hojas políticas 02 114
Lunes 07 de noviembre de 2016
ElElmejor mejoranálisis análisisde delalacoyuntura coyuntura
Enfrenta el PAN varios dilemas
El Partido Acción Nacional tiene, ahorita, grandes posibilidades de triunfo en 2018, sin embargo para que este escenario electoral se mantenga en los próximos 15 meses, debe enfrentar y resolver 2 grandes retos. El primero es demostrar con hechos su compromiso con el combate a la corrupción; el otro es mantener la unidad durante el proceso de elección de su candidato Por: GEA y Asociados Págs. 04 y 05
Gobernar en minoría En México y el mundo somos testigos de una pulverización de la política ¿Es esto reflejo de una sociedad del siglo XXI fragmentada, dividida, desigual, desesperada o desesperanzada?
Por: Samuel Aguilar Solís
Pág. 06
02
hojas políticas
De la imagen del gobierno y la del país
E
s ampliamente sabido que cuando las cosas suelen ir mal para un gobierno -sobre todo en asuntos vitales para la vida de los ciudadanos como honestidad, eficiencia, seguridad, pobreza, igualdad, justicia, entre otros-, tiende a destacar aspectos laterales para tratar de disimular incompetencia y fracaso, además de intentar explicar el todo por la parte. Pero aún más, se refiere a los demás como si fueran responsables únicos de la situación, pues asumen que quienes gobiernan lo están haciendo muy, pero muy bien. Y esto es precisamente lo que pretende el Ejecutivo federal en términos de imagen, pues poco puede mostrar en cuanto a mejores realidades. No es casual, entonces, la reciente declaración del Presidente Enrique Peña Nieto, quien, con su bajísimo nivel de aceptación, indicó, “he dicho muchas veces: no apelo a que se hable bien del Gobierno y menos a que se hable bien del Presidente de la República, ya vendrán las evaluaciones que se quieran hacer de esta gestión gubernamental. Pero sí apelo a que, como integrantes de esta sociedad, orgullosos que somos todos de ser mexicanos, hablemos bien y hablemos muy bien de lo mucho que somos como nación”. Este pronunciamiento del titular del Ejecutivo federal, durante el 70 aniversario del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), se suma a otros más donde ha dejado patente su incomprensión e incomodidad por el balance de su trabajo, o bien, su también aparente indiferencia ante los datos de las encuestas. Y para ilustrar incluyamos, tan solo, un par de ejemplos. El spot del III Informe de Gobierno donde el mandatario dijo: “Cuál es el mejor momento para evaluar un gobierno,
OPINIÓN Miguel A. Vichique
Queda claro que la realidad y la percepción del Gobierno federal no siempre abonan a una buena imagen del país este, justo a la mitad del sexenio. Hoy tenemos claro lo que está funcionando y tiempo para cambiar lo que debemos corregir…”. ¿De veras? Asimismo, la desafortunada frase de la campaña del IV Informe Presidencial de que “Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho”, misma que ha servido para la crítica y burla, ampliamente difundidas en redes sociales. Llama la atención que Peña Nieto se refiera a que “ya vendrán las evaluaciones”, como si todo se dejara al mañana, cuando muchas de ellas ya se han hecho presentes ahora mismo, o acaso su devaluada imagen es producto de la casualidad. Ahora bien, queda claro que la realidad y la percepción del Gobierno federal no siempre abonan a una buena imagen del país. Errores, tonterías, excesos, escándalos, simulaciones y corruptelas por doquier son ampliamente conocidas por la velocidad de las informaciones en un contexto de globalización. Así se propagan imágenes que, en buena medida, son consecuencia de lamentables realidades
además, claro, de las constantes pifias en materia de estrategias de comunicación. Cierto es que las noticias de México que circulan a nivel internacional tienden a destacar aspectos negativos (crimen organizado, narcotráfico, violencia, violación de derechos humanos, impunidad, saqueos, etc.), pero también lo es que reflejan aspectos relevantes de la cotidianidad. Por supuesto que una imagen es un fenómeno multicausal, complejo e interdisciplinario, sobre todo tratándose de un país, además que existen muchos constructores intencionados o no de la misma. Sin embargo, lo que va quedando claro, cada vez más, es la distancia que existe entre la imagen que proyectamos, según la visión gubernamental, y la que observamos la mayoría de los mexicanos. Más allá de estereotipos, es importante profundizar y ampliar la necesaria contextualización para juzgar con rigor, aunque sin duda, los malos resultados de esta administración contribuyen a deteriorar la imagen de México.
Llama la atención que Peña Nieto se refiera a que “ya vendrán las evaluaciones”, como si todo se dejara al mañana
Hojas Políticas es editado por HP. • Director: Rafael Herrera Piedra • Editor: Richard Ibarra • Coordinador de Análisis Nacional, Héctor Moreno • Coordinador de Diseño, Esequiel Vásques. • Coordinador Gráfico, Eduardo Gutiérrez Colaboradores: Juan Lorenzo Simental, David Mendívil, César Gaytán. Dirección, J Guadalupe Aguilera 709, Col Guillermina, Durango, Dgo. Tel (618) 8 36 07 36; (618) 8100 200, email: hojaspoliticas.suplemento@hotmail.com
P H a e t e b í r c s u S Club r estro u n e d s eficio n e b s o l n y obté
o t p i r c s del su
CIÓN RMA IS INFO NÁLIS YA
ores
ript
c Sus
na aria no M
Gan
a Loz dara
1124
ra
and
Alej
2215
7721
92 8/19 31/0
Infórmate a los tels: 810 02 00 • 827 30 53 y 835 0109
04
hojas políticas
Tiene el PAN diversos dilemas GEA y Asociados
El blanquiazul enfrenta 2 retos serios: demostrar con hechos incuestionables la seriedad de su compromiso contra la corrupción y mantenerse unido Está en riesgo la buena posición del PAN frente a la elección presidencial de 2018
C
omo se analizó anteriormente, a raíz de los resultados electorales de junio (PAN gana siete de las 12 gubernaturas y el PRI solo cinco) y de los efectos negativos que ha tenido en la imagen del partido en el gobierno tanto la corrupción de varios de sus gobernadores, como la muy reducida popularidad del Presidente Peña, a poco menos de dos años de la elección presidencial, los contendientes más fuertes serían el Partido Acción Nacional (PAN) y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), pues el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sufrido una pérdida considerable de imagen positiva y respaldo social. Si se analiza la fortaleza electoral de los precandidatos, López Obrador aparece como uno de los más sólidos, ya que no ha dejado de hacer campaña los últimos 12 años, mientras que en el PAN tres personajes desean la candidatura de su partido: Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón; Ricardo Anaya, presidente actual del PAN y Rafael Moreno Valle, un ex priista que se pasó al PAN para competir y ganar la gubernatura de Puebla en 2010. De esos tres panistas, las encuestas señalan que a fines de este año –aún faltan 19 meses para la elección— solo Margarita Zavala y Ricardo Anaya tienen reconocimiento y respaldo electoral. Moreno Valle dejará la gubernatura en enero próximo y se dedicará de 07 DE NOVIEMBRE DE 2016
Anaya, cuestionado en su honestidad por el nivel de vida de su familia, tendrá que decidir si se mantiene como presidente del PAN o si busca la candidatura La disputa por la candidatura entre Zavala, Anaya y Moreno Valle puede romper la frágil unidad
El mejor análisis de la coyuntura
tiempo completo a hacer campaña para tratar de emparejarse y disputar la candidatura con los otros dos. La contienda será muy dura, pues realmente el PAN tiene probabilidades de triunfo en 2018 tanto con Zavala como con Anaya. Sin embargo, para que este escenario electoral se mantenga en los próximos 15 meses –una contienda entre el candidato del PAN y López Obrador de Morena, con un PRI desplazado a tercer lugar—, Acción Nacional enfrenta dos grandes retos. El primero es demostrar con hechos su compromiso con el combate a la corrupción, de manera que se mantenga la imagen relativamente positiva que tiene en este momento, ya que ella le permite ser considerado por una buena parte del electorado como una de las opciones para remplazar al PRI. El otro reto es mantener la unidad durante el proceso de elección de su candidato, ya que de ello depende que la totalidad del voto panista y de segmento de los electores sin partido pero que prefieren al PAN en vez de a AMLO, hagan fuerte la candidatura. En cuanto al primer reto, es claro que la corrupción será quizá el gran tema de la elección de 2018. Por un lado, López Obrador ya anunció en repetidas ocasiones que su campaña se basará en denunciar y combatir la corrupción de la “mafia en el poder”, la cual está formada por el PRI, el PAN y el PRD y que Morena es la única verdadera opción honesta y ética para el país.
Por el otro, Enrique Ochoa, presidente del PRI, también ha hecho del ataque a la corrupción el tema principal para tratar de recuperar algo de la imagen y credibilidad perdida, razón por la cual ha anunciado con bombo y platillo la expulsión del PRI de Javier Duarte como un mensaje de que su partido no tolerará más la corrupción. En ese contexto, el PAN que también tiene casos evidentes de corrupción, el más destacado es el de Guillermo Padrés, quien fuera gobernador de Sonora hasta hace un año, y que se encuentra prófugo, ya que la Procuraduría General de la República (PGR) emitió una orden de aprehensión en su contra por los delitos de evasión fiscal y enriquecimiento ilegal. Aunque Padrés también ya fue expulsado del PAN, ese hecho no bastará para demostrar las credenciales de honestidad ya que existen indicios y sospechas de varios casos más. Si la comisión panista que está encargada de investigar y castigar a sus militantes corruptos no se adelanta y hace algo al respecto, es probable que los medios –ávidos de escándalos y de tomar partido en la contienda política— sí lo hagan y exhiban la corrupción panista. Esta semana, se dio a conocer que la familia de Ricardo Anaya vive en Atlanta, EU y que ello le cuesta más dinero del que gana como presidente del PAN. Él se defendió asegurando que tiene otros ingresos legales (renta de locales comerciales) además de lo que gana su esposa. Aunque el caso en su contra no pa-
hojas políticas
rece muy sólido (en principio se trata de una discrepancia entre ingresos y gastos no considerable), el golpe a la imagen y credibilidad del líder panista –que se ha presentado como uno honesto y con la autoridad moral para criticar la corrupción priista— ha sido fuerte (habrá que ver cuánto dura y qué tanto impacto tiene en la opinión pública) al grado que pudiera dejarlo fuera de la competencia por la candidatura de su partido. Incluso pudiera tener un impacto fuerte a la credibilidad del PAN, aunque no necesariamente a la de Margarita Zavala. Este ataque a la persona de Anaya viene a complicarle más el panorama, ya que la semana pasada un grupo de 18 panistas notables (identificados la mayoría con Margarita Zavala) le envió una carta pública en la que le demandan que aclare si desea buscar la candidatura presidencial, y si su respuesta es afirmativa, le solicitan que renuncie a la presidencia de su partido ya que estaría en una posición ventajosa frente a sus adversarios, ya que sería juez y parte de la contienda. Como presidente nacional del PAN, Anaya tiene dos ventajas frente a otros contendientes. La primera es que puede salir en los anuncios del PAN –lo cual ha venido haciendo desde hace un año, y lo ha posicionado frente a la opinión pública—cosa que no pueden hacer Zavala ni Moreno Valle, pues la ley electoral prohíbe que quienes desean ser candidatos se promuevan en los medios de comunicación, prohibición que no afecta a los líderes nacionales de los partidos. Es absurda esa disposición legal pero así está en la ley. La segunda ventaja es que puede influir en la comisión electoral del PAN que decidirá cuál será el mecanismo para elegir al candidato. Si esa comisión opta por una elec-
ción en la que puedan participar todos los ciudadanos, ese método favorecería a Moreno Valle, que tiene muchos recursos y relaciones con gobernadores del PAN y del PRI para conseguir respaldo de ciudadanos de todo tipo. Si opta por una elección en la que solo participen los militantes registrados en el PAN, el beneficiario sería Ricardo Anaya, ya que el poder que tiene sobre la estructura partidista y por la posibilidad de incrementar el padrón de militantes en estados favorables a él, le daría ventaja sobre sus competidores. Quien queda perjudicada es Margarita Zavala que tiene muy buena aceptación no solo entre miembros de su partido, sino también entre ciudadanos sin preferencia partidista. Esto último puede ser decisivo, ya que es de ese sector del electorado –lo que no tienen simpatía partidista— donde López Obrador toma la mayor parte de sus votantes. Si Margarita capta una parte considerable de votos de los llamados ciudadanos apartidistas, puede derrotar a AMLO. Ante esa situación la esposa del expresidente Calderón, tiene dos
05
opciones para convertirse en la candidata del PAN. Tener tal cantidad de intenciones de voto en las encuestas, de manera que no escogerla a ella sea un suicidio político para el PAN. Sin embargo, esto difícilmente ocurrirá si Ricardo Anaya continúa utilizando la propaganda de su partido para promocionar su figura personal. La segunda vía para hacerse de la candidatura sería una negociación política con Ricardo Anaya, que se traduzca en la aceptación de la candidatura de ella a cambio de posiciones de poder para Anaya y su equipo. Pero considerando el nivel de agravios personales existentes entre los grupos de ambos candidatos, se antoja difícil que se concrete esa negociación. Así las cosas, la carta fuerte de negociación que tiene Margarita Zavala para tratar de forzar un acuerdo del que ella resulte la candidata panista, es amenazar con lanzarse como una candidata independiente, lo cual dividiría el voto panista e impediría el triunfo de quien fuera el abanderado del PAN –Anaya o Moreno Valle— con el inconveniente de que ello también facilitaría una victoria de López Obrador. Esta división y ruptura interna es el peor escenario (y todos lo saben) pero no es descartable, dado el encono que existe que les impide actuar racionalmente. Es por eso que el segundo reto de los panistas es mantener la unidad de su partido y ello pasa necesariamente por el método de selección de su candidato y la decisión de Ricardo Anaya de renunciar o no a la presidencia de su partido para que la contienda sea pareja y equitativa. Ricardo Anaya respondió a la carta diciendo que no piensa renunciar a la dirigencia del PAN y que la decisión de si aspirará o no a la candidatura, la tomará hasta fines de 2017, después de las elecciones de junio próximo en Coahuila, Nayarit y el Estado de México. Pero Margarita tiene que decidir antes si se lanza como independiente, pues si se espera a que Anaya decida dentro de un año si buscará la candidatura de su partido, será tarde para iniciar la tarea de cumplir los requisitos legales para registrar una candidatura independiente. El desfase de tiempos entre ellos puede acelerar el conflicto y precipitar la ruptura. Por lo pronto, Ricardo Anaya ahora tendrá que evaluar la magnitud del daño que le está causando el fuerte ataque que recibió esta semana sobre sus ingresos, el nivel de vida de su familia y sobre si mintió o no en su declaración patrimonial sobre los montos y las fuentes de sus ingresos. Si el daño es grande y Anaya renuncia a la candidatura, el camino de Margarita estaría despejado, aunque no ganado, pues faltaría derrotar a Moreno Valle. r
El mejor análisis de la coyuntura
07 DE NOVIEMBRE DE 2016
06
hojas políticas
Gobernar en minoría E
n México y el mundo somos testigos de una pulverización de la política ¿Es esto reflejo de una sociedad del siglo XXI fragmentada, dividida, desigual, desesperada o desesperanzada? Los grandes partidos de masas dan paso a movimientos efímeros, a organizaciones con intereses particulares y diversos, a personalidades populistas y en algunos casos autoritarias; hoy la política y la democracia abren paso a momentos, más que a estructuras y las instituciones no alcanzan a moverse a la rapidez que estos cambios demandan. Los sistemas políticos parlamentarios y presidenciales se preguntan, ¿Qué hacer con la legitimidad, o cómo se entiende hoy la legitimidad?, ¿Cómo garantizar gobernabilidad en la democracia de una sociedad desigual, dividida y por tanto, a gobiernos no solo divididos, sino de minorías? ¿En dónde están los grandes intereses nacionales que se aglutinaban en torno a gobiernos legítimos y mayoritarios? ¿Es la legitimidad asunto de ingeniería electoral donde un porcentaje de votos, sumado a una participación aceptable es suficiente?, ¿Es la gobernabilidad un aspecto que en democracia deba “forzarse” a través de gobiernos de coalición, segunda vuelta, voto obligatorio o alguna otra alternativa? En México, hay después de la elección federal de 2015, un total de nueve partidos políticos nacionales y la posibilidad de que can-
07 DE NOVIEMBRE DE 2016
didatos independientes obtengan a través del voto el cargo por el que se postulan. ¿Hay en esta amplia gama una oferta digna para que la ciudadanía acuda a votar en el 2018?, ¿Hay en esta oferta, considerando las posibilidades de alianza, coalición, candidatura común o fusión posibilidades para que alguna fuerza política o candidato obtenga mayoría?, ¿Nuestra democracia y el diseño de nuestro sistema electoral y político es capaz de otorgar legitimidad y margen de gobernabilidad en una primera vuelta?, ¿Una segunda vuelta es la solución para otorgar legitimidad?, ¿Es necesaria una segunda vuelta como incentivo para que las distintas fuerzas políticas consideren optar por un gobierno de coalición donde “el ganador no lo gane todo, ni el perdedor lo pierda todo”?, ¿En un gobierno de coalición se “comparte la responsabilidad”?, ¿Cambia el papel de la oposición cuando participa en un gobierno de coalición? La experiencia del Pacto por México sin duda fue una salida para que en pluralidad y en gobiernos divididos se dejaran atrás para sacar las reformas estructurales que estaban pendientes en
OPINIÓN Samuel Aguilar
nuestro país, el resultado de las mismas es asunto de otro análisis, pero la efectividad de la política quedó sin duda mostrada como el instrumento más efectivo que tiene un país plural en donde la palabra minoría es un vocablo que no podemos perder de vista. En nuestra democracia, un gobierno emanado de un voto minoritario obtiene el poder, pero es asunto de la mayoría, de aquella que debe hacerse visible y audible hacerle saber a esa minoría que gobierna para todos. Nuestra democracia debe dejar de ser un sistema devaluado por una minoría que favorece o es indolente con unos cuantos que concentran no solo la riqueza nacional, sino información y privilegios. La democracia en minoría no puede convertirse en el siglo XXI en una oligarquía, esa minoría está obligada al interés general, o gobierna en interés propio y debe destituirse. Sí, vivimos en una aristocracia que pulveriza a la política y también al futuro, no importa que hayan sido electos por métodos democráticos, la ciudadanía tiene mucho trabajo por delante y no podemos dejarlo en manos de las minorías.
Nuestra democracia debe dejar de ser un sistema devaluado por una minoría que favorece y es indolente con unos cuantos que concentran la riqueza nacional, información y privilegios
El mejor análisis de la coyuntura
@SamuelAguilarS
08
hojas políticas
USA: Elección crucial
OPINIÓN Rubén Aguilar
N
unca en la historia una elección había despertado tanto interés y preocupación mundial como la que mañana tiene lugar en Estado Unidos. La posibilidad de que el republicano Donald Trump llegue a la presidencia de su país ha hecho caer las bolsas y creado preocupación en los gobiernos de todos los países. En último momento la decisión del director del FBI, James Comey, de intervenir en el proceso electoral, en contra de la posición del Departamento de Justicia, al anunciar una nueva investigación sobre el uso del correo personal de la candidata Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado, ha ayudado para que Trump cierre la diferencia en las encuestas. A pesar de eso, los últimos sondeos señalan como ganadora a la candidata demócrata por una ventaja de dos a cuatro puntos en el
voto popular, según el promedio de encuestas que realiza Real Clear Politics. Y en los sitios especializados en estudios de probabilidad, como Five Thirty Eight y The New York Times, Clinton gana la elección con una diferencia de 60 ó 70 puntos. En las votaciones adelantadas, con cerca de 40 millones de sufragios, la demócrata supera al republicano con 55 por ciento de intención de voto contra 37 por ciento del republicano, según TargetSmart-William & Mary. Las casas de apuesta, como Bovada, dan como ganadora a Clinton dos contra uno. Las últimas encuestas señalan que la demócrata obtiene también la mayoría de los votos del Colegio Electoral. De los 538 votos obtiene con seguridad 224 contra 180 del republicano. Están en juego 134, según Real Clear Politics. Para ser elegido presidente se requieren 270.
@RubenAguilar
Five Thirty Eight, que maneja probabilidades, otorga 312 votos a Clinton, 225 a Trump y uno al candidato Evan McMullin. En Estados Unidos con una población de 320 millones son 221 millones los que pueden votar. En la elección presidencial pasada sufragaron 130 millones. Ahora, el resultado va a depender en muy buena medida de la cantidad de afroamericanos y latinos que se decidan a votar. El 80 por ciento de éstos simpatiza con Clinton. Los datos estadísticos indican que la candidata demócrata va a ganar a menos, como asegura Financial Times, de que “ocurra algo terriblemente inesperado”. Algunos analistas estiman que la fuerza del republicano está en el voto oculto que se va a expresar el día de la elección, pero la mayoría de los especialistas coinciden en que éste ya no puede cambiar el resultado electoral. Desde 1936, cuando Gallup empezó ha hacer encuestas de las elecciones presidenciales, el candidato que en septiembre y octubre lleva la delantera siempre gana. En 1980, Ronald Reagan fue la excepción. Iba abajo en las encuestas y al final ganó. Para todos fue una gran sorpresa. ¿Ahora también lo será? Pienso que Clinton se hará de la victoria. Mañana por la noche saldremos de dudas.