sólo decenas se multiplicaron y fueron cientos después, conforme la penumbra se cansaba y reclamaba también su propia noche, que terminaría con aquella espera que duró casi lo que dura la vida. Pero todo sucede, siempre, en el momento justo, cuando no es posible ya que el tiempo guarde el provenir. Momentos antes de las siete y treinta, las cortinas de aquella ventana dejaron ver una mirada que recorría el panorama, como en la confirmación del instante propicio para descorrer el velo y desbordar la acumulación del ansia. Las voces recobraron el habla y los murmullos se
volvieron gritos, pero era sólo la mano anónima de quien dejó un micrófono, como diciendo “falta poco, ya muy poco”. Pero el plazo se venció y el ventanal por fin le dejó ver: Karol Wojtyla, el hombre de Polonia, el de mirada transparente y alegre, que abrazaba desde su silencio y con la sonrisa, estaba allí. No había razón para sujetar el cúmulo de emociones reprimidas y, entre gritos y lágrimas, aplausos y las risas nacidas desde adentro, el caudal emergió en la Presencia que llegó con la figura blanca de aquel hombre. El Pentecostés se renovó esa mañana, cuando el tiemmotivo del antes y el después. po, como detenido, dejó atisbar por un instante cómo Ese día de mayo de 1990 es la Eternidad. fue la primera certeza de que el Aquello no sería todo. Cuando su nombre era pro- Misterio es cotidiano en la vida nunciado a gritos y entre saltos por los que habían y que está aquí, más cerca que hecho suyo el techo de un vehículo estacionado ahí las nubes que se quedaron miquién sabe desde cuándo, pero para ellos, él rando hace dos mil miró hacia allá: el jolgorio se detuvo, se hizo Karol Wojtyla, años aquellos pesel silencio, sólo el latir del corazón recor- el hombre de cadores de Galilea. daba que allí aún era la vida. Juan Pablo II, Polonia, estaba Así fue aquella allí llegado desde lejos, venido desde el mundo, mañana, la del 10 el que nació en Polonia y a quien el Padre de mayo de 1990, Pío reveló “lo que estaba por venir” cuando era sim- casi 26 años atrás, el día en plemente un sacerdote, les miró, les vio en silencio, y el que el Vicario, el Pescaun segundo después les bendijo en medio de una son- dor, el Hombre de Polonia, risa... estuvo en Durango y marcó Eso que llaman Unción fue allí y en ese momento. para siempre un antes y un No hicieron falta ya sonidos, ni palabras ni gritos ni sal- después en la vida de los que tos; lo que fue “como de ganas” se transformó en des- fueron una pequeña parte de tino, aquello tenía que ocurrir; esa mañana debía ser el esa historia. VIERNES 12 DE FEBRERO DE 2016