Leitura - Specimen

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Leitura una famiglia tipografica di Dino Dos Santos


Leitura: introduzione al carattere Leitura è una famiglia di font molto ampia che contiene caratteri graziati, grotteschi e slab. È una font molto versatile, che si adatta alle situazioni più disparate. In generale, però, è stata progettata per un uso editoriale. La grande varietà di caratteri, infatti, può essere utilizzata per il testo e la titolazione di riviste e giornali. L’obiettivo di questa famiglia tipografica è quella di dare ai designer una font che sia allo stesso tempo invisibile e inconfondibile: i diversi stili, infatti, sono estremamente coerenti tra di loro e condividono la stessa forte personalità che rende il Leitura una famiglia di font molto particolare. Il suo occhio abbondante permette di essere utilizzata anche a dimensioni molto piccole (particolarmente utile per la stesura di notizie su un quotidiano), ma le sue forme tonde e leggere permettono di essere utili a dimensioni più abbondanti. Il carattere è stato disegnato da Dino Dos Santos, della fonderia DSType. Ha studiato graphic design in Portogallo, ma è un type designer autodidatta. Il suo interesse per la tipografia si è manifestato fin da subito, in quanto nei suoi lavori non voleva mai usare font disegnati da altri: aveva in mente qualcosa di più che in quei caratteri non poteva trovare. Si è interessato della tipografia digitale, con una tesi sulla leggibilità nei sistemi multimediali e su come la tipografia, usata in modo dinamico, può generare livelli di interpretazione e significato altrimenti impossibili sulla carta stampata. Questa tesi ha portato al disegno del Leitura, in cui interpolando forme di lettere estremamente diverse è riuscito a creare la grande varietà di pesi del carattere. In questo specimen, il protagonista è il Leitura News, progettato per la stesura di lunghi testi destinati all’editoria.


Il carattere riprende lo stile delle grazie che vengono prodotte dall’utilizzo del pennello piatto, strumento usato ai tempi degli antichi romani per la scrittura delle lettere maiuscole sulla pietra, prima di essere incise. Le terminazioni, infatti, sono come colpi di pennello, e l’andamento del contrasto ricorda fortemente la scrittura a mano.


Roman 1 — 18pt

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Italic 1 — 18pt

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Il carattere è studiato per essere utilizzato da molte lingue, tutte diverse tra di loro. Per questo vi era la necessità di disegnare caratteri con accenti particolari e segni che a noi sembrano sconosciuti.


Roman 1 — 18pt

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Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados. Desgranaban los primeros días del verano de 1945 y caminábamos por las calles de una Barcelona atrapada bajo cielos de ceniza y un sol de vapor que se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica en una guirnalda de cobre líquido.

Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados. Desgranaban los primeros días del verano de 1945 y caminábamos por las calles de una Barcelona atrapada bajo cielos de ceniza y un sol de vapor que se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica en una guirnalda de cobre líquido.

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Leitura — 17pt

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Roman 1 — 60pt

Wenceslao hizo bajo exhaustiva ; añoraba a su Roman 4 — 60pt

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Italic 1 — 60pt

El pingüino Wen kilómetros bajo lluvia y frío; año Italic 4 — 60pt

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Legature — 24pt e 8 pt

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Legature: paragrafo — 9pt Este livro, “The Unit”, é sobre uma mulher que vive em uma sociedade onde as pessoas se tornam ‘dispensáveis’ se elas não tiverem crianças ou pessoas amadas e tiverem 50 anos de idade. Elas são levadas para um belo e confortável lugar subterrâneo onde elas podem viver comfortavelmente com as outras pessoas ‘dispensáveis’. Lá existem jardins, piscinas, livrarias, apartamentos individuais, tudo para acomodá-los. Entretanto, o preço pra que vivam ali é doação de orgãos e experimentos para beneficiar as pessoas que vivem no mundo real e são ‘importantes’ para o ‘crescimento econômico’. Eventualmente, todos eles fazem uma “doação final” e morrem. Entretanto, a mulher se apaixona por um homen dentro da unidade, e sua perspectiva muda completamente.

Legature: titolazione — 60pt

no Wenceslao hizo os bajo exhaustiva frío; añoraba a su cachorro.


itz prende ex-vesgo com cheque fajuto. Um pequeno buti xereta viu dez cegonhas.

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palabras que no existían. Aquélla fue la primera vez en que me di cuenta de que padre envejecía y de que sus ojos, ojos d niebla y de pérdida, siempre miraban a Se incorporó y descorrió las cortinas pa dejar entrar la tibia luz del alba.

De niño aprendí a conciliar el sueño mientras le explicaba a mi madre en la penumbra de mi habitación las incidencias de la jornada, mis andanzas en el colegio, lo que había aprendido aquel día... No podía oír su voz o sentir su tacto, pero su luz y su calor ardían en cada rincón de aquella casa y yo, con la fe de los que todavía pueden contar sus años con los dedos de las manos, creía que si cerraba los ojos y le hablaba, ella podría oírme desde donde estuviese.

—Este lugar es un misterio, Daniel, un santuario. Cada libro, cada tomo que ve tiene alma. El alma de quien lo escribió y el alma de quienes lo leyeron y.Todav recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visita el Cementerio de los Libros Olvidados. Desgranaban los primeros días del vera de 1945 y caminábamos por las calles d Barcelona atrapada bajo cielos de ceniz un sol de vapor que se derramaba sobre Rambla de Santa Mónica en una guirna de cobre líquido. —Daniel, lo que vas a ver hoy no se lo puedes contar a nadie —advirtió mi

A veces, mi padre me escuchaba desde el comedor y lloraba a escondidas. Recuerdo que aquel alba de junio me desperté gritando. El corazón me batía en el pecho como si el alma quisiera abrirse camino y echar a correr escaleras abajo. Mi padre acudió azorado a mi habitación y me sostuvo en sus brazos, intentando calmarme.

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—No puedo acordarme de su cara. No puedo acordarme de la cara de mamá —murmuré sin aliento. Mi padre me abrazó con fuerza. —No te preocupes, Daniel. Yo me acordaré por los dos.

padre—. Ni a tu amigo Tomás. A nadie. —¿Ni siquiera a mamá? —inquirí yo, a media voz.

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I Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados. Desgranaban los primeros días del verano de 1945 y caminábamos por las calles de una Barcelona atrapada bajo cielos de ceniza y un sol de vapor que se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica en una guirnalda de cobre líquido. —Daniel, lo que vas a ver hoy no se lo puedes contar a nadie —advirtió mi padre—. Ni a tu amigo Tomás. A nadie. —¿Ni siquiera a mamá? —inquirí yo, a media voz. Mi padre suspiró, amparado en aquella sonrisa triste que le perseguía como una sombra por la vida. —Claro que sí —respondió cabizbajo—. Con ella no tenemos secretos. A ella puedes contárselo todo. Poco después de la guerra civil, un brote de cólera se había llevado a mi madre. La enterramos en Montjuïc el día de mi cuarto cumpleaños. Sólo recuerdo que llovió todo el día y toda la noche, y que cuando le pregunté a mi padre si el cielo lloraba le faltó la voz para responderme. Seis años después, la ausencia de mi madre era para mí todavía un espejismo, un silencio a gritos que aún no había aprendido a acallar con palabras. Mi padre y yo vivíamos en un pequeño piso de la calle Santa Ana, junto a la plaza de la iglesia. El piso estaba situado justo encima de la librería especializada en ediciones de coleccionista y libros usados heredada de mi abuelo, un bazar encantado que mi padre confiaba en que algún día pasaría a mis manos. Me crié entre libros, haciendo amigos invisibles en páginas que se deshacían en polvo y cuyo olor aún conservo en las manos. De niño aprendí a conciliar el sueño mientras le explicaba a mi madre en la penumbra de mi habitación las incidencias de la jornada, mis andanzas en el colegio, lo que había aprendido aquel día... No podía oír su voz o sentir su tacto, pero su luz y


Andrea Benedetti Typographic Design Politecnico di Milano — A.A 2013/2014


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