SUPLEMENTO CULTURAL - HP 726

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Elena, la “Sancho Panza femenina”

El poeta del compromiso

“Todos estamos tan llenos de retratos interiores, tan llenos de paisajes no vividos”

“De vez en cuando hay que hacer una pausa. Contemplarse a sí mismo sin la fruición cotidiana”

Juan Cruz Pág. 6

Edición Comunicante Pág. 7

VIERNES 20 DE MAYO DE 2016

SUPLEMENTO CULTURAL

Comunicante La luz de sus ojos

“Al atardecer, las cosas más cercanas ya se alejan de nuestros ojos, así como el mundo visible se ha alejado de mis ojos, quizá definitivamente”, Borges Por: Juan L. Simental

Págs: 4 y 5

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¡Al infierno con Dante!

G

herush92, una organización internacional de investigadores y profesionales que cumple funciones especiales de consultoría en la ONU para cuestiones de derechos humanos y educación para el desarrollo, recomienda que la “Divina Comedia” de Dante Alighieri sea excluida de la enseñanza escolar por antisemita, antislámica y homófoba… entre otras maldades. En efecto, en los diversos círculos de su minucioso Infierno (que en sí mismo ya es un concepto sádico) padecen eterno castigo el judío

Judas, Mahoma y un ilustre elenco de sodomitas, por no hablar de los adúlteros, los hipócritas y otros representantes de formas de vida alternativas. Los escolares son obligados —“sin filtros ni explicaciones” asegura Gherush92, que por lo visto tiene informantes en todas las aulas— a venerar los logros del gran poeta calumniador. Hagamos una pausa para reírnos, desde la condescendencia o el nerviosismo. Y ahora sigamos, no sin recordar que acusaciones inquisitoriales parecidas se han hecho antes contra la brutalidad

de “La Ilíada” y contra “El mercader de Venecia”. Para algunas “bellas almas” (la denominación solía emplearla Hegel, y no en tono de alabanza) la interpretación del presente es plana, sin perspectiva ni profundidad, llena de preceptos edificantes y vacía de historia. Después, conviene promover con cautela una modestia realista y levemente irónica. Dentro de cien años, o quizá de cincuenta, nuestros herederos leerán nuestras declaraciones de principios y nuestras

recomendaciones morales con frecuente escándalo. Intentarán tachar muchas de las palabras que hemos dicho y de las imágenes que hemos proyectado, quizá algunas de las que hoy nos son más estimadas. Ellos sabrán por qué. Esperemos contar entonces entre los maestros con abogados benévolos, capaces de explicar con mesura y algo de resignación a los neófitos que eran otros tiempos. (Fernando Savater; El País, 26 de marzo de 2012. Dante nació el 21 de mayo de 1265).

“Solo soy un tipo calvo, gordo, de 60 años, cantando blues”, Joe Cocker. (Nació el 20 de mayo de 1944).

La Efeméride

Nomás por hablar de algo...

El 22 de mayo de 1885 muere Víctor Hugo, autor de “Los miserables”. Fue un escritor prolífico. El conjunto de su extensa obra fue publicado por el editor y escritor Jean-Jacques Pauvert, y representa casi cuarenta millones de caracteres reunidos en 53 volúmenes.

El 19 de mayo de 1984, “Dark Side of the Moon”, de Pink Floyd, cumplía 520 semanas entre los 200 álbumes más vendidos según Billboard; permaneció en las listas 889 semanas (¡más de 17 años!), más que ningún otro en la historia. Ha vendido 50 millones de copias, lo que lo hace el álbum de rock más vendido y el segundo más vendido solo superado por “Thriller”, de Michael Jackson. Diseño / Grupo Editorial HADEC

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3 SATÍN Y SEDA

Si de belleza se trata… no incluya el abatelenguas Nadia Bracho

¡Cálmense! Era solo una prueba para verificar que... efectivamente, no estaba lista la cera

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¿Es cierto lo que vas a intentar marcador arrollador de 11 toallitas hacer? -insiste nerviosa mi hija en el cuerpo y cero depilaciones. Yaya, mientras camina detrás de -¿Me podrían pasar el aceite? mí tratando de alcanzar mis pasos. -imploro con mucha dificultad de-“Solo sé que no sé nada”. Buebido a que parte de la boca está cuno, la idea es esa -corrijo al ver bierta de cera, pelusa y toallas. que ella no alcanza a vislumbrar la -Ve por el aceite de la cocina – trascendencia de unas palabras que digo mientras se acerca Yaya a mi no significan absolutamente nada, tobillo para ayudarme a quitar una pero me ponen en un plano mayor de las tantas, logrando que emita el ante sus ojos. aullido más doloroso de la historia. -¿Estás segura de quererte depi-¡No se me acerque nadie! -me lar tú sola, “made in home”, con la ya está lista, le damos unas vueltecitas… levanté de pronto y con un abatelencera? -hace hincapié con las últimas pala-¡Como caldo tlalpeño! -agrega feliz el niño, guas amenacé a cada uno de los presentes, bras, tratando de disuadirme. imaginando un buen plato servido en la mesa. incluyendo a “Cochicho”, la mascota, que ya -Mira, hija, es tiempo de que tomemos -Así es -agradezco el receso culinario que estaba ladrando a hocico partido al ver a un conciencia de que hay gastos superfluos, ayudó a que la cera se derritiera por completo. “ente” levantándose con jirones blancos por gastos que podemos suprimir, además, pode- Luego me puse en posición y acerqué la cara para el cuerpo y blandiendo un “arma mortal”. mos hacer eso nosotras. No hay nada como colocar el contenido en mi bigote y en mi brazo, -Yo sola me voy a quitar esto; aquí está valernos por nosotras mismas. Por cierto, la pierna izquierda, parte del pantalón… y tres el baño, me voy a sentar y, cuando diga lis¿dónde están las toallitas que recorté para toallitas que estaban de paso y hasta la alfombra. to, me empiezan a “servir el aceite”. Traté de remediar el empezar mi “sesión de -¡Como si fueras un huevo revuelto! incidente y comencé a lim- -especifica el niño que está radiante con la depilado profesional”? Traté de remediar el piar desesperada las partes idea, solo de imaginarse el platillo. -¿Sabes cómo usarincidente y comencé a afectadas, teniendo como lo? –pregunta y se acer-Como sea, ¡solo háganlo! –y, cojeando, limpiar desesperada las resultado dos manos llenas ca para no perder detame fui caminando sin percatarme de que partes afectadas de cera, el fleco de mi cabe- me había traído la bolsa de hule pegada al lle de cada movimiento. -¡Claro! Este enchullo y el sillón de la recámara pantalón, donde se guardaba el recipiente fe se conecta en el otro enchufe, la cera se que utilicé. ¡¿Qué hago?! Pensé, pero al momen- para calentar. pone en el recipiente, se alistan los abate- to recordé podía usar aceite. No fue mucho, si tuviera reloj en mano lenguas, se ponen las toallita, me acuesto -Mamá, no te has quitado la cera del bigote, podríamos hablar de una hora y 12 minuen la alfombra, enciendo el televisor en el debe ser en caliente –dijo una de mis hijas, lo que tos, tiempo récord para alguien que se iba canal de los animalitos para relajarme y, hizo recordar esta regla crucial. Puse entonces una a depilar y salió sin tocarse un pelo. Lue¡vualá! Lista para lucir unas piernas mara- toallita, eligiendo (era mi día go, un buen baño me No fue mucho; si tuviera villosas este verano. de suerte) la que tenía mandespejó la cabeza (o El silencio que vino después me indicó chas del líquido, pero trayén- reloj en mano podríamos me depiló las ideas) hablar de una hora y 12 y traté de encontrar que ya tenía público, incluyendo la mascota domela con todo y partes de de la casa. la alfombra. Me la puse enérminutos consuelo entre las sáNo podía dar marcha atrás y, con el ade- gica sobre mi labio superior banas de mi cama. mán más profesional que pude, tomé un y... no, no se movió ni un ápice; a decir verdad, se -Y bien, mamá, ¿qué pasó? ¿Recojo todo abatelenguas y lo metí en el recipiente ca- pegó como hermano siamés a mi bigote. el tiradero? -señalan las niñas bastante preliente; acto seguido, lo alcé para... solamen-¡Ya te salió un bigote verde! -ríe el niño, se- ocupadas al verme asomar solo el cabello te para ver que la mitad de la cera estaba ñalando con el índice la toalla llena de la pelusa por entre las cobijas. fuertemente asida a la maderita, por lo que verde de la alfombra que había arrancado. Aho-¡No lo recojan! ¡Por piedad, vayan y tenía una gran “kikoleta” de color miel. ra no solo era una loca con delineado tenue de avienten esa cosa hasta donde les alcance la -¿Qué pasó, mamá? ¿Así lo hace la se- bigote, sino que después de mi sesión me había mano! Y, por favor, mañana saquen cita con ñorita del salón de belleza? -se preguntaban convertido en la versión “mix” de Sam Bigotes. Mary y díganle que la amo, que nunca en mi entre ellos. -¿Ya acabaste? -por primera vez habla Lole, vida he reconocido tanto el trabajo de una -¡Cálmense! Era solo una prueba mi otra hija, bastante entretenida observando persona y que jamás se ha invertido para verificar que... efectivamente, cómo intentaba rasgar más toallitas, mismas mejor que en una buena sesión de no estaba lista la cera, pero ahorita que quedaban tatuadas a mi cuerpo, llevando un depilación completa. VIERNES 20 DE MAYO DE 2016


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“Me demoraba ante el oro y el negro del tigre; a

La luz de

Por Juan L

“Al atardecer, las cosas más cercanas ya se alejan de nuestros ojos, así como I

amarillo sigue acompañándome. He escrito un poema que se titula ‘El oro de los tigres’ en que me refiero a esa amistad”.

Sus manos eran elegantes, eran blancas; eran sus manos de una claridad resaltada por la sombra extendida de la oscura prenda que la envolvía. Era el silencio. Sus pasos tenues, II cortos, medían la distancia en afanes con un En torno suyo, el mundo fluye con el paso andar detenido, como acariciando el suelo urgido, como apurado hacia alguna parte. que pisaba. Un paso, breve, y después la pau- Afuera de la intimidad de ambos es el ruisa; otro paso y luego su figura extática, sin do y es el fragor de existir como existiendo sonido. Un ángel de manos blancas y elegan- en apariencia porque se camina sin tiempo tes y su caminar como ausente. Alma vieja y porque la vida llama siempre hacia alguna parte; porque se habla con estridencia, porcomo de otra vida. A su lado era él: robusto aún, anchos los que la mirada ya no se detiene en el instante, la distancia efímera que media hombros y las manos grandes, entre dos eternidades; porque Marino azul curtidas; manos de hombre que han hecho la vida con trabajo. insondable; noches el entendimiento se ha hecho periférico, porque ahora todo A su lado, con la misma distande pie en el acto lo sabe; porque el mundo y cia en su paso para acompañar contemplativo su vida se han reducido a la el paso de ella. Sin prisas, vestide abarcar la realidad virtual inserta en una do de rumor apenas, le habla al inmensidad pantalla de cinco por ocho oído palabras quietas como mique lo abarca todo, todos los núsculas partículas que flotan a mundos y todos los tiempos… y hace caminar contraluz. Ella asiente; él le habla, y cuando lo con la mirada inclinada, como caminan los hace su pecho amplio cobija la delicada estrevencidos. chez de aquella mujer sin palabras. Y, en medio de todo, ella y él, y sus pasos ----breves. Silencio femenino y el rumor de una “Señoras, señores: voz masculina que dice al oído, que habla como “En el decurso de mis mucuando el mar acaricia con su chas, de mis demasiadas convoz profunda y su aliento se ferencias, he observado que se hace brisa. Marino azul insonprefiere lo personal a lo genedable; noches de pie en el acto ral, lo concreto a lo abstracto. contemplativo de abarcar la Por consiguiente, empezaré inmensidad. Aquí, sin embarrefiriéndome a mi modesta cego, no hay mar. Ellos, los dos, guera personal. Modesta, en navegan en los pasillos de una primer término, porque es celibrería. guera total de un ojo, parcial ----del otro. Todavía puedo desci“El ciego vive en un mundo frar algunos colores, todavía bastante incómodo, un mundo puedo descifrar el verde y el indefinido, del cual emerge alazul. Hay un color que no me gún color: para mí, todavía el ha sido infiel, el color amariamarillo, todavía el azul (salvo llo. Recuerdo que de chico (si que el azul puede ser verde), todavía el verde (salmi hermana está aquí lo recordará también) me vo que el verde puede ser azul). El blanco ha desdemoraba ante unas jaulas del jardín zoológico de Palermo y eran precisamente la jaula del aparecido o se confunde con el gris. En cuanto al tigre y la del leopardo. Me demoraba ante rojo, ha desaparecido del todo, pero espero alguna el oro y el negro del tigre; aún ahora, el vez (estoy siguiendo un tratamiento) mejorar y VIERNES 20 DE MAYO DE 2016

En torno suyo, el mundo fl con el paso urgido, como apurado hacia alguna par poder ver ese gran color, ese color que resplandece en la poesía y que tiene tan lindos nombres en muchos idiomas”.

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Por eso de libr escoge

Detenida frente a uno de los estantes, sus br zos se alargan, busca, no mira, pero procura encuentro con alguno de los tantos libros qu esperan. Luego toca. Sus manos blancas se de lizan por encima de las portadas; sus mano acarician y los libros responden. Sin saber po


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aún ahora, el amarillo sigue acompañándome”

e sus ojos

L. Simental

o el mundo visible se ha alejado de mis ojos, quizá definitivamente”, Borges

fluye mo rte

él le cuenta ros al oído, libros para ella

rael ue esos or

en alguna parte. Antes de salir miro otra vez y atisbo en la intimidad de los dos. Ella, tomada de su brazo, con su paso lento pero cierto… y con un bastón en la otra mano -sus manos que acarician-, con su mirar sin ver; sus ojos -sin luz- que yacen ocultos debajo de unas grandes gafas negras; sus ojos que ya no ven, que un día cerraron para siempre sus ventanas. Por eso él le cuenta de libros al oído, escoge libros para ella. Él es la luz de sus ojos. ----IV “Poco a poco fui comAfuera, el tiempo transcurre; prendiendo la extraña ironía Autorretrato Borges adentro, en el adentro de ellos, no de los hechos. Yo siempre me hay tiempo. Uno a uno, han andado los cami- había imaginado el Paraíso bajo la esnos posibles en aquella librería, una de tantas en pecie de una biblioteca. Otras personas medio de la ciudad también afuera, hundida en piensan en un jardín, otras pueden pensus prisas y en la verborrea, en ese decir que no sar en un palacio. Ahí estaba yo. Era, de dice nada; en ese saberlo todo sin sospechar si- algún modo, el centro de novecientos mil quiera que la vida -que está en otra parte- tiene volúmenes en diversos idiomas. Comprobé que ser algo distinto a solo existencia. que apenas podía descifrar las carátulas Hay momentos en que él la deja, extática y los lomos. Entonces escribí el ‘Poema de como siempre, y, acolos dones’, que modándose las gafas, empieza: ‘Nadie rebaje a busca para ella, recolágrima o rerre por títulos y porproche / esta tadas, por grosores y declaración tamaños; luego toma de la maestría uno entre los tantos y / de Dios que le habla como cuancon magnífido se pronuncia el ca ironía / me poema, como cuandio a la vez los do se dice de la vida, libros y la nocomo cuando el amor che’. Esos dos es declarado… dones que se Y, luego, recocontradicen: menzar. Ella, la mujer los muchos lide las manos blancas, emprende la marcha tomada del brazo de él, el bros y la noche, la incapacidad de leerlos”. que le cuenta de libros al oído; ella, con su paso (Fragmentos de la conferencia de lento; él, buscando una vez más un libro entre Jorge Luis Borges acerca de su propia ceguera, tomada de “Siete nolos tantos que hacen la espera. Debo irme. La vida y su tiempo me reclaman ches”, 1980). ria breve en contratapa que dice de las razones de aquel texto. Luego es otra vez: un paso más, breve, y el acontecer es recomenzar; un nuevo libro entre las manos de ella y su relato, la voz tenue que le acaricia el oído. ----“Goethe lo escribió refiriéndose al crepúsculo de la tarde. Todo lo cercano se aleja, es verdad. Al atardecer, las cosas más cercanas ya se alejan de nuestros ojos, así como el mundo visible se ha alejado de mis ojos, quizá definitivamente”.

qué, entre todos coge uno y lo atrae hacia su pecho, donde sus manos palpan, dejan su huella impresa en cada milímetro que ella reconoce con el tránsito silencioso de sus dedos. A su lado, sin voz, él aguarda, mira por encima de sus hombros y entonces, solo si ella lo pide, le habla al oído y le cuenta. Le dice del libro que ella ha tomado entre sus manos y que ahora estrecha contra su pecho. Al hablar él se ajusta los anteojos e inicia la narración, la histo-

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6 “Cinco minutos son suficientes para vivir una vida entera, así de relativo es el tiempo”

El poeta del compromiso Por Juan Cruz

“De vez en cuando hay que hacer una pausa. Contemplarse a sí mismo sin la fruición cotidiana. Examinar el pasado, rubro por rubro, etapa por etapa, baldosa por baldosa. Y no llorarse las mentiras, sino contarse las verdades”

M

urió Mario Benedetti. El poeta resistente, que vivió el exilio y la enfermedad (un asma pertinaz, obsesiva) le fueron rompiendo, pero él se mantuvo siempre “en defensa de la alegría”. Nació en Paso de los Toros, pero esta urbe que parece un microcosmos literario fue el lugar al que volvió siempre, de todos los exilios. Era al final (y esta expresión la acuñó él) un desexiliado. Pero su alma sufrió las heridas de todos los exilios. TRES HAIKUS DE BENEDETTI Pero había empezado a morir mucho antes; hace tres años falleció su mujer, Luz, con la que vivió toda la vida, en la libertad y en el destierro; él creyó siempre que la enfermedad de Luz, que se olvidaba de apagar las luces de la casa, en Madrid, era una simple distracción, e incluso le compró artilugios con los que dominar las consecuencias de su sordera. El poeta del compromiso, del amor y de la alegría, sintió luego que, en efecto, esas ausencias eran debidas a un alzheimer que inundó la casa de desolación y de huida. Se fue con ella, de nuevo, a Montevideo, y allí la cuidó hasta que finalmente le dejó del todo. Y le dejó malherido. Benedetti tuvo algunos momentos de alegría después, como cuando Horten- de literatura; en un tiempo sia Campanella, su biógrafa última, le él fue política, enteramente, entregó el manuscrito en el que se con- sus poemas estaban al servicio de la densa la vida entera del escritor que nos ha “Nunca pensé que en la rabia que dejado. Él ironizó ante felicidad hubiera tanta le produjeron las tanto papel, y delante tristeza” dictaduras de Ariel, su fiel ayudel Sur, la dante, dijo: “¿tanto he suya, la uruguaya, que le perhecho?”. Pero su alma estaba herida; seguía siguió a muerte, y la argentina, escribiendo, poemas, haikus, ani- que fue cómplice de aquella y también quimado por su editor de poemas, so matarle. Mató a un amigo suyo, el líder Chus Visor; tenía la casa llena político Zelmar Michelini, y esta muerte

I Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio

II Óyeme oye muchacha transeúnte bésame el alma III Cuando mis ojos se cierran y se abren todo ha cambiado

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“No sé tu nombre, solo sé la mirada con que me lo dices” fue un símbolo de las muertes que hubo antes y después en la vida acosada de hombres como él. Luz fue su bastón. Y Palma y Cuba y Lima sus lugares de exilio; a los tres les guardó siempre gratitud; fue un gran defensor de la Cuba de Fidel, por eso mismo, pero jamás utilizó esa afinidad para discutir, en los últimos tiempos sobre todo, lo que en esa revolución que él quiso se fue torciendo. En ese clima de desolación en el que lo pusieron la enfermedad y su porvenir, Mario descuidó su aspecto, dejó de afeitarse, y alguien le dijo, una madrugada: “así no puedes estar. Tú eres guapo, un hombre así parece enfermo. Ya no lo estás”. Le bastó. Al día siguiente se rasuró del todo, se puso de limpio, y cuando este amigo le visitó otra vez y se hizo el distraído sobre su nuevo aspecto, el viejo poeta revivido le llamó la atención y le dijo: “¿no te has fijado que hoy sí me afeité?”. Era un hombre insobornable, el más comprometido de su tiempo. Su muerte deja en silencio mustio su época, su ejemplo y la raíz de sus versos. Pero los muchos que le cantan no lo dejarán, como él decía del verdadero amor, en lo oscuro. (Necrológica aparecida en El País el 17 de mayo de 2009, el mismo día de su muerte. Edición Comunicante).

“Sus labios eran una caricia necesaria, cómo podía haber vivido hasta ahora sin ellos”


7 “El éxito es un ratito. Uno nunca consigue nada”

Elena, la “Sancho Panza femenina” Por Edición Comunicante

“Todos estamos tan llenos de retratos interiores, tan llenos de paisajes no vividos”

Contar… contar… contar… Eso hace Elena Poniatowska desde hace 60 años. Y eso mismo hace tras subir cinco escalones, dar siete pasos, otros ocho escalones, dos pasos y un escalón más, para convertirse en la primera mujer en subir al púlpito del paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares para dar su discurso de aceptación del 38º Premio Cervantes de Literatura. Y rompe doblemente la tradición: su traje autóctono y sus palabras, donde más que el autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha o el mismo Quijote, anduvo Sancho Panza. “Contar… contar… contar... Es el verbo preferido de Elena Poniatowska. Es su verbo natural. Y eso hace para contar un trocito de zonas en sombra de América Latina. Con el asombro ante el silencio y el olvido vivido por las mujeres y los más pobres y quienes deben migrar en busca de mejores oportunidades. ‘Niños, mujeres, ancianos, presos, dolientes y estudiantes caminan al lado de esta reportera que busca, como lo pedía María Zambrano, ‘ir más allá de la propia vida, estar en las otras vidas’”. (“Elena Poniatowska, una Sancho Panza para los sin tierra”, Winston Manrique Sabogal; El País, 23 de abril de 2014). “Elena Poniatowska recibió, al nacer, el título de princesa Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, hija del príncipe Jean Joseph Evremond

2014: la cuarta mujer en ser reconocida con el Premio Cervantes

Nació el 19 de mayo de 1932 Sperry Poniatowski, descendiente de la familia del rey Estanislao II Poniatowski de Polonia— y de María de los Dolores (Paula) Amor de Yturbe. Su familia emigró de Francia a México a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial: Elena llegó a los diez años de edad con su madre —nacida en 1913 en París en una familia porfiriana exiliada en Francia tras la revolución mexicana”. (“Elena Poniatowska”, de la entrevista con Roberto Carlos Martínez Trujillo y Fernando Covián Mendoza; sabermas.umich.mx, 9 de mayo de 2016).

“Para mí es una gracia aparecer como escritora, porque todo lo que yo he hecho lo sustento un poco en el periodismo”

LA PRINCESA ROJA EN CINCO DATOS 1. Nació en París, luego de que la familia de su madre, Dolores Amor, fue exiliada de México por apoyar el Porfiriato. Su padre Jean Evremont Poniatowski Sperry, por su parte, era el heredero de la Corona polaca por lo que la escritora heredó el título de Princesa de Polonia, aunque nunca le importó y, de hecho, confesó que no visita a su familia europea, que la llaman “La Princesa Roja”. 2. La nana de Poniatowska, Magdalena Castillo, tuvo gran influencia en su vida, pues la cuidó desde que era una niña. Fue ella quien le enseñó a hablar español. 3. Por ser princesa, su vida estaba destinada a contraer matrimonio con otro príncipe, sin embargo, Elena decidió dedicarse al periodismo y fue cuando colaboró con Excélsior en donde escribía crónicas de sociales. Posteriormente escribió para Novedades. 4. En 1955 su primera novela vio la luz: “Lilus Kikus”. Este año también nació su hijo Emmanuel. A esta edad también conoció al dibujante Alberto Beltrán, un férreo socialista y quien influyó en que Poniatowska diera voz de los más marginados. 5. En 1971, el entonces presidente Luis Echeverría le concedió el premio literario Xavier Villaurrutia por su novela “La noche de Tlatelolco”, sin embargo, la escritora lo rechazó. Al recibir el Premio Cervantes, Elena aseguró ser la “Sancho Panza femenina”. (“¿Por qué la Princesa Roja recibió Premio Cervantes?”, Daniela Jerez; actitudfem.com).

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8 “No cabe duda: de niño, a mí me seguía el sol”

Carta de Borges a Reyes Por Jorge Luis Borges

-Quería, desde hace tiempo, conversar con usted, Borges, sobre dos escritores mexicanos. Uno de ellos, muy próximo a la Argentina, y a usted, creo, Alfonso Reyes, y el otro Octavio Paz. -De Octavio Paz puedo hablar con escasa autoridad; no he leído nada suyo, tengo el mejor recuerdo personal de él. Hablemos sobre Alfonso Reyes… De la entrevista que le hizo Osvaldo Ferrari.

¡

Salve! Quiero, en primer término, agradecer la invitación de Monterrey, a quien remitiré unos borradores, apenas los desdibuje un poco. No me tengo confianza; ya sabe usted que el borrador —como el anacronismo, el anatropismo y la errata— es también un género literario. Quiere usted mi versión sobre los sucesos gloriosos. Juro que desde aquella tarde victoriana, no he vuelto a ver a la señora Saint, y sólo en contadísimas ocasiones, a la resplandeciente Haydée Lange. En cuanto a la Eliminación del Doctor, puedo asegurarle que, descontada su necesidad, su bondad final, su justicia, nos vale ahora un desagradabilísimo ambiente. La revolución (o cuartelazo con apoyo del público) es una victoria del buen sentido sobre la inepcia, la frecuente deshonestidad y la ofuscación, pero esas malas cosas vencidas correspondían a una mitología, a un cariño, a una felicidad —a la imagen estrafalaria del Doctor, conspirador y tácito en la misma Casa Rosada. Buenos Aires, ahora, ha tenido que repudiar su mitología casera, y frangollar motivos de entusiasmo con heroísmos en los que nadie cree y con el tema —insignificante para el espíritu— de que estos militares no roban.

p e r o a t i l a to t a l circunferencia…

Sacrificar el Mito a la lucidez, ¿qué le parece? Shaw, indudablemente, lo aprobaría. No sé si escribo con precisión; antes (repito) poseíamos idiotez, pero con barulleros diarios opositores, con sus vivas y mueras, con una idolatría cómoda que florecía en las paredes, en las milongas y en las letras de tango; ahora, tenemos independencia con ley marcial, una prensa adulona, la tuñonada con escarapela perpetua y la ficción de que el régimen tilingo anterior era cruel y tiránico. Espectáculos, pocos. Un tiroteo no letal de rifles en la Plaza Once, una ametralladora a media cuadra en la calle Junín, dos armerías saqueadas por un malevaje inseguro en la calle Rivadavia: esas visiones debo a la revolución, y se las agradezco. Carriego, dentro de unos diez días, lo irá a ver. De aquí muchísimos afectos. Suyo, en la espera, Jorge Luis Borges.

DE BORGES PARA REYES Fragmentos de un poema que el argentino dedicó al mexicano… Reyes, la indescifrable Providencia que administra lo pródigo y lo parco nos dio a unos el sector y el arco VIERNES 20 DE MAYO DE 2016

Sólo una cosa sé. Que Alfonso Reyes (dondequiera que el mar lo haya arrojado) se aplicará dichoso y desvelado al otro enigma y a las otras leyes. Al impar tributemos, al diverso las palmas y el clamor de la victoria; no profane mi lágrima este verso que nuestro amor inscribe a su memoria. “Contaba Octavio Paz que una vez Bioy Casares le dijo que Borges y él, cuando querían saber si un texto estaba bien escrito, lo leían imitando la voz de Alfonso Reyes. (…) Acaso esa lección de pausa e ironía que distinguían el hablar de Reyes, hizo que Borges renegara de cánones basados en azares fonéticos o en meras destrezas metafóricas para buscar un estilo sutil, de vastos y delicados esplendores. (Borges y Reyes: notas sobre un enigma, Fernando Báez; pendientedemigracion.ucm.es. Alfonso Reyes nació el 17 de mayo de 1889, el mismo año que Borges).


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