La tumba de la reina Hetepheres hermoso sarcófago de alabastro de la reina estaba ¡¡completamente vacío!! Cabe suponer que la decepción de Reisner debió de ser tremenda, pero, según los testimonios de algunas de las personas que se encontraban allí en ese momento, se irguió tranquilamente, se volvió hacia las personas que allí habían y dijo: “Caballeros, lamento comunicarles que la reina no va a recibirnos. La señora Reisner les ofrecerá refrescos en el campamento” Tras semejante decepción, toda una serie de inquietantes preguntas asaltaron a Reisner. La tumba tenía clarísimos indicios de no haber sido violada; el sarcófago no tenía muestras de haber sido forzado; nada había sido robado del interior de la tumba; y entonces, ¿dónde estaba el cuerpo de la reina? Para aumentar mucho más aún el misterio, tras la apertura de una de las cajas de alabastro que se encontraban junto al sarcófago, aparecieron los órganos internos de la reina, extraídos durante la momificación, flotando todavía en natrón. La localización del cuerpo de la reina es todavía un misterio y casi con toda seguridad fue destruido en la antigüedad. Aún así, esto deja muchas preguntas sobre la tumba de la reina Hetepheres en Gizeh. El propio Reisner planteó la posibilidad de que la reina fuera enterrada inicialmente en Dashur junto a su marido y que tras la violación de la tumba fuera vuelta a enterrar en Gizeh junto a su hijo. En 1985, Mark Lehner, propuso otra alternativa más factible: la reina fue enterrada en su tumba pero al construir su hijo la pirámide satélite junto a la suya, ordenó trasladar el cuerpo al nuevo enterramiento. ¿Pero entonces por qué quedaron las vísceras y todos los objetos de la reina en la tumba original? George Reisner (marzo de 1929) Boletín de la Asociación de Egiptología Iteru 07