ugly
ducks
la exaltación de lo ordinario en el Oporto [post]industrial
Trabajo Final de Grado | Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid Angel Palmerín Ruiz | Tutor: Luis Palacios Labrador | Colaboración: fala atelier | junio 2023 |
índice
introducción
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abstract motivación personal interés general estado de la cuestión objetivos metodología
06 08 08 10 10 12
oporto [post]industrial
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fenómenos urbanos de Cale a Oporto urbanismo vernáculo la era industrial cambio de paradigma los años extraordinarios estado novo turisticidio plan actual
14 16 18 19 20 21 23 24 26
fisonomía urbana
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la identidad de la ciudad facies el valor del patrimonio fachadismo y otras anomalías lo ordinario
30 31 34 37 39
ugly ducks
42
tipología anatomía cartografía
45 52 58 ugly ducks: the guide book
60
conclusión
100
bibliografía
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En el año 1996, el centro histórico de Oporto es declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este hecho, junto a la transformación de la ciudad en un importante destino turístico, ha propiciado que se adopten una serie de políticas muy severas para la conservación del patrimonio, con el objetivo de generar una imagen homogénea. La fachada es el elemento más expresivo en la configuración de la identidad urbana, por lo que su protección se ha convertido en el objeto principal de la legislación municipal. A lo largo del siglo XX Oporto ha experimentado un proceso de declive constante, enmarcado en un contexto post-industrial. La pérdida progresiva de población ha resultado en el abandono de su patrimonio, por lo que la imagen ligada a la ciudad corresponde con la de la portada de sus construcciones vacías, transformadas en decorados urbanos. Sin embargo, entre los años 1950 y 1990, se llevan a cabo una serie de edificios que escapan de la fascinación maniaca por la conservación de lo “antiguo”. Son los ugly ducks. Edificaciones cuyos arquitectos desconocemos, sujetas a las mismas condiciones de parcela, estrecha y alargada, y que generalmente cuentan con varias alturas. Su distribución espacial interna responde a lógicas funcionales, sin mayores pretensiones que las de satisfacer unas necesidades concretas de habitabilidad. Todos ellos adquieren una identidad propia por medio de la imagen que proyectan a la ciudad. La riqueza compositiva de los elementos que configuran sus fachadas nos descubre orgullosas tuberías pluviales, exuberantes pasamanos y geometrías contrastadas. Son edificios que no pertenecen a la categoría de lo antiguo, pero tampoco son considerados modernos. Se elevan firmes en el espacio de la ciudad anónima, un lugar en el que reina lo ecléctico y lo mundano. Este trabajo pretende poner en valor esta tipología arquitectónica por medio del estudio de sus fachadas, revelando numerosas similitudes y temáticas, a través del orden, la simetría Fig. 1 detalle ugly duck, Loureiro, R.
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y la repetición, introduciendo excepciones y contradicciones. Se trata, finalmente, de cuestionar la noción de patrimonio por medio de lo ordinario.
Palabras clave: patrimonio, Oporto, ordinario, conservación, fachada, composición, ugly duck
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motivación personal
Durante una breve pero intensa experiencia en el estudio fala atelier se tuvo acceso a una línea de investigación en la que se pretendía poner en valor una serie de construcciones singulares previas a los años 90. Sin embargo, la ausencia de recursos y tiempo resultó en el progresivo abandono de la disertación. Tras recopilar y analizar la información fundamental que se había podido elaborar durante los últimos años, se consideró la oportunidad de retomar la investigación, con el objetivo de confeccionar un documento con un valor tangible para la ciudad de Oporto. De este modo, se pretendía resaltar una arquitectura denostada pero que reflejaba el carácter de su tiempo, haciendo hincapié en el concepto de lo ordinario y los aprendizajes que podemos obtener de ello.
interés general
Los ugly ducks son una especie en peligro de extinción. La dictadura de la imagen, impuesta sobre la apología de la excepción, se ha convertido en el pretexto para eliminar cualquier ápice de individualidad en las ciudades. Oporto ha construido dicha imagen en torno a una idea de melancolía y abandono, en la cual no tiene lugar la diversidad y vitalidad que refleja esta tipología. Por ello, se han adoptado políticas que favorecen la reconversión de estos edificios en caricaturas de “lo antiguo”, dando como resultado la perdida de un patrimonio que enriquece el tejido urbano. La desaparición y transformación de los ugly ducks es un proceso ya iniciado, por lo que existe una urgencia real por llevar a cabo un ejercicio de catalogación de esta tipología. No se trata, por lo tanto, de adoptar una postura inequívoca en el debate sobre la conservación del patrimonio. Por el contrario, a través de este trabajo, se pretende recopilar y procesar información sobre un periodo histórico en la arquitectura de forma precisa y objetiva. La documentación fotográfica aportada y la descripción grafica de los casos de estudio nos permite comprender la situación de estas arquitecturas y su estado
Fig. 2 detalle ugly duck, Loureiro, R.
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actual, revelando los valores de una tipología poco conocida y estigmatizada.
estado de la La situación de los ugly ducks es excepcional: su carácter anónimo resulta en la práctica ausencia de información. Estas cuestión edificaciones no han sido enmarcadas en una tipología como
tal y no se ha llevado a cabo ningún trabajo de documentación. Al tratarse de una casuística tan poco habitual, toda la información producida resulta inédita, lo que aumenta considerablemente su valor. No obstante, los edificios estudiados están documentados en los archivos municipales, con información referente tanto al proceso de construcción, como la autoría y el año de finalización. La primera referencia al término ugly ducks se produce en el año 2017, como germen de una investigación que el estudio fala atelier pretende llevar a cabo sobre esta tipología de edificios, enmarcada en una fascinación por las arquitecturas extrañas y poco convencionales. La investigación, finalmente, deriva en el trabajo principal de una serie de workshops que se llevan a cabo durante los años 2018 y 2019 con alumnos de dos universidades alemanas, con el objetivo de recopilar los casos de estudio mas significativos y elaborar una serie de documentos propositivos a partir de ellos. Las imágenes tomadas durante este periodo de tiempo tienen gran valor documental, pues los años inmediatamente posteriores son testigos de las transformaciones y desapariciones de algunos de estos casos de estudio.
objetivos
Este trabajo de investigación pretende crear una serie de documentación inédita sobre una tipología arquitectónica desconocida, pero con un gran valor histórico en la configuración del tejido urbano de la ciudad de Oporto. La labor minuciosa de recopilación de información gráfica y documental concluye con la elaboración de un catálogo comparativo, en el que destaca el tamaño de la muestra seleccionada. Se persigue elaborar un documento lo más amplio y variado posible, con la finalidad de entender las reglas que rigen en el mundo de los
Fig. 3 detalle ugly duck, Loureiro, R.
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ugly ducks, así como celebrar sus excepciones. El tamaño de la muestra y la correcta descripción grafica de los casos de
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estudio nos permiten explorar las estrategias compositivas que rigen estás arquitecturas, comprendiendo de este modo su valor como documento de una época. Del mismo modo, dar a conocer estas arquitecturas nos permite cuestionarnos la noción de patrimonio y la construcción de la identidad de una ciudad. Al fin y al cabo, las obras maestras de la arquitectura son excepcionales en el contexto urbano. Lo ordinario, lo anónimo, e incluso lo “feo”, es aquello que representa de forma más exacta la realidad de las ciudades. El ejercicio de entender y aprender de estas narrativas ocultas es una labor fundamental en la adecuada comprensión de las entidades urbanas.
metodología
La metodología aplicada se fundamenta en la recopilación minuciosa de documentación, procurando seleccionar una muestra de casos de estudio lo más amplia y variada posible. A través de una metodología inductiva, se pretenden deducir parámetros comunes en la composición de los elementos de la fachada. Los procedimientos que se llevan a cabo en la elaboración del catálogo se enuncian a continuación: Trabajo de campo. Toma de medidas in situ de los casos de estudio y documentación fotográfica. Medios digitales. Mapeo de los casos de estudio por medio de cartografía online. Catalogación. Se presentan los casos de estudio en fichas comparativas con el mismo código gráfico e información. De este modo, resulta sencillo establecer una comparación morfológica. Técnica del redibujado. La homogeneización de la información grafica nos permite analizar con mayor eficacia las familias de elementos que componen las fachadas. Documentación de los casos de estudio seleccionados. Se aporta información relevante como el año de construcción, emplazamiento o arquitecto, además de plantas y secciones
Fig. 4 detalle ugly duck, Loureiro, R.
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tipo, obtenidas de los archivos municipales de la ciudad de Oporto.
oporto [post]industrial
En este capítulo se presentan una serie de fenómenos históricos, de diversa naturaleza, responsables de la configuración del espacio urbano en la ciudad de Oporto. El ejercicio de ordenar, analizar y relacionar estos sucesos nos permite comprender tanto el origen como la evolución y la posterior desaparición de los denominados ugly ducks. El enfoque que se lleva a cabo pretende poner en valor tres condicionantes: el contexto social, la normativa urbanística y la evolución arquitectónica. La comprensión de estas tres componentes como entidades intrínsecamente relacionadas nos ofrece una visión de conjunto, esencial para poder profundizar en la temática que se va a tratar a lo largo de este trabajo.
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Además de aportar un contexto histórico indispensable, a lo largo de este capítulo se plantean a tres preguntas fundamentales en relación con los ugly ducks: ¿En qué contexto surgen? ¿Cuándo dejan de construirse? ¿Por qué están desapareciendo? Para dar respuesta a estas cuestiones, se presentan los principales fenómenos urbanos de ocho etapas históricas, de duración e importancia desigual.
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de Cale a Oporto La ciudad se entiende como una arquitectura. Al hablar de arquitectura no quiero referirme solo a la imagen visible de la ciudad y el conjunto de sus arquitecturas, sino más bien a la arquitectura como construcción, a la construcción de la ciudad en el tiempo.”1 1 The Architecture of the City (1966), Rossi, A.
La ciudad es una narrativa abierta que se completa a lo largo de la historia. Conocer esa narrativa nos permiten abordar los sucesos que tienen lugar en la actualidad y predecir, con distintos grados de acierto, aquellos que aún están por venir. Ningún acontecimiento es plenamente autónomo, responde a las tensiones entre distintos agentes que actúan en un tiempo determinado La ciudad de Oporto, como todas las ciudades europeas, tiene una rica historia que se remonta a su fundación en el siglo
2 A forma da Cidade de Origem portuguesa (2012), Teixeira, M. C.
IV ac bajo el nombre de Castro de Cale2. Con las posteriores conquistas romanas, la población fue integrada en el sistema romano hasta convertirse en un importante polo comercial de la región, estableciéndose como una ciudad portuaria. El primer periodo relevante en la construcción del espacio urbano en la ciudad de Oporto se produce bajo el Imperio Romano.
Los romanos no solo establecen la
muralla, y por lo tanto, la relación entre terreno construido y no-construido; también imponen un trazado regular muy primitivo.
Estas manzanas, estrechas y alargadas, contaban con parcelas dispuestas en paralelo que alcanzaban longitudes de hasta cien metros. Las fachadas de las edificaciones se ubicaban en la vía principal y no median más de seis metros, mientras que en la parte posterior de las parcelas se situaba una vía secundaria donde a veces se disponían construcciones accesorias.
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Tras la caída del Imperio y un periodo de disminución demográfica que duraría varios siglos, con la llegada de la Edad Media se asienta un modelo de urbanismo con una tipología de manzana que se asemejaba a las que se encontraban en ciudades medievales planificadas en los siglos XIII y XIV. Este tipo de manzana revelaba la influencia de la componente rural en la organización urbana de la ciudad de Oporto. Sus limitaciones procedían de la construcción en madera, que limitaba el tamaño de las vigas a no más de seis metros. En el siglo XIV se produce un hito en la evolución del espacio urbano: se aprueban las primeras normas de ordenación ur3
bana3. Consistía en un documento en el que se establecían las
Íbid.
primeras reglas para el diseño y la planificación de servicios y vías públicas, en lugar de depender de trazados aleatorios entre edificaciones. Estas normas de ordenamiento urbano buscaban proteger el interés público por encima del beneficio privado. Se reconocía la importancia de los terrenos de uso público, así como el valor de la alineación de las edificaciones.
Fig. 5 planta redonda de la ciudad de Oporto (1813)
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Hasta mediados del siglo XVIII, Oporto era una ciudad comercial de tamaño reducido que se encontraba dentro de sus murallas. Sin embargo, debido al florecimiento del comercio del vino de Oporto y a la llegada de personas provenientes de Lisboa tras el terremoto de 1755, la ciudad experimentó un aumento demográfico significativo. Este crecimiento impulsó la necesidad de expandirse más allá de las murallas existentes para dar cabida a la creciente población y adaptarse a las nuevas demandas urbanas. Su crecimiento fue rizomático, extendiendose a lo largo de los caminos que conectaban con otras localidas. La ciudad adquiría una configuración tentacular, en la que las parcelas se alargaban, manteniendo sus frentes de fachada.
urbanismo vernáculo 1 Las “ilhas” de Porto, un análisis
La ciudad portuguesa es un espacio que se construye a través de dos modelos urbanos: el urbanismo no planeado, de carácter vernáculo; y el urbanismo planeado, vinculado a valores culturales ajenos1. El urbanismo no planeado se asocia con los primeros asentamientos, que surgen de manera espontánea y
socio-morfo-ti-
están intrínsecamente relacionados con el terreno, por lo que
pológico (2016),
predominan los trazados irregulares y naturales. Frente a este
Portela, C.
modelo, aparece una forma de urbanismo planificada por técnicos que se basa en la implantación de patrones geométricos regulares. El urbanismo portugués ha destacado por preservar sus valores identitarios, estableciendo una relación entre el tejido urbano y el territorio en el que se asienta. La ciudad de Oporto es el claro reflejo de este modelo. En las etapas iniciales del desarrollo urbano, cuando no existían especialistas técnicos, la estructura de la ciudad se ajustaba a la topografía natural del terreno. Con el paso del tiempo, se comenzaron a utilizar planes definidos y proyectados por técnicos, arquitectos o ingenieros para el planeamiento urbano. La particularidad de su ubicación, salvando un importante desnivel junto a la orilla del rio Duero, la convierte en una ciudad que debe tener presente constantemente el lugar en el que se asienta.
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En su obra “La arquitectura de la ciudad”, Rossi formula la teoría de las persistencias. La hipótesis que sostiene es que los fenómenos históricos tienen su reflejo en la ciudad a través de las persistencias, especialmente por medio de los trazados y el 2 The Architecture of the City (1966), Rossi, A.
plano. Las ciudades, en su constante evolución, siguen ejes de desarrollo mantenido la posición de sus trazados y creciendo en la dirección de los hechos mas antiguos. Tal y como defiende Rossi:
“A veces estos hechos permanecen, están dotados de una vitalidad continua, y a veces se extinguen; queda entonces la permanencia de las formas, los signos físicos, el locus.”2
la era industrial
El proceso de industrialización llegó a la ciudad de forma tardía, a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX. Surgieron importantes industrias del sector textil, y la ciudad, volcada hasta ese momento hacia el rio, comenzó a ampliarse hacia el mar y el interior. Oporto se convirtió en un importante puerto comercial, a nivel nacional e internacional. El crecimiento de la ciudad se vio favorecido por una serie de políticas gubernamentales, que se enfocaron en la reestructuración de las zonas urbanas ya existentes y la expansión hacia nuevas áreas. Las clases medias comenzaron a abandonar progresivamente el centro histórico para alejarse de las industrias, y se reubicaron en la periferia del núcleo urbano, en barrios como Santo Ildefonso, Massarelos o Cedofeita. La población aumento considerablemente durante las últimas décadas del siglo XIX, principalmente por la llegada masiva de inmigrantes que se abarrotaban en los edificios más céntricos. El tejido urbano se densificó, provocando un aumento generalizado de las nuevas edificaciones. Las mayores transformaciones en la morfología urbana tuvieron lugar en la década de 1860, bajo los gobiernos de la Regeracao. La ciudad creció hasta duplicar su población, desde
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los 86700 habitantes con los que contaba a principios de 1 Evolução das forma urbanas de Lisboa e do Porto nos
1864, hasta los 167900 residentes censados en el año 19001. Con la llegada de la industria, la ciudad tuvo que hacer frente al problema habitacional y la gestión del crecimiento urbano.
séculos XIX e XX
Para ello, se elaboraron una serie de planos de mejoramiento
(2013),
que se sucederían durante varias décadas. Consistían en inter-
Oliveira, V. M.
venciones parciales que no obedecían a una idea de conjunto. El urbanismo vernáculo portugués, arraigado al territorio, comenzó a dejar paso a las nuevas ideas urbanas europeas para los ensanches, con referencias como el plan Cerda de Barce-
2
lona o el plan Haussmann de París2. A esta época pertenecen
Íbid.
las grandes avenidas que conectan los distintos puntos de la ciudad y la organización del tejido urbano a través de mallas ortogonales.
cambio de paradigma
En el año 1908 se lleva a cabo la construcción del puerto de Leixoes, en Matosinhos, reduciendo considerablemente el transito comercial en el rio Duero. La actividad productiva comenzó a disminuir, mientras que la mayor parte de las industrias abandonaban el centro de la ciudad para reubicarse en las afueras. Este hecho se ve agravado por el comienzo de la Primera Guerra Mundial y las dificultades económicas a las que debe hacer frente el país. Con ello, aparecen las primeras revueltas, mientras la habitabilidad del centro histórico se vuelve insostenible. El crecimiento descontrolado de la ciudad tiene como consecuencia importantes problemas de salubridad en el núcleo urbano, con una densidad de población excesiva. Las pésimas condiciones de habitabilidad y la relocalización de la industria fomentan un proceso de despoblación del centro histórico, resultando en el progresivo abandono de parte de los edificios. Algunos de ellos serían finalmente demolidos al no cumplir las condiciones higiénicas mínimas. Tras los acontecimientos del 26 de mayo de 1928, surgió una nueva constitución en 1933 que dio lugar al Estado Novo, cuya figura principal era Oliveira Salazar. El régimen dictatorial
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duró 48 años. Pese a ello, la ciudad se consiguió adaptar al nuevo orden, creciendo durante la década de 1940 y aún más 3 Portal do Municipio.
a partir de 19583. En 1932, Ezequiel Campos propuso en el “Prólogo al Plan de la Ciudad de Oporto”1 una planificación que asegurara la seguridad, higiene y orden en la ciudad, evitando su expansión caótica. Sin embargo, su propuesta no fue aceptada por las autoridades municipales. En 1934, la Cámara Municipal de Oporto creó el “Gabinete de Estudio del Plan General de Urbanización” para elaborar los Planes de Urbanización obligatorios. En 1940 comenzó el proceso de creación del “Plan General de la Ciudad”, pero el trabajo quedó inconcluso tres años después. Para finalizar el estudio, el Gabinete invitó al Profesor Almeida Garrett. En el trabajo, se estableció como prioridades la salubridad de los barrios antiguos y la construcción de viviendas para los habitantes desplazados, además del estudio de planes para varias zonas. Finalmente, el Plan Regulador de la Ciudad de Oporto se completó en 1954, 22 años después del plan propuesto por Ezequiel Campos. Su vigencia sería limitada, de tan solo 8 años, hasta la aprobación del nuevo Plan Director de Auzelle.
los años extraordinarios
como Plan Auzelle, fue sin duda la herramienta de planifica-
4
mente decisivo de la ciudad de Oporto en la transición entre el
Os Planos Para o Porto (2014), Braga. S 5 O Porto e os seus Planos, Análise comparativa do território nos Planos Diretores do Porto e concelhos limítrofes (2015), Guedes, L. G.
El Plan Director de la Ciudad de Oporto de 1962, conocido ción urbana que tuvo mayor impacto en la ciudad de Oporto a lo largo del siglo XX4. El Plan refleja un momento particularcrecimiento experimentado hasta principios de la década de los 60 y la crisis económica y política, con el inicio de la guerra colonial y el aumento de la emigración, que conduciría al 25 de Abril. Pero el Plan Auzelle también es conocido por su larga vigencia de treinta años (entre 1962, cuando fue publicado, y 1993, cuando fue sustituido por el Plan Castel Branco)5. Robert Auzelle, urbanista francés, propone la modernización de la ciudad para transformarla de nuevo en un centro administrativo, de negocios e intelectual, fomentando la
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Fig. 6 estudio de alturas ugly duck 004 (1984)
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construcción de nuevos edificios culturales, de oficinas y viviendas. Por otro lado, se impulsó un proceso de higienización y renovación del centro histórico, demoliendo parte de los edificios en mal estado y promoviendo la construcción de otros nuevos. Se reubico a la población en la periferia, donde los terrenos eran más baratos para construir nuevos barrios. El tejido medieval se adaptó plenamente a la llegada masiva del automóvil, y se llevó a cabo un importante esfuerzo por mejorar las infraestructuras de la ciudad y aumentar la presencia de espacios verdes. En definitiva, se trataba de un plan ambicioso para adaptar la ciudad a los nuevos tiempos, con una gran influencia por los principios urbanos expuestos en los CIAM.
La necesidad de acoger a la población rural y modernizar las edificaciones, auspiciado por el Plan Auzelle, propició la situación ideal para que aflorase un nuevo lenguaje arquitectónico en la ciudad, que contrastaba con el patrimonio industrial heredado. Aparecieron los ugly ducks.
estado novo
Las décadas transcurridas entre el final de la Segunda Guerra Mundial y la Revolución del 25 de Abril de 1974 fueron convulsas en Portugal, especialmente en las grandes ciudades como Lisboa u Oporto. A lo largo de los años 50 se sucedieron las huelgas en la industria y las protestas ciudadanas. El régimen reprimía con firmeza las manifestaciones estudiantiles, que sin embrago cada vez resultaban más frecuentes. Con el fin de la dictadura, la ciudad vivió una eclosión cultural, a la que seguirían diversos movimientos sociales. Se crearon organizaciones para la Renovación Urbana (CRUARB), que en 1974 elaboraron
1
una contrapropuesta al Plan Auzelle, con el objetivo de recu-
Las “ilhas” de
perar y proteger el patrimonio histórico edificado del centro
Porto, un análisis
de Oporto1. De este modo, el casco histórico pasó a convertirse
socio-morfo-tipológico (2016), Portela, C.
en un bien de interés nacional e internacional, que provocaría el viraje de las políticas urbanísticas hacia la protección de los
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edificios con valor patrimonial, culminándose con la candidatura en el año 1993 del centro histórico a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
turisticidio
Desde finales de la década de los 80, los habitantes del centro de la ciudad comienzan un proceso de abandono del centro urbano para desplazarse a las ciudades periféricas. Esto es consecuencia del elevado coste del suelo, provocado en gran parte por la revalorización de los inmuebles con fines turístico, y las condiciones insalubres de algunas edificaciones que no estaban adaptadas a las nuevas necesidades. Con el reconocimiento del centro histórico de la ciudad de Oporto como Patrimonio de la Humanidad en 1996, se elaboran una serie de medidas cuya finalidad es preservar el patrimonio edificado hasta el periodo industrial, sin tener en consideración los edificios construidos durante gran parte del siglo XX. Uno de los aspectos en los que se hace más hincapié es la preservación de las fachadas, pues se considera el elemento principal en la configuración del espacio urbano. La protección de las fachadas de los edificios antiguos en la ciudad de Oporto se inició con la implementación del Plan de
1
Ordenamiento de la Zona Histórica de Oporto en 19961. Desde
Portal do Municipio.
su adopción, se promovieron diversas regulaciones y medidas, como la delimitación de zonas especiales de protección, la promoción de la conservación y restauración de fachadas en los proyectos de rehabilitación urbana y la imposición de restricciones en la modificación de fachadas en edificios protegidos por su valor histórico y cultural. La identidad de la ciudad y su conservación se ha convertido en un tema de gran relevancia para las sucesivas administraciones. El nombramiento de la ciudad como Capital Europea de la Cultura en el año 2001, y las posteriores menciones como
2
Mejor Destino Europeo en los años 2012 y 20142, han supuesto
Íbid.
un cambio relevante en la mentalidad de las administraciones: el patrimonio se ha convertido en un bien monetizable.
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La imagen de la ciudad está regulada para mantener una línea estética y las edificaciones singulares son consideradas disonantes, patos feos dentro de una identidad homogénea. Los edificios con un carácter propio como los ugly ducks no se integran en el urbanismo propuesto. Lo bello se convierte en genérico, y lo ordinario en extraordinario.
Fig. 7 casco histórico de Oporto (2012)
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plan actual
La aprobación en el año 2021 del Plan Director Municipal supone un paso más en la erradicación de los edificios singulares. La normativa actual plantea una serie de aspectos que se deben tener en cuenta para la construcción de nuevas edificaciones. Algunos de ellas se recogen en los siguientes artículos, demostrando el carácter proteccionista de la normativa actual: […entendiendo principalmente como manzanas construidas en los siglos XVIII, XIX o principios del siglo XX en la zona central de la ciudad, estas áreas incluyen edificios significativos y conjuntos de edificios con interés patrimonial, que caracterizan una imagen de la ciudad que interesa preservar, por lo que las intervenciones a realizar deben privile-
Artigo 22-Âmbito e Objetivos, Plano Diretor Municipal
giar la preservación y reacondicionamiento de los edificios existentes, teniendo también como objetivo su ocupación por usos que califiquen y dinamicen la vida urbana…] […en los edificios existentes, cualquier intervención deberá tener como regla su conservación, admitiéndose obras de reconstrucción siempre que, justificadas por la degradación
Artigo 23-Edificabilidade, Plano Diretor Municipal
constructiva, y siempre y cuando se mantengan las principales características arquitectónicas, técnicas y constructivas del edificio preexistente…] […deberá realizarse la recuperación, consolidación y reconversión del lote original, en sus elementos más significativos, especialmente en lo que respecta a la implantación, diseño arquitectónico de los vanos y composición de las fa-
Artículo B-1/8º, Codigo regulamentar do Porto
chadas, tipo de revestimiento, diseño y tipo de cobertura y tratamiento del patio, no permitiéndose la demolición de las construcciones originales…] […solo se admiten demoliciones, totales o parciales, de edificios existentes cuando su recuperación sea inviable y en los siguientes casos: Cuando el edificio existente constituya una
Artigo 20-Demolições, Plano Diretor Municipal
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intrusión arquitectónica o urbanística de mala calidad y que descalifique la imagen del conjunto urbano en el que se encuentra…]
[…se admiten obras de ampliación de edificios existentes siempre que se conserven todos los elementos arquitectónicos y constructivos que contribuyan a la caracterización paArtigo 23-Edificabilidade, Plano Diretor Municipal
trimonial del edificio y de la imagen urbana de esta zona de la ciudad, salvaguardando la armonía de las proporciones entre la ampliación y la construcción preexistente…] [… en las ampliaciones que se traduzcan en el aumento de plantas de casas originalmente de planta baja, para los nuevos vanos y para la composición de las fachadas deberá mantenerse la misma métrica compositiva, los mismos
Artigo 19-Edificabilidade, Plano Diretor Municipal
planos de fachada, el tipo de materiales y revestimientos y deberá ser repuesto el tejado de dos o tres aguas, con su respectivo alero…]
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fisonomía urbana
Para comprender la problemática que afectan a los ugly ducks, es necesario llevar a cabo una aproximación de carácter teórico, en la que se asienten las bases sobre ciertos conceptos relevantes en este trabajo. Por ello, se desarrollan una serie de ideas interrelacionadas sobre la identidad urbana y el papel que desempeña la fachada en la construcción del espacio de la ciudad. Se profundiza en el valor de la fachada como elemento arquitectónico y su caricaturización a través de fenómenos como el fachadismo. Por último, se cuestiona la idea de patrimonio, estableciendo una comparación con lo cotidiano, para preguntarnos, finalmente, qué es lo ordinario y que podemos aprender de ello. Se pretenden ofrecer distintas aproximacioFig. 8 Stonehenge (with two persons) orange (2005), Baldessari, J.
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nes a cada una de las temáticas desarrolladas, acercándolas a la ciudad de Oporto como caso de estudio singular. Con ello, podemos empezar a entender el papel de los ugly ducks como objetos urbanos en el paisaje existente.
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la identidad de la ciudad “La identidad es como una trampa para ratones en la que cada vez más ratones tienen que compartir el cebo original, y que, al examinarla más de cerca, podría haber estado vacía durante siglos.” 1 1 The generic City S,M,L,XL (1995), Koolhaas, R.
Con esta afirmación, Rem Koolhaas define el concepto de identidad en el manifiesto ‘The Generic City’, dejando claro el paradójico papel que representa en la ciudad contemporánea. El autor defiende que nos encontramos ante un movimiento de homogeneización de las ciudades que implica su consiguiente pérdida de identidad, dando como resultado lo “genérico”. La identidad deriva de la historia y del contexto físico, lo que implica que solo una pequeña parte de la ciudad tiene identidad: el centro urbano. El crecimiento exponencial de la población en las últimas décadas, y el aumento en el porcentaje de población urbana ha provocado que el centro urbano no pueda acoger a nuevos residentes. Cada vez existe menos historia para compartir. Como afirma el arquitecto holandés: “La identidad centraliza; insiste en una esencia, un punto. Su tragedia se da en térmi-
2
nos geométricos simples”2. Existe una dictadura del centro de
Íbid.
la ciudad sobre las nuevas zonas suburbanas, ya que, al concentrarse la identidad en el núcleo histórico de la ciudad, se requieren una serie de cuidados y modernizaciones constantes, en un esfuerzo por mantenerlo como un espacio dinámico que abandona sus funciones históricas. Se convierte en un atractivo turístico, caricaturizándose a sí mismo a través de un
3
sobredimensionamiento. Cuanto mayor sea el rasgo de identi-
Non-Places: An
dad de la ciudad, menos abierta estará al cambio.
Introduction to Supermodernity
Koolhaas y Auge3 defienden lo genérico como el principal
(1995),
rasgo de identidad de las ciudades modernas del siglo XXI.
Auge, M.
Otros teóricos, como Kevin Lynch4, ofrecen un punto de vista
4
diferente sobre el concepto de lo genérico, asumiendo que la
The Image of the
ausencia de identidad es caótica y confusa en lugar de ser el
City (1960), Lynch, K.
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nuevo paradigma urbano. Kevin Lynch, en su obra “The image
of the city”, señala que la estructura y la identidad claras son los primeros pasos en el desarrollo de símbolos poderosos. Para Lynch, la identidad es la capacidad de un objeto de diferenciarse de otras cosas. La ciudad debe tener una identidad clara que favorezca su legibilidad. Otro concepto fundamental en la teoría de Lynch es la ima5
genabilidad5. Se trata de la calidad de un objeto físico que le
Íbid.
da la capacidad de provocar una imagen fuerte en cualquier observador. En cierta medida, la imagenabilidad y la legibilidad ya mencionadas de la ciudad son similares: una ciudad con un alto grado de legibilidad parecería bien formada y definida, invitando a un alto grado de aprehensión sensorial. El habitante se sentiría orientado y tendría una clara conciencia de su entorno. Por otro lado, Lynch otorga especial relevancia al papel de las fachadas en la configuración de la identidad de las ciudades. Sostiene que la mayoría de las experiencias urbanas se median a través de las fachadas de los edificios. Estas mediaciones constituyen rol importante en la experiencia de las personas, provocando un impacto considerable de la imagen percibida de la ciudad.
facies 6 Real Academia de la Lengua Española (2022)
El término fachada tiene su origen en el latín vulgar y proviene de facies o facciata, que significa frente o cara6. Cuando nos referimos a la “cara” de un edificio, estamos haciendo alusión su componente más pública, es decir, a la imagen que proyecta el edificio en la ciudad. De este modo, la fachada adquiere otra dimensión: la responsabilidad de representar la identidad del edifico. Esta responsabilidad es doble: por un lado, debe satisfacer el deseo de autorrepresentación privada; por otro lado, es un elemento urbano, que forma parte de un tejido mayor con el que guarda una relación. El teórico italiano Aldo Rossi formula que las fachadas son
7
una expresión de la historia y la cultura de una ciudad, por lo
The Architecture of
que su diseño refleja las necesidades y deseos de la sociedad
the City (1966), Rossi, A.
que las habita7.
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La fachada proporciona una identidad colectiva a la comunidad que vive en el edificio y es su representación pública, actuando como piel separadora entre la estructura interior del edificio y el mundo exterior, diferenciando entre los ámbitos privado y público. En muchos aspectos, el entorno construido dentro de una sociedad determinada refleja su cultura e identidad, y la fachada del edificio es el aspecto más revelador de esta reflexión. Además, las fachadas son el medio para establecer la continuidad en el tejido urbano, ya que conectan los edificios entre sí y establecen una relación visual entre ellos. Rob Krier, define la fachada como el elemento arquitectónico capaz de comunicar la función y el significado de un edificio, transformándose en un componente esencial del tejido de la ciudad que da forma a la experiencia urbana.
“La fachada no solo cumple con los requisitos naturales determinados por la organización de los espacios detrás de ella, también habla de la situación cultural en el momento en que se construyó el edificio. Revela criterios de orden y disposición y refleja las posibilidades e ingenio de la ornamentación y decoración. La fachada también nos habla de los habitantes de un edificio, les da una identidad colectiva como comunidad y en última instancia, representa a ésta en público.”1 1 Elements of Architecture (1983), Krier, R.
Una de las perspectivas más interesantes al analizar la fachada y su rol en la ciudad es su consideración como espacio público vertical. Es decir, se trata de un elemento sujeto a una serie de regulaciones y restricciones que configuran sus parámetros fundamentales, convirtiéndolo en el cerramiento del espacio de la ciudad, que no solo se limita al plano horizontal. La superficie pisable es de dominio público, pero también lo son las superficies verticales que encierran ese dominio.
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Por otro lado, la fachada es el componente arquitectónico que goza de mayor autonomía. Podemos hablar de pieles, membranas, superficies o máscaras, distintas estrategias para resolver esencialmente dos cuestiones: la relación exterior-in2
terior y la representación urbana2. Los enfoques que se adop-
Elements of
tan pueden tratarse como problemas aislados, con indepen-
Architecture (2018), Koolhaas, R.
dencia del interior que contiene. Esta autonomía ha permitido el desarrollo de un lenguaje propio que, desde las primeras postulaciones vitruvianas sobre las proporciones, no ha dejado de evolucionar. Este lenguaje está constituido por una serie de elementos arquitectónicos que se organizan en una superficie esencialmente bidimensional. Los elementos pueden tener un carácter funcional u ornamental (siendo este último repudiado por la arquitectura moderna), subdividiéndose a su vez en unidades mas pequeñas. Tal y como explica Krier, estas arquitectura moderna), subdividiéndose a su vez en unidades mas pequeñas. Tal y como explica Krier, estas unidades mantienen cierta independencia, pero responden ante reglas de orden internas que otorgan sentido al conjunto. En este juego compositivo, la fachada podría definirse como un límite o marco, compuesto por una superficie y una serie de “patrones” que se proyectan en ella. En los últimos años, paradójicamente, el diseño de fachadas se ha convertido en un asunto complejo, como resultado de nuevos métodos de construcción, requisitos para ambientes interiores altamente controlados y una legislación rigurosa en preservar una imagen urbana homogénea. La armonización de estos nuevos requisitos con los edificios existentes ha creado distintos fenómenos, como el fachadismo, que prefieren la preservación de la apariencia exterior de los edificios en lugar de la interior, especialmente en construcciones históricas y en el patrimonio.
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el valor del patrimonio
La ciudad contemporánea se enfrenta a un dilema: conservar o destruir. Desde la aparición del movimiento por la conservación del patrimonio a mediados del siglo XX, las ciudades han sido cada vez mas rigurosas a la hora de catalogar sus edificios como patrimonio. Tal y como explica Koolhaas en el ensayo “Preservation is overtaking us”, al observar el intervalo de tiempo entre el momento presente y lo que se conserva, podemos apreciar una clara tendencia: En 1818, era de 2000 años. En 1900, era solo de 200 años. Y cerca de la década de 1960, se reduce a tan solo 20 años. Cada vez existe una mayor ligereza a la hora de clasificar los edificios como “históricos”. El conflicto entre tradición y modernidad puede reformularse por medio de una premisa polémica: lo antiguo y lo moderno son nociones ficticias, pues la frontera entre ambas no exis-
1 Preservation is Overtaking us (2004), Koolhaas, R.
te, resultando más apropiado referirse a un gradiente. De este modo, el valor de las cosas deja de depender exclusivamente del tiempo en el que se construyeron y se empiezan a tomarse en consideración otros parámetros.
“Luego examinamos la historia de la preservación en términos de lo que se estaba conservando, y comenzó de manera lógica con monumentos antiguos, luego edificios religiosos, etc. Más tarde, se preservaron estructuras con cada vez más (y también cada vez menos) sustancia sagrada y cada vez más sustancia sociológica, hasta el punto de que ahora preservamos campos de concentración, grandes almacenes, fábricas y atracciones. En otras palabras, todo lo que habitamos es potencialmente susceptible de ser preservado. Esa fue otra importante revelación: la escala de la preservación aumenta implacablemente para incluir paisajes enteros.”1 El historiador David Lowenthal, en su libro “The heritage 2 The heritage crusade and the spoils of history (1998), Lowenthal, D.
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Crusade and the Spoilts of History”2, expone una serie de razones por las que preservar o no el patrimonio:
Conservar es un acto de supervivencia de la memoria. El mundo al que llegamos es heredado, desde nuestra lengua hasta la cultura o las religiones, son entidades que adoptamos de nuestros antepasados. Conservar consiste en materializar la historia, en preservar un ente físico del pasado que de algún modo podemos poseer, y por lo tanto, nos pertenece. Por otro lado, la conservación también es una actividad nostálgica que perpetua una visión estrecha y sanitizada de la historia, ignorando los problemas y desafíos contemporáneos. Nuestra noción de patrimonio, además, puede resultar limitada, pues se centra en un conjunto específico de edificios, monumentos y lugares que se consideran dignos de preservación, lo que puede llevar a la exclusión de otros tipos de arquitectura y patrimonio cultural. La necesidad de reflexionar de forma crítica sobre la conservación del patrimonio y su enfoque es palpable en el caso de Oporto. El riesgo de conservar ciertos edificios por una ilusión de belleza o autenticidad nos limita la capacidad de distinguir el patrimonio que tiene un valor cultural intrínseco.
El intento de homogeneizar el patrimonio puede resultar en la pérdida de testimonios reales de una época frente a un ideal ficticio.
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Fig. 9 la fachada publica obedece a principios estéticos impuestos, House in Rua do Paraíso (2017), fala atelier
Fig. 10 la fachada privada se convierte en la principal, House in Rua do Paraíso (2017), fala atelier
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fachadismo El termino fachadismo se emplea habitualmente para referirse a la retención de una fachada con un valor arquitecy otras anomalías tónico, tras la cual se construye un edificio contemporáneo. Sin embargo, el fachadismo tiene otras acepciones, como la
construcción de nuevos edificios con fachadas que imitan arquitecturas clásicas; o el maquillaje que se aplica a algunas edificaciones para que adquieran una apariencia más acorde con la imagen de la ciudad que le rodea. La acción de enmascarar la auténtica identidad de un edifico puede llevarse a cabo mediante la sustitución de los materiales, colores o elementos arquitectónicos que componen la fachada. En palabras de Robert Bargery, autor del artículo “Ethics of facadism. Pragmatism versus Idealism”, el fachadismo es una 1
“ofensa a la lógica”1, pues genera ciertas contradicciones al ob-
The Ethics of faca-
servar algo con apariencia antigua que sin embargo no lo es.
dism. Pragmatism versus Idealism (2005), Bargery, R.
Se considera, por lo tanto, la pérdida del propósito del edificio histórico, que simplemente se utiliza para llamar la atención. Los principios que dan lugar a este fenómeno pueden considerarse desde diversas perspectivas, como la falta de interés o la insatisfacción por las nuevas arquitecturas. También podemos hablar de una respuesta a la ausencia de ornamentación de la arquitectura del siglo XX y el deseo nostálgico de recuperar las arquitecturas del pasado. Sin embargo, tal y como expone Robert Bargery, probablemente se trate de “otorga a los desarrollos comerciales agresivos un brillo de respetabilidad o permite a los planificadores engañarse a sí mismos de que están preservando el patrimonio a menudo es el producto de un
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pensamiento perezoso y complaciente”2. De este modo, la con-
Íbid.
servación de la fachada se convierte en un reclamo comercial, sin mostrar interés por el espacio interior, en el que se valoran las plantas diáfanas y flexibles.
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“Un ambiente no tiene nada en común con la arquitectura de la ciudad, sino que está concebido como un escenario y, como tal, exige que sus funciones permanezcan, una permanencia necesaria que solo con su presencia salvaguarda la forma, inmoviliza la vida y nos afligen como lo hacen todas las falsedades turísticas de un mundo desaparecido.”1 1 The Architecture of the City (1966), Rossi, A.
En la ciudad de Oporto, el fachadismo se aplica de diversas formas: nuevos edificios construidos tras fachadas decrepitas; construcciones que se asemejan por colores y composición a edificios tradicionales; y operaciones estéticas que buscan envejecer los edificios para que adquieran una apariencia más “autentica”. Este último punto afecta directamente a las construcciones que no cumplen con la estética de la ciudad, especialmente los ugly ducks, cuyas composiciones vitales y colores contrastan con la melancolía que desprenden las construcciones tradicionales. Por otro lado, tal y como hemos podido comprobar en capítulos anteriores, los organismos municipales fomentan estas prácticas, de manera que la conservación de las fachadas tradicionales es el punto de partida a la hora de plantear nuevas edificaciones. Tal y como explica el estudio fala atelier, estas normativas fachadistas provocan que las nuevas arquitecturas expresen su identidad a través de sus fachadas traseras, sometidas a una normativa menos restrictiva. De este modo, aparecen tensiones entre el frente público y el privado del edificio, respondiendo a lógicas diferentes y eventualmente intercambiando sus roles.
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lo ordinario ordinario, ria Del lat. ordinarius. 1. adj. Común, regular y que sucede habitualmente. 2. adj. Bajo, basto, vulgar y de poca estimación. 3. adj. Que no tiene grado o distinción en su línea.2 2 Real Academia de la Lengua Española (2022)
Cuando nos referimos al termino ordinario, en arquitectura, estamos hablando de la apropiación de las condiciones existentes o encontradas. Lo ordinario, lo banal, lo cotidiano, es todo aquello que forma parte del paisaje existe de la ciudad. Sin embargo, la arquitectura a lo largo de su historia ha proclamado estos objetos fuera de su territorio. En el libro “Lo ordinario”, de Enrique Walker, el autor define el termino como “la arquitectura que la propia arquitectura
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excluye”3. Otra de las características de lo ordinario es que se
Lo ordinario (2010),
presenta ante nosotros mediante evidencias, frente a las for-
Walker, E.
mulaciones de conceptos: es tangible, no es planificado, y la teoría solo puede explicarlo a posteriori. Desde la publicación de “Learning form Las Vegas”, de Robert Venturi y Denis Scott
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Brown4, los arquitectos han comenzado a valorar lo ordinario
Learning from
como fuente de aprendizajes de la ciudad. Obras posterio-
Las Vegas (1972), Scott Brown, D., Venturi, R.
res como “Delirius New York” (Koolhaas) o “Made in Tokio” (Tsukamoto, Kuroda y Kaejima) profundizan en esta otra cara de la ciudad moderna, siempre a través del formato de guía o recopilatorio de evidencias. Algunos autores se han vanagloriado de estas arquitecturas hasta convertir prácticamente lo ordinario en extraordinario. En “Learning from Las Vegas” se presentan dos maneras por las que la arquitectura puede considerarse ordinaria. Por como se construye o por como se ve, es decir, por su proceso o por su simbolismo. La arquitectura ordinaria por su construcción es aquella que emplea técnicas convencionales y materiales comunes, aceptando las restricciones de la industria y buscando que sus edificios sean lo más económicos posibles. Por otro
5 Íbid.
lado, si atendemos a su simbolismo, encontraremos una arquitectura “heroica y original”5, que es aquella que interpreta de
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forma dramáticamente expresiva los signos de los objetos o elementos originales, ofreciendo significados abstractos pero reconocibles en los elementos de los que procede. Por otro lado, podemos hablar de arquitectura “fea y ordinaria”, tratándose de aquella que ofrece significados concretos, elementos de catalogo donde las cosas son lo que parecen. La deriva de este tipo de arquitecturas convencionales puede venir de determinados ajustes de los elementos ordinarios, como la escala o el contexto, para ofrecer significados inusuales. El objeto del aprendizaje del paisaje existente, por lo tanto, consiste en lograr que arquitecturas aburridas sean interesantes, a través de sus elementos, en lugar de arquitecturas estridentes pero aburridas. La arquitectura ordinaria, además, es la arquitectura arraigada al lugar por excelencia. Aquella que se lleva a cabo sin pretensiones iniciales, optimizando recursos, repitiendo formulas ya conocidas y buscando la originalidad a través de la configuración de elementos estipulados.
Este tipo de edificaciones ofrece una visión certera sobre los modos de construir de una época, las inquietudes de los arquitectos más prosaicos, y los deseos de las instituciones para transformar la ciudad. Son arquitecturas vernáculas en el sentido mas amplio de la palabra.
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Fig. 11 house within lines and dots (2017), fala atelier
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ugly ducks: la exaltación de lo ordinario en el Oporto [post]industrial