aÑo i - nº 8 dominGo 12 de aBril de 2009 Tirada: 1000 ejemplares precio: esTe periodico
edición especial homenaje a
raúl ricardo alfonsín
no se Vende
PARADA OBLIGADA EN LA COMPRENSION DE LA REALIDAD
MERCOSUR
Honorable ConCejo Deliberante, Homenaje a raÚl riCarDo alFonSÍn raÚl y la PaSión Por la PolÍtiCa
CUlto a la amiStaD Horacio Giambroni - Pág.5. Daniel tardivo - Pág.10
ilUStre PaDre De la Patria
Humberto Quiroga lavie - Pág.6
Pág.3
martím giambroni - Pág.4
arGentina: raÚl alFonSÍn, in memorian (1927-2009) Fabián bosoer - Pág.11
“DoCtor, noS GUStarÍa Saber Por QUé realizó el PaCto lorena barbosa Pág.7 Con menem” no SiGan HombreS, SiGan iDeaS
jorge a.Cuello Pág.12
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Chascomus, domingo 12 de abril de 2009
EDITORIAL
Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimientos de pactos preexistentes, con el objeto de
Ahora m´hija, vaya y defienda
Por Liliana Denot Sentimos la presencia de Raúl Alfonsín cuando desde joven mi padre lo acompañaba en campañas políticas. La vida nos encontró nuevamente, como militante del partido de la UCR, desde la primera vez que ocupamos una banca en el Concejo Deliberante –cargo que me enorgullece porque Alfonsin empezó su carrera como concejal-, o ya sea como Intendente del terruño que lo vió nacer. Raúl Alfonsín estaba al tanto de lo ocurrido en nuestro territorio, siempre dispuesto a prestar cualquier servicio que pudiera mejorar la calidad de vida de los vecinos de Chascomús. Ha sido así con todos los Intendentes que me precedieron y, quiero decir, que extrañaremos mucho su llamada prudente para saber “cómo vamos”, o sus pedidos de audiencia para presentarse personalmente en el despacho comunal y conversar acerca de los temas del Municipio. Hace algún tiempo, cuando necesitamos su mano para llegar a la Presidencia con algunos pedidos, fue él quien nos gestionó el primer encuentro con el entonces presidente Néstor Kirchner. En esa ocasión nos dijo: “bueno m´hija ahora vaya y defienda. No lleve problemas, que los presidentes solemos estar muy ocupados , lleve poroyectos y soluciones para ponerlos en práctica, de usted depende”. Y así es que podemos enumerar una cantidad de obra pública: vivienda, pavimentación, planta depuradora, desarrollo productivo, educativo y social que mucho tienen que ver con esta intervención tan personal, tan cauta y sigilosa a la vez, valiosa y gentil, que nuestro gran maestro, Raúl Alfonsín supo imprimirle a la vida de su querido Chascomús.
Staff
o Planta Estable de la Empresa Ferroviaria
Maquinista: Juan Ignacio Basso.
Boletero: Jorge Augusto Cuello. Boletero: Enrique Inciarte. Encargado del Salón Comedor: Luciano Pablo Basso. Guardabarreras: Gabriela Giambroni. Caminantes de las Vías que se detienen en esta Estación:
EDITORIAL
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ectores: dejemos de lado, en esta ocasión, la epopéyica idealización que recorremos cada dos semanas en nuestro periódico: a este ANDÉN llegamos caminando, en silencio y con lágrimas en los ojos. En esta edición se ha debatido y considerado cuál era el modo más atinado para homenajear al ya consagrado gigante de nuestro pueblo, Raúl Ricardo Alfonsín. Así, consideramos la gran cantidad de publicaciones, videos, entrevistas, etc.; que circularon durante la pasada semana por los diferentes medios de comunicación. A partir de ello, surgieron y se reavivaron las conquistas realizadas por Raúl Ricardo Alfonsín quien, en su prolija y extensa carrera política, ha demostrado una personalidad fuerte pero comprensiva, heroica pero humilde, gigante pero genuina. La lista parece eterna, incluso quienes no han prestado atención al acontecimiento, saben que gracias a Raúl Ricardo Alfonsín, Argentina se convirtió en el único país que ha juzgado los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el terrorismo de Estado, saben que impulsó la CONADEP, que resistió con magestuosidad los intentos de Golpe y la resistencia a las actitudes democráticas que en aquellas épocas retenía la conducta política en Argentina. Todos sabemos que, más allá de sus diferencias ideológicas, jamás renunció ni rechazó el diálogo. Jamás dio la espalda a sus convicciones y resistió como un ingenioso hidalgo a los golpes de la realidad. Sin embargo, no han sido éstas las únicas palabras que acompañaron su despedida. También se han manifestado críticas de diferentes expectros políticos –y en especial, muchos de los autodenominados sectores “de izquierda”-, que han pretendido desenfocar la atención –no precisamente por la intención de Alfonsín de seguir ideas y no hombres-, como si todos los días muriesen patriotas. Más allá de cualquier partido político, ¿Cómo no despedir a Evita? ¿Cómo no despedir a Juan Domingo Perón? Máxime si se considera que el pueblo sale y se manifiesta, espontáneamente, en la magnitud que sólo estas figuras generan. Son muy acertadas y sugestivas las palabras pronunciadas por Antonio Cafiero [histórico dirijente del Peronismo y ex gobernador de
la provincia de Buenos Aires] el día del entierro de Alfonsín, cuando lo califica como “un predestinado [porque] nació con una misión a cumplir y no rehusó a cumplirla ... radicales: Alfonsín ya no les pertenece, Alfonsín es de todos” [Efectivamente, quienes pasaron por su despedida apreciaron que no se decía adiós a un radical, se decía adiós a un argentino]. Un grande que pertenece a todos. No por ello debe iniciarse un fundamentalismo apresurado sobre una persona. Nuevamente: “sigamos ideas, no hombres”. Por ello, rendimos culto a Raúl Ricardo Alfonsín. Habrá tiempo en la historia para analizar y discutir sobre su gobierno, sobre la indeseada ley de “obediencia debida y punto final” o la valentía de un hombre para ir y garantizar la paz de su pueblo, sólo, con su grandeza y palabras enfrentando a militares armados. Sobre el “pacto de olivos” o la importancia de reformar nuestra Carta Magna. Sobre una infinidad de hechos que conforman parte de nuestro proceso histórico. Más allá de toda cuestión, la despedida de un héroe cívico no puede pasar desapercibida. Muchos personajes conforman nuestra historia, pocos han luchado con tanto ahinco y talento por sus ideas. Todos lo saben, Raúl Ricardo Alfonsín fue un valiente que no se dejó doblegar por nadie y por nada. Fue un militante hasta el último instante de su vida. Renunció a la política en el mismo instante en que dejó este mundo. A modo de presentación –aunque no sea esta tarea de una editorial-, resulta oportuno adelantar que en esta ocasión y considerando lo señalado sobre la gran cantidad de información, carrera política, valentía cívica, convicción ideológica y demás valores entrañables que, junto con las respectivas críticas tendrán lugar a lo largo de la historia, decidimos dejar de lado, en parte, estas cuestiones , para acercarnos a la intimidad de Raúl. Entendemos que ésa es la tarea de quienes tuvimos el honor y privilegio de compartir la coterraneidad. Por ello, nos detenemos en este ANDÉN de un gran hombre que aunque en los últimos años no vivió acá, nunca dejó este pueblo. A continuación, cómo lo recuerdan vecinos y amigos... JIB
Alfredo Bigatti, Humberto Quiroga Lavie, Mariano Echenique, Fernando Pieske, Miembros del Honorable Concejo Deliberante, Jorge Basso, Martín Giambroni, Daniel Tardivo, Lorena Barbosa, Fabián Bosoer,José Eduardo Bonavita y Horacio Giambroni -quien se aferra a las vías de tal modo que ya no lo podremos sacar-. El que corre la Zorra: Pedro Pertusi. Pasajeros: Usted. Boleto: Gratarola.
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Homenaje
ChascoMUS, domingo 12 de abril de 2009
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constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos
Honorable Concejo Deliberante, homenaje a
RAÚL RICARDO ALFONSÍN EN EL RECINtO DEL HONORAbLE CONCEjO DELIbERANtE DE CHASCOmÚS SE RINDIó
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uego de dejar formalmente inaugurado un nuevo periodo de sesiones ordinarias con las palabras de la actual Intendente Liliana Denot, se llevó adelante una Sesión Especial en reconocimiento al hijo de Chascomús que llegara a ostentar la Primera Magistratura de nuestro país. Las primeras palabras resonaron en el recinto por
uN HOmENAjE A LA FIguRA DEL vECINO y Ex pRESIDENtE RAÚL RICARDO ALFONSÍN.
La palabra de la oposición Los bloques políticos estuvieron presentes con sus homenajes, así lo hicieron el concejal Marcelo Muscarello diciendo” Chascomús ha perdido su vecino más ilustre... cada vez que estamos fuera de Chascomús podemos decir somos del Pueblo de Chascomús, de donde nació Don Raúl Alfonsín. Y, recordando a Don
De sus acciones de gobierno resaltó las políticas de consolidación de la paz con Chile y la creación del Mercosur, posibilitando un cambio que se venía luchando por tantos años. También, destacó que luego de su gobierno, siempre se siguió preocupando por el diálogo y el consenso. El concejal Diego Laborde (CC), expresó que rendirle este homenaje a Raúl Alfonsín me queda grande, sólo desde los afectos podemos hablar: ha marcado un camino una senda por la cual los argentinos podemos transitar. Siempre amigo de sus amigos, de sus correligionarios, hombre de bien que le devolvió a muchos de sus amigos con su acompañamiento y cariño. A su vez, Analía Clerc Renaud resaltó sobre el sentir y el poder pensar en libertad. El reconocimiento hacia su persona que tenía la intención de transformar un país con estabilidad política, un tono moderno y renovador, y que encarnó las ilusiones de la democracia y de las libertades públicas. La concejal María Travascio (PJ), “que más podemos decir de la figura Raúl Alfonsín, nuestros hijos han nacido en democracia, gracias Dr. Raúl Alfonsín por su esfuerzo de consolidar la vida y los derechos humanos. Fue una figura que se siguió y se conoció en épocas de oscuras dictaduras.” Concejales de la Unión Cívica Radical Alegó el concejal Rodolfo Pertusi, “recuerdo los diálogos familiares donde siempre se destacó la figura del Dr. Raúl Alfonsín aún con diferencias ideológicas profundas. Debo decir que el único responsable de esta insurrección familiar en lo que respecta a mi filiación política, fue Raúl Alfonsín y su persona que nos hizo abrazar en épocas universitarias la doctrina radical. Cuando analizamos el derrotero de la vida de Raúl Alfonsín y fundamentalmente su desempeño político bajo los gobiernos de facto, su defensa por los DDHH -que no se puede decir de muchos políticos- su figura sobresale, es el modelo que significa ejemplo para los políticos de nuestro país. La concejal Yamila Urriolabeytia, afirmó fue el mejor presidente que ha tenido Argentina en los últimos 25 años. Nunca más atrocidades entre hermanos por el solo hecho de pensar distinto. Y se fue el padre de la democracia moderna, Raúl lo vamos a extrañar. Adolfo Aldabe , presidente del Honorable Concejo Deliberante cerró la lista de oradores en esta sesión Especial de Homenaje a Raúl Alfonsín, referenciando el legado de Alfonsín, “quien habla en este momento, hace todos los votos posibles para quienes estén tomando determinaciones a nivel nacional, provincial y local tomen estos conceptos para ponerlos en ejercicio.” “Él, Raúl Alfonsín, ha dejado la mesa puesta para que con humildad y patriotismo hagamos un gran pacto de acuerdos y despegar como nación con el consenso del interés general. A él, a su familia, en especial a su esposa María Lorenza Barreneche, nunca más cierto que al lado de un gran hombre hay una gran mujer. Ella supo brindar a sus hijos el cariño y amor necesarios para crecer junto a su figura pública.” Así, en Chascomús, y desde el Honorable Concejo Deliberante, se despidió al Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, por sobre todo un gran demócrata que nunca se alejó de su pago chico.
“hoy podemos dar gracias a Dios, la casa está en orden y no hay sangre en la Argentina, ¡Felices Pascuas!” parte del Presidente del Bloque de concejales de la Unión Cívica Radical, Elías Gárriz, quien enfatizó el paso de Raúl Alfonsín como concejal de nuestro distrito, con tan sólo 27 años de edad en un inicio de su carrera ,forjó primeras huellas políticas como concejal, para proseguir como legislador provincial, diputado nacional, senador nacional y convencional constituyente, y ”es que ya a estas horas se ha convertido en una verdad revelada, de la que muchos nos reservamos desde hace años, esto es, por sus extraordinarias cualidades políticas y humanas.” “Raúl de a pie, como lo conocimos la mayoría de los presentes, lo recordamos como una persona comprometida con la sociedad, trabajador infatigable, con una alta sensibilidad social, solidario, honesto y buen amigo. De trato amable, simple y desprendido. Como decimos en el pago… un buen vecino.” Banca Raúl Alfonsín Propuso también en ese mismo homenaje Gárriz que “este mismo espacio donde estamos reunidos hoy, estas paredes y bancas son testigos mudos del primer cargo público que ostentara Raúl Alfonsín, por eso Sr. Presidente, propongo que esta Banca, la del Presidente del Bloque del partido de la Unión Cívica Radical se reconozca y se imponga con el nombre de “Banca Raúl Alfonsín”.
Antonio Cafiero en el momento de la despedida les dijo a los amigos radicales, “acá un peronista- acá hay otro peronista- Raúl Alfonsín ya no les pertenece a los radicales, Raúl es parte del patrimonio de la Historia Argentina.”, y quiero decirles que es un orgullo para mí poder contarle a mis nietos que estuve sentado en una banca de concejal como la que ocupara Raúl Alfonsín. Por su parte, el concejal Javier Gastón a su tiempo recordó la figura de Raúl Alfonsín en paralelo al preámbulo de la Constitución Nacional como alegato a la vida democrática, la vida política que desde muy joven abrazó este convecino. Fanático del dialogo y de aceptar a los que pensaban diferente , respetuoso del disenso, propuso a la justicia como elemento igualador de los argentinos, el juico a las juntas militares, la consolidación de la paz interior, asegurando los beneficios de la libertad y el retorno a la democracia, saliendo de la oscura noche de la dictadura habiendo sido Raúl Alfonsín artífice fundamental de este hecho. Hizo Raúl Alfonsín de la participación ciudadana y de su vida política una entrega permanente. En el momento de expresarse el concejal Marcelo Auzoberría, del Bloque de concejales del partido de la victoria, lo definió como un político lúcido, inteligente.
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Homenaje
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...los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina.
RAúl y lA pASIón pOR lA pOlítICA
al final El único hEcho contundEntE Es uno solo... Murió raúl
alfonsín. Murió El PriMEr PrEsidEntE dE la dEMocracia, surGida
dE la PEor nochE GEnocida dE la historia arGEntina. monio de pasión por la construcción de un país democrático y justo. Pero con la misma convicción creo que muchos de los que ahora se arrogan ser su continuidad, dudo que contarían con su apoyo. Y en todo caso, desafío a la memoria de los lectores: ¿cuál fue el último homenaje que le fue hecho en vida? ¿quién se lo hizo?1
Por Martin GiaMBroni
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ueron días de mucha cháchara. Sonaba psicodélico ver a la Micheti hablando de Alfonsín. Ni les cuento Biolcati. Hasta Lilita, Macri y De Narvaez se desvivieron por sonar como Raulistas de la primera hora... Muchos medios poniendo micrófonos en boca de mediocres, vividores, vendepatrias, oligarcas, mafiosos, mercenarios y golpistas que se llenan la boca de frases hechas y lágrimas de mentira. Hasta tener que leer el título de PADRE DE LA DEMOCRACIA en el diario La Nación (que bien poco le importó la democracia durante el golpe militar y el gobierno del ahora Padre). Creo, estoy absolutamente convencido (como decía él), que el principal legado es la PASIÓN POR LA POLÍTICA a la que dedicó su vida. Y en esta pasión que plasmó en una militancia full time entra todo lo que fue y lo que hizo. Aciertos y errores. Por eso, en este momento histórico marcado por lo POLITICO, hay que rescatar ese mensaje que impregnó su vida: la opción por la acción política en
Se murió en plena campaña electoral. Seguramente fue consciente de eso. Y tal vez haya sido su ultimo gesto político... Está en nosotros saber leer... y ver quién puede llevar las banderas. Abrazo Raúl... y un saludo con las manos unidas sobre el hombro...
favor del pueblo, y no servirse del pueblo para objetivos personales. Tuve la posibilidad de conocerlo. De hablar, bromear y discutir con él. Puedo dar testimonio de lo que escribo no por lo que vi en la tele o por que digan Majul o Chiche. Lo recuerdo en los días de Malvinas, cuando muchos políticos habían acepta-
do subir al avión que la dictadura fletó a la asunción del gobernador Menéndez, y que él rechazó. Estaba a su lado cuando por cadena nacional pasaban el acto. Me quedaron grabadas algunas de sus críticas al General Leopoldo Fortunaro “Smugler”... Desde ese conocimiento afirmo una vez mas: Alfonsin, el viejo Raulo, es testi-
Hasta la política, ¡¡¡siempre!!! 1 Nota del Editor: En esta frase, el autor parece aludir al homenaje que la juventud de la UCR realizó al ex-presidente, con motivo de los 25 años de democracia en diciembre próximo pasado. A pesar de ello, la imágen que acompañaba la nota, y que se luce en en el centro del artículo, parece aludir al homenaje realizado en la Casa Rosada, con motivo de la inauguración del busto.
RECUERDOS DE MEMORIA Por José Eduardo Bonavita
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onocí a Raúl y a María Lorenza cuando tenía ocho ó nueve años acompañando a papá, que era electricista, cuando fue por unos arreglos a su casa cuando vivían en la calle Chacabuco y él era diputado provincial. Pero en realidad, el suyo era un nombre pronunciado con afecto en casa. Raulito había sido compañero de escuela de mamá. Tuve la suerte de participar – en tiempos de la “revolución argentina” de innumerables reuniones, por entonces en la clandestinidad con Raúl, con el valor agregado del sabor a furtivo, para mi incipiente militancia quinceañera. El trato siguió siendo cercano cuando Raulo llegó a la Escuela Normal, en cuarto año, y más aún cuando compartiéramos el departamento de estudiantes en La Plata y la de Raúl fuera una visita, sino habitual bastante asidua. Pasó el tiempo. La vida me deparó la oportunidad de compartir momentos con Raúl en la Casa de Gobierno, en la Quinta de Olivos, en Santa Fe cuando la Convención, en sus casas de Chascomús, en la Municipalidad, en la Casa Radical, incluyendo varias jornadas de elecciones cuando invariablemente
tras votar, hacía en el Comité una escala, en casas de amigos, en el café, en la calle. Antes y después de la presidencia, recuerdo especialmente dos encuentros: uno en su casa de la avenida Lastra cuando Malvinas, otro a la medianoche en un banco de plaza frente a la Plaza Independencia, cuando aguardaba que lo pasaran a buscar, en las tensas horas que siguieron a la renuncia de De la Rúa. Si debiera definirlo desde mis vivencias, creo que diría que siempre fue el mismo. Esa autenticidad, la fortaleza de sus convicciones, la calidez de su trato, definen al hombre por encima de los aciertos y errores que puedan surgir de la observación del analista y el repaso del investigador, aunque creo, ni ellos deberían prescindir de aquello. Alguna vez conté que si “hay dos clases de tontos” soy de aquella que encierra a quienes prestan libros. Alguna vez sin que el destinatario perteneciera a la otra clase, aquellos que los devuelven. Así fue hace unos años cuando visitado por un señor González – cuya tarjeta he perdido y con ello la posibilidad de intentar la recuperación – que junto a otro periodista como él
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pero de quien no recuerdo nombre ni apellido, estaban abocados a una biografía de Raúl Alfonsín, recorrieron aquí lugares que Raúl hubiera recorrido y entrevistaron personas que fueran de su trato cercano, tal el caso de Adelita Mendiburu, que es la visita que recuerdo por cuánto los acompañé entonces hasta su casa. Resulta que tengo – tenía en realidad hasta ese día – un ejemplar de La Cuestión Argentina que suma en casa a los valores propios de aquel programa expuesto en forma coloquial por quien más adelante sería Presidente de la Nación, el valor agregado de una dedicatoria. Dedicatoria aquella que sería para nosotros grata, habiendo estampado Raúl, incluso, un cálido recuerdo para el papá de Teresita. No he perdido la esperanza de recuperarlo, pero recordaré de cualquier modo aquella mesa tendida en el Martín Fierro, luego del acto en que fuera presentado el libro. También del contenido de La Cuestión Argentina, que bien harían en releer quienes suponen que Raúl Alfonsín no dedicó todos sus esfuerzos, más allá de la suerte dispar en cuánto a los resultados, a concretar aquello que había propuesto.
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Homenaje
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Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de
CULTO A LA AMISTAD ANDEN ESTUvO ChArLANDO CON ALfrEDO BIgATTI SOBrE LA rELACIóN DE ALfONSíN CON SU pADrE y LOS AMIgOS DE ChAS-
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COMúS. LA pOLíTICA ErA UNA CONSTANTE EN LA vIDA DE ALfONSíN y SUS AMIgOS MáS CErCANOS ErAN fIELES SEgUIDOrES
EN LAS LUChAS qUE LIBrABA EN DEfENSA DE LA LIBErTAD y LAS INSTITUCIONES DE LA rEpúBLICA.
aúl Alfonsín tuvo muchos amigos en el y De la Rúa -que era el ala más conservadora del orden local como en el orden nacional radicalismo- y los medios lo presentaban como el porque atraía a la gente. Raúl seducía y hombre de izquierda, el hombre rojo del partido producía atracción en los hombres y mujeres. radical y pretendían devaluarlo políticamente Esta era una condición innata que lo hacía un porque en esa época la izquierda era mal vista por personaje especial. culpa de los sectores mas combativos y extremisLa relación con algunos de sus amigos como papá tas. y el Vasco Goñi definen algunas relaciones de Alfonsín ya se venía preparando para ser Presiamistad. Las experiencias con las amigos fueron dente, nada fue improvisado, él venía trabajando distintas. En el caso de mi padre, que era un perdesde hacía tiempo. Él fue un adoctrinador de la sona de campo y se parecía a Raúl porque ambos sociedad argentina haciendo saber cuáles eran eran hombres hechos por sí mismos. Raúl no tiene sus principios y objetivos. Raúl no es un improantecedentes de política en su familia, él se hace visado que gana las elecciones porque las cirpolítico por sí cunstancias así lo mismo. Al igual determinan. Él que mi padre que había trabajado también se hizo toda una vida por productor y dirilas instituciones, gente agropecuario para velar por las por sí mismo. libertades y la Con mi padre comRepública. partieron cosas Raúl tenía una comunes y también amistad incondivicisitudes. Junto cional con mi padre con el Vasco Goñi y y cuando vino la Domigo Catalino, democracia lo quiso en aquellas épocas hacer parte de esa oscuras de las perepopeya lírica. secuciones durante Cuando gana las el gobierno peroelecciones y se tiene nista, Raúl estuvo que hacer cargo de de paso en el campo la primera magisde mi abuelo, protratura del país, tegido por mi vuelve a sus amigos padre, en la disde Chascomús. parada hacia la Casualmente, clandestinidad después de las elecporque iban a ser ciones del 30 de detenidos... octubre Raúl se Durante el Gobierrefugia en una quinno de Perón, ta y a mediados de Domingo Catalino noviembre vino estuvo exiliado. El Chascomús de campo se llamaba incógnita, y en el “La Reina” y está campo de mi padre, ubicado en el durante aproxicamino que va para madamente una el lado de Don semana, se reúne Cipriano. con las personas que En esa época Raúl luego lo acomera un joven milipañarían en el gotante de la Unión Raúl Alfonsín en la estancia “La Encarnación” de su amigo Alfredo Bigatti, bierno, quienes en donde conformó su Gabinete y solía descansar en las visitas a Chascomús, Cívica Radical durante la presidencia.. gran parte ya estaRevolucionaria ban trabajando con por las ideas que tenía para la época. Y en los él en políticas públicas y estaban en la mente de años 70, cuando hablar de política estaba vedado Alfonsín desde hacía rato. para el común de la gente y el estado de sitio Por eso digo que nada dejó librado al azar. Ya había sido impuesto por la dictadura militar, en antes del ´83, cerca del Congreso, se reunía con mi casa paterna de la calle Alsina, Raúl iba a intelectuales, muchos incluso de extracción perohablar de política. Por eso desde aquella época, en nista como Lucio Reca, que habían sido atraídos la que yo tenía 15 o 17 años, ya suenan en mis por el proyecto que Alfonsín venía presentando a oídos las palabras demo-cracia, respeto a las la sociedad. Con ellos tenía una comunión de ideas y coincidencias ideológicas en torno al instituciones, necesidad de la vuelta a la Repúbliproyecto de país que tenían que construir. Esto se ca. venía conversando y venía siendo trabajado por Raúl soñaba vivir en una sociedad en donde no Alfonsín y sus colaboradores. existan restricciones a las Libertades y aproveÉl escogía a sus colaboradores ponderando su valchaba las noches de invierno para hablar de estos ores personales de decencia y evaluando la idoneitemas compartiendo un salame y un vino con dad de cada uno para el cargo a ocupar y luego de algunos amigos, entre ellos, Horacio Marino ponderadas estas dos cosas, él te dejaba hacer, caudillo peronista y amigo-, Lino Moline y mi daba libertad para trabajar. padre. Había otros amigos con los que hablaba de A mi padre lo elige para que lo acompañe en la política como Jorge Quiroga o Gogo Quiroga Junta Nacional de Carnes -primero como y por supuesto con el Vasco Goñi. Recuerdo Vicepresidente y luego como presidente de la entireuniones en el Club Social con todos ellos. Todos dad- por su relación y trayectoria en el sector eran amigos muy cercanos y cada uno tenía disagropecuario. Raúl no usó personajes comodines tintos matices. para cualquier cargo, convocó gente honesta, En los setenta Raúl tenía un stiker en su espalda, idónea y en muchos casos de extrema confianza”. había perdido la interna partidaria contra Balbín
Por HORACIO GIAMBRONI
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a amistad en la vida de Raúl Alfonsín es un concepto que guió su larga vida pública y, quienes tuvimos el privilegio de ser parte de su grupo mas cercano, supimos disfrutar de esa amistad que lo convirtió en un eje de nuestras vidas. Todo nació a partir de unas cenas que se desarrollaban en nuestras casas, la habitualidad fue una constante en los momentos que estaba disponible fuera de sus aventuras cívicas. Llegamos a conformar un grupo amigo de no más de 8 o 9 matrimonios, los que habitualmente lo convocábamos siempre con la excusa de una reunión de placer y alegría, su afición por la buena mesa lo llevó a elegir siempre un menú que mi esposa preparaba para él y todo el grupo: tallarines con tuco. No había mes ni excusas para no congregarnos alrededor de la mesa de Lastra 25, y llegamos a constituir un grupo en que la amistad afectiva era su única excusa convocatoria. Existía por nuestra parte un compromiso de órgano…jamás una pregunta indiscreta o un por qué a revelar, creemos que esa consigna fue la que nos permitió compartir esta sana costumbre a través de casi 50 años de duración, recién en el 2008 ocurrió un período de ausencia pues su salud se deterioró, por gracia de Dios, la última vez que compartimos fue en nuestras Bodas de Oro en Enero del 2008, que fue la última vez que estuvo en Chascomús, al día siguiente partió para Estados Unidos en busca de una opinión de los médicos que no hizo más que confirmar que su salud comenzaría a deteriorase en poco mas de un año. Eso excedía nuestra posibilidad de poder compartir con su persona y volvernos a reunir en torno a una mesa que cariñosa y muy ingeniosamente, él mismo denominó coma “LA BARRA DE LASTRA”. Fue un culto a la amistad que jamás se interrumpió, aún siendo Presidente de la Nación, el día del Amigo del Año 1984, se bajó del auto presidencial y cruzó el cantero de la Av. Lastra y nos estrechó con un fuerte abrazo en medio de la algarabía de los vecinos y turistas que pasaban por allí. Las cenas no se suspendieron, igualmente recibíamos mensajes y recuerdos para la “BARRA DE LASTRA”. Su presidencia la vivimos con la inquietud de todos los argentinos, lo apoyábamos como fuera y nos preocupábamos cuando las críticas no eran las indicadas. Un recuerdo muy especial lo tengo personalmente cuando, en las Pascuas de su último año de gobierno, su hermano Fernando me convocó para llevarnos hasta la casa Rosada, pues había un peligro de golpe militar. Recuerdo que nos costó llagar hasta él, pero estaba muy convencido que podría solucionar la revuelta y así ocurrió con la tozudez y valentía de su prosapia gallega, sabiendo que el pueblo lo acompañaba en sus ideales, aceptó tomar el helicóptero y presentarse a deponer personalmente al jefe militar que lo agredía, De esto puedo dar fe para ANDÉN y mi familia -que estaba presente cuando se elevaba el helicóptero, pregunté ¿quiénes de los nuestros lo acompañan? me respondieron: “sólo van sus edecanes”. Ridícula respuesta, pues así como llegó a campo de Mayo, pudo ir directamente a la isla Martín García. Eso lo pinta de cuerpo entero en defender sus ideales democráticos, no concebía que se pudiese dudar de sus propósitos de gobernar para la gran mayoría del pueblo, ese pueblo que esperó 4 horas hasta que volviese de Campo de Mayo y exclamara su legendaria frase “LA CASA ESTA EN ORDEN… FELICES PASCUAS”. Si alguna vez pudiese yo dimensionar una presencia histórica de mi vida, fue cuando desde un balcón, algo menos alto, escuché tal proclama ante mas de 100.000 personas que corearon su nombre a gritos. A su regreso al llano, volvió a incorporarse a la “BARRA DE LASTRA” y siempre con el mismo compromiso de honor, no preguntarle nada salvo que él quisiera justificar alguna “gallegada”-que las tuvo y en cantidad-, la pata femenina de “la Barra” siempre acompañó con alegría, los hombres nos arreglábamos para llevar la conversación hacia “historias de viejas novias y aventuras galanas”, mas una batería de cuentos de gallegos que lo hacían reír mucho, y agregar otros que los traía como de última novedad mundial. Las chicas de su Barra, las fieles y veteranas compañeras de baile se encargaban de poner esa cuota de añoranza por los tiempos idos, acompañándolo en el baile de viejos y sentimentales boleros. Pensar que no lo tendremos más a nuestro lado es una dura realidad, pero la verdadera amistad no necesita de presencia, solo es necesario construir con el corazón una senda que a su ausencia, seguirá acompañándonos toda la vida, hasta que volvamos a vernos en un lugar no terrenal y compartir nuevamente los buenos momentos que pasamos en Chascomús.
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homenaje
constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos
A quince años de la Reforma de la Consititución
“ILUSTRE PADRE DE LA PATRIA” Por HUMBERTO QUIROGA LAVIE Ex Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata y ex Convencional Constituyente en 1994
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l 23 de agosto de 1994 se juró en el Palacio San José, histórica casa de Justo José de Urquiza, el nuevo texto constitucional reformado, tras el proceloso trámite que generó el impactante Pacto de Olivos. Gobernaba el país Carlos Menem, quien bregaba por la reforma para poder ser reelecto: el texto histórico de 1853 se lo prohibía. Para lograr la “declaración de la necesidad de la reforma” el art. 30 constitucional exige los dos tercios de los miembros del Congreso y el justicialismo de Menem no los tenía. Necesitaba los votos de la Unión Cívica Radical. El radicalismo también era reformista, porque Raúl Alfonsín había impulsado la reforma para consolidar la democracia y para instalar un estado social y democrático, con limitaciones a la historia de “presidencialismo fuerte y centralista”, también para fortalecer el federalismo argentino y la independencia del Poder Judicial. El juego político llevó al Presidente Menem a impulsar una reforma sin cumplir con los dos tercios de votos en el Congreso, sancionando una reforma solamente vinculada a la reelección presidencial, anunciando que, a tal fin, se iba a convocar un plesbicito no vinculante. Esas fueron las circunstancias que forzaron el nacimiento del Pacto de Olivos: tremendamente vilipendiado por la opinión pública. Denunciado como un “acuerdo pampa” dirigido solamente a satisfacer intereses políticos de los dos partidos mayoritarios, únicos que habían gobernado en democracia al país durante el Siglo XX. “Por sus frutos los conoceréis” sostuvo San Juan Damasceno, Obispo que viviera entre los años 675 al 749. Veamos cuáles fueron los frutos de la reforma. Carlos Menem logró su reelección y, de ese modo, se convirtió en el presidente constitucional que más tiempo haya ejercido en forma continuada el Poder Ejecutivo en el país: diez años. La reforma posibilita solamente acumular ocho años, tras una reelección de un periodo presidencial que ahora dura cuatro años: es decir el sistema de la Constitución Federal de los Estados Unidos. Pero lo que corresponde es determinar cuál es la importancia institucional que tiene esa reforma para nuestro país y cuál es el rol que ha tenido Raúl Alfonsín para conseguirlo. Alfonsín ha muerto y se lo recuerda
“...para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que deseen habitar el suelo argentino” como el restaurador de la democracia en la Argentina, para que “nunca más”, a los gobiernos de facto, a la tiranía militar ni a la instalación del terrorismo de Estado. Fantástico legado para la historia de nuestra patria. Pero hay un legado no menos fundamental para el futuro, para los tiempos, como a él le gustaba enfatizar. Ese legado es la reforma constitucional de 1994 que tuvo en él al impulsor e inspirador indiscutido. Por eso es que se constituye en un padre de la patria ilustre, como lo fueron Echeverría, en su carácter de ideólogo de la organización nacional, Juan Bautista Alberdi, en su carácter de autor de la principal fuente de los constituyentes que la redactaron, como lo fueran sus Bases, Gorostiaga y Juan Maria Gutierrez, todos ellos en relación con el texto histórico de 1853. A ellos deben agregarse Mitre y Sarmiento por su participación en la reforma de 1860. Raúl Alfonsín se incorpora a esa nómina, no como redactor, sino como impulsor e inspirador de una modernización constitucional que ha venido a consolidar el “estado social y democrático de derecho” en la Argentina, al menos en el mundo del deber ser, a la espera que el ser de su cumplimiento y concrete el programa normativo sancionado en 1994.
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Esa consolidación a la que nos referimos se encuentra en la protección de los derechos humanos, a partir de la jerarquía constitucional de diez Tratados Internacionales que se ocupan de ello. Instalando la acción de amparo, con su trascendente variable del amparo colectivo, con un Defensor del Pueblo legitimado para estar en juicio y con asociaciones no gubernamentales también legitimadas para ello. El haber potenciado la participación política de la mujer, así como la tutela de la familia, de los niños, de los ancianos y de los discapacitados, importa una cobertura de amplio alcance, con el mismo objetivo. Pero no menor ni significativa es la protección de los consumidores y usuarios, la del medio ambiente, así como el reconocimiento de la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. La democracia política se fortalece en la reforma al haberse regulado la consulta popular y la iniciativa legislativa. El acceso a la información al haber creado el habeas data, en relación con información personal almacenada en registros. La libertad de prensa con la protección del secreto de las fuentes de información periodística. La reforma también tomó en cuenta el
fortalecimiento del federalismo, con la autonomía municipal, y con reconocimientos patrimoniales a favor de las provincias que están a la espera de implementación. La búsqueda de alternativas semi parlamentarias, así como la limitación de los poderes presidenciales, son también datos concretos de una mejora institucional, no fácil de que se hagan realidad en un país con una tradición tan autoritaria como el nuestro. "Como colofón digamos que la reforma de 1994 le otorgó legitimación constitucional al art. 14 bis, que no la tenía porque en 1957 no hubo Congreso que declarara la necesidad de la reforma. Entonces, de ese modo quedaron estampados "para los tiempos" los derechos del trabajador, de los gremios, de todas las familias argentinas y de todo el pueblo a la seguridad social. Forma concreta de consolidar el "estado social y democrático de derecho" en nuestra patria, haciendo posible que los dos grandes partidos nacionales que nos gobernaron durante el último Siglo, unieran sus banderas sociales. En 1994 Raúl Alfonsín tomó la posta que Juan Domingo Perón había instalado en 1949. Que los hermanos sean unidos, sentenció José Hernández, que esa es la ley primera...
Riego
Ing. Agronomo Jorge Basso Av. Lastra 45 - CHASCOMUS - Cel 15-534179
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los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina. A quince Años de lA RefoRmA constitucionAl:
“Doctor, nos gustaría saber por qué realizó el pacto con MeneM.”
“...en medio de unA delicAdA situAción de desconcieRto en lA sociedAd tRAs el Recientemente AcoRdAdo “PActo de olivos” (…) PAsáBAmos con JoRge PoR lA PueRtA de lA cAsA de Alfonsín (…) “está RAúl. ¿si le hAcemos unAs PReguntAs?”. me sonReí y Antes de que PudieRA contestARle, su dedo yA estABA en el timBRe. (…) se ABRió lA PueRtA: “AdelAnte, el doctoR los vA A AtendeR”.”
Por loRenA BARBosA lic. en ciencia Política y docente
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n esta parada, ANDÉN nos invita a homenajear al Dr. Raúl Alfonsín a través de anécdotas… los párrafos que siguen relatan un encuentro que marcó mi vida para siempre. No obstante haber crecido en una familia radical1, seguido paso a paso su gobierno, haber tenido el privilegio de escuchar los impecables discursos que recitaba épicamente en las internas partidarias de mayo de 1993 y seguramente haberlo cruzado en alguna ocasión en el Comité de Chascomús; fue recién a finales de 1993 que gracias al ímpetu de un querido amigo conocí a Raúl Alfonsín. Ese mismo año, con mi amigo Jorge Cuello (ambos inquietos y con una tendencia visceral a la participación), habíamos impulsado la conformación de una lista para conducir el Centro de Estudiantes de nuestro colegio secundario, el Instituto Corazón de María. Teníamos 15 y 16 años respectivamente. Unos meses después, próximos a las fiestas y en medio de una delicada situación de desconcierto en la sociedad tras el recientemente acordado “Pacto de Olivos” con Menem (UCR-PJ), pasábamos con Jorge por la puerta de la casa de Alfonsín (en Libres del Sur y Crámer) y al ver su auto en la puerta me dice: “Está Raúl. ¿Si le hacemos unas preguntas?”. Me sonreí y antes de que pudiera contestarle, su dedo ya estaba en el timbre. Nos atendió José, el cuidador de la casa y nos presentamos: “Somos representantes del Centro de Estudiantes del ICM y nos gustaría hablar con el Doctor”. Contestó: “Por favor, aguarden un momento.” Mientras esperábamos afuera (bien a mi estilo) lo “reté” porque supuse que el ex Presidente de la Nación tendría cosas más importantes que hacer que atendernos a nosotros - ni hablar de que no sabíamos qué le iríamos a preguntar, ni que contáramos (por lo improvisado del asunto) con un anotador o grabador para registrar lo que pudiera decirnos en el remoto caso de que nos atendiera, cosa altamente improbable ya que tenían prioridad los medios nacionales y los mismos dirigentes del partido, ansiosos también por escuchar sus explicaciones. Se abrió la puerta: “Adelante, el Doctor los va a atender.” Pasamos por un pasillo hacia el modesto escritorio. Mientras mirábamos las fotos enmarcadas sobre la pared (si la memoria no me falla había una con Fidel Castro y otra con Juan Pablo II), improvisamos entre murmullos las dos preguntas que íbamos a formular para romper el hielo. El casero nos guió hasta el living: “Por aquí por favor”. Me llamó la atención la sencillez y el hecho de que los únicos objetos de valor fueran en su mayoría regalos de la gente, amigos y políticos. Nos hundimos cada uno en un sillón y cuando el ex presidente entró a la sala, antes de sentarse, nos saludó con un beso y una palmada en la espalda a cada uno. Luego de agradecerle la amabilidad de atendernos, nos dispusimos al diálogo. La primera pregunta fue coyuntural: ¿Doctor, nos gustaría saber por qué realizó el pacto con Menem? (Cargábamos
también nosotros con la consternación por el recién firmado acuerdo con el responsable de las reformas neoliberales más atroces para nuestro país y sin ir más lejos, en esos días, más precisamente el 29 de ese mes, se votaría en el Congreso la necesidad de reforma constitucional ya sin necesidad de realizar el plebiscito que impulsaba el oficialismo.) Mirándonos a los ojos y en palabras simples y serenas (como cada vez que se expresaba) nos dio sus argumentos. En primer lugar nos dijo que estaba convencido de que la Constitución se iba a reformar a cualquier precio, que a Menem lo único que le importaba era su reelección, y que se estaba manipulando la i n t e r pretación del Art. 30 q u e establecía la necesidad de reforma constitucional de forma tal que se pudiera imponer sin el consenso de todos los sectores políticos. En segundo lugar que el radicalismo no estaba unido ni tenía una estrategia sólida para hacer frente a la embestida oficialista por la reforma, y cuya necesidad si se aprobaba con los dos tercios de los presentes obligaría a la U.C.R. a deslegitimar el procedimiento, renaciendo de ese modo las viejas antinomias en la Argentina superadas ya en 1983. Es decir, que la única manera de vivir en una democracia real era consensuando entre todos las reglas del juego, y que el radicalismo como oposición mayoritaria no podía quedar afuera. En tercer lugar, manifestó que a esa crisis de legitimidad se le hubiera agregado una peor: la degradación de la democracia. Se hubiera institucionalizado a nivel constitucional el modelo de democracia “hiperpresidencialista”, la que concentra todo el poder en el Poder Ejecutivo y en los sectores de poder económico y social, en desmedro de la representatividad política y del sistema republicano de división y equilibrio de poderes. Finalmente expresó que su partido estaba en una encrucijada: o se resistía a la reforma y sobrellevaba las presiones del gobierno como podía, o intentaba llegar a un acuerdo con el oficialismo y recoger las ideas sobre la reforma constitucional que ya se venían elaborando desde su gobierno, garantizando así una reforma consensuada por todos. Es decir, no se podía caer en el enfrentamiento sin agotar todas las instancias posibles de negociación. En las propias palabras de Alfonsín: “Queda claro que se trató de una tarea compartida y, precisamente, una de las
principales consecuencias transformadoras que ha tenido la reforma constitucional de 1994 es haber podido plasmar una nueva forma de convivencia política entre mayorías y minorías, entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y entre la Nación y las Provincias. En otros términos, el mejoramiento del sistema presidencial de gobierno y de la forma de organización del poder (...) estaba apuntando a demarcar el fin de las pretensiones hegemónicas, de la arrogación de mayorías absolutas y de prevalencia de los antagonismos irreductibles.”2 La segunda y última pregunta fue más estructural: ¿Cuál cree usted que es la opinión que tiene la sociedad sobre su gobierno? Nos dijo que había sido muy difícil gobernar en esos años y que había d e j a d o muchas heridas abiertas: con la izquierda, con la derecha, con la Iglesia, con los gremios, con los militares, hasta con la clase media. Sin embargo, terminó afirmando: “Estoy convencido de que el tiempo y la historia irán cerrando esas heridas”. En solo media hora nos había dado una formidable clase de historia, política y derecho constitucional. Nos agradeció por haber pasado y se disculpó porque tenía que continuar trabajando. Se levantó, nos saludó con el cariño que lo caracterizaba, nos animó a seguir participando en la cosa pública y se retiró. Hasta ese momento tenía la sospecha de que la política era la actividad por excelencia para trabajar por el prójimo y tratar de resolver las desigualdades e injusticias, pero acababa de comprobar que no solo era el terreno más adecuado (no por eso el más fácil), sino que era la actividad más noble: existía un hombre que habiendo llegado al máximo grado de autoridad al que un político puede aspirar no había perdido ni uno solo de los principios y convicciones que lo habían impulsado a comenzar. En 1994 comencé a participar también en un partido político. ¿Qué cosas me marcaron del Raúl Alfonsín que conocí esa tarde? En primer lugar su humanidad: a pesar de haber sido presidente de la Nación y de revestir su persona un prestigio excepcional para todo el mundo, era una persona simple y accesible. No le importó saber quienes éramos, si pertenecíamos a algún partido político, ni la edad que teníamos. Nos trato de igual a igual, con franqueza, sen-
sibilidad y respeto. Nada más importante que la autoestima para que los jóvenes transiten por el camino del pensamiento crítico y la autonomía. En segundo lugar, su ejemplo de fe en la deliberación como fundamento de la democracia. Como he oído decir en estos días: discutir no es lo mismo que deliberar. Si bien en este caso no éramos adversarios, ni contábamos con la experiencia suficiente como para comprender en profundidad lo que estaba ocurriendo, ni con herramientas intelectuales fuertes para defender nuestras ideas, sí éramos ciudadanos sensibilizados por el pacto y él se dispuso a escucharnos atenta y abiertamente. En tercer lugar la coherencia y consistencia en sus ideas: aun no se había aprobado la reforma y él ya nos punteaba los mismos argumentos que hoy, 15 años después de la sanción de la Constitución, se siguen señalando. También me encontré con un hombre valiente: dispuesto a defender la democracia más allá de las consecuencias personales que pudiera traerle. Y finalmente que fuera un gran visionario: el estadista con la mirada en el horizonte, pensando a largo plazo. Para los que opinan que el reconocimiento social en vida no fue suficiente, les diría que se queden tranquilos y no lamenten el hecho de que se haya perdido el emocionante y tardío acompañamiento de la sociedad: en primer lugar porque es muy probable que una vez más lo hubiera anticipado; y en segundo lugar, de no haber sido así, tampoco hubiera soportado no estar del lado del pueblo, haciendo las largas colas o marchando a Recoleta. El Consejo para la Consolidación de la Democracia se constituyó en 1985 para elaborar en forma consensuada las bases para una reforma constitucional necesaria para consolidar nuestra naciente democracia; sus producciones fueron la inspiración de la actual Carta Fundamental. Tan arduo trabajo se había visto interrumpido en 1989 por la grave crisis de ingobernabilidad que enfrentaba el gobierno. Alfonsín en su Memoria Política relata: “Nunca olvidaré la consternación y el desaliento de Carlos Nino cuando le expliqué mi intención de abortar un proceso en el que había participado con alma y vida.” Carlos Nino era un brillante jurista, filósofo e intelectual que coordinó el Consejo y que falleció en agosto de 1993 en La Paz por problemas respiratorios, antes de que viera retomada su labor. Fue Raúl R. Alfonsín quien retomó esos esfuerzos y los concretó. Ahora nos toca a cada uno de nosotros la responsabilidad de concretar los suyos. En este momento de crisis donde mezclamos sentimientos de tristeza por el Alfonsín que perdemos y de conmoción por el que nace, nuestro desafío más importante: comprometernos, seguir su lucha y cumplir con nuestros sueños - que no son otros que los de la libertad y la igualdad, los de la democracia y los de la dignidad del hombre. 1 Con un papá militante en la Provincia de Santa Cruz, que ya por el año 1982 en plena campaña electoral había traído al propio Alfonsín de visita a mi casa de Río Gallegos. 2 Raúl Alfonsín, Memoria Política: transición a la democracia y derechos humanos. FCE, Bs.As., 2004.
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Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de
1968: AÑO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Fragmento del libro HOMBRE DE PRENSA, escrito por nuestro convecino Fernando Pieske
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aúl Ricardo Alfonsin, entonces presidente del Comité Provincia de la UCRP, era acompañado por su secretario, Jorge Francisco Nimo, por el dirigente de la Juventud Radical Carlos “Bartoletti” y por su amigo y ex socio del estudio notarial, Pablo Jorge Quiroga, quien por otra parte, conducía en aquel viaje y era el único de los cuatro que tena automóvil. Estaba provisto efectuar en pleno centro de la ciudad (de La Plata) un acto relámpago destacando que 1968 había sido instituido como el “Año Internacional de los Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas”. Así fue que en el atardecer del 2 de abril, en una improvista tribuna, constituida por un cajón, ante el asombro de muchos transeúntes y de los vítores y aplausos de quienes ya sabían que se haría el mitin político, Alfonsin comenzó a hablar: La realidad muestra con claras evidencias que la Nación Argentina padece un gobierno que constituye una dictadura de derecha, que niega al pueblo, suprime sus libertades y desconoce derechos sociales fundamentales. Es igualmente claro que no existe la intención de producir un retorno a la democracia, sino la pretensión de instaurar un régimen totalitario permanente. Se niegan los derechos de reunión y expresión y la libertad de prensa, y en el campo social se reducen los sectores en lo que hace a sus recursos; cunde la desocupación, se insiste en la idea de abolir conquistas obreras y se maniobra para someter a la Organización de los trabajadores. Surgido de un golpe militar, su poder no emana de la voluntad popular, sino de las Fuerzas Armadas. Los partidos políticos se han disuelto, confiscado sus bienes y prohibida toda acción proselitista. Mientras tanto se descuida la escuela publica, se destruye la Universidad Nacional, s e menosprecia a los educadores y se pretende aristocratizar la enseñanza y la cultura. La incapacidad puesta de manifiesto en todos los sectores ha sido reconocida en forma pública, y la falta de controles adecuados favorece una crisis de corrupción.
Y Alfonsin, ya rodeado de numerosos asistentes, y muy especialmente de estudiantes, enfatizaba: Cuando se trata de recuperar las instituciones de la democracia, debemos luchar por imperativo de nuestra patria y de nuestra propia conciencia. Cuando se trata de moral publica, debemos defenderla en nombre de nuestra propia moral. Ante un gobierno absolutamente incapaz por razones ideológicas, por soberbia y por ineptitud, no les queda a los argentinos otra alternativa que afrontar la realidad y luchar… Fundamentalmente el auditorio joven comenzaba a
inquietarse. Desde el ¡Bien Raú!¡ o ¡Así se habla! el clima cobraba temperatura. Por lo demás, en los 17 minutos que abarco su “pronunciamiento”, Alfonsin no fue interrumpido. Mucha gente se iba congregando; otros, mas temerosos, preferían irse… …En el fervor de la dureza del mensaje varios estudiantes iniciaron cánticos . Las exclamaciones se sucedieron, los gritos se multiplicaron, y precisamente dos minutos antes de las 19, un carro de asaltos con efectivos y un jeep de la comisaría 1 se presentaron en el lugar, y se mantenían a la expectativa… …En medio dio de los gritos aparecieron los bastones y la policía empezó a reprimir. Con un golpe en la cabeza resulto lesionado el Dr. Juan Carlos Cianis, que había sido diputado provincial, y se detuvo a varios asistentes, y entre ellos a un periodista. En la corrida –agrega Nimo- aparecimos allá por las calles 11 y 12 y nos fuimos juntando. Me acuerdo de que cenamos en un bolichón que encontramos al paso y luego volvimos para Chascomús. En el viaje imaginamos que la s policía nos iba a detener en el viejo puesto de la caminera en el cruce de Etcheberry, pero pasamos por allí y no ocurrió nada. Raul se durmió, pero cuando entramos ene. Pueblo, en el cruce del camino a Gándara Y Magdalena, nos interceptarán. La movilización de las fuerzas de seguridad en “los pagos de Alfonsin” fue particularmente discreta. Apenas un Jeep, un chofer y un agente constituían el “operativo”… Al parecer, la orden que la Jefatura de La Plata había enviado por radio Regional IX para la detención no fue recibida de buena gana, ni el procedimiento le resulto grato. Es mas, todos sabían que Alfonsin habría aportado su esfuerzo como legislador para que se instalara en su ciudad, en 1965, este importante organismo policial que abarca una amplia jurisdicción. Alfonsin, en tanto, era recibido por el Jefe de la Unidad Regional IX, inspector mayor Vicente Coppola, quien afirman que comentó: -¡Vea, doctor, como ocurren a veces las cosas …Tanto que hizo Ud. para que se instalará esta Unidad, y mire ahora para lo que sirve! Créame que lo lamento –agrego-, pero estoy seguro de que usted me va a saber interpretar.
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constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos
EL LEGADO EDUCATIVO DE ALFONSIN:
DEMOCRATIZAR LA EDUCACION Y FORMAR SUJETOS DEMOCRATICOS
Lic. MArIANO EChENIqUE1
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uienes empezamos a militar siendo adolescentes a principios / mediados de los años 80 sentimos hoy la necesidad de ponderar la gestión del Dr. Raúl Alfonsín en el área educativa a pocos días de su triste pérdida. Este balance esta atravesado por nuestra propia vida como estudiantes y como militantes: quienes integrábamos la Franja Morada Secundarios de entonces luchábamos por un ideal general, sostener y defender la democracia, pero también por avances concretos que, en una dinámica de ida y vuelta entre organizaciones estudiantiles y gobierno popular, impactaban en nuestras escuelas, en nuestra vida cotidiana y en la vida cotidiana de quienes estudiaban y militaban en las universidades nacionales. En este sentido lo primero que hay que decir es que el sistema educativo fue considerado desde el comienzo de la transición como un espacio apto para el desarrollo de prácticas democráticas. En 1984 se dicta la ley 23.114 de convocatoria a un Con-
greso Pedagógico Nacional (CPN) con la participación de estudiantes, padres, cooperadoras escolares, gremialistas, docentes, estudiosos del quehacer educativo y el conjunto del pueblo. El único requisito para participar de las Asambleas de Base del CPN era tener 15 años o más. Sólo en la capital federal se inscribieron en las asambleas de base 49.000 personas. Cada asamblea (de base, zonal, distrital) elegía representantes hasta llegar a la Asamblea nacional, que elaboró un informe final a principios de 1988. El gobierno del presidente Alfonsín derogó en 1984 el decreto que prohibía a los rectores atender a representaciones colectivas de alumnos y autorizó el funcionamiento de centros de estudiantes secundarios (Resolución Ministerial 562 y Circulares 11 y 30 para el nivel terciario y 3 y 78 para el nivel medio). La Circular 78 establecía que “las Asociaciones Estudiantiles estarán formadas por una Comisión Directiva y una Asamblea de Delegados elegidas por el voto directo, secreto y universal de los alumnos. La Comisión Directiva se elegirá a través de la votación de listas”. Se crean los Talleres de Participación Docente (Resolución 1054) y se libera a los secundarios de la obligato-
riedad del uso de uniforme (Resolución 69). También ese año se suprime el examen de ingreso al nivel medio (Resolución 2414), se aprobaron nuevos programas para la asignatura Educación Cívica (Resolución 536), se reincorporan los docentes expulsados por la dictadura (Resoluciones 56 y 660, Ley nacional 23.238) y se repone el turno de exámenes de julio, que había sido suprimido por la dictadura. En 1986 por medio de la Resolución 136 se reemplazaron las calificaciones numéricas por letras (no alcanzó, alcanzó o superó los objetivos), medida que más tarde se derogó. En 1987 se reglamentó por Decreto 1763 el gobierno tripartito en el nivel terciario. En 1988 se creó el Ciclo Básico Unificado para el nivel medio con una concepción interdisciplinaria del conocimiento e introduciendo la modalidad de taller y se lanzó el Programa de Asistencia Básica a la Comunidad (ABC), que proporcionó a la población primaria mas vulnerable de todo el país los útiles escolares y elementos didácticos mínimos para la escolarización. En lo que hace a las Universidades nacionales se terminó con el sistema de exámenes de ingreso y cupos vigente durante la dictadura, se designaron rectores normalizadores, se anularon las confirmaciones de profesores realizadas por la dictadura, se prohibió el arancelamiento (art. 3 de la Ley 23.151 y art. 3 de la Ley 23.569) y finalmente se alcanzó la autonomía, el cogobierno y la libertad de cátedra. Se reconocieron a los centros de estudiantes universitarios y a la Federación Universitaria Argentina. En esos años se designaron rectores interventores en muchas escuelas para remover a los directivos mas autoritarios, se replanteó el sistema disciplinario (Circular 51), acordándose “Regímenes de Convivencia” en muchas escuelas, se establecieron Cursos de Recuperación de las materias en diciembre (Circular 191 de 1985) y se abrió la inscripción a ambos sexos en aquellas escuelas que todavía no eran mixtas (Circular 201 de 1985). Durante los años 80 el movimiento estudiantil secundario, nucleado en capital federal en la Federación de Estudiantes Secundarios (FES), reclamaba mayor presupuesto educativo (sobre la base del no pago de la deuda externa), autodisciplina, aula taller, reforma a los planes de estudio, concursos docentes donde se priorice la capacidad sobre la antigüedad, asistencia por materia, cooperativización, enseñanza de la informática, cooperativismo, educación sexual y derechos humanos, reimplantación del impuesto a las empresas en beneficio de la educación técnica y como siempre el boleto estudiantil. En 1988 se establece el boleto estudiantil secundario en Capital Federal. Habían pasado doce años desde La noche de los lápices, donde estudiantes secundarios platenses se convirtieron en desparecidos por reclamar ese beneficio. Durante la presidencia del Dr. Alfonsín se expandió la matrícula en todos los niveles y se avanzó en reformas tendientes a convertir a las escuelas y universidades en esferas públicas democráticas. Ese legado debe convocarnos a continuar su lucha por una sociedad y una educación mas democrática, libre e igualitaria.
1 Autor del libro “La propuesta educativa neoliberal. Argentina (1980-2000)“ (Rosario, Homo Sapiens, 2003) presentado por el Dr. Raúl Alfonsín en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA en junio de 2003.
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los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina.
El CulTo a la amisTad E
s difícil hablar de un amigo que se fue. Las diferencias de edad que teníamos con Raúl Alfonsín se igualaron en muchas luchas políticas, sentíamos parte de lo que este hombre quería, pensaba y anhelaba. Será que crecí escuchándolo, arengando a mis viejos en el acompañamiento de su carrera política y, por sobre todo, en la importancia que le dimos a la amistad. Siempre recuerdamos cómo nos hablaba, nos contaba lo que pasaba, nos decía de sus convicciones y lo que sucedía en el país y el mundo. Nos enorgullece haber trasmitido estos conceptos a varios amigos, cuando hablar de temas políticos partidarios era impensado.
El sábado por la mañana, daniEl Tardivo quiEn Era El JEfE dE la CusTodia dE raúl alfonsín, fuE EnTrEvisTado por l a radio 101.5. andÉn agradECE la gEnTilEza dE sus ConduCTorEs, quiEnEs CEdiEron para su publiCaCión algunas dE las palabras más imporTanTEs dE la EnTrEvisTa.
A
partir de los ´90 estoy en todos lados con él, como su custodia. Estoy todo el día y en todos los días con él... La relación que generó trascendió ampliamente lo laboral. Él se interesaba por mi familia y yo hablaba siempre con la de él, que me llamaban a mí para saber cómo iban las campañas...” “Jugábamos al paddle con Guillermo “el loco” Martínez, Raúl y Rubén Ezeiza. Lo ayudaba haber jugado toda la vida a la Paleta. Recuerdo que peleaba cada pelota como si fuera única. No le gustaba perder...” -¿Qué fue lo que te hizo, además de trabajar de ello, generar un lazo de amistad con Raúl? “ El tiempo que pasaba con él, lo que generaba. A mí me gustaba mucho su trabajo. En principio tengo que agradecerle a la policía... A mí me gustaba mucho lo que hacía, y lo hacía bien, por eso creo que me dejaron tanto tiempo a su lado” Daniel recordó también aquel famoso episodio de la calle Santa Fé, “Me acuerdo de la vez del “que se vayan todos”, el doctor se
sentía muy consternado porque ése “ todos” lo incluía a él. Luego de una cena, me comentó que tenía intenciones de parar a enfrentar la situación. Yo intento disuadirlo y minimizar el tema. En esa ocasión, manejaba yo; ni bien doblo sobre la calle Santa Fé para llegar a departamento, noté que él levantaba la traba de la puerta de atrás y, antes de que pueda hacer algo, ya se me iba largando, así que tuve que frenar. Bajamos. Yo pensé en ayudarlo y así, éramos dos contra, no sé, ochenta personas. Hubo alguna discusión e insultos que quiso enfrentar, y se intercambiaron algunos golpes. Por suerte no fue nada grave.” -Verte en el funeral detrás del feretro viviendo hasta ese último momento tu labor. “Fue todo por institno. Era el último desplazamiento. Había que llevarlo y me quedé hasta el último momento con él. Me quedé incluso luego de que se vayan todos del cementerio. Sabía que era el último lugar donde lo iba a acompañar, y fue muy extraña la sensación estar ahí y saber que esta vez tendría que irme sólo”
En mis recuerdos personales, llevo la mano solidaria, su gusto por la vida, el querer compartir lo que sucedía en nuestras familias, la mirada típica y cómplice que todo lo decía. Al pensar en anécdotas con mi marido, se nos vino a la cabeza la fiesta de nuestro casamiento, allá por el año `84, y con esa puntualidad que lo caracterizó toda la vida, habló por teléfono al lugar de la fiesta (ubicada en Olivos frente a la Residencia presidencial) tres veces para ver si “habían llegado los novios”. Cuando cruzó al lugar, aún no habían llegado ni los parientes, pues él mismo junto a María Lorenza dieron la bienvenida a los invitados, sorprendiendo a más de uno que se encontraban con el mismísimo Sr. Presidente y su esposa haciendo las veces de anfitriones. Uno de los recibidos fue el Dr. Jorge Cortizo, dirigente conservador de Avellaneda, cirujano y ex director del Hospital “Fiorito”. Se sorprendió al encontrar al presidente y se acercó gustoso a saludarlo. Estuvieron recordando cuando años atrás, en los inicios de la carrera política de Alfonsín, éste le había conseguido un local en Avellaneda para realizar un mitín. Mas adelante le comenta Cortizo: “Dr Alfonsin, con todo respeto, usted me debe la presidencia”, a lo que Alfonsin lo mira entre intrigado y divertido y le pregunta porqué. Dice Cortizo: “hace un tiempo, después de un tiroteo, me trajeron herido a Herminio Iglesias, y yo le salvé la vida”. Todos teníamos muy fresco todavía el cierre de campaña del peronismo. La humorada valió unas sonrisas. Jorge Basso Gabriela Giambroni
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Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de
aRgentina: Raúl alfonsín, in memoRian (1927-2009) Raúl alfonsín fue el pRimeR pResidente de aRgentina elegido poR el pueblo luego de la feRoz dictaduRa militaR (1976-1983), impulsoR de los juicios contRa los ex coman-
Por Fabián bosoer
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A MUERTE DE RAÚL RICARDO ALFONSÍN deja a Argentina y a América latina un poco más huérfana de estadistas, aquella categoría política superior a la que pocos dirigentes de este país y esta región han llegado a acceder en los tiempos contemporáneos. Ultimo representante de una estirpe en extinción, la del político de raza, caudillo de las tribunas, cultor del arte de la palabra, el argumento y la elocuencia del lenguaje antes que la diatriba y el denuesto, sumergido en las batallas cívicas contra el atropello y la arbitrariedad, por el convencimiento, la pedagogía del ejercicio de la democracia desde las bases de la sociedad en la lucha por los derechos y la búsqueda permanente de comunes denominadores. “La política práctica, las tareas de gobierno y las responsabilidades públicas no lo alejaron nunca del mundo de las ideas, de los valores y los principios”. Tuvo, además, otros singulares atributos este hombre que piloteó la transición a la democracia en Argentina, el primer presidente elegido por el pueblo luego de la feroz dictadura del Proceso, impulsor de los juicios contra los ex comandantes de las Juntas Militares y el Informe Nunca Más de la Conadep, de la paz con Chile y los acuerdos con Brasil y la integración regional en el Mercosur. eL PoLÍTiCo Y eL inTeLeCTUaL La política práctica, las tareas de gobierno y las responsabilidades públicas no lo alejaron nunca del mundo de las ideas, de los valores y los principios. Tampoco lo alejaron de una honestidad personal e intelectual reconocida por todos, quienes lo seguían y quienes lo criticaban. La coyuntura no le hizo perder la búsqueda permanente de una comprensión de los procesos históricos. El político, solía decir, no debe ser un seguidor de encuestas, debe saber adelantarse a las opiniones y estados de ánimo de la sociedad. “En ese panteón latinoamericano de la gran epopeya civilista que significó terminar con las dictaduras militares ingresa ahora Raúl Ricardo Alfonsín”. No dejó de leer, escribir y pensar, incursionando en los grandes debates intelectuales y teóricos sobre la democracia, la relación entre la libertad y la igualdad, los desafíos del desarrollo y la globalización. Ya en sus últimos años, escribió
dantes de las juntas militaRes y el infoRme nunca más, de la paz con chile y los acueRdos con bRasil y la integRación Regional en el meRcosuR.
un libro, Fundamentos de la República Democrática, en el que plantea una revisión crítica de las diferentes teorías y doctrinas filosóficas, teóricas y jurídico-políticas acerca de la naturaleza del Estado y sus distintas evoluciones desde la perspectiva de los procesos de democratización contemporáneos y latinoamericanos. Tras dejar la presidencia, ya había escrito otros dos libros en esa línea de ideas y valores: Democracia y consenso, y Memoria política, en los que buscó explicar el sentido de sus acciones y decisiones en materia de derechos humanos y la reforma constitucional.
luego las derrotas y sangrías de su partido, el radicalismo, fueron proporcionales al tamaño de sus empeños y utopías. En su última aparición pública, al inaugurarse el busto de su persona en el salón de los presidentes en la Casa de Gobierno, en octubre de 2008, dejó una reflexión que sintetiza su pensamiento y su testamento político: “Sólo la enfermedad que, en su inexorable marcha, lo fue alejando en los últimos tiempos de un paisaje político que, de todos modos, le resultaba ya cada vez más ajeno y difícil de enten-
CÓMo sUPerar anTaGonisMos irreDUCTibLes Raúl Alfonsín fue desde el principio hasta el final un hombre de partido, líder de la fuerza política más antigua de la Argentina, la Unión Cívica Radical. Pero fue también y sobre todas las cosas un político que sentía el pulso de esas dos Argentinas que siempre pelearon: la superficial y la profunda, peronistas y radicales, izquierdas y derechas. Concebía, por eso, que la mayor tarea a realizar era la de superar los antagonismos irreductibles y contener las diferencias en un marco de consensos mayores. Tal vez por eso, las grandes frustraciones que también dejaron huellas en su vasta trayectoria, las que signaron los fracasos en su gestión de gobierno, y
der”“Un gran pensador que hemos seguido, Norberto Bobbio, escribió en su libro De Senectute: ‘somos también lo que elegimos recordar’. Toda mi actividad política buscó fortalecer la autonomía de las instituciones democráticas y fortalecer le gobierno de la ley, para que la ley y el Estado de Derecho estuvieran separados de cualquier personalismo. Nuestro país tuvo un talón de Aquiles: no podíamos garantizar la alternancia democrática del gobierno. El objetivo de toda mi vida ha sido que los hombres y mujeres que habitamos este suelo podamos vivir, amar, trabajar y morir en democracia. Para ello era y es necesario que además de instituciones democráticas haya demócratas, porque sólo así las instituciones democráticas pueden sobrevivir a
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sus gobernantes. Y lo bueno de las instituciones democráticas es que no necesitan efigies que las presidan, ni estatuas que les den su investidura. Pero si en algún rincón de sus edificios públicos es posible evocar a aquellos hombres y mujeres que las han presidido o que contribuyeron a defenderlas y ponerlas en movimiento al servicio de la sociedad, bienvenido sea”. UN LUCHADOR INCANSABLE Ninguna adversidad podía detenerlo. Sólo la enfermedad que, en su inexorable marcha, lo fue alejando en los últimos tiempos de un paisaje político que, de todos modos, le resultaba ya cada vez más ajeno y difícil de entender. La extraordinario manifestación ciudadana durante sus honras fúnebres, velado con los honores de presidente en ejercicio en el Congreso Nacional y despedido con un multitudinario cortejo, que lo acompañó hasta su última morada, se transformó en un postrero mensaje que deja hacia el porvenir. Un bálsamo momentáneo que serenó las aguas de la encrespada política electoral en el país de kirchneristas y antikirchneristas, versión actual de otras tantas antinomias pasajeras y forzadas del pasado. “Finalmente, el luchador incansable, descansa en paz. Y deja un enorme legado”. Al cabo de este breve recordatorio a manera de merecido homenaje cabe rectificar el comienzo de esta nota. Las nuevas democracias de América latina que echaron a andar hace tres décadas tuvieron y tienen sus estadistas. Y tienen ya su galería de próceres: Tancredo Neves, Hernán Siles Suazo, Wilson Ferreira Aldunate, Fernando Belaúnde Terry. En ese panteón latinoamericano de la gran epopeya civilista que significó terminar con las dictaduras militares ingresa ahora Raúl Ricardo Alfonsín. Finalmente, el luchador incansable, descansa en paz. Y deja un enorme legado. Fabián Bosoer es politólogo y periodista. Es profesor de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Belgrano. Editorialista y editor de opinión del Diario Clarín. Ha publicado “Generales y embajadores. Una historia de las diplomacias paralelas en la Argentina” (Vergara, 2005) y “Malvinas, capítulo final. Guerra y diplomacia en la Argentina” (Capital Intelectual-Claves para todos, 2007).
Riego
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Chascomus, domingo 12 DE ABRIL DE 2009
HOMENAJE
...constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina.
NO SIGAN HOMBRES, SIGAN IDEAS PENSAMIENTO Y ACCION DE UN HOMBRE QUE DEDICO SU VIDA A LA POLITICA Y ALGUNAS IDEAS
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ACERCA DEL FUTURO QUE IMAGINABA Y SOÑABA PARA LOS ARGENTINOS.
Por JORGE CUELLO
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as palabras que llevan por título este artículo eran pronunciadas por Raúl Alfonsín en cada uno de sus discursos, ya sea desde la tribuna de un comité en una pequeña o gran ciudad o frente a un auditorio colmado de estudiantes universitarios que se acercaban a escuchar las sabias palabras de quien había sido presidente de los argentinos. Un Presidente ejemplar que logró -entre muchas otras cosas- traspasar el mando a otro presidente elegido por el voto popular -dejando atrás las interrupciones al orden institucional a la que estábamos acostumbrados los argentinos desde 1930-; reconstruir la verdad de lo ocurrido durante la dictadura a través del NUNCA MAS; condenar a los miembros de las Juntas Militares; impulsar el Plan Alimentario Nacional; poner en marcha el Plan Nacional de Alfabetización; reformar el Código Civil para incorporar el divorcio vincular y posibilitar el ejercicio de la patria potestad a las mujeres; y sentar las bases del proceso de integración regional que luego le dio origen al Mercosur. Hoy esa frase nos sirve de consuelo para contraponer el dolor que nos provoca su desaparición física, pero al mismo tiempo nos moviliza a muchos para seguir luchando por las ideas que él abrazó hasta el final de su vida: dejarle a las futuras generaciones un país más justo, libre, igualitario, solidario, pacífico y democrático. Pero además Raúl Alfonsín-en cada oportunidad- proclamaba la necesidad de que los argentinos nos unamos detrás de objetivos comunes que nos permitan afrontar los desafíos de la Argentina en el siglo XXI. El diálogo y el consenso son los caminos que aconsejaba seguir para lograrlo y lo repitió en cada uno de los homenajes en vida que se le hicieron durante el año 2008. Primero, en la Legislatura de Buenos Aires con motivo de haber sido declarado Ciudadano ilustre de la Provincia. Luego en el acto de la inauguración del busto que se encuentra en la Casa Rosada ; y más tarde en el acto organizado por la Juventud Radical en el Luna Park para celebrar los 25 años del triunfo de la Unión Cívica Radical. Como considero que el mejor homenaje que se le puede hacer al líder de la
Alfonsín en su despacho de Sta. Fé al 1600, junto a su estatuilla del Quijote.
las ideas que él abrazó hasta el final de su vida: dejarle a las futuras generaciones un país más justo, libre, igualitario, solidario, pacífico y democrático.
democracia argentina es seguir luchando para concretar este compromiso ético, permítanme hacer referencia entonces, a sus últimas reflexiones públicas hechas en un acto partidario al cerrar el histórico Comité Radical de la Capital Federal ubicado en la calle Formosa 114. En dicha oportunidad el caudillo radical delineó lo que a su entender deberían ser los pasos fundamentales que debemos dar los argentinos para consolidar definitivamente la democracia. Entre las ideas que recuerdo y merecen ser destacadas podemos señalar: • Asegurar la igualdad de oportunidades para todos, promoviendo la distribución equitativa de la riqueza a través de una reforma fiscal, una ley de coparticipación federal y de un ingreso ciudadano básico que permite superar el estado de pobreza en el que se encuentran inmersos millones de argentinos. • Impulsar una revolución educativa que garantice el acceso universal al sistema educativo y en condiciones de igualdad en cuanto a la calidad. Además sostuvo que resulta fundamental vincular, aún más, a la Universidad en la resolución de los problemas de la gente. • Habló además de integración regional para la paz y de la importancia de vigorizar el Mercosur desde lo político y lo cultural –entre otras cosas- a través del fortalecimiento de la institucionalidad supra regional y de actividades culturales y deportivas conjuntas entre la juventud. • También sostuvo que el desarrollo económico debe estar en armonía con la preservación de los recursos naturales para asegurar a las futuras generaciones condiciones dignas de vida. En definitiva, siendo fiel al ideario de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín levantó hasta el último día –como a él le gustaba señalar- las banderas históricas del centenario partido que se sintetizan en la búsqueda y concreción de la utopía de vivir en una sociedad libre e igualitaria. Esas fueron las ideas por las que luchó el Quijote –como me gustaba llamar a Raúl Alfonsín en el mano a mano- y el legado que hoy nos deja a los más jóvenes a través de su ejemplo. Y si bien Raúl ya no está entre nosotros, nos quedan sus ideas y la fuerza de sus convicciones, las que nos permitirán soñar y luchar contra todos los molinos de viento que impidan construir una sociedad justa y con oportunidades para todos.
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