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LOS OTROS ANILLOS OLÍMPICOS POR ANDREA DEL RIO
on 32 las arenas donde se disputarán los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el mayor evento multidisciplinario del deporte. Del bádminton al hockey sobre césped, del tiro con arco al ciclismo, del nado sincronizado al levantamiento de pesas, sitios tan emblemáticos de la Cidade Maravilhosa como el Maracaná y el Sambódromo serán las sedes donde 10 mil atletas de más de 200 países miembro del Comité Olímpico Internacional demostrarán su destreza física y fortaleza mental. Como un tributo al acontecimiento que marcará el desembarco de las Olimpíadas en América del Sur por primera vez en la historia contemporánea de ese cotejo, H.Stern lanzó Arena, una reinterpretación del anillo homónimo que se convirtió en un clásico de la maison joyera –la más grande de Brasil y América latina– desde su presentación en sociedad en la década del ‘50. Según fuentes de la empresa, el diseño de la pieza original se refería al estilo tradicional de la joyería portuguesa, definida por una piedra central más diamantes sostenidos por una estructura de grifas de oro. Esa disposición aparentemente simple –que aludía a las sillas colocadas lado a lado en las gradas de los estadios–, fue una temprana expresión del talento de sus orfebres. Ahora, a partir del renovado desafío de evocar a la nueva generación de estadios del siglo XXI, auténticas obras maestras de la arquitectura en tanto fusión de las bellas artes y las avanzadas tecnologías constructivas con vocación de eternidad, el dream team de diseñadores de H.Stern introdujo una serie de actualizaciones en el look & feel de la colección para que, en su versión 2016, sea un homenaje al perfil futurista de los templos deportivos actuales. De ese modo, explican, “el campo central está representado por una gema de color resaltada por una estructura de oro, mientras que los asientos para los espectadores se simbolizan a través de la corona de diamantes en tono coñac dispuestos a su alrededor”. Hace algún tiempo, recorrí los headquarters cariocas del emporio fundado por Hans Stern en 1945, un emprendedor alemán que recaló en Río y ya en 1964 fue reconocido por la revista Time como “el rey de las piedras de colores”. En esa ocasión, Christian Hallot, brand ambassador de la firma, reveló cuál es el manifiesto creativo que los guía: “No somos trend followers sino trend setters. Entendemos al diseño como un designio y, por eso, al contrario de la industria fashion, que se devora a sí misma con el mandato de reinventarse cada tres
S
10 > CLASE
La colección Arena está realizada en oro noble, tonalidad única que funde la calidez del oro amarillo con la elegancia del oro blanco. Las piedras centrales van desde el tono lila de las amatistas, pasando por el verde sutil de la prasiolita, hasta el vibrante topacio azul
London Blue. Alrededor, brillantes diamantes color coñac. meses, trascendemos esos conceptos efímeros para apostar por el prestigio. Nuestro foco está en las diversas artes –música, arquitectura, ballet, cine– porque son atemporales y nos permiten ofrecer piezas que anticipan tendencias y, al mismo tiempo, son clásicas”. A propósito de la llegada del nuevo portfolio Arena —compuesto por anillos de gran a mediano porte, más colgantes— a las tiendas de H.Stern en todo el mundo en formato de edición limitada, Hallot apunta que “la inspiración surgió cuando Brasil fue sede del Mundial de Fútbol en 2014, ocasión en que no sólo se construyeron mega estadios sino también se remodelaron los más icónicos del país, datados a mediados del siglo XX. Hicimos un profundo trabajo de investigación sobre las características de unos y otros para sintetizar su estilo en esta
reversión de uno de los hitos de nuestra trayectoria”. Asimismo, el spokesman de la única joyería en el mundo que mantiene el ciento por ciento del diseño y manufactura in-house enfatiza que la serie “posee un espíritu antique-modern” porque está realizada en oro noble, que combina la elegancia del blanco con la calidez del amarillo; y, esencialmente, brinda especial protagonismo a la amatista (el país vecino es su mayor productor mundial), la prasiolita y el topacio azul en su exquisita —rara y cotizada— variante London Blue. “Nuestro éxito se basa en haber demostrado que las gemas de colores y las piedras preciosas de Brasil pueden ser protagonistas exclusivas de la alta joyería contemporánea”, me confió alguna vez Hallot. A esa visión le llegó la hora de brillar cual llama olímpica.◆ adelrio@cronista.com / @andrea_del_rio