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LA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS Y JORGE BASADRE. EL CATEDRÁTICO Y SU LEGADO HISTÓRICO-JURÍDICO (1928-1958) Por José Antonio Ñique de la Puente

LA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS Y JORGE BASADRE. El Catedrático y su legado histórico-jurídico (1928-1958)

Por José Antonio Ñique de la Puente1 Efraín Núñez Huallpayunca Editorial San Marcos E.I.R.L. Primera edición 2009. Segunda edición 2016

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He leído este brillante y acucioso trabajo presentado por el bachiller en Historia Efraín Núñez Huallpayunca, quien asume con rigor el empeño de investigar la obra de nuestro gran historiador de la República y el Derecho formado también en nuestra alma mater. Es una investigación exhaustiva que persigue los pasos de Basadre en las Facultades de Letras y Jurisprudencia, hoy día Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, y por todos los sitios donde su magisterio dejó huella, desde los legajos donde se registraban, con puño y letra del profesor, los temas de las clases cotidianas y los presupuestos de las facultades hasta las actas de notas y las listas de alumnos, así como resoluciones de las autoridades de entonces. Además, nos muestra una etapa gloriosa en la historia académica de San Marcos durante la cual ejercieron su magisterio ilustres catedráticos. La obra fundamental de Jorge Basadre está contenida tanto en la Historia de la República y en la Historia del Derecho peruano, ésta última editada por Antena en Lima el año 1937 y al que contribuyó su alumno Javier Vargas con sus diligentes apuntes de clase. En otra obra de Basadre, Los fundamentos de la historia del Derecho, publicada por la Librería Internacional del Perú en 1956, se enriquecen sus estudios iniciales de la historia del derecho como una ciencia bifronte, estudiando los sistemas jurídicos, las tradiciones jurídicas y culturales de la humanidad en una época en la que se dio una migración de los historiadores generales a la historia del Derecho. Abogados e historiadores se confundieron en esa tarea

1 Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UNMSM

como en su momento lo hicieron en España Rafael Altamira y Crevea, José María de Ots Capdequí y Alfonso García Gallo, que aportaron con sus visiones a un verdadero panorama mundial de los sistemas legales como ya lo había hecho en EEUU el coronel e historiador norteamericano John Henry Wigmore en 1904. Don Jorge Basadre siempre consideró a la historia como una ciencia humana por excelencia y al hombre como un producto de su tiempo. Como integrante de la promoción 1927 de nuestra Facultad, entonces denominada de Jurisprudencia, fue discípulo directo del doctor Manuel Vicente Villarán, a quien reconoce como el maestro que lo hizo llegar a la cátedra de Historia del Derecho Peruano. En esa época, al preguntársele a Basadre sobre la posibilidad discutida acerca de la existencia o vigencia de un derecho en la etapa preincaica en las culturas señoriales, en el paso de ser pueblos naturales a pueblos culturales, el maestro Basadre decía a sus alumnos: “aquí nos movemos en las arenas movedizas de las hipótesis”, y que la explicación tienen que darla los historiadores generales, los arqueólogos, antropólogos y otros estudios de la ciencias sociales, lo que era una manera de decir que el avance de la historia del derecho depende del avance de otras ciencias. Además, como está anotado en el trabajo de Efraín Núñez, sobre el tema de la etapa incaica nuestro historiador de la República nunca tuvo una postura definitiva referente a la existencia de un derecho incaico, siempre dejaba suelta la pregunta en sus clases, como la del 10 de julio de 1936, en ella hizo una clase titulada: ¿Cabe hablar de un derecho incaico? o la del 22 de abril de 1937: ¿Hubo Derecho incaico? Efraín Núñez Huallpayunca revisa en este trabajo las diversas disciplinas que posee la historia; primero, partiendo de un esbozo biográfico de Jorge Basadre, se remonta a la genealogía de su familia, entre lo más resaltante se encuentra la breve historia de Tacna escrita por el abuelo paterno Carlos Basadre Izarnótegui, así como la relación con su tío abuelo Modesto Basadre y Chocano, y con su padre Carlos Basadre y Forero, quien peleó en las batallas de San Juan y Miraflores, transmitiéndole a nuestro historiador con el ejemplo el mensaje de amor a la patria desde su niñez al ver a Tacna cautiva bajo la ocupación del invasor. Efraín Núñez también ha recurrido a sus Bases documentales para la Historia de la República del Perú y a las fuentes testimoniales u orales de quienes conocimos como nuestro historiador del derecho y de la república más cercano: Miguel Maticorena Estrada, historiador sanmarquino, nacido en Piura, discípulo de Porras Barrenechea, que investigó durante más de 25 años enclaustrado en el Archivo General de Yndias de Sevilla. Conversando con nuestro amigo Efraín, recordaba el día que estreché por primera vez la mano de don Jorge Basadre por intermedio de mi maestro Jorge Puccinelli Converso en el Instituto Raúl Porras Barrenechea, sito en la calle Colina en Miraflores, cuando se daba una conferencia sobre José Carlos Mariátegui por parte de un historiador italiano; la impresión que tuve siempre fue la de un hombre generoso y abierto, un historiador que como Tucídides parecía dialogar sintiéndose contemporáneo de los hechos o sucesos de la historia.

En el San Marcos que nos tocó vivir desde la década de los 60, conocimos en nuestra Facultad de Letras a profesores y alumnos que recibieron las lecciones y la impronta de Basadre como Luis Alberto Sánchez, nuestro maestro de Historia de América, tres veces rector de San Marcos; Juan Vicente Ugarte del Pino, maestro de la Historia General del Derecho y de la Historia del derecho peruano; Federico Geng Delgado, quien ha escrito una Historia del Derecho Peruano, asistente y gran colaborador de nuestra admirada maestra de las Instituciones Jurídicas Peruanas, doctora Ella Dunbar Temple así como su esposo Carlos Radicatti di Primeglio; José Jiménez Borja, Alberto Tauro del Pino, Raúl Rivera Serna, Javier Pulgar Vidal, Carlos Daniel Valcárcel, Estuardo Núñez, Aníbal Ísmodes Cairo, Sócrates Villar Córdova y Pablo Macera, quien influyó decisivamente en mi generación en el amor a la historia y a San Marcos. Don Jorge Basadre, maestro de todos los que nos dedicamos a ese lado aparentemente improductivo y poco pragmático del derecho, señalaba la verdadera importancia de los estudios de Historia del Derecho para la formación académica y profesional del abogado explicando en clase que la abogacía no era un mero saber de expedientillos ni de pasadizos ni estrados judiciales ni de vivir engrilletados a dogmas pasajeros sino que el derecho sólo puede estudiarse científicamente en su historia para lograr una más elevada conciencia jurídica del abogado. En esto don Jorge seguía el espíritu del derecho que no se agota en la coyuntura ni en criterios paleo positivistas sino que al decir de don Miguel Reale, jurista de Sao Paulo, autor de la teoría tridimensionalista del derecho (1910-2006), el derecho tiene un deber ser histórico. El ilustrado trabajo de nuestro amigo Efraín Núñez realiza un peregrinaje en la investigación cuando Basadre estudia en Alemania la dramática experiencia de la República de Weimar, y sigue su recorrido por otros países europeos, donde tiene la oportunidad de conocer a los discípulos en España de don Eduardo de Hinojosa, quien había renovado la historiografía jurídica de ese país en la especialidad de Derecho indiano. La preocupación política y social que llevaron a don Jorge a prisión, en por lo menos dos oportunidades, durante la dictadura de Leguía por escribir artículos de compromiso social y temas candentes que el Oncenio no podía tolerar, tampoco escapa a esta investigación, pues demostraba el sometimiento de nuestros gobiernos a la potencia mayor como recordaba el historiador de la República, que ya había recibido una golpiza a manos de los ocupantes en su tierra natal, durante el proceso de chilenización de las provincias entonces cautivas por su defensa de la peruanidad, expresada posteriormente en la defensa que hizo de nuestra Universidad y el gran amor a San Marcos. Saludamos la impresión necesaria de este libro de nuestro investigador bachiller Efraín Núñez Huallpayunca, que estamos seguros tomó legítimamente el legado de Basadre, que es el amor por la historia y nuestra vocación por el derecho, en un compromiso consecuente con el Perú para transformarlo históricamente -como quería don Jorge- con la multitud, la ciudad y el campo.

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